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JURISPRUDENCIA DE INTERÉS EN MATERIA URBANÍSTICA

Confianza legítima
Certificados de Informaciones Previas y derechos adquiridos

Prof. Eduardo Cordero Q.

2012
I. CONFIANZA LEGÍTIMA

1) Jurisprudencia Administrativa sobre confianza legítima en materia


urbanística.

• Dictamen N°35.681 de 2009, acerca de la invalidación administrativa de actos


irregulares ya otorgados. Se solicitó a la Contraloría que se determinaran
eventuales responsabilidades administrativas en el otorgamiento de permisos
municipales que permitieron desarrollar un proyecto inmobiliario en el área de
la Comuna de Vitacura. La Contraloría señaló que procedía la instrucción de un
sumario administrativo, para los efectos de determinar y hacer efectivas las
responsabilidades administrativas involucradas en ciertas irregularidades, en
especial, la recepción de las obras de urbanización del permiso N° 19, de 2004,
sin haberse exigido que tales obras se sometieran al Sistema de Evaluación de
Impacto Ambiental, y el otorgamiento del permiso de edificación N° 74, de
2007. Sin perjuicio de los vicios en el otorgamiento de dichos permisos, la
Contraloría sostuvo que la invalidación administrativa de actos irregulares no
puede afectar a terceros que adquirieron derechos de buena fe, al señalar lo
siguiente: “Al adoptarse las medidas de regularización que procedan, la autoridad
administrativa deberá tener en cuenta el reiterado criterio de esta Contraloría
General…, conforme al cual, la invalidación administrativa de los actos irregulares
tiene como límite aquellas situaciones jurídicas consolidadas sobre la base de la
confianza de los particulares en la actuación legítima de sus órganos, de manera que las
consecuencias de aquellas medidas no pueden afectar a terceros que adquirieron derechos
de buena fe al amparo de tales actos”.

• Dictamen N°8.630 de 2007, sobre la invalidación del que aprueba un anteproyecto


inmobiliario. Con fecha 22 de Febrero de 2007, la Contraloría Regional de
Valparaíso se pronunció sobre la validez de la aprobación, otorgada el año 2004
por el Director de Obras de la Municipalidad de Valparaíso, de dos
anteproyectos presentados por las empresas Hontaneda S.A. y Socofar S.A.,
para la construcción de dos edificios, aprobaciones que habrían sido extendidas
durante la vigencia de una postergación de permisos que posteriormente ha
sido tachada de ilegal. La Contraloría sostuvo que la invalidación
administrativa de actos irregulares no puede afectar a terceros de buena fe,

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concluyendo lo siguiente: “Aunque la aprobación de los anteproyectos cuestionados
no incluye todos los antecedentes requeridos, las faltas constatadas no configuran
causales suficientes para invalidar su aprobación, debiendo considerarse para ello, muy
especialmente, la circunstancia de que dichas infracciones no fueron oportunamente
puestas en conocimiento de los interesados… la invalidación no afecta a los terceros de
buena fe, aun cuando sean los propios destinatarios del acto”.

• Dictamen N°53.290 de 2004, respecto a la invalidación del Decreto Alcaldicio que


modifica coeficientes de constructibilidad en área de la Comuna. La Municipalidad de
Lo Barnechea solicitó una reconsideración del Dictamen N°36.027 de 2004, de
la Contraloría General, por el cual se concluyó que procedía que dicha
Municipalidad invalidara el Decreto Alcaldicio Sección Primera N° 1.544 de
2003, que aprobó una enmienda al artículo 55 de la Ordenanza Local del Plan
Regulador Comunal, en el sentido de aumentar en un 20% el coeficiente de
constructibilidad máxima del Cuadro de Condiciones de Subdivisión y
Edificación de la zona J "La Dehesa". El órgano contralor, mediante Dictamen
N° 53.290, de 2004, reconsideró el criterio expuesto en el Dictamen N° 36.027,
de 2004, en el sentido de establecer lo siguiente:“El acto invalidatorio que dicte la
Municipalidad de Lo Barnechea respecto de la actuación allí señalada deberá limitarse
en cuanto a su vigencia solamente hacia el futuro, cautelándose de esta forma los
derechos adquiridos por particulares amparados en la normativa vigente.” A
continuación agregó: “Si bien es deber de todo órgano de la administración invalidar
sus actos administrativos contrarios a derecho… debe tenerse presente que dicha
invalidación tiene como límite aquellas situaciones jurídicas consolidadas sobre la base
de la confianza de los particulares en la administración. Lo contrario produciría caos y
daños irreparables e injustos, además de que la nulidad del acto afectaría el patrimonio
de terceros”.

I) Jurisprudencia Judicial sobre confianza legítima en materia urbanística.

• Sentencia de la Corte de Apelaciones de Santiago de 28 de abril de 2005, en Causa Rol


759-2000. Vecinos reclamaron contra la Municipalidad de Vitacura por el
otorgamiento del Permiso de Edificación Nº134, de fecha 28 de diciembre de
1999, y de la Resolución Sección 1ª Nº01, de fecha 3 de enero de 2000, que

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aprobó la fusión de diversos lotes para un proyecto de Inmobiliaria Habitaria
S.A. La Corte de Apelaciones de Santiago consideró a Inmobiliaria Habitaria
S.A. un tercero de buena fe al que en su oportunidad le fue emitido un
Certificado de Informaciones Previas que daba cuenta de las normas
urbanísticas vigentes en terrenos de su propiedad. En particular, sostuvo:
“Habitaria S.A. desplegó toda la actividad destinada a desarrollar sus planes de
construcción basada en la confianza creada por los actos emanados de la autoridad,
aparentemente competente no sólo en cuanto al territorio sino que fundamentalmente en
cuanto al ejercicio de sus atribuciones conforme a la ley. Si esta autoridad
administrativa comete errores, éstos deben ser soportados por ella y nunca pueden
afectar a terceros de buena fe. Si así no fuera se desmoronaría todo el Estado de
Derecho que descansa en principios de certeza y seguridad jurídica”.

• Esta sentencia fue confirmada por la Corte Suprema con fecha 16 de mayo de 2006, en
Causa Rol 3604-2005. En este sentido, nuestro máximo tribunal sostuvo: “Que la
sentencia recurrida dejó establecido como un hecho que el tercero, Habitaria S.A., actuó
de buena fe, por lo que, a mayor abundamiento, éste no podría verse afectado por los
supuestos errores de la administración conclusión que es compartida por esta Corte, pues
este último no podría ser menoscabado por la supuesta declaración de nulidad del
permiso de edificación y de la resolución que aprobó el loteo con construcción simultánea
como el de la especie. En efecto, aparece del mérito del proceso que el tercero, Habitaria
S.A., actuó en base a los planos de subdivisión de terreno, aprobados por la Dirección de
Obras Municipales varios años antes, incluso con bastante anterioridad a la compra del
terreno efectuada por la mencionada sociedad”.

• Sentencia de la Corte de Apelaciones de Santiago, de 15 de diciembre de 2004, en


Causa Rol 4580-2003. Acogiendo un recurso de apelación interpuesto por
Inmobiliaria Parque de Las Américas y Compañía S.A. en contra de la sentencia
de primera instancia que declaró la nulidad de derecho público de la Resolución
Sección 2 Nº 40 y el Permiso de Edificación Nº202/98, emtidio por la DOM de
la Municipalidad de Viacura. En esta causa la Corte sostuvo que los efectos de
la nulidad de derecho público estaban limitados por la confianza legítima que
los propios órganos de la Administración habían generado: “Que, por lo demás,
para los efectos del análisis de la procedencia de la acción de nulidad de derecho público,
en el caso de autos, en que se han invocado, como vicios de nulidad, diversas infracciones

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de forma o procedimiento, se debe tener presente que este tipo de vicio sólo puede tener
una virtud invalidante limitada, a la luz del principio de conservación del acto
administrativo. En efecto, se entiende que sólo puede anularse y producir los efectos
graves de ello, básicamente la retroactividad, si existe una cierta relación de
proporcionalidad entre el vicio, el derecho o interés afectado por el mismo y la sanción,
particularmente el efecto que produce aquella retroactividad. Subyacen a este principio
de conservación otros caros principios generales del derecho, como la protección de la
apariencia jurídica, y la confianza legítima que ello genera, así como de la buena fe de
los terceros, de respeto a los derechos adquiridos, y de la seguridad jurídica” (el
destacado es nuestro).

Esta sentencia fue confirmada por la Corte Suprema con fecha 29 de diciembre de
2005, en Causa Rol 1123-2005.

II. DERECHO ADQUIRIDOS EN MATERIA URBANÍSTICA.

Corte de Apelaciones de Santiago, 31 de mayo de 2002, Rol Nº 250-2002


Corte Suprema, 2 de octubre de 2002, Rol Nº 3104-2002.

El Certificado de Informaciones Previas es un documento oficial emitido por el


Director de Obras Municipales, que indica las condiciones aplicables al predio de que
se trate, entre otras, los usos que se puede dar al suelo, el que mantiene su validez y
vigencia mientras no se modifiquen las normas que afecten la zona en que esté
emplazado el predio. Asimismo, constituye un antecedente necesario para la
presentación de anteproyectos de obras de edificación y para la obtención de un
permiso de edificación. Así, atendida la trascendencia que la ley y el reglamento
otorgan al referido certificado, en especial su inmutabilidad mientras no se modifiquen
las normas conforme a las cuales fue otorgado, y el de servir de antecedente necesario
para solicitar la aprobación de anteproyectos y permisos de edificación, es que el
interesado, una vez otorgado el documento, adquiere certeza y seguridad respecto del
uso que según el organismo municipal competente corresponde dar al inmueble de su
propiedad. Como consecuencia aun cuando hubiesen sido extendidos erróneamente por
la autoridad municipal, tales errores deben ser soportados por la propia administración
y jamás pueden ser cargados a terceros ajenos a su torpeza; más aún si el tercero se
encontraba de buena fe, como ha ocurrido en la especie, en que se guió por una
secuencia de actos de la municipalidad que contenían la misma decisión respecto de las
condiciones aplicables al predio. Habiéndose producido respecto del reclamante los
referidos efectos por dicho acto, ellos devienen adquiridos y, por tanto, protegidos y
asegurados por la propia Constitución Política de la República en el artículo 19 nº 24,
por lo que no pueden vulnerarse, como se ha pretendido en el caso de autos al
rechazarse el anteproyecto de edificación por la autoridad municipal reclamada. La
llamada doctrina de los actos propios constituye un principio general de derecho,
fundado en la buena fe, que importa un deber jurídico de respeto y sometimiento a una

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situación jurídica creada anteriormente por la conducta del mismo sujeto, efectuando
una actividad perturbadora de un interés ajeno y causando daño. Un acto
administrativo es irrevocable por razón de conveniencia u oportunidad cuando su
objeto es incorporar un derecho al patrimonio de un particular. Considerandos 7º, 8º,
9º y 10º sentencia Corte de ApelacionesLas normas constitucionales contenidas en el
artículo 19 nº 24 y nº 26 de la Constitución Política de la República, revelan que las
disposiciones aplicadas para la negativa impugnada por esta vía, que se fundan en el
Plan Regulador Intercomunal aprobado por decreto supremo Nº 605, de 13 de
septiembre de 1978, en cuanto afectan las facultades de uso y goce de los bienes,
atributos esenciales de la propiedad, deben entenderse derogadas orgánicamente por la
Constitución de 1980, por encontrarse en contraposición con la Carta Fundamental.
Sigue de lo anterior, y teniendo igualmente presente que tanto el artículo 6º de la
Constitución como el artículo 2º de la ley Nº 18.575, Orgánica Constitucional sobre
Bases de la Administración del Estado, preceptúan que los órganos de éste someterán
su acción a la Constitución y las leyes, que la autoridad recurrida, en cuanto funda su
negativa en un precepto reglamentario contrario al ordenamiento constitucional, y que
además fue derogado orgánicamente, como se ha indicado, ha dictado una resolución
ilegal que debe ser dejada sin efecto, accediéndose de este modo a la acción ejercida en
autos. Considerando 14º sentencia Corte Suprema.

Corte Suprema, 24 de septiembre de 2003, Rol Nº 3104-2002


Hugo Frías Propiedades S.A. con Fisco de Chile
Eduardo Antonio Fernández Bustamante con Directora de Obras Municipales
Sub. de Villarrica

El certificado de informaciones previas, al que alude el inciso 6º del artículo 116 de la


Ley General de Urbanismo y Construcciones, es un documento oficial emitido por la
Dirección de Obras Municipales, que indica las condiciones aplicables al predio de que
se trate, de acuerdo a las normas técnicas que en dicha disposición se mencionan,
constituyendo un antecedente necesario para la presentación de anteproyectos de obras
de edificación, cuyo es el caso en la especie.
La inmutabilidad que el reclamante cree ver en el certificado de informaciones previas
no es tal. En efecto, para que tal documento tuviera la señalada característica, sería
necesario que la información que en él se proporcionara, estuviera de acuerdo con las
normas urbanísticas derivadas del instrumento de planificación territorial respectivo,
como lo exige el inciso 6º del artículo 116 de la Ley de Urbanismo; y, en la actual
situación, ello no es así, puesto que se encuentra establecido en el proceso que el
otorgado en autos es erróneo, ya que va contra el instrumento de planificación
territorial pertinente, en este caso, el Plan Regulador Intercomunal Villarrica-Pucón,
que determina que el terreno al que se refiere el anteproyecto rechazado se encuentra
ubicado en area de riesgo por corrientes de barro y aluviones.
No puede haber ilegalidad en el Oficio Ordinario impugnado por el reclamante, desde
que la ley obliga al Director de Obras, previo a autorizar los anteproyectos o a otorgar
los permisos de edificación, que analice si se cumplen o no los requisitos que la
legislación fija al efecto, puesto que a dicha autoridad se le ha entregado tal misión, y lo

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que resultaría verdaderamente ilegal sería el que no cumpliera con el estudio previo de
factibilidad legal y técnica, no se ajustara a los instrumentos de planificación territorial,
o persistiera en un error contenido en un certificado de información previa, como
ocurrió en el asunto cuestionado.

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