Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
El vigente Código Civil español tuvo su origen a partir de un Real Decreto (que en nuestro país
sería lo equiparable a un Decreto Legislativo) de 24 de julio de 1889 y entró en vigencia el 27 de
julio de ese mismo año.
Como ya se señaló: La compraventa; esta se encuentra regulada en el Libro IV: Título IV Del
contrato de compra y venta, Capítulo Primero de la naturaleza y forma de este contrato que
comprende desde el artículo 1445 hasta el artículo 1537.
Por otra parte, el vigente Código Civil peruano fue promulgado el 24 de julio de 1984 y entró en
vigencia el 14 de noviembre de ese mismo año.
Por el contrato de compra y venta uno de los contratantes se obliga a entregar una cosa
determinada y el otro a pagar por ella un precio cierto, en dinero o signo que lo represente
Comentario: El CCE precisa que se tratará de una cosa determinada mientras que el CCP no lo
indica. Además, el CCE añade la posibilidad de que se pueda pagar en otro signo que represente
dinero como un cheque; aunque el CCP no lo fije expresamente podríamos entender que sí lo
admite.
Los gastos para la entrega de la cosa vendida serán de cuenta del vendedor, y los de su transporte
o traslación de cargo del comprador, salvo el caso de estipulación especial.
Los gastos de entrega son de cargo del vendedor y los gastos de transporte a un lugar diferente del
de cumplimiento son de cargo del comprador, salvo pacto distinto.
Comentario: En ambas regulaciones prima la voluntad de las partes y los que las mismas
han querido llevar a cabo por ejemplo adquirir un bien a cambio de un precio, al margen
del nombre que le otorguen al contrato. En ausencia de la intención de las partes de
celebrar una compraventa se tendrá el contrato por una de permuta, con la salvedad de
que en el CCE se exige que el valor de la cosa dada en parte del precio exceda al del dinero
mientras que en el CCP bastaría que sea igual (o en todo caso exceda) al del dinero.
Comentario: El precepto del CCP es recogido por el CCE en dos artículos. Existen algunos
detalles a destacar: El CCE precisa que deben tratarse de cosas determinadas en su
especie. Aclara que la indeterminación en la cantidad no será obstáculo para la existencia
del contrato, bajo la condición de que sea posible determinarla sin necesidad de nuevo
contrato entre las partes. Por su parte, sabemos muy bien que el CCP permite que cosas
indeterminadas sean objeto de un contrato, pero siempre que se cumpla con precisar
especie y cantidad.
Artículo 1460 CCE
Si al tiempo de celebrarse la venta se hubiese perdido en su totalidad la cosa objeto de la misma,
quedará sin efecto el contrato.
Pero si se hubiese perdido sólo en parte, el comprador podrá optar entre desistir del contrato o
reclamar la parte existente, abonando su precio en proporción al total convenido
Comentario: En síntesis, ambos preceptos ofrecen dos alternativas al comprador: no llevar a cabo
el contrato o pagar únicamente la parte de la cosa que no haya perecido.
Empero, si el bien llega a existir, el contrato producirá desde ese momento todos sus efectos,
cualquiera sea su cuantía y calidad, y el comprador debe pagar íntegramente el precio.
Debe reembolsar igualmente los gastos, intereses y tributos del contrato efectivamente
pagados por el comprador y todas las mejoras introducidas por este.
Comentario de los artículos 1537 a 1541 del CCP: No existe una regulación expresa
del contrato de compraventa de bien ajeno. No obstante, es necesario destacar
que en España la doctrina tradicional negaba su admisibilidad, por considerarla
nula por falta de objeto (MANRESA) o anulable por error (MUCIUS SCAEVOLA).
El señalamiento del precio no podrá nunca dejarse al arbitrio de uno de los contratantes.
Comentario: Ambos Códigos Civiles admiten la posibilidad de que sea un tercero el que fije el
precio.
Comentario: El CCE destaca básicamente respecto del CCP al admitir la posibilidad que
se tendrá también por cierto el precio en la venta de valores, granos, líquidos y demás
cosas fungibles, cuando se fije un tanto mayor o menor que el precio del día, bolsa o
mercado, con tal que sea cierto.
Artículo 1547º.CCP
En la compraventa de bienes que el vendedor vende habitualmente, si las partes no han
determinado el precio ni han convenido el modo de determinarlo, rige el precio normalmente
establecido por el vendedor.
Si se trata de bienes que tienen precio de bolsa o de mercado, se presume, a falta de indicación
expresa sobre el precio, que rige el de lugar en que debe realizarse la entrega.
Así, ROCA SASTRE entiende que nuestro CC sigue sustancialmente el sistema romano
en el que la venta sólo genera obligaciones, y según ALBALADEJO la transmisión de la
propiedad no es esencial, ni siquiera natural en la compraventa sino sólo el supuesto
normal.
Segundo grupo. - Otros autores sostienen la tesis contraria porque sólo así se
comprenderían las alusiones de los artículos 1473 y 1509 CC a la transmisión del
dominio como efecto de la compraventa. Y alegan que el hecho de que el CC no se
refiera a la transmisión del dominio en la compraventa se entiende si pensamos que,
dada la teoría del título y modo, la propiedad sólo se transmite si el contrato va
acompañado de la entrega de la cosa.
es más, esto es lo que ocurre por regla general en el tráfico ordinario, hasta tal punto
que se entiende que es una de las obligaciones que integran el contrato de
compraventa, fundada en los usos.
Artículo 1468. CCE
El vendedor deberá entregar la cosa vendida en el estado en que se hallaba al
perfeccionarse el contrato. Todos los frutos pertenecerán al comprador desde el día en que
se perfeccionó el contrato.
Artículo 1550ºCCP
Comentario: El CCP agrega a la obligación del vendedor de entregar el bien en el estado en que
se encuentre en el momento de perfeccionarse el contrato, la orden de incluir también los
accesorios del bien objeto de la compraventa.
Por otro lado, en el CCE se destaca que todos los frutos pertenecerán al comprador desde el día
en que se perfeccionó el contrato; aspecto que no establece nuestro código civil nacional.
(..) Se entenderá por entrega el hecho de poner en poder del comprador los títulos de pertenencia, o el uso que
haga de su derecho el mismo comprador, consintiéndolo el vendedor.
Comentario: Son prácticamente similares, con la salvedad que en el CCP la regla general es que
el uso del bien comprado implica su entrega por parte del vendedor salvo que se acuerde lo
contrario por las partes.
Comentario: El CCE contiene dos estipulaciones que se acercan en algo al artículo 1554 del CCP.
El detalle está en que mientras el CCP habla de frutos del bien, el artículo 1097 CCE habla de
accesorios. Y en ambos supuestos se exige diferentes condiciones.
Por otra parte, el artículo 1468 en su última parte destaca porque, diferencia del CCP que plasma
la posibilidad del comprador de no percibir los frutos, sí o sí los frutos se entregarán al comprador.
Artículo 1124.CCE
La facultad de resolver las obligaciones se entiende implícita en las recíprocas, para
el caso de que uno de los obligados no cumpliere lo que le incumbe. El perjudicado
podrá escoger entre exigir el cumplimiento o la resolución de la obligación, con el
resarcimiento de daños y abono de intereses en ambos casos.
También podrá pedir la resolución, aun después de haber optado por el cumplimiento,
cuando éste resultare imposible. El Tribunal decretará la resolución que se reclame, a no
haber causas justificadas que le autoricen para señalar plazo. Esto se entiende sin
perjuicio de los derechos de terceros adquirentes, con arreglo a los artículos 1.295 y 1.298
y a las disposiciones de la Ley Hipotecaria.
Comentario: En principio, ambos artículos son similares salvo en el último párrafo del
artículo 1124 del CCE que expresamente establece una regla adicional aplicable a la
situación de falta de entrega.
A falta de convenio y salvo usos diversos, debe ser pagado al contado en el momento y lugar de la
entrega del bien. Si el pago no puede hacerse en el lugar de la entrega del bien, se hara en el
domicilio del comprador.
Comentario: El precepto respectivo del CCP destaca una serie de detalles: El Código Nacional
plasma expresamente que es posible pactar hasta el modo en que se hará el pago; aspecto que
omite el CCE.
Por otra parte, señala el CCP que, a falta de acuerdo sobre el momento, modo y lugar para realizar
el pago, quedan sin perjuicio los usos diversos. Estos usos diversos hacen referencia a una fuente
del derecho que es la costumbre. El CCE no plasma expresamente ese detalle, pero podríamos
entender que se encuentra implícito puesto que por el carácter autonómico de su forma de Estado
es imposible dejar de lado las posibles costumbres sobre el pago en las diferentes Comunidades
Autónomas.
Por último, el CCP fija una regla que de la que definitivamente carecer el CCE y es la siguiente: Si
el pago no puede hacerse en el lugar de la entrega del bien, se hará en el domicilio del comprador.
Resuelto el contrato, el vendedor debe devolver la parte del precio pagado, deducidos los tributos y
gastos del contrato.
Comentario: En el CCE el requisito para que se resuelva el contrato es la falta de pago (que
puede ser la totalidad o solo una parte) o, todo caso, la falta de fijación de un plazo para la
realización de la cancelación del precio. En cambio, en el CCP se requiere de ambos elementos
para que se produzca la resolución del contrato: Cuando se ha pagado parte del precio (destacar
que aquí se establece exclusivamente “PARTE DEL PRECIO”) y en el contrato no se estipulo plazo
para la cancelación del saldo.
Finalmente, el CCP fija una regla que no establece el CCE: Resuelto el contrato, el vendedor debe
devolver la parte del precio pagado, deducidos los tributos y gastos del contrato.
Comentario: Este artículo se encuentra regulado en parte en el CCE como ya lo hemos analizado
respecto del artículo 1466. Lo que hace el CCP es plasmar una regla que podríamos decir que se
encuentra recogida, no en el CCE pero sí en jurisprudencia reiterada del Tribunal Supremo (Corte
Suprema en nuestro país): “el vendedor puede disponer del bien. En tal caso, el contrato queda
resuelto de pleno derecho”
A falta de plazo convenido o de usos diversos, el comprador debe recibir el bien en el momento de
la celebración del contrato.
El comprador debe hacer su declaración dentro del plazo estipulado en el contrato o por los usos o,
en su defecto, dentro de un plazo prudencial fijado por el vendedor.
La prueba debe realizarse en el plazo y según las condiciones establecidas en el contrato o por los
usos.
Comentario:
El CCE nuevamente en esta parte de su articulado plasma expresamente una costumbre al
hacer referencia a “venta de las cosas que es costumbre gustar o probar antes de recibirlas”.
Aspecto que no regula expresamente el CCP.
Por otra parte, está claro que en ambos preceptos se fija una condición suspensiva; la diferencia está
en que el CCP establece expresamente esa condición suspensiva mientras el CCE no (lo que da lugar
a que posiblemente la condición suspensiva prevista en el CCP no sea la única que admita el CCE).
Hay que añadir que el CCP fija reglas adicionales a esta modalidad de compraventa y el CCE no lo
hace.
Si, en el caso del artículo precedente, resultare mayor cabida o número en el inmueble
que los expresados en el contrato, el comprador tendrá la obligación de pagar el exceso
de precio si la mayor cabida o número no pasa de la vigésima parte de los señalados en
el mismo contrato; pero, si excedieren de dicha vigésima parte, el comprador podrá
optar entre satisfacer el mayor valor del inmueble, o desistir del contrato.
Comentario: Dos distinciones claras entre el 1469 del CCE y el 1574 del CCP.
El CCP añade una pequeña regla que lo distingue del CCE y es que además de tratarse de la
compraventa de un bien con la indicación de su extensión o cabida… se agrega que esta debe ser
por un precio en razón de un tanto por cada unidad de extensión o cabida. Aspecto que el CCE
omite.
Ahora bien, en ambos preceptos se fija que en caso de poseer el bien mayor o menor extensión se
deberá pagar más o menos respectivamente. Pero el CCE agrega la posibilidad de que, ante esta
situación de mayor o menor extensión del bien, pueda el comprador rescindir el contrato siempre
que cumpla la siguiente condición: “que en este último caso, no baje de la décima parte de la cabida la
disminución de la que se le atribuyera al inmueble”
Igualmente podrá rescindirlo, aunque resulte igual cabida, si alguna parte de ella no es de la calidad expresada
en el contrato. La rescisión en este caso, sólo tendrá lugar a voluntad del comprador, cuando el menos valor
de la cosa vendida exceda de la décima parte del precio convenido
De la confrontación del 1470 del CCE y el 1575 del CCP resulta los siguiente:
El CCP destaca que si el exceso o falta en la extensión o cabida del bien vendido es mayor que un
décimo de la indicada en el contrato, el comprador puede optar por su rescisión. Es decir que tiene
dos posibilidades: pagar lo adicional (o que el vendedor le reembolse lo que falta en extensión al
bien) o rescindir el contrato.
El CCE destaca que, si resultare mayor cabida o número en el inmueble que los expresados en el contrato,
el comprador tendrá la obligación de pagar el exceso de precio siempre que la mayor cabida o número no pasa
de la vigésima parte de los señalados en el mismo contrato; pero, si excedieren de dicha vigésima parte, el
comprador podrá optar entre pagar el exceso o desistir del contrato.
Si no lo hace, el plazo será determinado por el juez, en la vía incidental, con arreglo a las
circunstancias.
Igual regla se aplica, en su caso, para que el vendedor devuelva la diferencia resultante.
En la venta de un inmueble, hecha por precio alzado y no a razón de un tanto por unidad de medida o número,
no tendrá lugar el aumento o disminución del mismo, aunque resulte mayor o menor cabida o número de los
expresados en el contrato.
Esto mismo tendrá lugar cuando sean dos o más fincas las vendidas por un solo precio ; pero, si, además de
expresarse los linderos, indispensables en toda enajenación de inmuebles, se designaren en el contrato su
cabida o número, el vendedor estará obligado a entregar todo lo que se comprenda dentro de los mismos
linderos, aun cuando exceda de la cabida o número expresados en el contrato; y, si no pudiere, sufrirá una
disminución en el precio, proporcional a lo que falte en relación a cabida o número, a no ser que el contrato
quede anulado por no conformarse el comprador con que se deje de entregar lo que se estipuló.
Por otra parte, el CCP fija una excepción dentro la regla estipulada en el artículo 1557 y es que si se
indicó en el contrato la extensión o cabida, el precio sufrirá la reducción o el aumento
proporcional siempre que la extensión real difiera de la señalada en más de una décima
parte.
El CCE a su vez dice que, si además de expresarse los linderos, indispensables en toda
enajenación de inmuebles, se designaren en el contrato su cabida o número, el vendedor estará
obligado a entregar todo lo que se comprenda dentro de los mismos linderos, sin importar que
sobrepase la cabida o número expresados en el contrato;
¿Qué pasa si no puede hacer eso el vendedor? Pues el CCE es claro al decir que el bien sufrirá una
disminución en el precio, proporcional a lo que falte de cabida o número, a no ser que el contrato
quede anulado por no conformarse el comprador con que se deje de entregar lo que se estipuló.
1.- El pacto de mejor comprador, en virtud del cual puede rescindirse la compraventa por
convenirse que, si hubiera quien, dé más por el bien, lo devolverá el comprador.
2.- El pacto de preferencia, en virtud del cual se impone al comprador la obligación de ofrecer el
bien al vendedor por el tanto que otro proponga, cuando pretenda enajenarlo.
El comprador adquiere automáticamente el derecho a la propiedad del bien con el pago del importe
del precio convenido.
Desde el punto de vista jurisprudencial, ha sido declarado lícito por una antigua y
reiterada jurisprudencia.
Artículo 1584º.- CCP
La reserva de la propiedad es oponible a los acreedores del comprador solo si consta por escrito
que tenga fecha cierta anterior al embargo.
Por el lado de las obligaciones legales tenemos el artículo 1518: “El vendedor no podrá hacer uso
del derecho de retracto sin reembolsar al comprador el precio de la venta, y además:
1.º Los gastos del contrato y cualquier otro pago legítimo hecho para la venta.
2.º Los gastos necesarios y útiles hechos en la cosa vendida”
La consecuencia de que el vendedor no cumple lo prescrito en el artículo 1.518 del CCE es que el
comprador adquirirá irrevocablemente el dominio de la cosa vendida.
Podemos añadir en respuesta al establecimiento por parte del CCE de estas condiciones el
artículo 1587º que señala: “Es nula la estipulación que impone al vendedor, como
contrapartida de la resolución del contrato, la obligación de pagar al comprador una cantidad de
dinero u otra ventaja para este. También es nula, en cuanto al exceso, la estipulación que obliga al
vendedor a devolver, en caso de resolución del contrato, una suma adicional que no sea la
destinada a conservar el valor adquisitivo del precio.”
Se puede decir que el artículo 1587 del CCP complementa al 1507 del CCE.
El comprador tiene derecho a retener el bien hasta que el vendedor le reembolse las mejoras
necesarias y útiles.
Comentario: EL CCP hace una distinción de plazos si se trata de muebles o inmuebles mientras
que el CCE no lo hace.
Otro aspecto a apuntar es que el CCE fija como límite 10 años para el ejercicio del derecho en
cuestión; mientras que el CCP lo mantiene en el plazo legal.
Además, el CCP determina una regla adicional en el último párrafo del 1588
Comentario: Mientras en el CCE la regla es que cada de los indicados sólo podrá redimir
la parte que hubiese adquirido, en el CCE la regla es todo lo contrario.
Comentario: Son prácticamente similares, con excepción de la regla del CCE que indica que el
comprador no podrá obligarle a redimir la totalidad de la finca.
1.º Los gastos del contrato y cualquier otro pago legítimo hecho
para la venta.
El retrayente debe reembolsar al adquiriente el precio, los tributos y gastos pagados por este y, en
su caso, los intereses pactados.
Comentario:
El CCP destaca una regla muy importante y es que es improcedente el retracto en las ventas
hechas por remate público. Algo sobre lo que CCE no se pronuncia. En el resto de aspectos ambos
preceptos son equivalentes.
Comentario: En ambos cuerpos legales difieren los plazos, pero no solo eso, sino que el momento
en que empieza a computarse dicho plazo también es diferente. Así, en el CCP, por regla general,
se empieza a contabilizar a partir de la comunicación de fecha cierta a la persona que goza de este
derecho; en el CCE se empezará a contabilizar excepcionalmente desde que el retrayente hubiera
tenido conocimiento de la venta.
También tendrán el derecho de retracto los propietarios de las tierras colindantes cuando se trate
de la venta de una finca rústica cuya cabida no exceda de una hectárea. El derecho a que se
refiere el párrafo anterior no es aplicable a las tierras colindantes que estuvieren separadas por
arroyos, acequias, barrancos, caminos y otras servidumbres aparentes en provecho de otras
fincas. Si dos o más colindantes usan del retracto al mismo tiempo será preferido el que de ellos
sea dueño de la tierra colindante de menor cabida; y si las dos la tuvieran igual, el que primero lo
solicite.
1.- (*)
3.- El litigante, en caso de venta por el contrario del bien que se esté discutiendo judicialmente.
6.- Los propietarios de predios urbanos divididos materialmente en partes, que no puedan ejercitar
sus derechos de propietarios sin someter las demás partes del bien a servidumbres o a servicios
que disminuyan su valor.
7.- El propietario de la tierra colindante, cuando se trate de la venta de una finca rustica cuya
cabida no exceda de la unidad agrícola o ganadera mínima respectiva, o cuando aquella y esta
reunidas no excedan de dicha unidad.
Comentario: A lo largo del artículo 1522 y 1523 del CCE se recogen las
personas que tendrán derecho de retracto que, en esencia, son los mismos
que los recogidos en el CCP.
Conclusión
A lo largo de este ejercicio comparativo de preceptos hemos notado que varios de los artículos
del Código Civil Peruano relativos a la compraventa no se encuentran legislados en el Código
Civil Español. Esto se debe a una razón simple y tiene que ver con la data de este último cuerpo
legal, siendo el mismo de 1889. Es decir, el Código Civil Peruano le lleva casi 100 años de ventaja
en lo que se refiere a redacción.
No obstante, ello no ha sido impedimento para que el Código Civil Español brinde solución a
todas aquellas cuestiones no reguladas expresamente, recurriendo a la jurisprudencia y en otros
casos a las costumbres (especialmente de las Comunidades Autónomas).
Hay que destacar, por otra parte, que actualmente tienen avanzado los legisladores españoles
ya un proyecto de Nuevo Código Civil que no en mucho tiempo seguramente empezará a regir.