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Introducción a la
COSMOVISIÓN ANDINA

EDICIONES HUMANO

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Introducción a la
COSMOVISIÓN ANDINA

Secretos revelados
tras 500 años de silencio

Un acercamiento a las respuestas buscadas


en la película "Humano. Sudamérica renace"

EDICIONES HUMANO

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Se hallan reservados todos los derechos. Sin autorización escrita del editor,
queda prohibida la reproducción total o parcial de esta obra por cualquier
medio –mecánico, electrónico y/u otro– y su distribución mediante alquiler o
préstamo públicos.

Stivelman, Alan
Introducción a la cosmovisión andina / Alan Stivelman; Darío Bermúdez;
María Monachesi; coordinación general de Darío Bermúdez. -
1a ed . - Ciudad Autónoma de Buenos Aires : Alan Stivelman, 2016.
134 p. ; 21 x 15 cm.

ISBN 978-987-42-1419-5

1. Espiritualidad. 2. Cosmovisión. 3. Antropología. I. Bermúdez, Darío II.


Monachesi, María III. Bermúdez, Darío, coord. IV. Título.
CDD 128

Coordinación general: Darío Bermúdez


Investigación y escritura: Darío Bermúdez / María Monachesi
Concepto de tapa: Alan Stivelman
Diseño de tapa: Eloy Krioka
Prensa y comunicación: Eduardo Bermúdez
Diagramación interior: Carlos Rossi
Corrección: Argelia Perazzo Olmos
LIBRO DE EDICION ARGENTINA

ISBN 978-987-42-1419-5
Queda hecho el depósito que marca la ley 11.723
© 2016 by Humano Films S.A. – Buenos Aires
García del Rio 3822 Depto 2 (CP 1430) Ciudad de Buenos Aires, Argentina
http://www.humanofilm.com
Impreso en Argentina
Printed in Argentina

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Prólogo

Una voz sabia, acallada durante siglos, comienza a hablar. Los


corazones se abren y todo es aprendizaje. La sabiduría andina
asombra al mundo.

Un silencio de 500 años se rompe y ya nada puede detener


el flujo vital de conocimientos que merecen ser develados.
El momento es ahora. ¿Quién no quiere estar presente para
escuchar tantas verdades guardadas?

La película "Humano. Sudamérica renace" nos reveló la


experiencia transformadora de Alan Stivelman en los Andes.
Pero, mucho más allá de ser un éxito cinematográfico, ha
colaborado con la búsqueda individual de cada espectador. Sus
preguntas son las de todos.

La Comunidad Humano, tan activa en las redes sociales, estimula


nuestro placer de compartir sabiduría. Por el vínculo que nos une
y en respuesta al creciente interés por la esencia espiritual del
film, decidimos reunir estas enseñanzas, breves pero centrales,
sobre la tradición andina. Sin intención de agotar el tema, sino

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todo lo contrario: la idea es que represente un punto de partida
para el intercambio abierto, inclusivo, mientras intentamos un
acercamiento a aquellas respuestas que, como Alan, todos
anhelamos encontrar.

Este libro aporta un saber, pero aún más cautivante es el poder


que tiene de promover nuevos interrogantes, más precisos y
evolucionados. De permitirnos recobrar la memoria. De trasladar
señales que estaban en estado de gracia latente en las montañas
a nuestra vida cotidiana en la ciudad. De recordarnos el encanto
de volver a nosotros mismos. O sea, a una verdad.

Buscar. Compartir. Evolucionar. Este es el espíritu Humano.

Más allá de las latitudes, los credos y los idiomas, todos somos
uno. Este trabajo y los que vendrán son una invitación, con el
propósito de ir juntos por senderos milenarios, abriendo los ojos
con sorpresa frente a tantas revelaciones.

Gracias por ser parte del camino.

Bienvenidos.

HUMANO

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Introducción

Cosmovisión andina:
un viaje de múltiples dimensiones

Este libro no apunta a ser solo un libro. Intenta ser, a la vez, un


pasaporte a una dimensión totalmente distinta de lo conocido. A
un mirador sorprendente y revelador, que nos permita vislumbrar,
a través del tiempo y el espacio y con el mayor de los respetos,
los tesoros de una de las culturas más ricas del planeta.

Vamos a iniciar un viaje de diferentes niveles por una comprensión


de la realidad que ha estado oculta durante medio milenio.
Exploraremos sus principales fundamentos, sus raíces, su cultura
y su espiritualidad, para irnos acercando a un mensaje atemporal
destinado a toda la humanidad.

La cosmovisión andina es multidimensional y, como tal, entraña


un desafío para el pensamiento occidental. Para facilitar
la comprensión de esta introducción a sus enseñanzas,

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buscaremos darle una coherencia lineal a sus expresiones más
representativas.

Comencemos por definir el significado de cosmovisión. Cada


civilización se ha desarrollado sobre la base de su percepción
del mundo y del cosmos. Los principios, valores y creencias
constituyen una cosmovisión o paradigma. La reconocida
antropóloga argentina Ana María Llamazares se refiere a los
paradigmas como “los paraguas bajo los cuales una sociedad
concibe y piensa la realidad, la percibe, le atribuye sentido y
significado, y también la siente, la vive y actúa sobre ella”.1

Si bien en la actualidad se ha documentado mucha información


sobre la espiritualidad andina, gran parte de su sabiduría y tradición
no está escrita en los libros. Se conoce por transmisión oral, a
través de ancianos sabios que solo la comparten en profundidad
con aquellos que demuestran una curiosidad genuina.

La humanidad articuló un lenguaje para traducir los principios que


tienen su origen en una dimensión abstracta y, al definirlos, no
ha podido eludir un inevitable margen de error. Vacío, energías,
fuerzas de la naturaleza… recibieron en los Andes una entidad
palpable, concreta. La Pachamama, universalmente conocida
como Madre Tierra, es mucho más que la tierra proveedora en
lo visible. El Padre Sol, Tayta Inti, no es solo el sol físico que da
vida a la tierra; fue también un medidor del tiempo desde épocas
preincaicas, cuando se concebían los cambios climáticos y
geológicos significativos como parte de un proceso cósmico
comprendido en ciclos, conocidos como soles y pachakuteq o
pachakuti andinos.

1Llamazares,Ana María, Del reloj a la flor de loto, Buenos Aires, Editorial del Nuevo
Extremo, Buenos Aires, 2011.

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La idea de divinidad toma cuerpo con la Conquista, alterando
la concepción original y la conciencia de unidad de los andinos,
para ser ordenada en función del paradigma encarnado por los
españoles, la Iglesia Católica y sus creencias.

El habitante de los Andes no ve división en la naturaleza. La


totalidad se expresa en una dualidad complementaria, una
comunicación e integración de extremos que funda las bases
de su cultura y sus tradiciones. El ayñi, la reciprocidad, en los
ayllus, las comunidades andinas, establece una serie de reglas
que permiten la vida de relación, donde la ayuda mutua y la
colaboración son parte esencial del trabajo y la organización
económica, siendo expresadas por medio del “buen vivir”, el allin
o sumaq kawsay.

En las comunidades, cada acción individual tiene su reflejo en lo


colectivo; y, a través del ama quella (‘sé laborioso’), el ama llula
(‘sé veraz’), el ama suwa (‘sé honesto’) y el ama h’apa (‘sé fiel
y leal’), el andino estableció una práctica reguladora para una
convivencia ordenada.

La expansión de la cultura andina se plasmó a través de un


amplio territorio a lo largo de Sudamérica, y su visión integradora
reunió los cuatro puntos cardinales en la Confederación del
Tawantinsuyu. Sus emblemas, la chakana y la wiphala, la cruz y
la bandera andinas, dejaron huellas a lo largo de toda la región
que ocupó esta Confederación.

El compromiso con la evolución de la conciencia se materializa


en los hombres puente, los chakarunas, intermediarios en la
búsqueda del equilibrio físico, emocional y mental del peregrino
que llega a su encuentro, y en la naturaleza misma, que habla a
través de sus plantas y animales sagrados. Los apus, habitantes

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de los cerros, guardianes tutelares, actúan como una fuente de
contacto con el mundo interior.

En los Andes, el conocimiento tiene una base científica. Esto


queda de manifiesto muy especialmente en el diseño del Gran
Camino Andino, el Qhapaq Ñan. Es una invitación a ver más
allá de los muros de las ciudades y los templos que lo integran,
proponiendo una exploración en la tierra y, a la vez, un viaje “al
interior de las estrellas”, de Tiwanaku a Machu Picchu, recorriendo
una verdad aún no develada completamente.

Causa admiración comprobar los puntos de contacto que tiene


la sabiduría andina con nuevas teorías de la física y la lógica
cuántica. Paso a paso, de manera sencilla, nos aproximaremos a
los más relevantes.

Todos estos conceptos, uno por uno, los iremos viendo a través
de una síntesis de fácil lectura, recordando que coexisten en la
actualidad múltiples maneras de entender cada símbolo, cada
lugar, cada expresión. Este trabajo apunta a estimular el corazón
del lector como vía de entendimiento profundo, tal como lo
hiciera la película "Humano. Sudamérica renace", sin detenernos
en una interpretación enciclopédica de cada concepto.

Es un privilegio recorrer con ustedes este abanico de enseñanzas.


Lo haremos de la manera más simple posible, priorizando captar
la esencia pura de este viaje multidimensional, para descubrir
juntos que, tras largos siglos de silencio, algo realmente nuevo
está naciendo.

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PARTE I

Concepción del mundo y del cosmos

–¿Qué quieres saber?

–Lo que tú sabes.

–Mis verdades son incómodas.

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Las preguntas acerca del origen y la Creación son las que han
impulsado a la humanidad, a lo largo de los siglos, a salir en busca
de explicaciones y evidencias sobre el misterio de la existencia.

Las culturas originarias emplearon el relato, el mito y la leyenda


para responder esos interrogantes. La cosmogonía intenta
resolver el misterio del nacimiento del universo, comprender qué
nos trae a la vida y hallar un sentido esencial a nuestro paso por
la tierra. Nos referimos al conjunto de ideas y principios que se
elaboran para conformar una cosmovisión, una perspectiva de ese
vínculo con lo abstracto, y del hombre con las manifestaciones de
la naturaleza y el cosmos. La percepción de esa relación diseña
los parámetros de una realidad validada colectivamente.

La comprensión del mundo andino llegó hasta el presente


condicionada por la interpretación de la civilización occidental,
por su propia forma de entender la realidad. La verdadera esencia
de sus principios emerge hoy de la mano de los originarios que
integran su legado, invitando a todos los seres humanos del planeta
a descubrirla. Será conveniente recordar que hay muchos puntos
ciegos aún, pero que están siendo iluminados en esta época; es una
trama que estamos armando entre todos, originarios y buscadores.

La cosmovisión andina es muy amplia y profunda. Por razones


de espacio, en esta investigación vamos a centrarnos solo en
sus aspectos más sobresalientes, aquellos que consideramos
imprescindibles para acceder a su mirada global.

Su gran diversidad se manifiesta a través de las lenguas del


Tawantinsuyu: la runa simi (quechua), la aymara, la uruchipaya y la
poquena. Sepamos que la Academia Mayor de Lengua Quechua
realiza congresos periódicos para unificar la escritura pero, de
igual modo, es común encontrar una misma palabra escrita de
diferentes maneras en las distintas fuentes de consulta.

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CAPÍTULO I

FUNDAMENTOS GENERALES

Para abordar con una mayor claridad la cosmovisión andina,


vamos a ir desgranando toda la riqueza que en su filosofía se
presenta unida. Comencemos con las bases principales de su
sabiduría.

Dualidad complementaria y reciprocidad

La dualidad original es uno de sus conceptos más importantes.


Bien/mal, femenino/masculino no se expresan en el pensamiento
andino mediante una lógica de opuestos (“arriba o abajo”), sino
que se integran los polos, que funcionan de manera coherente y
complementaria (“blanco y negro”).

No hay percepción de lo “separado”. De allí nace la reciprocidad,


base de un orden cósmico que vincula las partes con el todo, un
“ida y vuelta” que se plasma en las relaciones y en el intercambio
comunitario.

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Las expresiones yanantin y masintin encarnan los principios de
dualidad y de relación entre ambas partes. Intip Megil Guamán
expresa que “yanantin [...] quiere decir ‘pareja’, pareja de
personas o cosas diferentes, alianza entre energías opuestas,
alianzas entre diferentes, armonía entre cosas diferentes”,1 y que
vincula distintos tipos de relaciones. Para aclarar este punto,
Edmer Calero del Mar señala: “El principio masintin rige, entre
otras, las relaciones paternales, maternales y fraternales entre
individuos del mismo sexo y no implica jerarquía preestablecida
como el principio yanantin, que rige esas mismas relaciones
pero entre individuos de sexo opuesto”.2

Unidad

Refleja la idea de un todo multidimensional. La realidad concreta


y lo invisible integran a la dualidad y a la paradoja en un diálogo
de extremos. Es decir, en la lógica paritaria andina está implícita
la unidad; es la unidad en la diversidad: no hay separación,
aunque esa unidad se manifieste como dos opuestos (hombre/
mujer, noche/día, frío/calor).

Cuaternidad

Vinculada al principio unitario, aparece la necesidad de un nexo


con la realidad: de la nada a la creación de formas que sostienen
la vida. El número 4 le da un orden y posibilita la estructura.

1 Megil Guamán, Intip, Illa, el sentido de la existencia, Lima, Paqarina, 2007; disponible
en <books.google.com.ar>.
2 Calero del Mar, Edmer, “Dualismo estructural andino y espacio novelesco arguediano”,
en Bulletin de l’Institut Français d’ Études Andines, 31(2), 8 de agosto de 2002;
disponible en <http://bifea.revues.org/6633>.

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La existencia, entonces, se manifiesta en distintos planos: el
físico biológico, las emociones y la percepción neurológica –o
plano mental–, pero también incluye un cuarto plano, el alma o
intermediario, que es el nexo con un plano de mayor conciencia.

Correspondencia

“Como es arriba es abajo, como es adentro es afuera.” Hay


una equivalencia entre lo visible y lo invisible, entre lo macro y
lo micro, entre el inconsciente y el consciente. La civilización
occidental busca domesticar el inconsciente, hallándolo oscuro
e indomable. El andino, en cambio, lo acepta, lo incluye, y asume
lo oculto como complemento de lo revelado.

Ciclicidad

La concepción de evolución a partir de ciclos fue y es en los Andes


comprendida como un todo, mientras que Occidente separó al
hombre de la naturaleza a partir de su visión fragmentada de
la realidad, desconociendo el hecho de que ese mismo diseño
cíclico rige para la totalidad del universo.

El ciclo vital de toda existencia marca un comienzo, un desarrollo


y un fin, para volver a comenzar. El andino, integrado plenamente
a la naturaleza, está ligado de manera consciente a los ciclos
de la tierra. Su comprensión de los procesos trasciende lo
meramente concreto y estacional, como su vínculo con los
tiempos de siembra y cosecha. Ve la ciclicidad operando en
todo lo que existe, de manera natural y sin esfuerzo.

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Pensar en ciclos nos lleva a establecer una diferencia entre
el círculo y la espiral. La espiral introduce el concepto de
evolución, a diferencia del círculo, que vuelve a un punto de
partida para reiniciarse dentro de un mismo diseño. La espiral
abre un comienzo en otro paradigma: un nuevo modelo de
conciencia.

Lo energético y lo sagrado

En los Andes, la realidad es la Pacha. Acompaña los hechos que


ocurren, las acciones del hombre y las manifestaciones de la
naturaleza: no las niega ni las evade. Todo lo existente –material
e inmaterial– es energía vibrando en diferentes frecuencias.
Dentro de ese paradigma se hallan los creadores y todo lo
creado.

En el cosmos y en la naturaleza, no todo es igualmente


sagrado para el amauta, el sabio andino, que sabe percibir
la energía de los distintos seres, quienes pueden estar más
o menos conectados con el espacio. Esa es una lectura que
saben hacer los chakarunas, en quienes nos detendremos
más adelante.

Recordemos que lo sagrado es también un concepto occidental


y cristiano, que remite a lo inmutable y lo cristalizado. Para el
hombre de los Andes, el verdadero respeto es lo primordial y
solo se logra haciendo un enlace consciente con la esencia.

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MEDICIÓN DE LAS ERAS. LOS SOLES Y LOS
PACHAKUTI O PACHAKUTEQ: CICLOS CÓSMICOS

Otra concepción del tiempo

Desde épocas preincaicas, los andinos miden el tiempo en edades


cósmicas que duran 1000 años, llamadas soles, y en ciclos menores,
cuya duración es de 500 años, señalados como pachakuti. Este
sistema de medición admite también la denominación sol para
designar un ciclo de 26 soles, es decir, 26.000 años.

Cada sol está compuesto por dos pachakuti. Siguiendo el principio


de ciclicidad, se denomina pachakuti de ascenso o de luz al
primer período de 500 años, y pachakuti de descenso o de
oscuridad a los 500 años posteriores.

También se denomina pachakuti o pachakuteq al evento


transformador que cierra cada ciclo.

Pachakuteq significa ‘el que retorna’, ‘tiempo-espacio’,


y pachakuti, ‘retorno del tiempo-espacio’. Pacha es
‘tiempo-espacio’, ‘realidad’ y ‘cosmos’, mientras que
kuteq es ‘dar vuelta’, ‘el que retorna’, ‘el que vuelve para
corregir’.

El final de una era o edad da lugar al nacimiento de un nuevo


sol. La nueva “luz” muestra los “errores” del ciclo anterior para
que sean vistos y asumidos en el Mastay o gran momento del
encuentro desde los cuatro puntos cardinales de toda América.

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El pachakuteq de luz comenzó en 1992, momento en que el
conocimiento de los pueblos originarios de todo el continente
americano comenzó a emerger, luego de 500 años de oscuridad.
Simboliza la reconstrucción del Tawantinsuyu para los andinos y
el nacimiento de una nueva conciencia humana a nivel global.

Los q’eros, entre otras etnias andinas, están ofreciendo sus


conocimientos con motivo del Gran Mastay, la reintegración
de los hombres de las cuatro direcciones. Son anuncios que
“hablan del potencial que viene al ‘salir fuera del tiempo’, lo cual
no es simplemente un concepto metafórico sino […] un logro
concreto que puede despertar a toda la gente del mundo. […]
Tal cambio nos da el potencial de re-crearnos a nosotros mismos
en un paradigma totalmente nuevo”3, expresa Judith Bluestone
Polich al referirse a las profecías de los q’eros sobre este tiempo.

Este cambio de percepción de la realidad, de lo lineal a lo no


lineal –fuera del tiempo y el espacio– nos permite reconectarnos
con la esencia de la tierra, más allá de su aspecto concreto y
energético, para manifestar una nueva versión de la humanidad.

Es un giro en espiral para una vida humana con nuevas preguntas…

La última etapa del incario fue gobernada por el Inka


Pachakuteq (Kusi Yupanki), quién lideró un período
de gran desarrollo y esplendor en el Tawantinsuyu,
que continuaría su hijo, Tupak Yupanki Inka.

3
Bluestone Polich, Judith, El regreso de los niños de la luz. Profecías de los inca y maya
para un nuevo mundo, Rochester (Vermont), Inner Traditions en Español, 2008; trad.:
Laura Brandk; disponible en <www.books.google.com>.

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ENTIDADES TUTELARES

Para el andino, el poder creador del universo, la naturaleza y


el cosmos está representado por principios y seres de máxima
jerarquía y autoridad. Incluso, algunos de ellos son considerados
amautas que tuvieron un tránsito terrestre, acompañando a las
comunidades a desarrollar las bases de su conocimiento y
cultura.

A continuación, destacamos las entidades tutelares más


trascendentes.

Pachakamaq: el origen de toda la existencia

El potencial de la Creación

Es el ordenador del tiempo-espacio. Pacha, como vimos, es la


apertura temporal donde se despliega la existencia y se sustenta
la vida humana. Kamaq es el que hace, manda, ejecuta, ordena.
Esta energía en potencia es el inconsciente del ser humano aún
no manifestado.

Los andinos no mencionan su nombre en voz alta salvo que


medie una razón importante. Se lo considera el ordenador de la
Pachamama y generador de manifestaciones climáticas –como
grandes tempestades y terremotos– destinadas a establecer un
nuevo equilibrio.

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En el plano físico: el santuario de Pachakamaq (véase
la Parte II) es un monumental asentamiento preincaico,
ubicado en Lurín, Lima, Perú. Fue un gran centro de
peregrinación para los pobladores de toda la costa
peruana, chilena y ecuatoriana. Probablemente haya sido
el más importante por su condición de oráculo, al que
asistían numerosos visitantes en busca de presagios y
profecías. Finalmente, en el período de la colonia fue visto
como un lugar de idolatría, y avasallado para extraerle las
ofrendas en oro donadas por los peregrinos; entró luego
en una etapa de abandono.
Es muy posible que este desenlace haya originado la
siguiente leyenda, documentada en escritos de la época.
Cuentan las crónicas que el hermano de Pizarro,
Hernando, habría llegado al templo en busca del
oráculo de oro, pero al subir las escalinatas y descubrir
que la figura era de madera, indignado, le habría dado
una patada, lo que la hizo volar por los aires. Ante tal
manifestación, los originarios asumieron que era un dios
y le trajeron todo el oro que tenían. La historia cuenta
que era tanto el oro que los caballos usaron herraduras
y clavos de ese metal precioso para el viaje de regreso a
Cajamarca. La tradición oral, en cambio, señala que los
pobladores se marcharon del lugar por la devastación
sufrida y que no vieron en Hernando Pizarro ninguna
clase de divinidad.4

4
Fuentes: UNESCO, “Inauguran nuevo Museo de Sitio de Pachacámac”, Lima, 17/02/2016;
disponible en <http://www.unesco.org/new/es/culture/themes/dynamic-content-single-
view/news/inauguran_nuevo_museo_de_sitio_de_pachacamac/#.VznwiyGvjf0>. Perú,
Ministerio de Cultura, sitio web del Museo de Sitio del Santuario de Pachacamac, <www.
pachacamac.cultura.pe>.
Rumbo al Bicentenario. Blog de Juan Luis Orrego Penagos. Historia del Perú, América Latina
y el Mundo. Siglos XIX y XX. <http://blog.pucp.edu.pe/blog/juanluisorrego/2008/05/28/
pachacamac-y-lurin-apuntes-historicos-y-vision-de-futuro>

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Wiraqocha: autoridad máxima de todo lo creado

Caminante del cielo y la tierra

En el mundo andino, Wiraqocha es considerado un ser supremo.


Es reconocido y venerado con diversos nombres: Viracocha,
Huiracocha, Wirakocha. Aparece como el dios creador y ordenador
de los Andes. Se lo asocia a entidades, principios, energías,
creencias, y hasta a una persona de sabiduría que recorrió el
Tawantinsuyu. El relato mitológico lo presenta saliendo del lago
Titicaca en la isla del Sol y dirigiéndose a Tiwanaku, desde donde
iniciaría la creación de todo lo que existe.

En la búsqueda de definiciones más próximas a la idea original que


podrían haber tenido los andinos de sus entidades superiores, se
han realizado muchos estudios, utilizando fuentes prehispánicas
para intentar una interpretación libre de las influencias que se
desprenden de las crónicas de la Conquista. Tengamos presente que
la percepción de la realidad del hombre de los Andes fue adaptada
al arquetipo de la creación divina del paradigma occidental. En este
sentido, María Rivara de Tuesta, profesora emérita de la Universidad
Nacional de San Marcos de Lima, Perú, afirma: “Wiracocha es así
comúnmente considerado como la entidad de máxima jerarquía en el
mundo religioso prehispánico, debido justamente a que el cronista,
hombre perteneciente al mundo y la cultura occidental del siglo XVI,
al convertirlo al signo cristiano, le está otorgando su mayor sentido
interpretativo. El hecho de que Wiracocha haya sido identificado
con el Dios de los cristianos explica a su vez la continuidad de su
ubicación como máxima entidad religiosa”.5

5
Rivara de Tuesta, María Luisa, “Wiracocha (Dios), pacha (mundo) y runa (hombre) en la
cultura prehispánica (incaica)”, en Pensamiento prehispánico y filosofía colonial en el Perú,
Lima, FCE, 2000, t. I, pp. 98-132; disponible en <http://textos.pucp.edu.pe/pdf/2078.pdf>.

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“Illa Tecse Wiracocha es el dios que está en el origen y principio
de todo.”6 Tecse o t’eqsi en quechua es ‘fundamento’ o ‘vacío
original’. La comprensión de principios muy abstractos dispara
estructuras mentales que les dan un sentido reconocible a las
ideas; pero, si nos arriesgamos a ir más allá en la comprensión
de Wiroqocha, nos encontramos con lo que hoy podría definirse
como el espacio de la energía en potencia (campo cuántico),
que está en condiciones de manifestar todo, desde una pequeña
célula hasta el cosmos.

La tradición oral andina le da a Wiraqocha también la condición


de hombre real: anciano sabio –es decir, amauta–, fundador de
la cultura tiwanakota. Es el mensajero de ese conocimiento y
sabiduría, que forma futuras generaciones de amautas, quienes
habrían logrado el desarrollo posterior de la cultura inca y del
Tawantinsuyu.

Wiraqocha está asociado a varias entidades, pero es Tunupa


quien, para algunos cronistas y autores, llega a ser la misma
representación abstracta y hasta el mismo amauta. “Varios
cronistas consideran a Tunupa un enviado de Viracocha y, para
otros, ambos son el mismo dios con denominaciones variantes
en las regiones y en diferentes tiempos.”7 Asimismo, se lo asocia
a Ekeko, otra divinidad que se popularizó a través de un muñeco
de terracota con vestimentas típicas andinas, cargado de alforjas
que representan abundancia y prosperidad.

Para la tradición oral, Tunupa, con la misma misión que


Wiraqocha, no solo camina por la zona del Titicaca, sino que

6
Hernández Soto, Javier, El significado filosófico del mito de Wiracocha; disponible en
<http://cef.pucp.edu.pe/wp-content/uploads/2014/10/JavierEduardoHernandezSoto.pdf>.
7
Bailey Gutiérrez, Alberto K., Franz Tamayo: mito y tragedia, La Paz, Plural, 2010.

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recorre la extensión entera del Qhapaq Ñan impartiendo
sabiduría y realizando obras de todo tipo. “Habría muerto en la
isla del Sol y su cuerpo fue llevado hasta el lago Poopó, donde
desaparece. Es relacionado con el rayo, el fuego y los volcanes,
a veces también con el agua.”8

En el plano físico: el Inka Wiraqocha fue uno de


los “Hijos del Sol” del incario. Durante su tiempo,
recibió a través de uno de sus amautas la revelación
de la llegada de los españoles y la destrucción del
Tawantinsuyu. Esta profecía daría origen a la leyenda
del Inkarri, en la que el Inca sería desmembrado y sus
partes se enterrarían dispersas en todo el territorio,
hasta la llegada de un nuevo pachakuteq, cuando
se volverían a reunir. En la actualidad estaríamos
transitando ese nuevo período, iniciado en 1992.

Pachamama: espacio-tiempo

Una dimensión atemporal

Pacha es ‘tiempo’, ‘espacio’, ‘creación’, ‘universo’, mientras que


mama es la madre naturaleza que crea vida. Es también tierra
física, concebida como algo vital y dinámico.

Además, la Pachamama tiene una dimensión fuera del tiempo y


el espacio. Interviene como aspecto femenino en la génesis de
todas las cosas. Es similar al concepto de wakan tanka para los
indios de las praderas de Norteamérica, los siouxs.

8
Idem

25
La Pachamama habita el kay pacha, cumpliendo con una función
mediadora entre el janan pacha y el ukhu pacha, que ya veremos
puntualmente.

Tayta Inti: Padre Sol

La luz de los mundos

Los andinos consideran a la naturaleza como a un ser vivo con


entidad sagrada. Tayta Inti (Padre Sol) y Mama Killa (Madre Luna)
son una dualidad complementaria expresada en la Creación.

Inti es ‘sol’ en quechua. Tayta Inti es considerado un dios en


la interpretación occidental de las creencias andinas. Es la
manifestación física del sol central de la galaxia. Representa el
polo masculino como fuerza presente en los rayos del sol, que
tienen el poder de crear y recrear vida. En el reino mineral es el
oro y dentro de los elementos representa al fuego.

Como unidad de medida del tiempo, cada sol inicia un ciclo,


como vimos anteriormente. En general, finaliza por medio de un
cataclismo o catástrofe cósmica, dando comienzo a un nuevo
sol, que inaugura el siguiente ciclo.

El 21 de junio, al producirse el solsticio de invierno, comienzan


los cuatro días dedicados a la Fiesta del Sol, el Intiq Raymin, que
detallaremos en el capítulo siguiente. Es una de las celebraciones
más importantes del calendario andino.

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Mama Killa: Madre Luna

El comando de las aguas

Killa significa ‘luna’. La Mama Killa es el polo femenino, que se


manifiesta con el elemento agua, en contraste con el fuego de
la esencia masculina, encarnado por el Tayta Inti (Padre Sol). El
mineral que la representa es la plata.

Mama Killa, hermana de Tayta Inti, era la guardiana de los aspectos


femeninos del universo andino. La luna y sus fases indicaban
períodos de fertilidad en la mujer y en la tierra. Sus mamaconas
(abuelas con conocimiento) eran consideradas oráculos muy
sabios, y temidos por anunciar adversidades y desastres.

En septiembre se celebra el Qoya Raymi. A esta fiesta también


podemos encontrarla con el nombre Qoya Raymi Killa, una fiesta
especial para las mujeres y ancianas sabias.

DIMENSIONES O REALIDADES.
JANAN PACHA, KAY PACHA, UKHU PACHA:
PLANOS DE REPRESENTACIÓN DEL COSMOS

Las tres dimensiones del espacio

El kawsay (energía vital, significa también vivir) es una organización


dual, conformada por el janan (‘arriba’, ‘superior’) y el urin (‘abajo’,
‘inferior’). La línea divisoria entre ambos planos, es el kay (‘ser’)
pacha, el espacio terrenal habitado por el hombre. De este modo,
el universo queda dividido en tres instancias: el janan pacha
(arriba), el kay pacha (medio) y el ukhu pacha (abajo).

27
Las tres dimensiones tienen su representación en parejas de
animales originarios de los Andes y el Amazonas respectivamente.

• El janan pacha es el espacio superior, el cielo, el


macrocosmos, el lugar donde están las galaxias, los planetas, el
ámbito de Inti (el Sol), Killa (la Luna), Quyllurkuna (las estrellas) y
wayra (el viento), y donde habitan los seres tutelares del cosmos.

o El kuntur o kunturi (cóndor) es su ave


emblemática, símbolo de la transmutación en los Andes; y en el
Amazonas, el q’enti (colibrí), metáfora del poder de lo pequeño.

• El kay pacha es el mundo terrenal, donde habita la


Pachamama en su más concreta expresión. Es el hábitat de la
humanidad. Es donde los apus o espíritus de las montañas son
considerados entes tutelares y guardianes de las personas, los
pueblos, las ciudades y las regiones. Más adelante los veremos
en detalle.

o El puma andino y el uthrunku (jaguar) amazónico


encarnan al hombre en su faceta de cazador.

• El ukhu pacha constituye las profundidades de la tierra,


el inframundo. Es el inconsciente colectivo de la humanidad.
Se encuentra en el agua en todas sus formas: mar, río, laguna,
manantial.

o Katari (serpiente) y amaru (anaconda amazónica)


personifican al hombre de las cavernas.

El árbol comparte los tres mundos: el ukhu pacha a través de su


raíz, el kay pacha con el tronco, y el janan pacha con sus frutos.

28
SÍNTESIS SIMBÓLICA: LA CHAKANA, INTEGRADORA
DEL MUNDO ANDINO
Un puente al origen

Chakana significa ‘puente’ y es el símbolo más importante


dentro de la cosmovisión de los Andes. La cruz andina es una
matriz que expresa el orden cósmico. La aparición de este
símbolo en bajorrelieves a lo largo de todo el Tawantinsuyu data
aproximadamente del año 3000 a. de C.

29
La chakana tiene correspondencia con la constelación de la
Cruz del Sur y se cree que ha sido parte de un conocimiento
científico astronómico aún no desentrañado. El gran desarrollo
matemático que implica su diseño la incluye entre los misterios
más espectaculares que se están develando en este tiempo.

La llamada cruz escalonada andina es una síntesis de toda la


cosmovisión de los Andes. Integra los principios de dualidad
complementaria y reciprocidad, correspondencia, unidad,
cuaternidad y ciclicidad.

Como elemento cuaternario, el número 4 es parte del diseño


humano. Marca los cuatro planos espacio-temporales de lo
energético hacia la manifestación concreta:

• Plano del alma (o del arquitecto).


• Plano mental (o de la percepción neurológica).
• Plano de las emociones.
• Plano físico-biológico.

Su representación conceptual consta de tres niveles o peldaños,


los tres pachas (janan pacha, kay pacha y ukhu pacha), y señala
las cuatro direcciones y los cuatro elementos primordiales:

• Wayra (aire/viento) es el Norte, la mente.


• Unu mama (agua) es el Sur, el cuerpo emocional.
• Jallp’a mama (tierra) es el Oeste, el cuerpo físico.
• Nina (fuego) es el Este, Inti (el Sol) como transmutador
de los elementos.9

9
Fuente: Caminos de Wayra, Los cuatro elementos (apuntes del seminario de nivel I de
Proyecto Ayni); disponible en <https://caminoswayra.wordpress.com/2012/02/03/los-4-
elementos/>.

30
Para algunos ama.utas, la chakana tiene su significación también
en la práctica diaria. Simboliza “el servicio” a todos los seres
vivos, a través de las cuatro normas de conducta: ama quella
(‘sé laborioso’), ama llula (‘sé veraz’), ama suwa (‘sé honesto’) y
ama h’apa (‘sé fiel y leal’), que veremos en detalle en las páginas
siguientes.10

Los andinos, por medio de la observación astronómica, han


podido acceder a un conocimiento científico que les permitió
construir la extraordinaria diagonal conocida como Qhapaq
Ñan, ‘ruta o camino de la sabiduría’, que desarrollaremos más
adelante. Es un eje fundamental sobre el que fueron montadas
las más importantes ciudades del Tawantinsuyu.

El arquitecto aymara Carlos Milla Villena realizó un aporte


fundamental con la ley de cuadratura de la circunferencia de la
chakana escalonada, a partir de la decodificación del geoglifo
de la chakana Cruz del Sur. Esta figura precámbrica, ubicada en
el desierto de Chao, en Perú, está vinculada a un yacimiento de
6000 años de antigüedad y representa la constelación Huch´uy
Chakana. La interpretación de este descubrimiento contribuyó a
la comprensión de la arquitectura y construcción de las ciudades.
En el mundo andino, el diseño de la mayoría de los complejos
arqueológicos guarda funcionalidad y correspondencia entre sus
partes, desde las áreas destinadas a cultivos hasta los caminos,
puentes, templos, viviendas, almacenes y acueductos.

10
Fuente: Profesor Evaristo Pfuturi Consa

31
32
CAPÍTULO 2

CULTURA Y TRADICIONES DE LA COMUNIDAD ANDINA

El amplio espectro cultural de los pueblos andinos encierra


una gran diversidad dentro del vasto territorio que conforma la
Confederación del Tawantinsuyu.

Vamos a analizar la visión trascendente de su cosmovisión al


plasmarse en la realidad cotidiana, en las comunidades, en los
vínculos, en el trabajo, en las creencias y en las costumbres de
aplicación diaria.

Tawantinsuyu: las cuatro regiones del Sol

Unir las distancias de América



El Tawantinsuyu fue, hasta la colonización, la confederación
más vasta de América, con alrededor de 2.000.000 km2
de extensión, entre el océano Pacífico y la selva amazónica.
En la actualidad, abarca la zona sur de Colombia, Ecuador,
Perú, Bolivia, la Amazonia de Brasil, el norte de Chile, nueve
provincias de Cuyo y el noroeste argentino.

Ya se lo menciona en la leyenda del nacimiento de los incas, en


la que los cuatro hermanos Ayar, descendientes directos de los

33
tiwanakotas, partieron con sus parejas hacia los cuatros puntos
cardinales a fundar distintas naciones, comprometiéndose a
reunirlas en la Gran Confederación del Tawantinsuyu, tomando
al templo de Qorik’ancha, en la ciudad de Cusco, como el
punto de unión de los cuatro suyus. (Tengamos presente
que distintas versiones de la tradición oral andina difieren de
este mito, dándole un carácter más realista, a partir de ciertas
revelaciones de los amautas actuales.)

Tawa significa ‘cuatro’, ntin significa ‘con’, y suyus significa ‘regiones’.

34
• Al Este, el Antisuyu.
• Al Oeste, el Qontisuyu.
• Al Norte, el Chinkasuyu.
• Al Sur, el Qollasuyu.

Las lenguas originarias más difundidas de la región son la runa


simi (quechua) y la aymara, junto a la uruchipaya y la poquena.

Es importante señalar que existieron culturas que precedieron


a los incas y que luego formarían parte del Tawantinsuyu dentro
del Awya yala (continente americano). Ricardo Delidaise,
en un artículo publicado en el blog Más allá de Pangea nos
cuenta: “Civilizaciones como los tihuanaco, los moche, los
paraca, los nazca, los chimú o los chancay son algunos de
los antecesores de los inkas. Aquellas culturas prosperaron
en una región inhóspita expuesta a frecuentes terremotos
y erupciones volcánicas que asolaban con frecuencia sus
ciudades, lucharon contra los bruscos cambios climáticos y
condiciones extremas que nunca han dejado de existir”.1

Ayllu, ayñi, mink’a y mit’a:


la agrupación en comunidades y la vida de relación

La reciprocidad en acción

Como vimos, la mitología andina consideraba a Tunupa como


una entidad de jerarquía. Según la tradición oral de los amautas
andinos, es él quien consolidó las enseñanzas de Wiraqocha,
acompañando la formación de los ayllus y plasmando los
principios fundacionales del ayñi y la mink’a.

1
Delidaise, Ricardo, “Los inkas. Tahuantinsuyo, el imperio de las cuatro partes del mundo”,
blog Más allá de Pangea, abril de 2014, <http://masalladepangea.blogspot.com.ar/2014/04/
los-inkas-tahuantinsuyo-el-imperio-de.html>.

35
• El ayllu es la comunidad y representa la base del sistema
social, económico y hasta político andino. Su funcionamiento es
el de una red viviente, dinámica y organizada con un objetivo en
común, en pos de una estabilidad y una armonía transmitidas de
generación en generación.

• El ayñi es la reciprocidad entre los miembros del


ayllu. Representa el flujo de dar y recibir como parte esencial
para la vida en equilibrio. Fue instaurado como una norma del
Tawantinsuyu y practicado de manera informal por las familias de
las comunidades.

El intercambio entre miembros del ayllu y la relación funcional que


se establece con la naturaleza crean un flujo que se expresa en
acciones solidarias pero equitativas en las labores comunitarias.

• La mink’a es el trabajo recíproco. Cada ayllu lo fomenta


como un valor de carácter colectivo que estimula la producción
dentro de la comunidad. Este acuerdo impulsa el desarrollo de
caminos, puentes, plazas, involucrando y beneficiando a varias
comunidades.

• La mit’a fue un sistema de trabajo compartido en las


comunidades. En la antigüedad, cada región debía cuidar,
mantener y proveer los caminos que eran de intercambio en la
producción agrícola, las encomiendas y el trabajo en las minas.
Durante el gobierno de los españoles, se transformó en una norma
generalizada y obligatoria de proveer mano de obra, y perdió con
el tiempo el sentido de reciprocidad original. En la Parte IV, el Tayta
Carmelo Sardinas Ullpu nos amplía la idea.

36
Wiphala: emblema de los pueblos originarios

Mucho más que una bandera

Emblema cultural de los pueblos andinos, la wiphala es también


utilizada como símbolo de unidad e igualdad en la diversidad
geográfica.

Es la bandera que expresa el principio de organización, la dualidad


complementaria y la armonía del sistema comunitario de los Andes.
En la actualidad, los pueblos originarios la enarbolan como un
estandarte de la reconstrucción cultural del Tawantinsuyu, y su lucha
política y social. Se la puede denominar también huipala y wifala.

Como vimos, cada región del Tawantinsuyu está compuesta por


cuatro suyus o regiones. Cada una tiene su propia wiphala de
49 cuadrados, con los 7 colores del arco iris.

Imagen de 4 whipalas formando una chakana.

37
• El color verde corresponde al Antisuyu.
• El amarillo, al Qontisuyu.
• El rojo, al Chinkasuyu.
• Y el blanco, al Qollasuyu.

La wiphala reproduce la matriz escalonada de la chakana,


basada en el patrón geométrico del cuadrado y en su sistema
métrico fractal. La geometría sagrada se plasma uniendo cuatro
wiphalas para formar una chakana.

Existen relatos acerca de excavaciones realizadas en diferentes


regiones del Tawantinsuyu en las que fueron encontrados
restos de tejidos pertenecientes a wiphalas. A este emblema
se le atribuyen 2.000 años de antigüedad, desde su creación
en Tiwanaku. Se halladon registros que demuestran que las
wiphalas fueron usadas en fiestas, actos ceremoniales y eventos
sociales, así como en acompañamiento del trabajo agrario. Es,
aún hoy, una expresión del calendario lunar-solar andino.

En la diversidad expresiva de los Andes, los significados de los


colores pueden variar, así como su orden. Incluso, en función del
tipo de utilización que se le otorgue al emblema.

Significado de los colores

• El rojo es la tierra como planeta, lo material visible, el


hombre andino y su filosofía.
• El naranja representa a la sociedad y a la cultura, que
viven en dualidad complementaria, expresada en la procreación.
• El amarillo es la energía y la fuerza. Es el color ligado a
las normas y leyes del hombre andino.
• El blanco corresponde al tiempo, al movimiento, a la
ciencia y la tecnología, y a la transformación por medio del arte y
el trabajo intelectual y manual.

38
• El verde simboliza todos los recursos naturales de la
Tierra, la economía y la producción agrícola-ganadera andina.
• El azul es el espacio cósmico infinito, la astronomía, la
física, sus leyes y la manifestación de los fenómenos naturales.
• El violeta expresa la política y la ideología andinas, el
poder, el Estado y las organizaciones sociales.2

Ama quella, ama llula, ama suwa, ama h’apa:


normas de conducta

Los humanos no somos perfectos

Estos cuatro conceptos son principios que guían la vida en


comunidad y la vida de relación. También se los reconoce como
un saludo que encierra un contenido educativo o sugerente al que
lo recibe.

• Ama quella (‘sé laborioso’). Significa utilizar el don, la


condición preexistente a ser expresada en la realidad. Es estar
implicados en lo que hacemos. En lo cotidiano, el andino siempre
tiene presente el compromiso con el trabajo en lo individual y su
importancia en lo comunitario.

• Ama llula (‘sé veraz’). Implica decir la verdad, ser


verdadero. Asumir los errores en lo privado y en lo público. Ver
un error aumenta nuestra percepción y amplía la conciencia. Ser
veraz para el andino es un sello de origen.

2
Fuente: Katari.org, “Clase de emblemas andinos”, <http://www.katari.org/wiphala/
emblema2.html>.

39
• Ama suwa (‘sé honesto’). Es otro aspecto del ser
genuino, que es también una cualidad del origen. El andino
aspira a que la honestidad sea el eje de sus relaciones en todos
los ámbitos de su vida. Para los occidentales, ser honesto está
asociado a la ingenuidad y a la vulnerabilidad porque nos importa
demasiado la mirada del otro; cambiamos la perspectiva para
tener la aprobación de los demás. En el mundo andino es muy
diferente.

• Ama h’apa (‘sé fiel y leal’). Cuando las relaciones son


verdaderas y se sostienen vínculos coherentes, la comunicación
con el otro no está atada a un compromiso. El amor es la base
que lo sustenta. El andino entiende la dualidad como algo
complementario, no ve separación. Por eso, ser fiel y leal empieza
primero con uno mismo y luego se hace extensivo a los demás.

Algunos sostienen que estas normas son falsos valores


instaurados por la llegada de los españoles, ya que no eran
necesarios en la vida antes de la Conquista. Es el caso de Javier
Lajo, quien los define de la siguiente manera: “El ama suwa, el
ama llulla y el ama quella, traducidos, resultan: ‘no seas ladrón’,
‘no seas mentiroso’ y ‘no seas ocioso’ respectivamente; […]
pensamos que estos ‘moralismos’ ni son inkas ni son andinos, ni
nada parecido; en primer lugar porque cualquiera que conoce la
escuela práctica del comunero andino [sabe que] est[e] nunca
educ[a] a sus hijos por lo negativo, lo prohibitivo o el castigo,
sino siempre por la afirmación, el reforzamiento de los valores o
el estímulo positivo”.3

3 Lajo, Javier, “Sumaq kawsay-ninchik o nuestro vivir bien”, Revista de la Integración,


Secretaría General de Comunidad Andina, nº 5, enero de 2010; disponible en <http://www.
comunidadandina.org/Public/Revista_Integracion_5.Pdf>.

40
En la entrevista que en abril de 2016 mantuvimos para este libro
con el Tayta Carmelo Sardinas Ullpu, nos contó que ama quella,
ama llulla y ama suwa son también saludos, como el “buen día”
tradicional pero con la intención de recordarle al otro una buena
conducta. “Ama quella es de mañana, le recuerda a quien uno
saluda que no sea holgazán, que esté dedicado al trabajo. Ama
llulla se dice desde el mediodía hasta el anochecer, y significa
‘no mentir’. Ama suwa es el que se ofrece toda la noche; quiere
decir ‘no robar’, porque aprovechando la oscuridad alguien se
puede quedar con lo que es de otro.”

Celebrar los ciclos de la Tierra:


Intiq Raymin y Día de la Pachamama

Ceremonias del calendario andino

Las celebraciones del calendario andino son un reconocimiento


a los ciclos de la Pachamama. El Sol, la Luna, la Tierra son
considerados una unidad y, al llegar el período de la cosecha,
se ofrecen los frutos como un tributo, una ofrenda y un
agradecimiento al rol proveedor de la naturaleza.

Los intiwatanas (‘lugares donde se amarra al Sol’) son monolitos


ubicados en lugares estratégicos de ciudades y templos, y se
emplean como medidores del tiempo calendario para definir las
estaciones.

El Tayta Carmelo Sardinas Ullpu nos señala trece ceremonias


que se realizan durante el año:

• Del 21 al 24 de junio: Intiq Raymin. Solsticio de invierno. Año


Nuevo andino.

41
• Del 25 de junio al 24 de julio: K’illpana. Señalada de animales.

• Del 1º al 21 de agosto: Pachamama. Ceremonia de la Madre


Tierra, permiso para la siembra.

• Del 21 al 24 de setiembre: Unu Raymi. Ceremonia a la memoria


ancestral.

• Del 25 de setiembre al 20 de octubre: Qoya Raymin. Honra por


las ancianas con sabiduría.

• 1 y 2 de noviembre: Ayaq Marq’an. Honra por los mallki


(momias) y difuntos.

• Del 1º al 15 de diciembre: Warachikuy. Asignación de nombres


a los hombres.

• Del 21 al 24 de diciembre: Qhapaq Raymin. Solsticio de


verano. Fiesta de la riqueza espiritual.

• Del 1 al 21 de enero: Kamaq Raymin. Renovación de autoridades


(Juch’uy Kamachi, Chaski, Ckayra Kuraykaq, Jilaqata, Kurajkaq).

• 1 y 2 de febrero: Juch’uy Poqoy. Agradecimiento a la nueva


cosecha.

• Del 1 al 15 de marzo: Parway. Asignación de nombres a las


mujeres.

• Del 21 al 24 de marzo: Jatún Poqoy Ayriway. Fiesta de la gran


cosecha.

• Del 1 al 4 de mayo: Chakana. Ceremonia y fiesta de la Chakana


(Constelación de la Cruz del Sur).

42
Profundizaremos en las dos fiestas más representativas y
populares.

Intiq Raymin: la fiesta del Sol

Del 21 al 24 de junio se realiza la fiesta andina más importante.


El solsticio para los andinos es la celebración de Inti. Se reúnen
invitados provenientes de los cuatro puntos cardinales para
compartir jornadas de convivencia en comunidad, reivindicando
los principios de reciprocidad y respeto por la naturaleza.

Los incas, nos amplía el antropólogo Carlos Martínez Sarasola,


“[…] asentados en el hemisferio sur del planeta, celebraron con
el Intiq Raymin (Intiq, ‘Sol’; raymin, ‘la fiesta’) el momento en
que el Padre Sol iniciaba su marcha hacia el Sur para calentar
esta parte del mundo, entre el 21 y 24 de junio. La ciencia
conoce a este fenómeno como solsticio (‘Sol quieto’), como el
invierno, la noche más larga del año. Para los pueblos originarios
era el momento en que los ciclos de la naturaleza y del cosmos
recargaban su energía, para reiniciar, renovados, el nuevo
tiempo”.4 La conciencia de la importancia de los cambios cíclicos
está siempre presente en sus manifestaciones culturales.

Desde una perspectiva esotérica, los andinos diseñaron sus


wak’as (lugares sagrados) con un sentido trascendente. La
fecha del solsticio de invierno y el Intiq Raymin es la oportunidad
para la llamada iniciación solar, en la que los amautas proveen
al discípulo un puente de conexión entre lo humano y una
dimensión superior. Es, a la vez, una invitación a replegarse, a
establecer una conexión con uno mismo.

4
Martínez Sarasola, Carlos, “La gloria del sol”, El Federal, año 7, nº 321, 01/07/2010;
disponible en <www.editorialbiblos.com.ar/prensa/press_sarasola3.doc>.

43
En la actualidad, asisten personas a este festejo desde todas partes
del mundo para compartir el saludo al Sol. Son varios los lugares
en Bolivia y Perú donde se celebra este momento de enorme
magnetismo y emoción: Tiwanaku en Bolivia, Machu Picchu,
Saqsaywaman y Q’enqo en Perú, entre otros, son escenarios muy
frecuentados en esta fecha.

Pachamama: Día de la Tierra

Esta fiesta se celebra del 1º al 21 de agosto con un ritual de


ofrenda, conocido como pago o despacho.

Celebración de la Pachamama

La ofrenda especial para la Pachamama se prepara


con varios días de anticipación. Como parte de esta
fiesta, se elige el lugar donde se va a realizar un hueco
en la tierra, y los elementos y materiales que se van
utilizar. Los encargados de preparar la celebración
invitan a los que participarán del encuentro, quienes
llevarán una vestimenta apropiada para la ocasión.
Todo es parte del homenaje a la tierra.
El día del evento se realiza un sahumado preliminar del
lugar. Una vez que están todos los invitados presentes,
se forma un círculo y se dispersan las ofrendas sobre
una manta especial de colores, dispuesta alrededor
del hoyo o wak’a.
Puede formar parte de la ofrenda una gran variedad
de bebidas –licores, chicha, vino tinto–, objetos
materiales –dinero, piedritas de colores–, alimentos –
pan, frutas, granos y semillas–, y suele acompañársela
con velas, fotos, conchas marinas, etc.

44
De acuerdo con otra concepción de este evento –que
toma en consideración que es el período antes de la
siembra y en el que se le da un cuidado especial a la
tierra–, se eligen bebidas no alcohólicas y comidas
naturales, y no se utilizan productos industrializados
de ningún tipo, como cigarrillos, para evitar los
componentes químicos. Se eligen productos de
primera calidad, utilizando, por ejemplo, solo comida
cocida, en pos de que nada de lo que reciba la
Pachamama esté contaminado.
La celebración es presidida por paqos o amautas de la
comunidad y se la completa con distintas activaciones
de los elementos (agua, fuego, viento, tierra).
Al finalizar, después de haber realizado la ofrenda, se
cubre la wak’a con piedras de distintos tamaños y
variados colores.

Allin o sumaq kawsay: el buen vivir

Un compromiso de amor, belleza y trabajo

Allin o sumaq kawsay es un concepto recuperado en la actualidad


por las naciones andinas. Se trata del restablecimiento del
conocimiento ancestral vinculado al núcleo de su cosmovisión:
la relación armónica con la naturaleza. Un reencuentro de amor y
respeto del ser humano con la tierra.

En runa simi (quechua), allin significa ‘bueno, espléndido’. Sumaq


representa lo superior, la plenitud, y kawsay es ‘vida, existencia’.
Es el buen vivir o el vivir bien en un sentido trascendente, más
allá de lo material y basado en la conciencia comunitaria, en la
que “estar bien” implica que todos estén bien.

45
Quien define claramente esta enseñanza es Javier Lajo, cuando
expresa: “El sumaq kawsay, sumaq qamaña o allin kawsay es
un vínculo, regla o compromiso vinculante, o contrato entre
los humanos con la Pachamama (deidad identificable con la
naturaleza), y entre los humanos consigo mismos, para laborar en
ayñi en la búsqueda de la mayor satisfacción de sus necesidades,
todo esto bajo el ‘entendimiento’ de cómo se genera, se obtiene,
se conserva y mantiene el equilibrio del mundo y de la vida”.5

La concepción andina de una buena vida requiere armonía en


todos sus aspectos: el munay (‘querer’), el llankay (‘trabajar’) y
el yachay (‘saber’). Una relación amorosa con el ser humano y la
naturaleza, en comunidad, donde el trabajo es una responsabilidad
compartida que contribuye al buen vivir colectivo.

Buscando institucionalizar esta sabiduría, Bolivia y Ecuador han


incluido este concepto en sus respectivas constituciones.

ESPIRITUALIDAD ANDINA

Hombres medicina: chakarunas

Los primeros peregrinos de los Andes

Se ha popularizado el uso del término chamán para nombrar a


los hombres sabios de los Andes, pero shaman es la palabra con
la que definen a sus hombres-medicina los tungus de Siberia.

Los j’amautas (amautas) del Tawantinsuyu acompañan al hombre

5
Lajo, “Sumaq kawsay-ninchik o nuestro vivir bien”, Revista de la Integración, ob. cit.

46
en el sendero de la autocuración. “El médico andino no cura
enfermedades, tan solo interpreta actuando como servidor de la
naturaleza”,6 señala el antropólogo chileno Peter Wild.

El amauta o chamán andino es un hombre con un profundo


autoconocimiento, especializado en técnicas de armonización
en las que integra elementos naturales, como hierbas y plantas.
Cumple el rol de guía en la recuperación del equilibrio físico,
emocional, mental y espiritual.

Wiraqocha y Tunupa ocupan un lugar de divinidad, sagrado, pero


para la tradición oral andina fueron además hombres sabios, los
primeros amautas que recorrieron el Tawantinsuyu impartiendo
sabiduría y sentando las bases de su cultura, tal como vimos.

Para el andino, los hombres sabios son quienes aplican la


ciencia. Dentro de su concepción inclusiva –que se diferencia
de la occidental, fragmentaria–, un amauta cumple un rol integral
en su comunidad: es también un chakaruna, un hombre puente
entre dimensiones, entre el ser humano y la naturaleza, entre el
individuo y la cultura, entre el andino y el hombre occidental.

“Chakaruna es el hombre que realiza la ceremonia que hace


de puente entre una dimensión del espacio y el hombre; está
capacitado espiritualmente, puede hacer la conexión con
el espíritu de la montaña, del río, del bosque. Es un hombre
de sabiduría, un hombre-medicina. Mi abuelo era un sabio
chakaruna”, nos cuenta el Tayta Carmelo Sardinas Ullpu acerca
del rol intermediario de los amautas.

6
Abufom, Alejandro, “Un encuentro con el chamanismo incaico. Entrevista con el antropólogo
chileno Peter Wild”, Uno Mismo n° 158, febrero de 2003; disponible en <http://www.
visionchamanica.com/Chamanes/chamanismo_incaico.htm>.

47
Hoy, los interesados en profundizar en los conocimientos de los
Andes con un compromiso genuino, se entregan a un proceso
de iniciación espiritual. El doctor Jacques Mabit aclara sobre
este punto: “Los procedimientos iniciáticos son técnicas de
ampliación, modificación –otros dirían distorsión– de nuestro
campo perceptual. El espectro ordinario de nuestras percepciones
se encuentra cambiado y suscita una representación diferente
del universo y de nosotros mismos en su seno”.7

Los hombres sabios de los Andes emplean, además, una amplia


variedad de ceremonias, que expresan su vínculo profundo y
recíproco con la naturaleza.

Los q’eros: una nación andina en las alturas

Al resguardo del tiempo

En la película "Humano. Sudamérica renace", Alan Stivelman


emprende un viaje por los Andes y por su inconsciente, haciéndole
preguntas acerca de la existencia a un paqo o sacerdote q’ero.

Pero ¿quiénes son los q’eros? Hay quienes afirman que podrían
ser descendientes directos de los incas y que han vivido por más
de 500 años aislados, custodiando el conocimiento ancestral
de sus raíces. El confinamiento en alturas que llegan a los 4200
m.s.n.m. los mantuvo bastante alejados de las influencias de la
Conquista.

7
Mabit, Jacques, “El chamanismo y el hombre contemporáneo”, artículo publicado por el
Centro de Rehabilitación de Toxicómanos y de Investigación de las Medicinas Tradicionales
Takiwasi, Tarapoto, 1996; disponible en <http://takiwasi.com/docs/arti_esp/shamanismo_y_
el_hombre_contemporaneo.pdf>.

48
El antropólogo Oscar Núñez del Prado fue uno de los principales
divulgadores del conocimiento de los q’eros, a partir de 1949.
Según han revelado, el motivo de su reaparición es volver a
tomar contacto con los hombres, porque estamos atravesando
un cambio de paradigma o pachakuteq.

Los q’eros y otras naciones andinas ofrecen sus enseñanzas en


busca de preparación para el tiempo de luz del Gran Mastay, el
momento de reintegración de pueblos de las cuatro direcciones
del Tawantinsuyu. Es la reunión de toda América, y de toda la
humanidad a nivel global.

Sus chamanes proponen el karpay o camino de iniciación inca,


hacia estados más evolucionados de conciencia. A través del
karpay se transmiten tres fuerzas poderosas: el munay (amor
trascendente), el llankay (actitud de servicio) y el yachay
(autoconocimiento y sabiduría).

Estos conceptos, en quechua, son verbos que también forman


parte del allin o sumaq kawsay, tal como hemos visto.

El karpay se expresa por medio de ritos de pasaje, en función de


una finalidad u objetivo particular. Para el andino, es el llamado
de la Pachamama a través de los apus, sus intermediarios, y los
elementos de la naturaleza, para comunicarse con centros de la
tierra y acercarse a una vida más conectada con la esencia.

49
Plantas medicinales: instrumentos de armonía

Nada falta en la naturaleza

Todas las hierbas y plantas tienen propiedades medicinales,


habiéndose descubierto en la actualidad los beneficios de un
gran número de especies.

En el mundo andino, las plantas forman parte de la totalidad


sagrada de la Pachamama y cumplen la función de restaurar el
equilibrio perdido en el hombre. Desde tiempos inmemoriales, los
amautas utilizan plantas sagradas como medio de comunicación
entre diversos niveles de conciencia y el estado de vigilia. De
este modo nos ilustra el antropólogo Carlos Martínez Sarasola:
“Estas plantas, cuyo uso es de una antigüedad milenaria, […]
permiten alcanzar aquellos estados que posibilitan el viaje a otros
planos y/o dimensiones de la realidad, ese mundo invisible”.8

Todo amauta considera que el manejo de las plantas maestras


debe hacerse con responsabilidad y verdadero conocimiento de
su uso, para evitar riesgos personales no deseados y peligrosos
para la salud, que desvían la intención de lograr una armonía
integral de la persona.

La ayahuasca y el san pedro o wachuma son dos plantas muy


conocidas en los Andes. Sobre los lugares donde más se
utilizan, el Lic. Jaime Torres Romero detalla: “Cada región del
mundo y las culturas tradicionales tienen sus plantas maestras;
así, en el norte de México está el peyote, los mochicas en el Perú

8
Martínez Sarasola, Carlos, “Las plantas sagradas y el sentido de su uso en el mundo
indígena”, El Psicoanalítico, nº 18, julio de 2014; disponible en <http://www.elpsicoanalitico.
com.ar/num18/subjetividad-martinez-sarasola-plantas-sagradas-mundo-indigena.php>.

50
usaban el cactus llamado hoy san pedro. Y la ayahuasca es la
planta maestra por excelencia en la región amazónica de Perú,
Ecuador, Colombia y Brasil. Su uso es ancestral”.9

Por razones de espacio no nos detendremos en ellas; solo


debemos recordar que son plantas extremadamente poderosas,
cuya ingesta debe hacerse bajo la guía de un amauta y en una
búsqueda sana, orientada a la salud y al equilibrio.

Sin duda, la hoja de coca ocupa un lugar central en la cultura


andina. Si bien es muchísimo lo que puede decirse de ella, nos
focalizaremos en reseñar sus aspectos más singulares, para
intentar comprender la importancia que ha tenido y tiene para
las comunidades de los Andes de ayer y de hoy.

Muchas leyendas cuentan acerca del uso de esta planta en


rituales y ceremonias desde hace siglos. Se la utiliza para
realizar ofrendas o pagos, y también se la suele emplear en
forma oracular, para responder consultas o revelar situaciones
de índole personal o colectiva.

Con respecto a la visión que se tenía de ella en la época


de la Colonia, el Tayta Carmelo Sardinas Ullpu nos detalla:
“Los españoles descubrieron que todos los hombres y
mujeres coqueaban, masticaban unas hojas llamadas koka, y
comprobaron que ese alimento fortalecía el cuerpo y el espíritu.
Por otra parte, al enterarse de que también se usaba en las
ceremonias, decidieron que había que suprimir aquella que
para ellos era una idolatría. Llamaban a la hoja de koka ‘planta

9
Torres Romero, Jaime, “Acerca de la planta maestra: vehículo de introspección”, artículo
publicado por el Centro de Rehabilitación de Toxicómanos y de Investigación de las Medicinas
Tradicionales Takiwasi, Tarapoto; disponible en <http://takiwasi.com/docs/arti_esp/acerca_
planta_maestra.pdf>.

51
del diablo’. Argumentaban que ese tipo de celebración era una
práctica demoníaca, por lo tanto, prohibieron su uso, tanto para
coquear como en las ceremonias. […] La erradicación fue total,
arrancaron y quemaron las plantaciones y persiguieron a quienes
las cultivaban. La única excepción a la prohibición que hicieron
los españoles fue su uso en las mitas de Potosí, porque habían
constatado que la hoja de koka daba resistencia a los hermanos
que bregaban largas horas en sus lugares de trabajo”.10

La coca es usada también con fines medicinales; sus propiedades


son reconocidas mundialmente. La versión más popular es el té
o mate de coca, que, además de ser muy digestivo y combatir el
cansancio y el estrés, es usado para evitar el soroche: el estado
caracterizado por dolor de cabeza, baja presión y malestar
general, provocado por la falta de oxígeno en las zonas de altura,
como Cusco, por ejemplo.

La coca presenta una multiplicidad de aplicaciones y beneficios,


y por ello es tan habitual su uso, ya que resulta muy apropiada
para acompañar la realización de los quehaceres diarios,
promoviendo el equilibrio anímico. Entre otros empleos, se la
utiliza para el mascado o acullico, costumbre milenaria que les
otorgaba a los trabajadores de las minas más resistencia en las
prolongadas jornadas laborales.

“Con ella, quienes tienen conocimiento pueden diagnosticar


una enfermedad, preguntar sobre el clima para organizar el
trabajo agrícola o consultar sobre el inicio de una relación con
una persona desconocida, por ejemplo. Puede indicarnos si

10
Monachesi, María, Profecías incas. Asombro y sabiduría en épocas de cambio, Buenos
Aires, Kier, 2008.

52
estamos en condiciones de hacer o no determinada cosa. Los
hombres sabios tienen contacto directo con el espíritu de esta
planta: a través de ella se puede saber acerca de cualquier
información que sea importante develar. Por esto se la considera
sagrada”,11 nos dice el Tayta Carmelo Sardinas Ullpu, desde su
experimentado lugar de amauta.

“Hoy estamos tratando de que sea industrializada y


comercializada. Su utilización se ha extendido desde productos
alimenticios hasta artículos de higiene personal. Se hacen
harinas, chocolates, caramelos, dentífricos, jarabes, jabones
y champús, entre otros productos”, agrega, y nos revela algo
inquietante: “Los investigadores europeos han descubierto
esencia de esta hoja en partes del cuerpo de momias egipcias,
junto a tabaco, semillas de tomate y de maíz. Ellos se preguntan
cómo puede ser posible la conexión entre ambas culturas. La
explicación de la ciencia es que los egipcios eran navegantes, y
seguramente llegaron a América. Pero nosotros, como pueblos
originarios, también tenemos nuestra versión. Con los egipcios
hubo contacto desde los tiwanakotas, porque estos fueron
navegantes que recorrieron el mundo. Llevaron todas sus
medicinas, sus plantas sagradas, haciendo intercambios en sus
visitas a aquella cultura. Otro indicio interesante es que también
se han encontrado guantes hasta el codo tejidos con hilos de
plata, que son totalmente andinos, con una aplicación espiritual.
Los metales también tenían una utilización medicinal: la plata
transmite energía femenina y el oro, masculina. Un ejemplo de
esto eran los brazaletes que vestían los incas en la zona de los
bíceps, sobre la musculatura.”12

11
Ídem.
12
Ídem.

53
En los lugares de industrialización de productos medicinales y
alimenticios, se continúa trabajando en la concientización para
diferenciar la hoja de coca del clorhidrato de cocaína, usado para
producir el conocido estimulante adictivo. Esta sustancia nociva
requiere de grandes cantidades del vegetal para su extracción,
ya que la hoja de coca la contiene en muy baja concentración.

La siguiente tabla nos muestra las propiedades nutricionales de


la hoja de coca, confirmándonos sus excelentes condiciones
como aliada del cuerpo, además de ser una ancestral compañera
del espíritu.

100 g de hoja de coca contienen:

Nitrógeno total 20,06 mg


Alcaloides totales no volátiles 0,70 mg
Grasa 3,68 mg
Carbohidratos 47,50 mg
Betacaroteno 9,40 mg
Alfacaroteno 2,76 mg
Vitamina C 6,47 mg
Vitamina E 40,17 mg
Tiamina (vitamina B1) 0,73 mg
Riboflavina (vitamina B2) 0,88 mg
Niacina (factor P-P) 8,37 mg
Calcio 997,62 mg
Fosfato 412,67 mg
Potasio 1739,33 mg
Magnesio 299,30 mg
Sodio 39,41 mg
Aluminio 17,39 mg

54
Bario 6,18 mg
Hierro 136,64 mg
Estroncio 12,02 mg
Boro 6,75 mg
Cobre 1,22 mg
Zinc 2,21 mg
Manganeso 9,15 mg
Cromo 0,12 mg

Apus: guardianes de la región

En lo alto no hay palabras

En idioma quechua, apu significa ‘montaña’ y también ‘Gran


Señor’. Pero en el mundo andino, trasciende el aspecto concreto
para referirse al poder de los elementos y a una comunicación
espiritual con la naturaleza.

Son los “espíritus de la montaña”, los wamanis, considerados


guardianes tutelares de una ciudad o pueblo. En los Andes,
lo divino y lo demoníaco no son fuerzas antagónicas: los apus
pueden cumplir uno u otro rol, dependiendo del contexto y la
circunstancia; alternan su función con el fin de mantener el orden
y el equilibrio. Representan el aspecto masculino del cosmos,
cumpliendo una función mediadora frente a los fenómenos
atmosféricos y climáticos de la naturaleza.

A los volcanes y montañas de los Andes llegan peregrinos


de todo el mundo. Uno de los apus más reconocidos es el
Ausangate, protector de la región de Cusco, donde se realiza
la fiesta del Señor del Qoyllor Rit’i (‘estrella de nieve’ o ‘nieve

55
resplandeciente’) durante el Intiq Raymin. Otros importantes en
Perú son el Machu Picchu, el Putuqusi, el Salkantay y el volcán
Vilkanota. En Argentina, el Uritorco, el Pajarillo, el Colchiqui y el
volcán Lanín, entre muchos otros a lo largo del cordón andino.

Animales sagrados: guías personales y colectivos

Poderosos mensajeros

Para los andinos, los animales representan un grado de evolución


superior. Tanto es así que, en el caso de las aves, interpretan sus
vuelos y hasta las formas en que se posan. Para ellos, todos los
animales traen mensajes importantes e información de aplicación
cotidiana.

• El kunturi (cóndor) representa el conocimiento cósmico,


el janan pacha (el mundo superior), la conexión personal y
colectiva a través del espacio tiempo.

Enseña la liberación del dolor y las limitaciones. En la actualidad,


gracias a la tarea de concientización de su rol ecológico y
cultural, el cóndor está repoblando las zonas donde se hallaba
extinto. Está aumentando en número gracias a programas como
el de conservación del Zoológico de Buenos Aires, que desde
1991 cumple con la tarea de recuperar esta magnífica ave en
todo el territorio andino.

• El q’enti (colibrí) es un pequeño pero poderoso


portador de buenas noticias. Es un mensajero de otros planos
de conciencia, arquetipo de habilidad y perseverancia en su
incansable vuelo.

56
• El wanaku (llama o guanaco) encarna la estabilidad
y marca el sendero en la montaña para conectar con otras
dimensiones.

Cumple con un rol amoroso al proveer al hombre de carne,


lana, piel y huesos. Vive en la superficie de la tierra, pero en el
cielo está el Llama Ñawi (‘ojo de la llama’), representado por las
estrellas Alfa y Beta Centaury.

• El puma andino y el uthrunku (jaguar) amazónico


simbolizan la sabiduría, el poder y la fuerza en el kay pacha (el
mundo terrenal). Al ser utilizado por el Inca en la manifestación
política de su gobierno, presumiblemente motivó que la ciudad
de Cusco fuera diseñada con la forma de ese animal. También en
el área administrativa de Machu Picchu está presente la imagen
del puma.

• Katari (serpiente) y amaru (anaconda amazónica) son las


habitantes del ukhu pacha (el mundo inferior). En la mitología
andina katari encarna a la serpiente cósmica, las fuerzas
opuestas de la naturaleza, el principio de la vida, la sabiduría y la
iluminación. Es también la fuerza del inconsciente, el poder y la
revelación de lo oculto.

57
58
PARTE II

La manifestación de lo invisible

–¿Llevas compañía?

–Camino solo.

–Es lo que tú crees.

59
60
La cultura andina impresiona con la extraordinaria majestuosidad
de sus monumentales construcciones. El paso del tiempo no
pudo opacar la belleza y la emotividad que provocan; quizás la
respuesta no esté en los muros y caminos concretos, sino en la
esencia invisible que los anima.

La sorprendente ruta del Qhapaq Ñan, el Gran Camino Inca, se


abre paso en el presente activando los circuitos que muestran
a una América del Sur unida, dispuesta a un viaje en varias
dimensiones de tiempo y espacio. Concebir una idea de tamaña
naturaleza y plasmarla a lo largo de tantos kilómetros habla a las
claras de un nivel de evolución espectacular.

Les proponemos detenernos en él para intentar vislumbrar


la envergadura de su diseño, e imaginar un recorrido por las
ciudades y los templos más importantes que lo conforman,
desde Tiwanaku, Bolivia, hasta Machu Picchu, Perú.

61
QHAPAQ ÑAN: LA RUTA DE WIRAQOCHA.
EL CAMINO DE LOS “HIJOS DEL SOL”1

Referencias históricas

El Qhapaq Ñan o Gran Camino Inca, a lo largo de varios siglos,


fue la obra más representativa de la cosmovisión andina. Algunos
de los tramos más antiguos de este sistema caminero son de
origen preincaico. Las culturas chavín, tiwanakota, wari y chimú
precedieron a los incas y tuvieron una gran influencia en los
principios y cultura de los Andes.

Su pensamiento integrador es llevado a la práctica a través de


una monumental red vial, que permitió conectar los lugares más
distantes del Tawantinsuyu y llegar a regiones que en la actualidad
corresponden a los países de Perú, Ecuador, Bolivia, Colombia,
Argentina y Chile. Esta expansión hubiera sido imposible sin el
Qhapaq Ñan.

1
Fuentes: Smithsonian, National Museum of the American Indian (NMAI), El Gran Camino
Inka: construyendo un imperio, Washington, DC - Nueva York, NY, 2015, <http://nmai.si.edu/
caminoinka/index.html>.
Estévez Castillo, José, “La red vial prehispánica de Bolivia”, Revista Qhapaq Ñan Bolivia,
Viceministerio de Desarrollo de Culturas, Unidad Nacional de Arqueología, Ministerio de
Educación y Culturas de Bolivia, La Paz, Resúmenes de Investigación, año 1, publicación nº
1, 2007; disponible en <http://www.altiplanoextreme.com/qhapaq>. Sánchez V., Milagros,
“Canatur: ‘Qhapaq Ñan incrementaría en 3% la entrada de turistas al Perú en el segundo
semestre’”, revista Gestión, Lima, 25/6/2014; disponible en <http://gestion.pe/economia/
canatur-qhapaq-nan-incrementaria-3-entrada-turistas-al-peru-segundo-semestre-2101174>.
Fundación Perú España, “Mapa del Qhapaq Ñan o Camino del Inka. Publicado por la editorial
Santillana con una tirada de 5000 ejemplares”, 21/5/2014, <http://www.fundacionperu.es/
cartel-del-qhapaq-nan-o-camino-del-inca/>. Ministerio de Culturas y Turismo del Estado
Plurinacional de Bolivia, Qhapaq Ñan, Sistema Vial Andino incluido en la Lista de Patrimonio
Mundial de la UNESCO, última actualización, Junio 2014, <http://www.minculturas.gob.
bo/index.php/prensa/noticias/306-qhapaq-nan-sistema-vial-andino-incluido-en-la-lista-de-
patrimonio-mundial-de-la-unesco>

62
La actual ciudad de Cusco (Qosqo), en Perú, fue la sede política,
cultural, económica y espiritual del Tawantinsuyu, y residencia
del Inka (gobernante). Qosqo significa ‘ombligo’ en quechua:
nombre apropiado para el núcleo de todas las actividades de
los casi 2.000.000 km2 que ocupó la confederación. Desde la
plaza de Armas (Wakaypata) de esta antigua capital puede verse
el nacimiento de las rutas que parten hacia los cuatro suyus
(Antisuyu, Qontisuyu, Chinkasuyu y Qollasuyu).

Para los amautas, el crecimiento del territorio durante el apogeo


de la gobernación inca fue pacífico, con la intención de compartir
los conocimientos que habían desarrollado a todos los pueblos
del territorio andino, organizándolos en una confederación.
Cronistas y diversos autores se refieren a este período histórico
como una conquista por medio de la diplomacia y hasta de la
guerra. Por eso, quienes comparten esta concepción, en lugar
de Confederación del Tawantinsuyu lo denominan Imperio inca.

Construcción y uso del sistema vial

El Qhapaq Ñan es una obra de ingeniería de más de 23.000


km de caminos adaptados a la geografía de cada región. Sí,
leyeron bien. Una extensión fenomenal a lo largo de gran parte
del territorio sudamericano.

Montañas, valles, desiertos, selvas, llanuras, ríos y lagos conforman


las distintas zonas que atraviesa esta red de vías camineras.
Para salvar las irregularidades del terreno, el andino –aun sin los
beneficios de la rueda– supo servirse de los diferentes recursos
que le ofrecía cada región por la que avanzaba. Se diseñaron
diversos tipos de estructuras: calles empedradas, escalinatas,
túneles, sistemas de drenajes y puentes, que permitieron unir
una biodiversidad tan extrema.

63
La producción de cada suyu, con mercaderías y encargos, y las
caravanas reales, de las que participaban los gobernantes incas,
transitaban el Qhapaq Ñan. Frente a las grandes distancias
se hacían necesarios los tambos, estancias o lugares de
descanso ubicados a lo largo de las rutas. De este modo, las
ciudades estaban conectadas para realizar no solo intercambios
comerciales, sino también visitas religiosas a los lugares
ceremoniales y a los templos, frecuentes entre los integrantes
de las comunidades de cada región.

Si hay un emblema del Qhapaq Ñan, ese es el chaski, mensajero


comisionado para entregar recados mediante un sistema de
relevos. Contaba con los khipus, sistema de comunicación muy
efectivo para transmitir la información a sus destinatarios.

De acuerdo con la tradición oral andina, el chaski fue más que un


simple correo. Los primeros chaskis fueron los hombres puente,
los amautas, que abrieron el camino de sabiduría y conocimiento
entre los pueblos.

Un trazado revelador

Al Camino Inca se lo menciona de diversas maneras y ha sido


nombrado por diferentes autores como Ruta de Wiraqocha,
Camino de los Justos, Camino de la Verdad, Gran Camino Inka y
Ruta de la Sabiduría Inca, entre otras denominaciones. Qhapaq, en
quechua, significa ‘principal, noble, justo’; y ñan es ‘ruta o camino’.

Esta extraordinaria ruta implica exactitud, justeza: una gran


precisión en el trazado de una diagonal, sobre la cual están
asentados los más importantes templos y ciudades. El diseño
de esta línea recta fue descubierto por la Dra. María Scholten de
D’Ebneth recién en 1977.

64
El proyecto, la técnica y la construcción de este conjunto de vías,
caminos primarios y secundarios, mediante el uso de matemática
muy avanzada y coherente con la geometría de la chakana,
demuestran el gran conocimiento “científico” y especializado de
los andinos.

La diagonal del Qhapaq Ñan es una recta con una inclinación


de 45° respecto del eje Norte-Sur de la Tierra. El punto medio
entre este eje Norte-Sur y el trazado del Qhapaq Ñan nos da otra
diagonal, que casi coincide con el eje de rotación de la Tierra,
llamada Línea de la Verdad.

A este impresionante sistema vial lo caracteriza la presencia de


megalitos, intiwatanas, destinados a amarrar simbólicamente al
Sol, para mantener de ese modo la inclinación del eje de la Tierra
y conservar el equilibrio del planeta. Javier Lajo sostiene la teoría
de que los andinos plasmaron, en ese diseño, su concepción de
una vida en armonía.2

El Tayta Carmelo Sardinas Ullpu, en la entrevista realizada para


este libro, nos cuenta: “Watana es amarradero, el lugar donde
marca la hora el reloj; intiwatana es donde el tiempo es amarrado
al Sol, y las horas se rigen por el Sol. Era un observatorio
astronómico, pero no solo se contemplaba, también se recibía
información. Los awasirikuna eran los hombres intelectuales que
tenían conocimiento del manejo del tiempo y, como se pasaban
días y noches estudiando, los observadores se iban turnando”.

2
Lajo, Javier, Qhapaq Ñan. La Ruta Inka de Sabiduría, 2ª ed., Abya-Yala, Lima, junio de 2005;
disponible en <http://dspace.unm.edu/>.

65
El Qhapaq Ñan, hoy

Los múltiples propósitos del Qhapaq Ñan –comerciales,


políticos, culturales y comunitarios– abarcan transversalmente
todas las áreas del desarrollo de la vida humana integradora y
trascendente del andino. Gracias a una tarea conjunta de los
países que lo conforman, encontró un justo reconocimiento al ser
declarado patrimonio cultural de la humanidad por la UNESCO
en el año 2014.

Es importante ver cómo un sistema de caminos utilizado para


el desarrollo y la expansión sería luego el empleado por la
Conquista para el propósito colonizador.

Hoy, la Ruta de Wiraqocha sigue viva. A través de la gente que la


habita transmite su arte, su cultura, comparte su riqueza y ofrece
una mano para tender nuevos puentes, visibles e invisibles, en
armonía con la naturaleza y buscando beneficios compartidos en
pos del allin o sumaq kawsay. Este legado ancestral propone, en
el presente, una resignificación de esa gran obra que integró al
Tawantinsuyu. Más allá de las fronteras de los Estados, hay una
América que está unida.

De algún modo, poner en valor esta red de caminos, en la


actualidad, restituye esa conciencia de unidad original y genuina
que impulsó la magnitud de este circuito monumental.

66
CENTROS ARQUEOLÓGICOS ANDINOS: CIUDADES
Y TEMPLOS EN BOLIVIA Y PERÚ

Cultura, belleza y misterio

Haremos un viaje imaginario por los sitios más destacados de


Bolivia y Perú. Avanzaremos tanto por lugares que son parte de
los tramos principales del Qhapaq Ñan como por otros situados
en vías transversales: más que un trazado turístico, nuestra
intención es participarlos del recorrido que realiza el peregrino
en busca de una conexión verdaderamente profunda con la tierra
y su sabiduría.

Esta es solo una propuesta, pero los invitamos a crear su


propio Qhapaq Ñan: tanto en lo externo, dentro de los múltiples
paisajes de esta “nueva” América que se abre al mundo, como
en lo interno, hacia un descubrimiento de nuevas dimensiones
de conciencia.

67
Bolivia: la cuna de los incas3

Las leyendas cuentan que el origen de la cultura andina se


ubica en Tiwanaku, dando lugar a la mitología que explica su
nacimiento.

El relato más conocido narra que, de las aguas del lago


Titicaca, habrían surgido Manco Cápac y Mama Ocllo, quienes
emprenderían un viaje hacia el Norte en busca de tierras para
fundar el inicio del Tawantinsuyu. Llevaron consigo una barreta
de oro que se hundiría fácilmente en la tierra al llegar al lugar
elegido, lo que ocurrió recién en la actual Cusco (Perú). Manco
Cápac inicia el Cápac Cuna, el listado de los gobernantes incas.
La otra leyenda es la de los hermanos Ayar (Ayar Manco, Ayar
Cachu, Ayar Anca y Ayar Vachu) y sus respectivas esposas.

3
Fuentes: Michel López, Marcos R., El Qhapaq Ñan o Camino Real Inka en Bolivia, Ministerio
de Culturas del Estado Plurinacional de Bolivia, 18° Foro de Ministros y Ministras de Culturas,
América Latina y Caribe, La Paz, 2011; disponible en <http://www.embajadadebolivia.it/
sites/default/files/archive/09qhapacnan.pdf>. UNESCO, World Heritage Centre, Centro
de Investigaciones Arqueológicas, Antropológicas y Administración de Tiwanaku, Plan de
manejo. Centro espiritual y político de la cultura tiwanaku. Bolivia 2015-2020, Tiwanaku,
enero de 2015; disponible en <http://whc.unesco.org/document/134969>. Ministerio
de Culturas del Estado Plurinacional de Bolivia, Atlas Patrimonial de Bolivia, Patrimonios
de la Humanidad declarados por la UNESCO, La Paz, 2011; disponible en <http://
www.embajadadebolivia.com.ar/m_documentos/img-documentos/01atlaspatrimo.pdf>.
Embajada del Estado Plurinacional de Bolivia en Italia, 18° Foro de Ministros y Ministras
de Culturas, América Latina y Caribe, 2011, El Qhapaq Ñan o Camino Real Inka en Bolivia,
<http://www.embajadadebolivia.it/sites/default/files/archive/09qhapacnan.pdf>. Late
Bolivia, “Turismo en Tiwanaku”, <http://www.latebolivia.com/index.php/es/destinos-turisticos-
de-bolivia/mejores-destinos-turisticos-de-bolivia/turismo-en-tiwanaku>. Representación de
UNESCO en Perú, Tejiendo los lazos de un legado. Qhapaq Ñan: Camino Principal Andino.
Hacia la nominación de un patrimonio común, rico y diverso, de valor universal, San Borja,
2004; disponible en <http://unesdoc.unesco.org/images/0014/001412/141273s.pdf>.
Autoridad Autónoma Binacional del Lago Titicaca (ALT), Bolivia-Perú - UNESCO, La cuenca
del lago Titicaca, Bolivia y Perú, s.d.; disponible en <http://webworld.unesco.org/water/wwap/
wwdr/wwdr1/pdf/chap21_es.pdf>.

68
Cuenta que salieron del cerro Tamputaqo, con el objetivo de
hallar tierra fértil para un asentamiento. Pero el viaje duraría
varios años y, después de algunas desavenencias e infortunios
entre ellos, el único que llegaría a tierras fértiles junto a su ayllu
sería Ayar Manco. Este valle es hoy la región de Cusco.

Siguiendo el peregrinaje mítico ancestral hacia Cusco,


comenzaremos en Tiwanaku.

Tiwanaku: origen del Tawantinsuyu

Uno de los tramos del Gran Camino Inca ingresa en la actual


Bolivia –que era parte del Qollasuyu– para transitar siete de sus
nueve distritos actuales. Rodea el lago Titicaca y se extiende
hacia el límite sur, llegando a Calahoyo, Argentina.

Los ancestros de los incas, pertenecientes a la cultura


tiwanakota, desarrollaron una red vial para conectar sus centros
urbanos con las regiones agrícolas. Este sentido integrador es
uno de los ejes culturales que heredaron los andinos y que los
llevarían a ampliar las redes de comunicación del Tawantinsuyu.

Tiwanaku es el principal centro arqueológico de Bolivia y uno


de los más antiguos de la cultura andina. Sus restos sorprenden
por su monumentalidad y perfección. Aunque existen opiniones
encontradas en cuanto a la data de origen, algunos expertos
calculan que tendría unos 14.000 años de antigüedad; otros
le atribuyen hasta 25.000 años de historia. En el período de
expansión esta cultura ocupó la región andina de La Paz, la
mayor parte de Oruro, Cochabamba, el norte de Potosí, el sur
de Perú, el norte de Chile y parte de Argentina.

El sitio se encuentra a 72 km de la ciudad de La Paz y a unos

69
20 km del lago Titicaca. Es conocido como la Ciudad del Sol
y considerado origen de divinidades y gobernantes. Ocupa una
superficie aproximada de 30 ha y se halla a 3.825 m.s.n.m.

Consta de imponentes construcciones arquitectónicas con


sectores administrativos y áreas destinadas a las ceremonias.

En el centro se encuentra el templo de Kalasasaya, también


conocido como Templo de las Piedras Paradas, de 5.400 m2,
una gigantesca estructura en la que podemos encontrar el famoso
Inti Punku (‘Puerta del Sol’), el centro ceremonial de Tiwanaku.
Está tallado en un solo bloque y se afirma que representa la
figura de Wiraqocha, sosteniendo en cada mano un cetro,
también reconocido como símbolo del chaski. Se presume que
fue un gran calendario de piedra y lugar de observación del Sol
y los astros.

En el interior del complejo están el templete semisubterráneo,


con sus cabezas esculpidas y emplazadas en los muros, que se
presume fueron gobernantes tiwanakotas en épocas anteriores
al incario, y los restos de Kantataita, Putuni y Kericala. También
se pueden apreciar la pirámide escalonada de Akapana, de siete
plataformas –la más destacada de Tiwanaku– y el Puma Punku.

La cultura tiwanakota tuvo un gran desarrollo agrícola, con un


avanzado sistema de riego. Las 50.000 ha de campos, llamados
en lengua aymara sukakollos, se ubican frente al parque
arqueológico.

La influencia de Tiwanaku ha sido muy importante en la cultura


y cosmovisión andina. Era el centro ceremonial y espiritual del
Tawantinsuyu, un lugar de peregrinación constante y de práctica
de los principios andinos.

70
A continuación, reseñamos otros puntos ineludibles del
recorrido:

• La Killa Punku (‘Puerta de la Luna’) también forma


parte del ingreso principal de entrada al templo de Kalasasaya.

• El Intiwatana de la montaña Kesasani fue un importante


observatorio astronómico de la época preincaica, que por su
apariencia, después de la llegada de los españoles, recibió
el nombre de Horca del Inca. Es un megalito compuesto por
dos rocas de 5 m de altura con viga transversal colocada en
la parte superior a modo de travesaño. Se encuentra en el
pueblo de Copacabana, en las proximidades del lago Titicaca.
Cada 21 de junio es visitado por miles de peregrinos que
celebran el solsticio de invierno.

• El lago Titicaca, en la frontera entre Bolivia y Perú, tiene


una extensión de 8300 km2, a una altitud de 3600 a 4500
m.s.n.m. Es considerado el lago navegable más alto del mundo.
Se encuentra a 70 km de la ciudad de La Paz, y alrededor
de sus costas aún viven los urus (uruchipayas), pobladores
originales del lago. Dice la leyenda que construyeron balsas
de totora para salvarse del diluvio y que fue Wiraqocha
quien les anticipara la inundación. Como agradecimiento
por haberles salvado la vida, hicieron un pacto con el agua y
desde entonces hasta la actualidad construyeron sus casas
sobre el lago.

• La isla del Sol y la isla de la Luna están ubicadas al


sudeste del lago Titicaca, con una extensión de 11 km de
largo por 4,5 km de ancho. Son las islas reconocidas por la
leyenda que relata el origen del linaje inca, los “Hijos de Sol”.
En la isla del Sol estaba el Yachaywasi, la casa de estudios de

71
los hombres. En la isla de la Luna estaba el Ajllawasi, la casa
del estudio de las mujeres.

Dejamos Bolivia para entrar en Perú, pero esta es solo una


percepción humana. Las líneas del Qhapaq Ñan no tienen
nacionalidad ni identidad, cada pueblo lo va haciendo suyo
a su paso...

Monolito Ponce, en el Templo de Kalasasaya.

72
Cabezas esculpidas del templete semisubterráneo, Tiwanaku.

La Puerta del Sol, el monumento más admirado de Tiwanaku.

73
Perú: asombro del mundo4

Lima: doce siglos de historia

El santuario arqueológico de Pachakamaq está ubicado a 23 km


al sur de Lima, en el distrito de Lurin. A lo largo de doce siglos de
historia, estas construcciones monumentales de barro y piedra
congregaron las huellas de las diversas culturas que ocuparon
la costa central de los Andes. Tiene una extensión de unas 465
ha, de las cuales solo el 40% pertenece al área del complejo a
la que puede acceder el turismo.

4
Fuentes: Sitios y documentos web oficiales, Perú: Ministerio de Comercio Exterior
y Turismo, “Región Cusco”, <http://www.mincetur.gob.pe/newweb/Portals/0/Cusco.
pdf>. Ídem, “Parque arqueológico de Raqchi”, <http://www.mincetur.gob.pe/TURISMO/
OTROS/inventario%20turistico/Ficha.asp?cod_Ficha=933>. Ídem, “Ficha: puente colgante
de Q’eswachaka”, <http://www.mincetur.gob.pe/TURISMO/OTROS/inventario%20
turistico/Ficha.asp?cod_Ficha=935>. Ídem, portal oficial de turismo, <www.peru.travel>.
Ídem, sitio web de la Comisión de la Promoción de Perú para la Exportación y el Turismo
(PromPerú): <www.promperu.gob.pe>. Ministerio de Cultura, “Plan de manejo del Santuario
Arqueológico de Pachacamac 2012. Resumen ejecutivo”, disponible en <http://www.
mcultura.gob.pe/sites/default/files/docs/unesco_pachacamac_web.pdf>. Ídem, sitio web de
la Dirección Desconcentrada de Cultura de Cusco: <www.drc-cusco.gob.pe>. Comité de
Servicios Integrados Turísticos Culturales de Cusco, “Boleto Turístico del Cusco”, <http://
www.cosituc.gob.pe/tambomachay.php>.
Sitios web comerciales: <www.cuscoperuinkatrail.com>; <www.amazoncuscoperu.com>;
< www.cusco-peru.org>.
Otras fuentes web: UNESCO, “Conocimientos, técnicas y rituales vinculados a la renovación
anual del puente Q’eswachaka, 2013”, disponible en <http://www.unesco.org/culture/
ich/es/RL/conocimientos-tecnicas-y-rituales-vinculados-a-la-renovacion-anual-del-puente-
qeswachaka-00594>. Pi Rambla, Anselm, Proyecto Koricancha, los túneles de los andes y
el oro de los inkas, <www.koricancha.net>. S.d., “Ingeniería y arquitectura”, Machu Picchu.
Información y noticias desde el Cusco, <http://machupicchu.pe/informacion-de-interes/
ingenieria-y-arquitectura/>. S.d., “Mirador del Putucusi”, Info Perú. Infórmate sobre Perú,
<http://www.peru-info.org/mirador-del-putucusi.html>.

74
Abarca dos sectores, el Pampa Norte y el sector integrado por
el santuario arqueológico, cuyo centro está compuesto por tres
grandes construcciones: el Templo Viejo, el Templo Pintado y el
Templo del Sol.

La tradición oral andina no llama a estos recintos santuarios; los


considera wak’as (lugares sagrados).

Este gigantesco parque arqueológico fue el punto de inicio de


la vía transversal que vinculaba integralmente la región de los
Andes centrales.

Cusco: el punto cero de la era incaica

La zona de Cusco tiene una gran cantidad de áreas


arqueológicas de profunda belleza y significación espiritual.
El mayor despliegue de construcción de monumentales obras
arquitectónicas fue realizado durante el incanato.

Con la llegada de los españoles, muchos de sus templos


fueron destruidos o cubiertos por nuevas obras. El diseño
de la ciudad de Cusco cambió radicalmente al instalarse las
iglesias y la administración del gobierno implantado después
de la Conquista. Pero gracias a su magnificencia, fue imposible
destruir o tapar muchas obras incas, por la monumentalidad
de sus edificaciones. Machu Picchu es el máximo exponente
del potencial de esta cultura, que hoy está maravillando al
mundo entero con sus secretos.

Como vimos al comienzo del relato sobre el Qhapaq Ñan,


Cusco fue la capital del Tawantinsuyu y sede del incario.
De allí partían los caminos principales hacia el resto de las

75
regiones que lo integraban. En 1983 fue declarada patrimonio
cultural de la humanidad por la UNESCO y alberga los sitios y
parques arqueológicos más importantes del gobierno inca.

Daremos un recorrido por algunos de los más significativos


lugares, templos y centros ceremoniales del área:

• El templo de Wiraqocha forma parte del centro


arqueológico del pueblo de Raqchi, próximo al río Vilcanota,
en Cusco. Este centro cumplía con múltiples funciones y estaba
compuesto también por otros templos más pequeños, albergues,
almacenes de alimentos y palacios. El templo de Wiraqocha es
una construcción de barro y piedra volcánica que fue única en su
tipo, con casi 100 m de largo por 25 de ancho.

• Q’enqo (‘zigzagueo’) es un sitio ceremonial al noroeste


de la ciudad de Cusco. Es una wak’a de gran importancia, con
canales en forma de zigzag, galerías y cámaras subterráneas.
Consta de una gran zona semicircular que los españoles
denominaron anfiteatro, pero se presume que fue un lugar de
práctica espiritual, con una serie de construcciones entre las que
sobresale un intiwatana destinado a la observación astronómica
y a la denominada iniciación solar. En la actualidad, cada 21 de
junio, cuando se festeja el solsticio de invierno, aquellos que
se acercan a participar de las celebraciones esperan a una
determinada hora la aparición de la figura de un puma, que el sol
dibuja, entre luces y sombras. Es conocido como el despertar del
puma solar.5 La mayor parte de las visitas se realizan en la zona
llamada Q’enqo Grande, y en menor escala, en el otro sector,
llamado Q’enqo Chico, que presenta muros muy bien trabajados.

5
Arévalo Merejildo, James (Mallku), Centros de poder en los Andes, Cusco, edición del
autor, 2009.

76
• Tambomachay, al noreste de Cusco, se encuentra
rodeado de numerosas cuevas, asentado sobre un manantial
subterráneo que emerge a la superficie. Se presume que fue un
lugar de veneración al agua como fuente de vida, y un balneario
para disfrutar especialmente del sonido del agua. Tiene un
sector de fuentes; las paredes de este centro arqueológico
están diseñadas para filtrar y recoger el agua generando un flujo
permanente. Cumplía también con la función de estancia para
los chaskis que unían las rutas del Tawantinsuyu.

• Saqsaywaman, ubicado al noreste de la ciudad de


Cusco, es un espectacular complejo que abarca 33 sitios
arqueológicos, entre los cuales el más conocido es la fortaleza de
Saqsaywaman. Está asentado en la cabecera del valle, formado
por palacios y templos monumentales, rodeado de naturaleza,
requisito fundamental en los centros ceremoniales donde se
presume que veneraban al Sol. Se destacan las puertas y torres
del recinto, realizadas con piedra, de un peso que oscila entre
90 y 125 t. La obra habría sido iniciada por el Inka Pachakuteq y
continuada por el Tupak Yupanki Inka. Este es uno de los lugares
más elegidos por visitantes locales y extranjeros para celebrar el
Intiq Raymin o Fiesta del Sol.

o Amaru Machay o caverna de las serpientes


es una importante wak’a o centro ceremonial del
parque arqueológico de Saqsaywaman. También se
lo conoce como templo de la Luna. En el interior
de la gruta se destacanrelieves de serpientes.
Allí se realizaban ceremonias lunares, entre otras
celebraciones.

• Lanlakuyoc, conocido como Zona X, está muy cerca de


Amaru Machay, y es un sitio arqueológico con gran cantidad
de pasadizos, escalinatas, laberintos y altares. Es un lugar de

77
introspección al que se recomienda ir con un guía que conozca
el lugar.

• El Qorik’ancha es el templo principal del sol. Q’ori significa


‘oro’, y k’ancha, ‘lugar o recinto’. Está ubicado en la ciudad de
Cusco. Este templo presenta muchos interrogantes, básicamente
porque sobre este sitio ceremonial se construyó el Convento
de Santo Domingo. Los lineamientos de precisión y perfecta
técnica de construcción incaicos están presentes en los muros
que aún permanecen de pie después del destrozo y saqueo de
la Conquista, que removió los gruesos recubrimientos de oro del
interior del recinto. Los terremotos derribaron las cubiertas hechas
por los españoles pero no movieron la antigua construcción de
paredes de piedra de los incas…

Valle sagrado de los incas: el abrazo de los ríos

Ubicado al noroeste de Cusco, es también conocido como


valle de Urubamba o de Vilcanota, debido al cambio de nombre
del mismo río. Allí se encuentran dos de los más grandes
asentamientos incas, Pisaq y Ollantaytambo, y sobresalen
también los sitios arqueológicos de Moray y Chinchero.

• Pisaq, ubicada al noreste de Cusco, es visitada los


domingos por su reconocido mercado artesanal. Del conjunto
arqueológico, se destacan sus andenes agrícolas y el
intiwatana, usado como calendario solar. Un lugar destinado
a la agricultura, con grandes terrazas de cultivo y sistemas de
riego, hace de esta área uno los paisajes de mayor belleza de
Pisaq, que, junto a los andenes del valle, ocupa unas 65 ha
aproximadamente. A través de las ruinas de Pisaq se puede
ver el modo de vida andino en época de los incas.

78
• Ollantaytambo es un antiguo sitio arqueológico en el
extremo oriental del Valle Sagrado, en el noroeste de Cusco, un
lugar de gran magnetismo y belleza. Presenta un sector urbano
y un área ceremonial, integrada por un tampu (tambo o lugar de
descanso), antiguo alojamiento de los caminantes y viajeros del
Qhapaq Ñan. Esto se mantiene hasta el presente, recibiendo en
la actualidad a peregrinos de todas partes del mundo.

• Moray, al noroeste del Cusco, es un conjunto


arqueológico que consta de andenes circulares formados por
anillos concéntricos que van formando terrazas destinadas a
la experimentación agrícola. El aspecto es el de un anfiteatro
hundido. Allí los incas produjeron un gran porcentaje de sus
cultivos: muchas variedades de papa y maíz, principalmente. Por
las características de la zona, se presume que pudo haber sido
un centro de estudios genéticos para el desarrollo de cultivos.

• Chinchero es llamada la Ciudad del Arco Iris. Se


encuentra al noroeste de Cusco, rodeada por los nevados de
Salkantay, Verónica y Soray. Se destacan sus andenes de cultivo,
al igual que otros lugares arqueológicos del período incaico. En
el pueblo, podemos encontrar edificios coloniales, marco en el
que hoy se despliega una feria dominical con piezas artesanales
y textiles de gran atractivo.

Además, existen dos lugares para no perderse dentro de este


recorrido:

• Puente colgante de Q’eswachaka, al sudeste de la ciudad


del Cusco. Forma parte de la red vial del Qhapaq Ñan, uniendo
las márgenes del río Apurímac. Es otra impresionante obra
de ingeniería andina de 33 m de longitud y 1,20 m de ancho,
elaborada con fibras de ichu (forraje) trenzado. A partir de 2013
entró en lista representativa del patrimonio cultural inmaterial de

79
la humanidad de la UNESCO, porque su renovación periódica
rescata una tradición cultural y de trabajo conjunto, transmitida
de generación en generación. La tarea la realizan comunidades
quechuas huinchiri, chaupibanda, choccayhua, ccollana y
quehue. Mantienen el buen estado del puente y forman parte de
una celebración que expresa los principios de ayñi (reciprocidad)
y del allin kawsay (buen vivir) de los andinos.

• Choqe k’irao (‘cuna de oro’ en quechua) es una ciudad


inca al sur de Perú, también conocida por su hermandad con
Machu Picchu. Está ubicada en la margen derecha del río
Apurímac, en la cordillera Salkantay, a 3050 m.s.n.m., en la
provincia de La Convención, departamento de Cusco. Este
parque arqueológico es considerado área de conservación
regional por el Sistema Nacional de Áreas Protegidas, debido a
la abundante flora y fauna que se encuentra en la región. El área
de las construcciones mantiene la majestuosidad y belleza de la
mayoría de las edificaciones incaicas, plasmadas en los templos,
andenes y plazas, permitiendo admirar uno de los sellos de su
arquitectura, el perfecto encastre de los muros de piedra.

Camino Inca: la vida en movimiento

En la actualidad, el Camino Inca se ofrece como una opción


turística con dos alternativas: una versión larga, de 4 días, de 43
km, y otra corta, de 2 días, de 11 km.

Recorre un sector del Qhapaq Ñan y permite visitar un conjunto


de pueblos y complejos arqueológicos con la posibilidad de
vivenciar, en una pequeña parte, la impresionante tarea que
realizaron los incas en la construcción de caminos y puentes. Es
uno de los senderos de trekking más visitados de Sudamérica,
que permite un acercamiento profundo y real, a través de un

80
recorrido consciente, a la cosmovisión andina. Dos lugares
destacados del circuito son Wiñay Wayna y el Inti Punku, la
Puerta del Sol.

• Wiñay Wayna (‘por siempre joven’ en quechua) es uno


de los lugares arqueológicos atravesados por el Qhapaq Ñan.
Es una estación de descanso de los peregrinos actuales del
camino largo y del corto hacia Machu Picchu. Se destaca la
belleza de sus terrazas escalonadas, con un sector urbano y otro
eminentemente agrícola.

• Inti Punku, la Puerta del Sol, de entrada a Machu Picchu.


Es un recinto arqueológico que se encuentra a 1 km de distancia
de la ciudadela. Es el punto de ingreso para los que recorrieron
el camino inca, y el primer contacto desde la altura, tras las
nubes, con la magnética Machu Picchu.

Machu Picchu: la gran Ciudad del Sol

Machu Picchu es una de las siete maravillas del mundo, visitada


por turistas de todas las latitudes. Se trata de uno de los sitios
arqueológicos más importantes que existen en el planeta. Cubre
una superficie de 20 ha aproximadamente y la separan solo 110
km de la ciudad de Cusco. Está emplazada a 2460 m.s.n.m., entre
dos grandes montañas, en plena selva tropical de exuberante
flora y fauna. Fue declarada por la UNESCO patrimonio cultural
y natural de la humanidad en el año 1983.

La ciudadela consta de un área urbana –donde todavía hoy


pueden apreciarse imponentes templos, plazas, viviendas y
otras construcciones con función ceremonial–, junto a un sector
agrícola, cubierto por terrazas escalonadas donde se realizaban
cultivos.

81
Su construcción habría comenzado en el momento de mayor
expansión del incario, durante el siglo XV, bajo el gobierno
del Inka Pachakuteq. Actualmente es considerada, junto con
Tiwanaku, uno de los centros ceremoniales y astronómicos
andinos más importantes.

Con la Conquista, se presume que la ciudad fue abandonada.


Tampoco hay certezas de que los españoles hayan descubierto
la ciudad, dado que no fue mencionada en las crónicas de los
expertos, aunque también se conjetura que pudieron haberla
ocultado para no rendir cuenta de las riquezas que habrían
encontrado en el lugar.

Esta monumental ciudad, centro del incanato, está rodeada de un


gran misterio. La logística de su construcción antisísmica plantea
muchas preguntas. Científicos, arquitectos e ingenieros incas
lograron una incrustación perfecta en las piedras que forman los
muros. La exactitud del encastre es aún mayor en los espacios
destinados a los templos y lugares ceremoniales dentro de la
ciudadela. Los andinos explican este diseño de especial exactitud
como una muestra de su respeto y conciencia del compromiso
de su obra. Demuestran un avanzado conocimiento de ingeniería
para la época, y en condiciones de extrema dificultad, como lo
es una construcción en zona de altura.

Machu Picchu fue una ciudad con un propósito trascendente, de


conexión espiritual, y destinada a la observación y recepción de
información astronómica.

Solo a modo de ilustración, reseñamos algunas características


de los sectores agrícola y urbano:

• Sector agrícola: Esta área se caracteriza por las terrazas,


destinadas no solo a la agricultura, sino también a detener la

82
erosión causada por las lluvias. Forman parte de esta misma
área las collcas o depósitos para guardar los granos. En la zona
adyacente se encuentra el cementerio superior y la roca ritual.

• Sector urbano: Hacia el norte se encuentra el área


ceremonial de los templos, y hacia el sur, el complejo de
habitaciones y los talleres en andenes.

o Al Templo del Sol se puede acceder a


través de un enorme portón de dobles vigas. Es
una edificación semicircular cimentada en roca
sólida. El Torreón, su construcción más importante,
donde se hallaron artefactos para la medición
solar, confirma la finalidad de la observación
astronómica que tenía Machu Picchu. En la parte
subterránea se han encontrado criptas destinadas
a las autoridades incas.

o La Roca Sagrada, un grupo arquitectónico


ceremonial, se compone de habitaciones de tres
muros y un monolito labrado de 7 m de base por 3
m de altura.

o El Templo de las Tres Ventanas está


formado por tan solo tres muros de piedra sobre
una base rectangular, con un acople exacto.
Actualmente, se conservan solo tres de las cinco
ventanas originales destinadas a indicar la salida
del Sol. Es uno de los sectores más impactantes
de la ciudad sagrada.

o El Templo Principal se encuentra en la


parte más alta de la ciudad, muy cerca de las Tres
Ventanas. Son tres paredes de 11 m de largo

83
por 8 m de ancho, con murallas de un espesor de
0,90 m. Estaba destinado a rituales sagrados y
probablemente era residencia de sacerdotes.

o El Intiwatana está ubicado en la cima de


la Colina Sagrada. Cumplía la función de altar y
observatorio solar, para mediciones astronómicas
y creación de calendarios agrícolas. El monolito,
orientado en la línea Noroeste- Sudeste, de 36
cm de alto, culmina en un prisma cuadrangular,
colocado sobre una terraza de tres escalones
tallados en roca granítica. Es especialmente
visitado durante el Intiq Raymin (Fiesta del Sol), en
el solsticio de invierno.

o Las plazas se encuentran en diferentes


niveles. Son cuatro; tienen forma rectangular y
están conectadas entre sí. La plaza central es la
de mayores dimensiones.

o Las puertas de la ciudad concuerdan en


su forma trapezoidal, pero coexiste una variedad
de tamaños y estilos.

• A la montaña Machu Picchu se accede por el santuario.


Se eleva a 3050 m.s.n.m. Hay un camino bien delimitado para su
ascenso, entre andenes agrícolas y con una hermosa vista de la
ciudad y la naturaleza que la rodea. Asimismo, requiere un buen
estado físico completar el recorrido hasta la cima y el regreso a
la base.

• El Wayna Picchu es la montaña ubicada hacia el norte


de Machu Picchu. Su nombre significa ‘montaña joven’. Tiene
una altura máxima de 2700 m.s.n.m. Escarpada y con grandes

84
escalones de piedra granítica, subirla es un desafío con una
gran recompensa: una magnífica vista de Machu Picchu desde
la altura. En camino hacia la cumbre se encuentra el Templo de
la Luna.

o El Templo de La Luna se halla a 2050 m


de altura, a espaldas de Machu Picchu, y puede
ser visitado en el ascenso del Wayna Picchu. Es
uno de los templos que se han preservado casi
intactos, aun después de los terremotos sufridos
en la zona. Los incas construyeron 1060 escalones
que conducen a este templo. Para llegar hay que
atravesar un túnel abierto en la montaña. Se cree
que cumplía la función de refugio, porque su
ubicación estratégica permitía controlar el acceso
a la gruta.

• El Putuqusi, a unos 2560 m.s.n.m., es una montaña a


la que se accede desde Aguas Calientes, con un ascenso muy
empinado y por medio de largas escaleras de madera adheridas
a sus laderas, por lo que se recomienda precaución en el
trayecto hacia la cima. Es una actividad para disfrutar, en medio
de una vegetación selvática, que ofrece el regalo de otra vista
panorámica de la ciudad de Machu Picchu.

Aguas Calientes: un descanso merecido

Culminando la visita a Machu Picchu, los micros conducen hacia


Aguas Calientes. Se trata de un pequeño pueblo al noroeste
de Cusco, destino último del caminante del Sendero Inca. Es
un lugar con muchas opciones para alojarse y una importante
actividad comercial.

85
Se lo reconoce por sus aguas termales, a las que se les atribuyen
propiedades médicas, como tratamiento para el reumatismo y
la presión arterial. El agua alcanza una temperatura que oscila
entre los 38° y 46° C. Aguas Calientes representa un momento
para recuperar el cuerpo después de días intensos en el camino.

FINAL DEL RECORRIDO

Decir que este es el final del camino no sería verdad. La Ruta de


Wiraqocha, construida por los ancestros, tiene un trazado recto y
hacia esa línea diagonal confluyen muchos otros caminos menores.

Además de la gran oportunidad de disfrutar “físicamente” del


Qhapaq Ñan, hay un aspecto esencial que resulta fundamental
recordar: existe algo más, que está ocurriendo en nuestro
inconsciente. Sucede una experiencia que desconocemos.
Solo con el hecho de tomar conciencia de esto, establecemos
una conexión genuina, auténtica, con el origen. Acaso sea la
verdadera forma de conectarnos, más allá de lo racional.

Una buena recomendación para el viajero es hacer las excursiones


acompañado de guías profesionales. No es aconsejable viajar
solo, aun conociendo la zona y habiendo visitado los lugares con
anterioridad.

Otro sugerencia importante es considerar la altura de Cusco


(3399 m.s.n.m.) y el esfuerzo que demandan algunas visitas a
los parques y el ascenso a las montañas.

Que tengan un excelente viaje hacia las múltiples dimensiones


del Qhapaq Ñan.

86
La majestuosidad inca del Machu Picchu.

87
Santuario arqueológico de Pachakamaq, en Lima.

Andenes circulares con diferentes microclimas, en Moray.

88
PARTE III

Puntos de contacto con teorías de la ciencia

–¿Estás solo?

–No.

–¿Quién te acompaña?

–Todo.

89
90
CAMBIOS EN EL PARADIGMA CIENTÍFICO

Llegamos hasta aquí después de compartir un acercamiento a la


sabiduría de los Andes y habiendo simulado un recorrido a pie
por el extraordinario Qhapaq Ñan, la Ruta de la Verdad de los
pueblos que formaron el Tawantinsuyu.

Hemos visto un mundo con una cosmovisión diferente a la


occidental, con otras respuestas a las preguntas esenciales.

El creciente interés por las sabidurías ancestrales es el síntoma


de un cambio de conciencia a nivel global. Pero, para abordar
cualquier cosmovisión y hacerlo con ojos amplios e inclusivos,
será útil considerar la revolución científica y tecnológica en la
que estamos inmersos.

La ciencia, siempre ubicada en la vereda opuesta al conocimiento


intuitivo y de contacto directo con la realidad, se está redefiniendo
desde sus bases. Las teorías de las últimas décadas se muestran
cada vez más disruptivas para el contexto tradicional. Esto
explica que muchos de los nuevos postulados no se encuadren
o no logren alcanzar una plena aceptación dentro de la corriente
principal del pensamiento científico.

Aún no sabemos cómo los andinos accedieron en la antigüedad al


conocimiento que les permitió lograr lo que hoy parece imposible
para cualquier ser humano. En los Andes, las construcciones
monumentales como Machu Picchu, por ejemplo, siguen siendo
hasta el presente un gran misterio.

Acerca de las teorías de la ciencia, Fritjof Capra, en su obra


El punto crucial, expresa que “jamás podrán proporcionar una
descripción completa y definitiva de la realidad: siempre serán

91
una aproximación a la naturaleza de las cosas”.1

Son dos cosmovisiones distintas, la de los Andes y la del


pensamiento occidental. Para descubrir lo que nos une,
comencemos entendiendo lo que nos separa

Cosmovisión andina y pensamiento occidental

Una de las diferencias fundamentales entre la cosmovisión


andina y el pensamiento occidental es que la primera concibe
la realidad como una totalidad, con la integración del hombre
en un orden cósmico, junto con una comprensión cíclica del
espacio tiempo.

Podríamos definir la interpretación de la realidad del hombre


andino como una “concepción cosmocéntrica que hace que el
hombre se conciba a sí mismo como parte integrada al mundo,
un elemento más de las fuerzas naturales y sagradas, y un
objeto en movimiento constante sin ninguna finalidad ulterior:
flujo que renueva el equilibrio cósmico de manera cíclica en
el rito”.2 Así Blithz Lozada Pereira, en su libro Cosmovisión,
historia y política en los Andes, plantea con claridad el núcleo
de los principios andinos, que contrastan con la visión del
mundo y la realidad para Occidente.

1
Capra, Fritjof, El punto crucial. Ciencia, sociedad y cultura naciente, Buenos Aires,
Troquel, 1992.
2
Lozada Pereira, Blithz, Cosmovisión, historia y política en los Andes, Colegio Nacional
de Historiadores de Bolivia - Producciones Cima, La Paz, 2006 (Colección de la Maestría
en Historias Andinas y Amazónicas, vol. 8); disponible en <http://casadelcorregidor.pe/
descarga/cosmovision_andina_(b._lozada).pdf>.

92
Si bien el paradigma occidental está cambiando de forma
acelerada, su perspectiva es antropocéntrica: pone al hombre
como protagonista de la realidad. No se concibe como parte de
un sistema viviente, tiende a valorar lo científico por sobre una
exploración natural e intuitiva del cosmos, y se encuentra sujeto
a la idea de la existencia de un único tiempo lineal.

Cuando abrimos la mente a una nueva perspectiva, es probable


que nos encontremos con una frontera de entendimiento porque
nuestro cerebro funciona dentro de determinados parámetros de
percepción, que son los que construyen una manera de entender
lo que nos rodea. Entrar en lo nuevo requiere aventurarse en la
incertidumbre, sabiendo que la mente siempre va a querer buscar
respuestas en lo conocido, debiendo ahora hacer un esfuerzo
extra por comprender. Quizás, este sea un buen momento para
soltar esa presión y abrirse a lo inesperado.

PRINCIPIOS ANDINOS CON SUSTENTO EN LAS


NUEVAS TEORÍAS CIENTÍFICAS

Dualidad complementaria, unidad y ciclicidad

En el capítulo I vimos los principios de dualidad complementaria,


unidad y ciclicidad como parte de las bases generales de la
cosmovisión andina, que la ciencia ha ido probando a través
de la física cuántica.

La naturaleza ya se presenta como un todo esencial. La


antropóloga Ana María Llamazares plantea con claridad que
uno de los descubrimientos más significativos de la mecánica
cuántica es “que la dualidad, la ambivalencia, la simetría y la

93
complementariedad son características básicas de la estructura
misma del universo”.3

Por otra parte, afirma que “la visión de la trama interrelacionada y


la experiencia de participación en la unidad pueden considerarse
como uno de los insights más transformadores acaecidos en el
siglo XX”.4

El principio de complementariedad en mecánica cuántica se


refiere a la doble naturaleza de la partícula: es onda y a la vez
partícula. La luz es al mismo tiempo onda y partícula, se comporta
separadamente como ambas; una contiene la potencialidad de
la otra. La observación y el método que utilicemos determinarán
su comportamiento.

Una prueba de la búsqueda de unificación dentro del paradigma


científico es la labor de Stephen Hawking, uno de los físicos
teóricos más reconocidos de nuestra época, aunque son
muchos los hombres de ciencia que comparten la intención de
conectar la mecánica cuántica y la relatividad general para crear
una teoría universal.

Hoy, la física plantea una teoría del todo, que podría unificar todas
las interacciones fundamentales de la naturaleza (las fuerzas
gravitatoria, nuclear fuerte, nuclear débil y electromagnética).

3 Llamazares, Del reloj a la flor de loto, ob. cit.


4 Ídem.

94
Concepción del espacio-tiempo

El término Pachamama es, en sí mismo, una definición clara de


la percepción del mundo andino acerca de la unidad que forman
el espacio y el tiempo, y es la teoría de la relatividad de Einstein
la que los combina como una entidad única, representando una
cuarta dimensión. Esta ley también colaboró con la demostración
de la unidad entre materia y energía, exponiendo que todo es
energía vibrando a diferentes frecuencias.

COSMOLOGÍA DE LOS ANDES Y LOS APORTES


TEÓRICOS DE LA CIENCIA

Cambio de conciencia y ciclos evolutivos

Como vimos, los amautas de las cuatro direcciones del


Tawantinsuyu han corrido un velo de más de cinco siglos, siendo
una parte fundamental de su mensaje marcar el inicio de un
ciclo nuevo, el tiempo de un nuevo sol, en el que la humanidad
protagonizará un gran cambio de conciencia.

Para el andino, el escenario de esta transformación global se


plantea dentro de un contexto de armonía planetaria. Cada
cambio de era se expresa mediante una gran crisis –que termina
siendo también una gran oportunidad– que involucra todos los
órdenes de la existencia: humanos, naturaleza, Tierra. Todo se
conmueve frente al inicio de un nuevo paradigma.

Los soles y los pachakuti o pachakuteq, como vimos en el capítulo


I, son patrones de medida del tiempo cósmico, calculados en eras,

95
si bien existen algunas discrepancias entre autores acerca de la
duración de estos ciclos. Los soles también se consideran eras
de 26.000 años. A su vez, pachakuteq es también el momento
intermedio entre el fin de un período y el comienzo de otro,
época a la que se le atribuye el resurgimiento del conocimiento
de los pueblos originarios, para generar conciencia global de los
cambios humanos y planetarios.

Como ya señalamos, cabe recordar que gran parte de la ciencia


andina no está escrita en los libros, pero en la actualidad
quienes la transmiten –amautas, científicos, académicos– están
mostrando toda la potencialidad de su sabiduría ancestral en
medio de la civilización occidental.

Estamos en un momento de expansión de la conciencia colectiva


y una de sus bases fundamentales es la idea de unificación de
las ciencias, la comprobación de la interconexión entre todo lo
que existe, como señalamos al referirnos a la teoría del todo.
Dentro de las nuevas teorías que desarrollaremos a continuación,
también existe ese común denominador. Esto, a su vez, dentro
de un marco espacio-temporal medido en ciclos o aperturas
temporales. Estas postulaciones también generan conciencia
no sólo acerca de todo lo que existe, sino sobre lo que no existe,
el vacío.

Hoy es posible señalar postulados científicos que recrean


fundamentos que han estado presentes desde hace siglos
en la cosmovisión andina. Para este libro seleccionamos solo
algunos, que trataremos de explicar sucintamente en busca de
evidenciar las coincidencias, al menos en forma aproximada. No
nos interesa ahondar en los datos “duros”, sino en las bases
para el entendimiento de una realidad que es semejante en
ambos mundos.

96
Nassim Haramein y el universo conectado:
sustentabilidad planetaria y tecnológica

Nassim Haramein, desde muy pequeño, comenzó a investigar


en diversos campos de la ciencia: la física teórica, la mecánica
cuántica, la cosmología, la astrofísica, la antropología y el estudio
de civilizaciones ancestrales, entre otras disciplinas.

Su trabajo más revolucionario es la teoría unificada de campos.


En ella, el polémico autodidacta describe al universo como un
todo conectado, concepción fundamental del conocimiento
ancestral de muchos pueblos originarios.

La conectividad entre todo lo que existe es el fundamento de su


estudio, para lo que hace foco en la noción de vacío, entendido
como el espacio que existe entre las cosas, desde las galaxias
hasta el interior de una molécula. Este vacío no estaría vacío,
sino lleno de una energía primordial, origen de toda la Creación.

Haramein, cuestionándose la fuente inagotable de energía del


universo, concluye que es un patrón autosustentable de forma
toroidal. Se asemeja a una rosquilla que gira constantemente,
emanando energía desde el centro hacia arriba y hacia abajo.
Esta forma geométrica se encuentra presente en todo lo que
existe, desde lo más grande a lo más pequeño, acreditando la
interconexión de todo el universo.

Según el científico, el conocimiento del vacío estuvo presente en las


civilizaciones antiguas; y considera que las obras arquitectónicas
llevadas a cabo por egipcios, mayas e incas han tenido que ver
con el desarrollo de tecnologías basadas en el principio del vacío.
“Hubo sociedades de hace 10.000 ó 12.000 años que fueron

97
muy avanzadas y que conocían esta energía y cómo usarla”,5
afirmó Nassim en una entrevista.

En laboratorio, Nassim Haramien y su equipo han realizado


múltiples experimentos, que, sumados a otros llevados a cabo
en campos conexos de la ciencia, les permiten inferir que las
partículas están unidas y que existe una interconexión a nivel
cuántico a través de agujeros negros, que a su vez se vinculan
por medio de los llamados agujeros de gusano, conformando
una red. Este sistema sería el sustento del universo conectado
que postula su teoría.

Haramein augura un tiempo de cambios veloces y realmente


significativos en todos los órdenes. La tecnología que derivaría
de estos descubrimientos permitiría generar sustentabilidad
planetaria, debido a que el vacío como fuente energética, una
vez usado, volvería otra vez a constituir el vacío.

Para el investigador, este momento de la historia ya fue anunciado


en la antigüedad. Sabios y maestros de diversas culturas
anticiparon que esta era traería cambios revolucionarios, pero
requeriría de una conciencia madura para manejar su desarrollo.

Jacobo Grinberg-Zylberbaum y la teoría sintérgica:


los parámetros del cerebro

Desde pequeño, el mexicano de tradición familiar judía Jacobo


Grinberg-Zylberbaum se dedicó al estudio del cerebro, para

5Macé,Lilou, “Science behind the unified field & its applications” (entrevista a Nassim
Haramein), París, abril de 2016; disponible en <http://www.liloumace.com/Nassim-
Haramein-Science-behind-the-Unified-Field-Its-applications_a1669.html>.

98
posteriormente ingresar a la Universidad Nacional Autónoma
de México a estudiar psicología. A su práctica científica sumó
la investigación con chamanes mexicanos y otras disciplinas
espirituales de Oriente y Occidente. Es autor de un gran
número de ensayos, en los que incursiona en teorías sobre el
conocimiento humano y el funcionamiento del cerebro. La teoría
sintérgica es desarrollada como resultado de su encuentro con
una reconocida chamana mexicana con notable capacidad para
alterar el espacio-tiempo y la materia, llamada doña Pachita.

El legado de Jacobo Grinberg, que en 1994 desapareció


misteriosamente, quedó en su obra, entre las que se incluye
un libro sobre Pachita. Su contacto con ella y con sus
conocimientos y prácticas le traería discrepancias con sus
colegas científicos de la época. Una teoría muy revolucionaria
para entonces hoy adquiere relevancia y muestra paralelismos
con los conocimientos andinos y otras culturas milenarias
acerca de la unidad de todo lo existente.

La teoría sintérgica

Esta teoría surge de sus propios cuestionamientos acerca del


proceso que transforma la actividad del cerebro en experiencia
sensible, en lo que percibimos. El cerebro, por medio de las
neuronas, genera una distorsión que Grinberg llama campo
neuronal. Ese campo produce una percepción o realidad
perceptual, que es la que vemos con nuestros ojos físicos. El
cerebro no puede decodificar el vacío. Es decir que nuestra
capacidad está limitada para percibir lo que observamos como
ausencia de información. Nuestra actividad cerebral no consigue
traducir el vacío y, por ende, no lo puede comprender.

99
Para explicar el proceso que realiza el cerebro, Grinberg utiliza el
concepto de lattice (en inglés, ‘entramado, cuadrícula’), creado
por la mecánica cuántica para definir la estructura del espacio
como una red o matriz energética, coherente y absolutamente
inclusiva, en tal medida que toda la información del universo está
contenida en cada uno de sus puntos. Esta es una ley holográfica.

Finalmente, esta teoría afirma la existencia de una unidad planetaria,


de la cual todo y todos somos parte. Queda claro cuando Grinberg
afirma: “Un pensamiento o una emoción afecta la estructura
de la lattice […]”; “Todo se encuentra entrelazado dentro de
su estructura y todo objeto o materia sufre modificaciones o
distorsiones específicas de la misma, manifestando una existencia
interdependiente con el resto de los objetos”.6

Jean Pierre Garnier Malet y la ley del desdoblamiento


del tiempo (LDT): un viaje de 26.000 años

El científico francés Jean Pierre Garnier Malet se especializó en


mecánica de fluidos. En el curso de sus investigaciones descubrió
que el tiempo se desdobla. Su presentación sobre esta teoría
ante el prestigioso Instituto Estadounidense de Física recibió un
reconocimiento en 2006 (best paper award) y fue el puntapié
inicial para el desarrollo del contenido expresado en sus libros.

Esta teoría, en su esencia, explica el funcionamiento del sistema


solar, pero es a raíz del conocimiento derivado de su investigación
por lo que Garnier recorre el mundo ofreciendo conferencias
sobre el desdoblamiento del tiempo.

6Grinberg Zylberbaum, Jacobo, La Teoría Sintérgica, Universidad Nacional Autónoma de


México e Instituto Nacional para el Estudio de la Consciencia, México, 1991; disponible
en <https://xochipilli.files.wordpress.com/2013/11/88491560-la-teoria-sintergica.pdf>.

100
“La teoría del desdoblamiento de los tiempos pone en valor
toda la ciencia que ya estaba ahí, pero faltaba algo para unir
lo infinitamente pequeño con lo infinitamente grande”,7 comenta
Garnier en una entrevista. Según el científico, esta ciencia había
sido olvidada en el tiempo, ya que fue parte del conocimiento
que tenían los templarios hasta el siglo XIII.

Empleando terminología de la mecánica cuántica, hace referencia


a la existencia de un observador inicial, porque nada existe sin
observación. “La existencia de una energía inicial, como una
inteligencia o un dios, no entra dentro de la comunidad científica
dominante.”8 De este modo, Garnier describe a ese observador
inicial como una inteligencia sin tiempo, con energía disponible
para hacerse preguntas, para lo que decide desdoblarse. Con esta
elección, crea una apertura temporal, expresada en tres velocidades
o frecuencias, pasado, presente y futuro: lo que conocemos como
el espacio-tiempo para el desarrollo de la vida humana.

Uno de los puntos más difundidos de su teoría es el doble, una


de las instancias del desdoblamiento, una versión cuántica de
nuestro yo real. “Podríamos decir que entre el yo consciente
y el yo cuántico se da un intercambio de información que nos
permite anticipar el presente a través de la memoria del futuro.
[…] En el sueño paradoxal, cuando estamos más profundamente
dormidos y tenemos nuestra máxima actividad cerebral, se da
[…] ese intercambio de información permanente [que] es el que
crea el instinto de supervivencia y la intuición.”9 De esta manera,

7Garnier Malet, Jean Pierre, entrevista filmada para Mantra FM 91.9, abril de 2015;
disponible en <www.youtube.com/watch?v=jADoJUS6GI>.
8Ídem.
9Sanchís, Ima, “‘Nosotros, como el tiempo, también nos desdoblamos’. Jean-

Pierre Garnier Malet, padre de la teoría del desdoblamiento del tiempo” (entrevista),
LaVanguardia.com, Barcelona, 09/11/2010, <http://www.lavanguardia.com/
noticias/20101109/54068170076/nosotros-como-el-tiempo-tambien-nos-
desdoblamos.html>.

101
Garnier explica la comunicación entre el cuerpo energético y el
corpuscular, que se percibe durante el día como una anticipación.

Las aperturas temporales descubiertas por Garnier emplean


ciclos solares de 26.000 años, confirmando la medición ancestral
andina.

Alejandra Casado, la LDT y la lógica global convergente:


el retorno al origen

En 2012, la investigadora argentina Alejandra Casado –partiendo


de un trabajo previo de Enric Corbera sobre bioneuroemoción,
con aportes de Ryke Geerd Hamer y del físico Jean Pierre Garnier
Malet– desarrolla la ley del desdoblamiento de los tiempos
aplicada al ser, y la lógica global convergente. En la actualidad,
lleva realizados 35 eventos alrededor del mundo para transmitir
el funcionamiento de su lógica.

Su perspectiva es realmente disruptiva. Plantea un propósito


previo a la existencia, no desde una concepción filosófica, sino
con base en principios de una lógica cuántica.

El vacío está realmente vacío

Dentro de esta perspectiva, el observador inicial es el origen;


es un vacío lógico, un punto hiperconvergente, la nada misma,
vacío de energía. La clave es asumir un origen lógico, una
conciencia absoluta que se despliega a la existencia, a la vida
(recordemos las aperturas temporales de 26.000 años, según
la LDT de Garnier), y que, al manifestarse, lo hace con cuatro
marcadores o errores básicos en su diseño: los que mantienen al
ser humano en la supervivencia, en la necesidad de protección,

102
en la comparación/competencia y en la sustitución del faltante o
vacío existencial.

Nuestro cerebro, tal cual lo vimos con Jacobo Grinberg, se


maneja dentro de los parámetros del diseño humano. Ve lo que
conoce. Para modificar esta percepción es necesario incluir
el vacío, asumir los errores para poder acceder a un cerebro
multidimensional.

El viaje de la esencia

Este observador inicial es la esencia que inicia un viaje para


conocerse, para responderse una pregunta. Como “no tiene
tiempo ni posibilidades de verse a sí misma”, rodeada de un
campo cuántico (energía en potencial), sale a experimentar, va
a tomar ese potencial, y se ordena plasmando una dimensión
inconsciente, al tiempo que se despliega en una identidad –alma
o doble de Garnier–, en un plano mental, en un plano emocional
y, finalmente, en un cuerpo físico y biológico. Así comienza la
vida y la exploración humana de la esencia.

La ley del desdoblamiento de los tiempos y la lógica global


convergente plantean que estamos en el último tramo del
cierre de una apertura temporal de 26.000 años, un período
de convergencia, de un nuevo diseño humano. Acerca de los
cambios de conciencia hay una gran coincidencia entre la mayoría
de las culturas ancestrales, especialmente entre los mayas y
los incas. Indudablemente, los andinos habrían accedido a una
comprensión de la multidimensionalidad, no descifrada aún en
su totalidad, del mismo modo en que las aperturas temporales
tienen su representación en los ciclos solares andinos.

103
ENLAZAR AL SOL ANDINO

Un cambio determinante está ocurriendo. El maravilloso Qhapaq


Ñan es un constante recuerdo al viajero de su vínculo con el Sol,
plasmado por sus amautas en el plano concreto de ciudades y
templos. Toda la cultura andina nos enseña la dimensión de lo
invisible. Aunque mucho aún escapa a nuestra comprensión.

El andino nos tiende un puente, el mismo que atravesaron sus


ancestros y que hoy adquiere para todos nosotros un sentido
más profundo. Nos muestra lo que no queremos ver, lo que
quedó fuera de nuestra percepción.

Ahora bien, podemos tomar el pasado como combustible para


un nuevo presente, o utilizarlo para cristalizarnos. Por eso, el
pachakuteq de luz pone el foco en los errores humanos. Es
el momento adecuado para ampliar la visión, una oportunidad
única para descubrir y aceptar los nuevos caminos.

UN NUEVO SER HUMANO

Al buscar una definición última de lo que significa ser humano,


siempre algo queda afuera. A lo largo de la historia de la
humanidad, civilizaciones, creencias, revoluciones sociales,
culturales y científicas les fueron dando un sentido nuevo a la
realidad y a la condición de ser humano.

La Tierra nos dice que lo único permanente es el cambio: el


planeta se mueve y se reacomoda, y el hombre también. Incluso, la
percepción de sí mismo va variando y teniendo múltiples miradas.

Estamos transitando una revolución científica con un gran

104
impacto social, económico, político y tecnológico, comparable
a la revolución industrial del siglo XVIII. La historia, como las
revoluciones, nunca se repite de la misma manera.

Todos conformamos al nuevo ser humano, abriendo los ojos


para ver lo que estuvo oculto, lo escondido bajo la alfombra.
Todo sale a la luz…

Algo se está gestando,


lo siento al respirar;
es como un viento nuevo
que nos reunirá.
Sin personalidades,
sin armas ni color;
es como un sentimiento,
es como un nuevo sol.
Con su selva y su pampa
y su cordillera,
un nuevo continente
pronto va a despertar.
Sudamérica, Sudamérica...
Seamos los nuevos incas,
quizás la nueva luz.
La tierra prometida
pronto va a despertar.

Gustavo Santaolalla, “Sudamérica”, 1972


(canción de la banda Arco Iris)

105
106
PARTE IV

La sabiduría andina, desde dentro. Aquí y ahora

–¿Hacia dónde te diriges?

–No lo sé.

–Estás dando el primer paso.

107
108
Para realizar un verdadero acercamiento al mundo andino de hoy,
nada mejor que sumar las voces de quienes están en contacto
cotidiano con sus orígenes.

Nos interesó escuchar la palabra directa de quienes viven las


veinticuatro horas en consonancia con los principios de la
tradición, como un aporte vivo para descubrir la esencia de
la realidad actual, luego de tantos siglos de silencio. En este
pequeño ejercicio de “tradición oral”, hemos elegido a dos
guardianes de la sabiduría, una mujer y un hombre, en dualidad
complementaria, para charlar con ellos y aprender de sus
enseñanzas. Se trata de la licenciada Katia Gibaja, de intensa
tarea en la comunidad andina, y del Tayta Carmelo Sardinas
Ullpu, amauta boliviano.

El cuestionario es una síntesis de las principales inquietudes


e interrogantes que la Comunidad Humano nos ha ido
compartiendo a través de las redes sociales. Que lo disfruten.

109
ENTREVISTA A KATIA GIBAJA

La licenciada Katia Gibaja es psicóloga clínica


egresada de la Universidad de Buenos Aires e
investigadora de la cultura y el idioma quechua. Es
profesora de dicha lengua –que aprendió cuando
era niña– y trabaja en la comunidad acercando los
principios de la cosmovisión andina a la práctica
diaria. Es cuzqueña radicada en Salta, Argentina. Es
presidente de la Fundación Ecos de la Patria Grande
(http://fundacionecosdelapatriagrande.blogspot.com.
ar), directora de la Academia de Quechua Qollasuyo
Salt, y profesional de Calidad de Servicio del Museo
de Arqueología de Alta Montaña, de Salta. Además,
es coordinadora general de Acción Cultural en dicha
institución e investigadora de culturas precolombinas.

110
1. ¿Cuál cree que es rol de la mujer andina dentro la
sociedad occidental?

La mujer andina es la memoria del tiempo, es quien ha mantenido


la resistencia cultural andina a través de todos estos años. El ser
más preciado para su explotación era el varón, y las mujeres
quedaban prácticamente solas en las comunidades. Se pudo
ver su empuje para poder mantener a sus hijos varones, para la
continuidad de nuestra cultura. Hay una serie de ejemplos donde
se ve a la mujer responsable de mantener el ayllu y la panaca, es
decir, la organización social y política de la comunidad.

Además de esto, todo lo que significa la supervivencia en lugares


inhóspitos, que las mujeres andinas tenemos muy enraizada,
porque desde niñas conocemos cómo vivir en esta pachamama,
en el lugar donde a una le toca nacer y tener el famoso kawsay,
que es el vivir, el allin kawsay, que es el buen vivir.

Allin kawsay es una filosofía ancestral que se mantiene hasta


nuestros días, es pensamiento filosófico andino. Primero es
el munay, que es el amor; segundo es el llankay, que es el
trabajar; y como resultante está el yachay, el aprendizaje de esa
experiencia. Por eso se trabaja desde niño, pero no es el trabajo
constituido, el de la concepción occidental. Es la parte lúdica, de
ir conociendo desde muy pequeño cada una de las experiencias
del trabajo comunitario. Todo para el allin kawsay; significa que
en una comunidad todos deben estar viviendo bien. No existe la
idea de que uno viva mejor que otro; ahí ya no hablamos del allin
kawsay, que implica vivir todos en comunidad, vivir todos como
una unidad.

111
2. ¿Piensa que la lengua quechua se ha distorsionado
a lo largo del tiempo? ¿Se está realizando una revisión
de los conceptos y términos del idioma?

Lo de la distorsión de la lengua es, en realidad, una utopía.


Tiene una gran manifestación de permanencia en el tiempo:
ni los lingüistas pueden precisar cronológicamente desde qué
épocas viene. Lo que sí se mantiene hasta el día de hoy son
las raíces inalterables. Nos podemos comunicar a lo largo de
lo que hoy son seis países; con todas las personas que hablan
quechua nos entendemos. Lo que sí puede haber son algunas
adaptaciones dialectales, como los regionalismos, que no
impiden el entendimiento. No se puede hablar ni de distorsión ni
de desaparición, al contrario. El idioma es como nuestra propia
cultura a lo largo de la cordillera de los Andes, es inalterable. La
misma geografía nos ha mantenido durante años y el idioma es
exactamente igual.

Cuando llega España, lo que hace es aprender esta lengua. La


mayoría de las personas la hablaban. Prueba de ello es que, dos
siglos después, el rey tiene que mandar la orden de que –en lo
que hoy es el noroeste argentino– no se habla más el quechua,
so pena de muerte. Esto implicó un éxodo del idioma hacia la
zona que actualmente conocemos como Santiago del Estero.
De esta manera se silenció a los pueblos. Perduró la conducta
más bien callada del hablante quechua del norte argentino. El
porqué de la distorsión en la conducta humana tenía que ver con
la pena de muerte. Las sociedades de Bolivia, el altiplano, Perú,
Colombia, Ecuador son mucho más expresivas. La colectividad
habla con mucha fluidez, a diferencia de lo que ocurre en el
noroeste argentino.

112
La acción interpretativa histórica de nuestra cultura es muy
distinta a lo conocido. Una persona hace interpretaciones de
acuerdo con el pensamiento. El grecolatino y el románico son muy
bien definidos, todos los conocemos. Lo que desconocemos es
el pensamiento andino, precisamente porque nos hicieron decir
cosas a nosotros con el pensamiento grecolatino y románico. Hoy
en día, se está revirtiendo esta situación ya que se está pudiendo
finalmente rescatar del asfalto del olvido, destapando un poco lo
que está en la gran América profunda.

3. ¿Qué considera rescatable del progreso tecnológico,


científico y cultural de Occidente?

El occidental no está “afuera”. Somos una generación importante,


hemos atravesado un siglo, todos formamos parte y contribuimos
al desarrollo de esta nueva era. Entrando en el tercer milenio,
estamos en una síntesis humana donde la tecnología actual nos
permite entender el pasado con mayor facilidad. Lo tecnológico,
especialmente lo digital, nos está permitiendo desentrañar los
khipus, qelqas y toqapus, escrituras que tienen código binario.
Es un trabajo de investigación muy completo que he realizado
y lo estoy dando a los jóvenes, quienes quedan realmente
maravillados. Porque de esa manera podemos comprender el
lenguaje de programación de una computadora entendiendo la
matemática inca.

Estamos contribuyendo en forma práctica en esta etapa de


cambio, en este pachakuteq en ascenso, con un pensamiento
mucho más convergente. Esta era digital nos está permitiendo
trascender las fronteras. Se puede decodificar el mensaje sin
ningún costo, con el solo hecho de levantar la mirada.

113
4. ¿Considera que los conocimientos ancestrales de los
pueblos originarios han adquirido especial relevancia
en estos últimos años? ¿Cuál cree que es la razón?

Estamos en pachakuteq en ascenso: es el tiempo de la verdad;


es un tiempo de la pacha, como símbolo de ‘tierra’ y de ‘tiempo-
espacio’. Cuando “se les quemaron los papeles” a todas las
culturas, porque casi la mayoría nos ha llevado a grandes desastres,
uno sale a buscar y encuentra, en las culturas orientales, en las
andinas, similitudes. Sabemos que con el famoso satélite detective,
están encima de nuestras comunidades investigando hasta lo
que se come. Quieren saber cómo han podido sobrevivir durante
tanto tiempo, buscando las respuestas necesarias para esta
superpoblación. Si llegamos a los 9000 millones de habitantes,
nos tenemos que preparar y aprender a convivir, especialmente
pensando en lo que significa el ser humano, la humanidad.

5. ¿Qué acciones sería interesante desarrollar para que


la gente acceda y asimile los conocimientos andinos,
hacia una convergencia global de la humanidad?

El norte de Salta muestra un impacto muy grande. Llegan miles y


miles de personas, precisamente con la necesidad de búsqueda,
intentando encontrar respuestas. Lo primero que se ve es el
llanto en sus ojos, y esto es bien interesante, porque tengo
para hablarles muchísimo sobre el llanto, el famoso asombro.
Asombro es todo luz, nada de sombra. Se conmociona el ser,
empieza a llorar y se da cuenta de que se había perdido mucho,
tanto, durante años de su vida, que esto estaba allí y que hoy lo
encuentra. Es una algarabía muy especial la que está ocurriendo.

114
Esto es solo con la práctica de observar, de acercarse a esta
sabiduría, mediante el traslado físico a un lugar, o con una
película o un libro, virtual o de hojas de papel. Lo que me parece
importante es buscar en la esencia de la filosofía, el famoso
epoche, la reducción fenomenológica, y no ponerle tanto de
esoterismo. La verdad simple es lo que más llega a las personas.

Es fundamental revisar el currículo educativo de los profesionales


que salen de las ciencias humanas. Los libros de las universidades
están basados en el pensamiento occidental cristiano
grecolatino, un abogado tiene que saber la interpretación del
inca como si fuera un romano. Empecemos a trabajar haciendo
esta revisión. Nos va a llevar un tiempo, porque los profesionales
no se van a correr fácilmente del lugar de lo aprendido, pero
nosotros venimos trabajando hace 25 años en el tema y, cuando
nos escuchan, algo cambia. Hemos podido ver transformaciones
de ministros, de presidentes, de cardenales. Llegan a decir: “Yo,
que fui a la universidad y pensé que lo sabía todo…”. Es decir,
es cuando uno llega a un insight, a la toma de conciencia, y a la
algarabía de haber tomado conciencia de eso que uno suponía
que existía. Uno de los vehículos fundamentales es conocer el
idioma quechua, el idioma aimara, el idioma guaraní.

6. ¿Cómo educar a los jóvenes y a los niños de esta


época?

Considero que es muy importante dar una respuesta acorde


con las diferentes edades de los jóvenes, pero, para hacerlo
más general, podemos decir que el paradigma del pasado está
esperando ser puesto de manifiesto para resolver los conflictos
del presente.

115
En la cordillera de los Andes tenemos muchísima coherencia sobre
lo que significa lo natural, y la cosmovisión es mirar, entender lo
que se ve. El pensamiento andino es un pensamiento netamente
existencialista. Cuando se habla de la cosmogonía, estamos
hablando del entendimiento de esa cosmovisión, no tanto así de
la cosmología, que es un tratado hecho por seres humanos para
hablar del cosmos, como lo hizo Europa.

A mí me gustaría decirles a los jóvenes que no se dejen


deslumbrar por las estrellas del cine y la televisión, porque en
realidad las verdaderas estrellas están al alcance de su mirada. Y
que busquen a las personas que sepan cómo mirar las estrellas.

El Inka Pachakuteq, el noveno Inca, decía: [habla en quechua


y después traduce] “Todo aquel joven que quiera gobernar un
pueblo, primero tiene que abrazar en su memoria la cantidad de
estrellas que pueda reconocer, saber por dónde andan, cuál es
su tránsito, por dónde se pierde cada una de ellas. Solo con un
reconocimiento individualizado podrá gobernar un pueblo”. Está
uniendo lo que es la cosmovisión y lo que significa ser parte de
un orden político, social, económico y espiritual. El Inka también
decía: “Mismo orden que hay en el cosmos, mismo orden que
hay en la Tierra”.

El orden del cosmos está dentro del cuerpo humano, pero la


conducta humana se ha desordenado dentro de las sociedades
actuales. Entonces se habla de los paradigmas del pasado. No
tenemos que ir a otros lugares a aprender, porque acá tenemos
mucho. Solo que estuvo escondido. Los famosos secretos de los
Andes se ponen de manifiesto porque son una necesidad para
estos tiempos.

116
7. ¿El pachakuteq tiene que ver con la nueva conciencia,
con la recalibración del eje de la Tierra o con ambas
cosas?

Pachakuti es la transformación del universo. Son eras. Nosotros


no tenemos nada en qué creer, sino que con relación al cosmos
tenemos muy claro lo que existe. Ellos habían calculado que cada
cierto tiempo habría una transformación del universo, la cual
estamos pasando. Los que dieron mayor información fueron los
mayas. Ya se está transitando el pachakuteq en ascenso porque
concluyó el pachakuteq en descenso. Los pachakuti son cada
500 años. La llegada de Europa a América coincide justo con
el pachakuteq en descenso y hasta hoy se produce el impacto
que todos conocemos para las comunidades originarias. Ahora,
estamos en un pachakuti en ascenso, que habría comenzado
en 1992, difundiendo finalmente el concepto de la cosmovisión
andina sin intermediarios, sin pensamiento grecolatino.

8. ¿Qué rol cumplen las plantas sagradas en la


cosmovisión andina?

No son para estos tiempos. La planta sagrada es sagrada. Lo


que se está tratando de hacer en este momento es una difusión
de cura para las adicciones, como la droga, el alcohol y el tabaco.
Se usa en una forma terapéutica con intención de resolver una
patología muy profunda, pero, cuando se emplea para atender
patologías medianas o por simple curiosidad, se distorsiona.

El flagelo de las adicciones ya es muy grande, y la cosmovisión


y la cultura andinas tienen mucho para dar. Mi postura es que la

117
gente no está preparada en este momento. No es la población
de la época del incario, no es la población de las comunidades
de la Amazonia.

Es importante que no se manche nuestra cultura, que es


vastísima. Mucha gente la está considerando solo por ese lado,
de consumo ligero: en lugar de ingerir una planta sagrada,
propongo que estudien idiomas como el quechua, que conozcan
la historia, que hablen con las personas. De esa manera sí vamos
a tener un camino claro. A la gente le gusta tener todo fácil. Pero
nuestra población no está preparada para las plantas sagradas.

118
ENTREVISTA AL TAYTA CARMELO SARDINAS ULLPU

El Tayta Carmelo Sardinas Ullpu es un amauta. Boliviano


de nacimiento, está radicado en Buenos Aires, Argentina.
Es miembro del consejo de mallkus de los pueblos
quechuas de Potosí, Chuquisaca, Oruro y Cochabamba.
Es miembro del Consejo de Ayllus Originarios de Potosí,
profesor de la lengua y cultura quechua del Centro
Universitario de Idiomas de la Universidad de Buenos
Aires; de la Universidad Nacional de San Martín; y
de la Universidad Nacional de La Matanza. Además,
es miembro de la Academia Mayor de Qosqo (Perú)
y vicepresidente de la Academia Regional de Potosí
(Bolivia). Hoy recorre Argentina difundiendo la cultura y
acompaña la liberación de cóndores en las zonas donde
se hallan extintos.

119
1. ¿Es aplicable la espiritualidad andina a la cotidianeidad
de un hombre que vive en la ciudad? ¿De qué manera?

Nosotros, siendo originarios, vivimos en la ciudad. Desde que


salimos de nuestra casa honramos al espíritu protector del lugar,
al espíritu de nuestros abuelos que nos guía durante el día. Y,
a la tarde, agradecemos su compañía y protección. El hombre
andino no está desvinculado de la naturaleza. Si llueve, pedimos
no mojarnos y no enfermarnos. Cuando nosotros enseñamos a
la gente de la ciudad estas prácticas, estas pequeñas formas
de entendimiento, las practican y nos cuentan que ven los
resultados.

También nos consultan acerca de sus problemas y pedimos con


la hoja de coca, con el kintu en la mano. Siempre nos agradecen.
Demostramos que esto no magia ni milagro. Es el contacto
que el hombre y la mujer andinos tienen con la naturaleza. Aun
estando en la ciudad se practica; siempre tenemos gente de
la ciudad y hermanos entremezclados, no hay diferencia para
nosotros. Desde el momento en que nacen aquí en esta tierra,
las madres dejan su placenta en ella. Están arraigados a la
tierra donde nacieron. Todo lo que tenemos nosotros es para
compartir; si hay respeto, no hacemos diferencia de color y de
sexo, siempre en dualidad, en complementariedad y conviviendo
en la gran ciudad.

2. ¿Cómo ve el andino al hombre occidental?

Hay gente honesta, respetuosa, que reconoce a los humildes


como otros seres humanos. Pero también hay racistas, gente
interesada. Muchos dicen que nos oponemos a la tecnología y

120
al progreso, pero no es así. Nos interesa el progreso pero sin
contaminar la tierra, el aire o el agua, y eso no lo entienden.
Valoramos a los que están actuando en el tema transgénicos,
con las megamineras. Hay gente estudiosa y capaz, con la
que nos juntamos para una unión de fuerzas en el cuidado del
planeta Tierra.

Hemos llegado al presente por caminos separados. La cultura


occidental es individualista y egocéntrica; tiene sus raíces en la
cultura grecorromana, que ha vivido de guerra en guerra, y no ha
podido lograr una convivencia en armonía.

Hay mucho sufrimiento en las grandes ciudades, mucho estrés.


Por diversas cuestiones, mucha gente va a buscar soluciones
a otros continentes. Los pueblos andinos, en cambio, hasta
la llegada de los españoles, eran pueblos pacíficos, muy
espirituales, acostumbrados a compartir sin problemas raciales,
buscando la unidad en la diversidad. Ahora, después de 523
años, la cultura está renaciendo. Se ha perdido mucho, pero la
estamos recuperando, y eso nos da la posibilidad de entender a
la gente que llega a nosotros con una necesidad espiritual.

3. ¿Cómo fue el inicio de todo, el primer principio, para


la cosmovisión andina?

Nosotros consideramos el principio como el momento en que


parece haber habido una explosión inicial en la que se esparció
todo. Quizás ese espacio vacío se fue llenando con partículas,
que fueron formando los planetas, los astros y todo lo que es
el espacio cósmico, el janan pacha, el más allá. En ese vacío
hoy hay seres superiores. Nuestros abuelos j’amautas les dieron
nombres en runa simi, en lengua quechua, a todos los planetas

121
y astros. Si tomamos la chakana, en su parte central, justamente
en la gran diagonal, nace el centro del mundo andino, Tiwanaku,
que es anterior a la cultura que conocemos como Tawantinsuyu.
Tiwanaku justamente es un templo planetario.

Para nuestra cosmovisión, existe la dualidad complementaria y por


eso conocemos acerca de todo lo que existe, si es femenino o
masculino. También es importante saber cómo es la rotación de
la Tierra en la parte del hemisferio en que nos encontramos, si
es centrífuga o centrípeta. Nosotros estamos en la parte sur del
planeta, la Pachamama gira en el sentido contrario a las agujas del
reloj. El norte gira en el sentido de las agujas del reloj, occidental
y europeo. Para buscar el equilibrio aquí en el sur debemos hacer
coincidir el sentido del giro de la Tierra con las agujas del reloj.
En nuestros bailes y charlas en círculo, comenzamos en sentido
contrario al reloj europeo. Por eso, al reloj del Congreso del Estado
Plurinacional, en Bolivia, le cambiaron la dirección del movimiento
de las agujas, para hacerlo coincidir con el sentido de giro de la
Tierra, como en el reloj que estoy usando ahora en mi muñeca.

4. Carmelo, usted es profesor de runa simi, de lengua


quechua, en la Universidad de Buenos Aires. ¿Quiénes
se acercan a estudiar el idioma y por qué?

Hace trece años que enseño el runa simi y la cantidad de


alumnos ha ido aumentando. No es solo enseñar: nosotros
también aprendemos de ellos, es recíproco. Tengo estudiantes
en la Universidad Nacional de La Matanza, en la Universidad
Nacional de San Martín, en la Universidad de Buenos Aires, en
el Centro Universitario de Idiomas de esta última. Se inscriben
profesionales, originarios e hijos de originarios de Argentina, de
Perú y de Bolivia.

122
Muchos de los que se inscriben se vinculan por la cultura. Los
que tienen arraigo están por la reestructuración del idioma.
Otros, muchos intelectuales y profesionales, llegan atraídos
por la cultura, por la organización política y social del Estado
Plurinacional de Bolivia. Y también hay quienes se acercan por
curiosidad, para aprender algo nuevo. Pero al finalizar el primer
cuatrimestre, se dan cuenta de que esto va más allá, que no
es solamente enseñar el idioma. Es transmitir la cosmovisión, la
cultura, las fiestas, las tradiciones, el calendario, la alimentación,
la medicina, la simbología. A medida que estudian la lengua,
se dan cuenta de que hay mucho más. Siempre decimos: la
sabiduría de los pueblos originarios no es solo para nosotros,
es para compartir, aunque no sean de nuestra cultura. La única
condición que pedimos es el respeto.

5. ¿Estudiar runa simi ha tenido una influencia en


la vida personal de sus alumnos? ¿Participan de
encuentros y celebraciones andinas?

Muchos estudiantes del runa simi viajan a las comunidades, a


Bolivia por ejemplo, a verificar si realmente es todo como se
cuenta. Después vienen con la cabeza “dada vuelta”. Dicen:
“Yo pude hablar, me pude comunicar”. Vuelven con otra forma
de pensar. Realmente quedan impactados, empiezan a hacer
un contacto más profundo con la cultura y perciben que van
alcanzando una mayor armonía espiritual. Ver cómo funcionan
nuestras comunidades los ayuda a fortalecer el propio vínculo
familiar y su entorno. Encuentran respuestas y la posibilidad de
poner en práctica lo que les enseñamos.

Todos los que aprenden la lengua forman un nuevo grupo de

123
la cultura andina. Ellos nos apoyan y son los que hacen las
prácticas en todas nuestras ceremonias. El 2 y el 3 de mayo
de 2015, en el congreso de j’amautas, encontramos que dos
estudiantes se pagaron sus pasajes para ir a ver cómo se
desarrollaba el consejo. Al regreso, comentaron el impacto que
tuvieron. Quedaron sorprendidos por todo lo que vivenciaron.
Me dijeron: “Ahora somos parte de la cultura andina”.

Además, seguimos con el programa de reinserción del cóndor


en toda Argentina. En La Rioja, San Juan, Mendoza, Salta, Jujuy,
Catamarca y Río Negro. Los estudiantes están presentes. Cada
vez que hacemos la liberación en Pailemán, Río Negro, se liberan
161 cóndores; son una bandada. Al principio, solo participaba
el lonko mapuche, Manuel Cayú, los estudiantes del runa simi
y nosotros. Éramos entre 28 y 30 personas, nada más. Ahora,
somos entre 800 y 1200. No solo participa toda la comunidad,
sino que vienen personas de diferentes lugares del país y del
mundo a ver la liberación.

Hemos comprobado que el cóndor en sí mismo es una respuesta


de la espiritualidad. Ha traído armonía a las comunidades y un
cambio en la mirada hacia él, ya que es un ave sagrada, a la que
equivocadamente se creía dañina, y que tiene un rol ecológico
muy importante.

6. ¿Qué puntos de contacto encuentra entre ciencia y


espiritualidad?

La espiritualidad es el conocimiento de nuestros valores


sagrados, de las creencias del hombre y la mujer de los Andes.
Nosotros teníamos una forma de escritura, los khipus. Cada

124
nudo significa un cero, cada línea significa un uno. Los khipus
fueron quemados durante cuatro días y medio por los españoles,
porque era nuestra escritura. Decían que no sabíamos ni leer ni
escribir, que éramos ignorantes.

Desde la ciencia ha habido muchas demostraciones de un


pensamiento científico presente en toda la cultura. Se ve en
las construcciones, en los terraplenes, en los acueductos. La
ciencia también se aplicó en la mejora genética de alimentos
y en la construcción de ciudades con piedras de 380 o 500
toneladas. El arquitecto aymara Carlos Milla Villena descubrió
en la chakana la cuadratura del círculo y la misma matemática
y geometría están aplicadas en la wiphala. La ciencia está
expresada en toda nuestra cultura: no está escrita en papeles,
no está separada de la espiritualidad. Está allí para ser vista
por todos.

7. ¿Qué significa el Qhapaq Ñan, la Ruta de Wiraqocha,


para los andinos? ¿Quiénes y para qué viajaban por
esa extensa red de caminos?

El origen del Qhapaq Ñan hay que encontrarlo en los ancestros


tiwanakotas. Los historiadores occidentales lo narran como un
mito, pero para nosotros es parte de nuestra tradición oral.
Después del diluvio, los tiwanakotas que sobreviven deciden
irse a buscar nuevas tierras. Los hermanos Ayar, hermanos
en sabiduría, y sus esposas, viajan hacia los cuatro puntos
cardinales y crean las cuatro naciones de Tawantinsuyu. Con
el tiempo, esos descendientes son los incas, y crean cuatro
lenguas: uruchipaya, poquena, aymara y quechua. Luego se
unen para crear el Tawantinsuyu y fundan Qosqo [Cusco, Perú].

125
Ese el origen del Inka. Inka nace de Inti, que es ‘Sol’, y kay, el
verbo ‘ser’. Inti kay es ‘ser como el Sol’, ejemplar, generador
de energía. Apocopada, la palabra queda Inka, ‘los Hijos del
Sol’, que heredan de los ancestros tiwanakotas la veneración
al astro.

Desde el comienzo existió esa concepción de unidad en la


diversidad, y esas rutas fueron las que, de algún modo, iniciaron
el Qhapaq Ñan. Cuando hablamos de qhapaq, hablamos de
sabios, no de ricos en dinero: ricos en sabiduría. Todos los
qhapaq eran templos de sabiduría. Estos hombres se rigieron
por la chakana, sacaron las medidas del espacio, desde
Tiwanaku, Bolivia, que no es solamente un lugar sagrado: en
aquel momento fue un templo planetario. Los tiwanakotas
fueron los que buscaron la unidad en la diversidad. Desde el
inkario, con el tiempo, se logró unir desde el sur de Colombia
hasta el río Maule y Bío-Bío, de Chile, desde al Pacífico al
Atlántico.

Para entender el Qhapaq Ñan, primero hay que saber que


Wiraqocha no fue un conquistador, como se lo describe en las
crónicas españolas. Cuando llegaba a cada pueblo, preparaba
hombres sabios para que fueran los primeros mensajeros. Los
chaskis eran los mensajeros, no solo de la época del incario,
sino desde los tiwanakotas. Por eso, en la Puerta del Sol está
plasmado un hombre caminando con el bastón: ese es el
chaski. Los tiwanakotas fueron los que bajaron hasta Tierra del
Fuego y volvieron a Tiwanaku. Ellos son los que unen la cadena
de la humanidad. Por eso hay pintadas de la chakana en Río
Negro, en Chubut; hasta incluso más al sur hay vestigios que
quedaron de aquella época. Las rutas estaban comunicadas
entre pueblos para que se pudiera llegar hasta allí.

126
Los chaskis usaban los khipus para llevar mensajes de un
lugar a otro. Los khipus contenían información que los sabios
bajaban desde el espacio. Cada color de khipu representaba
un área distinta de conocimiento. Lo vegetal, lo mineral, lo
animal y las cuestiones referidas al humano, cada una de ellas
con un color que la identificaba. Por eso, también la chakana es
bajada del espacio. De allí es como se pudo hacer la línea recta
del Qhapaq Ñan. Los sabios tenían conocimientos del espacio;
de allí las grandes dimensiones de las líneas de Nazca, que se
pueden ver solo desde gran altura. El Inka quedaba tendido
durante tres días, se conectaba con el janan pacha para poder
ver desde una posición elevada y hacer el diseño, marcando
los puntos donde se iban a conectar ciudades.

También, los que viajaban con sus familias eran los mitimaes,
sabios con siete profesiones enviados para capacitar con sus
conocimientos durante un año al poblado o ciudad adonde
iban. A modo de intercambio, al pueblo de origen de estos
sabios eran enviados otros mitimaes a educar y enseñar nuevas
habilidades y saberes. Estos caminos además se usaban para
combinar tecnología, organizar tareas, entregar medicina entre
las distintas comunidades. Este intercambio es conocido como
la mit’a.

Después de 500 años de silencio, es tiempo de dar a conocer,


de descolonizar; nosotros pedimos la palabra. Ya hablaron
demasiado de nosotros los demás. Los originarios ahora han
investigado sobre sus orígenes; ahora hablamos con propiedad
porque tenemos, desde la transmisión oral, una herencia
cultural de nuestros abuelos que fue guardada durante años.
Ellos siguen siendo la “biblioteca” y continúan siendo los que
conservan la sabiduría.

127
8. ¿Qué importancia tienen los alimentos dentro la
cosmovisión andina? ¿Qué sugerencias le puede
hacer a un hombre de ciudad para una alimentación
consciente?

La alimentación para nosotros es la prevención de la enfermedad,


en la medida en que incorporamos a nuestro cuerpo propiedades,
calcio, hierro, potasio, todo lo que beneficia al organismo para
mantenernos sanos. Por eso, los abuelos andinos, los incas,
supieron que había que cuidar los alimentos. Se esmeraron en
elegir los apropiados e, inclusive, en mejorarlos genéticamente.
Fueron mejorados el kurmi, la kiwicha, el amaranto, la quinua,
la maca, y también los auquénidos, llamas y alpacas, llevando
su carne a 0% de colesterol. La vaca, la harina blanca, la uva,
con la que se hacen bebidas alcohólicas, no son buenas para
el organismo. Por otra parte, los embutidos y los productos
envasados tienen componentes químicos que hacen daño a la
salud. Los ancianos en nuestra comunidad están saludables.
Tengo un tío que tiene 73 años y ve mejor que yo… Mi bisabuela
fue longeva, murió a los 116 años…

Es importante la educación dentro de la alimentación, conocer


cómo es el cultivo de la tierra, saber sembrar una semilla,
conocer cuándo nace una planta, cómo se desarrolla, cómo es
el proceso del cuidado hasta la cosecha. Una vez mi abuela,
cuando era chico, me dijo: “Esto lo vas a sembrar y me lo vas
a traer para yo te prepare la comida”. Me acuerdo cuando
coseché los choclos de ese maíz: fui cargado a verla y después
ella preparó las humitas chiquitas, para compartirlas con la
familia. Y les dijo a todos: “Esto cosechó Carmelo”. Qué orgullo
sentí; tenía 7 años. Eso me enseñó a valorar todo el proceso
de la alimentación. Cuando el ser humano aprende a reconocer

128
que la semilla y la planta son también seres, se alimenta con
conciencia.

Mi sugerencia para el hombre que vive en la ciudad es que, en


una terraza o aunque sea en una maceta, plante tomates, por
ejemplo, que son muy fáciles de cosechar. También hierbas,
como el orégano, el perejil, los condimentos que usamos. Se
puede germinar una planta de habas, una de arvejas, sacer un
puñado y cocinarlo, algo natural. Es darnos cuenta de todo el
proceso hasta que se transforma en la comida que ingerimos.
Ese solo acto ya es importante.

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130
Índice

PRÓLOGO 5

INTRODUCCIÓN 7

PARTE I 11
Concepción del mundo y del cosmos

CAPÍTULO I 15

Fundamentos generales 15

Medición de las eras. Los soles y los pachakuti 19


o pachakuteq: ciclos cósmicos.

Entidades tutelares 21

Dimensiones o realidades. Janan pacha, kay pacha, 27


ukhu pacha: planos de representación del cosmos.

Síntesis simbólica: la chakana, integradora 29


del mundo andino

CAPÍTULO 2 33

Cultura y tradiciones de la comunidad andina 33

Espiritualidad andina 46

131
PARTE II 59
La manifestación de lo invisible

Qhapaq Ñan: la Ruta de Wiraqocha. El camino 62


de los “Hijos del Sol”

Centros arqueológicos andinos: ciudades 67


y templos en Bolivia y Perú

Final del recorrido 86

PARTE III 89
Puntos de contacto con teorías de la ciencia

Cambios en el paradigma científico 91

Principios andinos con sustento en las nuevas 93


teorías científicas

Cosmología de los Andes y los aportes teóricos 95


de la ciencia

Enlazar al Sol andino 104

Un nuevo ser humano 104

PARTE IV 107
La sabiduría andina, desde dentro. Aquí y ahora.

Entrevista a Katia Gibaja 110

Entrevista al Tayta Carmelo Sardinas Ullpu 119

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2

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