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Neil W. Ashcroft
N. David Mermin
P.V. Pávlov
A.F. Jojlov
Charles Kittel
K.V. Shalı́mova
6 de junio de 2002
Versión Preliminar
iii
ω Frecuencia angular de vibración, página 94
ε Energı́a, página 28
~
L Momento angular total orbital, página 218
H Hamiltoniano, página 77
L Longitud, página 10
m, M Masa, página 5
m∗dp Masa efectiva para la densidad de estados de los huecos, página 166
P Presión, página 47
S Entropı́a, página 48
T Temperatura, página 11
t Tiempo, página 10
ix
ÍNDICE GENERAL
xiii
ÍNDICE DE CUADROS
xv
ÍNDICE DE FIGURAS
1
CAPÍTULO 1
Índice General
Índice de Tablas
3
CAPÍTULO 1. LA TEORÍA DE DRUDE DE LOS METALES
Los metales ocupan una posición muy especial en el estudio de los só-
lidos, compartiendo una variedad de impresionantes propiedades que otros
sólidos (como el cuarzo o la sal común) no tienen. Son excelentes conductores
del calor y la electricidad, son dúctiles y maleables y muestran un impresio-
nante brillo en las superficies recién expuestas. El desafı́o de explicar estas
propiedades metálicas dio el impulso de salida a la moderna teorı́a de los
sólidos.
Aunque la mayor parte de los sólidos que se encuentran son no metálicos,
los metales han continuado desempeñando un destacado papel en la teorı́a
de los sólidos desde el siglo pasado hasta nuestros dı́as. En efecto, el estado
metálico ha probado ser uno de los estados fundamentales de la materia. Los
elementos, por ejemplo, favorecen definitivamente el estado metálico: más de
las dos terceras partes son metales. Aunque para comprender los no metales
uno debe también comprender los metales, para explicar por qué el cobre
conduce tan bien, uno empieza por comprender por qué la sal común no lo
hace.
Durante los últimos cien años, los fı́sicos han intentado construir mode-
los simples del estado metálico que explican de forma cualitativa, e incluso
cuantitativa, las caracterı́sticas propiedades metálicas. En el curso de es-
ta búsqueda, relevantes éxitos han aparecido cogidos de la mano junto con
fracasos aparentemente irremediables, una y otra vez. Incluso los primeros
modelos, aunque sorprendentemente erróneos en algunos aspectos, continúan
siendo, cuando se utilizan adecuadamente, de inmenso valor para los fı́sicos
del estado sólido de hoy.
En este capı́tulo se examinará la teorı́a de la conducción metálica, sa-
cada adelante por P. Drude a la vuelta del siglo. Los éxitos del modelo de
Drude fueron considerables, y sigue siendo usado hoy como una forma rá-
pida y práctica de formar representaciones simples y estimaciones rudas de
propiedades cuya más precisa comprensión requerirı́an análisis de conside-
rable complejidad. Los fallos del modelo de Drude para explicar algunos
experimentos, y los laberintos conceptuales que sacó a relucir, definieron los
problemas con los que la teorı́a de los metales tuvo que enfrentarse a lo largo
del siguiente cuarto de siglo. Éstos encontraron sus soluciones sólo en la rica
y sutil estructura de la teorı́a cuántica de los sólidos.
SECCIÓN 1.1
Suposiciones Básicas del Modelo de Drude
Zρm
n = 0,6022 × 1024 . (1.1)
A
La tabla 1.1 muestra las densidades de electrones de conducción para algunos
metales seleccionados. Son del orden de 1022 electrones de conducción por
centı́metro cúbico, variando desde los 0,91×1022 del cesio hasta los 24,7×1022
del berilio. 3 También está listada en la tabla 1.1 una muy utilizada medida
de la densidad electrónica, rs , definida como el radio de una esfera cuyo
volumen es igual al volumen por electrón de conducción. De aquı́:
µ ¶1/3
V 1 4πrs3 3
= = ; rs = . (1.2)
N n 3 4πn
Estas densidades son tı́picamente 1000 veces más grandes que aquellas
de un gas clásico a temperatura y presión normales. A pesar de las fuertes
interacciones electromagnéticas electrón-electrón y electrón-ion, el modelo
de Drude audazmente trata al denso gas de electrones metálico mediante
los métodos de la teorı́a cinética de un gas natural diluido, con sólo ligeras
modificaciones. Las suposiciones básicas son estas:
SECCIÓN 1.2
Conductividad Eléctrica de un Metal en DC
~ = ρ~j.
E (1.3)
~
~j = σ E; ne2 τ
σ= . (1.6)
m
~j = − ne~
p(t)
. (1.9)
m
Dado que el momento por electrón es p~(t) en el tiempo t, se calculará el
momento por electrón p~(t + dt) en un tiempo infinitesimal dt después. Un
electrón tomado aleatoriamente en un tiempo t experimentará una colisión
antes del tiempo t + dt, con una probabilidad de dt/τ , y por tanto, sobre-
vivirá hasta el tiempo t + dt sin sufrir una colisión con una probabilidad
1 − dt/τ . Sin embargo, si no experimenta colisión, simplemente evoluciona
bajo la influencia de una fuerza f~(t) (debida a los campos eléctrico y/o
magnético uniformes en el espacio) y por tanto adquirirá un momento adi-
cional 8 f~(t)dt + O(dt)2 . La contribución de todos aquellos electrones que
no colisionan entre t y t + dt al momento por electrón en el tiempo t + dt es
la fracción 1 − dt/τ que constituyen entre todos los electrones, multiplicada
por su momento promedio por electrón, p~(t) + f~(t)dt + O(dt)2 .
De aquı́ que despreciando por el momento la contribución a p~(t + dt) de
aquellos electrones que sı́ experimentan una colisión en un tiempo entre t y
8
Por O(dt)2 se quiere decir un término de orden (dt)2 .
t + dt. se tiene 9
µ ¶
dt h i
p~(t + dt) = 1 − p~(t) + f~(t)dt + O(dt)2
τ
µ ¶
dt
= p~(t) − p~(t) + f~(t)dt + O(dt)2 . (1.10)
τ
d~
p(t) p~(t) ~
=− + f (t). (1.12)
dt τ
Esto simplemente afirma que el efecto de las colisiones individuales de los
electrones consiste en introducir un término friccional en la ecuación del
movimiento para el momento por electrón. A continuación se aplicará (1.12)
a varios casos de interés.
SECCIÓN 1.3
Efecto Hall y Magnetorresistencia
µ ¶
d~
p ~ + p~ × H ~ − p~ .
= −e E (1.16)
dt mc τ
12
Con más precisión, es la magnetorresistencia transversal. También hay una magneto-
rresistencia longitudinal, medida con el campo magnético paralelo a la corriente.
13
Nótese que la fuerza de Lorentz no es la misma para cada electrón puesto que depende
de la velocidad electrónica ~v . Por tanto, la fuerza f~ en (1.12) es la fuerza promedio por
electrón. Sin embargo, puesto que la fuerza depende del electrón sobre el que actúa sólo
a través de un término lineal en la velocidad del electrón, la fuerza promedio se obtiene
simplemente reemplazando la velocidad por la velocidad promedio, p~/m.
px
0 = −eEx − ωc py − ,
τ (1.17)
py
0 = −eEy + ωc px − ,
τ
donde
eH
ωc = . (1.18)
mc
σ0 Ex = ωc τ jy + jx ,
(1.19)
σ0 Ey = −ωc τ jx + jy ,
1
RH = − . (1.21)
nec
Este es un resultado sorprendente, porque afirma que el coeficiente de Hall no
depende de ningún parámetro del metal, excepto la densidad de portadores.
Puesto que ya se ha calculado n suponiendo que los electrones de valencia del
átomo se convierten en los electrones de conducción metálica, una medida
de la constante de Hall proporciona una prueba directa de la validez de esta
suposición.
En el intento de extraer la densidad electrónica n de la medida de los
coeficientes de Hall uno se enfrenta con el problema de que, contrariamen-
te con la predicción de (1.21), generalmente depende del campo magnético.
Además, depende de la temperatura y del cuidado con el que se ha prepara-
do el montaje. Este resultado es un tanto inesperado, puesto que el tiempo
de relajación τ , que puede depender fuertemente de la temperatura y de
las condiciones del montaje, no aparece en (1.21). Sin embargo, a tempera-
turas muy bajas, en montajes cuidadosamente preparados en campos muy
14
En un campo magnético uniforme la órbita de un electrón es una espiral a lo largo del
campo cuya proyección en un plano perpendicular al campo es un circulo. La frecuencia
angular ωc está determinada por la condición de que la aceleración centrı́peta ωc2 r está
proporcionada por la fuerza de Lorentz, (e/c)(ωc r)H.
SECCIÓN 1.4
Conductividad Eléctrica de un Metal en AC
p(ω)e−iωt ].
p~(t) = Re[~ (1.25)
p~(ω) ~
−iω~
p(ω) = − − eE(ω). (1.26)
τ
~j(t) = Re[~j(ω)e−iωt ],
~
(ne2/m)E(ω) (1.27)
~j(ω) = − ne~
p(ω)
=
m (1/τ ) − iω
~
~j(ω) = σ(ω)E(ω), (1.28)
σ0 ne2 τ
σ(ω) = , σ0 = . (1.29)
1 − iωτ m
Nótese que esta corrección se reduce al resultado de Drude en D.C. (1.6) a
frecuencia cero.
La aplicación más importante de este resultado es la propagación de la
radiación electromagnética en un metal. Podrı́a parecer que las suposiciones
que se han hecho para encontrar (1.29) la convertirı́an en inaplicable a este
caso, puesto que
~ r, ω),
~j(~r, ω) = σ(ω)E(~ (1.30)
es por tanto válida siempre que la longitud de onda λ del campo sea grande
comparada con el recorrido libre medio electrónico `. Esto ordinariamente se
satisface en un metal por la luz visible (cuya longitud de onda es del orden
de 103 a 104 Å). Cuando no se satisface, uno debe recurrir a las llamadas
teorı́as no locales, de mayor complejidad.
Suponiendo entonces que la longitud de onda es grande comparada con
el recorrido libre medio, se podrı́a proceder como sigue: en presencia de
una densidad de corriente especı́fica ~j se podrı́an escribir las ecuaciones de
15
Una de las muchas interesantes caracterı́sticas de las unidades del sistema CGS.
Maxwell como 16
~ ·E
∇ ~ = 0;
~ ·H
∇ ~ = 0;
~
~ = − 1 ∂H ;
~ ×E
∇
(1.31)
c ∂t
~
~ = 4π ~j + 1 ∂ E .
~ ×H
∇
c c ∂t
~ = ω2 ~
−∇2 E ²(ω)E. (1.34)
c2
con una constante dieléctrica compleja dada por
4πiσ
²(ω) = 1 + . (1.35)
ω
Si se está en frecuencias lo bastante altas como para satisfacer
ωτ À 1, (1.36)
ωp2
²(ω) = 1 − , (1.37)
ω2
donde ωp , conocida como frecuencia de plasma, está dada por
4πne2
ωp2 = . (1.38)
m
16
Se está considerando aquı́ una onda electromagnética, en la que la densidad de carga
inducida ρ se anula. Posteriormente se examinará la posibilidad de oscilaciones de la
densidad de carga.
~ · ~j = − ∂ρ ,
∇ ~ · ~j(ω) = iωρ(ω),
∇ (1.42)
∂t
y la ley de Gauss,
~ · E(ω)
∇ ~ = 4πρ(ω). (1.43)
4πiσ(ω)
1+ = 0, (1.45)
ω
que es precisamente la condición que se encuentra sobre el principio de pro-
pagación de la radiación. En el presente contexto, aparece como la condición
que la frecuencia debe cumplir si se va a propagar una onda de densidad de
carga.
La naturaleza de esta onda de densidad de carga, conocida como una
oscilación de plasma o plasmón, puede comprenderse en términos de un
modelo muy simple. 18 Imagı́nese el desplazamiento del gas de electrones
entero, en su conjunto, a través de una distancia d con respecto al fondo de
los iones positivos (Figura 1.5). 19 La carga superficial resultante da lugar
a un campo eléctrico de magnitud 4πσ, donde σ es la carga por unidad de
17
La densidad de carga ρ no debe confundirse con la resistividad, también generalmente
denotada por ρ. El contexto siempre hará claro a cual se está refiriendo.
18
Puesto que el campo de un plano de carga uniforme es independiente de la distancia
al plano, este rudo argumento, que localiza toda la densidad de carga en dos superficies
opuestas, no es tan rudo como parece a primera vista.
19
Se ha observado anteriormente que el modelo de Drude tiene en cuenta la interacción
electrón-electrón, mediante la consideración de que la atracción hacia los iones cargados
positivamente, confina al electrón al interior del metal. En este modelo simple de una osci-
lación de plasma, es precisamente esta atracción la que proporciona la fuerza restauradora.
SECCIÓN 1.5
Conductividad Térmica de un Metal
~
~j q = −κ∇T. (1.47)
conjuntamente se tiene:
1
j q = nv[ε(T [x − vτ ]) − ε(T [x + vτ ])]. (1.48)
2
Con tal de que la variación de temperatura a lo largo de un recorrido libre
medio (` = vτ ) sea muy pequeña, 23 se podrı́a extender esto cerca del punto
x para encontrar: µ ¶
q 2 dε dT
j = nv τ − . (1.49)
dT dx
Para pasar de aquı́ al caso tridimensional sólo se necesita reemplazar v
por la componente x, vx , de la velocidad
2 ® electrónica
2 ® 2 ®~v , y 1promediar sobre
todas las direcciones. Puesto que 24 2
vx = vy = vz = 3 v , y puesto que
ndε/dT = (N/V )dε/dT = (dE/dT )1/V = cv , es el calor especı́fico electrónico, se
tiene:
~j q = 1 v 2 τ cv (−∇T
~ ) (1.50)
3
o
1 1
κ = v 2 τ cv = `vcv , (1.51)
3 3
donde v 2 es la velocidad electrónica cuadrática media.
23
Su cambio en ` es (`/L) veces su cambio en la longitud del montaje L.
24
En equilibrio la velocidad de distribución es isotrópica. Las correcciones a esto debidas
al gradiente de temperatura son extremadamente pequeñas.
como
~ = Q∇T,
E ~ (1.55)
τ dv 2 ~
~vQ = − (∇T ). (1.57)
6 dT
~
eEτ
~vE = − . (1.58)
m
kB
Q=− = −0,43 × 10−4 V/K (1.60)
2e
Los poderes térmicos metálicos observados a temperatura ambiente son del
orden de los microvoltios por grado, un factor 100 más pequeño. Este es el
mismo error de 100 que aparece dos veces en la obtención de Drude de la ley
de Wiedemann-Franz, pero estando ahora no compensado, ofrece sin ambi-
güedad una evidencia de lo inadecuado de la mecánica estadı́stica clásica en
la descripción del gas de electrones metálico.
Con el uso de la mecánica estadı́stica cuántica uno elimina esta discre-
pancia. Sin embargo, en algunos metales el signo del poder térmico —la
dirección del campo termoeléctrico— es opuesta a la que predice el mode-
lo de Drude. Esto es tan misterioso como las discrepancias en el signo del
27
Considérese la discusión llevada adelante en las ecuaciones de la (1.49) a la (1.50).
Índice General
Índice de Tablas
35
CAPÍTULO 2. LA TEORÍA DE SOMMERFELD DE LOS METALES
(m/})3 1
f (~v ) = 3 1 mv 2 −k T ) . (2.2)
4π e 2( B 0 /kB T + 1
SECCIÓN 2.1
Propiedades del Gas de Electrones en el Estado
Fundamental
5
A lo largo de este capı́tulo se citará “gas de electrones” para referirse a un gas de
electrones libres e independientes, a menos que se consideren explı́citamente correcciones
debidas a las interacciones electrón-electrón o electrón-ion.
6
Nótese que aquı́ y posteriormente se reservará el término “estado” para el estado del
sistema de los N -electrones, y el término “nivel” para un estado electrónico simple.
del tiempo: 7
µ ¶
}2 ∂2 ∂2 ∂2 }2 ~ 2
− + + ψ(~r) = − ∇ ψ(~r) = εψ(~r). (2.4)
2m ∂x2 ∂y 2 ∂z 2 2m
con energı́a
}2 k 2
ε(~k) = , (2.7)
2m
Para ver el significado del vector ~k, nótese que el nivel ψk (~r) es un estado
propio del operador momento,
µ ¶
} ∂ }~ } ∂ } ∂ } ∂
p~ = = ∇, p~x = , p~y = , p~z = , (2.9)
i ∂~r i i ∂x i ∂y i ∂z
} ∂ i~k·~r
e . (2.10)
i ∂~r
Puesto que una partı́cula en un estado propio de un operador posee un valor
definido del correspondiente observable dado por su valor propio, un electrón
en el nivel ψk (~r) tiene un momento definido proporcional a ~k:
p~ = }~k, (2.11)
}~k
~v = . (2.12)
m
p2 1
ε= = mv 2 . (2.13)
2m 2
Vk Vk V
= (2.17)
( /L)3
2π 8π 3
V
. (2.18)
8π 3
kF3 kF3
N =2· V = V. (2.20)
6π 2 3π 2
De aquı́ que si se tienen N electrones en un volumen V (es decir, una
densidad electrónica n = N/V ), entonces el estado fundamental del sistema
de los N electrones se forma ocupando todos los niveles de una partı́cula con
k menor que kF , y dejando todos aquellos con k mayor que kF desocupados,
donde kF viene dado por la condición:
kF3
n= . (2.21)
3π 2
Este estado fundamental del electrón libre e independiente se describe
mediante una nomenclatura algo falta de imaginación:
La esfera de radio kF (el vector de onda de Fermi) que contiene los
niveles de un electrón ocupados se llama la esfera de Fermi.
La superficie de la esfera de Fermi, que separa los niveles ocupados de
los desocupados se llama superficie de Fermi. (Se verá, que la superficie de
Fermi es una de las construcciones fundamentales en la teorı́a moderna de
los metales; en general no es esférica.)
El momento pF = }kF de los niveles de un electrón de mayores energı́as
ocupados se conoce como el momento de Fermi; sus energı́as, ε = }2 kF2 /2m es
la energı́a de Fermi; y sus velocidades, vF = pF/m, es la velocidad de Fermi.
La velocidad de Fermi desempeña un papel pen la teorı́a de los metales que
es comparable a la velocidad térmica, v = 3kB T/m, en un gas clásico.
12
Si no fuera esférica no serı́a el estado fundamental, por lo que entonces se podrı́a
construir un estado de menor energı́a moviendo los electrones que están en niveles muy
alejados de ~k = 0 a niveles desocupados próximos al origen.
(9π/4)1/3 1,92
kF = = , (2.22)
rs rs
o
3,63 −1
kF = Å . (2.23)
rs/a0
Puesto que el vector de onda de Fermi es del orden del inverso del angstrom,
la longitud de onda de de Broglie de los electrones más energéticos es del
orden del angstrom.
La velocidad de Fermi es
µ ¶
} 4,20
vF = kF = × 108 cm/s. (2.24)
m rs/a0
14
El factor 2 es por los dos tipos de spin permitidos para cada ~k.
X V X ~ ~
F (~k) = 3 F (k)∆k, (2.28)
8π
k k
P ~ ~
dado que en el lı́mite ∆R~k → 0 (es decir, V → ∞) el sumatorio F (k)∆k se
~ ~ ~
aproxima a la integral F (k)dk, sólo con tal de que F (k) no varı́e aprecia-
blemente 15 más allá de distancias de orden 2π/L en el espacio k. Se podrı́a
reordenar (2.28) y escribir
Z
1 X ~ 1
lı́m F (k) = 3 F (~k)d~k. (2.29)
V →∞ V 8π
k
ε 3 }2 kF2 3
= = εF . (2.31)
N 10 m 5
También se puede escribir este resultado como
ε 3
= kB TF (2.32)
N 5
εF 58,2
TF = = × 104 K ∼ 10000 K. (2.33)
kB (rs/a0 )2
15
El caso más fámoso en el que F deja de satisfacer esta condición es la condensación
del gas ideal de Bose. En las aplicaciones de metales nunca surge este problema.
SECCIÓN 2.2
Propiedades Térmicas del Gas de Electrones Libres:
La Distribución de Fermi-Dirac
PN (EαN +1 − εi ) = e
(εi −µ)/k T
B PN +1 (EαN +1 ), (2.44)
18
A saber, el que se obtiene ocupando todos aquellos niveles ocupados en el estado de
N electrones más el i-ésimo nivel.
µ = FN +1 − FN . (2.45)
fiN = 1 − e fiN +1 .
(εi −µ)/k T
B (2.47)
SECCIÓN 2.3
Propiedades Térmicas del Gas de Electrones Libres:
Aplicaciones de la Distribución de Fermi-Dirac
}2 k 2
ε(~k) = . (2.50)
2m
lı́m µ = εF . (2.53)
T →0
Pronto se verá que para los metales el potencial quı́mico permanece igual
a la energı́a de Fermi con un alto grado de precisión, a temperatura ambiente.
Como resultado, la gente con frecuencia deja de hacer cualquier distinción
entre los dos cuando se trata de los metales. Sin embargo, esto puede ser
peligrosamente engañoso. En cálculos precisos es esencial mantener el rastro
de lo extenso que difiere µ, el potencial quı́mico, de su valor a la temperatura
cero, εF .
La aplicación simple más importante de la estadı́stica de Fermi-Dirac
es el cálculo de la contribución electrónica al calor especı́fico a volumen
constante de un metal,
µ ¶ µ ¶
T ∂S ∂u U
cv = = , u= . (2.54)
V ∂T V ∂T V V
1
f (ε) = (ε−µ)/k T
. (2.56)
e B +1
Aquı́
r
m 2mε
, ε>0
g(ε) = } π2 2 }2 . (2.61)
0, ε<0
P ~
Puesto que la integral (2.59) es una evaluación de (1/V ) ~ks F (ε(k)), la ex-
presión en (2.60) muestra que
µ ¶
1
g(ε)dε = × número de niveles de un electrón con energı́a en el rango [ε + dε].
V
(2.62)
Por esta razón g(ε) se conoce como la densidad de niveles por unidad de
volumen (o simplemente como la densidad de niveles). Una forma dimensio-
nalmente más transparente de escribir g es
µ ¶1/2
3 n ε
, ε>0
g(ε) = 2 εF εF , (2.63)
0, ε<0
mkF
g(εF ) = (2.64)
}2 π 2
o
3 n
g(εF ) = . (2.65)
2 εF
Z ∞
n= g(ε)f (ε)dε. (2.67)
−∞
π2
0 = (µ − εF )g(εF ) + (kB T )2 ġ(εF ), (2.76)
6
π2 ġ(εF )
µ = εF − (kB T )2 . (2.77)
6 εF
Puesto que para electrones libres g(ε) varı́a como ε1/2 (véase la ecuación
(2.63)), ésta da
" µ ¶2 #
1 πkB T
µ = εF 1− , (2.78)
3 2εF
que es, como ya se dijo, una desviación del orden de T 2 y tı́picamente alre-
dedor de sólo el 0.01 por ciento, incluso a temperatura ambiente.
La ecuación (2.76) establece el término entre corchetes igual a cero, de
ese modo, se simplifica la forma de la densidad de energı́a térmica a densidad
electrónica constante:
π2
u = u0 + (kB T )2 g(εF ) (2.79)
6
µ ¶
∂u π2 2
cv = = k T g(εF ) (2.80)
∂T n 3 B
mucho más simple de la teorı́a del gas de electrones de un metal, con tal de
que uno pueda estar seguro de que otros grados de libertad, a parte de los
electrónicos, no hacen contribuciones comparables o incluso mayores. Da la
casualidad de que los grados de libertad iónicos dominan completamente el
calor especı́fico a altas temperaturas. Sin embargo, por debajo de la tem-
peratura ambiente su contribución cae con el cubo de la temperatura, y a
muy bajas temperaturas cae por debajo de la contribución electrónica, que
sólo decrece linealmente con T . Para separar estas dos contribuciones resulta
práctico representar cv/T frente a T 2 , por si las contribuciones electrónica e
iónica juntas resultan en la forma de baja temperatura,
cv = γT + AT 3 , (2.82)
luego
cv
= γ + AT 2 . (2.83)
T
De esta manera uno puede encontrar γ extrapolando la curva cv/T lineal-
mente hasta T 2 = 0, y teniendo en cuenta donde intercepta el eje cv/T .
Los calores especı́ficos metálicos medidos, contienen tı́picamente un término
lineal que llega a ser comparable con el cúbico a pocos grados Kelvin. 23
Los datos del calor especı́fico se citan usualmente en julios (o calorı́as)
por moly por grado Kelvin. Puesto que un molde metal de electrones libres
contiene ZNA electrones de conducción (donde Z es la valencia y NA es el
número de Avogadro) y ocupa un volumen ZNA/n, se debe multiplicar la
capacidad calorı́fica por unidad de volumen, cv por ZNA/n, para conseguir la
capacidad calorı́fica por mol, C:
π2 kB T g(εF )
C= ZR , (2.84)
3 n
donde R = kB NA = 8,314 J/mol = 1,99 cal/mol. Utilizando la densidad de
niveles de los electrones libres (2.65) y la evaluación (2.33) de εF/kB , se
encuentra una contribución de los electrones libres a la capacidad calorı́fica
por molde C = γT , donde
µ ¶2
1 Z rs
γ = π2 R = 0,169Z × 10−4 cal/mol K2 . (2.85)
2 TF a0
Algunos valores rudos medidos de γ se muestran en la tabla 2.3, junto con
23
Puesto que experimentalmente es difı́cil de conseguir densidades constantes, uno ge-
neralmente mide el calor especı́fico a presión constante, cp . Sin embargo, uno puede de-
mostrar que para el gas de electrones libres a temperatura ambiente y por debajo de ella,
cp/c = 1 + O(kB T/ε )2 . De este modo, a temperaturas donde la contribución electróni-
v F
ca al calor especifico llega a ser observable (a unos pocos grados Kelvin) los dos calores
especı́ficos difieren en una cantidad despreciable.
los valores de electrones libres implicados por (2.85) y los valores de rs/a0
de la tabla 1.1. Nótese que los metales alcalinos continúan siendo descritos
razonablemente bien por la teorı́a del electrón libre, al igual que los me-
tales nobles (Cu, Ag, Au). Sin embargo, nótese también las sorprendentes
disparidades en el Fe y Mn (el valor experimental es del orden de 10 veces
el teórico) al igual que aquellas en el Bi y Sb (el experimental es del orden
SECCIÓN 2.4
La Teorı́a de Sommerfeld de la Conducción en los
Metales
V }2 k 2
f (ε(~k))d~k, ε(~k) = . (2.87)
4π 3 2m
Puesto que la velocidad de un electrón libre con vector de onda ~k es
~v = }~k/m (ecuación (2.12)), el número de electrones libres en un elemento de
volumen d~v sobre ~v es el mismo que el número en un elemento de volumen
d~k = (m/})3 d~v sobre ~k = m~v/}. Consecuentemente, el número total de elec-
trones por unidad de volumen del espacio real en un elemento de volumen
d~v sobre ~v en el espacio de las velocidades es
f (~v )d~v , (2.88)
donde
(m/})3 1
f (~v ) = 3 1 mv 2 −µ) . (2.89)
4π e 2( /kB T + 1
momento con tanta precisión como sea necesaria, sin violar el principio de
incertidumbre. 26
Un electrón tı́pico en un metal tiene un momento del orden de }kF , de
manera que la incertidumbre en su momento, ∆p, debe de ser pequeña com-
parada con }kF para una buena descripción clásica. Puesto que de (2.22),
kF ∼ 1/rs , la incertidumbre en la posición debe satisfacer
} 1
∆x ∼ À ∼ rs , (2.90)
∆p kF
De este modo hay una amplia variedad de fenómenos en los que el com-
portamiento de un electrón metálico se describe bien por la mecánica clásica.
Sin embargo, no resulta inmediatamente evidente de esto que el comporta-
miento de N de tales electrones puedan describirse por la mecánica clásica.
Puesto que el principio de exclusión de Pauli afecta tan profundamente a la
estadı́stica de N electrones, ¿por qué no podrı́a tener, similarmente, efectos
drásticos en sus dinámicas? Ello no se sigue de un teorema elemental, que se
establece sin ninguna prueba, puesto que la demostración, aunque simple,
es notacionalmente bastante voluminosa:
Considérese un sistema de N electrones cuyas interacciones unos con
otros son ignoradas, y que están expuestos a un campo electromagnético
arbitrario dependiente del tiempo y del espacio. Considérese el estado N
en el instante inicial formado por la ocupación de un grupo particular de
N niveles de un electrón, ψ1 (0), . . . , ψN (0). Sea ψj (t) el nivel ψj (0) que se
envolverı́a bajo la influencia del campo electromagnético en el instante t si
hubiese sólo un simple electrón presente, que estaba en el nivel ψj (0) en el
instante inicial. Entonces el estado correcto de N electrones en el instante
t será el formado mediante la ocupación de la distribución de los N niveles
de un electrón ψ1 (t), . . . , ψN (t).
De aquı́ que el comportamiento dinámico de los N electrones no interac-
tuantes está completamente determinado considerando N problemas de un
electrón independiente. En particular, si la aproximación clásica es válida
para cada uno de estos problemas de un electrón, también será válida para
el conjunto del sistema de los N electrones. 27
La utilización de la estadı́stica de Fermi-Dirac afecta sólo a aquellas
predicciones del modelo de Drude que requieren algún conocimiento de la
distribución de velocidad electrónica para su evaluación. Si el ritmo 1/τ con el
que un electrón experimenta colisiones no depende de su energı́a, entonces
sólo la estimación del recorrido libre medio electrónico y el cálculo de la
conductividad térmica y poder térmico se verán afectados por el cambio de
la función de distribución en equilibrio.
(rs/a0 )2
`= × 92Å. (2.91)
ρµ
29
Sin embargo, el modelo de Drude es de una importancia considerable en la descripción
de los semiconductores.
30
El poder termoeléctrico es una excepción notable.
31
Estas afirmaciones son correctas en órdenes de kB T/εF , pero en los metales éste siempre
es un buen parámetro de desarrollo.
Índice General
67
CAPÍTULO 3. FRACASOS DEL MODELO DEL ELECTRÓN LIBRE
SECCIÓN 3.1
Dificultades con el Modelo del Electrón Libre
......................................................................
3.1.1
Insuficiencias
en los 1. El Coeficiente de Hall La teorı́a del electrón libre predice un coefi-
Coeficien- ciente de Hall que a densidades metálicas de electrones tiene un valor
tes de constante RH = −1/nec, independiente de la temperatura, el tiempo de
Transpor- relajación, o la intensidad del campo magnético. Aunque los coeficien-
te del tes de Hall observados tienen este orden de magnitud, generalmente se
Electrón dice que dependen tanto de la intensidad del campo magnético como
Libre de la temperatura (y presumiblemente del tiempo de relajación, que
es algo más difı́cil de controlar experimentalmente). Esta dependencia
es con frecuencia bastante dramática. Por ejemplo, en el aluminio, RH
(véase la figura 1.4) nunca se obtiene dentro de un factor de tres ve-
ces el valor del electrón libre, depende fuertemente de la intensidad del
campo, y en campos muy altos incluso no tiene el signo predicho por la
teorı́a del electrón libre. Tales casos no son atı́picos. Sólamente los coe-
ficientes de Hall de los metales alcalinos están cercanos a comportarse
de acuerdo con las predicciones de la teorı́a del electrón libre.
1
Estos ejemplos y los comentarios confeccionados en el resto de este breve capı́tulo no
están destinados a ofrecer una detallada representación de las limitaciones del modelo del
electrón libre. Ésta aparecerá en los capı́tulos que le siguen, junto con las soluciones a las
dificultades que plantea el modelo. El propósito en este capı́tulo es sólo señalar cómo de
variados y extensos son los defectos, indicando de ese modo porqué uno debe recurrir a
un análisis considerablemente más elaborado.
......................................................................
3.1.2
Insuficiencias
en las
1. Término Lineal en el Calor Especı́fico La teorı́a de Sommerfeld
Prediccio-
nes explica razonablemente bien la magnitud del término lineal en T a
Termodi- bajas temperaturas del calor especı́fico de los metales alcalinos, menos
námicas bien para los metales nobles, y muy pobremente, en efecto, para los
Estáticas metales de transición como el hierro y manganeso (mucho menor que
la predicción) al igual que para el bismuto y antimonio (mucho mayor
que la predicción).
SECCIÓN 3.2
Revisión de las Suposiciones Básicas
2. Se deja sin especificar que papel desempeñan los iones como fuente de
colisiones.
3. Se ignora la posibilidad de que los iones por sı́ mismos, como entidades
dinámicas, contribuyan al fenómeno fı́sico (tal como al calor especı́fico
o la conductividad térmica).
Niveles Electrónicos en un
Potencial Periódico
Índice General
75
CAPÍTULO 4. NIVELES ELECTRÓNICOS EN UN POTENCIAL PERIÓDICO
SECCIÓN 4.1
El Potencial Periódico
SECCIÓN 4.2
Teorema de Bloch
Teorema 4.2.1. 1
Los estados propios ψ del Hamiltoniano de un electrón
H= ~ 2 /2m + U (~r),
−}2 ∇ ~ = U (~r) para todo R
donde U (~r + R) ~ de un retı́culo
de Bravais, pueden elegirse de modo que tengan la forma de una onda plana
multiplicada por una función con la periodicidad del retı́culo de Bravais:
~
ψn~k (~r) = eik·~r un~k (~r), (4.3)
donde
~ = u ~ (~r)
un~k (~r + R) (4.4)
nk
~ ~
~ = eik·R ψ(~r),
ψ(~r + R) (4.6)
SECCIÓN 4.3
Primera Prueba del Teorema de Bloch
~
TR~ f (~r) = f (~r + R). (4.7)
~
TR~ Hψ = H(~r + R)ψ(~ ~ = H(~r)ψ(~r + R)
r + R) ~ = HT ~ ψ. (4.8)
R
Por tanto
Las ecuaciones (4.9) y (4.11) afirman que el TR~ para todos los vectores
~ del retı́culo de Bravais y el Hamiltoniano H forman un conjunto de opera-
R
dores que conmutan. Se deduce de un teorema fundamental de la mecánica
cuántica 5 que los estados propios de H pueden, por tanto, elegirse para que
sean estados propios simultáneos de todos los TR~ :
Hψ = εψ,
(4.12)
~
T ~ ψ = c(R)ψ.
R
4
La primera prueba cuenta con algunos resultados formales de la mecánica cuántica.
La segunda es más elemental, pero también notacionalmente más voluminosa.
5
Véase, por ejemplo, D. Park, Introduction to the Quantum Theory, McGraw-Hill, New
York, 1964, p. 123.
c(R ~ 0 ) = c(R)c(
~ +R ~ R ~ 0 ). (4.15)
entonces
~ ~
~ = eik·R ,
c(R) (4.19)
donde
y los ~bi son vectores del retı́culo recı́proco, que satisfacen ~bi · ~ai = 2πδij .
Resumiendo, se ha demostrado que se pueden elegir los estados propios
ψ de H de manera que para todo vector R ~ del retı́culo de Bravais,
SECCIÓN 4.4
Las Condiciones de Contorno de Born-Von Karman
donde los√~ai son los vectores generadores y los Ni son todos enteros del
orden de 3 N , donde N = N1 N2 N3 es el número total de celdas primitivas
del cristal.
Al igual que en el capı́tulo 2, se adoptan estas condiciones de contorno
bajo la suposición de que la mayorı́a de las propiedades del sólido no depen-
derán de la elección de las condiciones de contorno, las cuales, por tanto,
pueden dictarse por conveniencia analı́tica.
Aplicando las condiciones de contorno (4.22) al teorema de Bloch (4.6)
se encuentra que
~
ψn~k (~r + Ni~ai ) = eiNi k·~ai ψn~k (~r), i = 1, 2, 3, (4.23)
~
eiNi k·~ai = 1, i = 1, 2, 3. (4.24)
e2πiNi xi = 1, (4.25)
mi
xi = , mi entero. (4.26)
Ni
Por tanto, la forma general para los vectores de onda de Bloch permitidos
es 7
X3
~k = mi ~
bi , mi entero. (4.27)
Ni
i=1
Se deduce de (4.27) que el volumen ∆~k del espacio k por valor permitido
de k es precisamente el volumen de un pequeño paralelepı́pedo con ejes ~bi /Ni :
~
à !
~b1 ~b2 ~b3 1~ ~
∆~k = · × = b1 · (b2 × ~b3 ). (4.28)
N1 N2 N3 N
Puesto que ~b1 · (~b2 × ~b3 ) es el volumen de la celda primitiva del retı́culo
recı́proco, la ecuación (4.28) afirma que el número de vectores de onda per-
mitidos en una celda primitiva del retı́culo recı́proco es igual al número de
lugares del cristal.
El volumen de una celda primitiva del retı́culo recı́proco es (2π)3/v, donde
v = V /N es el volumen de una celda primitiva del retı́culo directo, de manera
que la ecuación (4.28) puede escribirse en la forma alternativa:
(2π)3
∆~k = . (4.29)
V
SECCIÓN 4.5
Observaciones Generales Sobre el Teorema de Bloch
}~ } ~ i~k·~r
∇ψn~k = ∇[e un~k (~r)] =
i i
~ }~
= }~kψn~k + eik·~r ∇u n~k
(~r), (4.30)
i
k~0 = ~k + K
~ (4.31)
~
ψ(~r) = eik·~r u(~r), (4.32)
~
u~k (~r) = u~k (~r + R). (4.34)
pueden asignar los ı́ndices n a los niveles de tal manera que para un n
dado, los estados propios y los valores propios son funciones periódicas
de ~k en el retı́culo periódico:
ψn,~k+K
~ (~
r) = ψn,~k (~r),
(4.35)
εn,~k+K
~ = εn~k .
1~
~vn (~k) = ∇ε ~
n (k). (4.36)
}
87
CAPÍTULO 5
Índice General
89
CAPÍTULO 5. VIBRACIONES DE LOS ÁTOMOS DE LA RED CRISTALINA
SECCIÓN 5.1
Vibraciones Unidimensionales de una Cuerda
Homogénea
∂ 2 u(x, t) ∂σ(x)
ρ 2
= . (5.3)
∂t ∂x
De acuerdo con la ley de Hooke para los cuerpos sólidos isótropos,
σ(x) = Eε(x),
Ésta es la ecuación de onda ordinaria para las ondas elásticas que se propa-
gan a lo largo de una cuerda. La solución de esta ecuación se va a buscar en
la forma de onda progresiva longitudinal monocromática:
³x ´
u(x, t) = u0 ei(kx−ωt) = u0 sin(kx − ωt) = u0 sin 2π − νt , (5.5)
λ
s
E
ω= k = vl k. (5.6)
ρ
De (5.6) se sigue que para una onda elástica, que se propaga por una cuer-
da de longitud ilimitada, la frecuencia de las vibraciones depende linealmente
del número de ondap (figura 5.2). En este caso la velocidad de propagación
de la onda vl = E/ρ para un material dado es una magnitud constante,
puesto que E y ρ son caracterı́sticas sólo del material. Ası́, para una cuerda
de hierro (E = 2,1×1011 Pa y ρ = 7,8×103 kg/m3 se tiene que vl = 5×103 m/s.
Como se ve por la figura 5.2, el módulo del número de onda puede cam-
biar desde 0 hasta ∞ y, por consiguiente, la frecuencia de las vibraciones
varı́a continuamente desde 0 hasta ∞.
SECCIÓN 5.2
Vibraciones de una Cadena Lineal Monoatómica
∞
X −∞
X
Fn = − β(un − un+p ) − β(un − un+p )
p=1 p=−1
∞
X −∞
X
= β(un+p − un ) + β(un+p − un ), (5.7)
p=1 p=−1
∞ −∞
d2 un X X
M = β(u n+p − un ) + β(un+p − un ). (5.8)
dt2
p=1 p=−1
Ahora se hallan los modos normales de las vibraciones, es decir, los ti-
pos de movimiento con los cuales todos los átomos vibran con el tiempo a
una misma frecuencia ω según la ley e−ωt . Se va a buscar la solución de la
ecuación (5.8) en la forma de onda progresiva:
∞
X h i
−M ω 2 u0 ei(kxn −ωt) = β u0 ei(kxn+p −ωt) − u0 ei(kxn −ωt) +
p=1
⇒
−∞
X h i
+ β u0 ei(kxn+p −ωt) − u0 ei(kxn −ωt)
p=−1
X∞ h i
−M ω 2 u0 ei(kna−ωt) = β u0 ei(k(n+p)a−ωt) − u0 ei(kna−ωt) +
p=1
⇒ ⇒
−∞
X h i
+ β u0 ei(k(n+p)a−ωt) − u0 ei(kna−ωt)
p=−1
∞
X h i
−M ω 2 u0 ei(kna−ωt) = β u0 eikpa ei(kna−ωt) − u0 ei(kna−ωt) +
p=1
⇒ ⇒
−∞
X h i
+ β u0 eikpa ei(kna−ωt) − u0 ei(kna−ωt)
p=−1
∞
X h i X−∞ h i
⇒ M ω2 = β 1 − eikpa + β 1 − eikpa ⇒
p=1 p=−1
∞
X h i X∞ h i
2 ikpa
⇒ Mω = β 1−e + β 1 − e−ikpa ⇒
p=1 p=1
∞
X h ³ ´i
⇒ M ω2 = β 2 − eikpa + e−ikpa ⇒
p=1
∞
X
2
⇒ Mω = β (2 − 2 cos kpa) ⇒
p=1
∞
X kpa
⇒ M ω2 = 4 β sin2
2
p=1
ka
M ω 2 = 4β sin2 (5.10)
2
y la velocidad de grupo
¯ ¯
∂ω ¯ ka ¯¯
vg = ¯
= vs ¯cos ¯ . (5.16)
∂k 2
Para valores pequeños del número de onda k (figura 5.5) las velocidades
de fase y de grupo coinciden y son iguales a la velocidad del sonido:
vf = vg = vs (5.17)
Como puede verse por (5.16) y por la figura 5.5, la velocidad de grupo
con la cual es transportada la energı́a de las vibraciones de los átomos en
la cadena, para las longitudes de onda más cortas (crı́ticas), es decir, para
k = π/a, se anula. Esto indica que dichos modos de vibración caracterizan
en la cadena a las ondas estacionarias de la forma
SECCIÓN 5.3
Vibraciones de una Cadena Lineal Biatómica
d2 un
1 dt2 = β(vn+1/2 + vn−1/2 − 2un )
M
(5.23)
2
M2 d vn+1/2 = β(un + un+1 − 2vn+1/2 )
dt2
(
un = u0 ei(kna−ωt)
⇒
vn+1/2 = v0 ei(k(n+ /2)a−ωt)
1
(
un = u0 ei(kxn −ωt)
⇒ (5.24)
vn+1/2 = v0 ei(kxn+1/2 −ωt)
h i
2 i(kxn −ωt)
= β v0 ei(kxn+1/2 −ωt) + v0 ei(kxn−1/2 −ωt) − 2u0 ei(kxn −ωt)
−M1 ω u0 e
h i ⇒
−M2 ω 2 v0 ei(kxn+1/2 −ωt) = β u0 ei(kxn −ωt) + u0 ei(kxn+1 −ωt) − 2v0 ei(kxn+1/2 −ωt)
h i
−M ω 2
u e i(kna−ωt)
= β v e i(k(n+1/2)a−ωt)
+ v e i(k(n−1/2)a−ωt)
− 2u e i(kna−ωt)
1 0 0 0 0
⇒ h i ⇒
−M2 ω 2 v0 ei(k(n+1/2)a−ωt) = β u0 ei(kna−ωt) + u0 ei(k(n+1)a−ωt) − 2v0 ei(k(n+1/2)a−ωt)
h i
−M ω 2
u e i(kna−ωt)
= β v e ika/2 i(kna−ωt)
e + v e −ika/2 i(kna−ωt)
e − 2u e i(kna−ωt)
1 0 0 0 0
⇒ h i ⇒
−M2 ω 2 v0 eika/2 ei(kna−ωt) = β u0 ei(kna−ωt) + u0 eika ei(kna−ωt) − 2v0 eika/2 ei(kna−ωt)
h i
2 ika/2
+ v0 e−i /2 − 2u0
ka
−M1 ω u0 = β v0 e
⇒ h i ⇒
−M2 ω 2 v0 = β u0 eika/2 + u0 e−ika/2 − 2v0
h ³ ´ i
−M ω 2
u = β v e ika/2
+ e−ika/2
− 2u
1 0 0 0
⇒ h ³ ´ i ⇒
−M2 ω 2 v0 = β u0 eika/2 + e−ika/2 − 2v0
· ¸
2 ka
−M1 ω u0 = β 2v0 cos − 2u0
2
⇒ · ¸ ⇒
ka
2
−M2 ω v0 = β 2u0 cos − 2v0
2
µ ¶
2 ka
(2β − M1 ω )u0 − 2β cos 2 v0 = 0
⇒ µ ¶ (5.25)
ka
2β cos u0 + (2β − M2 ω 2 )v0 = 0
2
Por (5.29) y (5.30) se puede ver con facilidad que el número de valores
permisibles, no equivalentes, de k en el intervalo (5.30) se reduce a los lı́mites
−N/2 6 m 6 +N/2 y es igual a N , es decir, al número de celdillas elementales
que hay en la cadena. Como a cada valor de k corresponden dos modos
de vibración, el número total de modos normales que hay en el intervalo
(5.30) es igual al número de grados de libertad del sistema, es decir, 2N . El
intervalo (5.30) es la zona reducida de Brillouin para la cadena biatómica.
Ası́, pues, la solución del problema de las vibraciones de los átomos de dos
clases en una cadena, conduce a dos curvas de dependencia de ω respecto
de k que reciben el nombre de las dos ramas de la ley de dispersión. Las
ramas en la zona reducida de Brillouin vienen representadas en la figura
5.8 para el caso en que M1 > M2 . En esta misma figura se da una zona
de Brillouin ensanchada para la cual el intervalo de las variaciones de los
números de onda k (−π/a 6 k 6 +π/a) es el mismo que para una cadena
lineal de átomos iguales y, como se verá en lo sucesivo, para la descripción
de los estados electrónicos. La representación de ω en función de k en la
zona ensanchada es equivalente a su representación en la zona reducida, ya
que, como se dijo antes, la adición al número de onda k del intervalo (5.30)
una magnitud 2π/a no varı́a la forma de la solución.
La curva inferior de la figura 5.8 se llama rama acústica y la superior,
rama óptica. Se advierte que, en todo el intervalo de las variaciones de los
números de onda k, la frecuencia de las vibraciones ópticas es mayor que
la frecuencia de las acústicas. Para explicar el origen del nombre de las
ramas se va a examinar el comportamiento de la frecuencia de vibraciones
para valores pequeños de k y para k = ±π/a. Para los valores pequeños,
ka ¿ 1 en la expresión (5.27) se desarrolla sin2 ka/2 en serie de Maclaurin
(sin2 ka/2 ≈ k 2 a2 ) y se limita al primer término del desarrollo. Valiéndose
o bien
r
4β ka
ω+ = cos ;
M 2
r
4β ka
ω− = sin .
M 2
La solución con el seno coincide con la solución para la cadena monoa-
tómica, y la solución con el coseno, como puede verse fácilmente (una vez
más en virtud de que la adición al número de onda k la magnitud π/a nada
cambia), puede despreciarse, porque a cada ω+ le corresponde ³q un modo
q ya´
2β 2β
obtenido para ω− y la anchura de la banda prohibida ∆ = M2 − M1 ,
cuando M1 = M2 , se anula. De esta forma, cuando M1 = M2 la banda de
frecuencias prohibidas desaparece.
Se aclarará el sentido fı́sico de la diferencia entre los modos acústicos y
ópticos de las vibraciones de los átomos en la cadena. Para esto se comparará
entre sı́ la relación de las amplitudes de las vibraciones u/v y las fases de los
átomos vecinos en una y otra rama. Para valores pequeños de k (es decir,
para ka/2 ¿ 1), teniendo en cuenta (5.24) y después de sustituir la solución
(5.32) para k = 0 en la ecuación (5.25), se obtiene
³u´
= 1. (5.34)
v a
De aquı́ se sigue que las vibraciones de los átomos vecinos en la cadena se
producen en fase (junto con su centro de masas) y tienen la misma amplitud,
es decir, las celdillas se desplazan como un todo único. Este tipo de vibra-
ciones es caracterı́stico de las ondas acústicas (figura 5.9). En la figura 5.9 y
siguientes, para mayor claridad, se dan tanto las vibraciones longitudinales
como las transversales de los átomos de una cadena unidimensional.
Si en la ecuación (5.25) se pone la solución (5.31) para la rama óptica
de las vibraciones cuando k = 0, resulta que
u M2
=− , (5.35)
v M1
es decir, los átomos en la celdilla vibran en sentidos opuestos (en oposición
de fase), mientras que el centro de masas de cada celdilla, contenedora de
dos clases de átomos, permanecerá en su sitio (figura 5.10), porque, como
se deduce de (5.35), la amplitud del desplazamiento del centro de masas de
los átomos en la celdilla uM1 + vM2 = 0. Cuando las vibraciones son de
onda larga, los átomos de masa M1 forman una red que se mueve como un
conjunto, y exactamente lo mismo se mueve como un conjunto la subred que
forman los átomos de masa M2 .
Para explicar el carácter del movimiento de los átomos en las proximida-
des de los lı́mites de la zona de Brillouin (en caso de k = π/a), se construye
la dependencia de la relación de las amplitudes u/v respecto del número de
onda para las ramas acústica y óptica (figura 5.11).
SECCIÓN 5.4
Atenuación de los Modos Prohibidos
p p
Todas las frecuencias tales que 2β/M1 < ω < 2β/M2 no pueden dar
lugar a modos de vibración armónicos continuos no amortiguados. Para esas
frecuencias se excitan modos de vibración que son atenuados por la red.
Los modos normales de vibración correspondientes a las frecuencias per-
mitidas son modos extendidos porque afectan a todos los átomos de la cade-
na. Los modos de vibración de la banda prohibida son los correspondientes
a valores imaginarios del vector de onda k. Como consecuancia, estos modos
de vibración están amortiguados.
µ ¶
2β ka
ω2 = 1 ± cos ⇒
M 2
sµ ¶µ ¶
ka ω 2 M1 ω 2 M2
⇒ cos = 1− 1− ⇒
2 2β 2β
sµ ¶µ ¶
ka ω 2 M1 ω 2 M2
⇒ cos =i −1 1− ⇒
2 2β 2β
ka
⇒ cos = iδ.
2
En la anterior expresión, cos ka/2 sólo puede ser un número imaginario si k
lo es. Por tanto, sustituyendo k en la primera de las expresiones (5.24), por
K ≡ k + iα, se obtiene:
SECCIÓN 5.5
Propiedades Ópticas de los Aislantes
2β eE
ω 2 (u0 − v0 ) = (u0 − v0 ) − ⇒
µ µ
2β eE
⇒ ω 2 (u0 − v0 ) − (u0 − v0 ) = − ⇒
µ µ
µ ¶
2β eE
⇒ ω2 − (u0 − v0 ) = − ⇒
µ µ
µ ¶
2β eE
⇒ − ω 2 (u0 − v0 ) = ⇒
µ µ
eE/µ
⇒ u0 − v0 =
2β/µ − ω 2
eE
u0 − v0 = .
µ(ωT2 − ω 2 )
ne2 E
P = ne(u0 − v0 ) = .
µ(ωT2 − ω 2 )
²(∞) − ²(0)
²(ω) = ²(∞) + (5.36)
(ω/ωT )2 − 1
en la que se verifica:
²(∞) − ²(0)
0 = ²(∞) + ⇒
(ω/ωT )2 − 1
" µ ¶2 #
ωL
⇒ 1− ²(∞) = ²(∞) + ²(0) ⇒
ωT
µ ¶2
ωL ²(0)
⇒ = , (5.37)
ωT ²(∞)
~− ω2 ~ = 0.
−∇2 E ²(ω)E
c2
~ 0 ei(~k~r−ωt) ], la anterior expresión se convierte en:
~ = <[E
Como E
~ ω2
~ 0 ei(k~r−ωt) ] − ~ 0 ei(~k~r−ωt) ] = 0 ⇒
k 2 <[E ²(ω)<[E
c2
ω2 ω2
⇒ k 2 − 2 ²(ω) = 0 ⇒ k 2 = 2 ²(ω) ⇒
c c
2
c k 2
⇒ ²(ω) = 2 (5.38)
ω
Aquı́ se observa que ² es positiva siempre, sin embargo, la constante dieléctri-
ca es negativa en el intervalo que va de ωT a ωL . Por lo tanto, las frecuencias
comprendidas entre ωT y ωL están prohibidas y las radiaciones de esas fre-
cuencias no se pueden propagar en el sólido, fenómeno que se conoce como
radiación residual.
Despejando ²(0) de (5.37) y sustituyendo en (5.36), se obtiene:
µ 2¶
ωL
²(∞) − ²(∞)
ωT2
²(ω) = ²(∞)) + µ 2¶
ω
−1
ωT2
µ 2 ¶
ωL
1−
ω2
= ²(∞) 1 + µ 2 ¶ T
ω
2 −1
ωT
· ¸
ωT − ωL2
2
= ²(∞) 1 + 2
ω − ωT2
· 2 ¸
ω − ωL2
= ²(∞) 2
ω − ωT2
· 2 ¸
ωL − ω 2
= ²(∞) 2 .
ωT − ω 2
Sustituyendo el valor obtenido para ²(ω) en la anterior expresión, en la
ecuación (5.38), aquélla se convierte en:
· 2 ¸
ωL − ω 2 c2 k 2
²(∞) 2 = ⇒
ωT − ω 2 ω2
· ¸
2 ²(∞) ωL2 − ω 2
⇒k = 2 ω2 (5.39)
c ωT2 − ω 2
Analicemos la expresión (5.39) para distintos valores de ω:
²(0) 2
k2 = ω .
c2
ck
ω=p
²(0)
²(∞) 2
k2 = ω ; ω À ωT .
c2
ck
ω=p
²(∞)
Índice General
Índice de Tablas
113
CAPÍTULO 6. PROPIEDADES TÉRMICAS DE LOS SÓLIDOS
SECCIÓN 6.1
capacidad calorı́fica de los sólidos
......................................................................
6.1.1 ley En un sólido, los átomos realizan vibraciones en torno a sus posiciones
de dulong medias de equilibrio a cualquier temperatura T . Si el sólido se calienta, el
y petit calor absorbido por él se invierte en aumentar la intensidad del movimiento
térmico. Puede demostrarse que la amplitud de las vibraciones de los átomos
a temperaturas moderadamente altas crece de un modo proporcional a T 1/2 .
Las peculiaridades principales del movimiento térmico en los sólidos se
pueden comprender estudiando el comportamiento de la capacidad calorı́-
fica al variar la temperatura. Por definición, la capacidad calorı́fica de una
sustancia referida a 1 mol es la energı́a que hay que comunicar a un mol
de dicha sustancia para elevar su temperatura 1 K. De aquı́, la capacidad
calorı́fica a volumen constante es
µ ¶
∂U
cv = , (6.1)
∂T v
igual a la cinética media, la energı́a total media del oscilador, igual a la suma
de las energı́as cinética y potencial, será kB T .
Si un cristal consta de NA átomos (NA = 6,022 × 1023 mol−1 es la cons-
tante de Avogadro) y cada átomo tiene tres grados de libertad de vibración,
el cristal será un sistema de 3NA grados de libertad. En este caso la energı́a
térmica total media del sistema será:
U = 3NA kB T. (6.2)
Aquı́ 8,314 J/molK es la constante molar de los gases. De esta forma, de (6.3)
se sigue que cv = 25 J/molK. Este resultado concuerda bien con los datos ex-
perimentales para muchos sólidos. Hay que advertir que en la fı́sica clásica
el metal se representa como un conjunto de átomos que vibran y electrones
libres. Los átomos se consideran como osciladores armónicos entre los cuales
se trasladan los electrones libres, teniendo en cuenta la energı́a de los elec-
trones y de acuerdo con la ley de la equipartición de la energı́a por grados
de libertad, la energı́a térmica total media de este sistema será:
3
U = 3NA kB T + N kB T, (6.4)
2
donde N es el número de electrones libres.
Supóngase que se trata de un metal monovalente, es decir, N = NA ,
entonces
3 9 9
U = 3NA kB T + NA kB T = NA kB T = RT. (6.5)
2 2 2
De aquı́ cv = 92 R = 37,6 J/molK, es decir, la teorı́a clásica da una capacidad
calorı́fica 1.5 veces mayor que la que proporcionan los datos experimentales.
Por eso, los fı́sicos, al explicar la ley de Dulong y Petit llegaron a la conclusión
de que los electrones libres no hacen aportación a la capacidad calorı́fica del
metal.
......................................................................
6.1.2 La buena coincidencia de los datos experimentales con los teóricos sólo se
teorı́a de manifiesta cuando las temperaturas son suficientemente altas. Resultó que,
einstein a bajas temperaturas, se observan desviaciones de la ley de Dulong y Petit
sobre la y la dependencia de la capacidad calorı́fica de los sólidos respecto de la tem-
capacidad
peratura, en un amplio intervalo que incluye las temperaturas bajas, tiene
calorı́fica
la forma que muestra la figura 6.1. Como se ve en esta figura, la capacidad
calorı́fica a bajas temperaturas no es una magnitud constante, sino que au-
menta al elevarse la temperatura desde cero hasta el valor determinado por
cv ≈ 3NA kB = 3R ≈ 25 J/molK.
}ωE = kB ΘE . (6.11)
1000 K). Este hecho se debe a que en la fórmula (6.11) para la temperatura
de Einstein figura la frecuencia de las vibraciones de un oscilador, la cual,
para simplificar, se puede escribir en la forma:
r
4β
ω = ωmax = , (6.12)
M
en la que β es una constante de fuerza que caracteriza la fuerza de interacción
entre los átomos y M es la masa del átomo.
Por la fórmula (6.12) se ve que cuanto más rı́gido sea el cristal, es decir,
cuanto más fuertemente estén “ligados” los átomos a la posición de equilibrio,
y cuanto menor sea la masa de éstos, tanto mayor será la frecuencia de sus
vibraciones y, por consiguiente, la temperatura de Einstein.
La temperatura ΘE de Einstein es una de las caracterı́sticas principales
de un cristal. A temperaturas inferiores a la caracterı́stica, T ¿ ΘE , hay
que considerar la cuantización de la energı́a. A temperaturas T À Θ, la
cuantización de la energı́a puede no tenerse en cuenta y examinar el caso
partiendo de las representaciones clásicas ordinarias.
......................................................................
6.1.3 La fórmula de la capacidad calorı́fica (6.9), obtenida por Einstein, con-
teorı́a de cuerda bien con la experiencia cuando T ≈ ΘE , pero a temperaturas más
debye bajas esta concordancia ya no se observa. La capacidad calorı́fica calculada
sobre la según Einstein desciende con la temperatura más deprisa que esto ocurre en
capacidad
la realidad (figura 6.3). La experiencia muestra que la capacidad calorı́fica,
calorı́fica
por lo menos para los dieléctricos, a bajas temperaturas (cuando T → 0),
varı́a no exponencialmente, sino como T 3 .
La divergencia entre los experimentos y la teorı́a se debe a que en el
modelo de Einstein se suponı́a que cada átomo, tomado por separado, reali-
za vibraciones armónicas de frecuencia ω independientemente de los demás
átomos. Pero en realidad los átomos no pueden vibrar en el sólido con una
misma frecuencia, ya que están fuertemente ligados entre sı́.
El paso siguiente en el desarrollo de la teorı́a cuántica de la capacidad
calorı́fica fue dado por P. Debye (1912). Para comprender la esencia de la
teorı́a de Debye se va a recurrir a los resultados obtenidos en el capı́tulo 5
para las vibraciones de los átomos de una red cristalina. Las vibraciones de
los átomos fuertemente ligados entre sı́ se redujeron entonces a un conjunto
de ondas débilmente ligadas, con vector de onda ~k y frecuencia ω(~k, s), que
se propagan por todo el volumen del cristal. Cada una de estas ondas (o
modo normal de vibración) se equipara con un oscilador armónico vibrando
con la frecuencia ω(~k, s), en cuyo movimiento participan todos los átomos
del sólido. De acuerdo con la fórmula de Planck, la energı́a media de cada
oscilador de este tipo será:
D E · ¸
~ ~ 1
U~k,s = }ω(k, s) n(k, s) + .
2
Como cada oscilador, en el caso de la aproximación armónica, vibra con
independencia de los demás, la energı́a total de las vibraciones del cristal
(energı́a térmica), en el caso general a temperatura T , es igual a la suma de
las energı́as de los 3rN osciladores armónicos que no interaccionan entre sı́
(modos de vibración aislados, fórmula (??)):
3r X D
X E X 3 X
}ω(~k, s)
U= U~k,s = }ω(~
k,s)/k T
+
s=1 ~k s=1 ~ e B − 1
k
3r
XX }ω(~k, s)
+ = hUa i + hU0 i . (6.13)
e}ω(k,s)/kB T − 1
~
s=4 ~k
Aquı́ hUa i y hU0 i son los valores en equilibrio de las energı́as de las vibra-
ciones acústicas y ópticas de la red:
3 X
X }ω(~k, s)
hUa i = ; (6.14)
e}ω(k,s)/kB T − 1
~
s=1 ~k
X3r X
}ω(~k, s)
hU0 i = . (6.15)
e}ω(k,s)/kB T − 1
~
s=4 ~k
Z
}ω
Ua = dN, (6.16)
e}ω/kB T − 1
4 4
dVk = π(k + dk)3 − πk 3 ≈ 4πk 2 dk.
3 3
ω(~k, s) = vs k s = 1, 2, 3, (6.18)
ω2
k 2 dk = dω (6.19)
vs3
V ω2
dN = dω. (6.20)
2π 2 vs3
La relación
dN V ω2
D(ω) = = 2 3 (6.21)
dω 2π vs
V ω2 2V ω 2 3V ω 2
D(ω) = + = , (6.22)
2π 2 vl3 2π 2 vt3 2π 2 vs3
4 3 8π 3
πkD = N , (6.25)
3 V
lo que en suma da
Z ωmax
D(ω)dω = 3N.
0
Z ωD
3V } ω 3 dω
Ua = . (6.29)
2π 2 vs3 0 e}ω/kB T − 1
En este caso
µ ¶4 Z ΘD/T
3V } kB T x3 dx
Ua = 2 3 . (6.31)
2π vs } 0 ex − 1
SECCIÓN 6.2
dilatación de los sólidos
∂U
F (x) = − = −Cx. (6.39)
∂x
Como se ve en la figura 6.6, a la temperatura T1 los átomos vibran de
manera que la distancia entre ellos varı́a desde A1 hasta B1 con el valor
medio hx1 i = x0 ; a la temperatura T2 la distancia interatómica varı́a desde
−U (x)/k T −βx2/k T
P (x) = Ae B = Ae B . (6.40)
Ası́, pues, la distancia entre los átomos que realizan vibraciones armó-
nicas no varı́a durante el calentamiento, ya que su desplazamiento medio
hxi = 0 y, por consiguiente, la dilatación no debe existir, lo que está en con-
tradicción con la realidad. Todos los sólidos se dilatan al calentarlos. Para la
donde
· ¸ · ¸
1 d2 U (x) 1 d3 U (x)
β= y f =− .
2 dx2 x=x0 6 dx3 x=x0
−βx2/k T f x3
=e Be /kB T
· ¸
−βx2/k T f x3
=e B 1+ . (6.43)
kB T
En la fórmula (6.43) se ha tomado el nivel de energı́a potencial cero en x = 0,
de manera que U0 = 0 y el factor exponencial correspondiente al término
anarmónico se ha desarrollado en serie
f x3/k T f x3
e B ≈1+
kB T
Valiéndose de la fórmula (6.43), se halla hxi:
Z +∞
xP (x)dx
−∞
hxi = Z +∞ =
P (x)dx
−∞
Z +∞ Z +∞
−βx2/k T f −βx2/k T
xe B dx + x4 e B dx
−∞ kB T −∞
= Z +∞ Z +∞ (6.44)
−βx2/k T f −βx2/k T
e B dx + x3 e B dx
−∞ kB T −∞
En (6.44)
Z +∞
−βx2/k T
xe B dx = 0,
−∞
y
Z +∞
−βx2/k T
x3 e B dx = 0,
−∞
y
Z +∞ √
4 −βx2/k T 3 π
x e B dx = (6.46)
4 (β/kB T ) /2
5
−∞
Fundamentos de la Teorı́a de
Bandas de los Semiconductores
Índice General
Índice de Tablas
133
CAPÍTULO 7. FUNDAMENTOS DE LA TEORÍA DE BANDAS DE LOS
SEMICONDUCTORES
SECCIÓN 7.1
Clasificación de las Sustancias por la Magnitud de
la Conductividad
combinación compuestos
Ai Bvii CuCl, CuBr, CuI, AgCl, AgBr, AgI
Ai Bvi CuO, Cu2 O, CuS, Cu2 S, Cu2 Se, Cu2 Te, Ag2 Te
Ai Bv KSb, K2 Sb, CsSb, Cs3 Sb
Aii Bvii ZnCl2 , ZnI2 , CdCl2 , CdI2
Aii Bvi ZnO, ZnS, ZnSe, ZnTe, CdO, CdS, CdSe, CdTe,
HgS, HgSe, HgTe
Aii Bv ZnSb, CdSb, Mg3 Sb2 , Zn3 As2 , Cd3 P2 , Cd3 As2
Aii Biv Mg2 , Mg2 Ge, Mg2 Sn, Ca2 Si, Ca2 Sn, Ca2 Pb
Aiii Bvi GaS, GaSe, InS, InSe, In2 O2 , In2 S3 , In2 Se3 ,
In2 Te3 , Tl2 S
Aiii Bv AlP, AlSb, AlAs, GaP, GaSb, GaAs, InP, InSb,
InAs
Aiv Biv GeO2 , PbS, PbSe, PbTe, TiO2 , GeTe, SnTe, GeS
Aiv Biv SiC, SiGe
Av Bvi As2 S3 , As2 Se3 , Sb2 Se3 , Sb2 Te3 , Bi2 S3 , Bi2 Se3 ,
Bi2 Te3
Avi Bvi MoO3 , WO3
Aviii Bvi Fe2 O3 , NiO
Ai Biii Bvi CuAlS2 , CuInS2 , CuInSe2 , CuInTe2 , AgInSe2 ,
AgInTe2 , CuGaSe2 , CuGaTe2
Ai Bv Bvi CuSbS2 , CuAsS2 , AgSbSe2 , AgSbTe2 , AgBiS2 ,
AgBiSe2 , AgBiTe2
Ai Bviii Bvi CuFeSe2 , AgGeSe2 , AgFeTe2
Aii Biv Bv AnSiAs2 , ZnGeAs2
Aiv Bv Bvi PbBiSe2
SECCIÓN 7.2
Ocupación de las Bandas de Energı́a por los
Electrones. Metales, Dieléctricos y Semiconductores
SECCIÓN 7.3
Representaciones Modeladas del Mecanismo de la
Conductividad de los Semiconductores
dirigido de todos los portadores de carga es igual a cero, por eso no hay
transferencia de carga.
Colóquese un semiconductor intrı́nseco en un campo eléctrico. Bajo la
acción de este campo sus electrones libres comienzan a moverse en sentido
contrario al del campo. Los electrones que se mueven en sentido contrario
al del campo eléctrico debido a la energı́a térmica serán acelerados por el
campo y durante el recorrido libre acumularán energı́a. Los electrones que se
mueven por el campo serán retardados por éste, y su energı́a será disminuida
(esto lo ilustran las figuras 7.5 y 7.6. Al chocar con las heterogeneidades
(irregularidades) de la red cristalina, estos electrones le entregarán su energı́a
excedente adquirida por acción del campo externo, o bien, recibirán energı́a
de él, gracias a lo cual ellos alcanzan su equilibrio térmico con la red.
Después del choque los electrones tendrán nuevamente un recorrido diri-
gido en el campo eléctrico externo. El movimiento dirigido de los portadores
de carga libres en un campo eléctrico se llama deriva, y la velocidad de su mo-
vimiento dirigido se llama velocidad de deriva. En la figura 7.6 se muestran
con lı́neas continuas los vectores de la componente de deriva de la velocidad,
y con lineas de trazos, los vectores de la velocidad resultante del movimiento
térmico y de la deriva.
En este caso la velocidad media del movimiento de los electrones libres ya
no es igual a cero (figura 7.6), y por el semiconductor circulará una corriente
en sentido del campo aplicado, debida a los electrones libres.
Los electrones de los enlaces saturados, que transitan el enlace incomple-
to por acción del campo eléctrico, se desplazarán en sentido contrario al del
campo. Con ello el lugar de valencia del enlace de valencia también se des-
plazará, pero ya en dirección del campo, lo que equivale al desplazamiento de
una carga positiva por el campo. El mecanismo de conducción determinado
sustancia Constante de la red (Å). Número de átomos (1 cm3 ). εg (para 0 K), (eV)
Diamante 3.56 17.7×1022 7.0
Silicio 5.42 5.×1022 1.14
Germanio 5.62 4.52×1022 0.75
Estaño 6.46 2.82×1022 0.08
estados 4s y 4p:
SECCIÓN 7.4
Masa Efectiva de los Portadores de Carga
d~v ∂~v ∂~
p ∂2ε
~a = = = 2 F~ . (7.5)
dt ∂~p ∂t ∂p
Particularizando la igualdad (7.5) para el caso tridimensional se obtiene:
∂2ε ∂2ε ∂2ε
ax = 2 Fx + Fy + Fz
∂px ∂px ∂py ∂px ∂pz
∂2ε ∂2ε ∂2ε
ay = Fx + 2 Fy + Fz (7.6)
∂py ∂px ∂py ∂py ∂pz
∂2ε ∂2ε ∂2ε
az = Fx + Fy + 2 Fz
∂pz ∂px ∂pz ∂py ∂pz
En este caso el vector de la aceleración no coincide con la dirección del
vector de la fuerza.
∂2ε 1
El conjunto de magnitudes = , que relacionan los vectores
∂pi ∂pj mij
~a y F~ , es un tensor de segundo orden y por analogı́a con la expresión (7.4)
para el electrón libre se llama tensor de la masa efectiva inversa
¯ ¯
¯ ∂2ε ∂2ε ∂2ε ¯
¯ ¯
¯ ∂p2x ∂p x ∂py ∂p x ∂pz ¯
° ° ¯¯ ¯
¯
° 1 ° ¯ ∂2ε ∂ 2ε ∂ 2ε ¯
° ° ¯ ¯
° ∗ °=¯ (7.7)
° mij ° ¯ ∂py ∂px ∂p2y ∂py ∂pz ¯¯
¯ ¯
¯ ∂2ε ∂2ε ∂ 2 ε ¯¯
¯
¯ ¯
∂pz ∂px ∂pz ∂py ∂p2z
Examı́nese la expresión para la energı́a de un electrón en un pequeño
entorno de ~k0 . Se desarrolla ε(~k) en serie de Taylor, y para la región próxima
se obtiene:
}2 X 1
ε(~k) = ε(~k0 ) + (ki − ki0 )(kj − k0j ). (7.10)
2 m∗ij
ij
o bien
p2
ε(~
p) = ε(~
p0 ) + (7.18)
2m∗
y representan esferas.
La expresión para la masa efectiva de los portadores de carga en el caso
del cristal cúbico tiene la forma:
1 ∂2ε 1 ∂2ε
= = , (7.19)
m∗ ∂p2 }2 ∂k 2
F = m∗ a. (7.21)
F~
~a = − . (7.23)
m∗
En el campo eléctrico actúa sobre el electrón una fuerza igual a
F~ = −eV. (7.24)
∂2ε
=0 y m∗ → ∞,
∂k 2
nπ
cuando k = ± .
2a
SECCIÓN 7.5
Estructura de las Bandas de Energı́a de Algunos
Semiconductores
y para el silicio
Estadı́stica de Electrones y
Huecos en los Semiconductores
Índice General
161
CAPÍTULO 8. ESTADÍSTICA DE ELECTRONES Y HUECOS EN LOS
SEMICONDUCTORES
SECCIÓN 8.1
Densidad de Estados Cuánticos
D(~ p = D(~k)d~k
p)d~
p~ = }~k.
d~k 1
d~
p = dpx dpy dpz ⇒ d~ p = }3 d~k ⇒
p = }3 dkx dky dkz ⇒ d~ = 3,
d~p }
y por tanto,
d~k 1
D(~ p = D(~k)d~k ⇒ D(~
p)d~ p) = D(~k) p) = D(~k) 3 .
⇒ D(~
d~p }
1
D(~k) = 3 ,
8π
se obtiene finalmente
1 1 1 1 1
p) = D(~k)
D(~ = 3 3 = = 3.
}3 8π } (2π})3 h
Como en cada célula pueden haber dos electrones con espines de direcciones
opuestas, la anterior expresión se convierte en
2
D(~
p) = .
h3
8π 2
dN = D(~
p)dVp = p dp. (8.6)
h3
Partiendo de la igualdad (8.4), se tendrá:
p2 = 2m∗n (ε − εc ), (8.7)
de donde
p = (2m∗n ) /2 (ε − εc ) /2
1 1
1
dp = (2m∗n ) /2 (ε − εc ) /2 dε.
1 −1
(8.8)
2
Poniendo las igualdades (8.6), (8.7) y (8.8) en la correlación (8.1), se
obtiene la expresión para la densidad de estados cuánticos en el fondo de la
banda de conducción, que tiene simetrı́a esférica:
µ ¶3/2
2m∗n
(ε − εc ) /2 .
1
D(ε) = 4π (8.9)
h2
Se determinará la densidad de estados cerca del extremo superior de la
banda de valencia. Para ello se utilizan las fórmulas (7.19) y (7.23) para la
energı́a de los huecos
p
ε = εv − . (8.10)
2m∗p
Aquı́ εv es la energı́a de los huecos en el techo de la banda de valencia, y
m∗p es la masa efectiva del hueco. De los cálculos, análogos a los realizados
antes, se tendrá:
µ ∗ ¶3/2
2mp
(εv − ε) /2 .
1
D(ε) = 4π (8.11)
h2
Por consiguiente, si la energı́a del portador de carga es una función cua-
drática del momento cristalino, la densidad de estados D(ε) depende de la
energı́a de tipo (ε−εc )1/2 o bien (εv −ε)1/2 . Por lo tanto, las expresiones (8.9)
y (8.11) se cumplen solamente para los estados cerca de la energı́a extrema,
es decir, en el fondo o en el techo de la banda.
Se calculará a continuación la densidad de estados cuánticos para el caso
de la banda de conducción compleja, cuando la dependencia ε(~ p) en el fondo
de la banda se describe por la correlación del tipo (7.15). Puesto que para
el fondo de la banda p0x = p0y = p0z = 0, se tendrá que
p2x p2y p2
ε = εc + + + z , (8.12)
2m1 2m2 2m3
donde 1/m∗1 , 1/m∗2 y 1/m∗3 son las componentes diagonales del tensor de la masa
efectiva inversa. En este caso, las superficies isoenergéticas con elipsoides,
cuyas ecuaciones tienen la forma
q
ai = 2m∗i (ε − εc ). (8.14)
4π 8π
(2m1 m2 m3 ) /2 (ε − εc ) /2 .
1 3
V = abc =
3 3
µ ¶3/2
2 2
(m1 m2 m3 ) /2 (ε − εc ) /2 dε,
1 1
dN = 3 dVp = 4π (8.16)
h h2
µ ¶3/2
2
(m1 m2 m3 ) /2 (ε − εc ) /2 .
1 1
D(ε) = 4π (8.17)
h2
m1 m2 m3 = m∗3
dn (8.18)
donde m∗dn se llama masa efectiva para la densidad de estados. En este caso,
al igual que para la banda simple, se obtiene:
µ ¶3/2
2m∗dn
(ε − εc ) /2 .
1
D(ε) = 4π (8.19)
h2
......................................................................
8.1.1 Como se muestra en la figura 7.13, la energı́a mı́nima en la banda de
Densidad conducción del silicio se encuentra en la dirección [1,0,0] a la distancia del
de punto k = 0, aproximadamente igual al 75 % de la magnitud 2π/a. En total
Estados en la primera zona de Brillouin existen seis mı́nimos, y para la energı́a, algo
Cuánticos
superior a la magnitud εc , se forman seis elipsoides de igual energı́a, alarga-
en el
Silicio das a lo largo de los ejes cristalográficos principales (figura 7.15). Conforme a
esto, la densidad de estados, que se expresa para un elipsoide por la igualdad
(8.17), aumenta 6 veces. Y si se tiene en cuenta que para el silicio m∗1 = m∗2 ,
entonces
µ ¶3/2
2
(m∗2 ∗ /2 /2
1 1
D(ε) = 6 · 4π 1 m3 ) (ε − εc ) , (8.20)
h2
µ ¶3/2
2m∗dp
(εv − ε) /2 .
1
D(ε) = 4π (8.23)
h2
∗3/2
m∗dp = (m∗pp/2 + mp` ) /3 = 0,59 m.
3 2
(8.24)
......................................................................
8.1.2 En la banda de conducción del germanio existen 8 mı́nimos de energı́a,
Densidad dispuestos en el lı́mite de la zona de Brillouin en los puntos [1/2, 1/2, 1/2]
de 7.12. Las correspondientes superficies isoenergéticas están representadas en
Estados la figura 7.14, donde se muestran cuatro de las ocho elipsoides, divididas por
Cuánticos
la mitad por los lı́mites de la zona de Brillouin. Dos mitades opuestas de las
en el
Germanio elipsoides (figura 7.14) se pueden considerar como una superficie elipsoidal
completa. Por consiguiente, en la zona fundamental de Brillouin del germanio
se encuentran cuatro elipsoides completas, para las cuales m∗1 = m∗2 . Por lo
tanto, la densidad de estados en el fondo de la banda de conducción del
germanio se determinará por la expresión (8.19) con masa efectiva para la
densidad de estados, igual a
SECCIÓN 8.2
Grado de Llenado de los Niveles de Impurezas
uno de los nudos de la red cristalina del silicio está ocupado por un átomo
de arsénico. En este caso, el quinto electrón de valencia del átomo puede
ser fácilmente ionizado. A los electrones de impureza corresponde el nivel de
energı́a, dispuesto debajo del fondo de la banda de conducción a la magnitud
εd (figura 8.1).
Puesto que en la impureza donante hay sólo un electrón que puede parti-
cipar en la conducción, el número total de estados energéticos de la impureza
donante debe ser igual a la cantidad de átomos de impureza introducida por
unidad de volumen del cristal, o sea, igual a Nd .
Supóngase que el número de electrones que se encuentran en el nivel de la
impureza donante sea nd . En tal caso, la concentración de átomos donantes
ionizados pd , formados debido a los saltos de los electrones desde los niveles
donantes a la banda de conducción gracias a la energı́a térmica y que tienen
carga positiva, será igual a:
pd = Nd − nd . (8.27)
Nd − nd 1
= ε −ε , (8.29)
nd − dk TF
2e B
Nd
nd = εd −εF , (8.30)
1
2e +1
kB T
Nd
pd = εF −εd , (8.31)
2e kB T
+1
1
f0 (εd ) = εd −εF , (8.32)
1
βe +1
kB T
1 1
fp0 (εd ) = εd −εF = εd −εF . (8.33)
2e kB T
+1 βe kB T
+1
Na Na
pa = εF −εd = εF −εd , (8.34)
1
2e
kB T
+1 β −1 e kB T
+1
Na Na
na = Na − pa = εa −εF = εa −εF (8.35)
2e kB T
+1 βe kB T
+1
SECCIÓN 8.3
Concentración de Electrones y Huecos
Aquı́
µ ¶3/2
2πm∗n kB T
Nc = 2 (8.39)
h2
donde
µ ¶3/2
2πm∗p kB T
Nv = 2 , (8.44)
h2
es la densidad efectiva de estados en la banda de valencia;
Z ∞ 1/2
2 εp dεp
F1/2 (−η − εi ) = √ . (8.45)
π 0 eη+εi +εp + 1
es la integral de Fermi de orden 1/2 para la banda de valencia.
Si se pone m∗m = m∗p = m, para T = 300 ◦ C, Nc = Nv = 2,5 × 1010 cm−3 .
Esto constituye aproximadamente 1/2000 del número de átomos por cm3 .
Si se introduce la designación εc −εd/kB T = ξd , basándose en la expresión
(8.32) la concentración de electrones en el nivel de impureza donante será
igual a:
Nd
nd = f0 (εd )Nd = −1 −η−ξ
, (8.46)
β e d +1
y la cantidad de iones positivos de la impureza donante, conforme a la ex-
presión (8.33), es
Nd
pd = f0p (εd ) = η+ξ
. (8.47)
βe d +1
Se halla la concentración de huecos pa y la concentración de electrones
nd en la impureza aceptora. Si se designa εc −εa/kB T = ξa , basándose en las
correlaciones (8.34) y (8.35) se expresarán por las correlaciones de tipo
Na
pa = −1 η+ξ
; (8.48)
β e a +1
Na
na = −η−ξ
. (8.49)
βe a +1
Para calcular las concentraciones de equilibrio de electrones n0 y huecos
p0 , hay que calcular los valores de las integrales de Fermi y (8.40) y (8.45), lo
que en muchos casos concretos presenta bastantes dificultades. Empero, para
la integral de Fermi existen expresiones analı́ticas aproximadas y tablas.
En función de η la integral de Fermi (8.40) puede expresarse del modo
siguiente.
1. Cuando −∞ < η < −1
F1/2 (η) = eη . (8.50)
Tal aproximación corresponde a la estadı́stica de Boltzmann, y el se-
miconductor no es degenerado. Esta aproximación clásica, para la cual
n0 = Nc eη , (8.51)
está representada en la figura 8.2 por la curva 1.
4 3
F1/2 (η) = √ η /2 . (8.52)
3 π
1
F1/2 (η) = . (8.53)
0,25 + e−η
SECCIÓN 8.4
Semiconductor Extrı́nseco
......................................................................
1 −
ε−εF
f0 = ε−εF ≈e kB T
. (8.55)
e kB T
+1
Z ∞ Z ∞
2 ξ 1/2 dξ 2eη
ξ /2 e−ξ dξ = eη .
1
F1/2 (η) = √ ≈ √ (8.56)
π 0 eξ−η + 1 π 0
n0 p0 = n2i , (8.61)
SECCIÓN 8.5
Semiconductor Intrı́nseco
d ln(ni/T 3/2 )
W =
d1/T
dε
= εc − εF + T , (8.68)
dT
el germanio.
1
W = εg , (8.69)
2
SECCIÓN 8.6
Posición del Nivel de Fermi en Función de la
Concentración de Impurezas y de la Temperatura
para un Semiconductor no Degenerado
se escribe de la forma
Q− = Q+ ⇒
⇒ n0 + Na− = p0 + Nd+ ⇒
⇒ n0 + Na − pa = p0 + Nd − nd ⇒
⇒ n0 + na = p0 + pd . (8.70)
o bien
n 0 = pd ,
Nd
n0 = η+ξ
. (8.75)
βe d +1
2Nd
n0 = r . (8.80)
4βNd ξ
1+ e +1
d
Nc
La posición del nivel de Fermi se determina por la correlación (8.76)
n0
eη =
Nc
2Nd/Nc
=r . (8.81)
4βNd ξ
1+ e +1
d
Nc
Con la logaritmación de la igualdad (8.81), se obtiene
sµ
¶2
Nc Nc βN c ξ
η = − ln + + ed (8.82)
2Nd 2Nd Nd
o bien
sµ
¶2
Nc Nc βNc εc −εd
εF = εc − kB T ln + + e kB T . (8.83)
2Nd 2Nd Nd
ε c − ε d kB T βNc
εF = εc − − ln
2 2 Nd
ε c + ε d kB T βNc
= − ln , (8.84)
2 2 Nd
Nc
εF = εc − kB T ln , (8.86)
Nd
a la que corresponde
n0 = Nd . (8.87)
De aquı́,
εc − εd
TS = . (8.89)
Nc
kB ln
Nd
Como se deduce de la fórmula (8.89), la temperatura de saturación es
tanto inferior, cuanto menor es la energı́a de ionización εc − εd y la con-
centración Nd de impureza donante y cuanto mayor es la masa efectiva de
n2i Nc Nv − kεgT
p0 = = e B . (8.92)
n0 Nd
Cuando el nivel de Fermi llega al centro de la banda prohibida, entonces
n0 = p0 = ni y el semiconductor pasa del extrı́nseco al intrı́nseco. Si la
temperatura continúa aumentando el nivel de Fermi se aproxima a la banda
que tenga menor densidad efectiva de estados.
......................................................................
8.6.2 La resolución del problema para el semiconductor aleado con impureza
Semiconductor
aceptora es completamente análoga a la del caso del semiconductor por
por exceso. La condición de electroneutralidad (8.71) tendrá ahora la forma:
Defecto
(Nd = 0) p +p =N (8.93)
0 a a
o bien
p0 = n a
(8.75) y (8.77):
Na
p0 =
βe−η−ξa + 1
Na
= . (8.94)
Nv + βe−εi −ξa p0
2Na
p0 = r . (8.95)
4βNa εi −ξa
1+ e +1
Nv
La posición del nivel de Fermi se determinará por la igualdad
p0
e−η−εi =
Nv
2Na/Nv
=r . (8.96)
4βNa εi −ξa
1+ e +1
Nv
Después de la logaritmación se obtiene la expresión para el nivel de Fermi
sµ
¶2
Nv Nv βN εa −εv
v k T
εF = εv + kB T ln + + e B . (8.97)
2Na 2Na Na
p0 = Nv e−η−εi
s
Na Nv ε2kv −εTa
= e B . (8.99)
β
p0 = Nv e− ln
Nv/Na
= Na . (8.101)
SECCIÓN 8.7
Bandas de Impurezas
n0 = pd
Nd
= εF −εd . (8.102)
2e kB T
+1
En tal semiconductor, para una temperatura próxima a la de 0 K, la
concentración de electrones n0 debe reducirse hasta cero, y la constante de
Hall R = − n10 e debe crecer monótonamente. Sin embargo, los resultados
de las investigaciones de materiales con alta concentración de átomos de
impurezas demuestran que, al disminuir la temperatura el valor de n0 tiende
a una magnitud finita, y la constante de Hall para cierta temperatura pasa
por un máximo, como se aprecia de los datos de las figuras 8.10 y 8.11, donde
están representadas las curvas de la resistividad y del coeficiente de Hall
de muestras de germanio por defecto como función de la temperatura. Las
muestras tienen distintos grados de aleación, que aumenta con el crecimiento
del número de la curva.
Además, al aumentar la concentración de impureza en los semiconduc-
tores disminuye la energı́a de ionización de los centros de impurezas. Para
concentraciones de átomos de impureza suficientemente grandes su energı́a
de ionización se hace cero. En el germanio y el silicio, aleados o adiciona-
dos con donantes del grupo 5, esto ocurre para 3 × 1017 cm−3 y 1018 cm−3
respectivamente. Como ejemplo para el germanio, aleado con boro, esta de-
pendencia está representada en la figura 8.12.
De estos hechos experimentales se deduce que, en el semiconductor que
contiene impurezas, a bajas temperaturas ocurre un fenómeno especial, de-
nominado conductividad por impurezas o conductividad extrı́nseca.
Generación y Recombinación
de Portadores de Carga en
Desequilibrio
Índice General
Índice de Tablas
191
CAPÍTULO 9. GENERACIÓN Y RECOMBINACIÓN DE PORTADORES DE CARGA
EN DESEQUILIBRIO
SECCIÓN 9.1
Recombinación con Radiación Entre Bandas
∆n
τnr =
R − Rr0
∆n
= , (9.6)
∆R
donde ∆R es la variación de la velocidad de recombinación al desviarse del
estado de equilibrio. Una igualdad análoga se puede escribir para los huecos
∆p
τpr =
R − Rr0
∆p
= . (9.7)
∆R
∆R = R − Rr0
np − n2i
= Rr0 . (9.8)
n2i
n0 ∆p + p0 ∆n + ∆n∆p
∆R = Rr0 (9.9)
n0 p0
ni
τir =
2Rr0
1
=
2γr ni
∆εr
e 2kB T
= √ . (9.13)
2γr Nc Nv
SECCIÓN 9.2
Recombinación por Choque entre Bandas
∆n, se obtiene:
d d
− ∆n = − ∆p
dt dt³ ´
= ∆n η (n) n20 + 2η (n) n0 p0 + η (p) p20 + 2η (p) n0 p0 +
³ ´ ³ ´
+ ∆n2 η (n) p0 + 2η (n) n0 + 2η (p) p0 + η (p) n0 + ∆n3 η (n) + η (p) .
(9.17)
Se hallará la expresión para el tiempo de vida en la recombinación por
choque entre bandas conforme a la ecuación (??), tomando en consideración
que el nivel de inyección es pequeño (∆n ¿ n0 + p0 ). Para ello se desprecian
los términos de la ecuación (9.17) que contienen el segundo y tercer grado
de ∆n, y se tendrá:
τnu = τpu
∆n
=− d
dt ∆n
1
= . (9.18)
η (n) n20 + 2η (n) n2i + 2η (p) n2i + η (p) p20
Se analizará la fórmula obtenida para los distintos casos particulares.
1. Semiconductor intrı́nseco (n0 = p0 = ni )
1
τin = ¡ ¢
3 η + η (p) n2i
(n)
1 εg
= ¡ (n) ¢ e kB T
. (9.19)
3 η + η (p) Nc Nv
1
τun = . (9.20)
η (n) n20
1
τup = . (9.21)
η (p) p20
∆n
τins = d
− dt ∆n
1
= ¡ (n) ¢ . (9.23)
η + η (p) ∆n2
SECCIÓN 9.3
Recombinación de Portadores de Carga por Centros
de Captura (Trampas)
Los defectos que pueden capturar los portadores de carga libres con su
ulterior liberación, se llaman centros de captura o trampas. La teorı́a de la
recombinación por centros de captura (trampas), que con más frecuencia se
practica, fue elaborada por Shockley y Reed. Los materiales semiconducto-
res reales generalmente contienen impurezas de varios tipos, cada una de las
cuales puede crear uno o varios niveles en la banda prohibida del semicon-
ductor. Se limitará al examen de un caso simple, cuando en el semiconductor
existe un solo tipo de trampas, originadores del único nivel de energı́a; ade-
más, los centros de captura pueden ser neutrales, o bien cargados una vez.
Estos centros locales se llaman simples.
Supóngase que la concentración de trampas es igual a Nt , y su nivel de
energı́a εt se encuentra próximo al centro de la banda prohibida. El proceso
de recombinación por centros locales está ilustrado en la figura 9.4.
En el semiconductor del tipo n, que tiene un gran número de electrones
libres, la recombinación se produce del modo siguiente. La trampa neutra
captura el electrón de la banda de conducción , adquiriendo una carga nega-
tiva (unión 1). A continuación el electrón transita del nivel de la trampa a
la banda de valencia, lo que equivale a la captura de un hueco por la trampa
εt
−k
= γn Nc e BT . (9.27)
= γp p1 , (9.31)
donde
εt −εg
p1 = Nv e kB T
(9.32)
n + Nt ft = p + Nd+ . (9.36)
n − n0 + Nt (ft − f0t ) = p − p0
o bien
∆n + Nt ∆ft = ∆p (9.37)
∆n = ∆p. (9.38)
dn γn γp Nt (np − n1 p1 )
− = . (9.40)
dt γn (n + n1 ) + γp (p + p1 )
∆n
τ =−
dn/dt
n0 À p0 ; n0 À n1 ; n 0 À p1 .
γn = σn v0 . (9.50)
Fenómenos de Transporte en
Semiconductores
Índice General
207
CAPÍTULO 10. FENÓMENOS DE TRANSPORTE EN SEMICONDUCTORES
SECCIÓN 10.1
Ecuación de Continuidad
~ · ~j = q S
I=S ~ · J~ (10.1)
~ + ξµξ E
J~ = −Dξ ∇ξ ~ (10.5)
y la corriente es:
³ ´
~ · −Dξ ∇ξ
I = qS ~ + ξµξ E
~ (10.7)
ξ = ξ0 + δξ (10.8)
~ · J~ξ = gξ − ξ ⇒
∇
τξ
~ · J~ξ − gξ + ξ = − ∂ξ
∇ (10.13)
τξ ∂t
ξ0
gξ0 = (10.15)
τξ
ξ ξ0 δξ
= + (10.16)
τξ τξ τξ
~ · ∇(δξ)
~ δξ ∂(δξ)
⇒ Dξ ∇2 (δξ) − µξ E + gξ0 − = (10.17)
τξ ∂t
~ · ∇(δn
~ δnP ∂(δnP )
DN ∇2 (δnP ) + µN E 0
P ) + gN − = (10.18)
τN ∂t
~ · ∇(δp
~ δpN ∂(δpN )
DP ∇2 (δpN ) − µP E 0
N ) + gP − = (10.19)
τP ∂t
~ · ∇(δξ)
~ δξ ∂(δξ)
⇒ D∗ ∇2 (δξ) − µ∗ E + gξ0 − = (10.20)
τξ ∂t
donde:
nµN DP + pµP DN
D∗ = (10.21)
nµN + pµP
µN µP (n0 − p0 )
µ∗ = (10.22)
nµN + pµP
Índice General
Índice de Tablas
213
CAPÍTULO 11. PROPIEDADES MAGNÉTICAS DE LOS SÓLIDOS
SECCIÓN 11.1
Ecuación de Langevin del Diamagnetismo
Ze2 B 2 ® Ze2 B 2 ®
µ=− r (SI); µ=− r (CGS). (11.4)
4m 4mc2
Aquı́
2® 2® 2®
r = x + y (11.5)
es el cuadrado medio de la distancia del electrón al eje del campo que pasa
por el núcleo. El cuadrado medio de la distancia de los electrones al núcleo
es
2® 2® 2® 2®
R = x + y + z . (11.6)
® ® ®
Para una distribución de carga con simetrı́a esférica x2 = y 2 = z 2 , de
forma que
2® 3 2®
R = r . (11.7)
2
µ0 N µ µ0 N Ze2 2® Nµ N Ze2 2 ®
χ= =− (SI); R χ= =− R (CGS).
B 6m B 6mc2
(11.8)
SECCIÓN 11.2
Paramagnetismo
2. Átomos libres e iones que contienen una capa interna incompleta; ele-
mentos de transición; iones que tienen la misma estructura electrónica
que los elementos de transición; elementos de las tierras raras y actı́-
nidos. Ejemplos: Mn2+ , Gd3+ , U4+ . Muchos de estos iones, aunque no
siempre, son paramagnéticos cuando forman un sólido.
4. Metales.
SECCIÓN 11.3
Estado Fundamental de Iones con la Corteza
Parcialmente Llena: Reglas de Hund
Supóngase que se tiene un átomo libre o ion en el que todas las cortezas
electrónicas están llenas o vacı́as excepto una, cuyos niveles de un electrón se
caracterizan por el momento angular orbital l. Puesto que para un l dado hay
2l+1 valores, lz puede tener (l, l−1, l−2, . . . , −l) y dos posibles orientaciones
del spin para cada lz , tal corteza contendrá 2(2l + 1) niveles de un electrón.
Sea n el número de electrones de la corteza, con 0 < n < 2(2l + 1). Si los
electrones no interactúan unos con otros, el estado fundamental iónico serı́a
degenerado, reflejando la gran cantidad de formas de colocar n electrones en
más de n niveles. Sin embargo, esta degeneración se eleva considerablemente
(a pesar de que en general no es completa) por las interacciónes culombia-
nas electrón-electrón, al igual que por la interacción electrón spin-órbita.
Excepto para los iones muy pesados (donde el acoplamiento spin-órbita es
muy fuerte) los niveles más bajos después de que la degeneración se elevada
pueden describirse por un simple conjunto de reglas, justificadas por cálcu-
los complejos y por el análisis de los espectros atómicos. Aquı́ simplemente
se enunciarán las reglas, puesto que se está más interesado en sus implica-
ciones con las propiedades magnéticas de los sólidos que en su justificación
subyacente. 3
2. Primera Regla de Hund De todos los muchos estados que uno pue-
de formar situando n electrones en los 2(2l + 1) estados de la corteza
parcialmente llena, aquellos que tienen menor energı́a tienen el mayor
3
Las reglas se discuten en la mayorı́a de los textos de mecánica cuántica. Véase, por
ejemplo, L.D. Landau y E.M. Lifshitz, Quantum Mechanics, Addison Wesley, Reading,
Mass., 1965
4
El momento angular total J siempre es un buen número cuántico para un átomo o
ion, pero L y S son buenos números cuánticos sólo hasta el punto de que el acoplamiento
spin-órbita no sea importante.
L =0 1 2 3 4 5 6
(11.10)
X =S P D F G H I
SECCIÓN 11.4
Teorı́a Cuántica del Paramagnetismo
capa d (l = 2) P
n lz = 2, 1, 0, -1, -2 S L=| lz | J sı́mbolo
2
1 ↓ 1/2 2 3/2 D3/2
3
2 ↓ ↓ 1 3 2 F2
4
3 ↓ ↓ ↓ 3/2 3 3/2 F3/2
5
4 ↓ ↓ ↓ ↓ 2 2 0 D0
6
5 ↓ ↓ ↓ ↓ ↓ 5/2 0 5/2 S5/2
5
6 ↓↑ ↑ ↑ ↑ ↑ 2 2 4 D4
4
7 ↓↑ ↓↑ ↑ ↑ ↑ 3/2 3 9/2 F9/2
3
8 ↓↑ ↓↑ ↓↑ ↑ ↑ 1 3 4 F4
2
9 ↓↑ ↓↑ ↓↑ ↓↑ ↑ 1/2 2 5/2 D5/2
1
10 ↓↑ ↓↑ ↓↑ ↓↑ ↓↑ 0 0 0 S0
capa f (l = 3) P
n lz = 3, 2, 1, 0, -1, -2, -3, S L=| lz | J sı́mbolo
2
1 ↓ 1/2 3 5/2 F5/2
3
2 ↓ ↓ 1 5 4 H4
4
3 ↓ ↓ ↓ 3/2 6 9/2 I9/2
5
4 ↓ ↓ ↓ ↓ 2 6 4 I4
6
5 ↓ ↓ ↓ ↓ ↓ 5/2 5 5/2 H5/2
F
6 ↓ ↓ ↓ ↓ ↓ ↓ 3 3 0 0
8
7 ↓ ↓ ↓ ↓ ↓ ↓ ↓ 7/2 0 7/2 S7/2
7
8 ↓↑ ↑ ↑ ↑ ↑ ↑ ↑ 3 3 6 F6
6
9 ↓↑ ↓↑ ↑ ↑ ↑ ↑ ↑ 5/2 5 15/2 H15/2
5
10 ↓↑ ↓↑ ↓↑ ↑ ↑ ↑ ↑ 2 6 8 I8
4
11 ↓↑ ↓↑ ↓↑ ↓↑ ↑ ↑ ↑ 3/2 6 15/2 I15/2
3
12 ↓↑ ↓↑ ↓↑ ↓↑ ↓↑ ↑ ↑ 1 5 6 H6
2
13 ↓↑ ↓↑ ↓↑ ↓↑ ↓↑ ↓↑ ↑ 1/2 3 7/2 F7/2
1
14 ↓↑ ↓↑ ↓↑ ↓↑ ↓↑ ↓↑ ↓↑ 0 0 0 S0
µB
M ≈ Nµ . (11.18)
kB T
En un campo magnético un átomo con número cuántico de momento
angular J posee 2J + 1 niveles de energı́a equiespaciados. La magnetización
(figura ??) viene dada por
M = N gJµB BJ (x), (11.19)
gJµB B
donde x ≡ kB T y la función de Brillouin BJ se define por
2J + 1 (2J + 1)x 1 x
BJ (x) = coth − coth . (11.20)
2J 2J 2J 2J
La ecuación (11.17) es un caso especial de (11.20) para J = 12 .
Para x ¿ 1, se tiene
1 x x3 J +1
coth x = + − + ..., BJ (x) = x + O(x3 ), (11.21)
x 3 45 3J
y la susceptibilidad es
M = N gJµB .
En este caso µ
~ se orienta de manera que su componente en la dirección del
campo magnético es máxima. La magnetización en este caso se dice que está
saturada.
SECCIÓN 11.5
Susceptibilidad de los Metales: Paramagnetismo de
Pauli
1
g− (ε) = g(ε + µB H). (11.27)
2
El número de electrones por unidad de volumen de cada tipo de spin
viene dado por
Z
n± = g± (ε)f (ε)dε, (11.28)
1
f (ε) = ε−µ . (11.29)
e kB T
+1
n = n+ + n− . (11.30)
SECCIÓN 11.6
Diamagnetismo de los Electrones de Conducción
7
Véase, por ejemplo, R.E. Peierls, Quantum Theory os Solids, Oxford, 1955, pp. 144-
149. Un análisis que tiene en cuenta la estructura de bandas puede encontrarse en P.K.
Misra y L.M. Roth, Phys. Rev. 177 1089 (1969) y en las referencias incluidas en él.
Sumario de Relaciones
Numéricas Importantes en la
Teorı́a del Electrón Libre de los
Metales
229
APÉNDICE A. SUMARIO DE RELACIONES NUMÉRICAS IMPORTANTES EN LA
TEORÍA DEL ELECTRÓN LIBRE DE LOS METALES
−1
kF = [3,63Å ] × [rs/a0 ]−1 (2.23)
8 cm −1
vF = [4,20 × 10 /s] × [rs/a0 ] (2.24)
εF = [50,1 eV] × [rs/a0 ]−2 (2.26)
4 −2
TF = [58,2 × 10 K] × [rs/a0 ] (2.33)
a0
El Potencial Quı́mico
1
lı́m F (N, V, T ) = f (n, T ), (B.1)
N,V →∞ V
N/V →n
µ = F (N + 1, V, T ) − F (N, V, T ), (B.3)
231
APÉNDICE B. EL POTENCIAL QUÍMICO
o
µ ¶
∂s
µ = −T . (B.7)
∂n u
El Desarrollo de Sommerfeld
de manera que
dK(ε)
H(ε) = , (C.3)
dε
entonces, uno puede integrar por partes 1 en (C.1) para obtener
Z ∞ Z ∞ µ ¶
∂f
H(ε)f (ε)dε = K(ε) − dε. (C.4)
−∞ −∞ ∂ε
Puesto que f es indistinguible de cero cuando ε es unos pocos kB T mayor
que µ, e indistinguible de la unidad cuando ε es unos pocos kB T menor que
µ, su derivada con respecto a ε será apreciable sólo dentro de unos pocos
kB T de µ. Con tal de que H no sea singular y no varı́e demasiado rápido
en las vecindades de ε = µ, es muy razonable evaluar (C.4) desarrollando
K(ε) en series de Taylor alrededor de ε = µ, con la esperanza de que sólo
los primeros pocos términos serán de importancia:
X∞ · ¸· ¸
(ε − µ)n dn K(ε)
K(ε) = K(µ) + . (C.5)
n! dεn ε=µ
n=1
1
El término integrado se anula en ∞ porque la función de Fermi se anula más rápi-
damente que K diverge, y en −∞ porque la función de Fermi se aproxima a la unidad
mientras que K se aproxima a cero.
233
APÉNDICE C. EL DESARROLLO DE SOMMERFELD
donde
1 1 1
ζ(n) = 1 + + + + .... (C.11)
2n 3n 4n
Para los primeros n, ζ(2n) tiene los valores 2
π 2n
ζ(2n) = 22n−1 Bn (C.12)
(2n!)
2
Véase, por ejemplo, E. Jahnke y F. Emde, Tables of Functions, 4a ed., Dover, Nueva
York, 1945, p. 272.
1 1 1 1 5
B1 = , B2 = , B3 = , B4 = , B5 = . (C.13)
6 30 42 30 66
En la mayorı́a de los cálculos prácticos en fı́sica de metales, uno raramen-
te necesita conocer más que ζ(2) = π2/6, y nunca va más allá de ζ(4) = π4/90.
No obstante, si uno desease llevar el desarrollo de Sommerfeld (2.70) más
allá de n = 5 (y de este modo se pasa de los valores de Bn listados en (C.13)),
por el momento 2n es tan grande como 12 y los an pueden ser evaluados
con precisión de orden cinco reteniendo sólo los dos primeros términos en la
serie alternante (C.9).
[As] Solid State Physics, Neil W. Aschroft, N. David Mermin, London: Pren-
tice Hall 1969.
[Pa] Fı́sica del Estado Sólido, P.V. Pávlov, A.F. Jojlov, Moscú: Editorial
Mir–Rubiños.
237
Índice alfabético
238
ÍNDICE ALFABÉTICO
módulo
de elasticidad, 91
de rigidez, 47
de Young, 91
magnetorresistencia, 15–17, 65, 69
masa efectiva, 59, 147–152, 157, 158,
162, 164–167, 183
Maxwell, 23, 36–38, 61, 65
nivel
de Fermi, 59, 65, 174–177, 179–
187, 194, 197, 200–205
reducido, 171, 173, 175
de impureza
aceptora, 186
donante, 172
semiconductor
extrı́nseco, 169, 170, 174, 175
intrı́nseco, 140, 142, 143, 175–
177, 184
Shockley, 198
Sommerfeld, 35, 38, 55, 61, 68, 70–
72, 76, 81, 82, 233, 235