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El Evangelio

Esenio de la Paz

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El Evangelio Esenio de la Paz
Presentación
La religión primigenia...

Desde el comienzo de esta humanidad, ha existido una maravillosa enseñanza, que es universal
en su aplicación, y eterna en su sabiduría, la cual tiene la potestad de realizar, entre quienes la
practiquen, asombrosas transformaciones y llevarles al terreno de las mas altas realizaciones.

Fragmentos de ella la encontramos alegorizada ya en los dibujos cuneiformes de los antiguos


sumerios, que se remontan 8.000 o 10.000 años A.C y se desconoce en verdad, al menos oficialmente,
desde cuántos miles de años antes de este período existía ya esta enseñanza sobre la faz de la Tierra.

Sin embargo, sabemos sí, que ha sido el conocimiento de esta enseñanza lo que le ha permitido
a muchos hombres y mujeres lograr realizar dentro de sí el "Misterio de la Auto-realización Íntima del
Ser", eje central de cualquier sistema religioso-filosófico serio, tanto en el este como en el oeste del
mundo.

La Autorealización Íntima requiere entre otras cosas de una completa auto-transformación interior,
que parte del estado normal, o mejor dijéramos "común" del humanoide como cero matemático, un
estado inconsciencia y desconocimiento de sí mismo (que generalmente cuesta en verdad admitir), hasta
lograr llegar a aquel otro estado o situación psicológica de realización íntima, supraconciencia y felicidad
verdadera, mediante el desarrollo progresivo de todas sus posibilidades y potencialidades latentes, que
conlleva a la conquista de su Alma, y la integración con el Ser.

Por este motivo, han aparecido a lo largo de los siglos, distintos maestros y maestras, verdaderos
guías o benefactores/as de la humanidad, quienes se esforzaran en su paso por el mundo en dejarnos,
para nuestro propio beneficio, sus más preciados tesoros de sabiduría y amor, a través de su ejemplo y
en ocasiones a través de algunos trabajos escritos, pero fundamentalmente con su misma Vida; ejemplos
vívidos para que pudiéramos servirnos de ellos y comprender profundamente el propio objetivo de
nuestra existencia sobre la Tierra...

Asi han surgido también distintos y muy particulares grupos de individuos que comprendiendo a
los Maestros y agrupándose en torno suyo y de sus enseñanzas, se dispusieron a vivir una vida
diferente, alejada de los múltiples afanes de la vida ordinaria, y teniéndo como meta su Realización.

En este sentido fueron los Esenios uno de esos grupos maravillosos de la antigüedad; sabios
enigmáticos que poseyeron grandes verdades y misteriosas claves del esoterismo universal, que llenos
de amor y felicidad supieron vivir y enseñar en cada paso aquel "Camino" lleno de misterios, del cual nos
hablara mas adelante el Cristo, y que siendo un Camino muy difícil, conduce sin embargo hacia la más

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pura Felicidad, hacia el Amor, hacia la Liberación de todo ese "potencial espiritual" de nuestro Real Ser
Interior Profundo...

Fueron aquellos sabios enigmáticos de tal fraternidad, quienes tuvieron la dicha y el alto honor de
preparar el "ambiente psico-espiritual de la época", para el advenimiento de aquel Gran Ser conocido
como Jesús el Cristo, el más extraordinario de los Maestros que pisara nuestro mundo, y cuya
exaltadísima misión, nos atrevemos a decir, resulta todavía absolutamente desconocida e incomprendida
para gran parte de la Humanidad, inclusive para muchos de aquellos que se denominan a si mismos
como "cristianos".

Los Esenios, supieron cultivar en secreto aquella singular sabiduría, la cual como dice un bello
ritual gnóstico “realiza el milagro de hacernos humanos”, y aprendieron a vivir intensamente las
enseñanzas de aquel conocimiento superior (denominado por los antiguos sabios como la Gnosis),
algunas de las cuales se hallan contenidas en los textos que a continuación presentamos ante ustedes.

Todos estos conocimientos les permitió lograr, según se nos ha permitido saber, el “despertar”
radical de su propia Conciencia, y el desarrollo de las facultades superiores de sus almas, motivo más
que suficiente como para que nos detengamos unos momentos en el estudio sereno y profundo de su
magistral legado.

Estudiar y desde luego practicar estas enseñanzas, es reactivar en todos nosotros un


conocimiento intuitivo, ancestral, un conocimiento completamente revolucionario y a la vez
tremendamente sencillo, que bien podría llegar a resolver nuestros problemas individuales como también
los sociales, ya que tienen la virtud de colocarnos cara a cara con las intrínsecas razones fundamentales
del existir, y desde luego con aquellas trascendentales decisiones fundamentales para la Vida, esas que
construyen y configuran nuestro propio destino.

Estas decisiones, son las que en definitiva podrán o no permitir que aquella chispa divina que en
nuestro interior llevamos, pueda continuar con su armonioso desarrollo hasta convertirse en una
verdadera "hoguera interior", que alumbre y de "calor espiritual" a todo el que llegue, o que por el
contrario, se vaya extinguiendo tristemente, por falta de cuidado, de conciencia y de amor...

Tiene además esta maravillosa enseñanza el poder o la facultad de sumergir al estudiante dentro
de una cosmovisión maravillosa, en dónde palabras como: vida, libertad, conciencia, armonía, felicidad,
amor, etc., cobran una significación diferente, una significación profunda y trascendental, una nueva
significación acorde con el "despertar" que paulatinamente se va gestando en nuestro interior, en el fondo
mismo de nuestra propia conciencia, en el fondo mismo de nuestro propio corazón...

Es por ello que esta enseñanza, resulta tan importante y revolucionaria para el Ser Humano,
porque contiene las claves más importantes y necesarias para lograr la legítima felicidad y es por ello
también que la misma ha sido tan perseguida, calumniada y deformada, a lo largo de los siglos...

Al irse adentrando en la misma, notará el lector como no serán demasiados los inconvenientes
para lograr capturar algunos de aquellos conocimientos profundos y divinos a los que aludimos, y así
poder beber de esas preciosísimas “aguas de sabiduría” contenidas en estos textos arcaicos...

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Ojalá que la misma fortifique los intensos anhelos interiores del Alma, que sedienta en nuestro
interior clama, y sirva también su lectura de bálsamo sanador para nuestro adolorido corazón, para que
los mas bellos y puros sentimientos broten purificados de aquella santa fuente...

Los invitamos entonces al estudio sereno y reflexión de esta preciosa obra que nos han legado los
sabios esenios. Los invitamos al conocimiento del Evangelio Esenio de la Paz...

¡PAZ INVERENCIAL!

El Autor

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El Evangelio Esenio de la Paz
Primera Parte

Capitulo primero
Los Esenios

La palabra o nombre "esenios" significaría, según algunos expertos e historiadores, algo así
como: los "piadosos", los "puros", etc., nombre que les fuera dado por las gentes que les conocían, ya
que ellos en realidad no se denominaban a sí mismos así, sino que se llamaban como: "La Orden de los
Hijos de la Luz".

Los datos que se pueden conseguir hoy día sobre ellos provienen fundamentalmente de
historiadores como Flavio Josefo (en "Guerra de los Judíos" II, 119-161), Filón, Plinio y otros, los cuales
coinciden todos en elogios sobre su conducta y sobre el espíritu que les inspiraba, etc.

Plinio dice textualmente: "son gente solitaria y muy superior al resto de la Humanidad" y añade
que “se nutrían merced a la incesante corriente de personas que acudían a ellos en gran número”.

Filón, por ejemplo, escribió su “Tratado para probar que todo hombre bueno es también libre”
inspirado en los Esenios.

Josefo que hacia los diecinueve años había pertenecido ya a los fariseos, a los saduceos y a los
Esenios, nos dice de ellos que constituían una "hermandad" muy similar a los pitagóricos, los cuales
habían renunciado a todo placer mundano y a las riquezas de la vida...

Arnauld de Saint-Jacques en su obra “Los Templarios y el Evangelio de San Juan” dice lo


siguiente: “La fuente de Moisés fue Egipto y los iniciados esenios aprendieron de esta misma fuente,
aparte de recoger la Tradición hebrea en su pureza a través de textos ocultos de los profanos y los
invasores romanos”.

No cabe ninguna duda de que la Orden de los Hijos de la Luz era una orden monástica, una
orden esotérica e iniciática, y que practicaban la Kábala, la Astrología y la Teurgia. Tampoco cabe
ninguna duda que conocieron a fondo los misterios reservados de la “Alquimia”, la ciencia extraordinaria
de la "Transmutación de nuestras Energías Creadoras".

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La misión principal de los Esenios fué, como dijimos, preparar el advenimiento del Mesías, y
también conformar un cierto grupo de iniciados y de sabios que lo ayudaran en su "Misión Redentora" y
desde luego también a los apóstoles.

Como decíamos, registros de la forma esenia de vida nos han llegado por los escritos de sus
contemporáneos: Plinio el naturalista romano, Filo( Filón) el filósofo de Alejandría, Josefo el historiador
judío, Solanius y otros; a veces no en forma muy detallada, y con algunos errores, debido a que sus
enseñanzas más secretas y rituales esotéricos no era tan fácil conocerlos. Pero en algo todos coincidían
y era en que:

“Eran una raza por sí misma,


más extraordinaria que cualquiera otra en el mundo."
"Los más antiguos de los iniciados, que recibieron sus enseñanzas del Asia Central,
enseñanza perpetuada a través de un inmenso lapso de años".
"Santidad constante e inalterable”.

Resulta interesante saber que la “membresía a la Hermandad” se obtenía después de un período


de prueba que iba de uno a tres años, seguidos luego por siete años más de trabajo iniciatorio, antes de
ser admitido a la plenitud de la enseñanza.

El Maestro Gnóstico contemporáneo Samael Aun Weor, hablando de los Esenios nos dice: “Los
Esenios, ante todo, fueron sabios, en el sentido más completo de la palabra. Conocieron la sabiduría
antigua, y se dedicaron a trabajar sobre sí mismos... Hablo desde el punto de vista psicológico. Es obvio
que lograron grandes transformaciones dentro de lo psico-somático, lo místico sensorial, y también
dentro de lo trascendental. ¡Consiguieron el despertar de la conciencia...!”

También se puede leer en algunos de sus libros, sobre ellos lo siguiente: “Ellos fueron quienes
permanecieron fieles a Moisés, cuando este bajó con las Tablas de la Ley, y quienes luego, a lo largo de
los siglos se mantuvieron fieles a ese conocimiento esotérico”. “ ...los viejos esenios, solo conocían la
vieja Doctrina Cristiana, la doctrina de los mártires, aquella doctrina por la cual San Esteban murió
mártir”. (Libro de la Virgen del Carmen Cap. 1)

Su forma de vida, así como el hecho de llevar una estricta dieta alimenticia, sumamente sencilla,
les permitía vivir hasta edades avanzadas de 120 años y más, y se decía que poseían una fortaleza y
resistencia física extraordinarias.

Se contaba entre los “curadores” y “maestros” de la hermandad, según lo afirman muchos


estudiosos, a: Elías, Juan el Bautista, Juan el discípulo y el Gran Maestro Jesús, como ya hemos dicho.

Es oportuno anotar que durante los últimos dos siglos antes de Cristo, y el primer siglo de la era
cristiana, esta hermandad conocida también como "los sanadores", "los puros" ,"los piadosos", como ya
hemos dicho, vivió en los alrededores de varias ciudades de Palestina, Siria, en el Lago Mareotis en
Egipto y en la orilla occidental del Mar Muerto, siempre alejados del bullicio mundanal, pero a la vez en
contacto muy fluido con sus pobladores y que fue allí precisamente, en las cercanías de Wadi Qumran, a
unos 17 kilómetros al sur de Jericó, donde funcionaba su monasterio.

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En Egipto, tenían su sede más importante en los alrededores de Alejandría, próximos al Monte
Moria y en Heliópolis, según otros.

Queremos señalar que este grupo, no era un simple grupito aislado, como quizá uno podría
suponer en un primer momento, sino que se trataba de un sistema de comunidades y diferentes grupos
que tenían un núcleo central: una doctrina, y una misión...

Tan viva era su fe, que no temían a la muerte, lo cual causó la admiración de los mismos romanos
cuando estos atacaron Qumran. Josefo nos decía al respecto: "Menosprecian los peligros, triunfan del
dolor por la elevación de su alma y consideran la muerte, cuando se presenta con gloria, como preferible
a una vida mortal. La guerra romana ha probado su fuerza de carácter en toda circunstancia: los
miembros apaleados, torturados, quemados y sometidos a todos los instrumentos de martirio con el fin
de arrancarles alguna blasfemia contra el legislador o para hacerles comer alimentos prohibidos, no ha
podido obligarles ni a lo uno ni a lo otro, ni siquiera sus torturadores han podido alardear de haberles
hecho derramar una sola lágrima. Sonrientes durante los suplicios y burlándose de sus verdugos,
expiraban con alegría como si pronto volvieran a revivir". (Guerra de los Judíos, Libro 2º, cap. VII).

La “Orden de los Hijos de la Luz” fue finalmente destruida durante la "gran represión del año 70";
Qumran fue arrasada y muchos miles de esenios muertos...

Los que escaparon se refugiaron junto a sus hermanos en diversas comunidades cristianas, y
desde allí continuaron difundiendo su sabiduría. Estos últimos esenios serían, según algunos
investigadores, uno de los tres grupos de iniciados que formaron el misterioso "Priorato de Sión",
prolongación oculta de La Orden del Temple.

Desde ese momento, la sabiduría gnóstica de los Esenios se ha mantenido oculta, debido a las
múltiples persecusiones, y al riesgo de exterminio, más hoy en día ¡nuevos vientos vienen soplando! y
aquella inmortal y preclara sabiduría a sido nuevamente puesta sobre el tapete de la cultura
contemporánea, y explicada de manera magistral pero muy clara por los sabios Maestros que con ese fín
han venido, y es así que hoy puede "brillar" nuevamente en las conciencias que la sepan encontrar,
apreciar, y sobre todo Vivenciar...

La comunidad de Qumran

Hablemos un poco sobre la vida en Qumran. Se dice que tenían todos sus bienes en común, no
había "propiedad privada", como la conocemos, sino que todos debían contribuir con sus trabajos para el
bien común, y en retribución, nunca debían de carecer de lo necesario.

Solían vivir, como ya dijimos más de cien años, y no había entre ellos ni esclavos ni señores,
pues vivían en absoluta fraternidad. El mutuo respeto, la disciplina y la mística, eran parte integral de sus
vidas. Estudiaban las Escrituras, tratando de progresar en el conocimiento profundo de la Verdad, y como
dato curioso: iban siempre de blanco.

Es justo suponer que la Orden Esenia, como la llamamos, haya cumplido extraordinariamente con
su cometido, preparando el nacimiento de Jesús, para lo cual se cree que pudieron haber tomado bajo su

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protección a las familias de María y de José, las cuales recibirían de este modo formación esenia, como
la recibirían también el mismo Jesús y Juan el Bautista.

Si algo queda claro, es que los documentos hallados en Qumran, han puesto sobre la mesa el
importantísimo papel que tuvieron los Esenios en la conformación del cristianismo primitivo.

Tras morir Jesús el Cristo, los esenios prosiguieron prestando sus servicios a los apóstoles y
discípulos con tal eficacia y discreción que sólo pasados los siglos ha sido reconocida su inmensa labor
por algunos historiadores. Más recién ahora con la develación del contenido de sus manuscritos se
puede acceder realmente a los contenidos de su extraordinaria sabiduría.

Pasemos ahora a estudiar la vinculación entre Jesús, la Gnosis y los Esenios

Capítulo segundo
Jesús, el Gran Maestro Esenio.

Es indudable que los Esenios cumplieron entonces una formidable misión en relación a la
preparación del “ambiente cultural-espiritual” de aquella época singular, en la cual habría de entregársele
a la humanidad una valiosísima cátedra para la conciencia, un extraordinario mensaje que tuvo como
protagonista principal a su mas excelso y extraordinario maestro, Jesús el Cristo.

Sin embargo también es cierto que poco se sabe de la vida de Jesús antes de su aparición pública
a la edad simbólica de los 33 años. Muchos autores afirman que aquel gran Ser se preparó largamente
para poder representar dicho drama a la perfección y que esto incluyó entre otras cosas muchísimos
viajes.

El Maestro Samael apunta en uno de sus libros: “Existen documentos secretos que demuestran
que Jesús, el Gran Maestro Gnóstico, estuvo en Lhassa, capital del Tíbet, sede sagrada del Dalai Lama.
Jesús visitó la Catedral de Jo-Kang, la santa catedral del Tíbet. Fueron tremendos los conocimientos que
Jesús adquirió en todos esos países y en todas las antiguas escuelas de misterios.”

“El Gran Maestro nos entregó todos esos conocimientos yoguis, todos esos conocimientos
budistas, herméticos, zoroastrianos, talmúdicos, caldeos, tibetanos, etc., pero en forma sintética, ya
digeridos en su Gnosis.”

Es interesantísimo comprender entonces que la misión de Jesús el Cristo fue muchísimo más allá
de lo que por lo común imaginamos. Detallarla in-extenso sería algo que escaparía ciertamente a los
propósitos de esta obra ¡y también a nuestras posibilidades! pero al menos, nos nos pesa decir que lo
que Jesús vino a enseñar, nuestra humanidad no lo ha comprendido todavía, ya que recién ahora se está
develando y explicando tal como es...

¿Por qué no las hemos comprendido todavía? Porque se trata de tremendas verdades,
completamente trascendentales, que involucran aspectos inusuitados de nuestra vida, como por ejemplo
el sexual, y porque continuamos viendo en Jesús un personaje meramente histórico, cuando en realidad
él vino a representar un Drama absolutamente interior, un drama que tiene por protagonista a nuestro
propio Cristo Intimo y por escenario a nuestro propio mundo interior.

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Queremos decir entonces que es mucho lo que nos queda por comprender todavía sobre aquel
personaje, sobre su tiempo y sobre el mensaje que nos dejara, pero también, sobre la tremenda
actualidad que el mismo tiene, en el fondo mismo de cada uno de nosotros, aquí y ahora...

Para dejarnos este mensaje, él mismo tuvo que convertirse en la figura principal de un “Drama
exquisito", un drama que está representado en los mismos procesos de su propia vida, pero muy
especialmente, en los de aquella “semana santa", desde que hace su entrada triunfal en Jerusalem el
domingo de ramos, junto a los diferentes procesos de su apresamiento, su coronación con espinas, su
extraordinario “vía crucis”, y lo más impresionante ¡la misma crucifixión!...

Todo esto, estimado lector, reviste un carácter absolutamente simbólico, trascendental, que bien
vale la pena conocer y estudiar, porque allí se encuentra condensado magistralmente toda su doctrina, y
de una forma, además, absolutamente conmovedora y terrible, porque fué en el crudo realismo de su
propia fisiología y entregando para ello, su propia vida...

Pero,¿por qué valía tanto la pena todo aquel sacrificio? ¿Qué estaría en juego, que hiciera que
aquel extraordinario y maravilloso ser se entregara así a sí mismo, para padecer los vejámenes más
terribles y una muerte tan dolorosa? ¿Por qué?

Es terrible admitirlo pero lo que lo que sucedía es que estaba en juego nuestra propia Conciencia,
¡Nuestra Alma! y es claro que las divinas jerarquías se sacrifican por aquello tan digno y noble ¡pero tan
descuidado!, que el Ser Humano lleva en su interior...

Debemos comprender que a partir de la representación de aquel Drama, el Camino de la


Autorrealización se hizo muchísimo más comprensible y también accesible a cualquier persona que se
proponga conocerlo y por supuesto en transitarlo.

Esta es la razón por la cual se dice que “el velo del templo de Jerusalem” se rompió en el ismo
momento en que eél entregaba su Vida,simbolizando que a partir de ese momento, quedaba "develado"
el conocimiento oculto, se había descorrido en verdad “el velo de los grandes misterios” y la humanidad
comenzaría a conoce los grandes "secretos" de la doctrina del adorable...

Todo esto es lo que estudia el verdadero esoterismo. Esto es lo que estudia la santa Gnosis.

El Maestro Samael, gran iniciado gnóstico contemporáneo, decía en un reportaje radial lo


siguiente:

"...Obviamente que, la parte superior del Ser, en toda criatura humana, según antiguas teogonías,
viejas tradiciones que se pierden en la noche aterradora de todas las edades, es “Crística” en gran
manera. Lástima da verdaderamente, que se hallan olvidado esos conocimientos arcaicos. Debido a tal
olvido la humanidad ha caído en una especie de antropomorfismo, grave. Por eso no es extraño que, en
estos tiempos, se haga del Cristo un personaje meramente histórico o antropomórfico, cuando debería
hacerse de él lo que verdaderamente es él: un prototipo de perfección humana... en cada uno de
nosotros”.

Interesantísimas palabras que nos invitan pues a la reflexión. Ciertamente dentro de cada uno de
nosotros, se encuentra el Cristo y él sufre lo indecible en su cruz (nuestro propio cuerpo físico con sus

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cuatro elementos) cada vez que nosotros atentamos contra la vida, o cometemos cualquier error, que le
produzca dolor a alguien, etc., etc...

Evidentemente dentro de nosotros está aquellas multitudes que vociferan ¡Crucifixia!¡Crucifixia!, y


estos no son otros que aquellos siniestros personajes que cargamos dentro, que en psicología oculta se
los denominan “yoes”, y que él denominaba "la legión", o en otros términos llamaremos, el “ego
pluralizado”...

Todo el "Drama" que el Cristo vino a enseñar es cien por ciento interior. Dentro de nosotros están
aquellas multitudes y esto es algo que lo explica muy bien el maestro en su "doctrina" y también aquellos
“traidores”, que se encargan de darle muerte al Cristo. Judas, representando al deseo egoico, quien
vende a su maestro (nuestro Ser), por treinta monedas; Pilatos, representando a la "mente terrena", que
siempre encuentra evasivas y se justifica por cualquiera de nuestras conductas equivocadas (se “lava las
manos) y Caifás, el sumo sacerdote, que representa en nosotros a la “mala voluntad”, aquello que no
quiere trabajar y que odia al Cristo, aquel que alienta a las masas (nuestros multiples “yoes”) a crucificar
al señor...

Es mucho lo que se podría hablar sobre todo esto y sobre los simbolismos que tienen para
nosotros todas aquellas escenas tan terribles, y es obvio que el tema resulta por demás interesante. Mas
aqui solo nos limitaremos a nombrar, y comentar someramente algunos de ellos, ya que nuestro
propósito no es este para la presente obra.

Cuando comencemos a admitir que el "drama del Cristo" es un "drama interior", comenzaremos
entonces a darnos cuenta de que dentro de nosotros hay “algo” sumamente valioso, algo terriblemente
“divino”, algo que podemos y hasta debemos aprender a escuchar en silencio, algo que se encuentra
lleno de sabiduría, majestad y amor y con lo cual estamos llamados a integrarnos, verdaderamente...

Aquello..., se encuentra aquí y ahora con nosotros, en nuestro corazón, y es lo que nos dá en
definitiva ese impulso por vivir y conocer en realidad el Camino, ¡conocer en verdad los misterios de la
Vida, y Despertar nuestra conciencia, para ¡integrarnos nuevamente con aquella, nuestra verdad
interior!...

Resulta interesante transcribir aquí, para continuar ubicándonos en el tema, algunos conceptos
importantes que formulara el Maestro Samael sobre la cuestión de la Iglesia y del gnosticismo.

“Jesús no fundó la Iglesia Católica Romana, Jesús fundó la Iglesia Gnóstica, la que existía en
tiempos de San Agustín, la que conoció Jerónimo, Empédocles, Santo Tomás, Marción de Ponto,
Clemente de Alejandría, Tertuliano, San Ambrosio, Harpócrates y todos los primeros padres de la Iglesia,
que en aquella época se llamaba Iglesia Gnóstica Católica.”

“La Iglesia Católica Romana, en su forma actual, no fue fundada por Jesús. Ella es una
desviación, una rama desprendida de la Santa Gnosis.”

“La humanidad necesita volver al punto de partida, regresar a la Santa Gnosis del Hierofante
Jesús el Cristo, retornar al cristianismo primitivo, al cristianismo de la Gnosis.”

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“La doctrina de Jesús el Cristo es la doctrina de los esenios, la doctrina de los nazarenos,
peratisenos o peratas, etc. En la doctrina de Jesús el Cristo, hay yoga digerida, yoga esencial, magia
tibetana, budismo práctico, ciencia hermética, etc., etc., etc.”

Hablando de todas estas cosas, y refiriéndose ahora a la “tradición gnóstica” nos dice
enfáticamente: “Nosotros fuimos echados a los leones en los Circos de Roma y celebramos nuestros
rituales en las catacumbas; fuimos quemados en las hogueras de la Inquisición Católica Romana.
Nosotros acompañamos al Cristo Jesús en la Tierra Santa; fuimos los místicos Esenios de Palestina; no
estamos improvisando doctrinas oportunistas. Estuvimos ocultos durante 20 siglos y ahora volvemos
otra vez a la calle, llevando sobre nuestros hombros, la vieja cruz tosca y pesada”. (Misterios Mayores
Pág. 166)

Y para finalizar, hablando sobre la importancia de los “los rollos del mar muerto” nos dice:

”Creo que valdría la pena estudiarlos, porque contienen enseñanzas endotéricas trascendentales,
que debidamente comprendidas, podrían iluminar muchos rincones oscuros de nuestro entendimiento.”

Vayamos ahora a conocer, un poco a manera de anécdota, la historia del descubrimiento de estos
tan interesantes materiales, para luego sí, pasar a disfrutar de sus contenidos.

Capítulo tercero
Los Rollos Sagrados

Crónica de un largo periplo

Un día, a comienzos de la primavera de 1947 y en las proximidades de un risco, en la costa


oriental del Mar Muerto, un muchacho beduino, llamado Mohamed el Lobo, cuidaba algunas cabras.
Trepando en busca de una de ellas que se había descarriado, reparó en un agujero en el terreno, que
luego descubriría se comunicaba con una cueva y por pasatiempo, arrojó una piedra dentro de él. Con
sorpresa se oyó, en el interior del pozo, un ruido de algo que se rompía. El muchacho se asustó y huyó
(los beduinos tienen cierta creencia que dentro de las tinajas pueden haber espíritus, lo que ellos llaman
un "yin"), pero más tarde volvió, con un compañero, y exploraron juntos la cueva, a la que era realmente
muy difícil acceder.

Cuando lo lograron, encontraron en su interior grandes vasijas de barro, junto a fragmentos de


otras, ya destruidas... Cuando les quitaron las tapas, semejantes a cuencos, salió un olor nauseabundo
que provenía de oscuros bultos oblongos contenidos en ellas. Una vez fuera de la cueva, descubrieron
que tales bultos parecían en realidad verdaderas momias envueltas en tiras de lino y recubiertos por una
negra capa de algo que se asemejaba al alquitrán o a la cera. Al despojarlos finalmente de sus tan
inusitadas envolturas hallaron al fin los largos manuscritos, trazados en columnas paralelas sobre finas
láminas unidas por costuras que, aunque estaban en parte descoloridos y destruidos, resultaban en
general notablemente claros.

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Los muchachos constataron que los caracteres no eran árabes y se maravillaron hasta tal punto
con los rollos que los conservaron cuidadosamente y cuando se trasladaban, los llevaban consigo.

Los jóvenes beduinos, pertenecían en realidad a una partida de contrabandistas que pasaban
cabras y otros bienes de Transjordania a Palestina. Habían hecho largos rodeos hacia el sur
transportando sus mercancías, con la intención de evitar el puente del Jordán, que estaba bajo la
custodia de aduaneros armados, y atravesando la corriente a nado, se dirigían ahora a Belén, para
venderlas en el mercado negro.

Habían optado por llegar hasta el Mar Muerto, para poder abastecerse en la fuente de Aín
Feshkha, cuya fresca agua era la única que podía encontrarse en muchos kilómetros a la redonda, en
región tan caliente, seca y desolada. Además así, era prácticamente imposible que los descubrieran, en
una localidad tan árida, sin atractivos, y a la cual nunca nadie concurría.

Consiguieron vender el contrabando en Belén, al mismo mercader que habitualmente les


compraba. Cuando le mostraron los rollos, éste, no entendiendo de qué se trataba, ¡se negó a pagar las
veinte libras que los muchachos le pidieran por ellos!

Los beduinos entonces, se fueron con los rollos a dónde otro mercader, de cuyos artículos se
proveían habitualmente y el hombre, que era sirio, pensó que la lengua en que estaban escritos podría
ser siríaco antiguo y por intermedio de un compatriota, se comunicó con el metropolitano de la Iglesia
Siria, que se encontraba en el monasterio de San Marcos, situado en el Jerusalén Viejo, el cual se
mostró muy interesado en los rollos.

El metropolitano, el señor Athanasius Yeshue Samuel, sabía que nadie había vivido en las
cercanías de Ain Feshkha, desde las primeras centurias cristianas. Además, lo habían impresionado las
afirmaciones de los visitantes, quienes decían que los rollos estaban "envueltos como momias".

Cuando le trajeron uno al monasterio, separó un fragmento, lo quemó, y pudo comprobar por el
olfato, que el material era pergamino o cuero. Reconoció que el texto estaba en hebreo, más sin
embargo, no siendo docto en tal lengua, le fue imposible descubrir el sentido del manuscrito. Anunció eso
sí que compraría los rollos, pero mientras tanto, los beduinos se ausentaron con la finalidad de realizar
una nueva expedición gracias a la cual, encontraron más rollos.

El problema que se presentaba ahora, consistía en descubrir el contenido de los manuscritos y


su antigüedad. El metropolitano Samuel, consultó con un sirio del Departamento Palestinense de
Antigüedades y con un sacerdote francés de la Escuela Bíblica Dominica, centro de investigaciones
arqueológicas situado en el Viejo Jerusalem, pero increíblemente no conseguiría a nadie que se
interesara realmente en ellos. Es así que antes que él, otra persona, lograría descubrir la identidad de los
rollos.

La noticia de que algunos manuscritos provenientes de una cueva cercana al Mar Muerto,
estaban en manos de un mercader de Belén, llegó a oídos de E. L. Sukenik, arqueólogo principal de la
Universidad Hebrea, el cuál logró comprarle al mercader tres de aquellos primeros rollos que el
metropolitano no había querido comprarle finalmente a los beduinos, junto algunas de las vasijas, y tras
estudiarlos citó a una conferencia de prensa. Nos encontramos en estos momentos en Enero de 1948, en
plena guerra mundial.

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En Febrero de 1948, el metropolitano Samuel, consiguió ponerse en contacto con La Escuela
Americana de Investigaciones Orientales y allí el doctor John Trever, tomó varias fotografías de los rollos,
que envió al doctor W. F. Albright, arqueólogo y erudito en asuntos bíblicos, que pertenecía a la “Johns
Hopkins”, y recién el 15 de marzo se comenzarían a conocer los primeros resultados. Finalmente el 11
de abril de 1948 salió a luz pública la noticia al mundo del hallazgo, la fecha sería ¡cercana al año 100
A.C!.

Mientras tanto, terminado el mandato inglés en mayo de 1948, la región quedó en un estado
continuo de guerra entre árabes y judíos y el metropolitano Samuel se dirigió a Transjordania y después
a Siria, para embarcarse luego hacia los EEUU, a donde llegaría con los otros rollos a fines de Enero de
1949. La Escuela Americana, había arreglado previamente la publicación de los rollos y este pensaba
que esto le ayudaría a vender a buen precio los originales.

Cuando terminó la guerra y el tiempo resultó favorable (febrero de 1949) el padre Roland de
Vaux, de la Escuela Bíblica, y G. Lankester Harding, del Departamento de Antigüedades, se apresuraron
a visitar la cueva en donde se habían encontrado originalmente los rollos. Trabajaron allí cerca de un
mes y reunieron muchos fragmentos pequeños y gran cantidad de cerámica rota.

Cuando los beduinos se enteraron que los manuscritos de las cuevas tenían valor, comenzaron a
indagar en otras cuevas y a fines de 1951 se presentaron en la Escuela Bíblica con puñados de papiros y
pergaminos desmenuzados, los cuales eran obviamente restos de rollos similares a los hallados
anteriormente. Debido a esto el padre de Vaux se comunicó con Harding para que ellos se encargaran
de dirigir la investigación.

Así, el 21 de enero de 1952, bajaron al Mar Muerto, en compañía del jefe de policía de Belén y de
dos soldados de la Legión Árabe y los beduinos los condujeron a un grupo de cuatro cavernas que se
encontraban en altos riscos, a unos 24 Km al sur de la primera cueva.

Allí había cuatro cuevas muy grandes (medían 45 mts. de largo por 4 mts. 50 de altura y de
ancho) que evidentemente habían servido de habitación en diversos períodos. Las primeras huellas de
ocupación humana se remontaban al cuarto milenio A.C. Aparecieron allí objetos de la edad de bronce y
de la edad de hierro, como también abundantes reliquias de la época romana, además por supuesto, de
¡más tinajas con rollos!

Luego se encontraron más cuevas, cercanas a la hallada en primera instancia. Examinaron en


total ¡Doscientas setenta y siete cuevas!, y en treinta y siete de ellas encontraron cerámica. La cerámica
de veinticinco cuevas, era idéntica a la de las vasijas de la cueva original. Algunas cuevas contenían
también rollos, los cuales, sin la protección de las vasijas, estaban en proceso de desintegración y
sepultados a menudo bajo gruesas capas de polvo. ¡Los investigadores encontraron miles y miles de
fragmentos!

Finalmente el 13 de febrero de 1955, luego de varias idas y venidas, fueron comprados los rollos
que tenía el Metropolitano sirio Athanasius Yeshue Samuel, en 250.000 dólares. Fue el General judío
Yigael Yadin, hijo del profesor Sukenik quien se encargó de realizar la operación, sin que lo sospecharan
los palestinos. De este modo, los primeros manuscritos encontrados en la primera cueva y estos últimos,
se reunían en Jerusalén Nuevo.

14
Pero la odisea continúa. Durante la crisis del Canal de Suez (conflicto entre Israel y Egipto) en
1956, los rollos fueron sacados del Museo Arqueológico Palestino en 36 cajas y guardados en un banco
de Ammán. Después fueron devueltos a Jerusalem en 1957. En 1966 el gobierno jordano nacionalizó
oficialmente el Museo Palestino, junto con los rollos que había dentro, y en 1967 estalló la “Guerra de los
Seis Días” y la zona jordana de Jerusalén, cayó en poder israelí.

El museo entonces fue ocupado por una fuerza de paracaidistas al mando del jefe de estado
mayor de las fuerzas israelíes, Yigael Yadín, doctor en arqueología desde 1955. Había entonces 2
equipos trabajando: en Jerusalén Oriental, la “Ecole Biblique”, y en Jerusalén Occidental, los israelíes.

Finalmente el vaticano compraría íntegramente los textos hallados en la “cueva cuatro”, entre
ellos el presente evangelio esenio.

Capítulo cuarto
La importancia de los rollos

Para comprender definitivamente la importancia de los llamados Manuscritos del Mar Muerto, es
necesario advertir que, salvo uno o dos fragmentos, el texto más primitivo que se posee de la Biblia
Hebrea, es el llamado Texto Masorético, el cual, aunque probablemente ya había sido redactado a
principios del segundo siglo A.C., el original existente no se remonta más allá del siglo IX de la era
cristiana.

Los eruditos nos dicen que las principales versiones de la Escritura, anteriores a tal fecha, son la
alejandrina de los LXX, (70) traducción al griego, que se supone fue comenzada hacia el tercer siglo A.C.
y acabada apenas doscientos años más tarde, y la Vulgata latina de San Jerónimo, perteneciente al siglo
IV.

Todo nuestro conocimiento de la palabra bíblica se ha basado hasta ahora en este antiguo texto
cristiano y en estas dos traducciones posteriores; junto con un Pentateuco samaritano, algunos extractos
de primitivas versiones en arameo, y las citas griegas de Justino Mártir en su diálogo con el rabino Trifón.
Todas estas han sido muy discutidas, puesto que difieren entre sí, de modo que parecen indicar que
fueron hechas a partir de versiones diferentes al Texto Masorético.

Es por esto, que causó cierta consternación entre algunos eruditos judíos ortodoxos el
descubrimiento de estos antiguos textos hebreos de la Biblia, que difieren de la versión masorética y
también algo de fastidio entre algunos eruditos cristianos, pues el descubrimiento de tales documentos
desconocidos arrojaban una "nueva luz" sobre el surgimiento del cristianismo...

Luego, se descubriría que algunos de los escritos correspondían al manuscrito de Isaías (que es
el texto más antiguo que hoy en día disponemos del Antiguo Testamento), al comentario de Habacuc y a
la Regla de una curiosa comunidad, que algunos investigadores pensaron que podían tratarse de los
esenios, lo que finalmente se pudo constatar.

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El estudiante que intente buscar, lo que dice verdaderamente la Biblia y las razones de que las
diferentes versiones (hebreo, griego, latín, samaritano, y otras lenguas semíticas) muestren muchas
variantes, se encontrará ciertamente enfrentado al reto de estudiar detalladamente e interminablemente
algo parecido a los rompecabezas, ya que con tantas piezas faltantes difícilmente se llegará a armar
algún día por completo.

Pero si quedaba alguna esperanza la misma se complicaría aún más desde el hallazgo de los
Rollos del Mar Muerto.

A modo de ejemplo, El Libro de Samuel, encontrado en la Cueva IV concuerda frecuentemente


con la versión griega de los LXX (70)* y no con la "tradicional" pero tiene partes que no concuerdan con
ninguna de las dos. Se cree que es el manuscrito más antiguo (200 A.C.) conservado gracias a la
resistencia del pergamino (es el de mejor estado de esa cueva).

Por otro lado, existen tres tipos de "familias" de textos: los palestinos, los egipcios y los
babilónicos, cada uno de las cuales muestra rasgos especiales que indicarían haberse desarrollado en
localidades diferentes.

Lo curioso, lo trascendente, es que en los manuscritos del Qumran no se pueden encontrar


indicaciones de que existiera un modelo bíblico en la época en que fueron escritos y coleccionados. No
hay ejemplar del texto masorético, ni existe evidencia alguna de su influencia. Pero gracias a estos
hallazgos podemos ver que apreciaban la ley mosaica y el antiguo testamento y además, pudimos
encontrar con sorpresa, la escritura de un extraño lenguaje, que ellos solían utilizar también, realizados
con símbolos para solo ellos poder entenderlos.

Su Forma

Para intentar justipreciar el gran valor que tuvieron para los Esenios estos rollos, bien vale la
pena detenerse un poco y examinar brevemente su manufacturación.

Estos rollos, son o bien pergaminos, o meros trozos de piel de gacela, gamo u otro tipo de
animal, realizados con verdadera maestría y con una tecnología de "avanzada" para la época.

Es probable que adquirieran sus pieles a curtidores de la época, ya que ellos no sacrificaban
animales, y que la prepararan pacientemente en forma especial, hasta que la misma lograra el grosor y
color necesarios para efectuar la escritura. Esta última se realizaba con tinta en base a carbón y ajenjo
(para evitar la depredación de termitas o gusanos), y este líquido a su vez, se trataba con un producto
extraído del caracol, que le proveía el carácter de ser pegamentoso, y darle junto al carbón una tonalidad
oscura, característica de estos escritos, y lo más importante: ¡hacerlos resistentes por excelencia!

Los “Rollos del Mar Muerto” lograron conservarse gracias también a la sequedad del clima de la
zona (que se encuentra a 396 mts. por debajo del nivel del mar), y por estar dentro de las vasijas
cerradas herméticamente, (en cada una entraban de 3 a 4 rollos). También colaboraron en la
conservación la ausencia de formas vivientes como bacilos, microbios, fermentos, etc., en esta
supremamente árida zona. Esta zona es sin duda el lugar más árido y “muerto” del planeta.

16
Capítulo quinto

El Trabajo en el Laboratorio

Los miles de fragmentos, han sido colocados en cajas. Se han mantenido separados los
contenidos de las diferentes cuevas y los fragmentos ya han sido colocados en largas mesas de una
amplia sala de paredes blancas.

La mayoría son de cuero, pero hay algunos de papiro. Según el color, van desde el café más
oscuro, hasta la palidez del papel, y producen la impresión de hojas otoñales.

Una placa de vidrio, oprime los que están siendo estudiados, pero previamente antes de
alisarlos, se los ha colocado en un "humedecedor" para hacerlos menos quebradizos.

Este humedecedor consiste en una campana de vidrio en cuyo interior hay esponjas húmedas,
(conseguido con composiciones de glicerina y agua). Cuando se sacan de allí, se los limpia con un
cepillo de pelo de camello previamente sumergido en alcohol o en aceite de ricino.

En algunos fragmentos, la tinta se ha borrado producto de la continúa fricción con la tierra


gredosa de las cuevas. Otros, se resquebrajan al contacto del cepillo y es preciso ponerles papel
engomado por el reverso. A los que se han puesto demasiado negros, es necesario fotografiarlos con
rayos infrarrojos y examinarlos a través de cristales de aumento.

El primer trabajo consiste en reunir las piezas que deben ir juntas, trabajo que se realiza después
de haber estudiado la letra de los distintos escribas y las sustancias de que se valieron.

Algunos tienen caracteres hebreos arcaicos (fenicios), como por ejemplo "El Comentario de
Habacuc".

Los Rollos de Cobre

Los Rollos de Cobre, fueron encontrados uno sobre otro contra la pared de una de las cuevas.
Se sospecha que fueron dejados allí apresuradamente, quizás luego del terremoto que clausuró la
entrada. Las tiras de cobre están enrolladas con la parte escrita hacia el interior, pero ha sido impreso
con tanta profundidad, que el texto ha quedado en relieve. La dificultad consistía en cómo extender los
rollos. Extendidos de punta a punta, medirían 2 m 40 de largo.

Son listas de los elementos valiosos del Monasterio de los Esenios (quizás los utilizados para
sus rituales) Seguramente han sido escondidos por los mismos miembros de la comunidad, los cuales
los ocultaron en una cueva exclusiva, con la esperanza de que sobreviviesen, cosa que difícilmente
ocurriría con los de cuero.

Finalmente, han sido cortados en segmentos, para lograr su lectura.

17
Capítulo sexto.

El Lugar

Vayamos ahora a visitar el lugar y su monasterio.

El paisaje desértico que rodea al Mar Muerto, es monótono, imponente y terrible. Todavía se
mantiene en pié una vieja torre abandonada, en la que antes de la guerra funcionara una fábrica judía de
potasa. Se ven allí también las ruinas de una pequeña posada, la que ambos bandos se disputaran y
dejaran reducida a escombros.

El camino que alcanza hasta los 390 metros bajo el nivel del mar, comienza a bajar. El Mar
Muerto tiene allí, un color azul desvaído y pálido. Las colinas que amurallan las aguas, son amarillas y
púrpuras, azules y pardas. Una de las colinas es el Monte Nebo, desde el cuál Moisés, después de haber
rescatado de Egipto a su pueblo y de haber errado durante años por la soledad del desierto, miró
(simbólicamente) hacia la “Tierra Prometida”.

No muy lejos hacia el norte, donde el Jordán desemboca en el Mar Muerto, se encuentra el lugar
hacia el cual se dirigió Jesús, para que Juan lo bautizara. Aún se observa la misma depresión en el
desierto, donde se supone Jesús realizó su ayunó durante cuarenta días, con sus cuarenta noches.

Más al sur está la meseta de Masada, donde Herodes el Grande construyó un gran palacio para
salvarse de todo peligro y dónde mil judíos se refugiaron después, huyendo de los romanos.

En la orilla opuesta, igualmente desolada, Herodes el Grande, el padre del Herodes que mandara
decapitar a Juan el Bautista, construyó Machaeros, formidable plaza fuerte en la que Juan sufriera la
injusta prisión y donde fuera finalmente decapitado.

El Monasterio

Cruzando el mar y a la misma altura de Machaeros (actualmente Mukeur) se encuentra el


monasterio. Ubicado a unos 2 Km. de la orilla del Mar Muerto, y en un lugar alejado de las "emanaciones
del mundo", toscamente construido con bloques de piedra gris, se alza majestuoso el Monasterio de la
comunidad Esenia, a quienes les debemos el preciado material que a continuación les presentamos. Muy
cerca de allí, se encuentran también gran cantidad de cuevas naturales.

Entre el Mar Muerto y el monasterio se extiende un cementerio de unas mil tumbas, cuyos
esqueletos yacen sobre la espalda con las cabezas dirigidas hacia el sur y las manos cruzadas sobre el
pecho al estilo egipcio.

Un orden riguroso es la tónica dominante en el cementerio de Qumran: las mil tumbas se


encuentran perfectamente alineadas y divididas en tres grupos por dos paseos transversales. También
llama la atención, la ausencia de toda oferta funeraria y de todo objeto de adorno o compostura. Todo
muy a tono con su género austero de vida

18
El cuerpo principal del monasterio, presenta un amplio rectángulo de 29 x 36 mts. Como ya
dijimos está construido con bloques de piedra, toscamente cortados y unidos por barro. Tiene ventanas y
las paredes interiores están revocadas. El piso estuvo pavimentado con guijarros. El techo pudo haber
sido hecho de cañas del Mar Muerto.

En el ángulo nordeste se levanta una torre de dos pisos, usada sin duda para defensa y como
mirador, cuya parte inferior era utilizada también como almacén.

Dentro hubo una cocina, identificada por el horno y el agujero en la pared, para el tubo de la
chimenea (cocina a leña). También se halla allí, el refectorio (comedor).

Hay otra sala de 21 m. 50 de largo, que tiene la apariencia de haber sido utilizada para los
rituales. En un extremo de ella, hay restos de una plataforma de piedra,¡El altar! También hay dos huecos
pequeños en forma de jofainas (palanganas).

En su planta alta había un salón con una mesa, de 4 m 80 de largo, por 0 m 50 de alto unidas a
dos partes de dos mesas más cortas y bancos hechos de ladrillo y mezcla; era el scriptorium (escritorio)
en donde se copiaban los libros (rollos). Se encontraron allí 3 tinteros (uno de bronce) (2 de tierra
cocida). Quizás fabricaran sus plumas con cañas que crecían en las orillas del lago. Esta planta alta se
encontraba totalmente desplomada sobre la sala de planta baja.

La habitación del extremo sudeste, con su banco a lo largo de las paredes se dedicaba a las
comidas comunes y a las reuniones generales, nos encontramos en el refectorio (comedor).

Hay ruinas de un taller de cerámica, con una especie de nido redondo de piedras, que debe
haber sostenido la rueda de alfarero y un molino para triturar grano. Es sin duda, el establecimiento de
cerámica más completo y mejor conservado que se haya excavado jamás en Palestina. Esparcidos por
el lugar, había clavos, cerrojos y llaves, azadones, guadañas y podaderas. Se encontró también un
cántaro ¡exactamente igual a aquellos en que fue preservado el primer lote de rollos!. (Vasijas de 60
cmts. de alto por 25 cmts. de diámetro).

Seis amplias cisternas se encuentran cerca del monasterio. A ellas se llega por una serie de
escalones, Por medio de un canal, de 800 mts. de largo, conducirían hasta allí las aguas de lluvia que
bajaban de las colinas. Esto no ocurría muy seguido, sí acaso 1 vez al año. Había también 7 cisternas
más pequeñas para lustraciones (purificaciones por medio de un ritual) y bautismos.

Se encuentran huellas de un edificio más ambicioso: piedras cuadradas y trozos de columnas


que fueron parte de una columnata y dos bases de columnas, colocadas muy cerca una de la otra en el
suelo. Se supone que allí realizaban los Esenios sus rituales, antes del terremoto del año 31 A.C.

Se cree que el monasterio se construyó en el siglo II A.C.. Hay signos de que un terremoto lo
dañó notablemente. Una fisura corre a lo largo de los escalones que llevan a una de las grandes
cisternas y cuyo rastro se advierte también en el edificio. Una de las paredes del salón está apuntalada.
En el año 31 a.c. un terremoto sacudió Judea, en el cual según los historiadores, perecieron alrededor de
30.000 personas.

19
Cien años mas tarde, el edificio fue destruido, durante el año 68 D.C.. durante la primer revuelta
judía contra Roma. Durante la invasión Romana, los manuscritos fueron llevados a cuevas de muy difícil
acceso y allí se escondieron.

Fueron esas precisamente las cuevas dónde los pastores beduinos las encontraron dieciocho
siglos más tarde, en forma “fortuita”.

Dentro de las tinajas, perfectamente acondicionados y envueltos en lino embebido en betún del
Mar Muerto, se encontraron documentos de incalculable valor histórico, filosófico y religioso, documentos
que han cambiado radicalmente la fisonomía de la tradición Cristiana y que nos aportan nuevos e
interesantísimos datos, como más adelante veremos, sobre aquel fermental momento de la vida de
nuestra humanidad, y sobre el mensaje que en definitiva Jesús el Cristo vino a traer a este mundo, el
cual como ya hemos dicho, ni aún hoy ha sido cabalmente comprendido.

El estudio de las vasijas, llevó a la conclusión que eran pre-herodianas (anteriores al siglo I
A.C..). Las envolturas de lino de los rollos eran del 168 A.C. al 233 D.C.

Aquel monasterio, esa vieja estructura de piedra que perdura entre las aguas amargas del mar
muerto y los escarpados riscos del desierto, con su horno y sus tinteros, con su escritorio y sus vasijas,
con su constelación de fuentes sagradas y con las sepulturas de sus muertas y muertos, representa sin
ninguna duda, la cuna misma del cristianismo.

20
Capítulo séptimo
Su lectura:

Como nos esforzamos en poner en evidencia, nos encontramos frente a un documento de


inestimable valor histórico, pero ante todo queremos destacar que nos encontramos frente a un
documento de riquísimo contenido ético y humano, y sobre todo, de altísimo "poder espiritual".

Con esto último nos queremos referir a un fenómeno muy curioso, perceptible solo para quienes
se permitan de alguna manera "dejarse llevar" por su lectura, pero sobre todo, para quienes sean
capáces de ¡dejarse transformar por ella!, pués su objetivo en última instancia es el de nuestra propia
auto-transformación interior...

Así es como podemos ir comprobando, que en la medida en que avanzamos en el recorrido de sus
líneas nuestro propio "estado de Conciencia" irá también cambiando, se irá ampliando y profundizando
maravillosamente, y así podremos conseguir vivenciar íntimamente aquello que se conoce como
"Religión"...

El verdadero factor transformativo de la legítima espiritualidad es el que nos permite escaparnos


por algunos instantes del sueño psicológico en que nos sumerge la vida cotidiana, con sus múltiples
afanes y exigencias, para llevarnos hacia otros "niveles de conciencia", diferentes, en dónde aquella
Intima Realidad Espiritual a la que llamamos "Dios", se vuelva para nosotros algo manifiesto, tangible y
perceptible, tanto en nuestra mente como en nuestro corazón...

En la Mente podrá manifestar como una nueva comprensión, y en el corazón como un nuevo
sentir...

Este nuevo estado de conciencia que lograremos con su lectura, nos permitirá también
"adentrarnos" en aquel maravilloso y místico universo del Cristianismo Primitivo, el de los enigmáticos
Esenios, aquel universo en dónde se respiran naturaleza, magia, amor y sabiduría, aquel universo en
dónde la religión era la misma vida y la Vida una religión...

Así, desde las primeras líneas, notaremos como con cada palabra, el maestro nos irá elevando
progresivamente hacia las esferas más altas del conocimiento, para nutrirnos en verdad con el "pan de la
sabiduría", sensibilizándonos maravillosamente con su magia y amor, para despertarnos del sueño
profundo en que nos encontramos la mayor parte del tiempo y orientarnos hacia la "Gran Realidad" , para
que podamos transitar el camino extraordinario y glorioso de la conquista de Nuestro Ser ...

En estos textos se hallan plasmadas entonces verdaderas "joyas de sabiduría" y grandes


verdades, que nos permiten comprender muchísimo mejor cual es el auténtico camino de la
Autorealización Intima...

Además, nos permitrá comenzar a visualizar nuevos y extraordinarios aspectos de aquel


enigmático maestro, al que conocemos con el nombre de Jesús-Cristo, quien nos dejara en su paso por
esta Tierra un legado extraordinario, que va mucho allá, como ya hemos dicho, de lo que por lo común
llegaríamos a imaginar...

21
Estos textos, nos permitirán vislumbrar ciertamente, una arista prácticamente inexplorada del
llamado "gnosticismo auténtico primitivo", el que hasta el momento era muy difícil acceder, por no contar
con textos idóneos, y además, justo es decirlo, debido a todas las adulteraciones y atropellos que
desgraciadamente han sufrido ese conjunto de libros sapienciales que conforman la "Biblia", a lo largo
del tiempo.

Tener la dicha de acceder a estos textos, de los místicos Esenios, es casi como presenciar y
hasta participar de algún modo en aquellas deliciosas tertulias y maravillosas cátedras de los tiempos
idos, en dónde los discípulos sabían extender sus mantos a los pies del maestro y llenos de devoción y
amor, y desde luego, llenos de verdadera “apertura interior” y sinceridad, se disponían a escuchar sus
pláticas, estableciéndose entre ellos ricas conversaciones y elevados diálogos que se convertirían luego
en deliciosas tertulias en las cuales se bebía realmente el “vino de la sabiduría”, para sumergirse así
junto con el Maestro en la atmósfera cristalina, noble y pura de la palabra y participar juntos de las
delicias inefables del Espíritu...

El Evangelio Esenio de la Paz, nos orienta maravillosamente hacia la Búsqueda del Ser, hacia el
conocimiento de la parte oculta de la Vida, hacia ese misterio inefable del existir que conlleva hacia la
“felicidad del alma”, dentro de nosotros mismos, ¡aquí y ahora...! por eso es útil conocerlo.

Agradecimientos

Estos hermosos y vivos textos que a continuación les presentamos, son el producto del trabajo de
muchísimas personas, y es justo que lo reconozcamos. Desde aquellos místicos esenios que los
escribieran y confeccionaran con tanto esmero; pasando por aquellos otros que con tanto amor los
supieran esconder y salvaguardar con tal arte, que hicieran posible su supervivencia por casi dos mil
años; hasta llegar sus esmerados restauradores, estudiosos, equipos de traductores, divulgadores, etc.,
etc.

Todos ellos han dejado buena parte de su tiempo, su amor y su dedicación, en aras de que
nosotros podamos acceder a toda esta riquísima sabiduría que aquí se plasma y que aqui se nos
entrega, para bien nuestro, y para que podamos disfrutar también, por que no, de una lectura
verdaderamente hermosa.

Por eso queremos recordar antes de comenzar todo este esfuerzo que se ha hecho, para que lo
sepamos valiorar, porque lo que tienes en tus manos estimado lector, es nada menos que ¡El fruto! de
todo aquello.

Los maravillosos manuscritos de los enigmáticos Esenios ¡se encuentran al fin entre nosotros! y
es menester que los leamos con la atención que se merecen. Los comentarios han sido intercalados con
la finalidad de hacer más comprensible lo que allí se dice, de adaptarlos de algún modo a la época y de
explicar más en detalle algunos de los variados aspectos de la enseñanza que en ellos se nos explica.

Esperamos que entre todos, podamos darle finalmente el justo valor que en verdad tienen, un
valor que compense, al menos en parte, el gigantesco esfuerzo realizado, y cuyo objetivo no es otro que
el de ayudarnos en este duro pero maravilloso camino de la vida...

22
Vaya entonces para todos, quienes nos precedieron en este trabajo, ¡nuestras más sinceras
felicitaciones y el más entusiasta de los agradecimientos! Y junto a aquella larga lista de anónimos, a
quienes debemos esta obra, en nombre de todos ellos les deseamos a todos ¡El mejor de los éxitos en
su lectura y que ojalá la gracia de la Comprensión Creadora les permita en verdad nutrirse con la
sabiduría divina que en ellos se nos imparte, para que la Paz y el Amor del bendito se haga presente en
nuestros corazones, aquí y ahora, para mayor provecho y beneplácito de todos nosotros...!

Pasemos ahora sí, y sin más trámites a disfrutar de este precioso material, al cual subtitulamos y
dividimos en secciones, y en el cual intercalamos, como dijimos, algunos comentarios con la finalidad de
hacer mas comprensibles sus enseñanzas.

Igualmente, al final de este trabajoel lector podrá acceder al texto íntegro, tal como lo hemos

conseguido, sin interrupciones, capítulos, titulaciones, ni comentarios...

23
Parte Segunda

El Evangelio Esenio
de la Paz

Comentarios sobre el texto

24
Capítulo octavo
“Integración con la Madre Naturaleza”

“Y Jesús les dijo. “ Felices vosotros que tenéis hambre de la Verdad, pues os satisfaceré con el
Pan de la Sabiduría. Felices vosotros que llamáis, pues os abriré la Puerta de la Vida. Felices vosotros
que rechazáis el poder de Satán, pues os conduciré al reino de los Ángeles de nuestra Madre, donde el
poder de Satán no puede penetrar”.

Así comienza el Evangelio Esenio de la Paz, con el Maestro dirigiéndose a sus discípulos; no a
las grandes muchedumbres ni a las masas, como en otras oportunidades, sino más bien a un auditorio
muchísimo más restringido, selecto y allegado. Esto como veremos, le posibilitará indudablemente
manejar su “cuerpo de doctrina” con mucha mayor libertad, que en los evangelios que estamos
acostumbrados, los canónicos, y por lo tanto hacer que los contenidos de su plática sean también mucho
más amplios y profundos.

Y ellos le preguntaron con desconcierto: “Quién es nuestra Madre y cuáles son sus ángeles? ¿Y
dónde se halla su reino?”

“Vuestra Madre está en vosotros y vosotros en ella. Ella os alumbró y Ella os da vida. Fue Ella
quien dio vuestro cuerpo, y a Ella se lo devolveréis de nuevo algún día”.

“Felices vosotros cuando lleguéis a conocerla, así como a su reino; si recibís a los Ángeles de
vuestra Madre y cumplís sus leyes."

"En verdad os digo que quien haga esto nunca conocerá la enfermedad. Pues el poder de
vuestra Madre, está por encima de todo. Y destruye a Satán y su reino, y tiene gobierno sobre todos
vuestros cuerpos y sobre todas las cosas vivas”.

Queremos apuntar que una de las particularidades que vuelve aún mas atractivos y especiales
estos textos esenios, es que al estar dirigidos a sus “discípulos”, presupone también que éstos ya han
aceptado muchos de sus postulados doctrinales y como les decíamos esto permite que la plática avance,
discurriendo con muchísima naturalidad. No se trata de un auditorio al cual haya que convencer, ni del
cual se tenga el maestro que “cuidar”, sino más bien de sus auténticos discípulos, los cuales se hayan
obviamente mas preocupados por aprender que por rebatir.

Se dirige entonces a sus discípulos, a sus numerosos discípulos Gnósticos-Esenios, no


solamente a aquellos “doce” que él escogió para representar tan magistralmente su “Drama” sino a
muchos más, “a sus discípulos”, los cuales se distinguen entre otras cosas, porque son aquellos que
tienen “Hambre de la Verdad”, porque son los que “Llaman”, cualidad por la cual además, los felicita...

Como esta condición trasciende las fronteras estrechas del tiempo y mucho más del espacio, es
obvio que por extensión y significación, se dirige también a nosotros, siempre y cuando nos encontremos
entre aquellos sinceros buscadores de la verdad, quienes tenemos “hambre de sabiduría”... Es que sin
amar verdaderamente la enseñanza, sin sentir esa “sed” de sabiduría tan necesaria, se hace mas que
imposible que podamos encontrar el camino...

25
Vemos que en el texto dice: "Felices vosotros que rechazáis el poder de Satán..."

Podríamos preguntarnos ¿qué significa realmente esa frase? ¿Quién o qué es ese Satán, contra
el cual hay que luchar? Será un poco más adelante en dónde comenzará a clarificar un poco más el
tema, pero es obvio que no se tratará de ninguna persona perversda o demoníaca, sino más bien de una
fuerza, o conjunto de fuerzas de tipo negativo que el ser humano carga en su interior; será el "ego
pluralizado", aquel que nos hace la vida tan amarga...

Establecido el ámbito (el discipulado) de su plática, vemos entonces como comienza el Maestro
hablándonos en primer lugar y antes que nadie de “la Madre”, hecho que merece nuestra especial
atención, ya que hasta el momento, (en los evangelios Canónicos, aquellos cuatro seleccionados por
Irineo y los primeros “padres” de la iglesia) estábamos acostumbrados a que Jesús se refiriera
mayormente al Padre, como divinidad y como supremo misterio, pero no así a la Madre...

Este evangelio comienza sin embargo hablándonos de los “Misterios de la Madre”, diciéndonos
que de hecho Ella está adentro y está afuera de nosotros, y que sin embargo, ¡Aún no la conocemos...!
Y nos dice también: “Felices vosotros cuando lleguéis a conocerla, así como a su reino”.

Esto merece también nuestro detenimiento y nos preguntamos: ¿Cómo es posible que el hijo no
conozca a su madre? ¿A qué se estará refiriendo el Maestro?

Explican los Maestros que cada uno de nosotros, tiene en el fondo mismo de su Ser a su Madre
Adorable... Es claro que ésta ha sido siempre la misma en todas y cada una de las variadas existencias
que como humanos hemos tenido sobre la Tierra... El Maestro Samael Aun Weor, fundador del
movimiento gnóstico contemporáneo, nos ilustra abundantemente sobre el tema y nos dice que en los
ojos de aquella, nuestra Madre Divina, pueden verse y apreciarase todos aquellos destellos de amor y de
cariño que hemos recibido de las distintas madrecitas que a lo largo del correr de las existencias hemos
tenido, a través de las cuales ella misma se expresara...

Nos dice el evangelio que Ella está adentro y afuera de nosotros...

El aspectos, interior de nuestra Madre Divina se lo denomina María, entre los Cristianos, este
constituye su aspecto íntimo y particular. Afuera en otro aspecto, se nos presenta como la Madre
Naturaleza, Sophía, la sabiduría...

Existe un tercer aspecto de La Madre que es denominado "Lucía", entre ylos teólogos cristianos,
y es la "Madre Espacio" , aquella en el vientre de la cual nos gestamos, tanto los mundos, como los
soles, los humanos, las galaxias, los animales, las bestias y los dioses...

Nos dice el Maestro que cuando lleguemos a conocerla seremos felices, y que para estose
suceda, tenemos que "recibir" a sus ángeles y cumplir sus leyes, y así nunca conoceremos la
enfermedad, pués Ella está sobre todo, y destruye a Satán y a su reino...

Nos está anunciando algo que es de suma importancia y es que será nuestra Madre Divina,
quien tendrá en verdad la potestad y el poder de eliminar al “diablo" que cargamos dentro, al "ego”, y su
multiplicidad, a la "legión", causa secreta de todos nuestros infortunios, enfermedades y dolores...

26
Esto, guarda estricta concordancia con lo que ya nos anticipara el V. M. Samael, en casi todos
sus libros, y particularmente en su “Didáctica para la disolución del yo”, en los cuales afirma claramente
que es la Madre Divina particular de cada uno de nos, quien puede eliminarnos el ego, a cambio de una
conducta recta en relación al defecto concreto que nos proponemos eliminar.

Resulta interesante comprender verdaderamente la enseñanza de fondo que el Gran Kabir


Jesús vino a enseñar. Por ello, debemos esforzarnos por entender lo que aqui se nos explica, ya que
esto constituye uno de los aspectos medulares de su enseñanza.

Continúa el Evangelio Esenio de la Paz, hablando ampliamente sobre la Madre Naturaleza, con
ese lenguaje colorido y exquisito que sorprende, y que deja traducir una belleza lírica extraordinaria,
además de acercarnos a aquella profundidad espiritual y doctrinal que el auténtico Cristianismo
verdaderamente poseé, y que resulta en realidad asombrosa. Les recordamos que al final de este libro
podrán encontrar ustedes el téxto íntegro para así poder disfrutarlo de corrido.

Y dice:

“La sangre que en nosotros corre, ha nacido de la sangre de nuestra Madre Naturaleza. Su sangre
cae de las nubes, brota del seno de la Tierra, murmura en los arroyos de las montañas, fluye
espaciosamente en los ríos de las llanuras, duerme en los lagos y se enfurece poderosa en los mares
tempestuosos”.

“El aire que respiramos ha nacido del aliento de nuestra Madre Naturaleza. Su respiración es el
azul celeste de las alturas de los cielos, silba en las cumbres de las montañas, susurra entre las hojas del
bosque, ondea sobre los trigales, dormita en los valles profundos y abrasa en el desierto”.

“La dureza de nuestros huesos ha nacido de los huesos de nuestra Madre Naturaleza, de las rocas y
de las piedras. Se yerguen desnudas a los cielos en lo alto de las montañas, son como gigantes que
yacen dormidos en las faldas de las montañas, como ídolos levantados en el desierto y están ocultos en
las profundidades de la Tierra”.

“La delicadeza de nuestra carne ha nacido de la carne de nuestra Madre Naturaleza; carne que
madura amarilla y roja en los frutos de los árboles, y nos alimenta en los surcos de los campos”.

“Nuestros intestinos han nacido de los intestinos de nuestra Madre Naturaleza, y están ocultos a
nuestros ojos como las profundidades invisibles de la Tierra”.

“La luz de nuestros ojos y el oír de nuestros oídos nacen ambos de los colores y de los sonidos de
nuestra Madre Naturaleza, que nos envuelve como las olas del mar al pez, o como el aire arremolinado
al ave”.

“En verdad os digo que el hombre es hijo de la Madre Naturaleza, y de ella recibió el hijo del
hombre todo su cuerpo, del mismo modo que el cuerpo recién nacido nace del seno de su madre”.

“En verdad os digo que sois uno con la Madre Naturaleza; Ella está en vosotros y vosotros en ella.
De Ella nacisteis, en Ella vivís y a Ella de nuevo retornaréis”.

“Guardad por tanto sus leyes, pues nadie puede vivir mucho ni ser feliz sino aquel que honra a su
Madre Naturaleza y cumple sus leyes”.
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“Pues vuestra respiración es Su respiración; vuestra sangre Su sangre; vuestros huesos Sus huesos;
vuestra carne Su carne; vuestros intestinos Sus intestinos; vuestros ojos y vuestros oídos, son Sus ojos y
Sus oídos”.

“En verdad os digo que si dejaseis de cumplir una sola de todas sus leyes, si dañaseis uno sólo de los
miembros de todo vuestro cuerpo, os perderíais irremisiblemente en vuestra dolorosa enfermedad y sería
llorar y rechinar de dientes”.

“Yo os digo que, a menos que sigáis las leyes de vuestra Madre Naturaleza, no podréis de ningún
modo escapar a la Muerte. Y quien abraza a las leyes de su Madre, a él abrazará su Madre también”.

“Ella curará todas sus plagas y él nunca enfermará. Ella le dará larga vida y le protegerá de todo
mal; del fuego, del agua, de la mordedura de las serpientes venenosas. Pues ya que vuestra madre os
alumbró, conserva la vida en vosotros”.

“Ella os ha dado Su cuerpo, y nadie sino Ella, os cura. Feliz es quien ama a su Madre y yace
sosegadamente en Su regazo. Porque vuestra Madre os ama, incluso aun cuando le dais la espalda. Y
¡Cuánto más os amará si regresáis de nuevo a Ella!”

“En verdad os digo que muy grande es Su amor, más grande que la mayor de las montañas y más
profundo que el más hondo de los mares. Y aquellos quienes aman a su Madre, Ella nunca les
abandona. Así como la gallina protege a sus polluelos, como la leona a sus cachorros, como la madre a
su recién nacido, así protege la Madre Naturaleza al hijo del hombre de todo peligro y de todo mal”.

¡Verdaderamente hermosas, inspiradas y llenas de Amor y Sabiduría las palabras del adorable!
¿Que podemos nosotros agregar?

No solo nos está enseñando a Amar a nuestra Madre Divina, sino que también nos esta enseñando
lo más importante: ¡ La manera extraordinaria en la que Ella nos ama a nosotros!

Nos invita pues a participar de su Divino Amor, a sentirnos sus hijos bienamados; a reconocerla, y a
adorarla, como forma de comenzar a ser participes de su inherente felicidad y divino regocijo... y nos dice
también: ¡Cuánto más nos amará si regresamos de nuevo a ella!.

La Integración con nuestra Madre Divina y el Conocimiento de sus Leyes, son verdaderamente el
principio del camino... Por esta razón el Maestro comienza su evangelio precisamente por allí.

El “Ego Animal” en nosotros, el “Satán y su reino” es aquella "segunda naturaleza" negativa que
tenemos, y que se expresa en nosotros haciéndonos cometer toda clase de errores. Son nuestros
propios defectos y condicionaientos de tipo psicológico, los cuales conforman ese "mí mismo" que
debemos aprender a conocer y estudiar y disolver para que en nosotros pueda habitar El Ser, Dios.

Será entonces en connubio con nuestra "Divina Madre" comonos podremos transformar
totalmente.

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¡Necesitamos imperiosamente regresar a nuestra Madre! ¡Hemos cambiado su regazo
inmaculado por el sórdido ajetreo de la vida metropolitana, en los cuales el amor, la paz y la auténtica
alegría del corazón tranquilo parecen algo así como bienes en desuso...!

¡Resulta impostergable bregar por recuperar la gracia de nuestra Madre Divina y para ello
necesitamos comenzar por buscarla definitivamente dentro de nuestro corazón...!

¡Debemos re-aprender a comunicarnos con nuestra bendita Madrecita, sentirla, hablarle, pedirle
que nos ayude, que nos llene de gracia, que nos perdone por tantos errores cometidos y que nos cobije
con su amor...!

Es triste que nuestra civilización haya perdido contacto con estas sencillas pero fundamentales
verdades... Da pena verdaderamente que nos encontremos en verdad tan pero tan lejos de comprender
aunque sea en un ápice, estos aspectos tan sencillos pero tan importantes de la doctrina del adorable...

La inmensa mayoría de las personas vivimos por estos tiempos tan absortos en las distintas
complicaciones y obligaciones de la vida cotidiana que ni remotamente sospechamos de que podemos
recurrir a nuestra verdadera Madre en el fondo mismo de nuestro corazón, que allí nos podemos
encontrar con Ella y sentirla y disfrutar de su infinito Amor y Sabiduría...

A todo esto nos está invitando el Maestro. El sabio Samael nos dice por su parte que debemos
aprender a llamar a nuestra “madre interior” del mismo modo en que un niño llama a la suya,
necesitándola, queriéndola, buscándola, sin artificios de ninguna especie, ¡con puro y noble corazón...!

Entonces la felicidad también comenzará a hacerse presente en nuestra Vida, de un modo muy
concreto y real, porque esta es un "don" que nuestra Madre Intima puede conferirnos, si vamos a su
encuentro y por sus caminos...

Nuestra Madre Divina Intima y particular es un aspecto muy elevado y sagrado de nuestro propio
Ser, un "desdoblamiento" de nuestro “andrógino divino”. Ella, se sacrifica por nosotros, y nos viene
acompañando en verdad desde el comienzo mismo de la Vida, bregando porque su hijo o hija encuentre
el camino de su propia regeneración y triunfo...

Nuestra Madre Divina nos acompaña realmente en el Camino, y tiene la potestad de ir y venir desde
las “dimensiones superiores del espacio" hasta este mismo plano físico dónde nos encontramos para
operar por tanto, como dice el adorable, “en todos nuestros cuerpos”...

¡Ella nos Ama mucho mas, como dice el Maestro, de lo que llegaríamos aún a imaginar...! ¡Ella Es,
verdaderamente, una fuente de Amor en nosotros...

¡Es que ella misma es el AMOR y por lo tanto, en el mismo acto de amarla, de buscarla, de quererla,
nos estaremos integrando con ella y su presencia en nosotros, indudablemente, no se hace esperar...!

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Capítulo noveno
"El Ego Pluralizado"

Continúa el Venerable Ser su didáctica, enumerando algunas de las características antagónicas


a “la Madre” y a la felicidad de la que veníamos hablando, y lo hace bajo el apelativo esta vez de
Belcebú, (otro Demonio) personificando nuevamente al “ego” en su conjunto.

“Pues en verdad os digo, que males y peligros innumerables esperan a los hijos de los hombres.
Belcebú, el príncipe de todos los demonios, la fuente de todo mal, acecha en el cuerpo de todos los hijos
de los hombres. Él es la muerte, el señor de toda plaga y, poniéndose una vestimenta agradable, tienta y
seduce a los hijos de los hombres. Promete riqueza y poder, y espléndidos palacios, y adornos de oro y
plata, y numerosos sirvientes. Promete gloria y renombre, sensualidad y fornicación, borrachera,
atracón, vida desenfrenada, holgazanería y ocio. Y tienta a cada cual, según aquello por lo que más se
inclina su corazón”.

“Y el día en que los hijos de los hombres, ya se han vuelto esclavos de todas estas vanidades y
abominaciones, entonces él, en pago de ello, les arrebata todas aquellas cosas que la Madre Naturaleza,
tan abundantemente les dio. Les arrebata su respiración, su sangre, sus huesos, su carne, sus intestinos,
sus ojos y sus oídos”.

“Y la respiración del hijo del hombre se vuelve corta y sofocada, trabajosa y maloliente como la de
las bestias inmundas. Y su sangre se vuelve espesa y fétida, como el agua de las ciénagas; se coagula y
ennegrece como la noche de la muerte. Y sus huesos se vuelven duros y nudosos; se deshacen por dentro
y por fuera se resquebrajan, como una piedra cayendo sobre una roca. Y su carne se vuelve grasienta y
acuosa; se corrompe y se pudre con costras y forúnculos que son su abominación. Y sus intestinos se
llenan de inmundicia detestable rezumando corrientes de putrefacción; y en ellos habitan numerosos
gusanos abominables. Y sus ojos se enturbian, hasta que la noche oscura los envuelve; y sus oídos se
tapan, como silencio de la tumba”.

“Y por último, el hijo del hombre perderá su vida. Pues no guardó las leyes de su Madre, sino que
sumó un pecado a otro. Por ello le son arrebatados todos los dones de la Madre Naturaleza: la
respiración, la sangre, los huesos, la carne, los intestinos, los ojos y los oídos y, por último, la vida con
la que coronó su cuerpo la Madre Naturaleza”.

Bien. Vemos como prosigue el presente diálogo con el Maestro describiéndonos en forma magistral
cual es el triste destino de todos aquellos que no quisieron aprender a honrar en su vida a su Madre, ni
se preocuparon por conocer y por supuesto por cumplir, sus sabias y divinas leyes.

Aquí el Maestro va al “hueso” de la enseñanza, aclarándonos vivamente y con lujo de detalles sobre
la terrible cuestión del “Ego Pluralizado”...

Con inusitada destreza y claridad nos ilustra el Maestro sobre las horribles consecuencias que a la
larga o a la corta tienen el poco empeño en la lucha contra "lo vil" dentro de nosotros mismos, contra el
“Ego”, nuestros defectos de tipo psicológico, ya que esto es una parte fundamental de lo que como
Humanos hemos venido a este mundo a realizar.

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Nos muestra también cual es la forma tan canalla en la que el “ego” trabaja: “seduciéndonos a cada
uno según nuestras propias debilidades”, prometiéndonos múltiples satisfacciones para quitarnos
después toda dicha y felicidad, y así otorgarnos finalmente la lenta pero fatídica muerte...

El “ego pluralizado” es la causa secreta de nuestros males, de nuestros errores, de nuestras


enfermedades, de nuestro dolor... El Ego es un “libro de varios tomos”, y solo libertándonos de esta
absurda y nefasta compañía dentro de nosotros mismos es como podremos tener al fin la dicha de
conocer, (o de regresar tal vez) a aquella felicidad sin límites que emana de los Mundos Superiores de
Conciencia Cósmica...de la cual algún día por nuestro error, nos separamos...

Compartirá el lector, por otro lado, que resultan increíbles las descripciones que nos hace aquí el
Maestro ¡Pareciera que nos estuviera hablando de todas y cada una de las enfermedades que hoy en día
aquejan a nuestra humanidad! Es que existe una vinculación muy clara entre las enfermedades y nuestra
conducta, entre nuestra forma de pensar y sentir y lo que nos pasa y esto es algo demasiado obvio...

Como afirman los homeópatas, y como ya lo anticipaba Barbara Ann Breman en su magistral libro
“Manos que curan”, las enfermedades antes de producirse en el cuerpo físico, se producen primero en el
mundo psicológico, emocional y anímico de las personas.

Claro está que esto era bien conocido entre los antiguos, entre los llamados “Padres de la Medicina”
quienes aseguraban que las enfermedades tenían generalmente un origen “espiritual”. Recordemos sino
a Paracelso y sus “cinco causas de las enfermedades”, por ejemplo.

Y continúa:

“Pero si el pecador hijo del hombre se arrepiente de sus culpas y las repara, y regresa de nuevo a su
Madre Naturaleza; y si cumple las leyes de su Madre Naturaleza y se libera de las garras de Satán,
resistiendo sus tentaciones, entonces la Madre Naturaleza recibe de nuevo a su hijo pecador con amor y
le envía sus ángeles para que le sirvan”.

“En verdad os digo, que cuando el Hijo del Hombre resiste al Satán que habita en él, y no hace su
voluntad, en esa misma hora se hallan ahí los Ángeles de la Madre Naturaleza, para servirle con todo su
poder y liberarle por entero del poder de Satán."

Aquí queda otra vez explicitado lo que decíamos en un principio, que el “Satán”, no es en modo
alguno algo externo sino tan solo un nombre que se le da (o se le dio) a toda esa gama de defectos y
tendencias equivocadas que llevamos dentro.

Establece también una clara vinculación entre lo que significa, cumplir las leyes de la Madre, y la
utilización de la Voluntad y del Valor, como único medio con el que contamos muchas veces, para poder
“resistir” los embates que suele producir el “ego animal” en nosotros.

Nos muestra también como siempre la divinidad es supremamente compasiva y misericordiosa, y


que lejos de querer “ajusticiarnos” por nuestros errores ya cometidos, ¡ni enviarnos al infierno!, esta
siempre dispuesta a perdonarnos, siempre y cuando nos arrepintamos de verdad y nos propongamos de
algún modo, reparar nuestras faltas.

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Es claro que cuando dice: “ cuando el Hijo del Hombre resiste al Satán que habita en él, y no
hace su voluntad...” nos esta indicando con exactitud cual debe ser la actitud que debe reinar en nuestra
vida, y el tipo de trabajo que nos toca realizar, para el cual necesitamos entre otras cosas Comprensión,
Voluntad y Disciplina, que nos permita en verdad tener estrategias claras y definidas para utilizar en un
momento dado y en la Vida.

Para resumir:

Nos habla entonces esta primera parte del Evangelio, o de su plática, de cuestiones
fundamentales, grandes lineamientos que nos permitirán comprender y capturar de forma muy clara el
punto básico y fundamental de su doctrina: la lucha contra el "sí mismo", y el regreso al corazón y a la
integración con nuestra propia Madre Divina Interior .

También nos habla del arrepentimiento, pero es lógico que esto solo puede sucederse en uno
cuando nos descubrimos de verdad, cuando comprendemos nuestros errores, y nos volvemos concientes
por tanto de todos los daños que los mismos nos causan y que les causan también a las demás
personas, ya que el ego es en verdad algo así como una plaga, de la peor especie...

Hace mucho hincapié en el re-conocimiento de nuestra Madre, aquella criatura divina a la cual
lamentablemente hemos olvidado, la virgencita adorada de todas las religiones, quien vive ayudándonos
y no hace otra cosa más que suspirar por nosotros...

Debemos entender que nuestra Madre nos quiere recibir en su seno, amorosamente... Ella está
llena de AMOR verdadero y por lo tanto es quien nos lo puede verdaderamente enseñar.. Ella nos espera
pacientemente, ¡y hasta nos acompaña invisiblemente!, y solo anhela vernos volver dispuestos en
realidad a hacer un cambio radical y positivo en nuestra vida...

Esas dedilidades y defectos que tenemos que elimnar, superar y erradicar de nuesras conductas
son entre otroas: el orgullo, la ira, la codicia, la lujuria, la gula, la codicia, los celos, la vanidad, el amor
propio, la mentira, el odio, la arrogancia, la presunción, la altanería, la pereza, el odio, etc., etc., etc., y
para lo cual, obviamente, necesitamos aplicar una didáctica especial, la cual el maestro no explica
todavía en forma muy exhaustiva, limitándose a dar sobre ella más bien una explicación somera.

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Capítulo décimo:

“No se puede Servir a dos Amos"

Continuando con este análisis, prosigue el Maestro de Maestros ilustrándonos sobre la manera de
conquistar verdaderamente aquella Felicidad, sin límites, la cual es, sencillamente: ¡Cumpliendo la ley!.

"Pues ningún hombre puede servir a dos señores. Porque o bien sirve a Satán y a sus demonios o
sirve a la Madre Naturaleza. O sirve a la muerte o sirve a la vida. En verdad os digo, qué felices son
aquellos que cumplen las Leyes de la Vida y no vagan por los caminos de la muerte."

“Por el camino del análisis, la meditación y la comprensión” debemos entrar quienes aspiramos a
lograr la eliminación radical del "ego animal" en nosotros y conquistar la real sabiduría que no es del
tiempo. Debemos definirnos. ¡Ser o no Ser!

Hemos pasado ya demasiados años al servicio del ego, innumerables existencias ¿Y que hemos
logrado? Enredarnos más y más en todos esos "sistemas" que él maneja en el mundo, los cuales
aprisionan y oprimen nuestra Conciencia haciendole sufrir,lastimosamente.

Es hora ya de que nos lancemos a realizar un trabajo serio, conciente y disciplinado en relación a
nuestros propios defectos psicológicos. El ego es la casusa de todos los problemas, injusticias y miserias
de este mundo, y mientras continuemos cargando con este enemigo a cuestas, no seremos más que
pobres marionetas a su servicio, fieles colaboradores inconcientes de la fatalidad de este mundo, y de
que esta realidad continúe.

O nos disponemos de verdad a emancipar nuestra alma de todo ese lastre que venimos
arrastrando de existencia en existencia, o continuamos perdiendo miserablemente el tiempo, haciendo en
definitiva que nuestra vida se vaya volviendo cada día más amarga, miserable y triste, para sumergirnos
al final en el abismo de perdición, como bien claro nos lo dice el Cristo... Esa es la cruda realidad.

Urge pues definirnos. “No se puede servir a dos amos”. “Sed fríos o calientes, porque a los tibios
los vomitaré de mi boca” .

Y continuó:

“Y cuantos le rodeaban escuchaban sus palabras con asombro, pues su palabra tenía poder y
enseñaba de manera bien distinta a la de los sacerdotes y escribas. Y aunque el Sol ya se había puesto,
no se fueron a sus casas. Se sentaron alrededor de Jesús y le preguntaron": Maestro, ¿Cuáles son esas
Leyes de la Vida? Quédate con nosotros un rato más y enséñanos. Queremos escuchar tu enseñanza
para que podamos curarnos y volvernos rectos".

Acá comienza el Maestro con una nueva plática en donde queda de manifiesto nuevamente el
carácter profundamente revolucionario del mensaje que él vino a entregarnos aquí a la Tierra.

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Capítulo Undécimo:

“La felicidad y la Ley”


“Y el propio Jesús se sentó en medio de ellos y dijo: "En verdad os digo que nadie puede ser feliz,
excepto quien cumple la Ley".

“ Y los demás respondieron: "Todos cumplimos las Leyes de Moisés, nuestro legislador, tal
como están escritas en las Sagradas Escrituras".

“Y Jesús les respondió: "No busquéis la Ley en vuestras escrituras, pues la Ley es la Vida,
mientras que lo escrito está muerto. En verdad os digo, que Moisés no recibió de Dios sus leyes por
escrito, sino a través de la palabra viva. La Ley es la Palabra Viva del Dios Vivo, dada a los profetas
vivos para los hombres vivos. En donde quiera que haya vida, está escrita la Ley. Podéis hallarla en la
hierba, en el árbol, en el río, en la montaña, en los pájaros del cielo, en los peces del mar; pero buscadla
principalmente en vosotros mismos”.

“Pues en verdad os digo, que todas las cosas vivas, se encuentran más cerca de Dios que la
escritura que está desprovista de vida. Dios hizo la vida y todas las cosas vivas de tal modo que
enseñasen al hombre, por medio de la palabra siempre viva, las Leyes del Dios verdadero. Dios no
escribió las leyes en las páginas de los rollos, sino en vuestro corazón y en vuestro espíritu”.

“Se encuentran en vuestra respiración, en vuestra sangre, en vuestros huesos, en vuestra carne,
en vuestros intestinos, en vuestros ojos, en vuestros oídos y en cada pequeña parte de vuestro cuerpo”.

“Están presentes en el aire, en el agua, en la tierra, en las plantas, en los rayos del Sol, en las
profundidades y en las alturas. Todas os hablan para que entendáis la lengua y la voluntad de Dios
Vivo”.

Excelsas y extraordinarias palabras, propias de un hombre que se ha unido en verdad a su Dios


Interno, ¡Y más aún, que se ha integrado al GLORIAN , y que Es el mismo GLORIAN !

Poco podríamos agregar nosotros para intentar explicar lo que de manera tan sencilla explica el
Maestro en poquísimas palabras. En estos interesantísimos fragmentos, nos habla pues sobre lo que
podríamos denominar “las leyes del Dios verdadero”, las cuales como él dice, debemos aprender a
buscar primeramente en nuestro interior, ya que se hayan escritas ante todo en nuestro propio corazón,
en nuestra propiaverdad Interior...

Se han creado miles de sectas que dicen cada una tener la verdad sobre las leyes de Dios. Los
hay quienes se aprenden la Biblia de memoria, por ejemplo, y es claro que difícilmente podría uno
hacerles comprender que eso no significa conocer de fondo las leyes de Dios...

¡Que triste es la ignorancia! No queremos darnos cuenta de que las leyes de Dios las tenemos
que descubrir dentro de nosotros, en nuestro Ser, para poder después descubrirlas también en Nuestra
Vida, y allí en esta Vida y en la interrelación con nuestros semejantes, ¡aprender a cumplirlas!

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El Maestro nos está invitando entonces al cultivo de la “mística”, a que seamos unos “inspirados”
de la Vida, como lo demuestra él mismo con sus palabras.

La Inspiración en la vida obra maravillas. El Maestro Lakhsmi, a quien le ha correspondido ser el


Restaurador de la Santa Iglesia Gnóstica por estos tiempos, les decía no hace mucho tiempo a sus
discípulos que la Inspiración es prácticamente un sentido interno, que se corresponde con el “Cuerpo
Mental”, el cual tiene la virtud de “conectarnos” instantáneamente con los centros superiores del Ser
Humano a través de los cuales se expresa el Ser...

En esos centros superiores se procesa, como dijimos, la luz y la armonía del Ser, de Dios, y es obvio que
aprendiendo a inspirarnos, explica este gran sabio contemporáneo, podemos impregnar a diario nuestra
mente y nuestra conciencia con la luz espiritual que desciende de nuestro "Padre", Luz que viene del
Cielo, Luz que desciende desde las profundidades ignotas de nuestro propio Ser, y que nosotros
podemos y hasta debemos aprender a capturar, para nuestro propio beneficio y servicio, todo lo cual se
sucede maravillosamente en esos sencillos pero importantísimos momentos de Inspiración...

La inspiración llega muchas veces por sí sola a nuestro corazón, es verdad, pero podemos
también evocarla, llamarla, por así decirlo. Solo tenemos que permitir que nuestro corazón se abra a un
Sentir diferente, superior, que es en el fondo una Comprensión intuitiva y trascendental de la vida,
tremendamente sencilla a la vez, y así, aunque sea por unos instantes, vislumbrar algunas de esas
tantas verdades de aquello tan sagrado y tan bello que es la Vida, que es el Instante, y que es Dios...

Nos podemos inspirar, para terminar y a modo de ejemplo en una bella puesta de Sol, en un
amanecer, en el nacimiento de una nueva planta en nuestro jardín, en la belleza de un niño, en el cielo
estrellado, en los ojos de nuestro ser amado, en los alimentos que vamos a llevar injerir, en fín en tantas
cosas...

Esto nos permite cambiar en segundos nuestro “nivel vibracional”, nuestro “estado interior”, y así
comulgar, por algunos instantes como hemos dicho, con aquello "Divinal" con eso sagrado y divino que
existe en la Vida y por ende también en nuestro Interior, y comenzar a vivir nuestra propia Vida de un
modo completamente diferente, infinitamente superior...

De todo esto entonces nos esta hablando Jesús el Cristo en su plática, invitándonos en definitiva
a ¡Sentir nuestro corazón!, a ¡Sentir a nuestro Ser!, a ¡Inspirarnos en los Elementos! a¡Sentir la Vida!,
porque solo así podremos capturar esas “leyes superiores” que todavía no hemos aprendido a visualizar,
y aprehenderlas dedefinitivamente en nuestra Conciencia y enuestro Corazón, para hacerlas parte
tangible de nuestra vida.

Solo “Despertando nuestra Conciencia” es como podemos aprender a visualizar, sentir y vivir, las
distintas leyes y principios del Creador...

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Capítulo duodécimo:

“Sobre el despertar y la purificación”

“Pero vosotros cerráis vuestros ojos para no ver, y tapáis vuestros oídos para no oír. En verdad
os digo que la escritura es la obra del hombre, pero la Vida y todas sus huestes son la obra de Nuestro
Dios. ¿Por qué no escucháis las Palabras de Dios que están escritas en Sus Obras? ¿Y por qué estudiáis
las escrituras muertas, que son la obra de las manos del hombre?"

Pero los discípulos y discípulas continuaban preguntándole, quizás porque no entendían, pero
más creo yo, para seguir escuchándole...

"¿Cómo podemos leer las Leyes de Dios en algún lugar, de no ser en las Escrituras? ¿Dónde se
hallan escritas? Léenoslas de ahí donde tú las ves, pues nosotros no conocemos más que las escrituras
que hemos heredado de nuestros antepasados, Dinos las leyes de las que hablas, para que oyéndolas,
seamos sanados y justificados."

Y entonces continua el Maestro con otra de sus cátedras magistrales:

“Jesús dijo: "Vosotros no entendéis las palabras de la Vida, porque estáis en la Muerte. La
oscuridad oscurece vuestros ojos y vuestros oídos están tapados por la sordera. Pues os digo que no os
aprovecha en absoluto que estudiéis las escrituras muertas si por vuestras obras negáis a quien os las ha
dado”.

“En verdad os digo que Dios y sus leyes no se encuentran en lo que vosotros hacéis. No se
hallan en la glotonería ni en la borrachera, ni en una vida desenfrenada, ni en la lujuria, ni en la
búsqueda de la riqueza, ni mucho menos en el odio a vuestros enemigos. Pues todas estas cosas están
lejos del verdadero Dios y de sus ángeles”.

“Todas estas cosas vienen del reino de la oscuridad y del señor de todos los males. Y todas
estas cosas las lleváis en vosotros mismos; y por ello la Palabra y el Poder de Dios no entran en
vosotros, pues en vuestro cuerpo y en vuestro espíritu habitan todo tipo de males y abominaciones”.

Es harto claro el Maestro en la definición de que el "gran problema" lo cargamos en nosotros


mismos, ¡aqui y ahora! Mientras continuemos con el "Ego" en nuestro interior, nunca podrá habitar Dios
en nosotros, ya que ambos son incompatibles, como el agua y el aceite...

Debemos despertar y darnos cuenta que somos nosotros mismos, en definitiva quienes cerramos
nuestros ojos y tapamos nuestros oídos a todas estas enormes verdades espirituales que en verdad
tenemos a la vista!

¡Somos nosotros, quienes debido a nuestra ignorancia, negligencia, torpeza o desatino, nos
alejamos de la Vida y cerramos absurdamente las puertas de nuestro corazón, a la divina armonía del
infinito, ¡la cual es Vida, y a la cual nos invita el Cristo!, para que la misma impregne nuestras almas,
para llenarnos así de paz, bendición y Amor... “Porque de la abundancia del corazón habla la boca”

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Y nos aclara:

“Si deseáis que la Palabra y el Poder del Dios Vivo penetren en vosotros, no profanéis vuestro
cuerpo ni vuestro espíritu; pues el cuerpo es el Templo del Espíritu, y el espíritu es el Templo de Dios”.

“Purificad, por tanto, el templo, para que el Señor del Templo pueda habitar en él y ocupar un
lugar digno de él. Y retiraos bajo la sombra del Cielo de Dios, de todas las tentaciones de vuestro
cuerpo y de vuestro espíritu, que vienen de Satán."

Vuelve a insistir una vez mas el Maestro en la necesidad de dedicarnos con ahínco a nuestra
propia "regeneración", a través claro está, de un cambio radical en nuestro comportamiento. Mientras
continuemos llevando una vida desordenada, descompuesta y “profana”, a los ojos del Espíritu, nunca
podremos en verdad gozar de la felicidad sin límites que Él tiene para darnos.

ES que es indudable que si jamás nos hemos puesto cada uno de nosotros y de verdad en la
“mesa de examinación”, es poco lo que podremos saber sobre nosotros y sobre nuestra íntima realidad
psicológica...

¿De que sirven los títulos, honores, conocimientos exteriores, aplausos, etc., si continuamos en
el fondo siendo terriblemente ignorantes sobre nuestra "auténtica realidad" y desde luego también sobre
nuestro propósito en este mundo, y sobre las causas de nuestro sufrir?

¿Sería acaso lógico llegar a convertirse uno en erudito de tal o cual tema, de tal o cual área del
conocimiento, y continuar desconociendo por completo los resortes secretos de nuestro accionar, esos
múltiples “condicionamientos psicológicos” que nos hacen ser siempre como "somos" y reaccionar por lo
tanto siempre del mismo modo?

¿Sería acaso lógico llegar a sentirnos importantes u orgullosos por llegar a dominar por ejemplo
determinada técnica u oficio, etc., si en reaidad continuamos ajenos a las verdaderas y legítimas
necesidades de nuestra Alma, de nuestra Esencia y de nuestro Real Ser?

Nos invita pués el Maestro a conocernos a sí mismos, hondamente, a purificar nuestro cuerpo y
también nuestra psiquis para que así el “Íntimo”, que es el Señor del Templo, pueda habitar en nosotros
y sea éste lugar, ¡nuestro interior! un sitio verdaderamente digno de él...

Y continúa:

“Renovaos y ayunad. Pues en verdad os digo que Satán y sus plagas solamente pueden ser
expulsados por medio del ayuno y la oración. Id por vuestra cuenta y ayunad en solitario, sin descubrir
vuestro ayuno a hombre alguno. El Dios Vivo lo verá y grande será vuestra recompensa”.

“Y ayunad hasta que Belcebú y todos sus demonios os abandonen y todos los ángeles de nuestra
Madre Naturaleza vengan a serviros. Pues en verdad os digo que a no ser que ayunéis, nunca os
libraréis del poder de Satán ni de todas las enfermedades que de Satán vienen. Ayunad y orad
fervientemente, buscando el poder del Dios Vivo para vuestra curación. Mientras ayunéis, evitad a los
hijos de los hombres y buscad los ángeles de nuestra Madre Terrenal, pues quien busca hallará”.

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A riesgo de parecer reiterativos queremos aclarar, que esta característica de luchar por
desintegrar el Ego Animal, no debe entenderse como algo secundario en la vida de uno, o algo que
podamos hacer muy livianamente mientras simplemente vivimos, y tratamos de ser buenos, etc... ¡No!
Con eso solo no basta.

La característica de “trabajar sobre sí mismos”, debe convertirse en una cualidad firme en el


carácter del aspirante, una cualidad que deja entrever toda una filosofía de vida, quizá la más perfecta de
las filosofías, la cual sirve y ha servido siempre de fundamento a la doctrina del adorable...

El trabajo sobre nuestro interior, para que pueda ser efectivo y logre en verdad transformarnos,
debe ocupar verdaderamente la parte central de nuestras vidas, sin que por esto vayamos a convertirnos
entonces en personas aisladas, enajenadas, o “raras”, nada de eso. Simplemente debemos descubrir
cual es el verdadero sentido de nuestras vidas y actuar en consonancia...

En ese sentido, convendría evaluar, con nuestra propia comprensión y análisis, cual es el centro
alrededor del cual gira en realidad nuestra vida, aquello alrededor de lo cual que giramos todo el tiempo,
cuales ocupaciones necesidades e intereses etc., son los que en realidad nos mueven...

De esta forma nos daremos perfecta cuenta de nuestro "sueño psicológico", de cual es nuestra
“realidad psicológica”, y también de cuales son nuestros defectos mas importantes...

Cuando uno comienza a comprender de verdad, para que ha venido a este mundo, su “centro de
gravedad” cambia, se desplaza, naturalmente, y en la medida en que esta "nueva visión" de la vida va
tomando forma en su interior, su Centro de gravedad alrededor pasará a ser entonces "su propio trabajo
interior”, su trabajo por el “despertar”, el conocimiento de su Real Ser, los misterios de la Vida, etc., etc.,
etc.

En ese nuevo estado de conciencia, será dónde se podrá respirar verdaderamente un nuevo
sabor de libertad, de amor, de sinceridad, etc., sin que por ello dejemos en ningún momento de cumplir
con nuestras obligaciones y deberes en este mundo...

38
Capítulo treceavo

“Integración con los elementos”


“Buscad el aire fresco del bosque y de los campos, y en medio de ellos hallaréis al ángel del
Aire. Quitaos vuestro calzado y vuestras ropas y dejad que el Ángel del Aire abrace vuestro cuerpo.
Respirad entonces larga y profundamente, para que el Ángel del Aire penetre en vosotros. En verdad os
digo que el Ángel del Aire expulsará de vuestro cuerpo toda inmundicia que lo profane por fuera y por
dentro. Y así saldrá de vosotros toda cosa sucia y maloliente, igual que el humo del fuego asciende en
forma de penacho y se pierde en el Mar del Aire”.

“Pues en verdad os digo que sagrado es el Ángel del Aire, quien limpia cuanto está sucio y
confiere a las cosas malolientes un olor agradable. Ningún hombre a quien no deje pasar el Ángel del
Aire, podrá acudir ante la faz de Dios. Verdaderamente, todo debe nacer de nuevo por el aire y por la
Verdad, pues vuestro cuerpo respira el aire de la Madre Naturaleza, y vuestro espíritu respira la Verdad
del Padre Celestial”.

“Después del Ángel del Aire, buscad el Ángel del Agua. Quitaos vuestro calzado y vuestras ropas y
dejad que el Ángel del Agua abrace todo vuestro. Entregaos por entero a sus acogedores brazos y, así
como el aire penetra en vuestra respiración, que el agua penetre también en vuestro cuerpo. En verdad
os digo que el Ángel del Agua expulsará de vuestro cuerpo toda inmundicia que lo mancille por fuera y
por dentro. Y toda cosa sucia y maloliente fluirá fuera de vosotros, igual que la suciedad de las
vestiduras, lavada en el agua, se va y se pierde en la corriente del río”.

“En verdad os digo que sagrado es el Ángel del Agua, que limpia cuanto está sucio y que
confiere a todas las cosas malolientes un olor agradable. Ningún hombre a quien no deje pasar el Ángel
del Agua, podrá acudir ante la Faz de Dios. En verdad que todo debe nacer de nuevo del agua y de la
Verdad, pues vuestro cuerpo se baña en el río de la vida terrenal y vuestro espíritu se baña en el río de
la Vida Eterna. Pues recibís vuestra sangre de nuestra Madre Naturaleza y la Verdad de nuestro Padre
Celestial”.

Maravillosos pasajes que huelen a bosque, a cañadas, a flores, a ríos, etc., y en dónde el
venerable nos devela algunos de los misterios de esa “Divina Diosa Naturaleza", y también de cual es el
verdadero Camino hacia nuestro Padre Celestial...

Mucho nos hablan las distintas corrientes religiosas sobre los "ángeles", "devas", "dioses" y otras
"deidades" de los mundos invisibles y es claro que todo esto nos ha alentado, muchas veces, en la
búsqueda de "lo espiritual", de aquel más allá...

Sin embargo, es el Maestro Samael quien nos ha hablado más claro sobre el tema, ilustrandonos
como cada árbol, cada planta, etc., constituye en verdad tan solo el "cuerpo físico" de una criatura
sagrada, conocida en ocultismo con el nombre de “elementales”, las cuales viven ciertamente en el
“mundo etérico”, o “cuarta dimensión” de la naturaleza, región inaccesible para los sentidos ordinarios,
pero no por eso menos reales que el plano físico tridimensional en dónde vivimos cada día.

La “cuarta dimensión”, nos explica es indudablemente el mismo “paraíso” del que nos hablaran
todas las religiones antiguas. Trascribimos a continuación un pequeño pasaje de su libro Rosa Ígnea , a

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modo de ejemplo, y porque creemos que viene muy al caso para explicar y poder entender un poco más
las palabras del Jesús elCristo en estos pásajes:

“”No hay selva que no tenga su genio... No hay árbol que no tenga su criatura, sus poderes y su
inteligencia... No hay árbol sin alma...

Todo vegetal es el cuerpo físico de una criatura elemental de la naturaleza... Las plantas tienen
alma, y las almas de las plantas encierran todos los poderes de la Diosa Madre del Mundo...

Las almas de las plantas, son los elementales de la Naturaleza. Estas criaturas inocentes todavía
no han salido del Edén, y por lo tanto aún no han perdido sus poderes ígneos...

Los elementales de las plantas, juguetean como niños inocentes entre las melodías inefables de
este gran Edén de la Diosa Madre del Mundo.”

Bien. Aquí queda perfectamente definido que el conocimiento real de los "misterios de la
naturaleza", más allá de las formas, se desenvuelve en realidad en la “Cuarta Dimensión” y es allí dónde
tiene su asiento la Vida en realidad.

Volviendo al texto, en estos párrafos el Maestro nos hablaba directamente sobre los ángeles del
Aire y del Agua. ¿Se referirá acaso el Maestro a aquellos dioses antiguos de los que nos hablaran los
Sabios Nahuas? ¿Se referirá el bendito al gran Hehecatl, Dios del Viento entre los Aztecas, o a Tlaloc,
Dios de las Lluvias? ¿Nos estará hablando acaso de Pavana, Iswara, Varuna y Narayana, divinidades
asociadas al aire y al agua respectivamente, entre la nomenclatura hindú?

Poco importan en verdad los nombres ¿verdad?, lo importante es el contenido, y también la


mística a la que una y otra vez nos invita a ser partícipes el maestro...

Necesitamos volver a integrarnos con la naturaleza, aprender a invocar a sus ángeles, dejarnos
ayudar por la armonía, la paz y el amor de los divinos maestros del invisibles, para que podamos en
verdad, volver a nacer...

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Capítulo décimo cuarto:
"Sobre el Amor"

Pasemos ahora a estudiar detenidamente, el texto dónde nos habla el maestro sobre la grandeza
del Amor, el cuál nos recuerda tanto a una de las epístolas del apóstol Pablo...

"Aunque hable con las lenguas de los hombres y de los ángeles, si no tengo amor, mis palabras
son como el sonido del latón o como el tintineo de un platillo”.

“ Aunque diga lo que ha de venir y conozca todos los secretos y toda sabiduría; y aunque tenga
una fe tan fuerte como la tormenta que mueve las montañas de su sitio, si no tengo amor no soy nada”.

“Y aunque dé todos mis bienes para alimentar al pobre y le ofrezca todo el fuego que he recibido
de mi Padre, si no tengo amor, no hallaré en ello provecho alguno”.

“El amor es paciente y el amor es amable. El amor no es envidioso, no hace el mal, no conoce
el orgullo; no es rudo ni egoísta. Es ecuánime, no cree en la malicia; no se regocija en la injusticia,
sino que se deleita en la justicia. El amor lo defiende todo, el amor lo cree todo, el amor lo espera todo,
y el amor lo soporta todo; nunca se agota; pero en cuanto a las lenguas, cesarán, y en cuanto al
conocimiento, se desvanecerá. Pues poseemos en parte la verdad y en parte el error, mas cuando venga
la plenitud de la perfección, lo parcial será aniquilado”.

“Cuando el hombre era niño, hablaba como un niño, entendía como un niño, pensaba como un
niño; pero cuando se hizo hombre abandonó las cosas de los niños.”

“Porque nosotros vemos ahora, a través de un cristal y a través de dichos oscuros. Ahora
conocemos parcialmente, más cuando hayamos acudido ante el rostro de Dios, ya no conoceremos en
parte, pues nosotros mismos seremos enseñados por Él. Y ahora nos quedan tres cosas: la fe, la
esperanza y el amor, pero la más grande de ellas es el amor”.

He aquí, una de las exposiciones sobre el Amor mas bellas que jamás se hayan hecho. Sin duda,
como dice el Maestro Samael, solo quien encarna El Amor puede expresarse sobre él de esa manera...
Verdaderamente la Doctrina del Cristo es y será siempre "la doctrina del Amor..."

Pero vayamos concretamente a estudiar algunos de sus pasajes. interesantes resultan las
referencias que se hacen sobre la “Gran Realidad”, contrastándola con la parcialidad o subjetividad de
nuestras percepciones y conceptos.

Cuando dice: "...más cuando hayamos acudido ante el rostro de Dios, ya no conoceremos en
parte, pues nosotros mismos seremos enseñados por Él..."

Y también: "...Pues poseemos en parte la verdad y en parte el error, mas cuando venga la
plenitud de la perfección, lo parcial será aniquilado”

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¿Qué significa en verdad todo aquello? ó ¿Cómo es que lo podemos entender? Resultan obvios
los paralelismos y similitudes de estas enseñanzas con aquellas otras que manejara el budismo tibetano
o el Hinduismo, sobre la naturaleza de la Vida, del Cósmos y de la Verdad...

Recordemos nosotros el Satori budista, o el samadhi hindú, o el Sunshata del que nos hablaran
los maestros gnósticos actuales y los chinos antiguos, o el famoso éxtasis místico, del que participaran
tantos monjes y monjas en la edad media como el mismísimo Francisco de Asís, San José de Cupertino,
Santa Teresa de Ávila y tantos otros...

Es que cuando el asceta logra en verdad, durante sus prácticas de Meditación, pasar más allá
del cuerpo, de los afectos y de la mente, se sumerge entonces en aquello que es “Lo Real”, en la "Gran
Realidad" y conoce por tanto la dicha verdadera...

Es en ese estado de "bienaventuranza espiritual" dónde se experimenta el gozo supremo,


aquello que en oriente se denomina ”Sat-Chit-Ananda” : Éxtasis, Conocimiento y Bienaventuranza
absolutas...

Contemplar el "Rostro de nuestro Padre" es en el fondo conocernos a sí mismos y esto se puede


conseguir mediante la "Ciencia de la meditación".

La meditación nos conduce al “éxtasis”. La meditación es el "pan diario del sabio", y su fruto
maravilloso es el Conocimiento del Ser..., sobre todo lo cual nos han orientado ya suficientemente los
sabios de oriente y también de occidente...

Es desde luego a este tipo de comprobaciones y experiencias, fundamentales en el camino, a lo


que nos está invitando entonces el maestro, pues de otra manera no sería posible para nosotros,
entender aquel misterio que encierra la palabra Religión...

Religión viene del latín, re-ligare, y significa volver a unir... Para esto debemos comenzar por
conocer, por "experiencia mística directa" a nuestra propia Divinidad Interior..., eso es obvio. De otro
modo, todo lo que podamos decir al respecto será siempre solo una teoría, y nada más.

Pero también nos explica en el texto, que solo libertándonos de todo subjetivismo, de todo
condicionamiento, de toda parcialidad, en suma: de todos nuestros "defectos de tipo psicológico", es
como podemos acceder al fin a conocer la auténtica "verdad” y sumergirnos entonces en la divina
presencia de Dios...

Así se cumpliría aquel precepto antiguo que dice: “Entonces la gota se pierde en el océano, pero
también el océano se pierde en la gota...”

Nos recuerda también aquella otra frase que pronunciara sabiamente: “Conoced la Verdad, que
ella os hará libres...”

Apreciados lectores, las meras creencias no tendrían jamás el poder de cambiarnos la vida.
¡Necesitamos las vivencias!

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Estas vivencias son siempre interiores ¡y muy importantes!, pués solo así podremos llegar a
tener una comprobación directa y real de las íntimas realidades extraordinarias de este "universo
multidimensional" maravilloso en el que andamos, vivmos, nos movemos y tenemos nuestro Ser...

¡Necesitamos experimentar en nuestro interior, la presencia inefable de nuestro Dios Interno, la


presencia Viva y Divina de nuestro Ser! Esta adviene ciertamente cuando se va logrando el éxtasis en la
meditación, y para esto debemos aprender a combinar esta última con la oración...

Todo esto viene a reafirmarnos una vez más, que "solo existe una única religión de tipo cósmico
universal”, tal como lo explica el Maestro Samael, que ha estado presente en todas las culturas, en su
momentos de esplendor, la cual nos enseña el Camino hacia el conocimiento e integración con nuestro
Dios Interno, con aquel Dios que adoraban los místicos esenios, el Dios-Sol del corazón...

Por otro lado, también nos viene a confirmar que el gran maestro Jesús conoció, como lo
afirman tantos autores, la doctrina budista tibetana, la sabiduría china, y profundos conocimientos
esotérico-místicos, antes de comenzar con su misión pública en Palestina.

Volviendo al tema, el mensaje del venerable resulta muy claro: Mientras nosotros
permanezcamos en el error y la subjetividad, será más que imposible que podamos acceder a la
autentica realidad de la Vida, tal cual Es y que experimentemos en forma plena aquello que se denomina
AMOR, VERDAD, DIOS...

Continuando con el texto insiste también el Maestro en la necesidad de volvernos “Hombres de


verdad”, “dejar las cosas de los niños”, y es claro que no se refiere a un proceso cronológico de la vida
física, sino más bien a una “maduréz” de tipo espiritual. Comprendemos al respecto que debemos dejar
de ser los mismos ”irresponsables” de siempre con nustra Vida Interior, características propias de la
“niñez espiritual”, y comenzar a volvernos mucho más serios, disciplinados y conscientes de "Nuestro
Trabajo" y de la razón específica de nuestra presencia en este Mundo...

Se trata de volvernos "adultos" verdaderamente, en el sentido más completo de la palabra,


Hombres de Verdad y para esto, es muy importante vivenciar y comprobar; indagar e investigar; analizar
y comprender, etc., etc., etc.

¡Necesitamos urgentemente abrir verdaderamente nuestro corazón a la auténtica y pura


devoción! ¡Necesitamos convertirnos en verdaderos místicos, pero nunca en esos simples fantoches
exhibicionistas y creidos, como hay tantos...!

No es un adulto, quien no toma realmente SU VIDA con la seriedad que esta amerita, quien no se
preocupa por conocer el “sentido real” que la misma tiene para cada uno de nosotros.

No es aún un adulto, quien solo vive para satisfacer las necesidades de su cuerpo y olvida las de
su alma, quien no ha aprendido a escuchar, atender y alimentar a su propia esencia interior...

No es un adulto, quien lleva una vida desordenada, quien no ha sabido todavía imponerse una
disciplina espiritual que le permita lograr en el diario vivir, aquellas integraciones con la divinidad de las
que tanto nos hablan los maestros en a lo largo de todos los tiempos y culturas, las cuales son a la vez
tan sencillas, como necesarias...

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Estimados lectores: ¡Necesitamos sentir a Dios!, para poder ubicarnos en un estado de
conciencia que nos permita VIVIR LA ESPIRITUALIDAD, y así poder realizar un trabajo de tipo interno,
sobre nuestra propia psicología particular, y quitar de ella lo que nos sobra, para que así Dios pueda
poner lo que nos falta...

Y sobre las tres cosas que nos quedan: “la fe, la esperanza y el amor”, de las cuales esta última
es la más grande, según nos dice, bien vale la pena detenernos también unos momentos.

Podríamos preguntarnos: ¿Qué significan para nosotros estas tres palabras? ¿Qué es la Fe?

No será acaso aquella "certeza interior", la confianza real en Dios, en la Divinidad, etc? ¿Y podría
acaso lograr alguien lograr sentir esta VERDADERA FE, si jamás a sentido hondamente, profundamente,
a su Dios Interno en el corazón? ¿Y será posible lograr esto último sin que lo cultivemos nosotros
diariamente, mediante la meditación, la rectitud, y desde luego, aprendiendo a sentir aquella mística en el
corazón?

¿Y sobre la Esperanza...? ¿Qué podemos nosotros decir? Solamente una expresión: ¡Que bonito
es tener en Dios una Esperanza...!

Esto no lo conocen los ateos, los materialistas, los intelectualistas... Esto solamente lo conocen
quienes trabajan su interior, los que se esfuerzan por vivir una vida espiritual.

Debemos reconocer que ¡necesitamos de la divinidad! ¡necesitamos del auxilio de las fuerzas
religiosas! ¡Tenemos esperanza , porque SABEMOS que no estamos solos...!

¿Y sobre el Amor...? Solo expresaremos que no hay dicha más generosa y más sublime en La
Vida que poder Amar...

El Amor es la fuerza más grandiosa del universo... y esta se puede expresar en nosotros de
múltiples maneras. Pero quizá, el momento más idóneo, el momento más sublime y extraordinario para
expresar el Amor, para fundirse realmente en el Amor, es sin duda, la unión sexual...

¡Que pena que los religiosos hayan menospreciado al sexo, que lo hayan considerado vano y
pueril... porque en el sexo y en el amor, residen las claves más extraordinarias de la redención!

Por eso decimos en forma enfática: ¡Se equivocan aquellos que solo pueden ver en el sexo algo
profano, algo impuro, los que piensan que la "vida religiosa" y la "vida sexual" son incompatibles! ¡Esto
se debe a la suprema ignorancia que impera en este mundo, y desde luego también a nuestra propia
estrechéz de conceptos y comprensión! Pero sobre el punto volveremos más adelante. Vayamos ahora a
las líneas siguientes donde Jesús vuelve a “golpear” duramente en nuestras conciencias, con el objetivo
de ¡despertarnos! hacia la cruda realidad de la vida tal cual es...

"Y ahora os hablo en la Lengua Viva del Dios Vivo, por medio del Santo Espíritu de nuestro
Padre Celestial. No hay ninguno de entre vosotros que pueda entender todo cuanto os digo. Quien os
comenta las escrituras, os habla en una lengua muerta de hombres muertos, a través de su cuerpo

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enfermo y mortal. Por lo tanto a él le pueden entender todos los hombres, pues todos los hombres están
enfermos y todos están en la muerte”.

Esto refiriéndose a los “ancianos del templo”, a los “fariseos”, a los “pseudo-religiosos” de ayer,
hoy y siempre, a aquellos que no conocen los fundamentos de la verdadera Religión, a aquellos que
desconocen que desconocen, a quienes sin haber encontrado aún el camino, se sitúan de guías de los
demás...

Y dice:

“Nadie ve la Luz de la Vida. El ciego guía a los ciegos en el oscuro sendero de los pecados, las
enfermedades y sufrimientos, y al final se precipitan todos en la fosa de la muerte.

Realmente llenas de vigor y rigor las palabras del adorable. Indudablemente, cuando dice “Nadie
ve la luz de la Vida”, se refiere el Maestro a aquella VIDA con mayúsculas, a la cual francamente aún, no
tenemos acceso...

Se impone comentar que a cada uno de nosotros, nos espera un largo camino por delante, para
llegar a Comprender y Vivir aquella Gran Realidad de la Vida tal cual És...

Para poder percibir la verdadera "unidad de todo..." y reconocer la “Luz de la Vida”, debemos
antes que nada conocernos a sí mismos, eso es obvio...

La "Luz de la Vida" es nuestro SER. ¡Necesitamos el Despertar de la Conciencia!

Pero existe un camino para hacerlo: Nos referimos al Camino Esotérico, aquel camino “estrecho
y difícil que conduce a la Luz, pero que muy pocos hallaran”, según las palabras del Cristo; y existe
también el camino de la perdición, aquel camino ancho por donde vagan las multitudes, el camino que
conduce, como él bien lo dice, a la fosa de la muerte...

Y existe un tercer camino, el de las "buenas intenciones"... Es este un camino muy peligroso,
lleno de planificaciones pero escaso de materializaciones, que al final conduce lamentablemente al
mismo lugar...

¿Cuál es ese lugar? Jesús dice La fosa de la muerte. ¿Y cuál es fosa de la muerte? Muchos
pensarán que la del cementerio, ¿pero si para allí vamos todos? ¿Entonces?

Señores, la fosa de la muerte ¡no es el cementerio! ¡Es el Abismo! cuyo camino se haya
empedrado justamente de "buenas intenciones.”

¿Pero qué es el abismo? ¿Existe?

Ahondando entonces en estos asuntos de la sabiduría oculta, debemos afirmar en forma enfática
que el abismo son las propias "Infradimensiones de la Naturaleza y el Cósmos”, aquel "lugar" (que
también es un "estado interior", pues "tal como es adentro es afuera") citado por todas las "religiones" y
anunciado por todos los grandes sabios de la humanidad, que ha tenido diferentes nombres según la
cultura, pero idénticas descripciones...

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Nos referimos al "Abismo de Perdición", al "Infierno", a los "mundos soterrados", dónde no llega
el "Sol" (espiritual)... Es el “avitchi” de los indostaníes, el “Patala” de los hindúes, el “Tártarus” romano, el
"Inframundo” de los mayas, etc., etc.

Debemos comprender realmente que así como existen “Supradimensiones” en la Naturaleza,


llámese estas Cielos, Nirvanas, Paraísos, etc., también existen “Infradimensiones”, y esto es una terrible
realidad...

Los “mundos inferiores o mundos infiernos” existen, y para allí van todos quienes ya no quieren
escuchar las "Ideas Solares", quienes desoyen una y otra vez el llamado que desde su interior su Cristo
Intimo, les hace...

No seamos nosotros como los “ignorantes ilustrados”, que con tanta suficiencia ríen de la verdad
que desconocen... Mejor es estudiar el tema e intentar comprender a fondo cuál es verdaderamente la
doctrina del "salvador del mundo", y cual la terrible realidad de la amarga situación en que nos
encontramos...

Como todo esto escapa ciertamente a las capacidades de percepción normales, o mejor
dijéramos comunes, se nos puede hacer difícil aceptarlas, ¿verdad? Pero entonces estudiemos... No
seamos tan incautos y tan simples de tan solo aceptar o negar, como hacen los superficiales. Por algo
todas, ¡absolutamente todas! las religiones y filosofías importantes del mundo se refieren de algúno u
otro modo a este tema. Aceptar o negar no es todo. Debemos Comprender.

El Maestro Samael, de quien creemos haber dicho ya que fué el fundador del movimiento
gnóstico contemporáneo, ha explicado en varias de sus obras y en forma muy detallada este tema
crucial. Pero hablando muy sintéticamente y para mayor comprensión, diremos:

Cuando una persona pierde todo interés en los asuntos espirituales y trascendentales; cuando se
dedica en forma exclusiva a la satisfacción del "sí mismo", del ego...; cuando lejos de preguntarse ¿para
qué es la vida?, ¿por qué estamos en este mundo? y de tratar de encontrar respuestas, se lanza a
desarrollar una vida absolutamente materialista, alejada totalmente de la divinidad, o hace de esta última
una completa farsa...

...cuando olvidando su propia “esencia interior” comienza a dedicarse al cuidado exclusivo de su


cuerpo y de las apariencias; cuando el centro de gravedad de su vida pasa a ser la vanidad, la
materialidad o la lujuria; cuando se vive completamente “hacia fuera” olvidando lo más importante, el
interior, “el alma”, “la verdad”, “el amor”...

...en fin, cuando la superficialidad a ganado ya demasiado terreno y lo profundo ha sido


demasiado olvidado, entonces se precipita fatalmente la Involución, y la persona pierde contacto
finalmente con su “Real Ser Interior Profundo”, guía y motivo de nuestra vida y cae en el abismo...

En esas condiciones ya sin Dios y sin ley, pasa a formar parte del reino de la oscuridad, un
habitante de la fosa de la muerte, una semilla que no fructificó, un fracaso...

También hemos de decir que aquel dictamen tan terrible por espantoso que fuera no es eterno,
tiene un final. Ese final se lo conoce en esoterismo como la "Muerte Segunda", tras la cual la esencia

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virginal comienza un nuevo proceso evolutivo en el vientre inmaculado de la Bendita... hasta lograr tras
millones de años llegar al estado humanoide que otrora se perdiera...

Es cierto que el Camino suele tener momentos difíciles, ¡pero mucho peor es lo que se sufre en
el abismo...! ¡Y muchísimo más terrible aún la Muerte Segunda..!.

Es obvio que el mundo está lleno de ciegos guiando a ciegos, y es claro que por tal motivo la
entrada en el Camino, suele volverse a veces muy dificultosa. ¡Pero existe, y está en nosotros recorrerlo!
De ello, estimado lector -esto sin orgullos, ni poses místicoides de ninguna especie-, damos Fé...

Debemos comprender a fondo que en esta humanidad nos encontramos en el A, B, C, de la


verdadera ciencia, de la ciencia pura, la “Cosmo-ciencia”...

La Comprensión de la Doctrina, es decir de la enseñanza, resulta fundamental para lograr


encaminar sabiamente nuestra existencia hacia los auténticos misterios que ella encierra. Solo quien se
preocupe verdaderamente por encontrar esos misterios podrá encontrarlos.

“Golpead y se os abrirá....” “Pedid y se os dará...” “Buscad y hallareis...”

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Capítulo noveno

“Las leyes de nuestra madre”


Y continuó:

"Yo he sido enviado por el Padre para que haga brillar la Luz de la Vida entre vosotros. La Luz
se ilumina a sí misma y a la oscuridad, más la oscuridad se conoce sólo a sí misma y no conoce la Luz”.

Frases enigmáticas, que bien a la manera oriental, nos inducen a una profunda reflexión. La Luz,
hablando en el sentido psicológico, representa nuestra Conciencia. Evidentemente la Luz de nuestra
Conciencia puede y debe dirigirse a sí misma, para auto-conocerse, para despertar.

Esto será entonces: tomar conciencia de sí mismo...

Pero también esta Luz deberá orientarse hacia el conocimiento de la “oscuridad” que llevamos,
¡precisamente para poder llevar hacia allí la luz! y así descubrir esas otras regiones “Inconscientes”
"infraconscientes" y “mecánicas” que también tenemos y que son las responsables de hacernos la vida
tan amarga, de todos nuestros errores y de todos nuestros problemas...

De todas estas regiones nos tenemos que volver a adueñar, por así decirlo.

¿Cómo lo haremos? De un modo muy sencillo: Observando, conociendo, estudiando y


comprendiendo todas aquellas conductas mecánicas, nocivas y destructivas que desgraciadamente aún
tenemos...

Así descubriremos todo ese conjunto de "reacciones desordenadas" que a diario ejecutamos, y
que son fruto de un error de tipo psicológico.

Todo esto es lo que nuestra conciencia deberá esforzarse por comprender, para así “hacer luz”
dentro de nosotros mismos, aquí y ahora...

La “Psicología Práctica y Experimental” nos provee de suficientes técnicas para que podamos
lograr en verdad recuperar nuestra conciencia. Esta es la manera de irnos “concientizándonos”,
“desegoistizándonos”, "individualizándonos", mediante repetimos, nuestro propio “Auto-descubrimiento”,
"Auto-conocimiento".

Afirman los sabios que la humanidad posee en su interior apenas un 3% de Conciencia Libre,
como promedio, el resto se haya condicionado, atrapado por los diferentes “Agregados Psíquicos”, como
se los denomina en el Tibet, los “defectos” que interiormente cargamos.

Esto trae como corolario que indudablemente la Paz, la Felicidad y la verdadera Alegría de Ser
sea tan difícil de encontrar en este mundo...

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Debemos aplicar nuestra Luz en "estudiarnos a sí mismos", en "conocernos a sí mismos", y no
en juzgar a los demás, como se hace habitualmente. Debemos volvernos verdaderamente “dueños” de
nuestras vidas.

Sin embargo, tal como nos lo enseña el Cristo, la oscuridad “solo se conoce a sí misma” Esto
significa que las razones que tiene el “ego” para existir, no resisten en realidad un análisis conscientivo y
por esta razón, "las tinieblas" no podrán jamás conocer la luz, ¡Y huyen de la luz!, porque si la conocen
¡se desintegran!

¡Hagamos que la “Luz de la Verdad” penetre en realidad dentro de nuestras propias "tinieblas
interiores", para que estas dejen ya de existir y podamos SER...

¡Ese es el Arrepentimiento!, ¡Esa es la Comprensión! ¡ Ese es el Camino!...

Y continúa:

“ Aún tengo que deciros muchas cosas, mas aún no podéis comprenderlas. Pues vuestros ojos
están acostumbrados a la oscuridad, y la plena Luz del Padre Celestial os cegaría. Por eso no podéis
entender aún cuando os hablo acerca del Padre Celestial, quien me envió a vosotros. Seguid pues
primero sólo las Leyes de vuestra Madre Naturaleza, de quien os he contado. Y cuando sus ángeles
hayan lavado y renovado vuestros cuerpos y fortalecido vuestros ojos, seréis capaces de soportar la
Luz de Nuestro Padre Celestial."

Aquí el Maestro, después de decirnos que todos nosotros nos encontramos verdaderamente en
una situación lamentable, que estamos enfermos, ciegos y peor aún ¡muertos espiritualmente!, que nos
cuesta verdaderamente entender, etc., nos exhorta en esas condiciones, a seguir primero las leyes de la
Madre, y nos aclara que es ella junto a sus "ángeles" quien tiene la potestad de “lavar y renovar nuestros
cuerpos”, es decir, regenerarlos, y “fortalecer nuestro ojos”, es decir, despertar nuestra conciencia, y
hacer que la misma tenga entonces mayor Luz, Claridad y Penetración...

Pero cabe preguntarse: ¿Cómo podría hacer esto la Madre? ¿De que manera trabajaran sus
ángeles? Y ¿Cuáles son esas leyes de la Madre que debemos seguir?

En el comienzo de este maravilloso evangelio nos habla mucho el Maestro sobre la Madre. Pero
es obvio que todo aquello está lleno de misterios...

Nos limitaremos a decir, a manera de adelanto, que las leyes de la Madre, se relacionan en gran
manera con las leyes del Amor, porque ella representa el Amor, así como el Padre representa la
Sabiduría...

Pero a su vez el Amor se relacionan íntimamente con lo que es "El Sexo", y por esto sus leyes
son las primeras que debemos aprender, porque de allí sale la Vida...

Esto nos remonta a la Comprensión de lo que es la verdadera "Castidad", que nada tiene que ver
con el infelíz “Celibato”.

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El celibato consiste en "la negación" de la energía creadora sexual. La Castidad consiste en la
"sabia utilización" de estas energías, el "sabio aprovechamiento" de estas potentes y maravillosas
"Fuerzas Creadoras" para que así "laven y renueven nuestros cuerpos y fortalezcan nuestros ojos, y así
poder resistir la luz del Padre..."

La auténtica castidad se vive entonces en pareja. ¡Estos son los misterios del Matrimonio! ¡Estos
son los misterios de la Santa Alquimia!...

Recordemos en ese sentido, que todos los discípulos del Maestro Jesús eran casados, menos
Juan, pués era aún joven.

Volveremos sobre el tema algunos párrafos más adelante. Ahora, para terminar este capítulo,
avanzemos un poco más en el texto esenio a dónde dice:

"Amaos los unos a los otros, pues Dios es amor, y así sabrán los ángeles que vais por sus
caminos. Y entonces acudirán todos los ángeles ante vuestro rostro y os servirán. Y Satán partirá de
vuestro cuerpo con todos sus pecados, enfermedades e inmundicias. Id, renunciad a vuestros pecados;
arrepentios vosotros mismos; y bautizaos vosotros mismos; para que nazcáis de nuevo y no pequéis
más."

Vale la pena resaltar dos cosas acá. Primero el tema de Satán, con todos sus pecados,
enfermedades e inmundicias, que como sabemos, es aquel "conjunto de defectos psicológicos que
desgraciadamente cargamos hoy en nuestro interior", el cual "partirá de nuestro cuerpo" cuando
logremos al fin ¡aprender a amar!, y desde luego, a transitar aquel camino glorioso hacia la búsqueda de
nuestro Dios, el camino de los ángeles, el camino de la Verdad...

Esa amplia gama de defectos, como ser la ira, la lujuria, el orgullo, la pereza, la envidia, el odio,
los rencores, la vanidad, los celos, el miedo, etc, etc., constituyen como dijimos, el obstáculo mas grande
que tenemos para relacionarnos armoniosamente con las diferentes partes autónomas superiores y más
exaltadas de nuestro propio Ser, vale decir con la Divinidad, con nuestro Intimo, con Dios.

Cuando logremos eliminar de nuestro interior toda aquella gama de "elementos infrahumanos"
que hoy llevamos, ese día, podremos de verdad cumplir con las “leyes divinas” de la Creación, y
conoceremos al fin lo que es ser verdaderamente Humanos...

Nos habremos convertido entonces, en auténticos ciudadanos del Cosmos Infinito, propósito para
el cual estamos llamados y al cual el Maestro nos invita...

Mas sin embargo, nos está diciendo mucho más, en esa simple frase: Nos dice: “bautizaos
vosotros mismos; para que nazcáis de nuevo y no pequéis más”.

Pero ¿en qué consiste ese bautismo? y, ¿qué será esto de nacer de nuevo?

Comencemos con lo segundo. No es la primera vez que Jesús nos habla de este “nacer de
nuevo”, de este “nacimiento segundo”, que nosotros debemos esforzarnos en lograr...

Recordemos brevemente aquí, el pasaje de Jesús con Nicodemo, que aparece en los evangelios
tradicionales, en donde nos ejemplifica y aclara aún más este tema.

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Encuentro con Nicodemo

“Había un hombre de los fariseos que se llamaba Nicodemo, un principal entre los judíos. Este
vino a Jesús de noche, y le dijo: Rabí, sabemos que has venido de Dios como maestro; porque nadie
puede hacer estas señales que tú haces, si no está Dios con él. Respondió Jesús y le dijo: De cierto, de
cierto te digo, que el que no naciere de nuevo, no puede ver el reino de Dios. Nicodemo le dijo: ¿Cómo
puede un hombre nacer siendo viejo? ¿Puede acaso entrar por segunda vez en el vientre de su madre, y
nacer? Respondió Jesús: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de agua y del Espíritu, no
puede entrar en el reino de Dios. Lo que es nacido de la carne, carne es; y lo que es nacido del Espíritu,
espíritu es. No te maravilles de que te dije: Os es necesario nacer de nuevo. El viento sopla de donde
quiere, y oyes su sonido; mas ni sabes de dónde viene, ni a dónde va; así es todo aquel que es nacido
del Espíritu. Respondió Nicodemo y le dijo: ¿Cómo puede hacerse esto? Respondió Jesús y le dijo:
¿Eres tú maestro de Israel, y no sabes esto? De cierto, de cierto te digo, que lo que sabemos hablamos,
y lo que hemos visto, testificamos; y no recibís nuestro testimonio. Si os he dicho cosas terrenales, y no
creéis, ¿cómo creeréis si os dijere las celestiales? Nadie subió al cielo, sino el que descendió del cielo;
el Hijo del Hombre, que está en el cielo. Y como Moisés levantó la serpiente en el desierto, así es
necesario que el Hijo del Hombre sea levantado, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas
tenga vida eterna.”

Bien. Como vemos, son muchos los misterios que Jesús enseñaba a cada paso, en cada
encuentro, en cada situación… Nos concretaremos aquí en analizar a fondo cuales son esas “aguas”, y
cual el “espíritu” o fuego que decendió del cielo, ¡porque el espíritu es fuego!, y que debemos nosotros
levantar…

El gran sabio Samael nos aclara sorprendentemente todas estas metáforas y nos dice que tales
“aguas”, a las que se refiere el Cristo en dicha parábola, no son otras que aquellas “aguas espermáticas”,
nuestras “aguas seminales”, que en nuestro interior llevamos, la mismísima energía de la vida convertida
en aguas... Nos referimos, es claro, a nuestra propia Energía Sexual.

Y con respecto al “fuego” al cual debemos apelar, este, no puede ser otro que el fuego de la
Pasión, el fuego erótico, ese "fuego" o "atracción", sexual lógicamente, que pone en movimiento nuestras
energías, ¡nuestras aguas!, y por que no ¡Nuestra Vida!, ya que en definitiva, se trata de la energía más
poderosa que existe en el universo…

¡Es que el fuego del encantamiento universal macho-hembra, es el fundamento mismo de la


Vida, ya que sin ella sería imposible imaginar una creación...!

Causará asombro esto que estamos diciendo, pero realmente como ya lo anticipaba Freud, todas
las religiones del mundo, tienen un origen sexual... Además, no olvidemos que cada uno de nosotros no
es otra cosa que el fruto de una unión sexual... ¿Entonces?

La misma Cruz, estimado lector, deberemos aprender a verla como un cruce de energías
Masculino-femeninas, mediante la cual podemos resucitar, es decir, mediante la cual nuestro Cristo
Intimo resucita…

¡Tenemos que esforzarnos por entender todo esto! ¡Tenemos que renovar el concepto que sobre
el sexo tenemos y prepararnos para la Nueva Era !
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La Era de Acuario, se simboliza precisamente con un hombre y una mujer mezclando
inteligentemente dos grandes cántaros de agua... ¿Lo podemos entender ahora?

Este “nacimiento segundo” entonces, es el resultado concreto y espiritual del correcto uso de
nuestras “aguas de vida”, las energías creadoras, nuestras energías sexuales, las cuales tienen la
potestad, mediante su utilización inteligente, de “regenerar” y “renovar” completamente nuestros
“Cuerpos”, como bien lo conocía Jesús, y como bien lo enseñó...

Entonces se impone preguntarse: ¿A cuáles “cuerpos” se refiere Jesús en su discurso? ¿Acaso


tengo más de un cuerpo?

Naturalmente. Es conocido ya ampliamente en ocultismo, teosofismo, hinduísmo, gnostisismo,


etc., que existen "siete diferentes cuerpos", a los cuales se les da habitualmente los siguientes nombres:

Cuerpo Físico,
Cuerpo Vital,
Cuerpo Astral,
Cuerpo Mental,
Cuerpo Causal,
Cuerpo Búdico,
Cuerpo Átmico.

Cada uno de estos cuerpos, aclaran los maestros, se penetran y compenetran entre sí sin
confundirse jamás, pues pertenecen a dimensiones diferentes en nosotros mismos, aquí y ahora...

Estos misterios los conocía ampliamente Jesús también, como es obvio, ya que el vino a
instruirnos a todos en esto: “Los misterios del Reino de la Luz”...

Conviene entonces analizar un poquito esta cuestión.

Nuestro cuerpo físico, como todos sabemos, nació obviamente de un cruce sexual. Lo mismo
sucede con los otros, nacen del cruce sexual, pero para ello, debemos aprender a "transmutar nuestra
simiente".

Hasta ahora en relación al sexo, solo habíamos oído hablar en términos de “pecado original”, o
de “celibato”, como opción “religiosa”, pero el camino verdadero nunca fue ese...

El triste camino del celibato, además de antinatural, ha demostrado en forma más que elocuente
ser completamente inútil: ¡Un verdadero fracaso! No se puede mantener encerrada, ¡nada menos que a
la Vida! esa es la verdad...

El auténtico camino hacia la divinidad, deberá seguir otro camino: deberá aprender a servirse de
nuestras propias Energías Creadoras, y para ello deberá aprender a conocer a fondo "los misterios del
sexo", es decir, "los misterios del matrimonio", "los misterios de la Alquimia… Estos son en verdad
profundamente sagrados, mas allá de lo que algunos ignorantes ilustrados puedan o no suponer

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¡Solo aprendiendo a sublimar nuestra energía creadora sexual, durante el mismo Acto Sexual es
como podemos hacer que se realice en nosotros ese milagro maravilloso y enigmático de nuestro propio
“Nacimiento segundo”!

Y continuó:

“Entonces Jesús se levantó. Pero todos los demás permanecieron sentados, pues cada hombre
sentía el poder de sus palabras. Y entonces apareció la Luna Llena entre las nubes desgarradas y
envolvió a Jesús en su resplandor. De su cabello ascendían destellos, y permaneció erguido entre ellos
en la luz de la Luna, como si flotase en el aire. Y nadie se movió, ni tampoco se oyó la voz de nadie. Y
nadie supo cuanto tiempo había pasado, pues el tiempo parecía parado.

Entonces Jesús tendió sus manos hacia ellos y dijo: "La Paz sea con vosotros". Y de este modo,
partió como la brisa que mece las hojas de los árboles.

“Y aún durante un buen rato permaneció el grupo sentado sin moverse, y luego fueron saliendo
del silencio, uno tras otro, como tras un largo sueño. Pero nadie deseaba irse, como si las palabras de
quien les había dejado, aún sonasen en sus oídos. Y permanecieron sentados, como si escuchasen
alguna música maravillosa”...

...“Y cuando los brillantes rayos del Sol aparecieron sobre el horizonte, todos sintieron que
aquel era el Sol del Reino de Dios que venía. Y con semblantes alegres se adelantaron a encontrar a los
ángeles de Dios”.

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Capítulo décimo

“Parábola del hijo pródigo”

Continúa el maestro profundizando en su doctrina a través de esta conocida parábola, la cual


aparece también en los Evangelios Canónicos en forma un tanto más diluida.

“Les dijo entonces Jesús: “He venido porque me necesitáis”. Y uno dijo: “Maestro,
verdaderamente te necesitamos. Ven y líbranos de nuestros sufrimientos”.

“Y Jesús les habló en parábolas: "Sois como el hijo pródigo, quien durante muchos años comió
y bebió, pasó sus días con sus amigos en el desenfreno y la lascivia. Y cada semana, sin que su padre lo
supiese, contraía nuevas deudas, malgastando cuanto tenía en pocos días. Y los prestamistas siempre le
prestaban, pues su padre poseía grandes riquezas y siempre pagaba pacientemente las deudas de su
hijo”.

“Y en vano amonestaba a su hijo con buenas palabras, porque nunca escuchaba las
advertencias de su padre, quien le suplicaba en vano que renunciase a sus vicios sin fin, y que fuera a
sus campos a vigilar el trabajo de sus sirvientes. Y el hijo le prometía siempre todo, si el padre le
pagaba sus antiguas deudas, mas al día siguiente, empezaba todo de nuevo”.

“Y durante más de siete años, el hijo continuó en su vida licenciosa. Pero, al fin, su padre
perdió la paciencia y no pagó más a los prestamistas las deudas de su hijo. "Si sigo pagándolas siempre
–dijo- no acabarán los pecados de mi hijo". Entonces, los prestamistas, que se vieron engañados, en su
cólera, se llevaron al hijo como esclavo, para que con su trabajo diario, les pagase el dinero que habían
tomado prestado. Y entonces se acabó el comer, el beber y todos los excesos diarios. De la mañana a la
noche, mojaba los campos con el sudor de su frente, y con el trabajo desacostumbrado todos sus
miembros le dolían. Y vivía de pan seco, no teniendo más que sus propias lágrimas para humedecerlo”.

“Al tercer día había sufrido tanto por el calor y el cansancio, que le dijo a su dueño: "No puedo
trabajar más porque me duelen todos mis miembros. ¿Por cuánto tiempo más me atormentarás?" Y este
le dijo: "Hasta el día en que por el trabajo de tus manos me hayas pagado todas tus deudas, y cuando
hayan pasado siete años, serás libre". Y el hijo desesperado, respondió llorando: "¡Pero si no puedo
soportarlo ni siquiera durante siete días!" Apiadaos de mi, pues todos miembros me duelen y me
abrasan". Y el malvado acreedor le gritó: "Sigue con tu trabajo! Si pudiste dedicar tus días y tus noches
al desenfreno durante siete años, tendrás que trabajar ahora durante siete años. No te perdonaré hasta
que me hayas pagado todas tus deudas hasta el último dracma*". Y el hijo regresó desesperado a los
campos, con sus miembros atormentados por el dolor, para seguir con su trabajo”.

“Ya difícilmente podía tenerse en pie debido al cansancio y a los dolores, cuando llegó el
séptimo día, el día del Sabat, en el cual nadie trabaja en el campo. Reunió el hijo entonces el resto de
sus fuerzas y se arrastró hasta la casa de su padre. Y echándose a los pies de su padre, le dijo: "Padre,
créeme, por última vez y perdóname todas mis ofensas contra ti. Te juro que nunca más volveré a vivir
desenfrenadamente y te obedeceré en todo. Libérame de las manos de mi opresor. Padre, mírame y
contempla mis miembros enfermos y no endurezcas tu corazón".

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“Entonces brotaron lágrimas de los ojos del padre, que tomando a su hijo en brazos dijo:
"Alegrémonos, porque hoy se me ha dado una gran alegría, pues he recuperado a mi amado hijo, que
estaba perdido". “Le vistió con sus mejores ropas, y durante todo el día hicieron fiesta. Y a la mañana
siguiente, dio a su hijo una bolsa de plata para que pagase a sus acreedores cuanto les debía”.

“Y cuando su hijo regresó, le dijo: "Ya ves, hijo mío, lo fácil que es con una vida desenfrenada
contraer deudas por siete años, pero es difícil pagarlas con el trabajo de siete años". "Padre, es
verdaderamente duro pagarlas incluso durante sólo siete días". Y el padre le advirtió diciéndole: "Sólo
por esta vez se te ha permitido pagar tus deudas en siete días en lugar de en siete años, el resto te está
perdonado. Pero cuida de no contraer más deudas en el tiempo venidero. Pues en verdad te digo que
nadie más que tu padre perdona tus deudas por ser su hijo. Porque de haber sido con cualquier otro,
habrías tenido que trabajar duramente durante siete años, como está ordenado en nuestras leyes".
"Padre, a partir de ahora seré tu hijo amante y obediente, y nunca más contraeré deudas, pues sé que
pagarlas es duro".

“Y fue al campo de su padre y todos los días vigilaba el trabajo de los labradores de su padre. Y
nunca les hizo trabajar demasiado duro, pues recordaba su propio trabajo pesado. Y pasaron los años y
las posesiones de su padre aumentaron más y más bajo su mano, pues su tarea contaba con la bendición
de su padre. Y lentamente devolvió a su padre diez veces más de cuanto había derrochado durante
aquellos siete años”.

“ Y cuando el padre vio que el hijo trataba bien a sus sirvientes y todas sus posesiones, le dijo:
"Hijo mío, veo que mis posesiones están en buenas manos. Te doy todo mi ganado, mi casa, mis tierras y
mis tesoros. Que todo esto sea tu herencia; continúa aumentándola para que goce en ti". Y cuando el
hijo hubo recibido la herencia de su padre, perdonó las deudas a todos sus deudores que no podían
pagarle; pues no olvidó que su deuda había sido también perdonada cuando no podía pagarla. Y Dios
le bendijo con una vida larga, con muchos hijos y con muchas riquezas, pues era amable con todos sus
sirvientes y con todo su ganado".

Excelente y llena de sabiduría la parábola del hijo pródigo, en una versión tal como nos tiene
acostumbrado los evangelios gnósticos esenios.

Pero lo mas importante es lo que viene a continuación. La explicación y develación de la


parábolas según el mismo Jesús, cosa que acostumbraba a hacer, solo a sus discípulos, su pueblo
elegido y amado...

“Jesús se volvió entonces al pueblo y les dijo: "Os hablo en parábolas para que entendáis mejor
la Palabra de Dios. Los siete años de comer y beber y de vida desenfrenada son los pecados del pasado.
El malvado acreedor es Satanás. Las deudas, son las enfermedades. El trabajo duro son los dolores.
El hijo pródigo, sois vosotros mismos”.

Y continúa:

“ El pago de las deudas, es la expulsión de vosotros de los demonios y de las enfermedades y la


curación de vuestro cuerpo. La bolsa de plata recibida del padre es el poder libertador de los ángeles.
El padre es Dios. Las posesiones del padre son el cielo y la tierra. Los sirvientes del padre son los
ángeles. El campo del padre es el mundo, que se convierte en el Reino de los Cielos, si los hijos de los
hombres, trabajan en él, junto a los Ángeles del Padre Celestial”.

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La “expulsión de vosotros de los demonios” no es otra cosa que la eliminación radical del “ego” a
través del trabajo sobre sí mismos. Esta imagen podrá recordarles también la expulsión por parte de
Jesús de los “mercaderes del templo”. Es claro que se trata de lo mismo. Los “mercaderes”, son los
múltiples “yoes” que en nuestro interior cargamos, y en cuanto al Templo, esta claro que se refiere, como
dijimos, a nuestro propio cuerpo físico.

Cuando decimos “yoes”, nos referimos a esa multiplicidad psicológica que hoy somos, y que nos
vuelve en suma tan contradictorios e infelices.

Solo cuando hallamos logrado en verdad “unificar nuestra conciencia”, a través del estudio de sí
mismos y de nuestra regeneración, habremos en verdad conquistado nuestra Alma.

Y continuó:

“ Pues yo os digo que es mejor que el hijo obedezca a su padre y vigile a los sirvientes de su
padre en el campo, a que se convierta en deudor del malvado acreedor, y fatigarse y sudar en la
servidumbre para restituir todas sus deudas”.

“De igual modo, es mejor que los hijos del hombre obedezcan también las Leyes de su Padre
Celestial y que trabajen con sus ángeles en su reino, a convertirse en deudores de Satán, el señor de la
muerte, de todos los pecados y todas las enfermedades, a sufrir con dolores y sudor hasta haber
reparado todos sus pecados”.

Una pequeña aclaración. El Maestro Samael explica que existen a groso modo, dos tipos de
Ángeles: Los ángeles inocentes y los ángeles sapientes. Cuando nos dice el maestro Jesús que es mejor
“vigilar a los sirvientes de su padre en el campo”, es decir a los “ángeles”, y “trabajar con sus ángeles en
su reino”, se refiere obviamente a los primeros, los “ángeles inocentes”, que son los mismos
“Elementales de la naturaleza”, aquellas divinas criaturas a los que nos referíamos en capítulos
anteriores, que se encuentran evolucionando en el vientre inmaculado de la bendita Madre Natura,
preparándose para algún día tener la dicha de ingresar al Reino Humano y realizar su trabajo del
Re-ligare.

Es obvio que nosotros tenemos la posibilidad de aprender a trabajar con tales extraordinarios
seres para ayudarnos y para ayudar en nuestro camino. Para esto el Maestro Samael nos explica que
existe una ciencia maravillosa, un arte regio de la naturaleza, el cual conocieron siempre los grandes
maestros de la humanidad, y que consiste en la manipulación y utilización de tales "Fuerzas Universales”
para realizar verdaderos prodigios...

Así la Biblia, junto a los demás libros sagrados, están siempre llenos de magia, misterios,
curaciones asombrosas, milagros, desapariciones misteriosas, encantamientos, exorcismos, etc. Las
fuerzas de la naturaleza son en verdad magníficas... Los “elementales” pueden sernos de mucha utilidad
cuando se trata de ayudar a nuestro prójimo, en curaciones, por ejemplo. (Por mayor información
consultar el libro “Medicina Oculta y Magia Práctica” del Maestro Gnóstico Samael Aun Weor).

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Y continúa instruyéndonos:

“En verdad os digo, que grandes y muchos son vuestros pecados. Durante muchas vidas habéis
cedido a las tentaciones de Satán. Habéis sido glotones, bebedores y fornicadores, y vuestras antiguas
deudas se han multiplicado. Y ahora debéis repararlas, y el pago es duro y difícil”.

Es obvio que hace alusión aquí al tema de la “reencarnación”. Como puede uno darse cuenta, no
se esfuerza mucho el maestro en explicar este aspecto. Lo nombra con mucha naturalidad, porque
estaba hablando de algo conocido por todos. Por aquellos tiempos, estos aspectos de la enseñanza eran
naturalmente aceptados, a nadie se le ocurría la descabellada idea de una única vida humana y nada
más, ¡ni antes ni después!

(Esto no solo ocurría dentro del mundo hebreo. Recordemos sino a Pitágoras y su
“Metempsicosis”, o a la misma “doctrina de la transmigración de las almas” enseñada por el gran avatara
Krishna en la India.)

Y continúa:

No os impacientéis por tanto, ya al tercer día, como el hijo pródigo, sino esperad pacientemente
al séptimo día, que está santificado por Dios, y entonces acudid con corazón humilde y obediente ante el
rostro de vuestro Padre Celestial, para que os perdone vuestros pecados y todas vuestras antiguas
deudas”.

“En verdad os digo que vuestro Padre Celestial os ama infinitamente, pues también Él os
permite pagar en siete días las deudas de siete años. Quienes le deban los pecados y enfermedades de
siete años, pero le paguen honestamente y perseveren hasta el séptimo día, a ellos perdonará nuestro
Padre Celestial las deudas de los siete años completos".

Llenos de sabiduría esotérica las palabras del Maestro. Creemos oportuno citar solamente,
porque el resto está suficientemente claro, que la referencia de Jesús al séptimo día, tiene una
connotación esotérica importantísima.

Obviamente no toda la enseñanza de Jesús el Cristo aparece develada en estos textos, ya que la
enseñanza esotérica siempre se daba “de labios a oídos”, y solamente a los entendidos, es decir a
aquellos iniciados e iniciadas que lo merecían, los que habían entrado ya en el sendero, y a cada uno de
acuerdo también a sus particularidades y comprensión...

Los “siete días”, al que hace referencia, son evidentemente los mismos “siete días del Génesis
de Moisés”, los cuales alegorizan siete etapas en el trabajo superior de la Maestría, lo que se conoce
esotéricamente como la “Alta Iniciación”, es decir, al Camino Esotérico propiamente dicho.

Muchas son las escuelas que enseñan como prepararnos para el camino, más poquísimas en
realidad enseñan los misterios ocultos trascendentales y esotéricos necesarios para transitarlo.

Es obvio que esto tiene estrecha relación con el tema de nuestros "siete cuerpos" y con la forma
que nosotros tenemos de convertirlos realmente en "El Templo del Dios Vivo"...

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Jesús se esta refiriendo acá a todos esos misterios, misterios que se relacionan con el progreso,
evolución y ascenso del “ Fuego de Pentecostés”, del “Fuego Sagrado del Kundalini”, como se le llamaba
en la India. Ese es el “fuego devorador” del que nos hablara Pablo de Tarso en sus epístolas, el cual
deberá ascender algún día en nosotros en nuestra propia columna espinal, para llevarnos a la
Realización...

(“Porque así como Moisés levantó la serpiente sobre la vara en el desierto, así el hijo del hombre
debe ser levantado” )

Son siete etapas del Sendero, las cuales guardan estricta concordancia con los siete Cuerpos del
legítimo Ser Humano, y con el ascenso del "Kundalini " por cada uno de ellos...

La “coronación” de este trabajos será el logro de la auténtica Maestría, la encarnación del Real
Ser en una persona...

Todo esto lo dejaba Jesús para los entendidos, en su instructiva plática.

Mucho se podría hablar sobre este tema ya que los Venerables y sapientísimos Maestros que
han venido por estos tiempos para “iniciar la Nueva Era” ya lo han explicado todo, con lujo de detalles.

Solo nos limitaremos a decir, ¡con gran énfasis!, que ¡Necesitamos Crear los auténticos Cuerpos
Superiores del “Hombre Solar”!, y este es un tema sexual, como ya hemos dicho...

Pero esto no es todo... necesitamos también ¡“Cristificarlos”! y esto se sucede en verdad,


explican los sabios, cuando logramos “levantar las Siete Serpientes sobre la vara”, es decir, sobre
nuestra propia columna espinal, para llevarnos a la suprema dicha de la "Iluminación".

¡Estamos hablando de los misterios más extraordinarios del Universo! ¡Estamos hablando
realmente del "centro del trabajo", que acompañado por aquel otro del autodescubrimiento y eliminación
del “ego animal” en nosotros, podría llevarnos a las cimas extraordinarias de la “Autorrealización Intima”.

Como ya hemos dicho: ¡Muchas son las escuelas que nos preparan mediante la utilización de
diferentes técnicas y procedimientos para el Camino, pero poquísimas las que conocen en verdad sus
legítimos fundamentos!

Preferimos por el momento no extendernos más sobre el particular, ya que la finalidad de este
libro es tan solo motivadora y de divulgación. Solo diremos que nuestra sociedad necesita conocer
muchísimo más todavía sobre todos estos temas, investigar la Gnosis y comprender a fondo en que se
sustenta la sabiduría de los maestros, si es que aspiramos a encaminarnos algún día por la senda de la
legítima felicidad...

Para finalizar, añadiremos solamente que el famoso descanso en el séptimo día, se debe a que
el “séptimo cuerpo” le corresponde al Íntimo, al Ser, y como es precisamente unirnos con nuestro Ser lo
que anhelamos todos, cuando esto ya se ha sucedido, entonces se puede decir que el trabajo ¡ha sido
realizado! y se goza o experimenta, al decir de los maestros, de una libertad y una felicidad imposible de
describir con palabras...

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Esto entonces, representa para el dichoso viajero del camino ¡un verdadero descanso!, y muy
merecido por cierto, teniendo en cuenta todos los arduos trabajos precedentes en la lucha por el
despertar de su conciencia, en la eliminación radical del ego animaL, y en la creación del Traje de
Bodas del Alma, los "Cuerpos Superiores Existenciales del Ser", indispensables para lograr el
“Nacimiento Segundo”, del que hablábamos páginas atrás.

Capítulo undécimo

“Para no conocer más enfermedades sobre la Tierra”

Pasamos ahora a otra parte temática del evangelio, en dónde el Maestro nos realiza algunas
interesantes recomendaciones referentes a nuestra manera de alimentarnos, entre otras cosas, que bien
valdría la pena considerar y practicar en la medida de nuestras posibilidades. Sobre esto no haremos
comentarios. Tan solo nos limitamos aquí a constatar la tremenda vigencia que tienen las mismas y su
importancia, ya que de otro modo, no se hubiera molestado el Maestro en explicárnoslo.

"Comed, pues, siempre de la mesa de Dios: los frutos de los árboles, el grano, las hierbas del
campo, la leche de los animales, y la miel de las abejas. Pues todo más allá de esto que es de Satán y
por los caminos del pecado y la enfermedad conduce hacia la muerte. Mientras que los alimentos que
coméis de la abundante Mesa de Dios dan fortaleza y juventud a vuestro cuerpo, y nunca conoceréis la
enfermedad. Pues la Mesa de Dios alimentó a Matusalén, el viejo, y en verdad os digo que si vivís igual
como él vivió, también el Dios de lo Vivo os dará una larga vida sobre la Tierra, como la suya."

"Pues en verdad os digo que el Dios de lo Vivo es más rico que todos los ricos de la Tierra y su
abundante mesa es más rica que la más rica de las mesas de festín de todos los ricos de la Tierra.
Comed pues, durante toda vuestra vida en la Mesa de nuestra Madre Naturaleza, y nunca conoceréis la
necesidad. Y cuando comáis en su mesa, comedlo todo tal como se halle en la Mesa de la Madre
Naturaleza. No cocinéis ni mezcléis todas las cosas unas con otras, o vuestros intestinos se convertirán
en ciénagas humeantes. Pues en verdad os digo que esto es abominable a los Ojos del Señor."

"Y no seáis como el sirviente avaro que comía siempre de la mesa de su señor la ración de otros. Y
todo lo devoraba y lo mezclaba en su glotonería. Y viendo aquello, su señor se encolerizó con él y le
expulsó de la mesa. Y cuando todos acabaron su comida, mezcló cuanto quedó en la mesa y llamó al
glotón sirviente, y le dijo: "Toma y come esto junto a los cerdos, pues tu lugar está entre ellos, y no en
mi mesa."

"Tenedlo en cuenta por tanto, y no profanéis con todo tipo de abominaciones el templo de vuestros
cuerpos. Contentaos con dos o tres tipos de alimento, que siempre hallaréis en la Mesa de nuestra
Madre Naturaleza. Y no deseéis devorar todo cuanto veáis en derredor vuestro. Pues en verdad os digo
que si mezcláis en vuestro cuerpo todo tipo de alimentos, entonces cesará la paz en vuestro cuerpo y se
desatará en vosotros una guerra interminable. Y se aniquilará vuestro cuerpo como los hogares y los
reinos divididos entre sí aseguran su propia destrucción. Pues vuestro Dios es el Dios de la Paz, y
nunca de la división...

... "Y cuando comáis, no comáis hasta no poder más. Huid de las tentaciones de Satán y escuchad la
voz de los ángeles de Dios. Pues Satán y su poder os tentarán siempre a que comáis más y más. Pero
vivid por el espíritu y resistid los deseos del cuerpo. Comed siempre cuando sea servida ante vosotros
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la mesa de Dios, y comed siempre de aquello que halléis sobre la mesa de Dios. Pues en verdad os digo
que Dios sabe bien lo que vuestro cuerpo necesita y cuándo lo necesita”....

... "Pues en verdad os digo que felices son aquellos que comen sólo en la mesa de Dios, y renuncian a
todas las abominaciones de Satán. No comáis alimentos impuros traídos de países lejanos, sino comed
siempre cuanto produzcan vuestros árboles. Pues vuestro Dios sabe bien lo que os es necesario y donde
y cuándo. Y Él da a todos los pueblos de todos los reinos los alimentos mejores para cada uno de ellos.
No comáis como los paganos, que se atiborran con prisa, profanando sus cuerpos con todo tipo de
abominaciones.

"Pues el poder de los Ángeles de Dios penetra en vosotros con el alimento vivo que el Señor os
proporciona de su Mesa Real. Y cuando comáis, tened sobre vosotros al Ángel del Aire, y bajo vosotros
al Ángel del Agua. Respirad larga y profundamente en todas vuestras comidas para que el Ángel del
Aire bendiga vuestro alimento. Y masticadlo bien con vuestros dientes, para que se vuelva agua y que
el Ángel del Agua lo convierta dentro de vuestro cuerpo en sangre”.

“Y comed lentamente, como si fuese una oración que hicieseis al Señor. Pues en verdad os digo
que el poder de Dios penetra en vosotros, si coméis de tal modo en Su Mesa. Mientras que Satán
convierte en ciénaga humeante el cuerpo de aquel a quien no descienden los Ángeles del Aire y del Agua
en sus comidas. Y el Señor no le permite permanecer por más tiempo en Su Mesa. Pues la Mesa del
Señor es como un altar y quien come en la Mesa de Dios, se halla en un templo”.

“Pues en verdad os digo que el cuerpo de los hijos del hombre se convierte en un templo, y sus
entrañas en un altar, si cumplen los Mandamientos de Dios. Por tanto, no pongáis nada sobre el altar
del Señor cuando vuestro espíritu esté irritado, ni penséis de alguien con ira en el Templo de Dios. Y
entrad solamente en el Santuario del Señor cuando sintáis en vosotros la llamada de sus ángeles, pues
cuando coméis con tristeza, o con ira, o sin deseo, se convierte en veneno en vuestro cuerpo. Pues el
aliento de Satán lo corrompe todo”.

“Poned con alegría vuestras ofrendas sobre el altar de vuestro cuerpo y dejad que todos
vuestros malos pensamientos se alejen de vosotros al recibir en vuestro cuerpo el Poder de Dios,
proveniente de su mesa. Y nunca os sentéis a la Mesa de Dios antes de que él os llame por medio del
Ángel del Apetito".

"Regocijaos, pues, siempre con los Ángeles de Dios, en su Mesa Real, pues esto complace al
corazón del Señor. Y vuestra vida será larga sobre la Tierra, pues el más valioso de los sirvientes de
Dios os servirá todos los días: el Ángel de la Alegría".

"Y no olvidéis que cada séptimo día es santo y está consagrado a Dios. Durante seis días
alimentad vuestro cuerpo con los Dones de la Madre Naturaleza, mas en el séptimo día, santificad
vuestro cuerpo para vuestro Padre Celestial”.

“Y en el séptimo día no comáis ningún alimento terrenal, sino vivid tan sólo de las Palabras de
Dios. Y estad todo el día con los Ángeles del Señor en el Reino del Padre Celestial”.

“Y en el séptimo día dejad que los ángeles de Dios levanten el Reino de los Cielos en vuestro
cuerpo, ya que trabajasteis durante seis días en el Reino de la Madre Naturaleza. Y no dejéis que
ningún alimento entorpezca la obra de los ángeles en vuestro cuerpo a lo largo del séptimo día. Y Dios
os concederá larga vida sobre la Tierra, para que tengáis vida eterna en el Reino de los Cielos”.

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“Pues en verdad os digo que si no conocéis más enfermedades sobre la Tierra, viviréis por
siempre en el Reino de los Cielos."

Como dijimos, explica el Maestro el tema de manera tan clara que no necesitamos comentar ni
agregar nada... Nos ha parecido eso sí, realmente extraordinaria, la última de las frases en donde nos
dice que “si no conocemos más enfermedades en la Tierra, viviremos por siempre en el Reino de los
Cielos...”
Esto es para nosotros en verdad extraordinario... ¡Entonces el “Reino de los Cielos” se
encuentra, estimados amigos, aquí y ahora! No se trataría tanto de un lugar, como estabamos habituados
a suponer, sino más bien, ¡de un Estado de nuestra Conciencia...!

Capítulo duodécimo

“Los Hijos de Dios”

"Y Dios os enviará cada mañana el Ángel de la Luz del Sol para despertaros de vuestro sueño.
Obedeced, por tanto, la llamada de vuestro Padre Celestial y no permanezcáis ociosos en vuestros
lechos, pues los Ángeles del Aire y del Agua ya os aguardan afuera. Y trabajad durante todo el día con
los Ángeles de la Madre Naturaleza para que lleguéis a conocerlos a ellos y a sus obras cada vez más y
mejor”.

“Mas cuando el Sol se ponga y vuestro Padre Celestial os envíe su ángel más preciado, el
Sueño, id a descansar y permaneced toda la noche con el Ángel del Sueño. Y entonces os enviará el
Padre Celestial sus ángeles desconocidos para que permanezcan junto a vosotros a lo largo de la noche.
Y los ángeles desconocidos del Padre Celestial os enseñarán muchas cosas sobre el Reino de Dios, así
como los ángeles que conocéis de la Madre Naturaleza os instruyen en las cosas de su reino”.

“Pues en verdad os digo que seréis cada noche los invitados del reino de vuestro Padre
Celestial si cumplís Sus Mandamientos. Y cuando os despertéis por la mañana, sentiréis en vosotros el
poder de los ángeles desconocidos. Y vuestro Padre Celestial, os los enviará cada noche para que
enriquezcan vuestro espíritu, igual que la Madre Naturaleza os envía sus ángeles para que construyan
vuestro cuerpo”.

“Pues en verdad os digo que si durante el día os acoge en sus brazos vuestra Madre Naturaleza,
y si durante la noche os respira su beso el Padre Celestial, entonces los hijos de los hombres os
convertiréis en los Hijos de Dios".

¡Hermosas líneas y llenas de misterio, como siempre las palabras del adorable!

Es hora que sepamos que cada noche, todos nosotros participamos de algún modo de los
“mundos superiores”. Todas las noches nos desdoblamos en nuestro “Cuerpo Astral”, o “Cuerpo de
deseos”, como tabién se lo conoce, hacia un dimensión superior (el Plano Astral, obviamente) y por allí
andamos, de manera más o menos inconsciente, creyendo firmemente que nos encontramos en el Plano
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Físico... Más en realidad, repetimos, nos encontramos fuera del cuerpo físico, en las regiones
suprasensibles de la naturaleza, en la “quinta dimensión” de la naturaleza, en el Plano Astral...

Durante aquellas horas en que nuestro cuerpo físico descansa en su lecho, nosotros podemos
entonces ser asistidos por aquellos “ángeles desconocidos” (para nosotros), de los cuales podremos
recibir muchísima instrucción acerca de muchas cosas que necesitamos para los diferentes procesos de
nuestra vida... Esto no deja de ser en verdad sorprendente y maravilloso.

“Pues en verdad os digo que seréis cada noche los invitados del reino de vuestro Padre
Celestial si cumplís Sus Mandamientos.

Evidentemente a quienes no les interesa en absoluto los Misterios de la Vida, ni la


Autorrealización Intima del Ser, etc., todas estas cosas le pareceran como una fantasía, y será poco lo
que recibirán de los “ángeles desconocidos”, es decir, de los venerables maestros de la fraternidad
oculta...

Más quienes se preocupen en verdad por enrumbar su Vida y su Camino de acuerdo a los
preceptos y mandamientos de la “Blanca Hermandad”, podrán ser ayudados mucho más, y esa ayuda se
volverá para nosotros algo tangible, concreto, evidente, maravilloso...

El “Plano Astral” o “Mundo de los Sueños” resulta para quienes tienen la posibilidad de ir
despertando su conciencia a través de la práctica de las enseñanzas, ciertamente magnífico. Allí los
auténticos discípulos de nuestro señor el Cristo son instruidos, orientados y ayudados. Allí, tal como lo
explica el Maestro Samael, existen grandes templos, lugares exquisitos que pertenecen a la Gran
Fraternidad Universal del Amor, a los cuales podríamos asistir concientemente si aprendiéramos a utilizar
nuestro “Cuerpo Astral” y despertáramos Conciencia.

¡Los invitamos a ser partícipes de las delicias de los mundos superiores! ¡Los invitamos a
conocer la Gran Realidad, y a aventurarnos en el Océano Maravilloso de la Vida Superior, la vida oculta
de los grandes sabios...!

"Resistid de día y de noche las tentaciones de Satán. No os despertéis de noche ni durmáis de


día, para que no os abandonen los Ángeles de Dios".

"Ni tampoco os deleitéis con ninguna bebida, ni en ningún humo de Satán, que os despertarán
por la noche y os harán dormir de día. Pues en verdad os digo que todas las bebidas y humos de Satán
son abominaciones a los ojos de vuestro Dios".

Nos ha parecido oportuno resaltar claramente la cuestión esa de “las bebidas” y de los “humos
de satán”. Es obvio que las bebidas alcohólicas y desde luego también los “humos marihuanescos”, etc.,
jamás podrían llevarnos a experimentar en verdad aquella delicia maravillosa de los mundos superiores
de conciencia cósmica, eso es obvio...

Sobre el alcohol la cosa está bastante clara, más no ocurre lo mismo con la marihuana. Se ha
creado hoy en día mucho “circo” sobre el tema y es claro que algunas personas, (jóvenes y no tanto) la
han tomado inclusive hasta como una "religión".

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¡Qué tremenda es la ignorancia! ¡Cuán dificiles y hasta riesgosos los tiempos que nos han tocado
vivir! No saben las personas que el consumo de marihuana destruye la delicada trama de celdillas que
constituyen nuestro “cuerpo mental”, permitiendo que ingresen a nuestro interior energías
“venenioskirianas” emanadas del Averno, y haciendo que la persona se sumerja cada día más en sus
propios abismos ¡y lo peor!, ¡sin darse cuenta!, ¡creyendo que va muy bien…!

Queremos decir claramente además, que la marihuana desgasta, agota, triste y lamentablemente
nuestras propias “reservas vitales”, y por si fuera poco, despierta nuestra sensibilidad de un modo
negativo, degenerando nuestro “Centro Instintivo”, animalizándonos, instintivizándonos cada vez más,
hasta sumergirnos completamente en el abismo.

¡Ni que hablar de la “mezclas” que en ocasiones se realizan con otras sustancias, drogas o
alcoholes aparentemente inofensivos, como la cerveza, por ejemplo!

¡Lo triste es que esto ni lo sospechan los fieles consumidores! Es tanta la pseudo-mística que se
ha armado sobre el tema, y en especial sobre la “inofensiva marihuana”, que ya se hace muy difícil
encontrar algún joven, que no la consuma.

Todo esto tiene, claro está su explicación y sus razones, las cuales no analizaremos aqui pués
escaparía demasiado del marco que nos hemos propuesto para esta obra. Está claro que en esto juega
un papel importantísimo el atractivo (o la ausencia de él) de la vida que nos ofrece la sociedad que
hemos construido a lo largo de los siglos, la cual a los ojos del joven actual, estimamos, no resulta
verdaderamente satisfactoria y de la cual preferirá evadirse consumiendo, fumando, o bebiendo,
alienándose y así experimentar algo diferente...

Más es mucho mejor, practicar por ejemplo la “Ciencia Pránica” (la ciencia de las respiraciones) y
conocer directamente otros “estados de conciencia”, infinitamente superiores, a través de la combinación
de esta ciencia con la “Meditación”, etc., que consumir drogas. ¡Y mucho mejor aún practicar “Magia
Sexual”, con nuestra "esposa-sacerdotisa"...! Esto es sin duda lo más sublime, lo más bello, lo más
satisfactorio...

Y continúa el Maestro:

"Seguid el ejemplo de todos los ángeles del Padre Celestial y de la Madre Naturaleza, que
trabajan día y noche sin cesar en los reinos de los Cielos y de la Tierra. Por tanto, recibid también en
vosotros mismos a los más poderosos de todos los ángeles de Dios, los Ángeles de los Actos, y trabajad
juntos sobre el Reino de Dios”.

“Seguid el ejemplo del agua cuando corre, del viento cuando sopla, del Sol naciente y poniente,
de las plantas y árboles en su crecer, de los animales cuando corren y retozan, de la Luna Creciente y
Menguante, de las estrellas en su ir y venir; todas esas cosas se mueven y realizan sus tareas. Porque
cuanto tiene vida se mueve, y sólo lo que está muerto permanece quieto. Y Dios es el Dios de lo vivo, y
Satán es el de lo muerto”.

“Servid, pues, al Dios Vivo, para que el Movimiento Eterno de la vida os mantenga y para que
escapéis de la eterna inmovilidad de la muerte”.

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Nuevamente nos exhorta el Maestro a trabajar, a trabajar, a trabajar...

Es claro que la construcción de nuestro “Templo interior”, y nuestra “autotransformación íntima”,


exige de nosotros esfuerzo, esmero en nuestro trabajo, dedicación. Como bien nos lo dice, nada esta
quieto, todo se mueve, todos los seres realizan en este universo sus funciones, su trabajo. ¿Por que
habríamos de ser nosotros una excepción?

“Trabajad, pues, sin cesar para levantar el Reino de Dios, de modo que no seáis arrojados al
Reino de Satán. Pues una alegría eterna abunda en el Reino Vivo de Dios, mientras que una quieta
tristeza oscurece el Reino de Satán”.

Nos está explicando el maestro, uno de los secretos mas grandiosos de la Felicidad, que
consiste precisamente en ¡Realizar nuestro trabajo con gusto! ¡Trabajar sobre sí mismos! ¡He ahí el
secreto de la felicidad!

Esto nos recuerda: “Venid hacia mí los que estén trabajados y cansados que yo os haré
descansar”, “porque mi yugo es suave y liviana mi carga...”

La legítima felicidad, estimados amigos que leen estas páginas, es, como ya hemos dicho en los
comienzos de este trabajo, una “gracia” que nos otorga el cielo, una gracia que está directamente
vinculada a la calidad de nuestros “valores internos”,y desde luego al trabajo que estemos realizando, o
que nos propongamos realizar para conseguirlos...

Y continúa:

“Sed pues, verdaderos hijos de vuestra Madre Naturaleza y de vuestro Padre Celestial, para que
no caigáis en esclavos de Satán. Y vuestra Madre Naturaleza y vuestro Padre Celestial os enviarán sus
ángeles, para que os enseñen, os amen y os sirvan. Y sus ángeles escribirán los Mandamientos de Dios
en vuestra cabeza, en vuestro corazón y en vuestras manos, para que conozcáis, sintáis y cumpláis los
Mandamientos de Dios".

Y a continuación quizá uno de los puntos más sobresalientes de este maravilloso evangelio, el
momento en que aparecen las oraciones al Padre Nuestro y a su lado también las oraciones a la Madre
Nuestra...

"Y orad todos los días a vuestro Padre Celestial y a vuestra Madre Terrenal, para que vuestra
alma se vuelva tan perfecta como el Santo Espíritu de vuestro Padre Celestial y para que vuestro cuerpo
se vuelva tan perfecto como el cuerpo de vuestra Madre Terrenal”.

“Pues si entendéis, sentís y cumplís los mandamientos, entonces todo cuanto pidáis a vuestro
Padre Celestial y a vuestra Madre Terrenal os será concedido. Porque la sabiduría, el amor y el poder
de Dios están por encima de todo".

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Oración del Padre Nuestro:

"Orad por tanto, del siguiente modo, a vuestro Padre Celestial: “Padre nuestro, que estás en los
Cielos, bendito sea Tu Nombre. Venga a nosotros Tu Reino. Hágase Tu Voluntad como en los Cielos
así en la Tierra. El pan nuestro de cada día dánoslo hoy. Y perdona nuestras deudas, así como
nosotros perdonamos a nuestros deudores. Y no nos conduzcas a la tentación sino líbranos del
Maligno. Pues tuyo es el reino, el poder y la gloria por siempre. Amén'."

Oración de la Madre Nuestra:

"Y orad del siguiente modo a vuestra Madre Naturaleza: “Madre Nuestra que estás en la Tierra,
bendito sea Tu Nombre. Venga a nosotros Tu Reino y hágase Tu Voluntad en nosotros así como en Ti
se hace. Igual que envías cada día a Tus Ángeles, envíalos también a nosotros. Perdónanos nuestros
pecados, porque todos los expiamos en Ti. No nos conduzcas a la enfermedad, sino líbranos del mal,
pues tuya es la tierra, el cuerpo y la salud. Amén'."

Maravillosas oraciones que en verdad nos conmueven maravillosamente...

Vemos aquí al Cristo, por otra parte, concediendo al Padre y a la Madre la misma importancia,
y derribando de manera tan simple decenas de siglos de injusta exclusión de la Mujer de los ámbitos
religiosos. Aparecen aquí las dos figuras, la del padre y de la madre unidas, ubicadas en igual escalafón
jerárquico, más conservando cada una sus dierentes funciones y cometidos, como fuerzas
complementarias, más no antagónicas, que se hayan presentes en nuestro interior y con las cuales nos
deberemos integrar...

Con estas oraciones descubrimos entonces también la otra cara de la religión: el culto a la
Madre, a la Divina Madre íntima particular de cada uno de nos, nuestra Madre Naturaleza...

A decir verdad, como dijimos, esta nueva visión del Cristianismo, que ahora se nos presenta
ante nuestros ojos, se parece mucho mas a sus hermanas orientales y también a las Indoamericanas, ya
que todas ellas adoraron siempre, entrañablemente, a la Madre...

Anotaremos solamente que la oración sincera, la súplica humilde, el acercamiento de corazón,


son siempre más que recomendables, como para ir tendiendo el puente, nuestra mano, hacia la
Divinidad, para que así esta nos pueda ayudar...

En el terreno de la Vida Práctica, se nos presentan a veces situaciones muy difíciles, las que
por alguna razón o causa nos toca vivir. En esos momentos solemos caer entonces en lamentables
situaciones, “estados interiores negativos”, en los cuales que se nos vuelve más que imposible encontrar
alguna salida, un poco de Luz...

Es allí entonces, dónde debemos aprender a apelar a estas “fuerzas superiores”, a Dios, a los
Maestros, a nuestra Madre adorable, para que así estas “fuerzas” nos saquen de aquellos “estados
negativos” y nos permitan de alguna manera volver ver con mayor claridad el camino a seguir...

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Dicho de otro modo: ¡Necesitamos aprender a elevar nuestras “vibraciones”! ¡Elevar nuestros
“estados”! ¡He ahí una efectiva técnica para enfrentarnos a las situaciones más adversas, a cualquier tipo
de problema, y de poder trascenderlo, por difícil que parezca!

Y continúa el Evangelio:

“Y todos rezaron junto a Jesús al Padre Celestial y a la Madre Naturaleza. Y después Jesús les
habló así: "Igual que vuestros cuerpos han renacido por medio de los Ángeles de la Madre Naturaleza,
que vuestro espíritu renazca de igual modo por medio de los Ángeles del Padre Celestial”.

“ Convertios, pues, en verdaderos hijos de vuestro Padre y de vuestra Madre, y en verdaderos


hermanos de los hijos de los hombres”. “

Esto es, lo que necesitamos, convertirnos en verdaderos “hijos” de nuestro Padre muy amado, y
de nuestra Madre Divina, y para esto es que necesitamos de la Religión. ¡Pero no de una religión “de
culto”, y nada más. ¡No!

¡Necesitamos comprender y practicar la verdadera Religión! ¡Necesitamos aprender a vivir una


vida verdaderamente religiosa! ¡La verdadera Religión no es triste ni aburrida! ¡Al contrario! ¡Triste es la
vida de aquel que no conoce para que vive, y alegre la del que a comprendido que puede vivir por
siempre con Dios en su corazón, la del que se preocupa por eliminar de su interior todos los "elementos
negativos" y antagónicos a nuestros verdaderos y mejores anhelos y propósitos, aquello que nos
complica de manera tan funesta nuestra Vida y que se interpone de manera tan absurda entre nuestra
Alma y Dios...

Y continúa:

“Hasta ahora estuvisteis en guerra con vuestro Padre, con vuestra Madre y con vuestros
hermanos. Y habéis servido a Satán. Vivid a partir de hoy en paz con vuestro Padre Celestial, con
vuestra Madre Naturaleza y con vuestros hermanos, los hijos de los hombres”.

¡Que interesante esta visión que nos revela aquí el Maestro! ¿Somos concientes de que hemos
vivido en guerra con nuestros semejantes y también con Dios?

¡Que lindo sería en realidad, que cada uno de nosotros nos dispusiéramos en verdad a hacer un
cambio radical en nuestras vidas, en donde el Amor florezca verdaderamente en nosotros y dónde la
Paz y la divina Armonía sean una realidad en la convivencia con nuestros hermanos aquí en la Tierra...!

Y continúa:

“Y luchad únicamente en contra de Satán, para que no os robe vuestra paz”.

Realmente el satán, el ego, es quien nos roba nuestra paz, y sin paz es imposible escuchar a
Dios... ¡No nos dejemos robar nuestra paz, por ninguna situación! ¡Antes bien, cultivémosla! ¡Creémos
esos momentos de Paz en nuestro interior! ¡Hagamos que la Paz sea una verdadera compañera de viaje,
de instante en instante en nuestro corazón, en nuestro diario vivir y compartámosla con nuestros
hermanos, con verdadera sencillez, humildad y amor!

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Y continúa:

“ A vuestro cuerpo doy la Paz de vuestra Madre Naturaleza, y la Paz de vuestro Padre Celestial
a vuestro espíritu. Y que la Paz de ambos reine entre los hijos de los hombres”.

Debemos de comprender que cada uno de nosotros estamos llamados a volver realidad esa
sentencia maravillosa que hiciera pesar el gran Kabir sobre cada uno de nosotros cuando dijera: “¡En que
os améis los unos a los otros demostrareis que sois mis discípulos!”

"Por el amor, el Padre Celestial y la Madre Terrenal y el hijo del hombre se hacen uno. Pues el
espíritu del hijo del hombre fue creado del Espíritu del Padre Celestial, y su cuerpo del cuerpo de la
Madre Naturaleza”.

Sin lugar a dudas a lo que nos esta invitando el Maestro es al Despertar de nuestra
Conciencia, al reconocimiento de la unidad subyacente en todo.

¡Estamos todos interconectados! El mal que te hago a ti, a mi me lo hago...

¡Debemos aprender que solo por el Amor, nos podemos integrar de verdad con nuestro Ser,
con nuestra Madre Divina, y con los demás ...!

¡Aprendamos a vivir de tal modo en que esto sea una realidad fundamental en nuestro
corazón, una realidad para compartir con nuestros hermanos...!

¡Aprendamos a tejer esos lazos de amistad y de cariño tan fundamentales para la Vida!

Y continúa:

“Haceos por tanto perfectos, como perfectos son el Espíritu de vuestro Padre Celestial y el
Cuerpo de Vuestra Madre Naturaleza”.

“Y amad así a vuestro Padre Celestial, igual que Él ama vuestro espíritu”.

“Y amad así a vuestra Madre Terrenal, igual que Ella ama vuestro cuerpo”.

“Y amad así a vuestros verdaderos hermanos, igual que vuestro Padre Celestial y vuestra Madre
Naturaleza les aman”.

“Y entonces os dará vuestro Padre Celestial, su Santo Espíritu, y vuestra Madre Naturaleza os
dará su Santo Cuerpo”.

¡No hay religión más exaltada en el universo, ni más sublime que el Amor...!

Pero comprendamos. No podemos decir que tenemos verdadero Amor, si también albergamos
en nuestro corazón odio, rencores, malicias, resentimientos...

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No podemos decir que tenemos verdadero Amor, si en ocasiones nos mostramos peleones,
iracundos, pendencieros...

No podemos decir que tenemos verdadero Amor , si nuestro corazón está lleno de lascivias,
lujurias, pasiones, si no hemos aprendido a ver el sexo opuesto, con serenidad, con agrado, con pureza...

“Y entonces los hijos de los hombres se darán amor unos a otros como verdaderos hermanos, el
amor que recibieron de su Padre Celestial y de su Madre Naturaleza; y todos se convertirán en
consoladores unos de otros”.

“ Y desaparecerá entonces de la Tierra, todo mal y toda tristeza, y habrá amor y alegría sobre la
Tierra. Y será entonces la Tierra, como los Cielos, y vendrá el reino de Dios”.

¡Que interesante lo que nos dice aquí el Maestro! Nos está hablando de un nuevo tiempo, un
tiempo en el cual la Tierra será verdaderamente como los Cielos, dónde reinará el Amor entre las
personas, y dónde desaparecerá toda tristeza, y todo mal...

“Y entonces vendrá el Hijo del Hombre en toda su gloria, para heredar el Reino de Dios. Y
entonces los hijos de los hombres dividirán su divina herencia, el Reino de Dios. Pues los Hijos del
Hombre, viven en el Padre Celestial y en la Madre Naturaleza y el Padre Celestial y la Madre
Naturaleza viven en ellos”.

“Y entonces con el Reino de Dios llegará el Fin de los Tiempos. Pues el Amor del Padre
Celestial da vida eterna a todo lo que está en el Reino de Dios. Pues el Amor es eterno. El Amor es
más fuerte que la Muerte".

Frases de altísimo “voltaje”, frases enigmáticas que indudablemente repercuten en nuestra


Conciencia de un modo inusitado, invitándonos y exhortándonos a ¡Amar verdaderamente!, y a ¡Vivir
intensamente las enseñanzas! ¡A cambiar!

Ciertamente como bien él lo dice, “...el Amor del Padre celestial de Vida a todo lo que está en el
reino de Dios”. Y también nos ha dicho:

“Haceos por tanto perfectos, como perfectos son el Espíritu de vuestro Padre Celestial y el
Cuerpo de Vuestra Madre Naturaleza”.

Es lógico entonces que debemos esforzarnos por perfeccionarnos, y para esto debemos
comprender claramente su mensaje, y practicarlo.

Hagamos aquí un pequeño paréntesis para decir algo importante y que viene muy a colación con
lo que nos está dicendo el evangelio.

Estamos viviendo un momento verdaderamente histórico de la humanidad y a la vez


tremendamente crítico. Por un lado nunca como antes brilló la Luz del conocimiento en forma tan clara y
meridiana. Pero por el otro las fuerzas de la fascinación y de la degeneración, sexual, psicológica y

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moral, están haciendo verdaderamente estragos en la sociedad, y por ende en las personas que la
componemos...

Sin embargo nos habla aqui el Divino Maestro de un “ tiempo nuevo”, radicalmente diferente a
este que estamos viviendo, y que tendrá que tener como protagonista también a la humanidad…

Debemos comprender entonces que antes de que este Tiempo Nuevo pueda sucederse,
tendremos que cambiar primero nosotros… Esto es vital entenderlo.

La Humanidad se apronta para pasar por una crisis a escala global, de gigantescas proporciones,
en la cual verdaderamente, no quedará "piedra sobre piedra"...

En este contexto cada uno de nosotros deberá decidirse a pasar, lo antes posible, por una
profunda transformación interior, pero hacerlo por una comprensión profunda de los tiempos que nos está
tocando vivir, de lo contrario quedará irremisiblemente aplazado y por ende excluido, de ciertos "planes
divinos" que ya vemos existen, para aquel grupo de seres humanos que se auto-elija, para vivrlos…

Estos serán aquellos que con muy "buena voluntad" y aplicación, se esfuercen realmente por
comprender y vivir las enseñanzas de nuestro amado maestro El Cristo, expresada a través de todos sus
enviados, maestros y sabios a través del tiempo.

Nada debemos esperar ya de estos sistemas que imperan en la humanidad. Estamos viviendo
los tiempos mas negros de la historia, en los cuales el “ego” se está mostrando tal como es, para que los
estudiosos de la vida lo reconozcamos en nosotros mismos y nos aprestemos a cambiar…

Pero para quienes se decidan por transitar el verdadero "camino hacia el Ser”, estos serán
tiempos en dónde tendremos una preciosa oportunidad, ¡que no debemos en modo alguno
desaprovechar! ya que en estos momentos se nos están entregando todas las herramientas, la
comprensión, la sabiduría, y se nos estan develando todos los "misterios del camino", para que podamos
hacer un trabajo bien hecho y nos elevemos en tiempo y forma, hacia las esferas más altas del
Conocimiento y de la Felicidad Interiores...

Este “nuevo tiempo” que nos anuncia el Cristo, concluimos, tendrá que tener como protagonistas
a todas aquellas personas que por el Amor, y por la práctica, se hayan trasformado a sí mismas, quienes
con gran esfuerzo se hayan perfeccionado, ennoblecido y dignificado a sí mismas...

Pero nos habla aquí el Maestro también de una gran victoria: ¡Del triunfo del Amor sobre la faz
de la Tierra! y es evidente que esto es lo primero que debemos encarnar nosotros aquí en la tierra, ¡y
demostrarlo entonces con hechos concretos, claros y definitivos en nuestra vida!, para así poder ser
merecedores de dicha tan elevada…

¡Tal como es afuera es adentro!

“Y entonces los hijos de los hombres se darán amor unos a otros como verdaderos hermanos, el
amor que recibieron de su Padre Celestial y de su Madre Naturaleza; y todos se convertirán en
consoladores unos de otros. Y desaparecerá entonces de la Tierra, todo mal y toda tristeza, y habrá
amor y alegría sobre la Tierra. Y será entonces la Tierra, como los Cielos, y vendrá el reino de Dios”.

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Es obvio que para todo esto es que necesitamos nosotros transformarnos.

¡Preparémonos!. ¡Luchemos por hacer que nuestra vida, esa Vida que cada uno de nosotros hoy
tenemos, tenga un significado...!

¡Hagamos que todo este gigantesco esfuerzo que se ha echo por nosotros no se pierda, sino
antes bien ¡que florezca y fructifique en nuestros corazones, para mayor gloria de Dios ahora y
siempre...!

Estimados lectores que se han acercado en buena hora a estos materiales: Existen planes
maravillosos para quienes en verdad aspiren a vivir en un mundo mejor. Esto, lo decimos con sinceridad,
y esto es también lo que nos esta diciendo en definitiva el Maestro. ¡Vivamos entonces de tal modo, que
podamos en verdad merecerlo! ¡Revolucionémonos interiormente! ¡Cambiemos radicalmente nuestra
forma de vivir! ¡Luchemos por emancipar nuestra psiquis de tantos condicionamientos, traumas, tabúes y
complejos, y entonces la dicha será cierta, y podremos comenzar a participar de la deliciosa y perenne
felicidad de la sabiduría universal...!

Esto que nos anuncia el Maestro aquí, tendrá que servirnos a todos como excelente estímulo...
¡Aprovechémoslo! Pero repetimos: Ese mundo mejor lo tenemos que crear primeramente entonces en
nuestro interior, y esto nos permitirá ser partícipes activos de la Creación de aquel otro, dónde
“desaparecerá entonces de la Tierra, todo mal y toda tristeza, y habrá amor y alegría sobre la Tierra.”

¡Dediquémonos a tiempo completo a trabajar sobre sí mismos, conozcamos a fondo las claves
de la Auto-transformación interior, luchemos por el Despertar de nuestra Conciencia y seguro que ya
estaremos muy bien encaminados hacia aquella maravillosa conquista...!

¡Aprendamos a vivir! y podremos pertenecer efectivamente a ese nuevo mundo, el “Reino de


Dios”...

Capítulo décimo tercero

La Ciencia del Amor...


Es claro que la clave suprema para todo esto es y será siempre el Amor, tal como lo explicita
Jesús en todos estos textos. Por eso es tan extraordinario este evangelio de los esenios: ¡Porque nos
invita permanentemente a Amar...!

Pero es necesario que conozcamos reamente cual es “la ciencia del Amor”. Esta en sí misma es
la misma Alquimia, el arte maravilloso en que dos personas se adoran y se aman ¡en los brazos de Eros!

Para esto debemos aprender a no profanar su inefable e inmaculado santuario con la inmunda
fornicación... La fornicación se sucede cuando la persona pierde el control de su energía y esta se
derrama miserablemente...

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Si en cambio aprendemos a manejarla, a sublimara, si aprendemos a hacer del mismo acto
sexual una forma de oración, de adoración… Entonces esta “magna-ciencia sagrada” nos permitirá
acceder a estados de conciencia muy diferentes, que nos transformarán totalmente, al mismo tiempo que
realizará en nosotros mismos el misterio maravilloso del nacimiento segundo.

Así, unidos en pareja, los amantes dichosos podrán elevarse como dioses majestuosos al mismo
paraíso, al legendario y milagroso edén de los tiempos idos...

¡Todos nosotros sin excepción necesitamos aprender a fondo esta magna ciencia, la ciencia de
la alquimia, la ciencia del Amor...!

¡Todos nosotros hemos sentido aquello que se llama Amor alguna vez..., más en el fondo tan
solo fueron chispazos del legítimo y verdadero AMOR que transforma EL ALMA…

Queremos decir con esto que en nuestro estado actual de evolución es poco lo que conocemos
vívidamente, íntimamente, sobre el Amor… Este es entonces en nosotros todavía algo demasiado
incipiente, así lo hemos entendido…

Nuestro estado de disociación interna, producto de la existencia en nosotros de innumerables


complejos y defectos de tipo psicológico que obstruyen y hasta anulan muchas veces la expresión del
legítimo amor, tal como Es, así nos lo manifista…
Esto podrá provocar en nosotros cierta tristeza, es verdad, pero a la vez, lo podemos ver
también, sin embargo, como algo maravilloso...

Sobre el Amor, entonces nos queda todavía ¡mucho camino por recorrer!, lo cual es, una
excelente noticia...!

¡Existe entonces mucho mas Amor por desarrollar y por vivir dentro de nosotros mismos...! ¡Este
es apenas el comienzo...!

¡No nos conformemos, entonces, con conoicer apenas las semillas del Amor! ¡Hagamos que
estas crezcan más y más hasta convertirse en un árbol frondoso llenos de verde follaje, capaz de dar
vida, sostén y alimento a muchas criaturas, en el ¡Árbol de la Vida…!

Solo queremos agregar, para terminar, que la verdadera dicha del Amor, solo la conocen ¡los
verdaderos enamorados...! ¡Estos se hallan más cerca del Amor y por ende de la verdadera Religión que
muchos pseudo-religiosos, que hablan muy bonito, pero que jamás han amado... ya que nunca se han
permitido sentir ese “fuego abrasador” del Amor...!

“La naturaleza no da saltos”, y los que por ignorancia pretenden saltearse esos pasos y amar a
Dios sin haber aprendido previamente a Amar a su pareja y desde luego a sus semejantes ¡marchan por
el camino del error! y el resultado será inevitablemente el fracaso.

¡Es absurdo pretender conocer el “Amor del Cielo”, sin haber conocido previamente el “Amor de
la Tierra”!

Es que para aprender a Amar ¡Hay que enamorarse...! No hay otra manera, y esto es lo más
lindo, esto es lo más hermoso, lo más extraordinario...

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Debemos sacarnos de la cabeza aquella idea absurda de que el “Amor de pareja” nada tiene que
ver con el “Amor de Dios”..., es mas: ¡Debemos hacer de nuestro hogar un verdadero Santuario del
Amor!

¡Integremos pués las dos cosas y hagamos de nuestra vida matrimonial o de pareja la cosa más
sagrada! Entonces nos acercaremos mucho al verdadero sentir de la divinidad en nuestro INTERIOR…

Y el evangelio termina de este modo:

"Venid a mí cuántos os sintáis hastiados y cuantos padezcáis los conflictos y las aflicciones!
Pues Mi Paz os fortalecerá y confortará”.

“Porque Mi Paz rebosa de dicha. Por eso os saludo siempre de este modo:

¡La Paz sea con Vosotros!

“Saludaos siempre por tanto entre vosotros de igual manera, para que a vuestro cuerpo
descienda la Paz de vuestra Madre Terrenal y a vuestro espíritu la Paz de vuestro Padre Celestial. Y
entonces hallaréis la paz también entre vosotros, pues el Reino de Dios estará en vuestro interior.” “

Y ahora regresad entre vuestros hermanos, con quienes hasta ahora estuvisteis en guerra, y
dadles a ellos también vuestra paz. Pues felices son quienes luchan por la paz, porque hallarán la Paz
de Dios”.

“Id y no pequéis más. Y dad a todos vuestra paz, igual que yo os he dado la mía”.

“Pues Mi Paz es la de Dios”.


¡La Paz sea con vosotros!. Y les dejó.

“Y Su Paz descendió sobre ellos; y con el Ángel del Amor en su corazón, con la Sabiduría de la
Ley en su cabeza y con el Poder del Renacimiento en sus manos, se dispersaron entre los hijos de los
hombres, para llevar la Luz de la Paz a aquellos que luchaban en la oscuridad”.

“Y se separaron, deseándose unos a otros:

"LA PAZ SEA CONTIGO."

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Epílogo

Hemos querido terminar este libro resaltando la importancia que tiene la sexualidad en la
búsqueda del real camino hacia la realización. Es obvio que nos ha quedado sobre el particular
muchísimo por decir, ya que sin duda este es un tema muy amplio y profundo.

Pero leyendo y releyendo los originales, hemos considerado que quizá con lo dicho sea
suficiente, como para que quien lea pueda formarse una idea cabal de lo que en realidad es el misterio
mas extraordinario que jamás había sido develado, el sacratísimo Arcanun Magnum, el misterio de la
sexualidad trascendente.

Es obvio que la espiritualidad necesita una urgente renovación y el tema de la sexualidad, a su


vez, una profunda revalorización, como nos esforzamos en dejar en evidencia en esta publicación. Es
claro que ambos no son contrarios, sino complementos naturales.

El hecho de volver a integrar la sexualidad a la religión, devuelve a quienes quieren en verdad


convertirse en sus practicantes, la mejor de las herramientas. Obviamente ¡Ese es el camino! y en ese
sentido, jamás debieron el sexo, el amor, y la religión separarse.

Todo esto lo conocieron muy bien los antiguos toltecas (hombres de conocimiento) quienes
supieron conocer a fondo los sacratísimos misterios ocultos del Sexo y del Amor... No lo ignoraron
tampoco los antiguos hindúes, aquellos sabios yoguis de los Himalayas, quienes desarrollaron, como
dijimos, la “Ciencia Tántrica”, ciencia de la sexología trascendente... Tampoco los viejos alquimistas, que
sabían transmutar el plomo en oro, ni mucho menos los enigmáticos esenios.

Entonces justamente, este es el supremo sacramento para rendirle culto a Dios, al Amor y a la
Vida : la unión de dos seres que se aman, y que están dispuestos a bautizarse con sus propias aguas de
vida para “nacer de nuevo” y entrar al Reino de Dios...

Por eso se ha dicho: “En el sexo está la Vida, y en el Sexo se encuentran precisamente las
claves maravillosas de la redención humana…”

Lo que sucede sí, es que debemos aprender a servirnos inteligentemente de él.

Aprendiendo a manejar el acto sexual para evitar que sobrevenga el espasmo fisiológico,
logramos sublimar maravillosamente nuestra energía, y la pareja se llena entonces de magnetismo, de
alegría, de “energía crística” que les permitirá a cada uno enfrentar el mundo y por ende su mismo
Camino de otra manera.

Conviene aclarar que de este modo, se logra entre otras cosas que el mismo acto sexual se
prolongue maravillosamente, permitiendo entonces que la pareja experimente un deleite exquisito y que
por lo tanto no exista ningún tipo de frustración en cuanto al “goce sexual” propiamente dicho, el cual es
un derecho legítimo del Ser Humano, sino más bien que por el contrario, los amantes “se carguen” de
esta energía tan exquisita y extraordinaria, que puede hacerles en verdad comulgar con lo divino...

73
Entonces el acto sexual se va convirtiendo poco a poco en algo profundamente sagrado, algo
extraordinario, que renueva totalmente nuestro cuerpo físico, tonificando y revitalizando nuestro propio
sistema endócrino y poniendo en actividad también ciertas “fuerzas anímicas superiores” que comienzan
a moverse también entonces en nuestro interior, ya que como hemos dicho: el sexo es capaz de
movilizar nuestras energías como ninguna otra actividad en el mundo, y desde luego también esto
repercute superlativamente en el fortalecimiento del mismo Amor de pareja, muy por el contrario a lo que
suele suceder en una unión sexual ordinaria, en donde todos estos beneficios se pierden, ni que hablar
de la posibilidad de realizar aquella “Creación” ,el “traje de bodas de nuestra Alma”, lo cual se vuelve
sencillamente imposible...

Tenemos que comprender a fondo que si queremos llegar a Dios, necesitamos en verdad
“crearnos” una nueva “estructura interna” capaz de soportar las altísimas y muy delicadas y sutiles
vibraciones de nuestro propio Ser, y para esto son nuestros legítimos “cuerpos Internos”, para los cuales
necesitamos de la sexología trascendente…

Los auténticos “Cuerpos Internos” se Crean utilizando, como es obvio, nuestra propia“Energía
Creadora”, esto es, aprendiendo a “transmutar” nuestras energías creadoras sexuales, durante el mismo
acto sexual, evitando cuidadosamente la perdida de nuestro “licor seminal”, la sustancia más inefable del
universo...

Por eso dice: “Y cuando sus ángeles hayan lavado y renovado vuestros cuerpos y fortalecido
vuestros ojos, seréis capaces de soportar la Luz de Nuestro Padre Celestial”.

Cuando se hallan Creado los “Cuerpos superiores”, los ”Cuerpos Solares”, estos se
transformarán en el “Templo del Dios Vivo”, y nuestro Real Ser podrá realmente habitar en nosotros, y
desde luego nosotros en él...

Lo que sucede es que Sexo, Religión y Amor se hallan estrechamente unidos, solo hay que
aprenderlos a conjugar inteligentemente para que entre ellos no se produzcan desequilibrios de ningún
tipo y para que los mismos consigan retroalimentarse entre sí.

¡Necesitamos disponernos a realizar esta Obra maravillosa en nuestro interior! ¡Nuestro Ser
necesita, mas que nunca, que nosotros comprendamos a fondo sus enseñanzas y que entremos por el
camino de la grandes realizaciones!

Pero repetimos: Solo aprendiendo a transmutar nuestra energía creadora, durante el mismo acto
sexual, es como podemos hacer que todo esto se produzca, para que en nosotros pueda florecer el
perfume maravilloso de la Espiritualidad Verdadera, y poder ser partícipes activos de la Gran Fraternidad
Universal del Amor...

74
Última Parte

El Evangelio de La Paz
(Texto Integro)
(Palabras del Maestro Jesús escritas por su discípulo Juan)

“Y Jesús les dijo. “ Felices vosotros que tenéis hambre de la Verdad, pues os satisfaceré con el
Pan de la Sabiduría. Felices vosotros que llamáis, pues os abriré la Puerta de la Vida. Felices vosotros
que rechazáis el poder de Satán, pues os conduciré al reino de los Ángeles de nuestra Madre, donde el
poder de Satán no puede penetrar”.

Y ellos le preguntaron con desconcierto: “Quién es nuestra Madre y cuáles son sus ángeles? ¿Y
dónde se halla su reino?”

“Vuestra Madre está en vosotros y vosotros en ella. Ella os alumbró y Ella os da vida. Fue Ella
quien dio vuestro cuerpo, y a Ella se lo devolveréis de nuevo algún día. Felices vosotros cuando lleguéis
a conocerla, así como a su reino; si recibís a los Ángeles de vuestra Madre y cumplís sus leyes. En
verdad os digo que quien haga esto nunca conocerá la enfermedad. Pues el poder de vuestra Madre,
está por encima de todo. Y destruye a Satán y su reino, y tiene gobierno sobre todos vuestros cuerpos y
sobre todas las cosas vivas”.

“La sangre que en nosotros corre, ha nacido de la sangre de nuestra Madre Naturaleza. Su
sangre cae de las nubes, brota del seno de la Tierra, murmura en los arroyos de las montañas, fluye
espaciosamente en los ríos de las llanuras, duerme en los lagos y se enfurece poderosa en los mares
tempestuosos”.

“El aire que respiramos ha nacido del aliento de nuestra Madre Naturaleza. Su respiración es
el azul celeste de las alturas de los cielos, silba en las cumbres de las montañas, susurra entre las hojas
del bosque, ondea sobre los trigales, dormita en los valles profundos y abrasa en el desierto”.

“La dureza de nuestros huesos ha nacido de los huesos de nuestra Madre Naturaleza, de las
rocas y de las piedras. Se yerguen desnudas a los cielos en lo alto de las montañas, son como gigantes
que yacen dormidos en las faldas de las montañas, como ídolos levantados en el desierto y están ocultos
en las profundidades de la Tierra”.

“La delicadeza de nuestra carne ha nacido de la carne de nuestra Madre Naturaleza; carne que
madura amarilla y roja en los frutos de los árboles, y nos alimenta en los surcos de los campos”.

“Nuestros intestinos han nacido de los intestinos de nuestra Madre Naturaleza, y están ocultos a
nuestros ojos como las profundidades invisibles de la Tierra”.

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“La luz de nuestros ojos y el oír de nuestros oídos nacen ambos de los colores y de los sonidos de
nuestra Madre Naturaleza, que nos envuelve como las olas del mar al pez, o como el aire arremolinado
al ave”.

“En verdad os digo que el hombre es hijo de la Madre Naturaleza, y de ella recibió el hijo del
hombre todo su cuerpo, del mismo modo que el cuerpo recién nacido nace del seno de su madre. En
verdad os digo que sois uno con la Madre Naturaleza; Ella está en vosotros y vosotros en ella. De Ella
nacisteis, en Ella vivís y a Ella de nuevo retornaréis. Guardad por tanto sus leyes, pues nadie puede
vivir mucho ni ser feliz sino aquel que honra a su Madre Naturaleza y cumple sus leyes. Pues vuestra
respiración es Su respiración; vuestra sangre Su sangre; vuestros huesos Sus huesos; vuestra carne Su
carne; vuestros intestinos Sus intestinos; vuestros ojos y vuestros oídos, son Sus ojos y Sus oídos”.

“En verdad os digo que si dejaseis de cumplir una sola de todas sus leyes, si dañaseis uno sólo de
los miembros de todo vuestro cuerpo, os perderíais irremisiblemente en vuestra dolorosa enfermedad y
sería llorar y rechinar de dientes”.

“Yo os digo que, a menos que sigáis las leyes de vuestra Madre Naturaleza, no podréis de ningún
modo escapar a la Muerte. Y quien abraza a las leyes de su Madre, a él abrazará su Madre también.
Ella curará todas sus plagas y él nunca enfermará. Ella le dará larga vida y le protegerá de todo mal;
del fuego, del agua, de la mordedura de las serpientes venenosas. Pues ya que vuestra madre os
alumbró, conserva la vida en vosotros. Ella os ha dado Su cuerpo, y nadie sino Ella, os cura. Feliz es
quien ama a su Madre y yace sosegadamente en Su regazo. Porque vuestra Madre os ama, incluso aun
cuando le dais la espalda. Y ¡Cuánto más os amará si regresáis de nuevo a Ella! “

“En verdad os digo que muy grande es Su amor, más grande que la mayor de las montañas y más
profundo que el más hondo de los mares. Y aquellos quienes aman a su Madre, Ella nunca les
abandona. Así como la gallina protege a sus polluelos, como la leona a sus cachorros, como la madre a
su recién nacido, así protege la Madre Naturaleza al hijo del hombre de todo peligro y de todo mal”.

“Pues en verdad os digo, que males y peligros innumerables esperan a los hijos de los hombres.
Belcebú, el príncipe de todos los demonios, la fuente de todo mal, acecha en el cuerpo de todos los hijos
de los hombres. Él es la muerte, el señor de toda plaga y, poniéndose una vestimenta agradable, tienta y
seduce a los hijos de los hombres. Promete riqueza y poder, y espléndidos palacios, y adornos de oro y
plata, y numerosos sirvientes. Promete gloria y renombre, sensualidad y fornicación, borrachera,
atracón, vida desenfrenada, holgazanería y ocio. Y tienta a cada cual, según aquello por lo que más se
inclina su corazón”.

“Y el día en que los hijos de los hombres, ya se han vuelto esclavos de todas estas vanidades y
abominaciones, entonces él, en pago de ello, les arrebata todas aquellas cosas que la Madre Naturaleza,
tan abundantemente les dio. Les arrebata su respiración, su sangre, sus huesos, su carne, sus intestinos,
sus ojos y sus oídos. Y la respiración del hijo del hombre se vuelve corta y sofocada, trabajosa y
maloliente como la de las bestias inmundas. Y su sangre se vuelve espesa y fétida, como el agua de las
ciénagas; se coagula y ennegrece como la noche de la muerte. Y sus huesos se vuelven duros y nudosos;
se deshacen por dentro y por fuera se resquebrajan, como una piedra cayendo sobre una roca. Y su
carne se vuelve grasienta y acuosa; se corrompe y se pudre con costras y forúnculos que son su
abominación. Y sus intestinos se llenan de inmundicia detestable rezumando corrientes de putrefacción;
y en ellos habitan numerosos gusanos abominables. Y sus ojos se enturbian, hasta que la noche oscura
los envuelve; y sus oídos se tapan, como silencio de la tumba. Y por último, el hijo del hombre perderá
su vida. Pues no guardó las leyes de su Madre, sino que sumó un pecado a otro”.

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“ Por ello le son arrebatados todos los dones de la Madre Naturaleza: la respiración, la sangre, los
huesos, la carne, los intestinos, los ojos y los oídos y, por último, la vida con la que coronó su cuerpo la
Madre Naturaleza.

“Pero si el pecador hijo del hombre se arrepiente de sus culpas y las repara, y regresa de nuevo a su
Madre Naturaleza; y si cumple las leyes de su Madre Naturaleza y se libera de las garras de Satán,
resistiendo sus tentaciones, entonces la Madre Naturaleza recibe de nuevo a su hijo pecador con amor y
le envía sus ángeles para que le sirvan”.

“En verdad os digo, que cuando el Hijo del Hombre resiste al Satán que habita en él, y no hace su
voluntad, en esa misma hora se hallan ahí los Ángeles de la Madre Naturaleza, para servirle con todo su
poder y liberarle por entero del poder de Satán."

"Pues ningún hombre puede servir a dos señores. Porque o bien sirve a Satán y a sus demonios
o sirve a la Madre Naturaleza. O sirve a la muerte o sirve a la vida. En verdad os digo, qué felices son
aquellos que cumplen las Leyes de la Vida y no vagan por los caminos de la muerte."

“Y cuantos le rodeaban escuchaban sus palabras con asombro, pues su palabra tenía poder y
enseñaba de manera bien distinta a la de los sacerdotes y escribas. Y aunque el Sol ya se había puesto,
no se fueron a sus casas. Se sentaron alrededor de Jesús y le preguntaron": Maestro, ¿Cuáles son esas
Leyes de la Vida? Quédate con nosotros un rato más y enséñanos. Queremos escuchar tu enseñanza
para que podamos curarnos y volvernos rectos".

**

“Y el propio Jesús se sentó en medio de ellos y dijo: "En verdad os digo que nadie puede ser
feliz, excepto quien cumple la Ley".

Y los demás respondieron: "Todos cumplimos las Leyes de Moisés, nuestro legislador, tal como
están escritas en las Sagradas Escrituras".

Y Jesús les respondió: "No busquéis la Ley en vuestras escrituras, pues la Ley es la Vida,
mientras que lo escrito está muerto. En verdad os digo, que Moisés no recibió de Dios sus leyes por
escrito, sino a través de la palabra viva. La Ley es la Palabra Viva del Dios Vivo, dada a los profetas
vivos para los hombres vivos. En donde quiera que haya vida, está escrita la Ley. Podéis hallarla en la
hierba, en el árbol, en el río, en la montaña, en los pájaros del cielo, en los peces del mar; pero buscadla
principalmente en vosotros mismos. Pues en verdad os digo, que todas las cosas vivas, se encuentran
más cerca de Dios que la escritura que está desprovista de vida”.

“Dios hizo la vida y todas las cosas vivas de tal modo que enseñasen al hombre, por medio de la
palabra siempre viva, las Leyes del Dios verdadero. Dios no escribió las leyes en las páginas de los
rollos, sino en vuestro corazón y en vuestro espíritu. Se encuentran en vuestra respiración, en vuestra
sangre, en vuestros huesos, en vuestra carne, en vuestros intestinos, en vuestros ojos, en vuestros oídos y
en cada pequeña parte de vuestro cuerpo. Están presentes en el aire, en el agua, en la tierra, en las
plantas, en los rayos del Sol, en las profundidades y en las alturas. Todas os hablan para que entendáis
la lengua y la voluntad de Dios Vivo”.

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“Pero vosotros cerráis vuestros ojos para no ver, y tapáis vuestros oídos para no oír. En verdad
os digo que la escritura es la obra del hombre, pero la Vida y todas sus huestes son la obra de Nuestro
Dios. ¿Por qué no escucháis las Palabras de Dios que están escritas en Sus Obras? ¿Y por qué estudiáis
las escrituras muertas, que son la obra de las manos del hombre?"

"¿Cómo podemos leer las Leyes de Dios en algún lugar, de no ser en las Escrituras? ¿Dónde se
hallan escritas? Léenoslas de ahí donde tú las ves, pues nosotros no conocemos más que las escrituras
que hemos heredado de nuestros antepasados, Dinos las leyes de las que hablas, para que oyéndolas,
seamos sanados y justificados."

Jesús dijo: "Vosotros no entendéis las palabras de la Vida, porque estáis en la Muerte. La
oscuridad oscurece vuestros ojos y vuestros oídos están tapados por la sordera. Pues os digo que no os
aprovecha en absoluto que estudiéis las escrituras muertas si por vuestras obras negáis a quien os las
ha dado”.

“En verdad os digo que Dios y sus leyes no se encuentran en lo que vosotros hacéis. No se
hallan en la glotonería ni en la borrachera, ni en una vida desenfrenada, ni en la lujuria, ni en la
búsqueda de la riqueza, ni mucho menos en el odio a vuestros enemigos. Pues todas estas cosas están
lejos del verdadero Dios y de sus ángeles. Todas estas cosas vienen del reino de la oscuridad y del
señor de todos los males. Y todas estas cosas las lleváis en vosotros mismos; y por ello la Palabra y el
Poder de Dios no entran en vosotros, pues en vuestro cuerpo y en vuestro espíritu habitan todo tipo de
males y abominaciones”.

“Si deseáis que la Palabra y el Poder del Dios Vivo penetren en vosotros, no profanéis vuestro
cuerpo ni vuestro espíritu; pues el cuerpo es el Templo del Espíritu, y el espíritu es el Templo de Dios.
Purificad, por tanto, el templo, para que el Señor del Templo pueda habitar en él y ocupar un lugar
digno de él. Y retiraos bajo la sombra del Cielo de Dios, de todas las tentaciones de vuestro cuerpo y de
vuestro espíritu, que vienen de Satán."

“Renovaos y ayunad. Pues en verdad os digo que Satán y sus plagas solamente pueden ser
expulsados por medio del ayuno y la oración. Id por vuestra cuenta y ayunad en solitario, sin descubrir
vuestro ayuno a hombre alguno. El Dios Vivo lo verá y grande será vuestra recompensa. Y ayunad
hasta que Belcebú y todos sus demonios os abandonen y todos los ángeles de nuestra Madre Naturaleza
vengan a serviros”.

“Pues en verdad os digo que a no ser que ayunéis, nunca os libraréis del poder de Satán ni de
todas las enfermedades que de Satán vienen. Ayunad y orad fervientemente, buscando el poder del Dios
Vivo para vuestra curación. Mientras ayunéis, evitad a los hijos de los hombres y buscad los ángeles de
nuestra Madre Terrenal, pues quien busca hallará”.

“Buscad el aire fresco del bosque y de los campos, y en medio de ellos hallaréis al ángel del
Aire. Quitaos vuestro calzado y vuestras ropas y dejad que el Ángel del Aire abrace vuestro cuerpo.
Respirad entonces larga y profundamente, para que el Ángel del Aire penetre en vosotros. En verdad os
digo que el Ángel del Aire expulsará de vuestro cuerpo toda inmundicia que lo profane por fuera y por
dentro. Y así saldrá de vosotros toda cosa sucia y maloliente, igual que el humo del fuego asciende en
forma de penacho y se pierde en el Mar del Aire”.

“Pues en verdad os digo que sagrado es el Ángel del Aire, quien limpia cuanto está sucio y
confiere a las cosas malolientes un olor desagradable. Ningún hombre a quien no deje pasar el Ángel

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del Aire, podrá acudir ante la faz de Dios. Verdaderamente, todo debe nacer de nuevo por el aire y por
la Verdad, pues vuestro cuerpo respira el aire de la Madre Naturaleza, y vuestro espíritu respira la
Verdad del Padre Celestial”.

“Después del Ángel del Aire, buscad el Ángel del Agua. Quitaos vuestro calzado y vuestras
ropas y dejad que el Ángel del Agua abrace todo vuestro. Entregaos por entero a sus acogedores brazos
y, así como el aire penetra en vuestra respiración, que el agua penetre también en vuestro cuerpo. En
verdad os digo que el Ángel del Agua expulsará de vuestro cuerpo toda inmundicia que lo mancille por
fuera y por dentro. Y toda cosa sucia y maloliente fluirá fuera de vosotros, igual que la suciedad de las
vestiduras, lavada en el agua, se va y se pierde en la corriente del río”.

“En verdad os digo que sagrado es el Ángel del Agua, que limpia cuanto está sucio y que
confiere a todas las cosas malolientes un olor agradable. Ningún hombre a quien no deje pasar el Ángel
del Agua, podrá acudir ante la Faz de Dios. En verdad que todo debe nacer de nuevo del agua y de la
Verdad, pues vuestro cuerpo se baña en el río de la vida terrenal y vuestro espíritu se baña en el río de
la Vida Eterna. Pues recibís vuestra sangre de nuestra Madre Naturaleza y la Verdad de nuestro Padre
Celestial”.

***

"Y vuestros verdaderos hermanos, son todos aquellos que hacen la voluntad de vuestro Padre
Celestial y de vuestra Madre Naturaleza, y no vuestros hermanos de sangre. En verdad os digo que
vuestros verdaderos hermanos en la Voluntad del Padre Celestial y de la Madre Terrenal os amarán un
millar de veces más que vuestros hermanos de sangre. Pues desde los días de Caín y Abel, cuando los
hermanos de sangre transgredieron la voluntad de Dios, no existe una verdadera fraternidad por la
sangre. Y los hermanos actúan entre sí como extraños. Por ello os digo, amad a vuestros verdaderos
hermanos en la voluntad de Dios un millar de veces más que a vuestros hermanos de sangre.

Pues vuestro Padre Celestial es amor.


Pues vuestra Madre Naturaleza es amor.
Pues el Hijo del Hombre es amor.

"Por el amor el Padre Celestial y la Madre Terrenal y el hijo del hombre se hacen uno. Pues el
espíritu del hijo del hombre fue creado del Espíritu del Padre Celestial, y su cuerpo del cuerpo de la
Madre Naturaleza. Haceos por tanto perfectos, como perfectos son el Espíritu de vuestro Padre
Celestial y el Cuerpo de Vuestra Madre Naturaleza. Y amad así a vuestro Padre Celestial, igual que Él
ama vuestro espíritu. Y amad así a vuestra Madre Terrenal, igual que Ella ama vuestro cuerpo. Y amad
así a vuestros verdaderos hermanos, igual que vuestro Padre Celestial y vuestra Madre Naturaleza les
aman. Y entonces os dará vuestro Padre Celestial, su Santo Espíritu, y vuestra Madre Naturaleza os
dará su Santo Cuerpo!”.

“Y entonces los hijos de los hombres se darán amor unos a otros como verdaderos hermanos, el
amor que recibieron de su Padre Celestial y de su Madre Naturaleza; y todos se convertirán en
consoladores unos de otros. Y desaparecerá entonces de la Tierra, todo mal y toda tristeza, y habrá
amor y alegría sobre la Tierra. Y será entonces la Tierra, como los Cielos, y vendrá el reino de Dios”.

“Y entonces vendrá el Hijo del Hombre en toda su gloria, para heredar el Reino de Dios. Y
entonces los hijos de los hombres dividirán su divina herencia, el Reino de Dios. Pues los Hijos del
Hombre, viven en el Padre Celestial y en la Madre Naturaleza y el Padre Celestial y la Madre
Naturaleza viven en ellos. Y entonces con el Reino de Dios llegará el Fin de los Tiempos. Pues el Amor
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del Padre Celestial da vida eterna a todo lo que está en el Reino de Dios. Pues el Amor es eterno. El
Amor es más fuerte que la Muerte".

****

"Aunque hable con las lenguas de los hombres y de los ángeles, si no tengo amor, mis palabras
son como el sonido del latón o como el tintineo de un platillo. Aunque diga lo que ha de venir y conozca
todos los secretos y toda sabiduría; y aunque tenga una fe tan fuerte como la tormenta que mueve las
montañas de su sitio, si no tengo amor no soy nada. Y aunque dé todos mis bienes para alimentar al
pobre y le ofrezca todo el fuego que he recibido de mi Padre, si no tengo amor, no hallaré en ello
provecho alguno”.

“El amor es paciente y el amor es amable. El amor no es envidioso, no hace el mal, no conoce
el orgullo; no es rudo ni egoísta. Es ecuánime, no cree en la malicia; no se regocija en la injusticia,
sino que se deleita en la justicia. El amor lo defiende todo, el amor lo cree todo, el amor lo espera todo,
y el amor lo soporta todo; nunca se agota; pero en cuanto a las lenguas, cesarán, y en cuanto al
conocimiento, se desvanecerá. Pues poseemos en parte la verdad y en parte el error, mas cuando venga
la plenitud de la perfección, lo parcial será aniquilado”.

“Cuando el hombre era niño, hablaba como un niño, entendía como un niño, pensaba como un
niño; pero cuando se hizo hombre abandonó las cosas de los niños. Porque nosotros vemos ahora, a
través de un cristal y a través de dichos oscuros. Ahora conocemos parcialmente, más cuando hayamos
acudido ante el rostro de Dios, ya no conoceremos en parte, pues nosotros mismos seremos enseñados
por Él. Y ahora nos quedan tres cosas: la fe, la esperanza y el amor, pero la más grande de ellas es el
amor.

"Y ahora os hablo en la Lengua Viva del Dios Vivo, por medio del Santo Espíritu de nuestro
Padre Celestial. No hay ninguno de entre vosotros que pueda entender todo cuanto os digo. Quien os
comenta las escrituras, os habla en una lengua muerta de hombres muertos, a través de su cuerpo
enfermo y mortal. Por lo tanto a él le pueden entender todos los hombres, pues todos los hombres están
enfermos y todos están en la muerte. Nadie ve la Luz de la Vida. El ciego guía a los ciegos en el oscuro
sendero de los pecados, las enfermedades y sufrimientos, y al final se precipitan todos en la fosa de la
muerte.

"Yo he sido enviado por el Padre para que haga brillar la Luz de la Vida entre vosotros. La Luz
se ilumina a sí misma y a la oscuridad, mas la oscuridad se conoce sólo a sí misma y no conoce la Luz.
Aún tengo que deciros muchas cosas, mas aún no podéis comprenderlas. Pues vuestros ojos están
acostumbrados a la oscuridad, y la plena Luz del Padre Celestial os cegaría. Por eso no podéis
entender aún cuando os hablo acerca del Padre Celestial, quien me envió a vosotros”.

“Seguid pues primero sólo las Leyes de vuestra Madre Naturaleza, de quien os he contado. Y
cuando sus ángeles hayan lavado y renovado vuestros cuerpos y fortalecido vuestros ojos, seréis
capaces de soportar la Luz de Nuestro Padre Celestial.

"Amaos los unos a los otros, pues Dios es amor, y así sabrán los ángeles que vais por sus
caminos. Y entonces acudirán todos los ángeles ante vuestro rostro y os servirán. Y Satán partirá de
vuestro cuerpo con todos sus pecados, enfermedades e inmundicias. Id, renunciad a vuestros pecados;
arrepentios vosotros mismos; y bautizaos vosotros mismos; para que nazcáis de nuevo y no pequéis
más."

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“Entonces Jesús se levantó. Pero todos los demás permanecieron sentados, pues cada hombre
sentía el poder de sus palabras. Y entonces apareció la Luna Llena entre las nubes desgarradas y
envolvió a Jesús en su resplandor. De su cabello ascendían destellos, y permaneció erguido entre ellos
en la luz de la Luna, como si flotase en el aire. Y nadie se movió, ni tampoco se oyó la voz de nadie. Y
nadie supo cuanto tiempo había pasado, pues el tiempo parecía parado.

Entonces Jesús tendió sus manos hacia ellos y dijo: "La Paz sea con vosotros". Y de este modo,
partió como la brisa que mece las hojas de los árboles.

“Y aún durante un buen rato permaneció el grupo sentado sin moverse, y luego fueron saliendo
del silencio, uno tras otro, como tras un largo sueño. Pero nadie deseaba irse, como si las palabras de
quien les había dejado, aún sonasen en sus oídos. Y permanecieron sentados, como si escuchasen
alguna música maravillosa”.

“Pues todos sentían que las palabras de quien se había ido unían al pequeño grupo con hilos
invisibles. Y todos sentían que habían nacido de nuevo. Veían ante sí un mundo luminoso, incluso
cuando la Luna se ocultó en las nubes. Y en los corazones de todos se abrieron flores maravillosas, de
una belleza maravillosa: las flores de la alegría”.

“Y cuando los brillantes rayos del Sol aparecieron sobre el horizonte, todos sintieron que aquel
era el Sol del Reino de Dios que venía. Y con semblantes alegres se adelantaron a encontrar a los
ángeles de Dios”.

*****

“Les dijo entonces Jesús: “He venido porque me necesitáis”. Y uno dijo: “Maestro,
verdaderamente te necesitamos. Ven y líbranos de nuestros sufrimientos”.

“Y Jesús les habló en parábolas: "Sois como el hijo pródigo, quien durante muchos años comió
y bebió, pasó sus días con sus amigos en el desenfreno y la lascivia. Y cada semana, sin que su padre lo
supiese, contraía nuevas deudas, malgastando cuanto tenía en pocos días. Y los prestamistas siempre le
prestaban, pues su padre poseía grandes riquezas y siempre pagaba pacientemente las deudas de su
hijo.”

“Y en vano amonestaba a su hijo con buenas palabras, porque nunca escuchaba las
advertencias de su padre, quien le suplicaba en vano que renunciase a sus vicios sin fin, y que fuera a
sus campos a vigilar el trabajo de sus sirvientes. Y el hijo le prometía siempre todo, si el padre le
pagaba sus antiguas deudas, mas al día siguiente, empezaba todo de nuevo. Y durante más de siete
años, el hijo continuó en su vida licenciosa”. “Pero, al fin, su padre perdió la paciencia y no pagó más
a los prestamistas las deudas de su hijo. "Si sigo pagándolas siempre –dijo- no acabarán los pecados de
mi hijo".

“Entonces, los prestamistas, que se vieron engañados, en su cólera, se llevaron al hijo como
esclavo, para que con su trabajo diario, les pagase el dinero que habían tomado prestado. Y entonces se
acabó el comer, el beber y todos los excesos diarios. De la mañana a la noche, mojaba los campos con
el sudor de su frente, y con el trabajo desacostumbrado todos sus miembros le dolían. Y vivía de pan
seco, no teniendo más que sus propias lágrimas para humedecerlo”.

“Al tercer día había sufrido tanto por el calor y el cansancio, que le dijo a su dueño: "No puedo
trabajar más porque me duelen todos mis miembros. ¿Por cuánto tiempo más me atormentarás?" Y este
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le dijo: "Hasta el día en que por el trabajo de tus manos me hayas pagado todas tus deudas, y cuando
hayan pasado siete años, serás libre". Y el hijo desesperado, respondió llorando: "¡Pero si no puedo
soportarlo ni siquiera durante siete días”

“Apiadaos de mi, pues todos miembros me duelen y me abrasan". Y el malvado acreedor le


gritó: "Sigue con tu trabajo! Si pudiste dedicar tus días y tus noches al desenfreno durante siete años,
tendrás que trabajar ahora durante siete años. No te perdonaré hasta que me hayas pagado todas tus
deudas hasta el último dracma*".

“ Y el hijo regresó desesperado a los campos, con sus miembros atormentados por el dolor, para
seguir con su trabajo. Ya difícilmente podía tenerse en pie debido al cansancio y a los dolores, cuando
llegó el séptimo día, el día del Sabat, en el cual nadie trabaja en el campo”.

“Reunió el hijo entonces el resto de sus fuerzas y se arrastró hasta la casa de su padre. Y
echándose a los pies de su padre, le dijo: "Padre, créeme, por última vez y perdóname todas mis ofensas
contra ti. Te juro que nunca más volveré a vivir desenfrenadamente y te obedeceré en todo. Libérame
de las manos de mi opresor. Padre, mírame y contempla mis miembros enfermos y no endurezcas tu
corazón".

“Entonces brotaron lágrimas de los ojos del padre, que tomando a su hijo en brazos dijo:
"Alegrémonos, porque hoy se me ha dado una gran alegría, pues he recuperado a mi amado hijo, que
estaba perdido". Le vistió con sus mejores ropas, y durante todo el día hicieron fiesta”.

“Y a la mañana siguiente, dio a su hijo una bolsa de plata para que pagase a sus acreedores
cuanto les debía. Y cuando su hijo regresó, le dijo: "Ya ves, hijo mío, lo fácil que es con una vida
desenfrenada contraer deudas por siete años, pero es difícil pagarlas con el trabajo de siete años".
"Padre, es verdaderamente duro pagarlas incluso durante sólo siete días".

“Y el padre le advirtió diciéndole: "Sólo por esta vez se te ha permitido pagar tus deudas en
siete días en lugar de en siete años, el resto te está perdonado. Pero cuida de no contraer más deudas
en el tiempo venidero. Pues en verdad te digo que nadie más que tu padre perdona tus deudas por ser su
hijo. Porque de haber sido con cualquier otro, habrías tenido que trabajar duramente durante siete
años, como está ordenado en nuestras leyes". "Padre, a partir de ahora seré tu hijo amante y obediente,
y nunca más contraeré deudas, pues sé que pagarlas en duro".

“Y fue al campo de su padre y todos los días vigilaba el trabajo de los labradores de su padre. Y
nunca les hizo trabajar demasiado duro, pues recordaba su propio trabajo pesado. Y pasaron los años y
las posesiones de su padre aumentaron más y más bajo su mano, pues su tarea contaba con la bendición
de su padre. Y lentamente devolvió a su padre diez veces más de cuanto había derrochado durante
aquellos siete años”.

“Y cuando el padre vio que el hijo trataba bien a sus sirvientes y todas sus posesiones, le dijo:
"Hijo mío, veo que mis posesiones están en buenas manos. Te doy todo mi ganado, mi casa, mis tierras y
mis tesoros. Que todo esto sea tu herencia; continúa aumentándola para que goce en ti". Y cuando el
hijo hubo recibido la herencia de su padre, perdonó las deudas a todos sus deudores que no podían
pagarle; pues no olvidó que su deuda había sido también perdonada cuando no podía pagarla. Y Dios
le bendijo con una vida larga, con muchos hijos y con muchas riquezas, pues era amable con todos sus
sirvientes y con todo su ganado".

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“Jesús se volvió entonces al pueblo y les dijo: "Os hablo en parábolas para que entendáis mejor
la Palabra de Dios. Los siete años de comer y beber y de vida desenfrenada son los pecados del pasado.
El malvado acreedor es Satanás. Las deudas, son las enfermedades. El trabajo duro son los dolores.
El hijo pródigo, sois vosotros mismos. El pago de las deudas, es la expulsión de vosotros de los
demonios y de las enfermedades y la curación de vuestro cuerpo. La bolsa de plata recibida del padre
es el poder libertador de los ángeles. El padre es Dios. Las posesiones del padre son el cielo y la tierra.
Los sirvientes del padre son los ángeles. El campo del padre es el mundo, que se convierte en el Reino
de los Cielos, si los hijos de los hombres, trabajan en él, junto a los Ángeles del Padre Celestial”.

“Pues yo os digo que es mejor que el hijo obedezca a su padre y vigile a los sirvientes de su
padre en el campo, a que se convierta en deudor del malvado acreedor, y fatigarse y sudar en la
servidumbre para restituir todas sus deudas”.

“De igual modo, es mejor que los hijos del hombre obedezcan también las Leyes de su Padre
Celestial y que trabajen con sus ángeles en su reino, a convertirse en deudores de Satán, el señor de la
muerte, de todos los pecados y todas las enfermedades, a sufrir con dolores y sudor hasta haber
reparado todos sus pecados”.

“En verdad os digo, que grandes y muchos son vuestros pecados. Durante muchas vidas habéis
cedido a las tentaciones de Satán. Habéis sido glotones, bebedores y fornicadores, y vuestras antiguas
deudas se han multiplicado. Y ahora debéis repararlas, y el pago es duro y difícil. No os impacientéis
por tanto, ya al tercer día, como el hijo pródigo, sino esperad pacientemente al séptimo día, que está
santificado por Dios, y entonces acudid con corazón humilde y obediente ante el rostro de vuestro Padre
Celestial, para que os perdone vuestros pecados y todas vuestras antiguas deudas. En verdad os digo
que vuestro Padre Celestial os ama infinitamente, pues también Él os permite pagar en siete días las
deudas de siete años”.

“Quienes le deban los pecados y enfermedades de siete años, pero le paguen honestamente y
perseveren hasta el séptimo día, a ellos perdonará nuestro Padre Celestial las deudas de los siete años
completos".

******

"Comed, pues, siempre de la mesa de Dios: los frutos de los árboles, el grano, las hierbas del
campo, la leche de los animales, y la miel de las abejas. Pues todo más allá de esto que es de Satán y
por los caminos del pecado y la enfermedad conduce hacia la muerte. Mientras que los alimentos que
coméis de la abundante Mesa de Dios dan fortaleza y juventud a vuestro cuerpo, y nunca conoceréis la
enfermedad. Pues la Mesa de Dios alimentó a Matusalén, el viejo, y en verdad os digo que si vivís igual
como él vivió, también el Dios de lo Vivo os dará una larga vida sobre la Tierra, como la suya."

"Pues en verdad os digo que el Dios de lo Vivo es más rico que todos los ricos de la Tierra y su
abundante mesa es más rica que la más rica de las mesas de festín de todos los ricos de la Tierra.
Comed pues, durante toda vuestra vida en la Mesa de nuestra Madre Naturaleza, y nunca conoceréis la
necesidad. Y cuando comáis en su mesa, comedlo todo tal como se halle en la Mesa de la Madre
Naturaleza. No cocinéis ni mezcléis todas las cosas unas con otras, o vuestros intestinos se convertirán
en ciénagas humeantes. Pues en verdad os digo que esto es abominable a los Ojos del Señor."

"Y no seáis como el sirviente avaro que comía siempre de la mesa de su señor la ración de
otros. Y todo lo devoraba y lo mezclaba en su glotonería. Y viendo aquello, su señor se encolerizó con
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él y le expulsó de la mesa. Y cuando todos acabaron su comida, mezcló cuanto quedó en la mesa y llamó
al glotón sirviente, y le dijo: "Toma y come esto junto a los cerdos, pues tu lugar está entre ellos, y no en
mi mesa."

"Tenedlo en cuenta por tanto, y no profanéis con todo tipo de abominaciones el templo de
vuestros cuerpos. Contentaos con dos o tres tipos de alimento, que siempre hallaréis en la Mesa de
nuestra Madre Naturaleza. Y no deseéis devorar todo cuanto veáis en derredor vuestro. Pues en verdad
os digo que si mezcláis en vuestro cuerpo todo tipo de alimentos, entonces cesará la paz en vuestro
cuerpo y se desatará en vosotros una guerra interminable. Y se aniquilará vuestro cuerpo como los
hogares y los reinos divididos entre sí aseguran su propia destrucción. Pues vuestro Dios es el Dios de
la Paz, y nunca de la división.

"Y cuando comáis, no comáis hasta no poder más. Huid de las tentaciones de Satán y escuchad
la voz de los ángeles de Dios. Pues Satán y su poder os tentarán siempre a que comáis más y más. Pero
vivid por el espíritu y resistid los deseos del cuerpo. Comed siempre cuando sea servida ante vosotros
la mesa de Dios, y comed siempre de aquello que halléis sobre la mesa de Dios. Pues en verdad os digo
que Dios sabe bien lo que vuestro cuerpo necesita y cuándo lo necesita.

"Pues en verdad os digo que felices son aquellos que comen sólo en la mesa de Dios, y
renuncian a todas las abominaciones de Satán. No comáis alimentos impuros traídos de países lejanos,
sino comed siempre cuanto produzcan vuestros árboles. Pues vuestro Dios sabe bien lo que os es
necesario y donde y cuándo. Y Él da a todos los pueblos de todos los reinos los alimentos mejores para
cada uno de ellos. No comáis como los paganos, que se atiborran con prisa, profanando sus cuerpos
con todo tipo de abominaciones.

"Pues el poder de los Ángeles de Dios penetra en vosotros con el alimento vivo que el Señor os
proporciona de su Mesa Real. Y cuando comáis, tened sobre vosotros al Ángel del Aire, y bajo vosotros
al Ángel del Agua. Respirad larga y profundamente en todas vuestras comidas para que el Ángel del
Aire bendiga vuestro alimento. Y masticadlo bien con vuestros dientes, para que se vuelva agua y que
el Ángel del Agua lo convierta dentro de vuestro cuerpo en sangre. Y comed lentamente, como si fuese
una oración que hicieseis al Señor. Pues en verdad os digo que el poder de Dios penetra en vosotros, si
coméis de tal modo en Su Mesa”.

“Mientras que Satán convierte en ciénaga humeante el cuerpo de aquel a quien no descienden
los Ángeles del Aire y del Agua en sus comidas. Y el Señor no le permite permanecer por más tiempo en
Su Mesa. Pues la Mesa del Señor es como un altar y quien come en la Mesa de Dios, se halla en un
templo”.

“Pues en verdad os digo que el cuerpo de los hijos del hombre se convierte en un templo, y sus
entrañas en un altar, si cumplen los Mandamientos de Dios. Por tanto, no pongáis nada sobre el altar
del Señor cuando vuestro espíritu esté irritado, ni penséis de alguien con ira en el Templo de Dios. Y
entrad solamente en el Santuario del Señor cuando sintáis en vosotros la llamada de sus ángeles, pues
cuando coméis con tristeza, o con ira, o sin deseo, se convierte en veneno en vuestro cuerpo. Pues el
aliento de Satán lo corrompe todo”.

“Poned con alegría vuestras ofrendas sobre el altar de vuestro cuerpo y dejad que todos
vuestros malos pensamientos se alejen de vosotros al recibir en vuestro cuerpo el Poder de Dios,
proveniente de su mesa. Y nunca os sentéis a la Mesa de Dios antes de que él os llame por medio del
Ángel del Apetito".

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"Regocijaos, pues, siempre con los Ángeles de Dios, en su Mesa Real, pues esto complace al
corazón del Señor. Y vuestra vida será larga sobre la Tierra, pues el más valioso de los sirvientes de
Dios os servirá todos los días: el Ángel de la Alegría".

"Y no olvidéis que cada séptimo día es santo y está consagrado a Dios. Durante seis días
alimentad vuestro cuerpo con los Dones de la Madre Naturaleza, mas en el séptimo día, santificad
vuestro cuerpo para vuestro Padre Celestial. Y en el séptimo día no comáis ningún alimento terrenal,
sino vivid tan sólo de las Palabras de Dios.”

“Y estad todo el día con los Ángeles del Señor en el Reino del Padre Celestial. Y en el séptimo
día dejad que los ángeles de Dios levanten el Reino de los Cielos en vuestro cuerpo, ya que trabajasteis
durante seis días en el Reino de la Madre Naturaleza. Y no dejéis que ningún alimento entorpezca la
obra de los ángeles en vuestro cuerpo a lo largo del séptimo día. Y Dios os concederá larga vida sobre
la Tierra, para que tengáis vida eterna en el Reino de los Cielos. Pues en verdad os digo que si no
conocéis más enfermedades sobre la Tierra, viviréis por siempre en el Reino de los Cielos."

"Y Dios os enviará cada mañana el Ángel de la Luz del Sol para despertaros de vuestro sueño.
Obedeced, por tanto, la llamada de vuestro Padre Celestial y no permanezcáis ociosos en vuestros
lechos, pues los Ángeles del Aire y del Agua ya os aguardan afuera. Y trabajad durante todo el día con
los Ángeles de la Madre Naturaleza para que lleguéis a conocerlos a ellos y a sus obras cada vez más y
mejor”.

“Mas cuando el Sol se ponga y vuestro Padre Celestial os envíe su ángel más preciado, el
Sueño, id a descansar y permaneced toda la noche con el Ángel del Sueño. Y entonces os enviará el
Padre Celestial sus ángeles desconocidos para que permanezcan junto a vosotros a lo largo de la noche.
Y los ángeles desconocidos del Padre Celestial os enseñarán muchas cosas sobre el Reino de Dios, así
como los ángeles que conocéis de la Madre Naturaleza os instruyen en las cosas de su reino”.

“Pues en verdad os digo que seréis cada noche los invitados del reino de vuestro Padre
Celestial si cumplís Sus Mandamientos. Y cuando os despertéis por la mañana, sentiréis en vosotros el
poder de los ángeles desconocidos. Y vuestro Padre Celestial, os los enviará cada noche para que
enriquezcan vuestro espíritu, igual que la Madre Naturaleza os envía sus ángeles para que construyan
vuestro cuerpo”.

“Pues en verdad os digo que si durante el día os acoge en sus brazos vuestra Madre Naturaleza,
y si durante la noche os respira su beso el Padre Celestial, entonces los hijos de los hombres os
convertiréis en los Hijos de Dios".

"Resistid de día y de noche las tentaciones de Satán. No os despertéis de noche ni durmáis de


día, para que no os abandonen los Ángeles de Dios".

"Ni tampoco os deleitéis con ninguna bebida, ni en ningún humo de Satán, que os despertarán
por la noche y os harán dormir de día. Pues en verdad os digo que todas las bebidas y humos de Satán
son abominaciones a los ojos de vuestro Dios".

"Seguid el ejemplo de todos los ángeles del Padre Celestial y de la Madre Naturaleza, que
trabajan día y noche sin cesar en los reinos de los Cielos y de la Tierra. Por tanto, recibid también en

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vosotros mismos a los más poderosos de todos los ángeles de Dios, los Ángeles de los Actos, y trabajad
juntos sobre el Reino de Dios”.

“Seguid el ejemplo del agua cuando corre, del viento cuando sopla, del Sol naciente y poniente,
de las plantas y árboles en su crecer, de los animales cuando corren y retozan, de la Luna Creciente y
Menguante, de las estrellas en su ir y venir; todas esas cosas se mueven y realizan sus tareas. Porque
cuanto tiene vida se mueve, y sólo lo que está muerto permanece quieto. Y Dios es el Dios de lo vivo, y
Satán es el de lo muerto”.

“Servid, pues, al Dios Vivo, para que el Movimiento Eterno de la vida os mantenga y para que
escapéis de la eterna inmovilidad de la muerte”.

“Trabajad, pues, sin cesar para levantar el Reino de Dios, de modo que no seáis arrojados al
Reino de Satán. Pues una alegría eterna abunda en el Reino Vivo de Dios, mientras que una quieta
tristeza oscurece el Reino de Satán”.

“Sed pues, verdaderos hijos de vuestra Madre Naturaleza y de vuestro Padre Celestial, para que
no caigáis en esclavos de Satán. Y vuestra Madre Naturaleza y vuestro Padre Celestial os enviarán sus
ángeles, para que os enseñen, os amen y os sirvan. Y sus ángeles escribirán los Mandamientos de Dios
en vuestra cabeza, en vuestro corazón y en vuestras manos, para que conozcáis, sintáis y cumpláis los
Mandamientos de Dios".

"Y orad todos los días a vuestro Padre Celestial y a vuestra Madre Terrenal, para que vuestra
alma se vuelva tan perfecta como el Santo Espíritu de vuestro Padre Celestial y para que vuestro cuerpo
se vuelva tan perfecto como el cuerpo de vuestra Madre Terrenal. Pues si entendéis, sentís y cumplís
los mandamientos, entonces todo cuanto pidáis a vuestro Padre Celestial y a vuestra Madre Terrenal os
será concedido. Porque la sabiduría, el amor y el poder de Dios están por encima de todo".

"Orad por tanto, del siguiente modo, a vuestro Padre Celestial: ' Padre nuestro, que estás en
los Cielos, bendito sea Tu Nombre. Venga a nosotros Tu Reino. Hágase Tu Voluntad como en los
Cielos así en la Tierra. El pan nuestro de cada día dánosle hoy. Y perdona nuestras deudas, así como
nosotros perdonamos a nuestros deudores. Y no nos conduzcas a la tentación sino líbranos del
Maligno. Pues tuyo es el reino, el poder y la gloria por siempre. Amén'."

"Y orad del siguiente modo a vuestra Madre Naturaleza: 'Madre Nuestra que estás en la
Tierra, bendito sea Tu Nombre. Venga a nosotros Tu Reino y hágase Tu Voluntad en nosotros así
como en Ti se hace. Igual que envías cada día a Tus Ángeles, envíalos también a nosotros.
Perdónanos nuestros pecados, porque todos los expiamos en Ti. No nos conduzcas a la enfermedad,
sino líbranos del mal, pues tuya es la tierra, el cuerpo y la salud. Amén'."

Y todos rezaron junto a Jesús al Padre Celestial y a la Madre Naturaleza. Y después Jesús les
habló así: "Igual que vuestros cuerpos han renacido por medio de los Ángeles de la Madre Naturaleza,
que vuestro espíritu renazca de igual modo por medio de los Ángeles del Padre Celestial. Convertios,
pues, en verdaderos hijos de vuestro Padre y de vuestra Madre, y en verdaderos hermanos de los hijos
de los hombres”.

“Hasta ahora estuvisteis en guerra con vuestro Padre, con vuestra Madre y con vuestros
hermanos. Y habéis servido a Satán. Vivid a partir de hoy en paz con vuestro Padre Celestial, con
vuestra Madre Naturaleza y con vuestros hermanos, los hijos de los hombres. Y luchad únicamente en
contra de Satán, para que no os robe vuestra paz”.
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“A vuestro cuerpo doy la Paz de vuestra Madre Naturaleza, y la Paz de vuestro Padre Celestial
a vuestro espíritu. Y que la Paz de ambos reine entre los hijos de los hombres.

"Venid a mí cuántos os sintáis hastiados y cuantos padezcáis los conflictos y las aflicciones!
Pues Mi Paz os fortalecerá y confortará. Porque Mi Paz rebosa de dicha. Por eso os saludo siempre de
este modo: ¡LA PAZ SEA CON VOSOTROS!

“Saludaos siempre por tanto entre vosotros de igual manera, para que a vuestro cuerpo
descienda la Paz de vuestra Madre Terrenal y a vuestro espíritu la Paz de vuestro Padre Celestial. Y
entonces hallaréis la paz también entre vosotros, pues el Reino de Dios estará en vuestro interior”.

“Y ahora regresad entre vuestros hermanos, con quienes hasta ahora estuvisteis en guerra, y
dadles a ellos también vuestra paz. Pues felices son quienes luchan por la paz, porque hallarán la Paz
de Dios”.

“Id y no pequéis más. Y dad a todos vuestra paz, igual que yo os he dado la mía. Pues Mi Paz
es la de Dios”. ¡La Paz sea con vosotros!". Y les dejó.

“Y Su Paz descendió sobre ellos; y con el Ángel del Amor en su corazón, con la Sabiduría de la
Ley en su cabeza y con el Poder del Renacimiento en sus manos, se dispersaron entre los hijos de los
hombres para llevar la Luz de la Paz a aquellos que luchaban en la oscuridad”.

“Y se separaron, deseándose unos a otros:

"LA PAZ SEA CONTIGO."

Resulta por lo menos llamativo que ni aún hoy, a pesar de haber pasado ya varias décadas de su
descubrimiento, ( mas de cincuenta años en verdad) todavía no se les haya otorgado a tales maravillosas
perlas del conocimiento universal, el merecido valor que realmente tienen, ¡y mas aún!: ¡Que ni siquiera
se las conozca mayormente...!

Quizás, reflexionamos, esto se suceda porque el inmenso valor que estos textos sagrados sin
duda tienen, se lo tengamos que dar en realidad cada uno de nosotros, y quizás también porque ese sitial
de privilegio que les corresponde, no esté de repente entre los “tesoros del Vaticano”, sino mas bien
entre los de nuestros corazones, porque los reconocemos como parte integrada del “Evangelio Crístico”,
tan Cristiano y Divino como los demás...

Lo más curioso es que, como comentábamos en el comienzo de este libro, estos evangelios
terminan siendo aún más auténticos y originales que los cuatro canónicos o reglamentarios que
conocíamos, constituyéndose probablemente, según muchos estudiosos en unas de las “reliquias
sagradas” más importantes del “mundo cristiano antiguo”.

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Creemos finalmente que hemos sido ya bastante desatentos e ingratos con quienes se
tomaron en definitiva el trabajo, ¡arriesgando sus propias vidas y exponiéndose a las torturas más
horrorosas!, de dejarnos gratuitamente ¡y para nuestro propio bien!, sus más preciados tesoros.

Los sabios Esenios nos han dejado a todos nosotros esta preciosa herencia... ¡Aquí se halla
plasmada, para quienes la sepan escuchar, la palabra deliciosa y pura del Divino Salvador! Aquí se nos
entregan, por voluntad divina, importante “contenidos" espirituales, para que los disfrutemos, pero
también ¡para que nos sirvan!, en la vida propia de cada uno de nosotros.

Estos textos no fueron escritos solo para el uso interno de aquella comunidad esenia que
funcionó hace unos 2000 años. ¡Todo esto fue escrito para hoy! ¡asi lo debemos entender! Entonces tal
vez comencemos a comprender y a apreciar un poco más su justo valor y también la extraordinaria
misión que aquellos personajes enigmáticos de los tiempos idos desempeñaron con tanta destreza, en la
salvaguarda y cuidado de tales inestimables tesoros...

¡Es que sino no tendría sentido su mismo hallazgo, su descubrimiento! Si se han encontrado,
debe ser porque la humanidad los necesita... ¿verdad?

Estas son nuestras reflexiones finales y antes de pasar a su lectura íntegra sin interrupciones,
no nos queda más que invitarlos ota vez a aventurarnos realmente con seriedad a la búsqueda del
verdadero conocimiento, a la vivencia y práctica de todo lo que está aquí escrito...

Apéndice

Quisimos incluir en el final de nuestro libro el texto íntegro de este precioso texto esenio, para
que así el lector tuviera la oportunidad de deleitarse con los deliciosas versos del Divino Evangelio, y así
poder disfrutar sin interrupciones del “verbo de oro” del Maestro, el cual discurre diáfano y cristalino entre
las deliciosas e inasibles armonías del infinito, arrullando y penetrando en nuestros ávidos corazones,
como si se tratara en verdad de aquel “maná”, misterioso, que sostuviera al pueblo de Moisés en su
camino hacia la “Tierra Prometida”...

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Hasta aquí la lectura entonces de uno de los Evangelios más hermosos que jamás se hayan
escrito.

Desde la primera vez que lo conocimos, no pudimos ocultar ya nuestra admiración y nuestro total
y muy merecido respeto, como cualquier otro de aquellos tantos libros de carácter sagrado que existen,
ya que se percibe en ellos la prístina originalidad de lo verdadero, la sabiduría maravillosa del
conocimiento “real” y todo el encanto misterioso y mágico de la poesía divina...

Resulta realmente profundamente conmovedor el hecho de encontrar tanta POESÍA, con


mayúsculas, y a la vez tanto AMOR también con mayúsculas, en las palabras del Divino Salvador,
palabras exquisitas, que nos impregnan realmente con la sabiduría de lo Eterno y que tienen el poder de
retrotraernos en el tiempo hasta aquel momento en el que la Religión Cristiana se parecía mucho más a
sus hermanas orientales, se hallaba integrada totalmente a la naturaleza...

Nos referimos a aquellos tiempos, en la que la Sabiduría pura del Ser se hacía Verbo en los
iniciados, y donde la Lira de Orfeo no había caído todavía entre las piedras pulidas de la calle vuelta
pedazos ¡y aún retumbaba potente junto al viento! entre los espaciosos parajes del paisaje austero y
terrible del desierto...

Por eso para terminar, quisimos incluir el texto original íntegro, para así poder recibir la palabra,
recordando al lector que nuestro señor el Cristo vive y palpita en la conciencia humana, pués él es “La
Luz del mundo”, como dicen las escrituras...

Por tanto, solo necesitamos hacer que estos conocimientos, que aquí se nos entregan, penetren
realmente hasta lo más hondo y se depositen allá, en nuestra conciencia, “en dónde ladrón no llega ni
orín corroe”, y así permitir que todo este trabajo redunde en un beneficio real y práctico para nuestras
vidas.

Los invitamos apreciados lectores y lectoras a buscar, conocer y vivir “la eterna doctrina”
emancipádora del Alma, la divina “Gnosis” imperecedera e inmortal, la cual ha sido envíada al mundo
para que una humanidad que se había perdido, se reencuentre con el Camino y pueda conseguir realizar
un cambio, profundo y radical en su psicología, y así pasar a formar parte de los Divinos Planes que los
auténticos "guías de la humanidad" tienen para nosotros...

Son momentos definitivos, estimado lector y necesitamos en forma urgente DESPERTAR...

La sabiduría y el amor de nuestro Real Ser es lo único que realmente necesitamos para poder
vivir aquí en este mundo siendo felices de verdad…

Creemos escuchar, allá en el fondo, sus palabras diciéndonos:

¡Bienvenidos todos quines anhelen desde el fondo de sus Almas transitar el verdadero Camino
de la Paz, del Amor y de la legítima Espiritualidad ...!

¡Bienvenidos todos quienes se propongan re-aprender a escuchar la sutil voz de su Real Ser
Interior Profundo, para que así puedan recibir en verdad su Luz y Él mismo los pueda guiar hacia la
conquista de la Verdadera Vida y del verdadero discipulado...

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Solo nos resta desearles entonces que la gracia divina y la sabiduría eterna los eleve y los dirija
hacia el océano delicioso e inefable de su divina protección y amparo... y ¡Que la Paz mas profunda reine
en vuestros corazones, ahora y siempre!

Marcelo Gómez Grecco

Ultima revisión: diciembre 2008.


Contactos: marcelogomezgrecco@yahoo.com.ar

El total contenido de esta obra es responsabilidad exclusiva de su autor.

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