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Revista Argentina de Antropología

Biológica
ISSN: 1514-7991
raab@fcnym.unlp.edu.ar
Asociación de Antropología Biológica
Argentina
Argentina

Postillone, María B.; Fuchs, María L.; Crespo, Cristian M.; Russo, María G.; Varela,
Héctor H.; Carnese, Francisco R.; Avena, Sergio A.; Dejean, Cristina B.
LINAJES MATERNOS EN MUESTRAS ANTIGUAS DE LA PUNA JUJEÑA.
COMPARACIÓN CON ESTUDIOS DE LA REGIÓN CENTRO- SUR ANDINA
Revista Argentina de Antropología Biológica, vol. 19, núm. 1, enero-junio, 2017, pp. 1-16
Asociación de Antropología Biológica Argentina
Buenos Aires, Argentina

Disponible en: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=382249205003

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REVISTA ARGENTINA DE ANTROPOLOGÍA BIOLÓGICA
Volumen 19, Número 1, Enero-Junio 2017

LINAJES MATERNOS EN MUESTRAS ANTIGUAS DE LA PUNA


JUJEÑA. COMPARACIÓN CON ESTUDIOS DE LA REGIÓN CENTRO-
SUR ANDINA
María B. Postillone*1,2, María L. Fuchs2,3, Cristian M. Crespo1,2, María G. Russo1,2, Héctor H.
Varela2,3, Francisco R. Carnese1,4, Sergio A. Avena1,2,4, Cristina B. Dejean1,4

1
Equipo de Antropología Biológica. Departamento de Ciencias Naturales y Antropológicas. CEBBAD-Fundación de Historia Natu-
ral Félix de Azara. Universidad Maimónides. Argentina
2
Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET). Argentina
3
Departamento de Ciencias Naturales. Facultad de Exactas, Físico-Química y Naturales. Universidad Nacional de Río Cuarto. Río
Cuarto. Argentina
4
Sección de Antropología Biológica. Instituto de Ciencias Antropológicas. Facultad de Filosofía y Letras. Universidad de Buenos
Aires. Argentina

PALABRAS CLAVE ADNmt; haplotipos; ADN antiguo; Puna jujeña

RESUMEN Las evidencias arqueológicas proporcionan la variabilidad genética inter e intramuestral, además de
abundantes pruebas de una activa interacción entre las la distancia genética entre los diversos grupos utilizados.
poblaciones de lo que actualmente es el noroeste de Ar- En las muestras analizadas el linaje más frecuente fue el
gentina, el sur de Perú, el oeste de Bolivia y el norte de A2, el cual mostró una gran variabilidad haplotípica. Esto
Chile. Los estudios de ADN en individuos prehispánicos, lo diferencia de otros estudios de la región andina en los
a su vez, proveen información directa sobre la historia que se ha descripto el predominio de los linajes B2. A una
biológica y la dinámica de los grupos humanos, y apor- escala local, las distancias genéticas entre la Puna jujeña y
tan nuevas perspectivas a la comprensión de la dispersión otros grupos poblacionales del actual noroeste argentino
y variabilidad de los amerindios. El objetivo de este tra- no fueron significativas, a excepción de Pampa Grande, de
bajo es analizar los linajes maternos presentes en indivi- la que se encuentra más alejada geográfica y espacialmen-
duos del período tardío de la Puna jujeña (1000-1450 AD) te. A nivel regional, las diferencias son significativas con
mediante la comparación de su composición genética con respecto a la mayoría de las muestras antiguas de Perú,
las de otros grupos precolombinos de la región centro-sur aunque no evidencian un patrón espacial o temporal deter-
andina descriptos por otros autores. A partir de las se- minado. Rev Arg Antrop Biol 19(1), 2017. doi:10.17139/
cuencias de HVR I del ADN mitocondrial se determinó raab.2017.0019.01.03

KEY WORDS mtDNA; haplotypes; ancient DNA; Puna of Jujuy


ABSTRACT Archaeological records provide abundant evi- netic variability was determined, as well as the genetic dis-
dence of an active interaction between the peoples of what tance between the various groups used. In the samples ana-
are now northwestern Argentina, southern Peru, western lyzed, A2 was found to be the most common lineage,, show-
Bolivia, and northern Chile. Likewise, DNA studies in pre- ing high haplotype variability, and contrasting with other
hispanic individuals provide direct information on the bio- studies in the Andean region, which described the preva-
logical history and dynamics of human groups, offering new lence of B2 lineages. At a local level, the genetic distances
perspectives to the understanding of dispersion and variabil- between the Puna population and other groups from present-
ity of Native Americans. The aim of this paper is to analyze day northwestern Argentina were not significant, except for
the maternal lineages present in individuals from the late pe- Pampa Grande, which is more geographically and spatially
riod of the Puna region (1000-1450 AD) by comparing their remote. At a regional level, the differences are significant in
genetic composition with other pre-Columbian groups from relation to the majority of Peru ancient samples, but do not
the south-central Andean region, described by other authors. show a particular spatial or time pattern. Rev Arg Antrop
From mtDNA HVR-I sequences, inter- and intra-sample ge- Biol 19(1), 2017. doi:10.17139/raab.2017.0019.01.03

Los estudios arqueológicos realizados en el


Noroeste de Argentina (NOA) señalan que la *Correspondencia a: María Bárbara Postillone. CEBBAD-
Fundación de Historia Natural Félix de Azara. Universidad
dispersión humana habría sido un proceso inicia- Maimónides. Hidalgo 775. 1405 CABA. E-mail: mbposti-
do a finales del Pleistoceno, cerca de los 10800 llone@gmail.com
años AP (Politis et al., 2010). Durante el Holo- Financiamiento: FONCYT (PICT02210/07); CONICET
ceno, entre los 10000 y 3000 años AP, se habría (PIP2511); Fundación Científica Felipe Fiorellino.
incrementado la interacción entre poblaciones
Recibido 28 Diciembre 2015; aceptado 13 Julio 2016
de ambos lados de la cordillera. Existe eviden-
cia de que durante este periodo habrían ocurrido doi:10.17139/raab.2017.0019.01.03

1
M. POSTILLONE ET AL./REV ARG ANTROP BIOL 19(1), 2017

diferentes procesos como la ocupación de nuevos Norte de Chile. En cada una de estas regiones,
ambientes, cambios en la estrategia de formación el proceso dispersivo originó varias subpoblacio-
de asentamientos con diferenciación social y me- nes que se diferenciaron gradualmente durante la
joras en el manejo del espacio, intensificación exploración, conquista y colonización de nuevos
en las redes de intercambio, cría de camélidos ambientes. Por otro lado, a un nivel más regio-
como principal actividad ganadera, aumento en nal, otros estudios morfológicos de muestras de
las actividades agrícolas y la adopción de nuevas 300 a 1480 años DC, proponen que podrían haber
tecnologías. Esto habría dado como resultado un existido dos grupos biológicos en el NOA, uno
importante crecimiento demográfico y una tran- estaría conformado por las poblaciones de Puna y
sición del estilo de vida cazador-recolector al de Quebrada de Humahuaca y el otro por pobladores
asentamientos aldeanos (Periodo Formativo) y su de la Región Valliserrana y Las Pirguas (Varela et
posterior complejización en el Periodo de Desa- al., 2004).
rrollos Regionales (1050-500 años AP), (Muscio, Por su parte, estudios bioantropológicos de
2001). En este último, la actividad agropasto- diversos marcadores genéticos aplicados a in-
ril tuvo su apogeo con una economía ganadera dividuos de poblaciones del pasado abrieron las
basada en la cría de llamas, siendo la zona de puertas a un nuevo tipo de información. El ac-
Casabindo-Doncellas la de mayor desarrollo ceso directo al ADN de restos humanos antiguos
(Albeck y Ruiz, 2003), en la Puna de Jujuy. Ésta (ADNa) provee datos relevantes y específicos
comprende la porción nororiental de la provin- acerca de su historia biológica y dinámica pobla-
cia, siendo una meseta de alta montaña, a más cional (Pääbo et al., 2004; Shapiro y Hofreiter,
de 3700msm. El tráfico de caravanas asumió 2012). Además, permite abordar el estudio de
un importante rol, permitiendo un mejoramien- procesos migratorios, patrones de residencia y
to en la obtención y regulación de recursos relaciones genéticas entre poblaciones humanas,
(Tarragó, 1984; Nielsen, 2000; Albeck y Ruiz, teniendo en cuenta así la dimensión temporal de
2003; Torres-Rouff et al., 2012). Diversos es- estos procesos (Hofreiter et al., 2001).
tudios arqueológicos del NOA señalan que esta Mediante el estudio molecular del ADN mito-
región recibió influencias en diferentes mo- condrial se han logrado identificar diversos lina-
mentos y de magnitud variable desde el sur de jes maternos que conforman los denominados ha-
Perú, el altiplano boliviano y la floresta tropical plogrupos (Hgs), los cuales se definen por com-
(González y Pérez, 1972; Berenguer y Dauels- partir un conjunto de mutaciones básicas. Tanto
berg, 1989; Rivera, 1991). Asimismo, las rela- en individuos prehispánicos como en poblaciones
ciones sociales, el tráfico de materiales, el in- autóctonas contemporáneas se han definido como
tercambio y el aprovechamiento de recursos en Hgs amerindios mayoritarios en el continente los
poblaciones prehispánicas del NOA han sido es- denominados A2, B2, C1 y D1 y el X2a sólo des-
tudiados en una importante cantidad de trabajos cripto para Norteamérica (Bodner et al., 2012). A
(Albeck, 2007; Escola et al., 2007; Núñez Aten- su vez, los Hgs se subdividen en haplotipos por la
cio, 2007; entre otros). Sin embargo, la composi- presencia de mutaciones adicionales.
ción genética de las poblaciones y sus afinidades Dentro de la región del NOA, Carnese et al.
biológicas han sido abordadas en menor medida. (2010), analizaron 19 individuos de Pampa Gran-
Estudios empleando caracteres craneales de (Salta) observando en 9 casos la presencia
métricos y no métricos realizados en poblacio- del Hg B2, 8 del Hg D1 y en sólo 2 del Hg A2.
nes prehistóricas que habitaron el NOA, el nor- Mendisco et al. (2011) analizaron la secuencia
te de Chile y los Valles de Cochabamba (Boli- del ADNmt de 23 piezas dentales provenientes
via) (ca. 3000AC-1500DC) demostraron que la de individuos del sitio arqueológico Los Amari-
muestra de esta última se ubica en una posición llos en la Quebrada de Humahuaca (Jujuy), obte-
intermedia entre las dos primeras (Varela et al., niendo resultados para 18 de las muestras, 13 de
2008; Cocilovo et al., 2009). Además, en estos las cuales presentaban un linaje particular de A2,
trabajos se plantea un modelo de poblamiento proporción muy elevada e inesperada para la re-
basado en la subdivisión de una población an- gión, ya que en la mayoría de las muestras pobla-
dina ancestral que fue paulatinamente poblando cionales antiguas y actuales el linaje más repre-
el NOA, los valles de Cochabamba en Bolivia y sentado es el B2. Los individuos restantes fueron

2
LINAJES MATERNOS ANTIGUOS DE LA PUNA JUJEÑA

asignados a los Hgs D1 (3), C1 (1) y B2 (1). En MATERIAL Y MÉTODOS


otro estudio Mendisco et al., (2014) analizaron
muestras de sitios arqueológicos de Quebrada de Preparación de la muestra
Humahuaca, Valle Calchaquí y Puna correspon- Se tomaron las precauciones necesarias para
dientes al período de Desarrollos Regionales. Sus el trabajo con ADNa (Gilbert, 2005; Crespo et
resultados evidenciaron la presencia de los cua- al., 2010 y Kemp y Smith, 2010). Los cuartos de
tro Hgs amerindios sudamericanos principales, procesamiento de las muestras pre y post Reac-
sugiriendo además un origen de la población en ción en Cadena de la Polimerasa (PCR por sus
los Andes Centrales pero con influencia genética siglas en inglés) se encuentran separados y se
desde poblaciones de la región de Gran Chaco. utilizó la indumentaria de protección adecuada
La diversidad haplotípica encontrada por estos como cofias, barbijos, guantes descartables y
autores apoya la hipótesis generada a partir de la guardapolvos. La indumentaria, los comparti-
morfometría craneal en la que el NOA puede di- mentos y el instrumental a utilizar fueron pre-
vidirse en dos grupos biológicos diferentes, como viamente irradiados con luz UV por al menos
se mencionó anteriormente. 45 minutos (min). Los instrumentos utilizados,
Dejean et al., (2014) compararon las muestras antes de ser irradiados fueron lavados con hi-
de Pampa Grande y Los Amarillos estudiadas por poclorito de sodio al 6%, enjuagado con agua
Carnese et al. (2010) y Mendisco et al. (2011) y calidad biología molecular y posteriormente la-
observaron que en ambas están presentes los Hgs vados con alcohol etílico al 70%.
A2, B2 y D1, pero a nivel de haplotipos sólo se
comparten 2 linajes, un A2 y un D1. Concluyeron Muestra
que la distancia temporal entre ambos sitios pudo Consistió en 23 piezas dentales provenien-
haber sido el principal factor que intervino en la tes de diferentes individuos de la Puna de Ju-
diferenciación mitocondrial encontrada. Motti et juy, pertenecientes a la colección osteológica
al. (2014) compararon datos de poblaciones ac- depositada en el Museo Etnográfico “Juan Bau-
tuales del NOA y del centro-oeste argentino con tista Ambrosetti” (FFyL, UBA). Se incluyeron
los linajes presentes en esas muestras prehispá- muestras de los sitios Doncellas, Agua Caliente,
nicas y encontraron que sólo comparten cuatro Río Negro, Casabindo y Sorcuyo (Fig. 1), exca-
linajes (A216111@, C1b16189-16311, B2b2 y B216142). vados por E. Boman a principios de 1900, M.A.
Además señalan que el linaje de D116129 determi- Vignati en 1938 y E. Casanova en colaboración
nado en Pampa Grande se ha descripto en mues- con O. Paulotti y P. Haedo durante la década de
tras de Bolivia y Perú, y el linaje B216145-16156-16157 1940 hasta 1967 (Alfaro, 1983). Según los fe-
en una muestra de la Amazonia boliviana. chados radiocarbónicos realizados con anterio-
Otro estudio en muestras poblacionales con- ridad los sitios presentaron una antigüedad entre
temporáneas de diferentes regiones de Jujuy, ha 509±42 años y 609± 32 años AP (Fuchs y Va-
demostrado también la presencia de los lina- rela, 2013) correspondiendo al Periodo Tardío
jes A2 (13.9%), B4b (56.7%), C1 (17.8%), D1 (1000-1450 AD). Los estudios craneométricos
(8.9%) y D4h3a (1.1%) (Cardoso et al., 2013). realizados sobre individuos de esos mismos si-
La presencia de linajes prehispánicos en muestras tios demostraron una baja diferenciación fenotí-
actuales daría indicios de continuidad biológica. pica entre ellos (Fuchs et al., 2016).
En este contexto, el objetivo del presente Estos sitios arqueológicos se encuentran
trabajo es analizar los linajes maternos en indi- ubicados en la cuenca endorreica de Miraflores-
viduos de la Puna Jujeña para incorporar nuevos Guayatayoc-Salinas Grandes, en el centro de la
datos al estudio de la diversidad genética de las Puna Jujeña, rodeando a Doncellas, considerado
poblaciones que habitaron el NOA antes de la lle- como centro cúltico de la región. La distancia
gada de los europeos y comparar los resultados entre los sitios más alejados (Agua Caliente y
con los de otras muestras prehispánicas de la re- Sorcuyo) es de aproximadamente 35km (Alfaro,
gión. De esta manera, se pretende aportar nueva 1983). Estos poblados estaban vinculados con la
información para la comprensión de la historia actividad agropastoril y el contacto con grupos
evolutiva y del poblamiento local y regional. caravaneros, con un patrón de asentamiento ca-

3
M. POSTILLONE ET AL./REV ARG ANTROP BIOL 19(1), 2017

Fig. 1. Ubicación geográfica de los sitios analizados. En color se marca la Puna de Jujuy.

racterístico del tipo semiconglomerado de fácil misma fue remontada utilizando el monómero
acceso, con viviendas de planta rectangular, y antes mencionado para ser restituida a la colec-
con relaciones contextuales con la cuenca del ción. A cada muestra se le realizaron al menos
Titicaca en Bolivia y San Pedro de Atacama, tres extracciones de ADN utilizando entre 75 y
en el norte de Chile y con una fuerte influencia 100 mg de polvo y diferentes métodos. El prime-
de la Quebrada de Humahuaca (Alfaro, 1983; ro consistió en una extracción mediante colum-
Albeck y Ruiz, 2003). El único sitio que se di- nas de sílica utilizando QIAamp® DNA Investi-
ferencia en estas características es Sorcuyo por gator Kit (QIAGEN). El segundo fue la utiliza-
presentar viviendas en forma circular, las cuales ción del equipo Geneclean (MP Biomedics), en
pueden ser estructuras realizadas en periodos ambos casos se llevó a cabo el protocolo especi-
más tempranos que se mantuvieron en el tiem- ficado por el fabricante. El tercero fue el método
po, o a un poblado formado a partir de un gru- de fenol-cloroformo-alcohol isoamílico (25:24:1
po de individuos provenientes de otras regiones v/v) (tomado y modificado de Carnese et al.,
(Albeck y Ruiz, 2003). 2010). Este último culminó con la purificación
del ADN mediante columnas de sílica utilizando
Extracción de ADN AccuPrep® PCR Purification Kit (BIONEER),
Como primer paso, a cada pieza dental se siguiendo el protocolo especificado por el fabri-
le realizó un molde con silicona y monómero cante. En cada extracción se incorporó un “blan-
autocurable, material empleado en odontología co” (tubo sin muestra sometido al mismo proce-
convencional. Luego, las piezas dentales fueron dimiento), que posteriormente se incluyó en los
descontaminadas superficialmente con hipoclo- análisis en paralelo al ADN extraído.
rito de sodio al 6%, enjuagadas varias veces con
agua calidad biología molecular e irradiadas con Análisis del ADN mitocondrial
luz UV por 45min de cada lado. Se procedió a En primer lugar se realizó una asignación a
la obtención de polvo a partir del desbaste de la los Hgs amerindios A, C y D por Polimorfismos
dentina interior de la pieza con un minitaladro de Longitud de los Fragmentos de Restricción
(Dremel). Cuando la pieza conservó su estruc- (RFLP, por su sigla en inglés) y por presencia de
tura debido a su buen estado de preservación, la la deleción de 9 pares de bases (pb) para el Hg

4
LINAJES MATERNOS ANTIGUOS DE LA PUNA JUJEÑA

B (Tabla 1). La reacción de amplificación por

Segmentos (pb)

113 (82 y 31)*


PCR para cada uno de los cuatro Hgs se realizó

80 (35 y 45)*

96 (31+65)*
61 o 52 con
deleción
en un volumen final de 12,5µl conteniendo: 1x
de GoTaq® reaction buffer, 1,5mM de MgCl2
(Promega), 0,2mM de cada dNTP (Thermo
Scientific), 0,8µM de cada cebador (Invitrogen),
1,25u de GoTaq® DNA polymerase (Promega)

Temperatura de
anidamiento
y 5µl de ADNa.

TABLA 1. Sitios de corte, enzima de restricción y posición de los cebadores para la identificación de cada Hg por RFLP

56ºC

56ºC

57ºC

57ºC
Para los Hgs A, C y D la amplificación fue
controlada sometiendo las muestras a electro-
foresis en gel de agarosa al 1%. Luego fueron
digeridas con la enzima de restricción adecuada

R:5'

* se describe el tamaño del fragmento total y entre paréntesis el tamaño de cada fragmento si está presente el sitio de restricción para cada enzima.
(Tabla 1), agregando a cada muestra amplificada

F: 5' -GCATTCCTACTACTCAACTTAAACTC- '3


R:5' -CCGATTGTAACTATTATGAGTCCTA- '3
10µl de una solución de digestión que contiene:

R:5' -GGATGGAATTAAGGGTGTTAGTC- '3


R:5' -AGTTAGCTTTACAGTGGGCTCT- '3
buffer 1X, 1U de enzima de restricción y agua

F: 5' -GGCCCGTATTTACCCTATAG- '3

F:5' -GGCGCTATCACCACTCTGT- '3


-GGGATGCTTGCATGTGTAAT- '3
calidad biología molecular. Esta mezcla se in-
cubó a 37ºC durante 20 horas. Para la detección

F:5' -CTCACATCACCCCATAAACAA- '3


Secuencia de los cebadoresΔ
de la deleción de 9pb característica del Hg B,
la amplificación se visualizó directamente en un
gel de agarosa al 3%.
Para un estudio más detallado, se procedió
con la amplificación por PCR de la Región Hi-
pervariable I (HVR por sus siglas en inglés) en
tres fragmentos solapados (1, 2 y 3) que com-
prenden desde la posición 15984 a la 16410
del genoma mitocondrial utilizando los ceba-
dores: fragmento 1- F15984 (5’-TAGCACC-
CAAAGCTAAGATTCTAAT-3’, modificado a
partir de F15989, Gabriel et al., 2001) y R16167
(Ricaut et al., 2004); segmento 2- F16120 (Ada-
chi et al., 2004) y R16239 (Ivanov et al., 1996);
F:5112-5137 y R:16185-5207
F:8250-8269 y R:8289-8310

F:13177-13195 y R:13265-

fragmento 3- F16204 (5’-GCAAGTACAGCA-


F:628-648 y R: 688-707
Posición de los cebadores

ATCAACCCT-3’, diseñado por nuestro equipo


de trabajo) y R16410 (Gabriel et al., 2001) res-
pectivamente, la temperatura de anidamiento de
13289

55ºC.
Las reacciones de PCR se llevaron a cabo
para cada uno de los 3 segmentos y con un volu-
Δ Cebadores creados por nuestro equipo e trabajo

men de 25µl conteniendo: 1X de Hot Start PCR


Buffer (Thermo Scientific), 2mM de MgCl2
(Thermo Scientific), 0,4µM de cada par de ce-
badores (Invitrogen), 0,2mM de cada dNTP
Enzima y sitio de

(Thermo Scientific), 1 u de Máxima Hot Start


HincII - 13259
HaeIII + 663

AluI - 5176
restricción

Taq DNA Polymerase (Thermo Scientific) y 5


Del 9pb

µl de la muestra de ADNa como templado. En


cada amplificación se incluyeron los “blancos”
de extracción, un “blanco” de reacción de PCR
y controles de ADN moderno.
Preparación de la muestra para secuencia-
ción de HVR I. Los productos de amplificación
Hg

D
B

fueron visualizados en geles de agarosa al 1%

5
M. POSTILLONE ET AL./REV ARG ANTROP BIOL 19(1), 2017

y se purificaron con AccuPrep® PCR Purifi- Nei con el programa Arlequin 3.11 (Excoffier et
cation kit (BIONEER), siguiendo el protocolo al., 2005), utilizando el modelo evolutivo de Ta-
descripto por el fabricante. Las reacciones de mura y Nei (1993) con un valor de Gamma=0,29.
secuenciación en ambos sentidos fueron lleva- Para el caso de la muestra de Puna jujeña, se
dos a cabo en el servicio de la Unidad Genó- determinó el número total de sitios nucleotídi-
mica del Instituto de Biotecnología del INTA, cos variantes (S), el número de haplotipos mito-
con los mismos cebadores empleados en la condriales (h), la diversidad haplotípica (Hd), el
amplificación de cada fragmento y utilizando número medio de diferencias entre pares de se-
un secuenciador automático 3130XL Genetic cuencias (k) y la diversidad nucleotídica (π) (Nei,
Analyzer con BigDye™ Terminator Sequencing 1987), utilizando el programa DnaSP 5.10.1
Kit (Applied Biosystems). (Rozas et al., 2010). Además, se construyó un
Neighbor Joining con los FST obtenidos para los
Análisis de las secuencias grupos muestrales de la Tabla 2 utilizando el pro-
Se obtuvieron al menos dos por muestra pro- grama MEGA 6 (Tamura et al., 2013).
venientes de diferentes extracciones, las cuales Se utilizaron fuentes bibliográficas de pobla-
fueron revisadas y corregidas manualmente uti- ciones actuales del NOA (Cabana et al., 2006;
lizando el programa Bioedit 2.7.5 (Hall, 2013). Álvarez-Iglesias et al., 2007; Marrero et al.,
En cada muestra el conjunto de mutaciones 2007; Tamm et al., 2007; Sala et al., 2010; Bar-
obtenido en cada secuenciación fue compara- bieri et al., 2011; de Saint Pierre et al., 2012;
do para generar un haplotipo consenso. Estos Cardoso et al., 2013; Taboada-Echalar et al.,
haplotipos fueron cotejados con la Secuencia 2013; Sala y Corach, 2014) para cotejar si los
de Referencia de Cambridge revisada (rCRS) haplotipos encontrados en la muestra antigua de
(Andrews et al., 1999) utilizando el mismo pro- Puna jujeña presentan continuidad en la región.
grama. Los linajes obtenidos fueron clasificados
utilizando Haplogrep (Kloss-Brandstätter et al., Análisis del sexo molecular
2011) y datos tomados de la literatura (Tamm Se determinó el sexo de los individuos me-
et al., 2007; Achilli et al., 2008, 2013; Perego diante la amplificación del gen de la ameloge-
et al., 2009, 2010; Bodner et al., 2012; de Saint nina, que codifica para una proteína del esmal-
Pierre et al., 2012). te dental y se encuentra situado en la región
Análisis comparativo con muestras de la re- Xp22.3-p22.1 (cromosoma X) y en la región
gión. Las secuencias obtenidas fueron compa- Yp11.2 (cromosoma Y). Durante la amplifica-
radas con los datos ya publicados de muestras ción se obtuvo un segmento de 112pb para el
prehispánicas del NOA y el sur de Perú (Tabla 2; cromosoma Y, mientras que el amplicón del
Apendice suplementario 1, Fig. suplementaria cromosoma X presentó 106pb, esa diferencia de
1) con el fin de establecer las posibles relacio- 6pb es notoria en la electroforesis en geles de
nes biológicas entre los linajes mitocondriales poliacrilamida al 12%. Se utilizaron las mismas
de las muestras poblacionales en estudio. Ade- condiciones de ciclado que en HVR I pero uti-
más, los linajes de dos individuos analizados lizando los cebadores: F: 5’-CCCTGGGCTCT-
por Mendisco et al., (2014) del sitio Doncellas GTAAAGAA-3’ y R: 5’-ATCAGAGCTTA-
fueron incorporados a la muestra de Puna jujeña AACTGGGAAAGAA-3’ creados por el equipo
analizada en este estudio para todas las pruebas de investigación y una temperatura de anidado
estadísticas empleadas. de cebadores a 53ºC.
Con las secuencias de la HVR I, se llevó
a cabo un Análisis de la Varianza Molecular Prueba de inhibición
(AMOVA) en el cual algunas de las muestras fue- Para comprobar la presencia de sustancias
ron agrupadas debido a su cercanía geográfica y inhibidoras en cada una de las muestras cuyas
su bajo número de individuos (Tabla 2) llegando amplificaciones resultaban negativas se realizó
a un total de 16 agrupamientos. También se lle- una PCR de segmento B de HVR I empleando
varon a cabo comparaciones entre estos grupos una muestra de ADN moderno para ser amplifi-
poblacionales a través del índice FST (utilizando cada. Como control positivo se amplificó solo el
1000 permutaciones) y se calculó la distancia de ADN moderno. Aquellas reacciones en las que

6
Tabla 2. Muestras prehispánicas de la región Centro Sur Andina y del NOA analizadas en este trabajo

Sitio País Antigüedad (AP) n A% B% C% D% Trabajo Grupo poblacional para análisis estadístico

Pampa Grande Argentina 1310±40 19 10.53 47.37 0 42,1 Carnese et al., 2010 Pampa Grande
Los Amarillos Argentina 700-483 13 69,23 7,69 7,69 15,39 Mendisco et al., 2011 Quebrada de Humahuaca centro
Banda de Perchel Argentina 914-669 1 100 0 0 0 Mendisco et al., 2014 Quebrada de Humahuaca centro
Huacalera Argentina n.d. 1 0 0.00 0.00 100.00 Mendisco et al., 2014 Quebrada de Humahuaca centro
Juella Argentina 700-520 3 0 33,34 33,33 33,33 Mendisco et al., 2014 Quebrada de Humahuaca sur
San José Argentina 930-679 1 0 0 100 0 Mendisco et al., 2014 Quebrada de Humahuaca centro
Sarahuaico Argentina 786-537 2 0 100 0 0 Mendisco et al., 2014 Quebrada de Humahuaca sur
Tilcara Argentina 700-520 4 25,00 75.00 0 0 Mendisco et al., 2014 Quebrada de Humahuaca sur
Huichairas Argentina 700-414 1 100 0 0 0 Mendisco et al., 2014 Quebrada de Humahuaca sur
Fuerte Alto Argentina n.d. 1 100 0 0 0 Mendisco et al., 2014 Valle Calchaquí
Tero Argentina n.d. 4 25,00 50.00 25,00 0 Mendisco et al., 2014 Valle Calchaquí
Doncellas Argentina 662 a 568 2 0 50.00 50,00 0 Mendisco et al., 2014 Puna jujeña
Tompullo II Perú 550-450 24 8,34 70,84 4,15 16,67 Baca et al., 2012 Tompullo II
Acchaymarca Perú 770-450 11 0 72,73 18,18 9,09 Baca et al., 2014 Acchaymarca
Puca Perú 770-450 14 42,86 42,86 7,14 7,14 Baca et al., 2014 Puca
Costa y Valles (Palpa) Perú * 99 3,04 24,24 32,32 40,4 Fehren-Schmitz et al., 2010, dividido en Costa de Perú EIP, LIP y MH
2014
LINAJES MATERNOS ANTIGUOS DE LA PUNA JUJEÑA

Costa y Valles (Palpa) Perú 2790-2210 aprox. 33 6,06 0 18,18 75,76 Fehren-Schmitz et al., 2010, Costa de Perú EH
2014
Valles altos del Perú * 77 5,2 54,55 29,87 10,38 Fehren-Schmitz et al., 2011, dividido en Valles Altos de Perú LIP y MH
Río Palpa y Viscas 2014
(Llaramate)
Huari Perú 850-500 12 16,67 25.00 50.00 8,33 Kemp et al., 2009 Huari
Conchopata Perú 1350-1150 8 25,00 50,00 12,5 12,5 Kemp et al., 2009 Conchopata

*Las temporalidades fueron tomadas según fueron descriptas en el trabajo original de publicación: EIP (Periodo Intermedio Temprano) 260AC-640AD - MH (Horizonte Medio) 640-1180 AD

7
– LIP (Periodo Intermedio Tardío) 1180-1450 AD.
M. POSTILLONE ET AL./REV ARG ANTROP BIOL 19(1), 2017

tampoco fue posible amplificar la muestra mo- Bodner et al., 2012; Baca et al., 2012; 2014;
derna fueron consideradas como inhibidas por Mendisco et al., 2014; Fehren-Schmitz et al.,
la presencia de sustancias en la muestra antigua 2014). El DC14 mostró un linaje típico de la
que interfieren en la PCR. En el caso de ampli- región andina presente en un individuo prehis-
ficación positiva se infirió que la cantidad de pánico de la Quebrada de Humahuaca sur (Men-
ADNa era insuficiente o estaba degradado. disco et al., 2014) y en varias poblaciones actua-
les (Álvarez-Iglesias et al., 2007; Barbieri et al.,
RESULTADOS 2011; de Saint Pierre et al., 2012).
Dentro de los linajes de A2, el individuo
De las 23 piezas dentales analizadas se ob- DC16 presentó un haplotipo A2+16125A, el cual
tuvo ADN mitocondrial en 16 (recuperación del está presente en una muestra antigua de Los
69,6%), lo cual indica un buen estado de pre- Amarillos junto a la 16111T. DC3 tiene la mu-
servación. En 13 casos fue posible secuenciar tación 16234G descripta en muestras modernas
y corroborar los tres segmentos solapantes de del NOA pero en las cuales está acompañada de
HVR I, en 2 se obtuvo secuencia y confirma- otras mutaciones extras a la nodal, como es el
ción de los dos primeros segmentos y en uno caso del DC9 que además posee la 16256T y la
del segundo y tercer segmento (Tabla 3). De las 16192T (Tabla 3). El patrón 16234G+16256T
muestras restantes, 2 presentaron compuestos está presente en muestras actuales de La Quiaca,
inhibitorios de la PCR y 5 no poseían ADN de una de Tapacari (Taboada-Echalar et al., 2013) y
calidad analizable. en una muestra de Jujuy (Cardoso et al., 2013).
Por otro lado se logró establecer el sexo Por su parte el DC7 presentó un haplotipo si-
molecular de 4 individuos, determinando que 2 milar al de individuos guaraníes (Marrero et al.,
eran masculinos y 2 femeninos (Tabla 3). 2007) pero con la mutación extra 16162G.
En cuanto a los linajes maternos, estuvieron El resto de los individuos analizados co-
representados los 4 Hgs amerindios. El A2 estu- rrespondieron al linaje C1. El linaje de DC5
vo presente en un 43,75%, seguido del C1 en un fue descripto en un individuo precolombino de
25%, el D1 en un 18,75% y por último el B2 en la Costa de Perú del periodo Intermedio Tardío
un 12,50%. Los resultados obtenidos por RFLP (LIP) (Fehren-Schmitz et al., 2014) y en Ayma-
coincidieron con los haplotipos obtenidos por rá (de Saint Pierre et al., 2012) y Mbyá-Guara-
secuenciación de HVR I (Tabla 3). níes (Sala et al., 2010) actuales, un individuo
Los 16 individuos presentaron haplotipos de Tucumán (Tamm et al., 2007) y en un Ma-
diferentes, dando como resultado una gran di- puche de Río Negro (Ginther et al., 1993). El
versidad haplotípica en la muestra de Puna Juje- de DC10 está presente en una muestra moderna
ña, en comparación con los resultados de Pampa de Brasil (Fridman et al., 2014) y el de DC11
Grande, Quebrada de Humahuaca centro y sur. en 3 individuos Tupí de lengua zoro (Ramallo
Además, el número de sitios polimórficos y la et al., 2013).
diferencia promedio entre pares de secuencias Luego de realizar una comparación con las
fueron los más elevados (Tabla 4). secuencias de 343 individuos prehispánicos divi-
Las comparaciones de los haplotipos obteni- didos en 16 grupos poblacionales indicados en la
dos con las secuencias de otros trabajos dieron tabla 2, se obtuvo como resultado que la varia-
como resultado que DC1, DC2, DC12, DC18 y ción genética promedio dentro de los grupos po-
DC19 poseen linajes no descriptos hasta el mo- blacionales (84,35%) es mayor a la variación que
mento en los estudios de la región. El de DC21 existe entre ellos (15,65%). Sin embargo, esta úl-
sólo fue hallado en una muestra de la Costa de tima resultó significativa (p<0,00001) indicando
Perú del Horizonte Temprano (EH) (Fehren- que todos estos grupos no pueden considerarse
Schmitz et al., 2011). DC4 posee las mutaciones una sola población, sino que la misma se encuen-
típicas del haplotipo A2 y el individuo DC6 las tra estructurada y que existe una gran dispersión
de C1 nodal (Tabla 3), ambos presentes en va- genética entre grupos, concordando con la am-
rias poblaciones de Sudamérica prehispánicas plitud territorial y diferencias temporales de las
y actuales (Garcia-Bour et al., 2004; Kemp et muestras empleadas en la comparación (Tabla 5).
al., 2009; Perego et al., 2010; Sala et al., 2010; La comparación de a pares de grupos pobla-

8
Tabla 3. Haplogrupos, haplotipos y sexado de las muestras en estudio
Sitio Muestra nº de HVR I (16024-16362) Segmentos Asignación a Haplogrupo Sexado morfológico/
Arqueológico catálogo amplificados Haplotipo (RFLP) sexado molecular

Agua Caliente DC10 15438 16153A 16223T 16298C 1y2 C1 ----- mujer/mujer
DC14 15421 16183C 16188T 16189C 16217C 1, 2 y 3 B4 B mujer/----
DC15 15418 ------- ---- ----- inhibida varón/----
DC16 15445 16125A 16223T 16290T 16319A 16362C 1, 2 y 3 A2+@16111 ----- mujer/----
DC17 15404 -------- ---- ----- ----- varón/----
DC20 15400 ------- ---- ----- ---- varón/----
DC21 15500 16223T 16325C 16354T 16362C 2y3 D1+16354 D mujer/----
DC23 15410 ----- ---- ----- ----- varón/----
Casabindo DC9 14136 16192T 16223T 16234G 16256T 16290T 16319A 16362C 1, 2 y 3 A2 A varón/varón
Doncellas DC1 13954 16183C 16189C 16217C 16253G 1, 2 y 3 B4 B mujer/mujer
DC2 13986 16188T 16192T 16223T 16319A 1y2 A2 ----- mujer/----
DC3 14071 16111T 16223T 16234G 16290T 16319A 16362C 1, 2 y 3 A2 A varón/varón
DC4 14091 16223T 16290T 16319A 16362C 1, 2 y 3 A2+@16111 A varón/----
DC5 13989 16189C 16223T 16298C 16325C 16327T 1, 2 y 3 C1 C varón/----
DC7 13955 16111T 16223T 16290T 16319A 16362A 1, 2 y 3 A2 A mujer/----
DC8 13958 ------- ----- ---- ---- varón/----
DC11 13937 16093C 16223T 16298C 16325C 16327T 1, 2 y 3 C1 C varón/----
LINAJES MATERNOS ANTIGUOS DE LA PUNA JUJEÑA

DC12 14103 16072T 16083T 16111T 16129A 16198C 16223T 1y2 A2 A mujer/----
DC18 14040 16187T 16223T 16257T 16290T 16362C 1, 2 y 3 D1g4+@16325 D mujer/----
DC19 14051 16125A 16187T 16189C 16209C 16223T 16325C 16362C 1, 2 y 3 D1g5+16125 D varón/----
Río Negro DC6 14118 16223T 16298C 16325C 16327T 16362C 1, 2 y 3 C1b8 ----- varón/----
Sorcuyo DC13 14176 ------- ---- ----- inhibida varón/----
DC22 14173 ----- ---- ----- ----- varón/----

9
En negrita se señalan las mutaciones adicionales
M. POSTILLONE ET AL./REV ARG ANTROP BIOL 19(1), 2017

Tabla 4. Estadísticos de variabilidad genética para las muestras de Puna Jujeña


y otros sitios prehispánicos cercanos geográficamente

Sitio n S h Hd k π

Puna Jujeña 18 30 18 1 ± 0,0019 7. 203 0,02106 ± 0,0014


Quebrada de 16 15 6 0,675 ± 0,117 3.967 0,0116 ± 0,0029
Humahuaca
centro
Quebrada de 10 16 9 0,978 ± 0,054 5.533 0,0162 ± 0,0026
Humahuaca sur

Pampa Grande 19 17 9 0,912 ± 0,032 6.351 0,0186 ± 0,0013

n:número de secuencias analizadas; S:número total de sitios polimórficos; h:número de haplotipos; Hd:diversidad haplotípica;
k:número promedio de diferencias entre pares de secuencias; π:diversidad nucleotídica.

Tabla 5. Resultados AMOVA. Variabilidad inter e intrapoblacional

Tipo de variación g.l. Suma de cuadrados Componentes de varianza Porcentaje de variación

Entre Poblaciones 15 223.335 0,56830* 15,65*

Dentro de poblaciones 328 1,004.407 306,222 84,35

Total 343 1,227.742 363,051 100

Índice de Fijación FST: 0,15653

g.l.: grados de libertad; * p<0,00001

cionales (FST) para determinar cuáles diferían en- Altos del MH (FST:0,143109; p-valor:<0,00001)
tre sí, mostró que la Puna jujeña se diferencia de (Apendice suplementario 1; Tabla suplementa-
Pampa Grande (FST:0,10512; p-valor:0,01953) ria 1). En el análisis de Neighbor Joining pudo
siendo la única que lo hace del actual territo- observarse un agrupamiento de las muestras de
rio argentino. Es de destacar que la primera no la Tabla 2 según la frecuencia de los cuatro Hgs
presentó una diferenciación significativa con el principales (A2, B2, C1 y D1). La Puna jujeña
resto de las muestras cercanas: Quebrada de Hu- se encuentra próxima a las muestras de Quebra-
mahuaca centro (FST:0,05598; p-valor:0,06934), da de Humahuaca centro y Puca por la elevada
Quebrada de Humahuaca sur (FST:0,05677; p- proporción de A2 y la presencia de los otros tres
valor:0,09961), y Valle Calchaquí (FST:0,04050; linajes, mientras que el Valle Calchaquí quedó
p-valor:0,20898), mientras que de las muestras ubicado en un clado más alejado probablemen-
de Perú se diferenció significativamente de te por no presentar D1. El grupo más alejado a
Tompullo II (FST:0,20337; p-valor:<0,00001), Puna quedó compuesto por aquellas muestras
Acchaymarca (FST:0,11461; p-valor:0,02246), con una mayor representación de haplotipos B2
de Costa EIP (FST:0,07155; p-valor:0,00781), (Fig.2). Este grupo es el más numeroso ya que
LIP (FST:0,07170; p-valor:0,03223), EH ese linaje es el más frecuente entre las muestras
(FST:0,14003; p-valor:<0,00001) y de los Valles de los Andes Centro-Sur.

10
LINAJES MATERNOS ANTIGUOS DE LA PUNA JUJEÑA

Fig. 2. Neighbor Joining de todas las muestras comparadas con la proporción de linajes que poseen.

DISCUSIÓN como barrera física aislante ante el ataque de di-


versos agentes de degradación (Hofreiter et al.,
El grado de recuperación de ADN mitocon- 2001; Gilbert et al., 2005; Crespo et al., 2010;
drial para la muestra de Puna Jujeña (69,6%) fue Cardozo et al., 2014). Para el ADN nuclear no se
satisfactorio, según los cánones de ADNa. El obtuvo la misma eficiencia, lo cual es un proble-
mismo fue similar a los valores de otros estudios ma propio de las investigaciones con muestras
en la Quebrada de Humahuaca (66,67%), supe- arqueológicas, debido a que se presenta un sólo
rior al del Valle Calchaquí (55,56%) (Mendisco ADN nuclear diploide por célula habiendo me-
et al., 2011; 2014) y menor al del sitio Pampa nos oportunidades de obtener fragmentos que
Grande (90,47%) (Carnese et al., 2010). Esta puedan ser amplificados (Shapiro y Hofreiter,
buena conservación del material genético se 2012), a diferencia del mitocondrial que está
debe principalmente a las condiciones de hume- presente entre 2 y 10 copias por mitocondria.
dad y temperatura de la región y a que se tuvo Por otro lado, es importante destacar que los
acceso a piezas dentales, en las cuales el esmal- haplotipos de dos muestras del sitio Doncellas
te ayuda a la conservación del ADN y funciona descriptos por Mendisco et al. (2014), no fue-

11
M. POSTILLONE ET AL./REV ARG ANTROP BIOL 19(1), 2017

ron encontrados en las muestras analizadas en En cuanto a los linajes hallados en las mues-
este trabajo, enfatizando la gran variabilidad tras prehispánicas, la Puna jujeña presenta ma-
genética que podría haber estado presente en yor prevalencia de linajes A2, al igual que Los
esa población. El elevado valor observado de la Amarillos y la muestra peruana de Puca, lo cual
diversidad haplotípica (Hd=1±0,019), dado que no es frecuente en poblaciones surandinas en
los sitios analizados están cercanos geográfica- las cuales suele encontrarse mayor prevalencia
mente y fueron enmarcados según los fechados de B2 (Rothhammer et al., 2009; Kemp et al.,
radiocarbónicos en el mismo periodo temporal 2009; Fehren-Schmitz et al., 2011; 2014; Baca
(1000-1450 AD), podría estar indicando que la et al., 2012; Dejean et al., 2014). Un ejemplo
Puna de Jujuy habría recibido un importante flu- claro es Los Amarillos que se diferencia en sus
jo génico desde otras regiones. A ese respecto, frecuencias haplotípicas del resto de los sitios
hemos encontrado linajes presentes en varios cercanos geográficamente dentro de la Quebra-
grupos poblacionales prehispánicos de Perú y da y presenta una alta frecuencia de un linaje
la Quebrada de Humahuaca como fue señalado A2, por lo que Mendisco et al. (2011) conside-
anteriormente. Además, en muchos casos es- ran que esta población tuvo una historia demo-
tos linajes se caracterizan por alguna mutación gráfica particular, diferente a la del resto de la
adicional al Hg nodal. Este hallazgo es con- Quebrada. Señalan también que existió inter-
cordante con la evidencia arqueológica acerca cambio de materiales entre la Quebrada de Hu-
de un activo intercambio de bienes materiales mahuaca y la Región de Gran Chaco y sostienen
entre distintas regiones del Área Andina Centro que podría haber estado acompañado de flujo
Meridional, como ser obsidiana para materia génico (Mendisco et al., 2014). A este respecto,
prima, artefactos para inhalación de alucinóge- las evidencias fenotípicas mostraron que en la
nos, objetos de oro, valvas de moluscos mari- Quebrada de Humahuaca existe una diversidad
nos y cuentas (Fernández, 1978; Gentile, 1988; genética mayor que la esperada para una región
Tarragó, 1989; Nielsen, 2011; entre otros). geográfica limitada (Cocilovo et al., 1999).
A una escala local, las distancias genéticas La comparación de los linajes encontrados
entre la Puna jujeña y otros grupos poblacio- en Puna antigua con muestras actuales de la re-
nales del actual noroeste argentino no fueron gión, mostró que ciertos haplotipos descriptos
significativas, a excepción de Pampa Grande, están presentes en éstas últimas, aunque difieran
de la que se encuentra más alejada geográfica y en una mutación adicional. Este es el caso del
espacialmente. linaje de DC9, un Hg A2 que presenta las mu-
A nivel regional, las diferencias son sig- taciones 16234G y 16256T encontrado en Ju-
nificativas con 6 de los 11 grupos muestrales juy y Bolivia, y que además posee la mutación
antiguos de Perú, a pesar de la existencia de 16192T. Otro ejemplo es el haplotipo del indi-
haplotipos compartidos en ciertos casos. No se viduo DC7 el cual está presente en guaraníes
evidencia una relación directa con la distancia actuales del NEA pero sin la mutación 16162G.
geográfica o temporal. Sólo uno de los individuos, DC14, presentó
Es de destacar que este tipo de análisis esta- un linaje que ha sido hallado en un individuo
dístico no puede escapar a una limitación debida precolombino de la Quebrada de Humahuaca
al bajo tamaño muestral frecuente en los estu- (Mendisco et al., 2014), en muestras actuales de
dios de ADNa, lo que afecta a la potencia de la la Puna (Álvarez-Iglesias et al., 2007; Cardoso
prueba, y también que en algunas muestras no et al., 2013), en Wichis y Qom de la provincia
se han podido amplificar los tres segmentos del de Formosa (Cabana et al., 2006), en indivi-
HVR I. Esta cuestión se intentará solucionar a duos de la cuenca del lago Titicaca en Bolivia
futuro incorporando nuevas técnicas de amplifi- (Barbieri et al., 2011) y en Aymará y Ataca-
cación. A título de ejemplo, entre la muestra de meños de Chile (de Saint Pierre et al., 2012),
la Puna jujeña y la del Valle Calchaquí los valo- siendo la única evidencia que hemos encontrado
res de FST no fueron significativos (FST:0,04050; de continuidad genética a lo largo del tiempo. A
p-valor:0,20898), sin embargo en el árbol del este respecto, al analizar la continuidad genética
Neighbor Joining (Fig.2) se posicionaron en deben considerarse que al comparar muestras
grupos distintos. antiguas y actuales existe la posibilidad de que

12
LINAJES MATERNOS ANTIGUOS DE LA PUNA JUJEÑA

surja una nueva mutación o una reversión de al- tudios, correspondientes a Quebrada de Huma-
guna de las existentes, debido al tiempo trans- huaca centro y sur y Pampa Grande. El linaje
currido. más frecuente fue el A2, a diferencia de otros
Por otra parte, la posible incidencia de estudios de la región andina donde se ha des-
procesos demográficos como la contracción o cripto el predominio de B2.
reemplazo poblacional podría explicar la au- A nivel local la Puna Jujeña se diferenció
sencia de muchos linajes antiguos en la actua- significativamente de Pampa Grande por ser
lidad. Si estimamos en 25 a 30 años el intervalo la muestra más alejada geográfica y temporal-
generacional tendríamos más de veinte genera- mente y a nivel regional, presentó también una
ciones de horizonte temporal para la potencial diferenciación genética significativa con varias
acción de estos procesos sobre las muestras muestras de Perú, sin poder determinarse un pa-
actuales de la zona. A este respecto señalemos trón espacio-temporal específico que dé cuenta
que tampoco puede obviarse el impacto de la de esos resultados. A ese respecto, el bajo núme-
conquista y colonización española en la po- ro de individuos que presentan la mayoría de los
blación nativa, lo que incluye, entre sus nume- grupos muestrales analizados podría influir en
rosas consecuencias, una probable pérdida de parte en los casos donde no hubo una significa-
linajes. tiva diferenciación genética.
Para investigaciones futuras sería de gran Por otro lado, en la comparación de los li-
utilidad disponer de mayor número de análisis najes descriptos con los de las muestras actua-
de ADNa con descripción de linajes maternos en les, quedó demostrado que alguno de ellos es-
poblaciones prehispánicas de regiones cercanas tán presentes en estas últimas, aunque difieran
a la Puna Jujeña como el Altiplano Boliviano, en una mutación adicional, dando evidencia de
San Pedro de Atacama (Chile), las yungas y di- cierta continuidad biológica en la región.
ferentes zonas del NEA, y así contribuir a un Las relaciones genéticas mencionadas en
mejor entendimiento de las relaciones filogené- este estudio entre la Puna jujeña y el resto de
ticas y procesos demográficos que moldearon la las muestras de los Andes Sur son concordantes,
diversidad de linajes maternos que ha sido des- hasta el momento, con la evidencia arqueólogi-
cripta en este estudio. ca descripta.
Por último, la gran ventaja que presenta el Por último, es importante destacar que el
ADNa es que tiene el potencial de aportar in- sexado molecular fue coincidente con el morfo-
formación en el eje temporal sobre las relacio- lógico realizado en un estudio anterior, pudien-
nes biológicas entre las poblaciones del pasado, do ser utilizado como alterativa para tal deter-
mientras que los análisis sobre muestras actua- minación en individuos subadultos y juveniles.
les sólo permiten realizar inferencias sobre lo A futuro se espera poder obtener la secuen-
que pudo haber sucedido, pero no es una infor- cia de HVR II del ADNmt o el mitogenoma
mación directa. Si se toman en cuenta ambos completo, aumentar el número de marcadores
tipos de estudios, la relación entre grupos po- moleculares analizados (STRS autosómicos y
blacionales de diferente temporalidad permite del cromosoma Y para aquellas muestras que
un mejor abordaje de los procesos demográficos sean masculinas) y el número de muestras po-
que acontecieron en cada región. blacionales a comparar con el fin de aportar ma-
yor cantidad de datos para el entendimiento de
CONCLUSIONES los procesos microevolutivos, los movimientos
migratorios y las relaciones biológicas entre las
Se estudiaron 23 individuos de la Puna de poblaciones que habitaban y habitan el actual
Jujuy (Argentina) obteniéndose resultados po- NOA.
sitivos para 16 de ellos, lo que representa una
elevada proporción de recuperación en estudios AGRADECIMIENTOS
de ADNa. Se registraron 16 linajes maternos di-
ferentes, dando como resultado una gran diver- Los autores desean agradecer sinceramente
sidad haplotípica en la muestra de Puna jujeña, la ayuda prestada por el personal del Museo Et-
en comparación con los resultados de otros es- nográfico “Juan Bautista Ambrosetti” y en par-

13
M. POSTILLONE ET AL./REV ARG ANTROP BIOL 19(1), 2017

ticular a su Directora Dra. M. Tarragó y a Lic. Ethnohistory. Am J Hum Biol 23:89-99. doi:10.1002/
ajhb.21107
C. Aranda por su colaboración durante la obten- Berenguer J y Dauelsberg P. 1989. El Norte Grande en la
ción de las muestras dentales. Asimismo, agra- órbita de Tiwanaku (400 a 1.200 d.C.). En: Hidalgo J,
decer especialmente al Dr. José A. Cocilovo por Schiappacasse V, Niemeyer H, Aldunate C, Solimano I.
Culturas de Chile. Prehistoria. Desde sus orígenes hasta
todos sus aportes a esta investigación para el en- los albores de la conquista. Santiago de Chile: Editorial
riquecimiento de la misma. También deseamos Andrés Bello. pp.129-180.
agradecer al Dr. J. Valetti y a Diego Salonia por Bodner M, Perego UA, Huber G, Fendt L, Röck AW, Zi-
mmermann B, Olivieri A, Gómez-Carballa A, Lancio-
el diseño de las imágenes y a las Instituciones ni H, Angerhofer N, Bobillo MC, Corach D, Wood-
que brindaron su apoyo financiero. ward SR, Salas A, Achilli A, Torroni A, Bandelt H-J,
Parson W. 2012. Rapid coastal spread of First Ameri-
cans: Novel insights from South America`s Southern
LITERATURA CITADA Cone mitochondrial genomes. Genome Res 22:811-
820. doi: 10.1101/gr.131722.111
Achilli A, Perego UA, Bravi CM, Coble MD, Kong QP, Cabana GS, Merriwether DA, Hunley K, Demarchi DA.
Woodward SR, Salas A, Torroni A, Bandelt HJ. 2008. 2006. Is the genetic structure of Gran Chaco popula-
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