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estamos tan aislados del mundo en el que nacimos, que requerimos de otros seres

humanos, para acceder a lo que la tierra esta dispuesta a entregarnos, sin tramites
ni regulaciones... empieza a dudar de tu habilidad para sobrevivir si ves que el
alimento que pones en tu boca, ha pasado por mas de tres manos desconocidas
entre ellas.

cualquier tropiezo del modelo podría poner en riesgo nuestra supervivencia y solo
podrán garantizar su vida las personas que sepan arrancar la comida del suelo.

Podemos partir de la forma en la que nos enseñan a vivir hoy en día. La tierra es
sinónimo de suciedad, y el agua no es la que la mantiene viva, en lugar de esa
atrocidad. el agua es la que retira la tierra de las manos, porque su sensación es
absolutamente extraña. despreciamos esa maza llena de vida, como si fuera el polvo
mugriento lleno de fibrillas sinteticas que caen de los sacos, y lavamos con
desespero las rodillas de los niños que al haber ensuciado su ropa de tierra,
disfrutaban de ella.

Nos han enseñado que el juego ya no es salir a conocer el mundo, que es


involucrarse dentro de una burbuja dominada por las ventanas conectadas a una
gran red de información, que me permito utilizar en este momento, para que vean
la realidad que se encuentra afuera, en el mundo que te ha dado de comer.

Hemos pasado tanto tiempo dentro de la ciudad, que lo que adoptamos con cariño
como nuestra protectora es esa gran maza de concreto, que definitivamente nos aísla
de ese mundo que aun nos sigue manteniendo con vida. Aunque el gran sistema
continué con la exploración de alimentos basados en los materiales sintetizados de
grasas pesadas como el petroleo y similares. Sera insuficiente para este planeta de
nombre “suciedad” mantener esta vida que es más compleja que la vida en si
misma. cuando hayamos devastado con todos los arboles, -es mas importante el
papel- todos los insectos, -descarado me pico-, la tierra negra profunda, -saquen
todo el oro-, a nosotros mismos, -entrégueme el celular o no respondo por mis
actos-. No quedara nada más que piedras y muchos desechables.

La vida es la que permite mantenernos con vida, el placer de sembrar y recoger se


ve en las gruesas manos de hombres y mujeres que recorren la tierra. - por fin
entiendo el orgullo en las manos, reflejo del trabajo, de esas señoras agricultoras-.
Que no les interesa las cremas, no desesperan por la tierra en sus manos, ademas
el agua la beben y refrescan las plantas.

Al planeta no se le llamo como a la suciedad, su nombre es porque sin la tierra


no seria este particular planeta con vida, en ese basto y hostil universo.

Volvamos a jugar con la tierra...

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