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205111-Text de L'article-298725-1-10-20110120
205111-Text de L'article-298725-1-10-20110120
E L CONOCIMIENTO DE L A S M A R E A S H A S T A F I N E S DEL S . X I I
40) Apenas hemos encontrado entre las obras de los científicos judíos
ninguna referencia al fenómeno del flujo y del reflujo. El único autor que
expone una teoría es Maimónides.
Maimónideslla (1135-1204) dice que todo lo que se halla en el mundo
sublunar se mueve por la acción de las esferas celestes. Todos los seres están
bajo la influencia de un astro; para hacer esta afirmación Maimónides
se basa en lo dicho en el libro de Job."? Como es natural, sus opiniones
se erigen sobre lo que dijeron anteriores filósofos y refiere de ellos que
aseguraron que la Luna ejercía una atracción sobre las aguas y sobre
todas las cosas húmedas: esto se demuestra cuando se observa que por
la aparición de la Luna el a y a aumenta -flujo -, y cuando la Luna se
oculta, el agua mengua - reflujo -. Así como la Luna ejerce su influencia
sobre el agua, el Sol la ejerce sobre el fuego, y la prueba es que cuando
el Sol aparece en la Tierra hace calor, mientras que si se pone, hace frío.
Más tarde, añade Maimónides: todo el universo está movido por cuatro
1r3. Spherae Iractatus. Alpttragii araM Theoriira plnnetavum ... (Venecia, 15311.
fol. 5.
rrq. Cf. SARTON. J H S . 2, 361.
115. Cf. ARICT~TELES,Omn~nopera. Comentario dc .-lr>erroea. 1560).
val. vi, Meteoros, pp. 29-30,
116 Cf. Mninioxi~~s, Le gude des dgagerés (ed. Xunk. Paris. part.,
t. 11, capitulo X, pp. 84-8h.
117. Cf. JOB, 28, 33.
LAS MAREAS SEG¿-N U N XANUSCRITO . ~ R A B E 157
esferas: la de la Luna, que mueve las aguas; la del Sol, que mueve el fuego;
la de los otros planetas, que mueve el aire, y la de las estrellas fijas, que
mueve la Tierra.
135. Esta afirmación puede constituir uno de tos precedentes m6s antiguos de
la paradoja de Olbers y que. como la posible atusi6n de K ~ p r e nen su Epitome de lo
aslrononin copernicann, ha pasado desaporcihida hasta hoy. Cf. E. MILLASVENDRELL,
E l problema de la luminosidad & fondo del cielo. MRABLR 13, 3 (1973). 81-136.
136, Cf. infra, p. 191,5 64.
a la esfera del Sol, sería siempre de día, mientras que en la culniinación
inferior siempre reinazía la noche.
A la causa que origina la ausencia de agua en un hemisferio de la
Tierra está dedicado este Capitulo X V . El autor sostiene que se debe a
la excentricidad de la órbita del Sol y a la existencia de su apogeo. Explica
cómo se constituyó la Tierra diciendo que el Sol lanza sus rayos a la Tierra,
ésta los refleja, y el calor de los rayos del Sol se mezcla con el frio de la
Tierra y del agua; la Tierra se agita y en ella se forman en primer lugar
los minerales, luego las plantas y últimamente el animal racional.137
El Cap6tslo X V I trata de la existencia del agua en un hemisferio
de la Tierra.lS8 Las luces de los astros ayudan al Sol en su influencia sobre
la Tierra. La mayor parte de la Tierra que está más cerca de la excéntrica
del Sol es la zona despoblada y cubierta por las aguas. A continuación
el autor habla de los movimientos de los mares y dice que el movimiento
del océano se dirige siempre hacia tierra firme, haya o no viento. El océano
exige, por naturaleza, estar sobre la Tierra y la Tierra lo rechaza por
su propia constitución. Los demás mares sólo se mueven hacia la Tierra
en la dirección del viento, y si el viento cambia de dirección o cesa, el
mar cambia también de dirección o queda en reposo. Los mares los ha
establecido Dios y en sus orillas habitan los seres vivos. De las orillas
del océano arrancan los climas, en el primero de los cuales se halla el
Sudán; desde esta orilla hasta la otra, donde están los confines de
China, hay 180 grados, que, junto con los otros 180 grados que están
cubiertos por las aguas, suman los 360 grados que constituyen la cir-
cunferencia.
El Capit'lo X V I I estudia la causa que motiva la existencia de habi-
tantes en el cuadrante septentrional. La zona habitada es, de oriente a
occidente, mayor que la de sur a norte, por estar en el norte del Zodiaco,
es decir, en Cáncer, el apogeo del Sol. Allí se encuentran los seres vivos
y se produce el equilibrio de la naturaleza: calor a un lado, frio en otro,
ya que el cquilibrio en el mundo estriba en la coexistencia de cosas opues-
tas. El equilibrio máximo se da en el punto de Arín, porque es el punto
medio entre el calor y el frío. La zona habitada está en el norte, porque
el animal necesita el frio para contrarrestar su propio calor. Asimismo
los mares están en el norte por el poco calor que allí reina.
En el Ca$itulo X V I I I el autor expone que el movimiento de la at-
mósfera está dirigido por el de la esfera de la Luna. La esfera superior
se mueve por si misma e influye en la esfera más próxima, la cual a su vez,
influye en la siguiente, y así sucesivamente. Así, pues, cada esfera depende
137. Estas ideas proceden de Aristúteles.
138. En la traducción ya hemos hecho notar la rectificaci6n el titulo de este
capitulo.
[311 LAS MAREAS SEGÚX UN XANUSCRITO ÁRABE 165
de la anterior y simultáneamente con ella verifica su movimiento de
oriente a occidente. Esta relación existente entre las esferas, producto
de su fricción. nos hace ver que el aire es movido por la influencia de la
esfera de la Luna, así como ésta está relacionada con la de Mercurio. La
prueba de ello reside en que los cometas se mueven por el movimiento
que produce la esfera de la Luna al mover el aire. Estos cometas a veces
se convierten en cola de algún astro fijo y allí permanecen o cambian
de nuevo.139
El Capüulo X I X trata de la relación existente entre el aire y el agua
y de cómo el primero mueve a la segunda. Este roce que produce un mo-
vimiento de oriente a occidente origina el flujo y el reflujo. El agua tiene
en sí otro movimiento: centrípeto, y por ello rodea la Tierra y cubre una
parte de ella, mientras que en otros lugares retrocede de oriente a occi-
dente. En el mar hay dos movimientos opuestos: flujo y reflujo, cada uno
de los cuales se da dos veces en un día completo, porque la esfera superior,
la que mueve el universo, hace dar una vuelta al aire en un día y una
noche, y el aire actúa del mismo modo en relación con el agua, pero el
agua sólo actúa sobre un hemisferio y luego, por su propia naturaleza,
vuelve a rodearla por segunda vez, constituyendo así el doble movimiento
del flujo y del reflujo.
En el Cafiitzllo XX se plantea el problen~ade cómo se corresponden
el flujo y el reflujo en oriente y occidente. Dice que cuando la Luna se
elevq en nuestro oriente, desciende en Chilla y el mar está para nosotros
en bajamar; en cambio, cuando la Luna está en el medio cielo de la gente
de occidente, hay pleamar. Todo ello se debe a la convexidad del globo
terrestre, por lo que cuando es medianoche en occidente, es mediodía
en oriente.
En este capítulo el autor quiere dejar bien sentada la corresponden-
cia existente entre el flujo y el reflujo en oriente y occidente y para ello
repite varias veces la explicación hablando del paso de la Luna por cada
uno de los cuatro cuadrantes.
La causa del flujo y reflujo mensual es estudiada en el capdtdo XXI.
El flujo mensual se da dos veces al mes: en la oposición y en la conjunción;
el reflujo, cuando el Sol y la Luna están en cuadratnra, y ello ocurre el 7
y el 22 de cada mes lunar. Explica luego cómo se produce la oposición y
la conjunción, de qué manera el Sol ayuda a la Luna en su cometido
de influencia sobre el mar.
El Capitulo X X I I trata del desbordamiento de agosto. Cuando la
Luna está en oposición o en conjunción con él al final de los signos de
Virgo y Piscis, y el Sol no se halla ni en el apogeo ni en el perigeo, y los
139. Cf. W. HIRTNER, Tycho Brnhe et Albumerar, en aoriens. Occidenna (Hii-
deshrirn, 1968). 496.507.
dos rodean la Tierra por estar sobre la línea de Arín; entonces la Tierra
pasa a ser densa por la acción del calor de los rayos del Sol, al igual que
el huevo se cuece por la acción del fuego. La Luna aumenta dicho cal01
y el aire es más violento y mueve más el agua. Así pues, cuando el Sol.
después de haber entrado cn Virgo, cruza la iinea de Arin, y la Luna est5
en oposición o en conjunción con él, entonces se produce el desbordamiento
de agosto. Y poco después se produce el gran flujo anual.
El CapLtulo X X I I I se refiere a la época en que se produce el flujo
anual, que tiene lugar cuando el Sol se halla al final de Virgo, en el grado
que se opone a la línea de Arin y está en la mitad de la Tierra, entre el
apogeo y el perigeo. A este flujo se le opone otro, que se produce al final
del signo de Piscis. Los reflujos anuales se producen cuando el Sol está
en el perigeo y en el apogeo.
El Cap6tulo X X I V trata de los mares que salen del océano y de cómo
les afectan las mareas. El autor dice que hay seis140 grandes mares. En
el primero de ellos, el de la India, desembocan los ríos Tigris y Eúfrates,
a los cuales les llega el flujo diario; el Indo,'" al que igual que al Nilo
le llega el flujo anual. De este mar sale el segundo, que se extiende entre
Abisinia y el Yemen.'42 El tercer mar sale del océano en las proximidades
del Sndáu y teimina cerca de los montes de la Luna; en él se hallan la
desembocadura del Nilo y las islas de Sicilia y Mallorca.1" El cuarto mar,
cerrado, es el de Y ~ r y i nLos . ~ dos
~ ~ últimos mares son el Báltico, situado
entre el sexto y el séptimo clima, y el mar de Gog y Magog.la5
Para explicar gráficamente los lugares de la Tierra donde se producen
los flujos y reflujos, etc., el manuscrito figura una doble imagen, un mapa-
mundi, en el cual se puede observar el conocimiento que del Atlántico
tenían los árabes. Ofrece la particularidad de representar por primera vez
el Golfo de Guinea en su costa septentrional. En cambio la meridional
es completamente fantástica, siendo reflejo de viejas 1 e ~ e n d a s . l ~ ~
El Capitulo X X V trata de los desbordamientos: el desbordamiento
diario no pasa de las orillas del océano; pero cuando al flujo mensual se
le suma el anual, se produce en el océano el mayor desbordamiento posible
y entonces las aguas penetran en todos los golfos, tanto próximos como
lejanos; en este momento tiene lugar la crecida máxima del Nilo y del
Indo. Gracias a ellas se sabe si el año va a ser fértil. El autor cuenta que
1+7. Se ]!ama de este modo al desbordamiento del Nilo en otoño; cf. Dozv,
Suppldment 1, 840.8~1.
148 Clarisima influencia del Libcr de eleinentis. falsamente atribuido a Arictóteles.
149. Ejemplo de niiómetro o mareógrafo primitiva: cf. C. A. Nnr~rhio,Raccolta
5, 453; W . POPPER,The Cairo nilometer. Studics ila I b n Taghri Birdá's Chroniclcr
N . Slauwerka A A WG, x,
o/ Egypi, 1 (Berkeley-Los Angeles. 1951); E. W I E D E M A NUber
287-196 (Hildesheim, ,970).
El desbordamiento se produce siempre en la misma fecha y tiene una
duración fija. Si estuviera producido por un torrente, como quiera que
éste existe durante todo e1 año, el río también se desbordaría en otras
épocas. En Asuán el Nilo es un río normal. Los habitantes de Asuán ponen
vigías junto al río durante el .día, mientras que por la noche colocan una
caja de barro en cuyo interior hay una lámpara; el agua, al subir, apaga
la luz y entonces saben que se acerca la crecida y comunican la noticia
al rey de Egipto. Entonces el rey manda romper los diques construidos
sobre los canales de las fuentes y se desborda el Nilo. Cuando el Nilo sube
se cierran todas esas fuentes con tierra y madera para poder recoger toda
el agua potable y de este modo se inunda el terreno y se impide la entrada
de agua salada. Pero si se tratara de un torrente no seria necesario hacer
todo esto porque provendría de arriba, de los montes. El nivel del mar
sube en el Nilo más de zo millas.150 Si el Nilo estuviera vacío de agua
potable, el mar llegaría hasta Asuán, porque el agua exige por natura-
leza que su superficie sea Il'ma por todos lados. Para acabar, explica cómo
se desbordaban el Nilo y el Indo.
El último Cap;lulo de la obra explica la causa de los desbordamien-
tos en invierno, que en buena parte se deben a que los vientos que soplan
eii dicha estación agitan las aguas. E1 último párrafo del manuscrito
contiene el exfilicit de la obra, señalando la fecha de composición o copia
que es del 11 de Safar de 588.151
de que en tal caso desapareciera el lugar. sea el texto, sea las guardas o
las tapas, en el cual figurara dicho nombre. En segundo lugar, Casiri afir-
ma que el célebre León Africano (siglo XVI)descendía de este sevillauo.16j
Lo cierto es que el único que ha sentado tal hipótesis es el propio Casiri.166
En tercer lugar, tras haber manejado los principales repertorios biblio-
gráficos árabes, no hemos logrado dar con ningún personaje que ostentara
dicho nombre y que hubiera florecido con anterioridad al año 1200. Ni
en Brockelmann,"~ ni en Yaq1lt,'~8 ni en Ibn al-Qifti.ljs ni en la Biblio-
teca arábico-hispanaI6O figura.
Por consiguiente, dado el estado actual de nuestros conocimientos,
no podemos aceptar la afirmación de Casiri.
La segunda hipótesis acerca de la identidad del autor la emitió Lévi-
Provencal."Tras haber señalado que el manuscrito es anónimo, sugirió
que quizá se tratara de la copia de una obra en forma de epístola de al-
Kindi y que lleva por titulo Risüla fi-1-nzadd ma-1-fazr. Pero, en realidad,
la única semejanza que existe entre las dos obras es el hecho de que ambas
lleven titulo semejante, pero esto no pasa de ser una coincidencia fácil-
mente explicable, si se tiene en cuenta que el tema de ambos trabajos
es parecido. Y, en efecto, la lectura de ambas obras182 nos ha corroborado
,que la hipótesis no es aceptable. La de al-Kindi -de la cual hemos dado
antes un resumen -163 es mucho más sumaria que la nuestra, aparte de
que si bien la intenci6n de al-Kindi era explicar al amigo al cual iba diri-
gida la carta el flujo y el reflujo, en realidad sólo al principio, y aun en-
tonces muy brevemente, alude al flujo, ya que en el texto incompleto
que nos ha llegado no se habla para nada del reflujo.
Descartadas, pues, la; dos hipótesis que se han emitido, cabe buscar
una nueva identificación. Pero resulta dificil el hacerlo, ya que son muy
escasos los datos que proporciona la obra y a excepcián de ella no hay
...
155. Cf. M. CAsInr. Bibliotheca 1,34, ms. CXLV, habla de Abdallah Aihussan
Joseph Ben Mabd Alziati Granatensi y dice que de esta famitia pracede 1 ~ 6 nAfri-
CBRO.
156. Cf. M. Casrnr, Bibliotheca ... 1. 172-173, m$. DXCV. Dice que era familia
d e Joannes Leo Granatensis. que antes se llamaba Alhassan bcn Mohimad Alvazan
Fessanms~
~
166. Cf. IBN ABD-AL-HAXAM, Futúh Mis? wa-1-Magrib. Sobre el autor cf.
nEncvclop4die de i'Iclamn, 2. 374-375.
~.
;67.' Cf. supra, nota 149.
168. Cf. RROCKELMANN, GAL, 1, 481; SI 1, 882.
169. A L - Q ~ z w i ~IiiiZb pp. 100-ror.
i . 'a@'ib al-majlzigdt wa gava'ib al-mam~ÜdZf.
can, aumentando por ello de volumen. Cuando la Luna desciende, los efec-
tos de la reflexión en las rocas desaparece y por lo tanto las aguas se enfrían
volviendo a la misma configuración anterior.
Tambikn ai-Qazwini expone la semejanza existente entre los fenb-
menos del flujo y reflujo y los caracteres humanos. Añade. despubs, que
el Profeta lo ha expresado prácticamente diciendo que las mareas se deben
a un ángel que se halla sobre los mares y que introduce en ellos su pie,
provocando así el flujo y, al retirarlo, el reflujo.
L A S M A R E A S EN ALGUhTOS A U T O R E S OCCIDEIVTALES
P O S T E R I O R E S A L SIGLO X I I
170, Sobre las marcas en el mundo latino cf. R:CHAD LEMAY:Abu Ma'slrar
and Lalin nrislotelianis+n in lita tiueEfth ccnfuyy (Beirut, rg62).
mmsibus quod coutingito quia tunc luna complete lucis est; tunc enim
porcutitur lux solis a luna in terram et opera eius roborantur.
I n sznguinem namqiie et cerebro et in medulis vigoris eins mani-
festautur opera: ampliantur euim et miuuuntur sanguis, cerebrum et
modulle in principiis et extremitatibus mensimn secundum cnrsum lune.
iufinnitates quoqri: viciaci sanyinis quemadmodum sunt apostemata
ac multa alia non eveniunt nisi in principiis ve1 extremitatibus men-
sium. Am?liautur etiam visibiliter opera lune in cucumeris et cicurbitis
et iu reb~ishumidis secundum cursum eius.'" Hec omnia diligenter
considerantibus aperta et cognita sunt.
D i c ~etiam lune naturam ca-lcam esse quod sibi marium aqilas
quomzdmxlum adamss ferrum attrabit et hoc est ipsorum marimn
accessus; ex quo autem accesat (cessat) a(t)trahere, redeunt aque ad
loca priora et hoc est mzrium recessus. Patet vero accessiis et recessus
in mari orientali et occidentali plusquam in mari rubro ve1 affricano
sive iu ceteris maribus ab occeano exeuntibus quorum quedam ab
oriente in occidentem, quedam vero ab occidente in orientem se mo-
vent. Cum autem luna in illis operatur curre(re) incipiunt ab oriente
occi(io-/")dentem versus et ab occidente orientem versus ... ideoque
estus ille in litoribus non apparte...u
Traduccidn
(fol. roov.) En el nombre de Dios, Clemente y Misericordioso.
Bendiga Dios al noble profeta Muhammad y a su familia.
Éste es el libro del flujo y del reflujo y consta de 30 capitulos, que
se citan a continuación para alabanza de Dios. Alabado sea Dios, no hay
fuerza sino en Dios. Bendiga Dios a %5uhammad, profeta de Dios.
I) El Capítulo 1.0 contiene la introducción, el 2 . O versa acerca del
número de capitulos, según el orden en que aparecen al lector. Este segundo
capitulo es el que estamos escribiendo ahora. El 3.O trata del fondo y de
la forma de este opúsculo. El 4.0 es acerca de los cuatro elementos. El 5."
trata de lo que dijeron los antiguos sobre el flujo y el reflujo. El 6.0 con-
tiene la critica de lo que dijeron los antiguos y de cómo se debe proceder
e n la investigación. El 7.0 refiere lo que se v e del flujo y del reflujo con el
sentido de la vista. El 8.0 expone la conexión que existe entre el movi-
miento del mar y la octava esfera. El g . O trata de los problemas que hacen
referencia a la novena esfera. El 10." estudia la causa del retraso de los
astros inferiores y del adelanto de los superiores. El 11.O menciona la
utilidad de estos conocimientos, explicada según la naturaleza de las luces
de los astros. El 12.01'4 trata de explicar la revolución del Sol enlos cuatro
pivotes de manera aproximada. El r4.O versa sobre el movimiento de
revolución del Sol en su exckntrica. El 15.0 trata de la causa del reflujo
del agua en u n hemisferio de la Tierra. El 16.0 trata del motivo de la
existencia del agua sobre u n hemisferio de la Tierra. El 17.O trata de
la causa de la existencia de población en uno de los cuadrantes septentrio-
nales de la Tierra. En el 18.0 se estudia la constancia del movimiento de
la atmósfera como consecuencia del movimiento de la esfera de la Luna.
El 19.0 trata de la causa del roce forzoso del aire con el agua y cómo ésta
retrocede naturalmente. El 20.0 explica la concordancia del flujo y del
reflujo en occidente y oriente. El z1.O investiga la causa del flujo y
del reflujo mensual. E n el 22.0 se trata de lo que se ha dicho sobre el desbor-
damiento de agosto. El 23.0 trata sobre la época verdadera en que se pro-
duce el flujo y el reflujo de invierno. El 24.0 refiere lo que se ha dicho de
los mares procedentes del océano. El 25.0 estudia el motivo de la subida
de nivel de los ríos. El 26.0 relata por qu6 el Nilo de Egipto se desborda
bajo la influencia de Virgo y no bajo la de Piscis. El 27." trata de la causa
de la decrecida del Nilo de Egipto y del Indo.'?"l 28.0 está dedicado
ciones, hasta llegar a otro estado distinto del que les es propio y que les
corresponde a unos y a otros.
8) También escribieron sobre los distintos aspectos de la agricultura
en las diferentes clases de terrenos, así como el orden de sus frutos y su
trasplante de la tierra virgen a la zona cultivada; la utilidad de los árboles,
sus flores, semillas, ramas y raíces, así como los jugos y aceites que de
ellos se extraen: los árboles se multiplican y embellecen hasta un límite
en que la palabra ya no puede expresar la realidad.
g) Otros hablaron sobre el aire y estudiaron cómo se inflama por
los rayos del Sol, al mismo tiempo que trataron de todo aquello que en él
se presenta: de los relámpagos, del Sol, de los cometac y de los bólidos
que corren en todos sentidos, y del frío más intenso y de la nieve que cae
como consecuencia de los fríos, de las clases de los vientos que son cuatro:
el céfiro o viento del este, el viento del oeste, el del norte y el del sur y
sus distintas constituciones, así como de los vientos intermedios que se
presentan entre cada dos vientos cardinales; las clases de lluvias que
se producen en las distintas estaciones y la existencia de las mismas en
periodos diferentes de los que les corresponden y las causas que originan
estas lluvias y su transformación (fol. IOIV), de lo que se presenta en la
concavidad de la Luna, o sea, de su esfera, de las clases de la corrupción
y la construcción y del crecimiento y disminución de lo que conocemos
del mundo sublunar y de sus leyes.
10) En cuanto a la clase de fuego llamado éter, existente en la conca-
vidad de la esfera de la Luna, inflamada por la velocidad de la revolución
de la esfera, he aquí que dicha inflamación es debida a la gran cantidad de
sequedad que se encuentra sobre ella después de la construcción y así se
ha llegado a la palabra éter en el sentido de aire inflamado, del que no
es necesario hablar.
11) Pero, por el contrario, no be visto que nadie trate de ese cuerpo
fluido, intermedio entre la Tierra y la atmósfera, que es el mar; ni que
haya explicado las causas de sus flujos y reflujos diarios, mensuales y
anuales, ni que explicase la relación existente entre unos y otros, ni hay
quien los haya dispuesto según el orden que les corresponda, tal como lo
perciben los sentidos, a pesar de que el mar no es menos útil que aquellos
elementos, ni menos rico, ni menos provechoso, además de que posee
numerosos movimientos, que se producen según un orden natural inal-
terable y que de él depende la mayor parte de lo que hemos mencionado
para hallar la causa y el efecto. Por el mar se produce la elevación y dis-
minución del nivel de los dos, así como el desbordamiento de los lagos
que están próximos a sus orillas y también las crecidas del Nilo de Egipto
y del Iudo, los cursos del Tigris y del Eúfrates y otros muchos beneficios y
favores; por lo que he visto en sus libros descuidan todos o la mayor
parte de estos temas y por ello me dispuse a observar los movimientos
del mar y a registrarlos en cuanto alcanzase a observarlos con la vista
o a establecerlos por procedimientos dednctivos, en todo lo que el enten-
dimiento pudiese abarcar.
22) Respecto a quien dijo que la causa de las mareas era la luz de
la Luna, diré que esto es absurdo, porque la luz de la Luna aumenta del
188. Sobre esta teoria nos encontramos de nuevo con la obra de Posidonio, el
cual dice que el oceano se mueve como un cuerpo celeste, en pedodo diario. mensual
y anual, regulados por la Luna. de acuerdo con la posición de esta en el Zodiaco.
Lo mismo, aproximadamente. nos dice Seleuco el Rabilonio.
189. Los Hermanos de la Pureza atribuyen el fen6meno de las mareas a l calcn-
tamiento por la luz de la Luna de rocas existentes en cl fondo del mar. Lo mismo q u e
nos encontramos en época posterior a nuestro manuscrito en la obra de al-Qazwíni.
190. Corregimos el texto: en vez de gadrrbahu damos $'&daba.
191. L a teoria de que la Luna ejerce sobre el mar una acción semejante a la q u e
ejerce el i m h sobre el hierro es u n a idea caldea. Los caldeos atribuían tal atracción
entre la Luna y el mar a que ambos poseían humedad.
192. Esta teorla la encontramos también en la obra de AL-MAS'ÜDI. MwÜ9
n o a h a b . y en la de a ~ - Q ~ z w iKitcib
~ i . 'aya'ib nl-mnjCüqÜt.
393. No hemos podido identificar este pasaje en la obra de al-Mslac'Üdi. No lo
he encontrado ni en MurÜg o-ahab, ni en el Kitcib al-tanhZIi.
I al 14 del mes. mientras que el mar crece y decrececada día y cada noche
dos veces, según ley que no varia y querría saber cómo puede ser la Luna
el motivo de esto.
23) En cuanto a quien dijo que la causa era el calor producido por
la luz de la Luna, nos sacó de este error quien dijo que con mayor motivo
lo producirfa la luz del Sol.
24) Respecto a quien lo atribuía a los vapores, pues jvaya maravilla!,
unos vapores que corren de esta forma, que no cambian ni en invierno
ni en verano, ni en novilunio ni en plenilunio.
25) A quien dijo que la superficie del agua se convertía en aire,
originando el reflujo, mientras que al transformarse el aire en agua se
producía el flujo, se les puede objetar que entonces debería explicar cuál
es el motivo de que el aire se transforme en agua, y viceversa, según una
relación entre el frío y el calor.
26) Acerca de la opinión que sostiene que es debido a las rocas que
se hallan en el fondo del mar, debemos contestar que esto es imposible,
ya que el flujo se produce tanto de noche como de día, aun cuando de
noche no puede llegar el reflejo de los rayos solares en la forma que asegura
dicha, opinión.
27) En contestación a quien dijo que la causa era la variación de los
movimientos de los planetas y su diversa situación en los grados del Zodiaco,
hemos de decir que esta explicación es difícil en detalle y cabria decirles:
explicad la causa de esos movimientos durante el dia y la noche, en invierno
y en verano, cuando el Sol y la Luna están en conjunción y cuando hay
Luna llena, existentes a consecuencia de la variación de los movimientos
de los planetas, según dijisteis.
28) A quien dijo que la luz de la Luna sólo influye en el flnjo mayor
que se produce a mediados de mes,1B4se le puede contestar: pues indica
qué motiva el flujo de finales de mes, flujo que coincide con la ausencia
de luz.
29) La opinión que afirma que la causa es un ángel que introduce
su pie en el mar, es verdadera; pero ha de interpretarse teniendo en cuenta
el poder divino que lo ha dispuesto.
30) Es imposible la afirmación de quien dijo que el cuerpo de la
Luna actuaba como el imán respecto al hierro, que lo atrae hacia si, ya
que en el momento en que aparece la Luna, el mar comienza a llenarse
y no cesa de aumentar a medida que ella asciende estando el mar en plea-
mar en el momento e n q n e la Luna se halla en el medio cielo. Cuando
la Luna empieza a descender hacia el ocaso, el agua es absorbida. Si ocu-
rriera tal como pretendían, cuando la Luna estuviera en la culminación
9 . O sea oposición.
inferior de la Tierra. el mar estaría en bajamar como consecuencia de la
atracción de la Luna respecto al agua, según ellos dijeron, y, en cambio,
el mar, cuando la Luna está en la culminación inferior de la Tierra, alcanza
pleamar, siendo esto apreciable por los sentidos. De esta forma se ha
reducido a nada todo lo que dijeron.
(fol. 1033 31) Hay que considerar nn absurdo la hipótesis de que
su crecimiento, levantándose y desinflándose, es como la fermentación
del jugo exprimido de la uvalSS y como el agua que hierve sobre el fuego,
hasta que llena por completo el recipiente que la contiene y se desborda.
Es un absurdo por la inexistencia de la causa eficiente; ellos lo atribuyeron
a la luz de la Luna, pero la luz del Sol es más poderosa, teniendo, pues,
más razón para producirlo, además de que la luz de la Luna aumenta
hasta la noche 14 del mes, disminuyendo hasta el final del mismo, en tanto
que el flujo y el reflujo se producen todos los días y todas las noches.
Es, pues, evidente la refutación de esta teoría.
32) Todo esto son palabras de quienes no tienen razón ni conoci-
miento de la causa que produce dicho fenómeno, ni poseen ninguna afirma-
ción indispensable para que exista la prueba definitiva. Pero esta afirmación
no puede encontrarla sino quien conozca la Astronomía y el movimiento
circular y forzado; he aquí, por tanto, que todas aquellas palabras fueron
inútiles. A continuación investigaremos sobre la causa que hace que el
mar se llene y se desborde, que crezca y disminuya. ¿Acaso es como opi-
naban los antiguos o es un aumento y disminución, como disminuye el
agua de los vasos cuando se sale de ellos el agua, y como aumenta, si fluye
en él otra agua distinta? Pero todo esto es un absurdo por no haber lugar
vacío y carecer de otra agua distinta a la que existe en el mar; y nos pre-
guntamos también: jacaso su desbordamiento sobre la Tierra será debido
a un movimiento forzado, es decir, un movimiento relacionado con otro
cuerpo que le mueve, no existiendo en el movimiento marino ningún aspecto
ni causa a no ser lo que ya dijimos que habían afirmado los antiguos?
33) No existen más teorías aparte de las que ya hemos mencionado.
En nuestras palabras nos atendremos a lo que se ve con el sentido de la
vista respecto al flujo y al reflujo, a fin de construir una teoría sobre
aquellos precedentes sensibles y perceptibles.
XII
CAP~TULO
CAP~TULOXIV
CAP~TULO
XVI
73) (fol. rogr) Hc aquí que se sabe que las luces de los astros no
cesan de influir en la esfera de la Tierra y en ayudar continuamente al Sol,
a fin de que la Tierra se componga de ciertas cosas y sean rechazadas
otras. La región que está iluminada no puede cambiarse de sitio, y esta
regi6n es la que está más próxima al centro de la excéntrica del Sol y si
XVIII
CAP~TULO
221. Hay una extensa nota marginal. ilegible en su mayor paste. Tanto por
esta causa como por no estar indicado en el texto el lugar de su inserción, nos hemos
visto obligados a prescindir de ella.
XIX
CAP~TULO
Acerca de cómo roza forzosamente el aire al agua y de cómo retrocede
naturalmente
CAP~TULOXXI
refleja los rayos. Los flujos más importantes son los que se producen en
verano, durante la conjunción, porque el Sol está en la región norte y
l a Luna se encuentra debajo de él, y en invierno en la oposición, porque la
Luna, en el período de invierno, no está entera en la región norte. Observa
sus posiciones y comprenderás lo que hemos dicho, si Dios quiere.
92) Cuando se opone el Sol a la Luna y se da Luna llena, la esfera
influye más en mover los aires, a causa del ardor adquirido de los rayos
y el aire, más violento, influye con mayor fuerza en el movimiento del
agua y el flujo es mayor, puesto que el agua es más grande y busca su
lugar natural, siendo el reflujo también mayor por la fusión, en ambos
casos, del cuerpo del agua por los rayos del Sol lanzados sobre. el globo
terrestre y así también en la conjunción, en la que la Luna recibe el auxilio
del Sol y adquiere de éste la fuerza de calentar la Tierra, dada su proxi-
midad a ésta y la coincidencia con el Sol y con la Tierra, pues se encuentra
en un mismo cuadrante al mismo tiempo y en un mismo acimut. El que
ambos luminares estén arrojando los rayos desde el mismo punto sobre
el cenit y que a continuación lo reciba la Tierra, hace que se caliente el
aire templado y se hace ligero y se acelera su movimiento; cuando existe
relaciCin entre el aire y el agua, calienta también el agua, la hace ligera
y acelera su movimiento.
93) gsta es la disposición de cómo se producen el flujo y el reflujo'
más grandes en el momento de la oposición y de la conjunción, pues sino el
dlujo y el reflujo dependerían exteriormente del movimiento que depende del
movimiento de la esfera superior que tiene por centro la Tierra y el agua.
94) La Luna, cuando está en los cuartos, no lanza los rayos hacia
l a región de la Tierra donde los lanza el Sol ni influye en el agua, y perxna-
nece el flujo y el reflujo según su estado normal. Aquel reflujo acaece
por la unión hacia el final y la mitad del mes y todo aquello se puede ver
en una representación gráfica (fol. 111"). Y ejemplo de cómo calienta el Sol
en la conjunción es la combustión del algodón cuando se pone entre él
y el Sol un vaso de vidrio con agua;226 de cómo calienta en oposición es
cuando se pone el algodón entre un espejo y el Sol.
CAP~TULO
XXII
Acerca de lo dicho sobre el desbordamiento de agosto
XXIV
CAP~TULO
Acerca de lo dicho sobre los mares que salen del oceano y lo que les llega del fluJ<p
y del reflujo
101) Seis son los grandes mares salientes del océano: tres de la regi6n
de oriente y tres de la de occidente.
102) El mar de la India sale de la región de oriente, en el cuadrant-
sur, a trece grados detrás del Ecuador, y es el mayor de estos mares y el
más rico en estrechos; en E1 están todas las islas de la India y allí desem-
bocan, también, el Tigris y el Eufrates; hasta lo más bajo del Tigris y
del Eufrates llega el flujo diario, así como sobre los confines de la India.
En este mar está la desembocadura del Indo, por el cual sube el flujo
anual como sube por el Nilo de Egipto, y sobre él están los sembrados de
la gente del país y están establecidas muchas ciudades; el nombre de la
más grande de estas ciudades es al-Mansüra.228
103) De este océano fndico sale otro golfo230 que pasa entre la región
de Abisinia y la tierra del Yemen, siendo la anchura de su estrecho de
casi dos parasangas. Este mar llega hasta las proximidades de la iiteca
- ennoblézcala Dios -. Entre este golfo y lo que le une con el océano
fndico, que llega a lo más bajo de Basora, está el corazbn del país
de los árabes y desde sus orillas embarcan hacia el país de la India; la
longitud de este mar es de 8.000 millas y su anchura de casi 2.000, según
han dicho las gentes.
104) A este gran mar se le opone por la región de occidente otro
mar,23' que sale del océano en la parte occidental del país de Sudán, que
acaba hacia las proximidades de los Montes de la Luna232 y en él están
la desembocadura del Nilo de Egipto, las fértiles islas de Sicilia y Mallorca
y otras. Su longitud es de 6.000 millas y su anchura de casi 400.
CAP~TULO
XXV
Acerca del conocimiento de la causa del flujo de los golfos, ensenadas, ríos
y de los tiempos de estos desbordamientos
CAP~TULO
XXVI
Acerca del conocimiento de la causa del desbordamiento del río Indo y del Nilo
de Egipto por el flujo de Virgo, no por el de Piscis
CAP~TULO
XXVIII
Acerca del conocimiento de la causa del crecimiento del río de Egipto y del Indo
hasta el límite del desbordamiento
118) Este fenómeno se verifica de manera contraria a como se pro-
duce la decrecida. Cuando el Sol y la Luna llegan a oponerse sobre el
grado opuesto a la línea de Arín y está en oposición o conjunción con ella
y llega a estar el Sol con Venus, Marte y Mercurio y la Luna con Júpiter y
Saturno, el mar se levanta ea aquel año y se desplaza, consiguiendo
el extremo del flujo, porque le influyen todas estas luces desde el calor
en el aire y la temperatura. Si llegan a coincidir los siete planetas en Piscis
o Virgo, en el grado que llega al Ecuador, se produce casi un d i l ~ v i o . ~ ~ l
2 , Inftnencia astrológica evidente. El autor debla conocer, sin duda, e1 Libro
dc las po#ieda&s de los elemewlos. falsamente atribuida a AristStelos. Véase el pá-
rrafo 31 de nuestra introducciún.
1x9) Cuando el mar avanza hasta el extremo del flujo, sube hasta
el confín de los mares y entran todas las aguas de los ríos extendiéndose
hasta el limite; por esta causa se desbordan el Nilo de Egipto y el Indo
con un desbordamiento extremo.=" Los pueblos que habitan sobre sus
orillas calculan por medio de las estrellas los años futuros y les es posible
distinguir el año fértil del estéril. Este conocimiento lo aplican a los a&-
mentos, mejoran su estado y la gente cambia de aquel país. Entiéndelo,
si Dios quiere.
CAP~TULO
XXIX
Acerca de la refutación de quien dijo que la causa del desbordamiento
del Nilo era un torrente
el agua exige por su naturaleza el que su superficie sea una esfera llana
por todos sus lados, de tal manera que la distancia de su superficie con
respecto al centro sea una relación Única o sea que las líneas que salen
del centro hacia lo que está rodeando sea siempre la misma. Y nuestra
teoría es que el agua es una superficie en su principio (a), en su mitad (b)
y en su final (c); de cada una de las letras de la figura sale una línea
hacia el centro y es necesario que una de las líneas sea más corta que las
otras, porque el agua exige el centro con la misma intensidad y no hay
ningún lugar, por principio, que sea más profundo (fol. 116").
126) Entre las cosas que sirven para demostrar que no tiene su
origen en un torrente está .que cuando .se abren aquellos manantiales
y se perforan aquellos muros y el Nilo inunda los lagos de Egipto, la gente
de Asuán lo conoce248 y dice en este momento que el Nilo ha inundado
la tierra de Egipto, porque esto es evidente por el repentino flujo de las
aguas. Si fuese un torrente al estar ellos en la confluencia dirían: (<Ha
aumentado la lluvia por las tierras que cruza el torrente.))
127) Y entre las razones que nos ocupan está que el meandro que
forma junto al país de Abisinia, desde los montes de la Luna, no se des-
borda de acuerdo con la crecida del Nilo, que es de tres meses, ni se
levanta sobre la faz de la tierra. porque cuando aumenta fertiliza sus
orillas, según la opulencia de su extensión y cuando disminuye su cre-
cimiento, se planta sobre eiias, tal y como lo hace la gente de SiyiImása;
y si el desbordamiento del Nilo se debiera a un torrente y ambos proce-
dieran de una fuente única, su trabajo seria también uno solo. Pero
tampoco queremos decir que la causa del desbordamiento del Nilo sea
únicamente el mar.
128) Si se tratara exclusivamente de un torrente de agua, el flujo
no penetraría por el Nilo, y las orillas de éste por Egipto se extenderían
de modo parecido a las costas contiguas; si no existiera un curso de agua,
se obstriiiría, puesto que el mar, al subir la marea, produce una barra en
las costas. Las dudas de las gentes de Egipto se deben a que no conocen
todas las causas, ya que no han estado en sus fuentes, que se encuentran
en los montes de la Luna, que en su mayor parte están deshabitados.
En cambio la gente del Indo no duda acerca de la causa de su crecida,
porque procede de los montes de su pais y en sus orillas hay nevadas fre-
cuentes. Este rio se desborda en verano y es sabido por la gente que en
verano no llueve; la causa de que crezca en esta estación son las precipi-
taciones invernales, cosa que se comprueba por los sentidos. La gente de
Egipto no tiene ningún testimonio sobre la verdad de lo que ocurre respecto
al Nilo y al estar alejados de sus fuentes, no se dan cuenta de su flujo y
XXX
CAP~TULO
130) Esto depende de la agitación del aire por los vientos que con-
curren en un lugar, sin contar otra causa, la de los accidentes terrestres
que la rodean. Le influyen las leyes celestes superiores y sus movimientos
sobre la superficie dc la esfera del agua y la tierra, al sur y al norte, son
movimientos agitantes que están más cercanos al movimiento estacionario
que al movirnicnto de revolución.
131) Ya se han explicado en otro lugar los tres movimientos exis-
tentes: el movimiento desde el centro, hacia el centro y alrededor de1
centro. He aquí que los vientos, de los que hemos hablado, soplan agitando
el mar y esto se ve por medio de los sentidos; estos vientos son más fuertes
en el período de invierno.zs0
132) Ya se conocen las opiniones todas de otros autores, así como
sus libros; nuestra palabra está en estos capítulos precedentes.
133) Los movimientos del mar se deben a la ley de los movimientos
estelares y a la luminosidad de las estrellas, que influyen en el mundo
sublunar corruptible, en el flujo y reflujo, la formación y la disgregación,
el crecimiento y decrecimiento, para llevar a cabo de esta forma el pro-
pósito de nuestro Creador- ensalzado sea su nombre - sobre la creación
y el beneficio útil, organizado de manera tal que lo que acaece debido a
su ciencia, está reglado conforme a unas leyes únicas.
134) De todo esto, parte está tomado de distintos lugares, parte
procede de substituir unas cosas por otras y parte de lo que se ha cogido
de otros libros.
135) Terminó el libro. Alabado sea Dios único y bendiga Dios a
Muhammad y su familia. Se acabó en el rx de Safar del año 588.z53 Dios
tenga misericordia de quien lo escribió.
250. Espacio en blanco en el manuscrito.
zgr. Corresponde al z 7 d e febrero de irgi de la era cristiana.