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Ataque cardíaco

El ataque cardíaco se produce cuando se bloquea el flujo de sangre que va al


corazón. Por lo general, el bloqueo es una acumulación de grasa, colesterol y
otras sustancias que forman una placa en las arterias que alimentan el corazón
(arterias coronarias).

A veces, una placa puede romperse y formar un coágulo que bloquea el flujo
de sangre. La interrupción del flujo de sangre puede dañar o destruir una parte
del músculo cardíaco.

El ataque cardíaco, también llamado infarto de miocardio, puede resultar


mortal, pero el tratamiento ha mejorado mucho con los años. Es de suma
importancia llamar al 911 o a la ayuda médica de emergencia si crees que
estás teniendo un ataque cardíaco.

Síntomas

Los signos y síntomas de un ataque cardíaco incluyen:

Presión, opresión, dolor, o sensación de compresión o dolor en el pecho o en


los brazos, que puede propagarse hacia el cuello, la mandíbula o la espalda

Náuseas, indigestión, ardor de estómago o dolor abdominal

Falta de aire

Sudor frío

Fatiga

Aturdimiento o mareos repentinos

Los síntomas de un ataque cardíaco varían

No todas las personas que tienen ataques cardíacos tienen los mismos
síntomas o presentan síntomas con la misma gravedad. Algunas personas
tienen un dolor leve; otras presentan un dolor más intenso. Algunas personas
no presentan síntomas. Para otros, la primera señal puede ser un paro
cardíaco repentino. Sin embargo, cuantos más signos y síntomas tengas,
mayor es la probabilidad de que estés teniendo un ataque cardíaco.
Algunos ataques cardíacos se producen de repente, pero muchas personas
tienen signos y síntomas de advertencia horas, días o semanas antes. La
primera advertencia podría ser un dolor o una presión en el pecho recurrente
(angina de pecho) que se desencadena con el esfuerzo y se alivia con el
descanso. La angina de pecho es el resultado de un descenso temporal del
flujo sanguíneo hacia el corazón.

Cuándo debes consultar a un médico

Actúa de inmediato. Algunas personas esperan demasiado, ya que no


reconocen los signos y síntomas importantes. Adopta las siguientes medidas:

Llama a emergencias. Si crees que estás teniendo un ataque cardíaco, no


dudes. Llama de inmediato al 911 o al número de emergencia local. Si no
tienes acceso a servicios médicos de urgencia, pídele a alguien que te lleve al
hospital más cercano.

Conduce solamente si no hay otras opciones. Ya que el trastorno puede


empeorar, al conducir te pones a ti mismo y a otros en peligro.

Toma nitroglicerina si tienes la prescripción del médico. Tómala según las


instrucciones mientras esperas la ayuda de emergencia.

Toma aspirina, si el médico lo recomienda. El consumo de aspirina durante un


ataque cardíaco puede reducir el daño cardíaco al evitar que la sangre forme
coágulos.

Sin embargo, la aspirina puede interactuar con otros medicamentos, de manera


que no la tomes a menos que el médico o el personal médico de emergencias
lo recomienden. No retrases la llamada al 911 para tomar aspirina. Llama
primero al número de emergencias.

Qué hacer si ves que una persona podría estar teniendo un ataque cardíaco

Si ves que alguien está inconsciente y crees que está teniendo un ataque
cardíaco, primero llama a la asistencia médica de emergencia. Luego, verifica
si la persona está respirando y tiene pulso. Si la persona no respira o no le
encuentras pulso, comienza a realizarle RCP.

Presiona rápido y con fuerza el pecho de la persona, a un ritmo relativamente


rápido: entre 100 y 120 compresiones por minuto.

Si no has recibido capacitación para hacer una RCP, los médicos recomiendan
realizar solo compresiones en el pecho. Si has recibido capacitación para hacer
una RCP, abre las vías respiratorias y proporciona respiración de rescate.

Más información

Síntomas de ataque cardíaco

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Causas

Un ataque cardíaco ocurre cuando una o más de las arterias coronarias se


bloquean. Con el tiempo, la acumulación de depósitos de grasa, incluido el
colesterol, forma sustancias llamadas placas, que pueden estrechar las arterias
(ateroesclerosis). Esta afección, llamada enfermedad de las arterias coronarias,
causa la mayoría de los ataques cardíacos.

Durante un ataque cardíaco, una placa puede romperse y derramar el


colesterol y otras sustancias en el torrente sanguíneo. Se forma un coágulo de
sangre en el sitio de la ruptura. Si el coágulo es grande, puede bloquear el flujo
de sangre a través de la arteria coronaria, privando al corazón de oxígeno y
nutrientes (isquemia).

Puede que tengas una obstrucción completa o parcial de la arteria coronaria.

La obstrucción completa significa que has tenido un infarto agudo de miocardio


con elevación del segmento ST (STEMI).

La obstrucción parcial significa que has tenido un infarto de miocardio sin


elevación del segmento ST (NSTEMI).
El diagnóstico y el tratamiento pueden ser diferentes dependiendo del tipo que
hayas tenido.

Otra causa del ataque cardíaco es un espasmo de la arteria coronaria que se


cierra al paso del flujo sanguíneo en una parte del músculo cardíaco. El
consumo de tabaco o fármacos ilegales (como la cocaína) puede ocasionar un
espasmo potencialmente mortal.

La infección por el virus de la COVID-19 también puede dañar tu corazón de


manera que se produzca un ataque cardíaco.

Factores de riesgo

Ciertos factores contribuyen a la acumulación de depósitos de grasa no


deseada (ateroesclerosis) que estrecha las arterias en todo el cuerpo. Puedes
mejorar o eliminar varios de estos factores de riesgo para reducir las
posibilidades de tener un primer ataque cardíaco u otros.

Entre los factores de riesgo de un ataque cardíaco se incluyen los siguientes:

Edad. Los hombres de 45 años o más y las mujeres de 55 años o más tienen
una mayor probabilidad de tener un ataque cardíaco que los hombres y las
mujeres más jóvenes.

Consumo de tabaco. Se incluye fumar y la exposición por largo tiempo al


tabaquismo pasivo.

Presión arterial alta. Con el tiempo, la presión arterial alta pude dañar las
arterias que van hacia el corazón. Cuando la presión arterial alta se produce
junto con otras enfermedades, como la obesidad, el colesterol alto o la
diabetes, aumenta aún más el riesgo.

Niveles altos de colesterol o triglicéridos en sangre. Es muy probable que un


nivel alto de colesterol de lipoproteínas de baja densidad (el colesterol "malo")
estreche las arterias. Un nivel alto de triglicéridos, un tipo de grasa de la sangre
que proviene de la dieta, también aumenta el riesgo de un ataque cardíaco. No
obstante, un nivel alto de colesterol de lipoproteínas de alta densidad (el
colesterol "bueno") puede reducir el riesgo.
Obesidad. La obesidad está relacionada con el nivel alto de colesterol en
sangre, el nivel alto de triglicéridos, la presión arterial alta y la diabetes. Reducir
simplemente un 10 % del peso corporal puede reducir el riesgo.

Diabetes. No producir suficiente insulina (una hormona secretada por el


páncreas) o no responder a la insulina de manera adecuada provoca que los
niveles de glucosa en la sangre del cuerpo aumenten, lo que incrementa el
riesgo de tener un ataque cardíaco.

Síndrome metabólico. Este síndrome se manifiesta cuando tienes obesidad,


presión arterial alta y nivel alto de glucosa en la sangre. El síndrome metabólico
hace que seas dos veces más propenso a tener una enfermedad cardíaca que
las personas que no tienen este síndrome.

Antecedentes familiares de ataques cardíacos. Si tus hermanos, padres o


abuelos han tenido ataques cardíacos a una temprana edad (antes de los 55
años en los hombres y de los 65 años en las mujeres), puedes tener un mayor
riesgo.

Falta de actividad física. Un estilo de vida inactivo contribuye a tener un nivel


alto de colesterol en la sangre y obesidad. Las personas que hacen ejercicios
con regularidad tienen un mejor estado cardiovascular; incluso tienen una
presión arterial más baja.

Estrés. Es posible que respondas al estrés de maneras que pueden aumentar


el riesgo de tener un ataque cardíaco.

Consumo de drogas ilegales. Consumir drogas estimulantes, como la cocaína o


las anfetaminas, puede provocar un espasmo de las arterias coronarias y
causar un ataque cardíaco.

Antecedentes de preeclampsia. Esta afección causa presión arterial alta


durante el embarazo y aumenta el riesgo de tener enfermedades cardíacas de
por vida.

Una enfermedad autoinmunitaria. Los trastornos como la artritis reumatoidea o


el lupus pueden aumentar el riesgo de tener un ataque cardíaco.

Complicaciones

Las complicaciones suelen estar relacionadas con el daño que se produce en


el corazón durante un ataque cardíaco, que pueden provocar lo siguiente:
Ritmos cardíacos anormales (arritmias). Se pueden desarrollar "cortocircuitos"
que generan ritmos cardíacos anormales que pueden ser graves y hasta
mortales.

Insuficiencia cardíaca. Un ataque cardíaco puede dañar tanto el tejido cardíaco


que el músculo cardíaco restante no puede bombear suficiente sangre desde el
corazón. La insuficiencia cardíaca puede ser temporal o puede convertirse en
una afección crónica que cause daño extenso y permanente al corazón.

Paro cardiaco repentino. Sin previo aviso, el corazón se detiene debido a una
interrupción eléctrica que provoca un ritmo cardíaco anormal (arritmia). Los
ataques cardíacos aumentan el riesgo de sufrir un paro cardíaco repentino, que
puede ser mortal si no se recibe tratamiento de inmediato.

Prevención

Nunca es demasiado tarde para tomar medidas para prevenir un ataque


cardíaco, incluso si ya has tenido uno. A continuación, te presentamos maneras
de prevenir un ataque cardíaco.

Medicamentos. Tomar medicamentos puede reducir tu riesgo de tener otro


ataque cardíaco y ayudar a que el corazón dañado funcione mejor. Sigue
tomando lo que te receta el médico y pregúntale con qué frecuencia debes
hacerte controles.

Factores relacionados con el estilo de vida. Ya sabes lo que debes hacer:


mantén un peso saludable con una alimentación sana para el corazón, no
fumes, haz ejercicio con regularidad, controla el estrés y controla los trastornos
que puedan provocar un ataque cardíaco, como la presión arterial alta, el
colesterol alto y la diabetes.

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