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Psicología de la

Personalidad
Wilfredo Silva Figueroa
Manual – Unidad 1
Índice
Introducción .......................................................................................................................................3
Organización de la Asignatura ......................................................................................................4
Unidades didácticas .....................................................................................................................4
Tiempo mínimo de estudio ..........................................................................................................4
Unidad 1: Introducción y conceptos generales de la psicología de la personalidad .......5
Diagrama de organización .........................................................................................................5
Tema n.° 1: Introducción a la teoría de la personalidad ......................................................5
1.1. Definición etimológica y fundamentos de la psicología de la personalidad .6
Tema n.° 2: Desarrollo de la personalidad. Aspectos biológicos, hereditarios y
genéticos. .................................................................................................................................... 14
2.1. Importancia de la relación de los aspectos biológicos de la Personalidad. 14
Tema n.° 3: Desarrollo de la personalidad. Aspectos biológicos, hereditarios y
genéticos. .................................................................................................................................... 20
De la teoría a la práctica ......................................................................................................... 26
Glosario de la Unidad 1 ................................................................................................................ 27
Bibliografía de la Unidad 1 ........................................................................................................... 29

2 Manual
Introducción
Cada época, así como cada cultura ha tratado de explicar, no solo el universo y el
mundo que nos rodea; sino que, además, existe el interés y necesidad por explicar al ser
humano, al hombre, al individuo, a la persona.

De allí que el constructo personalidad, desde épocas socráticas hasta la fecha sigue
siendo un tema polémico y controversial.

Más aún si lo contextualizamos, cómo es que una personalidad puede llegar a


resquebrajarse o desequilibrarse, generando no solo patologías, sino trastornos que en
muchos de los casos pasa desapercibido frente al mejor estudioso clínico en materia de
la psicología de la personalidad: un psicopatólogo, psiquiatra o incuso un psicólogo. Por
ello es que un individuo con trastorno de personalidad, puede actuar emocionalmente,
cognitivamente y socialmente acorde a su entorno social, familiar y laboral.

Cabría quizá la hipótesis de sugerir que incluso, ya no es requisito de una


desestructuración de la personalidad para desarrollar un trastorno o patología de la
personalidad. Esto es, que incluso en individuos con un cerebro sano, pueden generar
circunstancialmente actos, conducta o comportamientos típicos de un trastorno o
patologías descrito en manuales especializados como el CIE-10 o el DSM-V.

En el presente Manual, pretendemos brindar un panorama, en el cual cada lector


pueda ir guiando su interés en esta materia y, sobre todo, pueda motivar sus
investigaciones tanto bibliográfica como de campo, para el enriquecimiento de nuestra
ciencia y disciplina psicológica.

El autor

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Organización de la Asignatura
Resultado de aprendizaje de la asignatura

Al finalizar la asignatura, el estudiante será capaz de identificar, explicar y


analizar el desarrollo de la personalidad en una unidad de análisis, teniendo
en cuenta la influencia de diferentes variables y las diferentes perspectivas
teóricas.

Unidades didácticas
UNIDAD 1 UNIDAD 2 UNIDAD 3 UNIDAD 4
Introducción y Teorías neo Enfoque cognitivo Evaluación de la
conceptos psicoanalíticas. y enfoque personalidad y
generales de la Enfoque humanista en la análisis de los
psicología de la psicosocial en el psicología de la trastornos de
personalidad estudio de la personalidad personalidad
personalidad

Resultado de Resultado de Resultado de Resultado de


aprendizaje aprendizaje aprendizaje aprendizaje
Al finalizar la Al finalizar la Al finalizar la Al finalizar la
unidad, el unidad, el unidad, el unidad, el
estudiante será estudiante podrá estudiante será estudiante será
capaz de explicar explicar el enfoque capaz de analizar capaz de explicar
los conocimientos psicosocial y la y utilizar la teoría y fundamentar los
y la metodología perspectiva de los cognitiva, criterios clínicos
psicológica en el RASGOS de la humanista y de para la
desarrollo de la personalidad, para logoterapia para diferenciación de
personalidad, lo cual utilizará diversos casos de los tipos de
tomando en criterios para la intervención trastornos de
cuenta la teoría medición e clínica. personalidad,
biológica y interpretación de identificando la
psicoanalítica. la personalidad. sintomatología y
diagnóstico
respectivo.

Tiempo mínimo de estudio

UNIDAD 1 UNIDAD 2 UNIDAD 3 UNIDAD 4

16 horas 16 horas 16 horas 16 horas

4 Manual
Unidad 1:
Introducción y conceptos generales
de la psicología de la personalidad
Diagrama de organización

Introducción y conceptos
generales de la psicología de
la personalidad

Desarrollo de la personalidad. Psicoanálisis:


Introducción a la teoría de la
Aspectos biológicos, Sigmund Freud, Carl Jung,
personalidad
hereditarios y genéticos Alfred Adler y Karen Horney

Definición etimológica y Importancia de la relación de


fundamentos de la psicología los aspectos biológicos de la
de la personalidad Personalidad

Tema n.° 1: Introducción a la teoría de la personalidad

En esta unidad se desarrollará los conceptos elementales de la Psicología de la

Personalidad. Conocer los conceptos fundamentales iniciando con la

interrogante qué es la personalidad. Pasando por concepto etimológico como

de los aportes de los médicos griegos, como de los elementos del carácter y

temperamento.

Universidad Continental | Manual 5


1.1. Definición etimológica y fundamentos de la psicología de la personalidad

¿Qué es la personalidad? Es la interrogante que apertura nuestra perspectiva e

inquietud como científicos en formación; científicos de la conducta humana. Y

ante ello podríamos agregar la interrogante filosófica: ¿Tenemos personalidad?

Los griegos, ya trataban de indagar y profundizar de la existencia de los

fenómenos que lo rodeaban, y en ello, no podía estar omitido este constructo

denominado “personalidad”. Por ello que etimológicamente (del griego

πρὀσωπον “Prosopón”) daban entender o a referirse por máscara.

Mientras que el enfoque o definición del latín, “sonar a través de” dice que “(lat.

persona): Etimológicamente, máscara que en la tragedia griega expresaba el

carácter o personalidad del actor. Según la definición clásica de Boecio:

"Sustancia individual de naturaleza racional". Así como el ser sustancial

concreto.”

Estas referencias, nos permite imaginar de cómo al reunirse en las plazuelas, en

las denominadas ágoras, donde filósofos y grandes pensadores se reunían para

disertar y reflexionar sobre temas aparentemente cotidianos, pero que en

realidad que tenían trascendencias para la humanidad.

Debemos tomar en cuenta que siendo alrededor de los 600 años a. de C.

tenemos que resaltar que no poseían la tecnología de hoy; esto es, no había

micrófonos ni parlantes para hacerse oír o escuchar por el público asistente. Y

es allí que al usar máscaras permitía hacer casi poco mejor acústicos su voz. Y

de allí los artistas complementaron o fueron complementados para diseñar

rostros, pero rostros con expresiones: llámese de alegría, de odio, de ternura, de

tristeza, de temor, de felicidad, placer, dolor, etc.

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Y así es como dieron dicha etimología πρὀσωπον para tratar de entender lo

que vendría a ser personalidad.

Luego, la tecnología avanzó, la ciencia empezó a sistematizar todo estudio,

como aún se sigue en dicho camino del conocimiento. Y allí iniciaron aportes,

en ya no solo describir y resaltar la importancia de la máscara y personalidad,

sino que se esforzaron por relacionar conceptos de influencia biológica, como

Temperamento y Carácter, siendo para dicho enfoque, elementos

indispensables de la personalidad.

Al observar el cuadro, daremos cuenta que aún se sigue tomando como

referencia para explicar la personalidad. Sin embargo, hay aspectos que se

deben reflexionar.

Figura 1. Cuadro comparativo de los rasgos más distintivos entre temperamento,

carácter y personalidad. Adaptado de “Diferencia entre temperamento, carácter y

personalidad”, de I. Eraso, 2012.

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Ante esto, el temperamento, se menciona que, siendo un componente

biológico, de constitución innata, por ser de herencia y origen genético, se dice

que es no modificable. Sin embargo, ya desde el siglo XX, y mucha más en el s.

XXI hay biólogos, hay genetistas que están expresando que lo biológico incluso

lo genético está cambiando; incluso algunos más intrépidos mencionan que

hay mutaciones.

La masa cerebral, ha incrementado centímetros en su espesor. Y desde luego

que, si nos basamos en los aportes de la antropología, daremos como cierto que

el cerebro cambió de peso, forma y función. Por ello que desde que se iniciaron

las comunicaciones con señales de humo, ahora con todo lo que implica las TIC

incluyendo los smarthphones y desarrollo de la nanotecnología; queda en mesa

dicha evidencia que: el cerebro (solamente, biológicamente hablando sí sufre

cambios.

Existe un Blog de TeleSur, que indica y referencia una investigación, donde el

coinvestigador Andrew Du, describe que “Los primeros homínidos sí tenían un

cerebro del tamaño de los chimpancés y luego aumentó drásticamente. Es

importante entender cómo llegamos aquí”.

Por otro lado, encontramos el Carácter, como factor adquirido a través de los

aprendizajes familiares, educativos, sociales, haciendo una especie de “suma”

de lo biológico y lo social; por lo tanto, ES MODIFICABLE.

Frente a todo este alcance, se podía acercar al concepto de personalidad,

diciendo que “es la conjunción del temperamento y carácter en una única

estructura. La personalidad representa un patrón profundamente incorporado

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de rasgos cognitivos, afectivos y conductuales manifiestos, que persisten

durante largos periodos de tiempos y son relativamente resistentes a la

extinción.” (Sarbach, 2012)

Así es como viene desarrollándose los estudios sobre la personalidad y de lo que

ello implica. O sea, de la diversidad de aportes y enfoques que dan motivo a

debates sobre este constructo. Es por ello que incluso el mismo Sarbach (2013),

ya lo resaltaría diciendo que “La personalidad es una de las categorías más

polémicas y complejas de la psicología.”

No queremos dejar de resaltar que otro de los elementos de dicha complejidad

es el enfoque cartesiano, que aún en estos días sigue presente en la ciencia

psicológica. Pues, como bien lo menciona Ortiz (1997): “(…) la vigencia del

dualismo se expresa muy bien en nuestras formas diferenciadas de atender los

problemas que limitan el desarrollo integral de las personas”.

Posteriormente, los estudiosos de las ciencias psicológicas de la mente,

conducta y cerebro, iniciaron los estudios sobre el tema; pero estudios

sistematizados. Dentro de ellos debemos destacar a Sigmund Freud, Raymundo

Cattel, Hans Eyseck, Gordon Allport, Carl Rogers, Albert Bandura, Pedro Ortiz,

entre otros.

Ahora, presentaremos un panorama sintético de los personajes más

significativos en el aporte de este tema tan apasionante que es la personalidad.

Entre ellos tenemos:

El aporte de Sigmund. Freud (1856 – 1939), sobre la personalidad, a su entender,

era estudiar fundamentalmente el inconsciente del individuo. De allí que

elabora un marco teórico diseñando sus tópicos: Ello-Yo-Superyó, reforzando

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con todo lo que implicaba el Consciente-Preconsciente-Inconsciente. Y

estableciendo el desarrollo psicosexual con sus cinco etapas: Oral, Anal, Fálica,

Latencia, Genital.

Figura 2. Sigmund Freud. Dominio público.

Para Raymond Cattel (1905-1998) y Hans Eysenck (1916-1997), la perspectiva de

entender la personalidad se focalizaba fundamentalmente en la importancia

de los “rasgos” de la personalidad. De allí que se afianza la necesidad de

estudiarla a través de las pruebas psicométrica (los test psicológicos), debido a

que en aquella época surge una importancia de “medir” los fenómenos de

estudio. Esto es, por ejemplo, la física logra estudiar el peso, la temperatura, la

altura, etc. (y sus instrumentos de medición fueron la balanza, el termómetro, el

centímetro); y es así que a la psicología se le “exige” sobre qué instrumentos

utilizaba para el estudio de “fenómeno” psicológico. Contribuyendo así, con

dichos instrumentos psicométricos que evidenciaban la “medición” de la

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inteligencia, la “medición” de la personalidad.

Figura 3. Raymond Cattel. Dominio público.

Carl Rogers (1902-1987), podemos decir que se inicia una visión, poco más

“integradora”. Esto es, cuya cosmovisión del ser humano, ya no solo era

únicamente producto de su inconsciente, o solamente era un mero producto

de estímulos y respuestas (como lo propondrían tanto el psicoanálisis y el

conductismo, respectivamente); sino que era ver al individuo como una unidad

y sobre todo en su proceso de “crecimiento”, dentro de un “crecimiento

humano”. Por ello, lo genial de su aporte es que ante una persona, estando

frente a una entrevista o en una sesión terapéutica, hacia una previa reflexión,

propiciando unas serie de interrogantes que le permitía entender al

denominado “cliente” (contrario de lo que se decía como “paciente”), que si

él como terapeuta ¿podría ser honesto, genuino; podría expresar con toda

naturalizad la aceptación de la otra persona y expresar sus ideas y sentimientos,

y, podría ser capaz de entrar en el mundo interno emocional de la otra

persona?

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Esto lo podemos evidenciar en la excelente entrevista que realiza a “Gloria”

(paciente que se ofrece a ser filmada ante tres de los más representativos

psicoterapeutas de la época; y que entre ellos estaba justamente Carl Rogers).

Donde se aprecia dichas interrogantes previas a la sesión que se realizó por vez

primera.

Figura 4. Carl Rogers. Dominio público.

Con Julian Rotter y Albert Bandura, ingresan a una perspectiva más social y

asentando con fuerza el papel cognitivo dentro del proceso de aprendizaje

como parte integradora de la personalidad.

Pues, con los experimentos demuestran (especialmente A. Bandura) que el

aprendizaje por observación es un indicador importante para “moldear” la

personalidad de cualquier individuo.

Y por lo que se puede apreciar en nuestra época, pareciera que cobra vigencia

dichos estudios descritos en su época de estos estudiosos. O sea, nos referimos,

que ante tanta publicidad, noticias y programas que se “absorbe” a través de

los medios, cargados de tanta violencia, delincuencia institucional y callejera;

12 Manual
así como la corrupción gubernamental. Pareciera que fueran modelos a imitar

por funcionario cualquiera que ocupe un cargo alto público e hiciera todas esas

conductas por “imitación” o “moldeado” que se viene heredando socialmente

de hace unas cuantas décadas atrás.

Pedro Ortiz Cabanillas (1933-2011), con su contribución al estudio de la

personalidad, presenta su crítica al enfoque dualista que daña a la psicología

en cuanto al estudio del individuo; pues, siendo éste, el individuo, el que posee

la condición humana, la esencia humana, y que deviene en individuo, en

persona, y con posibilidades a enfermar y poseer una enfermedad. Él entiende

que debe ser entendido como un ser único dentro de una concepción unitaria

del sistema vivo; éste, dentro de un contexto social, dentro de una sociedad

humana. Para él, la esencia es la información, como único proceso de la

esencia misma de nuestra condición: o sea, de ser seres no sólo psíquicos, sino

social. Allí es que siendo los únicos ser que podemos dentro de esta sociedad

humana, hacer historia, procesar información y transformarla.

Figura 5. Pedro Ortiz Cabanilla. Dominio público.

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Tema n.° 2: Desarrollo de la personalidad. Aspectos biológicos,

hereditarios y genéticos.

En este tema, desarrollamos todo lo referente al aporte de la genética en la

personalidad. Lo que nos permitirá reflexionar sobre su aplicación y utilidad en

el manejo de estos conceptos y tener repertorio de base científico en el campo

de la psicología.

2.1. Importancia de la relación de los aspectos biológicos de la Personalidad.

Nos motiva iniciar recordando una famosa frase propuesta por Heráclito de

Éfeso (535-484 a. C.): “Nada es permanente, salvo el cambio”. (Papalia,

Feldman, & Martorell, 2012)

Esto, debido a que ya desde tiempos remotos existía una clara cosmovisión de

la dinámica de los fenómenos visibles al ojo humano, como a la impercepción

cotidiana. Pues, no olvidemos que antes que se descubra ya sea el telescopio

o el microscopio los objetos lejanos en el universo, como las micro partículas de

la molécula o del átomo, no eran entendidos ni comprendidos por

razonamientos más acucioso de aquellos tiempos. Y, aun así, aquellos quienes

gozaban de ese privilegio que solo obsequia a algunos cuantos, pudieron ver

más allá de los que el ojo humano común y corriente podría hacerlo. De allí que

dicho fragmento en que no existe perpetuidad, es casi como un dogma en la

ciencia.

Esto es pues, para adentrarnos en comprender cómo lo biológico, lo genético

14 Manual
entra en dicha explicación para comprender que aún éste, está en cambios

constantes.

Recordando lo que preguntase en su momento el profesor Pedro Ortiz, ¿Tienes

personalidad? Muchos de sus estudiantes, por no decir quizá todos, decían “sí

tengo personalidad”. Quizá mentalmente ya habremos dicho lo mismo. Sin

embargo, él explicaría que categóricamente: ¡No tenemos personalidad!; pues,

porque “¡¡Somos personalidad!!”. Y de este inicio, podemos adentrarnos en todo

un panorama filosófico y epistemológico que tomaría más espacio de lo que

imaginamos. Solamente en esta oportunidad y por el espacio que disponemos,

diremos que la esencia, la impronta, la originalidad que caracteriza nuestra

existencia, hace que fluye el Ser.

Así como cuando Moisés pisando tierra sagrada, frente a la zarza ardiente, él

preguntase “¿Y qué les digo a tu pueblo, cuando me pregunten quién me da

estas órdenes? Y la voz desde los firmamentos anuncia “ve y diles que “Soy el

que Soy…” (Éxodo 3:13-14-15).

Luego de hacer este pequeño preámbulo, diremos por ello que la base de esta

esencia es la parte biológica. Donde se va integrando e interrelacionando el

sistema nervioso, el cerebro, el psiquismo, lo social.

La particularidad de dar desarrollo a ello, es la parte más elemental que es

denominada genética, y al hablar de genética es hablar de los genes. Y esto

nos lleva a la memoria al estudioso Gregor Mendel (1822-1884); quien inicia estos

estudios de la genética, y que con la que hasta la fecha se logra estudiar desde

la molécula, los organismos, la familia, la población e incluso la misma evolución

tanto filogenética como ontogenética.

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En los genes es donde se encuentran –lo más elemental- el Ácido

desoxirribonucleico (ADN) como el Ácido Ribonucleico (ARN); que son los

encargados de trasmitir en herencia de padres a hijos los caracteres físicos y

sociales. Y allí es donde radica el mapa genético. Todo ello lo encontraremos

en los cromosomas. En nuestro caso humano poseemos 23 pares (22 pares de

autosomas, y el último par que es el cromosoma: esto es: ya sea XY, varón; o XX,

mujer). Esto no lo pedimos, ni antojadizamente podemos decir que me gustan

los pares o los impares. Esto es lo que la sabia naturaleza proporciona a los seres

y de allí deviene en su desarrollo y madurez según lo permita las circunstancia

adecuadas. Estos 23 pares es la que permite, en otras palabras, tener el físico, el

cerebro, el psiquismo y el comportamiento en sociedad humana.

Sabemos bien, que una de las leyes de la genética es la “replicación”; o sea

que del padre (quien posee los 23 pares de cromosomas) igual que la madre,

al tener coito y al fecundar un nuevo ser, cada uno de los padres enviarán la

mitad de su cromosoma (el padre a través de los espermatozoides; y la madre

a través del óvulo, respectivamente) a dicho nuevo cigoto; y al integrase allí

nuevamente se “reestructura” dichos 23 pares cromosómicos, dando inicio al

desarrollo embrionario, fetal y neonato.

Entonces, si los padres poseen un óptimo y saludable 23 pares cromosómicos,

tendrán como bello producto un armonioso embrión, que dando paso al

desarrollo y madurez de su sistema nervioso central (SNC) hará que todo el

proceso de las divisiones y subdivisiones de dicho SNC, sea también óptimo: o

sea: pasar de Médula Espinal; Rombencéfalo-Mesencéfalo-Procencéfalo; a

subdividirse: la médula espinal, aparecen los nervios accesorios; de

Rombencéfalo: Mielencéfalo y el Metencéfalo. Sigue el Mecencéfalo; y del

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Procencéfalo: el Diencéfalo y telencéfalo. Luego hay estructuras que inician su

reducción y otras a ampliarse (el Diencéfalo y el Mesencéfalo, se reducen;

mientras que el Telencéfalo aumenta su volumen, respectivamente); y es éste

último: el telencéfalo, quien adquiere e la fase “final” las estructuras de nuestros

hemisferios cerebrales.

Figura 6. Encéfalo del embrión (lat. Derecho). Derechos Reservados.

Figura 7. Encéfalo, embrión de 10.2 mm de longitud (lat. derecho). Derechos

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Reservados.

Figura 8. Encéfalo, embrión de 30 mm de longitud. Derechos Reservados.

Figura 9. Encéfalo, embrión de 13 mm de longitud (lat. derecho). Derechos Reservados.

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Figura 10. Encéfalo de un hombre adulto, hemisferio derecho, cara medial.

Es así que al estar en óptimo desarrollo esos 23 pares del nuevo cigoto, hará o

dará paso a que desarrolle y madure óptimamente el SNC, con todas sus

complejidades al desarrollar y madurar y sobre todo en el proceso de

subdividirse, hasta alcanzar la estructura de la cortea cerebral, y sobre todo el

neocortex, y muy particularmente dar paso al desarrollo óptimo de nuestro

Lóbulo Frontal, y mucho más particularmente, el Lóbulo Prefrontal, cuya

actividad y funcionamiento está estrechamente relacionado con la

planificación, control de impulsos y emociones, con la inteligencia; y sobre todo

con la personalidad.

Es así como llegamos a comprender, que esta relación e interacción entre

genética-herencia-personalidad, no es solamente decir o entender que es lo

que padres transmiten a los hijos; sino que además, es la ley de la replicación

que con un óptimo y armonioso cromosomas (sus 23 pares), harán que el cigoto,

el embrión, el feto y ese nuevo ser tengan y posean un óptimo SNC, que con su

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desarrollo y madurez de su cerebro (particularmente el LPF), harán que exprese

un óptimo, coherente y armonioso individuo manifestado a través del ser: la

personalidad.

Indudablemente, se debe resaltar y precisar que, todo ello será posible con un

contexto o entorno socioeconómico y cultural también óptimo, coherente,

armonioso; pues, solo así es donde la integridad del ser como persona desarrolla

en concordancia a ello.

Tema n.° 3: Desarrollo de la personalidad. Aspectos biológicos,

hereditarios y genéticos.

La escuela psicoanalítica, tuvo, y por qué no decir que hasta la actualidad tiene

una influencia muy importante en la psicología tanto en sus bases teóricas,

psicoterapéuticas e incluso en el estilo de vida.

Sigmund Freud, considerado como el padre del Psicoanálisis, que establece que

la personalidad surge del conflicto de nuestros impulsos; donde estos impulsos

estría conformados por la agresividad, la búsqueda del placer y por los límites

sociales que se imponen.

Por ello que, al dar una prioridad a componentes netamente internos, se

consideró al psicoanálisis como un estudio introspectivo, intrapsíquico. Y en estas

“esferas” es donde se tratan los mecanismos mentales de la personalidad,

priorizando –como mencionamos antes- elementos instintivos (integrados por

fuerzas agresivas y fuerzas sexuales).

Sobre estos temas, cabe recordar al publicarse el libro “Tres contribuciones a la

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teoría del sexo” (Freud, 1905), refiere que para su época no se podía saber si

existieran mecanismos cerebrales que precisen e incluso diferencien centros

masculinos o femeninos. En relación a que en aquella época se pensaba que

se podía tener un cerebro femenino en un cuerpo de hombre y viceversa; en

intentando explicar la conducta de los “invertidos absolutos” (que tenían

aversión a su propio sexo).

Esta reflexión, Freud lo establece ya que siendo él neurólogo de profesión, algo

debía saber de esos posibles mecanismos cerebrales, pero que debido al

tiempo espacio de su existencia y las limitaciones de la ciencia y tecnología, no

le permitían saber. Aún, cuando él estudiara la disfemia (hoy conocido como

Afasia), hace la comparación de que al menos para el trastorno del lenguaje

existe una lesión cerebral; o sea, allí si hay un centro especializado

cerebralmente que se encarga del lenguaje.

Pero hoy, la ciencia y la tecnología hace evidentes que el área o áreas

comprometidas en la conducta sexual humana está en el eje Hipotálamo-

Hipófisis-Gonadal.

Es así que inicia sus estudios intrapsíquicos, elaborando además de las fuerzas

sexuales y agresivas como componentes de los instintos, los “mecanismos de

defensas” para que éstos logren un adecuado equilibrio del individuo y su

entorno. Entre ellos tenemos los “mecanismos de defensa”; de “proyección”; de

“negación”, la “sublimación”, etc.

Precisa que la personalidad tiene su base psíquica en las tópicas o instancias

dinámicas denominadas Consciente-Preconsciente-Inconsciente (siendo la

parte de la razón, el control del pensamiento, control moral; el mediador entre

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los pensamientos y vivencia posiblemente reprimidos y que pueden ser

detectados y presentados conscientemente; y la parte arcaica regido

netamente por el placer, impulsos, por lo innato y que queda “oculto” para

evitar posibles daños a la personalidad; respectivamente).

De allí que integra conceptos como el Yo, Ello, Superyó (como parte de una

segunda Tópica dentro del aparto psíquico de la personalidad. Culminando

con las etapas del desarrollo psicosexual (etapas denominadas etapa Oral,

etapa Anal, etapa Fálica, etapa de Latencia, y etapa Genital).

Carl. G. Jung (1875-1961), a pesar de haber integrado cercanamente a S. Freud

y considerado muchas veces como ser parte del círculo psicoanalítico; más bien

podemos considerarlo como parte de la época del neo-psicoanálisis. Esto,

porque siendo su aporte un tanto “extra-psíquico” (por llamarlo de algún modo)

no se desprende del todo de la influencia psicoanalítica.

C. Jung, y S. Freud, desarrollaron una gran amistad, que incluso Freud lo

nombraría como el “sucesor y príncipe de la corona del psicoanálisis”, por su

cercanía y horas de conversaciones que tenía. Sin embargo, ésta amistad

culminaría luego de que C. Jung propusiera ya no solo de un inconsciente como

mecanismo de la personalidad, sino que iría un poco más allá, denominando el

“Inconsciente Colectivo”; ya un aspecto –decíamos- extra-psíquico, donde el

papel social, y sobre todo cultural tomaría un significado más importante en la

personalidad, y ya no solo instintos sexuales que le regían.

Es así que C. Jung, establece niveles de la personalidad, denominándolos el

Inconsciente personal-Inconsciente colectivo-los Arquetipos. Siendo el Yo el

arquetipo central, aspecto consciente de la personalidad. Y que estos actúan

22 Manual
como guía para regular la conducta del individuo frente a su medio social. Y

gracias a estos Arquetipos que nos predisponen a responder ante el mundo de

ciertas maneras según lo que exprese la persona. Por ello, él plantearía que

cada individuo posee aspectos introvertidos y extravertidos. Y no es que uno solo

sea introvertido o uno solamente sea extravertido. Él, C. Jung propone que

ambos aspectos están en cada individuo para poder responder

adecuadamente según las exigencias del entorno. Es así que también describe

que existen componentes como el ánima y el ánimus. El ánima es la parte

femenina y el ánimus el componente masculino. Esto hace que un varón, por

ejemplo, estando frente a una dama, sepa interrelacionarse adecuadamente

entre ellos; y viceversa.

Figura 11. Carl Jung. Derechos reservados.

Alfred Adler (1870-1937), es otro de los estudiosos de la psicología, y desarrolla

su enfoque de la personalidad también bajo las fuentes del psicoanálisis. Sin

embargo, los estudios a cerca de la personalidad los centra en la consciencia

del individuo –y no en el inconsciente como propondría S. Freud-; y, es más, Adler

consideró la individualidad como un ente social.

Adler, cuya historia personal estaría influenciado por factores de salud que lo

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limitaría a comparación de otros niños de su época. Pues, tuvo una fragilidad

en salud (raquitismo, neumonía, fallecimiento de no de sus hermanos) y que

serían factores que marcarían su vida. Luego estudia medicina (oftalmología,

neurología y psiquiatría) como si fuera una manera de compensar las

deficiencias físicas que poseía. Y es allí, que con inicia sus propuestas para el

estudio de la personalidad enfocando al tema del “sentimiento de inferioridad”;

siendo para Adler, no una limitación, debilidad o enfermedad. Por el contrario,

para él, lo que significaría “sentimiento de inferioridad” sería la fuerza que motiva

al comportamiento en superarse; siendo el esfuerzo de todo ser humano como

crecimiento individual; o sea, intentos por superar la inferioridad real o

imaginaria.

Claro está, que este planteamiento, es contrario a lo que podría denominarse

“complejo de inferioridad”, ya que éste último sería una causante de generar

en la persona actitudes como jactancia, vanidad, egoísmo; que haría

menospreciar a otros o a denigrarlos. Mientras que el “Sentimiento de

Inferioridad” (que todos lo poseemos), es la fuente de motivación y esfuerzo.

Así es como A. Adler agrupa varios problemas universales en categorías:

Problemas que implican nuestra conducta hacia los demás; problemas

ocupacionales; y problemas amorosos. De allí apareen tipos psicológicos: como

Dominante, Obtenedor, Evitativo y el Socialmente útil.

Por ello que Adler, con dicho enfoque, propone que la persona está en

constante lucha por el poder porque nos sentimos inferiores, y por la lucha por

la superioridad, ya que lo primario de la psique es la superioridad. Y todo lo

enmarca como “criatura social”, y no como “criatura sexual” como lo veía S.

Freud.

24 Manual
Karen Horney (1885-1952), considerada como una de las primeras psicólogas

feminista y del enfoque neo-psicoanalítico; es quizá la más determinante en

proponer que los factores sociales y ambientales son las influencias más

importantes en el moldeamiento de la personalidad.

Vemos pues que, a estas alturas, el estudio de la personalidad, ya no se

circunscribe a niveles intrapsíquicos, ni en aspectos netamente dinámicos de la

sexualidad; sino, que inicia con mayor notoriedad la influencia de factores

externos, de factores sociales que, incluso dictaminan, que determinarían la

personalidad misma.

K. Horney, comprende de la importancia de la sexualidad en el desarrollo de la

personalidad; sin embargo, rechaza muchas posturas del psicoanálisis, en

especial de las propuestas de S. Freud sobre la mujer y por hacer mucho

hincapié en lo sexual.

Tal vez por vivir en Estados Unidos de América, es donde percibe vívidamente el

contexto socioeconómico que imperaba dicha época. Y de allí que

estableciera su estudio de la personalidad, proponiendo que la característica

de la neurosis era debido a la “hipercompetitividad” propia de una sociedad

patriarcal; y que ésta a la vez atenta contra la mujer moldeando a los niños

afectando su desarrollo y madurez.

Quizá con este panorama, explicaría las grandes neurosis y psicosis, donde

siendo un factor predominante la ansiedad, que proporcionaría dichas

alteraciones de la personalidad en todo ese contexto socio-cultural. Y que cada

individuo respondería en diversas formas para lograr relacionarse en la vida

cotidiana. Proponiendo tres formas de relacionarse: “moverse hacia”, “moverse

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contra” y “moverse lejos”; y que ello se relaciona con tendencias neuróticas que

se caracterizaría como la sumisión, hostilidad o el desapego.

De la teoría a la práctica

Al tener como conocimiento la existencia de la parte biológica, específicamente los

genes que se expresan a través de los cromosomas, permiten que se presente un

adecuado o armónico proceso de madurez y desarrollo del cigoto; y gracias a los 23

pares que posee nuestra especie humana, permite a que el proceso mencionado

conlleve a la madurez del embrión y luego a todo el proceso fetal. Durante esta

maravilla de la naturaleza, es la que este feto logra además su desarrollo y madurez del

sistema nervioso central (SNC), esto es del cerebro, un cerebro humano, logrando todo

el proceso embriológico propiamente dicho.

En el neonato, es donde toda esa riqueza de la madurez y desarrollo del sistema nervioso

central: esto es, el cerebro, permite que se den y expresen todos los procesos cognitivos

y neurocognitivo interactuando en paralelo con los acontecimientos sociales (donde

están presentes la madre, el padre, la familia, la escuela, la sociedad en su conjunto;

que, gracias a esta interacción, permite que incluso los procesos biológicos presenten

cambio anatómica y funcionalmente de todo este SNC. Esta interacción biología

(genética) y sociedad (economía, cultura, idiosincrasia) permiten que los procesos

superiores del hombre (el psiquismo humano) logre que exista una plenitud –en cuanto

armónico- del cerebro: particularmente del Lóbulo PreFrontal (LPF) especializado en

regular los procesos de planificación, de ejecución consciente, regulando la conducta

y comportamiento humano; lo cual se logra un individuo en sociedad con una

personalidad plena y armónica (con la salvedad que las condiciones sociales sean

además también armónicas y saludables); y que de por cierto sería un requisito para el

logro de una sociedad armónica y equilibrada también.

26 Manual
Glosario de la Unidad 1

Carácter. [gr. charaktér = instrumento para marcar, marca]. Conjunto de maneras

habituales de reaccionar de un individuo.

El Ello. Es el núcleo original en donde de donde se derivan todos los demás aspectos de

la personalidad. Posee una naturaleza biológica y hace las veces de reserva de energía

en el resto de la personalidad. Es primitivo y desorganizado.

El Superyó Surge del Yo Hace las veces de juez sensor de las actividades y reflexiones

del Yo. Sus funciones son: La conciencia La auto observación La formación de ideales.

El Yo Es la parte de la psique que mantiene contacto con la realidad externa. Su fin es

el de conservar la salud, la seguridad y la cordura de la personalidad.

Etimología. Origen de las palabras, razón de su existencia, de su significación y de su

forma. Parte de la gramática, que estudia aisladamente estos aspectos de las palabras.

Inconsciente. [lat. = negativo + conscientia = la opinión de muchos]. Como adjetivo, el

término inconsciente se aplica a un hecho psicológico cuando escapa al conocimiento

del sujeto en el que se produce. […] Actualizado por Freud, el inconsciente desempeñó,

sin embargo, gran papel en psicología y psiquiatría antes del psicoanálisis, sobre todo

en la obra de Pierre Janet.

Inconsciente Colectivo, según Jung, la parte junto al inconsciente personal que

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desempeña posibilidades congénitas de la herencia de las estructuras cerebrales, y que

son las conexiones mitológicas, los motivos e imágenes que se renuevan siempre y sin

cesar, sin que haya habido tradición ni migración histórica.

Psicología. [gr. psyché = espíritu + logos = tratado]. El término psicología, acuñado en el

siglo XVI por Glocenius, sólo ha sido aplicado, con el sentido de conocimiento

específico, en el siglo XVIII. […] En nuestro siglo ha derivado en la constitución de una

ciencia conjetural que se ocupa del estudio del hombre, bajo el aspecto de las

actividades mentales, afectivas y la conducta, tanto desde el punto de vista general,

individual, social y genético.

Persona. [lat. persona = máscara del actor]. El individuo humano, entendido en los

rasgos que en diversa forma y medida lo distinguen y convierten en un todo actuante

de manera propia, única, en el ambiente.

Personalidad. [lat. persona = máscara del actor]. Modalidad total de la conducta de un

individuo, que no es suma de modalidades particulares o rasgos, sino producto de su

integración.

Rasgo. Aspecto distintivo del carácter de una persona.

Temperamento. [lat. temperamentum = complexión]. Se entiende por temperamento

“todo lo que concierne a las variaciones individuales de la actividad nutritiva y

funcional. Es un rasgo de la actividad del organismo; es una característica dinámica”.

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Bibliografía de la Unidad 1
Glosario de conceptos filosóficos. (s.f.). Recuperado de

http://www.filosofia.net/materiales/rec/glosario.htm

La Nueva Televisión del Sur. (22 de febrero de 2018). El cerebro humano ha crecido en

los últimos 3 millones de años. Recuperado de

https://www.telesurtv.net/news/cerebro-humano-crecio-durante-millones-anos-

20180222-0071.html

Merani, A. L. (1979). Diccionario de psicología (3.ª ed.). México: Grijalbo.

Ortiz Cabanillas, P. (1997). La Formación de la Personalidad. Lima: Dimaso.

Papalia, D., Feldman, R., & Martorell, G. (2012). Desarrollo Humano (11.ª ed.). México

D.F.: McGraw-Hill.

Psychological Films. (1964). Carl Rogers entrevista a Gloria [Archivo de video].

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Sarbach, A. (22 de junio de 2012). La personalidad. Teoría de rasgos. Recuperado de

https://filosert.wordpress.com/temas/12-la-personalidad-teoria-de-rasgos/

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