Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
CAPÍTULO IV T. Gestáltica
CAPÍTULO IV T. Gestáltica
TERAPIA GESTÁLTICA
Mientras el sexo andaba bien para Howard, todo estaba bien en el mundo.
Desde los 17 a los 27 años, había sido sexualmente muy activo, invirtiendo la
mayoría de su tiempo y energía en aventuras eróticas o fantaseando con
dichas aventuras. Las relaciones sexuales eran por lejos, la actividad más
significativa y satisfactoria en su vida. No es extraño que se encontrara tan
turbado cuando comenzó su impotencia. Excepto por su primera experiencia a
los 17 años con una prostituta, nunca había tenido ninguna dificultad con su
desempeño en la cama. De hecho, a Howard le encantaba su desempeño y se
enorgullecía por el gran amante que era. Pero ahora, no importa cuán duro
intentara, sencillamente no podía tener éxito. Como es obvio, él estaba
bastante deprimido y ansioso.
1
profundamente conciente de sí misma y sus cuerpos. Perls no comenzó con un
abordaje tan orientado a la acción, de cualquier modo. Como muchos otros
creadores de sistemas terapéuticos, su carrera inicial estuvo fuertemente
influenciada por sus estudios de psicoanálisis con Freud. Después de recibir su
doctorado en medicina en Berlín, donde nació, estudió en los institutos de
psicoanálisis de Berlín y de Viena. Fue analizado por Wilhelm Reich
(considerado en el capítulo VIII), quien tuvo una profunda influencia en su
desarrollo. Perls (1969) mencionó que si no hubiera sido por el advenimiento
de Hitler, probablemente hubiera pasado su carrera profesional entera
haciendo psicoanálisis con unos pocos y selectos pacientes.
Como persona, Perls fue bastante parecido a sus escritos, tan vital como
sorprendente. Es probable que sus muchos seminarios con clínicos, más que
sus escritos, sean los que hayan causado tamaño impacto en la profesión
psicoterapéutica. La gente lo veía como desafiantemente perceptivo,
provocativo, manipulador, evocativo, hostil e inspirador. Muchos profesionales
después de un encuentro con Perls se sentían más vivos y más completos.
Aquellos que salían y se decidían a predicar el evangelio gestáltico hablaban
1
“El Yo, el Hambre y la Agresión: Una revisión de la teoría y el método de Freud” (Nota del T.)
2
“El comienzo de la Terapia Gestáltica” (Nota del T.)
3
“Terapia Gestáltica: Entusiasmo y Crecimiento en la Personalidad Humana” (Nota del T.)
2
de Fritz con afecto y veneración. Ciertamente, él no desestimaba dicho culto.
Creyendo que la modestia es para la gente modesta, Perls (1969b) escribió en
su autobiografía: “Creo que soy el mejor terapeuta en los EE.UU., y quizá en
el mundo, para cualquier tipo de neurosis. ¿Qué les parece la megalomanía? A
la vez tengo que admitir que no puedo trabajar exitosamente con todas las
personas”.
TEORÍA DE LA PERSONALIDAD
Más allá del viejo deseo centenario de no prestar atención a nuestros cuerpos,
nosotros los humanos debemos aceptar que básicamente somos organismos
biológicos. Nuestras metas cotidianas, o metas-fines como Perls prefiere
llamarlas (1969ª) están basadas en nuestras necesidades biológicas, que
están limitadas al hambre, el sexo, la supervivencia, el abrigo, y la respiración.
Los roles sociales que adoptamos son los medios-mediante-los-cuales
satisfacemos nuestras metas-fines. Por ejemplo, nuestro rol de psicoterapeuta
es un medio-mediante-el-cual nos ganamos la vida, que es un medio-
mediante-el-cual satisfacemos metas-fines tales como el hambre y el abrigo.
Como personas saludables, nuestro vivir cotidiano se centra alrededor de las
metas-fines particulares que emergen en la conciencia para ser satisfechas. Si
escuchamos a nuestro cuerpo, la meta-fin más urgente emerge, y
respondemos a ella como una emergencia (esto es, sin ninguna duda obsesiva
4
“Terapia Gestáltica palabra por palabra” (Nota del T.)
3
de que la acción más importante que podemos realizar en este momento es
satisfacer la meta-fin particular que está emergiendo en la conciencia).
Entonces interactuamos con el ambiente para seleccionar las sustancias que
necesitamos para satisfacer dicha meta-fin.
4
En una existencia saludable, nuestro ciclo vital entero implica un proceso
natural de maduración en el que nos desarrollamos desde chicos dependientes
del apoyo ambiental, a adultos que pueden descansar en su auto-apoyo para
su propia existencia. Nuestro desarrollo comienza como chicos que no han
nacido completamente dependientes de que nuestras madres nos apoyen
(apoyo de comida, oxígeno, abrigo, todo). Tan pronto cuando nacemos,
tenemos que realizar al menos nuestra propia respiración. Gradualmente
aprendemos a pararnos en nuestros propios pies, a gatear, a caminar, a usar
nuestros propios músculos, nuestros sentidos, nuestra observación.
Eventualmente, tenemos que aceptar que donde quiera que vayamos, lo que
fuere que hagamos, lo que sea que experimentemos, es nuestra propia
responsabilidad y sólo nuestra. Como adultos saludables, estamos concientes
de que poseemos la habilidad para responder, para tener pensamientos,
reacciones, y emociones que son exclusivamente nuestras. Esta
responsabilidad madura es fundamentalmente la habilidad de ser quien uno
es. Para Perls (1969ª), la responsabilidad significa simplemente estar
dispuesto a decir “Yo soy yo y soy lo que soy”.
5
inmaduros patrones infantiles de la dependencia? Existen diversas
experiencias infantiles que pueden interferir con el desarrollo de una
personalidad saludable. En algunas familias, los padres aíslan a los chicos de
la necesidad de apoyo contextual antes de que los niños hayan desarrollado la
capacidad de apoyo interno. El niño no puede apoyarse más en un ambiente
seguro y a salvo, ni puede sostenerse por sí mismo. El chico está en un
impass. El ejemplo de Perls (1970) de lo que es un impass, es él de un bebé
triste cuya placenta ha sido dañada y no puede sostenerse a partir del oxígeno
de la madre, ni está preparado aún para respirar por sí mismo. Otro ejemplo
de un impass ocurre cuando los padres demandan que un chico se pare sin
soporte antes de que sus músculos y equilibrio estén adecuadamente
desarrollados. Todo lo que el niño puede experimentar es miedo a caerse.
Experimentar un impass puede dar como resultado detenerse en el proceso de
maduración.
Mientras nos volvemos más concientes nos damos cuenta que lograr cualquier
cosa, por cierto, puede ser riesgoso. Si somos diferentes de nuestros padres o
nuestros pares, podemos arriesgarnos a perder su amor o aprobación. Pero
ellos no son responsables si nosotros elegimos evitar los riesgos de ser
nosotros mismos. Existen incluso riesgos más serios en nuestra sociedad si
nos rehúsamos a actuar ciertos roles o a ajustarnos a expectativas sociales.
Podemos perder trabajos, amigos, dinero e incluso enfrentar la crucifixión si
permanecemos fuera de los límites de la sociedad. Pero incluso así, no
podemos culpar a la sociedad si rechazamos aceptar los riesgos de ser
saludables.
6
en dicha protección y dejar que sus padres hagan todo por ellos. Muchos
padres temen también frustrar a sus hijos; aunque sea sólo a través de la
frustración que nos motivemos a sostenernos en nuestros propios recursos
para superar lo que nos está frustrando. Brindando demasiado y no frustrando
lo suficiente, los padres establecen un contexto que es tan seguro y
satisfactorio que los chicos se estancan en un deseo de mantenimiento
constante de apoyo ambiental. El énfasis de Perls en el estancamiento a raíz
de ser sobreprotegido, es una reminiscencia del énfasis freudiano en la
sobreprotección como una fuente de fijaciones infantiles.
TEORÍA DE LA PSICOPATOLOGÍA
7
Permanecemos atascados en fantasías infantiles porque no queremos ser lo
que somos. Queremos ser algo más porque estamos disconformes con lo que
somos. Creemos que podríamos obtener más aprobación, más amor, más
apoyo contextual si fuéramos alguna otra cosa.
8
Perls llamó a la polaridad gestáltica más famosa Perro de Arriba y Perro de
Abajo. Experimentamos el Perro de Arriba como nuestra conciencia, la parte
justa de nosotros que insiste en hacer siempre lo correcto. El Perro de Arriba
intenta ser dominador comandando, demandando, insistiendo y reprimiendo.
El Perro de Abajo es la parte esclava de nosotros que acompaña las grandes
demandas de los ideales del Perro de Arriba, pero en realidad intenta controlar
a través de resistencia pasiva. El Perro de Abajo es la parte de nosotros que
actúa en forma estúpida, holgazana, o inepta como un intento de no
completar satisfactoriamente las órdenes del Perro de Arriba. Mientras la
gente evita aceptar que también son lo opuesto de lo que simulan ser (son tan
fuertes como débiles, crueles como amables, amos como esclavos) no pueden
completar la gestalt de la vida, para experimentar la completud de la misma.
Intentar enfrentar todo lo que somos realmente, intentar ser uno, lleva a
confrontarnos con el nivel fóbico de nuestra patología. En este nivel, somos
fóbicos con el dolor que implica enfrentarnos a la insatisfacción que nos
generan algunas partes de nosotros mismos. Evitamos y huimos del dolor
emocional, aun cuando dicho dolor sea la señal natural de que algo está mal y
necesita cambiarse. El nivel fóbico incluye todas nuestras infantiles
expectativas catastróficas (si confrontamos quienes realmente somos nuestros
padres no nos amarán o, si actuamos de la manera en que realmente
queremos nuestra sociedad nos condenará al ostracismo, etc.). Estas
respuestas fóbicas nos ayudan frecuentemente a evitar lo que es realmente
doloroso; por lo tanto mucha gente no viene a terapia a ser curada, sino a
mejorar su neurosis.
Debajo del nivel fóbico está el nivel más crítico de la psicopatología, el impass.
El impass es el mismísimo punto en el que nos atascamos en nuestra propia
maduración. Es lo que los rusos llaman el punto enfermo. El impass es el
punto en el que estamos convencidos de que no tenemos chance de
sobrevivir, debido a que no podemos encontrar los recursos dentro de
nosotros mismos para movilizarnos, frente al aislamiento del apoyo contextual.
La gente no se mueve más allá de este punto debido al terror de que puede
morir o fracasar por no poder sostenerse en sus propios pies. Pero los
neuróticos también rechazan ir más allá de este punto porque todavía es más
fácil para ellos manipular y controlar su ambiente para obtener apoyo.
Entonces continúan jugando a estar desamparados, o locos, o enojados, o a
ser estúpidos para que los demás se hagan cargo de ellos, incluyendo su
terapeuta. Es más fácil continuar con estas maniobras de control debido a la
cantidad de tiempo y energía que el neurótico ha invertido en su desarrollo,
para crear y refinar una manipulación efectiva, más que para desarrollar una
auto-dependencia. No es casualidad que el neurótico tema, a la vez que no
esté dispuesto a moverse a través del impass hacia el nivel implosivo de la
neurosis.
9
Experimentar el nivel implosivo es experimentar la falta de vida, la muerte de
partes de nosotros mismos que hemos apartado. Los neuróticos
experimentarían la falta de vida de sus orejas, o de su corazón, o de sus
genitales o incluso de su mismísima alma, dependiendo de los procesos
fundamentales de vida de los que hayan huido. Perls (1970) compara el nivel
implosivo con un estado de catatonía, en el cual la persona está congelada
como un cadáver. La catatonía se debe a la investidura de energía en el
desarrollo de un carácter rígido y habitual que parece mantenernos tan
seguros y tan a salvo, pero también oh, tan muertos. Para atravesar el nivel
implosivo, la persona debe estar dispuesta a deshacerse de el mismísimo
carácter que ha servido de sentido de identidad. La persona es amenazada
con experimentar su propia falta de vida para poder renacer, y eso no es fácil,
dice Perls (1969ª).
AUMENTO DE CONCIENCIA
10
maya es un mundo mental, un mundo de conceptos, ideales, fantasías y
ensayos intelectuales, Perls dice que la forma de liberarnos del maya es
“perder la cabeza y retornar a los sentidos”. Esta pérdida de cabeza es
verdaderamente un cambio radical desde la concientización del pensamiento y
la teorización orientados a futuro, hacia una conciencia sensorial orientada al
presente. En este nivel fenomenológico de conciencia podemos experimentar
con todos nuestros sentidos la realidad de nosotros mismos y del mundo, más
que sólo experimentar nuestras concepciones teóricas o idealistas de cómo se
supone que deberían ser las cosas. Podemos tener una experiencia de satori,
o despertar. De repente el mundo está allí nuevamente, justo enfrente de
nuestros ojos. Nos despertamos de un trance intelectual como nos
despertamos de un sueño. Y con nuestros sentidos, podemos contactarnos
nuevamente con todo lo que somos.
11
que el terapeuta no quiera tener más que ver con él. Los clientes pueden
entonces ser llevados a apropiarse la proyección del rechazo y a actuar a
quien realmente está amenazando con rechazarlo, como sus padres o su
conciencia. Se les pide a los clientes que expresen sus experiencias concientes
mediante la acción (por ejemplo tomando la silla que representa a sus padres
o a su Perro de Arriba y expresar exactamente lo que diría la persona). A
través de dicha expresión activa se vuelve más profundamente conciente de lo
que está interfiriendo con su habilidad para existir en el aquí y ahora.
12
que sus colegas los condenen. Perls (1969ª) no temía escribir, por ejemplo,
que si un paciente divagaba en un monólogo sin sentido, él se tomaba unas
siestas si se sentía con sueño, aunque dicha respuesta probablemente sería
criticada por terapeutas tradicionales y los clientes. De cualquier modo, una
respuesta tan honesta seguramente frustraría al paciente, que trataba de
hacer responsable a Perls de hacer de la terapia una aventura excitante.
13
4. Reversos, en el que los pacientes actúan el opuesto exacto al modo en
el que usualmente suelen experimentar alguna polaridad escondida de sí
mismos.
Los terapeutas gestálticos no interpretan lo que los clientes tienen que decir
mientras participan en el trabajo gestáltico. La interpretación es vista como
una representación del maya del terapeuta tradicional (la fantasía del
terapeuta de que el significado real de un cliente y su mundo puede ser
hallado en su teoría favorita, más que en la experiencia presente del paciente).
Es solamente otra forma de egolatría personal. Es una forma de que el
terapeuta convenza a los pacientes de que deben escuchar la mente magnífica
del terapeuta, más que a sus propios sentidos. En la práctica, de cualquier
modo el uso de “¿Puedo repetirle una frase?” está demasiado cerca de las
interpretaciones directas, aunque los gestálticos prefieren ver este ejercicio
como un feedback en el que el paciente es libre para desechar activamente el
mensaje del terapeuta, si dicho mensaje no encaja.
14
a experimentar una conciencia más profunda, que emerge de lo profundo de
sus cuerpos, más que de la superficie de sus cabezas.
CATARSIS
Al volverse cada vez más concientes de sus juegos falsos y sus roles sociales,
al volverse más concientes de sus resistencias corporales y su evitación fóbica
del aquí y el ahora, los clientes son cada vez menos y menos capaces de huir
de sí mismos. El miedo de ser ellos mismos, de cualquier modo, puede
llevarlos a un impass. Querrán comunicar al terapeuta que son incapaces de
continuar por su cuenta, que el terapeuta debe hacerce cargo de ellos o se
volverán locos, entrarán en pánico o terminarán el tratamiento. Tratarán de
convencer al terapeuta de que sus expectativas catastróficas son reales y no
sólo fantasías infantiles residuales. Con un poco de presión, los terapeutas
comunican a través de sus acciones que creen que los pacientes ciertamente sí
tienen la fuerza interna para continuar a través del impass hacia las áreas de
la falta de vida. A través de ejercicios seleccionados con sensibilidad, los
pacientes pueden comenzar a reapropiarse de los aspectos de su personalidad
que fueron sacrificados en nombre de roles y juegos. Los pacientes pueden
comenzar a liberar todas sus emociones que los demás no amarán o no
aprobarán, si son verdaderamente humanos.
15
En un momento en que yo (JOP) estaba preocupado por mi promoción y mis
ocupaciones, me encontraba a mí mismo incapaz de experimentar alegría, ni
siquiera la alegría del sexo. Busqué la ayuda de un amigo que es un terapeuta
gestáltico, y él me pidió que trajera a mi cabeza una fantasía más que un
sueño. La fantasía deseada emergió espontáneamente y fue la de estar
esquiando. Me pidió que fuera a la montaña, y comencé a experimentar que
bien me sentía cuando estaba en mi base. Mientras más me acercaba a la
cima, lo que se veía tan hermoso era también muy frío y congelado. Me pidió
que fuera a la nieve y yo expresé cuán duro y helado podía estar cerca de la
cumbre. La gente caminaba sobre mí y no podía hundirme de lo duro que
estaba. Pero cerca de la base la gente corría sobre mí y se hundía en mí
fácilmente. Cuando terminamos no me sentía como para llorar o gritar; me
sentía esquiando. Entonces fui, dejando mis artículos y mis libros atrás. En el
destello de la nieve y el sol, descubrí nuevamente lo que Goethe había
sugerido a través de Fausto: nuestra alegría de vivir emerge a través de
acciones y no de palabras. En mi apuro por tener éxito, estaba cometiendo
uno de los pecados cardinales contra mí mismo, el pecado de no ser activo.
16
en un escenario. El terapeuta sugiere que la mejor escena para este momento
es algún ejercicio particular (digamos, trabajo de sueños). El guión es creado
fundamentalmente por el cliente, que decide qué sueño actuar. Una vez que el
cliente entra en escena, el terapeuta es como un director preparado para
ayudar a vivir al cliente, más que simplemente jugar una parte en, el ejercicio
dramático.
17
Fritz: Sí, de nuevo.
Jane: Déjame sola.
Fritz: De nuevo.
Jane: (Gritando y llorando) ¡Déjame sola!
Fritz: De nuevo.
Jane: (Ella grita, una verdadera explosión) ¡Déjame sola! ¡No tengo que hacer
lo que tú dices! (aún llorando) ¡No tengo que ser así de buena! ¡No tengo que
estar en esta silla! No tengo que. Tú me obligas. ¡Tú me obligas a venir aquí!
(Grita) ¡Aarhh! Tú me haces elegir mi cara (llorando), eso es lo que haces.
(Grita y llora) ¡Aarhh! Quisiera matarte.
Fritz: Dilo de nuevo.
Jane: Quisiera matarte.
Fritz: De nuevo.
Jane: Quisiera matarte.
Los terapeutas gestálticos también dirigen a los clientes a cambiar sus caminos
en una dirección más emocional y responsable, siguiendo la regla del uso del
“Yo” en el lenguaje (Levitsky & Perls, 1970). Perls (1969ª, pág. 115),
demuestra esta dirección con Max:
18
gestáltico no puede predeterminar los pasos de la terapia efectiva. Para que el
humor sea efectivo, el terapeuta debe ser libre de ser espontáneo, para
capturar el momento con humor creativo. Las experiencias catárticas aparecen
para ser los resultados dramáticos de clientes que están luchando por ser
espontáneos, interactuando con terapeutas que son capaces de serlo.
RELACIÓN TERAPÉUTICA
19
de los intentos del paciente de huir del ahora. Los terapeutas bloquean los
intentos inmaduros de hacerlos responsables de la vida de un cliente que está
actuando desamparado, loco, suicida o seductor. A través de dichas
frustraciones en la relación, los clientes son forzados a crecer, a ser más
concientes de los juegos que están jugando para seguir siendo inconcientes e
inmaduros. Los terapeutas gestálticos utilizan su propia conciencia para notar
cuándo los pacientes están intentando evitar partes de quiénes son, y para
bloquear la evitación introduciendo ejercicios o exhortaciones diseñadas para
quebrar los bloqueos del paciente. La relación entre la mayor conciencia,
mayor madurez, y habilidad para estar en el ahora del terapeuta, y la
inhabilidad para permanecer en el ahora o para aceptar la responsabilidad de
estar evitando ser natural de parte del cliente; es una parte importante del
proceso gestáltico.
Por el grado en el que los libros gestálticos, como el de Perls y cols. (1951)
Gestalt Therapy y como el de Rosenberg (1973) Total Orgasm5, sugieren que
la gente puede expandir radicalmente su conciencia y liberar sus energías
catárticamente participando en los ejercicios prescriptos, están implicando que
la relación terapéutica no es absolutamente necesaria. Nadie niega que una
relación madura pueda mejorar la efectividad del trabajo gestáltico, pero la
relación puede no ser esencial para que ocurra el crecimiento saludable a
través de ejercicios gestálticos. En parte, el desacuerdo sobre la necesidad de
la relación terapéutica en el trabajo gestáltico gira alrededor de la definición
de “relación”. Como hemos visto, el trabajo gestáltico no requiere que los
participantes mantengan una relación en una terapia continua conjunta, ni
que tengan una relación terapéutica antes de trabajar juntos en un seminario.
La relación requerida, a los ojos de Perls, es un estado de consonancia o
armonía entre un cliente y un terapeuta, viviendo en el aquí y ahora. Esta
relación o armonía es fundamental al proceso terapéutico, y los ejercicios sin
esta relación probablemente sean superficiales, vacíos, e incluso
potencialmente dañinos para el cliente (Forfar, comunicación personal, 1990).
¿Deseaba Perls un vínculo empático y genuino que guiara el uso apropiado de
5
“Orgasmo Total” (Nota del T.)
20
la técnica? Claro que sí. ¿Insistió Perls en que una relación continua era
necesaria para el crecimiento? No.
Perls dijo que, para hacer su psicoterapia, todo lo que necesitaba era una silla
para la silla caliente, una silla vacía para el rol playing del cliente, un cliente
dispuesto a entrar a la silla caliente, y una audiencia o grupo dispuesto a
participar en el trabajo entre terapeuta y cliente. Perls raras veces veía
pacientes en un consultorio, especialmente en sus años más famosos; la
mayoría de su trabajo lo realizaba en seminarios, conferencias o cursos bajo el
sol de Esalen. Muchos de sus pacientes tenían sólo un encuentro clínico con
Perls y el número de gente que creía que Perls tenía un impacto sobre ellos es
21
asombroso. Aparentemente, solo ver trabajar a Perls con otra persona podía
producir un impacto dramático.
22
gestáltica en un modo más sistemático, a través de la combinación de un
programa didáctico experiencial y de entrenamiento en habilidades.
Como a mucha gente en nuestra sociedad, la Sra. C. fue criada para apartar
los aspectos de su cuerpo socialmente inaceptables. La mayoría de su vida
tuvo éxito en apartar las fuentes de sus deseos sexuales y las bases
corporales de sus sentimientos de enojo. Desde el principio del florecimiento
de su neurosis, la Sra. C. se ha involucrado en intentar apartar su cuerpo
entero mediante el lavado. Afortunadamente, las bases biológicas de su
existencia no cayeron simplemente a un lado y murieron; su cuerpo sigue
enviando mensajes que le recuerdan que es humana y, por lo tanto, está
sujeta a enfermedades, enojos y deseos sexuales. La Sra. C. rechaza escuchar
a su cuerpo y en vez de ello sigue obsesionada con su mente y su compulsión
en sus acciones, “Lávate cuerpo, lávate”, hasta que ahora ella es poco más
que un objeto pasado por agua.
La Sra. C. cuenta que el apartamiento infantil del sexo y del enojo se debió a
las expectativas catastróficas de que sus padres la castigarían si ella no
actuaba el rol de una niñita buena y limpia. Cuánto de estas expectativas
catastróficas estuvieron basadas en la realidad y cuánto en proyecciones
fantásticas, no puede ser establecido. El punto importante es que estos
miedos fueron parte del nivel fóbico que motivó a la Sra. C. a pasar la mayor
parte de su existencia en el nivel falso de actuar una chica modelo, una madre
modelo, y ahora una neurótica modelo.
23
La razón por la que el episodio de los parásitos representó un imapass, un
punto enfermo, fue que la Sra. C. nunca había sido una persona madura,
nunca desarrolló la capacidad de ser responsable por sí misma. Ahora había
claramente demasiados niños, demasiada enfermedad y demasiadas
demandas para que la Sra. C. pudiera moverse por sí misma. Con el desarrollo
de los síntomas dramáticos, la Sra. C. podía lograr que los demás, incluyendo
sus terapeutas cuidaran de ella. También era evidente que la Sra. C. estaba
utilizando sus síntomas para manipular a los demás, como lograr que George
le prestara atención incorporándolo a su ritual de la ducha. Evidentemente, la
Sra. C. estaba hallando que era más fácil permanecer enferma y manipulativa,
que volverse más saludable y valerse por sí misma.
24
Insistiría en jugar el rol de paciente desamparada, y le haría saber al
terapeuta cuán agradecido estaría si este puede sacarla de su miseria. Dichas
maniobras estarían destinadas a volcar la responsabilidad de su vida miserable
al terapeuta. Uno de los ejercicios gestálticos más efectivos podría ser
instruirla para terminar todas sus oraciones acerca de sus problemas y su vida
con “y me hago responsable por ello”. Si pudiera ser alentada y dirigida a
experimentar realmente la posibilidad de su neurosis, la Sra. C. podría
comenzar a experimentar algo del dolor que debe enfrentar por su vida
perdida.
25
y estereotipado como la Sra. C., comenzar el proceso catártico de re-despertar
y reincorporar todos los aspectos organísmicos vitales de su existencia.
26