Está en la página 1de 1

CASO: LA EMPRESA DE PEPE

Pepe es el típico empresario emprendedor; proviene de una familia


humilde, por lo que desde muy joven comenzó a trabajar.

Aprendió el oficio de fabricación de muebles para oficina y para el hogar.

La última vez que lo vi, estaba con mucha confianza porque notaba que su
empresa siempre tenía demanda y que poco a poco crecía. Han pasado
algunos años y se me ocurrió ir a visitarlo; lo encontré desencajado,
ojeroso, cansado y hasta desanimado. Cuando le pregunte que pasaba me
explico que en su familia todo estaba bien, pero que su empresa lo estaba
matando, me comento lo siguiente: “mi empresa ha cambiado mucho,
ahora hay funciones de publicidad, compras, facturación, control de
calidad, transporte, almacenes, proceso de producción, selección de
personal, planillas, presupuesto, inversiones, contabilidad, ventas, diseño
del producto, tesorería, servicio de atención al cliente, caja, hasta he
tenido que crear un departamento psicológico atendido por una asistenta
social que es una psicóloga muy experimentada. La verdad ya no sé qué
hacer porque siento que todo está desordenado y a veces siento que
pierdo el control, y de inmediato me pregunto: ¿por favor me puedes
ayudar?

También podría gustarte