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Cuando hablamos de conflicto jurídico nos referimos a la situación en la que

existe una disputa entre dos partes por el incumplimiento de una obligación, un
derecho o de una norma. En el momento que se produce este incumplimiento
nace un conflicto que al ser tipificado por una norma contiene el adjetivo de
jurídico. Un conflicto se caracteriza al contener las siguientes características o
elementos:
- El lenguaje: son las expresiones, gestos y acciones que comunican
creencias, evidencian u ocultan intenciones y materializan acciones. El lenguaje
influye positiva o negativamente en la conducta del oponente o de otros actores de
la relación. De tal modo que este elemento cumple los roles: informativo respecto
de dar a conocer las opiniones propias; expresivo a objeto de lograr adhesiones o
de influir en la contraparte y directivo al producir o impedir acciones de los otros
actores.
- La disputa por un derecho o un objetivo: todo conflicto supone un
desacuerdo que puede estar referido a un derecho que una de las partes
considere le haya sido cercenado, violentado o limitado; o a un objetivo cuyo
cumplimiento haya sido mermado por acción u omisión de otro actor.
- La hostilidad recíproca: este elemento se hace presente cuando el conflicto
evoluciona de manera negativa, es decir, alejándose de una solución próxima. Se
origina en la mala disposición mutua y con la resistencia de uno de los actores a
aceptar lo que el otro pretende.
- La agresividad o violencia: aparece finalmente cuando los actores del
conflicto con o sin intención modifican su lenguaje incurriendo en la agresión,
perdiendo enteramente la racional comunicación y seguramente recurriendo al
empleo de la violencia como medio para hacer valer su posición.
Para que exista un conflicto, mínimamente deben concurrir los elementos: el
lenguaje y la disputa por un derecho o un objetivo. Subsidiariamente si el conflicto
no logra ser solucionado, emergerán los otros elementos.

Las fuentes de un conflicto pueden ser:


- El cambio organizacional.
- Los choques de personalidad.
- Las escalas opuestas de valores.
- Las amenazas del status.
- Por percepciones y puntos de vista contrarios.
Hay varios factores que causan o detonan un conflicto, ellos son:
- Distintos puntos de vista.
- Fidelidad al grupo o al líder del grupo.
- Rivalidad o lucha por la supremacía entre los líderes.
- Competencia por los recursos.

La gestión estratégica, o ciclo de vida del conflicto se puede dividir en


cuatro fases, pero hay que tener en cuenta que las fases no son absolutas y que
en la práctica las técnicas pueden superponerse. Aún más, en el mundo dinámico
de las relaciones públicas los profesionales ocupados pueden estar manejando
situaciones de competencia distintas a la vez que conflictos, en cualquiera de las
cuatro fases simultáneamente.
- Fase proactiva: Esta fase incluye las actividades y los planteamientos que
pueden prevenir un conflicto antes de su aparición, o antes de que vaya
demasiado lejos. El primer paso de esta fase es el análisis del entorno: leer, oír y
ver de manera constante todo lo relacionado con asuntos actuales que pueden ser
de interés para la organización. Cuando surge un tema, el seguimiento se hace
más concreto y sistemático, mediante procesos como la recopilación diaria de
noticias sobre el mismo. La gestión de conflictos potenciales se produce cuando la
organización cambia su comportamiento o desarrolla un plan de crisis en previsión
de que ocurra algo peor: que un asunto o un acontecimiento se convierta en una
crisis. Además en esta fase, la organización puede usar una estrategia llamada
"llevarse la palma", para desvelar su crisis antes de que sea descubierta por los
medios y otras partes interesadas, la cual aumenta la credibilidad de la
organización.
- Fase estratégica: En esta fase los profesionales de las relaciones públicas
identifican la necesidad de actuar concertadamente ante un asunto que se está
convirtiendo en un conflicto emergente. En esta fase se llevan a cabo tres
estrategias globales. En primer lugar, mediante la comunicación de riesgos se
transmiten los peligros o amenazas para la gente o la organización, de manera
que se pueda anticipar el daño a personas, los problemas de salud y el daño
medioambiental. La comunicación de riesgos continúa mientras exista el riesgo en
sí mismo, o hasta que se convierta en una crisis. El posicionamiento ante el
conflicto se realiza mediante estrategias que permiten que la organización se
posicione de forma favorable ante situaciones como pleitos, boicots, legislación
adversa, elecciones o acontecimientos similares que tengan lugar en "el tribunal
de la opinión pública". Para estar preparado para lo peor, es un asunto que resista
las iniciativas de comunicación de riesgos y se convierta en un conflicto con
proporciones de crisis, se desarrolla un plan de gestión para ese tema en
particular.
- Fase reactiva: Una vez que el asunto o el conflicto emergente alcanzan
niveles críticos de impacto sobre la organización, los profesionales de las
relaciones públicas deben reaccionar a los acontecimientos del entorno
comunicativo externo según se vayan produciendo. La comunicación de crisis
incluye la implementación de un plan de gestión de la crisis además de las
iniciativas heterogéneas, durante 24 horas los 7 días de la semana, para satisfacer
las necesidades de los públicos, que en este caso pueden ser las víctimas de un
desastre, los empleados, los funcionarios públicos y los medios de comunicación.
Cuando el conflicto ha emergido, pero no está todavía fuera de control, se utilizan
técnicas de resolución de conflictos para convertir un asunto caliente en una
resolución favorable. A menudo, los conflictos imposibles de solucionar
negociadamente acaban en los tribunales de justicia.
- Fase de recuperación: Inmediatamente después de una crisis o de un
conflicto de perfil alto y grave con un público, la organización debería emplear
estrategias para, o bien fortalecer, o bien, reparar su reputación ante los ojos del
público clave. La gestión de la reputación incluye un estudio sistemático del estado
dela reputación de la organización y los pasos que hay que dar para mejorarlo.
Según van transcurriendo lo acontecimientos y los conflictos, la compañía
responde con acciones y comunicaciones para dar a conocer dichas acciones.
Una gestión pobre de los tema potencialmente conflictivos, el riesgo excesivo
impuesto a los demás, y respuestas insensibles ante un asunto, dañan la
reputación de la organización. Cuando el daño es extremo se pueden usar
estrategias de restauración de la imagen, siempre y cuando la organización haga
cambios relevante.
Proceso de gestión del ciclo de vida: Los profesionales de las relaciones
públicas no solo se enfrentan al reto de gestionar conflictos distintos en el
transcurso de las diferentes fases del ciclo de vida, sino que tan pronto como
tratan con un conflicto, el ciclo de vida del mismo asunto empieza de nuevo. El
análisis del entorno tiene como objetivo que el conflicto no emerja de nuevo en
forma de tema potencialmente conflictivo. Aunque supone un reto, la gestión del
conflicto no es algo imposible.

Estrategias para el Abordaje de Conflictos:


- Ceder: Consiste en ceder ante la postura de una persona aun cuando no
estamos de acuerdo, esto con el fin de conciliar, evitar, y dar fin a problemas
mayores.
- Inacción: Es la postura que toma una de las partes o ambas frente al
problema o conflicto, cuya método no lleva a la solución con el objeto de ganar
tiempo para tomar estrategias que produzcan un efecto favorable.
- Confrontar: el comportamiento se centra en luchar por defender (obtener)
los intereses o metas propias, con independencia de la afectación de los de la otra
parte, o de las relaciones entre ambas.
- Cooperar: Cuando todas las personas que trabajan con una meta en común
(en la que cada uno se da cuenta que esta es más importante que los individuos),
acuerdan resolver un conflicto a través de la colaboración. Este método requiere
tiempo, esfuerzo, ganas de que funcione y habilidad para negociar.
- Prevenir: Esta impide que surjan las controversias o las resuelve antes de
que den lugar a un conflicto. Asimismo, si no logra evitar un conflicto, limita su
alcance. La diplomacia preventiva puede tomar la forma de mediación, conciliación
y negociación.
- Resolver: Es la exploración de los medios que pueden ayudar a solventar
un conflicto.
- Contener: Antes que el conflicto entre en una fase destructiva, existe una
oportunidad para enfriar la lucha de poder, transformarlo y mantenerlo por debajo
del umbral donde se vuelve totalmente destructivo, para avanzar luego hacia la
resolución.

Paradigmas en el abordaje de la resolución de conflictos:


- Paradigma de violencia: Es el uso de la fuerza, con la finalidad de obtener
de un individuo o de un grupo, algo que no quiere consentir libremente.
- Paradigma de litigio: Se da al suscitarse un conflicto de intereses donde una
parte activa el órgano jurisdiccional para así hacer valer una pretensión. Por
ejemplo, la ley es clara al señalar que la justicia es gratuita pero existen casos
donde se ha intentado introducir escritos, pero que sin la asistencia de un abogado
es imposible e inaccesible, entonces ¿Cómo es gratuita?
- Paradigma de consenso: Se da cuando dos partes expresan su voluntad de
acogerse a un tema reciproco, aun cuando no ambas estén de acuerdo, pero lo
aceptan.

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