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- El juego, aparato del goce Sitvia SALMAN El juego es uno de los recursos con que abordamos en el disposi- tivo la practica con nifios. Me interesa reflexionar sobre su lugay, sw funcién y atin su valor en la clinica, ya que efectivamente es una he- rramienta de la que disponemos en lo que respecta al diagnéstico di- ferencial. Les propongo explorar su estatuto conceptual, siguiendo la lecta- ra de algunos textos de Freud y de Lacan, y la interpretacién que de ellos nos aporta Miller en su ensefanza. Para ello, voy a partir de la siguiente formulacién: el juego es un aparato del goce. Pienso abordar desde esta perspectiva el modo en que se encuen- tran articulados lo simbélico, lo real y Jo imaginario en el juego. ¥ en esta direccidn leer swincidencia en la clinica como asi también su uso diagnéstico. Pensar el juego como aparato, pemite acentuai el valor de instru mento y de artefacto, ya que podemos definir el término aparato co- rel conn Fiennes 9S OLw bles] pera efecr an av eauaiae resalta asisu valor de usa. Por otra parte, el aparato implica fodaun montaje. una maquinaria que permule cummplis ang ficion. Son tn, _Gonfinto de elementos que conforman tha organizacion, cuyo fin es Serie De este modo, el aparato esta de entrada conectado a una finali- dad, que tal como lo introduce Lacan en el Seminario 20, es una fina- lidad de goce. Alli lo que propone es pensar esencialmente al lengua- je como un aparato del goce a través del cual se aborda li realidad, coun pera Sic oces teva! * Conferencia dictada en noviembre de 2003 en la Nueva Escuela Lacaniana ~ Sede Maracaibo, Venezuela, d 109 sisityNvo>} sowtn [Sin embargo, en tanto la realidad podria ser abordada por todo aque- 4, Hoque sitve para gozar, pienso que podenios, considerar en.esa mis- Jhegoy desde esta pers FH principio podemos decir que ambos tienen por un lado, un costado que esté del nblante, es decir del lado de lo sim- Dolico que tiende a aprehender Jo Teal, a captar lo real. Por el otro, 108 Uefian un costado que podemes situar del lado del uso, sirven ara producit goce, 0 tal como lo trabaja Freud en “Mas alld del prin- cipio ea Producir una ganancia de placer de “otza in- * fle", Remarco la expresién “otra indols”, porque es lo queen Freud ‘nos pondré en la via de captar ert qué el juego produce goce. Enlonces, cpara qué sirve el juego? Una de las referencias a partir de la cual podremos abordar esta cree a sobre el juego es el Fort-Da que introduce Freud en el “Mile alld del principio del place®”” Este ago infantil Freud lo toma, en el capttulo 2, como uno de los referentes clinicos del més alld. : con los suefios trauméticos, i Estos referentes clinicos le sirven a Freud para ejemplificar dife- sates modos en que se presenta el més allé del principio del placer alla vida psiquica del sujeto. Recordemos $ que la tarea del aparato psfquico es ligar la energia a las representaciones, es decir, ani significate'y pulsion: Entonces F mente dos modalidades a través de ra: la primera, aquella que aparece Hiifica. La irrupcién trauimatica 0 inn cia de enormes cantidades de ene: 224608508 a 2: junto do terror. La.segunda, la presenta bajo la forma del juego infantil, para re- saltar otro modo de tratamiento de lo piilsio nalen él que se logea anudacla pulitwa tarepresentaci | Ereud la de~ nomina “ganancia de placer’ dole”, formulacién que desta- ca particularmente, ae un lado, el aracter de utilidad del juego y Por otz0, el alcance de la satisfaccién hallada Les Propongo explorar esta férmula que nos hace llegar Freud a través del juego, para extraer las consecuencias de su uso en la clini seal nes: Evidentemente, precisar en el juego el punto en el que Sealoja una satisfaccién, nos orienta respecio de que alli se localiza Ja — to. Este punto es crucial, si queremos darle SILVIA SALMAN cy ”—nifio, la de la desaparicién del obj al juego un lugar en la experiencia, En ese sentido cl interés de Freud por esta préctica del juego es indudablemtsic de cardcter econémico. La pregunta qué gufa su desarrollo es "xComo Se concilia con el principio de placer que repitiese en calidad de jue go una vivencia penosa para él?” ‘es recuerdo el juego del Fort.Da:E nfo tenia un carretel de ma- sera atado con um piolin, con gran destreza arojebael cartel que Sostenia por el piolin, tras la baranda de su cuna. El carzetel desapa- recia ahi dentro, el nifo pronunciaba “o-0-0-0", que queria decir fort, se fue. ¥. después, tirando del piolin, volvia a sacar el carretel de la aricién con un amistoso Da, que queria decir Hs ¢s.el juego completo: el de desaparecer y valyen, Ahora bien, loinerseatte doses Freud en su observacién, y que llama la atencién pues nos plantea una paradoja respecto del con- cepto de placer, ¢s que la mayoria de las veces el nino célo hacia de- Saparecer el carretel, y repetia este primer acto ~asi lo llama Freud-, el del Fort, incansablemente en calidad de juego. Es decir, que la segun- da parte del juego, aquella en la que el objet sin duda era a Ia que le cor to aparecia de nuevo y que respondfa el mayor placer, no se prodiucfa Lo que se desprende de esta lectura es que cuando aparece el pla- 'ejuego y placer se excluyen. ¥ de es- fe modo se le impone a Freud la Conclusion dé. alld del principio del placer. £2 segunda cuestién que podemos extraer de esta lectura, es que se Wala della descripcién de dos juegos: uno, que es el juego comple- to.del Fort-Da, llevado hasta su final lacentero, ya que el mayor pla- cer, ira DE Tarsepundls juego que es el del Fort sélo, eljugar a tirar Iejos de sf el objeto. Captar esta distincién entre el Fort S010'¥ el Fort-Da nos permutira Sitar una perspectiva de la interpre- {2ci6n en el juego que-se.sostiene en esta diferenciacién y que deter. mina una orientacién en la clinica, Fn este punto nos encontramos con una paradoja. La repeticin alcanza la més de las veces al primet acto y no a U segundo, es decir 3 que lo. que se repite en calidad de juego 8s Ia vivendi 1engsa pay 3 lo. Freud ubicaba como desenca- ©, denante de fa actividad, la partida de la madre, asf el nino podia aceptarla ausencia maerna a paige peer ek archa el juego;era unsiodo de resarcirse, de volver mivplaguepaleas mame a “Gs en este mismo lugar Gue-frecd intwodne el cose to de ga = nancia de placer de otra indole que en términos de Lacan poses = traducir, que allf se alcanza una satisfaccién, Dicha satisfaccién anu- 2 dada al concepto de eSepeticlén, NOs petintiré abordar el concepto de Tqy que el juego esté mas podemos decir que | | eee er luego se detiene. La primera cuestién para discemir sebre ea, | garded tego tn li clinica es qui i plus de gace como producto de esa repeticién. Es decir que pérdida \fecuperacién estan en el horjzonte del RC Hay numerosas referencias en la obra de Lacan al Fort-Da freudia- ‘no y segtin la época en que nos situemos en su ensefianza, veremos acentuada la vertiente del significante, o la vertiente del objeto. Res- pecto del significante, lo que Lacan ha resaltado es la alternancia fo- nemiética con la que el nifio acompafia el juego, déndole peso alli al valor significante del juego y al juego como matriz simbélica. Respecto del objeto, es crucial el modo en que Lacan presenta su Jectura del Fort-Da en el Seminario 11, Los cuatro conceptos furdamentales del psiconndlisis, ya. que allt puede leer en el juego la constitucion mis- ma del objeto a y en ese mismo lugar, la produccidn del sujeto. Nos va- mos acercando de este modo, a captar por dénde el juego en Ja clinica con nifios puede llegar a ser una herramienta para el diagnéstico dit rencial. Efectivamente para que haya juego seri necesario que el'niio disponga tel objeto 2 que lo ha causado como-suieto. En el capitulo 5 de este Seminario, capitulo destinado a trabajar el concepto de repeticién ligado a los términos tycké y automaton, Lacan va a estudiar varios referentes clinicos para abordar la repeticion en su relacién com lo real. Bl interés ce Lacan es ubicar a lo real mds all del atomaton, es décir mas allé del retorno y de fa insistencia de los signos a que nos somete el principio del placer: Por esta via y en los Aistintos ejemplos que toma, vaa conectar lo real al més alld del prin- cipio del placer. De entrada Lacan ubica como secundaria la Jectura que hace | Freud del juego. Recuerden que para Freud, con el juego el nifio ta- ponaba el efecto de desaparicién de la madue, haciéndose su agente, volviendo activo lo que padecié pasivamente. Esto es secundario, Y jlovque va a ubicar en priser plano e5 el juego como respuesta. (J (Respuesta a qué? A lo que la ausencia de la madre desencadena / en él. Es importante sitar esta diferencia: el juego no es la respues- fa la ausencia de Ja madre, lo cual ~como dice Lacan— se xesolveria con_un simple grito con el que reclamaria que la madre vuelva. Eljuego es respuesta a lo que la ausencia dela ssencadena en él, Por ello, Lacan deja bien eri claro que el carretel con el que juega, elnifio, de ningrin medo-es la madre. Al cametel-le da.otro estaruto $ que le permiticd conceptualizar el abjeta a. Bs asf que dird que es un 2 trocito del sujeto que se desprende pero sin dejar de ser bien suyo, “pues sigue reteniéndolo, -esa esTa funcion x jf hilo, la de soltarlo pe- ro a la vez quedarse agarrado a él, De este modo, es con su dbjeto ‘ue @nifio empieza su cantinela, el Fort y el Da, que en tanto oposi- 46 Clones fonematicas acompafian el juego. Y es en ese objeto ~dice La- poten can en el que hemos de designar al sujeto. Es el modo en que Lacan’ en esa época recorta el estatuto real de lel objeto ~més adelante el ob- jeto a tendra el estatuto de semblante~- con ese pedacito tomado del cuerpo. Entonces lo que desencadena la partida de la madre, es la hiancia, el vacio a partir del cual se dibuja el lugar de la produccién del obje- toy la puesta en marcha de la divisién del sujeto en el juego de al- temancia significante, Asi, la ausencia de Ja madre queda como caus sa de la repeticién, que por un lado tiene un cosiado de simboliza. sisiny Peterlee al lugar de ese vacio, los abjetos sustitutos, los objetos a, que son los objetos que materializan al a, que le dan sustancia: la serie de los ob- Jetos pulsionales. Son los objetos que la pulsién va a buscar en el campo del Otro y en Jos cuales alcanza una satisfaccidn. La pulsién es una fuerza constante,.un drang dice Freud, un empuje, se trata de algo que no cesa, que no conoce el menos, y que'por ello se satisface siempre. Es este cardcter de constancia, la constante, lo que se trata de captar en la repeticién, como micleo real de la repeticidn, y en tan- to tal, repeticin de goce. ‘Lo que me interesa remarcar es cémo a partir del trabajo del ana- isis se va recortando la modalidad de satisfacci6n pulsional, que en Cuentra en el juego tino de los modos, uino de los soportes por donde en él analisis con nifios podré leerse’el punto en el que se encuentra elsujeto, y el camino por donde se ira enmarcanido su fantasma. Ase- gurar en el trabajo del andlisis, la localizacién del goce en una cons- tmuccién fantasmatica o sintomatica, implica que el nino disponga de las ficcionés necesarias para que llegado el caso, cuente con los recur- 0s para producir sus propias respuestas. _. Bibliogratia MiLisn, J.-A: I lenguuje como aparnto de goce, Coleccién Diva, Bs. As., 2000. Freuo, S.: "Mas alld del principio del placer”, en: Obras Completas, T. XVI, Amorrortu Ed., Bs. As, 1984. Lacan, J: El Senttiario, Libro 20, Aiin, Ed. Paid6s, Bs. As,, 1981 Lacan, J. E! Seminario; Libro 11, Los quatro conceptos fundementates del psicoa- nilisis, Ed, Paidés, Bs. As., 1986, FREUD, S.: “ELcreador literario y el fantaseo", en: Obras Conrpletas, T.1X, Amo- srortu Ed., Bs. As, 1984, Lacan, J.: El Seminario, Libro 1, Los escritos ttenicos de Freud, Ed. Paidés, Bs. As, 1981, Lacan, J.: El Seminario, Libro 17, El reverso del psicoanélisis, Ed. Paidés, Bs. As., 1992. Ce eee nee .

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