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ETIOLOGÍA

Los defectos cardíacos congénitos, en este caso hablamos del Conducto Arterioso Persistente CAP,
que surge de problemas en las primeras etapas del desarrollo del corazón, pero a menudo no hay una
causa clara. Los factores genéticos pueden influir. Antes del nacimiento, una abertura que conecta dos
vasos sanguíneos principales que salen del corazón, la aorta y la arteria pulmonar, es necesaria para la
circulación sanguínea del bebé. La conexión desvía la sangre de los pulmones del bebé mientras se
desarrollan, y el bebé recibe oxígeno de la circulación de la madre.

Después del nacimiento, el conducto arterioso normalmente se cierra en dos o tres días. En los bebés
prematuros, la apertura suele tardar más en cerrarse. Si la conexión permanece abierta, se denomina
conducto arterioso persistente. La abertura anormal hace que fluya demasiada sangre a los pulmones y
al corazón del bebé. Si no se trata, la presión arterial en los pulmones del bebé podría aumentar
(hipertensión pulmonar) y el corazón del bebé podría agrandarse y debilitarse. [ CITATION Tab20 \l
12298 ]

La presentación del paciente de conducto arterioso persistente (CAP) varía ampliamente. Aunque se
diagnostica con frecuencia en bebés, el descubrimiento de esta afección puede retrasarse hasta la
infancia o incluso la edad adulta. En el conducto arterioso persistente aislado (CAP), los signos y
síntomas son compatibles con una derivación de izquierda a derecha. El volumen de la derivación está
determinado por el tamaño de la comunicación abierta y la resistencia vascular pulmonar (PVR).

El conducto arterioso persistente (CAP) también puede existir con otras anomalías cardíacas, que
deben considerarse en el momento del diagnóstico. En muchos casos, el diagnóstico y tratamiento de
un conducto arterioso persistente (CAP) es fundamental para la supervivencia de los recién nacidos
con lesiones obstructivas graves en el lado derecho o izquierdo del corazón. [ CITATION Ols19 \l
12298 ]
Ilustración 1 Diagrama esquemático de una derivación de izquierda a derecha del flujo sanguíneo desde la
aorta descendente a través del conducto arterioso persistente (CAP) hasta la arteria pulmonar principal.

PATOLOGÍA
La incidencia notificada de CAP en recién nacidos a término es de solo 1 de cada 2000
nacimientos, lo que representa el 5% al 10% de todas las cardiopatías congénitas. 6 La
incidencia de CAP en recién nacidos prematuros es mucho mayor, con informes que oscilan
entre el 20% y el 60% (según la población y los criterios de diagnóstico). La mayor
incidencia de CAP en el recién nacido prematuro se atribuye a la falta de mecanismos
normales de cierre debido a la inmadurez. La edad gestacional y el peso están íntimamente
relacionados con el CAP en los recién nacidos prematuros. Específicamente, el CAP está
presente en el 80% de los bebés que pesan menos de 1200 g al nacer, en comparación con el
40% de los bebés que pesan menos de 2000 g al nacer. Además, sintomática CAP está
presente en 48% de los niños con un peso al nacer inferior a 1.000 g.  Esta relación inversa
entre el peso al nacer y la incidencia de CAP se detalla según registros del Ministerio De
Salud Pública (MSP) y la Red de Investigación Neonatal del Instituto Nacional de Salud
Infantil y Desarrollo Humano (NICHD).  Como lesión aislada, el conducto arterioso
persistente (CAP) representa el 5-10% de todas las lesiones cardíacas congénitas. Ocurre en
aproximadamente el 0,008% de los nacimientos prematuros vivos. [ CITATION Geo78 \l 12298 ]
No hay datos que apoyen una predilección racial. Sin embargo, existe un predominio de
mujeres (proporción de mujeres a hombres, 2: 1) si el conducto arterioso persistente (CAP)
no está asociado con otros factores de riesgo. En pacientes en los que el conducto arterioso
persistente (CAP) se asocia con una exposición teratogénica específica, como la rubéola
congénita, la incidencia es igual entre los sexos.

Ilustración 2 Incidencia de CAP por peso al nacer para bebés nacidos en la Red de Investigación Neonatal del
NICHD por época (%)

Bibliografía
George J Peckham, N. H. (1978). EPIDEMIOLOGÍA DEL DUCTO ARTERIOSO DE LA
PATENTE (PDA) EN LACTANTES PREMATUROS CON SÍNDROME DE
DIFICULTAD RESPIRATORIA (SDR). Recuperado el 22 de Junio de 2021, de
https://www.nature.com/articles/pr1978603
Olsson, K. W. (2019). Conducto arterioso persistente en recién nacidos extremadamente
prematuros. Digitala Vetenskapliga Arkivet, 4. Recuperado el 22 de Junio de 2021, de
https://www.diva-portal.org/smash/record.jsf?pid=diva2%3A1285251&dswid=9422
Taboada Zabala, D. (2020). Ductus arterioso persistente (DAP): ¿qué debo saber?
CardioPapers, 4. Recuperado el 22 de Junio de 2021, de
https://cardiopapers.com.br/ductus-arterioso-persistente-dap-que-debo-saber/?lang=es

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