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“De la picadura de la víbora”- Así habló Zaratustra, Nietzsche

“Si vosotros tenéis un enemigo, no le devolváis bien por mal: pues eso lo

avergonzaría. Sino demostrad que os ha hecho un bien.” [ CITATION Nie \l 9226 ];

teniendo en cuenta el fragmento anterior de la picadura de la víbora, en ocasiones

cuando el prójimo hace daño, lastima o simplemente es malvado hacia su

semejante, no siempre la mejor manera es huir haciendo como si nada hubiese

pasado, pues cada uno de los seres humanos posee virtudes y pasiones de las

cuales puede sacar provecho para enfrentar distintas situaciones a las que son

expuestos a diario.

Así como es necesario el mal de las guerras y las batallas, es necesario demostrar

que se puede enfrentar de la misma manera o a su mismo nivel cada acción

maligna que viene de un ser el cual solo refleja envidia y las ganas de provocar

daño, queriendo hacer diminuto a su víctima.

Cuando el ser humano adquiere el valor de asumir las batallas que resultan ser

difíciles de desafiar, aprende de una u otra forma a conocer de qué esta hecho,

pues se mide asimismo superándose o dejándose derrotar de su enemigo; cuando

este aprende a superarlo o paga al mismo nivel de ello, entonces no resultaría del

todo un daño, pues del enemigo se aprendería; así como Zaratustra que en medio

de todo agradece a la víbora por su picadura haciendo que despertara a tiempo

independientemente si hubo veneno o no, él pudo culminar el sueño que debía ser

terminado. De esta manera lo que parece para el enemigo algo “bueno” causar

daño, se puede convertir para la victima una fortaleza, donde pueden salir a flote
las pasiones y en cierto modo agradecer, porque se aprendería también a

“despertar a tiempo” y así enfrentar el veneno de los demás, ocasione o no daño,

dejando así una experiencia sustanciosa.

Serían entonces las pasiones de cada uno las que se exponen ante dichos

sucesos, pues estas se inclinan en cierto modo a distintos sentimientos como

puede ser el amor, el odio, el deseo y el temor, la alegría, la tristeza y la cólera; es

decir pueden obrar de lo que se percibe como bueno o como malo.

En cada sujeto decide si la mejor manera de combatir es dejarse oprimir y

mostrándose débil o por el contrario tomar valor y afrontar cualquier situación

provocada por un prójimo que solo puede mostrar su veneno con intención de

causar daño y no un bien. El bien solo puede elegirlo el hombre, depende de la

manera en que desea tomar el hecho, como lo expresa Zaratustra en este caso:

“¡Y si se ha cometido una gran injusticia con vosotros, cometed vosotros

enseguida cinco pequeñas! Es horrible ver a alguien a quien la injusticia lo oprime

sólo a él. ¿Sabíais ya esto? Injusticia dividida es justicia a medias. ¡Y sólo debe

cargar con la injusticia aquel que sea capaz de llevarla!” [ CITATION Nie \l 9226 ]
Referencias

Nietzsche, F. (s.f.). Así habló Zaratustra . LIBROdot.com. Obtenido de


LIBROdot.com.

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