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MARIE-HELENE BROUSSE Cobardfa real: el amor y la idealizaciGn del objeto, de {QUE SE ESCONDE Jun lado, y la decisién de someterse al juicio, del otro la- EN LAS DELICIAS DE do; @sconden la falla del Otro, la inconsistencia del pa- dro; Ia cobardia aqui seria el retroceder para no ir mas LA DEPRESION? ‘alld del Edipo. ee i” _ 4, Bl remedio a la depresién como cobardia moral es Is pérdida: o sea el deseo de sacrificios de los Bienes, de Jo Bello y del Padre, es decir del todo falico. La valentia onl es quizés una manera de decir el deseo inédito que surge del no-todo, de la incompletud y la inconsistencia 7 del padre. So ee = {Serd azar que lleguen tantas mujeres a los “especia- listas”, psicoanalistas 0 no, presentando su estado de- presivo como motivo de consulta? Es una cuestién que interroga cual es el nuevo contexto del mundo moderno en el que viven las mujeres y ¢émo los objetos y los idea les que se les ofrecen no responden de un vinculo con el Otro en el que pudiera alojarse su ser como chjéto del deseo del Otro. No trataré aqui esta cuestién que requie- re ser examinada en su amplitud y complejidad. Me li- mitaré a interrogar el estatuto de la depresién en algu- nos casos particulares, a partir de la clinica, a la que estan confrontados, desde perspectivas distintas, los psi- quiatras y los psicoanalistas. En muchos casos de mujeres deprimidas que he reci- bido, lo que sf ha sido azar es que se hayan encontrado con un analista, pues no habia tal eleccion a la hora de buscar un terapeuta, En algunos casos, han venido des- pués del fracaso de sucesivos tratamientos farmacolégi- cos, con la gama de antidepresivos que se ofrecen hoy en ‘el mercado, Los psiquiatras consideran estos casos como depresiones “resistentes” y no saben muy bien qué decir de ellas, ya que no se puede establecer una correlacién entre Jos mecanismos de accién de los antidepresivos, (0 y los efectos clinicos mani- Carmen Gallano sive ovr Jduroo e] ap Furyuos jo wa oun oroUMU je puna ojioa vxpod eye sexjuar "19 BAed £ [9 TOD ‘oLLOyWIOgNL [0 ua efequn vl[a £ esFojorq ue uo!EHNsoaut op odynba lun op soqoaxrp sa opureur [gq “,ewodwt of ou onb & Up ‘anb onb [eur of xeyx0d0s opand ou ose od ‘—oorp~ Ju 9p. ojaed wurzoy [gf, “oplteut ns onb ousyur OT 8x0 VILA “OPE hur ng too woLaBoLFAUApE e| Wa aUMsAI 9s aMb IOLIOyUE OP spysq -toLLoqUB OpEySe NS op tUnNUayUE pO oFNTTISo4 OWIOD aeano ey eiodso “([ “Bag Bf ‘OUST o] AP BAOPINS “uprutadap v4sa anb ap eptayo es “epednoo woquorayns pysa optend ‘seuIpIyOD sepepLAHoE sng ua sond “ugiseadap ns ap asieptayo ou wsed aurelqey @ f ou1aa ® auOIA onb ‘LAOUAS BISo VOYLIUApl os & BLOURUD 1s ise ‘ojDaJo Ua ‘OUISTUT O ap BIOPINBag “,oUIsTUE o] OBIS [wrep, ‘swat ouoy tm Uo ‘ooxp Ug!PENUNUOD v A “pedsto { upneqe ugiserdxo eun owopuysysow A awopupsur souoises sns ezuarmos ou’ uN ap spur aquRinp ‘ojduxafo aod “qi "Rag v7] “opeuosowsep UY as anb vi Uo BnguNs oo v] ap SajUBYTUAIs SepEuOPIOCD SEI UO ENTS a8 OU AED odo ap ajqisodwur asa osad ‘req1odos ap ayqisodury sore vad so anb of ap oruowsay URC ““OPE[aHUOD I0j0p ‘od _jano Top 6sad ‘opyuas op o1OwA ‘OTOLMAFEGE :ontSesdap oquowey ns op Uz9jeanqeH eT UBS OM -soyogjy Soy GeueATsop © UByLUI] as anb soyalNs Wo “oosop ns aqLID “gut as anb se] Uo saquRayrudts seyjory sey A 0003 [9 LOD oyains [op 0zB] [ap OpesoUBL of axqos wyzode oyUOTOsUOD uy [op oluorwreaytosap |e onb xemonysed opHues 9 opts Lins ey ol ‘97UOTISTOOUT [ap ofeqE.n [9 UA BpErIUE OpLTCY ey ou Soseo 80]S9 9p soundye us anb uo epIpert BL US OAtsasqo 0170 ap OSANOSIP [2 oprques zouour Jo rep epand ou oalsasqo un, anb op WO} -aud ugyfitjes op sesazond se[ anb wxeaqns WeDeT “BATSOSqO sisounau Bf ap opodses ‘oquampensy “2718 BL ap BSAw9 VL Us BK Bye Bf WS OTATEOS 08 UpIovoyNuapr ns sand ‘09 “ASTI TAP HUIS OPAUGS ABI OW, anb f ,opHUas oWS!UE INOISmHagA VI dd SVIOTIAG Sv Na aaNOosa as and? ver [2 aquouresozi0y ou ou vaNjonIyso EUISIUE EL ap BINS -o1 onb o},, nb oxoyar op ouod uxoe'] sanbowp “(G gt 109 -11og wa sgoueay UD epeoriqnd) ,soqLI9s~_q So] ap eUELIOTE woDIpe Be UO!ONPOIyUT,, B| Ua enb sowaprdsey ‘soar -n6 80350 op up1o1sod | ua BxySoNUI os enb BANjaNIyS el aquowjos avesede ‘unwios ap uauan anb oj zeAeaqns [y “opeujes ns ouoduil worsaadap b| vanatqns eymmauase pnb uo sondsep ze8o.z0qu1 ezed ‘soseo ap alias wun ua UNLIOD ap opezjucaua ay amb oj ap ‘vorusjo By ap ‘sand ‘gayseg : sisov1sd Bun ua wesuad x9ey Wap. -ond ‘opipsad ey anb uprseayquapr e[ anb wsoo eaj0 ants ojafns ja anb urs ‘oarsaidap opeyse [ap erzoUut e| £ ayuaIo -Sa0ouy op aawgyex flsend payy vo onioopégutep ja eb S0] Ua soseD UOg uaqes [2 alLI0 UM UR}SoLTUEL ‘ojofnS ows osizoydur ejapod onb so] uo sewoqUIs so] 9jUB BIO -uo.oytpur ey £ oatsoidap ojuaure] ns ua oyafns [ap oguarUE -eouye [9 opuend eI]IOUAS so OU vpysed v7] “oUOLsUOD “UL [2 oyafns Jap eangsode op sazzons sv| Ua “UpIouEA9}UI ns ap peptanesodo ap seuorsrpuoo sv] zunyis vSonf 08 By -stppueooisd [2 vated ‘sosvo soyso ug “wyst[oULOOISd |v UOID -eBox9qut [ersedso wun uvoyue|d anb so] uog “sisr[BUB0D -isd [e sequezsiser ugiquiey uos anb sosvo soxyo AUpy “ugioworpaut | ap 2: -uopped jo anb oanotans osm fos pn aexer ard a vysTTeuBCaISd [9 ‘soyUOULITPAUL So] ep UOSAND e ap 0} -sadsox onb 1ye aq “9008 ap wrutoUODa Hs ua ooIJANEU [9 aod epenyis so ug1aearpaut v| adurars ou org “ug!o¥aIp -out 8] ap BySeSur ej Uo opezuoutiadxa a08 [e oats jap ozeypex [@ Uod aploutoo sistpunooisd pe vangiode vy ‘oseD 980 ug ‘ody 9380 ap oszo un auodxa anb ja ua sojnodoay -B7, S0xTEY op oTaF}Ae UN 499] SoWapod ‘GaIa] B| ap BUD} ~ooueay EISIASL ‘JoIUaPY ap & Gt [9 UAT “SISt[BUBODISA [e $9} -¥94SI594 UOS ON “e]UaTSUODUL [ap vIoUeLZadx~e BI ap LIA B[ auqe wySI[eUE UN VOD OxjUANDUA [a anb so] UA SoaIsaId -oprque sof # ,sajuaysiseu,, sauoisaidap ap soseo Avpy ONVTTVD NaWAvo, CARMEN GALLANO. félica, para ella todo iba bien, Ahora que el saber y las realizaciones del marido han perdido su brillo fatieo, ella se siente reducida a nada y no soporta los dias junto a ese hombre que es sordo a su lamento. El deseo, que en ella antes se animaba en la identificacién falica, se ha extinguido. A partir de que ella introduce en la escena a su Otro, el lamento se revela acusacién y la mostracién del estado depresivo esté dirigida a suscitar ol euestio. namiento de ese Otro, En el caso de la Sra. D., su esta, do, ella se desespera comprobandolo, no constituye un enigma que el marido esté interesado en descifrar, El como buen iGlogo académico, considera que la depre, sién de ella puede deberse a los efectos secundario de una medicacién antirreumatica o a otras causas biolégi- cas que los médicos terminardn de veneer con las pres cripeiones adecuadas. Esta interpretacién de él la deses, era, por lo que supone no querer oir nada de la parts que ella considera que é! tiene en el sufrimiento subjeti. vo de ella. Sin embargo, la Sra. D. habia aceptado con in. diferencia que él atribuyera su impotencia sexual, que se romonta a varios aos atrés, a su enfermedad diabé. ica. La presién, a veces muda y a veces rnidosa, en la Sra, D., de su demanda al Otro la manifiesta como demands de que el Otro vuelva a ser el mismo, de que recupere la consistencia del Uno félico que tenia en la escena fami. liar, profesional y social. Pues para la Sra. D., en el lu. gar del Otro solo rige ol Uno, el Uno dictado por los Ides. les de su madre, que orientaron la eleccién do este matrimonio con un hombre que no la atraia, que siem. pre le ha parecido feo, y al que antes amaba solo por ha. ber hecho de ella la elegida por el Amo exitoso entre las chieas del laboratorio La extincién del deseo confronta al Sujeto con el peso de un goce que hace de sus dias un idéntico suceder lo 146 eterno de un instante fuera del tiempo. Se revelan los estragos de la sumisién al Ideal y del amor al Uno cuan- do cae el envoltorio félico de la imagen y se muestra la miseria que acompana al vacio que es el sujeto. La Sra. D., ferviente seguidora del Ideal en el que se acomoda el brillo falico de la imagen del hombre y de la suya, ya no puede seguir deseando por identificacién con su marido. Eso no abre en ella ningiin espacio para la cuestién del deseo, No es tampoco la histérica que se ofrece para sos- tener al hombre desfalleciente ni la que se interesa por el enigma del deseo de él. En su depresidn, est adheri- da a lo que escapa a la identificacién. Muestra en su ser Ja respuesta de esa pérdida que la alienacién significan- te produce. Encarna, en su fijacién depresiva, la equiva- lencia entre el vacio del sujeto y el resto de goce que cae del significante. Para explicarse lo fijo, lo inamovible de su estado, la Sra. D., recurriré a la declaracién de su caracter maso- quista y me entretendrd con la novela de su impotencia, impotencid en relacién con su aspiracién de obtener que su marido le asegure el valor félica de su ser. Es un pa- so cuando el sujeto acepta confrontarse con lo que su de- presin tiene de coartada, lo que se ahorra con ella, pues la exime de hacerse cargo de la cuestién de su deseo pro- pio, La Sra. D, puede hablarme, a veces, también, de su impotencia en relacién con lo que en ella no funciona bien, a las fallas en ella y no sélo a las fallas de él. Sobre todo a su permanente indeterminacién en las situacio- nes en las que tiene que dar algo o hacer algo para los otros. Puede reconocer algo de sus sintomas, pero los de- ja de lado. Cuando pongo el acento en ellos, me recuer- da una y otra vez que no le preocupan mucho y que no le importa que los otros la vean tan insegura. Lo que Ja ocupa es el tormento de su vana expectativa de que el Otro responda de su satisfaccién 147 ert eIf@ Ho 1 -vawpenxes .rjdumo azemb ou sand arquioy un s9 ou opi -pur ns anb elounuap arpeur Bf ‘upPeaIputAteA NS Ug “Op -1Wuas [e ouale e008 asa uaa ‘oyuEprEd viouasasd vse 0D AIAtauoo apand yse ojyg sokeUI eURUEEY BL X aaped jo anb [endl [e ‘oapeur esa ¥ EOS aEY as "WEIS BT “AIP -eur ns ¥ 2e[qey eyULad o[ anb upRU woYTUBIS OU vI[O BAL -ed anb ‘aqresaaur Bax1080] ¥sa ap ,xsed, eyonbad apsep anbiod ayns of oN “esea ¥| ap BUBTPIIO9 EptA By We aspeUL B] ap alquynsur oj # aqap a8 BfLYy Ns ap orproms op oper [2 enb eyadaaqur anb ‘aaped jo wsuatd enb o] v oquourent -vaquod ‘oYNUT ayns o| OU EIIG “BUBLUIEY NS Bred £ ETLO ered ‘oxped ja ered ayqerzodosuy so ‘eseo uo ojouosuos un ouroa zesa0 UIs OpEsayivoa ‘ooyoun.zed oLt[ap ofn9 oup -eur eun sq ooyibisd peposty oBse{ uN aUaT e4peUL er] “ejmws0UR a arpeur ns ap asre|UEysIp OpHLULIOd BY O| anb o| sa onb ‘axped ns ep doure jo 10d epeysojio9 & eaped ns v opuamngis elouRsuT ns epsandar “y "Bg VT “19 HOO aae]JorUa,, a8 BI[@ aNb UoEUTWIEI9p aNb O1A0U [9p UOT “voyauap! eso op sousts so] wast ns wo TexysoUr'v vp -vfade angis epg (‘odna8 [op uoseaysuopt ap soBses so] v opefade y3s9 ou vf anb ‘oua|LpeUE Jose [9 WA) “wOdeY anb o| op ,esed, vzoye ‘ej[9 anb toXvur sowe 2901) ‘otAoH J anbune ‘orou ns sod ye paso RIL *.somsoIUS,, ap nq = BL B raoaue}I0d BoYTUmS onb of ap BpoU ouLID9p aqus on ‘sasod & sot ‘uaeut! op oytnse 079s 89 sond ‘oro -yRquep! 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