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Instituto Tecnico Superior Comunitario

Nombre: Sharlot Arias Pascasio


Matricula:2021-0663
sección: 25
Maestra: Nicolasa Pelegrina Rodríguez Matos
En esta tarea establecerás las diferencias de tributar en cada proceso económico:

la factoría colombina:

La factoría colombina fue una forma de intercambiar bienes entre la Corona


española y sus colonias en el nuevo continente. Comenzó como un intercambio
comercial cuyo nombre proviene de Columbus o Colón. Colón fue el navegante
genovés que, buscando la ruta más corta para llegar a la India, se topó con las tierras
del luego llamado continente americano.

El principal motivo por el que Europa estaba interesada en las nuevas tierras era
puramente económico. Por ese motivo, Colón se abocó a conseguir oro desde su
llegada. Las primeras islas a las que arribaron los exploradores fueron La Española
(actual República Dominicana y Haití), Cuba y Jamaica.

Los pobladores eran gentes amistosas y les dieron la bienvenida a los exploradores.
A pesar de ello, no toleraban el abuso ni el maltrato de los recién llegados,
respondiendo violentamente a estos para defender sus tierras y sus vidas.

Primer período de la factoría colombina

En un principio los españoles ofrecían a los taínos artefactos y objetos europeos y los
intercambiaban por oro.

Esto duró mientras los indígenas estuvieron dispuestos a realizar el trueque y les
divertía obtener objetos que para ellos eran exóticos y desconocidos. Además, el oro
no tenía para los aborígenes ningún valor especial.
Enseguida comenzaron a llevar a los aborígenes a Europa engañados y se lucraban
con su venta como esclavos en Europa.

Todo esto ocurrió durante el primer año después de la llegada a las nuevas tierras,
entre los años 1493 y 1494.

Sojuzgamiento de taínos

Cuando el intercambio ya no funcionó, la manera que encontraron los españoles


para conseguir oro fue sojuzgar a la población indígena.

Tuvieron que obligar a la población originaria a rendir tributo. Las existencias de oro
eran pequeñas y no les resultaban suficientes a los invasores.

Por eso, para lograr que los indígenas pagaran tributo con el metal tuvieron que
organizar una estructura militar que contribuyera al objetivo.

Segundo período de la factoría colombina

Obligaban a todo indio mayor de 14 años a otorgar un cascabel lleno de oro o una
arroba de algodón.

Fue la primera forma de esclavitud impuesta a los aborígenes. Fue un instrumento


que destruyó la integridad física y moral de los habitantes originarios porque nunca
hubo la cantidad de oro que los españoles creían.

Las encomiendas:

La encomienda era un sistema laboral español que recompensaba a los


conquistadores con el trabajo de determinados grupos de personas no cristianas
conquistadas. Los trabajadores, en teoría, recibían beneficios de los conquistadores
para los que trabajaban, siendo la religión católica uno de los principales beneficios.
La encomienda se estableció por primera vez en España tras la conquista cristiana de
los territorios moriscos (proceso conocido por los cristianos como la Reconquista), y
se aplicó a una escala mucho mayor durante la colonización española de las
Américas y las Filipinas españolas. Los pueblos conquistados eran considerados
vasallos de la monarquía española. La Corona otorgaba una encomienda como un
derecho otorgado a un individuo concreto. Para el siglo XVI, este sistema se
consideraban un monopolio del trabajo de determinados grupos de indígenas,
mantenido a perpetuidad por el titular llamado encomendero y sus descendientes.1

Las encomiendas evolucionaron desde su forma original ibérica hacia una forma de
esclavitud "comunal". En la encomienda, la Corona española concedía a una persona
un número determinado de indígenas de una comunidad específica, pero no dictaba
qué individuos de la comunidad debían proporcionar su mano de obra. Los líderes
indígenas eran los encargados de movilizar el tributo y la mano de obra asignada. A
su vez, los encomenderos debían asegurarse de que los nativos de la encomienda
recibieran instrucción en la fe cristiana y en la lengua española, protegerlos de las
tribus beligerantes o de los piratas; además debían reprimir la rebelión contra los
españoles y mantener las infraestructuras. A cambio, los nativos proporcionaban
tributos en forma de metales, maíz, trigo, carne de cerdo u otros productos agrícolas.

Con la destitución de Cristóbal Colón en 1500, la Corona española lo sustituyó por


Francisco de Bobadilla.2 A Bobadilla le sucedió un gobernador real, Fray Nicolás de
Ovando, que estableció el sistema formal de encomiendas.3 En muchos casos, los
nativos eran obligados a realizar trabajos forzados y sometidos a castigos extremos y
a la muerte si se resistían.4 Sin embargo, la reina Isabel I de Castilla prohibió la
esclavitud de la población nativa y consideró a los indígenas "vasallos libres de la
corona".5 Diversas versiones de las Leyes de Indias a partir de 1512 intentaron
regular las interacciones entre los colonos y los nativos. Tanto los nativos como los
españoles acudían a las Reales Audiencias para solicitar ayuda en el marco del
sistema de encomiendas.
Producción de azúcar:

El período comienza y se caracteriza en general por la fundación de grandes


exportaciones agrícolas, principalmente ingenios azucareros.

La industria azucarera, a pesar de su alta tecnología y productividad, no acarreó


desarrollo económico pues el crecimiento que conllevaba era frágil y circunstancial.
Su función era, como la de toda la economía colonial, llenar los requerimientos del
incipiente mercado capitalista europeo.

La génesis de la industria azucarera en la isla de Santo Domingo está vinculada al


agotamiento del oro, base económica de la isla y a la extinción de la raza aborigen,
mano de obra del coto minero a través de las encomiendas.

Desde 1515 la economía del oro estaba en crisis y se planteaba la necesidad de que se
fomentara el cultivo de diversos frutos, así como que se trajesen campesinos de
España. Se asume que el desarrollo de la agricultura en esa época debió de ser lenta
por varias causas:

En 1519 hubo una terrible epidemia de viruelas, lo cual produjo que la población
aborigen de la isla se redujera a menos de cuatro (4) mil nativos, por lo que no existía
mano de obra agrícola en el número requerido.

Los Españoles Conquistadores, no habían organizado una estructura en la isla, sobre


la base de una empresa estable de producción, por tanto, desde esa época empezaron
a emigrar hacia las otras islas recién conquistadas. Sólo permanecían en la isla los
representantes de la burocracia colonial, los que tenían alguna actividad provechosa
y los que no tenían dinero ni medios para emigrar.

Las pesadas labores de los ingenios requerían de una fuerza muscular que tuviera un
mayor rendimiento que la de los indígenas, aparte de que el número de estos
últimos había menguado en extremo. De ahí que desde 1518, por autorización
expresa del Rey Carlos I, comenzaran a otorgarse licencias o "asientos" para traer a
América (y a La Española) negros bozales, los cuales, a diferencia de los ladinos,
eran empleados en labores intensivas de producción. Africanos ladinos, es decir,
occidentalizados en Europa e integrantes del séquito de servidores de nobles
españoles, habían pisado tierra americana poco antes de 1501.

Para disminuir las posibilidades de sublevación, los propietarios de ingenios


preferían importar esclavos africanos procedentes de diferentes etnias. Los grupos
predominantes eran los Zape, Mandinga, Congo, Mondongo, Biáfara, Carabalí y los
de lengua Gelofe.

En promedio eran reclutados entre los 15 y 20 años, si bien también eran


aprehendidos desde los 9 años. Su faena de trabajo forzado era de hasta 18 horas
corridas por día, e incluía domingos y feriados. Muchos morían de cansancio y por
falta de sueño. Otros huían a los montes o se defendían mediante las armas.

El oro:

En la semana en que se celebra o denota la gesta de Colón vamos en busca de lo que vino después
del 'tierra a la vista': la locura de los españoles por encontrar El Dorado.

Se preparan dos series sobre Cortés y acaba de estrenarse una sobre otros conquistadores. ¿Qué
pasó en realidad tras el 12 de octubre de 1492?

«Salían en multitudes (los nativos) hacia el barco y muchos de ellos llevaban piezas de oro en sus
pechos y algunos llevaban brazaletes de perlas alrededor de sus brazos. Yo me regocijé
profundamente cuando vi estas cosas y no escatimé esfuerzos para descubrir de dónde las
conseguían...» Así narró Colón su costeo de la Isla de Trinidad durante su tercer viaje a América,
encendiendo una mecha de codicia que no podría apagarse. Cuando la euforia tras la toma de
Granada animó a los Reyes Católicos a aceptar la nueva ruta a las Indias que les ofrecía el navegante
genovés, el ánimo de lucro (aliñado luego con el afán de gloria y el propósito evangelizador),
funcionó como el mejor de los acicates. Persiguiendo móviles económicos, mercantiles y políticos,
Colón creía dirigirse a las ricas tierras de Cipango y Cathay, pero sin llegar a saberlo se topó con
América y su oro. Los conquistadores posteriores contemplaron cómo los jefes indígenas de Centro y
Sudamérica se adornaban con objetos de este metal precioso y se propusieron encontrar de dónde
salía.

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