Universidad Interamericana para el desarrollo La responsabilidad internacional del Estado es la institución jurídica que impone al Estado, que ha realizado un hecho ilícito en perjuicio de otro, la obligación de reparar el daño causado. Esta situación se dan principalmente entre el Estado infractor o responsable, y el Estado perjudicado o lesionado, e incluso entre una pluralidad de Estados o la comunidad internacional en su conjunto. Esta responsabilidad es el principio de que todo comportamiento de un Estado calificado por el derecho internacional del hecho jurídicamente ilícito entraña, en derecho internacional, la responsabilidad de dicho Estado. El tema de la responsabilidad de los Estados, se trata de una materia regulada fundamentalmente por el Derecho consuetudinario. Este tema surge a partir de 1953, donde la Asamblea General de las Naciones Unidas encomienda a la Comisión de Derechos Internacionales la tarea de codificar las reglas concernientes a la responsabilidad internacional. En 1976 la Comisión preparó su proyecto de convención internacional sobre responsabilidad internacional. La Asamblea General de las Naciones Unidas, el 12 de diciembre de 2001 lo remitió a la atención de los Estados. De acuerdo con algunos doctrinantes, los elementos constitutivos de la responsabilidad internacional son:
1. La ilicitud, que consiste en la acción u omisión que viole una obligación
establecida por una norma de derecho internacional vigente entre el Estado infractor y el Estado lesionado; 2. La atribución, que se refiere a que el hecho ilícito debe ser atribuible al Estado; y 3. El daño, el cual debe haberse producido un perjuicio o un daño como consecuencia del hecho ilícito La responsabilidad es considerada en sentido general como la calidad de contraer la obligación en conjunto con las consecuencias jurídicas mientras que en un sentido particular se obtiene al Estado como un sujeto específico del derecho internacional público y es responsable cuando cae en el supuesto de la violación de una obligación ya sea por una acción u omisión de una norma convencional o consuetudinaria que le obliga, es decir causa una lesión a otro estado y a su derecho. Dicha responsabilidad se encuentra establecida por tratados o convenciones, principios y reglas de la costumbre internacional. La doctrina ha señalado cinco rasgos que caracterizan el texto emanado de la Comisión de derecho internacional, recogido por la Resolución AGNU 56/83, que diferencian la responsabilidad actual de la clásica. Ellos son: • Una fundamental diferencia de enfoque: mientras clásicamente la responsabilidad por ilicitud se enfocaba solamente desde el ángulo del tratamiento a extranjeros y de la protección diplomática, ahora se examinan sistemáticamente las consecuencias de las violaciones a las obligaciones internacionales. • No se menciona ni el daño ni la culpa como elementos necesarios para que se configure la responsabilidad internacional. • Se aparta el articulado de la monolítica unidad de la responsabilidad clásica, para dar lugar a diferencias en las consecuencias de las violaciones según la naturaleza de la obligación violada y la gravedad de la violación. Resulta así que se enriquece el estudio de las obligaciones colectivas (erga omnes y erga omnes partes) y se contribuye a esclarecer la noción de orden público internacional al examinarse las consecuencias del incumplimiento de las obligaciones imperativas, o de jus cogens. El daño y la culpa en la responsabilidad por ilicitud Es interesante incursionar en el papel que el nuevo texto legal asigna al daño y a la culpa. También lo es que aquellos artículos no hablan de la culpa, ni requieren tampoco, al menos en el notable texto de su Art.1, la producción de un daño. En efecto, así reza este artículo inicial: “Todo hecho internacionalmente ilícito del Estado genera su responsabilidad internacional”. Ya veremos cómo el daño y la culpa juegan en la diferenciación de ambas formas de responsabilidad. El daño Como vimos, sólo dos elementos se mencionan explícitamente en el fundamental Artículo 1: el hecho ilícito de un Estado y su responsabilidad como consecuencia necesaria. En el tratamiento clásico del tema eran tres, sin embargo, los pilares de la responsabilidad del Estado, a saber: el hecho ilícito, el daño y la relación causal entre uno y otro. Esta última era un simple puente entre los dos primeros, que quedaban como elementos sustantivos de la responsabilidad