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Síntesis Argumentativa

Las guías clínicas, por su consistencia y estructura, se han convertido en un factor fundamental para
proporcionar apoyo nutricional a pacientes adultos que presenten obesidad. La proposición planteada de
forma inicial, se encuentra sustentada por una revisión y selección sistemática de las evidencias que
contaban con un mayor grado de consistencia teórica y aplicable, en las cuáles se localizan las directrices
que detallan los potenciales riesgos y beneficios para el paciente. Además, el desarrollo de las
recomendaciones se produjo de forma consensuada llevando a cabo revisiones tanto internas como
externas para la posterior aprobación proveniente de la junta directiva de La Sociedad Estadounidense
de Nutrición Parenteral y Enteral (ASPEN), organización compuesta por un gran número de
profesionales de la salud que lleva más de 4 décadas participando en el suministro de nutrición clínica
a pacientes con obesidad.

Describiendo de forma general la metodología empleada para el desarrollo de las guías clínicas,
resalta la particularidad de estar conformada principalmente por una serie de preguntas clínicas
específicas que se encuentran direccionadas hacia la utilización del apoyo nutricional como terapia para
la obtención de resultados clínicos que resultan claves. Para la formulación de preguntas que cuenten
con un alto grado de eficiencia y tengan un margen de error casi nulo, se realiza con anterioridad una
exhaustiva búsqueda de material literario publicado, a la información recolectada se le realiza un
tratamiento particular para determinar evaluar la calidad de la investigación realizada.

Se elaboran tablas de hallazgo para calificar el contenido que será tomado como evidencia teórica,
dicha calificación puede ser elevada o en su defecto degradada en función a las limitaciones que vaya
presentando el estudio seleccionado, con respecto a las recomendaciones se realiza una evaluación
similar, si el resultado del análisis o evaluación del contraste entre los beneficios resulta consistente se
considera que la recomendación puede ser calificada como sólida, en el caso contrario, se la considera
débil si la compensación para el paciente no resulta del todo convincente.

Por otra parte, otro de los puntos importantes a sintetizar para demostrar la validez de la proposición
planteada de forma inicial es el análisis y descripción de los resultados que se pueden obtener mediante
la implementación de las guías clínicas, en este caso específico la guía se encuentra constituida por
cuatro preguntas que son las siguientes:

1. ¿Los resultados clínicos varían según los niveles de obesidad en pacientes en estado crítico
u hospitalizados en unidades de cuidados no intensivos (UCI)?

La presente pregunta cuenta con un grado de evidencia bajo, debido a que los resultados clínicos se
encuentran condicionados por factores externos variables como lo son las condiciones comórbidas o los
cambios metabólicos, es necesaria una investigación de resultados más prospectiva.
2. ¿Cómo se deben determinar las necesidades de energía en pacientes obesos críticamente
enfermos o hospitalizados que no están en la UCI?

Cuenta con un grado de evidencia de alto a moderado, puesto que un porcentaje elevado de los
estudios muestran como recomendación el uso de calorimetría indirecta. Las limitaciones radican
principalmente en que si no se cuenta con calorimetría directa resultará como impedimento para medir
el gasto energético en reposo.

3. ¿Se mejoran los resultados clínicos con dietas hipocalóricas y ricas en proteínas en
pacientes hospitalizados?

Presenta un grado bajo de evidencia, los pacientes con obesidad hospitalizados se encuentran
expuestos a problemas relacionados con la sobrealimentación. Como respuesta a estos riesgos, los
especialistas han diseñado regímenes hipocalóricos con un elevado contenido de proteínas para
minimizar las posibles complicaciones.

4. En pacientes obesos que han tenido un procedimiento quirúrgico restrictivo o


malabsortivo, ¿qué micronutrientes deben evaluarse?

El grado de evidencia es bajo, los pacientes a los que se les ha realizado cirugía bariátrica han
modificado su capacidad ingestica de forma restrictiva. Dichos procedimientos que disminuyen la
capacidad de absorción del intestino delgado provocan una capacidad restringida de obtención de
proteínas.

Al finalizar la exposición de los argumentos que evalúan la validez de la premisa principal de la


presente síntesis argumentativa, se puede concluir que efectivamente la estructura de las guías clínicas
es lo suficientemente consistente como para constituir una herramienta clínica de gran utilidad y
efectividad. También, que los autores de la guía sean profesionales especializados que cuentan con una
serie extensa de conocimientos académicos y clínicos en las áreas más relevantes de las ciencias médicas
y que dichos conocimientos se encuentren en constante revisión, constituye un respaldo considerable a
lo expuesto en el presente texto.

Sin embargo, resulta pertinente recalcar que, aunque se tenga todo tipo de respaldo teórico,
evidencias consistentes y consenso profesional, las guías también presentan limitaciones que deben ser
cubiertas con el criterio profesional de cada especialista que las aplique, la experiencia y los
conocimientos cognitivos con los que cuenta cada especialista resultan perfectamente complementarios
con los teóricos y siempre resultará un factor fundamental para realizar diagnósticos clínicos clave. Por
último, cabe recalcar que dichas guías cuentan con una evolución y mejora permanente por lo que
progresivamente mostrarán mayor alcance y efectividad.

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