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126 Nihilismo emocional y ontología crítica del delito: matrices de olvido y tortura

Rancière, J. (2008). Malaise dans Sassen, S. (2016). Incompletud y la


l’esthétique, y Le spectateur émanci- posibilidad de hacer ¿Hacia una ciu-
pé, París, La Fabrique. dadanía desnacionalizada? Revista La dialéctica del amo y el esclavo
Mexicana de Ciencias Políticas y So- The dialectic of love and slave
Rorty, R. (1995). “Derechos humanos ciales. Universidad Nacional Autó-
racionalidad y sentimentalismo”. To- noma de México Nueva Época, Año Cristóbal Arteta Ripoll1
mado de The Yale Review, volúmen LXI, núm. 226 ⎥ enero-abril de 2016 Universidad del Atlántico
81, número 4, octubre de 1993, p. ⎥ pp. 107-140.
DOI: http://dx.doi.org/10.15648/am.30.2017.11
1-20. Traducción: Anthony Sampson.
Publicado originalmente en Praxis Touraine, A. (2003). Del sistema al
Filosófica Ética y Política, número 5 actor. Revista colombiana de sociolo- RESUMEN
de octubre de 1995. Departamento de gía, n. 20.
Filosofía, Universidad del Valle, Cali. La Fenomenología del Espíritu ha sido blanco de muchas controversias: desde quienes opinan que
es la obra por excelencia de Hegel hasta quienes afirman que es una obra confusa. En la primera
Zaffaroni, E. (1990). En busca de las
línea está la respetada opinión de Marx, quien sentía una profunda admiración por ese libro y lo
Rusche, G. & Kirchheimer, O. (2004). penas perdidas. Bogotá: Editorial Te- llamaba “el verdadero lugar de nacimiento y secreto de la filosofía Hegeliana. En la segunda línea
Pena y estructura social. Bogotá: Te- mis está Kaufmann para quien la fenomenología, es una obra incongruente.
mis. Hegel, por su parte, en los últimos años de su vida, calificaba al libro como un viaje de descubri-
miento y en el mismo prólogo insinúa que es la Odisea del espíritu universal.

Palabras clave: Hegel, Fenomenología, conciencia, autoconciencia, certeza, totalidad.

ABSTRACT

The Phenomenology of the Spirit has been the target of many controversies: from those who think
that it is the work par excellence of Hegel to whom they affirm that it is a hard-to-understand work.
The first approach is the respected opinion of Marx, who felt a deep admiration for that book and
called it “the true birthplace and secret of Hegelian philosophy”. The second approach is Kaufmann
for whom phenomenology is an incongruous work.
Hegel, meanwhile, in the last years of his life, described the book as a journey of discovery and in
the same prologue implies that it is the Odyssey of the universal spirit.

Key words: Hegel, Phenomenology, consciousness, self-consciousness, certainty, totality.

Recibido: Diciembre de 2016 - febrero 2017 Aceptado: Marzo de 2017 - mayo 2017

1. DATOS AUTOR

Revista Amauta • Universidad del Atlántico • Barranquilla (Col.) • ISSN 1794-5658 • No. 30 • Jul-Dic 2017 • 109-126 Revista Amauta • Universidad del Atlántico • Barranquilla (Col.) • ISSN 1794-5658 • No. 30 • Jul-Dic 2017 • 127-134
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Este tema lo aborda Hegel en el capí- ma. Es un movimiento contradictorio El cuarto momento, como modo de renciado, pero al mismo tiempo la
tulo IV de la Fenomenología del Espí- como ser en sí y ser para otro. saber alejado de la sensibilidad y la unidad de sí misma con esta dife-
ritu que trata sobre la autoconciencia. percepción es la entrada en el mundo rencia. Tiene no solo no sólo el
Esta parte consta de dos subpartes: la En palabras de Hegel si “llamamos suprasensible, como realidad interior modo de la certeza sensible y de la
primera, independencia y dependen- concepto al movimiento del saber captada por la conciencia. De esta ma- percepción, sino que es ser refle-
cia de la autoconciencia; señorío y y objeto al saber, pero como unidad nera, la conciencia se toma así misma jado en sí mismo, y el objeto de la
servidumbre, y, la segunda, la libertad quieta o como yo, vemos que, no so- como el objeto y fuente de verdad del apetencia inmediata es algo vivo”
de la autoconciencia; el estoicismo, el lamente para nosotros, sino para el conocer. No es el objeto en sí mismo, (Hegel , 1982, p. 108).
escepticismo y la conciencia degrada- saber mismo, el objeto corresponde si no el reflejo e imagen interior de
da. al concepto. O bien, si, de otro modo, la conciencia, es decir, el fenómeno. …La autoconciencia, que es sim-
llamamos concepto a lo que el obje- Antes solo tenía certeza, porque sa- plemente para sí y que “marca de
Dice Walter Kaufmann, estudioso del to es en sí y objeto a lo que es como ben que fuera de mí algo existía, la un modo inmediato su objeto con
pensamiento hegeliano que “la me- objeto o para otro, vemos que es lo “cosa es”, pero cuando la conciencia el carácter de lo negativo o es ante
jor parte de la Fenomenología es el mismo el ser en sí y el ser para otro, se toma como objeto a sí misma, es todo apetencia, será más bien la
prólogo, con mucha diferencia; tras pues el en sí es la conciencia; pero es decir, como auto conciencia, aparece que pase por la experiencia de la
él lo más interesante es la parte IV, también aquello para lo que es otro la verdad porque lo que quiere cono- independencia de dicho objeto”
sobre la autoconciencia… en la que (el en sí) (Hegel , 1982, p. 107). cer como fenómeno y lo que conoce (Hegel , 1982, p. 109).
se encuentra la sentencia: “La au- la conciencia son lo mismo.
toconciencia logra satisfacerse solo En el segundo momento el mundo …”la autoconciencia sólo está
exterior se descubre como diversas
en otra autoconciencia.” (Kaufman, La autoconciencia, es el proceso me- cierta de sí misma mediante la su-
cualidades captadas por la percep-
1982, p. 147) diante el cual la conciencia se toma peración de este otro, que aparece
ción de la conciencia. Es un proceso
así misma, como objeto para obtener ante ella como vida independien-
de unidad contradictoria y de crisis
Para entender el texto, con alguna el saber de ella. te; es una apetencia. Cierta de la
porque la conciencia entra en la fase
claridad, es necesario tener en cuenta nulidad de este otro, pone para sí
del entendimiento apresado errores en
que el propósito del libro es describir El objeto en sí mismo, más allá de su esta nulidad como su verdad, an-
la concepción de lo que es el objeto,
en abstracto, el desarrollo de la con- propia acción deja de ser útil para ob- iquila el objeto independiente y se
pues al comienzo lo entiende como
ciencia en el proceso de conocer la tener la verdad. A la autoconciencia le da con ello la certeza de sí misma
unidad simple pero luego, con el per-
realidad y conocerse a sí misma, con cibir lo toma como diversidad, queda como camino el refugiarse en como verdadera certeza, como una
pretensiones de verdad, certeza, pro- sí misma, porque sabe que no puede certeza que ha devenido para ella
cesualidad y totalidad. En el tercer momento, el del enten- captar la cosa en sí. Esta inclinación misma de modo objetivo (Hegel ,
dimiento, supera las contradicciones de la conciencia a prescindir de lo ex- 1982, p. 111).
El primer momento de ese proceso es que quería hallar en la cosa y las fun- terior y a refugiarse en sí “en sí”, es la
la llamada “certeza sensible”, en el de en una unidad superada en la pro- apetencia de la conciencia. …“La apetencia y la certeza de sí
cual la conciencia sabe que hay algo pia conciencia. En esta superación misma alcanzada en su satisfac-
más allá de sí misma enfrentada a ella aparece el concepto como verdad de La autoconciencia como tal es ción se hallan condicionadas por el
como algo ajeno y que le permite, la conciencia. Fruto de la construc- objeto, ya que la satisfacción se ha
además, saber que ella misma existe. ción conceptual aparece no la cosa “la reflexión, que desde el ser del obtenido mediante la superación
Para Hegel lo verdadero está precedi- real y material externa, sino, la ima- mundo sensible y percibido, es de este otro; para que esta super-
do de modos de certeza que son para gen como fenómeno o como sombra esencialmente el retorno desde el ación sea, tiene que ser este otro.
la conciencia algo distinto de sí mis- de la cosa en sí. ser otro”… Es un momento dife- Por tanto, la autoconciencia no

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puede superar al objeto mediante …Este movimiento de la autoc- mismo, es decir la soledad como se- en la medida en que existe en sí y para
su actitud negativa ante él; lejos de onciencia en su relación con otra guridad de la independencia; la otra, sí para otra conciencia. Ese reconoci-
ello, lo reproduce así, como repro- autoconciencia se representa, em- es decir, la autoconciencia servil no se miento de cada una para sí y la una
duce la apetencia. Es, en realidad, pero, de este modo, como el hacer anima a hacer desaparecer del mun- para la otra, es una relación de lucha
otro que la autoconciencia, la es- de la una; pero este hacer de la una do de las cosas externas, en forma ta- por la vida o la muerte. Y el riesgo de
encia de la apetencia; y gracias a tiene él mismo la doble signifi- jante, prefiere modificar, conservar y la vida es el hecho probatorio de que
esta experiencia ha devenido para cación de ser tanto su hacer como transformar lo que sea necesario en el la autoconciencia no es otra cosa que
ella misma esta verdad” (Hegel , el hacer de la otra; pues la otra es mundo de las cosas mediante su tra- puro ser- para-sí. Aunque no se ha ido
1982, p. 112). igualmente independiente, encer- bajo. hasta el final en el riesgo de la vida:
rada en sí misma y no hay en ella vencer o morir, porque el siervo ha
Esta doble inclinación, refugiarse y nada que no sea por ella misma” Aal luchar ya no por la destrucción aceptado la vida elegida por otro y su
prescindir, no deja tranquila a la con- (Hegel , 1982, p. 113-114). sino por el reconocimiento, la auto- dependencia de ese otro, es decir, ha
ciencia que quiere, de alguna manera, conciencia señorial entiende que la preferido la servidumbre a la muerte.
tranquila a la conciencia que quiere, Cada autoconciencia ve a la otra ha- seguridad de su libertad se da en la El siervo reconoce al señor en su dig-
de alguna manera, conservar lo exte- cer lo mismo que ella hace; cada una medida de la existencia de quien la nidad y realidad humana y se compor-
rior sin apartarse totalmente de él. hace lo que exige de la otra y, por tan- reconozca como completamente inde- ta en consecuencia.
to, sólo hace lo que hace en cuanto pendiente (la autoconciencia servil).
Pero en ese refugiarse en sí y prescin- la otra hace lo mismo; no es el hacer Pero al mismo tiempo la autoconcien- Al enfrentarse el orgullo de una au-
dir de lo otro, aparece otra autocon- unilateral sería, pues lo que ha de su- cia señorial, en la lucha por el recono- toconciencia con el orgullo de otra
ciencia con las mismas pretensiones, ceder sólo puede lograrse por la ac- cimiento, descubre que es completa- deciden destruirse para aumentar la
comportándose para otra como lo ción de ambas. mente dependiente de la servil y que propia seguridad de sí misma. La una
otro, como lo ajeno y externo de sí.. debe reconocer su libertad para garan- pretende matar a la otra, al tiempo que
Aparece, entonces, la lucha destruc- tizarse la suya. arriesga su propia vida. Es una lucha
…”La autoconciencia es en y para tiva, pues ninguna puede llegar a la donde al final el vencido prefiere la
sí en cuanto que y porque es en sí verdad de sí misma sin la eliminación La autoconciencia señorial al quedar servidumbre a la muerte.
y para sí para otra autoconciencia; de la otra. En esta lucha por la liber- dependiente de la autoconciencia ser-
es decir, sólo es en cuanto se la tad se pone riesgo la vida y aparece vil, pierde su condición y de señorial …Más tarde vendrá para la con-
reconoce”. la paradoja de que es preferible dejar pasa a servil; al tiempo que la servil ciencia la experiencia de lo que el
vivo lo que se pretende eliminar. Así pasa a señorial. espíritu es, esta sustancia absoluta
…Para la autoconciencia hay otra de esta manera, la lucha por la elimi- que, en la perfecta libertad e inde-
autoconciencia; está se presenta nación se frena pero no desaparece la En este movimiento dialéctico de pendencia de su contraposición, es
fuera de sí. Hay en esto una doble inclinación por el enfrentamiento. circulación e inversión la necesidad decir, de distintas conciencias de
significación; en primer lugar, la servil le quieta la independencia a la sí que son para sí, es la unidad de
autoconciencia se ha perdido a sí La lucha de las autoconciencias im- señorial. El señor ya no puede pres- las misma: el yo es el nosotros y el
misma, pues se encuentra como plica el reconocimiento del rival, (au- cindir del siervo, pues este ha pasado nosotros el yo. La conciencia sólo
otra esencia; en segundo lugar, con toconciencia servil) como garantía a ser esencialmente una necesidad. tiene en la autoconciencia, como
ello ha superado a lo otro, pues no para lograr la tan anhelada libertad de el concepto del espíritu el punto
ve tampoco a lo otro como esen- la autoconciencia señorial. Mientras Es en esa lucha por el deseo de reco- de viraje a partir del cual se aparta
cia, sino que se ve a sí misma en ésta prefiere la abolición del mundo nocimiento del otro en que la auto- de la apariencia coloreada del más
lo otro. de las cosas, la pura relación consigo conciencia existe en sí y para sí solo acá sensible y de la noche vacía

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del más allá suprasensible, para El apartado B está dedicado al estoi- que es válido en la relación señorío y contradictoria. (Hegel , 1982, p.
marchar hacia el día espiritual del cismo, el escepticismo y la conciencia servidumbre. 127-128).
presente” (Hegel , 1982, p. 113). degradada. Para Hegel el estoicismo
es la actitud del siervo que pese a su …”la autoconciencia escéptica El desdoblamiento en sí mismo de
Se podría decir que el espíritu es el condición se siente independiente y experimenta en la mutaciones de la autoconciencia es esencial para el
instrumento ideal y vida o la muerte apoyado en sí mismo. Opinan algu- todo cuanto trata de consolidarse concepto del espíritu. Esta conciencia
el camino de las dos autoconciencias nos sociólogos que el estoicismo solo para ella su propia libertad como de sí como ser desdoblado que solo
para elevar la certeza de sí misma de podrá aparecer como forma general una libertad que ella misma se se contradice es contradice es la con-
ser para sí a la verdad. Es el método del espíritu universal en una época de ha dado y mantenido; la autocon- ciencia desgraciada. Hegel queda ab-
de comprobación de su existencia. miedo y servidumbre. ciencia escéptica es para sí esta sorbido por las alusiones a los rasgos
Pero la comprobación por medio de ataraxia del pensamiento que se específicos de la mentalidad cristiana
la muerte supera la verdad que de ella …”En el pensamiento yo soy libre, piensa a sí mismo, la inmutable medieval que según la ve él- ejempli-
debiera surgir y la certeza de sí misma porque no soy en otro, sino que y verdadera certeza de sí misma” fica la conciencia desgraciada.
en general, pues permanezco sencillamente en mí (Hegel , 1982, p. 126).
mismo, y el objeto que es para mí Para Kaufmann “La oscuridad de
la esencia es, en unidad indivisa, El estoicismo niega la realidad niega la exposición en el análisis del amo
“omo la vida es la posición natural
mi ser para mí; y mi movimiento la realidad y consistencia del mundo y el esclavo, del estoicismo y el es-
de la conciencia, la independen-
en conceptos es un movimiento en real como el hecho de ser un esclavo. cepticismo no se debe a concisión sin
cia sin la negatividad absoluta, la
mí mismo.” (Hegel , 1982, p. 121) Con respecto a esto el escepticismo exclusión de cuanto no sea un punto
muerte es la negación natural de la
es serio: al dudar de la existencia de esencial, sino al hecho de que un ex-
misma conciencia, la negación sin
…”Como es sabido, esta libertad “grilletes y tronos”, logra la perfecta ceso de góticos pormenores suelen
la independencia y que, por tanto,
de la autoconciencia, al surgir en imperturbabilidad y paz mental. ocultar la estructura del razonamien-
permanece sin la significación
la historia del espíritu como su to” (Kaufman , 1982, p. 150).
postulada del reconocimiento” manifestación consciente, recibió En el escepticismo, esta libertad
(Hegel , 1982, p. 116). el nombre de estoicismo. Su prin- se realiza, destruye el otro lado La obra completa “utiliza a menudo
cipio es que la conciencia es es- del determinado ser allí, pero más una terminología que tiene un senti-
…”Ambos momento son esencia- encia pensante y de que algo sólo bien se duplica y es ahora algo do perfectamente aceptable cuando se
les; pero, como son, al comienzo, tiene para ella esencialidad o sólo doble (Hegel , 1982, p. 127). examina uno o dos términos de cada
desiguales y opuestos y su reflex- es para ella verdadero y bueno cu- vez, pero degenera en una jerga que
ión en la unidad no se ha logrado ando la conciencia se comporta De este modo, la duplicación que oscurece lo que quiere decir en lugar
aún, tenemos que estos dos mo- en ella como esencia pensante” antes aparecía repartida entre dos de hacerlo más preciso” (Kaufman ,
mentos son como dos figuras con- (Hegel , 1982, p. 122). singulares, el señor y el siervo, se 1982, p. 161).
trapuestas de la conciencia: una es resume ahora en uno solo; se hace
la conciencia independiente que El escepticismo por su parte, como de este modo presente la dupli- La Fenomenología del Espíritu ha
tiene por esencia el ser para sí, otra momento de la autoconciencia, es la cación de la autoconciencia en sí sido blanco de muchas controversias:
la conciencia dependiente, cuya realización del estoicismo como con- misma, que es esencial en el co- desde quienes opinan que es la obra
esencia es la vida o el ser para cepto. El escepticismo pone de ma- necto del espíritu, pero aún no su por excelencia de Hegel hasta quie-
otro; la primera es el señor, la se- nifiesto como movimiento dialéctico unidad, y la conciencia desventu- nes afirman que es una obra confusa.
gunda el siervo” (Hegel , 1982, p. la certeza sensible, la percepción y el rada es la conciencia de sí como de En la primera línea está la respetada
117). entendimiento y la esencialidad de lo la esencia duplicada y solamente opinión de Marx, quien sentía una

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profunda admiración por ese libro y contemplación, lecturas repetidas y


lo llamaba “el verdadero lugar de na- reinterpretaciones hermenéuticas des-
cimiento y secreto de la filosofía He- de la confrontación de textos diferen- Desde una ontología del lenguaje hacia
geliana. En la segunda línea está Kau- tes y disímiles. una ética intercultural de la alteridad
fmann para quien la fenomenología, From an ontology of language to
es una obra incongruente. Referencia bibliográfica an intercultural ethics of alteration
Hegel, por su parte, en los últimos Kaufman, W. (1982). Hegel. España: Jairo Soto1
años de su vida, calificaba al libro Alianza Editorial. Universidad del Atlántico
como un viaje de descubrimiento y DOI: http://dx.doi.org/10.15648/am.30.2017.10
en el mismo prologo insinúa que es la Hegel, G.W.F. (1982). Fenomenolo-
Odisea del espíritu universal. De cual- gía del Espíritu. España: Fondo de RESUMEN

quier manera, es un texto que incita Cultura Económica. Este artículo revisa la contribución que la ontología del lenguaje ha hecho históricamente a la filo-
sofía intercultural en la praxis social, como fundamento de una mejor comprensión de la alteridad
diestramente a la gente a una repetida y la otredad presente en las acciones desarrolladas por los sujetos en ambientes interculturales. La
ontología del lenguaje es vista como la relación tríadica entre el hablante, el lenguaje y la acción
También examina el papel de los juicios como desencadenantes de la incomprensión de los proce-
sos interculturales, el respeto por la diversidad y la no discriminación. La palabra como mediadora
entre el sujeto y las cosas. El lenguaje y su rol mediador entre las comunidades lingüísticas y el
contexto social circundante.
La crisis profunda que se ha vivida en América latina desde la llegada de los españoles cuestiona los
postulados básicos desde donde conferimos sentido a nuestras vidas. Esto no ha permitido construir
una identidad sólida y firme en nuestros pueblos y comprender las distintas alteridades del pensa-
miento filosófico intercultural contemporáneo en su devenir histórico. Estos han sido puntos de
rupturas para una conformación de unas identidades latinoamericanas que retomen su esencia y na-
turaleza de ser. Se requiere una comprensión de los relatos de nuestras historias de vida. Debemos
darle sentido a ese relato que dé cuenta de quienes somos, así determinamos nuestra identidad. Al
modificar el relato se modifica nuestra identidad. Las historias de las comunidades conforman meta
relatos, que son discursos históricos de los pueblos o comunidades. Tenemos que ser conscientes y
consecuentes con nuestras prácticas sociales.
Palabras clave:
ABSTRACT
This article reviews the contribution that the ontology of language has historically done to inter-
cultural philosophy in social praxis, as the basis for a better understanding of otherness and alterity
present in the actions taken by subjects in intercultural environments. The ontology of language is
seen as a triadic relationship between the speaker, language, and action. It also examines the role
of judgments as triggers of misunderstanding of intercultural processes, disrespect for diversity and
non-discrimination. The word, as a mediator between the subject and things is presented. Language
and its mediating role between the linguistic communities and the surrounding social context is
also seen.
The deep crisis that has lived Latin America, since the arrival of the Spaniards, has questioned the
basic assumptions from which confer meaning to our lives. This fact has not permitted building a
strong and firm identity in our people. As they could understand the different alterities of contem-
porary intercultural philosophical thought in its historical development. These points have been
broken the ties between this three aspects into a conformation of a Latin American identities to
resume its essence and nature of being. It is necessary an understanding of the narratives, of our life
stories. We must give meaning to the story that realize who we are and determine our identity. By
modifying the narratives, our identity is changed. The stories of the communities make meta narra-
tives that are historical speeches of peoples or their communities. We must be aware and consistent
with our social practices.
Keywords:

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