El propio Sánchez, ayer desde Bruselas, admitió ese clima favorable del club

comunitario, tras los indultos, para su apuesta por la vía política en la resolución
del conflicto en Catalunya. El presidente aseguró que ni en el seno del Consejo
Europeo, ni en los márgenes de la reunión, ningún mandatario europeo le hizo
referencia alguna a estas medidas de gracia.

“Eso demuestra el profundo respeto que tienen los colegas europeos a la

democracia española, y la profunda confianza también que tienen en la
democracia española y en que somos capaces nosotros mismos de resolver
nuestros problemas”, señaló. “Este es el mensaje que, sin decirlo, se traslada al no
plantearse esta cuestión ni formal ni informalmente”, resaltó.

Pero el camino para avanzar en la resolución del conflicto catalán, como bien
sabe Sánchez, está sembrado de minas. Y no solo en el ámbito político, frente a
las derechas españolas y los sectores más extremos del independentismo catalán.
El ministro de Transportes y secretario de organización del PSOE, José Luis
Ábalos, advirtió ayer del primer obstáculo en la ruta que supondrá el próximo
martes –justo el día en que Pedro Sánchez y Pere Aragonès celebrarán su primer
encuentro oficial en la Moncloa– que el Tribunal de Cuentas empiece a
formalizar las imputaciones y embargos, por presunta responsabilidad contable en
la promoción exterior del procés , contra Artur Mas, Carles Puigdemont, Oriol
Junqueras o el exconseller Andreu Mas-Colell, entre otros. “Sabíamos que todas
estas causas, que no dejan de ser piedras en este camino, estaban ahí. Por lo tanto,
nos corresponde ir desempedrando todo este camino, pero hacerlo siempre desde
el reconocimiento de los órganos y las instituciones, y dentro de la legalidad”,
señaló Ábalos en Ser Catalunya.

Ruta sembrada de minas

 Ábalos admite que las causas del Tribunal de

Cuentas son nuevas “piedras en el camino”

En el Gobierno admiten especial preocupación por esta causa administrativa
contra Mas-Colell, a quien un ministro que le conoce bien resalta como un
economista “indiscutido” internacionalmente y “un académico brillante”, de
quien destaca su “rigor y profesionalidad”. La reciente defensa de Mas-Colell por
parte de una treintena de premios Nobel de Economía, reconocen, “perjudica
mucho a la imagen internacional de España, nos hace mucho daño”. Pero asumen
tener las manos atadas: “El Tribunal de Cuentas es soberano”. Y solo confían en
que, finalmente, su expediente “se quede en nada”.