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Roberto Guerra, S.J.

Puesto al día por Salvador Rodríguez Gil, S.J.


y Pedro Ignacio Rovalo, S.J.

Mi Primera
Comunión
Libro del Maestro
MI PRIMERA COMUNIÓN
(Maestro)
Roberto Guerra, S.J.
1a. edición, febrero de 1956
38a. edición, agosto 2012

ISBN: 968-6056-06-8 Obra completa


ISBN: 968-6056-11-4 Maestro
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Un buen consejo a los Catequistas

Si quieren que la preparación de sus niños a la


Primera Comunión sea más eficiente y completa, les
recomendamos que utilicen “Mi Primera Comunión.
Libro del Maestro”.
En este libro se encuentra todo lo que está en el
del niño, pero con una explicación clara y fácil que
debe hacerles el catequista.
Además encontrarán en él una serie de explica-
ciones sobre la vida de Cristo, hechas con términos
muy al alcance de los niños. De este modo, los niños
irán conociendo mejor y amando más al que van a
recibir, y a quien nunca deben olvidar en su vida.

¡Catequista! Es muy importante que leas este


PRÓLOGO
¿Prólogo?… Al terminar de escribir este pequeño
trabajo, se presentó delante de mis ojos el espectro del
“Prólogo”. No sé por qué, pero siempre impone temor
el escribir un “Prólogo”… aunque esté uno casi seguro
de que nadie lo va a leer.
Quizá para este nuestro trabajo, que hoy pre-
sento a mis hermanos de apostolado catequístico,
sacerdotes y seglares, hubiera sido más conveniente
poner al principio de la página, en vez de la palabra
“prólogo”, esta otra más amable y más sencilla: “con-
versación”. Va a ser pues esto una corta conversación,
en la que se me va a permitir hablar yo solo.
4

“Dejen que los niños se acerquen a mí”


Hace muchos siglos que se oyeron por primera
vez en el mundo estas dulces palabras: “Dejen que los
niños se acerquen a mí”. Y fue nada menos nuestro
Señor el que las dijo.
Nuestro Señor, cansado de tanto predicar, se
sienta a la sombra de un árbol, allá en su tierra, en
Galilea. De repente y sin saber de dónde han salido, se
ve rodeado por multitud de pequeños que, con la más
amable de sus sonrisas, le van a pedir que también a
ellos les cuente una historia.
Pero ahí están los apóstoles, los que han tomado
a su cargo el que al Señor no se le falte al respeto, de
que se le deje descansar… ¡Pobres niños!… ¡Con qué
temor miran a Pedro, el más decidido de los apósto-
les!… Luego dirigen su mirada a Jesús: una mirada
llena de súplica, que no queda defraudada. ¡Los niños
han triunfado!…
“Dejen –les ordena el Señor– que los niños se
acerquen a mí”.
Y los apóstoles, un tanto molestos, se retiran
dejando a la chiquillada con el Maestro.
“Dejen que los niños se acerquen a mí”… El eco
de estas divinas palabras no se ha perdido. Millares
y millares de almas amantes de Jesucristo las han
oído, y se han aprestado a dejar que los niños se acer-
quen a Jesucristo. Han hecho más; han ido por esos
pueblos, por esas vecindades, por esos lugares llenos
de niños que se divierten, y que no van a Jesucristo
porque nadie les dice que él los está esperando y que
quiere que vayan a platicar con él. Y estos nuevos
apóstoles han sabido inspirar confianza a esos ni-
5

ños, y los han llevado a los pies de Jesucristo que, al


contarles la historia de su amor que lo hizo bajar del
cielo a la tierra para salvarlos, los va transformando
poco a poco, hasta convertirlos en sus más fervientes
y amantes seguidores. Pero el Señor quiere algo más
que seguidores, quiere almas que se transformen en
él, quiere que haya quienes “coman su carne y beban
su sangre, para estar así él en ellos y que ellos estén
en él”. Y esta labor de preparar a sus niños, a sus
preferidos, a la Primera Comunión, la ha puesto en
tus manos…
¿Cuándo hay que comenzar la preparación del
niño a su Primera Comunión?
Se puede decir de la preparación del niño a su
Primera Comunión lo que se ha dicho de la prepa-
ración de una vocación sacerdotal: “se comienza
en el seno mismo de la madre”. Es la madre que se
alimenta frecuentemente de la Santa Eucaristía, que
siente palpitar su corazón, en amor a Jesucristo, la
que comunicará a su hijito, que se está formando de
su misma carne, algo de su amor y de sus ansias por
Jesús Eucaristía.
Más adelante, cuando el niño vaya creciendo, su
madre podrá hablarle muchas veces de Jesús en el
Sagrario, que está esperando a que él sea más grande
para venir a su corazoncito. El niño no comprenderá
quizá las palabras de su madre, pero hará más: las
sentirá en su corazón y comenzará a amar el gran
misterio del Amor.
6

Los catequistas son padres y madres


espirituales del niño
No todos los papás sabrán infundir en sus hijos
el amor a Jesús Eucaristía. Afortunadamente, Dios,
en su eterna providencia, ha destinado para esos ni-
ños otros padres y madres más conscientes, padres y
madres espirituales, catequistas de uno y otro sexo.
En tus manos ha puesto Dios esos corazones
todavía vírgenes, que se encuentran ansiosos de oír
hablar de él, de sus obras, de sus misterios. Peque-
ñitos que aceptarán, sin discusión ninguna, sin la
menor sombra de duda, todas las cosas que tú les
vayas a enseñar en nombre de nuestro Señor. De aquí
la responsabilidad tan grande de prepararte bien para
tu misión, de no dar por cierto y como cosa revelada,
lo que no es sino piadosa conseja.
Como padre o madre espiritual de estos niños
que Dios ha puesto bajo tu custodia, tienes que for-
marlos: formarás sus pequeños corazones, hacién-
dolos amar todo lo de Jesucristo; haciéndolos desear
ardientemente recibirlo en sus corazones. Formarás
su inteligencia, dándoles a conocer las verdades de
la fe, pero a su alcance, con palabras fáciles y llenas
de colorido que él comprenda y sepa repetir en su
propia lengua.
¿Cuándo puede el niño hacer su Primera
Comunión?
Teóricamente es muy fácil responder a esta pre-
gunta: su Primera Comunión el niño la puede hacer
cuando ya sepa lo que es hacer la Primera Comunión.
7

Prácticamente es más difícil saber si ya el niño


tiene o no el suficiente discernimiento requerido para
acercarse a comulgar. Hay niños que desde los tres
años muestran tal madurez en sus respuestas, que
uno llega a dudar muy seriamente si esos niños no
serán ya capaces de comprender quién está en la
Hostia consagrada. Que de tener tal capacidad se les
debe acercar a nuestro Señor cuanto antes, para que
él venga a sus corazones y goce por más tiempo de
su cándida inocencia.
Pero prescindiendo de consideraciones, hay que
establecer, que siendo capaz el niño de comprender a
quién va a recibir, cuanto antes lo reciba mejor que
mejor.
Sabido es que hay recipientes que conservan
por mucho tiempo el sabor del primer licor que se
echó en ellos. Las almas de los niños son como vasos
preciosos que conservarán, quizá para toda la vida, la
impresión del primer huésped que vino a visitarlas.
Quizás esté en nuestras manos el que sea Jesucristo,
por medio de la Comunión, quien deje en sus almas
su imperecedera huella.
¿Qué es necesario que sepa el niño para hacer
su Primera Comunión?
Dos hipótesis se pueden presentar:
A. Que el niño, después de hacer su Primera
Comunión, se seguirá instruyendo en la fe católica.
B. Que el niño, una vez hecha la Primera
Comunión, dejará de instruirse en la fe católica.
En el primer caso, del niño que se ha de seguir
instruyendo en la fe católica aun después de hecha la
8

Primera Comunión, la Iglesia no exige muchos cono-


cimientos: Sólo pide que el niño tenga alguna noción
de las verdades necesarias para salvarse, a saber: 1o.
Que hay un Dios. 2o. Que en Dios hay tres Personas.
3o. Que la segunda Persona se hizo hombre.
Además de esto es necesario que el niño conozca
lo referente a la Santa Eucaristía, y a la Penitencia o
Reconciliación, y sepa las oraciones que el sacerdote
le pueda mandar decir en penitencia. Creo que con
esto es más que suficiente para que el niño pueda
hacer su Primera Comunión.
Viene el segundo caso, muy frecuente, por desgra-
cia. El niño hace su Primera Comunión, y con este acto
se acaba toda su instrucción religiosa. En este caso,
no basta que sólo aprenda las verdades necesarias
para salvarse; es necesario prepararlo más a fondo
para su vida de cristiano. Que aprenda lo principal de
su catecismo, es decir, todas aquellas cosas que más
adelante le será necesario conocer para vivir como
buen cristiano y defender su fe de muy probables
ataques de los enemigos de Jesucristo.
El porqué de este nuevo libro
Antes de responder a la pregunta voy a hacer
su presentación: Se trata de un libro y un librito. El
librito es para los niños; y conste que no es para que
se lo aprendan de memoria, sino para que lo entien-
dan y sepan responder a las preguntas que tú les
hagas al examinarlos. El libro es para ti, que tienes
el cargo de llevarle niños a Cristo. En él encontrarás
las mismas preguntas que en el librito de los niños,
y una pequeña explicación, muy pequeña, para que
9

más fácilmente les hagas comprender lo que tienen


que saber. Después, en una especie de apéndice, en-
contrarás una serie de “EXPLICACIÓNES”, o mejor
dicho, de “historias”, para que se las cuentes a los
niños; utilizarás para esto tu propio lenguaje, pero de
modo que sepas hacerte comprender de tu pequeño
auditorio. Y si a ti no se te ocurre este lenguaje, utiliza
el de estas “EXPLICACIÓNES”, que por experiencia sé
que todos los niños las comprenden.
Las “EXPLICACIÓNES” puedes darlas antes, o
después de que hayas trabajado en que los niños
comprendan las preguntas. Si lo haces antes, quizá
les ayudarás a que retengan más fácilmente lo que
después les vas a preguntar. Si la “EXPLICACIÓN” la
das después, también tiene sus ventajas, porque le
servirá al niño como de una especie de síntesis de lo
que ya sabe. En fin, yo en tu lugar, haría la prueba
para ver qué método me dará mejores resultados y
ése elegiría.
Ahora respondo a la pregunta: “¿El porqué de
este nuevo libro?”. Sé que hay otros muchos libros
de preparación a la Primera Comunión, mucho más
eruditos que el mío, pero éste yo lo he escrito más que
con la cabeza con el corazón, y lo que el niño quiere
no es cabeza sino corazón. De aquí otra consecuencia,
que como no trato de lucirme, sino de que los niños
me comprendan, creo que habrá muy pocas cosas que
no estén al alcance aun de las inteligencias infantiles
menos favorecidas. Ésta es, pues, la única razón de
mi libro.
Dios quiera que pueda ser de alguna utilidad a
esos millares de héroes escondidos que dedican parte
10

de su vida a llevarle los niños a Jesús. Con esto me


daré por suficientemente bien pagado de mi audacia
al querer presentar algo nuevo para preparar a los
niños a su Primera Comunión.
Por último te recomiendo que leas el prólogo del
Catecismo del niño.

EL AUTOR.

Nota para el catequista: Lo ideal sería que el


niño sepa responder a las preguntas, a su modo, con
sus propias palabras. En la práctica, el niño tendrá
mayor facilidad en aprender de memoria estas pre-
guntas.
11

CAPÍTULO PRIMERO
LA CREACIÓN
1.- ¿Quién creó el cielo, la tierra y todas las cosas?
Dios creó el cielo, la tierra y todas las cosas.
Hace muchos años no había tierra, ni cielo; no
había nada, sólo existía Dios. Entonces Dios, diciendo
una sola palabra, hizo el cielo, la tierra y todas las
cosas.
12

Dios creó todas las cosas. Crear quiere decir


hacer todas las cosas de la nada. Dios crea las co-
sas, porque no necesita nada para hacerlas; le basta
decir una palabra. Nosotros no podemos crear. Dios
es el único creador del cielo y la tierra. “Los bendiga
el Señor, que hizo el cielo y la tierra” (Sal 115, 15).
2.- ¿Quién creó al hombre?
Dios creó al hombre.
3.- ¿Cómo creó Dios al hombre?
Dios creó al hombre a su imagen y semejanza.
4.- ¿Cómo se llamó el primer hombre?
El primer hombre se llamó Adán.
5.- ¿Cómo creó Dios a la primera mujer?
Dios creó a la primera mujer a su imagen y
semejanza, con la misma dignidad y derechos que
el hombre.
6.- ¿Cómo se llamó la primera mujer?
La primera mujer se llamó Eva.
7.- ¿Dónde puso Dios a nuestros primeros padres?
Dios puso a nuestros primeros padres en un
lugar muy hermoso llamado “Paraíso terrenal”.
8.- ¿Cuál es el principal regalo que Dios hizo a la mujer
y al hombre?
El principal regalo que Dios hizo a la mujer y al
hombre es la vida humana y la gracia san­ti­ficante.
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9.- ¿Qué es la gracia santificante?


La gracia santificante es un regalo de Dios que
nos hace hijos suyos.
A los animales los llamamos creaturas de Dios,
pero no hijos de Dios, porque a ellos Dios no les dio la
gracia santificante, y por eso para los animales no hay
otra vida como para nosotros: cuando los animales
mueren, se les acaba todo.
10.- ¿Para qué hizo Dios al hombre y a la mujer ?
Dios hizo al hombre y a la mujer para que lo
amaran a él y a todos los seres humanos.
Dios no nos hizo sólo para que gozáramos en
esta vida. Dios nos hizo para que seamos buenos y,
guardando los santos mandamientos, lo amemos a él
y a todos los seres humanos, y podamos así, cuando
nos muramos, ir a gozar al cielo.
11.- ¿Para qué hizo Dios todas las cosas?
Dios hizo todas las cosas para que nos ayuda­
ran a amarlo a él y a todos los seres humanos, y así
podamos llegar al cielo.
Todo lo que hay en este mundo, Dios lo hizo para
nosotros. ¡Todo es nuestro! Sólo que Dios quiere que
nada más tomemos aquellas cosas que nos ayuden
para ser buenos. Cuando las cosas nos ayudan a
ser malos y a ir al infierno, Dios no las quiere para
nosotros. Una mamá que tiene en su casa muchas
cosas de comer no quiere que su hijo coma lo que le
vaya a hacer daño.
14

12.- ¿Qué es el cielo?


El cielo es estar con Dios y gozar de su compa­
ñía para siempre.
En el cielo estaremos muy contentos. Y lo mejor
de todo es que no se acabará. Pero lo que nos hará
más dichosos en el cielo es que estaremos ahí siempre
con Dios, con la Virgen y con los santos, entre ellos las
personas amigas que murieron en amistad con Dios.
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CAPÍTULO SEGUNDO
DIOS
13.- ¿Quién es Dios?
Dios es nuestro creador, todo lo sabe, nos ama,
nos hace sus hijos y lo puede todo.
14.- ¿Cómo es Dios?
Dios es nuestro Padre, bueno y amoroso, que
no tiene fin.
16

“Dios es nuestro Padre” porque él nos dio la vida


y todo lo que tenemos. Por eso cuando hablamos con
él decimos: “Padre Nuestro”.
“Bueno y lleno de amor”. Nuestro Padre Dios no
sólo nos da todo lo que necesitamos, sino que nos
lo da con cariño, y por eso decimos que es “bueno y
lleno de amor”.
15.- ¿Dónde está Dios?
Dios está en todas partes.
Dios está al mismo tiempo en el cielo, en la
iglesia, en la escuela, en tu casa. Dios está en todas
partes.
16.- ¿Dios ve todos nuestros pensamientos y nuestras
acciones?
Sí, Dios ve todos nuestros pensamientos y
nuestras acciones y se alegra cuando nos portamos
como hermanos.
Si nosotros estuviéramos aquí y, al mismo tiem-
po, estuviéramos en la calle, veríamos lo que está
pasando aquí y lo que está pasando en la calle. Como
Dios está en todas partes, lo ve todo. Tenemos que
ser buenos en todas partes, porque Dios nos ve en
todas partes.
17.- ¿Podemos ver a Dios en esta vida?
No podemos ver a Dios en esta vida porque es
espíritu.
Nosotros tenemos alma, pero aunque el alma
está en todo el cuerpo no la podemos ver, porque el
17

alma es espíritu. Así, aunque Dios está en todas par-


tes, no lo podemos ver, porque es espíritu.
18.- ¿Cuántos dioses hay?
Hay un solo Dios verdadero.
19.- ¿Cuántas personas hay en Dios?
En Dios hay tres Personas distintas y un solo
Dios verdadero.
20.- ¿Quiénes son las tres Personas distintas?
Las tres Personas distintas son el Padre, el Hijo
y el Espíritu Santo.
21.- ¿El Padre es Dios?
Sí, el Padre es Dios.
22.- ¿El Hijo es Dios?
Sí, el Hijo es Dios.
23.- ¿El Espíritu Santo es Dios?
Sí, el Espíritu Santo es Dios.
24.- ¿Hay entonces tres dioses?
No hay tres dioses. Hay un solo Dios en tres
Personas distintas.
25.- ¿Cómo se llama el misterio de un solo Dios en tres
Personas distintas?
El misterio de un solo Dios en tres Personas
distintas se llama: Misterio de la Santísima Tri­
nidad.
18

CAPÍTULO TERCERO
CAÍDA DEL HOMBRE –CASTIGO– PROMESA
DEL REDENTOR
26.- ¿Qué les ordenó Dios a nuestros primeros pa-
dres?
Dios ordenó a nuestros primeros padres que lo
amaran y lo obedecieran como a su creador.
27.- ¿Y obedecieron a Dios nuestros primeros padres?
Nuestros primeros padres no obedecieron a
Dios. Esto se llama pecado.
19

28.- ¿Quién propuso a nuestros primeros padres des-


obedecer a Dios?
El demonio propuso a nuestros primeros pa­
dres desobedecer a Dios.
29.- ¿Quién creó a los ángeles?
Dios creó a los ángeles.
30.- ¿Qué son los ángeles?
Los ángeles son sólo espíritu, porque no tienen
cuerpo.
Nosotros tenemos un alma que es espíritu, pero
nuestra alma está hecha para vivir en nuestro cuer-
po. Los ángeles son sólo espíritu, porque no tienen
cuerpo. Se pintan los ángeles con cuerpo y alma sólo
para que nosotros los veamos de alguna manera.
31.- ¿Quién es el ángel de la guarda?
El ángel de la guarda es un ángel amigo que nos
cuida y nos ayuda a amar a las personas y a Dios.
A veces, cuando vamos a hacer algo malo, oímos
una voz interior que nos dice: “no lo hagas” ; es el
ángel de la guarda que nos está aconsejando. Si no
fuera por el ángel de la guarda que nos cuida siempre,
muchas veces nos hubiera pasado algún daño.
32.- ¿Quiénes son los demonios?
Los demonios son los ángeles que se volvieron
malos por el pecado.
A veces se nos vienen a la cabeza pensamien-
tos muy feos; a veces nos vienen también deseos de
hacer cosas malas; son tentaciones, que nos pone el
20

demonio. Pero si a nosotros no nos gusta pensar en


estas cosas, ni tampoco las queremos hacer, entonces
el demonio no nos puede hacer ningún daño con sus
tentaciones, antes al contrario, nos hace parecer más
a Jesucristo nuestro Señor que fue tentado y venció
las tentaciones.
33.- ¿Qué pecado cometieron los ángeles que se vol-
vieron malos?
El pecado que cometieron los ángeles que se
volvieron malos fue que no quisieron obedecer el
mandato de Dios.
Dios mandó a los ángeles que hicieran una cosa;
pero Luzbel y otros muchos ángeles dijeron que no
querían obedecer a Dios; y así se convirtieron en
demonios. En cambio, san Miguel, y otros ángeles,
dijeron que sí querían obedecerlo.
34.- ¿Como fueron castigados los ángeles malos?
Los ángeles malos fueron castigados al in­
fierno.
En el cielo no puede estar nadie con pecado. Por
eso, cuando Dios vio que los ángeles habían pecado,
hizo el infierno, para que fueran allá con su pecado.
35.- ¿Qué es el infierno?
El infierno es la separación definitiva del peca­
dor de la amistad con Dios y con los santos*.
En el infierno se sufre muchísimo. La imagen que
se ha utilizado es como un fuego que nunca acaba.
* Catecismo de la Iglesia Católica, 1033.
21

Lo que más les duele a los que están en el infierno es


que ya nunca podrán ver a Dios.
36.- ¿Qué les sucedió a nuestros primeros padres a
causa del pecado?
A causa del pecado, nuestros primeros padres
perdieron la gracia santificante que Dios les había
dado, fueron expulsados del Paraíso y condenados
a muerte.
Fueron muchos los males que les trajo a Adán
y Eva su primer pecado. En primer lugar perdieron
la gracia, es decir, la amistad con Dios. Sus almas,
antes tan hermosas con la imagen de Dios que lle-
vaban en ellas, ahora se pusieron feísimas, pues ya
no se parecían a Dios. Además, perdieron todos los
demás regalos, y el Paraíso, que nuestro Señor les
había dado.
37.- ¿Qué males nos trajo la desobediencia de nues-
tros primeros padres?
Los males que nos trajo la desobediencia de
nuestros primeros padres son el pecado original y
la muerte.
Porque Adán y Eva pecaron, nosotros nacemos
con el pecado original, porque ellos fueron nuestros
primeros padres, y todo lo que ganaran lo ganaban
también para nosotros. Todo lo que sufrimos en la vida
y el tener que morir un día, se lo debemos al pecado
de nuestros primeros padres. Si nuestros primeros
padres no hubieran pecado, habríamos nacido con el
22

alma limpia, como la Virgen Santísima, y no habría-


mos tenido que sufrir tanto en la vida, ni habríamos
tenido que morir; desde esta tierra habríamos pasado
vivos a la gloria.
38.- ¿Cómo se nos quita el pecado original?
Dios nos quita el pecado original por medio
del Bautismo.
39.- ¿Qué les prometió Dios a nuestros primeros pa-
dres después de su pecado?
Dios les prometió a nuestros primeros padres
que les iba a mandar un Redentor.
23

CAPÍTULO CUARTO
JESUCRISTO,
EL REDENTOR PROMETIDO
40.- ¿Quién es el Redentor prometido a los hombres?
El Redentor prometido a los hombres es Je­
sucristo.
La segunda Persona de la Santísima Trinidad
bajó a la tierra y se hizo hombre. Su Madre es la
Virgen María.
24

41.- ¿Quién es Jesucristo?


Jesucristo es el Hijo de Dios, hecho hombre.
42.- ¿Jesucristo es verdadero Dios y verdadero hom-
bre?
Sí, Jesucristo es verdadero Dios y verdadero
hombre.
Jesucristo es verdadero Dios, y por eso pudo
hacer milagros. Pero Jesucristo es también verdade-
ro hombre, y por eso pudo vivir, sufrir y morir por
nosotros.
43.- ¿Quién es la Madre de Jesucristo?
La Madre de Jesucristo es la Virgen María.
44.- ¿Quién es el Padre de Jesucristo?
El Padre de Jesucristo es Dios Padre.
Nosotros tenemos un papá hombre y una mamá
mujer. Jesucristo no es como nosotros: él tuvo una
mamá mujer, y su papá fue el mismo Dios.
45.- ¿Quién fue san José?
San José fue el padre adoptivo de Jesucristo.
San José no es el verdadero padre de Jesucristo,
el verdadero padre de Jesucristo es el mismo Dios.
Decimos que san José fue el padre adoptivo de Je-
sucristo porque lo atendía como si fuera su padre,
cuidándolo y dándole lo que necesitaba.
46.- ¿Dónde nació Jesucristo?
Jesucristo nació en una cueva de Belén.
25

47.- ¿Cuándo celebramos el nacimiento de Jesu-


cristo?
Celebramos el nacimiento de Jesucristo el 25
de diciembre.
48.- ¿Cuántos años vivió Jesucristo?
Jesucristo vivió cerca de treinta y tres años.
49.- ¿Qué hizo Jesucristo hasta los treinta años?
Jesucristo, hasta los treinta años, vivió con
su Madre Santísima en el pueblito de Nazaret, ejer­
ciendo el oficio de carpintero.
Jesucristo era pobre; por eso, cuando murió san
José, se dedicó al oficio de carpintería, para ganarse
la vida y para mantener a su Madre Santísima.
50.- ¿Qué hizo Jesucristo en los últimos tres años de
su vida?
Jesucristo, en los últimos tres años de su vida
convivió con la gente, predicó el Reino de Dios e
hizo muchos milagros.
Cuando Jesucristo tenía cerca de 30 años, se
fue al río Jordán, donde estaba bautizando san Juan
Bautista. Ahí se bautizó Jesucristo, no porque tuviera
pecado, sino para demostrar su solidaridad con los
pecadores. Después se pasó tres años predicando y
haciendo muchos milagros.
51.- ¿Para qué hizo milagros Jesucristo?
Jesucristo hizo muchos milagros para ense­
ñarnos que el Reino había llegado.
26

Sólo Dios puede hacer milagros; por eso Jesu-


cristo hizo milagros, para que los hombres vean que
es Dios y nos quiere salvar. Los santos también hacen
milagros, pero los hacen, no por su propio poder, como
lo hizo Jesucristo, sino por el poder que Dios les da
para hacerlos.
52.- ¿Qué hizo Jesucristo para salvarnos?
Jesucristo, para salvarnos, vivió toda su vida
humana cumpliendo fielmente la voluntad de su
Padre.
53.- ¿Qué más hizo Jesucristo para salvarnos?
Jesucristo para salvarnos, padeció y murió por
nosotros en una cruz.
54.- ¿Dónde murió Jesucristo?
Jesucristo murió crucificado en Jerusalén.
55.- ¿Qué hizo Jesucristo al tercer día después de su
muerte?
Jesucristo, al tercer día después de su muerte,
resucitó.
56.- ¿Qué hizo Jesucristo después de que resucitó?
Jesucristo, después de que resucitó, subió al
cielo y está sentado a la derecha del Padre.
57.- ¿Quiénes van al cielo?
Van al cielo los que mueren en gracia.
27

58.- ¿Quiénes son los que mueren en gracia?


Mueren en gracia los que al morir no tienen
pecado mortal.
59.- ¿Quiénes van al infierno?
Quienes se separan definitivamente de la pre­
sencia de Dios, que son los que mueren en pecado
mortal.
El pecado mortal es lo único que le hace a uno
perder la gracia.
28

CAPÍTULO QUINTO
SACRAMENTOS*
60.- ¿Para qué fundó Jesucristo su Iglesia?
Jesucristo fundó su Iglesia para que, por me­
dio de ella, su obra de salvación llegue a todos.
* El Catecismo de la Iglesia Católica estudia primero los sa-
cramentos y luego los mandamientos. Por eso hemos escogido
este orden.
29

Una mamá les dice a los hijos lo que deben hacer.


La Iglesia nos dice a sus hijos lo que debemos hacer
y lo que no debemos hacer; si obedecemos a la Iglesia
iremos al cielo.
61.- ¿Cuáles son los medios principales que Jesucris-
to dio a la Iglesia para que su obra de salvación
llegue a todos los hombres?
Los medios principales que Jesucristo dio a la
Iglesia para que su obra de salvación llegue a todos
los hombres son los sacramentos.
62.- ¿Qué son los sacramentos?
Los sacramentos son acciones de Jesucristo
y de la Iglesia que hacen realidad la gracia que sig­
nifican.
63.- ¿Cuántos y cuáles son los sacramentos?
Los sacramentos son siete:
Los tres primeros se llaman de Iniciación cris­
tiana:
El primero: Bautismo, que quita del alma el pecado
original, nos incorpora a Cristo muer-
to y resucitado y nos hace hijos de Dios
y miembros de la Iglesia.
Cuando se bautiza una persona grande
se le perdonan, junto con el pecado
original, todos los demás pecados que
tenga.
El segundo: Confirmación, que completa la gracia
del Bautismo y nos da la fuerza para
30

defender nuestra fe como buenos sol-


dados de Cristo.
El tercero: Eucaristía, que hace presente el sa-
crificio de Jesucristo y nos permite
participar plenamente en él por medio
de la Comunión.
Los dos siguientes se llaman de Curación:
El cuarto: Reconciliación o Penitencia, que per-
dona los pecados cometidos después
del Bautismo.
El quinto: Unción de los enfermos, que le ayuda
al enfermo a llevar cristianamente su
enfermedad y le devuelve la salud si le
conviene.
Y los dos últimos se llaman de Servicio a la
Comunidad:
El sexto: Orden Sacerdotal, que hace a los
hombres que lo reciben, sacerdotes y
representantes de Cristo.
El séptimo: Matrimonio, que hace presente en el
mundo el amor de Cristo a su esposa,
la Iglesia, por medio del amor fiel de
los esposos cristianos.
64.- ¿Qué es la Comunión?
La Comunión es el alimento de nuestra vida
cristiana. Comemos el Cuerpo de Cristo y bebemos
su Sangre.
31

CAPÍTULO SEXTO
LOS MANDAMIENTOS DE DIOS
Y DE LA IGLESIA
65.- ¿Qué debemos hacer para ir al cielo?
Para ir al cielo, debemos amar a Dios y al pró­
jimo, cumpliendo los mandamientos.
32

Mandamiento quiere decir una cosa que es


mandada. Los mandamientos de la Ley de Dios son
las cosas que nos manda Dios, y los mandamientos
de la Iglesia son las cosas que nos manda la Iglesia.
66.- ¿A quién le dio Dios sus mandamientos?
Dios le dio sus mandamientos a Moisés, en el
monte Sinaí, para que nos los enseñara.
Moisés era un hombre a quien Dios eligió. Dios
le entregó a Moisés los diez mandamientos escritos
en dos tablas de piedra, para que nos los enseñara.
67.- ¿Cuántos son los mandamientos de Dios?
Los mandamientos de Dios son diez:
El primero: “Amarás a Dios sobre todas las
cosas”. Esto quiere decir, que prefiero morir antes
que cometer un pecado mortal.
El segundo: “No tomarás el nombre de Dios en
vano”. Esto quiere decir, que no debo poner a Dios
como testigo de lo que digo.
El tercero: “Santificarás las fiestas”. Esto quie-
re decir, que tengo que asistir a Misa los domingos y
fiestas de precepto, y descansar en esos días.
El cuarto: “Honrarás a tu padre y a tu madre”.
Esto quiere decir, que tengo que obedecer, amar y
ayudar a mis padres en lo que necesiten.
El quinto: “No matarás”. Esto quiere decir,
que no le debo hacer daño a nadie, ni siquiera con el
pensamiento o con mis palabras.
33

El sexto: “No cometerás actos impuros”. Esto


quiere decir, que no debo hacer cosas feas, en lo que
se refiere al sexo.
El séptimo: “No robarás”. Esto quiere decir, que
no debo apoderarme de lo ajeno contra la voluntad
de su dueño.
El octavo: “No darás falso testimonio ni men­
tirás”. Esto quiere decir, que no debo contar mentiras
ni causar daño con lo que digo.
El noveno: “No consentirás pensamientos ni
deseos impuros”. Esto quiere decir, que no debo pen-
sar ni mirar ni platicar cosas feas en lo que se refiere
al sexo, sino tratar todo eso con el respeto con que
Dios quiere.
El décimo: “No codiciarás los bienes ajenos”.
Esto quiere decir, que no debo querer apoderarme
de lo ajeno.
68.- ¿A quién encargó Jesucristo que nos enseñara lo
que debemos hacer?
Jesucristo encargó a la Santa Madre Iglesia,
que nos enseñara lo que debemos hacer.
Cuando un papá se va de viaje deja encargada a
la mamá que les mande a los hijos lo que deben hacer.
Cuando Jesucristo se fue al cielo dejó encargada a
la santa Iglesia que nos mandara, a sus hijos, lo que
debíamos hacer.
34

69.- ¿Qué es la Iglesia?


La Iglesia es la comunidad de los bautizados
fundada por Jesucristo y encomendada al Papa y a
los obispos, sucesores de los apóstoles.
70.- ¿Cuántos son los mandamientos de la Iglesia?
Los mandamientos de la Iglesia son cinco:
El primero: Participar en la Misa los domingos y
fiestas de guardar.
El segundo: Confesarse, si uno tiene pecado mor­
tal:
1º A lo menos una vez al año, dentro
del tiempo señalado.
2º Cuando hay peligro de muerte.
3º Antes de comulgar.
El tercero: Comulgar, cuando menos una vez al
año, en el tiempo señalado.
El cuarto: Hacer los ayunos y abstinencias seña­
lados. Esto quiere decir, que debo ayunar
y no comer carne cuando lo manda la
Iglesia.
El quinto: Pagar el diezmo a la Iglesia y ayudarla
en sus necesidades. Esto quiere decir,
que debo ayudar con mis limosnas a la
Iglesia, como lo mande el señor obispo.
71.- ¿Quién le dio a la Iglesia el poder de darnos man-
damientos?
El mismo Jesucristo, que fundó la Iglesia, le
dio el poder de darnos mandamientos.
35

La Iglesia, que fundó Jesucristo, no es la iglesia


donde oímos Misa o adonde vamos a rezar. La Igle-
sia que fundó Jesucristo es como una gran familia
compuesta por el Papa, los obispos, los sacerdotes y
todos los fieles. El Papa y los obispos son los que nos
enseñan, por medio de los sacerdotes, ayudados por
los catequistas, lo que debemos creer y todo lo que
debemos hacer para salvarnos.
36

CAPÍTULO SÉPTIMO
LA ORACIÓN
72.- ¿Qué otro medio tenemos para que la obra de sal-
vación de Jesucristo llegue a todos los hombres?
Otro medio que tenemos para que la obra de la
salvación de Jesucristo llegue a todos los hombres,
es la oración.
37

73.- ¿Qué cosa es orar?


Orar es hablar con Dios para darle gracias o
para pedirle favores.
74.- ¿Cuáles son las principales oraciones que tene-
mos?
Las principales oraciones que tenemos son el
Padrenuestro y el Avemaría.
75.- ¿Quién hizo la oración del Padrenuestro?
La oración del Padrenuestro la hizo el mismo
Cristo nuestro Señor.
Un día que estaba nuestro Señor solo con los após-
toles, éstos le pidieron que los enseñara a orar; entonces
nuestro Señor les enseñó el Padrenuestro.
76.- ¿Quién hizo la oración del Avemaría?
La oración del Avemaría la hizo la Santa Igle­
sia, usando algunas palabras del arcángel san Ga­
briel y de santa Isabel.
77.- ¿De qué otra manera podemos hacer oración?
Podemos también hacer oración platicando
con Dios como con un amigo y contándole todo lo
que nos pasa en la vida.
A nuestro Señor le gusta mucho que pensemos en
él y le platiquemos todo lo que nos pasa, bueno o
malo, porque así se ve que le tenemos confianza.
38

CAPÍTULO OCTAVO
EL PECADO
78.- ¿Cuántas clases hay de pecado?
Hay dos clases de pecado: el original y el
actual.
79.- ¿Qué es el pecado original?
El pecado original es aquel con que nacemos y
viene de nuestros primeros padres.
39

Nuestros primeros padres Adán y Eva desobe-


decieron a Dios. Como nosotros somos sus hijos y
herederos de lo bueno y de lo malo, cuando nacemos
venimos manchados por su pecado. Este pecado, que
nosotros no hicimos, se llama pecado original y se
quita con el Bautismo.
80.- ¿Qué es el pecado actual?
El pecado actual es el que nosotros mismos
hacemos.
Hace un pecado actual, el niño que dice una menti-
ra. Un hombre que mata a otro, hace un pecado actual.
El pecado actual se perdona principalmente con el
sacramento de la Reconciliación o Penitencia.
81.- ¿Cuántas clases hay de pecado actual?
Hay dos clases de pecado actual: el mortal y
el venial.
82.- ¿Qué cosa es el pecado mortal?
El pecado mortal es una ofensa grave al próji­
mo y a Dios, hecha con plena libertad y con pleno
conocimiento del mal que hacemos.
Cuando el pecado actual es muy grande, se lla-
ma pecado grave y puede ser mortal. Para que haya
pecado mortal se necesitan tres cosas: 1º que uno
desobedezca a Dios en una cosa grave; 2º que sepa
que aquello que va a hacer es grave; 3º que uno sea
libre, que no sea forzado a hacerlo. Si falta alguna de
estas tres cosas, el pecado no es mortal.
40

1º Si uno cuenta una mentira, no es pecado


mortal, porque decir una mentira no es grave, a no
ser que le haga mucho daño a otro con su mentira.
NO HAY PECADO MORTAL PORQUE NO HAY
MATERIA GRAVE.
2º Robar mucho dinero es grave, pero si uno no
lo sabía no es pecado mortal.
NO HAY PECADO MORTAL PORQUE NO HAY
SUFICIENTE CONOCIMIENTO.
3º Si tratamos de evitar el pecado, pero invo-
luntariamente nos quedamos pensando en él, no hay
pecado mortal.
NO HAY PECADO MORTAL PORQUE FALTA LA
VOLUNTAD.
83.- ¿Qué cosa es el pecado venial?
El pecado venial es una ofensa pequeña al
prójimo y a Dios.
84.- ¿Qué daño le causa al hombre el pecado mortal?
El pecado mortal le quita al hombre la amistad
con Dios y lo pone en camino del infierno.
No hay cosa peor que el pecado mortal. Sin pe-
cado mortal nos parecemos mucho a Dios. Pero hace
uno un pecado mortal y entonces dejamos de ser
parecidos a Dios. El que hace pecado mortal, pierde
la amistad con Dios. La recobra cuando se arrepiente
y si es posible se confiesa. Si muere con ese pecado
no puede ir al cielo.
41

85.- ¿Qué daño causa al hombre el pecado venial?


El pecado venial debilita la amistad con Dios y
pone al hombre en camino del purgatorio.
El pecado venial pone fea al alma. Uno que hace
pecados veniales daña su alma y entristece a Dios. El
que muere con pecados veniales, antes de entrar al
cielo tiene que pasar por el momento de encuentro con
Jesús que purifica, cura y trasforma, y que llamamos
purgatorio (cfr. Spe salvi, 47).
42

CAPÍTULO NOVENO
RECONCILIACIÓN O PENITENCIA
86.- ¿Cómo se quita el pecado original?
El pecado original se quita con el sacramento
del Bautismo.
43

87.- ¿Cómo se quita el pecado mortal cometido des-


pués del Bautismo?
El pecado mortal cometido después del Bautis­
mo se quita con el sacramento de la Reconciliación
o Penitencia.
Una buena confesión perdona todos los pecados:
los mortales y los veniales.
88.- ¿Cuándo le dio Jesucristo a la Iglesia el sacra-
mento de la Reconciliación o Penitencia?
Jesucristo le dio a la Iglesia el sacramento de
la Reconciliación o Penitencia cuando, después
de resucitar, se apareció a los apóstoles y les dio el
poder de perdonar los pecados.
89.- ¿Qué cosas se necesitan para recibir bien el sa-
cramento de la Reconciliación o Penitencia?
Para recibir bien el sacramento de la Recon­
ciliación o Penitencia, se necesitan cinco cosas:
1º “Examen de conciencia”: Esto es, acordarme
de los pecados que hice.
Para poder decir los pecados en la confesión
necesita uno, primero, pensar cuáles hizo y, si son
graves, debe pensar también cuántas veces los hizo.
2º “Contrición”: Esto es, tener pena o tristeza de
haber ofendido a Dios, con verdadero arrepentimiento
de haberlo ofendido.
No es necesario que uno sienta sensiblemente
esa pena o tristeza. Basta con que uno piense, since-
44

ramente que no está bien lo que hizo, y que no está


bien corresponderle de esa manera a nuestro Señor,
que ha sido tan bueno con uno.
3º “Propósito de enmienda”: Esto es, prometer
no volver a pecar.
Hacer un propósito de enmendarse quiere decir
que uno tiene ganas de no volver a hacer ese peca-
do. Por ejemplo, un niño es muy corajudo; pero va
a confesarse y le promete a Dios que no va a ser tan
corajudo; este niño sí tiene propósito de enmendarse,
aunque una que otra vez vuelva a enojarse.
4º “Confesión de boca”: Esto es, decirle mis
pecados al confesor.
Hay que decirle al sacerdote todos los pecados
que uno tiene, y si estos pecados son mortales, es
necesario decirle también cuántas veces los hizo uno,
aunque él no lo pregunte.
5º “Cumplir la penitencia”: Esto es, hacer lo
que el confesor me dijo que hiciera.

90.- ¿Qué es de nuestra parte lo más fundamental en


la Reconciliación?
Lo más fundamental de nuestra parte en la
Reconciliación es la contrición.
91.- ¿Cuántas clases de contrición hay?
Hay dos clases de contrición, a saber: contri­
ción perfecta y contrición imperfecta.
45

92.- ¿Cuándo es perfecta la contrición?


La contrición es perfecta cuando tengo pena
o tristeza de haber ofendido a Dios, por ser él tan
bueno, y por eso quiero acudir al sacramento de la
Reconciliación o Penitencia.
93.- ¿Cuándo es imperfecta la contrición?
La contrición es imperfecta cuando tengo
pena o tristeza de haber ofendido a Dios, por miedo
del infierno o de otros castigos.
Uno que tiene sentimiento y tristeza de haber
hecho un pecado, porque ve que ha desobedecido a
Dios que es tan bueno con nosotros, hace un acto de
contrición perfecta.
Uno que tiene sentimiento o tristeza de haber
hecho un pecado, porque tiene miedo de que Dios lo
vaya a castigar, hace un acto de contrición imperfecta
y entonces se llama atrición.
El acto de contrición perfecta quita los pecados
del alma, si incluye el propósito de acudir a la confe-
sión individual lo más pronto posible; y después tiene
uno que confesarse.
El acto de contrición imperfecta no perdona los
pecados mortales del alma; necesita uno confesarse.
94.- Y cuando no hay padre para confesarme y estoy
en pecado mortal, ¿qué debo hacer?
Cuando no hay padre para confesarme y estoy
en pecado mortal, debo hacer un acto de contrición
46

perfecta para que Dios perdone mi pecado, con el


propósito de acudir al sacramento de la Reconcilia­
ción o Penitencia tan pronto como me sea posible.
95.- ¿Qué pecados tenemos que decir en la confesión?
En la confesión tenemos que decir los pecados
mortales.
96.- Además del sacramento de la Reconciliación o
Penitencia, ¿con qué otros medios se quitan los
pecados veniales?
Además del sacramento de la Reconciliación
o Penitencia, los pecados veniales se quitan con el
ayuno, la limosna o la oración.
97.- ¿Es necesario decir todos los pecados veniales en
la confesión?
No es necesario decir todos los pecados venia­
les en la confesión. Basta decir algunos.
98.- ¿Cómo podemos vencer la vergüenza que nos da
a todos confesar nuestros pecados?
Podemos vencer la vergüenza que nos da con­
fesar nuestros pecados, pensando en que Cristo nos
ama más de lo que nosotros podemos imaginar y en
que él ha venido a perdonar los pecados.
99.- ¿ Quién perdona los pecados en el sacramento de
la Reconciliación o Penitencia?
En el sacramento de la Reconciliación o Pe­
nitencia, Cristo es el que perdona los pecados por
medio del sacerdote.
47

100.- El que se olvidó de decir un pecado mortal en


la confesión, ¿puede comulgar?
El que se olvidó de decir un pecado mortal en
la confesión, sí puede comulgar, pero en la siguien­
te confesión debe decirle al padre el pecado mortal
que se le olvidó.
101.- Para poder comulgar, ¿es necesario confesarse
antes?
Para poder comulgar, NO ES NECESARIO con­
fesarse antes, a no ser que se tenga conciencia de
haber cometido un pecado mortal.
48

CAPÍTULO DÉCIMO
LA EUCARISTÍA
102.- ¿Cuál de los siete sacramentos es el sacramen-
to central?
El sacramento central de los siete sacramen­
tos es la Eucaristía.
49

103.- ¿Por qué la Eucaristía es el sacramento central


de los siete sacramentos?
La Eucaristía es el sacramento central de los
siete sacramentos, porque en él está la salvación
que Jesucristo nos consiguió con su muerte y re­
surrección.
104.- ¿Qué otro nombre le damos al sacramento de
la Eucaristía?
Al sacramento de la Eucaristía le damos tam­
bién el nombre de Santa Misa.
105.- ¿Qué es la Santa Misa?
La Santa Misa es hacer presente lo que Jesu­
cristo hizo con sus apóstoles en la Última Cena.
106.- ¿Qué hizo Jesucristo con sus apóstoles en la
Última Cena?
Jesucristo en la Última Cena tomó el pan y el
vino, dio gracias a Dios, los consagró, partió el pan
consagrado y lo dio a comer a sus apóstoles, y luego
les dio a beber el vino consagrado.
107.- ¿Cómo hizo presente Jesucristo el sacrificio de
la cruz en la Última Cena?
Jesucristo en la Última Cena hizo presente su
sacrificio en una comida de fiesta.
108.- ¿Cómo hacemos presente el sacrificio de Jesu-
cristo en la cruz?
En la Santa Misa hacemos presente el sacrifi­
cio de Jesucristo como una fiesta en familia, al ce­
lebrar la misma fiesta que él tuvo con sus apóstoles.
50

109.- ¿En qué consistió el sacrificio de Jesucristo en


la cruz?
El sacrificio de Jesucristo en la cruz consistió
en que él se ofreció, por amor a su eterno Padre, por
la salvación de todos los hombres.
110.- ¿Qué ordenó Jesucristo a los apóstoles en la
Última Cena?
En la Última Cena Jesucristo ordenó a los
apóstoles que volvieran a hacer, en conmemoración
suya, lo que él acababa de hacer.
111.- ¿Qué es una hostia no consagrada?
Una hostia no consagrada es sólo un pedazo
de pan.
112. ¿Qué es una hostia consagrada?
Una hostia consagrada es el Cuerpo de nuestro
Señor Jesucristo.
113.- ¿Qué es el vino no consagrado?
El vino no consagrado es sólo un poco de vino.
114.- ¿Qué es el vino consagrado?
El vino consagrado es la Sangre de nuestro
Señor Jesucristo.
Muy frecuentemente, al preguntar a un niño a
quién va a recibir en la Hostia, responde: “A Dios
nuestro Señor”. Esta respuesta no es del todo exacta.
Acostúmbreseles a responder que van a recibir a Je-
sucristo nuestro Señor.
51

Cualquiera puede hacer hostias. Las hostias se


hacen con harina y agua. En una hostia sin consagrar
no hay más que puro pan.
Si ustedes se encuentran tiradas junto al altar
dos hostias: una que se cayó al suelo antes de estar
consagrada, y otra que se cayó al suelo después de
estar consagrada, ¿sabrán decir cuál de las dos es la
hostia consagrada?… No lo podrían decir, porque las
dos parecen iguales. Cuando se consagra una hostia
el pan se convierte en el Cuerpo de Jesucristo, pero
le quedan las apariencias de pan: el olor, el color, el
sabor.
115.- ¿Cuándo comemos el Cuerpo de nuestro Señor
Jesucristo y bebemos su Sangre?
Comemos el Cuerpo de nuestro Señor Jesu­
cristo y bebemos su Sangre cuando recibimos la
Comunión.
116.- ¿Para qué quiere nuestro Señor Jesucristo que
comamos su Cuerpo y bebamos su Sangre?
Jesucristo quiere que comamos su Cuerpo y
bebamos su Sangre para alimentar la vida de hijos
de Dios que recibimos de él en el Bautismo.
117.- ¿Qué se necesita para hacer una buena Comu-
nión?
Para hacer una buena Comunión se necesitan
cuatro cosas:
1º No tener ningún pecado mortal. (Si sólo
tengo pecados veniales, sí puedo comulgar).
52

El pecado mortal nos impide ser amigos de Dios


y no podemos recibir a Jesucristo en la hostia con-
sagrada. Del pecado venial debemos arrepentirnos
sinceramente y aunque tengamos muchos pecados
veniales, sí podemos comulgar.
2º Haber guardado el ayuno eucarístico.
3º Acercarse a comulgar con devoción, pen­
sando a quién voy a recibir.
4º Caer en la cuenta de que en el momento
de comulgar, recibo a Jesucristo, nuestro Señor.
118.- ¿En qué consiste el ayuno eucarístico?
El ayuno eucarístico consiste en no comer ni
beber antes de comulgar, durante el tiempo seña­
lado por la Iglesia.
119.- ¿Cuál es el tiempo señalado por la Iglesia para
los alimentos sólidos, líquidos o bebidas alcohó-
licas?
El tiempo señalado por la Iglesia para los ali­
mentos sólidos o líquidos o para las bebidas alco­
hólicas es de una hora.
120.- Si se tomó agua o alguna medicina, ¿se puede
comulgar enseguida?
Sí, si se tomó agua o alguna medicina, se puede
comulgar enseguida.
121.- ¿El ayuno eucarístico obliga a los que están
enfermos?
No, el ayuno eucarístico no obliga a los que
están enfermos.
53

122.- ¿Qué hay que hacer después de la Comunión?


Después de la Comunión hay que platicar con
Jesucristo, para darle gracias y pedirle lo que que­
remos.
Cuando nos hacen un favor damos enseguida
las gracias. Nuestro Señor nos hace un grandísimo
favor viniendo a nuestro corazón en la Comunión. Por
eso hay que darle las gracias después de comulgar.
También le hemos de pedir muchas cosas a
nuestro Señor después de comulgar, porque en esos
momentos es todo nuestro; ahí lo tenemos en nues-
tro corazón, y él quiere hacernos los favores que le
pidamos, con tal que no le pidamos cosas que puedan
impedir nuestra salvación.
123.- ¿Cuándo hay obligación de comulgar?
Hay obligación de comulgar una vez al año,
en el tiempo mandado por la Iglesia, y cuando hay
peligro de muerte.
124.- ¿Es bueno comulgar todos los domingos?
No sólo es bueno comulgar todos los domingos,
sino muy conveniente.
125.- ¿Se puede comulgar todos los días?
Sí, se puede comulgar todos los días.
126.- ¿Es necesario conocer mejor a Jesús después de
la Primera Comunión?
54

Sí, es necesario conocer mejor a Jesús, leyen­


do los evangelios, tratando con él en la oración y
estudiando el Catecismo de la Iglesia Católica, para
poder madurar en la fe.

Nuestro Señor Jesucristo instituyó la


Santa Misa o Eucaristía en la Última
Cena cuando consagró el pan y el vino,
dio a comer su Cuerpo y a beber su
Sangre a los Apóstoles y les ordenó que
hicieran eso en conmemoración suya.
55

EXPLICACIÓNES CATEQUÍSTICAS

Para facilitar a los catequistas la difícil ta-


rea de preparar a los que van a hacer su Primera
Comunión.

ADVERTENCIA

Para mejor inteligencia del método usado en


estas explicaciones conviene notar cómo cada lección
va dividida en pequeños capítulos.

TEMA: Aquí se señala toda la materia que se va


a explicar en la lección. Esto no es para decírselo a
los niños, sino más bien para que sirva al catequista
como de pauta para seguir con facilidad el desarrollo
de su explicación.

EXPLICACIÓN: En negritas se dice lo que se va


a explicar en este capítulo. A continuación, por medio
de preguntas o de pequeñas comparaciones, se va
haciendo que el niño comprenda y, se compenetre
con la explicación.
56

CUESTIONARIO: Después de cada breve expli-


cación hay que ver si los niños han comprendido lo
explicado. Para esto nada mejor que hacerles repetir
las principales ideas que les han enseñado, por medio
de los cuestionarios. Téngase sumo cuidado en que las
preguntas sean cortas y vayan expresadas en térmi-
nos fácilmente comprensibles para el niño. Al mismo
tiempo, la pregunta debe ser de tal naturaleza que
obligue al niño a expresar una idea en su respuesta.
Las preguntas que sólo exigen del niño un “SI” o un
“NO”, hay que suprimirlas de nuestros cuestionarios.
Para repasar la lección se pueden repetir las
preguntas de los cuestionarios.

FORMACIÓN EN LA FE: Por fin viene un último


capítulo muy breve, pero de capital importancia. En
pocas frases se da una idea clara al niño de lo que debe
hacer para ir formando, poco a poco, en su corazón,
el espíritu de Jesucristo.
57

En las presentes explicaciones se ha procurado


encauzar toda la vida del niño para que se prepare
bien a su Primera Comunión. Del catequista depende,
en gran parte, el éxito de esta preparación sobrenatu-
ral. Si el catequista está íntimamente persuadido de la
importancia que tiene para la vida cristiana del niño
la preparación para su Primera Comunión, si al dar
las explicaciones lo hace habiéndoselas asimilado bien
para darlas como cosa propia, no como si estuviese
repitiendo de memoria; si, por fin, tiene cuidado de
pedirle a Dios, todos los días, por los niños que están
a su cuidado…, entonces, tenga por seguro, que el
fruto que cosechará para gloria de Jesucristo, será
grande y duradero.
58

LECCIÓN 1
LA CREACIÓN DEL MUNDO
TEMA: Hace muchos miles de años sólo existía
Dios. Después, Dios creó todas las cosas que vemos
en el universo.

EXPLICACIÓN: Hace muchos miles de años


sólo existía Dios.
Hace cien años no existía ninguno de los que
estamos aquí. Y hace muchos miles de años no había
nada de lo que hay en el mundo; no había cielo, ni
sol, ni luna, ni estrellas; no había tierra, ni agua, ni
árboles, ni flores, ni animales, ni hombres. No había
absolutamente nada, sólo existía Dios.
Cuestionario
¿Quién de nosotros existía hace cien años?
¿Qué no había hace muchos miles de años?
¿Quién era el único que existía hace muchos
miles de años?
EXPLICACIÓN: Dios crea el cielo y la tierra.
¿Han pensado ustedes alguna vez cómo sería
todo antes de que Dios creara el mundo?… Cierren
sus ojos. ¿Están bien cerrados?… ¿Qué ven?… nada…
Ahora, ábranlos bien, ¿qué ven?…Ven todo lo que hay
59

aquí. Pues bien, antes de que Dios dijera “quiero que


haya cielo y tierra”, no se veía nada, porque no había
nada. Pero cuando dijo Dios “que se haga el cielo y la
tierra”, inmediatamente aparecen el cielo y la tierra.
Sólo que todo estaba oscuro; no se veía absolutamente
nada. Y era que no había luz. Entonces Dios dijo: “que
se haga la luz”. Y enseguida apareció la luz.
Cuestionario
¿Qué había antes de que Dios dijera: “que se
haga el cielo y la tierra”?
¿Qué pasó cuando Dios dijo: “que se haga el
cielo y la tierra”?
¿Cómo estaban el cielo y la tierra cuando Dios
dijo: “que se haga la luz”?
¿Qué pasó cuando Dios dijo: “que se haga la
luz”?
EXPLICACIÓN: Dios crea el firmamento, hace
brotar las plantas, crea los astros.
Cuando un hombre quiere hacer una cosa, le
cuesta mucho trabajo hacerla. En cambio a Dios no
le cuesta nada hacer las cosas. ¿Ven este cielo tan
bonito?
También se llama firmamento. Cuando Dios hizo
primero el cielo y la tierra, no se veía el firmamento;
entonces dijo Dios: “que aparezca el firmamento”; y
en seguida se vio el firmamento.
60

Tampoco se veía la tierra, porque estaba toda


llena de agua; y así, no hubiéramos podido vivir no-
sotros; entonces dijo Dios: “que se separen las aguas
de la tierra”, y enseguida se vio la tierra.
Pero la tierra apareció muy fea: sin un árbol,
ni una flor, ni una planta, ni siquiera una hierba, y
como la tierra iba a ser para nosotros, Dios quería
que estuviese muy bonita, y por eso dijo Dios: “que
la tierra dé hierba, flores, plantas y árboles, y que las
plantas y los árboles den semilla y frutos”. Enseguida
se vieron salir por todas partes hierbas, plantas, flores
y árboles cargados de fruta.
¿Qué les parecería a ustedes si el cielo no tuviera
sol, ni luna ni estrellas? Sin duda alguna que no les
gustaría verlo así.
Pues a Dios tampoco le gustaba verlo así, y por
eso dijo “que aparezcan en el cielo, el sol, la luna y las
estrellas”. Apenas acaba Dios de decir esto, cuando
apareció el sol, y por la noche de ese mismo día se
pudieron ver la luna y las estrellas.
Cuestionario
¿Qué tanto trabajo le cuesta a Dios hacer las
cosas?
¿Qué pasó cuando Dios dijo: “que aparezca el
firmamento”?
Cuando Dios hizo el cielo y la tierra, ¿se podía
ver la tierra?
¿De qué estaba cubierta la tierra?
61

¿Qué mandó Dios para que se pudiera ver la


tierra?
¿Qué dijo Dios para que apareciesen todas las
plantas que hoy vemos?
Cuando apareció el firmamento, ¿se podían
ver el sol, la luna y las estrellas?
¿Qué dijo Dios para que apareciesen en el fir­
mamento el sol, la luna y las estrellas?
EXPLICACIÓN: Dios creó todos los animales
del aire, del agua y de la tierra.
A pesar de que la tierra estaba tan bonita con sus
flores, parecía muy triste: ¡Estaba todo tan callado!
Entonces Dios dijo: “que haya pájaros en el aire”. Y
enseguida se comenzó a oír el canto de los pájaros.
“Que haya animales en la tierra” y enseguida se vieron
salir de entre las plantas y de los bosques toda clase
de animales: perros, caballos, venados, leones, tigres.
Luego dijo Dios: “que haya peces en el agua”. Y se
llenaron de peces las aguas del mar y las de los ríos.
Cuestionario
¿Cómo estaba la tierra cuando salieron las
plantas?
¿Qué mandó Dios que hubiese en el aire…, en
la tierra…, en el agua?
¿Qué sucedió cuando Dios mandó que apare­
cieran los animales?
62

FORMACIÓN EN LA FE: ¡Qué bueno es Dios con


nosotros, pues nos ha dado tantas cosas tan bonitas!
Pero lo más bonito de todo es lo que nos va a dar el
día de la Primera Comunión. Él mismo se nos va a
dar. ¡Cuánto nos quiere Dios!… También nosotros lo
vamos a querer mucho y no lo vamos a ofender con
nuestros pecados.
63

LECCIÓN 2
CREACIÓN DE ADÁN Y EVA
TEMA: Dios creó a los hombres y les dio una vida
especial, diferente de existencia de todas las demás
cosas. Dios creó a los hombres y mujeres parecidos a
él y les dio regalos preciosos, entre los cuales el más
valioso es la gracia por la que los hace sus hijos.

EXPLICACIÓN: Dios forma de barro el cuerpo


del primer hombre y le da un alma.
¡Qué hermoso estaba el mundo que Dios había
creado!… Sólo que Dios no quedaba todavía contento;
faltaba algo en la creación; faltaba el hombre. Enton-
ces dijo Dios: “hagamos al hombre”, y enseguida formó
el cuerpo del hombre, de barro. Pero ese cuerpo no
tenía vida: no podía ver, ni oír, ni moverse, ni hablar.
Entonces Dios creó un alma y se la dio al cuerpo.
Cuando se juntó el alma con el cuerpo, enseguida se
levantó el hombre lleno de vida, y comenzó a andar
y a mirar todo lo que allí había y a darle gracias a
Dios porque lo había creado. El primer hombre se
llamó Adán.
Cuestionario
¿Qué dijo Dios cuando iba a crear al hombre?
¿De qué formó Dios el cuerpo del hombre?
64

¿Cómo le dio Dios vida al cuerpo del hombre?


¿Cómo se llamó el primer hombre?
EXPLICACIÓN: Dios hace a la mujer
Adán estaba contento en el Paraíso terrenal,
¡había ahí tantas cosas bonitas! Había árboles, flores,
animales. Lo malo de todo es que Adán no tenía a na-
die con quien platicar. Pero como Dios es tan bueno,
no quiso que Adán estuviera solo y pensó: “le voy a
dar al hombre una compañera”.
Un día, mientras Adán estaba durmiendo, se le
acercó Dios, y de su cuerpo, hizo el cuerpo de una
mujer, y luego le dio un alma igual a la de Adán. En-
seguida se levantó la mujer y comenzó a mirar todo lo
que allí había; al ver a Adán se le acercó para platicar
con él. Y Adán se puso a platicar con ella. Los dos se
sienten muy contentos y no se cansan de darle gracias
a Dios por todo el bien que les ha hecho. La primera
mujer se llamó Eva.
Cuestionario
¿Qué quiso darle Dios a Adán para que no es­
tuviera solo?
¿Cómo hizo Dios el cuerpo de la mujer?
¿Qué le dio Dios a ese cuerpo para que tuviera
vida?
¿Cómo se llamó la primera mujer?
EXPLICACIÓN: Dios da regalos preciosos a
nuestros primeros padres. El más precioso es la
gracia.
65

¡Ya podían estar contentos nuestros primeros


padres por haberlos creado Dios, y por haberles re-
galado el Paraíso terrenal! Dios era el que no estaba
contento con lo que les había dado y quiso darles más.
Nosotros ahora tenemos que sufrir mucho por
los dolores y por las enfermedades, y un día tenemos
que morir. Dios no quería que los hombres sufrieran y
murieran y por eso les dio a Adán y a Eva el regalo de
la inmortalidad para que no sufrieran, ni murieran,
si eran buenos.
¿Qué es lo que más le cuesta a un niño? Ir a la
escuela. Adán y Eva no tenían que ir a la escuela para
aprender, porque Dios les hizo el regalo de la ciencia
para que supieran todas las cosas, sin necesidad de
aprenderlas.
Pero todo esto era nada en comparación de otro
regalo mucho más grande que Dios les iba a hacer.
Este regalo se llamó la “gracia santificante”: así
los hombres podían llamar a Dios con el nombre de
PADRE. Cuando Adán y Eva recibieron la “gracia
santificante”, apareció en ellos la imagen de Dios.
¡Qué hermosos se veían Adán y Eva siendo el retrato
de Dios!
Cuestionario
¿Para quién hizo Dios el Paraíso terrenal con
todos sus animales y sus plantas?
¿Qué regalo hizo Dios a nuestros primeros pa­
dres para que no tuvieran dolores, ni enfermedades,
ni murieran?
66

¿Qué regalo hizo Dios a nuestros primeros


padres para que no tuvieran que ir a la escuela a
aprender?
¿Cómo se llama el regalo más hermoso que
Dios hizo a nuestros primeros padres?
¿Con qué nombre podían llamar a Dios nues­
tros primeros padres cuando recibieron la gracia
santificante?
¿Cómo se veían Adán y Eva siendo el retrato
de Dios?

FORMACIÓN EN LA FE: ¡Qué bueno fue Dios


con nuestros primeros padres, y cuántas cosas les
dio!… Pero con ustedes ha sido nuestro Señor todavía
mucho más bueno, pues les va a dar una cosa que no
dio a nuestros primeros padres: les va a dar a su Hijo
Jesucristo, para que lo reciban en su corazón el día
de su Primera Comunión. Ustedes deben correspon-
der a este regalo de amor de Dios, queriendo mucho
a Jesucristo y viviendo siempre como él nos enseñó.

Nota: El relato bíblico de la creación del hombre y


la mujer utiliza un lenjuaje simbólico. Dar a entender
esto a los niños, en la medida de su capacidad, para
evitarle dudas y dificultades para el futuro.
67

LECCIÓN 3
DIOS

TEMA: Dios es espíritu, y ha existido siempre.


Dios todo lo ve y todo lo sabe. Dios está en todas
partes.

EXPLICACIÓN: Dios es espíritu y ha existido


siempre, y siempre existirá.
¿Han visto ustedes alguna vez a Dios?… Y a su
alma, ¿la han visto alguna vez?…
No podemos ver el alma, porque es espíritu; y
a Dios tampoco lo podemos ver, porque es espíritu.
Ahora, fíjense en lo que les voy a preguntar.
¿Pueden ustedes ver mi alma con sus ojos?…
Pues tampoco podemos ver a Dios con los ojos.
¿Pueden tocar mi alma con sus manos?… Pues
tampoco a Dios lo podemos tocar con las manos.
¿Existía nuestra alma hace cien años?… En cambio
Dios sí existía. Dios ha existido siempre.
¿Se acabará alguna vez nuestra alma?… Dios
tampoco se acabará nunca: Dios existirá siempre.
Cuestionario
¿Por qué no podemos ver a Dios?
¿Cuándo comenzó a existir Dios?
¿Cuándo morirá Dios?
68

EXPLICACIÓN: Dios lo ve todo y lo sabe todo.


Dios está en todas partes.
¿Saben ustedes lo que estoy pensando ahora?
Ahora piensen ustedes alguna cosa, y yo voy a ver
si sé lo que están pensando… Pues no, no lo puedo
adivinar… En cambio, Dios sí sabe lo que nosotros
estamos pensando. Dios lo sabe todo.
¿Y saben por qué Dios lo ve todo y lo sabe todo?
¿Ven ustedes lo que hay aquí?… ¿Ven a los niños?…
¿Me ven a mí?… ¿Y por qué ven todo lo que hay aquí?
Porque están aquí. ¿Y ven lo que está pasando en la
calle? No, no lo ven, porque ustedes no están en la calle.
Pues Dios lo ve todo y lo sabe todo, porque está en
todas partes. Está aquí y nos ve; está en la calle y ve
lo que pasa en la calle; está en sus casas y ve lo que
pasa en sus casas. ¡Dios está en todas partes!
Cuestionario
A uno que se esconde muy bien, ¿lo pueden
ver los hombres?
¿Quién lo puede ver?
¿Sabemos nosotros lo que piensan los demás?
¿Quién es el único que lo sabe todo?
¿Podemos estar al mismo tiempo aquí y en la
calle y en la casa?
¿Quién puede estar en todas partes?
¿Dónde está Dios?
69

EXPLICACIÓN: Dios hizo todas las cosas.


¿Les gustan a ustedes los paseos? Pues vamos
a dar un paseo muy bonito desde aquí. Todos muy
quietecitos y a mirar allá dentro de sus cabezas, todo
lo que yo les voy a ir diciendo… Ya salimos. Estamos
atravesando un campo con muchas flores: gladiolas,
rosas, claveles… Todas esas flores, ¿las hizo el jar-
dinero?…
Ahora llegamos a un bosque. ¡Qué árboles más
hermosos! Y ¡qué grandes!… Miren, allá a los lejos pasa
un río donde nadan unos patos muy bonitos y peces
de todos tamaños. ¿Algún hombre pudo hacer los ár-
boles?… ¿Pudo hacer los patos y los peces?… ¿Pudo
hacer el río?… Pero ya se va haciendo de noche. Miren
el cielo: ¡Qué luna más bonita!... ¡Qué estrellas más
brillantes! ¿Algún hombre haría esa luna y esas estre-
llas?… Pues, ¿quién sería el que hizo todas las cosas?
Cuestionario
¿Puede un hombre hacer las cosas que hay en
la tierra?
¿Quién puede hacer las cosas que hay en la
tierra?
¿Quién hizo las flores?
¿Quién hizo los árboles?
¿Quién hizo los ríos?
¿Quién hizo los animales?
¿Quién hizo el sol, la luna y las estrellas?
70

FORMACIÓN EN LA FE: Se están preparando a


la Primera Comunión: Dios los mira amorosamente,
él ve todo lo que hacen, lo bueno y lo malo. Cuando
vayan a hacer algo que no está bien, piensen que
Dios los ve.
71

LECCIÓN 4
LA SANTÍSIMA TRINIDAD

TEMA: Hay muchas cosas que no entendemos


en la vida; las creemos, porque otras personas nos
las dicen. Con mucha mayor razón hemos de creer lo
que Dios nos dice, aunque no lo entendamos.

EXPLICACIÓN: Hay cosas que no entendemos,


pero las creemos porque otras personas nos las
dicen. Hemos de creer todo lo que Dios nos diga,
aunque no lo veamos ni lo entendamos.
¿Han visto ustedes París?… ¿Y España? Y sin
embargo, ustedes creen que existe París y que existe
España. ¿Y por qué lo creen?… Pues, porque lo dicen
personas que han visto París y que han visto España…
¿Saben ustedes por qué creen los niños lo que sus
papás les dicen?… Lo creen, porque sus papás saben
más que ellos y no los van a engañar.
¿Y quién es el que sabe todas las cosas?… Y si
Dios nos dice algo, ¿le vamos a creer, aunque no en-
tendamos lo que nos dice?… ¡Claro que sí! Porque Dios
no puede equivocarse. Dios lo sabe todo y es tan bueno
que no nos puede engañar. Los hombres sabían muy
poco de las cosas de Dios; entonces vino Jesucristo,
que es Dios, y nos dijo que no hay más que un solo
Dios y que en Dios hay tres Personas distintas. Pero,
72

¿cómo puede ser que no sea sino un solo Dios y al


mismo tiempo sean tres Personas distintas?… Esto
es lo que no entendemos porque es un misterio: es el
misterio de la Santísima Trinidad.
Cuestionario
¿Por qué los niños le creen a sus papás, cuando
les cuentan algo?
¿Quién es el que sabe más que todos?
Cuando nos dice Dios alguna cosa, ¿puede
equivocarse?
¿Quién nos vino a enseñar las cosas de Dios?
¿Cuántos dioses nos ha dicho Jesucristo que
hay?
¿Cuántas Personas nos ha dicho Jesucristo
que hay en Dios?
¿En qué consiste el misterio de la Santísima
Trinidad?
EXPLICACIÓN: La Santísima Trinidad se ma­
nifiesta en el Jordán.
Cuando Jesucristo cumplió 30 años iba a co-
menzar a predicarles a los hombres. Pero antes se
fue al río Jordán, donde andaba bautizando san
Juan Bautista. Y para darnos ejemplo de lo que más
tarde habíamos de hacer nosotros, también nuestro
Señor se bautizó. Entonces se vio algo maravilloso:
se abrieron los cielos, y el Espíritu Santo, en forma
de paloma, se posó sobre la cabeza de nuestro Señor,
y se oyó una voz muy fuerte que decía: “Éste es mi
73

Hijo muy amado”. Aquí, por primera vez, nos quiso


Dios enseñar el misterio de la Santísima Trinidad:
la voz es del Padre, el Hijo es Jesucristo y la paloma
representa al Espíritu Santo.
¿Se han fijado ustedes en el sol?… Es una rueda
que tiene muchos rayos y da calor. Pero la rueda del
sol, los rayos y el calor, no hacen tres soles: es un
solo sol y tres cosas distintas. Pues así también en el
misterio de la Santísima Trinidad: hay el Padre, hay
el Hijo y hay el Espíritu Santo. Son tres personas
distintas, pero no son sino un solo Dios.
Cuestionario
¿Qué pasó cuando Jesús se acababa de bauti­
zar en el río Jordán?
¿De quién era la voz que se oyó?
¿Quién era el Hijo?
¿A quién representaba la paloma?
¿Cuántas cosas notan ustedes en el sol?
La rueda, los rayos y el calor, ¿hacen tres soles?
¿Cuántas Personas hay en Dios?
¿Cuántos dioses son?

FORMACIÓN EN LA FE: Cuando ustedes hacen la


señal de la cruz, acuérdense de la Santísima Trinidad.
Ahora que se están preparando para hacer su Primera
Comunión, hagan más veces la señal de la cruz, para
acordarse más veces de la Santísima Trinidad. Eso les
recordará que tenemos que mostrar que somos hijos
de Dios, hermanos de Jesucristo.
74

LECCIÓN 5
TENTACIÓN Y CAÍDA

TEMA: Dios prohibe a nuestros primeros padres


comer del fruto de un árbol. Eva, tentada por el de-
monio, desobedece a Dios y después Adán también
desobedece.

EXPLICACIÓN: Dios prohibe a nuestros prime­


ros padres comer del fruto de un árbol.
Adán y Eva vivían contentísimos en el Paraíso
terrenal. Allí tenían todo lo que se les podía antojar;
todo se los había dado Dios porque los quería mucho.
Un día quiso Dios ver qué tan obedientes eran los
hombres con él, ent su Primera Comunión onces los
llamó y les dijo: “Mis queridos hijos, ya ven que les
he dado todo lo que hay en el Paraíso; ahora quiero
ver qué tan obedientes son ustedes conmigo. Ahí, en
medio del Paraíso, está un árbol; no quiero que coman
de su fruto. Si ustedes me obedecen, serán siempre
muy felices, lo mismo que todos sus hijos; y luego me
los llevaré al cielo. En cambio, si me desobedecen,
tendrán que salirse del Paraíso y les vendrán muchas
enfermedades y la muerte, a ustedes y a todos sus
hijos”.
75

Adán y Eva le dijeron a Dios que estaba bien,


que iban a ser muy obedientes y que no probarían
del fruto que les había dicho.
Cuestionario
¿Cómo vivían Adán y Eva en el Paraíso te­
rrenal?
¿Qué les prohibió Dios a Adán y Eva?
¿Qué les prometió si lo obedecían?
¿Qué les dijo que les pasaría si no obedecían?
¿Qué respondieron Adán y Eva?
Nota: Al hablar aquí del “fruto prohibido”, se trata
sólo de una alegoría para dar a entender mejor que el
mandato que Dios impuso al hombre, no era difícil de
cumplirse. ¿En qué consistió exactamente el mandato?
No lo sabemos. Sería muy conveniente dar a entender
esto al niño, en la medida de su capacidad, para evi-
tarle dudas y dificultades para el futuro.

EXPLICACIÓN: Eva, tentada por el demonio,


come del árbol prohibido.
Pasó el tiempo y un día Eva, sin decirle nada a
Adán, se acercó poco a poco a donde estaba el árbol
prohibido; ya que estaba cerca, oyó que la llamaban
por su nombre: “Eva, Eva”. Eva pensó que sería Adán
el que la llamaba. Pero no; miró para todos lados, y
no vio a su compañero; mientras tanto siguió oyendo
76

su nombre. Era del árbol prohibido de donde salía la


voz. Eva se acercó, y cuál no sería su sorpresa al ver
a una enorme serpiente enroscada en el árbol, que le
dijo: “Eva, ¿no te gustan estas frutas tan hermosas?”
–“Sí me gustan, le responde Eva, pero Dios nos mandó
que no comiéramos de ellas”.
–“Pero habráse visto -dice el demonio, que era el
que estaba metido en la serpiente-, ¿por qué Dios les
ha de prohibir comer frutas tan ricas?”.
– “Es que el día que comamos de esta fruta ya no
seremos como ahora, y tendremos que morir, y Dios
se enojará con nosotros”.
– “Pero, ¡qué tonta! -le dice el diablo- ¿por qué
habían de morir? Lo que pasa es que si comen de
esta fruta, van a ser iguales a Dios, y eso es lo que él
no quiere. Ándale, come, y ya verás lo contenta que
te vas a sentir”.
Eva siente en su corazón una voz que le dice:
“no le creas, no vayas a comer”. Es la voz de la con-
ciencia que Dios ha puesto en el corazón de cada uno
de nosotros, para que nos avise lo que es bueno y lo
que es malo. Pero Eva no le hace caso a la voz de la
conciencia y le da una mordida a la fruta que Dios le
dijo que no probara. Eva acaba de cometer un pecado
mortal por haber desobedecido gravemente a Dios.
Cuestionario
¿Qué oyó Eva un día que andaba cerca del ár­
bol prohibido?
77

¿De dónde salía la voz que la llamaba?


¿Quién era el que estaba metido en la serpien­
te que la llamaba?
¿Qué le aconsejó el diablo a Eva?
¿Qué le dice Eva, por qué no quería comer del
fruto prohibido?
¿Qué le aconsejó el diablo a Eva?
¿Quién le dice a Eva que no le haga caso a la
serpiente?
¿Cómo se llama la voz que Dios puso en nues­
tro corazón para avisarnos lo que es bueno y lo que
es malo?
¿A quién le hizo caso Eva?
¿Qué pecado acaba de cometer Eva?
EXPLICACIÓN: Adán también desobedece a
Dios.
En cuanto Eva comió de la fruta prohibida sintió
como si se le hubiera metido el diablo. Y fue enton-
ces a buscar a su compañero. Eva se fue corriendo
y cuando encontró a Adán le dijo: “Oye, Adán, ¿qué
crees que me pasó?”. –“Dime, Eva” –“Pues me encon-
tré con una serpiente que me dijo que no me iba a
morir si comía de la fruta prohibida”. –“¡Espero que
no le hayas creído!” –“Pues sí le creí, y mira, no me
he muerto”. –“¿Desobedeciste a Dios comiendo de la
fruta prohibida y no te has muerto?” –“Mírame Adán,
es más, te traje una”. –“Pues no se ve que haga daño”.
–“La serpiente dijo que seríamos conocedores del bien
y del mal”. –“¡Conocedores del bien y del mal como
78

Dios! Bueno pues déjame porbarla”. Enseguida que


Adán la comió siente en el corazon la misma sensación
que Eva y oye la voz de la conciencia que lo reprende:
“hiciste muy mal”. El demonio quedó contentísimo y
Dios muy triste por lo que acababan de hacer Adán
y Eva.
Cuestionario
¿Qué sintió Eva en su corazón cuando comió
de la fruta prohibida?
¿Qué le fue a decir a Adán?
¿Qué le responde Adán a Eva?
¿Qué hace Eva, para que Adán también coma
de la fruta prohibida?
¿Qué sintió Adán en su corazón cuando comió
de la fruta prohibida?
¿Qué le dijo la conciencia a Adán?
¿Cómo quedó el demonio cuando Adán pecó?
¿Cómo quedó Dios cuando Adán pecó?

FORMACIÓN EN LA FE: ¡Qué ingratos fueron


con Dios Adán y Eva, cuando lo desobedecieron!…
¡Después de lo mucho que los quería, hacerle caso al
diablo!… Esto es muy feo. Los niños que ya hicieron
su Primera Comunión y los niños que la van a hacer,
tienen que ser buenos con nuestro Señor que los
quiere tanto…
79

LECCIÓN 6
CREACIÓN DE LOS ÁNGELES

TEMA: Dios crea a los ángeles sacándolos de la


nada. Les da un mandato: los buenos obedecen y son
recompensados; los malos desobedecen y son castiga-
dos. Dios da a cada uno de los hombres un ángel bueno
para que lo cuide: es el ángel de la guarda.

EXPLICACIÓN: Dios creó los ángeles.


Cuando Dios hizo la tierra, no le gustó que es-
tuviera vacía y entonces creó las cosas que vemos en
ella. Pero antes de crear la tierra Dios había creado
el cielo y tampoco le gustó que estuviera vacío; en-
tonces dijo: “que haya muchos ángeles”. Enseguida
aparecieron en el cielo millones y millones de ángeles
hermosísimos.
Cuestionario
¿Qué creó Dios antes de crear la tierra?
¿Cómo estaba el cielo antes de que Dios creara
los ángeles?
¿Qué pasó cuando Dios dijo: “que haya án­
geles”?
80

EXPLICACIÓN: Los ángeles son puro espíritu.


¡Qué hermosos son los ángeles!… Nosotros no
los podemos ver porque son puro espíritu, como Dios
es también puro espíritu. Los ángeles se parecen a
nuestra alma, a la que tampoco podemos ver porque
es espíritu; sólo que los ángeles no tienen cuerpo, ni
cara, ni manos, ni pies. Lo que sí pueden hacer los
ángeles es comprender, querer hacer algo, amar.
¿Pero, no han visto ustedes cómo pintan a los
ángeles? Los pintan como si fueran niños o jóvenes
muy hermosos y con alas. ¿Pues, no decíamos que los
ángeles son puro espíritu; entonces por qué los pintan
así?… Los pintan así para que nosotros los podamos
ver de alguna manera y sepamos que son ángeles.
Cuestionario
¿Por qué no podemos ver a los ángeles?
¿Por qué no podemos ver a Dios?
¿Por qué no podemos ver nuestra alma?
¿Por qué pintan a los ángeles con cuerpo y
con alas?

EXPLICACIÓN: Dios da un mandato a los án­


geles: los buenos obedecen y son recompensados;
los malos desobedecen y son castigados.
Los ángeles estaban muy contentos en el cielo
y Dios los quería mucho: Un día los llama Dios y les
dice: “miren, quiero que todos sean muy obedientes
81

en todo lo que les mande; si son obedientes le daré un


premio, pero si son desobedientes les daré un castigo”.
Los ángeles oyeron con mucha atención lo que
Dios les decía, y prometieron ser muy obedientes.
Pero, más tarde, uno de los ángeles más hermosos,
que se llamaba Lucifer, comenzó a pensar: “yo soy muy
grande y muy hermoso, ¿por qué he de obedecer a
Dios en todo lo que me mande?”… Enseguida les dice
a los demás ángeles que él ya no quiere obedecer a
Dios; que todos los que piensen como él se pongan a su
lado. Muchos ángeles se pusieron enseguida a su lado
y dijeron: “¡tampoco nosotros queremos obedecer!”.
En cambio, san Miguel, un ángel muy hermoso,
dijo: “yo sí quiero obedecer, y todos los que piensen
como yo, que se pongan a mi lado”. Muchísimos ánge-
les se pusieron a su lado y dijeron: “nosotros también
queremos obedecer a Dios”.
Enseguida llamó Dios a todos los ángeles; a los
buenos les dijo que estaba muy contento con ellos y
les dio la gloria. A los malos les dijo que estaba muy
enojado con ellos y que no los quería ver más. Enton-
ces se abrió el cielo y apareció allá abajo el infierno. Y
los ángeles malos, convertidos ya en demonios, fueron
arrojados al infierno.
Cuestionario
¿Cómo les dijo Dios a los ángeles que quería
que fueran?
82

¿Qué les prometió Dios a los ángeles obe­


dientes?
¿Qué les prometió Dios a los ángeles desobe­
dientes?
¿Qué dijeron Lucifer y los ángeles malos?
¿Qué dijeron san Miguel y los ángeles buenos?
¿Cómo premió Dios a los ángeles buenos?
¿Como castigó Dios a los ángeles malos?
EXPLICACIÓN: Dios nos ha dado a todos un
ángel de la guarda.
Los demonios son tan malos, tan malos, que
quisieran que ninguno de nosotros fuera al cielo, y
por eso nos andan aconsejando mal. Pero Dios es tan
bueno con nosotros, que no quiere que nos quedemos
solos, para que el demonio no nos vaya a engañar. Por
eso nos dio Dios un ángel que ande siempre a nuestro
lado. Este ángel se llama ángel de la guarda, y nos
aconseja bien para que vayamos al cielo
Cuestionario
¿Qué quieren hacer los demonios con nosotros?
¿A quién nos dio Dios para que nos defienda
de los demonios?

FORMACIÓN EN LA FE: Ahora el demonio anda


lleno de envidia con ustedes porque van a hacer su
Primera Comunión. En cambio, el ángel de su guarda
los cuida más que nunca. Cuando tengan ganas de
hacer algo malo, no lo hagan, porque es el demonio
83

el que los aconseja. Cuando les den ganas de hacer


algo bueno, háganlo, porque es el ángel de la guarda
el que los aconseja.
84

LECCIÓN 7
CAÍDA DE ADAN Y EVA.
PROMESA DEL SALVADOR

TEMA: Adán, después de haber pecado, oye la


voz de Dios que lo llama a cuentas. Adán se excusa
diciendo que la mujer lo hizo comer. Entonces Dios
los echa fuera del Paraíso, pero antes les promete un
Redentor.

EXPLICACIÓN: Dios llama la atención a Adán


sobre el pecado que cometió.
Apenas había probado Adán la fruta que Dios le
había mandado que no comiera, sintió mucho miedo
que Dios lo viera; por eso se fue a esconder entre
unas matas, junto con Eva. Pero entonces vio Dios
que Adán se le andaba queriendo esconder, y le dijo:
“Adán, Adán ¿dónde estás?…”. Adán se dio cuenta
que Dios ya lo había visto y que no se le podía es-
conder, y le respondió: “Aquí estoy, Señor, me había
escondido porque me da mucha vergüenza”. Y Dios le
dice: “¿Y por qué tienes vergüenza?… Tienes vergüen-
za porque no me has obedecido. Vamos a ver, ¿por
qué comiste de la fruta que yo te había prohibido?”.
“Señor, respondió Adán, la compañera que me diste
me hizo comer”. Entonces Dios se dirige a la mujer
85

y le pregunta: “Y tú, ¿por qué comiste de la fruta?”.


“Señor, dice Eva, el demonio me puso la tentación
muy fuerte y por eso comí”.
Cuestionario
¿Qué sintió Adán cuando comió de la fruta
prohibida?
¿Qué hizo Adán cuando tuvo miedo de que
Dios lo viera?
¿Quién vio a Adán y Eva cuando se andaban
escondiendo?
¿Qué dijo Dios a Adán?
¿Qué le respondió Adán a Dios?
¿Por qué siente vergüenza Adán?
¿Qué responde Adán?
¿Qué le pregunta Dios a Eva?
¿Qué responde Eva?
EXPLICACIÓN: Dios dice a Adán y a Eva las
consecuencias de su pecado y son expulsados del
paraíso.
¡Qué tristeza le dio a Dios ver que Adán y Eva no
habían confiado en sus palabras y lo habían desobe-
decido!... Ahora ya no tenía más remedio que decirles
todo lo que les sucedería como consecuencias de su
pecado. Así pues les dijo: “Lo siento mucho, pero de
hoy en adelante tendrán que trabajar para comer. Les
vendrán muchas enfermedades y dolores; y al fin se
morirán. Además, ya no podrán seguir llamándome
amigo, y mucho menos Padre, pues por su pecado
86

se han hecho amigos del demonio. Todos sus hijos


nacerán con el pecado original, y tendrán que sufrir
mucho en la vida, por lo que ustedes hicieron. Ten-
drán que abandonar inmediatamen-te el paraíso que
yo les había regalado, y no volverán a entrar en él”.
Cuando Dios acaba de hablar, Adán y Eva, se
salieron del Paraíso llorando.
Cuestionario
¿Qué sintió Dios al ver lo desobedientes que
habían sido Adán y Eva?
¿De dónde les dijo Dios a Adán y Eva que te­
nían que salir inmediatamente?
¿Qué tenían que hacer Adán y Eva en adelante,
si querían comer?
¿Qué era Dios con Adán y Eva antes de que
hicieran el pecado?
¿De quién se hicieron amigos Adán y Eva cuan­
do hicieron su pecado?
¿Con qué pecado nacemos todos, por culpa de
Adán y Eva?
EXPLICACIÓN: Dios promete a los hombres
un Redentor.
Al ver Dios que Adán y Eva se salían llorando, les
dijo: “¡Miren lo que han perdido por andar haciéndole
caso al demonio!... Pero no se apuren, yo les prometo
que dentro de muchos años una Virgen será Madre
de Dios; ese Dios, hecho hombre, los liberará del pe-
87

cado muriendo por ustedes clavado en la cruz. Ahora,


váyanse” Entonces Adán y Eva dieron las gracias a
Dios y se salieron menos tristes del Paraíso.
Cuestionario
¿Qué sintió Dios al ver que Adán y Eva se iban
tristes?
¿Qué les dijo Dios antes de que salieran del
Paraíso?
¿Qué les prometió Dios para librarlos del pe­
cado?
¿Qué hicieron Adán y Eva cuando oyeron lo
que Dios les prometió?

FORMACIÓN EN LA FE: ¿Ven lo que se sacaron


nuestros primeros padres por hacerle más caso al
diablo que a Dios?… Menos mal que se arrepintieron
de su pecado.
El diablo les tiene muchas ganas a los niños que
van a hacer su Primera Comunión. Como ve que van
a recibir a Jesucristo en su corazón, le entra mucha
envidia, porque él quisiera que los niños mejor le hi-
cieran caso a él. No hay que hacerle caso. Le vamos
a pedir a nuestro Señor que no nos deje hacer nunca
un pecado mortal. (Se puede pedir a los niños que se
arrodillen y que recen un poco en silencio, con los ojos
cerrados. Se puede terminar rezando un Avemaría a
la Virgen Santísima).
88

LECCIÓN 8
LA ANUNCIACIÓN

TEMA: Llegado el tiempo de la venida del Re-


dentor, Dios manda al arcángel san Gabriel para que
pida su consentimiento a la que ha de ser la Madre
de Dios. La Virgen Santísima lo da, y el Hijo de Dios
se hace hombre.

EXPLICACIÓN: Dios manda a san Gabriel que


vaya a ver a la Virgen a Nazaret.
Ya habían pasado muchos miles de años desde
que Adán y Eva salieron del Paraíso. Por fin, se iba a
cumplir la promesa que Dios les hizo de mandar un
Redentor a los hombres. Allí está Dios, en el cielo, ro-
deado de millones y millones de ángeles. Llama a uno,
que se llama Gabriel, y le dice, mostrándole la tierra:
“¡Fíjate, allí abajo está la tierra de los hombres!… ¿Ves
aquel rinconcito del mundo?… Es Palestina. Allí, en
Palestina está aquel pueblecito que se ve allá lejos…
Es Nazaret. Vas a Nazaret y entras en aquella casita y
le llevas un saludo a una Virgen que está allí rezando,
y le preguntas a ver si quiere ser la Madre de Dios”.
Cuestionario
¿Qué promesa les había hecho Dios a nuestros
primeros padres cuando salieron del Paraíso?
89

¿De quiénes estaba Dios rodeado en el cielo?


¿A cuál de los ángeles llama Dios para darle
un encargo?
¿Cómo se llama la nación que le enseñó Dios
a san Gabriel?
¿Cómo se llama el pueblito adonde debía bajar
san Gabriel?
¿Qué recado le manda Dios a la Virgen de Na­
zaret?
EXPLICACIÓN: El ángel le anuncia a María que
va a ser la Madre de Dios.
La Virgen Santísima estaba en su casa de Naza-
ret con mucha devoción; de repente se le presenta el
arcángel y la saluda de esta manera: “Alégrate, María,
llena eres de gracia. El Señor es contigo”.
Cuando la Santísima Virgen oyó las palabras
del arcángel, le entró miedo, y pensó: “pero, ¿por qué
me habrá dicho el ángel esas palabras?” Entonces
el arcángel le dijo: “María, no tengas miedo, Dios
te quiere mucho, y te traigo un recado de su parte:
vengo a preguntarte si quieres ser la Madre de Dios…
Si aceptas, el niño que de ti nazca se llamará Jesús”.
Cuestionario
¿Qué estaba haciendo la Virgen cuando se le
apareció el arcángel?
¿Cómo saludó el arcángel a la Virgen?
90

¿Qué recado le dio el arcángel a la Virgen, de


parte de Dios?
¿Cómo se había de llamar el Niño Dios?
EXPLICACIÓN: La Virgen acepta ser la Madre
de Dios.
Parece como que la Virgen Santísima no acaba-
ba todavía de entender lo que el arcángel le decía, y
por eso, le pregunta: “¿qué es lo que me dices?…” Y
el ángel le responde: “te decía que has sido escogida
para ser la Madre de Dios”. “¿Y cómo puede ser esto?”,
dice la Virgen. “Muy sencillo, responde el arcángel,
todo va a ser por obra del Espíritu Santo”. Entonces
la Virgen le dice que está bien y que acepta ser la
Madre de Dios.
En este mismo instante pasó algo extraordinario:
la segunda Persona de la Santísima Trinidad bajó del
cielo a la tierra, y tomó un cuerpo humano y un alma
como la nuestra, en el seno purísimo de la Santísima
Virgen.
Ahora, fíjense, ¿cómo pudo hacerse hombre el
Hijo de Dios?… Es un misterio, y lo llamamos el “Mis-
terio de la encarnación”. También lo conocemos como
el “Misterio del Hijo de Dios hecho hombre”.
Cuestionario
La Virgen le preguntó al arcángel cómo po­
día ser ella Madre de Dios. ¿Qué le contestó el
arcángel?
91

¿Cómo se llama el misterio del Hijo de Dios


hecho hombre?

FORMACIÓN EN LA FE: Cuando el Hijo de Dios


se hizo hombre pensaba en ustedes, en los que un
día lo iban a recibir, por primera vez en su corazón
al hacer la Primera Comunión. Tienen que pensar
ustedes muchas veces que pronto lo van a recibir.
También, ya desde ahora, van a comenzar a preparar
su corazón siendo muy buenos, para que así Jesús
lo encuentre muy bonito cuando venga.
92

LECCIÓN 9
NACIMIENTO Y VIDA OCULTA DE JESUCRISTO

TEMA: El rey de Roma ordena que todos vayan


a empadronarse a la ciudad de donde son. San José
y la Virgen van a Belén, pero no encuentran quien
los reciba en su casa; entonces se van a una cueva,
donde nace Jesús. Los pastores y los santos reyes
vienen a adorar al Niño; Herodes lo persigue y lo hace
huir a Egipto. Crece Jesucristo, aprende el oficio de
carpintero y vive con la Santísima Virgen en Nazaret
durante treinta años.

EXPLICACIÓN: El rey de Roma manda que


todos vayan a empadronarse a la ciudad de donde
son.
Un día estaba trabajando san José en su taller
de carpintería, cuando oye que en la calle tocan una
corneta. Era un soldado que iba a dar la orden del
rey de Roma. Sale san José a la puerta y oye que el
soldado estaba dando el siguiente aviso: “Por orden
del rey de Roma, todos los hombres y mujeres, tienen
que ir a empadronarse al pueblo de donde son”.
Como san José y la Virgen eran de Belén, no
tenían más remedio que ir a Belén. Cierra san José
93

su taller, y se va a darle la noticia a la Virgen para


que se prepare para el viaje.
Cuestionario
¿De parte de quién fue a dar una orden en Na­
zaret un soldado?
¿Qué mandaba el rey de Roma?
¿A dónde tenían que ir a empadronarse san
José y la Virgen?
¿Qué hace san José cuando oye lo que manda
el soldado?
EXPLICACIÓN: San José y la Virgen llegan a
Belén y no encuentran casa donde quedarse.
Al día siguiente, muy de mañanita, salen san
José y la Virgen hacia Belén. La Virgen va montada
en un burrito; san José va detrás arriando el animal
y llevando al brazo una canasta con comida.
Después de cuatro días de caminar llegan a Be-
lén; lo primero que ven es una casa muy grande, con
un gran corral para guardar los animales: es el hotel
de Belén. Allá se dirigen san José y la Virgen; pero
ya no hay lugar; está todo lleno, ¿qué hacer? Por allí
tienen su casa unos parientes. Van a ver si les quieren
prestar un cuarto, aunque no sea sino para pasar la
noche. Llegan, tocan, salen a recibirlos, pero como los
ven tan pobrecitos les dicen que con mucho gusto les
prestarían un cuarto, pero que ya lo tienen ocupado.
A san José y a la Virgen se les llena el corazón de
94

tristeza, ¡no hay lugar para ellos ni para el Niño Dios


que va a nacer esa noche!
Cuestionario
¿Cómo va la Virgen a Belén?
¿Cómo va san José?
¿Cuántos días tardan en el camino?
¿A dónde van a parar en Belén?
¿Qué hacen san José y la Virgen al no encon­
trar sitio en el hotel?
¿Qué les dicen los parientes a quienes van a
pedirles prestado un cuarto?
¿Por qué sienten tristeza san José y la Virgen?
EXPLICACIÓN: Jesucristo nace en la cueva de
Belén.
¿Qué hacer?… ¿A dónde ir a pasar la noche?…
Ni modo de quedarse en la calle, debajo de un árbol…
La Virgen, viendo tan apurado a san José, lo anima y
le dice: “No te apures, José. Podemos ir a recogernos
a alguna cueva de las que hay por aquí”. “Pero, María,
-dice san José- ¿cómo te voy a llevar a una cueva?…
Con todo, no hay otro remedio. Vamos allá”.
Llegan a la cueva ya de noche. San José se pone
a barrerla y luego prende fuego para que la Virgen se
caliente. La Virgen se pone a rezar en el rinconcito
más abrigado, cerca del pesebre. San José se pone
cerca de la puerta para que no vaya a entrar algún
animal, y también reza. Son ya las doce de la noche.
En aquella media oscuridad, se oye un grito de ale-
95

gría de la Virgen. “¿Qué pasa?”, dice José. La Virgen


le responde: “Ven, el Niño acaba de nacer”. Se acerca
san José y ve en brazos de María, un precioso niño,
desnudito y tiritando de frío. Mientras la Virgen lo
viste, san José echa más leña al fuego, luego se vuelve
a acercar, y se arrodilla delante del Niño. La Virgen lo
pone en sus brazos, mientras ella arregla un poco las
pajas del pesebre para acostarlo. Era la medianoche.
Y desde entonces el 25 de diciembre celebramos el
nacimiento de Jesús.
Cuestionario
¿Qué hace san José al llegar a la cueva de
Belén?
¿Qué hace la Virgen cuando la cueva está
limpia?
A eso de la medianoche la Virgen santísima da
un grito de alegría, ¿por qué da ese grito?
¿Qué hace José cuando la Virgen le dice que
ya nació el Niño Dios?
¿En qué día nació el Niño Dios?
¿De qué año?
EXPLICACIÓN: Los ángeles anuncian el na-
cimiento de Jesús a los pastores de Belén. Los
Reyes Magos llegan a adorar al Niño. Herodes lo
persigue. La Sagrada Familia huye a Egipto.
Apenas acaba de nacer Jesucristo, cuando los
ángeles fueron a decir a unos pastores, que estaban
cuidando sus borregos cerca de Belén, que lo fueran
a adorar. Los pastores se encaminaron inmediata-
96

mente a Belén, y le llevaron algo de lo que tenían,


como regalo.
Algunos meses más tarde llegaron unos Magos
que venían desde muy lejos, guiados por una estrella
que se les apareció en el cielo. También ellos vinieron
a adorar al Niño y ofrecerle sus regalos. Ya para en-
tonces, san José, la Virgen y el Niño no vivían en la
cueva, sino en una casita de Belén.
Pero no todos querían al Niño Dios. Cerca de
Belén, en Jerusalén, vivía un rey muy malo que se
llamaba Herodes. Cuando supo que el Niño Dios había
nacido, le dio mucho coraje y mandó a sus soldados a
Belén, para que lo mataran. Pero como los soldados no
lo conocían, les dijo que entraran a todas las casas y
que mataran a todos los niños menores de dos años,
para que así no se les fuera a escapar el Niño Dios.
Pero antes de que los soldados llegaran a Belén, se
le apareció un ángel a san José y le dijo que se fuera
enseguida con el Niño y con la Virgen a Egipto.
Cuestionario
¿A quiénes se les aparecieron los ángeles para
anunciarles el nacimiento del Niño Dios?
¿Qué hicieron los pastores cuando supieron
que el Niño Dios había nacido en Belén?
¿Cómo se llamaba el rey que quería matar al
Niño Dios?
¿Cómo se escapó el Niño Dios de que lo mata­
ran los soldados?
97

EXPLICACIÓN: A la muerte de Herodes, la Sa­


grada Familia vuelve a Nazaret. Jesucristo aprende
el oficio de carpintero y vive en Nazaret con su
Madre al rededor de 30 años.
Ya hacía algún tiempo que vivía la Sagrada Fami-
lia en Egipto, cuando murió Herodes. Entonces vino
un ángel y le dijo a san José que ya podían volver a
Nazaret.
El Niño Jesús comenzó a aprender en Nazaret el
oficio de carpintero con san José. Cuando murió san
José, Jesús, que ya había crecido mucho, se quedó
al frente del taller para poder ganar con qué vivir y
mantener a su Madre Santísima. Al rededor de 30
años vivió Jesús, en Nazaret, con su Madre Santísima.
Cuestionario
¿Qué le dijo el ángel a san José cuando murió
Herodes?
¿Qué oficio aprendió Jesús en Nazaret?
¿Quién se quedó trabajando en el taller cuando
murió José?
¿Para qué trabajaba Jesús?
¿Cuántos años vivió Jesucristo con su Madre
Santísima en Nazaret?

FORMACIÓN EN LA FE: ¡Qué malos los que no


quisieron recibir en su casa al Niño Dios que iba a
nacer!… Ahora también viene Jesucristo a tocar al
98

corazón de muchos hombres para que lo reciban y,


no lo quieren recibir. Ustedes sí van a recibir a Jesu-
cristo el día de su Primera Comunión. Pero como san
José, que se puso a barrer la cueva para que estuviese
bien limpia, así también ustedes van a ser, todo este
tiempo, muy buenos y muy obedientes para que Jesús
encuentre su corazón muy limpio.
99

LECCIÓN 10
LA VIDA PÚBLICA DE NUESTRO SEÑOR.
PREDICACIÓN Y MILAGROS

TEMA: Cuando Jesucristo nuestro Señor cumple


cerca de 30 años, sale a predicar su doctrina. Para
que los hombres crean que él es verdadero Dios, hace
milagros.

EXPLICACIÓN: Cristo nuestro Señor sale a


predicar.
Había vivido nuestro Señor cerca de 30 años con
su Madre Santísima en Nazaret. Durante este tiempo
se había dedicado al trabajo de carpintería. Con lo que
ganaba, vivía él y mantenía a su Madre Santísima.
Un día le dijo a su Madre que ya se iba a predicar a
los hombres el camino del cielo.
Cuestionario
¿Cuántos años había vivido Cristo nuestro
Señor con su Madre Santísima en Nazaret?
¿A qué se dedicaba durante ese tiempo?
Cuando nuestro Señor cumplió los 30 años,
¿qué le dijo a su Madre Santísima?
¿Qué camino les iba a enseñar a los hombres
Cristo nuestro Señor con su presencia?
100

EXPLICACIÓN: El milagro de Caná.


Se celebraba una boda en el pueblecito de Caná
y mandaron convidar a nuestro Señor, que aceptó
con mucho gusto. Habían también convidado a la
Virgen Santísima. La Virgen se dio cuenta de que ya
se estaba acabando el vino. Entonces le dice a nues-
tro Señor: “Hijo, ya no tienen vino”. Nuestro Señor le
respondió: “Bueno, y ¿a nosotros qué?…” Entonces
la Virgen le dice que los ayude y nuestro Señor dijo
que estaba bien.
Cuestionario
¿A quién convidaron a una boda en Caná?
¿Quién se encontraba ya en las bodas?
¿De qué se dio cuenta la Virgen?
¿Qué le dijo la Virgen a nuestro Señor?
¿Qué le respondió nuestro Señor?
¿Qué hace entonces la Virgen?
¿Qué dice Jesucristo?
EXPLICACIÓN: Nuestro Señor hace un milagro
convirtiendo el agua en vino.
La Virgen Santísima fue y les dijo a los criados
que hicieran lo que nuestro Señor les mandaba. En-
tonces fueron a preguntarle y nuestro Señor les dijo
que llenaran de agua seis barriles que allí estaban.
Cuando los llenaron le fueron a decir a nuestro Señor
que ya estaban llenos. Entonces nuestro Señor manda
a uno de los criados que coja una copa y que se la lleve
al encargado de los vinos. Cuando éste prueba la copa
101

no sabe qué pensar, de lo rico que sabe el vino. Con la


copa en la mano va y le reclama al dueño de la casa,
por sus ocurrencias de mandar sacar aquel vino tan
rico hasta el fin, siendo así que debiera ser el primer
vino que se sirviera en la mesa. El dueño de la casa
dice que no sabe de lo que se trata, pues él no tenía
en su casa otra clase de vino que el que ya habían
servido. Llaman entonces al criado y le preguntan de
dónde sacó aquel vino tan bueno. El criado les cuenta
cómo Jesucristo acaba de hacer el milagro de convertir
el agua en vino, porque Jesucristo es Dios.
Cuestionario
¿Qué les dijo la Virgen Santísima a los criados?
¿Qué les mandó nuestro Señor a los criados?
Cuando ya estaban llenos de agua los barriles,
¿qué dijo nuestro Señor?
¿Por qué pudo nuestro Señor convertir el agua
en vino?
EXPLICACIÓN: Resurrección de Lázaro.
Jesús hizo muchísimos otros milagros, pero uno
de los más extraordinarios fue cuando resucitó a Lá-
zaro. Lázaro era hermano de María y de Marta. Un día
Lázaro se puso muy malo, se murió y lo enterraron.
Cuando llegó nuestro Señor a la casa de Lázaro le
dieron la mala noticia de que Lázaro ya hacía cuatro
días que lo habían enterrado: Entonces dice nuestro
Señor que quiere ir a verlo en el sepulcro. Ya que lle-
garon, mandó Jesucristo que quitaran la piedra del
102

sepulcro para ver a Lázaro, pero Marta le dice que eso


no puede ser, porque ya huele mal.
Cuestionario
¿Cuál fue uno de los milagros más extraordi­
narios de nuestro Señor?
¿Quién era Lázaro?
¿Qué quiere hacer nuestro Señor cuando le
dicen que ya enterraron a Lázaro?
¿Qué manda nuestro Señor cuando llegan al
sepulcro?
¿Por qué no quiere Marta que quiten la piedra
del sepulcro?
EXPLICACIÓN: Jesucristo manda a Lázaro que
resucite.
Jesús dice que de todos modos quiere que qui-
ten la piedra del sepulcro. La quitan, pues, y aparece
muerto Lázaro. Entonces nuestro Señor se adelanta y
le dice: “Lázaro, levántate”. Lázaro primero abrió los
ojos y luego comenzó a moverse: pero como estaba
todo envuelto en una sábana, no podía salir. Entonces
nuestro Señor manda que se la quiten y Lázaro pudo
salir vivo y completamente sano del sepulcro. Nuestro
Señor resucitó a Lázaro porque es Dios.
Cuestionario
¿Cómo aparece Lázaro cuando quitan la piedra
del sepulcro?
¿Qué le manda nuestro Señor a Lázaro?
103

¿Qué hizo Lázaro?


¿Por qué pudo resucitar nuestro Señor a Lá­
zaro?
EXPLICACIÓN: El más grande de los milagros
de Jesucristo fue su propia resurrección.
Resucitar a un muerto es un milagro, pero re-
sucitarse a sí mismo, es un milagro mucho mayor.
¿Se acuerdan de lo que hicieron con el cuerpo de
Jesucristo cuando lo bajaron de la cruz?… Lo fueron
a enterrar en un sepulcro que se hallaba cerca del
Calvario. En cambio, el alma de Jesucristo se había
ido al lugar donde estaban esperándolo las almas de
todos los buenos, para que se las llevara al cielo.
Era el tercer día después de la muerte de nuestro
Señor cuando el alma se volvió a juntar con el cuerpo
y nuestro Señor se levantó resucitado. Con este gran
milagro ya nadie podrá dudar de que Jesucristo es
verdaderamente Dios.
Cuestionario
¿Qué es mayor milagro, resucitar un muerto o
resucitarse a sí mismo?
¿Qué pasó con el cuerpo de Jesucristo cuando
lo bajaron de la cruz?
¿A los cuántos días resucitó Jesucristo?
¿De qué manera resucitó Jesucristo?
¿Por qué se pudo resucitar a sí mismo Jesu­
cristo?
104

FORMACIÓN EN LA FE: ¡Qué poderoso y qué


bueno es nuestro Señor! También en la Misa hace
nuestro Señor un gran milagro. Con una sola frase,
que el sacerdote dice en su nombre, el pan se con-
vierte en el Cuerpo, y el vino en la Sangre de Cristo
nuestro Señor. Este milagro lo va a hacer de nuevo
nuestro Señor, para que ustedes lo puedan recibir en
su corazón el día de su Primera Comunión. ¡Tienen
que ser muy buenos para que nuestro Señor venga
a su corazón y ustedes aprovechen muy bien este
regalo de su amor!
105

LECCIÓN 11
MANDAMIENTOS DE LA LEY DE DIOS

TEMA: Dios grabó su Ley, desde el principio del


mundo, en el corazón de los hombres. Más tarde la
grabó en dos tablas de piedra que entregó a Moisés
para que enseñara a su pueblo a amar con hechos
(obras). Jesucristo, en su predicación, mandó que se
cumpliera la Ley amando a Dios y al prójimo.

EXPLICACIÓN: Dios tiene derecho a mandarnos.


¿Quién creen ustedes que tiene derecho a man-
dar, los hijos o el papá?… ¿El criado o el amo?… ¿El
general o el soldado?… Claro está que el que manda
es el papá, no los hijos; ni manda el criado, sino el
amo; y en el ejército no es el soldado el que manda,
sino el general.
¿Y tendrá Dios derecho a mandarnos a nosotros?
Ya lo creo que sí lo tiene. ¿Se acuerdan ustedes quién
fue el que hizo todas las cosas?… Al principio no ha-
bía ni cielo, ni tierra, ni hombres, ni nada; pero Dios,
que es tan bueno, quiso hacer la tierra, el cielo y los
hombres. El es el dueño de todas las cosas, y, por lo
tanto, él es el que tiene que mandar. A nosotros nos
lo dio todo: él fue el que nos hizo y nos dio un alma
para que lo amemos; nos dio a los animales para que
106

nos sirvan; nos preparó el cielo para que vayamos allá


cuando nos muramos; nos mandó a su Hijo para que
muriera por nosotros clavado en una cruz. ¿Y no va a
tener derecho Dios a mandarnos todo lo que quiera?…
Nosotros lo hemos de obedecer, aunque nos
cueste.
Cuestionario
¿Quién manda en la casa?
¿Quién manda en el trabajo?
¿Quién manda en el ejército?
¿Quién manda a todos los hombres?
¿A quién le dio Dios todas las cosas que hizo?
¿Quién tiene derecho a mandarnos todo lo
que quiera?
¿Qué hemos de hacer nosotros cuando Dios
nos manda algo, aunque cueste?
EXPLICACIÓN: Dios le da a Moisés los manda­
mientos que tenemos que guardar, y para que no
se nos fuera a olvidar lo que Dios nos mandaba,
quiso dejarlo por escrito en dos tablas de piedra.
Ya saben cómo, por orden de Dios, sacó Moisés
al pueblo de Israel de Egipto, donde los israelitas
eran esclavos. Cuando estaban cerca de un monte
que se llama Sinaí, Dios le dijo a Moisés que les iba a
dar su Ley, y que todo el pueblo estuviera preparado
para recibirla.
107

Ese día, por la mañanita, se comenzaron a oír


muchos truenos. El pueblo salió, lleno de miedo, de
sus tiendas de campaña, y vieron todo el monte cu-
bierto de nubes. De entre las nubes salían muchos
relámpagos y truenos que iban siendo cada vez más
fuertes. También se comenzó a oír una trompeta que
tocaba desde el monte, y también tocaba cada vez
más fuerte.
El pueblo estaba espantado, oyendo y viendo
todo aquello. Entonces se oyó la voz de Dios que le
dijo a Moisés que subiera al monte, porque le iba a
dar los mandamientos, para que tuvieran una guía
para amar a Dios y a los demás.
Cuando Moisés subió al monte Sinaí le entregó
Dios dos tablas de piedra en las que estaban escritos
los diez mandamientos que hemos de cumplir todos los
hombres para amar a Dios y a los demás con hechos*.
Cuestionario
¿De dónde sacó Moisés al pueblo de Israel?
¿Qué le dijo Dios a Moisés cuando estaba con
el pueblo cerca del Monte Sinaí?
¿Qué se comenzó a oír el día que Dios le iba a
dar su Ley al pueblo?
¿Qué vieron los israelitas en el monte Sinaí?
¿Qué le dijo Dios a Moisés?

* Se pueden hacer preguntas sobre cuáles son estos mandamientos.


108

¿Cuántos son los mandamientos que Dios es­


cribió en las dos tablas de piedra?
EXPLICACIÓN: Jesucristo nos enseña que para
ir al cielo hay que guardar los mandamientos.
Un día iba Jesucristo con sus apóstoles y con
mucha gente que lo iba siguiendo para oírlo predicar.
En esto se acerca un joven que parecía muy bueno;
se arrodilla delante de nuestro Señor y le dice: “Se-
ñor, ¿qué me aconsejas que haga para salvarme?”
Entonces nuestro Señor le dijo: “Mira, si te quieres
salvar, guarda los mandamientos, porque el que no
los guarda no se puede salvar”.
Cuestionario
¿Qué fue lo que le preguntó a Jesucristo un
joven que se quería salvar?
¿Qué le dice nuestro Señor que ha de hacer si
quiere salvarse?
¿Qué le pasará al que no quiera guardar los
mandamientos?

FORMACIÓN EN LA FE: ¡Ya ven cuántas cosas


buenas les ha dado nuestro Señor, porque los quiere
mucho! Ahora, ustedes se están preparando para
recibir el mayor regalo de nuestro Señor. Van a reci-
bir a Jesucristo en su corazón el día de su Primera
Comunión. Y después de tantos favores, ¡a poco me
va a salir alguno con que no quiere guardar los man-
109

damientos de nuestro Señor!… No, todos ustedes van


a ser siempre buenos y le van a prometer a nuestro
Señor guardar SIEMPRE sus santos mandamientos.
(Se pueden arrodillar un momento y, con los ojitos
cerrados, pedir a nuestro Señor que los ayude a cum-
plir siempre sus mandamientos).
110

LECCIÓN 12
LA IGLESIA Y SUS MANDAMIENTOS

TEMA: Jesucristo, antes de subir a los cielos,


nos dejó una madre, que es la Iglesia, guiada por el
Espíritu Santo. La Iglesia nos da sus mandamientos
en nombre de Jesucristo. La Iglesia está formada por
todos los bautizados que quieren estar bajo el cuidado
del Papa, ayudado por los obispos, los sacerdotes y
los diáconos.

EXPLICACIÓN: Un papá al irse lejos de su casa


a trabajar, deja encargada de la casa a la mamá.
El otro día fui a la casa de unos amigos y me los
encontré llorando. “Pero, ¿qué les pasa?”, les dije.
“¿Qué no sabe usted? -me respondió una de las hi-
jas- mi papá se va a los Estados Unidos a trabajar”.
Y era cierto, ahí estaba el papá con todo listo para
irse a Estados Unidos. Al despedirse les da un abrazo
y les hace sus últimas recomendaciones: “Hijos, les
dice, yo me voy porque necesito ganar dinero para
ustedes y para su mamá, pero ya volveré, y les traeré
de allá cosas muy bonitas. No se van a quedar solos;
aquí está su mamá que se va quedar con ustedes
en mi lugar; obedézcanla y hagan todo lo que ella
les mande”. Los niños le prometieron a su papá que
111

iban a ser muy buenos y obedientes con su mamá.


Entonces el papá ya se fue más tranquilo a trabajar
a los Estados Unidos.
Cuestionario
¿A dónde se iba a trabajar el papá de unos ni­
ños que yo conozco?
¿Qué sentían los niños al ver que su papá se
iba tan lejos?
¿Con quién se iban a quedar los niños cuando
su papá se fuera a los Estados Unidos?
¿Qué les recomendó el papá a sus hijos que
hicieran con su mamá?
¿Cómo le dijeron los niños a su papá que iban
a ser con su mamá?
EXPLICACIÓN: Jesucristo nos deja como Ma­
dre a la Iglesia.
¿Saben ustedes para qué vino Jesucristo al
mundo?… Vino para salvarnos. Pero nuestro Señor
no se había de quedar a predicarnos toda la vida y
por eso escogió a 12 hombres para que fueran sus
Apóstoles; más tarde les encomendó que dijeran Misa
y que confesaran a los hombres para perdonarles sus
pecados, y que bautizaran y que casaran. También
les encargó que escogieran a otros hombres que los
ayudaran, para que fueran obispos y sacerdotes, y que
cuando muriera Pedro, que era el jefe de los Apóstoles,
escogieran a otro en su lugar, para que fuera el Papa,
jefe de todos los católicos.
112

Cuarenta días después de que resucitó Jesús les


dice a sus Apóstoles que junten a los discípulos de
mayor confianza y que vayan al monte de los Olivos.
Cuando ya estaban allí todos juntos, nuestro Señor
les dio su bendición y les dijo que ya iba a subir al
cielo; pero que no se pusieran tristes, porque no los
iba a dejar huérfanos, que les iba a enviar al Espíritu
Santo que los guiara a través de la Iglesia, y les dijo:
“Miren, yo quiero que todos obedezcan a la Iglesia.
Los que hagan lo que ella les mande, es como si me
obedecieran a mí, y me darán con ello mucho gusto,
y yo les daré un premio en la gloria; pero los que no
hagan lo que la Iglesia les mande, me van a dar mucha
tristeza, y cuando se mueran, no podrán ir a la gloria”.
La Iglesia es nuestra madre y por eso nos manda
todo lo que ella sabe que nos conviene. Cinco son los
mandamientos, o mandatos, que nos da la Iglesia,
para ayudarnos a ser mejores cristianos*.
Cuestionario
¿Para qué vino Jesucristo al mundo?
¿A cuántos hombres escogió nuestro Señor
para que fueran sus Apóstoles?
¿Cómo se llamaba el jefe de los Apóstoles?
Nuestro Señor encargó a los Apóstoles que es­
cogieran ayudantes, ¿qué cosa habían de ser estos
ayudantes?

* Se pueden hacer preguntas sobre cuáles son estos mandamientos.


113

¿Qué nombre se le iba a dar al que se escogiera


para jefe, cuando muriera Pedro?
¿A quién dijo nuestro Señor que habíamos de
obedecer?
¿Qué les pasará a los que no obedezcan a la
Iglesia?
¿Cuántos son los mandamientos de la Iglesia?
¿Para qué nos da la Iglesia estos manda-
mientos?
EXPLICACIÓN: Un templo no es la Iglesia ca­
tólica. ¿Qué es la Iglesia?
Ustedes, como buenos cristianos, van todos los
domingos a la Misa que se dice en la iglesia. Pero
esta iglesia no es la que Cristo nos dejó como madre.
No, ésta es una iglesia de piedras, de adobes, es una
iglesia muerta, que no habla, que sólo sirve como de
casa para todos los católicos, para que podamos ir allí
a rezar y a hablar con nuestro Padre Dios.
Pues entonces, ¿cuál es la Iglesia que nos dejó
Cristo, para que sea nuestra Madre, y para que la
obedezcamos en todo lo que nos mande?…
Antes una pregunta: ¿Qué les gusta más, el fút-
bol, o el beisbol?… ¿Saben ustedes lo que es un equipo
de beis­bol?… Son los nueve jugadores que toman
parte en el juego. Y, ¿con sólo el pícher o el cácher,
ya tenemos el equipo?… No, el equipo lo forman los
nueve jugadores. Y, ¿cuántos juegan en el fut?… En
el fut juegan 11, éstos forman el “equipo”. ¿Podrían
114

formar el equipo el capitán solo, o el portero, o las


defensas?… No, el equipo lo forman los 11 jugadores.
Ahora van a comprender bien lo que es Iglesia
que Jesús nos dejó por madre.
En la Iglesia hay fieles, diáconos, sacerdotes,
obispos y Papa. Y ¿quién creen ustedes que forme la
Iglesia?… ¿El Papa solo? ¿los obispos solos?… ¿los
sacerdotes solos?… ¿Los fieles solos?… No, la Igle-
sia la formamos todos juntos. Sólo que así como en
el fut o el beis es el capitán el que da las órdenes y
todos los demás obedecen, así también en la Iglesia
los que mandan son los capitanes, esto es: el Papa y
los obispos. Todos los demás obedecemos como ellos
son obedientes a Cristo.
Cuestionario
¿Para qué sirven las iglesias donde asistimos
a la Misa?
¿Qué es un equipo de beis?
¿Qué es un equipo de fut?
¿Cuántos jugadores se necesitan para formar
un equipo de beis?
¿Cuántos jugadores se necesitan para formar
un equipo de fut?
Además del Papa, ¿qué más hay en la Iglesia?
¿Quiénes somos los que formamos la Iglesia?
¿Quién da las órdenes en el fut y en el beis?
¿Qué hacen los demás jugadores cuando el
capitán manda?
¿Quiénes son los capitanes de la Iglesia?
115

¿Qué hay que hacer cuando los capitanes de


la Iglesia mandan?

FORMACIÓN EN LA FE: Cuando los niños ya


son grandes tienen que obedecer mejor a sus mamás,
porque ya entienden mejor. Los que hacen la Primera
Comunión ya son hijos grandes de la Iglesia, y tienen
que obedecer mejor. El día que ustedes hagan su
Primera Comunión van a prometer a Jesucristo ser
muy obedientes en todo lo que les mande la santa
madre Iglesia.
116

LECCIÓN 13
LOS SACRAMENTOS

TEMA: Antes de subir nuestro Señor a los cielos,


nos da siete regalos, que son los siete sacramentos, y
le encargó a la Iglesia que ella, como madre nuestra,
nos los administrara.

EXPLICACIÓN: El más hermoso de los regalos


que Dios nos hizo es la gracia, o sea la amistad
con él. La gracia se aumenta por medio de los
sacramentos.
¿Se acuerdan ustedes cuál fue el más hermoso
de los regalos que Dios les dio a nuestros primeros
padres cuando los creó?… Fue la gracia. La gracia es
eso que hace que nuestras almas se parezcan a Dios
y que seamos hijos suyos. Pero uno puede parecerse
menos o más a Dios. Los que se parecen más a Dios
son más hermosos que los que se parecen menos. Y,
¿saben quiénes son los que se parecen más a Dios?…
Se parecen más a Dios los que tienen más gracia de
Dios, o sea, los que más aman como Jesús.
Nuestro Señor Jesucristo quería que todos fué-
ramos muy buenos, y que tuviéramos el alma muy
hermosa. Por eso, antes de irse al cielo, nos dejó con
qué hermosear cada vez más nuestras almas. Y, ¿sa-
117

ben ustedes cómo se llama eso que nos dejó nuestro


Señor para que nuestras almas se pongan cada día
más hermosas?… Se llaman los santos sacramentos.
Cuestionario
¿Cuál fue el más hermoso de los regalos que
les dio Dios a nuestros primeros padres?
¿Qué cosa es la gracia?
¿Quiénes son los que se parecen más a Dios?
¿Qué nos dejó Cristo nuestro Señor antes de
irse al cielo, para que nuestras almas se pusieran
cada día más hermosas?
EXPLICACIÓN: El Bautismo quita el pecado
original del alma.
¿Se acuerdan ustedes cuando nacieron?… Su
alma estaba como muerta por el pecado original.
Entonces los llevaron a la iglesia y allí se bautizaron.
El padre les dio el primer regalo de Jesucristo, les dio
el Bautismo. En cuanto cayó el agua del Bautismo
sobre sus cabezas, el pecado original se quitó de su
alma. Al nacer, nuestra alma era feísima por el pecado
original. Cuando recibimos el Bautismo, nuestra alma
se volvió hermosísima con la gracia. El sacramento
que perdona el pecado original se llama “BAUTISMO”.
Si el que recibe el Bautismo es un adulto, se le quitan
también todos sus pecados personales.
Además de perdonar los pecados, el Bautismo
nos incorpora a Cristo muerto y resucitado y nos hace
hijos de Dios y miembros de la Iglesia.
118

Cuestionario
¿Por qué nuestras almas parecen como muer­
tas cuando nacemos?
¿Qué pasó con el pecado original cuando nos
bautizaron?
¿Cómo se volvió nuestra alma cuando recibi­
mos el Bautismo?
¿Cómo se llama el sacramento que quita el
pecado original del alma?
Si el que se bautiza es un adulto, ¿qué otros
pecados, además del pecado original, le perdona el
Bautismo?
Además de quitar los pecados, ¿qué más hace
el Bautismo?
EXPLICACIÓN: La Confirmación, completa la
gracia del Bautismo y nos da fuerza para ser bue­
nos cristianos y defender nuestra fe como buenos
soldados de Cristo.
¿Conocen ustedes a los cadetes de la escuela
militar? Cuando entran a la escuela todavía no son
soldados; más tarde los hacen soldados y les dan sus
armas para que sepan defender a la patria. Cuando
nosotros recibimos el Bautismo, todavía no estába-
mos muy fuertes para defender nuestra fe. Por eso
nos llevan de nuevo a la iglesia y el señor obispo o
un sacerdote que él señala, nos da el segundo regalo
de Jesucristo. Nos da la Confirmación. Ahora sí, ya
somos soldados del ejército de Jesucristo, ya tenemos
armas y fuerzas para saber defender nuestra fe y amar
119

a los demás como Jesús. El sacramento que nos da


fuerzas para ser buenos soldados de Jesucristo se
llama “CONFIRMACION”, porque la Confirmación nos
da el Espíritu Santo.
Cuestionario
¿Qué les dan a los cadetes de la escuela militar
cuando se hacen soldados?
¿Para qué les dan armas a los soldados?
¿Qué regalo nos da el señor obispo, en nombre
de Jesucristo, para hacernos soldados de Cristo?
¿Cómo se llama el sacramento que nos da fuer­
za para ser buenos soldados de Jesucristo?
¿Por qué el sacramento de la Confirmación nos
da fuerza para ser buenos soldados de Jesucristo?
EXPLICACIÓN: La Eucaristía es el alimento
del alma.
¿Han visto ustedes a esos pobrecitos que no
tienen qué comer? ¡Qué flacos y feos se ponen! No
tienen fuerza para nada, ni tampoco les dan ganas
de hacer nada.
¿Saben por qué muchos cristianos no tienen
ganas de hacer cosas buenas?… Es que andan como
muertos de hambre, porque no reciben el alimento
del alma. El tercer regalo que nos dio Jesucristo es
su mismo Cuerpo, para que nos sirva de alimento
del alma. Alimentando muchas veces nuestras almas
con la Comunión estaremos fuertes para hacer cosas
que nos hagan más amigos de Jesús, pues iremos
120

amando a los demás como él los ama. El sacramento


que nos alimenta con el Cuerpo de Jesús se llama
“EUCARISTIA”.
Cuestionario
¿Por qué muchos pobres no tienen fuerzas, ni
ganas de hacer nada?
¿Por qué a muchos cristianos no les dan ganas
de hacer cosas buenas?
¿Cuál es el regalo de Jesucristo que nos sirve
para alimento del alma?
¿Cómo se llama el sacramento que nos alimen­
ta con el Cuerpo de Jesucristo?
EXPLICACIÓN: La Reconciliación o Penitencia
resucita el alma muerta por el pecado mortal.
¿Qué le pasa a uno cuando le pegan un balazo
en el corazón?… Se muere; su cuerpo se pudre y ya
no puede hacer nada de lo que hacía cuando estaba
vivo; y luego lo llevan al panteón para enterrarlo.
¿Saben ustedes qué es lo que arranca la gracia de
Dios de nuestros corazones?… Es el pecado mortal. El
alma que ha hecho un pecado mortal se pone feísima,
y si muere con ese pecado va al infierno.
Si uno quiere que se le perdone el pecado mortal,
necesita arrepentirse sinceramente, prometer no vol-
ver a pecar e ir a confesarse con un sacerdote, y éste
le da el cuarto regalo de Jesucristo, le da el perdón
de sus pecados. Con este perdón vuelve a ser hijo de
Dios, y se le quita lo feo del alma. El sacramento que
121

nos perdona los pecados se llama “RECONCILIACION


O PENITENCIA”.
Cuestionario
¿Cómo se vuelve el cuerpo del que se muere?
¿A dónde llevan al muerto para que lo entie­
rren?
¿Qué es lo que le quita al alma la gracia de
Dios?
¿Cómo se vuelve el alma del que ha hecho un
pecado mortal?
¿A dónde va el alma del que se muere con pe­
cado mortal?
¿Qué le pasa al alma al recibir el perdón de sus
pecados?
¿Cómo se llama el sacramento que nos perdo­
na los pecados?
EXPLICACIÓN: La Unción de los enfermos le
ayuda al enfermo a llevar cristianamente su enfer­
medad, y a prepararlo a morir como buen cristiano
o le devuelve la salud si le conviene.
Cada día mueren miles de hombres en todo el
mundo. ¡Se sienten tan tristes y tan llenos de miedo
porque se van a morir! ¡Hay tantos enfermos graves!…
Entonces va el sacerdote a casa del enfermo y le hace
una crucecita con aceite bendito en la cabeza y en
las manos. Esto le comunica fortaleza y consuelo al
enfermo, que ya no se siente tan triste, ni tiene miedo
de morirse. Muchas veces también se cura. Éste es
el quinto regalo de Jesucristo. El sacramento que da
122

fuerzas y consuela a los enfermos se llama “UNCIÓN


DE LOS ENFERMOS”.
Cuestionario
¿Cómo se sienten muchos de los enfermos
graves?
¿Dónde le pone el sacerdote al enfermo una
cruz con aceite santo?
¿Qué le pasa al enfermo que ha sido ungido por
el sacerdote con el aceite santo?
¿Cómo se llama el sacramento que da fuerzas
y consuela a los enfermos?
EXPLICACIÓN: El Orden sacerdotal hace mi­
nistros de Jesucristo.
¿Qué hubiéramos hecho nosotros si no hubiera
sacerdotes que nos perdonaran los pecados en nom-
bre de Cristo, que celebraran la santa Misa y nos die-
ran la Comunión, que nos consolaran cuando estamos
enfermos?… ¡Qué triste sería la vida sin sacerdotes!…
Pero nuestro Señor es tan bueno que nos quiso dejar
el sexto regalo: nos dio sacerdotes. El sacramento que
hace que un hombre se convierta en sacerdote de
Jesucristo se llama “ORDEN SACERDOTAL”.
Cuestionario
¿Quiénes son los que nos perdonan los peca­
dos en nombre de Cristo?
¿Quiénes celebran la santa Misa?
123

¿Quiénes nos consuelan cuando estamos en­


fermos?
¿Qué sería la vida sin sacerdotes?
¿Cómo se llama el sacramento que hace que un
hombre se convierta en sacerdote de Jesucristo?
EXPLICACIÓN: El Matrimonio da gracia, o sea
fuerza, a los casados para cumplir sus obligaciones.
Cuando un hombre y una mujer se casan, es
para vivir juntos toda la vida, y para que trabajen
mucho para ellos y sus hijos. Por eso los que se van a
casar necesitan que Dios los ayude para cumplir bien
con todas sus obligaciones de casados. Para los que se
van a casar tenemos el séptimo regalo de Jesucristo,
que les hace quererse mucho y tener mucha paciencia
con los hijos que Dios les da. El sacramento que ayuda
a los que se casan para cumplir sus obligaciones de
casados es el “MATRIMONIO”.
Cuestionario
¿Por cuánto tiempo van a vivir juntos los que
se casan?
¿Qué han de hacer los padres por sus hijos?
¿Cómo se llama el sacramento que ayuda a los
que se casan para cumplir bien con sus obligaciones
de casados?
124

FORMACIÓN EN LA FE: Ya ustedes recibieron


un sacramento: el Bautismo, que los hizo hijos de
Dios. Quizá también recibieron el sacramento de la
Confirmación, que los fortalece para luchar como
buenos soldados de Cristo. Pronto recibirán otros dos,
el sacramento de la Reconciliación o Penitencia y el
de la Eucaristía o Comunión. ¡Qué bueno es Dios!…
Si ustedes quieren ser buenos con Dios, le van a
prometer no cometer pecado mortal, con la ayuda de
Jesucristo, nuestro Señor.
125

LECCIÓN 14
LA ORACIÓN

TEMA: Dios nos ha dado lengua para hablar. En


todas partes podemos hablar con Dios. Jesucristo nos
enseña el Padrenuestro para pedirle a Dios todo lo que
necesitamos. Aunque Dios sabe lo que nos hace falta,
quiere que nosotros se lo pidamos, para dárnoslo si
así nos conviene para ir al cielo.

EXPLICACIÓN: Dios ha dado a los niños una


lengua para hablar con sus papás y decirles lo que
quieren.
Todos tenemos una boca, y dentro de la boca una
lengua, ¿saben para qué nos dio Dios esa lengua?…
Y, ¿a quién le hablamos?… A nuestros amigos, a
nuestros maestros, a nuestros papás. ¡Cuántas cosas
no le dice uno a sus papás!: que los quiere mucho,
etcétera. Cuando un niño ve que su mamá se pone
triste porque la hizo enojar, le dice que no lo vuelve
a hacer. Si uno necesita algo, va y se lo dice a sus
papás: “Ya no tengo cuaderno, necesito un lápiz;
quiero para una paleta”. Y los papás oyen lo que sus
hijos les dicen; y unas veces les dan lo que les piden
porque les conviene; y otras veces no les dan nada,
ya que no les conviene.
126

Cuestionario
¿Para qué nos dio Dios la lengua?
¿Qué le dice un niño a su mamá cuando la hizo
enojar?
¿Qué cosas les pide un niño a sus papás?
¿Cuándo le dan los papás al niño lo que éste
les pide?
EXPLICACIÓN: Dios es nuestro Padre y, como
está en todas partes, en todas partes podemos ha­
blar con él.
Y, ¿saben ustedes quién es el Padre de todos?…
Es Dios; que está en todas partes: en la calle, en la
escuela, en la iglesia. Por eso podemos hablar con Dios
en cualquier parte; y él oye todo lo que decimos, y sabe
todo lo que pensamos. A Dios le podemos decir que
lo queremos mucho, le podemos decir que queremos
algo; para que nos lo dé: podemos hablar con Dios,
aunque no lo veamos. Orar, es hablar con Dios.
Cuestionario
¿Quién es el Padre de todos?
¿En qué partes se encuentra Dios?
¿Dónde podemos hablar con Dios?
¿Qué le podemos decir a Dios?
¿Qué cosa es orar?
EXPLICACIÓN: Jesucristo acostumbraba orar
desde que era chiquito. Más tarde les enseña a los
apóstoles el Padrenuestro.
127

Cuando Jesús era pequeño, se hincaba todos


los días antes de acostarse y al levantarse, junto a su
cama. ¿Qué creen ustedes que hacía?… Estaba oran-
do; es decir, estaba hablando con Dios, con su eterno
Padre: Cuando creció nuestro Señor, se iba muchas
veces, por la noche, al campo, y ahí se ponía a hablar
con Dios, con mucho respeto y con mucho cariño. Los
Apóstoles, que lo veían cómo oraba, tuvieron ganas
de orar ellos también, y un día le pidieron que los
enseñara a orar, y él les dijo que oraran diciendo la
oración del Padrenuestro.
Cuestionario
¿Qué hacía Jesús cuando era niño todas las
mañanas al levantarse?
¿Con quién iba a hablar Jesucristo cuando se
iba en la noche al campo?
¿Qué oración les enseñó Jesucristo a sus Após­
toles?
EXPLICACIÓN: Todo lo que podemos pedir a
Dios lo encontramos en el Padrenuestro.
Cuando hablamos con nuestros padres no siem-
pre les pedimos cosas; también les decimos algunas
veces que son muy buenos, que los queremos mucho.
Y cuando hemos hecho algo malo, les decimos que ya
vamos a ser buenos y que nos perdonen. También,
cuando hablamos con Dios, le decimos que él es el
dueño de todas las cosas, que es el Papá de todos, y
por eso le rezamos.
128

Nos dirigimos a Dios diciéndole que él es el Padre


de todos nosotros: “Padre nuestro que estás en el
cielo”. Le decimos que todos lo quieran mucho, lo
conozcan y lo respeten: “santificado sea tu nombre”.
Y que todos pertenezcan a su Iglesia, al Reino de Dios
que él vino a fundar en la tierra: “venga a nosotros
tu reino”. Luego le pedimos que nos ayude para que
todos cumplamos su voluntad: “Hágase tu voluntad
en la tierra como en el cielo”. Le pedimos que nos
dé todo lo que necesitamos para la vida: “danos hoy
nuestro pan de cada día”. Y como muchas veces lo
hemos ofendido, le pedimos que nos perdone: “perdona
nuestras ofensas, como también nosotros perdona­
mos a los que nos ofenden”. Por fin, le pedimos a
Dios que nos libre de las tentaciones y de todos los
males: “no nos dejes caer en la tentación y líbra­
nos del mal”.
Cuestionario
¿Cómo le decimos a Dios que él es el Padre de
todos?
¿Cómo le pedimos a Dios que haga que todos
lo quieran y lo respeten?
¿Cómo le pedimos a Dios que todos pertenez­
can a la Iglesia?
¿Cómo le pedimos a Dios que haga que todos
cumplan lo que él manda?
¿Cómo le pedimos a Dios que nos dé lo que
necesitamos para la vida?
¿Cómo le pedimos a Dios que nos perdone
nuestros pecados?
129

¿Cómo le pedimos a Dios que nos libre de las


tentaciones y de todos los males?
EXPLICACIÓN: Dios ve todo lo que necesitamos
y nos lo quiere dar, pero quiere que se lo pidamos.
Una vez un ciego oyó que venía Jesús por donde
él estaba, y se puso a gritarle con todas sus fuerzas,
hasta que nuestro Señor se le acercó y le preguntó
qué quería. El ciego le dijo: “que quería ver”. Entonces
Jesús le dijo: “bueno, quiero que veas”, y el ciego vio.
Otra vez fue un hombre a decirle a Jesús que
su hijita, que apenas tenía 12 años, estaba muy
mala y que fuera a su casa a curarla. Jesús fue y
se encontró a la niña muerta. Pero como su papá
le había pedido que la curara, nuestro Señor la
resucitó.
Si no le hubieran pedido a nuestro Señor por la
niña, la niña se hubiera quedado muerta.
Si el ciego no le hubiera pedido a Jesús que le
devolviese la vista, se hubiera quedado sin poder ver
toda su vida.
El que quiere alcanzar algo de Dios, tiene que
pedírselo.
Cuestionario
¿Qué hizo el ciego que oyó que Jesús venía por
donde él estaba?
¿Qué le pidió el ciego a Jesús?
¿Qué hizo Jesús con el ciego?
130

¿Qué le fue a pedir a Jesús un hombre que te­


nía a su hijita muy mala?
¿Cómo encontró nuestro Señor a la niña cuan­
do fue a su casa?
¿Por qué resucitó Jesucristo a la niña que se
había muerto?
¿Qué le hubiera pasado a la niña si su papá no
le hubiese pedido a Jesús que la curara?
¿Qué hay que hacer para que Dios nos dé lo
que queremos?
EXPLICACIÓN: Los papás no les dan a sus hijos
sino lo que les conviene. Dios no nos da sino lo
que nos conviene para ir al cielo.
Si un niño chiquito le pide a su madre una na-
vaja muy filosa para partir el pan, la mamá no se la
da, porque el niño se puede cortar. No todo lo que
pedimos a nuestros papás nos lo dan, porque no todo
nos conviene. También, si le pedimos a Dios una cosa
que no nos conviene, no nos la da. Dios nos da todo
lo que nos conviene para ir al cielo.
Cuestionario
¿Qué hace la mamá cuando el niño le pide una
navaja para partir el pan?
¿Por qué la mamá no le da la navaja a su hijito?
¿Por qué muchas veces no nos da Dios lo que
le pedimos?
¿Qué cosas son las que nos da Dios si se las
pedimos?
131

FORMACIÓN EN LA FE: Ahora sí, ya saben cómo


platicar con Dios. Muy pronto van a recibir a Jesús
en su corazón. ¡Qué bonito poder hablar también con
Jesús cuando venga a su corazón!… A un niño bueno
no se le pasa un solo día sin que hable, aunque sea
un ratito, con Dios nuestro Señor.

Nota para la siguiente lección 15: Es impor-


tante explicarle a los niños, de manera que lo entien-
dan, que las expresiones “cielo, infierno, purgatorio”,
no se refieren a un lugar sino a una manera de ser. El
“cielo” es que uno decide estar en amistad con Dios y
los demás para toda la eternidad; el “infierno” es que
uno decide estar sin amistad con Dios y sin comunión
con los demás definitivamente, y el purgatorio es un
encuentro con que Jesús, que purifica, antes del en-
cuentro definitivo con el Padre (cfr. CEC 1023, 1031,
1033, 2794; Spe salvi, 47).
132

LECCIÓN 15
EL PECADO

TEMA: Todos nacemos manchados con el pecado


original. Cuando el niño llega al uso de razón, el de-
monio lo tienta para que desobedezca la ley de Dios. Si
la desobediencia es grande, se hace un pecado mortal;
si es pequeña, el pecado es venial. Consecuencias del
pecado mortal y del pecado venial.

EXPLICACIÓN: Todos, menos la Virgen Santí­


sima, nacimos con el pecado original.
¡Pobrecitos de Adán y Eva!… Ya ven ustedes
cuánto les costó haber desobedecido a Dios. Pero,
también, ¡pobrecitos de nosotros! Porque, cuando
nacemos, traemos el alma tan fea, que si la viéramos
nos moriríamos de susto. Es que, cuando nacemos,
todavía no somos hijos de Dios, porque estamos en
pecado. Sólo la Virgen Santísima, que iba a ser la
Madre de Dios, no nació en pecado. El pecado con
que nacemos se llama “pecado original”, y se quita
con el Bautismo.
Cuestionario
¿Cómo está nuestra alma cuando nacemos?
¿Por qué no somos hijos de Dios cuando na­
cemos?
133

¿Cómo se llama el pecado con que todos na­


cemos?
¿Quién fue la única que no tuvo pecado ori­
ginal?
EXPLICACIÓN: El demonio le pone tentaciones
al niño para que desobedezca a Dios.
¿Han visto ustedes qué malo es el demonio?…
Se mete en el cuerpo de la serpiente para engañar
a Eva y hacerla que desobedezca a Dios. Cuando el
niño está muy chiquito, todavía no sabe lo que hace, y
por eso el demonio no se preocupa de él. Pero cuando
el niño va creciendo y ya sabe lo que es bueno y lo
que es malo, enseguida el demonio se le acerca para
aconsejarle que desobedezca a Dios.
El demonio aconsejó mal a Eva, porque les tenía
mucha envidia a nuestros primeros padres de que
Dios los quisiera tanto… También el demonio acon-
seja mal a los niños, porque les tiene mucha envidia
de que Dios los quiera tanto. Los niños que no son
buenos, hacen lo que el diablo les dice. Los niños que
son buenos, los que quieren mucho a Jesús, no hacen
lo que el diablo les dice.
Cuestionario
¿Por qué aconsejó mal el demonio a Eva para
que desobedeciera a Dios?
¿Por qué aconseja mal el demonio a los niños?
¿Qué hacen los niños malos al oír los consejos
del demonio?
134

¿De quién son amigos los niños malos?


¿Qué hacen los niños buenos al oír los conse­
jos del demonio?
¿De quién son amigos los niños buenos?
EXPLICACIÓN: Desobedecer a Dios, es un pe­
cado que puede ser mortal o venial.
Un día le dice su mamá a un niño: “Vete a traer
sal, que la necesito mucho”. El niño se va corriendo
a la tienda a traer la sal, pero antes de comprarla se
encuentra un amigo que le dice: “¿A dónde vas tan a
la carrera?” –“Voy por sal” –“Bueno, mira, vente a jugar
primero un ratito conmigo”. Y el niño se queda jugando
con su amigo. Mientras, su mamá se desespera en la
casa esperando la sal para la comida. Cuando el niño
llega a su casa, se encuentra enojada a su mamá que
le echa su buena regañada.
Pocos días después le dice su mamá al niño que
vaya a cuidar a su hermanito que está en la cuna y
que no lo vaya a dejar solo para que no se caiga. Al
principio ahí se está el niño cuidando a su hermanito,
pero luego se cansa y se sale a la calle a jugar. Mien-
tras, el hermanito se cae de la cuna y se descalabra.
Su mamá se enoja mucho y le pega, porque la desobe-
deció. ¡Qué feo es desobedecer a la mamá!… Pero es
mucho más feo desobedecer a Dios. Dios le manda a
uno que sea bueno y que no ande contando mentiras,
ni se ande peleando con los demás, ni ande diciendo
groserías, y uno desobedece a Dios y no le hace caso,
y cuenta mentiras, y se pelea, y dice picardías. El niño
135

que desobedece a Dios hace un pecado. Pero si esas


desobediencias fueron chicas, hace un pecado chico,
que se llama pecado venial.
Otras veces Dios le manda a uno que no mate,
y uno mata al otro; manda que no se emborrache y lo
hace, entonces las desobediencias son grandes y
se comete un pecado grande que se llama pecado
mortal.
Cuestionario
¿Cómo son las desobediencias que un niño le
puede hacer a su mamá?
¿Cuándo se disgusta más la mamá, con las
desobediencias grandes o con las chicas?
¿Qué cosa es hacer un pecado?
Si uno desobedece a Dios en cosas grandes,
¿qué pecado hace?
Si uno desobedece a Dios en cosas chicas ¿qué
pecado hace?
¿Cómo se llama el pecado grande?
¿Cómo se llama el pecado chico?
EXPLICACIÓN: La consecuencia del pecado
venial es pasar por el purgatorio, y la consecuencia
del pecado mortal es el infierno. Por eso siempre
hay que arrepentirse de los pecados.
Cuando uno desobedece a Dios hay consecuen-
cias. Si la desobediencia es chica la consecuencia es
chica y si la desobediencia es grande, la consecuencia
o daños es grande.
136

El que hace una desobediencia chica, que es un


pecado venial, tendrá que purificarse en el puerga-
torio. El que hace una desobediencia grande, que es
un pecado mortal, y muere sin un verdadero arre-
pentimiento, se autoexcluye de la amistad con Dios,
esto es el infierno.
Cuestionario
¿Qué hace la mamá cuando uno no la obedece?
¿Cuándo castiga más la mamá, por una des­
obediencia chica, o por una desobediencia grande?
¿Qué hace Dios cuando uno no lo obedece?
¿Cómo se llama la desobediencia chica?
¿Cuál es la consecuencia de la desobediencia
chica?
¿Cómo se llama la desobediencia grande?
¿Cuál es la consecuencia de la desobediencia
grande?

FORMACIÓN EN LA FE: ¿Cuál es la mejor ma-


nera para que un niño que quiere mucho a su mamá
la tenga contenta?… Ser muy obediente con ella.
Ustedes se están preparando para hacer su Primera
Comunión y quieren tener muy contento a nuestro
Señor, porque lo quieren mucho ¿Qué van a hacer
para tener contento a nuestro Señor?
137

LECCIÓN 16
LA CONFESIÓN

TEMA: Una buena confesión. El camino de la


perversión y una mala confesión. La conversión del
pecador. Jesucristo da a los sacerdotes el poder de
perdonar los pecados.

EXPLICACIÓN: La confesión de un niño ino­


cente.
Era un niño de seis años que se preparaba para
hacer su Primera Comunión. ¡Qué bueno era ese niño!
Todos lo querían mucho y le decían “Angelito”. Pero
a pesar de que “Angelito” era tan bueno, de cuando
en cuando hacía algún coraje, algunas veces no se
levantó enseguida de la cama cuando su mamá se lo
mandaba; también, una vez, se había peleado con su
hermanita, porque su hermanita lo había rasguñado.
Se acercaba el día de la Primera Comunión y “An-
gelito” fue a la iglesia para prepararse con los demás
niños. ¡Si lo hubieran visto!… Sí, parecía un verdadero
ángel por su respeto y devoción en la iglesia. Llegado
el momento de confesarse, “Angelito” cerró los ojos
y se puso a pensar. Se le ve ponerse triste, ¿en qué
piensa? Piensa en esos pecados chicos que hizo, y se
pone triste porque sabe que con ellos disgustó a los
138

demás y a Dios, que siempre ha sido tan bueno con


nosotros. Luego se le ve apretar el puño y mover varias
veces la cabeza ¿Qué hace ahora “Angelito”?… Le está
prometiendo a nuestro Señor que se va a portar mejor.
Por fin, le llega a “Angelito” su turno para confe-
sarse; ya rezó el “Yo confieso”. No tiene miedo de decir
sus pecados, porque sabe que no se los va a decir a
un hombre, sino al mismo Dios, a quien representa
el sacerdote: “Ave María purísima”, dice el padre.
–“Sin pecado original concebida”, responde “Angelito”.
–“¿Cuándo te confesaste?” –“Es la primera vez que me
confieso” –“Bueno, dime tus pecados” –“Me acuso,
padre, de que hice algunos corajes; que desobedecí a
mi mamá; que me peleo con mi hermanita. Creo que
es todo, padre”. El padre le da consejos para que sea
cada vez más bueno, y luego le dice: Como penitencia
rezas un Credo. Ahora haz tu acto de contrición”. Al
terminar “Angelito” de hacer su acto de contrición, el
padre le perdona los pecados que “Angelito” acaba de
decir; y allá en el cielo los ángeles se alegran de ver
el alma de “Angelito” más parecida a ellos después
de su confesión.
Cuestionario
¿Cómo le decían a un niño muy bueno que iba
a hacer su Primera Comunión?
¿Por qué este niño parecía un verdadero ángel
cuando estaba en la iglesia?
¿Qué piensa “Angelito” antes de confesarse?
139

¿Por qué se pone triste “Angelito” al pensar


sus pecados?
¿Qué le promete “Angelito” a Jesús cuando se
va a confesar?
¿Por qué “Angelito” no tiene miedo de decir
sus pecados?
¿Por qué se alegran los ángeles en el cielo
cuando “Angelito” recibe el perdón de sus pecados?
EXPLICACIÓN: La maldad de “Angelito” y sus
luchas para confesarse.
“Angelito” fue creciendo; y se fue juntando con
malos amigos y se fue haciendo muy malo, muy malo.
Ya nadie le decía “Angelito”, ahora todos lo llamaban
“Judas”. La mamá de “Judas” sufría mucho de ver
que su niño ya no era bueno, y siempre le andaba
aconsejando que fuera a Misa, que se confesara y
fuera a comulgar. Tanto, tanto le rogó su madre que
al fin el muchacho decidió irse a confesar.
Uno de sus amigos lo ve ir a la iglesia y se pre-
gunta, ¿qué irá a hacer “Judas” en la iglesia?… Se va
detrás de él, y se lo encuentra hincado, pensando en
sus pecados. Está muy pensativo, es que se acuerda
de un pecado y piensa que ese pecado no lo puede
decir porque le da mucha vergüenza. No, mejor no se
confiesa… Ya se iba a levantar para salirse a la calle
cuando ve entrar a su mamá que le pregunta llena
de júbilo: “hijo, ¿ya te vas a confesar?”… Y, “Judas”
se animó a confesarse…
140

Cuestionario
¿Qué le pasó a “Angelito” por juntarse con
malos amigos?
¿Por qué a “Angelito” le comenzaron a decir
“Judas”?
¿Qué piensa “Judas” cuando se acuerda de un
pecado que hizo?
¿Qué iba a hacer “Judas” cuando entró su
mamá en la iglesia?
EXPLICACIÓN: “Judas” hace una mala con­
fesión.
Se acerca “Judas” a confesarse: –“Ave María
Purísima”, le dice el padre. –“Sin pecado original con-
cebida”, responde “Judas”. –“¿Cuándo te confesaste?”
–“Padre, hace tres años”. –“Bueno, dime tus pecados
y no tengas miedo, que yo te los voy a perdonar todos
en nombre de nuestro Señor”. A “Judas” le entran mu-
chas ganas de decir todos sus pecados, pero cuando
ya va a decir aquel que le da más vergüenza, siente
como si le apretaran la garganta; es el diablo que no
quiere que “Judas” haga una buena confesión. Dos
veces más estuvo a punto de decir su pecado y las
dos veces se arrepintió, y no lo dijo. Por fin desespe-
rado le dice al padre: “Padre, no tengo más pecados”.
El padre levanta la mano para perdonarlo. Pero como
“Judas” no ha hecho bien su confesión, se queda
tremendamente inquieto y lleno de miedo. Por haber
callado voluntariamente ese pecado mortal, “Judas”
hizo un sacrilegio.
141

Cuestionario
¿Cuánto tiempo hacía que “Judas” no se con­
fesaba?
¿Qué le dijo el padre a “Judas”, cuando supo
que hacía tres años que no se confesaba?
¿Qué siente “Judas” cuando ya va a decir el
pecado que le da vergüenza?
¿Por qué “Judas” no quedó perdonado cuando
el padre le dio la absolución?
¿Cómo se llama el pecado que hace uno cuan­
do voluntariamente calla en la confesión un pecado
mortal?
EXPLICACIÓN: “Judas” es herido y muere
después de hacer una buena confesión.
Siguieron pasando los años y “Judas” seguía
creciendo y siendo cada vez más malo. Ya había ma-
tado a muchos hombres para robarlos; no salía de las
cantinas. Lo único que le había quedado de bueno era
rezar todas las noches tres Avemarías a la Santísima
Virgen. Un día que “Judas” estaba en la cantina se
enojó con uno de sus amigos; sacan los cuchillos, y,
esta vez le toca a “Judas”; le dan tamaña cuchillada
en el estómago. Viene la Cruz Roja y se lo lleva. Le
hacen las primeras curaciones, pero los médicos ven
que aquello no tiene remedio. “Judas” se va a morir.
Enseguida mandan por el padre, el cual viene a con-
fesar al herido; es un padre muy bueno que quiere
mucho a los pobres pecadores. Se acerca a la cama
142

de “Judas”. “Hijo, le dice, soy el padre, ¿no te quieres


confesar?…” “No, –responde “Judas”– porque soy muy
malo, déjeme; me voy a condenar. ¡Oh, si me hubiera
muerto cuando me decían “Angelito”!”.
El padre no deja al enfermo hasta ya muy tarde,
y cuando se retiró salió con los ojos llenos de lágri-
mas. “Judas” también había llorado al decir todos
sus pecados, y ahora se moría, pero moría dándole
gracias a María Santísima, que le había alcanzado el
perdón de nuestro Señor por las tres Avemarías que
le rezaba todos los días. Allá en el cielo se llenaron
de alegría al ver que “Judas” volvía a ser otra vez el
mismo “Angelito” que el día de su Primera Comunión
les había parecido tan hermoso.
Cuestionario
¿Cómo iba siendo “Judas” a medida que iba
creciendo?
¿Cuáles eran las cosas que hacía “Judas”?
¿Qué devoción le había quedado a “Judas”?
¿Qué le pasó a “Judas” un día que se peleó en
la cantina?
¿Qué dijo “Judas” cuando el padre le dijo que
se confesara?
¿Por qué “Judas” se moría dándole gracias a
la Santísima Virgen?
¿Por qué en el cielo los ángeles se llenaron de
alegría al morir “Judas”?
143

EXPLICACIÓN: Jesucristo dio a los sacerdotes


el poder de perdonar los pecados.
¿Y quién le dio al sacerdote un poder tan grande
para perdonar los pecados, por grandes que sean?…
¿Se acuerdan cuando Jesucristo nuestro Señor re-
sucitó? Por la noche de ese mismo día, los apóstoles
estaban encerrados en el Cenáculo. De repente ven
delante de ellos a Jesús… ¡Estaba tan hermoso!…
Pero como no lo habían visto entrar por la puerta,
pensaron que a lo mejor era un fantasma y se pusie-
ron a temblar. Nuestro Señor les dice que no tengan
miedo, que es él. Y cuando se persuadieron que de
veras era Jesús, se pusieron de rodillas. Entonces
nuestro Señor levantó sus manos al cielo y les dijo a
sus apóstoles: “Reciban el Espíritu Santo; aquellos
a quienes les perdonen sus pecados, les quedarán
perdonados, y a los que no se los perdonen, no les
quedarán perdonados”. Aquí, en este momento nues-
tro Señor dio poder a los apóstoles y a los sacerdotes
para perdonar los pecados.
Cuestionario
¿Qué hizo Jesucristo por la noche del día en
que resucitó?
¿Qué pensaron los apóstoles que era el que se
les aparecía?
¿Qué les dijo nuestro Señor a los apóstoles
para que pudieran perdonar los pecados?
144

¿Quién es el que ha dado poder a los sacerdo­


tes para perdonar los pecados?

FORMACIÓN EN LA FE: ¿Ustedes van a hacer su


Primera Comunión. Acuérdense siempre de “Angelito”
y de “Judas”. Si alguna vez llegan a hacer algún peca-
do mortal y les da mucha vergüenza decírselo al padre,
díganselo de todos modos, pensando que Jesús los
quiere mucho. ¡Antes morir que hacer un sacrilegio!
145

LECCIÓN 17
LA SANTA MISA

TEMA: El pecado de nuestros primeros padres,


nos cerró las puertas del cielo. Cristo vino al mun-
do para morir por nosotros y abrirnos de nuevo las
puertas del cielo. El Santo Sacrificio de la Cruz y el
Santo Sacrifico de la Misa son lo mismo.

EXPLICACIÓN: Por el pecado de Adán se nos


cerraron las puertas de la gloria y sólo Jesucristo,
haciéndose uno de nosotros y siendo obediente
hasta la muerte, podía volver a abrírnoslas.
¿Se acuerdan de quienes hicieron el primer pe-
cado en el mundo?… ¡Sí, nuestros primeros padres le
hicieron más caso al demonio que a Dios!… A pesar
de que Dios los quería tanto, no tuvo más remedio
que castigarlos, como lo había dicho que lo haría si
eran desobedientes. ¡Pobres de Adán y Eva!… ¡Pobres
también de nosotros!
El pecado nos cerró las puertas del cielo. Podía-
mos decir, a nuestra manera, que Dios estaba muy
disgustado de lo que había pasado. No volverían a
abrirse las puertas del cielo hasta que viniera Jesu-
cristo al mundo a decirnos que Dios nos ama y nos
146

perdona y porque nos ama, murió en la cruz para que


seamos perdonados.
Cuestionario
¿Quiénes fueron los que hicieron el primer
pecado en el mundo?
¿Qué tuvo que hacer Dios con nuestros prime­
ros padres, a pesar de que los quería mucho?
¿Cómo quedaron las puertas del cielo por el
pecado de nuestros primeros padres?
¿Hasta cuándo se abrieron de nuevo las puer­
tas del cielo?
EXPLICACIÓN: Jesucristo muere por nosotros
clavado en una cruz. Este sacrificio, por ser Cristo
el que se ofrece en él, se llama “el Santo Sacrificio
de la Cruz”.
Era un Viernes Santo, el primer Viernes Santo
que se celebró en el mundo. Allá, en el monte Calvario
se encuentra un hombre todo cubierto de heridas y
de sangre, es Jesús. Le mandan que se acueste en
la cruz. Un soldado le sujeta fuertemente el brazo, y
otro le clava la mano con un clavo… nuestro Señor
siente como si le arrancaran el brazo, de lo mucho que
le duele. Después le clavan la otra mano y luego los
dos pies. Ya está bien clavado, levantan la cruz y la
amacizan en un agujero que habían abierto en la roca.
¡Pobre de nuestro Señor! ¡El tan bueno y sufriendo
tanto!… Es que nos quiere mucho, y por eso le ofrece
a su Padre Eterno el sacrificio de su vida, para que
147

se nos abran las puertas de la gloria. Este sacrificio,


por ser el mismo Cristo el que se ofrece a su Eterno
Padre, se llama el “Sacrificio de la Cruz”.
Cuestionario
¿En qué día crucificaron a nuestro Señor?
¿Cómo crucificaron a Jesucristo?
¿Qué siente nuestro Señor cuando lo clavan
en la cruz?
¿Para qué ofrece Jesucristo al Eterno Padre el
sacrificio de su vida?
¿Por qué este sacrificio se llama “el Santo Sa­
crificio de la Cruz”?
EXPLICACIÓN: Lo que hubiéramos hecho si
Jesús nos hubiera llamado a presenciar su muerte
en el Calvario.
Si hubiéramos vivido cerquita del Calvario donde
Jesucristo se encontraba clavado en la cruz, y hu-
biéramos oído una campana que llamaba, con toda
seguridad que habríamos salido inmediatamente a
preguntar: “¿Qué hay, ¿a qué están llamando?…” Y
si nos hubieran respondido: “Es Jesús que está
muriendo en la cruz por nosotros y quiere que vaya-
mos al Calvario a acompañarlo”… ¿Qué hubiéramos
hecho?… Y si al oír la campana, algunos niños se
hubieran quedado acostados, porque sentían frío; o
si en lugar de ir al Calvario, se hubieran ido al cine,
¿qué hubiera sentido nuestro Señor al ver que lo
dejaban solo?
148

¿Saben por qué suenan las campanas los do-


mingos durante toda la mañana y en la tarde?… Es
que Jesucristo va a ofrecer de nuevo el Sacrificio
del Calvario por nosotros, y quiere que vayamos a
acompañarlo. Jesús ofreció el sacrificio de su vida por
nosotros, muriendo en la cruz, por eso lo llamamos “el
Santo Sacrificio de la Cruz”. Jesús ofrece de nuevo
el sacrificio de su vida por nosotros en la Santa Misa.
Por eso decimos también el “Santo Sacrificio de la
Misa”. Pero en el Calvario, Jesús pudo sufrir y morir,
porque todavía era mortal. En cambio, en la Misa,
Jesús ya no puede sufrir ni morir, porque ya está
resucitado. Y, ¿qué sentirá nuestro Señor cuando nos
llama a que lo acompañemos en el Santo Sacrifico de
la Misa, y muchos no van porque se quedan acostados
o porque prefieren ir al cine?…
Cuestionario
¿Qué hubieran hecho ustedes si hubieran vi­
vido cerca del Calvario y los hubiera llamado Jesús
para que asistieran a su sacrifico de la cruz?
¿Qué hubiera sentido nuestro Señor si no hu­
bieran querido asistir a su sacrificio en la cruz, por
quedarse acostados o por ir al cine?
¿Por qué suenan las campanas de la iglesia los
domingos?
¿Dónde se ofrece de nuevo el Santo Sacrificio
de la Cruz?
¿Por qué Jesucristo pudo sufrir y morir en el
Calvario?
149

¿Por qué Jesucristo ya no puede sufrir ni morir


en la Misa?
¿Qué sentirá nuestro Señor al ver que muchos
no le hacen caso cuando los llama para que asistan
al Santo Sacrificio de la Misa?
EXPLICACIÓN: El momento más importante
de la pasión de Jesucristo fue su muerte y resu­
rrección. El momento más importante de la Misa
es la Plegaria eucarística y, dentro de ella, la con­
sagración.
¿Saben ustedes cuál fue el momento más impor-
tante de la pasión y resurrección de Jesucristo?… El
momento más importante de la pasión de Jesús fue
cuando murió en la cruz y después resucitó. En la
Misa el momento más importante es la Plegaria eu-
carística y, dentro de ella, la consagración, cuando el
pan se convierte en el cuerpo de Jesucristo y el vino
se convierte en la sangre de Jesucristo. Después el
sacerdote levanta la hostia y el cáliz, para que todo
el mundo pueda verlos, como los judíos levantaron
a Cristo en la cruz, para que todos lo pudieran ver.
Cuestionario
¿Cuál es el momento más importante de la
pasión de Jesucristo?
¿Cuál es el momento más importante de la
Misa?
¿Por qué la consagración es el momento más importante
dentro de la Plegaria eucarística de la Misa?
150

EXPLICACIÓN: Cristo quiere, y nos lo manda


por medio de la Iglesia, que asistamos a Misa los
domingos y días de fiesta.
¿Se gana algo nuestro Señor con nuestra asis-
tencia a la Misa?… Nosotros somos los que ganamos,
porque Cristo se ofrece a su eterno Padre y nos ofrece
también a nosotros junto con El.
Como no hay cosa mejor que le podamos ofrecer a
Dios que a su mismo Hijo, Dios se pone muy contento
cuando se lo ofrecemos en la Misa, y nos perdona lo
malo que hayamos hecho y nos da su ayuda para que
seamos cada vez mejores.
Dios nos da todos los días de la semana para
que los usemos a nuestro gusto, y sólo nos pide que
le demos una hora asistiendo a la Misa.
Y Cristo se siente contento cuando nos ve que
lo estamos acompañando en el sacrificio de la Misa,
que no es otra cosa que la repetición del sacrificio
del Calvario.
Si uno no va a Misa cuando está mandado, le
hace un feo a nuestro Señor, y es como si le dijese:
“yo no quiero acompañarte cuando tú te ofreces por
mí, ni quiero tus bendiciones”.
Cuestionario
¿Se gana algo nuestro Señor con nuestra asis­
tencia a la Misa?
151

¿Qué ganamos nosotros yendo a Misa?


¿Qué es lo que se repite en la Santa Misa?

FORMACIÓN EN LA FE: Jesucristo sintió mucho


consuelo al ver a la Virgen Santísima y a los que la
acompañaban, asistiendo en el Calvario al “Santo Sa-
crificio de la Cruz”. También siente mucho consuelo
Jesucristo al ver a sus hijos asistiendo a la iglesia al
“Santo Sacrificio de la Misa”. Muy pronto van ustedes
a recibir un regalo muy grande de nuestro Señor, van
a recibirlo a él mismo en su corazón. Prométanle que
van a ser de los que siempre le dan gusto, asistiendo
en los domingos y días de fiesta al “Santo Sacrificio
de la Misa”.
152

LECCIÓN 18
LA COMUNIÓN

TEMA: Promesa de la Eucaristía y su cumpli-


miento en la Última Cena. La Primera Comunión de
los niños y modo de preparar su alma. La Primera
Comunión de Estanislao, sus promesas y su muerte.

EXPLICACIÓN: Promesa de la Eucaristía.


Ya hacía tiempo que Jesucristo les había prome-
tido a los apóstoles que un día les iba a hacer el regalo
más grande de su vida; les iba a dar a comer su propio
cuerpo y a beber su propia sangre. Los apóstoles no
entendieron bien lo que nuestro Señor les quiso dar
a entender con aquello, pero sentían muchas ganas
de que pronto les cumpliera lo prometido; sólo que
nadie se atrevía a preguntarle a nuestro Señor cuán-
do les iba a dar su cuerpo como comida y su sangre
como bebida.
Cuestionario
¿Qué les había prometido Jesucristo a los
Apóstoles que les iba a dar como comida y como
bebida?
EXPLICACIÓN: Jesucristo cumple su promesa
de la Eucaristía en la Última Cena.
153

Llegó por fin el día en que Cristo nuestro Señor


celebró la Última Cena con sus Apóstoles. Después
de lavarles los pies, Jesús se puso muy serio y les di-
jo: “¿Se acuerdan lo que les prometí un día, que les
iba a dar mi cuerpo como comida y mi sangre como
bebida?… Pues bien, hoy ha llegado el momento de
cumplirles la promesa”. Entonces nuestro Señor tomó
un pan de los que estaban en la mesa, y bendiciendo a
Dios, su Padre, y dándole gracias, dijo estas palabras:
“Esto es mi cuerpo”. Después tomó la copa, la llenó de
vino, y dando de nuevo gracias a Dios y bendiciéndolo,
dijo estas palabras: “Esto es mi sangre”.
¿Se acuerdan ustedes de lo que pasó con el agua
cuando Cristo nuestro Señor asistió a las bodas de
Caná?… Convirtió el agua en vino, porque como Cristo
es Dios, podía hacer todo lo que quería. Así también
ahora convirtió el pan en su Cuerpo y el vino en su
Sangre, porque como él es Dios hace todo lo que quiere
para nuestro propio bien.
Los Apóstoles nada más miraban a nuestro Señor
llenos de sorpresa; luego vieron que tomaba aquel
pan, lo partía en varios pedazos, y se lo iba a dar a
cada uno de ellos. Todos iban a recibir su Primera
Comunión.
Cuestionario
¿Cuándo cumplió Jesucristo la promesa de
darnos su cuerpo como comida y su sangre como
bebida?
154

¿Qué palabras dijo nuestro Señor para conver­


tir el pan en su Cuerpo?
¿Qué palabras dijo nuestro Señor para conver­
tir el vino en su Sangre?
¿Por qué Jesucristo pudo convertir el agua en
vino, en las bodas de Caná?
¿Por qué Jesucristo puede convertir el pan en
su Cuerpo y el vino en su Sangre?
¿Quiénes fueron los primeros que hicieron su
Primera Comunión?
EXPLICACIÓN: Jesucristo hace sacerdotes a
sus Apóstoles y les encarga que ellos también ha­
gan otros sacerdotes, y les da poder para convertir
el pan en su Cuerpo y el vino en su Sangre.
Jesús quiere quedarse, no sólo para que los
Apóstoles lo reciban. También pensó en nosotros,
también quiso que nosotros lo recibiéramos en nues-
tro corazón. ¿Y cómo se las va a arreglar nuestro
Señor, si ya se tiene que ir al cielo?… Pues, sencilla-
mente, Va a hacer sacerdotes a los Apóstoles, y les va
a encargar que ellos también hagan otros sacerdotes,
para que tengan los mismos poderes que ellos. Luego
les da la autoridad para que hagan lo mismo que él
acaba de hacer: convertir el pan en su Cuerpo y el
vino en su Sangre.
Cuando el sacerdote celebra la Misa pone sobre
el altar una hostia grande y unas hostias chicas. La
hostia grande es para él y las chicas, para los fieles.
155

Pero en estas hostias no hay sino puro pan de hari-


na. Entonces, en la mitad de la Misa, a la hora de la
consagración, el sacerdote dice: “Esto es mi cuerpo”
y se hace el milagro. Aquello que era pan se convierte
en el cuerpo de Jesucristo.
Cuestionario
¿Qué hace nuestro Señor con los Apóstoles
para que también ellos conviertan el pan en el
cuerpo de Cristo?
¿Qué les encarga nuestro Señor a los Apóstoles
para que siempre haya quien pueda convertir el pan
en el Cuerpo de Cristo?
¿Qué hay en la hostia antes de la consagra­
ción?
¿Qué hay en el cáliz antes de la consagración?
¿Qué pasa con el pan cuando el sacerdote dice,
en nombre de Cristo: “Esto es mi Cuerpo”?
¿Qué pasa con el vino cuando el sacerdote
dice: “Esto es mi Sangre”?
EXPLICACIÓN: La Primera Comunión de los
niños.
Dentro de poco irán ustedes a la iglesia para ha-
cer su Primera Comunión. El sacerdote toma la hostia,
da gracias a Dios y luego la consagra, repitiendo las
palabras de Jesucristo: “Esto es mi Cuerpo”, y el pan
se convierte en el Cuerpo de Jesucristo. Después toma
el sacerdote la copa con el vino, da gracias a Dios y
dice estas palabras: “Esto es mi Sangre” y el vino
156

se transforma en la Sangre de Jesucristo. Algunos


momentos más tarde ustedes se acercarán a recibir
a Jesucristo por primera vez en su corazón como los
apóstoles. El sacerdote le dice al que va a comulgar:
“El Cuerpo de Cristo”. Con esto quiere decir “esto
que tengo aquí es el Cuerpo de Jesucristo”. Y el niño
responde: Amén, con lo que quiere decir: “así lo creo”.
Cuestionario
¿Qué palabras dice el sacerdote para consagrar
la hostia?
¿Qué palabras dice el sacerdote para consagrar
el vino?
¿Qué pasa con el pan cuando el sacerdote dice
“esto es mi cuerpo”?
¿Qué pasa con el vino del cáliz cuando el sa­
cerdote dice: “esto es mi sangre”?
EXPLICACIÓN: Cómo prepararse para la Pri­
mera Comunión.
Había una vez un niño llamado Estanislao, que
se estaba preparando para hacer la Primera Comu-
nión. Ya que se acercaba el día, se acordó que sería
bueno llevarle a Jesucristo algún regalo. Pero, ¿qué
podía darle que le gustara? Su catequista les dice un
día que hay que preparar un regalo para ofrecérselo
a nuestro Señor el día de su Primera Comunión. A
Estanislao le dio mucho gusto oír aquello y pensó
cómo podría preparar su regalo. “El mejor regalo,
les dijo la catequista, es preparar bien su corazón”.
157

Y fue indicando muchas cosas que podían hacer y


ofrecer a Jesús. Estanislao pensó que sería fácil para
él prepararse para que el Señor encontrara su alma
muy hermosa, y desde ese día procuró hacer muchas
cosas buenas. La víspera de su Primera Comunión se
fue a confesar para estar limpio de alma y de cuerpo.
Cuestionario
¿Qué pensó Estanislao que sería bueno llevarle
a Jesús el día de su Primera Comunión?
¿Cuál será el mejor regalo que uno le puede
ofrecer a Jesús para el día de su Primera Comu­
nión?
¿Cuál es el regalo que más le gusta a Jesús?
¿Qué hace Estanislao un día antes de su Pri­
mera Comunión, para estar limpio de alma y de
cuerpo?

EXPLICACIÓN: La Primera Comunión de Es­


tanislao.
Llegó por fin el día de la Primera Comunión. En
la noche despierta varias veces pensando que ya es
hora… Por fin llega la hora de levantarse, se pone su
vestido blanco; y acompañado de sus papás y de sus
hermanos se va a la iglesia.
Al llegar la hora de la Comunión, el sacerdote
toma en sus manos una hostia. Con la hostia levan-
tada el sacerdote dice: “Éste es el Cordero de Dios,
que quita el pecado del mundo”. Entonces todos
los que van a comulgar dicen una vez: “Señor, no soy
158

digno de que entres en mi casa, pero una palabra tuya


bastará para sanarme”. Con la hostia levantada se
acerca el sacerdote a Estanislao y le dice: “El Cuer-
po de Cristo”, con lo que quiere decir “Lo que ahora
recibes es el Cuerpo de Cristo”, Estanislao responde:
“Amén”, con lo que quiere decir: “Así lo creo”.
Estanislao levanta la cara, saca un poco la len-
gua, y cuando siente que ya está allí la hostia, la come.
Jesús ha llegado a su corazón.
Estanislao se siente el niño más feliz del mundo
en estos momentos. Cierra los ojos y habla con Jesús;
le dice que lo quiere mucho, que no le permita pecar
gravemente. Luego le pide por sus papás, por sus
hermanitos, por sus catequistas y por otras muchas
cosas que él ya había pensado. Después se pone a
rezar para darle gracias a Jesús por haber venido
a su corazón.
Cuestionario
¿Cuáles son las palabras que el sacerdote dice
cuando va a dar la Comunión?
¿Qué le responde el que va a comulgar?
¿Qué le dice Estanislao a nuestro Señor, ya que
lo tiene en su corazón?
¿Por quiénes pide Estanislao?
¿Cuándo le da gracias Estanislao a nuestro
Señor por haber venido a su corazón?
EXPLICACIÓN: Estanislao le cumple a nuestro
Señor la promesa que le hizo el día de su Primera
Comunión, de no ofenderlo gravemente.
159

Estanislao, el día de su Primera Comunión, le ha-


bía prometido a nuestro Señor que seguiría comulgando
y que iba a ser cada día más bueno, y le había pedido
que cuando se muriera, lo llevara al cielo. Estanislao
cumplió su promesa: siguió comulgando muchas
veces, y cada día se le veía más bueno.

FORMACIÓN SOBRENATURAL: ¡Qué felicidad!…


Ya van a poder recibir a Jesús en su corazón. ¿Ven,
qué bueno es nuestro Señor?… El quiere que ustedes
lo reciban, pero no sólo el día de su Primera Comu-
nión, sino muchas veces durante su vida. Prométanle
a nuestro Señor que no lo van a olvidar y que van a
comulgar siempre que puedan.
Índice

Prólogo.................................................................. 3
I. La creación................................................................ 11
II. Dios.......................................................................... 15
III. Caída del hombre –Castigo– Promesa del Redentor.. 18
IV. Jesucristo, el Redentor prometido............................ 23
V. Sacramentos............................................................. 28
VI. Los mandamientos de Dios y de la Iglesia................ 31
VII. La oración.............................................................. 36
VIII. El pecado.............................................................. 38
IX. Reconciliación o Penitencia...................................... 42
X. La Eucaristía............................................................ 48
Explicaciones catequísticas..................................... 55
1. La creación del mundo.............................................. 58
2. Creación de Adán y Eva............................................ 63
3. Dios.......................................................................... 67
4. La Santísima Trinidad.............................................. 71
5. Tentación y caída...................................................... 74
6. Creación de los ángeles............................................. 79
7. Caída de Adán y Eva. Promesa del Salvador.............. 84
8. La Anunciación......................................................... 88
9. Nacimiento y vida oculta de Jesucristo...................... 92
10. La vida pública de nuestro Señor.
Predicación y milagros............................................ 99
11. Mandamientos de la ley de Dios............................ 105
12. La Iglesia y sus mandamientos............................. 110
13. Los sacramentos................................................... 116
14. La oración............................................................. 125
15. El pecado.............................................................. 132
16. La confesión......................................................... 137
17. La santa Misa....................................................... 145
18. La Comunión........................................................ 152

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