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Monitorización Fetal

Introducción

La monitorización fetal antes del parto constituye la principal herramienta


diagnóstica para evaluar el bienestar fetal. Esta tecnología permite el registro
continuo de la frecuencia cardiaca fetal y su relación con las contracciones
uterinas del trabajo de parto, lo que le permite a tu médico evaluar constantemente
la salud de tu bebé.

Se basa en el hecho de que el monitoreo de la frecuencia cardiaca fetal es el


reflejo más acertado de la oxigenación del bebé en un determinado momento. El
pulso fetal y sus indicaciones: Los latidos cardíacos del bebé podrán emitir un
sonido mucha más acelerado del que hayas podido imaginarte. El promedio de
latidos fetales podría oscilar entre las 120 hasta llegar a las 180 pulsaciones por
minuto (bpm); siendo su ritmo mucho más acelerado que el de nuestros propios
latidos.

Muchas mujeres describen los latidos cardiacos de sus bebés como el sonido del
galope de un caballo. Una alteración significativa de ese ritmo, inferior o superior,
delata que existe algún tipo de sufrimiento fetal, bien sea por falta de oxígeno,
mala colocación o por cualquier otra causa.

Ese pulso puede cambiar como respuesta del bebé ante las condiciones presentes
en el útero (generalmente durante la labor de parto o en el parto mismo). Un pulso
o patrón cardiaco anormal puede significar que el bebé no obtiene suficiente
oxígeno o que existen otros problemas. Un patrón anormal también puede indicar
que es necesario realizar un parto de emergencia o por cesárea.

¿Cuántos tipos de monitorización fetal hay?

Fetoscopio: Un Fetoscopio es un dispositivo especialmente diseñado para


escuchar los latidos del bebé que se parecerá mucho a un estetoscopio. El mismo
está equipado con un auricular especial, el cual le permitirá a tu médico escuchar
los latidos del corazón de tu bebé. El fetoscopio deberá ubicarse en diferentes
lugares abarcando toda el área de tu abdomen a fin de poder detectar los latidos
fetales.

Existen varios tipos de fetoscopios y se pueden utilizar desde las 18 semanas del
embarazo.Doppler: es un tipo de ecografía que utiliza ondas sonoras para medir el
flujo de la sangre a través de un vaso sanguíneo. El flujo aparece en forma de
ondas sobre la pantalla del ecógrafo. Los estudios del flujo por Doppler se pueden
utilizar para evaluar el flujo sanguíneo en las venas y arterias umbilicales y en el
cerebro y el corazón del bebé. El Doppler a veces recibe el nombre de
velocimetría Doppler.

Si el estudio muestra una disminución en la cantidad de flujo sanguíneo, es


posible que se requierean otras pruebas.

Monitorización fetal electrónica: Durante el trabajo de parto y el alumbramiento,


los latidos fetales también podrán ser controlados utilizando un dispositivo
especialmente diseñado para realizar un monitoreo fetal electrónico. Este
dispositivo le permitirá a tu médico controlar la frecuencia cardiaca del bebé
continuamente durante el transcurso del trabajo de parto. El monitoreo fetal
electrónico además se encargará de registrar las contracciones que tendrás
durante el trabajo de parto.

Esta información podrá ser utilizada para determinar el estado del bebé durante el
trabajo de parto y el parto mismo. Existen dos clases principales de dispositivos
especialmente diseñados para realizar monitoreos fetales electrónicos
Monitorización electrónica fetal externa: El monitoreo fetal externo se llevará a
cabo utilizando una serie de electrodos especialmente diseñados para esta tarea
en particular, los cuales se ajustarán a la parte externa de tu abdomen.

Estos electrodos, conocidos con el nombre de trasductores o sensores, son dos


especies de discos electrónicos especiales. Los mismos permitirán captar y grabar
(registrar) los latidos del bebé y sus contracciones. Estos dos electrodos deberán
ser anexados a una banda elástica la cual se colocará alrededor del abdomen. Los
mismos - más tarde serán conectados a una máquina que se encontrará ubicada a
tu lado, la cual le permitirá a tu médico visualizar en forma de gráficos, toda la
información relacionada al ritmo cardíaco del bebé y a sus contracciones. La
mayoría de las mujeres descubrirán que los dispositivos de monitoreo fetal
externos serán completamente indoloros, a pesar de que podrán sentirse un poco
incómodas al tener que estar conectadas (o "atadas") a una máquina por largos
períodos de tiempo.

Los nuevos adelantos tecnológicos han permitido la creación de monitores fetales


electrónicos portátiles, los cuales utilizan un radiotransmisor que deberá ser
colocado en su tobillo.

Esto le permitirá moverse con soltura durante el trabajo de parto, pudiendo


controlar libremente los latidos cardíacos fetales y sus contracciones sin
necesidad de estar inmovilizada. Si este registro es normal, nos indica que con
una alta probabilidad no existe sufrimiento fetal (debe recordarse que ninguna
prueba diagnóstica es absolutamente exacta).

Durante la labor de parto puede usarse en forma continua o intermitente. Esto es


un beneficio para los partos con riesgo.
Monitorización electrónica fetal interna: Muchas veces, el monitoreo fetal
deberá realizarse internamente. Para ello, el médico deberá introducir un electrodo
a través del cuello de su útero y colocarlo rodeando el cuerpecito del bebé.

Este electrodo, conocido con el nombre de electrodo fetal interno, tendrá la


apariencia de un pequeño elástico o resorte, y será colocado en la parte superior
de la cabeza del bebé. El mismo permitirá que pueda llevarse a cabo la
transmisión de toda la información relacionada al ritmo cardíaco del bebé, la cual
será reflejada en la pantalla de un monitor que estará ubicado a su lado. El
monitoreo electrónico fetal interno es sumamente preciso, aunque sólo podrá ser
utilizado si ya se hubiera roto la bolsa de líquido amniótico (o fuente) y si el cuello
uterino ya estuviera parcialmente dilatado. Es por ello que algunas mujeres
prefieren no someterse a esta clase de monitoreo interno, ya que el mismo podría
provocarles alguna clase de infección, que pondría en riesgo su vida y la de su
bebé.

Monitorización telemétrica: es muy semejante a la monitorización fetal normal


pero en este caso la madre puede mantener la movilidad.

Este es el sistema más novedoso y utiliza ondas de radio conectadas a un


transmisor para transmitir los latidos del corazón del bebé a la estación de
enfermeras. Usted puede moverse libremente y a la vez está totalmente
monitorizada. Esto es necesario únicamente en caso de riesgo.

¿Qué muestran las gráficas obtenidas?

Un mismo embarazo mostrará gráficas diferentes en distintos momentos pudiendo


ser normales todas ellas. Las anomalías que se suelen detectar están
relacionadas con alteraciones en el flujo sanguíneo que le llega al bebé desde la
placenta, la existencia de contracciones uterinas, la relación entre ambos factores,
la pérdida de bienestar fetal por éstas u otras razones, como las infecciosas, o la
existencia de algunas malformaciones en el bebé. No ofrece datos en cuanto a
parámetros de crecimiento ni se puede determinar la fecha del parto.

Los estudios que se han hecho hasta la fecha no muestran ninguna evidencia de
efectos dañinos o daños al feto causados por los ultrasonidos que se utilizan.

Situaciones como un ayuno prolongado, enfermedades de la madre, posiciones


poco favorables para la detección de la señal u otras pueden requerir que se
adopten posiciones para la realización de la prueba que no sean las más cómodas
o que se prolongue el tiempo de realización. No debes sentir como consecuencia
de la prueba dolor o malestar, por lo que aparece debes comunicarlo a la persona
que le realiza la prueba.
¿Es absolutamente necesaria una monitorización en todos los partos?

La Organización Mundial de la Salud (OMS) dice: No existe evidencia de que la


monitorización fetal rutinaria tenga un efecto positivo sobre el resultado del
embarazo. La monitorización fetal electrónica sólo debe efectuarse en casos
cuidadosamente seleccionados por su alto riesgo de mortalidad perinatal, y en los
partos inducidos. Se precisan más estudios sobre la selección de las mujeres que
podrían beneficiarse de la monitorización fetal. En la mayoría de los partos en los
que no existe alto riesgo, la monitorización electrónica aumenta el número de
intervenciones sin que exista un claro beneficio para el feto y supone molestias
añadidas para la mujer.

¿Quiénes son candidatas a una monitorización constante durante la labor de


parto?

Son candidatas a la monitorización todas aquellas embarazadas que presenten


enfermedades concomitantes con la gestación, que pongan en peligro el bienestar
de la madre y/o del feto, e incluyen:

 En las alteraciones del trabajo de parto por no existir una buena proporción
céfalo pelviana (aplicado en la prueba de trabajo de parto).
 Ante la detección de meconio antes o durante el trabajo de parto.
 Cuando hay:

 Aumento o disminución en la cantidad de líquido amniótico.


 Falta o disminución de los movimientos fetales.
 Embarazo prolongado (mayor de 40 semanas).
 Inmunización al factor Rh.
 Embarazo gemelar.
 Antecedentes de muerte fetal intrauterina.
 Diabetes mellitus o diabetes gestacional.
 Hipertensión arterial aguda (pre-eclampsia o eclampsia).
 Alteraciones hormonales (por ejemplo hiper o hipotiroidismo).
 Enfermedades cardiovasculares.
 Enfermedades renales.
 Enfermedades hepáticas.
 Enfermedades hematológicas.
 Como estudio complementario a partir de la semana 36 de gestación.
 Parto pre término.
 Infecciones
 Otras que considere el médico.

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