Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
MEMORIA HISTÓRICA
DESDE LAS VOCES DE LAS VÍCTIMAS
necesaria para avanzar en el logro de los
objetivos del milenio.
Acuerdo de Cooperación de Proyectos entre la Entidad de las Naciones Unidas para la Igualdad de
Género y el Empoderamiento de las mujeres – ONUMUJERES y la Fundación para la Investigación, la
Educación y la Pedagogía Regional – FUNIEP; Programa Conjunto Ventana de Paz MDGF 1964: “For-
talecimiento de las capacidades locales para la construcción de la paz en el Departamento de Nariño”.
IMPRESIÓN
Vision Creativa/Pasto
Agradecimientos
Pag.
Presentación 7
Capitulo 1:
LOS PROCESOS DE MEMORIA HISTÓRICA EN EL MARCO DEL CONFLICTO 11
ARMADO COLOMBIANO - Referentes conceptuales y metodológicos
Capitulo 2:
NARIÑO, TERRITORIO DE CONTRASTES - Contextualización geográfica, 29
social y política de los hechos de violencia
2.1 UN TERRITORIO GEOESTRATÉGICO 31
2.2 NARIÑO, PLURIÉTNICO Y MULTICULTURAL 32
2.3 DINÁMICA ECONÓMICA EN LA REGIÓN 33
2.4 CONTEXTO DEL CONFLICTO ARMADO EN NARIÑO. 34
• Crecimiento de la economía ilegal 35
2.5 LA POBLACIÓN DE LA FRONTERA SUR EN EL CONFLICTO ARMADO 36
Capitulo 3:
DE LOS TERRITORIOS COLECTIVOS AL CONTROL TERRITORIAL 39
Panorama del conflicto armado en la Costa Pacífica de Nariño
Capitulo 4:
“NOS ESTAMOS CONSTRUYENDO DE NUEVO” - Memoria Histórica de 47
los hechos de violencia vividos por la comunidad de San José de la
Turbia – Olaya Herrera
Capitulo 5:
“EL DOLOR DE DEJAR LA TIERRA” - Memoria histórica de los hechos de 75
violencia vividos por la comunidad de Santa Bárbara de Iscuandé
Capitulo 6:
COMUNIDADES INDÍGENAS Y CAMPESINAS FRENTE AL CONFLICTO 97
ARMADO - Panorama del conflicto armado en la Frontera Sur-Andina de
Nariño La Exprovincia de Obando
Capitulo 7:
“EL DOLOR QUEDA PERO LA RESISTENCIA CONTINÚA” - Memoria 107
Histórica de los hechos de violencia vividos por la comunidad indígena
de Los Pastos, vereda La Boyera Sector Cuaspud - El Rejo
Capitulo 8:
“MUJERES NARIÑENSES: ENTRE EL CONFLICTO ARMADO Y LA 129
RESISTENCIA” Estudio de caso de los hechos de violencia vividos
por las mujeres en el Corregimiento de La Victoria –Ipiales
Presentación
El Proyecto “Procesos Locales De Recuperación De La Memoria Histórica Desde Las Voces De Las
Víctimas, Con Énfasis En Las Mujeres, Jóvenes, Pueblos Indígenas Y Comunidades Afrocolombianas”
se realiza en el marco El Programa Conjunto Ventana de Paz, aprobado por el Fondo para el Logro de
los ODM cuyo objetivo principal en el Departamento de Nariño es “la consolidación de las capacidades,
activos y esfuerzos locales y regionales para la construcción de la paz y el desarrollo socioeconómico
sostenible, mediante el fortalecimiento de la institucionalidad democrática, la participación ciudadana y
la promoción de la convivencia; incorporando las perspectivas étnico cultural y de género como condición
necesaria para avanzar en el logro de los objetivos del milenio”1.
El Programa Conjunto Ventana de Paz se desarrolla en cinco municipios de la Costa Pacífica (El Charco,
Mosquera, Olaya Herrera, La Tola, Santa Bárbara Iscuandé) y en tres de la Frontera sur Andina de Nariño
(Cumbal, Ipiales, Cuaspud-Carlosama), donde los factores geoestratégicos de estas subregiones han
causado el incremento de los cultivos ilícitos, la intensificación del conflicto armado y los enfrentamientos
entre actores armados legales e ilegales, con la consiguiente profundización de las condiciones de pobreza
estructural y la agudización de las situaciones de vulneración de los DDHH y el DIH, con un impacto diferen-
ciado sobre las mujeres, las/o jóvenes de las etnias indígenas de los Pastos y las comunidades campesinas
que habitan estos territorios .
Por otra parte, los bajos índices de desarrollo económico y la discriminación étnico cultural y de género que
prevalece y se profundiza con el conflicto armado que afecta a estos municipios, se encuentra asociada
entre otras causas, al “débil acceso de las víctimas de la violencia, a programas, servicios e instrumentos
estatales que garanticen la dignidad y protección de sus derechos”, siendo ésta una de las áreas de in-
tervención del Programa Conjunto Ventana de Paz, en el que se inscribe el Proyecto de Recuperación de
Memoria Histórica2.
Los ejercicios de recuperación de la Memoria Histórica que se emprendieron y las metodologías utilizadas
se orientaron en cada caso a la creación de espacios y procesos comunitarios que permitieron hacer visible
el impacto generado por los hechos violentos y la vulneración de los Derechos Humanos e infracciones
al Derecho Internacional Humanitario sobre los grupos étnicos destinatarios de este componente de los
procesos de atención a las víctimas del conflicto. En estos casos, como en los demás documentados en
Nariño, la recuperación de la memoria histórica tiene el valor adicional de allanar los caminos de acceso a
1
MDGF - Programa Conjunto UNDP SPAIN MDG-F – 1964 Ventana de Paz. Términos de Referencia. Convocatoria para la presentación de
propuestas. Agosto de 2010. pág. 2
2
iBID, pág. 3
7
procesos de verdad, justicia y reparación integral, enlazando a las víctimas y a sus organizaciones, con la
institucionalidad regional y nacional responsable del restablecimiento de sus derechos.
Desde el punto de vista metodológico y siempre en articulación con ONU Mujeres-Ventana de Paz, FUNIEP
asume el compromiso de aplicar y adaptar la propuesta, con base en los protocolos y herramientas
existentes para procesos de recuperación de memoria histórica, tomando como referencia la Caja de
Herramientas “Recordar y Narrar el conflicto”, elaborada y presentada por el área de Memoria Histórica,
de la Comisión Nacional de Reparación y Reconciliación (CNRR) en septiembre de 2009, a las cuales se
incorporan las estrategias y herramientas metodológicas de la Fundación, con enfoque diferencial étnico
y de género.
Las herramientas utilizadas se adaptaron a las características de los contextos y de las poblaciones partici-
pantes en el Departamento de Nariño. A partir de este criterio, se seleccionaron teniendo en cuenta la ca-
pacidad de generar procesos de participación, lo que implicó incluir las voces de las víctimas y de aquellos
grupos poblacionales que han sido continuamente excluidos y suprimidos de los procesos de elaboración
de la historia; criterio clave también a lo largo del trabajo con las comunidades, fue reconocer y respetar
la diversidad cultural y la pluralidad y subjetividad de interpretaciones de los hechos que surgieron en cada
ejercicio de reconstrucción de la memoria.
Al permitir la interacción con las comunidades en los procesos de recolección de información amplia y
suficiente, en cada caso se documentó y recuperó la memoria histórica desde las voces de las víctimas,
las herramientas utilizadas se caracterizaron por su carácter participativo, su valor y efectividad a nivel
pedagógico, su pertinencia en contextos de conflicto armado y para trabajar con etnias, comunidades
iletradas, mujeres y jóvenes víctimas de la violencia, que tienen en común limitaciones para expresar de
manera escrita y oral las vivencias, recuerdos, emociones, sentimientos y hechos que los afectan. Los casos
documentados están centrados en los hechos de violencia perpetrados por grupos armados ilegales y
legales en sus comunidades, pero simultáneamente, la narrativa de las/os participantes deja ver la dis-
posición de la población Afrocolombiana, indígena y campesina, a la defensa del territorio y a la exigencia
de respeto por parte de estos grupos, del principio de distinción como población civil que no debe ser
involucrada en el conflicto armado.
La publicación está organizada en nueve capítulos que expresan los relatos de las víctimas, articulados a
un esfuerzo de interpretación y construcción de sentido sobre los hechos.
El Capítulo 1, “Los Procesos de Memoria Histórica en el Marco del Conflicto Armado Colombiano” es una
aproximación a los referentes conceptuales y metodológicos bajo los cuales se reconstruyó la memoria
histórica de los cuatro casos emblemáticos desarrollados en el marco del Programa Conjunto Ventana
de Paz.
El Capítulo 2, “Nariño, Territorio de Contrastes” realiza una contextualización geográfica, social y política
de los hechos de violencia, acercándose al panorama general del conflicto armado en el Departamento de
Nariño, haciendo énfasis en la situación de Derechos Humanos y Derecho Internacional Humanitario de la
población nariñense.
El Capítulo 3, “De los Territorios Colectivos al Control Territorial” - Panorama del conflicto armado en la
8
MEMORIA HISTÓRICA DESDE LAS VOCES DE LAS VÍCTIMAS DEL CONFLICTO ARMADO EN NARIÑO
Costa Pacífica de Nariño; muestra el impacto del conflicto armado sobre las Comunidades Negras y el
Pueblo Eperara Siapidaara en la Costa Pacífica, como consecuencia de la economía ilegal y la intensifica-
ción del conflicto armado en ésta subregión.
El Capítulo 4: “Nos estamos Construyendo de Nuevo”; reconstruye desde las voces de las víctimas, la
Memoria Histórica de los hechos de violencia vividos por la Comunidad de San José de la Turbia, pertene-
ciente al Consejo Comunitario del Río Sanquianga- Municipio de Olaya Herrera; víctima del desplazamiento
masivo y actualmente retornada parcialmente a su vereda, donde lleva a cabo un proceso de resistencia
por la defensa del territorio e identidad cultural y la estabilidad de la población. Destaca el liderazgo y
resistencia de las mujeres, tanto frente a la presencia de los actores armados en la región como en el
proceso de retorno y reconstrucción del tejido comunitario
El Capítulo 5: “El Dolor de dejar la Tierra”; corresponde a la recuperación de la memoria Histórica del
caso emblemático de la comunidad de Iscuandé; víctima de los asesinatos selectivos, el señalamiento y el
desplazamiento masivo de los Iscuandereños en el 2001, y se resalta además el proceso de resistencia de
esta comunidad para enfrentar a los actores armados que continúan en la zona y lograr el respeto de los
principios del DIH, para no ser involucrados en el conflicto armado.
El Capítulo 7: “El Dolor queda pero la Resistencia continúa”- presenta la recuperación de la Memoria His-
tórica de los hechos de violencia vividos por la Comunidad Indígena de La Boyera, Sector Cuaspud El Rejo,
(Resguardo de Cumbal), ocasionados por el ataque del Ejército Nacional a la Guardia Indígena que protegía
la seguridad de su territorio; hechos sobre los cuales no se ha resuelto el proceso legal de reparación y las
víctimas aún no encuentran respuesta Estatal efectiva en materia de verdad, justicia y reparación integral.
Al hacer públicas las narrativas de las/os participantes en los procesos de recuperación de Memoria Histó-
rica en Nariño, nos anima la intención de contribuir a que, como lo plantea el Área de Memoria Histórica
“ los gestores de la memoria sean sensibles frente a las diferencias políticas y de género, clase, etnicidad,
generación y opción sexual, que atraviesan a las comunidades de víctimas, a los actores del conflicto y a
las propias instituciones para que en las reconstrucciones de memoria que ellos impulsan desde la región
incorporen las distintas voces y sus tensiones” 3
3
COMISION NACIONAL DE REPARACIÓN Y RECONCILIACIÓN. – CNRR. Área de Memoria Histórica. Recordar y Narrar el Conflicto. Herramientas
para reconstruir memoria histórica. Primera Edición. Septiembre de 2009. Pág. 27
9
Finalmente ésta es también una invitación a las/os líderes de las víctimas y de las organizaciones sociales
y comunitarias para que se decidan a emprender procesos colectivos de recuperación de memoria como
mecanismo de acceso a la verdad, justicia y reparación y al registro de cada caso en los anales de la historia
nacional, para el conocimiento de las generaciones futuras y para que la historia no se repita.
MÓNICA BUCHELY R.
Representante Legal - FUNIEP
10
LOS PROCESOS DE
MEMORIA HISTÓRICA EN
EL MARCO DEL CONFLICTO
ARMADO COLOMBIANO
1
MEMORIA HISTÓRICA DESDE LAS VOCES DE LAS VÍCTIMAS DEL CONFLICTO ARMADO EN NARIÑO
La primera reunión del Grupo de Trabajo “Memoria y Derechos Humanos” realizada en San
Salvador en Junio del 2002, es un precedente que deja claro como la relación entre memoria
y Derechos Humanos se incorpora en las discusiones latinoamericanas fundamentalmente en
torno a los recuerdos y olvidos de conflictos políticos violentos vividos por nuestras sociedades,
destacando la dedicación de muchos investigadores/as, activistas políticos y agrupaciones de
víctimas a denunciar las atrocidades cometidas por los poderes dominantes en el presente y a
recordar las cometidas en el pasado4.
Por otra parte, a partir de los trabajos y ponencias del Grupo mencionado, se ha ido generalizando
en el ámbito Latinoamericano, la conceptualización y construcción de la memoria histórica
como “una estrategia de resistencia frente a los intentos de la autoridad de negar los hechos
del pasado y frente al olvido de la mayor parte de los sectores sociales”5. Así mismo, se destaca
como durante el desarrollo de los conflictos armados, la denuncia de la verdad se constituye en
una estrategia de resistencia frente a los intentos de Imponer el silencio y/o tergiversar los hechos
y como “una forma de oponerse al poder autoritario denunciando sus prácticas represivas y
creando conciencia sobre ellas; pero al mismo tiempo como un mecanismo para dejar registro de
las violaciones a los Derechos Humanos (ocultada por las autoridades) para que cuando existan
las condiciones políticas estas sean asumidas colectivamente6.
Desde esta perspectiva, es importante destacar como en los casos emblemáticos de memoria
que se reconstruyen y presentan en este documento, se concibe el proceso como una forma de denunciar
la verdad de los hechos y las violaciones de derechos humanos e infracciones al DIH de la que han sido
víctimas los Pueblos indígenas y las Comunidades Afrocolombianas y campesinas en Nariño, pero también
como una estrategia de fortalecimiento de los procesos de resistencia que estas comunidades han venido
desarrollando frente a las acciones de los actores armados y la defensa de sus derechos sociales, culturales
y políticos, con un especial énfasis en el reconocimiento del rol desempeñado por las mujeres dentro
de estas comunidades en las acciones de resistencia, que propenden por lograr la estabilidad en sus
territorios y el reconocimiento de la identidad cultural.
4
MEMORIA Y DERECHOS HUMANOS: ¿PRÁCTICAS DE DOMINACIÓN O RESISTENCIA? San Salvador. Junio de 2002.
5
PIPPER, SHAFIR, Isabel . En : Memoria y Derechos Humanos: ¿Prácticas de Dominación o Resistencia?. Pág. 3
6
IBID, pág. 3.
13
Los procesos de recuperación de la memoria histótica del con-
La Memoria Histórica como flicto armado interno en Colombia se inician a través del área
de memoria histórica de la Comisión Nacional de Reparación y
proceso de construcción Reconciliación - CNRR - creada en el marco de la ley de Justicia
colectivo es un mecanismo y Paz (Ley 975 de 2005). Los informes del Grupo de Memoria
de exigibilidad de derechos Histórica (GMH) de la CNRR así como la caja de herramientas
metodológicas “Recordar y Narrar el Conflicto” son los referen-
para el acceso a la verdad, tes conceptuales y metodológicos que se incorporan a partir
justicia y reparación, que a su de diciembre de 2011 al Centro de Memoria Histórica (CMH)
vez se registre en la historia creado por la Ley de Víctimas y Restitución de Tierras (Ley
1448 de 2011), dentro del conjunto de medidas para propiciar
para las generaciones las garantías y condiciones necesarias para que la sociedad y
futuras, para que la historia el Estado, a través de sus diferentes expresiones y organismos
no se repita. competentes, puedan avanzar en ejercicios de reconstrucción
de memoria como aporte a la realización del derecho a la verdad
del que son titulares las víctimas y la sociedad en su conjunto7.
A partir de este marco jurídico, FUNIEP retoma los planteamientos del GMH para proponer el proceso de
recuperación de la memoria histórica como:
• Un acto político y una práctica social, por cuanto a través de las narrativas sobre el pasado
se construyen, se refuerzan o retan y transforman jerarquías, desigualdades y exclusiones
sociales. De igual manera al reconstruir las memorias a través de los recuerdos del pasado,
se distribuyen responsabilidades entre los distintos actores del conflicto, se enjuician sus
actuaciones y se evalúa moralmente su conducta. La memoria se constituye en un campo de
lucha en el que se resuelve que versión del pasado debe prevalecer en función del futuro que
se quiere construir.8
• Una forma de justicia, que sin sustituir a esta, se convierte en un escenario de reconocimiento
de las diferencias con miras a un proyecto incluyente, y en ese sentido es también una plata-
forma para el diálogo y la negociación 9. La memoria representa un esfuerzo en la búsqueda de
justicia para las víctimas que no disponen de los mismos recursos de los victimarios para decir
su verdad y se constituye en un espacio que ofrece a las comunidades negras, los indígenas,
los campesinos, a las mujeres y jóvenes y en general a aquellas poblaciones que están en condi-
ciones de desigualdad, el acceso al campo político y los mecanismos de denuncia de la verdad
de los hechos.
7
REPÚBLICA DE COLOMBIA. Ley 1448 de 2011. Ley de Víctimas y Restitución de Tierras. Bogotá.
8
COMISION NACIONAL DE REPARACIÓN Y RECONCILIACIÓN – CNRR- Área Memoria Histórica. Op. Cit. Pág. 34
9
ÁREA DE MEMORIA HISTÓRICA DE LA CNRR. Trujillo: Una tragedia que no cesa. 2008. Pág. 29
10
IBID, pág. 27
11
THEIDON, 2007 y 2002. En: Herramientas metodológicas: Recordar y narrar el conflicto. Comisión Nacional de Reparación y Reconciliación.
Grupo de Memoria Histórica.2009.
14
MEMORIA HISTÓRICA DESDE LAS VOCES DE LAS VÍCTIMAS DEL CONFLICTO ARMADO EN NARIÑO
Al rescatar las voces de las víctimas en la historia, para dar a conocer las consecuencias que han
tenido y siguen teniendo los crímenes de lesa humanidad cometidos contra nuestras comuni-
dades se propicia la oportunidad de construir vínculos comunitarios capaces del desarrollo de
la paz y la reconciliación.
• Una forma de reparación. La memoria histórica desde el contexto jurídico del GMH de la CNRR,
“hace parte de los reclamos esenciales de las víctimas (…), es una instancia de reconocimiento
del sufrimiento social que fue negado, ocultado o suprimido de la escena pública bajo el impacto
mismo de la violencia”12 . Se propone aquí como una alternativa de reparación simbólica, dando
respuesta a las preguntas que afloran en los recuerdos de las víctimas sobre lo que pasó, quién
lo hizo?, por qué lo hizo?, donde, cómo y cuándo?.
El Proyecto “Procesos de recuperación de la Memoria Histórica desde las voces de las víctimas,
con énfasis en las mujeres, los y las jóvenes, las comunidades afrocolombianas de la Costa Pacífica
y las etnias indígenas de la Frontera Sura Andina de Nariño”, al vincular y dar la voz a los consejos
Comunitarios de Comunidades Afro descendientes y Resguardos Indígenas así como a los Colec-
tivos y Organizaciones de mujeres y de jóvenes que luchan por reivindicar sus derechos y acceder
a su protección, reconocimiento y reparación como víctimas del conflicto armado en la región,
responde a una de los principales objetivos del PC Ventana de Paz.
Articulado el proceso a los referentes conceptuales y metodológicos del Grupo de Memoria Histó-
rica de la CNRR, se destacan a continuación los componentes relevantes en los que se enmarca:
La memoria histórica concebida como parte de la memoria colectiva, presenta como característi-
ca “una conceptualización crítica de acontecimientos de signo histórico que son compartidos co-
12
IBID, pág. 28
13
PIPPER, SHAFIR Isabel. Obstinaciones de la Memoria: La Dictadura Militar Chilena en las Tramas del Recuerdo. Tesis Doctoral. Departamento
de Psicología Social. Universidad Autónoma de Barcelona . 2005
14
IBID, Pág. 9
15
lectivamente y vivos en el horizonte referencial del
grupo. (…) Los hechos que se narran en la memoria Los recuerdos y narrativas de
histórica incluyen una reflexión crítica sobre los las comunidades se articulan y
mismos y van acompañados de una conciencia de
su propia necesidad como testimonio histórico”15.
establecen nexos en torno a:
• El pasado compartido en la
En los casos emblemáticos de recuperación de historia colectiva que hace parte
memoria histórica que se desarrollan se otorga un
lugar privilegiado a las voces de las víctimas de las
de su identidad cultural
comunidades y etnias focalizadas, con énfasis en • La reconstrucción de los hechos
las voces de las mujeres y jóvenes víctimas de los de violencia que afectaron a
actores armados legales e ilegales en los contextos
de confrontación armada. Con este criterio, los
la comunidad: antecedentes,
talleres y sesiones de construcción de memoria transformaciones e impactos
tienen un carácter predominantemente participati- diferenciados.
vo, constituyéndose en un espacio donde los y las
participantes puedan hablar y construir la historia
• El estado actual de la comunidad,
de violencia que ellos y sus comunidades han los cambios en el tejido
padecido. comunitario y las perspectivas
Al considerar como una prioridad y en primera ins-
de futuro.
tancia las voces de las víctimas, se pretende ir más
allá del concepto general, puesto que se considera que las características del conflicto armado
en Colombia y específicamente en el caso de Nariño, ha convertido en víctimas a comunidades
enteras, a la población en su conjunto que en estos contextos han sido objeto de múltiples
vulneraciones de los derechos humanos y de infracciones al derecho internacional humanitario.
El Área de Memoria Histórica propone el caso emblemático como un elemento que permite producir
la memoria histórica anclada en situaciones concretas relacionadas con vivencias personales desde
las cuales se establecen conexiones con contextos más amplios en los que se inscriben los hechos y
los discursos en los que se registran. Por medio del caso emblemático se reconstruye un entramado
histórico que no solo se detiene en los hechos puntuales sino que además devela lo que sucedió
antes o después del evento. A través de él, se busca poner en evidencia los procesos que estaban
desenvolviéndose en su entorno y que le otorgan su significado político.
15
IBID
16
MEMORIA HISTÓRICA DESDE LAS VOCES DE LAS VÍCTIMAS DEL CONFLICTO ARMADO EN NARIÑO
Considerando la magnitud del conflicto armado en Nariño y su concentración e impacto sobre las
poblaciones afrocolombianas de la Costa Pacífica e indígenas de la Frontera Sur Andina focalizadas
por el PC Ventana de Paz, y siguiendo nuevamente el modelo del Área de Memoria Histórica de
la CNRR, los ejercicios que se desarrollaron se llevaron a cabo a partir de “casos emblemáticos”
seleccionados entre investigadores y actores regionales, mediante un proceso de concertación que
conlleva a la inclusión, valoración y respeto de las comunidades en el proceso de construcción de la
memoria.
A través de cada caso emblemático se buscó ilustrar las dinámicas del conflicto en cada subregión
así como los mecanismos utilizados por los actores armados para lograr la dominación de las co-
munidades, el control de los territorios y la defensa de sus intereses, el papel de la población civil
y los impactos que los eventos de violencia tuvieron y siguen teniendo sobre la vida comunitaria
y regional.
En sus condiciones particulares, los cuatro casos emblemáticos en los que se recuperó la Memoria
Histórica son representativos no solo de los grupos y poblaciones de mayor vulnerabilidad en los
contextos del conflicto, sino también de los hechos de violencia que se reconstruyen y los actores
armados legales e ilegales que los ocasionaron. Una breve descripción de cada caso, corrobora
lo anterior:
• Caso emblemático de las Comunidades Negras de Santa Bárbara de Iscuandé en el 2001, víctima
de los asesinatos selectivos, el señalamiento de la comunidad y el desplazamiento masivo
de los Iscuandereños en el 2001, donde se resalta además el proceso de resistencia de esta
comunidad para enfrentar a los actores armados que continúan en la zona y lograr el respeto
de los principios del DIH, para no ser involucrados en el conflicto armado.
• Caso emblemático del Pueblo de los Pastos; Comunidad indígena de La Boyera, Sector Cuaspud
El Rejo, (Resguardo de Cumbal), recupera la memoria histórica de los hechos de violencia oca-
sionados por el ataque del Ejército Nacional – Grupo José María Cabal de Ipiales a la Guardia
Indígena que protegía la seguridad de su territorio. Este caso es representativo de la vulne-
ración de los derechos colectivos de los pueblos indígenas y de los procesos de resistencia
emprendidos por la Guardia Indígena dentro de las Comunidades por la defensa del territorio,
sus instituciones ancestrales y la reparación y dignificación de las víctimas.
17
Enfoque diferencial de género
La subjetividad del concepto de género, hace que éste se relacione directamente con los aspectos
culturales establecidos en donde se desarrollan las comunidades, para reforzar, reproducir y
controlar los patrones de género que perpetúan relaciones desiguales de poder entre hombres y
mujeres, condiciones que se profundizan en los contextos de conflicto armado.
18
MEMORIA HISTÓRICA DESDE LAS VOCES DE LAS VÍCTIMAS DEL CONFLICTO ARMADO EN NARIÑO
Por otra parte, las historias de lucha y resistencia de estas comunidades y Pueblos no han tenido
reconocimiento en las versiones oficiales y difundidas de la historia nacional, y actualmente conti-
núan invisiblizados los impactos de la guerra y silenciadas sus voces; razón por la cual el enfoque
étnico/sensitivo cultural es inherente y se constituye en una exigencia, en un proyecto que en su
16
Diversidad cultural, desarrollo y equidad. Modos de ser, maneras de soñar: Retos para una Agenda de Políticas Públicas de las Américas,
Especializada en Cultura.
17
CEPAL. Pueblos indígenas y afrodescendientes: elementos conceptuales para el abordaje estadístico. Pág 13
19
esencia busca recuperar las memorias del conflicto desde las voces de las víctimas, que como lo
corroboran las cifras, corresponden en un alto índice a la población Afrocolombiana e Indígena.
Enfoque de derechos
En primera instancia es importante reconocer que aunque estén enmarcados en legislaciones di-
ferentes, tanto el Derecho Internacional Humanitario (DIH) como los Derechos Humanos (DDHH)
en su esencia se orientan a la protección de la persona humana haciendo parte del Derecho Inter-
nacional. De lo anterior se infiere que las infracciones a las normas del DIH y/o las vulneraciones
de los DDHH hacen operativas las reglas del derecho internacional relativas a la responsabilidad
internacional de los estados y de los individuos.
El DIH por su carácter de norma creada para proteger a las personas que no participan o han
dejado de participar en los conflictos armados, es un mecanismo que garantiza la protección
de la población civil en los contextos de confrontación de los actores armados. En igual forma,
al instaurarse el conflicto en sus territorios, estas poblaciones comparten la vulneración de sus
derechos humanos fundamentales, antes, durante y generalmente después de los hechos de
violencia que los constituyen en víctimas.
Es por ello que al realizar el trabajo de recuperar la memoria histórica, como lo expresa también el
Área de Memoria Histórica en Colombia, además de reconocer y respetar la diversidad de voces y
de subjetividades, es necesario otorgar al ejercicio un carácter ético; de manera que se centre la
atención en el análisis de los hechos violentos, en particular las formas de infracción al Derecho
Internacional Humanitario (DIH) y a los derechos humanos (DH) ocurridas en la confrontación
destacando los derechos de las víctimas a la VERDAD, JUSTICIA Y REPARACIÓN, en cuanto la
memoria se considera en sí misma un instrumento para lograrlo18.
Siguiendo los planteamientos de la CNRR y el Grupo de Memoria Histórica, los talleres deben
propender por la posibilidad de reconocimiento y dignificación de las víctimas, concepto que debe
entenderse como el reconocimiento de un rol social de la persona afectada en derechos fundamen-
18
Área de Memoria Histórica. Recordar y Narrar el Conflicto.
20
MEMORIA HISTÓRICA DESDE LAS VOCES DE LAS VÍCTIMAS DEL CONFLICTO ARMADO EN NARIÑO
tales, lo que conlleva a construirla como sujeto de derechos. En este sentido “la consideración de
“víctima” sería una forma de resistencia activa con el fin de evitar la impunidad y la desmemoria,
reconociendo y reconociéndose no solo en el sufrimiento sino también y especialmente en la
condición de actores y actoras sociales en el intento de que se haga justicia, se reparen los daños
ocasionados y se garantice la no repetición de las violaciones”19.
Bajo estos supuestos, el proceso no solo recogió los hechos de violencia que vivieron las comuni-
dades afrocolombianas en su situación de desplazamiento y retorno, (Costa Pacífica), y el ataque
militar del cual fueron víctimas las comunidades indígenas de los Pastos (Frontera sur), sino que
se generó una reflexión que a nivel interno favoreció los procesos de resiliencia y a nivel externo
propició el fortalecimiento del tejido social y comunitario. La interpretación de los acontecimien-
tos que afectaron a estas comunidades permitió a su vez comprender la realidad social en que se
encuentran. Dentro de este proceso se consideran dos componentes en estrecha interrelación;
la intervención comunitaria a través de talleres y el componente investigativo que lleva implícita
la recolección de información para la recuperación de la memoria y construcción de sentido en la
sistematización de la experiencia.
21
Momentos del proceso de recuperación de la memoria histórica
El proceso de reconstrucción de memoria se inicia a partir de los encuentros con los/as parti-
cipantes y la aplicación de las herramientas participativas a través de las cuales se dinamiza la
recolección de información y se generan las narrativas, en permanente interrelación con la
sistematización y construcción de sentido sobre la experiencia.
En este sentido el proceso se desarrolló a través de “momentos que implica una mirada retros-
pectiva, y una intención prospectiva que forman conjuntamente una espiral autorreflexiva de
conocimiento y acción”23; lo que implica que los momentos no sean lineales, ni acabados, o
considerados como un periodo específico, sino que se dieron de manera transversal en todo el
proceso adelantado.
23
LATORRE Antonio. La investigación accion. Conocer y cambiar la práctica educativa. Ed. Graó. España, 2003.
22
MEMORIA HISTÓRICA DESDE LAS VOCES DE LAS VÍCTIMAS DEL CONFLICTO ARMADO EN NARIÑO
la presencia de actores armados lo permitieron. Cuando esto no fue posible, los talleres de
recuperación con la comunidad y víctimas sobrevivientes, se llevaron a cabo en la cabecera
municipal, donde se facilitaron los aspectos logísticos para la permanencia de los/as partici-
pantes.
• Devolución de información: Se llevó a cabo mediante un nuevo encuentro que convoca a los
participantes del primer encuentro (mujeres, autoridades de los cabildos indígenas y de las
Etnias Afrocolombianas) y a los actores/as del caso emblemático, que tiene como propósito
socializar los resultados de la investigación y lograr la validación de la información y el recono-
cimiento de la Memoria Histórica como una forma de reparación. Este momento de encuentro
con la población participante para la devolución y retroalimentación de la información, se
llevó a cabo usando como herramientas metodológicas los videos elaborados, las memorias
fotográficas y los productos de los talleres, haciendo entrega a los grupos del caso emblemá-
tico de los productos escritos y audiovisuales obtenidos, lo que le otorgó una connotación de
compromiso, cumplimiento y satisfacción de las expectativas comunitarias. Este es también
un momento significativo para el restablecimiento de la confianza de las comunidades en
la institucionalidad, que a su vez conlleva al reconocimiento de la memoria histórica como
mecanismo de exigibilidad de los derechos de las víctimas y como medio para que se conozca
la verdad sobre los hechos que afectaron cada comunidad.
23
1.4 HERRAMIENTAS METODOLÓGICAS PARA LA RECUPERACIÓN DE LA
MEMORIA HISTÓRICA
Las herramientas utilizadas se adaptaron a las características de los contextos y las poblaciones
participantes en el Departamento de Nariño, y se seleccionaron teniendo en cuenta las capaci-
dad de generar procesos de participación y democratización, lo que implica incluir voces de las
víctimas y de aquellos grupos poblacionales que han sido continuamente excluidos y suprimidos
de los procesos de elaboración de la historia, reconociendo y respetando la diversidad cultural y
la pluralidad y subjetividad de interpretaciones de los hechos que surgieron en la reconstrucción
de la memoria.
Es importante resaltar que cada uno de los casos presenta particularidades y en el mismo sentido
las herramientas metodológicas se fueron modificando, enriqueciendo y/o adecuando a las
características culturales y a las dinámicas comunitarias y del contexto socio político donde se
llevaron a cabo los talleres. Tomando en cuenta que los casos seleccionados en cada subregión
correspondían a comunidades con una fuerte historia y organización colectiva, la perspectiva co-
munitaria en cada una de las actividades fue central, procurando no solo reconstruir los eventos
de violencia sino también rescatando la historia, redes y fortalezas que ésta posee y ha utilizado
para hacer resistencia a los hechos de violencia.
A continuación se presentan estas herramientas, así como las técnicas incorporadas por FUNIEP
por considerarlas adecuadas al enfoque diferencial étnico y de género, en el marco de la investi-
gación participante.
• Los mapas andantes por los lugares en los cuales ocurrieron los hechos de violencia
Se visitaron los lugares significativos en las memorias de las mujeres, jóvenes y hombres de cada
comunidad y mientras se realizaban los recorridos, se compartían recuerdos, logros, resistencias
y expectativas comunitarias desde las voces de cada uno de sus miembros.
24
MEMORIA HISTÓRICA DESDE LAS VOCES DE LAS VÍCTIMAS DEL CONFLICTO ARMADO EN NARIÑO
Los mapas andantes por los lugares en los cuales ocurrieron los hechos de violencia.
Las condiciones de seguridad y las limitaciones impuestas por la presencia de los actores armados
en la subregión Andino amazónica (Caso emblemático del Corregimiento de la Victoria), impidie-
ron realizar los recorridos por el lugar de los hechos. Allí, Las marcas de la violencia en el entorno
físico y natural se identifican a través de la imagen fotográfica, para reconstruir los hechos a partir
de las narrativas que generan las imágenes.
• Mapas parlantes
Construcciones en las cuales
los/as participantes en pequeños
grupos, capturaron
a través de imágenes
y símbolos las
memorias de los
tación, los
eventos violentos En la concer arrojaron
es
vividos, haciendo mapas parlant portante
im
énfasis en los lugares, información distintos
su medio ambiente, sobre lo s
ol en cia para
sus percepciones y eventos de vi de la línea
n
la ubicación espacial la consolidació
y la se lección del
y sensorial frente al base
át ico.
entorno. caso emblem
25
Los mapas de
imágenes que
cada grupo cons
truyó en torno
al río, la iglesia,
una carretera,
fueron el punto
de partida para
generar las na
rrativ
reconstrucción de as en la
los hechos y
las experiencias
de resistencia
de la comunidad
.
• La Biografía Social
La Historia de vida en torno al líder comuni-
tario/víctima en el caso emblemático genera
la evocación de recuerdos y narrativas en el
grupo que facilitan la construcción de una
visión completa de los hechos que rodearon la
vida del personaje identificado, que permiten
establecer relaciones entre eventos, acciones
o acontecimientos importantes en la recons-
trucción de la memoria histórica.
• La Colcha de Memorias
Con la utilización de diferentes materiales
(colores,retazos de papel,pinturas) los/as
participantes realizan dibujos en los que
representan cómo vivieron, y cómo les afec-
taron los hechos de violencia vivenciados.
Se reflexiona sobre los aspectos comunes y
las diferencias, para orientar las narrativas
hacia lo que eran antes como comunidad,
los cambios y permanencias y sus espe-
ranzas hacia el futuro, individualmente y
como comunidad.
26
MEMORIA HISTÓRICA DESDE LAS VOCES DE LAS VÍCTIMAS DEL CONFLICTO ARMADO EN NARIÑO
• El Cultivo
A partir de la representación del cultivo sano y el afectado
o en crisis y utilizando la metáfora, se utilizaron palabras
generadoras relacionadas con emociones, habilidades,
acciones y estados, tanto positivos como negativos, que
los/as participantes tuvieron la oportunidad de seleccionar
y ubicar en el cultivo de acuerdo al impacto y afectación
generado en cada uno por los eventos violentos.
• Teatro Espontáneo
Reconociendo las habilidades histriónicas de las comunidades Negras se adecuó esta técnica a
la necesidad de compartir relatos y vivencias en un grupo de confianza y des-individualizar las
emociones vividas en un hecho específico, para realizar una construcción colectiva de ellas. En
éste caso, las palabras generadoras se asocian en un primer momento, a la representación de
emociones, estados de dolor o sufrimiento y afectaciones derivadas tanto de los eventos violen-
tos como de los hechos posteriores de retorno, recuperación y/o fortalecimiento de la comunidad.
Como cierre se realiza una reflexión sobre las emociones y sentimientos generados en situaciones
de violencia, su importancia y la necesidad de hacer expresión de ellas, y de afrontarlas como
parte del proceso de reconstrucción colectiva de la comunidad.
• El Árbol de la Comunidad
Su aplicación les permitió pensar en su comuni-
dad como un todo, que va más allá de la suma
de sus integrantes y que se encuentra en una
constante dinámica y cambio, a partir de la arti-
culación entre sus fortalezas, sus necesidades, y
la identificación de redes reales y esperadas con
las instituciones públicas, otras comunidades, y
organizaciones de orden territorial y nacional.
27
Herramientas para profundizar aspectos puntuales
28
NARIÑO, TERRITORIO DE
CONTRASTES
2
MEMORIA HISTÓRICA DESDE LAS VOCES DE LAS VÍCTIMAS DEL CONFLICTO ARMADO EN NARIÑO
El departamento de Nariño ubicado en el suroccidente colombiano, tiene una extensión de 33.265 Km2,
que corresponde al 2,9% de la superficie nacional. Limita al sur con la República del Ecuador, al norte
con el departamento del Cauca, al occidente con el océano Pacífico y al oriente con el departamento del
Putumayo.
La división político administrativa del departamento corresponde a 64 municipios, siendo San Juan de
Pasto su capital. Para efectos de planificación y gestión administrativa, estos se distribuyen internamente
en cinco subregiones 21 :
• Subregión Sur: Comprende las áreas de las montañas y altiplanos andinos de Nariño. En ésta subregión
se localizan diecisiete municipios, con una extensión de 5.130 km2 que ocupan el 15,5% del territorio
nariñense. La población corresponde al 20,4% del total departamental y al 20,8% del total de mujeres.
El 60% de la población subregional es rural y un 35% pertenece a los pueblos indígenas puesto que en
esta zona se encuentra el mayor número de resguardos indígenas de Nariño.
• Subregión Pacifica: Geográficamente comprende las áreas de la Costa y la Llanura Pacífica na-
riñense; que ocupan el 60% de la extensión departamental con 19.872 km2 . La subregión está
conformada por doce municipios, en los que se ubican 36 resguardos indígenas de los Pueblos
31
Awa y Eperara Siapidaara, que ocupan el 30% del territorio.
Tiene una población de 347.636 habitantes, que representan
el 22,6% de la población departamental y el 22% del total
de mujeres.
Para los años 2002 y 2009, se registran índices de desempleo de 14,71% y 14,8% por encima del
promedio nacional que corresponde al 12%. Para los mismos años, la situación de subempleo
en Nariño es mucho más crítica con cifras del 44,2% y 36,7% frente a un promedio nacional
presentaba tasas de 34,3% (2002) y 29,9% (2209)29 .
Respecto a los índices de pobreza, las cifras según el censo del 2005 señalan que en Nariño, el
64.4% de la población se encontraba por debajo de la línea de pobreza y el 23.7% por debajo de la
línea de indigencia, con índices superiores al promedio nacional30.
33
representan un porcentaje menor del total de la propiedad.
En el 2004 Nariño tenía un Índice de Desarrollo relativo al Género (IDG), de 0,7 frente al 0,8 del
territorio nacional. El Documento Territorial de Aceleración de los ODM, señala las diferencias
entre las oportunidades de desarrollo para hombres y mujeres que “se evidencian en el compor-
tamiento del IDG, el cual desglosado por departamento, desde 1997 hasta 2003, muestra que
Nariño tenía el segundo IDG más bajo de todo país, superando solo al departamento de Chocó”32 .
Nariño es una zona fronteriza con el Ecuador, donde se desarrolla una importante actividad
comercial, la cual se realiza a través de la entrada por el Puente internacional de Rumichaca.
No obstante, existen también numerosas vías alternas y pasos fronterizos que favorecen el
contrabando, el comercio de estupefacientes, el tráfico de armas y de insumos químicos para el
procesamiento de narcóticos de la economía ilegal.
Desde el punto de vista geográfico, la confluencia del Pacífico, los Andes y el piedemonte Ama-
zónico, deriva en la existencia de grandes extensiones de selvas y montañas y una extensa red
fluvial, de esteros y manglares de gran riqueza eco sistémica. La región cuenta además, con salida
al mar, con entrada a la Bota Caucana y al Macizo Colombiano, y con accesos directos hacia el alto
y bajo Putumayo; características que hacen de Nariño un territorio geográficamente estratégico
y socialmente vulnerable, con condiciones propicias para el escalamiento del conflicto armado.
Para el período 2000-2003*, Nariño estaba constituido en escenario del conflicto armado
32
El Índice de Desarrollo Relativo al Género (IDG) mide las desigualdades entre hombres y mujeres en la salud (esperanza de vida), educación (tasas
de alfabetización, así como las tasas de escolarización), y vida digna (ingreso per cápita) Fuente: Informe de Colombia ODM: “Hacia Una Colombia
Equitativa e incluyente
* Información correspondiente al período en el que ocurren los hechos de violencia de los casos emblemáticos sobre los que se reconstruye la Memoria
Histórica.
34
MEMORIA HISTÓRICA DESDE LAS VOCES DE LAS VÍCTIMAS DEL CONFLICTO ARMADO EN NARIÑO
interno, donde los actores armados ilegales ejercían control territorial: las FARC desplegaban su
accionar sobre el piedemonte, el curso de los ríos más importantes y los cultivos de coca; el ELN
controlaba especialmente algunas zonas amapoleras sobre la cordillera Andina y los paramilitares
hicieron presencia en los cabeceras municipales del litoral Pacífico, ejerciendo control en las
zonas de manglares y esteros cercanos al mar y sobre las principales vías y los puertos de salida
del producto procesado*.
Los registros hacia el 2009, dan cuenta en Nariño de la presencia e incremento de los distintos
grupos armados: los Rastrojos, con no menos de 800 hombres; las Autodefensas Campesinas
Nueva Generación, con cerca de 150; las Águilas Negras con 180; el ELN con 400; y las Autode-
fensas Gaitanistas de Colombia con 150 hombres33.
Igualmente, la contraofensiva del Estado y los mecanismos para combatir la expansión de los
cultivos ilícitos con recursos del Plan Colombia, conlleva a que a medida que se trasladan e
incrementan los cultivos ilegales, se intensifiquen las fumigaciones aéreas, con una tendencia
a concentrarse a partir del 2002 en aquellas áreas a donde se trasladaron y fortalecieron los
cultivos de coca que ya existían en el Departamento, con el consiguiente incremento de una
dinámica de violencias, que buscan el control hegemónico sobre las distintas rutas, puertos y
territorios estratégicos para la economía ilegal y el posicionamiento de los grupos armados.
* Las Autodefensas ingresan a Nariño a partir de 1999, conformadas por dos grupos de estructuras urbanas. El primero, el Bloque Central Simón Bolivar,
bajo las órdenes de Diego Fernando Murillo, alias ‘Don Berna’, llega a Pasto e Ipiales procedente de Cali y Bogotá. El segundo grupo, procedente del
Bajo Cauca Antioqueño y bajo las órdenes de Guillermo Pérez Alzate, alias ‘Pablo Sevillano’, ingresa a los municipios del Pacífico Nariñense, comandando
desde el 2001 el autodenominado Bloque Libertadores del Sur. (Testimonio de excomandante del BLS, 2010). En: Observatorio de Procesos de Desarme,
Desmovilización y Reintegración – ODDR. Universidad Nacional de Colombia.
33
ÁVILA Martínez, Ariel Fernando Y NÚÑEZ Gantiva, Magda Paola .Las dinámicas territoriales del Ejército de Liberación Nacional: Arauca, Cauca y Nariño.
Pág. 32
35
2.5 LA POBLACIÓN DE LA FRONTERA SUR EN EL CONFLICTO ARMADO
Indígenas de
l Pueblo Epe
rara Siapid
aara
36
MEMORIA HISTÓRICA DESDE LAS VOCES DE LAS VÍCTIMAS DEL CONFLICTO ARMADO EN NARIÑO
Las denuncias de las comunidades ante la Defensoría del Pueblo respecto a las acciones de las
fuerzas del Estado, hacen referencia a la imposición de restricciones a la circulación de bienes y
personas, la ocupación de bienes civiles, como casas y escuelas, la apropiación abusiva de ganado
y de productos alimenticios, y la ocupación de los territorios étnicos para acampar sin realizar
consulta previa (…)35.
Las afectaciones e impactos que se destacan al hacer la caracterización general del contexto
del conflicto armado en Nariño, ponen en evidencia la importancia de reconstruir la Memoria
34
DEFENSORÍA DELEGADA PARA LA EVALUACIÓN DEL RIESGO DE LA POBLACIÓN CIVIL COMO CONSECUENCIA DEL CONFLICTO ARMADO.
SISTEMA DE ALERTAS TEMPRANAS:Violencia sexual contra las mujeres en Nariño y la situación de derechos de las mujeres víctimas en Pasto. Informe
Temático.2011. Pág.8
35
DEFENSORÍA DELEGADA PARA LA EVALUACIÓN DEL RIESGO DE LA POBLACIÓN CIVIL COMO CONSECUENCIA DEL CONFLICTO ARMADO.
SISTEMA DE ALERTAS TEMPRANAS –SAT. Op. cit. pág 40
37
Histórica con un enfoque diferencial étnico y de género, desde las voces de las víctimas de las
comunidades Afrocolombianas de la Costa Pacífica Nariñense y los Pueblos Indígenas de la
Frontera Sur Andina del departamento, con un énfasis particular en los impactos y las historias
de violencia y de resistencia de las mujeres nariñenses:
• En los contextos de desplazamiento las mujeres son víctimas de múltiples formas de violencia
de género: amenazas, presión psicológica, vinculación a la prostitución y abuso sexual infantil,
utilización del cuerpo femenino como estrategia de guerra, cambio de roles para las familias
en condición de desplazamiento que obligan a la mujer a asumir el papel de responsable de
subsistencia36.
• En las zonas de confrontación armada del departamento, “se evidencia cómo las mujeres son
violadas, prostituidas o forzadas a prestar ayuda, señalando como formas de dominación más
frecuentes el control del ejercicio de sus derechos y de su cuerpo al restringir y decidir por
ejemplo, cómo, cuándo y con quién entablar una relación”37.
36
GOBERNACIÓN DE NARIÑO-PNUD. Política Pública para la Equidad de las Mujeres nariñenses desde su diversidad étnica, social y cultural, en un
territorio en construcción de paz. Nariño, 2008, pág. 27-28)
37
SISTEMA DE ALERTAS TEMPRANAS –SAT. Violencia sexual contra las mujeres en Nariño y la situación de derechos de las mujeres víctimas en Pasto.
Informe Temático.2011. Pág 33
38
DE LOS TERRITORIOS
COLECTIVOS AL CONTROL
TERRITORIAL
3
MEMORIA HISTÓRICA DESDE LAS VOCES DE LAS VÍCTIMAS DEL CONFLICTO ARMADO EN NARIÑO
El Pacífico nariñense tiene una extensión de 17.299 km2 ., que corresponde al 52% del Departa-
mento de Nariño. Comprende las tierras bajas y el piedemonte de la Cordillera Occidental, donde
a partir de la interrelación ambiental y cultural se identifican tres subregiones con características
definidas38 :
Desde el punto de vista territorial las comunidades Negras del Pacífico nariñense, amparadas en
la Constitución Nacional y la Ley 70 de 1993, están organizadas en 47 Consejos Comunitarios,
agremiados en tres organizaciones de base con arraigo en las distintas subregiones: ASOCO-
ETNAR, COPDICONC Y RECOMPAS. Existen igualmente otras formas tradicionales y redes de
organización de mujeres, jóvenes, por sectores o actividades productivas40.
Mapa 2. Fuente: Base cartográfica IGAC. Procesado y georeferenciado por el Observatorio del Programa Presidencial de DH y DIH. Vicepresiden-
cia de la República
38
GOBERNACIÓN DE NARIÑO. Bases para la formulación del Plan de Desarrollo Nariño Mejor, 2012-2015
39
En los cinco municipios de la Subregión del Sanquianga, focalizados por el F-ODM, en el marco del Programa Conjunto Ventana de Paz, se
adelantan los distintos Proyectos de fortalecimiento de las capacidades locales para la construcción de paz.
40
ROSERO, Carlos. Propuesta de Política para el Fortalecimiento Étnico Afrodescendiente, Gobernación de Nariño 2012-2015.
41
Las actividades económicas de la zona se
basan en la explotación de megaproyectos Los Actores Armados
agrícolas de palma aceitera, caucho y cacao
o en el uso y el aprovechamiento de las
riquezas mineras y forestales, condición La expansión de los cultivos ilegales
que ha propiciado el despojo territorial por ha llevado de manera simultánea a
parte de actores con intereses económicos que desde la década del 2000 hagan
sobre las tierras y los recursos naturales; presencia en el Pacífico Nariñense
ocasionando además el incremento de las
amenazas por parte de grupos armados que todos los actores armados ilegales
intimidan a la población afro e indígena con (FARC, ELN, paramilitares, bandas
el fin de que abandonen sus territorios. En criminales y grupos armados vinculados
cuanto a las actividades de subsistencia, al narcotráfico), lo que a su vez ha
los pobladores practican la agricultura a
pequeña escala, la minería de oro (barequeo
motivado al Estado colombiano a definir
y aluvión) en su mayoría de tipo artesanal y este espacio como un escenario de
la pesca en los ríos y manglares de la región. operaciones militares específico, que
pretende erradicar el cultivo de coca
La proliferación de los cultivos de coca en el
y neutralizar a los actores armados
Pacífico Nariñense se inicia a finales de los
años 90, extendiéndose por el piedemonte irregulares que actúan en este territorio.
pacífico, por los ríos Patía y Telembí, y en la
zona de Tumaco, en la parte alta de los ríos
Mira, Mataje y sus afluentes. A partir del
año 2000 se incrementa su crecimiento, La Economía Ilegal
orientándose también a la subregión del
Sanquianga, a los municipios de El Charco, Las características geoestratégicas
Iscuandé, La Tola y Olaya Herrera. Se estima de la Costa Pacífica nariñense han
que el 70% de los cultivos de coca registra-
dos en el departamento de Nariño y el 21%
propiciado las actividades relacionadas
en todo el país, se concentran en el Pacífico con el procesamiento y comercializa-
nariñense41. ción de narcóticos que trae consigo la
instalación de chongos, laboratorios y
La dinámica y expansión de los cultivos de
cristalizaderos que se ubicaron en los
coca y el desplazamiento de las infraestruc-
turas de procesamiento del producto hacia municipios con presencia de cultivos
el Pacífico, han estado ligadas al incremento ilícitos, con cercanía al mar y a los
de las fumigaciones y operaciones militares ríos, disputándose el control sobre los
que se llevaron a cabo a partir de 1999 en el ríos, playas, esteros y poblados de la
Putumayo y el oriente colombiano, intensifi-
cadas a partir del 2003 con el desarrollo del subregión.
Plan Patriota.
Por otra parte, en la misma medida que se extienden los cultivos de coca, hacia el 2007, se
intensifican las labores de fumigación en la Costa Norte y en el Alto y Medio Patía, y se emprende
la erradicación manual en el río Mira, en la frontera con Ecuador; no obstante los registros no evi-
41
Nariño: Esquina Suroccidental del Conflicto. Disponible en internet : http://www.prensarural.org/spip
42
MEMORIA HISTÓRICA DESDE LAS VOCES DE LAS VÍCTIMAS DEL CONFLICTO ARMADO EN NARIÑO
dencian una disminución en los datos estimados por las autoridades sobre hectáreas cultivadas,
hecho indicativo de la resiembra permanente.
A la presión del narcotráfico se suman los graves efectos que tienen las fumigaciones sobre los
territorios ancestrales de las Comunidades Negras, que han dado lugar a la dinámica de desplaza-
miento, confinamiento y resistencia que enfrenta la población de la subregión.
Al respecto, el Auto 005 de 2009, hace referencia las situaciones denunciadas por las Comunida-
des Negras de Bocas de Satinga y El Charco en Nariño:
43
tinga:
En Bocas de Sa Comunitarios han
s
“Los Consejo tivamente sobre el
repe ti
advertido fumigaciones
en La
impa cto de las tinga
Mosquer a y Sa
Tola, Iscuandé de pancoger, pero
os
sobre los cultiv recibido ayuda del
n no ha be r
dice lemas
ra en frentar los prob o”.
Estado pa nd
e están sufrie
alimenticios qu nstitucional, Auto
co
(En : Corte
005 de 2009)
Dicha situación ha generado un alto impacto negativo para el entorno y sobre las dinámicas
organizativas y las condiciones de calidad de vida de las comunidades negras e indígenas que
habitan la subregión, rompiendo el proceso organizativo de Comunidades Negras en la región del
Pacífico sur, que había alcanzado avances significativos en el reconocimiento de los Consejos Co-
munitarios y de sus derechos de propiedad colectiva sobre gran parte de lo que hasta entonces
el Estado Colombiano consideraba como tierras baldías.
En forma acelerada y en menos de una década, como lo expresa Restrepo, “la región (Pacífico), ha
pasado en unos cuantos años del ‘remanso de paz’ a la pesadilla de la guerra… las dinámicas de la
disputa militar por el control sobre la región se han intensificado afectando sustantivamente las
condiciones en las cuales se desarrollaba la vida de las poblaciones locales y desde las cuales se
habían articulado el movimiento organizativo de reivindicación cultural y territorial”42.
Por otra parte, según el Sistema de Alertas Tempranas de la Defensoría del Pueblo- SAT; la inserción
de economías articuladas a la producción y procesamiento de narcóticos, el ingreso de personas
foráneas con intereses sobre la apropiación de los recursos y los territorios colectivos y la disputa
de los actores armados por el control territorial no solo profundizaron las condiciones estructu-
rales de pobreza de las comunidades sino que se constituyeron como factores de riesgo en la
violación de los derechos al territorio, a la participación y la autonomía, a la identidad cultural, al
desarrollo en el marco de sus propias aspiraciones culturales y a la seguridad alimentaria, además
de sus derechos civiles y políticos, económicos, sociales y culturales43.
Respecto a las comunidades indígenas de la Costa Pacífica, son múltiples y constantes las viola-
ciones de los derechos individuales y colectivos, las masacres, desplazamientos y confinamientos
sobre los Pueblos Awa y Eperara Siapidaara, cuyo impacto es invisibilizado por el carácter intra-
rregional e intercomunitario de los desplazamientos. El Auto 005 menciona el caso de desplaza-
miento forzado de las comunidades de Robles, Casa Grande y San José Robles pertenecientes al
Resguardo Eperara de San José Bacao, actualmente asentadas en Boca de Víbora.
42
RESTREPO, Eduardo. De ‘refugio de paz’ a la pesadilla de la guerra: implicaciones del conflicto armado en el proceso organizativo de ‘comu-
nidades negras’ del Pacífico nariñense. Informe realizado para el Instituto Colombiano de Antropología e Historia. Borrador 05/2005.Pág. 2
43
DEFENSORÍA DELEGADA PARA LA EVALUACIÓN DE RIESGOS DE LA POBLACIÓN CIVIL COMO CONSECUENCIA DEL CONFLICTO ARMADO.–
SAT- INFORME DE RIESGO N° 014-09A.I. 17 de junio de 2009
44
MEMORIA HISTÓRICA DESDE LAS VOCES DE LAS VÍCTIMAS DEL CONFLICTO ARMADO EN NARIÑO
s comunidades se
Actualmente, esta
perara adas en la Comu-
idades E era: encuentran reubic
En las Co m u n
Herr Robles, de Boca de Víbora,
a Olaya de San José nidad indígena
a a r
cientes ron luego de los
Sia p id
unidade
s
pertene donde se asenta
Las Com de y Tórtola, pidaara de San que enfrentaron
n eventos de violencia igen en Enero
Casagra rdo Eperara Sia sido víctimas en sus territorios
de or
e sg u a s han des- ion ad os por el enfrenta-
a l R
B a c ao , quiene s de violencia, ido de 2010 , ocas
gr upo de la Armada
José ento ven miento entre un
tidos ev que han os de las FARC ,
de repe nto e invasión, ás de 30 años Nacional y miembr de la Asamblea
m
plazamie do desde hace durante la realizac
ión
d ie n
suc e
erritorio
s. anual de ACIESNA .
en sus t
45
De manera concertada con las comunidades de estos municipios se seleccionan como casos
emblemáticos del Pacífico Nariñense, los eventos de violencia y desplazamiento masivo de las
comunidad de San José de la Turbia en el municipio de Olaya Herrera y el caso de desplazamiento
de la población de Iscuandé, Municipio de Santa Bárbara de Iscuandé en el 2001, cuya memoria
histórica se presenta en los capítulos siguientes.
46
“NOS ESTAMOS
CONSTRUYENDO DE NUEVO”
4
MEMORIA HISTÓRICA DESDE LAS VOCES DE LAS VÍCTIMAS DEL CONFLICTO ARMADO EN NARIÑO
Es importante señalar que una de las mayores dificultades para llevar a cabo un proceso de reparación
simbólica a través de la recuperación de memoria histórica de los eventos violentos desde las voces de las
la Turbia
Comunidad de San José de Vereda San José de la Turbia-Olaya Herrera
Mapa 4 : Ubicación del municipio de Olaya Herrera en el Andén Pacífico Nariñense. Tomado de: agroindustralpesquero.wordpress.com/
49
víctimas, es el hecho de que el conflicto armado aún está presente en la zona. Por ello, persiste el temor, la
inseguridad y la desconfianza sobre brindar información hacia personas externas a la comunidad e inclusive
al interior del mismo tejido comunitario. No obstante, los/as participantes en el proceso lograron generar
un ambiente que favoreció la confidencialidad y facilitó la apertura. De la misma manera, las entidades a
cargo del proceso garantizaron el manejo confidencial de la información.
Sin embargo, junto con estos hechos, las y los habitantes de la comunidad también recuerdan
otras situaciones que los han afectado negativamente y han implicado fracasos y retos en su
fortalecimiento. Han tenido que sobrevivir a las pérdidas materiales ocasionadas por desastres
naturales como terremotos, inundaciones y fuertes inviernos y procesos erosivos que periódi-
camente arrasan con sus cultivos, ganados y viviendas, así como a catástrofes provocadas por
el hombre, como la construcción del Canal Naranjo, que a lo largo de los años ha generado el
aumento del caudal del río Sanquianga .con un grave impacto ambiental y socioeconómico.
50
MEMORIA HISTÓRICA DESDE LAS VOCES DE LAS VÍCTIMAS DEL CONFLICTO ARMADO EN NARIÑO
“El desbordamiento del Patía (en 1974), fue la primera historia de fracaso de
nuestra comunidad y ha sido la más grande en todo el tiempo, hemos venido
de ahí para acá otras, como ahora que tuvimos inundación, desplazamiento, ha
habido atropello de los grupos, pero la destrucción del Canal Naranjo fue un daño
irreparable” (Hombre líder).
Entre el año 1995 y el 2000 aparece la posibilidad de cultivar coca en la región, ésta se convierte
en la principal actividad productiva, tanto para hombres como para mujeres, debido a los altos
ingresos que representaba esta actividad, para una comunidad que escasamente lograba satis-
facer las necesidades de subsistencia luego de duras jornadas
de trabajo.
Según los testimonios, un día de trabajo raspando coca para “La coca lo
“los duros”, se pagaba por 40 mil pesos, más alimentación. que vino
a hacer es
Muchos sembraban sus propios palos de coca, no trabajaban como una
maldad a la
para otros, o bien alternaban ambas actividades. tierra de
nosotros”
El traslado de las zonas de cultivo de hoja de coca y de los la-
boratorios desde el Putumayo y los departamentos del Oriente
Colombiano hacia los municipios costeros de Nariño, trajo
51
consigo el incremento de los flujos migratorios
de personas de otras regiones - no nariñenses.
“¡Claro! Se ganaba bien, una arroba de hojas en 50 mil pesos, eso era mejor
dicho… el kilo en ese tiempo a 2 millones y medio, hasta 3 millones…era bien”
52
MEMORIA HISTÓRICA DESDE LAS VOCES DE LAS VÍCTIMAS DEL CONFLICTO ARMADO EN NARIÑO
Las construcciones de los/as participantes permiten ver cómo los territorios pertenecientes al
Consejo Comunitario del río Sanquianga por su ubicación sirven como corredores estratégicos
a los paramilitares, para el desplazamiento de tropas, armas o insumos para la guerra e incluso
para el tráfico de base de coca, situación que explica además el interés de los grupos armados por
ejercer el control sobre estos y desalojar a las comunidades que los han habitado ancestralmente.
Las víctimas expresan que durante el periodo de “la coca” (narcotráfico y cultivos ilícitos), de los
años 2000 hasta el 2006, era frecuente ver bajar “muñecos” por los ríos Patía y Sanquianga, es
decir, cadáveres de personas torturadas, mutiladas y/o sus partes, principalmente las cabezas,
que desembocaban en el mar. Estos hechos se volvieron cotidianos; eran muertos de nadie, no se
sabía quiénes eran, de dónde provenían ni quién los había asesinado.
Mapa parlant
e
Paz”. Taller de “Vida y
ración de la recupe-
memoria
histórica.
Caso emblem
át
José de la Turb ico San
ia. Enero
de 2011
53
4.3 CAMBIOS SOCIO-CULTURALES EN SAN JOSÉ POR LA LLEGADA DEL
NARCOTRÁFICO
Uno de los hechos más mencionados, es la creación del primer bar-discoteca en la vereda, lo cual
trae consigo la llegada de mujeres trabajadoras sexuales que se radican temporalmente y con las
cuales los hombres comprometidos (casados, en unión libre) mantienen relaciones; esto contri-
buye a incrementar las peleas entre parejas a causa de las infidelidades, empiezan a producirse
separaciones y se agudiza la violencia intrafamiliar, principalmente de género, física. Esto además
se ve exacerbado por el incremento la ingesta de alcohol, desinhibiendo comportamientos violen-
tos por parte de los hombres hacia las mujeres.
imer bar
ot ro s aq uí colocamos el pr
“N os ñor trajo
Cu an do vino la coca, un se
¿s i? ... afuera,
ba r y tr aía sus mujeres de
un yó en
in itas , y es o también influ
sa rd s de la
ju ve nt ud po rque los jóvene
la o alteró
da m ej or di cho vivían allá. Es
ve re ultades,
ho s ho ga re s, tuvieron dific
m uc es igual
er on se pa ra ciones porque pu
tu vi lá, y eso
nt e te ní a pl ata para irse al
la ge r de San
te ró la co nv ivencia en el hoga
al unidad)
é” (H om br e joven de la com
Jos
54
MEMORIA HISTÓRICA DESDE LAS VOCES DE LAS VÍCTIMAS DEL CONFLICTO ARMADO EN NARIÑO
En el cultivo de la coca los niños jugaban un papel más activo que las niñas, ya que eran induci-
dos a esta labor desde temprana edad incluso con autorización de sus padres. Para ellos, esta
actividad era vista como una posibilidad de incrementar la mano de obra familiar y por lo tanto
55
ayudar a suplir las necesidades del hogar; sin
“Los niños no sa embargo, el manejo de grandes sumas de dinero
bían desde temprana edad, tuvo un fuerte impacto en
de agricultura,
sino el aumento de la deserción escolar y una trasposi-
sólo de sembr
ar el ción de valores, en la que la ambición por el dinero
palo de coca y las comodidades e independencia que éste
y de
raspar” permite obtener, prevalecen sobre la importancia
de educarse, de permanecer en la familia y con la
comunidad.
Los frentes paramilitares durante este período se sitiaron en la escuela, desde donde ejercían
control sobre la comunidad, lo que hace evidente la vulneración de los Derechos Humanos y del
Derecho Internacional Humanitario.
56
MEMORIA HISTÓRICA DESDE LAS VOCES DE LAS VÍCTIMAS DEL CONFLICTO ARMADO EN NARIÑO
La reflexión de uno de los líderes comunitarios hace evidente como los horrores y las historias de
violencia ocurridas en otras regiones del Pacífico asociadas a la presencia de los grupos armados,
va sembrando en la gente el temor de que la guerra llegue a su vereda; a medida que se incremen-
tan las acciones violentas en otras veredas cercanas las relaciones con las comunidades vecinas
empiezan a estar mediadas por el miedo y la desconfianza y se rompen las redes sociales.
57
Desde una mirada interpretativa de estos relatos se
puede inferir que este es el momento en el que la “Una vez nos citaron a una
guerrilla estuvo asentada en la comunidad, a través reunión allá, hombres y mujeres;
de esta pequeña célula que ejercía influencia sobre cuando ya estuvimos allá en
los jóvenes, aproximadamente entre el 2006 y 2007. la reunión, ellos hablaban, y
De igual forma los relatos muestran como los jóvenes
posteriormente sí son obligados a permanecer esperaban que uno se expresara
en los grupos armados infundiéndoles temor por ante ellos, y los hombres no se
distintos medios, que incluyen amenazas, engaños, a decir algo, qué querían, qué no
sustancias que los llevan a perder la voluntad, entre querían, hubieron unos que nos
otros. Un mecanismo que les impide desertar y decían que habláramos nosotras,
los obliga a permanecer en las filas a pesar de las porque a las mujeres les tenían
difíciles condiciones que viven allí, es el constante más consideración que a los
peligro sobre sus familias ya que al desertar son sus
padres quienes pagan las consecuencias. hombres,y pues ahí nos decidimos
fuimos las dos y otra compañera
Se identifica una relación directa entre el reclu- que enfrentamos esa reunión”
tamiento e ingreso de algunos jóvenes de San (Mujer)
José de la Turbia en las filas de la guerrilla, con la
estigmatización que llevó a que se catalogara a
toda la comunidad con “guerrilleros”, que “iban con
la guerrilla”, convirtiéndolos en objetivo paramilitar.
“Ya nada,… no
les pagan nada
imagínate que lo , nada,
s tuvieron en el
y llegaron con m onte,
unas
Uno de ellos no llagas, con carate.
quería irse, qu
volarse pero sí erían
se volaban, los
eran los que pa padres
gaban, porque
unos jóvenes qu hubo
e como se vier
se volaron, y le on así,
quitaron los m
a los padres. Él otores
era joven,tenía
14 años” (Hom como
bre joven)
los eran
de antes el
“Los viejos cuando
trabajar, pero
dedicados a a abajar
tr
, todo mundo
dentró la coca miga, ya
que vino la fu
coca, después e agarrar,
s no tenían qu
muchos jóvene armados,
hos a los grupos
entonces muc daño en la
causó mucho
eso también tristeza”
causó mucha
comunidad;eso
n)
(Hombre jove
58
MEMORIA HISTÓRICA DESDE LAS VOCES DE LAS VÍCTIMAS DEL CONFLICTO ARMADO EN NARIÑO
Asesinatos en Bocas del Canal: violencia que antecede los ataques a San
José
Bocas del Canal es una vereda ubicada a 10
minutos de San José de la Turbia. Aquí los para- “Ya en el 2008 empezamos a
militares llevan a cabo dos asesinatos selectivos sufrir nosotros…Un poco de lo que
de jóvenes, cuyos cuerpos son desaparecidos, y nos causó el desplazamiento fue
se evidencia la expresa intención de atemorizar
algo de los jóvenes que se metieron
a la comunidad, amedrentándola con regresar
para nuevas ejecuciones y masacres. a los grupos armados ¿no? Entonces
se metieron a un grupo, entonces
Este hecho violento acontece el lunes 26 de al otro grupo no le gustó; entonces
mayo de 2008, y es narrado por los habitantes ese grupo vino a atropellarnos,
de San José como uno de los principales ante- entonces eso también fue lo que
cedentes de los eventos vividos por ellos un causó un poco el desplazamiento”
mes después.
(Hombre joven)
Debido a la proximidad de las veredas, a la
similitud de las acciones violentas y amenazas lanzadas por los actores armados, así como por el
impacto que estos hechos tienen en la comunidad, aparecen referencias frecuentes a lo ocurrido
allí en las memorias de los participantes.
59
Las narrativas dejan ver elementos comunes en las acciones paramilitares realizadas en Bocas
del Canal con lo que a los pocos días ocurre en San José, tales como el ingreso a las comunidades
durante la noche, sorprendiendo a sus habitantes cuando están en sus casas y con sus familias,
de donde son sacados a la fuerza y sometidos a amenazas y maltratos. Por otra parte es claro que
los armados van en busca de personas que presuntamente tienen vínculos con la guerrilla que
operaba en la zona.
En esta oportunidad existe una advertencia directa de los paramilitares hacia la comunidad. Estos
últimos no deben desplazarse del territorio, ni informar a autoridades sobre los hechos ocurridos
o de lo contrario, las consecuencias serán peores. Bajo la presión de las armas, los habitantes son
constantemente amenazados por el grupo armado con su regreso frecuente para seleccionar y
ejecutar a quienes tengan vínculos con la guerrilla.
Los territorios colectivos se convierten en corredor estratégico de los grupos armados ilegales.
“Violación
Mapa parlante
erec ho s Humanos.
de D
pe ración de
Taller de recu
His tórica. Caso
Memoria José de
n
emblemático Sa
la Turbia. 20 11 .
60
MEMORIA HISTÓRICA DESDE LAS VOCES DE LAS VÍCTIMAS DEL CONFLICTO ARMADO EN NARIÑO
El segundo ingreso paramilitar ocurre el sábado 14 de junio; los distintos testimonios refieren que
ocho días después del primer ataque, aproximadamente entre 20 y 30 hombres, todos con armas
de fuego largas irrumpen nuevamente en esta vereda, donde permanecen desde las 7:00 hasta
las 9:30 de la noche, tiempo en el que ocurren los hechos violentos que desencadenaron desde
esa misma noche y al día siguiente, 15 de junio el desplazamiento masivo de la comunidad.
Los armados llegan en tres lanchas o canoas; algunos se quedan por el río y otros saltan al territo-
rio y se ubican estratégicamente al principio, medio y fin del largo de la vereda, rodeándolos para
evitar fugas de la población. Señalan que es imposible enfrentarse a ellos por la cantidad y por la
manera en que entran, acorralan e intimidan a la comunidad.
El río, que otrora fuera medio de vida y de producción y un elemento de consolidación del territo-
rio, se convierte ahora en el espacio por el cual circulan los actores armados y es por allí por donde
llegan los victimarios. El grupo invade la cotidianidad y la privacidad de los hogares, haciendo un
recorrido por todas las viviendas de dónde sacan a hombres, mujeres y niños sin ningún tipo de
consideración y en algunos casos con atropellos, exigiéndoles sus documentos de identificación
y llevándolos a concentrarse en la cancha deportiva de la vereda.
sacando
ga ro n de un a vez y fueron
“L le a, estaba
nt e y yo estaba en pijam
a la ge n y nos
do rm ir, entonces llegaro
pa ra o,(…), se
ro n… y m i es poso, mi marid
sa ca pantalón
ba ba ña nd o, salió con el
es ta piso, y
rrea , y lo hicieron tirar al
sin co varon a
y de sp ué s lo levantaron lo lle
ya , hombres
te de la iglesia
la cancha, al fren s hicieron formar a
í no
y mujeres, y ah
jo ven)
todos” (Mujer
A medida que los iban concentrando en el lugar, los obligaban a formar dos hileras separadas
de mujeres y de hombres, ordenándoles a estos últimos entregar sus documentos de identidad
o ir a buscarlos bajo la presión de las armas. Se menciona el temor y angustia que se generó y
los distintos tipos de reacciones y emociones que se desataron frente al miedo y el pánico que
produce el riesgo de ser atacado por los actores armados.
El grupo armado emprende una búsqueda selectiva de ciertas personas que ya tenían identifi-
cadas como objetivo paramilitar, algunas que ya habían sido amenazadas de muerte o a las que
desde ocasiones anteriores estaban buscando. Sin embargo los testimonios indican que estas
personas eran sus parientes, amigos, vecinos y en general miembros de las comunidad plena-
mente conocidos por ellos y en los que nunca observaron comportamientos o motivos para ser
incluidos en la lista de “cuentas por cobrar” de los armados.
Hacia las 8:30 de la noche, los armados sacan de la fila de hombres, al joven Taylor Ortiz, persona
que vivía en la comunidad y que era conocida y apreciada por todos. Sin embargo, para los vic-
61
timarios al parecer era una de las personas que estaban buscando y que perseguían con la clara
intención de quitarle la vida. En una primera acción violenta contra la víctima, lo obligan a ir hasta
su casa y le quitan el dinero y los pocos objetos de valor que encontraron en su vivienda.
Posterior al asesinato del joven, cuyo cuerpo queda tendido al frente de la iglesia, se escucha
el sonido de las “pirañas” de la infantería del ejército que bajan por el río. Ante la posibilidad de
ser descubiertos los paramilitares se esconden hacia adentro del caserío entre la maleza, y los
habitantes, presos del terror y temiendo peores consecuencias para la comunidad si denuncian la
presencia de los armados, dejan que las naves sigan río abajo.
62
MEMORIA HISTÓRICA DESDE LAS VOCES DE LAS VÍCTIMAS DEL CONFLICTO ARMADO EN NARIÑO
aron
los hombres mat
“en presencia de am ed rent an,
imero lo
al muchacho, pr hacen
za, digamos le
le pisan la cabe gían,
mismo rifle lo co
distintas… con el ron
eaban, lo golpea
le daban, le golp timo
o y de ahí por úl
muy duro primer cía
él sin saber, él de
si lo mataron; y , y
pero ¿por qué?
que ¿por qué?, é lo
tamente por qu
no le decían exac
” (Mujer joven)
estaban matando
63
4.6 DESPLAZAMIENTO FORZADO MASIVO DE LA COMUNIDAD DE SAN
JOSÉ AL CASCO URBANO DE BOCAS DE SATINGA
El abandono del territorio es una de las experiencias que se narra con mayor nostalgia y tristeza
por parte de las y los habitantes de San José y principalmente por las mujeres. Las pérdidas
materiales producto de saqueos posteriores al abandono, la muerte de animales y cultivos que
quedaron sin cuidado y el deterioro progresivo de la infraestructura a causa de la maleza y la falta
de mantenimiento de la comunidad son consecuencias del desplazamiento que aún afectan a la
comunidad.
Río Sanquianga, recorrido de los habitantes de San José durante el desplazamiento hasta Bocas de Satinga
64
MEMORIA HISTÓRICA DESDE LAS VOCES DE LAS VÍCTIMAS DEL CONFLICTO ARMADO EN NARIÑO
“Esa experiencia fue muy dura, “Allá quedó gallinas, tenía dos
bastante dura porque mire que cabezas de ganado que le habían
nosotros tenemos una hermana aquí dado la cría a medias, todo, todos
y en la casa de mi hermana ellas son los animales quedaron allá. Y eso
como unas 6 personas y de repeso daba tristeza después, de los 8,
otras 2 familias numerosas allí en 15 días en adelante daba tristeza
una sola habitación y compartir mirar muertos los animales, gallinas
bueno una misma olla y todo eso es muertas porque qué comían, no
muy duro” (Mujer joven) comían nada, perros… los animales
la mayoría se murieron, los que
tenían sus ganados los vendieron,
La situación de desplazamiento en el casco a cualquier precio, vea ganados,
urbano se prolonga por tres meses, tiempo novillas hermosas y las vendían a
durante el cual el monte se creció, el dispensa- 300 a 250 mil pesos, porque pues
rio, las casas y las tiendas fueron saqueadas, no al último la gente no pensaba de
se sabe por quién; los animales murieron y la
volver para allá, si no pensaba de
vereda en este estado de abandono proyecta
un ambiente de desolación que tuvo un volver para allá, francamente”
impacto significativo en la comunidad, quienes (Mujer de la comunidad)
recuerdan esta imagen con tristeza.
Para los hombres cobra especial importancia la dificultad para producir o comprar alimentos, y la
imposibilidad de trabajar en sus terrenos por temor a ser sorprendidos por los grupos armados.
Al cabo de un corto tiempo empiezan a generarse problemas que les hace cada vez más difícil la
vida cotidiana en Satinga por el hacinamiento, la falta de oportunidades laborales para los recién
llegados, los cambios comportamentales en las niñas y niños, el sabotaje por parte de miembros
de las institución educativa para que abandonen las instalaciones, así como el etiquetamiento y la
revictimización de la población en condición de desplazamiento en el casco urbano; así mismo los
habitantes de San José son señalados negativamente como “los desplazados”, o “los guerrilleros”
65
por el resto de la población civil, y persiste el temor y desconfianza constante a ser atacados por
informantes de los paramilitares que hacen presencia en el casco urbano.
Si bien las entidades gubernamentales a cargo de los procesos de atención a la población despla-
zada dieron ayudas de emergencia como toldos, colchonetas, mercados,algunas ayudas econó-
micas y apoyo psicosocial, ninguno de estos elementos aminoraba los sentimientos de desarraigo
en la comunidad. Las y los habitantes recuerdan con tristeza la nostalgia por su tierra, por sus
pertenencias conseguidas con sacrificio, la imposibilidad de autoabastecerse y alimentarse como
lo hacían en su territorio y la confianza y seguridad que les otorga el tejido comunitario propio
construido durante sus 60 años de formación.
“Ahora
somos r
somos eto
persona rnados,
estamos s que n
constr os
de nuev
o y ahí uyendo
necesita es dond
mo e
fuerza d s la ayuda, la
el uno a
l otro”.
vidad para
Mujeres de la comunidad en acti
alec imiento de la conf ianza.
fort
66
MEMORIA HISTÓRICA DESDE LAS VOCES DE LAS VÍCTIMAS DEL CONFLICTO ARMADO EN NARIÑO
Como se ha revisado hasta el momento, los habitantes de la comunidad de San José estuvieron
expuestos a amenazas e intimidaciones constantes por parte de grupos paramilitares, y además
debieron presenciar asesinatos de miembros de su comunidad, lo cual conllevó al desplazamiento
forzado de todos sus habitantes hacia otras veredas y cascos urbanos como un medio para
proteger su vida. Dichos acontecimientos generan una crisis y desestabilidad tanto personal,
como familiar y comunitaria, la cual se ve reflejada en una serie de manifestaciones a estos tres
niveles.
67
s
“Las mujeres y jóvene
están atemoriz ada s,…les
da miedo contar estas
cosas así, porque piensan
que puedan poner su vida
en riesgo o en peligro”
Con respecto a los impactos psicológicos e individuales, éstos varían dependiendo de la forma en
que se vivenciaron los hechos. Por ejemplo, aquellos jóvenes que sufrieron amenazas de muerte
directas por parte de los armados, o que lograron escapar para no ser asesinados, relatan como
uno de sus principales emociones el miedo.
Los habitantes, principalmente las mujeres, narran a partir de la aparición de síntomas fisiológicos
como la inapetencia, el insomnio y la sensación de alerta constante ante el peligro, las respuestas
de ansiedad y alerta que ante situaciones de peligro son adaptativas, se transforman en un estrés
constante y sostenido que genera un intenso malestar en los habitantes, y además modifica sus
rutinas y comportamientos habituales:
68
MEMORIA HISTÓRICA DESDE LAS VOCES DE LAS VÍCTIMAS DEL CONFLICTO ARMADO EN NARIÑO
Son pocos los jóvenes que le han apostado al retorno a San José, haciendo frente al temor que les
embarga y asumiendo el riesgo real que esto implica, debido al estigma de “jóvenes guerrilleros”
que aún persiste y que los hace blanco fácil de grupos paramilitares.
69
Impacto en las relaciones de género en la familia y la mujer
El desplazamiento afectó las relaciones familiares, ya que algunas familias tuvieron que fragmen-
tarse y vivir en zonas distintas y estas separaciones generaron fracturas y cambios que después
del retorno ya no son salvables, y por el contra-
rio intensifican el conflicto al interior del hogar, “Antes de desplazarnos sí habían
dando paso a rupturas definitivas en la pareja.
hombres celosos que peleaban con
Por otra parte, aquellas familias que lograron la mujer, pero ahora no, porque
mantenerse en un mismo lugar durante el hay muchas capacitaciones para los
desplazamiento, hombres y para las mujeres, porque
“Después del también vivenciaron antes los hombres querían como
desplazamiento, las un aumento en el mandarlo a uno y ahora no(…)
conflicto intrafami- Antes vivía la gente peleando, el
mujeres nos hemos
liar provocado por
despertado” marido y la mujer pelea y pelea
el cambio de rutinas
y roles productivos, pero por bobadas, pero ahora no, los
el desempleo y la falta de recursos econó- hombres ahora han cambiado, por lo
micos para la subsistencia, que provocaban menos allá en mi vereda los hombres
situaciones estresantes, que en algunos casos han cambiado muchísimo(…) Han
desembocaron en separaciones conyugales. cambiado en la forma de vivir con
la pareja, porque a veces peleaban,
Es importante rescatar que desde la pers-
vivían gritando que el uno que el
pectiva de las mujeres, las capacitaciones y
el apoyo psico-social que se dio a mujeres y otro,a veces se dejaban otra vez
hombres durante el periodo de desplazamien- se volvían y se juntaban y así.
to, así como el contacto con otros contextos Pero ahora la gente vive bien, los
y realidades urbanas en las cuales existe mayor poquitos que estamos vivimos bien,
horizontalidad en las relaciones de género, las que tienen sus maridos viven
han tenido impacto positivo en muchas de las bien, no hay problemas, que antes,
familias, evidenciándose una disminución de la
que usted gritaba, que la pelea con
violencia física conyugal, y un incremento del
diálogo y la negociación. la mujer, pero ahora no”
(Mujer joven)
Para los actuales habitantes de San José, la pérdida de familias no retornadas se constituye en
uno de los impactos más notorios y es uno de los temas reiterativos en los diferentes espacios,
al cual se refieren con nostalgia al recordar lo que alguna vez fue el caserío totalmente habitado,
comparando con su situación actual en donde muchos inmuebles se encuentran deshabitados y
el mantenimiento de los espacios comunitarios (zonas de monte) se hace más difícil al ser menor
la población.
70
MEMORIA HISTÓRICA DESDE LAS VOCES DE LAS VÍCTIMAS DEL CONFLICTO ARMADO EN NARIÑO
Muchas familias de San José de la Turbia, han optado por una alternativa intermedia entre el
retorno definitivo y el asentamiento en el casco urbano. Se presenta una movilidad constante
de estas familias, que se asientan temporalmente en uno y otro lugar, sin retornar de forma
permanente.
La priorización de recursos para los retornados, así como la presencia de líderes con alta capacidad
de movilización dentro de la población que actualmente habita la vereda, y el debilitamiento del
liderazgo entre la población no-retornada, ha generado competencia y discrepancias entre unos y
otros, ante lo cual los pobladores se encuentran trabajando actualmente.
71
4.9 SAN JOSÉ EN LA ACTUALIDAD: ENTRE EL TEMOR Y LA RESISTENCIA
s
nosotro
pr oce so que 2008
ese nte el
“Todo id o dura tamos ahí
s v iv
hemo que es con la
ahora
hasta istencia bre! es
o res ¡hom
haciend Dios; está
ayud a d e
gen t e que o
e esta uso, alg
algo qu erece un apla e no es
m qu
aquí se valorarlo, por y otra
digno d e c ar
o nt
, un a cosa es bre adu
lto)
fácil (H om Tejido comunitario
vivirla”
cosa es
Para los habitantes de San José, el retorno constituyó el inicio de una nueva etapa en su historia.
En la actualidad, el conflicto armado persiste en la región, y la dinámica propia de los grupos
armados continúa atemorizándolos. Sin embargo, ante la difícil situación de orden público que
se vive en la región, son de resaltar los procesos de resistencia no violenta que han desplegado
las mujeres y hombres que conforman ésta comunidad, pues sigue prevaleciendo su lucha por
la permanencia en su territorio a través del el trabajo constante para movilizar recursos que les
permitan un mayor progreso.
Para ellos, la resistencia se basa principalmente en el arraigo al territorio, luchar para permanecer
en él y defender sus pertenencias y bienes que han sido adquiridas con gran esfuerzo, que se
constituye en su capital social y económico para las generaciones futuras. También la resistencia
se hace para conservar las tradiciones culturales de unión y apoyo comunitario que les han
caracterizado; por ello, evitar un nuevo desplazamiento forzado es su principal reto. Aunque el
tejido comunitario sufrió fracturas durante el desplazamiento, cuenta con una historia de años de
fortalecimiento y lucha comunitaria; desde la visión de las mujeres, rescatar esos lazos familiares y
comunitarios les hace más fuertes para poder confrontar a los actores armados.
La unió
n
da fo es la que nos
rtaleza
como …“S
la palm omos
coco, q a de
ue
el vien cuando sopla
to se
pero no m
se cae” enea
72
MEMORIA HISTÓRICA DESDE LAS VOCES DE LAS VÍCTIMAS DEL CONFLICTO ARMADO EN NARIÑO
Los y las habitantes de San José quieren que sus voces sean escuchadas, y que paren los rumores
sobre la presencia de grupos armados en su vereda pues esto, siendo falso, solo incrementa el
temor en los habitantes retornados y en aquellos que tienen el deseo de retornar. También impide
que miembros de otras poblaciones e incluso funcionarios públicos se acerquen a su comunidad
para dar a conocer y ejecutar proyectos.
De los compromisos establecidos para el retorno, sólo algunos de ellos se han cumplido. Las
fuerzas armadas se trasladaron a otro sector de la región, un año después del retorno; Acción
Social mejoró la infraestructura de algunas construcciones de la vereda, sin embargo los pro-
yectos de vivienda quedaron inconclusos y los materiales se entregaron incompletos. La alcaldía
municipal no ha cumplido con la asignación de un promotor de salud para la vereda.
Mujeres, hombres, jóvenes, niñas y niños que habitan San José no pierden la esperanza, se man-
tienen en la resistencia, claman por más apoyo y desean algún día, ojalá pronto, poder vivir en paz
y tranquilidad, recuperar los lazos que los unen fuera de la violencia, como lo hicieron en tiempos
pasados.
73
74
“EL DOLOR DE DEJAR LA
TIERRA”
5
MEMORIA HISTÓRICA DESDE LAS VOCES DE LAS VÍCTIMAS DEL CONFLICTO ARMADO EN NARIÑO
Mapa 5 : Municipio de Santa Bárbara de Iscuandé- Subregión del Sanquianga. Fuente: Bases para la formulación del Plan de Desarrollo2012-2015
77
5.2 ANTECEDENTES REGIONALES DE LOS HECHOS DE VIOLENCIA
La historia del conflicto desde las voces de las víctimas evidencia la expansión del bloque su-
roccidental de las FARC y el ELN en el Pacífico Nariñense entre 1992 y el 2000, con eventos de
violencia, que van aumentando en intensidad y frecuencia. La ausencia de las Fuerzas militares del
estado durante este período facilitó el control territorial de los grupos guerrilleros y la impunidad
de la violencia.
Alrededor del año 2000 ocurre una significativa disminución en la producción de oro, y el
consecuente retiro de las retroexcavadoras. El agotamiento de las fuentes de financiación de
las actividades de los grupos armados ilegales, conlleva a la expansión de los cultivos ilícitos de
coca como nueva alternativa. En igual forma con la ampliación de las áreas de cultivo de coca y
el establecimiento de laboratorios para el procesamiento del producto, ingresan también en la
región los paramilitares y se incrementa la competencia y la disputa entre los grupos armados
ilegales por el control de los recursos generados por los cultivos ilícitos.
Con la bonanza cocalera se generan cambios en las actividades productivas y en las prácticas de
trabajo tradicionales que conllevan a que la comunidad encuentre en las actividades ilegales una
78
MEMORIA HISTÓRICA DESDE LAS VOCES DE LAS VÍCTIMAS DEL CONFLICTO ARMADO EN NARIÑO
fuente de ingresos y una alternativa para mejorar las condiciones de vida lo que a su vez ocasiona
transformaciones en la dinámica comunitaria que afectan la convivencia y el tejido social.
Al igual que se relató en el caso de San José de la Turbia, se incrementan en la comunidad los
sentimientos de desconfianza y competencia por poder y estatus entre los habitantes. Aumenta
la delincuencia común y el vandalismo, robos y asesinatos por conflictos relacionados con el
tráfico y comercio de la coca.
por intermed
“El pueblo si no tiene la culpa, io de la coca
gente cambió , la
habemos muchos que nunca, el medio de vi
Cambió las ca da.
nunca cultivamos la coca. Pero la sas, estudiaban
muchachos co los
coca vino a la tierra como un bono n más facilid
pero nosotros ad,
que mandó Dios del cielo. Pero los civiles no
supimos agra
el hombre no la supo emplear, decerle a mi
el producto Dios
porque había muchísima gente de la coca,
que el hombr para
que nunca había tenido seis, e saliera un
prácticamente poco
siete, ocho millones de pesos, de la pobreza”
79
Reclutamiento de jóvenes en los grupos armados ilegales
Los y las jóvenes de las comunidades urbanas y rurales de Iscuandé, se vieron fuertemente influen-
ciados tanto por la circulación de dinero proveniente de las actividades ilícitas y las posibilidades
de obtener el estatus y poder que otorgaba la posesión de armas y elementos suntuosos, como
por los riesgos derivados de la presencia de actores armados en la región interesados en el reclu-
tamiento e incorporación de los jóvenes a sus filas.
“A los grupos
subversivos se
mucha gente, ha ido
de acá jóvene
Iscuandé arriba, s de
se han ido m
Por lo que ellos, uchos.
en primer luga
a las casas, a in r llegan
vitar a los muc
hacer polígonos hachos a
con revólver. D
vincúlate a no icen no,
sotros, cogé el
y pégale a eso. revólver
Entonces los pe
algunos se em laos,
ocionan por el
se van, y se vi arma, y
nculan”.
Los jóvenes y adolescentes de Iscuandé, el grupo
poblacional de mayor vulnerabilidad frente al
reclutamiento forzado.
80
MEMORIA HISTÓRICA DESDE LAS VOCES DE LAS VÍCTIMAS DEL CONFLICTO ARMADO EN NARIÑO
confluyen los distintos grupos armados ilegales que despliegan múltiples prácticas de terror y
violencia, que implican la vulneración de los derechos humanos y graves infracciones al DIH, que
convierten a la población Afrocolombiana de Iscuandé en víctima del conflicto armado.
La vulnerabilidad de la población y la afectación del tejido social comunitario por los distintos
antecedentes narrados, convierten a Iscuandé en el escenario de los hechos de violencia que en
el 2001 ocasionaron el desplazamiento forzado de toda la población, que se reconstruye desde
las voces de las víctimas.
“Los militares dicen que somos colaboradores de la guerrilla y por eso estamos
involucrados en el conflicto.Los guerrilleros porque nos vieron conversando con
algunos militares decían que son los informantes de los paramilitares; porque
nos vieron hablar con la guerrilla, somos guerrilleros y nos meten a nosotros que
no tenemos nada que ver con el conflicto y nos meten en ese conflicto ahí nos
embotellan a nosotros tres grupos armados contra nosotros…” (concertación.rtf)
81
Se parte de la reconstrucción de los eventos que son considerados por los habitantes como
antecedentes inmediatos, para después reconstruir los hechos violentos que desencadenaron el
desplazamiento forzado, así como el proceso de resistencia de la comunidad por la defensa de su
territorio y el posterior proceso de retorno al pueblo.
“Ustedes pueden
ver unas barqui
que vienen del tas
Charco si, por
Mionda, llegan el río
por el rio Satu
llegan a Iscua rnica,
ndé, llegan
madrugada a la una
s cinco de la mañ
que todo el m ana
undo recuerda
desembarcan aquí
aproximadamen
unos 70 unid te
ades de las
unidas de Colo AUC
mbia con bast
Río Iscuandé, Lugar de entrada de los grupos armas, largos fu antes
siles, pistolas”
armados a la población.
Una de las primeras entradas de los grupos paramilitares se da aproximadamente dos meses
antes del principal hecho violento; en el mes de agosto (fecha no confirmada, entre el 1 y el 19 de
ese mes) del año 2001, un grupo armado de con un número desconocido de personas, arriba a la
población en cuatro lanchas por el río en horas de la madrugada (aproximadamente 4 a 5 a.m.).
Los miembros del grupo armado, realizan un recorrido por las casas de los habitantes, obligán-
dolos a salir de sus casas y agruparse en uno de los principales espacios públicos del pueblo:
la cancha principal momento en el cual son separados por grupos, inicialmente diferenciados
por género; los hombres en el polideportivo, las mujeres en la cancha principal y los niños son
enviados a sus casas.
82
MEMORIA HISTÓRICA DESDE LAS VOCES DE LAS VÍCTIMAS DEL CONFLICTO ARMADO EN NARIÑO
Posterior a este ingreso de 70 hombres, los grupos paramilitares empiezan a realizar llegadas
frecuentes, cada tres o cuatro días, en grupos más pequeños de 3 a 7 personas; en las cuales,
marcan el territorio con mensajes que alertan su presencia y señalan a los posibles informantes
o colaboradores de la guerrilla que están en la mira. Estas estrategias generan en la población
temor e incertidumbre sobre lo que puede ocurrir próximamente.
Después de estas incursiones paramilitares que anticipan el evento del desplazamiento, empieza
la ola de asesinatos y desapariciones forzadas selectivas en el pueblo, dentro de las cuales se
identifican dos fechas principales. La primera fecha corresponde al 19 de Octubre y la segunda al
28 de Octubre.
Aunque el disparo que recibió Efrén no comprometió órganos vitales, fallece en el Centro Médico
local, debido a que, al parecer las balas estaban envenenadas con cianuro, según se informó a los
familiares de las víctimas en las audiencias en las cuales alias “Matamba”44 confesó los hechos.
Las causas de estos asesinatos son confusas; se rumoró la vinculación de las víctimas con grupos
guerrilleros, sin embargo, la versión más difundida es que existía una presión por parte de los
superiores del grupo paramilitar para obtener “resultados” en la zona.
44
Juan Larrinson Castro, Alias ‘Matamba’, ingresó a los grupos armados ilegales siendo menor de edad. Lo hizo primero con las Farc, y al desertar de
estas en el 2000, se unió a las AUC. Con los paramilitares primero delinquió con el Bloque Calima y luego con el Bloque Libertadores del Sur; frente en
el que Jhon Jairo Marín alias ‘Jota’ cometió los hechos violentos del 2001 que llevaron al desplazamiento de la población de Iscuandé. Alias “Matamba
“ se desmoviliza desde la prisión el 30 de julio de 2005,en la Inspección de Policía de El Tablón (Taminango-Nariño), junto con otros 689 paramilitares
del bloque Libertadores del Sur. En : verdad abierta Disponible en internet: http://mqh02.wordpress.com/2011/11/29/15-imputados-por-crimenes-
en-narino/
83
El 28 de Octubre de 2001, a 9 días de los
asesinatos de Efrén Ortiz y Eusebio Campas, “Recuerdo tanto que el primero
un nuevo grupo de miembros de las A.U.C. que disparó, la arma que le iban a
regresan al pueblo buscando a Hary Aguirre; dar al finado Campás no funcionó,
una vez lo encuentran, le atan de manos y lo entonces llegó otro, otro compañero
torturan propinándole una herida con arma y le pasó el arma a otro integrante
blanca que recorre toda su espalda. de las AUC, cuando en este espacio,
Luego de ingresar a la vivienda de la víctima
fue donde él queda sepultado. Él
para apoderarse de sus documentos y perte- alcanzó a correr hasta aquí, y aquí
nencias, realizan un recorrido por las principa- queda, si? Recuerdo tanto que esto
les calles de la población con Hary amarrado y lo estaba presenciando la señora,
herido; durante el cual los armados alardean de porque ella estaba asomada en la
las acciones cometidas y lanzan amenazas que casa. Cuando empiezan a dispararle,
tienen como fin intimidar al resto de los habi- él corre, ella le decía que no corriera,
tantes, afirmando que van a “comerse” a la
víctima, a “tomarse su sangre” y que seguirán
hasta que queda aquí en esta, al
viniendo para llevarse a otros. frente de estas casas, si?”
Mapa andante
“Lo cortaron, estropearon acá a Hary… le pegaron una cortada con una navaja
de verdad, en la espalda y lo llevaban amarrado,… Le meten unas esposas de
pavilo, de fibra, así con las manos hacia atrás, lo sacaron por aquí por la calle
principal y lo embarcaron en una lancha, y hasta hoy, no se sabe la suerte de
él”. (Mapa parlante)
84
MEMORIA HISTÓRICA DESDE LAS VOCES DE LAS VÍCTIMAS DEL CONFLICTO ARMADO EN NARIÑO
Hary nunca regresa, y hasta el día de hoy, cuando su asesinato fue aceptado por los victimarios,
su cuerpo no ha sido encontrado; se rumora que en el lugar al cual fue trasladado, sufrió otras
torturas crueles antes de que se le diera fin a su vida.
El autor material del crimen, Alias “Matamba” ha confesado 10 años después, que Hary fue
asesinado, desmembrado y lanzado al río. La madre de la víctima que ha tenido que enfrentar en
las audiencias a Alias Matamba, autor de los hechos; narra con gran dolor, las posibles torturas
que ha oído, recibió su hijo antes de morir. Lamenta profundamente no poder dar sepultura a su
cuerpo y vivir con el fantasma de su desaparición.
Con el dolor de la pérdida de sus seres queridos de una manera violenta, estas mujeres también
tienen que enfrentar los inciertos y obstáculos de protección y acceso a la justicia como víctimas
sobrevivientes.
Desde el 21 de octubre, con los asesinatos de Campás y Efrén, se inicia el desplazamiento gota
a gota de algunas familias, sin embargo el 30 de octubre, después de la desaparición de Hary
Aguirre y frente a las amenazas de regreso del grupo paramilitar para cometer nuevos asesinatos,
crece la incertidumbre sobre la seguridad y tranquilidad en el territorio y se desencadena el despla-
zamiento masivo de la población hacia la zona rural de Santa Bárbara de Iscuandé y hacia otros
municipios de la región.
“Cuando fue
el hecho violen
del desplazam to
iento, a nadi
importaba de qu e le
e fueran enemig
que fueran lo qu os,
e fueran, sino qu
todos a la m e
isma embarcac
Nadie. O sea, ión.
así fueran enem
tocaban arre igos
glar,la ropa,
arreglaba al ot le
ro, se le arregl
para que la gent aba
e se fuera”.
(Teatro espont
áneo)
iento
Representación del proceso de desplazam
forza do ocurrido en 2001
Las narrativas refieren como alrededor de unos 1.800 a 2.000 habitantes, abandonan el territorio,
correspondientes al 98% de la población total; los lugares a los cuales la población decide despla-
zarse, son las poblaciones más cercanas: Guapi, El Charco, Limones, Saldaña y las Lomas, y las
cabeceras municipales de Cali, Buenaventura y Tumaco, poblaciones en las cuales la mayoría de
los habitantes tiene familiares o conocidos. Algunas familias intentaron mantenerse en el pueblo,
sin embargo, al día siguiente frente a la desolación y a los rumores de posibles enfrentamientos,
deciden evacuar también.
85
“El día 29 desde las cinco o creo antes, de las dos de la mañana la gente empezó
a salir de Iscuandé porque no sabíamos quiénes eran los demás… ya, quiénes eran
los demás de la lista, y había mucha preocupación porque se sonaban nombres
que habían ahí, entonces el pueblo desocupó; en ese entonces el pueblo, tenía
aproximadamente si no estoy equivocado, unas 2000 personas si, o unos 1800
algo así, apenas quedamos 11, si, once personas. El día 30 de octubre habían
evacuado el 97% de la población prácticamente”. (Concertación)
Por otra parte, después de las experiencias vividas siendo testigos y víctimas sobrevivientes de los
asesinatos selectivos y del desplazamiento, recae sobre las mujeres en los contextos de llegada
el señalamiento por su condición de mujer en situación de desplazamiento, situación más grave
aún para las madres y esposas de las víctimas directas de los asesinatos que quedaron expuestas
a la persecución y retaliaciones de los actores armados y al señalamiento por parte de la fuerza
pública e incluso de la sociedad civil.
86
MEMORIA HISTÓRICA DESDE LAS VOCES DE LAS VÍCTIMAS DEL CONFLICTO ARMADO EN NARIÑO
“Fuimos a habl
ar di
con los seño rectamente
res que no
tenían asedia s
dos, ahí tuvim
una discusión os
civilizada no…
no… no…, un
a discusión de
maltrato ve
rbal sino un
discusión civiliz a
ada, desde lo
puntos de vist s
a legales”.
Es a partir de esta conversación, que se acuerda la posibilidad de buscar el retorno para los
habitantes, bajo el compromiso del grupo paramilitar, de detener los ataques a la población civil.
De esta manera los guardianes empiezan la gestión de comunicación y concertación con los
habitantes, para empezar a organizar el retorno de sus habitantes.
87
5.5 PROCESO DE RETORNO: Noviembre de 2001 a Enero de 2002
“Uno desplaza
rse de su ti
volver a su ti erra, y
erra de origen
uno ha teni , donde
do que desp
de todas renderse
sus pertenen
solo materia cias no
les, sino es
culturales,uno pirituales,
llegar a su ti
uno la ilusión erra, ve
de volver a cr
volver a rena ecer, de
cer en contra
toda su cultur ste con
a y poder proy
eso es alentado ectarse,
r esa parte al
(Teatro espont lí, eso”.
áneo)
88
MEMORIA HISTÓRICA DESDE LAS VOCES DE LAS VÍCTIMAS DEL CONFLICTO ARMADO EN NARIÑO
amenaza directa o por las diversas dificultades económicas que implica el regreso, y se establecen
conformando barrios completos de población “desplazada”, para este caso, en los municipios de
Buenaventura, Cali y principalmente Guapi.
“Entonces les decía yo: ¿Qué es lo que pasa a ustedes? no se pongan ustedes a
estar de bobos, aguantando hambre acá, teniendo su quehacer y todo. Toca irse,
retornar es bravo, pero toca retornar hermanos. porque todo, echando malezas
en pueblo ajeno, durmiendo, viviendo mal vividos y acá tienen sus cosas y todo,
a los profesores, principalmente, les decía hombre, vengan, para ver si los niños
retornan, pa que esto no se abandone así. Algunos se vinieron retornando cuando
ya celebramos la fiesta patronal, la gente se animó mucho”.
(Entrevista a Guardianes)
Otro evento relevante se menciona durante la reconstrucción de los hechos con los habitantes
de Iscuandé: el asesinato de uno de los concejales del pueblo, en el año 2005. No obstante es
importante mencionar que este evento no aparece registrado significativamente en la memoria
colectiva, sino que más bien surge en el discurso de la esposa del concejal asesinado, que partici-
pó en el proceso colectivo. Por ello, aunque no es un evento que aparezca como marca social en
la comunidad, es un hecho violento que merece ser narrado desde la perspectiva de esta mujer,
familiar de la víctima.
También se mencionan como hitos, los procesos de fumigación de cultivos ilícitos impulsados
durante el período de 2005 a 2008, como parte de la política de seguridad democrática que im-
pactaron negativamente no sólo la producción de coca, sino en general los cultivos y actividades
agrícolas de la región.
89
Por otra parte, se menciona el surgimiento de
las actualmente conocidas como Bandas Crimi- Tenemos en el 2008, desplazamiento
nales – BACRIM que empiezan a configurarse
como las nuevas protagonistas del terror en de la parte alta del municipio, las
la región; en la cotidianidad de la población es veredas de Santa Rita y las veredas
difícil para los habitantes distinguir entre los de allí hasta abajo. Del 2008 si,
miembros pertenecientes a estas bandas, y los desplazamiento de la parte alta del
paramilitares o Auto-defensas, que aparente-
mente se han desmovilizado a partir del 2005 río. 2010 el desplazamiento a partir
en el marco de la Ley de Justicia y Paz. de una vereda que queda en el vecino
municipio de El Charco, eh, la vereda
También aparecen como relevantes en la de Los Domingos, Allí se presentó
historia de la comunidad, episodios de violencia
y desplazamientos de otras veredas cercanas a una masacre, decían que por los
Iscuandé, por ejemplo la vereda de Santa Rita Rastrojos, por las BACRIM. Masacre
en el año 2007 y nuevamente en el año 2009. de cinco personas en Los Domingos,
Para los Iscuandéreños, éstos eventos toman perpetrada por las BACRIM, por los
relevancia no solo por ser comunidades vecinas
que hacen parte de los territorios colectivos
Rastrojos. (Líneas de Tiempo.rtf)
de Comunidades Negras, sino porque al ser
Iscuandé el lugar receptor de dichos desplaza-
mientos, se empiezan a generar otra serie de fenómenos sociales, tales como, la utilización de la
escuela y otros espacios públicos, como sitios de vivienda y asentamiento de las comunidades
desplazadas, así como el surgimiento de nuevos barrios enteros que son etiquetados como “los
barrios de los desplazados”.
90
MEMORIA HISTÓRICA DESDE LAS VOCES DE LAS VÍCTIMAS DEL CONFLICTO ARMADO EN NARIÑO
fuerza pública por largos períodos, son entre otras, algunas de las situaciones que incrementan
la desconfianza en las instituciones del Estado y en las acciones que desde la institucionalidad se
llevan a cabo para posibilitar el acceso a la verdad, justicia y reparación integral.
Respecto a las mujeres Iscuandereñas, es evidente que al salir de su territorio en los contextos
de llegada no solo se agudizan las condiciones de desigualdad y de vulnerabilidad preexistentes
que limitan el goce efectivo de sus derechos debido a los altos índices de necesidades básicas
insatisfechas, sino que además como se analiza en el auto 092 se encontraron expuestas a otros
riesgos que impactan de manera diferencial, específica y agudizada a las mujeres, por causa de su
condición femenina en el marco del conflicto armado45.
En los relatos de las mujeres se señalan, la asunción del rol de jefatura de hogar femenina sin las
condiciones de subsistencia material mínimas requeridas, con especiales complicaciones en casos
de las madres con niños pequeños, mujeres con problemas de salud, con discapacidad o adultas
mayores; y dificultades económicas por los obstáculos en el acceso al sistema económico y falta
de oportunidades laborales y productivas, agravadas por el bajo nivel educativo que las somete
a condiciones de explotación doméstica y laboral .
45
REPÚBLICA DE COLOMBIA. CORTE CONSTITUCIONAL. Sala Segunda de Revisión. AUTO N° 092 de 2008
91
Por último, se menciona que el conflicto
armado, y los desplazamientos masivos que han ¿…de qué me dio dolor? De dejar
ocurrido no solo en Santa Bárbara, sino en toda la tierra. De dejar todo lo que
la sub-región, han generado impactos negativos habíamos hecho. De que nuestro
en la economía, principalmente por dos razones:
pasado se borrara, de tener que
la disminución de mano de obra a causa de la
migración y el abandono de los campos debido embarcarnos, huyendo a lo que
al temor de movilizarse en ellos por la presencia no habíamos hecho, y entonces
de actores armados, que ponen en riesgo la vida al igual que hoy, lloré de ese
de los campesinos. dolor que me causó el impacto
de tener nosotros que dejar lo
Con el desplazamiento las Comunidades Negras
nuestro.(teatro espontáneo)
ven debilitado su tejido social, los Consejos
Comunitarios pierden su capacidad de engranar
procesos de autodeterminación, de empoderamiento y sobre todo procesos culturales en busca
de su identificación como etnia, de sus costumbres y creencias propias, pero este nuevo reto
vincula en un proceso organizativo para la incidencia a las mujeres que encuentran una oportuni-
dad para reafirmar ahora su rol como líderes en su comunidad.
3. Impacto de los hechos violentos en las mujeres y demás familiares de las víctimas asesinadas.
Son múltiples las afectaciones diferenciales que dichos asesinatos selectivos han tenido en las
familias de las víctimas, especialmente desde la mirada de las mujeres, madres y esposas de estos
hombres asesinados en este contexto violento aún presente en la región.
Desde la perspectiva de las madres de las víctimas, se observa la dificultad para elaborar el duelo
por el fallecimiento, debido a la forma violenta en que son asesinados, y el lugar que los miembros
ocupaban en la estructura y organización familiar. En el caso de los desaparecidos, la imposibili-
dad de cumplir con los ritos y dar sepultura a sus hijos, impide que puedan elaborar su duelo de
manera completa.
“Yo le digo
que el dolor
es más que de un hijo,
el dolor de
porque mi un padre,
papá hace
murió, yo lo ya dos años
lloré, yo lo
qué, y yo a lloré para
mi papá no
recordando me la pasó
como recuer
yo ya a mi d o a mi hijo,
papá como
tratando de qu e lo estoy
olvidar, diga,
hijo no, mir pero a mi
é yo me d
noche y me espierto de
recuerdo de
salen las lágr él y se me
imas, no sé
(Madre de Efré p or qué…”
n)
92
MEMORIA HISTÓRICA DESDE LAS VOCES DE LAS VÍCTIMAS DEL CONFLICTO ARMADO EN NARIÑO
Otros familiares, aún siguen esperando la audiencia con Matamba, para poder esclarecer los
hechos, puesto que resolver los cuestionamientos sobre las razones de la muerte de su ser
querido, se convierten en un factor fundamental para la reparación de las víctimas y para subsanar
los daños psicológicos y emocionales que han quedado después de la pérdida.
“Uno de los
sueños de Is
es que haya cuandé,
oportunidades
las mujeres para
para poder
aquí son mu trabajar,
y pocas las
que trabajan mujeres
, como un 10
están prepar %... no
adas
con los métod , o están criadas
os
mujeres en la antiguos, que las
casa.”
(Conversació
n cotidiana)
93
Los habitantes de Santa Bárbara de Iscuandé hacen énfasis en la presencia de grupos armados en
la región, que continúan la disputa por el control territorial, especialmente de las vías fluviales en
el Pacífico Nariñense. De ésta manera se observa una violación frontal a los principios del Derecho
Internacional Humanitario al involucrar a la población civil en el conflicto armado y vulnerar los
derechos colectivos y sobre el territorio de las Comunidades Negras.
l
n presencia de
Yo diría que co
o el Estado lo ha
Estado, y no com o
nos está sirviend
entendido, que a
habernos traído
por el hecho de la
es. Yo creo que
las fuerzas militar
do debe ser más
presencia del Esta
aderos proyectos
efectiva. Con verd
s, no que queden
y proyectos reale
o han quedado
en papeles com y
as, promesas,
muchos. Promes
o.)
promesas. (El jueg
94
MEMORIA HISTÓRICA DESDE LAS VOCES DE LAS VÍCTIMAS DEL CONFLICTO ARMADO EN NARIÑO
Esperan además ,que haya una reparación colectiva y social, que permita reconstruir los lazos y
el tejido comunitario que se ha deteriorado a causa de la violencia en la región Los Iscuandereños
ven en la recuperación de la memoria histórica, un camino para visibilizar los hechos de los que
fueron víctimas y acceder a una reparación colectiva y equitativa para toda la comunidad, y que
de ésta manera el Estado y la sociedad civil vuelvan sus ojos a este territorio históricamente
abandonado y olvidado.
95
96
COMUNIDADES INDÍGENAS Y
CAMPESINAS FRENTE AL
CONFLICTO ARMADO
6
MEMORIA HISTÓRICA DESDE LAS VOCES DE LAS VÍCTIMAS DEL CONFLICTO ARMADO EN NARIÑO
Las actividades económicas más importantes están basadas en el sector agropecuario destacán-
dose el cultivo de papa, maíz, trigo, cebada, frijol, alverja; igualmente es significativa la explota-
ción de ganado bovino, porcino, caballar y especies menores. También cabe resaltar la actividad
comercial y artesanal.
46
Mapa 6. Fuente : Bases para la formulación del Plan de Desarrollo Departamental “Nariño Mejor” 2012-2015. San Juan de Pasto, 2012.
Disponible en Internet: http://www.narino.gov.co
47
GOBERNACIÓN DE NARIÑO. Bases para la formulación del Plan de Desarrollo Departamental “Nariño Mejor” 2012-2015. San Juan de Pasto,
2012. Disponible en Internet: http://www.narino.gov.co
99
Tabla 1. Composición de la Población en la exprovincia de Obando
De acuerdo con los registros estadísticos, los indígenas habitan en territorios titulados u ocupados
de hecho por los indígenas del departamento. Desde la perspectiva de los/as participantes en esta
investigación, es clara la conciencia sobre su pertenencia al territorio que habitan como legado de
sus antepasados que desde su origen ha correspondido al pueblo de los Pasto.
Por otra parte, la reducción de la población indígena y las problemáticas que afectan su diversidad
étnica y cultural está relacionada con el escalamiento del conflicto armado en la región, por
cuanto los Resguardos indígenas en Nariño, se han constituido en las últimas décadas en áreas de
interés estratégico para los actores armados que trae como consecuencias la violencia generali-
*Tabla 1. Fuente: Bases para la formulación del Plan de Desarrollo Departamental “Nariño Mejor” 2012-2015. San Juan de Pasto, 2012. Disponible
en Internet: http://www.narino.gov.co
* Solamente los municipios de Puerres , Iles, Gualmatán y Funes en esta subregión no tienen Resguardos indígenas.
48
GUERRERO, DÁVILA, Jairo. Situación territorial del pueblo de los Pasto de Nariño. En: La Tierra contra la muerte. Conflictos territoriales de
los pueblos indígenas en Colombia. Centro de Cooperación al Indígena CECOIN. Observatorio Indígena de Políticas Públicas de Desarrollo y
Derechos Étnicos. 2008. Pág. 177-179
100
MEMORIA HISTÓRICA DESDE LAS VOCES DE LAS VÍCTIMAS DEL CONFLICTO ARMADO EN NARIÑO
Cumbal
Panan
CUMBAL 23.929 35.000
Chiles
Mayasquer
Guachucal
GUACHUCAL Colimba
14.852 9.685
Muellamues
CUASPUD Carlosama 7.620 3.800
Ipiales
IPIALES Yaramal 17.577 8.400
San Juan
MALLAMA** Mallama 4.266 12.000
zada y la introducción de los cultivos de uso ilícito en estos territorios que no solo han afectado la
integridad y los derechos de la población indígena obligándola a emigrar o desplazarse sino que
además han favorecido la llegada de colonos y personas extrañas a la comunidad, con patrones
culturales y pensamientos diferentes que debilitan la identidad, la autonomía y la unidad de los
pueblos indígenas.
Las consecuencias del conflicto armado y la crisis humanitaria adquieren mayores dimensiones
*Tabla 2. Fuente: Bases para la formulación del Plan de Desarrollo Departamental “Nariño Mejor” 2012-2015. San Juan de Pasto, 2012.
Disponible en Internet: http://www.narino.gov.co
** Municipios que no pertenecen a la Ex Provincia de Obando, pero en los que también se encuentran Resguardos de Los Pasto.
*** Resguardo en Proceso de reconocimiento.
101
para la población campesina e indígena nari-
ñense que habita en los municipios de mayor “Lo que pasa es que hasta donde
proximidad a la línea fronteriza con el Ecuador, poquito alcanzamos a conocer, un
por las condiciones derivadas del tránsito de rey llamado Fernando VI de España,
actores armados y el tráfico de narcóticos manda unos encomenderos de Erazo,
que incide en las relaciones binacionales, las
actividades de subsistencia y el comercio local
de Miguel Erazo de Arellanos, a sacar
y regional y entre áreas de frontera. a los indígenas porque miraban que el
territorio estaba bueno para habitar
En primera instancia, en las poblaciones del ellos. Entonces esos señores vinieron e
vecino país, como efecto de la presencia de los intimidaron a las comunidades porque
actores armados se han instalado refuerzos pues más adelante definitivamente
militares en la frontera como estrategia de había debilidades, hora pues ya un
contención del conflicto colombiano y defensa
de la soberanía nacional del Ecuador, que
poquito por lo que tenemos un
afectan de distintas maneras la convivencia y poquito de conocimiento, pero y con
la cotidianidad en las comunidades locales. todo hay debilidades, que las hay las
hay”.
Igualmente los combates y enfrentamientos
entre actores armados y los distintos tipos de
presiones y acciones de violencia generados por el conflicto han desencadenado flujos migratorios
y desplazamientos hacia el vecino país, algunos temporales y otros sin retorno, que obligan a la
población migrante a someterse a condiciones irregulares o de ilegalidad, desempleo, subempleo
y explotación de la fuerza laboral. Frente a esta situación, no solo se agravan las condiciones hu-
manitarias por la falta de atención de emergencia y se deterioran las condiciones de vida, sino que
además se está afectando la protección de la población civil que en medio del conflicto no tiene
otra opción que cruzar la frontera para proteger su vida, enfrentando condiciones de inseguridad
más inciertas que las que tenían cuando abandonaron la región49.
Presenta una ubicación geoestratégica en el área limítrofe entre Colombia y Ecuador; puesto
que de los 270 Kilómetros de línea fronteriza de Nariño con la República Ecuatoriana, un 30%
corresponde a éste municipio, es decir una extensión aproximada de 55.35 Kilómetros, con una
distancia de 38 Kms a la ciudad fronteriza de Tulcan y el Puente Internacional de Rumichaca. Estas
condiciones estratégicas están asociadas a las posibilidades de comunicación ya que además de
la vía Ipiales – Rumichaca, se cuenta con varios pasos fronterizos alternos entre Cumbal y la
República del Ecuador: Tallambí – Chical; San Juan de Mayasquer - Maldonado; Chiles – Tufiño y
Cuaspud – Carchi50.
49
En la Parroquia El Carmelo, ubicada en la provincia del Carchi, límite con Nariño, el Ejército ecuatoriano decidió reforzar el pie de fuerza. Los
habitantes de frontera insisten en la presencia permanente del Ejército Nacional de Ecuador en la frontera con Colombia. En la provincia del
Carchi se vive una tensión constante desde el mes de diciembre de 2005 cuando iniciaron los combates entre el Ejército colombiano y la guerrilla
de las FARC.(En: Informe Especial : Empeora la situación humanitaria y se intensifica el conflicto armado en Nariño. Marzo de 2005.
50
Esquema de Ordenamiento territorial del Municipio de Cumbal, 2000-2008. En : Plan de Ordenamiento Territorial del Municipio de Cumbal
102
MEMORIA HISTÓRICA DESDE LAS VOCES DE LAS VÍCTIMAS DEL CONFLICTO ARMADO EN NARIÑO
Geográficamente, Cumbal es parte integrante del nudo de los Pasto y del Macizo Colombiano,
con límites por el norte, con el municipio de Guachucal, Mallama y Ricaurte; por el sur con la pro-
vincia del Carchi, república del Ecuador; al oriente limita con el municipio de Cuaspud Carlosama y
Guachucal y al Occidente, con el municipio de Ricaurte y la provincia del Carchi (Ecuador).
51
IBID
103
En éste se encuentra ubicado el casco urbano y posee ochos veredas: Guan, Tasmag, Cuaical,
Quilismal, Cuetial, Boyera, Cuaspud y Miraflores – San Martin; las cuales a su vez se encuen-
tran divididas en sectores.
Los límites de Ipiales por el Norte, corresponden a Pupiales, Gualmatán y Contadero; al sur con
la República del Ecuador; al occidente los municipios de Aldana, Carlosama, y la República del
Ecuador y por el Oriente con Puerres, Córdoba, Potosí, y el Departamento del Putumayo.
Por las funciones políticas y administrativas así como su ubicación espacial estratégica al servir
de paso obligado al interior del país y al vecino país del Ecuador, el municipio de Ipiales presenta
en las últimas décadas un significativo crecimiento urbano y de infraestructura física así como un
fuerte crecimiento poblacional.
* Se consideran centros funcionales, los núcleos poblados a los que la población de la subregión acude para realizar las actividades comerciales
o en requerimiento de servicios de salubridad, culturales, institucionales o administrativos.
52
DEFENSORÍA DELEGADA PARA LA EVALUACIÓN DEL RIESGO DE LA POBLACIÓN CIVIL COMO CONSECUENCIA DEL CONFLICTO ARMADO.
SISTEMA DE ALERTAS TEMPRANAS –SAT. Violencia sexual contra las mujeres en Nariño y la situación de derechos de las mujeres víctimas en
Pasto. INFORME TEMÁTICO.2011.Pág. 52
104
MEMORIA HISTÓRICA DESDE LAS VOCES DE LAS VÍCTIMAS DEL CONFLICTO ARMADO EN NARIÑO
Al Suroriente del municipio de Ipiales, sobre la vertiente Oriental de la Cordillera Centro oriental,
que geográficamente conforma la Cuenca Andino Amazónica, se ubica el corregimiento de la
Victoria, con una extensión de 1.342 km2 y abarca el 70% del territorio que conforma el muni-
cipio. Este corregimiento estratégicamente situado en la frontera con la República del Ecuador
y el departamento de Putumayo, es el contexto donde ocurren los hechos de violencia que se
reconstruyen en el capítulo ocho, titulado “Mujeres Nariñenses entre el Conflicto Armado y la
Resistencia”.
* Tabla 3. Fuente: Sitio Oficial del Municipio de Ipiales (Nariño) Disponible en Internet: http://www.ipiales-narino.gov.co/municipioinforma.
shtml?apc=mtCorregimiento-1-&x=13
105
106
“EL DOLOR QUEDA PERO
LA RESISTENCIA
CONTINÚA”
7
MEMORIA HISTÓRICA DESDE LAS VOCES DE LAS VÍCTIMAS DEL CONFLICTO ARMADO EN NARIÑO
El pueblo indígena de los Pastos, habita los territorios situados al sur - occidente de Colombia, en
el departamento de Nariño. En esta zona, se encuentran organizados políticamente en veintiún
(21) Resguardos de origen colonial, los cuales a su vez se dividen en Veredas y en Sectores.
Mapa 9 . Pueblos indígenas actuales en el departamento de Nariño. Fuente: Guerrero, Dávila Jairo. Solidario de AICO.
Mapa 10. Límites y División político- administrativa del Municipio de Cumbal
109
7.1 HISTORIA DE LA COMUNIDAD: RECUPERACIÓN DE TIERRAS POR
PARTE DE LOS INDÍGENAS PASTO, FORTALECIMIENTO COMO TERRITORIO
GANADERO Y PRODUCCIÓN LECHERA.
Los/as participantes relatan cómo la vereda la Boyera, corresponde a tierras que se encontraban
en manos de los terratenientes, las cuales fueron recuperadas gracias a una constante lucha
que se inicia en 1981, impulsada por la falta de tierras y el predominio del minifundio. En el año
1985 se hace entrega formal y material al cabildo indígena, del fundo denominado la Bueyera y
a partir de entonces se adelantan iniciativas para la organización de la comunidad tales como la
conformación de la Junta de Acción Comunal y la creación de la Guardia Indígena y se continúa
con el proceso de recuperación de tierras en diferentes veredas y sectores que se consolidan
como territorios de los Pasto.
Los indígenas que llegaron a habitar los terrenos de la Boyera, emigraron desde los páramos y
otras zonas montañosas de la región, para ocupar las tierras que fueron recuperadas a través de la
lucha y la resistencia; los testimonios confirman los distintos intentos realizados para la toma de
fincas por la comunidad indígena unida y organizada y particularmente fortalecida por los logros
alcanzados, a pesar de los encarcelamientos, maltratos y compañeros caídos, la comunidad no
cede en su empeño y justa lucha.
Destacan como en la toma de las tierras se realizan intentos de diálogo y se lleva a cabo la resis-
tencia pacífica, tomando como última alternativa la ocupación de hecho, con acciones de fuerza
dirigidas a picar, guachar y lotear el terreno como medida de presión para lograr la negociación y
finalmente la entrega del predio al Cabildo.
“Estos territorio
s han sido nuestr
de los indígena os,
s, entonces co
se trata que mo
hay que sanear
territorio entonc el
es nos dentramos
la fuerza, entonc a
es los señores al
Vista del sector, y al fondo la frontera con la República invadido por los ver
del Ecuador. indios, entonces
llaman la fuerza ellos
pública, donde ell
vienen y sacan os
a la comunidad
fuerza, pero ellos a la
hacen resistencia,
empieza a haber y
piedra, palo y pu
resistencia en to es
das las formas”.
110
MEMORIA HISTÓRICA DESDE LAS VOCES DE LAS VÍCTIMAS DEL CONFLICTO ARMADO EN NARIÑO
La comunidad se refiere a las múltiples dificultades que enfrentan cuando después del primer paso
que representa la recuperación del territorio, llegan habitantes procedentes de distintas veredas
y tienen que emprender un proceso de construcción del tejido social y de organización como
comunidad, para iniciar luego de manera colectiva la adecuación de las condiciones necesarias del
lugar donde van a vivir con su familia, levantar las viviendas y obtener los servicios básicos siempre
buscando el “buen vivir”, en el marco del equilibrio entre la naturaleza y el bienestar individual,
familiar y comunitario.
Al referirse a las actividades productivas y las diversas dificultades que han tenido que superar
para lograr la estabilidad de la comunidad y el progreso de la vereda, resaltan como su tradicional
dedicación a las actividades agropecuarias, base de la economía campesina se vio interrumpida
por la llegada de los cultivos ilícitos a la vereda y la dedicación al cultivo de la amapola como
alternativa de dinero fácil. Dentro de los factores que llevaron a esta comunidad en el Sector
Cuaspud- El Rejo a vincularse en este tipo de actividades ilegales se menciona la crisis económica
que vivieron a causa de la pérdida de sus cosechas por la polilla de la papa.
111
“Desde ese ento
nces cuando ya
llegamos a este se
ctor, comenzaron
ya los atracos, pr
imero en nuestro
sector, esta era
la primera base.
Comenzaron a
robar primero
llegarse a las casa a
s y a llevarse todo
lo que había, te
levisor, joyas, de
todo. Bueno, en
tonces nosotros
ya no teníamos
seguridad”.
(Hombre, línea de
tiempo)
Los pequeños productores capacitados se
asocian para la producción lechera
112
MEMORIA HISTÓRICA DESDE LAS VOCES DE LAS VÍCTIMAS DEL CONFLICTO ARMADO EN NARIÑO
Simultáneamente con el propósito de erradicación manual de los cultivos ilícitos en este Sector
surge el interés de la administración municipal de Cumbal para lograr la vinculación de esta
comunidad con algunos programas de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Inter-
nacional - USAID- y de algunas agencias nacionales que pudieran aportar recursos para apoyar
el desarrollo de las actividades productivas tradicionales de manera sostenible al mismo tiempo
que se lograra reducir los impactos de los cultivos ilícitos y mejorar las condiciones de vida de las
comunidades indígenas de la Boyera. Se vio la conveniencia de implementar centros de acopio
que les permitiera el enfriamiento y acumulación de las pequeñas cuotas de la producción lechera
y su negociación en forma conjunta con otras plantas acopiadoras o procesadoras de productos
lácteos.
La comunidad indígena del sector Cuaspud-El Rejo identifica como una de sus principales
vulnerabilidades su ubicación fronteriza con la República del Ecuador, que se encuentra a sólo
un kilómetro y medio de distancia; convirtiéndolos en blanco fácil de delitos como el hurto, el
vandalismo, y el abigeato (hurto de ganado) entre otros.
Además de la falta de habitación de la zona, otra de las razones que incrementa su vulnerabilidad
es el hecho de que los delincuentes que cometen actos ilegales en Colombia, se refugian poste-
riormente en el lado Ecuatoriano, impidiendo de esta manera, que las fuerzas armadas nacionales
puedan actuar.
113
Una de las mayores preocupaciones de los habitantes, es que en su actividad productiva opera a
través de créditos bancarios y estatales. El ganado que explotan no es de su propiedad sino que se
encuentra pignorado a la entidad prestadora del dinero. Por ello, cuando se produce el abigeato,
no sólo se pierde el insumo para el auto-abastecimiento y la comercialización, sino que además
deben seguir cancelando la deuda bancaria.
La Guardia Indígena constituye una forma de organización social interna que está bajo el control
interno del Resguardo y que como legado cultural y ancestral indígena representa la resistencia
integral, activa y no violenta que se extiende a todos los ámbitos; el cultural, étnico, social, que
pretende fortalecer valores, costumbres, memoria, idioma, cultura, autonomía,autoridades y
organizaciones indígenas53. Esta organización es vista como un proceso de resistencia que ha
caracterizado a esta comunidad; como una forma de resistencia cultural pacífica para enfrentar
unidos un problema y mantenerse en el territorio.
53
SANDOVAL, Eduardo Andres. La Guardia Indígena Nasa y el arte de la resistencia pacífica. Bogotá: Ediciones colección Étnica: Diálogos
interculturales. 2008.
114
MEMORIA HISTÓRICA DESDE LAS VOCES DE LAS VÍCTIMAS DEL CONFLICTO ARMADO EN NARIÑO
que se turnan la salida día de por medio. A través de este mecanismo habían logrado disminuir
el robo, quedando demostrada su eficacia para el control del abigeato. Además, es significativo
que la reorganización de la Guardia Indígena, fortaleció la unidad y solidaridad entre los miembros
de la comunidad.
Después de 20 minutos de iniciada la ronda de Lugar de encuentro del grupo de la guardia, momentos
esa noche, el grupo se percata de que por la antes del ataque
carretera, se aproximan dos vehículos en direc-
ción Carlosama – Panan. Dan la notificación al
otro grupo de la Guardia, y acuerdan detenerlos para verificar que no sean delincuentes dedicados
al robo de ganado.
Los dos automotores que se aproximaban, correspondían a vehículos particulares que transporta-
ban miembros del Ejército Nacional, grupo José María Cabal No. 3, de Ipiales. Según el reporte de
los miembros de la comunidad, esa noche éste pelotón del ejército estaba realizando un recorrido
debido a un reporte de presencia de guerrilla en la zona; sin embargo, los habitantes hacen énfasis
en que no se les informó previamente sobre su ingreso al territorio indígena, ni a las autoridades
del cabildo ni a la Guardia Indígena.
115
Lugar por donde se aproximan los vehículos del ejército
116
MEMORIA HISTÓRICA DESDE LAS VOCES DE LAS VÍCTIMAS DEL CONFLICTO ARMADO EN NARIÑO
117
La movilización de las mujeres para evitar el encubrimiento del hecho
El lugar de los hechos está ubicado a unos pocos kilómetros de las viviendas más cercanas, por eso
las madres, esposas e hijas de los miembros de la guardia escuchan las ráfagas que interrumpen la
acostumbrada tranquilidad de la noche en esta zona rural. Es así como se genera la primera alerta;
empiezan a activarse las alarmas y las personas de la comunidad ubicadas en los lugares más
cercanos se movilizan hacia el lugar de los hechos.
Debido a la distancia entre una y otra vivienda, y el lugar donde ocurrieron los hechos, transcurren
entre 5 y 10 minutos en los que las mujeres y los miembros de la Guardia Indígena del otro grupo
que estaba de turno esta noche se aproximan al sitio. Al llegar, encuentran que el perímetro está
cercado por los soldados; la esposa y la hija de una de las víctimas que fueron las primeras en acer-
carse al lugar donde se encontraban los cuerpos, nos relatan en el recorrido por el sector, como
el ejército atraviesa sus armas e impide el paso de las personas hacia el sitio exacto en donde
yacen los cuerpos, dirigiéndose a ellos de manera amenazante. Allí, las mujeres valientemente
se enfrentaron a los soldados, para poder ingresar a donde estaban sus familiares y compañeros
caídos, al tiempo que gritaban y pedían auxilio a la comunidad.
Las mujeres familiares de las víctimas, y los miembros de la Guardia logran pasar la barrera
establecida; algunos se tornan también a la defensiva, e incluso los atacan para poder ingresar
hacia donde se encuentran los cuerpos; buscan, alumbrando con las linternas, los cuerpos de
sus familiares hasta que los encuentran y se dispersan entre los dos heridos, y el fallecido, para
prestarles auxilio. En este momento, ya con testigos de la comunidad, la víctima sobreviviente
pudo dar señales de que se encuentra vivo y pedir auxilio para salvar su vida.
Para las familias de las víctimas asesinadas, revivir esta historia es todavía muy doloroso. Relatan
que una de las víctimas, padre y esposo de las mujeres que llegaron en primer lugar, aún se en-
contraba con vida. Intentan reanimarlos y protegerlos, sin embargo, pronto se dan cuenta que las
heridas son mortales. Las mujeres inician una cadena de oración, recurriendo a su fe para dar paz
a este hombre que se encuentra sufriendo.
118
MEMORIA HISTÓRICA DESDE LAS VOCES DE LAS VÍCTIMAS DEL CONFLICTO ARMADO EN NARIÑO
“Yo en ese rato que llegamos ahí, lo que yo tenía era desesperación, los gritaba los
insultaba, los maldecía a esos soldados, pero en un rato no se si sería que se me
hizo escuchar, o si fue que yo escuche que mi papá me llamó y que me dijo mija,
porque yo creo que él si nos escuchaba todavía porque esas horas mi papá estaba
vivo todavía, y yo lo miré a él y él se cogía la cara, él se tocaba aquí donde salía la
bala, entonces ya la mami dijo, venga mija, su papá todavía está tibito, y cuando
yo fui yo pues le pedía la bendición (llanto), yo le decía deme la bendición papi, no
se muera, lo que yo le rogaba a mi papá, mi mamá le decía levántese, le decía, y
nosotros le gritábamos entonces me parece que fue don XXX, que nos dijo déjenlo,
el vecino ya no tiene remedio”.
(Mujer joven, hija de la víctima, grupo focal mujeres)
En pocos minutos, cada vez llegan más y más vecinas y vecinos del sector, y la gente empieza
a agruparse,aunque permanecen intimidados por las armas de los soldados que pretenden
impedirles el ingreso; intentando además dar la vuelta a los vehículos y llevarse los cuerpos de
los muertos, y el herido. Es aquí donde las mujeres y vecinos los confrontan y empiezan a hacer
resistencia para evitar que esto ocurra; ante la imposibilidad de detener la marcha de los carros
del ejército, las mujeres en cadena y tomadas de las manos toman la iniciativa de bloquear con
sus cuerpos la salida de los automotores y algunas otras se atraviesan frente a los vehículos; es en
este momento, cuando los miembros del ejército reaccionan agresivamente e incluso amenazan
con atacarlos.
Poco a poco, al ver y sentir con más fuerza la presencia de la comunidad, y especialmente de las
mujeres, los soldados empiezan a replegarse y detienen las agresiones a la población indígena.
Manifiestan que fue notorio el cambio de
actitud de los militares que se mostraron
agresivos y ultrajaron a los/as indígenas cuando “Y cogían esos fusiles y nos
estos últimos eran pocos, pero se muestran empujaban. Este carro comenzó
temerosos y se repliegan al sentir la fortaleza a entrar, y nos venció, porque
y las voces de justo reclamo de toda la comuni- nosotros deciamos que se quede
dad que fue congregándose en el lugar.
quieto y ellos arrancaban, nos
Se menciona que en la noche llegaron alrededor venció y entró a esta entradita que
de unas 500 a 600 personas, y en el transcurso era por aquí,... Entonces entraron
de la madrugada y el día siguiente, se agrupa- e inclusive ahí ese carro dio la
ron cerca de 1500 a 3000 Indígenas Pasto de vuelta así ya en el potrero para
los Resguardos de Cumbal, Carlosama, Chiles regresarse y a salir ya, cuando eso
y Panan. estábamos pocos, entonces ahí ya
fue cuando las señoras llegaron y se
Los habitantes de la comunidad, reconocen la
importancia de su unión, y de la fortaleza de hicieron cordón a no dejarlos pasar,
la comunidad indígena, para haber actuado entonces ya vino más comunidad y
de manera rápida y valiente, e impedir que pincharon las llantas(de los carros),
los agresores evadieran su responsabilidad y llegaron con palas, lanzas y listo,
y huyeran; se reconoce este evento como un mucho mejor,…”
hecho histórico para la comunidad, y a su vez (Hombre mapa parlante)
es representativo de la resistencia del Pueblo
119
de los Pasto por la defensa de sus
derechos, su territorio y su autono-
mía.
120
MEMORIA HISTÓRICA DESDE LAS VOCES DE LAS VÍCTIMAS DEL CONFLICTO ARMADO EN NARIÑO
de más testigos y autoridades públicas que garanticen transparencia al proceso. Piden al CTI que
el levantamiento se realice en horas del día siguiente; aunque inicialmente el CTI no accede a la
solicitud de la comunidad, posteriormente llegan a un acuerdo y este se retira.
za indígena
de nuestra ra
“Y las mujeres otro día esas
de corazón, al
son de coraje, e quién hizo
los notaban qu
mujeres todas laban ese fusil
ién mató, le ja
matar, que qu y a darle con
era a quitarle
que tienen, y én, no ve que
vidísimas tambi
el mismo, atre matar que
n, si ellos de
demasiado decía es, pero no ve
ngan a
a los ladr on
mataran nrada
la ge nt e buen a a la gente ho
matar a e no vengan
do su sector, qu
que está cuidan que no les ha
llevar las cosas,
los ladrones a racar”.
que vienen a at
costado nada, ista)
munidad, entrev
(Mujer de la co
121
Levantamiento de los cuerpos y negociación con autoridades del ejército
En la reunión para establecer acuerdos mínimos en los cuales se acepten las responsabilidades
legales por los asesinatos de los dos miembros de la Guardia Indígena, la salud del herido y la
reparación legal y económica a las familias de las víctimas; se firmó un acta, en la cual el ejército
asumía la responsabilidad sobre los hechos, afirmando que se había cometido un error, que los
dos miembros de la guardia no pertenecían a ningún grupo armado ilegal y que no existió ataque
por parte de ellos hacia la fuerza militar y que por tanto éstos últimos no actuaron en defensa
propia sino que atacaron indiscriminadamente a los indígenas54.
54
Por la forma como se dieron los hechos en el caso de La Boyera y los antecedentes de otros casos de violencia de las fuerzas militares
contra las comunidades indígenas; el 25 de septiembre de 2008, durante el consejo de seguridad realizado en la región, se denunció ante las
autoridades competentes, organizaciones de derechos humanos y veedores internacionales que éste no es el primer caso en la zona en el que
miembros de esta comunidad hayan perdido su vida en circunstancias similares y fueran presentados como muertos en combate.
122
MEMORIA HISTÓRICA DESDE LAS VOCES DE LAS VÍCTIMAS DEL CONFLICTO ARMADO EN NARIÑO
Por otra parte, los representantes del ejército se comprometieron a responsabilizarse por los
gastos de salud del herido, la protección del testigo y la reparación a las familias de las víctimas.
Sin embargo, esta declaración de responsabilidad fue retractada por el representante del Ejército
en un consejo de seguridad que se realizó aproximadamente cuatro días después, hecho que ha
causado gran indignación en las víctimas, los familiares y la comunidad en general.
Una de las evidencias que permitieron confirmar posteriormente que los miembros de la Guardia
fueron atacados y que no correspondió a un enfrentamiento, fue el hecho de que pese a que
los hombres de la Guardia portaban escopetas, estas nunca fueron usadas y se encontraban en
mal estado, por lo cual nunca emitieron un disparo hacia el ejército; de manera que se invalida
entonces la versión del ejército, de que actuaron en defensa propia.
Paralelamente a todo este proceso de negociación con las autoridades y el velorio de los fallecidos,
el joven víctima que logró sobrevivir a los disparos inició su proceso de atención y recuperación en
el Hospital Departamental, en el municipio de Pasto, al cual fue trasladado debido a la gravedad
de su estado; en su relato nos cuenta cómo se dio su proceso de lucha y resistencia para poder
recuperarse de las graves heridas, si bien su recuperación dos años después aún no termina, su
voluntad y fe le han servido de sostén emocional para salir adelante después de estos graves
sucesos en los cuales estuvo a punto de perder su vida.
Aunque uno de los principales compromisos en la reunión posterior a los hechos violentos, era
la responsabilidad de asumir los gastos de salud en los que incurriera el joven herido, esto no se
cumplió. Su EPS ha asumido los gastos de operaciones y recuperación; muchos otros gastos como
el transporte desde la vereda a las ciudades en donde se le presta la atención, medicamentos no
cubiertos por el POS, entre otros, han tenido que ser asumidos por él y su familia, empeorando su
situación económica drásticamente.
123
Uno de los factores que más afecta a la comunidad y a las familiares de las víctimas, es el hecho
de que el proceso legal que han debido emprender sea contra el Estado. Existe desconfianza en
las instituciones y su funcionamiento; por otra parte, contratar una adecuada asesoría legal, que
además sea transparente y no esté sujeta a la corrupción del sistema implica inversión de altos
costos, que la comunidad no está en capacidad de cubrir; en este sentido, existe además una
violación del derecho al debido proceso.
Uno de los impactos comunitarios más evidentes, se expresa en el temor hacia las institucio-
nes militares y la desconfianza frente al deber del Estado de proteger a sus ciudadanos, como
124
MEMORIA HISTÓRICA DESDE LAS VOCES DE LAS VÍCTIMAS DEL CONFLICTO ARMADO EN NARIÑO
resultado no solo del ataque sino también de la impunidad que ha acompañado el proceso. La
impunidad ha sido definida por la Corte Interamericana de Derechos Humanos55 como “la falta
en su conjunto de investigación, persecución, captura, enjuiciamiento y condena de los respon-
sables de las violaciones (…) el Estado tiene la obligación de combatir tal situación por todos los
medios legales disponibles ya que la impunidad propicia la repetición crónica de las violaciones
de derechos humanos y la total indefensión de las víctimas y de sus familiares”. La comunidad,
lejos de sentirse respaldada, se siente desprotegida e incluso atacada por aquellos que desde la
institucionalidad deberían cumplir el rol de protección.
“Por eso le
decía eso n
generado os ha
más miedo
inseguridad,te , mas
ner
en la ley y en menos confianza
el gobierno p
vemos que orque
para nosotro
hay solución s no
, no hay re
entonces la spaldo, y
hemos ido
ahí”. (Homb pasando
re de la com
línea de tiem unidad,
po)
Uno de los factores que más afecta a la comunidad, a la víctima sobreviviente y a las familias de
las víctimas, es el proceso legal que han debido emprender contra el Estado y la imposibilidad de
contratar una adecuada asesoría legal, que sea transparente y no esté sujeta a la corrupción del
sistema implica inversión de altos costos, que las familias no están en capacidad de cubrir.
El joven de 21 años que sobrevivió al ataque del ejército, ha tenido que enfrentar un duro proceso
de recuperación física y emocional durante estos dos años; actualmente su movilidad es parcial,
lo cual impide su reinserción en las labores productivas y limita su independencia. Los gastos eco-
nómicos han generado un deterioro de la calidad de vida de su familia, y una recarga de funciones
en la madre, que se ha convertido en la cabeza del hogar.
Con respecto al impacto psicológico, también las consecuencias de los hechos han sido notorias;
su discurso transcurre entre:
55
Corte Interamericana de Derechos Humanos, 2005
125
2) su inconformidad con las difíciles
situaciones que ha debido vivir a raíz del
hecho, y el dolor físico y emocional que
ha debido enfrentar en su proceso de “La vida mía
pu
recuperación, y yo llevaba an es para la libertad que
tes fue más
que se me qu de la mitad
itó la liberta ,
3) su agradecimiento por la nueva una pues qu d a mí, porque
oportunidad de vida y su búsqueda de e quedé sin
débil, quedé sangre, qued
fortaleza y motivos para luchar y seguir mejor dicho é
ya la vida ya sin fuerza,
adelante. El joven sobreviviente ha sido para mí fue
duré 10 mes diferente (…
testigo del doloroso proceso que han es que no p )
ha sido muy odía caminar
enfrentado familiares y vecinos con la dura mi recu ,y
muerte de sus dos compañeros; por ello puedo trabaj peración, ya
ar, incluso no no
no puede dejar de hacer comparaciones bonito, ya p puedo camin
ues quedé en ar
con ellos, y se cuestiona las razones por mal con el p fermo, qued
ie, entonces é
las cuales él aún está con vida, pero sufrimiento eso ha sido
sufriendo, mientras sus dos compañeros para mí y p un
ara mi famili
murieron. Este joven trata constan- a”.
temente de manifestar una actitud
positiva hacia su futuro, basado en su
capacidad de lucha y resistencia ante la adversidad; mantiene la confianza en que el proceso legal
dé un fallo favorable y el Estado reconozca el daño moral, económico y psicológico que le ha
causado, para poder recuperar un nivel de calidad de vida aceptable.
Para el guardia que logró escapar y sobrevivir a los hechos, el principal impacto está dado por su
condición de vulnerabilidad, al ser un testigo clave durante todo el proceso legal. Por esta con-
dición, desde la ocurrencia de los hechos vive con temor constante de que su vida pueda correr
riesgo; por ésta razón debió cambiar sus rutinas, y recurrir al apoyo de sus vecinos y autoridades
que le protegieran de cualquier ataque lo cual ha sido crucial en este caso.
tad que
ía p u es para la liber
“La vida m mitad,
an te s fu e más de la
yo llevaba í, porque
qu it ó la libertad a m
que se m e quedé
e qu ed é sin sangre,
una pues qu fuerza,
é m ej or dicho ya sin
débil, qu ed nte (…)
p ara m í fue difere
ya la vi da minar, y
m es es qu e no podía ca ya no
duré 10 peración,
dura mi recu
ha sido muy cluso no puedo
caminar
ajar, in
puedo tr ab o, quedé
ya p u es quedé enferm do un
bonito, eso ha si
ie, entonces
mal con el p m í y para mi
familia”.
nt o p ar a Víctima sobreviviente en ejercicio de
sufrimie evaluación de impacto
126
MEMORIA HISTÓRICA DESDE LAS VOCES DE LAS VÍCTIMAS DEL CONFLICTO ARMADO EN NARIÑO
Los familiares de las víctimas, especialmente las mujeres, han debido afrontar un doloroso
proceso de duelo tras la pérdida de sus seres queridos. Varios de estos duelos aún continúan sin
elaborarse, y para ellas resulta especialmente difícil y traumático revivir los momentos relatados
hasta ahora.
El asesinato de los dos hombres de la Guardia Indígena, trajo consigo una desestabilización
de las dinámicas familiares; Hugo Alpala, una de las víctimas, tenía bajo su responsabilidad la
organización y planeación al interior del núcleo familiar. Igualmente, el otro hombre asesinado
jugaba un rol fundamental en el apoyo a su madre. Las mujeres de las familias afectadas tuvieron
que enfrentarse a la tarea de aprender a vivir sin su apoyo económico y moral y han tenido que
re-diseñar estrategias para salir adelante .
lo
e yo no
E s qu e d e mi part lo está
“ lo que un o
n t ar ndo
quiero co y lo está pasa r
lo p asó
pasando, mí, po
s m u y duro para
(llanto) e orque
lo p u e do contar, p
eso yo n o ncio),
e s d u ro (llanto, sile
para m í murió
ie n to , d e sde que se
mi sufrim ande”.
m i su frim iento es gr
mi hijo, sinado)
a d re d e hombre ase
(M Grupo focal-Evaluación de impacto
“No se cumpl
ió nada, o se
papeles están a los
ahí, están firm
pero de eso ados
no ha salido
entonces ahí da nada,
como más rabia,
así no sean ello yo
s, yo a los sold
les tengo miedo ados
y les tengo rabi
yo que mire un a,
soldado por ah
uno se queda co í,
n ese trauma.”
(Hija de víctima, .
entrevista)
sinada
Hijas de la víctima ase
127
Cabe mencionar que la falta de responsabilidad estatal sobre los hechos causa indignación en las
mujeres familiares de las víctimas; afirman que de todos los compromisos firmados, ninguno se
ha cumplido y esto genera sentimientos de ira y resentimiento hacia las fuerzas militares y hacia
las instituciones estatales en general. También confían en que el proceso legal arroje resultados
favorables, y se les repare por la pérdida.
Transcurridos más de dos años desde que ocurrieron los hechos violentos, la Comunidad del
Sector Cuaspud- El Rejo, rescata dentro de sus fortalezas fundamentales la unión y la comuni-
cación, características que han perdurado a través de los procesos de resistencia; y pese a los
dolorosos eventos que debieron enfrentar tras el asesinato de dos de sus miembros indígenas,
siguen presentes y les ha permitido hacer frente a la inseguridad fronteriza, los arduos procesos
de negociación con autoridades y la elaboración del duelo colectivo ante las muertes de sus
familiares, compañeros, vecinos.
128
“MUJERES NARIÑENSES:
ENTRE EL CONFLICTO
ARMADO Y LA
RESISTENCIA”
8
MEMORIA HISTÓRICA DESDE LAS VOCES DE LAS VÍCTIMAS DEL CONFLICTO ARMADO EN NARIÑO
Los integrantes de la familia con la que se reconstruyó el caso, son habitantes del Corregimiento
de la Victoria, en el Municipio de Ipiales. Es una familia de tipo nuclear, conformada por la madre,
AA, el padre José Adalberto y tres hijos: J hombre de 32 años, L mujer de 24 años y Z56 mujer de 28
años. Z actualmente está casada y tiene dos hijos de esta unión, de 4 y 2 años respectivamente.
L y J son solteros y viven con la madre. Además, hacen parte importante de esta familia la abuela
materna, y Mariana, hermana de AA, quienes convivían con la familia nuclear y mantenían lazos
afectivos cercanos.
Como muchas de las familias rurales del último siglo en Colombia, ésta familia tiene una historia
de migración intra-regional que se inicia por parte del padre y la madre, en sus años de juventud;
durante los años 1980 - 1984 inmigraron al sector como colonos para vincularse a la explotación
de los recursos forestales motivados por la posibilidad de adquirir títulos de propiedad sobre las
tierras que trabajaban. Los hechos de violencia vivenciados por esta familia, se inician en el año
2009 cuando el padre, José Adalberto, es asesinado por miembros de la guerrilla de las FARC-EP,
en condiciones que se relatarán más adelante. Posterior a este fallecimiento, una de las hijas,
Z, es torturada y violentada sexualmente en el año 2011, por un miembro del Ejército Nacional;
aunque claramente la intención era asesinarla, la mujer logró sobrevivir al ataque; en este mismo
año, Mariana, hermana de AA es asesinada en su lugar de trabajo por miembros de la misma
guerrilla. Adicionalmente a estas muertes y ataques, la familia ha sido víctima de amenazas y
extorsiones en su finca de residencia, a causa de enfrentamientos entre la guerrilla de las FARC- EP
y el Ejército Nacional, por encontrarse su vivienda, en un lugar fronterizo estratégico. La familia
afirma sentirse amenazada y en continuo peligro; han solicitado refugio político fuera del país,
sin embargo las opciones aun no se han concretado y la familia no ha consolidado la decisión de
abandonar su territorio.
56
Los nombres de los hijos han sido modificados para proteger la identidad de la mujer víctima de violencia sexual, a petición de la familia.
131
8.1 ANTECEDENTES GENERALES A LOS HECHOS VIOLENTOS
Los actores armados empiezan a intervenir en las actividades cotidianas de la población, siendo
ellos quienes establecen las normas, las sanciones, las formas de resolución de conflictos comu-
nitarios; en éste periodo se inicia la ejecución de personas que van en contra de estas reglas, por
ejemplo ladrones y delincuentes comunes, con lo que buscan proyectar la imagen de “limpieza
social” en la zona. También se identifica que por esta época inician los asesinatos a sangre fría
de personas que pueden ser considerados como colaboradores, simpatizantes o de tener algún
vínculo con la fuerza pública; estos asesinatos se realizan a plena vista de los demás habitantes,
como forma de amedrentar o intimidar y al mismo tiempo fortalecer el control que mantienen
sobre la población, evitando además el regreso de las fuerzas del Estado.
Se recuerdan también durante estas dos décadas, múltiples asesinatos cometidos por la guerrilla
contra sus miembros, cuando éstos realizaban prácticas fuertemente castigadas, entre ellas la
deserción y la utilización del nombre de la organización para extorsionar a los habitantes, para
obtener beneficios económicos personales. Los habitantes identifican que los miembros de la
guerrilla, por lo general no son personas de la misma región, sino personal vinculado desde otras
regiones que circula por los diferentes Frentes a lo largo y ancho del país. Por esta razón, cuando
son asesinados los cuerpos nunca son reclamados por nadie, sus asesinatos probablemente
132
MEMORIA HISTÓRICA DESDE LAS VOCES DE LAS VÍCTIMAS DEL CONFLICTO ARMADO EN NARIÑO
Entre los años 2005 – 2006 inicia el auge de los cultivos ilícitos de amapola en las veredas y
sectores del corregimiento de la Victoria; dicha plantación de la cual se extrae la heroína, que
al ser comercializada ilegalmente se convierte en una de las principales opciones productivas
para los habitantes, situación que además de las múltiples afectaciones que ocasiona en el tejido
social y la dinámica comunitaria, incrementa el control territorial por parte de los grupos armados
ilegales.
El auge de los cultivos de amapola junto con la introducción en la zona de sitios o laboratorios
clandestinos para su procesamiento y la aparente bonanza que se generaba a través de estas ac-
tividades conlleva a que, pese a ser una actividad ilegal, se vuelve tan cotidiana su realización que
incluso se promueven en la región la conformación de cooperativas de agricultores y/o producto-
res en torno a este cultivo, y se capacita a los habitantes sobre su producción y procesamiento.
133
Asesinato del padre y líder comunitario José Adalberto Cuasquer en el
año 2009
José Adalberto, nació en La Victoria, Nariño, el 21 de
octubre de 1951, tenía 56 años en el momento de su
muerte. Cuando tenía veintiocho (28) conoció a AA
con quien construyó su hogar. Con respecto a su
caracterización personal, los familiares le recuerdan
como una persona dedicada y hábil para diferentes
labores, por eso se desempeñó en todas las áreas
que fueron de su interés, como por ejemplo la
mecánica, locución, acopio lechero, carpintería,
electricidad, zapatería, albañilería.
134
MEMORIA HISTÓRICA DESDE LAS VOCES DE LAS VÍCTIMAS DEL CONFLICTO ARMADO EN NARIÑO
a circular entre los habitantes de a zona, hasta que la noticia llega a las autoridades (Ejército y
Fiscalía), quienes se movilizan a desactivar las bombas de manera segura, lo cual implicó pérdidas
materiales para el grupo armado ilegal. Se asume que José Adalberto fue quien dio el parte a las
autoridades, y por lo tanto es señalado como informante.
Como una cuenta de cobro por las pérdidas que implicó para el grupo armado la desactivación de
los cilindros de gas por parte del ejército, la guerrilla hurta varias cabezas de ganado que la familia
tenía en su finca; dicha práctica de abigeato es frecuente en la frontera con el Ecuador, tanto como
mecanismo de financiación de los grupos ilegales, como por parte de la delincuencia común. Este
episodio lleva a que el padre confronte al comandante del grupo guerrillero frente al abigeato y
nuevamente quede en la mira del grupo ilegal. Por último, su trabajo con la emisora comunitaria
se constituye también en un elemento de riesgo; de acuerdo con las versiones de la familia, en
un encuentro del padre con el comandante del grupo guerrillero, éste último lo coacciona para
que a través de la emisora comunitaria se haga presión para que la policía salga del territorio; sin
embargo José Adalberto se niega a utilizar a la emisora para este fin, confrontando al armado.
La muerte violenta de José Adalberto ocurre en la “Casa verde”, una vivienda y parcela que la
familia tenía en arriendo desde que el propietario del predio fue también obligado a dejar la región
después de ser víctima de extorsión y el asesinato de uno de sus hijos. El 13 de abril,siendo las
11:30 de la mañana la pareja de esposos se encuentra sola en casa; AA atiende la puerta y encuen-
tra a dos hombres que están en busca de José Adalberto y le piden que lo llame porque quieren
hacer un trato con él, así que ella accede y va a buscarlo.
135
Cuando José Adalberto sale, intercambian un saludo y le piden que salga a unos cuantos metros
de la entrada del hogar pero él se niega y les dice que aquello que tengan para decir, lo digan frente
a su señora; en ese instante los dos hombres desenfundan el arma y en frente de ella le propinan
varios tiros; José Adalberto trata de cubrirse sin lograrlo, y es tal el impacto, que su cuerpo llega
algunos metros atrás dentro de la casa. El padre no muere instantáneamente, sino que permanece
alrededor de 30 a 45 minutos agonizando. La familia desconoce si quienes realizaron el asesinato,
son los mismos guerrilleros involucrados en el abigeato y en el conflicto por los cilindros bomba,
pero tienen certeza de que fueron miembros pertenecientes al Frente 48 de las FARC, por los
panfletos que dejaron en el lugar de los hechos.
La madre, después de ocurridos los hechos, llama a su hija por teléfono celular para informarle que
su padre ha sido herido, y de esta manera se activa la red de comunicación con otros familiares
para transmitir la noticia y acudir al auxilio del padre. El hijo mayor, J, y la hija, Z, que se encontra-
ban en el pueblo, se desplazan en moto hasta la Casa Verde, y encuentran a su madre cubierta de
sangre y el cuerpo de su padre tendido en el lugar donde quedó después de los disparos; también
han llegado otros familiares, quienes al encontrar el cuerpo, acuden a la oración.
Mientras J sale a conseguir la ambulancia, la hija, Z, le pregunta a su madre qué ruta tomaron los
asesinos, y ella le indica. Es así como en un momento de ira y sin medir las consecuencias, toma el
revólver de la casa y sale tras ellos, inicialmente en compañía de un tío, y después sola. Su relato
muestra el dolor que sentía e incluso la necesidad de encontrarlos y vengar la muerte de su padre,
que en ese momento era superior a cualquier razonamiento sobre los peligros que podía correr.
Después de un rato de iniciar la persecución hasta las proximidades de la línea fronteriza con
Santa Bárbara en el Ecuador, donde los asesinos se refugian, la mujer se da cuenta que les ha
perdido el rastro y que su búsqueda no tendrá ningún resultado, así que decide volver a su casa y
se traslada junto con su madre en un automóvil para ir a acompañar a su padre.
136
MEMORIA HISTÓRICA DESDE LAS VOCES DE LAS VÍCTIMAS DEL CONFLICTO ARMADO EN NARIÑO
En un último intento por salvarle la vida y ante los insuficientes recursos con los que se cuenta
en la Victoria para atender este tipo de emergencias, allí se le prestan los servicios de emergencia
y el herido es trasladado hasta el Hospital de Ipiales; sin embargo no alcanzan a llegar al centro
hospitalario porque la víctima fallece, por ello la ambulancia se regresa hacia la Victoria.
Posterior al fallecimiento del padre, se presentan amenazas a través de panfletos del Frente 48 de
las FARC hacia la familia, conminándola para que abandone la casa donde ocurren los hechos del
asesinato; debido a la constante sensación de inseguridad que viven, deben desplazarse a vivir
al sector urbano de la población. Al trasladarse al núcleo urbano, se instalan inicialmente en una
vivienda antigua, que pertenecía a la familia. Sin embargo, por encontrarse hacinados en éste
lugar, deciden separarse y dividirse en dos viviendas; en una de ellas vive el hijo mayor y la hija
menor, y en la casa antigua conocida como “la casa de las palomas” viven la madre, la otra hija
(víctima de los hechos violentos) y su esposo.
137
El soldado impide que las mujeres se vistan o siquiera se pongan zapatos, y las obliga a salir de
la vivienda mediante amenazas y golpes; emprenden los tres un recorrido hacia las afueras del
pueblo hasta un punto en el cual la madre se encuentra lastimada y cansada y no puede continuar.
Dadas las circunstancias, el soldado decide abandonar a la madre y continuar el recorrido con la
hija. Durante este recorrido el hombre empieza a maltratarla físicamente y repite que pertenece a
las FARC-EP y que la retención tiene que ver con una deuda de diez (10) millones de pesos por una
supuesta vacuna o extorsión, que no pagaron cuando vivían aún en la otra residencia y que ahora
tendrá que duplicar el pago; sin embargo después se deja en evidencia que el hombre pertenecía
al Ejército Nacional.
Distancia recorrida desde la casa del pueblo, donde las mujeres son raptadas, hasta el primer lugar donde se
detienen: La cerca a partir de la cual la madre no puede continuar.
El maltrato físico y verbal por parte del hombre va aumentando en intensidad a lo largo del reco-
rrido; inicialmente empieza a arrastrarla jalándole y arrancándole el cabello y la amenaza para que
guarde silencio o de lo contario tomará represalias con sus demás familiares. La mujer víctima
continúa narrando las dolorosas situaciones que vivió esta noche, las cuales comprenden una
serie de actos violentos por parte del soldado con la intención de llevar a cabo la violación y abuso
sexual, con amenazas verbales y físicas.
pelo y me sacó
“Me agarró del
tenía una fuerza
como muñeca, e
…) por allá ya m
bestial ese tipo ( uió halan do
me sig
siguió llevando, ,
, me ar rancó el cabello y
del cabello ra
o y que no grita
me siguió llevand m atar a m i
iba a
porque si no, lo ra
ués que no grita
hermano … desp atar a m i
a a m
que porque la ib
parlante, mujer
mami”. (Mapa Zanja donde Z. cae y es arrastrada por el cabello. Al salir
de este lugar, el hombre ejerce violencia sexual contra ella.
víctima)
138
MEMORIA HISTÓRICA DESDE LAS VOCES DE LAS VÍCTIMAS DEL CONFLICTO ARMADO EN NARIÑO
Ante el sufrimiento experimentado, Z decide hablarle al hombre y pedirle que acabe con su vida
en ese lugar; éste intenta entonces asesinarla a través de diferentes métodos, sin lograrlo; Z
comienza a defenderse para evitar que el hombre la asesine; su relato muestra la crueldad a la
que fue expuesta durante todo este episodio, en el cual el agresor intenta acabar con su vida;
ante los múltiples intentos frustrados, y creyendo que lo ha conseguido, el soldado abandona el
cuerpo de Z en el campo y huye.
“Me puso pa´l lado de acá y llego con toda la fuerza y “tra” me mando de piernas pero
ya la cadera no me entró, y otra vez me agarraba así y me soltaba y yo pedía en ese
momento a Diosito que no me deje entrar. Después como vio que no entre me mandó
vuelta de cabeza, yo sentía que la sangre me corría así por la cara calientica (…) y tampoco
no entre ahí me daño la nariz con el golpe que me pegó con el filo del piso, después y
otra vez me agarró y entonces otra vez no entré (…) me saco de ahí y me siguió llevando
halando del pelo…primero trato de cargarme pero yo estaba pesada(…) después ya me
siguió halando de un brazo, de los pies, luego agarró tino, me halo del cabello, yo sentía que
cuando él me levantaba, por aquí por esta herida (del pecho) por este hueco decía “fru,
fru, fru”, cuando vuelta me dejaba al suelo o yo caía sonaba “gr, gr, gr” , botaba la sangre
y vuelta o sea estaba el pulmón… o sea por aquí (pecho) estaba respirando. (…)
139
Yo saqué fuerzas y le grite mientras él me iba arrastrando, le dije “vee mátame aquí no
más no seas tan cruel, porque sos tan cruel”; se quedó pensando un momento (…) y me
soltó ahí, me puso la cabeza pa´ abajo, me agarró mi cabeza y tra! Me la volteó, después
otra vez cogió más impulso y tra! Mi cabeza me la volteó, después me tapó la nariz y
la boca para que no respire, yo en ese momento de verdad ya quería dejarme morir,
ya quería morirme de verdad porque… era mucho sufrimiento (llanto), pero no, el cuerpo
resiste (…) el sentido de supervivencia no sé… reaccioné, manoteé empecé a manotear y
logré que me soltara, entonces ahí fue donde él se sentó un poquito Y me puso el un
pie acá en la mandíbula y el otro aquí en mis costillas, a fin de arrancarme mi cabeza, de
pronto yo creo que me le zafé o no sé y otra vez volvió a descansar y otra vez retomó
el tema;, me agarró mi cabeza con el talón, y me tomo esto así y acá mis costillas, y a
arrancarme la cabeza y me quede yo allí y él se fue(…)”.
(Mapa andante, Z, Víctima)
A través del protocolo de Estambul (2001)* se puede establecer claridad para considerar que
en este caso concurren todos los elementos para determinar que se cometió tortura sexual por
cuanto los relatos de la víctima describen varias de las prácticas aquí mencionadas, entre ellas
golpes con elementos cortopunzantes o contundentes, asfixia y tortura sexual, incluida la vio-
lación, violencia sexual sobre los genitales, vejaciones, introducción de instrumentos, violación;
desnudez forzada, humillaciones, como abuso verbal y realización de actos humillantes.
Letrina de una casa abandonada donde el perpetra- Lugar donde el perpetrador deja el cuerpo de Z
dor lleva a Z para intentar deshacerse de ella tras su intento fallido de asesinarla
Como ya se mencionó al relatar las circunstancias en las que se inicia el evento de violencia sexual
y tortura, cuando la hija y la madre fueron obligadas a salir de su vivienda por el soldado que las
raptó, en la casa se encontraba también el esposo de la mujer víctima, quien no hizo notar su
presencia, permaneciendo al interior de la habitación. Mientras ocurre el rapto de las mujeres, el
hombre corre a buscar ayuda donde la tía (hermana de la madre), quien no le abre la puerta, así
que él regresa a la casa y espera el regreso de las dos mujeres.
Pasados unos 20 minutos, la madre regresa por sus propios medios y da aviso a sus familiares para
iniciar la búsqueda; llama a sus otros dos hijos y les informa lo ocurrido; igualmente, le informa a
su hermana, quien por tener un mejor conocimiento de los movimientos que mantenía el ejército
*El Protocolo de Estambul. Manual para la investigación y documentación eficaces de la tortura y otros tratos o penas crueles, inhumanas o
degradantes. Es un manual de buenas prácticas, para orientar la correcta investigación de la tortura, y no un tratado internacional; por eso, lo
organismos internacionales recomiendan a los Estados su ‘adopción’ y no su ‘aprobación o ratificación o adhesión’.
140
MEMORIA HISTÓRICA DESDE LAS VOCES DE LAS VÍCTIMAS DEL CONFLICTO ARMADO EN NARIÑO
Como consecuencia de las múltiples heridas, la tortura e intento de asesinato, Z pierde el co-
nocimiento, y desconoce durante cuánto tiempo permaneció así en el lugar. Cuando vuelve a
tomar conciencia, se encuentra adolorida y siente que se está desangrando, a pesar del grave
estado en que se encuentra trata por todos los medios de reponerse, en primer lugar para evitar
desangrarse y también para poder huir y buscar ayuda; después de un gran esfuerzo lo consigue.
141
Ella siente que un grupo de hombres se acerca, y teme que el agresor se haya dado cuenta de que
sigue con vida y regrese a rematarla, así que intenta permanecer inmóvil, sin embargo al cabo de
un momento se da cuenta que quienes se acercan son un grupo de más o menos tres soldados
que venían siguiendo la pista para brindarle ayuda; uno de los soldados entabla conversación con
Z, indagando por la gravedad de su estado, ella intenta mostrarle las heridas de arma blanca que
ha sufrido en el cuello. Así se inicia el proceso para socorrer a la victima, inicialmente tratando de
ubicar una ambulancia, pero esto no es posible, así que los soldados la trasladan hasta orillas de
la carretera, y allí, el hermano y esposo de Z que se aproximan en la moto, la cubren y tratan de
darle primeros auxilios; ante la emergencia y sin posibilidad concreta de que la ambulancia llegue,
deciden trasladarla en la moto hasta el centro de salud; en este trayecto, Z aún se encuentra
consciente y recuerda las palabras de su hermano dándole aliento para sobrevivir.
Una vez llegan al centro de salud, se encuentran la hermana y la tía de Z esperándola; ellas la
reciben, y se impactan mucho al ver el estado en el cual llega; Z solo recuerda sentir inflamación
y dolor en la cabeza. Antes de iniciar la atención de urgencias, se realiza un procedimiento de
desinfección y es en este momento cuando Z empieza a sentir el dolor de las heridas en su cuello
y pecho.
En el Centro de Salud del Corregimiento hacen presencia representantes de las fuerzas militares
que después del rescate de la víctima inician las averiguaciones para encontrar al autor del crimen.
Uno de miembros de la policía local afirma que tienen un sospechoso y le pide a Z la identificación
del mismo; cuando la confrontan con el perpetrador, ella no se encuentra totalmente segura
de su identidad, pues aunque físicamente le resulta parecido, no recuerda muy bien los rasgos
y tiene dudas con respecto a la estatura del mismo, así que pareciera que el sujeto va a quedar
libre; sin embargo, algo inesperado ocurre; el hombre, se acerca a ella y le recuerda datos exactos
de la conversación sostenida por los dos en el momento anterior a iniciar el proceso de tortura
e intento de asesinato, ante lo cual Z despeja sus dudas y lo acusa como el perpetrador de los
hechos; de esta manera, ante la firme acusación, los médicos y enfermeras que se encuentran
en el lugar, piden su captura y que se le realicen las pruebas médicas correspondientes. Ante la
gravedad de las heridas y la insuficiencia de infraestructura del puesto de salud de La Victoria, el
personal médico inicia el traslado de Z a el hospital de la ciudad de Ipiales, para una atención más
especializada.
Representación del momento en el que los soldados La víctima es trasladada al puesto de salud y
encuentran a la víctima posteriormente al Hospital de Ipiales
Respecto a la investigación de los hechos y las pruebas para la captura del responsable, se
menciona que además de las pruebas médicas y legales en estos casos y el reconocimiento hecho
por la víctima, se contaba con la evidencia del tipo de arma blanca con el que se realizaron las
142
MEMORIA HISTÓRICA DESDE LAS VOCES DE LAS VÍCTIMAS DEL CONFLICTO ARMADO EN NARIÑO
heridas. Con respecto a las demás pistas y evidencias para capturar al hombre, los familiares
recuerdan que su vestimenta no presentaba señales de barro o sangre a las que estuvieron
expuestos, por lo cual asumen que el hombre tuvo el tiempo suficiente de cambiarse. Mencionan
que la policía no fue ágil en la recuperación de las pruebas pues cuando iniciaron el proceso,
tres días después, muchas de éstas se habían perdido por las inclemencias del tiempo; al parecer
tampoco se acordonó la zona, para evitar el paso de otros transeúntes que pudieran alterar
dichas pruebas.
El último y más reciente episodio de violencia que se reconstruye dentro de este caso emblemático
está relacionado con el asesinato de una de las mujeres de la familia, Mariana Pinchao, que ocurrió
también en el año 2011, tres meses después del ataque violento a Z, crimen que fue perpetrado
por miembros de la guerrilla del Frente 48 de las FARC.
Este hecho es significativo y de gran afectación para la familia no solo por el papel de soporte y
apoyo que ella desempeñó en los comentos difíciles y en el compartir de los encuentros familiares
sino que es además representativo de la violencia ejercida contra las mujeres en la zona como
manifestación del poder detentado por los actores armados en el Corregimiento de la Victoria
y como estrategia de intimidación de la comunidad en general, dadas las buenas relaciones que
Mariana sostenía con las fuerzas militares estatales como proveedora de víveres y alimentos, a
través del local o establecimiento comercial bajo su administración.
Mary se dedicaba al comercio local, a través de un puesto en el mercado que atendía los días
festivos, y una tienda que atendía entre semana, en la cual vendía productos agrícolas como
143
verduras y además vendía minutos a celular; esta tienda se ubicaba en una de las calles del pueblo,
cerca al lugar de residencia de la familia Cuasquer. Para ésta mujer emprendedora, la presencia
de las fuerzas militares en la región, representó una oportunidad de ampliar y mejorar la venta de
víveres e insumos en su establecimiento, sin que las relaciones laborales implicaran tomar partido
a favor o en contra de los actores armados enfrentados en la región.
El asesinato fue perpetrado por miembros de la guerrilla de las FARC y lo que la familia identifica
como el móvil, es en primera instancia, la cotidiana relación que tenía con diferentes miembros
del ejército y la policía, a quienes les suministraba alimentos de manera frecuente a través de su
negocio de comercio y con quienes mantenía comunicación cercana. Por otra parte, se menciona
como un antecedente importante, que ya había recibido amenazas y había sido citada por uno de
los comandantes del frente guerrillero, sin embargo ella se negó a asistir a esta cita, que al parecer
tenía como fin extorsionarla.
144
MEMORIA HISTÓRICA DESDE LAS VOCES DE LAS VÍCTIMAS DEL CONFLICTO ARMADO EN NARIÑO
Mientras la fuerza pública verifica el origen de tales disparos, llega un hombre al parecer con
la excusa de comprar algún producto en la tienda, y al momento de acercarse Mary a la reja, el
hombre le dispara. La familia, escucha el disparo a lo lejos (puesto que vivían a una distancia de
15 metros aproximadamente) y se dirigen hacia la vivienda de Mary, encontrándola tendida en el
piso, aún con vida, malherida, con varios disparos (entre 5 y 6) en el pecho, y evidencias de que
algunos de los disparos impactaron también sobre los elementos de la tienda y el piso.
Con respecto al caso de Mariana los participantes no brindan ninguna otra información adicional
a la aquí relatada, ya que durante el proceso de reconstrucción de memoria histórica, los/as
participantes prefirieron hacer más énfasis en los dos hechos antes narrados: la muerte del padre
y el hecho de violencia sexual.
Por último, como se ha hecho evidente a través de los relatos respecto a los tres crímenes que
se reconstruyeron, se desconocen las acciones y resultados concretos de las investigaciones
que hayan adelantado los entes encargados. Lo anterior, conduce a concluir que los procesos de
proceso de verdad, justicia y reparación al que tienen derecho las víctimas no se han hecho efec-
tivos y por ello los integrantes de la familia, participantes en este proceso continúan expuestos a
la inseguridad y la ausencia de garantías para la protección de sus derechos.
Además de los hechos violentos descritos con anterioridad, la familia que se ha tomado como re-
ferencia para el estudio de caso, ha vivido otra serie de sucesos utilizados por los distintos actores
armados como “mensajes”, amenazas, extorsión, hostigamientos, entre otros, que acentúan los
impactos psico-sociales, familiares y comunitarios de la violencia experimentada por cada uno de
los miembros, por el sistema familiar, y por la comunidad victoriana.
Por otra parte, al reconstruir en la línea del tiempo los hitos y antecedentes de violencia en el
contexto geográfico de La Victoria, se identifican múltiples acciones de violación de los Derechos
Humanos y del DIH que tras la llegada de los actores armados ilegales se han convertido en
prácticas sistemáticas y generalizadas en la comunidad, como estrategias de control sobre el
territorio y la comunidad, que conllevan además la afectación de la convivencia y las relaciones
entre sus miembros. Los impactos frente a estas acciones diversas, también son diferenciales y
se producen en distintos niveles: individual, familiar y comunitario. A continuación se desglosan
estos impactos, de acuerdo a la perspectiva otorgada por las y los participantes en el proceso de
reconstrucción.
Con respecto a los impactos psicológicos e individuales, se logran identificar impactos emocio-
nales en todos los miembros de la familia, especialmente relacionados con la muerte del padre
y la tía. Los asesinatos de los seres queridos afectaron el tejido afectivo y relacional, implicando
145
además una serie de cambios en la reasignación de roles y responsabilidades en los miembros de
la familia. En segundo lugar, los relatos de la mujer víctima de violencia sexual evidencian impactos
emocionales directos, que se mezclan con los impactos que comparte por la pérdida de sus fami-
liares y los duelos por superar, lo cual ha significado una ruptura de su proyecto de vida al quedar
heridas imborrables y la sensación de que su existencia ya nunca será la misma.
Desde una perspectiva diferencial, y acorde con lo que expresa el Auto 092, se evidencia aquí
la “doble vulnerabilidad” de las mujeres, la primera producida por las condiciones de discrimina-
ción histórica y estructural contra la mujer en comunidades patriarcales y autoritarias, que se
profundiza con las situaciones de violencia generadas por los actores armados que reproducen
y mantienen estos patrones de dominación, hasta llegar a una segunda vulnerabilidad (…)57,
generada en este caso por los hechos de tortura, violencia sexual y por último el asesinato de los
cuales fueron víctimas las mujeres.
“El mie
do, porq
hemos qu ue siem
edado con pre
siempre h e so
emos ten , nosotros
miedo, a ido como
que nos ese
como la m h aga
isma gent n daño o
pone a h e
ablar y p a veces se
cosas, qu or eso ca
e nos afe usa
ese mied ctan ento
o” (Mu nces
de impacto jer, Evalu
) ación
iva, emocional y
Representación de la afectaciónosafect
familiar de los hech violentos
Al igual que en los casos anteriores que se han reconstruido, dentro de los principales impactos
emocionales el miedo aparece como el más reiterativo en el discurso familiar, particularmente, un
miedo sostenido en el tiempo, a pesar de que los eventos de violencia ya han pasado. Éste miedo
es experimentado por todos los miembros de la familia, y va acompañado de la incertidumbre
porque algo pueda volver a ocurrir, especialmente si se considera que permanecen en un lugar
no seguro, tanto a nivel territorial, por la permanencia de los grupos al margen de la ley, como en
el nivel de las relaciones sociales por la desconfianza que genera la presencia de “milicianos” o
informantes entre los mismos vecinos.
Adicionalmente, circulan comentarios en el ámbito comunitario y la información errónea que
probablemente ha causado los ataques a la familia, sigue estando presente en la actualidad; esto
genera desesperanza ante la imposibilidad de dar una respuesta adecuada a la situación, llevando
57
REPUBLICA DE COLOMBIA, CORTE CONSTITUCIONAL. Sala Segunda de Revisión. AUTO N° 092 de 2008 de 2008. Pág 248
146
MEMORIA HISTÓRICA DESDE LAS VOCES DE LAS VÍCTIMAS DEL CONFLICTO ARMADO EN NARIÑO
a una sensación de ausencia de control sobre la propia vida. Para este caso, el miedo ha desenca-
denado también una sensación de persecución y vigilancia continua por parte de personas, que
se asume, pertenecen a alguno de los grupos armados. Los miembros de la familia manifiestan
que ésta es una situación constante.
Considerando que efectivamente, en la realidad los grupos armados legales e ilegales utilizan
estas tácticas de seguimiento para identificar a los supuestos informantes de la policía y fuerzas
militares, es difícil en la cotidianidad poder establecer el límite entre algo que puede estar pasando
realmente, o puede ser producto de la hipervigilancia y temor a sufrir nuevos ataques.
El compromiso de la víctima (líder) con los proyectos comunitarios, el valor para enfrentar a los
actores armados, la capacidad de oponerse a la colaboración con estos, es considerado por la
familia y miembros de la comunidad como causas de la violencia contra el líder comunitario, pero
a su vez se generan en el ámbito comunitario comentarios aislados de vecinos y habitantes de
la comunidad, remarcando de alguna manera, que no fue un accidente sino que “se lo buscó”,
147
estigmatizando al difunto, y la afectando su
buen nombre y dignidad, a causa de los motivos “Yo… o sea pues yo no me siento
de su asesinato y afectando de manera negativa tan bien… quisiera olvidar pero no
a la familia. se puede, no puedo ver un soldado
porque me da miedo o sea… cuando
Por último, dentro de este apartado de impactos
individuales afectivos y emocionales, interesa está mi hermano…, porque ellos
hacer énfasis en los impactos generados en como entran a comprar de pronto
la mujer, que fue víctima de violencia sexual y algún cargador o algo, si está mi
psicológica por parte del soldado del Ejército hermano me siento bien y sé que
Nacional, y que estuvo a punto de fallecer a no me va a pasar nada, pero que
causa del maltrato y tortura a que fue sometida. entre alguien, un soldado solo, yo
Al respecto, ella afirma que a partir del hecho
me toca salir corriendo a decirle…
violento, el miedo, la sensación de indefensión
y la zozobra de que algo similar pueda volver J.J.J. vaya a atender y no puedo…
a ocurrirle, es un sentimiento constante, por (Mujer víctima de violencia sexual e
lo cual procura estar acompañada de algún intento de asesinato)
familiar, que le pueda dar algo de seguridad y
protección cuando tiene que encontrarse en
espacios cotidianos con algún miembro de la fuerza pública.
Teniendo en cuenta que los hechos ocurren en una comunidad rural donde tradicionalmente se
impone una cultura patriarcal que además ha sido reproducida y reforzada por los actores del
conflicto armado, la violencia sexual tiene una dimensión colectiva muy importante. Como es
característico en dichas sociedades, las mujeres son consideradas las depositarias del honor de
la comunidad y transmisoras de generación en generación de los valores y las tradiciones consi-
derados propias de una cultura y sobre ellas recae la socialización y educación de los miembros
de la comunidad (…). Así, en contextos de conflicto los cuerpos de las mujeres se convierten en
transmisores de mensajes de humillación, control y poder58.
58
VILLELLAS ARIÑO, María. La violencia sexual como arma de guerra. Quaderns de Construcció de Pau Nº 15. Agencia Catalana de Cooperación.
Septiembre de 2010
148
MEMORIA HISTÓRICA DESDE LAS VOCES DE LAS VÍCTIMAS DEL CONFLICTO ARMADO EN NARIÑO
Siguiendo este planteamiento, lo ocurrido en este caso emblemático representa no solo una
humillación para la mujer víctima de esta, sino que se constituye en una humillación para la co-
munidad. Desde esta perspectiva, se explica también la connotación que adquiere por una parte
la posición de la pareja masculina frente a los hechos o posterior a estos y por otra la resistencia
de la mujer víctima a visibilizar lo ocurrido.
“Lo bueno pu
es por así decir
que somos muy lo es
unidos y esto
ha unido aún nos
más, nos ha he
más fuertes, cho
compactos, co
familia somos m mo
ás fuertes, o se
fortaleza es un a esa
… como un es
contra las cosa cudo
s que nos llega
decir o a intim n a
idar, es fortalez
ha hecho más a nos
unidos”.
(Mujer- Evaluaci
ón de impacto)
Desde las voces de las víctimas se plantea el sentir de la comunidad que es la anhelada construc-
ción de la paz y el retorno a la tranquilidad de la convivencia propia de los entornos campesinos
antes de la irrupción del conflicto armado en sus vidas. Para este caso, también los familiares
mencionan que, a pesar de que existen personas en la comunidad que han influido negativamente
en los vínculos sociales y el deterioro de los lazos de solidaridad, en términos generales la familia
ha sentido el apoyo de sus vecinos, y también de las entidades e instituciones nacionales, y de
Cooperación internacional. De esta manera, encontramos que el apoyo social e institucional ha
sido fundamental en el proceso de recuperación de la familia, tanto para le denuncia, como para
la superación de los efectos psico-sociales que han dejado los hechos.
149
8.4 FACTORES DE RIESGO QUE PERSISTEN EN LA ACTUALIDAD
Por último, se identifica también como un factor de riesgo, la forma en que al parecer están
percibiendo los habitantes, la ayuda humanitaria y la reparación a las víctimas que está siendo im-
pulsada a través de Cooperación Internacional y también dentro del ámbito nacional, pues por lo
comentado en los espacios de recuperación de memoria histórica, existen personas y familias que
de manera intencionada y oportunista, se hacen pasar por víctimas de la violencia, para recibir los
“beneficios”, principalmente económicos, que se les otorgan. Esta dificultad en la identificación
de verdaderas víctimas de la violencia en la región, hace que las personas o núcleos familiares que
150
MEMORIA HISTÓRICA DESDE LAS VOCES DE LAS VÍCTIMAS DEL CONFLICTO ARMADO EN NARIÑO
realmente han sido afectadas y requieren reparación, no puedan acceder a los recursos.
Por todo lo anterior, se hace necesario revisar los mecanismos a través de los cuales se realiza
la identificación de beneficiarios de los proyectos, y se consolida la base de datos a nivel local y
regional, para facilitar los procesos de reparación a víctimas y evitar la mala distribución de los
fondos destinados para ello.
Respecto al caso de la mujer víctima sobreviviente de las torturas y violencia sexual, se observa
como continúa siendo una constante la invisibilización y silenciamiento de la violencia hacia
las mujeres, lo cual no permite una mirada diferencial del conflicto armado, generando falencias
en la operatividad de las rutas de prevención, atención y seguimiento a la violencia basada en el
género.
No obstante el respeto a la voluntad de los y las participantes en este caso específico, es importan-
te enfatizar en la necesidad de avanzar en el reconocimiento de las víctimas y la visibilización de
las situaciones de violencia y vulnerabilidad de las mujeres a nivel institucional y ante la sociedad
civil, teniendo en cuenta además que el Estado colombiano en materia de derechos humanos
y derechos de las mujeres ha ratificado e incorporado en la legislación nacional una serie de
instrumentos internacionales de protección que le obligan a su observancia y que deben dirigir
su actuar en la materia.
En este sentido se destaca principalmente la Resolución 1325 en la cual se hace visible la violencia
contra las mujeres, se define la responsabilidad de los Estados y se pide poner fin a la impunidad
en delitos relacionados con la violencia sexual, o de otra clase de violencias contra mujeres y niñas;
así como las resoluciones 1820 y 1 888, aprobadas por el Consejo de Seguridad, en las cuales los
Estados reconocen “la violencia sexual relacionada con los conflictos armados como una táctica
de guerra y una cuestión de paz y seguridad internacional60” y se obliga a los Estados a adoptar
59
REPÚBLICA DE COLOMBIA. CONGRESO DE LA REPÚBLICA. Ley 1448 de 2011. Artículo 23. Diario Oficial - No. 48.096 de 10 de junio de 2011.
60
DEFENSORIA DEL PUEBLO – SAT. Violencia sexual contra las mujeres en Nariño y la situación de derechos de las mujeres víctimas en Pasto.
INFORME TEMÁTICO.2011, pág 11-13
151
medidas para prevenir y proteger a las víctimas de violencia sexual y a las partes en el conflicto
a detener el uso de la violencia sexual y prohibir las amnistías por crímenes de violencia sexual
relacionados con los conflictos armados.
152
PROYECCIONES Y RETOS DE
LA MEMORIA HISTÓRICA EN
CONTEXTOS DE CONFLICTO
ARMADO EN NARIÑO
9
MEMORIA HISTÓRICA DESDE LAS VOCES DE LAS VÍCTIMAS DEL CONFLICTO ARMADO EN NARIÑO
Entendiendo las buenas prácticas como una forma de hacer que ha mostrado su efectividad en una
situación y que en esta medida puede ser replicada en experiencias similares y atendiendo al carácter de
experiencia piloto en procesos de reconstrucción de la memoria histórica desde las voces de las víctimas
en Nariño, se presentan a continuación algunas buenas prácticas y lecciones aprendidas en el proceso,
como conclusiones y/o herramientas que al haber sido validadas con comunidades afrocolombianas e
indígenas en dos subregiones del departamento, pueden ser incorporadas por los/las investigadores y
gestores de memorias en otras situaciones y contextos.
A partir de los cuatro casos emblemáticos reconstruidos y las herramientas metodológicas que se valida-
ron, las lecciones aprendidas se presentan desde tres perspectivas: Sobre el proceso de recuperación de
memoria; en relación con las herramientas y metodologías implementadas; y en cuanto a los aportes e
incidencia en las comunidades y desde las voces de las víctimas.
• La selección del caso emblemático a partir de la concertación con las comunidades, aseguró
la participación y compromiso de los grupos focalizados. Al privilegiar el consenso con las
comunidades en el marco del respeto de los intereses y decisiones de los y las participantes y
contextualizar las actividades dentro del respeto y valoración de la identidad cultural, se generó
el clima de confianza necesario para el logro de los objetivos del proyecto
• El trabajo con toda la comunidad focalizada en su propio territorio (no con delegados o re-
155
presentantes que se desplazan a otros sitios), se constituyó en una estrategia que aunque
incrementó los costos, generó mayores beneficios a las comunidades que se traduce en
impacto, permanencia y seguimiento durante el proceso, con una mayor cobertura en pobla-
ción beneficiada, garantizando igualmente la apropiación y continuidad de los procesos.
• El contacto permanente del equipo de profesionales de FUNIEP con las comunidades y el retorno
a los lugares para la devolución y validación de la información, a partir del documento y el video
(que queda en manos de la comunidad donde se reconstruyó el caso emblemático); vinculando
nuevamente a los líderes, lideresas y autoridades étnicas que participaron en la concertación
para la selección del caso emblemático como a las comunidades con quienes se reconstruyó
la memoria histórica fue considerada por las poblaciones beneficiarias del Proyecto como una
acción de compromiso y cumplimiento que conlleva a la satisfacción de las expectativas de las
comunidades y abre las puertas a futuros proyectos.
156
MEMORIA HISTÓRICA DESDE LAS VOCES DE LAS VÍCTIMAS DEL CONFLICTO ARMADO EN NARIÑO
intervenir frente a un grupo; para trabajar con etnias, comunidades iletradas, mujeres y jóvenes
víctimas de la violencia, que tienen en común limitaciones para expresar de manera escrita y
oral las vivencias, recuerdos, emociones, sentimientos y hechos que los afectan.
• Las sesiones de trabajo con víctimas están vinculadas a los recuerdos de situaciones dolorosas
y eventos traumáticos, lo que implicó asumir el compromiso de reparación moral y cierre emo-
cional durante el proceso, respetando los silencios y/o la voluntad de hablar de las víctimas y
sanando las heridas que se remueven al recordar. En éste sentido se contó con profesionales
especializados en la aplicación de técnicas para intervención en crisis.
• La producción de videos, documentales y/o presentaciones audiovisuales para cada caso em-
blemático, se constituyeron en herramientas didácticas efectivas para hacer la devolución de
la información a las comunidades y visibilizar las voces de las víctimas, coadyuvando además a
hacer posible que tanto la sociedad civil como las generaciones posteriores conozcan la historia
y se inicien procesos de acceso a la verdad, justicia y reparación y garantías de no repetición.
157
señalamiento y la estigmatización en el ámbito subregional y en los contextos locales.
• Finalmente, al abrir los espacios para compartir y socializar los ejercicios de memoria reconstrui-
dos en Nariño, los/las participantes de otras subregiones y municipios como Leiva y El Rosario
que estuvieron presentes en estos encuentros, manifiestan la motivación y el interés por
emprender este tipo de proyectos en los municipios, situación que hace evidente la obligación
de los organismos regionales de dar respuesta a las comunidades.
158
MEMORIA HISTÓRICA DESDE LAS VOCES DE LAS VÍCTIMAS DEL CONFLICTO ARMADO EN NARIÑO
• Como se enfatiza desde las voces de los/as representantes de las comunidades, es necesario
vincular a las instituciones, organizaciones locales y regionales para emprender acciones que
logren mitigar el impacto del conflicto y apoyar iniciativas para el mejoramiento de las condi-
ciones de vida en las comunidades afectadas por la violencia. Es preciso dejar constancia de
cómo, durante los distintos momentos del proceso y a través de los encuentros de socialización
realizados con la institucionalidad, las narrativas y relatos de los/las participantes en las comu-
nidades donde se intervino, están cruzados por múltiples necesidades básicas insatisfechas
159
que se han profundizado con el conflicto y son reiterativas las reclamaciones al Estado y a la
institucionalidad pública para encontrar una respuesta efectiva en el restablecimiento de sus
derechos sociales, económicos, políticos y culturales a nivel individual y colectivo.
160
MEMORIA HISTÓRICA DESDE LAS VOCES DE LAS VÍCTIMAS DEL CONFLICTO ARMADO EN NARIÑO
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
ALCALDÍA MUNICIPAL DE CUMBAL. Plan de desarrollo 2012 – 2015 “Unidos en acción por
Cumbal”, 2012.
ASOCIACIÓN DE AUTORIDADES INDÍGENAS DEL PUEBLO DE LOS PASTOS. Plan de Acción para
la Vida. 2011.
ÁVILA Martínez, Ariel Fernando Y NÚÑEZ Gantiva, Magda Paola. Las dinámicas territoriales del
Ejército de Liberación Nacional: Arauca, Cauca y Nariño.
AZTAIZA, Duvadier. Texto ilustrado de los rostros indígenas de Nariño. Gobernación de Nariño,
San Juan de Pasto : Papeles & Papeles. 2009.
________ Mujeres que hacen historia. Tierra, cuerpo y política en el Caribe colombiano.
Informe del Grupo de Memoria Histórica. Bogotá.
161
CORPONARIÑO, 2002. En : La tierra contra la Muerte. Conflictos Territoriales de los Pueblos
Indígenas en Colombia.2008.
________ Violencia sexual contra las mujeres en Nariño y la situación de derechos de las
mujeres víctimas en Pasto. Informe Temático.2011.
GUERRERO, DÁVILA, Jairo. Situación territorial del pueblo de los Pasto de Nariño. En: La Tierra
contra la muerte. Conflictos territoriales de los pueblos indígenas en Colombia. Centro de Coope-
ración al Indígena CECOIN.
________ El Departamento de Nariño frente a los Objetivos de Desarrollo del Milenio. 2009.
Disponible en internet: http://www.narino.gov.co
LATORRE Antonio. La Investigación Acción. Conocer y cambiar la práctica educativa. España : ED.
Graó, 2003.
MDGF - Programa Conjunto UNDP SPAIN MDG-F - 1964 Ventana de Paz. Términos de Referencia.
Convocatoria para la presentación de propuestas. Agosto de 2010.
MDGF. OBJETIVOS DE DESARROLLO DEL MILENIO. Cartilla de Buenas Prácticas para “Promover
la igualdad entre los sexos y la autonomía de la mujer” en el ámbito local PNUD - Colombia No-
viembre de 2007. Consultora: Cecilia Barraza M.
162
MEMORIA HISTÓRICA DESDE LAS VOCES DE LAS VÍCTIMAS DEL CONFLICTO ARMADO EN NARIÑO
PIPPER, SHAFIR Isabel. Obstinaciones de la Memoria: La Dictadura Militar Chilena en las Tramas
del Recuerdo. Tesis Doctoral. Departamento de Psicología Social. Universidad Autónoma de
Barcelona . 2005
________ Ley 1448 de 2011. Bogotá: Diario Oficial No. 48.096 de 10 de junio de 2011.
REPÚBLICA DE COLOMBIA. MINISTERIO DEL INTERIOR. Decreto ley 4633 de 2011: Medidas de
asistencia, atención, reparación integral y de restitución de derechos territoriales a las víctimas
pertenecientes a los pueblos y comunidades indígenas. Bogotá. Dic 2011
SANDOVAL, Eduardo Andres. La Guardia Indígena Nasa y el arte de la resistencia pacífica. Bogotá:
Ediciones colección Étnica: Diálogos interculturales. 2008.
SENTENCIA N° T-025 de 2004 Bogotá, DC., enero veintidós (22) de dos mil cuatro (2004).
TORRES, Alfonso y otros. Los otros también cuentan. Elementos para la recuperación colectiva de
la historia. Serie Educación Popular. Segunda edición 1992.
163
La Fundación para la Investigación y la
Pedagogía Regional – FUNIEP es una
organización sin ánimo de lucro, que tiene
como objetivo participar en los procesos de
investigación para el desarrollo regional
sostenible a través de la ejecución de
proyectos integrales que contribuyan a
promover la organización y autogestión
comunitaria y la promoción y ejercicio de los
DDHH en condiciones de equidad.