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YY "JACQUES MARITAIN ‘Titulo de la obra on francés: [APPROCHES DE DIEU Busqueda de Dios Teaduecion de BASILIO URIBE y H. FERNANDEZ LONG ate Ss Epiciones CriveRio JACQUES MARITAIN excelente librito de Charles Journet, Con- naissance et Inconnaissance de Dieu, y a nyestra obra Les Degrés du Savoir. Tait Bar re nin ieee eet erenne areas Hace Garis ae ade eae Ss Bama gs Soules ver Wiliams Devas Se Thomas end the fixer 1 CaPHTULO PRIMERO LA VIA DE APROXIMACION PRIMORDIAL EL CONOCIMIENTO NATURAL PREFILOSOFICO DE DIOS 1. Desde Platon y Aristételes hasta San Anselmo y Santo Tomas de Aquino, Descar- tes y Leibniz, los filésofos han propuesto pruebas 0 demostraciones de Ja existencia de Dios, 0, como Tomas de Aquino lo dice con mis modestia, vias, por las cuales el intelecto es conducido a la certidumbre de esa ¢ tencia (vias de acercamiento, todas alta- mente conceptualizadas y racionalizadas, y espeeificamente filoséficas). Kant criticé la prueba propuesta por Descartes (Ia que sue- le amarse “‘argumento ontolégico”) con jus- to derecho, ¥ pretendié, equivocadamente, re- Gucir todas las vias de demostracién a esa prucba particular. Habfa en ello un gran error, pues Ins cinco vias indieadas por To- ‘mas de Aquino son en realidad. independien- tes del argumento ontologico, y se mantienen firmes ante cualquier critica. Sin embargo, no son esas vias de aproxi- macién altamente conceptualizadas y racio- nalizadas, y especffieamente filoséficas, las tints ete nepument, Net oe 9 JACQUES MARITAIN que quisiera considerar ahora. Cuando Sam Pablo afirmaba: Puesto que ellos han cono- cido elaramente lo que se puede conocer de Dios, porque Dios s¢ lo ha manifestado. En efecto, las nerfecciones invisibles de Dios los entregaron a los deseos de su corazén, a los hechos visibles después de las cosas del mundo ‘por el conoeimiento que de ellos nos dan sus creaturas,? no penssba solamente en las posi- Dilidades cientificamente claboradas, o espe- cificamente filoséfieas, de establecer In exis- tencia de Dios, sino también, y ante todo, en el conocimiento natural de la existencia de Dios, a Ja que conduce la visién de las cosas creadas la razén de todo hombr, sea o no filésofo, Quisiera limitarme aqui a este co- nocimiento de Dios, doblemente natural. Na- tural no s6lo en el sentido en que ese conoci- miento es de orden racional, no del orden sobrenatural de la fe, sino también en el sen- tido en que ee prefilosdfico y procede segin el modo natural, 0, por asf decir, instintivo, de las percepciones primeras de la inteligen~ ia: con anterioridad a toda elaboracién filo- séfiea cientificamente racionalizada. En efecto, antes de entrar en la esfera del conocimiento completamente formado y arti- culado, en particular en la esfera del cono- cimiento metafisico, el espiritu humano es capaz de un conocimiento prefilos6fico que es virtualmente metafisico. He ahi la primera via de acereamiento, la via de aproximacién primordial, por la cual cobra coneiencia de Ja existencia de Dios. jm Ge Mone. steaubiner BUSQUEDA DE DIOS 2. Todo depende aqui de Ja intufcién na- tural del ser (de la intuicién de este acto de existir que es la forma de toda forma y la perfeceién de toda perfeccién, donde todas las estructuras inteligibles de la realidad tienen su definitiva actuacién, y que se de- rrama en actividad en cada ser y en la inter- eomunicacién de todos los seres) Salgamos pues del suefio, cesemos de vivir ‘en la ensofiacién, 0 en la magia de las imé- genes y de las férmulas, de las palabras, los signos y simbolos précticos. Cuando un hom- pre ha despertado a la realidad de la exis- teneia y de su propia existencia, cuando ha advertido realmente este hecho formidable, a veces embriagador, a veces descorazonante ‘© caloquecedor: yo ezisto, resulta en adelan- te tomado por Ia intuicién del ser y las im- plicaciones que ella comporta. Para hablar con precisién, esta intuletén primordial es a la vez intuicién de mi exis- tencia y de la existencia de las cosas, pero, en primer lugar, de la existencia de las ¢o- gas. Cuando tal intuicién sobreviene, me doy cuenta, repentinamente de que un ser dado —hombre, montafia o arbol— existe, y ejer- ce esa soberana actividad de ser (en una to- tal independencia de mi, totalmente afirma- tiva de si misma y totalmente implacable). Y, al mismo tiempo, me doy cuenta de que también yo existo, pero como rechazado en ‘mi soledad y fragilidad por esa otra existen- cia por la cual Jas cosas se afirman a si mis- amas y en Ja cual no tengo positivamente parte alguna; con respecto a la cual soy lo mismo que nada. ; ¥ si se sienten del mismo modo los JACQUES MARITAIN otros, frégiles y amenazados, frente a mi existeneia? Pero lo que yo siento fragil y ame- nazado, expuesto a la destruceién y Ia muerte, es mi propia existencia frente a los demas, Asi, Ia intuicién primordial del ger es Ia int cién de la solidez e inexorabilidad de la exis- tencia, y, en segundo término, de la muerte y la nada a las que mi existencia esté sujeta. ¥, en tercer lugar, en el mismo relémpago de intuicién, que no es mas que mi tema de conciencia del valor inteligible del ser, me doy cuenta de que esa existencia s6lida ¢ inexo- rable advertida en cualquier cosa, implica ho sé todavia bajo cual forma, quizés en las cosas mismas, quiz separadamente de ellas— una existencia absoluta e irrefraga- ble, completamente libre de la nada y Ia muerte. Esos tres saltos mediante los euales la inteligencia es Ilevada a Ja existencia ac- tual como si se afirmara independientemente de mf, de esa pura existencia objetiva a mi propia existencia amenazada, y de mi exis- tencia habitada por la nada la existencia ab- soluta, tienen Iugar en el seno de la misma y nica intuicién, que los filsofos explicarian como la percepcién intuitiva del contenido esencialmente andlogo del primer concepto, el concepto del ser Entonces —es la segunda etapa— un ra- zonamiento pronto, espontineo, tan natural como esa intuicién (y de hecho, mas 0 me- nos implicado en ella) surge inmediatamen- te, como el fruto necesario de una tal aper- > Sibel eoneepto else ver nuerzo Ino Coart Trot de raaitence ot Pett’ 12 BUSQUEDA DE DIOS

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