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Reflexión
La ocupación.
Con solo sentarse a remembrar e hilar las nociones que evoca este concepto se debaten
internamente cuestionamientos alrededor de lo que puede o no comprenderse como
ocupación, lo que demuestra la vitalidad cambiante y las impresiones que se alojan en la
particularidad del ser humano.
En definitiva, la academia ofrece herramientas que posibilitan establecer unas estructuras
teorícas frente a la diversificación ocupacional y es interesante extrapolarlas a la realidad
como una situación cotidiana en el hogar, en la comunidad, en la jornada laboral o en
determinado espacio que se nutre de complementos derivados de los diferentes factores
que se encuentran interactuando en medio de la cotidianidad (contexto, ocupación,
persona), volubles al más minímo indicio de cambio. En la ocupación el orden de los
factores modifica las respuestas ocupacionales, eso es lo que enriquece su análisis y
reflexión, la pluralidad de las variables marcan el ritmo de la ocupación y no están en
función de lineamientos específicos sino que por el contrario discurren en el tiempo y el
espacio y son internalizadas en el comportamiento del ser humano.
Tejer con otros ocupación, nutre la comprensión sobre los procesos alternantes por los que
la ocupación atraviesa, por lo tanto es una puerta amplia para abordar la identidad y la
esencia del ser humano. Las ocupaciones además son valoradas de acuerdo a las
connotaciones sociales, pero son más apreciadas cuando se enhebran en el
comportamiento y la identidad del ser humano desde allí ; es decir desde el autodiscurso y
la significancia, la ocupación refleja los adentros del ser humano, los anhelos más
profundos, se enhilan a ella; sueños, deseos y a lavez la ocupación se alimenta de las
ilusiones que emergen en cada persona y esto moviliza las acciones del ser humano a
ocuparse.
La ocupación se convierte en una extensión de mi yo circundante en el espacio, impregnada
de emociones, valores, desencantos y reflexiones que permite el crecer, desarrollarse y vivir
como sólo cada sujeto lo sabe hacer.
Dentro del espacio de la práctica sociolaboral, se pudo compartir y debatir con algunos
compañeros las nociones que han elaborado alrededor de la ocupación y sí han podido
evidenciar en el escenario de práctica la presencia de estas conceptualizaciones que en la
teoría son replicadas.
El espacio de interlocución con algunos compañeros, permitío debatir y conversar
planteamientos de ciertos autores y a la vez contrastar apuestas de la ocupación que cada
compañero ha elaborado en su proceso práctico mediado por la teoría y argumentado
desde la experiencia.
De una manera interesante se abrío el espacio indagando por ocupación y el primer
concepto que afloro fue tiempo, como lo indica Kielhofner, (2014) “Los tipos de cosas que
hacemos, por qué y cómo las hacemos y que pensamos y sentimos hacer derivan de las
condiciones del tiempo…” La ocupación es una función de la influencia del tiempo.
Además se puso en discusión la presmisa de que el hacer debe estar representado desde
el movimiento como un hecho observable que corrobore que se está ocupado en alguna
actividad y a su vez encontramos allí el tiempo como un mediador para que dicho suceso
ocurra. A esto se suma comprender el tiempo como una unidad subjetiva que el hombre
concibe de acuerdo a su reloj emocional y que varía en función del interés y la motivación
como catalizadores del hacer.
Lo anterior se recogío en la participación de una compañera al presentar la ocupación
mediada por aspectos tangibles e intangibles que necesariamente deben estar situados en
un contexto y a partir de este enunciado se expuso el sentido,significado y las actividades.
Del sentido y significado se abordó el valor subjetivo que el ser humano imprime a la
ocupación en un escenario y esto es observable en la experiencia.
Esto me conduce a pensar la ocupación como el todo; a lo cual muchos seres humanos se
aferran imprimiendo valor y fuerza de acuerdo a lo que son y los representa, la identidad
ocupacional.
Ya en el marco de mi proceso de formación y mi interes investigativo alrededor de la
ocupación en un escenario tan lesivo como lo es el conflicto armado, cobrá más sentido el
apostarle a la ocupación como un acto de resistencia, un componente vitalizador y
dinamizador en la estructura y desarrollo de las comunidades, una de las razones para
abordar la ocupación de esta forma es el carácter vinculante y de cohesión social
manifestado a través de experiencias comunes, un territorio compartido, formas de
memoria, la cultura, roles, rutinas y hábitos que permiten identificarse a una sola voz.
En los territorios se transgrede al otro por lo que se debe ser y lo que se quiere ser, ya sea
para lo uno o para la otro la ocupación es la que materializa esta noción en el lienzo de la
realidad y en la llanura del pensamiento, es nuestro medio y fin.
Finalmente, debo decir que en el tren del pensamiento del sur global se siguen generando
apuestas que conforman nuevos vertices para la Terapia Ocupacional y es necesario seguir
apostandole a estos procesos de reflexividad que confrontan nuestra esencia profesional y
que nos encaminan a ver en la ocupación no como un paliativo en terminos de calmar y
suavizar una inconformidad social o política sino como un proceso estimulante y
revitalizador para el ser humano.