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Pielonefritis aguda no complicada


del adulto: diagnóstico
y tratamiento
J.-N. Cornu, R. Renard-Penna, M. Rouprêt

La pielonefritis aguda (PNA) es una infección de las vías urinarias superiores


relativamente frecuente puesto que, en la población femenina, aparece con una
prevalencia del orden del 5%. Se trata de una entidad clínica bien descrita cuyo
diagnóstico, basado en la anamnesis, la exploración física y el análisis citobacteriológico
urinario, no plantea dificultades particulares. En la actualidad, la tomografía
computarizada es el estudio de imagen de referencia para explorar las lesiones
parenquimatosas y la posible asociación de una obstrucción. El tratamiento inicial, una
monoantibioticoterapia probabilística dirigida contra Escherichia coli, se adapta luego
según el antibiograma. Cuando se establece el diagnóstico con celeridad y se observa
correctamente la prescripción farmacológica, el cuadro suele evolucionar de modo
favorable.
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Palabras Clave: Pielonefritis; Infección urinaria

Plan aguda) o a las superiores (pielonefritis). La pielonefritis


aguda (PNA) típica es una infección urinaria bacteriana
¶ Introducción 1 del parénquima renal (tejido intersticial) y del sistema
colector del riñón (pelvis) que aparece en un contexto
¶ Epidemiología 2 clínico característico [1, 2]. La forma primitiva afecta casi
¶ Factores de riesgo 2 exclusivamente al sexo femenino. Pese a que compro-
¶ Agentes causales 2 mete las vías urinarias superiores, la mayoría de los
episodios se consideran primitivos o no
¶ Fisiopatología 3
Modo de contaminación 3
complicados [2-4]. Independientemente de su situación
Virulencia bacteriana 3 en las vías inferior o superior, una infección urinaria
Modo de defensa natural 3 complicada 1 se asocia con condiciones subyacentes que
Mecanismos inmunológicos 3 aumentan el riesgo de fracaso del tratamiento: obstruc-
ción, particularidades fisiológicas (paciente de edad,
¶ Manifestaciones clínicas 4
embarazo, reflujo vesicorrenal, etc.), disfunción uroló-
Forma típica 4
gica o germen uropatógeno multirresistente [5-7]. Este
Formas atípicas 4
artículo no trata el tema de las pielonefritis secundarias
¶ Exámenes complementarios 5 o formas complicadas. De manera pragmática, se deno-
Bacteriológicos 5 mina infección urinaria no complicada a aquella que
Diagnóstico por imagen 5 afecta a una mujer joven no embarazada y sin antece-
¶ Tratamiento 6 dentes particulares [3, 8-10]. La PNA puede ser peligrosa a
Antibioticoterapia 7 causa del compromiso del parénquima renal. El pronós-
Control 7 tico ulterior depende, por un lado, de la posible apari-
Valoración urológica 7 ción de una cicatriz esclerosante renal y, por otro, del
¶ Conclusión 7 riesgo de paso a la cronicidad y de destrucción silen-
ciosa del parénquima [1, 5, 11, 12]. Conviene recordar la
distinción entre la PNA y la pielonefritis crónica, que es
una forma de enfermedad tubulointersticial de progre-
■ Introducción sión lenta, originada por una obstrucción prolongada o
por un reflujo vesicoureteral, con o sin infección
recidivante [2, 12, 13].
Las infecciones urinarias reúnen situaciones clínicas
muy diversas que pueden afectar a todas las vías urina-
rias, desde la celda renal hasta el meato uretral. Por 1
El término PNA «complicada» es una traducción directa del inglés
convención se distinguen dos entidades, según compro- complicated. Sería más lógico emplear el término PNA «con riesgo»
meta la infección a las vías urinarias inferiores (cistitis (es decir, con riesgo de complicación).

Urología 1
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■ Epidemiología espermicidas y los anticonceptivos locales contienen


elementos que alteran la flora vaginal normal y favore-
Las infecciones urinarias son muy frecuentes en todo cen la colonización y el crecimiento de las bacterias. En
el mundo. Las vías respiratorias y las urinarias represen- cambio, nunca se ha demostrado de forma clara que los
tan, en ese orden, los dos principales focos de infección anticonceptivos orales aumenten el riesgo relativo de
bacteriana [2, 4, 9, 14]. Por ejemplo en Francia, donde se infección urinaria. Estos factores no exponen a una
cuentan unos 2 millones de infecciones urinarias anua- forma complicada de PNA, sino que facilitarían la
les, estos cuadros son motivo de consulta frecuente en aparición de una crisis primitiva [6, 13, 19] . Además,
los servicios de urgencias médicas [15, 16]. La prevalencia algunas anomalías urológicas o metabólicas favorecen la
se sitúa cerca del 5% en la mujer y por debajo del 0,1% infección urinaria. La estasis urinaria provocada por una
en el varón [14, 15, 17]. Después de los 65 años, la preva- obstrucción a cualquier nivel de las vías urinarias es un
lencia se eleva al 20 y el 10% respectivamente, y sigue factor de gran importancia porque perjudica los meca-
aumentando con la edad de modo progresivo. El nismos de defensa inespecíficos, tanto en el segmento
cociente mujer/varón es igual a 30/1 en el adulto joven superior como en el inferior [8, 20]. El flujo urinario deja
y a 3/1 en las personas de edad. En el sexo masculino la de cumplir su función, de manera que las bacterias
frecuencia aumenta después de los 50 años y se relaciona pueden multiplicarse con mucha más facilidad [21, 22].
con enfermedad prostática. En el sexo femenino se En el riñón, la dilatación de las cavidades pielocaliciales,
observan dos picos: uno al principio de la actividad y luego la de los tubos colectores, favorecen el paso de
sexual y el otro en el período posmenopáusico. También los agentes microbianos hacia la zona medular y el
el embarazo actúa como factor favorecedor [6, 7, 18]. Se tejido intersticial. Las litiasis renales también propician
considera que al menos un 50% de las mujeres sufre una la aparición del cuadro, porque la lesión iterativa de la
infección urinaria en el transcurso de su vida, y un película de mucopolisacárido natural protector facilita la
25-35% de las mujeres presenta al menos una infección adherencia de las bacterias al urotelio [2, 3, 19]. Si existe
urinaria entre los 20-40 años. En el niño, más particular- reflujo vesicoureteral suelen observarse episodios pielo-
mente en el varón, la PNA suele revelar una malforma- nefríticos repetidos homolaterales al reflujo. El tropismo
ción del aparato excretor. Se conoce relativamente bien de las bacterias respecto a la glucosa contenida en la
la prevalencia de las infecciones urinarias en los diferen- orina del diabético insulinodependiente explica las
tes grupos de edad, pero la mayoría de los estudios no infecciones urinarias de estos enfermos [21, 22].
distingue la PNA del caso general de las infecciones
urinarias. Con todo, las infecciones urinarias de las vías
urinarias superiores son mucho menos frecuentes que las ■ Agentes causales
de las vías inferiores [9, 15, 16].
En las infecciones urinarias comunitarias, las especies
en cuestión muestran una gran estabilidad temporal y
■ Factores de riesgo espacial. Se trata de bacterias de metabolismo primitivo
aeróbico que poseen factores de virulencia específicos
La PNA no complicada y las infecciones de las vías (P-fimbriae, endotoxina). Escherichia coli es, con mucho,
urinarias inferiores comparten los mismos factores de el germen involucrado con mayor frecuencia (60-80%
riesgo potenciales [2, 8, 19]. de las infecciones urinarias, 70-95% de las cistitis agudas
simples y 85-90% de las PNA simples) [8, 23-26]. Staphylo-
coccus saprophyticus interviene más a menudo en la
cistitis que en la pielonefritis. De forma ocasional, la

“ Punto fundamental
PNA se origina por otras enterobacterias como Proteus
mirabilis, klebsielas o enterococos. Aunque con menor
frecuencia, Ureaplasma urealyticum también puede causar
Factores de riesgo de PNA primitiva episodios de ese tipo (Cuadro I) [2, 4, 6, 9]. Todas estas
bacterias comunitarias muestran una resistencia cre-
• sexo femenino;
ciente a los antibióticos. Se trata de un fenómeno
• edad avanzada (>55 años);
inquietante, puesto que E. coli resiste en el 40-50% de
• antecedente personal de infección urinaria; los casos a la amoxicilina, en el 15-30% a la asociación
• relación sexual sin micción poscoital; amoxicilina-ácido clavulánico, en el 15-40% al cotri-
• •anticoncepción local (espermicidas, diafragma moxazol, en el 5-10% a las quinolonas de primera
uterino, etc.); generación, en el 3-5% a las fluoroquinolonas sistémicas
• inmunodepresión/anomalía metabólica:
diabetes, infección por el virus de la inmuno-
deficiencia humana (VIH), trasplante de órgano, Cuadro I.
corticoterapia prolongada, etc. Bacterias incriminadas en las infecciones urinarias.
• embarazo; Bacterias Frecuencia
• prolapso pélvico genitourinario; Escherichia coli 70-95%
• litiasis renales;
Staphylococcus saprophyticus 5-20% (sobre todo en las muje-
• reflujo vesicoureteral; res jóvenes, durante el verano)
• anomalía anatómica o funcional de las vías
Otras enterobacterias <5%
urinarias: obstrucción, cuerpo extraño, sonda
vesical, riñón único, vejiga neurológica, poli- Proteus mirabilis
quistosis renal, etcétera. Klebsiella pneumoniae
Enterobacter spp.
Enterococci spp. Sugiere una infección de origen
mixto o una anomalía
Entre los factores validados cabe destacar: anteceden- Atípica veces es difícil de diagnosticar
tes personales de infección urinaria, relaciones sexuales en medio de cultivo
recientes, ausencia de micción poscoital, uso de esper-
Ureaplasma urealyticum
micidas o diafragma uterino y edad avanzada. Los

2 Urología
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y en menos del 2-3% a las cefalosporinas de tercera la génesis y la difusión de la infección urinaria. La
generación, los aminoglucósidos, los furanos y la adherencia de las bacterias a la mucosa urotelial es un
fosfomicina [2, 6, 27, 28]. requisito casi imprescindible para que se desarrolle una
infección urinaria [20, 32, 33] . La pared bacteriana se
compone de una membrana externa en la que se implan-
■ Fisiopatología tan los flagelos (antígeno H) y unas finas fibrillas protei-
cas llamadas pili (o «fimbriae») [23, 25, 33]. Los pili están
Modo de contaminación determinados genéticamente por el patrimonio cromosó-
mico de la bacteria. Los hay de dos tipos: I (pili sensibles
En condiciones fisiológicas las vías urinarias son
a la manosa) y II (pili resistentes a la manosa) La presen-
estériles, con excepción de la flora de la uretra distal,
cia de pili de tipo II parece necesaria para la colonización
colonizada por gérmenes digestivos, cutáneos y genita-
de las vías urinarias superiores. Además, las bacterias
les. El huésped cuenta con numerosos factores que
contienen lipopolisacáridos con propiedades inmunogé-
impiden la infección ascendente: longitud de la uretra,
nicas que hacen las veces de endotoxinas y actúan sobre
frecuencia de las micciones, integridad de la mucosa
las fibras musculares lisas y causan una atonía de la vía
vesical, flujo urinario permanente en los uréteres y
excretora que contribuye a agravar la infección. En el
características bioquímicas propias de la orina. La
plano sistémico provocan manifestaciones generales que
infección comunitaria casi siempre se produce por un
acompañan la infección, como fiebre, leucocitosis y
mecanismo «ascendente», con invasión de la vejiga por
riesgo de shock séptico [1, 2, 25, 34]. Estos lipopolisacáridos
la flora uretral. Luego puede infectarse el riñón (o la
portadores del antígeno O o K definen los diferentes
próstata en el varón), ya sea por carencia de las defensas
serotipos de colibacilos (existen >150) [20, 25].
(estasis urinaria, modificaciones urodinámicas del
embarazo, glucosuria de la diabetes, etc.) o por implan-
tación de una bacteria especialmente virulenta o uropa-
tógena (fuentes de E. coli productoras de una o varias
Modo de defensa natural
adhesinas, fimbriae o pili) en la flora uretral [24, 29-31]. La Los principales medios fisiológicos de defensa contra
mujer sufre una PNA cuando los agentes uropatógenos la infección urinaria son inespecíficos: flujo urinario,
de la flora fecal colonizan la vagina proximal, ascienden frecuencia de las micciones completas, integridad e
hacia la vejiga y luego remontan los uréteres hasta los impermeabilidad del urotelio (glucosaminoglucanos de
riñones. No se ha comprobado de manera fehaciente superficie y células uroteliales), proteína de Tamm-
que todas las PNA no complicadas estuvieran precedidas Horsfall secretada por el riñón (quelante de Escherichia
por una infección vesical, puesto que, en algunas coli con pili de tipo I) [29, 30, 35]. La capa de glucosami-
mujeres, la pielonefritis aparece antes que los síntomas noglucanos (mucopolisacáridos) que recubre la mucosa
de cistitis. Sin embargo, casi todas las mujeres aquejadas urotelial previene la adherencia de las bacterias a las
de PNA presentan una polaquiuria, lo que lleva a células de las vías urinarias. Esta función sería depen-
suponer que por lo general existe una infección vesical diente de la secreción de estrógenos y explicaría en
concomitante [2, 4, 9, 16] . En las pacientes con vías parte la mayor incidencia de las infecciones urinarias en
urogenitales normales, la PNA se origina casi exclusiva- la mujer menopáusica. Cuando existe un flujo urinario
mente por uropatógenos con determinantes de virulen- elevado y la vejiga se vacía de manera normal, la
cia bien reconocidos. Las cepas de Escherichia coli infección urinaria es infrecuente [9, 19]. Ocurre lo con-
uropatógenas incriminadas han adquirido los elementos trario si el vaciado vesical se halla alterado, como en los
genéticos que aumentan su capacidad de colonizar, casos de reflujo vesicoureteral o de neuropatía vegetati-
invadir y sobrevivir en el aparato urinario [23, 25, 32]. La va [9, 19]. La proteína de Tamm-Horsfall, rica en residuo
vía de contaminación hematógena sólo se observa en manosa, se produce en el segmento ascendente del asa
algunos estados patológicos particulares (septicemia, de Henle y ejerce un «efecto de cebo» sobre las E. coli
bacteriemia, etc.). Además de la flora habitual se obser- que poseen pili de tipo I [19, 30, 36]. La orina no tiene
van otras especies bacterianas (Staphylococcus aureus, propiedad bacteriostática ni bactericida alguna, y puede
Salmonella, levaduras, etc.). La contaminación por vía ser un excelente medio de cultivo. Sin embargo, existen
linfática es excepcional. La mayoría de las veces se trata en ella algunos factores como la alta concentración de
de un germen de la flora digestiva que infecta la vía urea, los ácidos orgánicos urinarios y el pH ácido que
urinaria en sentido ascendente [2, 26]. impiden la multiplicación de las bacterias o su adheren-
cia al urotelio. El efecto inhibidor de las secreciones
prostáticas sobre el crecimiento bacteriano explica la
baja frecuencia de las infecciones urinarias en el varón,
“ Punto importante favorecidas en la mujer por la brevedad de la uretra. Las
modificaciones de la flora y el pH vaginal (aumento del
pH > 4,4) como consecuencia de la disminución fisioló-
La infección de las cavidades excretoras renales se gica de los estrógenos tras la menopausia o a causa de
produce por vía retrógrada ascendente y de forma algunas prácticas de higiene (duchas vaginales), facilitan
secundaria llega al parénquima renal, cuya intensa la colonización vaginal y luego uretral por la bacterias
vascularización favorece el paso de los gérmenes a digestivas [2, 8, 19].
la circulación sistémica, con posibilidad de
septicemia y shock séptico. Los sitios infectados
del urotelio y del parénquima renal muestran Mecanismos inmunológicos
edema, aflujo de leucocitos e isquemia local,
Las inmunoglobulinas A (IgA) parecen desempeñar
causantes de microabscesos.
una importante función para prevenir la adhesión de las
bacterias a las células uroteliales de las vías excretoras
urinarias [2, 32, 36, 37]. En la PNA aparece rápidamente
Virulencia bacteriana una respuesta inmunitaria a los antígenos bacterianos.
Al principio se activan las vías de la inflamación y de la
l fenómeno de adherencia bacteriana resulta esencial respuesta inmunitaria, luego intervienen los linfocitos y
para comprender el papel patógeno de los colibacilos en las citocinas. Según unos estudios recientes, la activa-

Urología 3
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Endotoxina
(lípido A)

Macrófago Monocito
Mucosa urotelial
IL1, ICAM-1, IL8, IL6
ICAM-1 Inmunidad celular
y humoral

CD11/CD18
Adhesión de los polimorfonucleares Reacción inflamatoria aguda
neutrófilos al endotelio precoz

Migración a través Células epiteliales y


del endotelio endoteliales : IL1, IL6, TNF

Agregado de polimorfonucleares
Fagocitosis neutrófilos Monóxido de nitrógeno

Obstrucción de los vasos Dilatación de los vasos


Lisis celular y elastasa
capilares capilares

Destrucción bacteriana Isquemia Lesión respiratoria


Lesiones uroteliales
(ruptura ADN)

Figura 1. Cascada inmunológica que causa la agresión al parénquima renal. E. coli se adhiere a las células tubulares renales (G-tip proteína
de los pili de tipo II) e induce una respuesta a los antígenos bacterianos. También se activan las vías de la inflamación y de la respuesta
inmunitaria. IL: interleucina; ICAM-1: intercellular adhesion molecule 1; TNF: factor de necrosis tumoral; ADN: ácido desoxirribonucleico.

ción de las interleucinas de tipo 1, 6 y 8, cuya concen-


tración aumenta en la orina y en el suero, depende
■ Manifestaciones clínicas
directamente de la adhesión de los colibacilos a las
células uroteliales [2, 29, 31, 38]. Más adelante las citocinas Forma típica
reclutan polimorfonucleares en el sitio de la infección e
inician la reacción inflamatoria (Fig. 1). Los linfocitos T Es la forma más frecuente de PNA idiopática [3, 15, 16].
secretan enzimas que degradan la matriz extracelular. El Afecta tan sólo a mujeres de 15-65 años, sin uropatía ni
aumento de la concentración de células CD4 durante la contexto particular. La mayoría de las veces el diagnós-
tico de PNA puede formularse a partir de la anamnesis
fase aguda de la infección induciría la migración de
y del examen físico. El cuadro clínico típico, que se
células inflamatorias desde la circulación general hacia
instala de modo abrupto, comprende:
el sitio de expresión del antígeno por la bacteria. La
• signos de cistitis, a menudo inaugurales (pródromos)
fagocitosis empieza en el sitio de la infección, en
y discretos, a veces ausentes;
presencia de los macrófagos. Este fenómeno, asociado a • signos de compromiso parenquimatoso renal: fiebre y,
la isquemia causada por la obstrucción de los microva- a menudo, escalofríos; dolor en la fosa lumbar y en
sos, da lugar a la puesta en circulación de radicales el ángulo costolumbar, por lo general unilateral, con
libres [2, 29, 31, 38] que inducen lesiones tisulares irrever- irradiación descendente hacia el pubis y los órganos
sibles y, por tanto, una apoptosis celular prematura. Los genitales externos. Puede ser espontáneo o provocado
pili de tipo II son sin duda el principal factor desenca- por la palpación, que presenta empastamiento, o la
denante de la respuesta en fase aguda, pero además percusión de la fosa lumbar;
cumplirían una importante función para lanzar la • trastornos digestivos: vómitos, distensión abdominal
segunda ola de respuesta por el organismo. Al fijar la o diarrea, que a veces ocupan el primer plano y
fibronectina, los pili dejan al descubierto algunas células resultan, por consiguiente, engañosos.
capaces de iniciar una respuesta inmunológica más En la exploración física se suele encontrar alteración
adecuada. Luego se produce una reacción sistémica con del estado general y astenia.
anticuerpos dirigidos sucesivamente contra los antígenos
O y K y contra los pili de tipos I y II presentados por
los colibacilos [2, 20, 24, 25, 39]. En las infecciones urinarias
Formas atípicas
altas hay una producción sérica de IgM, de IgG y Además de las formas intensas, de diagnóstico claro,
después de IgA, bajo el control de los linfocitos T que existen formas no evolucionadas que presentan tan sólo
infiltran el riñón. Aunque en la PNA los pili sean los febrícula y lumbalgia provocada, lo que destaca la
principales factores de virulencia bacteriana, también importancia de la búsqueda sistemática de los síntomas
intervendrían otros pili (X, S, etc.) y otros modos de en una paciente que consulta por un cuadro de cistitis
adhesión bacterianos. En las PNA graves suelen combi- aguda común [3, 15, 16]. A veces no hay dolor renal y sí
narse múltiples factores de virulencia, como la asocia- signos digestivos, que simulan una apendicitis aguda o
ción de pili de tipo I, hemolisina y aerobactina. Por una colecistitis [1, 2]. Si se plantean dudas diagnósticas
tanto, el principal objetivo de la terapia debe ser la respecto a una posible infección ginecológica, en parti-
erradicación precoz de las E. coli causantes, principales cular respecto a una salpingitis aguda, se debe practicar
factores de la gravedad de la infección [2, 31, 33, 40]. sistemáticamente un examen pélvico.

4 Urología
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“ Punto importante “ Punto importante


Es imprescindible realizar una ecografía para El examen citobacteriológico de la orina debe
descartar una PNA obstructiva, que requeriría un practicarse de manera sistemática. Los gérmenes
drenaje urgente. La retención de orina infectada más frecuentes son los bacilos gramnegativos (E.
purulenta en la vía excretora superior supone un coli > 80% de los casos): más de 105 unidades
riesgo elevado de septicemia. formadoras de colonias (UFC)/ml asociadas a una
leucocituria > 104/ml.

La PNA idiopática se observa raras veces en el


varón [3, 4, 13]. Cuando aparece, suele ser consecutiva a Hemocultivo
una infección primitiva de la próstata. Siempre debe
realizarse un tacto rectal y sospechar una prostatitis La indicación de los hemocultivos parece poder
primitiva que hubiera pasado inadvertida hasta enton- limitarse a las pacientes que necesitan hospitalización.
ces. Cualquier otra causa de obstáculo cervicoprostático Resulta imprescindible si se sospecha una forma compli-
puede favorecer tales infecciones. cada, como una sepsis grave [3, 18].

Diagnóstico por imagen


■ Exámenes complementarios La valoración radiológica inicial persigue dos objeti-
vos: confirmar el origen renal del cuadro infeccioso y
Bacteriológicos buscar en la vía excretora una causa obstructiva que
necesite una derivación urgente [41, 42] . También se
Tira reactiva urinaria emplean las técnicas de imagen para controlar a las
pacientes que evolucionan de manera desfavorable pese
Esta prueba debe realizarse con una tira reactiva no a recibir un tratamiento médico adecuado y para eva-
vencida, en una muestra de orina reciente. Sólo tiene luar las posibles secuelas renales [43] . Se utiliza la
valor orientativo, puesto que detecta los leucocitos, tomografía computarizada (TC) renal, más eficaz que la
indicativos de la reacción del huésped frente a la ecografía para detectar las lesiones parenquimatosas de
infección, y los nitritos, producidos por las gérmenes origen infeccioso y para descartar la asociación de una
que, como las enterobacterias, se hallan equipados con obstrucción de la vía excretora [41, 42]. Sin embargo, la
nitrato reductasa. En cambio, la reacción resulta nega- TC no siempre está indicada para el diagnóstico de la
tiva para los cocos grampositivos y para algunos bacilos PNA. De entrada (hasta 18 horas después de la consulta
gramnegativos, como Pseudomonas aeruginosa. Los inicial) sigue siendo perfectamente válido practicar una
métodos rápidos de detección de bacteriuria tienen radiografía simple y una ecografía renal. Sólo se solicita
sensibilidad insuficiente para señalar las infecciones una TC de manera sistemática en los siguientes casos:
urinarias con baja concentración de bacterias en la fiebre persistente durante más de 48-72 horas pese a una
orina. El principal interés de este método radica en su antibioticoterapia adecuada, dolor lumbar predominante
muy elevado valor predictivo negativo, cercano al 97%, compatible con un obstáculo, sospecha de infección por
en los pacientes sin sonda [2, 8]. un germen atípico, antecedente personal de litiasis
urinaria, insuficiencia renal, diabetes insulinodepen-
Examen citobacteriológico de orina diente. En las PNA primitivas, las técnicas de imagen
también pueden resultar útiles a distancia del episodio
En las mujeres que presentan una PNA se deben agudo, para precisar la etiología o para prevenir la
practicar de manera sistemática un análisis bacterioló- recidiva descartando, ante todo, un reflujo vesicourete-
gico urinario y un antibiograma antes de emprender ral [44, 45].
cualquier antibioticoterapia, ya que un tratamiento
inadecuado crea un riesgo potencial de secuelas [2, 8]. La Uro-TC
metodología tiene una importancia capital. Lo ideal es
obtener la muestra de orina antes de haber adminis- Es el examen de referencia. Se debe exigir una TC con
trado ningún antibiótico. Se empieza por una cuidadosa medio de contraste, porque si no los cortes casi siempre
limpieza en torno al meato, se deja correr la orina de la .
aparecen normales. La utilidad diagnóstica de las imá-
primera parte de la micción (que, según se piensa, genes del tiempo nefrográfico es superior a la de las
lavaría la flora de la uretra anterior) y se recoge la imágenes precoces del tiempo arterial (Fig. 2).
muestra de la parte media del chorro. El envío al La TC determina con precisión las anomalías paren-
laboratorio debe ser inmediato para evitar todo lo que quimatosas secundarias a la infección y establece el
pueda favorecer la pululación microbiana ex vivo, que diagnóstico de la infección renal mediante el análisis de
falsearía los resultados. Si esto no es posible, se ha de cuatro criterios radiológicos validados en las publicacio-
conservar la muestra a una temperatura cercana a +4 °C. nes [46, 47]:
El examen citobacteriológico de la orina (ECBO) com- • lesiones unilaterales o bilaterales;
prende dos etapas: la de orientación (examen directo) y • lesiones focales o difusas;
la de confirmación (asociación de bacteriuria y leucoci- • edema local o ausencia de edema;
turia significativas). La hematuria es un signo incons- • hipertrofia renal o ausencia de hipertrofia.
tante. Existe consenso acerca del umbral de leucocituria Los cortes sin medio de contraste obtenidos por TC
a partir del cual se sospecha una infección urinaria (104 helicoidal son esenciales para identificar un cálculo,
elementos/ml o más de 10 elementos/mm3). Teniendo calcificaciones, imágenes gaseosas, focos hemorrágicos o
en cuenta la forma clínica y la especie microbiana, se ha inflamatorios y una posible dilatación de las cavidades
fijado recientemente un nuevo umbral de bacteriuria renales. Sin embargo, este primer tiempo radiológico
para las prostatitis y las PNA, superior o igual a 104 puede resultar normal en el estadio inicial de la infec-
UFC/ml. ción [43, 44, 46]. Las imágenes nefrográficas recogidas tras

Urología 5
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Figura 2. Pielonefritis aguda derecha. Tomografía computari-


zada con inyección de producto de contraste. En el tiempo
nefrográfico aparece un foco hipodenso triangular asociado con
una pielitis.

Figura 4. Pielonefritis aguda derecha. Tomografía computari-


zada con inyección de medio de contraste.
A. Foco redondo hipodenso en el labio anterior del riñón dere-
cho.
B. Foco redondo hipodenso en el polo inferior del riñón derecho.

Figura 3. Pielonefritis aguda izquierda. Tomografía computa-


rizada tras la inyección del medio de contraste. Tiempo nefrográ-
fico: múltiples defectos hipodensos triangulares de base perifé-
rica que le confieren al riñón un aspecto estriado. “ Punto importante
Tras la fase aguda de una pielonefritis, la TC puede
la inyección del medio de contraste pueden mostrar los mostrar una cicatriz cortical en forma de muesca.
rasgos característicos de la PNA: estrías hipo e hiperden- Este signo irreversible, testimonio de un infarto
sas paralelas al eje de los túbulos y tubos colectores con renal, seguirá apareciendo en las imágenes
distribución radial de la papila a la corteza, lo cual crea
tomográficas posteriores.
una imagen hipodensa parenquimatosa de forma trian-
gular y base periférica (80-90 unidades Hounsfield frente
a 140-150 en el parénquima renal normal adyacente)
(Figs. 3 y 4). La disminución de la captación de con- Resonancia magnética (RM)
traste en un foco de PNA se atribuye a la obstrucción
.

No resulta muy útil para explorar la PNA porque,


secundaria a la inflamación, al edema y a la eliminación
según se ha comprobado en algunos estudios, las lesio-
de restos celulares [44, 47].
nes no se visualizan con claridad y aparecen como
Además, la TC descarta los diagnósticos de absceso
zonas de hiposeñal realzadas por la inyección de gado-
renal y de flemón perinefrítico [5, 48]. En general, las
linio [44, 51]. Así pues, sólo se solicita una RM si la TC
anomalías parenquimatosas de la PNA remiten con el
está contraindicada (embarazo, alergia al yodo, insufi-
tratamiento antibiótico. Por otra parte, la TC sirve para
ciencia renal).
descartar un obstáculo de la vía excretora superior que
pudiera necesitar un drenaje de urgencia [42].
Gammagrafía renal
Ecografía Puede practicarse con fines diagnósticos, pero más
aún para controlar y evaluar la evolución de las secuelas
Es mucho menos sensible que la TC para detectar parenquimatosas [52] . En situaciones de urgencia se
anomalías del parénquima renal [49]. Las lesiones de emplea mucho menos que la exploración tomográfica.
edema aparecen en forma de focos hipo o hiperecogé- En el adulto aporta escasa información, por lo que sólo
nicos correspondientes a focos de hemorragia. El se utiliza en el lactante y en el niño.
Doppler puede identificar focos hipovascularizados y, si
la irradiación está absolutamente proscrita, puede
ofrecer una alternativa respecto a la TC [50]. La ecografía ■ Tratamiento
sirve sobre todo para descartar una dilatación de las
cavidades pielocaliciales asociada a síntomas de La mayoría de las PNA no complicadas se tratan en
pielonefritis. régimen ambulatorio, ya sea de entrada o tras unas

6 Urología
Pielonefritis aguda no complicada del adulto: diagnóstico y tratamiento ¶ E – 18-070-A-10

Cuadro II.
Antibioticoterapia probabilística de las pielonefritis agudas (PNA)
simples. “ Punto importante
PNA no complicada: monoantibioticoterapia durante 10-
21 días El tratamiento de la PNA simple debe empezarse
Cefalosporina de tercera generación inyectable: de inmediato, con la prescripción un antibiótico,
- cefotaxima: 1 g ×3/día sin aguardar los resultados del ECBO. Es preferible
- ceftriaxona: 1-2 g/día utilizar una fluoroquinolona de segunda
o generación por vía oral o una cefalosporina de
Fluoroquinolona (vía oral) prioritaria. Si no fuera posible: tercera generación. Este tratamiento dura 10-
- ciprofloxacina: 500-700 mg ×2/día (vía oral) - 200 mg ×2-3/día
15 días. Una semana después de haberlo
(vía intravenosa) terminado se solicita un ECBO.
- levofloxacina: 500 mg ×1/día (vía oral o intravenosa
- ofloxacina: 200 mg ×2-3/día (vía oral o intravenosa)

un ECBO. En los demás casos, éste se realiza una


horas de observación con el paciente hospitalizado [1, 2, semana después del final del tratamiento. El control de
14] .Por lo tanto, en las pacientes seleccionadas y las PNA tratadas de forma ambulatoria puede limitarse
dispuestas a aceptar un control estricto se recomienda a un solo ECBO tardío después de haber terminado el
ampliamente el tratamiento domiciliario. tratamiento antibiótico.
La decisión de hospitalizar depende del cálculo de
riesgo. Entre los criterios de ingreso se cuentan sobre
todo: Valoración urológica
• imposibilidad de mantener un aporte hídrico oral o
de tomar medicamentos; Las pacientes jóvenes y en buen estado general que
• incertidumbre en cuanto al cumplimiento del trata- presentan una PNA simple no necesitan una explora-
miento; ción urológica sistemática. En ellas, la prevalencia de
• dudas sobre el diagnóstico; anomalías anatómicas predisponentes es inferior al 5%.
• malas condiciones socioeconómicas; Raras veces se encuentran anomalías urológicas en las
• compromiso del estado general, con fiebre elevada y pacientes que responden bien al tratamiento antibiótico,
dolores; incluidas aquellas que sufren episodios iterativos. La TC
• hipotensión arterial y riesgo de evolución hacia un renal realizada durante la PNA no complicada puede
shock séptico. revelar lesiones locales hipodensas que, si se someten a
una biopsia, muestran una nefritis intersticial aguda con
intensa infiltración de polimorfonucleares neutrófilos y
Antibioticoterapia edema intersticial. Si se administra un tratamiento
La curación de la PNA correlaciona de forma más antibiótico adecuado, estas lesiones suelen desaparecer
estrecha con la alta concentración del antibiótico en la en el término de 2 o 3 meses. Sin embargo, algunas
médula renal que con las concentraciones sanguíneas o veces quedan secuelas cicatrizales. Cuando la paciente
urinarias del fármaco [1, 2, 14]. De ello se desprende la sigue presentando fiebre y no da muestras de mejorar
necesidad de emplear productos que alcancen una tras 72 horas de un tratamiento adecuado, se debe
concentración hística renal elevada: aminoglucósidos, realizar una TC para descartar una obstrucción, un
fluoroquinolonas y, en menor medida, ß-lactaminas [28, absceso renal o perinefrítico u otras complicaciones de
53]. La nitrofurantoína no debe emplearse para tratar las la pielonefritis. Cerca de un 33% de estas pacientes
PNA porque no se concentra lo suficiente en los tejidos presenta una anomalía urológica. Si se producen crisis
renales. Si se dispone de un perfil de susceptibilidad a recidivantes conviene realizar una TC de manera siste-
los antibióticos de los uropatógenos comunitarios es mática para eliminar una litiasis, una uropatía obstruc-
posible orientar la prescripción empírica. Las pacientes tiva o cualquier otro factor de complicación. La
con PNA no complicada pueden recibir numerosos anomalía anatómica más a menudo incriminada en las
tratamientos, ya sea por vía oral o parenteral. Basta con pielonefritis es un reflujo vesicoureteral. Una vez que se
una monoterapia, de manera que la asociación con un ha diagnosticado, por lo general mediante una uretro-
aminoglucósido sólo se justifica en la pielonefritis cistografía retrógrada y miccional, el reflujo puede
complicada. Si el estado general no se halla demasiado tratarse, según su magnitud, por vía endoscópica o
afectado y el paciente puede tolerar los antibióticos y la quirúrgica [54].
hidratación por vía oral, se escoge este modo de admi-
nistración. El tratamiento parenteral se administra
habitualmente a pacientes con mal estado general, muy
febriles o con vómitos abundantes. Se utilizan antibió- ■ Conclusión
ticos bactericidas que alcanzan altas concentraciones
renales y urinarias [28, 53] . Tan pronto como se han La PNA no complicada es una infección frecuente de
recogido las muestras para los análisis bacteriológicos se la pelvis y del tejido intersticial renal que, la mayoría de
prescribe un tratamiento probabilístico (Cuadro II). De las veces, se produce por vía ascendente y afecta a
todas maneras, las pacientes con una PNA simple casi mujeres jóvenes. La bacteria más a menudo incriminada
siempre pueden pasar a la vía oral al cabo de 24 o es Escherichia coli. El diagnóstico se apoya en la explo-
48 horas. Para las formas simples, en la actualidad se ración física y en el análisis citobacteriológico de la
recomienda un tratamiento de 10-21 días. orina, completados con una ecografía o, en algunos
casos, con una TC. Si no hay signos de complicación se
Control prescribe una monoterapia antibiótica, generalmente de
forma ambulatoria. La PNA no complicada, cuando se
Si no se observa una clara mejoría al cabo de trata correctamente, la suele resolverse sin dejar secuelas
48-72 horas, además del examen clínico debe practicarse ni cicatriz renal.

Urología 7
E – 18-070-A-10 ¶ Pielonefritis aguda no complicada del adulto: diagnóstico y tratamiento

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J.-N. Cornu.
Service d’urologie, Hôpital Pitié-Salpêtrière, AP-HP, 47-83, boulevard de l’Hôpital, 75651 Paris cedex 13, France.
Faculté de médecine Pierre et Marie Curie, université Paris VI, Paris, France.
R. Renard-Penna.
Service de radiologie, Hôpital Pitié-Salpêtrière, AP-HP, 47-83, boulevard de l’Hôpital, 75651 Paris cedex 13, France.
Faculté de médecine Pierre et Marie Curie, université Paris VI, Paris, France.
M. Rouprêt (morgan.roupret@psl.aphp.fr).
Service d’urologie, Hôpital Pitié-Salpêtrière, AP-HP, 47-83, boulevard de l’Hôpital, 75651 Paris cedex 13, France.
Faculté de médecine Pierre et Marie Curie, université Paris VI, Paris, France.

Cualquier referencia a este artículo debe incluir la mención del artículo original: Cornu J.-N., Renard-Penna R., Rouprêt M. Pyélonéphrite
aiguë non compliquée de l’adulte : diagnostic et traitement. EMC (Elsevier Masson SAS, Paris), Urologie, 18-070-A-10, 2008.

Disponible en www.em-consulte.com/es
Algoritmos Ilustraciones Vídeos / Aspectos Información Informaciones Autoevaluación
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