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ANÁLISIS DE LA FORMACIÓN INTEGRAL EN LOS CENTROS

CORRECIONALES ORIENTADO A LA REINSERCIÓN SOCIAL DE


LOS JÓVENES EN CONFLICTO CON LA LEY PENAL

CAPÍTULO I

EL PROBLEMA

Planteamiento del Problema.

La situación de los niños, niñas y adolescentes debe poseer carácter prioritario


dentro de la gestión de todo Estado. De igual manera, el Estado debe asumir la
responsabilidad sobre los adolescentes que cometen infracciones a la ley penal,
mediante la prevención del involucramiento de los jóvenes en actividades ilícitas.
La importancia de la observancia que se debe otorgar a los jóvenes se encuentra,
precisamente, en que el futuro de todo país reside en el potencial y las capacidades
que la juventud puede ofrecer.

Asimismo, la prevención de las infracciones penales por parte de los jóvenes


requiere atender las instituciones básicas como lo son la escuela y la familia, ya
que se conoce que la mayoría de los jóvenes que se encuentran en los centros
juveniles en la actualidad, no han concluido sus estudios o provienen de familias
desestructuradas. Por esta razón, es fundamental que puedan acceder a
oportunidades que les permitan satisfacer sus carencias sociales, económicas y
familiares, lo que sin lugar a dudas contribuye a una menor incidencia de las
infracciones.

En este sentido, se enfatiza la importancia que posee la estructura familiar para


el desarrollo del adolescente, ya que la familia es el principal agente de
socialización del individuo, encargado de educar y proporcionar los valores
necesarios para la configuración de una conducta y una personalidad definidas que
prevalezcan al momento de que el joven se involucre en otros grupos humanos.

De igual manera, la educación prepara a las personas para su adaptación


efectiva a la vida social de un país. Por medio de la educación se logra una
estabilidad y orden del funcionamiento social, al moldear la personalidad
individual según las normas socialmente aceptadas. Sin embargo, la sociedad está
en constante evolución, es por ello que los maestros de cualquier sistema
educativo se enfrentan a una sociedad cada vez más compleja. Educar para
responder a los retos que acompañan esos cambios es la responsabilidad
primordial de los sistemas educativos. Dado que el docente es el agente motivador
de la productividad estudiantil, se hace necesario transferir esta conciencia a los
maestros y maestras de los centros de correccionales juveniles.

Con respecto a lo anterior, el Sistema Penal Juvenil de Perú (2012), estableció


lo siguiente:

Se está de acuerdo en que una responsabilidad ineludible del


Estado es contar con políticas de prevención para evitar el
incremento de las infracciones penales cometidas por
adolescentes. Ello requiere los recursos suficientes para lograr
un tratamiento de calidad en los centros juveniles. La baja
reincidencia delictiva de los jóvenes que egresan de dichos
centros pone en evidencia que el camino de la rehabilitación
debe ser fortalecido para evitar que desarrollen una carrera
criminal. (p.07).

Ahora bien, en la actualidad existen centros penitenciarios para recluir a los


jóvenes que se les atribuyen delitos graves como robo, hurto, homicidio,
asesinato, narcoactividad, agresiones sexuales, secuestro, entre otros. Los mismos
carecen de una administración adecuada, y sobre todo, no cuentan con la cantidad
suficiente de educadores capacitados para llevar a cabo dicha tarea. Al mismo
tiempo, la descomposición social induce al gobierno a implantar operativos para
reducir la criminalidad que impera hoy en día, causando el arresto mayoritario de
estos jóvenes. Motivado a lo anterior, se busca que el modelo penitenciario, como
ente de sanción penal, otorgue la reinserción de los jóvenes reclusos a una vida
social y laboral. Tomando en cuenta que cuando un joven cumpla la mayoría de
edad deberá abandonar el centro.
Es este orden de ideas, la reinserción social se concibe como un proceso
sistemático orientado a provocar un cambio en la conducta delictiva del individuo,
buscando así, disminuir las probabilidades de reincidencia. Análogamente, la
Secretaría General de Instituciones Penitenciarias de España (2015), define qué

La Administración Penitenciaria orienta su intervención y


tratamiento hacia la promoción y crecimiento personal, la
mejora de las capacidades y habilidades sociales y laborales, y la
superación de los factores conductuales o de exclusión que
motivaron las conductas criminales de cada persona condenada.
(p.03).

En lo expresado anteriormente, radica la importancia de un sistema


penitenciario qué, a través de diversos mecanismos, aborde los factores que han
contribuido al involucramiento del niño o adolescente en la actividad delictiva.
En el contexto nacional, la legislación Venezolana incluye la reinserción social
dentro su ordenamiento jurídico, estableciendo que será posible alcanzarla a través
de la atención integral que se debe brindar a todos los jóvenes que se encuentran
en conflicto con la ley penal. Es menester acotar que la finalidad de dicha atención
integral es la de garantizar la satisfacción de las necesidades educativas,
psicológicas y sociales del interno o interna.

Ahora bien, una vez identificada la importancia que posee el incluir la


reinserción social dentro del sistema penitenciario del país, y su impacto en la
posible disminución del índice de reincidencias delictivas, es imperativo aclarar la
ausencia de asistencia integral por parte del órgano rector con competencia en
materia de servicio penitenciario a los centros de formación integral orientados a
la atención de adolescentes en conflicto con la ley penal. Dicha ausencia trae
consigo una serie de consecuencias que atentan directamente a la posibilidad de
rehabilitación del adolescente.

Además, en Venezuela, la atención integral a los jóvenes en conflicto con la


ley penal no solo representa un deber del Estado, sino también un derecho
fundamental del adolescente. En el mismo orden de ideas, de la ausencia de
atención integral por parte del sistema penitenciario citado previamente, se deriva
el elevado índice de reincidencia delictiva por parte de los jóvenes que han
permanecido en un centro de formación integral o centro correccional.

Al respecto, como muestran los estudios de reincidencia nacionales, una de


cada dos personas que egresan de las cárceles, son condenadas nuevamente. Este
indicador, muestra un bajo desempeño del sistema penitenciario en la prevención
de la reincidencia delictual. Aunado a esto, es importante acotar que Gorriño
(2015) asegura que el delincuente venezolano se reencuentra con el delito con
mucha facilidad, una vez que ha salido de la cárcel luego de purgar su condena.
Además, que en los últimos años los niveles de reincidencia superaban el 70%, lo
que no es nada optimista en relación con la realidad actual.

Por su parte, Sabrina Machado (2015) establece que “la iniciación criminal está
calculada por los expertos entre los 14 y 15 años de edad”. Esta situación es
óptima para que el joven transgresor caiga nuevamente en actividades ilícitas. De
acuerdo con el Observatorio Venezolano de Prisiones, cerca del 50% de los
detenidos en las cárceles nacionales no llegan a 25 años de edad.

Aunado a que el sistema carcelario venezolano no cumple con los parámetros


necesarios para “rehabilitar” al recluso, también es imperativo abordar el tema de
los problemas estructurales del sistema, como son los hacinamiento, retardo
procesal y el déficit que existe entre los entes que integran el sistema de justicia:
fiscales, jueces y abogados defensores, los cuales la cifra de este personal no están
acorde  con el número de internos que existe, ya que hay una sobrepoblación en el
país.

En efecto, el Observatorio Venezolano de Prisiones (OVP), sostiene la idea de


que el interno recupere su libertad y pueda reinsertarse a la sociedad, sin afectar a
la comunidad, por ello reitera que “al recluso tienes que sacarlo cuando no revista
peligro a la sociedad”. De este modo, se evidencia la ausencia de objetivos
orientados a alcanzar la reinserción social del joven en conflicto con la ley penal
en el contexto venezolano.
En síntesis, se define que la falta de corrección en la conducta delictiva del
adolescente representa un factor relevante en el incremento del índice delictivo
nacional, ya que si la conducta no es corregida oportunamente durante la primera
manifestación de participación en actividades ilícitas, el joven continuará
desarrollando una personalidad delictiva potencial.

De la problemática planteada previamente, se desprenden las siguientes


interrogantes:
CAPÍTULO II

MARCO TEÓRICO REFERENCIAL

Dentro del proceso de elaboración de un trabajo de investigación, es necesario


ubicar el marco referencial que guía el estudio, con el propósito de suministrar los
soportes y referencias que van a contribuir a desarrollar la investigación. Al
respecto, Balestrini (2006), señala que el “marco teórico es el resultado de la
solución de aquellos aspectos más relacionados con el cuerpo teórico,
epistemológico que se asume referido al tema específico elegido para su estudio”
(p.91). De allí que la revisión bibliográfica constituye una parte fundamental en
toda la investigación.

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