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Introducción a los Estudios Literarios

Profesorado de Educación Secundaria en Lengua y Literatura

1° año

Monografía: Análisis formalista en textos literarios:

“El Extrañamiento”.

Profesor: Marcelo ECKHARDT

Estudiante: Diana ESPINOZA e-mail: diii21@yahoo.com

Año 2016
La Literatura es forma
En el afán de ver a la Literatura desde ella misma, con rigor científico y artístico, los
formalistas rusos defendían la autonomía literaria excluyendo a su creador y al tema.

Consideraban a la obra ya realizada como una suma de procedimientos donde el objeto se


convierte en artístico cuando su finalidad es la percepción estética, no por su contenido
ideológico. La intención se debilita y lo que interesa es el efecto de la percepción.

Este estudio literario inmanente propuso una visión estética por considerar a la obra
literaria como formas encadenadas que rehúyen del lenguaje ordinario aun cuando se
empleen las mismas palabras; debido a que estas son seleccionadas y combinadas para
dar un golpe de knock out en la percepción del siempre incauto lector ante tamaña
sorpresa.

Por eso, considera que es en la lengua poética donde se revierte el proceso de


automatización de la vida cotidiana; “para dar sensación de vida, para sentir los objetos,
para percibir que la piedra es piedra, existe eso que se llama arte (…) El arte es un medio
de experimentar el devenir del objeto: lo que ya está “realizado” no interesa para el arte”
(El arte como artificio, Shklovski Víctor). Tomando cualquier objeto o situación por trivial y
ordinario que fuere, interesa lo extraño del objeto, no su faceta común y percibible por
todos sin esfuerzos y delicadezas.

Entonces, el formalismo considera que la literatura se debe alejar de todas las áreas y
disciplinas que quieran mezclarse en pos de su análisis, como la psicología, la sociología, la
filosofía, la gramática, la lingüística o cualquier otra.

La literatura debe replegarse en ella misma a través de procedimientos recursos y


técnicas que den forma encadenada y entonces despierten una nueva percepción,
volviendo a lo cotidiano asombroso y extraño.

Su fin es la especificidad literaria que no queda allí y muere, sino que nos permite
extrañarnos ante nuestra propia vida y transitarla más realmente, sin la enajenación
rutinaria a la que estamos acostumbrados.
CORTÁZAR Y GIRONDO: RASGOS Y ACTIDUDES FORMALISTAS
Julio Cortázar y Oliverio Girondo traman una búsqueda experimental, proyectando
privilegiar una producción vanguardista para lograr lo estético, cambiando la literatura.
Debido a que su concepción del arte es desde adentro, es que los sujetos que habitan en
esta literatura, el estilo y el lenguaje se encuentran suspendidos en la pureza de los
recursos propios de la disciplina.

En los textos analizados, se muestra una experiencia que se basa en el shock, en la


preponderancia de lo visual. A través del extrañamiento, esta epifanía por la cual se verá
invadido el lector, los autores nos exigen otra mirada, una que produzca una renovación,
un despertar. Nos alejan de la visión rutinaria y autómata que nos teje telarañas en los
ojos. Así sucede en “instrucciones para subir una escalera” o “Preámbulo a las
instrucciones para dar cuerda a un reloj”, obras en que se parte de hechos simples en los
que nadie se detiene a pensar para realizarlos, entonces el narrador irrumpe con una
escalera nueva, nos habla de subir una escalera como si no supiéramos qué es.

La mirada del lector opera como un viaje entre objetos y sujetos que se han automatizado.
En ambos, se observa la predominancia del rasgo semántico, ya que las palabras ocupan el
lugar de mayor importancia en el texto, es decir, el significado es el que le otorga sentido
a la poesía.

Están explotando al lenguaje y utilizando artificios retóricos, variando, mezclando y


alterando los significados y significantes para crear en el lector un interés especial. Esto
determina la importancia y el predominio de la función poética porque importa el “cómo”
se expresan las situaciones descriptas a lo largo de la obra. Así se observa en la poesía
“Casi nadie va a sacarlo de sus casillas”, donde los conceptos que va uniendo a lo largo
parecen perder su lógica a medida que nos van extrañando. Focalizado en las formas, el
autor se centra en crear representaciones complicadas, incrementado la dificultad y la
extensión de la percepción logrando desplazarnos del mundo superficial a uno
desconocido y más elevado, más sutil.

Entonces, se produce un movimiento del lector de la zona de confort, de pronto ve lo


cotidiano de otra manera, vislumbra una nueva historia dentro de la historia base, simple
y clara.
También, sucede de igual manera en el Poema 12 de Girondo, donde la acumulación de
verbos, algunos de ellos como “atornillan”, “remachan”, “calcinan”, “sueldan”,
acomodados y acompañados de las palabras justas dan fuerza poética y extraña a la pieza,
del mismo modo que el uso reiterado del pronombre “se” en casi cada línea más de una
vez, impactan al receptor, absorbiéndolo inmediatamente. El conector “y” junto al verbo
final “entregan” dan el sentido y remate final, ubicándonos dentro de la literatura,
viviéndola.

En síntesis, en ambos poemas se reflejan procesos formalistas debido a que alcanzan el


objetivo de sensibilizarnos haciendo que nos movamos de la ley de economía de fuerzas
que pretende la cotidianeidad y el lenguaje prosaico para poder dar lugar a la
singularización de los objetos, matizar la forma, agudizar la percepción y ver al objeto
como si fuese por primera vez. Ahora los lectores somos protagonistas.
“Casi nadie va a sacarlo de sus casillas”

El caballo relincha, el perro ladra,


la suma de los ángulos de un triángulo
es igual a dos rectos, la sopa, la conciencia,
el alcaucil, después del dos el tres, después
del hoy, mañana, casi nadie lo sacará de sus
casillas. Casi nadie ni nada, porque ¿cómo tomar
en serio esos latidos en que el sueño es acceso,
esas miradas de insoportable lucidez en un
tranvía, eso que ahora dice: Huye, pero al final, al
fin y al cabo, no era más que un gajo de naranja
reventado en la boca? ¿Cómo tomar en serio que
una puerta dé a la tristeza cuando el arquitecto la
abre al pasillo, que unos senos dibujen paralelos
sus jardines cuando es la hora de
ir a la oficina? Imposible negar las evidencias
dice el doctor y dice bien, inútil sacar de sus
casillas al honesto almanaque, San Rulfo, Santa
Tecla, San Fermín, la Asunción, el caballo
relincha, el perro ladra, casi nadie le ofrece en
una esquina un pedacito suelto de bicicleta o
trompo, casi nunca es verano en pleno invierno
por razones de estricta pulimentada lógica,
hay que ser lo que se es o no ser nada, y nada
lo sacará de sus casillas, nadie lo sacará, y si un
caballo ladra no lo sabremos nunca, porque
los caballos no ladran. Bastaría un apenas, un no
quiero, para empezar de otra manera el día,
hervir la radio con las papas y a cada chico darle
un cocodrilo para que huela a miedo en las
escuelas, sacar los muertos a que tomen aire,
meter las mitras en la mayonesa, actividades
subversivas, claro, pero otras cosas hay; fusiles
corren por las picadas, Sudamérica crece en su
selva hacia la aurora, de tanto arroz bañado en
sangre nacerá otra manera de ser hombre.
No cito más que apenas estas cosas, saco de sus
casillas a unos cuantos que todavía creen en la
poesía encasillada en su vocabulario
lleno de compromisos con lo abstracto.
La suma de los ángulos de un triángulo,
los caballos no ladran,
dice el doctor, y dice bien.

J. Cortázar.
12 

Se miran, se presienten, se desean, 


se acarician, se besan, se desnudan, 
se respiran, se acuestan, se olfatean, 
se penetran, se chupan, se demudan, 
se adormecen, despiertan, se iluminan, 
se codician, se palpan, se fascinan, 
se mastican, se gustan, se babean, 
se confunden, se acoplan, se disgregan, 
se aletargan, fallecen, se reintegran, 
se distienden, se enarcan, se menean, 
se retuercen, se estiran, se caldean, 
se estrangulan, se aprietan, se estremecen, 
se tantean, se juntan, desfallecen, 
se repelen, se enervan, se apetecen, 
se acometen, se enlazan, se entrechocan, 
se agazapan, se apresan, se dislocan, 
se perforan, se incrustan, se acribillan, 
se remachan, se injertan, se atornillan, 
se desmayan, reviven, resplandecen, 
se contemplan, se inflaman, se enloquecen, 
se derriten, se sueldan, se calcinan, 
se desgarran, se muerden, se asesinan, 
resucitan, se buscan, se refriegan, 
se rehúyen, se evaden y se entregan. 
Oliverio Girondo.
Ante la Ley + y el campesino se fue + Carta a una Srta. en Paris

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Escribir desde adentro

La historia 2 es formal, no es de contenido

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Desajustar, desestructurar, escandalizar a personajes del relato y a los lectores

Eso es el extrañamiento, ¿cómo funciona la singularización o extrañamiento en un texto


literario?

En “Carta a una Srta. en Paris”

La primera historia o relato superficial sintetizado cuenta:

 Un hombre habita el departamento de una Srta.


 comienza a vomitar conejitos descontroladamente
 le escribe carta a la dueña del lugar, quien se encuentra en Paris
 se tira por el balcón con su manada de conejitos.

La Historia segunda, que subyace, la que Importa, la que es Crítica, nos dice:

el morador del departamento escribe la epístola para “sacar de sus casillas” a la


propietaria, la Srta. parisina, y a nosotros los lectores. Nos escribe para desordenarnos.

Lo fantástico está en lo real: vomita conejitos como si no pasara nada. Ensucia y


desordena el perfecto y pulcro hábitat, que es para él símbolo del mundo entero,
transformándolo a fuerza de vómitos en un cubil de conejos desenfrenados.

Toma por normal algo que no es normal.

El protagonista es extraño, vehemente, fantasioso, poeta…

Se suicida porque sus principios no se negocian.

Nos dice mi desorden vale por tu orden.


Cómo funciona el extrañamiento en “Ante la Ley” de Kafka:

El campesino es derrotado por sentirse campesino y actuar su vida desde ese papel (Él
sabe que es un campesino, o se lo hicieron saber)

Espera, acata la sugerencia con tono de orden del guardián, es sumiso por naturaleza
adquirida, no ve su verdadera esencia, la olvidó, lo asesinó la Ley.

El campesino, el guardián y la ley son metáforas en el cuento, representan al hombre


común (y la mujer común), los soldados o empleados del poder y al poder propiamente
dicho, respectivamente, y engloban a todos los ámbitos de la vida humana, esto es
jurídicos, legales, políticos, sociales, educativos, etc., estos elementos: campesino-
guardián –poder, están en todo.

La historia 1 o base es (Descripción Externa, preámbulo): hombre ante la Ley, quiere


entrar, se encuentra con un guardián y le dice que puede pasar si quiere pero le
recomienda que no, que espere, el campesino se queda toda su vida esperando, espera
hasta estar muriendo y ahí le pregunta al guardián ¿por qué nunca nadie quiso pasar por
esa puerta? El guardián le contesta que esa puerta era solo para él.

La Historia 2 (entro en el relato, desentraño el segundo sentido) está en el momento en


que el campesino se resigna a esperar y de ese modo se condena a quedarse para siempre
allí. Porque jamás cambia de actitud, jamás despierta, jamás se revela.

¡Toda la vida espera!

“decide que le conviene más esperar” es subyugado por la trampa retórica y apariencia
amenazante del Guardián.

Extrañan los comportamientos y las situaciones extraordinarias.

En lo educativo el guardián está bajo la figura del profesor en reiteradas ocasiones y


jugando igual que en la obra un papel grotesco.

¿Cuándo?

Cuando hay dogma en lugar de ciencia…

Cuando se acribillan alumnos con notas inmirables, inescribibles pero se las imprime
igual…

Cuando se les dice esta puerta no la podes cruzar quizá porque te falte leer literatura,
ciencia o aceptar el cientificismo que te impongo, disfrazado de Verdad. Leer autores
aceptados y avalados y vistos como genios por ahora, o repetir mis o sus dichos…
Cuando el estudiante no es el protagonista principal y Hacedor del Conocimiento (su
creación y herencia) y artífice de la Historia, su historia, sino un objeto sin alma, un
autómata que sirve a una máquina inhumana.

“Estudiar es algo demasiado importante y vital como para dejarlo en manos de una
Institución académica. Estudiar es escribir, escribir es experimentar es enlazar la propia
vida con la historia, la historia es ser actual y consciente del pasado y del porvenir, aquí y
ahora para Benjamin es escribir, vivir, buscar, soñar, encontrar algo que valga la pena
seguir y seguir.

Lo dice por Kafka, cómo pudo zafar de tremenda máquina burocrática. Escribió, se salvó.

Fue lector y con esto quiso decir, un narrador, alguien que busca toda la vida
algo.

Algo que no se sabe qué es, pero no es la ley. La ley no.”

Marcelo ECKHARDT

Nada sacó de sus casillas al campesino, nunca vio que era un hombre libre.
Ante la ley
Franz Kafka

Ante la ley hay un guardián. Un campesino se presenta frente a este guardián, y solicita
que le permita entrar en la Ley. Pero el guardián contesta que por ahora no puede dejarlo
entrar. El hombre reflexiona y pregunta si más tarde lo dejarán entrar.
-Tal vez -dice el centinela- pero no por ahora.
La puerta que da a la Ley está abierta, como de costumbre; cuando el guardián se hace
aun lado, el hombre se inclina para espiar. El guardián lo ve, se sonríe y le dice:
-Si tu deseo es tan grande haz la prueba de entrar a pesar de mi prohibición. Pero
recuerda que soy poderoso. Y sólo soy el último de los guardianes. Entre salón y salón
también hay guardianes, cada uno más poderoso que el otro. Ya el tercer guardián es tan
terrible que no puedo mirarlo siquiera.
El campesino no había previsto estas dificultades; la Ley debería ser siempre accesible
para todos, piensa, pero al fijarse en el guardián, con su abrigo de pieles, su nariz grande y
aguileña, su barba negra de tártaro, rala y negra, decide que le conviene más esperar. El
guardián le da un escabel y le permite sentarse a un costado de la puerta.
Allí espera días y años. Intenta infinitas veces entrar y fatiga al guardián con sus súplicas.
Con frecuencia el guardián conversa brevemente con él, le hace preguntas sobre su país y
sobre muchas otras cosas; pero son preguntas indiferentes, como las de los grandes
señores, y, finalmente siempre le repite que no puede dejarlo entrar. El hombre, que se ha
provisto de muchas cosas para el viaje, sacrifica todo, por valioso que sea, para sobornar
al guardián. Este acepta todo, en efecto, pero le dice:
-Lo acepto para que no creas que has omitido ningún esfuerzo.
Durante esos largos años, el hombre observa casi continuamente al guardián: se olvida de
los otros y le parece que éste es el único obstáculo que lo separa de la Ley. Maldice su
mala suerte, durante los primeros años audazmente y en voz alta; más tarde, a medida
que envejece, sólo murmura para sí. Retorna a la infancia, y como en su cuidadosa y larga
contemplación del guardián ha llegado a conocer hasta las pulgas de su cuello de piel,
también suplica a las pulgas que lo ayuden y convenzan al guardián.
Finalmente, su vista se debilita, y ya no sabe si realmente hay menos luz, o si sólo lo
engañan sus ojos. Pero en medio de la oscuridad distingue un resplandor, que surge
inextinguible de la puerta de la Ley. Ya le queda poco tiempo de vida. Antes de morir,
todas las experiencias de esos largos años se confunden en su mente en una sola
pregunta, que hasta ahora no ha formulado. Hace señas al guardián para que se acerque,
ya que el rigor de la muerte comienza a endurecer su cuerpo. El guardián se ve obligado a
agacharse mucho para hablar con él, porque la disparidad de estaturas entre ambos ha
aumentado bastante con el tiempo, para desmedro del campesino.
-¿Qué quieres saber ahora? -pregunta el guardián-. Eres insaciable.
-Todos se esfuerzan por llegar a la Ley -dice el hombre-; ¿cómo es posible entonces que
durante tantos años nadie más que yo pretendiera entrar?
El guardián comprende que el hombre está por morir, y para que sus desfallecientes
sentidos perciban sus palabras, le dice junto al oído con voz atronadora:
-Nadie podía pretenderlo porque esta entrada era solamente para ti. Ahora voy a cerrarla.
FIN
Ante la ley es una metáfora, es estética, es arte, la justicia y la sumisión se acarician en
suaves toques perversos. Esa justicia que es mucho más que el sistema legal, que es todo,
el mundo como se nos presenta o como somos capaces de concebirlo, puede ser Dios,
puede ser un profesor en una escuela, puede ser un jefe en un trabajo, un padre, un par,
que se ponga en posición de guardián y no nos deje entrar a donde todo es como debería
ser para nosotros.

Es grotesco y perverso como el guardián le dice que acepta todo soborno para que no crea
que escatimó esfuerzos pero aun así le pone de manifiesto que no lo dejará “entrar”.

Cuantas veces en la vida nos dicen que esperemos y acatamos pasivos…

Actitud sumisa ante la vida. Obediencia servil y esclava. Un hombre que dejó de ser
hombre para ser un campesino.

En las hojas que siguen… Soy La Narradora…


Solo una Srta. en Trelew. Una monografía epistolar.
(O una epístola monográfica, si lo deja más tranquilo.)

Estimado Profesor… incauto lector, acérrimo Guardián del saber y del trabajo
institucionalizado de docente, aprobado socialmente.

Aquí en medio de géneros discursivos y tipos textuales, haciendo peripecias para cumplir
con los trabajos escolares, cercada por la lingüística, cayendo en el clásico Ades y
volviendo siempre de él. Pensando en dejar alguna materia o algunas o quizás tirarlo todo
por la borda como algunos o varios de mis compañeros. Lean y lean nos dicen nuestros
guardianes pero no nos alcanzan los ojos y la cabeza, menos el corazón, no somos
máquinas, más allá de que estemos en su era.

Se nos habló de la mujer fálica pero no del hombre vaginal, o mejor aún de seres que se
respeten y traten sin sometimiento, sin desprecio ni humillación, sino con una igualdad
benevolentemente justa, inteligente, tranquila, ese elevado valor, que debe venir como
base y principio de todo análisis y evolución de una especie.

Pero los campesinos hicimos silencio absoluto y el Guardián de turno lo notó, ante su
relato del Edipo femenino… una niña que esperaba que le creciera falo… ¡¿cómo podría yo
acatar esa ridícula y misógina orden y ayudar a que se perpetúe en la memoria genética
de mi humanidad?! … sólo silencio a veces nada más se puede dar… y esperar, pero no
como campesinos pasivos sino como PERSONAS rebeldes y lúcidas, pacientes, no pasivas,
el momento apropiado para poner las cosas en su lugar: lo eterno, la esencia, lo que no
fue capturado por los roles, desde allí expresarnos como fuego.

Pero ese no es el motivo por el cual le escribo, la causa son los gatitos, no paran de nacer y
cada vez somos más. Tal vez eso me haga dar a luz estas palabras unas tras otras y ud no
encuentre significado a mis problemas filosóficos existenciales.

Además todo esto de la monografía o texto crítico o vaya a saber qué término técnico
literario encasille el escrito que quiere, me está volviendo loca, después de todo, no soy
más que una Srta. en Trelew que no quiere ser una simplona copista como Akaki
Akákievich.

Aquí me tiene totalmente fuera de mis casillas… confío en que ud no se salga de ellas y
disculpe mi retórica informalmente formal. ¿Suicidio académico saliéndome de moldes?
¿Pretendiendo vencer, prescindir o eludir al guardián? ¿Haciéndolo perder su autoridad,
su PODER?

No, yo no pierdo el mío. Tengo mi areté.

Soy Valiente hasta el punto de preferir perder la vida con dignidad y honor como los
héroes homéricos en lugar de llevar una vida superficial y sin sentido, políticamente
correcta.
El tema es que mi naturaleza es justa y cuestionadora de las cuestiones que importan y mi
PODER no lo cedo, no lo regalo, no declino a mi facultad, esa que me otorgó el Guardián
del Universo de ser quien Soy, y elegir no ser una esclava del mundo.

Poniendo énfasis en la forma, sin decir nada y diciendo todo a quien sabe leer, escribo
para escapar de los límites delineados. Escribo para aprender, escribo para sentir la vida a
flor de piel.

Estos gatitos y la perra no me dejan pensar… ¡debo atenderlos a todos! A los animales y a
los demás guardianes, sí porque no se lo comenté? Encontré la forma de atravesar varias
puertas de la ley simultáneamente, sí así como lo lee y a veces saltar por sobre todas
ellas, sobrevolarlas a todas.

De acuerdo con ud estoy en cuanto a asociarse a pares para atravesar puertas que por
derecho nos corresponden y lo aplico constantemente porque si bien hay una puerta
únicamente para cada uno, cada uno debe atravesar la suya. Es mejor encontrarla sin
perder mucho tiempo y se siente bien trabajar en equipo y obtener grandes logros, la
solidaridad es parte de la grandeza humana.

Algunos corren acelerados por respetar la ley y sus formas deformes y monstruosas para
mi gusto corren tropezándose por llegar a tiempo por cumplir con cada cosa que les dicen,
que establecieron para ellos, tiempos, esfuerzos… o esperan la vida entera y enseñan a
sus hijos a esperar vidas enteras, generación tras generación. Y me cuesta hacerlos
entender, tantos otros me ayudaron a llegar donde estoy, Ud. mismo lo hace y se lo
agradezco. Es que cuando nos reconocemos como pares y sacamos lo mejor de adentro,
nos volvemos gigantes, no hay guardián más grande que nosotros mismos, alcanzamos
nuestro destino.

¿Mi secreto? Bueno los secretos no se divulgan para que puedan ser secretos. Pero le
tiraré una pista, el comienzo del hilo de la madeja que todo crítico domina como la araña
que teje y desteje los más elegantes mantos. La anagnórisis ocurrió en mí: sucede que soy
un trozo de poesía encarnada en una Srta. en Trelew y me doy cuenta de ello.

Siento decepcionarlo, pero fue antes de que Ud. llegara a mi vida que lo noté. ¡Pero no se
alarme y que no le duela tanto! Ud. y otros guardianes benévolos perfeccionan mi vuelo.

Valentina compañera bajo el escritorio…

Ahora disculpe, debo besar a una de mis gatas, Victoria, mi beba sabia y grandota, mi
“Historia sin fin”.

Se espera que juguemos el papel de alumnos, sin entusiasmo, sin vida, moldeados al
antojo de la Ley, que hagamos cientificismo y no ciencia, no se nos considera actores,
inventores y constructores, no se crea conocimiento y teoría nueva con nosotros, no se
nos considera presente y futuro, no se trabaja en equipo docente y estudiante y
estudiantes entre sí, se nos deja afuera de nuestra propia vida.
Una vez cometido este suicidio académico, escribiendo de otra forma, me doy por
satisfecha, vuelvo con mis gatos y mi perra, de fierro conmigo hasta el fin de los tiempos, y
“espero” su pronta respuesta favorable.

Atte. la Guardiana del planeta 21, el que gira con sueños.

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