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UNIVERSIDAD

VERACRUZANA

FACULTAD DE CIENCIAS AGRÍCOLAS

MAESTRÍA EN MANEJO DEL RECURSO FORESTAL

“EVALUACIÓN DE LAS PLANTACIONES


FORESTALES COMERCIALES
ESTABLECIDAS ENTRE 1994 Y 1996 EN
LOS TUXTLAS, VER.”

TESIS

Que para obtener el Grado Académico de

MAESTRO EN MANEJO DEL RECURSO FORESTAL

PRESENTA

Abraham Vega Alarcón

XALAPA de ENRIQUEZ, VER. Marzo, 2013.


La presente tesis titulada: “EVALUACIÓN DE LAS PLANTACIONES
FORESTALES COMERCIALES ESTABLECIDAS ENTRE 1994 Y 1996 EN LOS
TUXTLAS, VER.”, realizada por el alumno, ABRAHAM VEGA ALARCÓN. Bajo
la dirección del comité de tesis designado, ha sido aprobada y aceptada como
créditos para obtener el grado de Maestro en Ciencias en Manejo del Recurso
Forestal.

COMITÉ DE TESIS

MC José Abelardo Hoyos Ramírez


Director

MC Liliana Gutiérrez Carvajal


Asesora

COMISIÓN REVISORA

Dr. Hugo Ramírez Maldonado

Biól. Jesús Dorantes López

MC Luís Raúl Álvarez Oseguera

Xalapa, Veracruz. Marzo, 2013.


Agradecimientos:

En la vida siempre existen personas que marcan de una manera positiva


nuestras vidas, en este sentido agradezco a:

Jesús Dorantes, por sus enseñanzas y amistad;

Liliana Gutiérrez, por su ánimo y consejos;

Abelardo Hoyos, por su apoyo incondicional;

Hugo Ramírez Maldonado, alguien de quien siempre se aprende algo


nuevo;

Raúl Álvarez, por sus críticas constructivas y solidaridad;

Rigoberto Vargas, por su apoyo y amistad;

Dr. Gil Vera, Dr. Torres, MC Campos y a todos los demás maestros,
gracias.

A Carlos Ernesto Morales, Israel Cancino, Eduardo Isunza y a todo el


personal que labora en Cedro, así mismo a María de los Ángeles Segura,
y Gregorio Briones, gracias a todos por su amistad, solidaridad y apoyo.

A los integrantes de la Sociedad Cooperativa Cerro de Cintepec, que sin


su autorización y apoyo, este trabajo no hubiese rendido frutos.

A Tajín Pangtay, Gloria Pérez, Jesús Pale, Ricardo Madrigal, Carlos


Cuevas, Víctor Severino, Alfredo Muñoz y a Fabián Pérez Almaráz
(QEPD), gracias.

A los directivos del Instituto Tecnológico Superior de Zongolica,


encabezados por el MC Miguel Ángel de la Torre Loranca, gracias por su
apoyo.

Por último, gracias a Estela Alarcón, Manuel Escudero, Verónica Vega,


Margarita Chávez, Javier Chávez y a toda mi familia por su apoyo y cariño
y especialmente a ti Ana Rosa por tu amor y apoyo.
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Contenido

Contenido ................................................................................................ i

Índice de Cuadros .................................................................................. iv

Índice de Figuras .................................................................................... v

Índice de Anexos .................................................................................. viii

RESUMEN ............................................................................................. ix

ABSTRACT ............................................................................................ x

I. Introducción .................................................................................... 1

II. Objetivos ......................................................................................... 2

2.1. Objetivo general .........................................................................2

2.2. Objetivos específicos .................................................................2

III. Revisión de literatura .................................................................... 2

3.1. Importancia de las plantaciones forestales comerciales ............2

3.2. Importancia de la Evaluación de Plantaciones Forestales .........5

3.3. Importancia del manejo de plantaciones ....................................9

3.4. El entorno ecológico................................................................. 10

3.5. Concepto de árbol tipo ............................................................. 12

3.6. Crecimiento de los árboles ....................................................... 12

i
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3.7. Calidad de Sitio ........................................................................ 14

3.8. Índice de sitio ........................................................................... 16

3.9. Desarrollo de la ecuación de índice de sitio ............................. 17

3.10. Método de la curva guía ........................................................... 17

3.11. Densidad .................................................................................. 18

3.12. Área basal por hectárea de plantación ..................................... 21

3.13. Índice de Densidad .................................................................. 23

3.14. Modelo de desarrollo y cosecha de Schumacher..................... 24

3.15. Cosecha de la plantación ......................................................... 25

IV. Descripción del área de estudio ................................................. 27

4.1. Localización regional................................................................ 27

4.2. Clima. ....................................................................................... 28

4.3. Geología .................................................................................. 29

4.4. Suelos ...................................................................................... 29

4.5. Hidrología ................................................................................. 29

4.6. Vegetación ............................................................................... 30

4.7. Fauna ....................................................................................... 30

4.8. Localización de las plantaciones evaluadas ............................ 31

ii
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4.9. Características del programa de manejo del proyecto de


plantaciones comerciales de la Sociedad Cooperativa “Cerro de
Cintepec” SCL. .................................................................................. 33

V. Metodología .................................................................................. 36

5.1. Planeación ............................................................................... 36

5.2. Desarrollo ................................................................................. 39

5.2.1. Determinación del área mínima de muestreo...................... 39

5.2.2. Procesamiento de la información ........................................ 40

5.2.3. Evaluación del volumen ...................................................... 42

VI. Resultados ................................................................................. 43

6.1. Determinación de la calidad de sitio......................................... 43

Determinación de la densidad de las plantaciones ............................ 49

6.2.1 Árboles por hectárea ............................................................ 50

6.2.2. Diámetro Cuadrático ........................................................... 56

6.2.3. Área Basal........................................................................... 62

6.2. Estimación del volumen de cosecha ........................................ 68

VII. Discusión .................................................................................... 70

VIII. Conclusiones .............................................................................. 78

IX. Bibliografía ................................................................................. 82

ANEXOS .............................................................................................. 91

iii
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Índice de Cuadros

Cuadro 1. Requerimientos ambientales óptimos para el crecimiento de


las especies utilizadas por la SOCOCECI en Los Tuxtlas, Ver. (1994-
1996). ............................................................................................ 33

Cuadro 2. Descripción de actividades a realizar en el programa de


manejo forestal autorizado a la Sociedad Cerro de Cintepec SCL 34

Cuadro 3. Índices de sitio plantaciones SOCOCECI 1994-1996.......... 48

Cuadro 4. Parámetros encontrados para el modelo de Schumacher


modificado para estimar el volumen de cosecha .......................... 68

Cuadro 5. Volumen estimado de cosecha por hectárea para las


plantaciones de la SOCOCECI establecidas en el periodo 1994-
1995. ............................................................................................. 69

Cuadro 6. Comparativo de densidades respecto al proyecto original .. 74

iv
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Índice de Figuras

Figura 1. Localización del área de estudio en Los Tuxtlas, Ver. .......... 27

Figura 2. Tamaño y secuencia de los sitios de muestreo utilizados ..... 38

Figura 3. Frecuencia del índice de esbeltez de las plantaciones


evaluadas ...................................................................................... 41

Figura 4. Dispersión de la altura de los árboles evaluados en plantaciones


forestales pertenecientes a la SOCOCECI en los municipios de
Catemaco y Hueyapan de Ocampo, Ver. (1994-1996). ................ 43

Figura 5. Modelo de regresión lineal de la altura respecto al inverso de la


edad de los árboles evaluados en plantaciones forestales
pertenecientes a la SOCOCECI en los municipios de Catemaco y
Hueyapan de Ocampo, Ver. (1994-1996). .................................... 44

Figura 6. Estimación de crecimiento de la altura respecto a la edad de los


árboles evaluados en plantaciones forestales pertenecientes a la
SOCOCECI en los municipios de Catemaco y Hueyapan de
Ocampo, Ver. (1994-1996). .......................................................... 45

Figura 7. ICA e IMA de la altura ........................................................... 46

Figura 8. Curvas anamórficas que definen el índice de sitio para las


plantaciones de la SOCOCECI 1994-1996. .................................. 47

Figura 9. Especies utilizadas en las plantaciones establecidas por la


SOCOCECI en los municipios de Catemaco y Hueyapan de Ocampo
1994-1996. .................................................................................... 49

v
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Figura 10. Densidad de especies establecidas bajo distintos sistemas de


plantación en el municipio de Catemaco, Ver. (1994) ................... 50

Figura 11. Densidad de especies establecidas bajo distintos sistemas de


plantación en el municipio de Catemaco, Ver. (1995) ................... 51

Figura 12. Densidad de especies establecidas bajo distintos sistemas de


plantación en el municipio de Catemaco, Ver. (1996) ................... 52

Figura 13. Densidad de especies establecidas bajo distintos sistemas de


plantación en el municipio de Hueyapan de Ocampo, Ver. (1994) 53

Figura 14. Densidad de especies establecidas bajo distintos sistemas de


plantación en el municipio de Hueyapan de Ocampo, Ver. (1995) 54

Figura 15. Densidad de especies establecidas bajo distintos sistemas de


plantación en el municipio de Hueyapan de Ocampo, Ver. (1996) 55

Figura 16. Diámetro cuadrático por especie en plantaciones forestales


establecidas en el municipio de Catemaco, Ver. (1994) ............... 56

Figura 17. Diámetro cuadrático por especie en plantaciones forestales


establecidas en el municipio de Catemaco, Ver. (1995) ............... 57

Figura 18. Diámetro cuadrático por especie en plantaciones forestales


establecidas en el municipio de Catemaco, Ver. (1996) ............... 58

Figura 19. Diámetro cuadrático por especie en plantaciones forestales


establecidas en el municipio de Hueyapan de Ocampo, Ver. (1994)
...................................................................................................... 59

Figura 20. Diámetro cuadrático por especie en plantaciones forestales


establecidas en el municipio de Hueyapan de Ocampo, Ver. (1995)
...................................................................................................... 60
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Figura 21. Diámetro cuadrático por especie en plantaciones forestales


establecidas en el municipio de Hueyapan de Ocampo, Ver. (1996)
...................................................................................................... 61

Figura 22. Área basal por especie en plantaciones forestales


establecidas en el municipio de Catemaco, Ver. (1994) ............... 62

Figura 23. Área basal por especie en plantaciones forestales


establecidas en el municipio de Catemaco, Ver. (1995) ............... 63

Figura 24. Área basal por especie en plantaciones forestales


establecidas en el municipio de Catemaco, Ver. (1996) ............... 64

Figura 25. Área basal por especie en plantaciones forestales


establecidas en el municipio de Hueyapan de Ocampo, Ver. (1994)
...................................................................................................... 65

Figura 26. Área basal por especie en plantaciones forestales


establecidas en el municipio de Hueyapan de Ocampo, Ver. (1995)
...................................................................................................... 66

Figura 27. Área basal por especie en plantaciones forestales


establecidas en el municipio de Hueyapan de Ocampo, Ver. (1996)
...................................................................................................... 67

Figura 28. Índices de Sitio promedios en las plantaciones de la


SOCOCECI 1994-1996. ................................................................ 71

Figura 29. Relación Dq (cm) vs. Área Basal (m 2) en plantaciones de la


SOCOCECI 1994-1996. ................................................................ 77

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Índice de Anexos

Anexo 1. Clima ...................................................................................... 92

Anexo 2. Tipo de Suelo ......................................................................... 93

Anexo 3. Hidrología ............................................................................... 94

Anexo 4. Tipo de Vegetación ................................................................ 95

Anexo 5. Formato de Campo ................................................................ 96

Anexo 6. Determinación del área mínima de muestreo......................... 98

Anexo 7. Resumen regresión modelo de crecimiento de altura .......... 103

Anexo 8. Resumen regresión modelo de cosecha de Schumacher. ... 104

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RESUMEN

El presente estudio tuvo como objetivo evaluar el desarrollo de las


plantaciones forestales pertenecientes a la Sociedad Cooperativa Cerro
de Cintepec, distribuidas en los municipios de Catemaco y Hueyapan de
Ocampo, en el estado mexicano de Veracruz; establecidas en los años
1994, 1995 y 1996. La importancia de dichas plantaciones es que son
algunas de las primeras establecidas por el sector social en el
mencionado estado y quizás del país, y que en su momento contaron con
el asesoramiento técnico y el apoyo económico para su establecimiento.

La metodología utilizada consistió en realizar un muestreo


completamente al azar estratificado, tomando el año de plantación como
estrato. Las variables dasométricas fueron el diámetro normal y altura
total utilizadas para el cálculo del volumen; para el cálculo de éste último,
se utilizó la ecuación para especies latifoliadas del sur de Veracruz,
generada por el INIFAP en 1979.

Los resultados encontrados se alejan considerablemente de las metas


establecidas en el proyecto original, encontrándose una calidad de sitio
baja (15 m); aunada a la alta densidad por hectárea (789
árboles/hectárea), lo que repercutió en un bajo volumen promedio
aprovechable a los 18 años (85.319 m3).

Por lo anterior se deduce que los terrenos utilizados fueron marginales


en los tres periodos de establecimiento; así como la importancia que tiene
considerar a los ecosistemas de manera integral, a fin de hacer de las
plantaciones forestales comerciales una actividad eficiente en términos
de productividad. Por último se infiere que la adopción de la silvicultura
para plantaciones no fue del todo tomada por los dueños de éstas; no
obstante que aún continúan plantando árboles en sus predios.

Palabras clave: plantaciones forestales, calidad de sitio, densidad,


volumen aprovechable.

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ABSTRACT

The present study aimed to evaluate the development of forest


plantations belonging to the Sociedad Cooperativa Cerro de Cintepec,
distributed in the municipalities of Catemaco and Hueyapan Ocampo, in
the Mexican State of Veracruz; established in the years 1994, 1995 and
1996. The importance of these plantations is that they are some of the
first established by the social in the aforementioned State sector and
perhaps in the country, and that at the time have technical advice and
financial support for its establishment..

The methodology consisted of carry out completely to stratified random


sampling, taking the year of planting as stratum. The variables used for
the calculation of the volume were the normal diameter (DBH at 1.3
meters over the ground) and total height for the calculation of the latter,
the equation was used for species southern Veracruz broad-leaved,
generated by the INIFAP in 1979.

The information was obtained by a random selection in which the year of


established was taken as the stratum. The dasometric variables were de
DBH at 1.3 meters over the soil and the total high. The volume of each
tree was calculated using the INIFAP’s volume formula of tropical spices
in south Veracruz, developed in 1979.

In the results considerably away from the goals set out in the original
project, finding a low site quality (15 m); coupled with the high density per
hectare (789 trees/hectare); that it impacted on a low usable volume at
18 years (85.319 m3/hectare).

Therefore it follows that the used grounds were marginal in the three
periods of establishment, as well as the importance of considering
ecosystems in a holistic manner, in order to make this efficient in terms of
productivity. Finally follows the adoption of forestry plantations was not
entirely taken by the owners of plantations, notwithstanding that are still
planting trees on their premises.

Key words: forest plantations, site quality, density, usable volume.

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I. Introducción

México actualmente demanda una mayor cantidad de bienes y servicios


provenientes de bosques y selvas. Las severas crisis económicas de las
últimas tres décadas del Siglo XX, aunadas a una sensible baja en los
precios de productos tradicionales de exportación, condujeron al país a
un empobrecimiento, el cual se ve directamente reflejado en la alteración
de los ecosistemas nacionales. En los últimos años, el país enfrenta el
dilema de explotar sus recursos naturales existentes, pero también se ve
obligado a conservarlos.

Para enfrentar esta problemática, se considera a las plantaciones


forestales comerciales como el instrumento que contribuirá, por un lado,
al abastecimiento de la creciente demanda nacional, en cuanto a
productos forestales se refiere; por otro lado, generará beneficios
ambientales, económicos y sociales.

En el país, las primeras plantaciones forestales comerciales fueron


establecidas por corporativos privados, los cuales difícilmente comparten
información técnica sobre el crecimiento y desarrollo de las especies que
utilizan.

La presente evaluación pretende generar información técnica disponible


para aquellos interesados en su cotejo. El estudio se realizó en la región
de Los Tuxtlas, particularmente en plantaciones pertenecientes a socios
de la Sociedad Cooperativa Cerro de Cintepec SCL (SOCOCECI), las
cuales fueron algunas de las primeras establecidas por el sector social.en
el estado de Veracruz, y quizás del país, con apoyo económico y
asesoramiento técnico.

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II. Objetivos
2.1. Objetivo general

Evaluar el desarrollo de las plantaciones forestales


comerciales establecidas entre 1994 y 1996 en Los Tuxtlas,
Ver.

2.2. Objetivos específicos

i. Estimar la calidad de sitio para cada una de las especies


plantadas en el periodo de estudio.
ii. Determinar la densidad de las plantaciones.
iii. Estimar el volumen a una edad de 18 años.

III. Revisión de literatura


3.1. Importancia de las plantaciones forestales
comerciales

Las plantaciones forestales tienen importancia creciente para satisfacer


las necesidades de madera y subproductos, útiles en todo el mundo, y
para mejorar los niveles de vida, asimismo para contrarrestar la menor
disponibilidad de madera y otros productos forestales provenientes de los
bosques naturales. También se necesitan plantaciones para rehabilitar
zonas despojadas de vegetación arbórea, como páramos afectados por
la salinidad, y donde se necesita la regeneración rápida de la cubierta
vegetal como, por ejemplo, en el caso de la protección de cuencas,
represas y canales, o la estabilización de laderas o arenas móviles (FAO,
1998).

Ante la creciente demanda de productos relacionados con la madera, la


superficie plantada a nivel mundial se ha incrementado. En los años 80,
se estimaba que la superficie establecida con plantaciones forestales
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comerciales alcanzaba los 100 millones de hectáreas (ha); para los años
90 la superficie aumentó entre 120 y 140 millones de ha y para principios
del presente siglo se estimaba que existían poco más de 180 millones de
hectáreas (Evans, 2001, FAO, 1995; FAO, 1993). La FAO (2010)
menciona que la superficie de plantaciones aumentó a 264 millones, lo
que se traduce en una tasa de establecimiento de 5 millones de
hectáreas por año.

Históricamente, la producción de madera en México se ha basado en la


explotación de los bosques naturales (Elizondo, 2006). Sin embargo, a
pesar de su extensión y diversidad, se tiene una superficie pequeña bajo
manejo forestal (7 a 8 millones de hectáreas de las 21.6 millones con
potencial para la producción comercial maderable); aunado a ello, hay
una baja rentabilidad en el manejo, debido a factores como la
infraestructura deficiente, el alto costo de operación y su ubicación
respecto a los mercados; sin mencionar el tamaño de los predios así
como el tipo de tenencia de la tierra y la tala ilegal, entre otros
(CONAFOR, 2001).

La producción maderable en México es de alrededor de los 9 Millones


de metros cúbicos rollo (m3r) anuales y se espera que con la tendencia
actual el nivel de producción no supere los 11 Millones de m3r hacia el
año 2025, con lo que el país continuará dependiendo del mercado
internacional para satisfacer su demanda de productos maderables
(Torres, 2004).

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Esta baja productividad maderable y la enorme tasa de deforestación 1 y


degradación del acervo forestal hacen que el país no sólo sea un
importador neto de productos forestales maderables sino que
adicionalmente pierda una enorme cantidad de superficie forestal y
diversidad biológica (Torres, 2004 op. cit.).

Una de las estrategias empleadas por el gobierno mexicano para reducir


la presión que sufren los ecosistemas forestales e incrementar la
producción forestal, maderable y no maderable, ha sido el
establecimiento de plantaciones forestales comerciales (SEMARNAT,
2005). A pesar de que han existido algunas plantaciones forestales
comerciales desde mediados de los 70’s, no es sino hasta inicios de la
década de los 90’s que esta estrategia productiva surge como una
verdadera alternativa (Torres, 2004 op. cit.).

En 1997 se creó el Programa de Desarrollo de Plantaciones Forestales


Comerciales (PRODEPLAN), cuyo objetivo es apoyar el establecimiento
de 875 mil hectáreas de plantaciones forestales comerciales en un plazo
no mayor a 25 años, a fin de reducir las importaciones de productos
forestales y crear, al mismo tiempo, alternativas de desarrollo
sustentable, así como promover la diversificación productiva en el país
(SEMARNAT, 2005 op. cit.).

En algunos países se otorgan subsidios hasta por el 65% de los costos


de establecimiento de plantaciones forestales (FAO, 2000).

1
De acuerdo con el Programa Estratégico Forestal para México 2025 (CONAFOR, 2001), no existe un estudio
actualizado y confiable que determine la tasa anual de deforestación, lo que ha provocado que se manejen
diversos datos que van desde las 200 mil hasta cifras del orden de 1.5 millones de hectáreas.

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Actualmente en México se cultivan sobre todo árboles para producir


madera sólida y celulosa, por lo que se prefieren especies como pino,
teca, melina, cedro rojo, caoba y eucalipto. A principios de los años 90,
se estimaba que existían en el país alrededor de 34 mil ha de
plantaciones, superficie que ascendió a 267 mil hectáreas en 2004
(Torres, 2004 op. cit.; SEMARNAT-CONAFOR, S/F).

En el Estado de Veracruz, las plantaciones forestales surgieron a través


del Programa Nacional de Reforestación (PRONARE), cuyo fundamento
se basó en el Plan Nacional de Desarrollo 1989-1994, teniendo como
objetivos principales de restaurar terrenos degradados; promover
proyectos productivos y desarrollar plantaciones comerciales del sector
social, produciendo además la planta para tal fin. Entre 1993 y 1997 se
establecieron poco más de 64 mil ha de las cuales 13 mil hectáreas se
establecieron en regiones cálido-húmedas (Musálem, 2006; Del Castillo,
2001).

3.2. Importancia de la Evaluación de Plantaciones


Forestales

Evaluar consiste en aplicar métodos para recopilar información de una o


varias características de un proyecto, para analizarlas posteriormente.
Los proyectos de plantaciones son de largo plazo, por eso es preciso
aplicar evaluaciones periódicas para comprobar si se están cumpliendo
los objetivos. La evaluación de plantaciones es una actividad dinámica
que deben realizarse aun antes de su establecimiento (Torres y Magaña,
2001).

Las evaluaciones otorgan información necesaria para definir problemas


y oportunidades; vigilar las diferentes etapas del proyecto en curso para

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mejorar sus resultados; y analizar los proyectos una vez concluidos, para
hacer eficiente la planeación y ejecución de otros (Gregersen et al, 1995).

La evaluación de proyectos de plantaciones forestales se puede dividir


en varias fases: evaluación técnica, evaluación financiera, evaluación
socioeconómica, evaluación ambiental. Independientemente del objetivo
de la evaluación, el proyecto analiza la relevancia que tienen las
prioridades y necesidades del grupo objetivo y/o beneficiarios; sus
impactos y su eficiencia (Ruokonen, 1994).

Existen evaluaciones realizadas con diferentes objetivos, Arias (2004)


analizó el impacto económico y social en Costa Rica, para evaluar la
sostenibilidad de las plantaciones, a través de encuestas y análisis
financieros; encontró que las plantaciones forestales, además de
producir importantes servicios ambientales, generaron empleos y
desarrollo económico en las áreas rurales de mayor pobreza.

En Guatemala, Rojas (1998) evaluó el impacto económico y ambiental


del proyecto de reforestación; los resultados demostraron que la principal
motivación de los agricultores para el establecimiento de árboles de uso
múltiple fue el factor económico.

Piotto et al (2002) estudiaron las plantaciones comerciales en fincas de


Costa Rica y Nicaragua, encontraron que la mayoría de los productores
tuvo buenas expectativas económicas y ambientales de la plantación
forestal y, además, que la implementación de programas de incentivos
para la reforestación fue clave para fomentar la participación de
pequeños y medianos productores en el sector forestal.

Ruokonen (1994, op. cit.), realizó un diagnóstico de las plantaciones


forestales maderables establecidas en el estado de Veracruz. Los
aspectos evaluados fueron: el número de plantas por hectárea, la
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sobrevivencia y las condiciones físicas de las plantas. En sus


conclusiones manifiesta que, pese al esfuerzo realizado por el gobierno,
los objetivos establecidos no se conseguirían debido a la existencia de
una serie de factores no considerados que interfieren para lograrlos. A su
vez menciona desconocer sobre cuál había sido el seguimiento en cuanto
a producción de planta y superficie plantada, por lo que predecía un alto
riesgo de no alcanzar las metas planteadas.

Rodríguez et al (1999) hicieron una evaluación de las plantaciones en


Los Tuxtlas por medio del modelaje de la ocupación del sitio por
individuos de clases de calidad en función del sitio, edad, especies,
técnicas silvícolas y eventualidades. La muestra consistió en 16
plantaciones cuya edad y superficie fluctuaban entre 1 a 5 años y 0.5 a
3.5 ha respectivamente. Encontraron que la densidad promedio fue de
1285 ± 27 individuos por hectárea indicando que no existen grandes
huecos en parte porque eran plantaciones recientes y por el efecto de
reposición de fallas; además, resaltan que en plantaciones pequeñas no
hay forma de tener grandes huecos a menos que sea falla total.

En su estudio, Rodríguez et al (1999 op. cit.), observaron que los árboles


de las plantaciones en Los Tuxtlas eran de calidad media, carecían de
manejo y tenían la posibilidad de declinar en el futuro. Mencionan que la
cobertura es homogénea, es decir, existía un buen porcentaje de
sobrevivencia; sin embargo, las plantas no se desarrollaban de manera
adecuada, principalmente en altura, vigor y tamaño de copa. Ellos
infieren que el pobre desempeño en el arbolado se debe a factores de
tipo genético, mala técnica en el vivero y/o en la plantación.

Chama y Hernández (2004) evaluaron el crecimiento de las plantaciones


comerciales establecidas en Los Tuxtlas, Ver., entre 1994-1996,
relacionando las variables diámetro-altura, edad-altura y diámetro- edad;

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además analizaron el incremento medio anual y el volumen de la


plantación. Las especies evaluadas fueron cedro rojo, caoba, nogal,
primavera, teca y melina.

Chama y Hernández (2004 op. cit.), observaron que el crecimiento


promedio en diámetro de las plantaciones forestales presentó una gran
variación con un comportamiento generalizado en el cual hay diámetros
muy pequeños en edades avanzadas.

Chama y Hernández (2004 op. cit.), consideran que la variación


diamétrica se debió principalmente a dos factores: 1) Las procedencias
de las plántulas, que provinieron de diversos viveros, fuentes
desconocidas de semillas y tratamientos inadecuados en vivero; 2) el tipo
de plantación, debido a que eran plantaciones agroforestales, asociadas
generalmente con cafetales, en los cuales tal vez no hubo un aclareo en
el dosel superior de los árboles de sombra; por lo que las especies
plantadas para aprovechamiento forestal, en su mayoría fueron
suprimidas por la competencia con otras, careciendo de luz y nutrientes;
además, mencionan que las plantaciones de cedro y caoba son las más
afectadas por los ataques de las plagas, presentando una alta mortalidad
o un desarrollo deficiente.

Hasta el momento no se ha dimensionado la importancia que tiene el


proporcionarle un seguimiento a las plantaciones comerciales
maderables establecidas en Veracruz. En este sentido, la evaluación
técnica de las plantaciones, proporcionaría herramientas para definir el
manejo apropiado de la superficie establecida o aquella que anualmente
se incorpora, permitiendo con esto planear con suficiente antelación las
actividades inherentes a cada caso. También se obtendrían elementos
necesarios para planear el desarrollo de una posible industria forestal,
con prospección de mercado (CEDRO, 2002).

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3.3. Importancia del manejo de plantaciones

El manejo de las plantaciones forestales es inherente en el cumplimiento


de objetivos y metas planteados para satisfacer la demanda de bienes y
servicios; así como también de las necesidades de todos los actores,
afectados por el proceso, que participan en el diseño, ejecución,
evaluación y distribución de los costos (Torres, 2008).

Las plantaciones forestales, como inversión, se basan en la productividad


y en las retribuciones que puedan dar, considerando que el retorno
económico es de mediano a largo plazo, dependiendo además de la
especie seleccionada, la calidad de sitio y de los objetivos planteados;
por lo que será necesario que la plantación garantice altos rendimientos
y en especial el logro de los objetivos de producción ya que compite
contra actividades agrícolas y ganaderas, las cuales tienen
recuperaciones atractivas y a plazos cortos (Murillo y Camacho, 1997).

Evans (1997) menciona que siguen siendo muy escasas las pruebas
objetivas sobre la productividad a largo plazo de las plantaciones
forestales y que desafortunadamente, no existen estudios que arrojen
datos confiables para que los técnicos forestales puedan demostrar
adecuadamente la solidez del manejo silvícola respecto a la
sostenibilidad de un sitio como consecuencia de rotaciones periódicas de
cortas en las plantaciones.

Carrero et al (2008), mencionan que las diferencias en la productividad


de las plantaciones determinan aspectos críticos para su manejo como:
cuándo aplicar tratamientos silviculturales, determinar el turno de
cosecha, las técnicas de explotación, los productos a obtener y la
rentabilidad de la inversión en la plantación; reiterando que la
clasificación de sitios de acuerdo a su capacidad productiva es de gran

9
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importancia para el establecimiento y manejo de plantaciones forestales


independientemente del tamaño de éstas.

3.4. El entorno ecológico

La naturaleza está habitada por un conjunto característico de animales y


plantas, los cuales se relacionan mutuamente de múltiples formas. Los
miembros de cada conjunto no son determinados por la casualidad, sino
por muchos factores físicos y bióticos que actúan recíprocamente; motivo
por el cual no hay dos segmentos de un ecosistema que sean iguales.
Aunado a la existencia de cambios constantes en estas relaciones,
parámetros como: la capacidad de carga, los coeficientes de
competencia, las respuestas funcionales, etc., varían en función del
tiempo y el espacio (Villee, 1974; Equihua y Benítez, 1999).

Los fenómenos naturales, así como las actividades humanas, perturban


el ambiente del ecosistema, alterando su estabilidad o clímax. Esta
alteración se manifiesta principalmente en las relaciones tróficas, al
hacerse más largas e intricadas las redes alimenticias; a su vez, la
competencia se vuelve más intensa y drástica y por último la organización
de la comunidad en el espacio, da por resultado una estratificación
vertical y una heterogeneidad horizontal de los organismos presentes
(Vickery, 1987; Equihua y Benítez, 1999, op. cit.).

La importancia de las funciones de los organismos, así como su


organización espacial, se tornan importantes respecto a la utilización de
la energía y de los materiales existentes; debido a que involucran una
distribución apropiada de los organismos en cuanto a la captación y
transporte de la energía y de los materiales a través de la estructura del
ecosistema. En este sentido, durante el funcionamiento de un ecosistema
se retorna periódicamente a aspectos funcional y estructuralmente
semejantes, pero no idénticos (Equihua y Benítez, 1999, op. cit.).
10
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Villee (1974 op. cit.), menciona que una comunidad biótica experimenta
una constante redistribución de sus elementos. Las poblaciones de flora
y fauna están constantemente sujetas a cambios en su medio ambiente
físico y biótico, y deben adaptarse o morir. La relación íntima que
mantienen dichas poblaciones entre sí y con el medio ambiente, hacen
suponer que las variedades de plantas y animales no se distribuyen al
azar sobre la tierra, sino que prosperan en comunidades
interdependientes de organismos productores, consumidores y
descomponedores, junto con algunos elementos inertes.

El desarrollo de las plantas de interés para el ser humano, dependerá de


la disposición de agua, nutrientes del suelo donde se desarrollen y el
mantenimiento de ciertos límites de algunos factores como la
temperatura, la luz y la humedad; dependiendo también de la protección
que tengan contra el ataque de parásitos. Las causas más comunes del
crecimiento deficiente de las plantas y de la destrucción de las cosechas
son los fitopatógenos, el clima desfavorable, las malezas y las plagas de
insectos (Agrios, 2007).

Coulson y Witter (1990), mencionan que dentro de las relaciones insecto-


planta, una especie o género de árbol normalmente tendrá una fauna de
insectos fitófagos característica. Dicha fauna variará en función de las
etapas de crecimiento del árbol y tendrá hábitos alimenticios restringidos,
ya que se alimentan de distintas partes (floema, xilema, semillas, flores,
etc.); ocasionando diferentes daños al árbol hospedante como: muerte
directa; impidiendo o retardando su crecimiento; destruyendo ciertas
partes de la planta, como conos y yemas; debilitándolo fisiológicamente,
haciéndolo susceptible a enfermedades e inoculando alguna enfermedad
directamente.

11
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La aparición de enfermedades y plagas, está relacionada con la variación


de los factores medio ambientales y la edad en que se encuentre en las
plantas de interés. En el caso de las enfermedades, muchas de ellas
aparecen cuando la planta se encuentra fuera del rango óptimo de
crecimiento, donde por lo general, la mayoría de los fitopatógenos
prosperan, sin contar que a edades tempranas, las plantas son más
susceptibles. Se ha observado que los árboles cuyo equilibrio fisiológico
se encuentra alterado (estrés) son más vulnerables al ataque de insectos
(Agrios, 2007 op. cit.; Coulson y Witter, 1990 op. cit.).

3.5. Concepto de árbol tipo

El árbol tipo, es un concepto comúnmente usado para el análisis en que


se fincan los métodos de manejo forestal sustentable, por el cual se
entiende como un árbol hipotético que contiene las dimensiones
representativas (promedios del diámetro normal, la altura, el incremento,
el tiempo de paso, etc.) de los árboles que constituyen a la masa forestal
(Ramírez, 2007).

3.6. Crecimiento de los árboles

Corral (2004) define como crecimiento al fenómeno de desarrollo que


experimenta un árbol o una masa forestal a lo largo de toda su vida, es
decir, es el aumento en las dimensiones de la planta de manera
cuantitativa susceptible de medirse, expresándolo como un aumento de
la longitud o del diámetro y por lo tanto un aumento de peso.

La estimación del crecimiento de las masas forestales, como un principio


básico de sustentabilidad para el aprovechamiento, se finca
precisamente en el crecimiento referido a alguna dimensión de tiempo
(segundo, días, años, etc.) denominándose incremento. Dicho
incremento suele ser un parámetro en la toma de decisiones importantes
12
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de manejo; es posible considerar aquellos valores del árbol tipo y poder


así calcular, aceptablemente, el volumen de madera de una plantación
(Ramírez, 2007 op. cit.; Klepac, 1983).

Klepac (1983 op. cit.), define al crecimiento que logra un árbol o una
masa en el transcurso de un año como el incremento corriente anual
(ICA); del mismo modo el incremento medio anual (IMA) será el promedio
anual del incremento total.

De acuerdo a Corral (2004 op. cit.), el ICA e IMA son los tipos de
incrementos más comúnmente utilizados para fines de manejo, debido a
que sus representaciones gráficas muestran el comportamiento en el
tiempo; ambas expresiones fungen como indicadores de la productividad
de los árboles y las masas forestales, pero no son medidas en sí de la
productividad.

En cuanto a la curva de crecimiento, Corral (2004 op. cit.), la define como


una curva acumulativa del incremento de la producción o una integral de
todas las diferenciales representadas por la curva del ICA. Esta curva
indica la cantidad de producto total obtenido a lo largo de la vida de un
árbol o una masa forestal coetánea, es decir, representa el producto total
máximo que puede obtenerse usando una combinación de las cantidades
de insumos involucrados.

La curva del ICA, se genera normalmente mediante la primera derivada


de la curva de crecimiento; y mide el gradiente (variación de una
magnitud en una dirección determinada) promedio en la velocidad de
incrementación anual de un árbol o una masa forestal coetánea, en un
punto determinado de tiempo y mide la variación media de la curva de
crecimiento, siendo para los ecólogos una medida de la productividad
biológica de los seres vivos. La curva del IMA, es una medida del
gradiente del incremento promedio a lo largo de la vida de un árbol o una
13
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masa forestal coetánea. Para los dasónomos, es una medida de la


productividad media de los árboles (Corral, 2004 op.cit.).

Predecir el crecimiento y cosecha de una plantación forestal maderable


se basa en cuatro factores determinantes (Clutter et al, 1983):

1. La edad de la plantación.
2. La capacidad productiva innata del suelo en el área de plantación.
3. La extensión en la cual la capacidad innata de producción ha sido
y es totalmente utilizada.
4. El manejo aplicado (aclareos, fertilizaciones, control de la
competencia de arvenses, etc.)

Para un bosque natural, la calidad de sitio, se define como la capacidad


productiva innata que tienen algunos lugares donde los árboles se
desarrollan mejor, concepto que debe diferenciarse de la densidad, el
cual se refiere a cuántos árboles están utilizando esa capacidad innata
de producción. (Clutter et al., 1983 op. cit.).

Corral (2004 op. cit.), define como edad base al periodo de tiempo en el
cual un árbol iguala en altura su IMA e ICA; además, menciona que
normalmente se consideran 50 años como la edad base para especies
de rápido crecimiento y 100 años para las de lento crecimiento.

3.7. Calidad de Sitio

La Sociedad Americana de Forestales, define como sitio a un área


considerada en términos de su ambiente, particularmente si éste
determina el tipo y la calidad de la vegetación que puede soportar (Clutter
et al, 1983 op. cit.).

Según Carrero et al (2008), el término “sitio” se utiliza para designar la


influencia del ambiente sobre la producción de un bien o servicio del
bosque, ya sea madera, forraje o frutos; dicho de otro modo, la calidad
14
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de sitio es la capacidad propia o intrínseca de un lugar dado y usualmente


hace alusión al volumen de madera producido por una masa forestal
cuando llega a la edad de turno.

Los requerimientos para el crecimiento que tienen las diferentes especies


de árboles son distintos, la condición del sitio tiene una influencia
primordial en la productividad de un bosque así como en la composición
de especies vegetales. Las condiciones del sitio varían de dos maneras
importantes: 1) un ecosistema forestal consta de un mosaico de
diferentes condiciones de sitio y 2) la condición del sitio cambia durante
el ciclo de vida (o tiempo de rotación) de una especie de árbol (Coulson
y Witter, 1990).

Existen varios factores que contribuyen a la variación de la calidad del


sitio dentro de un ecosistema; dentro de los abióticos están el tipo y
textura de suelo; la altitud y pendiente del terreno y los patrones de
drenaje de la vertiente. Los bióticos, cambian con las diferentes etapas
de sucesión vegetal; entre las variables importantes están la densidad y
diversidad de plantas herbáceas y leñosas; los microorganismos del
suelo; los artrópodos del suelo y los insectos fitófagos (Coulson y Witter,
1990 op. cit.).

Clutter et al. (1983 op. cit.), mencionan que existen dos formas para
medir la calidad de sitio: los métodos directos e indirectos; para los
directos se requiere que la especie de interés exista o haya existido
(dentro de un periodo de tiempo adecuado antes a su desaparición) en
un lugar determinado, se basan en los registros históricos del lugar, de
los datos de volumen existentes y en los datos de altura registrados; los
métodos indirectos se apoyan en las relaciones interespecíficas, las
características de la vegetación remanente y en factores topográficos,
climáticos y edáficos.

15
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La calidad del sitio tiene una doble utilidad práctica: como herramienta
para estimar la producción y como base para construir instrumentos
prácticos de gestión de plantaciones forestales comerciales (Rojo et al,
2005),

En México, la metodología utilizada para determinar la calidad de un


terreno con fines de establecer una plantación forestal comercial, se basa
en considerar únicamente a los factores clima y suelo, como aquellos
parámetros determinantes para el logro de los objetivos y metas del
plantío (Del Castillo, 2001).

3.8. Índice de sitio

La productividad de un sitio no se mide, se califica utilizando categorías:


excelente, bueno, regular o malo, que se pueden representar con
números (Clutter et al, 1983 op. cit; Ramírez, 2007).

De acuerdo con Clutter et al (1983 op. cit) y Ramírez (2007, op cit) el


índice de sitio es la altura de los árboles dominantes de cierta especie en
determinado lugar, a una edad de referencia (edad base). La edad base
se define utilizando los siguientes criterios:

i. Que sea cercana al turno de crecimiento (depende del objetivo)


ii. Que diferencie categorías de productividad.

Muchos usuarios de las curvas del índice de sitio erróneamente creen


que el objetivo de este procedimiento es predecir la altura del árbol a un
índice de edad; el objetivo verdadero es calificar la productividad de un
lugar referida a cierta especie de árboles (Clutter et al, 1983 op. cit.;
Ramírez, 2007, op. cit.).

16
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3.9. Desarrollo de la ecuación de índice de sitio

Las ecuaciones que muestran el índice de sitio están referidas a la altura


y a la edad. La fuente de datos para generar la ecuación puede ser de
tres orígenes:

a) A través de mediciones de altura en un sitio conociendo su edad.


b) Mediciones de árboles seleccionados sobre el tiempo en el sitio.
c) Reconstrucción de los patrones de altura respecto a la edad
mediante el análisis troncal.

3.10. Método de la curva guía

La curva guía genera ecuaciones para índice de sitio anamórficas, a partir


del modelo de Schumacher (citado por Clutter et al, 1983 op. cit.), el cual
relaciona a la altura (H) respecto al inverso de la edad (A -1) como se
muestra en la siguiente fórmula:

1 A1
Hi  Koie

Donde:

Hi = altura del sitio o árbol individual a la edad A con la i-ésima curva


A = Edad del rodal o árbol.
Koi = Constante asociada con la i-ésima curva.
 con el mismo valor para todas las curvas.

La fórmula anterior, puede expresarse de manera logarítmica como:

ln(Hi )  ln(Koi )  1 A1

De esta manera, las curvas que indican el índice de sitio, son una familia
de paralelas con pendientes constantes pero variando en sus
intercepciones. Al convertir la función original mediante logaritmos a una
17
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recta, el método de la curva guía se simplifica y la ecuación adquiere la


siguiente forma:

ln(Hi )  0  1 A1

Los valores de y se obtienen mediante el método de mínimos


cuadrados, con lo cual se obtiene la ecuación de la curva guía, la cual es
una línea promedio (del ln(H) respecto al inverso de la edad) para los
datos de la muestra. El desarrollo de las líneas paralelas se acota
seleccionando una edad índice (A0) y se etiqueta cada línea con el valor
de la altura alcanzada a la edad A0. La ecuación para un sitio particular
sería la siguiente:

ln(H i )  boi  b1 A1

Donde boi = 0, y boi es el valor de intercepción único asociado a cada


índice de sitio en particular. Por definición, cuando A = A0, en la ecuación
anterior H debe ser igual al índice de sitio, de tal manera que la ecuación
utilizada para estimar un índice de sitio conociendo la altura y la edad
quedaría de la siguiente manera:

ln(S )  LN ( H )  b1 ( A1  A01 )

Donde S es el índice de sitio.

3.11. Densidad

La densidad es uno de los factores decisivos para el desarrollo de una


plantación. Influye directamente en el comportamiento del crecimiento, la
edad en que pueden aprovecharse los árboles y determina el manejo a
realizar para regular la competencia entre las especies involucradas por
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luz, agua, nutrientes y espacio. A su vez, garantiza mantener el nivel de


productividad a largo plazo y favorece la conservación de los recursos
disponibles (Musálem, 2003; Patiño, 1995 y Montagnini, 1992).

El crecimiento de los árboles en una plantación estará determinado por


tres principales características (Clutter et al, 1983 op. cit.):

1) Las especies presentes.


2) El número de árboles por cada especie y sus categorías de
tamaño (altura y diámetro normal).
3) La distribución espacial de los árboles.

Es importante diferenciar los conceptos de densidad y existencias de


árboles; mientras el primero es una simple función directa de medición
estadística, el segundo, usualmente se expresa en términos relativos
como el área basal o el volumen por unidad de superficie, como el
porcentaje de la misma variable en un sitio hipotético considerado que
sea la norma como índice de sitio y edad.

Las mediciones de la densidad son más precisas y más utilizadas para


el análisis y estimación del crecimiento y cosecha, en comparación con
las mediciones de existencias. Es importante recordar que ambas
mediciones son dinámicas, es decir, cambian con el paso del tiempo
(Clutter et al, 1983 op. cit.).

Densidad y crecimiento

La importancia de la densidad de la plantación radica en que a mayor


espacio por árbol, mayor será su crecimiento. Por lo tanto, para cualquier
plantación dada, el tamaño medio existente será determinado por el
espacio de crecimiento requerido por la especie. Bajo este contexto, el
control de la densidad al momento del establecimiento, y
subsecuentemente por aclareos u otras prácticas silvícolas, son por ende

19
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aspectos importantes para el logro de los objetivos de la plantación


(Patiño, 1995).

El espaciamiento y la edad de corta se encuentran estrechamente


relacionados, debido a que plantaciones establecidas con
espaciamientos pequeños, normalmente exigen aclareos o ciclos de
corta en menos tiempo, pues la competencia entre plantas ocurre más
temprano, anticipando la disminución del crecimiento de la población. La
densidad excesiva puede llevar al estancamiento y el aclareo tardío
puede causar un daño excesivo a la masa residual (Patiño, 1995 Op. cit.;
Wormald, 1995).

Wadsworth (2000), resalta la importancia que tiene el espaciamiento


inicial sobre el rendimiento final en plantaciones tropicales. Menciona que
el tamaño alcanzado por un árbol a una edad dada se relaciona con el
espacio previamente disponible para su crecimiento; hasta que los
árboles plantados empiecen a competir entre ellos, exhiben un
crecimiento estándar absoluto o normal para la especie y el sitio.
Concluye que a medida que una plantación de edad uniforme crece, la
competencia afecta a los árboles de varias maneras. El promedio de
crecimiento del árbol decrece; se forman, por lo general, tres estratos
arbóreos: dominantes, dominados y suprimidos. Esta estratificación
resulta de una disminución diferenciada en la disponibilidad de agua, lo
que reduce la transpiración, y por lo tanto, la fotosíntesis (porque los
estomas están menos abiertos) y la disponibilidad de hidrógeno, lo que
disminuye la actividad del cambium.

Razones para realizar aclareos (raleos),

Wadsworth (2000 op. cit.), menciona que el aclareo se realiza para lograr
lo siguiente:

20
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 Acelerar el crecimiento en diámetro (acortar la rotación).


 Aumentar el porcentaje de árboles que alcanzan la madurez.
 Mejorar la calidad de la madera.
 Obtener rendimientos intermedios.
 Aumentar la penetración de la luz para desarrollar copas más
grandes.
 Aumentar la temperatura del piso forestal para acelerar la
descomposición.

Área basal

El área transversal de cada árbol a la altura del diámetro normal es una


medida ampliamente usada para estimar la densidad de plantación. El
área basal depende fundamentalmente del número de árboles en la
superficie plantada y de sus respectivos tamaños. Se ha probado que el
área basal es útil para estimar la cosecha, tanto para bosques naturales
coetáneo, incoetáneos y plantaciones. Cuando el tamaño del árbol
promedio está especificado por el área basal y por el número de árboles
por hectárea, el uso de ambos arroja mejores resultados sobre la
estimación de la cosecha, en comparación con aquellos obtenidos sólo
con una de estas dos mediciones (Clutter et al, 1983 op. cit.).

3.12. Área basal por hectárea de plantación

Matemáticamente se denomina al área basal como Bi en metros


cuadrados (m2) cuando el diámetro normal se da en centímetros (cm),
como se muestra en la siguiente ecuación:

Bi  0.00007854Di2

Por lo que para una muestra de n árboles tendrá un área basal de:

n n
B   Bi  0.00007854 Di2
i 1 i 1

21
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Con un área basal promedio por árbol de:

n n
1
B
n
 Bi  (0.00007854 Di2 ) / n
i 1 i 1

El diámetro cuadrático medio se define como:

1 n 2
Dq   Di
n i 1

Por lo que el área basal promedio queda definida de la siguiente forma:

B  0.00007854D q
2

De la misma manera, para una superficie con n árboles se tendrá que el


área basal B será:

B  0.00007854n Dq
2

En otras palabras, Dq es el diámetro del árbol con el área basal promedio.

El diámetro cuadrático medio también se puede escribir de la siguiente


forma:

 n 1 2
Dq   s  D
2

 n 

Donde s2 es la varianza de la muestra de los Di valores.

22
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3.13. Índice de Densidad

El índice de densidad (ID), es una medida del promedio de la densidad


de la plantación que puede sólo obtenerse con referencia a una relación
limitante predeterminada entre el número de árboles por hectárea y el
tamaño del árbol promedio. Reineke (1933, citado por Clutter et al, 1983
op. cit) usó esta relación como la base para desarrollar el índice de
densidad de un rodal, observando que la relación entre el número de
árboles por hectárea (N) y el Dq comúnmente aparecen relacionados
linealmente bajo coordenadas logarítmicas, de tal manera que para
cualquier sitio existe un límite respecto al número de árboles por hectárea
en bosques, haciendo caso omiso de la edad o la calidad de sitio. Dicha

relación limitante es de la forma: N   Dq donde  y  son los
parámetros que definen la relación. Para plantaciones, la condición
limitante en la cual el grado de hacinamiento puede ser expresado
numéricamente como el número esperado de árboles por hectárea
cuando el Dq es de 20 centímetros2 de tal manera que ID = 20.

Reineke3 define el ID para cualquier sitio conociendo N y Dq como:

ID  N 20 / D q 

que implica a todos aquellos rodales con la misma proporción del número
limitante de árboles por hectárea que tengan la misma densidad sin

2
Por las características propias de la industria de aserrío existente en Veracruz, consideran como una medida
comercial, trozas con diámetros superiores o iguales a 20 cm; sin embargo, dimensiones inferiores también
son utilizadas, salvo que su precio a pie de monte es inferior.

3
El diámetro considerado por Reineke es de 10 pulgadas; sin embargo, para el presente estudio se consideró
como mínimo 20 cm.

23
UNIVERSIDAD VERACRUZANA

importar el promedio del diámetro normal del rodal. Para aquellos rodales
donde Dq sea conocido, el ID se incrementará proporcionalmente con el
número de árboles por hectárea, y por lo tanto, con el área basal por
hectárea. Para estimar los parámetros  y  se utiliza el método de

regresión lineal, de tal manera que la ecuación N   D q puede escribirse
usando logaritmos con base 10 de la siguiente forma:

log10 ( N )  log10 ( )   log10 (Dq )

Donde log10( y donde  y  son constantes.

3.14. Modelo de desarrollo y cosecha de Schumacher

Los modelos de crecimiento de los bosques relacionan el logaritmo de


alguna dimensión del rodal como una variable dependiente y el inverso
de la edad como la variable independiente. El modelo de Schumacher,
como ecuación básica para la estimación de cosecha, sirve para predecir
la cosecha, en el sentido que la integración de la ecuación de crecimiento
debe producir la función de cosecha. La forma básica de la ecuación de
cosecha de Schumacher tiene la forma:

ln(V )  0  1S  2 A1  3 ln(B)

Donde:

V = volumen por hectárea

S = índice de sitio

A = edad de la plantación

B = área basal por hectárea

24
UNIVERSIDAD VERACRUZANA

 y  constantes o parámetros

La forma básica de cosecha utilizando el modelo de Schumacher, ha sido


aplicada exitosamente para predecir cosechas. Cualquier ecuación
desarrollada para la predicción del crecimiento deberá ser compatible
con este modelo, en el sentido que la integración de la ecuación de
crecimiento debe producir la función de cosecha.

Los valores de las betas, se obtendrán mediante el método de Krammer


(Box et al, 1999).

3.15. Cosecha de la plantación

El manejo de una plantación es comparable al manejo de cualquier


proceso manufacturero, en ambos, dados los niveles de entradas al
proceso, resultan determinadas salidas con una ganancia o pérdida para
la empresa. La toma de decisiones óptima concerniente a los niveles de
entradas, el tiempo de entrega y la intensidad de la intervención, y otras
modificaciones del proceso a través del manejo, requiere predicciones
puntuales de las salidas en todas las combinaciones relevantes de estos
niveles, tiempos, intensidades y modificaciones del proceso (Clutter et al,
1983 op. cit.).

Tradicionalmente en el manejo forestal, estas predicciones se dan a


través de tablas de cosecha, las cuales son registros tabulares que
muestran el volumen esperado de madera por unidad de superficie por
combinaciones de características medibles del sitio o rodal (edad, calidad
de sitio, densidad). Hoy en día, la mayoría de los sistemas de predicción
de cosecha son expresados a través de ecuaciones matemáticas o
sistemas de ecuaciones interrelacionadas en lugar de las tradicionales
tablas (Clutter et al, 1983 op. cit.).

25
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La predicción de volúmenes cuando se multiplican los valores por unidad


de volumen, provee estimados del valor total por superficie a distintos
niveles de entradas como variables en un sistema de producción dado.
El uso de estos estimados, con los apropiados modelos de análisis
económicos, generan decisiones concernientes a optimizar la edad de
cosecha (por tanto la rotación de la masa forestal en el sitio o rodal), así
como los niveles de densidad de plantación y el tiempo para aplicar
aclareos u otras prácticas de manejo (Clutter et al, 1983 op. cit.).

El aspecto distintivo del manejo forestal respecto al manejo


manufacturero, por ejemplo, radica en que la “fábrica” (el árbol) es
también el “producto” y debe registrarse un equilibrio entre la producción
y las existencias del rodal. Mantener existencias con grandes
crecimientos como inventario, puede reducir la eficiencia económica del
proceso de producción por detener demasiado el capital. No obstante,
crecimientos muy pequeños reducen la efectividad del proceso
productivo por que la fábrica o el rodal no pueden hacerse crecer a su
totalidad respecto al potencial de crecimiento disponible (Clutter et al,
1983 op. cit.).

Los árboles son sistemas biológicos, cuyas mediciones acumuladas del


crecimiento usualmente presentan la forma sigmoidea propia del
crecimiento de los seres vivos. El punto de inflexión de la curva,
comúnmente nombrado como la edad de culminación del incremento
corriente anual (desaceleración del crecimiento), generalmente se
presenta a edades tempranas en terrenos con altos índices de sitio. El
diámetro promedio de la plantación, está fuertemente correlacionada con
la densidad; por lo que elevados registros de árboles por unidad de
superficie están relacionados con bajos diámetros promedio (Villee,
1974; Clutter et al, 1983 op. cit.).

26
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IV. Descripción del área de estudio


4.1. Localización regional

El estudio se realizó en la región de Los Tuxtlas, la cual se localiza en el


macizo montañoso de la Llanura Costera del Golfo de México,
particularmente en los municipios de Catemaco y Hueyapan de Ocampo
en el estado de Veracruz, entre las coordenadas 18º 10’ y 18º 45’ de
latitud Norte y los 94º 42 y 95º 27’ longitud Oeste (Figura 1).

Figura 1. Localización del área de estudio en Los Tuxtlas, Ver.

27
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La región de los Tuxtlas constituye en la actualidad la porción de Selva


Húmeda más al Norte del Continente Americano. Debido a las
características de localización, topografía, clima, aislamiento, etc.; aquí
confluyen especies de clima tropical y templado dando como resultado
una gran diversidad de especies de las cuales muchas son endémicas
(Dirzo y Miranda, 1991).

4.2. Clima.

De acuerdo con la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la


Biodiversidad (CONABIO, S/F), las poblaciones de Ahuatepec y
Zapoapan de Cabañas presentan un clima Am cálido húmedo con lluvias
de verano e influencia de monzón, con una lluvia invernal entre 5 y 10%.
Los poblados de Los Mangos, Sabaneta, Samaria, Santa Rosa Cintepec
y Santa Rosa Loma Larga, localizados hacia la parte sur del área de
estudio, presentan un clima Aw2 cálido subhúmedo con lluvias en verano
con lluvia invernal entre 5 y 10.2%, es el más húmedo de los subhúmedos
(Anexo 1).

La temperatura media anual en el área de estudio, oscila entre los 24 a


26 °C, con una precipitación media anual de 1,500 a 2,000 mm en las
comunidades de Santa Rosa Loma Larga, Santa Rosa Cintepec,
Sabaneta, Samaria y Los Mangos; en las comunidades de Pozoloapan,
Ahuatepec y Cartagena la precipitación fluctúa entre 2,500 y 3,000 mm
(García, 1981).

La Estación de Biología de la UNAM (UNAM, 2011), reporta que de


septiembre a febrero el área es afectada por el desplazamiento de masas
de aire frío y húmedo provenientes del norte. Los vientos húmedos
resultantes de este fenómeno son conocidos localmente como “nortes”.
Estos vientos aportan cerca del 15 % de la precipitación promedio anual
y se desplazan a velocidades hasta 100 kilómetros por hora, produciendo
28
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descensos graduales en la temperatura ambiental llegando hasta los 10°


C en algunos días de invierno.

4.3. Geología

A nivel estatal, la región de Los Tuxtlas se encuentra localizada en la


Sierra Madre del Sur, la cual comprende la porción limítrofe con el Estado
de Puebla, en el área de Orizaba, la cual está formada por montañas
plegadas. Las estructuras que forman las rocas del Cretácico son
pliegues anticlinales y sinclinales, cuyos ejes tienen una orientación
noroeste-sureste (INEGI, 1988)

El origen de la roca madre donde se ubican las plantaciones estudiadas,


corresponde a rocas ígneas extrusivas básicas formadas en la era
Cenozoica Cuaternaria (INEGI, 1988 op. cit.).

4.4. Suelos

Los suelos característicos de las plantaciones evaluadas en las


poblaciones de Ahuatepec y Zapoapan de Cabañas son del tipo Feozem
lúvico; para las poblaciones de Los Mangos, Sabaneta, Samaria, Santa
Rosa Cintepec y Santa Rosa Loma Larga el tipo de suelo corresponde a
Luvisol férrico (INEGI, 1988 op. cit.) (Anexo 2).

4.5. Hidrología

En la región de los Tuxtlas se encuentra dentro de la cuenca del río


Papaloapan, entre los cuerpos de agua más destacados de la zona, se
encuentran los lagos El Zacatal, Escondida y Catemaco (Anexo 3).

El Lago de Catemaco es de origen volcánico, el cual está emplazado en


un antiguo valle fluvial que corría por el contacto de las emisiones de dos

29
UNIVERSIDAD VERACRUZANA

eventos volcánicos del terciario. Es alimentado por ríos que nacen en la


Sierra de los Tuxtlas y la Sierra de Santa Marta (González et al, 1997).

En las localidades de Ahuatepec y Zapoapan de Cabañas son regadas


por los ríos Zapoapan y Pozolapan tributarios del río San Juan Seco y en
la temporada de lluvias se presentan escorrentías temporales que son
nombradas localmente y no se cuenta con información de estas. En las
localidades Los Mangos, Samaria y Santa Rosa Loma Larga son regados
por los ríos Huilapan y Amayo, los dos tributarios del río Hueyapan.
(INEGI, 2000).

4.6. Vegetación

Las actividades humanas, han dado origen a que mucha superficie en la


zona de estudio haya cambiado su vocación original, es así que existan
relictos de Selva Alta Perennifolia (Hernández, 1985), la cual se
caracteriza por ser muy densa, dominada por árboles de más de 30 m.
de altura, con abundantes bejucos y plantas epifitas y que permanece
verde todo el año, aunque a veces algunos árboles aparecen desnudos
de follaje durante la fase de floración (Anexo 4).

En la región de los Tuxtlas algunas de las especies características son


Talauma mexicana, Pithecellobium arboreum, Celtis monoica, Phoebe
mexicana, Lonchocarpus cruentus, Vochysia hondurensis, Brosimum
alicastrum, Ficus tecolutlensis, Mortoniodendron guatemalense, Ceiba
pentandra, Zanthoxylum kellermanii entre otros (Rzedowski, 1983).

4.7. Fauna

La fauna reportada en la zona ha sido desplazada por las actividades del


hombre a las pequeñas porciones de selva que le ofrecen un mejor
refugio. Por medio de comentarios con lugareños y avistamientos en los
30
UNIVERSIDAD VERACRUZANA

recorridos en las plantaciones y a través de revisión bibliográfica se


reportan armadillos, tlacuaches, ranas , sapos, ranitas arbóreas, tejones,
coyotes y especies de aves, en otras zonas aún existen venados,
tepezcuintles y una especie de mono, llamado en la región “mono
aullador”, por lo que existe la necesidad de implementar programas que
ayuden a preservar e incrementar espacios para que estas especies de
gran valor biológico puedan sobrevivir.

4.8. Localización de las plantaciones evaluadas

La evaluación se realizó en plantaciones pertenecientes a cooperativistas


de la Sociedad Cooperativa Cerro de Cinacantepec (SOCOCECI),
quienes las establecieron en los años 1994, 1995 y 1996.

Las plantaciones se encuentran localizadas aproximadamente entre las


coordenadas extremas de Latitud Norte 95 º00’- 95 º 10’ y Longitud Oeste
18 º15’ – 18 º 30’. en la parte Sur y Suroeste del municipio de Catemaco,
Norte y Noroeste del municipio de Hueyapan de Ocampo; se encuentran
distribuidas en un rango altitudinal de 200 a 500 msnm.

La SOCOCECI agrupó en principio a 430 socios productores de café, de


las localidades de Zapoapan de Cabañas, Cartagena, Los Mangos,
Santa Rosa Loma Larga, La Victoria y Colonia El Águila; designando a
Zapoapan de Cabañas como la sede de sus oficinas centrales.

En los años 80’s, con el creciente interés de realizar un enriquecimiento


de los cafetales, los productores cafetaleros de la SOCOCECI, optaron
por introducir especies arbóreas de mayor valor comercial que
sustituirían paulatinamente a los árboles comúnmente utilizados como
sombra en las fincas de café como sugerencia hecha por el gobierno
estatal de Veracruz en aquellos años y quien colaboró sustancialmente
con esta organización, apoyándolos a recibir el primer crédito de este tipo
31
UNIVERSIDAD VERACRUZANA

en México. De esta manera los Fideicomisos Instituidos en Relación con


la Agricultura (FIRA) como institución crediticia de segundo piso en esos
años y operada por el Banco de Crédito Rural (BANRURAL), otorgó el
crédito4.

En 1993, la SOCOCECI acordó elaborar un programa de manejo forestal


para las plantaciones a establecer, por lo que al año siguiente, la
organización inicio plantando 170 ha con cedro rojo (Cedrela odorata L.)
y caoba (Swetenia macrophyla King), en los años 1995 y 1996 se
establecieron 384 y 530 ha respectivamente y se introdujeron otras
especies como primavera (Tabebuia donell-smihtii Rose), cedro nogal
(Juglans olanchana S&L) y teca (Tectona grandis L.). Ante tal
entusiasmo, la SOCOCECI recibió el premio al Mérito Forestal 1996,
otorgado por la entonces Secretaría de Medio Ambiente Recursos
Naturales y Pesca5.

En los últimos años, la organización continua expandiendo la superficie


plantada a través de los apoyos brindados por la Comisión Nacional
Forestal (CONAFOR), utilizando las especies antes mencionadas e
incorporando otras de protección como la casuarina (Casuarina
equisetifolia L. ex J.R. & G. Forst.) y de rápido crecimiento como melina6
(Gmelina arborea Roxb.). En el Cuadro 1, se mencionan los
requerimientos ambientales para el óptimo crecimiento de las especies
utilizadas por la SOCOCECI.

4
Juan Pérez Moreno. Representante de la Sociedad Cooperativa Cerro de Cintepec SRL
(2008).Comunicación personal.

5
Juan Pérez Moreno. Comunicación personal.
6
Juan Pérez Moreno. Comunicación personal.
32
UNIVERSIDAD VERACRUZANA

Cuadro 1. Requerimientos ambientales óptimos para el crecimiento de las especies


utilizadas por la SOCOCECI en Los Tuxtlas, Ver. (1994-1996).
Nombre Nombre temperatura Precipitación
Tipo de suelo
común científico media (mm/año)
caoba1 Swetenia Vertisol pélico 25 °C 1500 a 5000
macrophylla
cedro rojo1 Cedrela odorata Litosoles y 25 °C 2500 a 5000
redsinas
casuarina2 Casuarina Entisoles, 20 a 35 °C 2500 a 5000
equisetifolia inceptisoles,
molisoles, oxisoles
y vertisoles.
melina3,* Gmelina arborea Vertic ustro pepts 21 a 28 °C 625 a 3000
(vertisol)
nogal4 Juglans Luvisoles y 18 a 27 °C 1000 a 3000
olanchana acrisoles
primavera5 Tabebuia donell- Vertisol pelico y 23 a 28 °C 1000 a 3000
smithi vertisol gleico
teca3 Tectona grandis aluviales 22 a 28 °C 625 a 3000
Fuentes: 1 CONABIO, 2011; 2 Parrotta, 1993; 3 Muñoz et al, 2009; * Tessier et al, 1992; 4 Jiménez y Vásquez, 2008; 5
Gutiérrez
y Dorantes, 2004.

4.9. Características del programa de manejo del


proyecto de plantaciones comerciales de la
Sociedad Cooperativa “Cerro de Cintepec” SCL.

Rojas (1993) estableció el turno comercial en 18 años, periodo en el cual


se alcanzaría un diámetro normal de 40 cm, una altura de fuste limpio en
10 m; un volumen individual de 1.4 metros cúbicos (m3) y una
productividad de 253 metros cúbicos rollo total árbol por hectárea (m3
rta/ha).

EN 1994, la entonces Secretaría de Agricultura y Recursos Hidráulicos7


(SARH), autorizó el programa de manejo para el establecimiento y
aprovechamiento de 170 ha de plantaciones forestales de cedro rojo y
caoba; indicando además de la superficie mínima a intervenir, los
tratamientos complementarios a realizar, el sistema de manejo a utilizar,

7
Secretaría de Agricultura y Recursos Hidráulicos. Copia de oficio de autorización del programa de manejo
para el establecimiento de plantaciones forestales otorgado a la Sociedad Cooperativa Cerro de Cintepec
SCL con fecha del 28 de abril de 1994.
33
UNIVERSIDAD VERACRUZANA

la vigencia del programa y otros conceptos y como se muestran en el


siguiente Cuadro 2.

Cuadro 2. Descripción de actividades a realizar en el programa de manejo forestal


autorizado a la Sociedad Cerro de Cintepec SCL
CONCEPTO DESCRIPCIÓN
Nombre del Predio y Municipio Ejido Santa Rosa Loma Larga, Mpio. de
Hueyapan de Ocampo; Ejido Zapoapan
de Cabañas y Cartagena, Mpio. de
Catemaco.
Superficie a Reforestar 170.00 ha
Método de Plantación Separación entre plantas: 3 metros (cepa
común); separación entre hileras: 6
metros.
Especies a plantar Cedrela odorata (cedro rojo)

Swietenia macrophylla (caoba)


Tratamientos complementarios: Deshierbes cada vez que sea necesario.
Podas, fertilización, control de plagas y
enfermedades. Aclareos mecánicos
conforme al programa de manejo.
Superficie a intervenir 170.00 ha
Sistema de manejo a utilizar Cortas sucesivas a matarrasa
Vigencia del programa de manejo 34 años
Superficie a intervenir por tratamiento: 09-50-00 ha anualmente a partir del año
16

34
UNIVERSIDAD VERACRUZANA

La Secretaría del Medio Ambiente Recursos Naturales y Pesca8 (1995),


dictaminó que las plantaciones de la cooperativa se encontraron en las
densidades técnicamente indicadas (arreglo 6x3 m) para esperar los
mejores resultados ecológicos y económicos de estas plantaciones;
además que la asociación con café garantizaba el éxito de estas.

8
Secretaría del Medio Ambiente, Recursos Naturales y Pesca. Copia de Oficio No. 730.DR.01.09. Publicado
el día 7 de febrero de 1995 en San Andrés Tuxtla, Ver.

35
UNIVERSIDAD VERACRUZANA

V. Metodología

La elaboración del presente trabajo se realizó en dos etapas, la primera


corresponde a la planeación, donde se definieron las herramientas a
utilizar para alcanzar los objetivos, y la segunda, denominada desarrollo,
incluyó el manejo de la información con la obtención de resultados.

5.1. Planeación

Con el propósito de estudiar el desarrollo e impactos de una de las


iniciativas más tempranas de establecimiento de plantaciones forestales
comerciales, impulsadas de manera conjunta entre el sector público y
social en Veracruz, el grupo de la Maestría en Manejo del Recurso
Forestal Generación 2006-2008 orientado por los maestros, diseñó un
marco general para hacer una evaluación integral de las plantaciones
considerando los aspectos silvícolas, económicos y sociales.

Ante la necesidad de encontrar elementos técnicos que permitieran


determinar el desarrollo de las plantaciones de la SOCOCECI y los
impactos generados en la región de Los Tuxtlas, se definieron los datos
necesarios para comprobar objetivos y el mecanismo mediante el cual se
recopilaría la información. Dicha información, se estratificaría en primer
término por municipio y después sería agrupada por comunidad, para
posteriormente poderlos analizar.

Utilizando la metodología propuesta por Torres y Magaña (2001), se


elaboró un formato de campo que incluía datos de control, del predio y
dasométricos. A continuación se describen las variables de control, del
predio y dasométricas empleadas para la construcción de una base de
datos (Anexo 5).

36
UNIVERSIDAD VERACRUZANA

Las variables de control incluyeron al municipio, localidad, nombre del


propietario, fecha en que se realizó la toma de datos, año de
establecimiento y el número del sitio.

Las variables del predio incluyeron:

 Tipo de plantación. Se refiere a si la plantación es pura, agroforestal,


silvopastoril o agrosilvopastoril.
 Topografía. Esto es plana, cóncava, convexa, muy inclinada u ondulada.
 Accesibilidad. Sí estaba cerca de un camino pavimentado, terracería o
vereda.
 Guardarayas. Sí la plantación contaba con estas o no.

Las variables dasométricas fueron las siguientes:

 Diámetro: corresponde a la lectura del diámetro normal (DN), definido


como la medición del diámetro en centímetros del árbol a 1.30 m. del
suelo. En los casos donde existía pendiente, la medición se realizó por el
lado de arriba. Todas las mediciones se hicieron utilizando forcípula.
 Altura: se anotó la altura total del árbol de todas y cada una de las
especies, con aproximación al metro. En todas las mediciones se utilizó
clinómetro con una separación de 20 m.
 Estado del árbol: las claves utilizadas para tomar la lectura de esta
variable fueron (1) si estaba vivo y (2) muerto.

El acercamiento con la SOCOCECI, fue en primer término a través de


llamadas telefónicas, para plantearle el interés de realizar el estudio;
además, se realizó una visita a Zapoapan de Cabañas, municipio de
Catemaco, Ver., sede de las oficinas de la Cooperativa donde, a través
de su representante el Sr. Juan Pérez Moreno, se plasmaron las
inquietudes del grupo; solicitándole información sobre el padrón de
plantadores, el número de hectáreas plantadas y el año de
establecimiento, todo con la finalidad de obtener un panorama general
de las plantaciones.
37
UNIVERSIDAD VERACRUZANA

Debido a la ubicación atomizada de las plantaciones, se acordó que era


necesario realizar un premuestreo (Ramírez, 2007), para determinar la
superficie mínima a muestrear en base con la variabilidad dasométrica
de las plantaciones, teniendo como condicionantes un intervalo de
certidumbre del 95% y un error máximo del 0.5% (Anexo 6).

Teniendo la anuencia por parte de la SOCOCECI para realizar el estudio,


se planteó que el muestreo sería estratificado al azar, considerando como
unidad de muestreo al productor y los estratos se definieron por año de
establecimiento.

Al mismo tiempo, se determinó que los sitios de muestreo fueran


circulares de 100 m2 (5.64 m. de radio) por su facilidad de manejo en
campo y que se tomarían tres sitios por productor: el primer sitio sería al
azar, el segundo a 25 m. con rumbo Norte franco del primero y el tercer
sitio a 25 m. del segundo en rumbo Este franco (Figura 2).

25 m

r = 5.64 m.

2º r = 5.64 m. 3º

25 m
N

r = 5.64 m.

Figura 2. Tamaño y secuencia de los sitios de muestreo utilizados

38
UNIVERSIDAD VERACRUZANA

5.2. Desarrollo

5.2.1. Determinación del área mínima de muestreo

Las plantaciones evaluadas corresponden a tres periodos de


establecimiento (1994, 1995 y 1996), por lo cual muchos de los
productores tienen plantaciones de uno, dos o los tres periodos, así como
las combinaciones de estos; para determinar el área mínima de muestreo
fue necesario realizar un premuestreo, en el cual se escogieron parcelas
correspondientes a dueños que hubiesen plantado en el primer, segundo
o tercer periodo, así como aquellos que tuviesen plantaciones
correspondientes a las combinaciones de éstos; de tal manera que si un
productor plantó en los tres, la muestra se tomó de cada una de las
plantaciones aplicando la forma planeada para realizar el estudio.

Las plantaciones a evaluar, se eligieron de una lista de 348 socios con


plantaciones de la SOCOCECI, mediante números al azar en función del
resultado arrojado por el premuestreo, para así poder establecer el área
mínima de muestreo.

La superficie mínima de muestreo determinaría aquellos cooperativistas


seleccionados para aplicar la metodología propuesta. El padrón de
plantadores se enumeró de manera ascendente hasta contabilizar los
348 socios, de tal manera que coincidiesen con los números obtenidos
mediante el algoritmo aleatorio de EXCEL.

De los datos obtenidos en el premuestreo, se utilizó la variable Altura


Total para calcular el tamaño de la muestra, debido a que presentó la
menor variabilidad arrojando como resultado que se tendría que
muestrear a 57 socios con una confiabilidad del 95% y un error de
muestreo del 5% (Anexo 6).

39
UNIVERSIDAD VERACRUZANA

5.2.2. Procesamiento de la información

La información obtenida (tanto la proveniente del premuestreo, como


aquella del muestreo en campo), fue capturada en una hoja de cálculo
electrónica para cada una de las parcelas evaluadas por periodo. Una
vez que se terminó de vaciar todos los datos en una base única, se
verificaron para ubicar inconsistencias. Cuando se detectaron datos
inconsistentes se retomó la lectura del formato de campo
correspondiente. Para el presente estudio no se consideraron los datos
obtenidos a través de la encuesta social.

5.2.2.1. Bases de Datos

La base de datos dasométrica consta de 11 columnas: municipio,


propietario, número de sitio, superficie plantada, año de plantación, tipo
de plantación, guardarrayas, especie, diámetro normal, altura total del
árbol y edad. Respecto a esta última variable, se generó a partir de la
variable: año de plantación.

5.2.2.2. Auditoria de Bases

Una vez completa la base de datos, se auditó para identificar aquellos


datos inconsistentes, los cuales fueron desechados. Como herramienta
para auditar los datos dasométricos, se utilizó el índice de esbeltez (ID)
definido como la relación de la altura del árbol respecto a su diámetro
normal. Se determinó que solo aquellos árboles cuyo ID estuviesen en el
intervalo 0.3<=ID<=0.7 serían considerados, debido a que están
creciendo dentro de un rango normal (Ramírez, 2007).

Aplicar el criterio del índice de esbeltez a los datos dasométricos, produjo


que de los 1173 árboles muestreados, se analizaron tan sólo 1065; la
40
UNIVERSIDAD VERACRUZANA

razón se debió a que existían incoherencias en la relación altura


total/diámetro normal. Estos datos no considerados, demuestran que
existieron errores en la toma de datos y pudo deberse a diversos factores
que afectaron la medición de las variables de cada árbol evaluado. Los
índices que tuvieron la mayor frecuencia fueron aquellos que oscilaron
entre los valores de 0.5, 0.6 y 0.7 como se indica en la Figura 3.

0.8 144

0.7 252

0.6 253

0.5 252
índice de esbelte z

0.4 147

0.3 17

0 50 100 150 200 250 300


frecuencia

Figura 3. Frecuencia del índice de esbeltez de las plantaciones evaluadas

Para determinar la calidad de sitio, la densidad y estimar el volumen


posible alcanzable a cosecha se utilizó la metodología propuesta por
Clutter et al (1983 op.cit.), la cual se describe en la revisión de literatura.

Para la estimación de calidad de sitio, se utilizó el método directo usando


los datos de altura, debido a que no existen datos del historial de las
plantaciones, es decir, las plantaciones evaluadas en Los Tuxtlas no
fueron registradas en cuanto a su crecimiento anual, por lo que no se
puede utilizar el método de estimación mediante los datos de cosecha;
así como tampoco se puede aplicar la estimación mediante los datos de
volumen referidos a la edad por qué no se cuenta con ello.

41
UNIVERSIDAD VERACRUZANA

5.2.3. Evaluación del volumen

La estimación del volumen para cada árbol, se calculó utilizando el


modelo generado por el INIFAP (1979) para latifoliadas para el sur del
Estado. Dicho modelo se obtuvo a partir del modelo de crecimiento de
Chapman –Richards

V= e(o +1*ln(D)+2*ln(H))
Donde:

V = volumen
0 , 1 ,  2 = parámetros estimados de las variables diámetro y altura.
D = diámetro
H = altura
LN = logaritmo natural

e = base de los números naturales o número de Euler (2.718281828)


El modelo de Chapman – Richards tuvo un ajuste de la pseudo r2 = 0.98415470, con
valores para de:
0= -9.7891327, 1 = 1.88887745 y 2 = 1.04457398.

42
UNIVERSIDAD VERACRUZANA

VI. Resultados

Los resultados obtenidos en la presente evaluación técnica, se muestran


en los siguientes apartados en apego a lo establecido en la metodología
propuesta.

6.1. Determinación de la calidad de sitio

Al evaluar la variable altura, se encontró que presentaba una gran


dispersión entre los valores tomados en campo; los registros iban de los
0.50 m a los 20 m; no obstante la mayoría de los registros se concentran
entre los 5 y 10 m, como se aprecia en la Figura 4.

Dispersión de la altura
25.0

20.0

15.0
altura (m)

10.0

5.0

0.0
0 200 400 600 800 1000 1200 1400

datos
Figura 4. Dispersión de la altura de los árboles evaluados en plantaciones
forestales pertenecientes a la SOCOCECI en los municipios de
Catemaco y Hueyapan de Ocampo, Ver. (1994-1996).

43
UNIVERSIDAD VERACRUZANA

El modelo de Schumacher para el IS, propone que la altura es una


función del inverso de la edad; no obstante de carecer de los registros de
las alturas desde el año de establecimiento de las plantaciones
evaluadas, se tomó la decisión de utilizar sólo aquellas de los árboles
dominantes y codominantes de los tres periodos de establecimiento, en
este sentido, el modelo de regresión lineal se corrió utilizando valores de
altura en un rango de 10 a 20 m, obteniendo los valores de 0 y 1 de
3.815 y -15.78 respectivamente con un coeficiente de determinación (R2)
de 0.744 ó 74.4% (Figura 5). En el Anexo 7 se resume la regresión lineal.

Regresión lineal de la altura


2.8
2.8
2.7
2.7
ln (altura)

y = -15.78x + 3.815
2.6
R² = 0.744
2.6
2.5
2.5
2.4
2.4
0.075 0.080 0.085 0.090 0.095

1/edad

Figura 5. Modelo de regresión lineal de la altura respecto al inverso de la edad de


los árboles evaluados en plantaciones forestales pertenecientes a la
SOCOCECI en los municipios de Catemaco y Hueyapan de Ocampo,
Ver. (1994-1996).

44
UNIVERSIDAD VERACRUZANA

La altura estimada, como una función de la edad, mostró una tendencia


a alcanzar los 40 m de altura, evaluándola a los 100 años (Figura 6).

Altura estimada
45
40
35
altura estimada (m)

30
25
20
15
10
5
0
0 20 40 60 80 100 120
edad (años)
Figura 6. Estimación de crecimiento de la altura respecto a la edad de los árboles
evaluados en plantaciones forestales pertenecientes a la SOCOCECI
en los municipios de Catemaco y Hueyapan de Ocampo, Ver. (1994-
1996).

45
UNIVERSIDAD VERACRUZANA

Utilizando el modelo de crecimiento de la variable altura, se calcularon el


ICA e IMA. De acuerdo a la definición de la edad base, es decir, el periodo
de tiempo en que ambos incrementos son idénticos, se obtuvo que dicha
edad fue de 16.3125 años, tal como se muestra en la Figura 7.

ICA e IMA de la Altura


1.8

1.6

(16.3125, 1.056)
1.4

1.2
altura (m)

0.8

ICA_ALT
0.6
IMA_ALT

EDAD BASE
0.4

0.2

0
1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20

edad (años)

Figura 7. ICA e IMA de la altura

La edad base encontrada sirvió para calcular el índice de sitio de las


plantaciones de la SOCOCECI, la cual está representada por la Clase III
de la Figura 8. Esta curva representa la curva guía; a partir de esta se
determinó generar cuatro curvas adicionales equidistantes de tres
metros; que al periodo de tiempo antes mencionado, alcanzaron alturas
de 23, 20, 17, 14 y 11 metros para las Clases I, II, III, IV y V
respectivamente. La proyección de las curvas anamórficas, se plasmó

46
UNIVERSIDAD VERACRUZANA

hasta el turno establecido en el programa de manejo original; arrojando


alturas posibles a alcanzar para cada una de las Clases mencionadas.

Índice de Sitio
45

40

35

30
altura (m)

25 Clase I
23
Clase II
20
17 Clase III
15
14 Clase IV
11
10 Clase V

0
1 3 5 7 9 11 13 15 17 19 21 23 25 27 29 31 33 35 37

edad (años)

Figura 8. Curvas anamórficas que definen el índice de sitio para las plantaciones
de la SOCOCECI 1994-1996.

Índice de Sitio de las plantaciones de la SOCOCECI

Las plantaciones ubicadas en la demarcación política del municipio de


Catemaco, con el mayor índice de sitio fueron las establecidas en el año
1994, bajo el sistema agroforestal y con una topografía ondulada; las
especies que lograron desarrollar mayor altura fueron el cedro rojo con
25 m y la primavera con 23 m.

En el municipio de Hueyapan de Ocampo con mayor índice de sitio fueron


las establecidas en el año 1994 y 1996, bajo un sistema agroforestal y
con una topografía ondulada y puras – plana, respectivamente; las

47
UNIVERSIDAD VERACRUZANA

especies que desarrollar mayor altura fueron la primavera con 20 m y el


cedro rojo con 19 m (Cuadro 3).

Cuadro 3. Índices de sitio plantaciones SOCOCECI 1994-1996

AÑO DE ÌNDICE
MUNICIPIO TOPOGRAFÍA TIPO DE PLANTACIÓN ESPECIE
PLANTACIÓN SITIO
CEDRO 25 (Clase I)
1994 ondulada agroforestal
PRIMAVERA 23 (Clase I)
NOGAL 15 (Clase IV)
muy inclinada agroforestal
PRIMAVERA 15 (Clase IV)
CEDRO 16 (Clase IV)
1995
ondulada agroforestal NOGAL 16(Clase IV)
CATEMACO
PRIMAVERA 16 (Clase IV)
plana pura CASUARINA 17 (Clase III)
CAOBA 9 (Clase V)
concava pura CASUARINA 12 (Clase IV)
1996
CEDRO 12 (Clase IV)
ondulada agrosilvopastorill NOGAL 9 (Clase V)
CEDRO 19 (Clase II)
1994 ondulada agroforestal
PRIMAVERA 20 (Clase II)
concava agroforestal CEDRO 14 (Clase IV)
agroforestal PRIMAVERA 16 (Clase III)
CAOBA 15 (Clase III)
muy inclinada
pura CEDRO 14 (Clase IV)
1995
PRIMAVERA 14 (Clase IV)
CEDRO 14 (Clase IV)
agroforestal
plana PRIMAVERA 15 (Clase IV)
pura CEDRO 16 (Clase III)
HUEYAPAN
DE OCAMPO PRIMAVERA 20 (Clase II)
CEDRO 15(Clase IV)
plana pura
NOGAL 14(Clase IV)
CAOBA 10 (Clase V)
CAOBA 14 (Clase IV)
agroforestal
1996 CEDRO 13 (Clase IV)
muy inclinada CEDRO 13 (Clase IV)
pura CAOBA 11 (Clase V)
PRIMAVERA 10 (Clase V)
CEDRO 12 (Clase V)
ondulada pura
CAOBA 8 (Clase V)

48
UNIVERSIDAD VERACRUZANA

Determinación de la densidad de las plantaciones

Las plantaciones evaluadas, arrojaron diferencias respecto al sistema de


cultivo, es decir, se identificaron plantaciones puras, con especies
arbóreas de interés comercial; aquellas bajo un método agroforestal,
asociadas principalmente con café; silvopastoriles, con pastos mejorados
y agrosilvopastoriles, en las que se conjuntaban ganado bovino, café y
especies maderables.

Las especies identificadas en los tres periodos de establecimiento,


corresponden a caoba, casuarina, cedro rojo, melina, nogal, primavera y
teca. De las 57 plantaciones evaluadas, 10 resultaron monoespecíficas
con Cedrela odorata; las demás, contenían una mezcla de dos o más
especies. Esta misma especie, de manera general, fue la más utilizada
por los miembros de la SOCOCECI, seguida por caoba, primavera, nogal,
casuarina, teca y melina, como se muestra en la Figura 9.

Especies utilizadas para el establecimiento de plantaciones forestales


por la SOCOCECI 1994-1996

TECA 0%

PRIMAVERA 6%

NOGAL 4%

MELINA 0%

CEDRO 69%

CASUARINA 1%

CAOBA 19%

0% 10% 20% 30% 40% 50% 60% 70% 80%

Figura 9. Especies utilizadas en las plantaciones establecidas por la SOCOCECI


en los municipios de Catemaco y Hueyapan de Ocampo 1994-1996.

49
UNIVERSIDAD VERACRUZANA

6.2.1 Árboles por hectárea

Plantaciones Forestales en el municipio de Catemaco, Ver.

Plantaciones de 1994

Las plantaciones establecidas en el año 1994 se caracterizan por la


presencia de caoba, cedro rojo, nogal y primavera, siendo la especie de
cedro rojo la que mayor número de individuos presenta por hectárea. Se
estimó que el número de árboles por hectárea es de 533 y 485 para los
sistemas agroforestales y silvopastoriles respectivamente, como se
muestra en la Figura 10.

Árboles por ha Catemaco 1994


600
PRIMAVERA
número de árboles/ha

500
NOGAL
400 CEDRO
300 CAOBA

200

100

0
agroforestal slivopastoril

1994 1994

Catemaco Catemaco

Figura 10. Densidad de especies establecidas bajo distintos sistemas de


plantación en el municipio de Catemaco, Ver. (1994)

50
UNIVERSIDAD VERACRUZANA

Plantaciones de 1995

Las plantaciones correspondientes al periodo de 1995, exhiben tres de


los cuatro sistemas de plantaciones forestales identificados en el
presente estudio: agroforestales, puras y silvopastoriles; a su vez
destacan por registrar el mayor número de especies: caoba, casuarina,
cedro rojo, melina, nogal, primavera y teca; sobresale el cedro rojo como
la especie más utilizada.

Las plantaciones identificadas como puras, presentan el mayor número


de árboles con 1220; seguidas por las agroforestales con 606 y las
silvopastoriles con 400 árb/ha, tal y como se muestra en la Figura 11.

Árboles por ha Catemaco 1995


1400
número de árboles/ha

1200
1000 TECA

800 PRIMAVERA

600 NOGAL

400 MELINA

200 CEDRO
0 CASUARINA
agroforestal pura silvopatoril CAOBA

1995 1995 1995

Catemaco Catemaco Catemaco

Figura 11. Densidad de especies establecidas bajo distintos sistemas de


plantación en el municipio de Catemaco, Ver. (1995)

51
UNIVERSIDAD VERACRUZANA

Plantaciones de 1996

Las plantaciones para este periodo, tienen la peculiaridad de registrar


aquellas consideradas como agrosilvopastoriles; la especie más utilizada
fue el cedro rojo. Es importante mencionar que presentan la mayor
densidad en la presente evaluación con 1450, 1133 y 800 árboles por
hectárea para aquellas consideradas como puras, agrosilvopastoriles y
agroforestales respectivamente (Figura 12).

Árboles por ha Catemaco 1996


1600
1400
número de árboles/ha

1200
1000
800
NOGAL
600
CEDRO
400
CASUARINA
200
CAOBA
0
agroforestal agrosilvopastoril pura

1996 1996 1996

Catemaco Catemaco Catemaco

Figura 12. Densidad de especies establecidas bajo distintos sistemas de


plantación en el municipio de Catemaco, Ver. (1996)

52
UNIVERSIDAD VERACRUZANA

Plantaciones Forestales en el municipio de Hueyapan de Ocampo,


Ver.

Plantaciones de 1994

Las plantaciones establecidas en el año 1994, se identificaron dos


sistemas de plantaciones: agroforestales, con 727 árboles/ha y puras con
1000 árboles/ha; teniendo al cedro rojo como la especie más plantada en
ambos, como se muestra en la Figura 13.

Árboles por ha Hueyapan 1994


1200
número de árboles/ha

1000

800

600 TECA
PRIMAVERA
400
NOGAL
200
CEDRO
0 CAOBA
agroforestal pura

1994 1994

Hueyapan Hueyapan

Figura 13. Densidad de especies establecidas bajo distintos sistemas de


plantación en el municipio de Hueyapan de Ocampo, Ver. (1994)

53
UNIVERSIDAD VERACRUZANA

Plantaciones de 1995

Las plantaciones de este año, son las más uniformes; el sistema


agroforestal presenta 656 y las puras 626 árboles/ha, respectivamente,
cuya principal especie utilizada es el cedro rojo (Figura 14).

Árboles por ha Hueyapan 1995


700
número de árboles/ha

600
500
400
300 PRIMAVERA
200 NOGAL
100 CEDRO
0
CAOBA
agroforestal pura

1995 1995

Hueyapan Hueyapan

Figura 14. Densidad de especies establecidas bajo distintos sistemas de


plantación en el municipio de Hueyapan de Ocampo, Ver. (1995)

54
UNIVERSIDAD VERACRUZANA

Plantaciones de 1996

Al igual que las plantaciones de los años anteriores, la especie más


plantada fue el cedro rojo. Las consideradas como puras, registran el
menor número de individuos por hectárea en la presente evaluación con
tan sólo 567 árboles por hectárea, superadas por aquellas consideradas
como agroforestales que contienen 967 árb/ha (Figura 15).

Árboles por ha Hueyapan 1996


1200
número de árboles/ha

1000

800

600
PRIMAVERA
400 NOGAL

200 CEDRO
CAOBA
0
agroforestal pura

1996 1996

Hueyapan Hueyapan

Figura 15. Densidad de especies establecidas bajo distintos sistemas de


plantación en el municipio de Hueyapan de Ocampo, Ver. (1996)

55
UNIVERSIDAD VERACRUZANA

6.2.2. Diámetro Cuadrático

Plantaciones de 1994 en el municipio de Catemaco, Ver.

Las especies que presentan mejor crecimiento en diámetro cuadrático


(Dq entendiendo por éste como el diámetro promedio del árbol tipo) son:
la primavera con un Dq = 21 cm, bajo el sistema agroforestal y la caoba
con un Dq = 19 cm bajo en plantaciones consideradas como
silvopastoriles, tal y como se muestra en la Figura 16.

Figura 16. Diámetro cuadrático por especie en plantaciones forestales


establecidas en el municipio de Catemaco, Ver. (1994)

56
UNIVERSIDAD VERACRUZANA

Plantaciones de 1995 en el municipio de Catemaco

El crecimiento en diámetro de las especies utilizadas en este periodo,


sobresalen aquellas bajo un sistema agroforestal, donde destacan la
teca, melina y nogal con 37, 20 y 23 cm de Dq respectivamente. En las
plantaciones puras destaca la casuarina con un Dq = 20 cm. Al igual que
en el periodo anterior, la caoba sobresales en un sistema silvopastoril
con un Dq = 18 cm (Figura 17).

Diámetro cuadrático por árbol tipo


plantaciones Catemaco 1995
40 37 CAOBA

35 CASUARINA

30 CEDRO

25 23 MELINA
20 20
cm

20 18 NOGAL
15
15 12 13 13 13 PRIMAVERA
11
10
10 TECA

5 3

0
agroforestal pura silvopastoril

1995 1995 1995

Catemaco Catemaco Catemaco


Figura 17. Diámetro cuadrático por especie en plantaciones forestales
establecidas en el municipio de Catemaco, Ver. (1995)

57
UNIVERSIDAD VERACRUZANA

Plantaciones de 1996 en el municipio de Catemaco

El nogal es la especie que mayor crecimiento obtuvo en Dq con 19 cm,


como se muestra en la Figura 18; es importante destacar que se da bajo
el sistema agrosilvopastoril. Al igual que en el periodo anterior, en las
plantaciones puras, sobresale la casuarina con 13 cm de Dq.

Diámetro cuadrático por árbol tipo


plantaciones Catemaco 1996
20 19 CAOBA
CASUARINA
15 14 13 CEDRO

10 10 NOGAL
cm

10 8
7 7

0
agroforestal agrosilvopastoril pura

1996 1996 1996

Catemaco Catemaco Catemaco

Figura 18. Diámetro cuadrático por especie en plantaciones forestales


establecidas en el municipio de Catemaco, Ver. (1996)

58
UNIVERSIDAD VERACRUZANA

Plantaciones de 1994 en el municipio de Hueyapan de Ocampo, Ver.

La especie con mejor crecimiento en diámetro, registrada en las


plantaciones en el periodo de 1994 en el municipio de Hueyapan de
Ocampo, es el nogal con un Dq = 19 cm bajo un sistema agroforestal.
Destaca la caoba en las puras con 17 cm de diámetro al igual que la
primavera, como se muestra en la Figura 19.

Diámetro cuadrático por árbol tipo


plantaciones Hueyapan 1994
20 19
17 17 17
15
15 14
CAOBA
11
CEDRO
cm

10 8 NOGAL

5 PRIMAVERA
TECA
0
agroforestal pura

1994 1994

Hueyapan Hueyapan

Figura 19. Diámetro cuadrático por especie en plantaciones forestales


establecidas en el municipio de Hueyapan de Ocampo, Ver. (1994)

59
UNIVERSIDAD VERACRUZANA

Plantaciones de 1995 en el municipio de Hueyapan de Ocampo, Ver.

La primavera fue la especie con mayor Dq con 24 cm bajo en


plantaciones consideradas como puras, contrastando con aquellos
individuos establecidos bajo el sistema agroforestal, en el cual tan sólo
alcanzó los 15 cm de diámetro (Figura 20).

Diámetro cuadrático por árbol tipo


plantaciones Hueyapan 1995
25 24

20

16
15 CAOBA
15
CEDRO
cm

11 11 11
10 NOGAL
10 9
PRIMAVERA

0
agroforestal pura

1995 1995

Figura 20. Diámetro cuadrático por especie en plantaciones forestales


establecidas en el municipio de Hueyapan de Ocampo, Ver. (1995)

60
UNIVERSIDAD VERACRUZANA

Plantaciones de 1996 en el municipio de Hueyapan de Ocampo, Ver.

El nogal es la especie con mayor crecimiento en diámetro en


plantaciones puras establecidas en el municipio de Hueyapan de
Ocampo registradas por la SOCOCECI en el año 1996 con un Dq = 18
cm. También sobresale el cedro rojo con un Dq = 17 cm en aquellas
agroforestales, tal y como se aprecia en la Figura 21.

Diámetro cuadrático por árbol tipo


plantaciones Hueyapan 1996
20 18
17
15 15 CAOBA
15 14
12 CEDRO
NOGAL
cm

10
PRIMAVERA

0
agroforestal pura

1996 1996

Hueyapan Hueyapan

Figura 21. Diámetro cuadrático por especie en plantaciones forestales


establecidas en el municipio de Hueyapan de Ocampo, Ver. (1996)

61
UNIVERSIDAD VERACRUZANA

6.2.3. Área Basal

Plantaciones de 1994 en el municipio de Catemaco, Ver.

El área basal contenida por las plantaciones establecidas en 1994 en el


municipio de Catemaco, Ver. va de los 9.3 y 8.5 m2 para los sistemas
agroforestales y silvopastoriles respectivamente, como se muestra en la
Figura 22.

Figura 22. Área basal por especie en plantaciones forestales establecidas en el


municipio de Catemaco, Ver. (1994)

62
UNIVERSIDAD VERACRUZANA

Plantaciones de 1995 en el municipio de Catemaco, Ver.

La máxima área basal la mostraron las plantaciones puras con 15.8 m 2


seguidas por las agroforestales con 11.5 m 2 y silvopastoriles con 5.7 m2
como se muestra en la Figura 23.

Figura 23. Área basal por especie en plantaciones forestales establecidas en el


municipio de Catemaco, Ver. (1995)

63
UNIVERSIDAD VERACRUZANA

Plantaciones de 1996 en el municipio de Catemaco, Ver.

Las plantaciones sobresalientes para el año 1996 son las puras con 12.1
m2 de área basal, para aquellas bajo los sistemas agroforestales y
agrosilvopastoriles, corresponden 6.9 y 6.4 m2 de área basal como se
muestra en la Figura 24.

Figura 24. Área basal por especie en plantaciones forestales establecidas en el


municipio de Catemaco, Ver. (1996)

64
UNIVERSIDAD VERACRUZANA

Plantaciones de 1994 en el municipio de Hueyapan, Ver.

Las plantaciones puras superan a las agroforestales en prácticamente el


doble del área basal contenida por hectárea. Las primeras, alcanzan 16.2
m2 mientras que las segundas tan solo 8.4 m 2, como se muestra en la
Figura 25.

Figura 25. Área basal por especie en plantaciones forestales establecidas en el


municipio de Hueyapan de Ocampo, Ver. (1994)

65
UNIVERSIDAD VERACRUZANA

Plantaciones de 1995 en el municipio de Hueyapan, Ver.

Las plantaciones puras alcanzan, para el año 1995, la máxima área basal
con 11.3 m2; las agroforestales registraron 7.4 m2 (Figura 26).

Figura 26. Área basal por especie en plantaciones forestales establecidas en el


municipio de Hueyapan de Ocampo, Ver. (1995)

66
UNIVERSIDAD VERACRUZANA

Plantaciones de 1996 en el municipio de Hueyapan, Ver.

Las plantaciones agroforestales alcanzan el máximo valor del área basal


registrado con 19 m2 contrastando fuertemente con las puras que
obtuvieron 9.1 m2, como se observa en la Figura 27.

Figura 27. Área basal por especie en plantaciones forestales establecidas en el


municipio de Hueyapan de Ocampo, Ver. (1996)

67
UNIVERSIDAD VERACRUZANA

6.2. Estimación del volumen de cosecha

Los valores obtenidos de las constantes, que el modelo de Schumacher


propone para la estimación del volumen de cosecha, se muestra en el
Cuadro 4. El resumen de los cálculos de regresión se encuentra en el
Anexo 8.

Cuadro 4. Parámetros encontrados para el modelo de Schumacher modificado


para estimar el volumen de cosecha
Constantes Valor
β0 = -0.829428603
β1 = 0.098921783
β2 = 16.20502782
β3 = 0.898795318

Conforme a los valores encontrados, el modelo de cosecha para las


plantaciones de la SOCOCECI se enuncia a través de la siguiente
ecuación:

𝟏
𝑳𝑵(𝑽) = −𝟎. 𝟖𝟐𝟗𝟒𝟐𝟖𝟔𝟎𝟑 + 𝟎. 𝟎𝟗𝟖𝟗𝟐𝟏𝟕𝟖𝟑 ∗ 𝑰𝑺 + 𝟏𝟔. 𝟐𝟎𝟓𝟎𝟐𝟕𝟖𝟐 ∗ ( ) + 𝟎. 𝟖𝟗𝟖𝟕𝟗𝟓𝟑𝟏𝟖
𝑬𝑫𝑨𝑫
∗ 𝑳𝑵(𝑨𝑩)

Acorde al modelo anterior, las plantaciones con mayor volumen estimado


de cosecha son las agroforestales correspondientes a los años 1994 y
1995, en el municipio de Catemaco; para aquellas establecidas dentro de
los límites políticos de Hueyapan de Ocampo, son las puras para el año
1994 y las agroforestales de 1996 como se muestra en el Cuadro 5.

68
UNIVERSIDAD VERACRUZANA

Cuadro 5. Volumen estimado de cosecha por hectárea para las plantaciones de la


SOCOCECI establecidas en el periodo 1994-1995.
ÍNDICE EDAD DE AB por VOL_COS
MUNICIPIO AÑO TIPO COSECHA ha (m3/ha)
SITIO (m) (años) (m2/ha)
agroforestal 24 18 9.27 85.319
1994
silvopastoril 12 18 7.65 21.917
agroforestal 22 18 11.49 84.933
1995 pura 16 18 15.79 62.406
CATEMACO silvopastoril 10 18 5.72 13.829
agroforestal 7 18 6.92 12.200
agrosilvopasto
1996 9 18 6.36 13.783
ril
pura 15 18 12.05 44.344
agroforestal 19 18 8.39 47.570
1994
pura 16 18 16.23 63.954
HUEYAPAN agroforestal 16 18 7.36 31.431
DE 1995
OCAMPO pura 16 18 11.25 46.022
agroforestal 14 18 19.02 60.530
1996
pura 20 18 9.07 56.327

69
UNIVERSIDAD VERACRUZANA

VII. Discusión

Los resultados encontrados en la presente evaluación contrastan con los


planteados al inicio del establecimiento del proyecto por parte de la
SOCOCECI en la región de Los Tuxtlas, particularmente en los
municipios de Catemaco y Hueyapan de Ocampo, Ver.

Calidad de Sitio. Una de las decisiones más difíciles para establecer una
plantación forestal, es sin duda, el identificar correctamente el lugar
donde crecerán los árboles para alcanzar las metas del proyecto, a fin de
evitar pérdidas económicas (Clutter et al, 1983 op. cit.). Para el proyecto
de la SOCOCECI, la calidad de sitio, evaluada a través del índice de sitio,
mostró un crecimiento en altura bajo; sin embargo, para tener una
comprensión exacta del desarrollo del arbolado, sería necesario darle un
monitoreo continuo desde su establecimiento hasta su corta, por ejemplo
100 años, como lo menciona Klepac. (1983 op. cit.).

En la evaluación realizada, el IS promedio de todo el proyecto fue de 15


m aun cuando se tomaron los valores máximos de todas las plantaciones.
En el municipio de Catemaco, se estimó el valor más alto con 25 m por
tipo de plantación para el año 1994, en los dos periodos siguientes,
apenas alcanzaron 23 y 15 m; para Hueyapan de Ocampo, los máximos
IS’s (20 y 17m) no decrecieron como en el caso anterior (Figura 28).

Al respecto, Klepac (1983 op. cit.), hace hincapié en que el aclareo


continuo de árboles en una plantación, provoca que la altura media (y el
diámetro normal) de la masa se incrementen más rápidamente que en
aquellos árboles considerados individualmente, lo que explicaría ese bajo
desarrollo de la altura, lo cual demuestra el poco manejo de las
plantaciones evaluadas.

70
UNIVERSIDAD VERACRUZANA

Por otra parte, el proyecto original no menciona la altura máxima


promedio que los árboles podrían alcanzar, tan sólo se limita a indicar la
altura de fuste limpio (10 m) por ser la parte del árbol con mayor valor
comercial.

Figura 28. Índices de Sitio promedios en las plantaciones de la SOCOCECI 1994-


1996.

Lo anterior concuerda con lo planteado por Rodríguez et al (1999) en el


sentido que las plantaciones de Los Tuxtlas ocupaban terrenos con un
largo historial agropecuario y otros adyacentes, lo cual, aunado a la
calidad media de las especies seleccionadas, suponía un decremento
futuro de los árboles plantados.

Clutter et al (1983 op. cit.) mencionan que uno de los aspectos relevantes
a considerar es la capacidad innata que tiene un terreno para alcanzar la
productividad deseada, en este sentido, muchas de las plantaciones de
la SOCOCECI, se establecieron en asociación con la vegetación nativa.
Independientemente del sistema de plantación, las especies de interés
71
UNIVERSIDAD VERACRUZANA

para el proyecto se ubicaron en una competencia individual directa por


agua, nutrientes, espacio y luz, tanto entre individuos como con otras
formas de vida, provocando un desarrollo inferior al estimado.

Villee (1974), Eqhihua y Benítez (1999) mencionan que las relaciones


entre los elementos bióticos y abióticos actúan recíprocamente por lo que
cualquier alteración al ecosistema variará las relaciones entre las
especies. Esta alteración se puede ver incrementada por los fenómenos
naturales como lo menciona Vickery (1987). En este contexto, las
plantaciones de la SOCOCECI se encuentran en la vertiente del Golfo de
México, región del país constantemente azotada por fenómenos
ambientales denominados “Nortes”, por lo que se infiere que el pobre
crecimiento de los árboles se debió en parte a la sinergia que ocasionan
los acontecimientos ambientales frecuentes en la competencia inter e
intraespecífica.

El presente estudio no contempló evaluar la sanidad de las plantaciones


de la SOCOCECI; sin embargo, se infiere que una de las posibles causas
del pobre desarrollo pudo deberse en gran parte por el ataque de
fitopatógenos, así como de insectos y otros artrópodos, considerados
como plagas; que en combinación con los nortes, responsables estos
últimos de provocar estrés en los árboles, sobre todo a edades
tempranas cuando aún no estaban endurecidos (Agrios, 2007), afectaron
la tasa de crecimiento de las especies de interés en distintos tiempos y
etapas (Coulson y Witter, 1990).

Las especies contempladas al inicio del proyecto de la SOCOCECI


fueron la caoba y cedro rojo para el primer periodo de plantaciones,
seguidas por nogales y primaveras para los años posteriores. Las
especies más registradas fueron el cedro rojo con un 69% y caoba con
19% de las veces en los tres años evaluados; sin embargo, se

72
UNIVERSIDAD VERACRUZANA

encontraron también nogales, primaveras, tecas, melinas y casuarinas.


Estas últimas especies se registran en los años 1995 y 1996,
correspondientes a los periodos de mayor superficie establecida,
desconociéndose el criterio seguido para su selección.

Las especies seleccionadas para las plantaciones de la SOCOCECI en


Los Tuxtlas, denotan carencias en los criterios de selección, debido a que
el proyecto no menciona ni la biología, ni la ecología de los géneros
escogidos, requerimientos indispensables para iniciar cualquier proyecto
tal y como lo menciona Montagnini (1992).

De acuerdo a García (1981) e INEGI (1988) las plantaciones localizadas


en Catemaco difieren en el tipo de suelo, aspecto vital para tener las
condiciones óptimas para el crecimiento de los árboles. La única especie
que encuentra las condiciones óptimas de suelo para desarrollarse es
Juglans olanchana de acuerdo a lo que menciona Jiménez y Vásquez
(2008).

Densidad. El proyecto original contemplaba plantar los árboles en un


arreglo rectangular de tres metros entre plantas y seis entre hileras, lo
cual denota 556 árboles por hectárea, valor inferior para las plantaciones
evaluadas que en promedio ostentan una densidad estimada promedio
de 798 árboles/ha, lo que representa un 43% más árboles por hectárea
plantada.

Las plantaciones establecidas en el municipio de Catemaco, mostraron


la mayor densidad, siendo significativas las puras del año 1996 con un
161% más árboles que los originalmente establecidos (556); seguidas de
las puras de 1995 con el 119% y las agrosilvopastoriles con 104%. En el
caso contrario, las plantaciones silvopastoriles fueron las que menor
porcentaje registraron con -28% (Cuadro 6). Por comunicación personal

73
UNIVERSIDAD VERACRUZANA

de los poseedores de las plantaciones evaluadas, se sabe que no


hicieron aclareo (raleo como lo conocen) alguno hasta el momento.

Cuadro 6. Comparativo de densidades respecto al proyecto original


Diferencia
entre
Municipi Tipo de árboles/ha
Año densidad Porcentaje
o plantación estimados
es
(arb/ha)
agroforestal 533 -23 -4%
1994
slivopastoril 485 -71 -13%
agroforestal 606 +50 +9%
1995 Pura 1220 +664 +119%
Catemac
silvopastoril 400 -156 -28%
o
agroforestal 800 +244 +44%
agrosilvopastor
1996
il 1133 +577 +104%
Pura 1450 +894 +161%
agroforestal 727 +171 +31%
1994
Pura 1000 +444 +80%
Hueyapa agroforestal 656 +100 +18%
1995
n Pura 626 +70 +13%
agroforestal 967 +411 +74%
1996
Pura 567 +11 +2%
PROMEDIO: 798 +242 +43%

Rodríguez et al (1999) encontraron que la densidad promedio fue de


1285 árboles por hectárea en plantaciones de Los Tuxtlas, sin indicar el
periodo ni los poseedores de éstas; manifestando que no existían
grandes huecos; lo que explicaría el pobre desarrollo del cedro rojo y
caoba, especies contempladas originalmente en el proyecto, ya que son

74
UNIVERSIDAD VERACRUZANA

heliófilas, aspecto que Chama y Hernández (2004) deducen sobre el


pobre desempeño de las plantaciones se debió a la supresión sufrida por
luz y nutrientes.

El manejo de la densidad es una de las ventajas que tienen las


plantaciones respecto a los bosques naturales, debido a que se lleva un
control estrecho entre el número de árboles en el espacio ocupado por la
plantación buscando alcanzar los objetivos de producción; sin embargo,
en el proyecto de la SOCOCECI se aplicaron inversamente los principios
de distribución y espaciamiento en la población, tal y como lo señalan
diversos autores (Montagnini, 1992; Patiño,1995; Wadsworth, 2000;
Mussalem, 2003, y Wolmard, 1995) quienes coinciden en que para
obtener árboles con diámetros grandes se requiere que exista el espacio
necesario para que desarrollen su potencial.

Diámetro y Área Basal. El proyecto original planteaba obtener diámetros


promedio por hectárea de 40 cm a los 18 años; sin embargo, los
resultados obtenidos muestran que alcanzan los 14 cm, a los 13 años del
establecimiento el proyecto. El bajo crecimiento del diámetro se debió en
parte a la densidad alta; Musálem (2003), Patiño (1995) y Montagnini
(1992) coinciden en que el manejo de la densidad es uno de los factores
decisivos para desarrollo del diámetro de los árboles plantados, para
poder así alcanzar los objetivos de la plantación.

Si bien la densidad influye directamente en el crecimiento y desarrollo del


diámetro, los resultados muestran que para las plantaciones localizadas
en el municipio de Catemaco, el Dq promedio alcanzaron valores
mayores aun cuando se tenía mayor número de especies, de las cuales
destacan la casuarina y el nogal que presentan un crecimiento de 20 y
15 cm en diámetro respectivamente, particularmente en las plantaciones
puras de 1995, las cuales a su vez se distinguen por la alta densidad, lo

75
UNIVERSIDAD VERACRUZANA

que hace pensar que la primer especie se adapta mejor a la competencia


como se muestra en la Figura 29; la segunda, por ser endémica de la
región (Jiménez y Vásquez, 2008). Por su parte, el área basal se
comporta de una manera normal, ya que al existir un mayor número de
individuos también su valor aumenta.

En las plantaciones localizadas en Hueyapan, el crecimiento de los


diámetros se comportó de manera particular, debido a que a un mayor
número de individuos por hectárea se registraron valores superiores.
Esta peculiaridad se relaciona con el hecho de que en aquellas
plantaciones con dos especies (caoba y cedro rojo) el desarrollo en
diámetro alcanzó crecimientos superiores respecto de aquellas en las
cuales se registraron cuatro especies (Fig. 29). No obstante, el área basal
concuerda con lo mencionado por los últimos autores citados; además,
son las plantaciones del año 1996 del sistema agroforestal quienes
alcanzan el área basal máxima con 19 m2.

76
UNIVERSIDAD VERACRUZANA

Figura 29. Relación Dq (cm) vs. Área Basal (m2) en plantaciones de la SOCOCECI
1994-1996.

77
UNIVERSIDAD VERACRUZANA

Cosecha. Rojas (1993) planteaba que a un turno comercial de 18 años,


se alcanzaría un volumen de cosecha de 253 m 3; en contraste,
considerando el índice de sitio promedio por tipo de plantación; 18 años
de edad y el área basal por hectárea tipo, se tiene que en el mejor de los
casos las plantaciones agroforestales de Catemaco son las que alcanzan
85.319 m3 seguidas por las agroforestales de 1995 del mismo municipio;
las de Hueyapan sobresalen las puras de 1994 y las agroforestales de
1996 con 63.954 y 60.530 m 3 tal y como se mencionó en el Cuadro 5.
Volumen estimado de cosecha por hectárea para las plantaciones de la
SOCOCECI establecidas en el periodo 1994-1995.

A manera de ejercicio, utilizando el modelo de cosecha propuesto y


considerando el valor máximo de IS la edad de 18 años, se requeriría
que el número de árboles por hectárea fuese de 238 para así obtener un
área basal de 30 m2 lo cual arrojaría un volumen por hectárea de 240.170
m3, resultado cercano al planteado en el programa de manejo original;
siempre y cuando se realice el aclareo de manera continua, quitando los
árboles oprimidos tal y como lo plantea Klepac (1983 op. cit.).

VIII. Conclusiones

Las cadenas productivas actuales, demandan una especialización en


cada uno de los eslabones que la integran, lo cual se traduce en una alta
especialización de procesos particulares, de tal manera que se optimice
la producción del bien, mediante la minimización de costos, pérdidas o
riesgos y la maximización de los volúmenes producidos.

Las plantaciones forestales comerciales, forman parte de algunas


cadenas productivas vigentes y demandan que el crecimiento de las
especies de interés comercial, logre alcanzar los objetivos y metas
planteados desde la concepción de cada proyecto en particular.

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La decisión tomada por la Sociedad Cooperativa Cerro de Cintepec, de


establecer plantaciones forestales comerciales, constituyó en su
momento, una oportunidad para sus agremiados, en aras de obtener
ingresos adicionales; pero también representó un reto para esta
organización, en el sentido de adopción de una actividad ajena para ellos
hasta entonces.

Bajo el tenor de disponer de parcelas susceptibles de “enriquecerlas”


mediante la introducción de árboles con alto valor comercial, conjugado
con apoyos gubernamentales hacia el sector social, condujeron a los
agremiados a utilizar terrenos marginales en los años posteriores al inicio
de establecido el proyecto (1994), con una calidad de sitio baja.

Sería aventurado asegurar que las plantaciones fueron establecidas y


después abandonadas; por el contrario, los apoyos gubernamentales
contemplaron la asistencia técnica, la cual, comentan algunos de los
cooperativistas, fue otorgada de manera grupal durante los primeros
años del proyecto.

Aun cuando la presente evaluación no calificó ni la calidad ni el impacto


de la asistencia técnica, se puede inferir que ésta determinó en gran
medida el estado actual de las plantaciones evaluadas, debido a que la
mayoría de los productores manifestaron verbalmente tan sólo haber
ejecutado la limpia parcial de malezas y en algunos casos el control de
plagas, como las principales actividades realizadas durante el tiempo de
vida del proyecto. De lo anterior se desprende la importancia que tiene el
considerar al ecosistema de manera completa, es decir, debe también
incluirse el componente social en una evaluación de los terrenos
considerados como aptos para plantaciones forestales comerciales.

En la mencionada evaluación, los componentes abióticos deberán


considerar e incluir no sólo a la temperatura y precipitación, sino también
79
UNIVERSIDAD VERACRUZANA

anexar el tipo de suelo, su fertilidad y drenaje. El componente biológico


igualmente debe ser considerado, ya que en los trópicos, por esa gran
biota que poseen, las relaciones inter e intraespecíficas son poco
identificadas por su complejidad; haciendo muy vulnerable el equilibrio
existente cuando se introducen una mayor cantidad de individuos de una
sola especie o de especies exóticas al ecosistema en particular.

La elección de las especies es otro de los elementos importantes a


considerar al momento de establecer una plantación; el conocer la
taxonomía de la especie no garantiza el éxito de un proyecto forestal;
para lograrlo, es necesario saber la procedencia del germoplasma a
cultivar, siempre y cuando se conozca la respuesta de la especie a las
condiciones particulares de la zona de establecimiento, de ahí la
iPacioneslanmportancia que tiene el rescate y mejoramiento genético de
las especies como eslabón inicial del éxito en la cadena productiva
forestal9.

Aún continúan siendo muy escasas las pruebas objetivas sobre la


productividad de las plantaciones forestales pertenecientes al sector
social en Veracruz; debido principalmente al tiempo tan largo para
recabar información confiable que ayude a los técnicos forestales en la
toma de decisiones sobre el manejo silvícola en plantaciones. Al
respecto, se hace necesario continuar evaluando los proyectos de este
tipo, a fin de generar información útil para proyectos futuros.

Por último, cuando se continúa teniendo un déficit en la balanza


comercial de productos forestales, donde la economía mundial obliga a

9 Ph. D. William Dvorak director general de CAMCORE. Comunicación personal febrero


del 2001.

80
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competir de manera abierta y el uso de la tecnología se convierte en una


premisa para generar riqueza y bienestar social; ante tal situación, surge
la interrogante ¿qué proponer para que las plantaciones forestales
comerciales sean un éxito como actividades productivas? A manera de
propuesta y puntualizando sobre aspectos mencionados por distintos
actores del sector forestal se propone lo siguiente:

 Buscar los mecanismos para realizar la identificación, acopio y


control de germoplasma por región.
 Hacer evaluaciones de procedencia de especies nativas y exóticas
a las condiciones reinantes de las regiones en general.
 Hacer evaluaciones de especies nativas con potencial comercial,
no desde el punto de vista tradicional, sino buscando descifrar las
relaciones con el medio ambiente y su adaptabilidad al manejo
como monocultivos.
 Buscar mercados para especies nativas no tradicionales.
 Llevar un seguimiento a largo plazo que depure y complemente la
información sobre el crecimiento, manejo y adopción del cultivo de
una plantación forestal comercial en los trópicos.
 Desarrollar métodos de manejo silvícola para plantaciones,
enfocados a ecosistemas tropicales y acordes al tipo de productor.
 Restablecer el extensionismo forestal en todo México, utilizando a
los egresados técnicos y de carreras afines al sector, bajo el
esquema de servicio social.
 Involucrar a las instituciones de educación superior en la solución
a problemas reales del sector forestal, identificados dentro del
área de influencia de éstas.

81
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90
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ANEXOS

91
2710000 2720000 2730000 2740000 2750000

CLIMAS
AREA DE ESTUDIO
N

SIM BO LO GÍA
MUNICIP IO S DE VE RA CRUZ

LOCALIDADES
CATEMACO
 AHUAT EP EC
Anexo 1. Clima

 LO S MA NG OS
2110000 2110000  SA BA NETA

 SA MA RI A

 SA NT A ROSA CI NT EP EC

 SA NT A ROSA LOM A LARGA


 ZAP OA PA N DE CAB AÑA S

CL IMA S

A(f)

Am
AHUATEPEC Aw2

ZAPOAPAN Rí os


Curvas de nivel
Lago de Catem aco


Macrolocalizac ión

2100000 2100000

SANTA ROSA CINTEPEC


Esp ecif ica cion es C arto gráf icas
P roye cció n: C ónica co nfo rme
de La mb ert
2090000 2090000
Zo na: 14
Dat um : NA D 27
Cua drícula ca da: 10 000 m etro s
HUEYAPAN DE OCAMPO E scala G rá fica (m etro s):
SAMARIA
700 0 700 Meters


Fu en te s d e Infor m ac ió n C ar to grá fic a
UNIVERSIDAD VERACRUZANA

LOS MANGOS
C om i s ión N a c ion al

pa ra e l C ono c im ie nto y

U s o de la Bi odi v ers id ad

C O N A BIO
SABANETA 2080000
2080000 
IN ST IT U T O T EC N O LÓ G IC O
SANTA ROSA LOMA LARGA  S U PE R IO R D E Z O N GO LIC A

2710000 2720000 2730000 2740000 2750000

92
2710000 2720000 2730000 2740000 2750000

T IPO DE SUELOS
AREA DE ESTUDIO

N
SIM BO LO GÍA
MUNICIP IO S DE VE RA CRUZ
CATEMACO LOCAL IDADES
 AHUAT EP EC

 LO S MA NG OS
2110000 2110000
 SA BA NETA

 SA MA RI A

 SA NT A ROSA CI NT EP EC

 SA NT A ROSA LOM A LARGA


 ZAP OA PA N DE CAB AÑA S

SUELOS
Ando sol hú mico Gl eyso l vér ti co
Luv isol cróm ico
Anexo 2. Tipo de Suelo

Cam bis ol é utrico


Fe oze m háp li co Luv isol férric o
AHUATEPEC
Fe oze m lúvi co Vertiso l pé li co
ZAPOAPAN
Rí os
 Curvas de nivel
Lago de Catem aco


Macrolocalizac ión

2100000 2100000
CL IMA S
(A)C(fm)

A(f)

Am

Aw1

Aw2

SANTA ROSA CINTEPEC


Esp ecif ica cion es C arto gráf icas
P roye cció n: C ónica co nfo rme
de La mb ert
2090000 2090000
Zo na: 14
Dat um : NA D 27
Cua drícula ca da: 10 000 m etro s
HUEYAPAN DE OCAMPO E scala G rá fica (m etro s):
SAMARIA
700 0 700 Meters


Fu en te s d e Infor m ac ió n C ar to grá fic a
LOS MANGOS
UNIVERSIDAD VERACRUZANA

C om i s ión N a c ion al

pa ra e l C ono c im ie nto y

U s o de la Bi odi v ers id ad

C O N A BIO
SABANETA 2080000
2080000 
IN ST IT U T O T EC N O LÓ G IC O
SANTA ROSA LOMA LARGA  S U PE R IO R D E Z O N GO LIC A

2710000 2720000 2730000 2740000 2750000

93
2710000 2720000 2730000 2740000 2750000

CUENCAS
HIDRO LÓG ICAS
AREA DE ESTUDIO

N
CATEMACO SIM BO LO GÍA
MUNICIP IO S DE VE RA CRUZ

LOCAL IDADES
 AHUAT EP EC

 LO S MA NG OS
2110000 2110000
 SA BA NETA

 SA MA RI A

 SA NT A ROSA CI NT EP EC

 SA NT A ROSA LOM A LARGA


Anexo 3. Hidrología

 ZAP OA PA N DE CAB AÑA S

CUE NCAS HIDROLÓGICAS


Islas
Laguna Cat emaco

AHUATEPEC Laguna Sont ecom apan


Ri o B lanco
ZAPOAPAN Ri o Coatzacoal cos
Ri o Jamapa
 Ri o P apal oapan

Rí os
 Curvas de nivel
Lago de Catem aco

Macrolocalizac ión

2100000 2100000
SANTA ROSA CINTEPEC CL IMA S
(A)C(fm)

A(f)
 Am

Aw1

Aw2

SAMARIA

LOS MANGOS  Esp ecif ica cion es C arto gráf icas


P roye cció n: C ónica co nfo rme
 de La mb ert
2090000 SABANETA 2090000
Zo na: 14
 Dat um : NA D 27
SANTA ROSA LOMA LARGA
 Cua drícula ca da: 10 000 m etro s
E scala G rá fica (m etro s):

1000 0 1000 Meters

HUEYAPAN DE OCAMPO Fu en te s d e Infor m ac ió n C ar to grá fic a


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C om i s ión N a c ion al

pa ra e l C ono c im ie nto y

U s o de la Bi odi v ers id ad

C O N A BIO

2080000 2080000
IN ST IT U T O T EC N O LÓ G IC O

S U PE R IO R D E Z O N GO LIC A

2710000 2720000 2730000 2740000 2750000

94
2710000 2720000 2730000 2740000 2750000

USO DE SUELO Y
VEGETAC IÓ N
AREA DE ESTUDIO
CATEMACO
N
SI M BO LO GÍ A
MUNICIP IO S DE VE RA CRUZ

LOCAL IDADES
 AHUAT EP EC

 LO S MA NG OS
2110000 2110000
 SA BA NETA

 SA MA RI A

 SA NT A ROSA CI NT EP EC

 SA NT A ROSA LOM A LARGA


 ZAP OA PA N DE CAB AÑA S

AHUATEPEC TIPO DE VEGETAC IÓN


ZAPOAPAN Bosque de encino

Bosque de pi no

 Cuerpos de agua

Manejo agrí cola, pecuario y f orest al (plant aci ones)


 Popal y tular

Sabana

Selva alt a perennif olia y subperennifol ia

Curvas de nivel
Anexo 4. Tipo de Vegetación

SANTA ROSA CINTEPEC


2100000 2100000

SAMARIA

LOS MANGOS 
Esp ecif ica cion es C arto gráf icas

SABANETA P roye cció n: C ónica co nfo rme
 de La mb ert
2090000 2090000
 Zo na: 14
SANTA ROSA LOMA LARGA
Dat um : NA D 27
Cua drícula ca da: 10 000 m etro s
E scala G rá fica (m etro s):

1000 0 1000 Meters

HUEYAPAN DE OCAMPO Fu en te s d e I nf or m ac ió n C ar to grá fic a


UNIVERSIDAD VERACRUZANA

C om i s ión N a c ion al

pa ra e l C ono c im ie nto y

U s o de la Bi odi v ers id ad

C O N A BI O

2080000 2080000
IN ST I T U T O T EC N O LÓ G IC O

S U PE R IO R D E Z O N GO LIC A

2710000 2720000 2730000 2740000 2750000

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Anexo 5. Formato de Campo

DATOS DE CONTROL

1. NOMBRE DEL PREDIO: 5. COORDENADAS:

2. MUNICIPIO: 6. LOCALIDAD:

3. PROPIETARIO: 7. NÚMERO DE SITIO:

4. RESPONSABLE: 8. FECHA:

DATOS GENERALES

9. SUPERFICIE TOTAL PREDIO: 10. SUPERFICIE PLANTADA: 11. AÑO PLANTACIÓN: 12. TOPOGRAFÍA:

13. TIPO DE PLANTACIÓN: 14. ACCESIBILIDAD: 15. TIPO DE ACCESIBILIDAD 16. GUARDA RAYAS Si No

DASOMÉTRICOS

17. 25. AGENTE 26. LOC. 27. NIVEL


NO. 18. SPP 20. AT 21.DC 22.LC 23.EA 24. EDO SAN CAUSAL DAÑO INF 28. OBSERVACIONES

10

11

12

13

14

15

16

17

18

19

20

21

22

23

24

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CLAVES DEL FORMATO


CLAVES DE CAMPO
FORMATO PLANTACIONES II
1. NOMBRE DEL PREDIO 2. Camino terracería
Poner dato 3. Brecha
4. Rodada
2. MUNICIPIO 5. Vereda
Poner dato
16. GUARDA RAYAS
3. PROPIETARIO Marcar SI o NO
Escribir nombre poseedor ESTADO DEL ÁRBOL
1. Vivo
4. RESPONSABLE 2. Muerto
Escribir nombre del
responsable de la brigada. 17. NÚMERO CONSECUTIVO

5. COORDENADAS 18. ESPECIE


Anotar coordenadas UTM Anotar nombre de la
especie
6. LOCALIDAD
Anotar dato 19. DN
Diámetro normal en cm.
7. NÚMERO DE SITIO
Anotar número consecutivo 20. AT
de sitio por plantación Altura total en m.

8. FECHA 21. DC
DD/MM/AA Diámetro de copa en m.

9. SUPERFICIE TOTAL DEL 22. LC


PREDIO Longitud de copa en m.
Anotar sup. en hectáreas
23. EA
10. SUPERFICIE PLANTADA 1. Vivo
Anotar sup. en hectáreas. 2. Muerto

11. AÑO DE PLANTACIÓN 24. ES


DD/MM/AA 1. Sano
2. Enfermo
12. TOPOGRAFÍA
1. Plano 25. AC
2. cóncava 1. Defoliador
3. convexa 2. Descortezador
4. muy inclinada 3. barrenador
5. ondulada 4. Hongos
5. Tuza
13. TIPO DE PLANTACIÓN 26. LD
1. Pura 1. Copa
2. Agroforestal 2. Fuste
3. Silvopastoril 3. Raiz
4. Agrosilvopastoril
27. NI
14. ACCESIBILIDAD 1. 0 – 33%
0. Área no accesible 2. 34 – 66%
1. Área accesible 3. 67 – 100%

15. TIPO DE ACCESIBILIDAD 28. OBSERVACIONES


0. Camino pavimentado Anotar comentarios
1. Camino empedrado convenientes.

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Anexo 6. Determinación del área mínima de muestreo

Inicialmente se debe revisar el tamaño de muestra requerido para satisfacer un


tamaño de error de muestreo en la estimación de la media o del total.
Simbolizando al error de estimación máxima tolerable para la estimación de la
media muestral μ por Bμ, para determinar el número de observaciones
necesarias, es necesario elegir un valor para Bμ en las mismas unidades
contenidas en la medida (kilogramos, metros, etc.).

Este valor Bμ es el error máximo contemplado en las estimaciones, el cual


deberá igualarse al valor de t (de Student) con los correspondientes grados de
libertad y confiabilidad multiplicado por la desviación estándar (error estándar)
de dicho estimador como se representa a continuación:

Determinar el área mínima de muestreo, se convierte en un dilema, ya que


existen diversos criterios para establecerla; sin embargo, en base al
conocimiento estadístico, dicha superficie puede determinarse en apego a la
realidad que muestre “el universo” de estudio.

Inicialmente debe recordarse que una población es un conjunto de cosas


(parcelas, árboles, etc.) y que cada uno de esas cosas representan una unidad
muestral; a su vez, cada unidad muestral presenta determinadas características
denominadas variables, las cuales pueden ser determinadas a través de la
medición que se haga a cada una de ellas; de tal manera que en el enunciado
“ las mediciones de los árboles de una plantación son distintas”, enmarca los
conceptos descritos.

Bajo el mismo esquema, se tiene que a los registros de esas mediciones se les
denomina datos, los cuales, cuando corresponden a todas las unidades
muestrales de una población, constituyen un conjunto denominado censo. Es

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importante destacar que aunque cada unidad muestral presenta varias


características (variables) estas generalmente se estudian una por una, por lo
que se dice que el muestreo es univariado.

La muestra representa un subconjunto de una población, por ser a su vez un


conjunto, también se pueden definir funciones para tal, a las cuales se les
denomina estimadores (medidas cuantitativas para evaluar un parámetro
desconocido de la población) de tal manera que es posible hacer inferencia
(abstracción de las unidades del objeto de estudio, que puede ser un bosque,
rodal o una plantación) de la muestra a la población tal y como se muestra en

INFERENCIA
PROBALILISTICA

Muestra Población

ESTIMADORES

Media de la 𝑛
𝑖=1 𝑦𝑖
Media de la 𝑚
muestra 𝑦=
𝑛 población 𝑁
𝑖=1 𝑦𝑖
=
𝑁
Varianza de la
𝑠2 Varianza 𝜎2
muestra
𝑛 de la 𝑁
− 𝑚)2
− 𝑦 )2
𝑖=1(𝑦𝑖 𝑖=1(𝑦𝑖
= =
𝑛−1 𝑁
la siguiente Figura A:

Figura A. Inferencia probabilistica entre la muestra y la población

99
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La inferencia probabilistica antes mencionada, asume que los estimadores sean


insesgados, lo que quiere decir que el valor esperado tienen una esperanza
matemática igual al parámetro que pretende estimarse; lo que significa que la
media muestral se distribuye como una distribución normal. No obstante, al
desconocer el valor real de la varianza muestral (s2) de un caso real, solo puede
aproximarse a la distribución “t” de Student.

La distribución t de Student es una distribución de probabilidad que surge del


problema de estimar la media de una población normalmente distribuida cuando
el tamaño de la muestra es pequeño. Ésta es la base del popular test de la t de
Student para la determinación de las diferencias entre dos medias muestrales y
para la construcción del intervalo de confianza para la diferencia entre las
medias de dos poblaciones.

La gráfica de la distribución t de Student tiene la siguiente forma que se muestra


en la Figura B.

Figura B. Distribución t de Student.

Para la gráfica anterior existen tablas; nótese que la forma de la curva depende
de los grados de libertad (df) que son “n-1”, i.e., depende del tamaño de la
muestra.

100
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Se designa con alfa (α) a algún área referida dentro de la curva, en particular,
por ejemplo el 0.5 (50%), el 0.05 (5%) y puede estar ubicada en un extremo o
repartida en ambos. Los valores de t, se muestran en el siguiente cuadro, el
cual tiene la particularidad de tener dos colas, i.e., si se necesita que el alfa esté
en ambos extremos, se debe leer el alfa directamente en la primera fila. Por
ejemplo, par alfa = 5% = 0.05, el valor de t que deja en las dos colas el 5%
(2.5% en cada una), con 10 grados de libertad, es 2.2281.

Cuadro. Valores de la distribución t de Student

df 0.1 0.05 0.025 0.01

2 2.92 4.3027 6.2054 9.925

3 2.3534 3.1824 4.1765 5.8408

4 2.1318 2.7765 3.4954 4.6041

5 2.015 2.5706 3.1634 4.0321

6 1.9432 2.4469 2.9687 3.7074

7 1.8946 2.3646 2.8412 3.4995

8 1.8595 2.306 2.7515 3.3554

9 1.8331 2.2622 2.685 3.2498

10 1.8125 2.2281 2.6338 3.1693

La hoja de cálculo EXCEL, permite calcular los valores de la distribución t de Student.

La varianza de la media se ha introducido el llamado factor de corrección por


población finita, el cual es la desviación estandar (raíz cuadrada de la varianza)
de la media muestral multiplicado por el valor de t, comunmente se le conoce
como estimador del error de muestreo; en ocasiones se usa un “2” en lugar del
valor de t, porque para un α de 0.05 (que es usual) y para muestras de tamaño
n no muy pequeñas, el valor de t es cercano a 2. Es importante tener en cuenta
que la media también tiene varianza, por que puede haber muchas medias,
tantas como muestras se puedan obtener de la población.

101
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𝑠𝑦2 𝑁 − 𝑛
𝑡𝑠𝑦 = 𝑡√𝑠𝑦2 = 𝑡√ [ ]
𝑛 𝑁

Para conocer aquel intervalo en el cual se encuentra la media verdadera, se le


conoce como intervalo de estimación, el cual debe interpretarse como aquel,
que con un (1-α) de probabilidad, la media verdadera estará incluida en ese
intervalo. Se obtiene mediante la suma (o resta) del valor de la media de la
muestra y el factor de corrección por población finita.

y ± tsy

El factor de corrección por población finita, también se le conoce como error de


estimación; al requerir una precisión determinada, se requiere que el error de
estimación sea de cierto tamaño B:

El único valor que se puede manipular para satisfacer esta igualdad es n; con
un poco de álgebra se puede llegar a:

1
n 2
B 1
2 2

t Sy N

Pero si N es muy grande se simplifica a:

t 2 S y2
n
B

Donde n representa el tamaño de la muestra requerido.

102
Resumen

Estadísticas de la regresión
Coeficiente de
correlación múltiple 0.86299621
Coeficiente de
determinación R^2 0.74476246
R^2 ajustado 0.73985405
Error típico 0.04119195
Observaciones 54

ANÁLISIS DE VARIANZA
Grados de Suma de Promedio de los Valor crítico de
libertad cuadrados cuadrados F F
Regresión 1 0.25745496 0.25745496 151.73179 4.8271E-17
Residuos 52 0.08823239 0.00169678
Total 53 0.34568735

Inferior
Coeficientes Error típico Estadístico t Probabilidad Inferior 95% Superior 95% 95.0% Superior 95.0%
Intercepción 3.81517896 0.10803858 35.3131153 5.1582E-38 3.59838368 4.03197423 3.59838368 4.03197423
Variable X 1 -15.7826986 1.28127683 -12.3179458 4.8271E-17 -18.3537686 -13.2116286 -18.3537686 -13.2116286
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Anexo 7. Resumen regresión modelo de crecimiento de altura

103
Resumen

Estadísticas de la regresión
Coeficiente de
correlación múltiple 0.95463407
Coeficiente de
determinación R^2 0.91132621
R^2 ajustado 0.90935569
Error típico 0.47347505
Observaciones 139

ANÁLISIS DE VARIANZA
Grados de Suma de Promedio de Valor crítico
libertad cuadrados los cuadrados F de F
Regresión 3 311.033075 103.677692 462.478049 8.4301E-71
Residuos 135 30.264114 0.22417862
Total 138 341.297189

Probabilida Superior Inferior Superior


Coeficientes Error típico Estadístico t d Inferior 95% 95% 95.0% 95.0%
Intercepción -0.8294286 0.73157607 -1.13375579 0.25890631 -2.27626092 0.61740372 -2.27626092 0.61740372
Variable X 1 0.09892178 0.01206468 8.19928684 1.6679E-13 0.07506156 0.12278201 0.07506156 0.12278201
Variable X 2 16.2050278 8.24940338 1.96438786 0.05153912 -0.10975329 32.5198089 -0.10975329 32.5198089
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Variable X 3 0.89879532 0.0359279 25.0166367 1.5425E-52 0.82774098 0.96984966 0.82774098 0.96984966


Anexo 8. Resumen regresión modelo de cosecha de Schumacher.

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