Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Guerra Revolucionaria en La Argentina 1958-1979
Guerra Revolucionaria en La Argentina 1958-1979
Revolucionaria
en la Argentina
1959-1978
PRÓLOGO
DE LA PRIMERA EDICIÓN
Antes, una reflexión. El libro del General Díaz Bessone es una gran
excepción en nuestro medio, una sorprendente excepción: por su estilo,
que más parece digno del refinamiento inglés que de nuestro modo di-
recto de abordar los problemas. El General Díaz Bessone no necesita ar-
gumentos, ni tampoco tiene por qué abogar expresamente por una cau-
sa: en el libro sus interlocutores son El Combatiente, Estrella Roja,
Montoneros y todos los periódicos de la subversión, confesiones de par-
te que lo relevan del cargo de la prueba.
3
Ramón Genaro Díaz Bessone
4
Guerra Revolucionaria en la Argentina
ERP –que trazó sus planes operativos tres años antes del gobierno del
general Onganía– ni lo es tampoco en el mundo. Subsiste el terrorismo
tras las elecciones de El Salvador, lo hubo en España con dictadura y
lo hay con democracia. Pero también es cierto que hubo terrorismo bre-
tón y terrorismo corso en Francia, y que ya no existen más. Y que hay
terrorismo anti-NATO en Bélgica, y en Japón, y que existió la banda Baa-
der-Mainhoff. Pero todos estos últimos fueron resueltos dentro de las nor-
mas y procedimientos legales.
5
Ramón Genaro Díaz Bessone
ta uno de los niveles de vida más bajos de todo el Oriente. Además, la ca-
pacidad explicatoria del marxismo entró en crisis en todo el mundo.
Por último, hubo una coyuntura excepcional –estudiada con todo de-
talle por el autor que comentamos– que no se volverá a reproducir. En
efecto, entre hace 15 y 20 años, otros hombres jóvenes construidos tam-
bién en términos de absoluto se descubrieron de golpe a la intemperie.
Se había producido un relajamiento en los lazos de la autoridad eclesial,
se pasó abruptamente del tradicional verticalismo a un nuevo horizon-
talismo católico, muchos conceptos muy atrayentes carecieron de defi-
niciones precisas, nos sentimos profetas en libertad los que hasta enton-
ces habíamos sido guiados. De ahí que muchos, quebrado su deseo de
absoluto trascendente, lo canalizaran en el orden temporal, confundién-
dolo todo y creyendo que con medios perversos se pudiera llegar a bue-
nos fines. Pero eso ya pasó, y esa tragedia histórica ocurrió en Bilbao y
en Bogotá, en Córdoba y en Santa Fe.
6
Guerra Revolucionaria en la Argentina
PREFACIO
DE LA PRIMERA EDICIÓN
7
Ramón Genaro Díaz Bessone
8
Guerra Revolucionaria en la Argentina
9
Ramón Genaro Díaz Bessone
vestigar los delitos de las “Tres A”, organización ilegal cuyo cabecilla
fue señalado en el Congreso de la Nación: el Ministro de Bienestar So-
cial José López Rega, también secretario privado de Perón y de la se-
ñora de Perón. Los intereses políticos han cubierto con un manto de si-
lencio estas verdades, y algunos de aquellos responsables del período
1973-76 se han lavado públicamente las manos.
10
Guerra Revolucionaria en la Argentina
11
Ramón Genaro Díaz Bessone
12
Guerra Revolucionaria en la Argentina
PRÓLOGO
DE LA TERCERA EDICIÓN
Han pasado casi veinte años desde que las operaciones militares con-
tra el brazo armado de la subversión terminaran. Desde entonces hasta
el presente, la presión política contra los vencedores de esa guerra ha si-
do constante e intensa, con un objetivo claro, el mismo que tuvieron du-
rante la guerra revolucionaria: el desmantelamiento de las Fuerzas
Armadas de la Nación. A ella se sumaron determinados intereses po-
líticos que, cuando no constituyeran las voces de los subversivos, quisie-
ron asegurarse la no repetición de los golpes de Estado, olvidando que
en esos golpes ninguno estuvo exento de participación y responsabilidad.
Pero las voces de los vencedores –de los más diversos sectores so-
ciales y políticos– se extinguieron casi por completo después de 1983. Po-
13
Ramón Genaro Díaz Bessone
cos han sido los que pudieron o los que osaron alzar su voz en los me-
dios de difusión para recordar cuales fueron verdaderamente los oríge-
nes, las características y las responsabilidades de la cruenta violencia
que fue creciendo desde 1955, hasta desembocar en la guerra declara-
da por las organizaciones subversivas desde 1970, y ejecutadas por sus
ejércitos.
14
Guerra Revolucionaria en la Argentina
Sólo así será posible construir un futuro de grandeza, sólo así se-
rá posible materializar un proyecto sugestivo de vida en común.
15
Convenciones
La Génesis
Isaías XLIV - 18
Antonio Gramsci
San Mateo X - 26
Guerra Revolucionaria en la Argentina
CAPÍTULO I
EL TELÓN DE FONDO
( «Considerando:
Que en el proceso de guerra revolucionaria iniciado en nuestro país,
nuestro partido ha comenzado a combatir con el objeto de desorgani-
zar a las Fuerzas Armadas del régimen para hacer posible la insu-
rrección del proletariado y del pueblo.
Que las Fuerzas Armadas del régimen sólo pueden ser derrotadas
oponiéndoles un ejército revolucionario…
1 Del libro Resoluciones del V Congreso y del Comité Central y Comité Eje-
cutivo posteriores, junio de 1973, con prólogo de Roberto Mario Santucho.
Los subrayados me pertenecen.
19
Ramón Genaro Díaz Bessone
Desde aquel año 1970, y aun antes, y hasta que fue militarmente ani-
quilado, la Nación tuvo un enemigo interno (apoyado desde el exterior)
que le había declarado la guerra, como se lee en el texto del PRT
transcripto, uno de los muchos documentos de la subversión. Esta verdad,
y el carácter de la agresión puede ser desconocida, a mediados de la dé-
cada del 80, por los niños que no la vivieron, y aun por los adolescentes
que en aquel tiempo eran niños. Por supuesto, los agresores sobrevivien-
tes y sus cómplices están empeñados en tergiversar los hechos, y presen-
tarse como los agredidos. Muchos adultos fueron y son indiferentes… “la
sangre de los otros”. Los que no son niños ni adolescentes, los que no son
indiferentes a la suerte de la Nación, los que no fueron ni son cómplices
de la subversión, recuerdan muy claramente que los facciosos abandera-
dos del marxismo-leninismo, agredieron a la Nación con un tipo de vio-
lencia desconocida en el país, por lo pérfida, alevosa y traidora.
20
Guerra Revolucionaria en la Argentina
centenaria, que nada tenía que ver con la estrella roja símbolo del mar-
xismo-leninismo.2
2 Ibid.
3 Ibid.
21
Ramón Genaro Díaz Bessone
22
Guerra Revolucionaria en la Argentina
dad, que numerosos empresarios pagaban a la guerrilla para que les garan-
tizara la propia seguridad y la de la empresa. Según la doctrina marxista-
leninista, ese dinero lo tenía la clase explotadora, terrateniente y capitalis-
ta por las relaciones de producción. En consecuencia, ese dinero, según ellos,
pertenece al proletariado. Cuando los subversivos asaltan y roban, es-
tán recuperando el dinero del proletariado, que ellos representan. Co-
mo se ve, inversión total de normas y valores, que llevan al caos social.
8 Garín, La Calera.
9 Es decir el asalto a comisarías y cárceles (como la de Rawson), para poner
en libertad a subversivos detenidos.
10 En algunos casos para pedir rescate, haya o no resultado (Sallustro, los
hermanos Born, etc.), en otro para intentar canjes de “prisioneros”. (Coro-
neles Larrabure e Ibarzábal).
11 Estos militantes y células militares, encubrían su acción y presencia de mu-
chas maneras, entre ellas apareciendo como catequistas, vinculados con los
sacerdotes tercermundistas y la Teología de la Liberación. Aparecían espe-
cialmente en las “villas de emergencia” (o “miserias”). Este es un aspecto po-
co percibido por la opinión pública del país. Fue una labor intensa que no co-
sechó frutos en la pretensión de lograr apoyos. Los propios habitantes de las
“villas de emergencia” no deseaban que fueran a vivir con ellos los subversi-
vos, en particular guerilleros. Y los (denunciaban. En las zonas rurales como
Tucumán, y ahora en Perú, la guerrilla tomó represalias con quienes los de-
nunciaron. Los asesinaron.
23
Ramón Genaro Díaz Bessone
12 Esto significa que los miembros del ERP estaban actuando como emplea-
dos o trabajadores en fábricas. Estas fábricas eran las que pagaban al ERP
para no ser molestados. Cuando el Estado Nacional empleó sus medios (po-
licías, Gendarmería, Fuerzas Armadas) algunas de estas situaciones fue-
ron detectadas, y los subversivos atacados. La propaganda hábilmente ma-
nejada por la subversión y sus aliados, presentó los hechos como ataques
injustificados a indefensos trabajadores.
13 En el lenguaje característico de la subversión esto significó ajuste de cuen-
tas con los que evidenciaban conducta desviada. Es decir, muertes y desapa-
riciones de subversivos arrepentidos.
14 Es decir, que desarrollen operaciones militares, guerrilleras.
15 Nombre con el que los subversivos designan a los explosivos. Poner un ex-
plosivo en la puerta de una casa, en el baño de un comercio, en una plaza,
etc, y hacerlo detonar con sus consecuencias de muertos, heridos, mutila-
dos, era como puede apreciarse, una acción elemental, menor.
16 Los subversivos se apoderaban de un camión con alimentos (lácteos, pan, pro-
ductos de almacén, etc.), lo que no era difícil frente a un chofer y empleados
indefensos, y lo llevaban a un barrio de gente pobre, en lo posible a una “vi-
lla de emergencia”. Allí se repartía toda la mercadería y se abandonaba el ca-
mión. Eran, como otras, acciones espectaculares con fines de propaganda.
24
Guerra Revolucionaria en la Argentina
25
Ramón Genaro Díaz Bessone
26
Guerra Revolucionaria en la Argentina
Dejamos aquí, por ahora, a uno de los brazos armados más poderosos
de la guerra subversiva, el PRT-ERP. Sus documentos no dejan ninguna
duda. Habían declarado la guerra y estaban en guerra contra el
Estado Argentino; estaban en guerra contra las Fuerzas Arma-
das, y en particular contra el Ejército Argentino; estaban en gue-
27
Ramón Genaro Díaz Bessone
2. MONTONEROS
28
Guerra Revolucionaria en la Argentina
lución Libertadora”) con los medios con que se disponía en ese en-
tonces, fue la época del caño heroico, de la acción espontánea y
desorganizada… Luego fueron los Uturuncos en la lucha rural y el
COR en la lucha urbana los que retomaron la senda de las armas…
hasta que producida la Revolución Argentina (1966), se intentó en
1968, sin éxito, montar un foco rural en Taco Ralo a través del Des-
tacamento 17 de Octubre de las Fuerzas Armadas Peronistas.
De la resistencia a la defensiva
p Llegado el año 1969, el Movimiento, aprovechando toda su expe-
riencia de lucha, comienza a pasar a la ofensiva. Es el comienzo de
la guerra por el poder:24 las movilizaciones violentas masivas de
Corrientes, Córdoba, Rosario, Tucumán, Catamarca, y los hechos
armados de envergadura como la detención y ejecución de Arambu-
ru, las ejecuciones de Vandor y Alonso (cabezas del sindicalismo pe-
ronista ortodoxo), la toma de La Calera, de Garín, la Prefectura de
Tigre, Radio Rivadavia, asestan al régimen los golpes duros en los
últimos tiempos… hoy en 1971, la movilización violenta de las ba-
ses y los golpes de las organizaciones armadas, han bajado gobier-
nos provinciales, ministros y presidentes.
p … la lucha electoral entendida como un medio de movilización del
pueblo en función de la lucha por el poder… (a la cual se va) con el
Programa Nacional Revolucionario que asegure la nacionalización
de la economía, el control obrero de la producción y la expropiación
sin compensación de la oligarquía terrateniente, con la liberación
de los presos políticos y gremiales, con la suspensión de las leyes re-
presivas… (pero) sabemos que el enemigo no puede conceder todo es-
to sin perder el poder, (por eso) es que creemos que la maniobra elec-
toral montada (la que culminaría en 1973 con la elección de Cám-
pora) se le va a volver en su contra, y lo vamos a fusilar con sus
propias armas.»25
p La lucha por el poder: hacia el peronismo en armas
Las organizaciones armadas del Movimiento son las primeras uni-
dades de ese ejército. Nuestra Organización (Montoneros), las Fuer-
zas Armadas Peronistas, las Fuerzas Armadas Revolucionarias y
24 El subrayado es nuestro.
25 Ibídem.
29
Ramón Genaro Díaz Bessone
30
Guerra Revolucionaria en la Argentina
31
Ramón Genaro Díaz Bessone
4 de mayo
p Un comando expropió (robó) $ 24.000.000 en el Policlínico Dr. Fino-
chietto en Avellaneda.
p Un comando de Acción Revolucionaria de Secundarios 8 de octubre
(Colegio de enseñanza secundaria) atacó con bombas molotov una de-
pendencia del Ministerio de Educación.
p Estalla una bomba en una empresa de Córdoba.
p Es atacado un ómnibus de la Marina en Bahía Blanca.
10 de mayo
p Estalla una bomba en el Palacio de Tribunales. Se adjudicaron el
hecho los Comandos Estudiantiles Socialistas.
p Estalla una bomba en el domicilio del Juez Romero Victorica.
p Es arrojado un explosivo frente al Batallón 121 de Comunicaciones
en Rosario.
p Un comando del ERP atacó a un policía (muerto) en Córdoba, y se
apodera de su arma y su uniforme. (Serán usados por la Guerrilla
para sus operaciones, utilizando el uniforme como disfraz).
p Otro policía es atacado y herido en Córdoba.
p El Comando Emilio Jáuregui, del ERP, coloca bombas en cinco ins-
talaciones de Segba, en Buenos Aires, en apoyo a los trabajadores de
Luz y Fuerza.
8 de junio
p Un comando atentó contra el domicilio de un policía en San Jeróni-
mo Sur, Santa Fe.
p Fue baleada la Guardia de la Fábrica Militar de armas “Domingo Ma-
theu”, en Rosario.
p Un comando se apoderó de 3 autos de un garaje de esta Capital. (Se-
rán usados para realizar atentados, asesinatos, asaltos, robos, etc.)
32
Guerra Revolucionaria en la Argentina
11 de junio
p El Comando Liliana Gelin de las FAR copó una oficina del Registro
Automotor de esta Capital apoderándose de numerosa documenta-
ción. (Serviría para preparar con las “Tarjetas de Identificación del
Automotor” robadas –en blanco–, documentos falsos para circular con
todo tipo de vehículo automotor robado).
p Un comando de las FAR ocupó el domicilio del Comodoro Ferrero en
Córdoba, expropiando armas y otros elementos (robo).
p Es colocada una bomba en la fábrica Goodyear de Rosario.
p El Comando Lezcano, Polti y Taborda del ERP procedió a ocupar la cár-
cel de mujeres en Córdoba, y liberar a las combatientes Diana Triay,
Alicia Quinteros, Ana María Villarreal, Silvia Urdapilleta, todas del
ERP; y a María C. Liprandi de Vélez, de los Montoneros.
p Un comando del ERP dinamitó la oficina de Prontuarios de la Jefa-
tura de Policía de Tucumán, destruyéndola por completo.
p Dos comandos del ERP precedieron a repartir útiles escolares en
dos escuelas humildes de Tucumán.
p Un comando del ERP expropió dinero de la firma Nestlé, de Tucumán.
Así, día por día, mes tras mes. Cualquier persona puede apreciar la
gravedad de la situación ante una violencia subversiva escapada al con-
trol del Estado, el que no estaba en aptitud de dar la seguridad normal
que requiere una sociedad nacional para su funcionamiento.
33
Ramón Genaro Díaz Bessone
p Da luego el detalle:
34
Guerra Revolucionaria en la Argentina
35
Ramón Genaro Díaz Bessone
V Operativos de Propaganda
36
Guerra Revolucionaria en la Argentina
En el Capítulo III se refiere a las penas, que son las siguientes: de-
gradación, expulsión, confinamiento, destierro, prisión y fusilamiento.
El fusilamiento no le cabía a los delitos de “acumulación” de “malver-
sación”, y “negligencia en el mando”, entre otros. Como se ve, las jerar-
quías superiores gozaban de ciertos privilegios, eran “más iguales que
otros”, al decir de George Orwell.31
37
Ramón Genaro Díaz Bessone
38
Guerra Revolucionaria en la Argentina
39
Ramón Genaro Díaz Bessone
40
Guerra Revolucionaria en la Argentina
Prosigue Brocato:
e «El grupo guerrillero rural, por más pequeño que sea, es “localizable”
por medios convencionales… Un foquista urbano hace las compras en
el supermercado del barrio… Era formidable efectuar una operación
sorpresa, prolijamente cronometrada, y desaparecer como tragados
por la tierra. Las fuerzas represivas bloqueaban las carreteras, lanza-
ban al aire helicópteros, registraban coche por coche en las puertas de
la ciudad. Nada. Eran los tiempos en que el coro de simpatizan-
41
Ramón Genaro Díaz Bessone
42
Guerra Revolucionaria en la Argentina
43
Ramón Genaro Díaz Bessone
12º Que la solidaridad más efectiva que pueden prestarse los movimien-
tos revolucionarios entre sí lo constituye el desarrollo y culmina-
ción de la propia lucha en el seno del país.
13º Que la solidaridad con Cuba y la colaboración y cooperación con
el movimiento revolucionario en armas, constituye un deber in-
soslayable de tipo internacional de todas las organizaciones an-
tiimperialistas del continente.
14º Que la revolución cubana como símbolo del triunfo del movimien-
to revolucionario armado en armas, constituye la vanguardia del
movimiento antiimperialista latinoamericano. Los pueblos que
desarrollan la lucha armada, en la medida que avanzan por ese
camino se sitúan también en la vanguardia.
16º Que la Segunda Declaración de la Habana, recogiendo la hermo-
sa y gloriosa tradición revolucionaria de los 150 años de la histo-
ria de América constituye un documento programático de la Re-
volución Latinoamericana que los pueblos de este continente du-
rante los últimos cinco años han confirmado, profundizado, enri-
quecido y radicalizado.
18º Que la lucha en América Latina fortalece sus vínculos de solida-
ridad con los pueblos de Asia y África y de los países socialistas,
y con los trabajadores de los países capitalistas…
19º Que la lucha heroica del pueblo de Vietnam presta a todos los pue-
blos revolucionarios que combaten el imperialismo, una inesti-
mable ayuda y constituye un ejemplo inspirador para los pueblos
de América Latina.
20º Que hemos aprobado los Estatutos y creado el Comité Permanen-
te con sede en La Habana, de la Organización Latinoamericana
de Solidaridad, lo que constituye la genuina representación de
los pueblos de América Latina.»
44
Guerra Revolucionaria en la Argentina
45
Guerra Revolucionaria en la Argentina
CAPITULO II
LA REVOLUCIÓN MUNDIAL Y LA
GUERRA REVOLUCIONARIA
1. LA GUERRA REVOLUCIONARIA
47
Ramón Genaro Díaz Bessone
co, en el que “las instituciones, los valores y las estructuras sociales es-
tán interrelacionados funcionalmente y forman un todo más o menos in-
tegrado”.2 La revolución pretende, intenta, destruir ese equilibrio.
2. LA REVOLUCIÓN COMUNISTA
Dejan muy en claro que la revolución será violenta. “En suma, los co-
munistas apoyan en los diferentes países todo movimiento revolucio-
nario contra el estado de cosas social y político existente”. Y terminan
diciendo: «Los comunistas no se cuidan de disimular sus opiniones y
sus proyectos. Proclaman abiertamente que sus propósitos no pueden
ser alcanzados sino por el derrumbamiento violento de todo el orden
2 Ely Chinoy, La Sociedad, Fondo de Cultura Económica, México 1968, Pág. 98.
3 Manifiesto Comunista, Edit. Claridad Bs. As., 1967, pág. 39.
4 Ibid. pág. 41 a 50.
5 Ibid., pág. 43.
48
Guerra Revolucionaria en la Argentina
social tradicional. ¡Que las clases directoras tiemblen ante la idea de una
revolución comunista! Los proletarios no pueden perder más que sus ca-
denas. Tienen en cambio un mundo para ganar. ¡Proletarios de todos los
países, uníos!»6 Culmina con un llamado a la revolución mundial.
49
Ramón Genaro Díaz Bessone
50
Guerra Revolucionaria en la Argentina
51
Ramón Genaro Díaz Bessone
52
Guerra Revolucionaria en la Argentina
53
Ramón Genaro Díaz Bessone
54
Guerra Revolucionaria en la Argentina
55
Ramón Genaro Díaz Bessone
Mao Tse tung, antes de romper con la URSS, sostuvo que este país,
constituía la cabeza del mundo comunista.14
56
Guerra Revolucionaria en la Argentina
15 En Polítics Among Nations, Alfred A. Knopf, New York, 1978, pág. 29.
16 En Fundamentos del Leninismo, citado por T. V. Kalijarvi, Política Inter-
nacional Moderna, Círculo Militar, Bs. As., 1958, Tomo I, pág. 3.
57
Ramón Genaro Díaz Bessone
58
Guerra Revolucionaria en la Argentina
59
Ramón Genaro Díaz Bessone
60
Guerra Revolucionaria en la Argentina
61
Ramón Genaro Díaz Bessone
62
Guerra Revolucionaria en la Argentina
63
Ramón Genaro Díaz Bessone
23 The Third World and the USA - URSS Competition: a soviet view, Foreign
Affairs, Summer 1981, págs. 1021 al 1040; y Futurable, Cuarto Trimestre
de 1981, Bs. As., págs. 45 a 62.
64
Guerra Revolucionaria en la Argentina
65
Ramón Genaro Díaz Bessone
En África la URSS avanzó sus peones desde la década del 50. Tuvo
avances y retrocesos en Egipto, Libia, Argelia, Chad, Etiopía, (inclusi-
ve en Eritrea), Tanzania, Mozambique, Angola, Madagascar, Guinea-Bis-
sau, Guinea, Sierra Leona, Ghana, Benín, Santo Tomé, Príncipe, Gui-
nea Ecuatorial, Congo, Somalia, Uganda, Zimbabwe-Rhodesia, Zam-
bia, Burundi, Cabo Verde y Zaire. Desde la década del 60 la acción mar-
xista contó con el respaldo de la China de Mao.
66
Guerra Revolucionaria en la Argentina
24 Op. Cit.
25 Op. Cit., págs. 35, 42, 43, 44, 301.
67
Ramón Genaro Díaz Bessone
68
Guerra Revolucionaria en la Argentina
69
Ramón Genaro Díaz Bessone
70
Guerra Revolucionaria en la Argentina
71
Ramón Genaro Díaz Bessone
7. CONCLUSIONES
72
Guerra Revolucionaria en la Argentina
CAPITULO III
LA GUERRA REVOLUCIONARIA
EN LA ARGENTINA: LA GESTACIÓN
73
Ramón Genaro Díaz Bessone
74
Guerra Revolucionaria en la Argentina
75
Ramón Genaro Díaz Bessone
76
Guerra Revolucionaria en la Argentina
77
Ramón Genaro Díaz Bessone
78
Guerra Revolucionaria en la Argentina
Pregunta: ¿Cuáles fueron los motivos políticos y humanos que los lle-
varon a la guerrilla?
Respuesta: La pregunta es correcta. Ningún pueblo ha llegado aún al
poder utilizando los medios que la legalidad de la clase dominante
coloca a su disposición para ese fin. (O sea que, por ejemplo, el pue-
blo no llegó al poder con el peronismo). Por eso nos lanzamos a la ta-
rea de organizarnos para la revolución.
79
Ramón Genaro Díaz Bessone
8 Lewis Coser dice: “Los conflictos en los cuales los contendientes sienten
que sólo participan como representantes de colectividades y grupos que no
luchan para sí sino únicamente por las ideas del grupo que representan,
probablemente serán más radicales y despiadados que otros cuyos anima-
dores se mueven por razones personales”. Op. Cit., pág, 137.
9 En la Argentina, según esta clara declaración, deberán destruir al Ejérci-
to Argentino, como último obstáculo para tomar el poder e implantar el go-
bierno revolucionario marxista. Este destrucción puede intentarse por va-
rios caminos.
10 Identifica pueblo con el grupo armado revolucionario, grupo minúsculo en
ese momento.
80
Guerra Revolucionaria en la Argentina
81
Ramón Genaro Díaz Bessone
ñor Ministro del Interior, por ejemplo, nos deberá decir si dispone de
los elementos necesarios para mantener el orden, la seguridad y la
vigencia de las instituciones representativas… El señor Ministro de
Defensa Nacional nos informará qué medidas se han adoptado pa-
ra asegurar la paz interior y la seguridad de nuestras fronteras, fren-
te a la posible venida de grupos armados desde el exterior… Y en
cuanto al Ministro de Relaciones Exteriores y Culto, … si no entien-
de que la designación de guerrilleros, que se da en todas las infor-
maciones que aparecen, puede llevar a la conciencia de otros pue-
blos del mundo a creer que aquí tenemos un clima de convulsión y
de violencia, cosa que no nos conviene desde ningún punto de vista.»
12 Año 1959.
13 La alteración y falsificación de documentos fue desde el comienzo uno de
los recursos empleados por la subversión.
82
Guerra Revolucionaria en la Argentina
83
Ramón Genaro Díaz Bessone
84
Guerra Revolucionaria en la Argentina
Sr. Ministro de Defensa Dr. Suárez: «En la acción que tuvo la Gen-
darmería con el capitán Hermes que resultó muerto, se encontró en
su poder un diario de guerra, cuya copia obra en mi poder y queda
a disposición del señor Diputado… »
Sr. Ministro de Defensa Dr. Suárez: «El señor Diputado tiene una
información un tanto curiosa respecto de un sumario que es secre-
to…
… porque es anormal la forma en que se ha estado administrando
justicia en Tucumán en este caso. El propio fiscal ha señalado la anor-
malidad que significa que, a pesar del secreto del sumario que es-
tablece la ley, se haya permitido sacar copia, incluso con el uso de
grabadores, por parte de los defensores de los guerrilleros. Estos,
por otra parte, son personas de reconocida militancia comunista.
Se estima que todavía pueden existir focos menores de guerra en
zonas de Formosa, Chaco, Corrientes, Misiones, Tucumán, Santia-
go del Estero, Catamarca y Sudoeste de Mendoza.
Llama la atención la forma en que se ejercitaba a estos guerrilleros.
Primeramente los reunían en estancias o quintas cercanas al lími-
te con Bolivia, y se les ejercitaba antes de enviarlos a campaña. Lue-
go se les daba instrucción militar y de manejo de armas. Tenían su
propio código. Todo esto figura en la documentación secuestrada.
Figuran en ella las bases de la instrucción que recibían, la discipli-
na que se guardaba, y las posibilidades que tenían de aplicar san-
ciones. También figuran las causales por las cuales se produjo uno
de los fusilamientos. Se invocó como causa primera el intento de
85
Ramón Genaro Díaz Bessone
86
Guerra Revolucionaria en la Argentina
87
Ramón Genaro Díaz Bessone
han ido el año pasado 800, de los cuales 200 ó 300 están recibiendo
aprendizaje revolucionario en las escuelas especializadas de Cuba.
Yo podría leer discursos del señor Castro en los que no disimula su
actividad revolucionaria. El último, del 26 de julio, cuyo texto ten-
go aquí… Él dijo: La ayuda a los movimientos revolucionarios no
puede ser negociada… el llamamiento de la revolución cubana a la
revolución latinoamericana.
La Argentina es el país que no ha tenido en los problemas internos
de Cuba la más mínima intervención… Sin embargo, se ve cómo al
gobierno de Castro no le interesa si el país a quien manda la agresión
subversiva interviene o no en su política, sino que le interesa devas-
tar el mecanismo nacional de nuestra república para crear el caos…
No nos hagamos ilusiones de que esto de los guerrilleros puede ser
exagerado, de que no ha habido tantas armas o tantos hombres, por-
que con eso no habremos eliminado la realidad de la política inter-
nacional en este momento en Latinoamérica. Hay una guerra revo-
lucionaria declarada a las organizaciones, a las repúblicas, a las
democracias o no democracias vigentes en Latinoamérica, y contra
esa situación tendremos que tomar las medidas correspondientes.»
88
Guerra Revolucionaria en la Argentina
Sr. Jofré: «Se dijo también que los guerrilleros tenían contactos con
algunos estudiantes universitarios. Públicamente en los diarios tam-
bién se ha informado que había guerrilleros que tenían contactos
con estudiantes de la Facultad de Filosofía y Letras… Se descubrió
en Salta que uno de los guerrilleros había sido fusilado por sus com-
pañeros porque no cumplía con las funciones respectivas. En esa
oportunidad en todos los diarios se publicó el sobrenombre de este
guerrillero. Y según tengo informado, antes de que públicamente se
conociera el nombre del guerrillero, algunos estudiantes de la Facul-
tad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires rindie-
ron un acto de homenaje al mismo. En ese acto, antes de que se hu-
biera dado a conocer públicamente el nombre del guerrillero muer-
to, se lo mencionó por su nombre y apellido.»
Sr. Ministro de Defensa Dr. Suárez: «El hecho que señala el señor
Diputado es exacto. Entre los guerrilleros había dos estudiantes de
la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires.
Un sector de estudiantes de la universidad realizó un homenaje de
tipo político referido a algunos hechos pasados y también a dos es-
tudiantes muertos en ocasión de estos actos guerrilleros. Dicho ho-
menaje se rindió con los nombres de cada uno de estos estudiantes,
cuando todavía no se sabía que sus cadáveres habían sido encon-
trados entre los guerrilleros. Vale decir, hubo una especie de confe-
sión en el sentido de que este grupo de estudiantes conocía la exis-
tencia de las actividades guerrilleras de esos compañeros.»
Sr. Jofré: «Esto forma parte de un plan, de ese plan que desde hace al-
gún tiempo se han trazado los países comunistas, los cuales se han
propuesto tomar posiciones, primero en el África y luego en Améri-
ca Latina… Por ello es indispensable que cuando se analicen las le-
yes represivas –leyes que deben existir en todo país legítimamente
organizado y que deben estar incorporadas al Código Penal– estudie-
mos este aspecto con mucho cuidado y no adoptemos una política
demagógica que puede traemos consecuencias fatales.»
89
Ramón Genaro Díaz Bessone
18 Palabras muy importantes dichas por un hombre que toda su vida militó
en el socialismo democrático. La ironía es que la guerrilla se alimentaba
con hombres de la burguesía, esa burguesía a la que Marx quiere destruir.
Véase el Manifiesto Comunista.
90
Guerra Revolucionaria en la Argentina
19 Líder comunista del Congo Belga, hoy Zaire, que murió en las luchas por
el control del poder luego de la independencia de ese país.
91
Ramón Genaro Díaz Bessone
92
Guerra Revolucionaria en la Argentina
CAPÍTULO IV
LA GUERRA REVOLUCIONARIA
EN LA ARGENTINA: EL APRESTO FINAL
(1965-1970)
1. CREACIÓN Y DESARROLLO
DE LAS ORGANIZACIONES SUBVERSIVAS ARMADAS
93
Ramón Genaro Díaz Bessone
Este fue el grupo que copó Garín en 1970, incendió los Minimax y asal-
tó a una columna militar (1971), donde fue asesinado el Teniente Asúa.
94
Guerra Revolucionaria en la Argentina
95
Ramón Genaro Díaz Bessone
96
Guerra Revolucionaria en la Argentina
97
Ramón Genaro Díaz Bessone
3. CRISTIANISMO Y REVOLUCIÓN
98
Guerra Revolucionaria en la Argentina
99
Ramón Genaro Díaz Bessone
Pregunta: Insiste Ud. con todo derecho en la unión del Papa y los Obis-
pos, ¿No sería conveniente insistir también en la unión de los Obis-
pos y el pueblo de Dios?
Respuesta: (párrafos) Si; sin duda alguna… La Iglesia, vista a partir
del bautismo y no ya de la jerarquía, apareció así, desde el princi-
100
Guerra Revolucionaria en la Argentina
101
Ramón Genaro Díaz Bessone
102
Guerra Revolucionaria en la Argentina
103
Ramón Genaro Díaz Bessone
l0 Con mayúsculas en el texto. Este criterio llevó a extremos tales que el pro-
pio Papa Juan Pablo II fue desobedecido por el sacerdote nicaragüense Er-
nesto Cardenal, ministro en el gobierno sandinista.
104
Guerra Revolucionaria en la Argentina
105
Ramón Genaro Díaz Bessone
106
Guerra Revolucionaria en la Argentina
dos de las FAP (Fuerzas Armadas Peronistas), las FAL (Fuerzas Argen-
tinas de Liberación), el ERP (Ejército Revolucionario del Pueblo) y Mon-
toneros. Citamos algunos artículos relacionados con los “Sacerdotes pa-
ra el Tercer Mundo.
p «Padre Dri: Ya se acerca la hora de la liberación.» (Lo firma el sacer-
dote tercermundista Rubén Dri, debajo de la leyenda ¡Perón o
Muerte!, como lo hacían Montoneros).
En uno de sus párrafos dice:
p «Bajo el régimen no hay solución para los gravísimos problemas que
nos aquejan. Sólo el pueblo en el poder los puede solucionar, crean-
do el Socialismo Nacional…»(La “Patria Socialista”).
p Una noticia bajo el título Misas para militares, suscripta por el Obis-
po de Goya, Monseñor Alberto Devoto, referente a la prohibición de
celebrar “misas de campaña”, tradicional en las unidades militares,
en este caso con motivo del Día de la Bandera.
107
Ramón Genaro Díaz Bessone
108
Guerra Revolucionaria en la Argentina
109
Ramón Genaro Díaz Bessone
110
Guerra Revolucionaria en la Argentina
111
Ramón Genaro Díaz Bessone
y dice: «…hay que tener en cuenta que los asesores espirituales de los es-
tudiantes eran los sacerdotes Mujica y Carbone.» (tercermundistas).
112
Guerra Revolucionaria en la Argentina
113
Ramón Genaro Díaz Bessone
Ese año 1969 incluyó una serie de hechos que presagiaban un futu-
ro ominoso. La subversión incendió a 16 supermercados de la cadena “Mi-
nimax”, de propiedad de la empresa que dirigía Nelson Rockefeller. Los
supermercados “Minimax” desaparecieron de Buenos Aires. Además se
produjeron numerosos atentados contra diversas empresas, de capital
argentino y extranjero: La Cantábrica, Branniff, Hiladerías Olmos,
Banco de Londres, Ferrocarriles Argentinos, Ducilo, Gas del Estado,
Dow Chemical, Banco Shaw, Bedford, City Bank, etcétera.
El año 1970 sería un año muy especial. Hay coincidencia general en que
ese año, con el secuestro y asesinato del General Aramburu, se inicia la gue-
rra revolucionaria en la Argentina. De ello pasamos a ocuparnos.
114
SEGUNDA PARTE
La agresión
Isaías XXXV - 4
Friedrich A. Hayek
Guerra Revolucionaria en la Argentina
CAPITULO V
117
Ramón Genaro Díaz Bessone
Todo este relato es trágico porque una vida humana estaba en jue-
go. Pero muestra una parodia. Los guerrilleros que quieren destruir el
orden existente, hacer una revolución, implantar la “patria socialista”,
siguen intentando copiar las formas de la “sociedad burguesa”, y mon-
tan esta burda parodia, un mamarracho de tribunal de justicia, de or-
118
Guerra Revolucionaria en la Argentina
119
Ramón Genaro Díaz Bessone
120
Guerra Revolucionaria en la Argentina
Añade Brocato:
e«El famoso charter fue en noviembre de 1972.» (Se trata del charter que
trajo de regreso a Perón y en el que viajó Robledo, quien aduce que
por los riesgos de ese regreso se negoció con la guerrilla). Brocato se-
ñala acertadamente que ese no fue el motivo, usó la guerrilla desde
años atrás. Dice Brocato: «Perón negociaba políticamente con las for-
maciones especiales –como él las denominó– desde hacía años.»
2 Ver Carlos A. Brocato, Op. cit., pág 51, Nota 7; La Nación, Ed. Internacio-
nal, 4 de agosto de 1980.
121
Ramón Genaro Díaz Bessone
El hecho relatado con todo detalle en los diarios del país, ediciones
del jueves 2 de julio de 1970 y en la revista de los Montoneros Militan-
cia peronista para la Liberación,3 bajo el título: A tres años de La Cale-
ra. Y La sangre derramada no será negociada, fórmula con la que juró
un Diputado nacional, montonero, en mayo de 1973. Dice Militancia:
p «Los Montoneros, autodefinidos como brazo armado del Movimien-
to Peronista, daban fe de su existencia como organización político-
militar, en una operación sin precedentes que por su envergadura,
creaba una instancia superior en la guerra de liberación y formula-
ban un desafío a las FF.AA.
p Un mes antes se ha producido el secuestro (sic) y ejecución de Aram-
buru, pero La Calera es el primer gran operativo militar de la lucha
guerrillera urbana en la Argentina.
p El Banco de la Provincia de Córdoba (sucursal) es expropiado (se
robaron todo su dinero)… otro grupo de combatientes tomaba la sub-
comisaría y encerraba en los calabozos a los agentes de guardia.
También eran controlados la Central Telefónica y el Correo. En to-
dos las lugares, los jóvenes, hombres y mujeres, luciendo un braza-
lete azul y blanco, con la inscripción Montoneros han entrado al gri-
to de Viva Perón. Durante una hora, La Calera será territorio Ar-
gentino libre, la primera localidad montonera.»
122
Guerra Revolucionaria en la Argentina
123
Ramón Genaro Díaz Bessone
3. AÑO 1971
La revista del ERP Estrella Roja, de abril de 1971 hace una crónica
de los hechos protagonizados por esa organización, día por día, durante
los tres primeros meses del año, de ellos destacamos los siguientes:
( Muerte de doce policías, a los que se les robó el arma.
( Asaltos a armerías y otros blancos, con los que el ERP obtuvo: 21 re-
vólveres, 20 pistolas, 6 fusiles, 18 escopetas, 4 carabinas, 3 pistolas
ametralladoras, 3 miras telescópicas, y asimismo proyectiles y car-
tuchos, con los que arma a sus guerrilleros.
( Asalto a la Clínica San Lucas de San Isidro (Bs. As.), donde se apo-
dera de instrumental y medicamentos para las postas sanitarias
que atenderán a sus guerrilleros heridos.
( Asalto a un camión blindado del Banco de Córdoba del que roban to-
do el dinero que transportaba, 121 millones de pesos. De esa canti-
dad se donó 50.000 pesos a los estudiantes de la facultad de Mate-
máticas de Rosario durante una Asamblea, aclarándoles el origen de
los fondos.
( El 28 de marzo el ERP se apoderó de la planta transmisora del canal
10 de Córdoba, y proyectó durante 20 minutos la imagen del “Che” Gue-
vara, mientras se daba lectura a una proclama subversiva.
4 Ver Revista Gente, 1º de marzo de 1984. Reportaje: Padre Carbone, ¿Ud. fue
el mentor ideológico de Firmenich?
124
Guerra Revolucionaria en la Argentina
125
Ramón Genaro Díaz Bessone
126
Guerra Revolucionaria en la Argentina
127
Ramón Genaro Díaz Bessone
128
Guerra Revolucionaria en la Argentina
129
Ramón Genaro Díaz Bessone
Día 28: ERP. San Lorenzo (Santa Fe). Bomba en una concesionaria de
automóviles.
Día 29: ERP. Buenos Aires. Asesinato de dos policías en un colectivo y
robo de armas. Un guerrillero muerto.
FAL. Secuestro del empresario Vázquez Ibáñez. Se cobra un res-
cate de 90 millones de pesos.
Día 30: ERP. Rosario. Asalto a una armería. Robo de armas y municio-
nes. Córdoba. Asalto a dos policías.
130
Guerra Revolucionaria en la Argentina
131
Ramón Genaro Díaz Bessone
Pocas horas después, cerca del mediodía, el ERP asesinaba al Dr. Sa-
llustro. La Nación relató así los hechos:
g «Luego de soportar tres semanas de cautiverio fue alevosamente
asesinado el industrial Oberdan Sallustro. Los miembros de la or-
ganización subversiva terrorista que lo tenían secuestrado, no hesi-
taron en balearlo a mansalva cuando la guardia fue descubierta por
una reducida comisión policial. Los extremistas recibieron a balazos
a los representantes de la autoridad, hirieron a uno de ellos, mata-
ron fríamente al indefenso cautivo e intentaron fugar por los fondos
de la casa, ubicada en el entonces ya convulsionado barrio de Villa
132
Guerra Revolucionaria en la Argentina
El asesinato del Dr. Sallustro fue reprobado por SS Pablo VI. Un te-
legrama enviado por el Cardenal Jean Villot, Secretado de Estado, al ar-
zobispo de Nápoles, reproducido por La Nación decía:
g «El Padre Santo… se enteró con dolor de la triste noticia de la muer-
te de Oberdan Sallustro y dirige a Ud. pastor de la arquidiócesis de
donde era originaria la familia de la víctima, la expresión de firme
reprobación por un acto de incalificable barbarie que pisotea todo de-
recho humano y sentido cristiano…»
133
Ramón Genaro Díaz Bessone
fuerzos para salvar la vida del doctor Sallustro fueron vanos. Las invi-
taciones a la razón no tuvieron eco, mientras prevaleció la más deplo-
rable violencia. El embajador de Italia en Buenos Aires ha sido encar-
gado de expresar su viva deploración al gobierno argentino.»
Esta vez no se trataba de “la sangre de los otros”, según decía Simo-
ne de Beauvoir, como era la sangre del General Sánchez.
Aquellas palabras se perdieron en el tiempo. Las han olvi-
dado los gobiernos italianos de la década del 80.
134
Guerra Revolucionaria en la Argentina
135
Ramón Genaro Díaz Bessone
En lo político:
a Ruptura de los pactos que nos comprometen con EE.UU. y otros paí-
ses. Su publicación y denuncia.
b Establecimiento de un gobierno de Democracia Social. Gobierno re-
volucionario del Pueblo dirigido por la clase obrera.
c Juzgamiento de los delincuentes políticos, usurpadores del poder, etc.
d Plena participación en el poder de todo el pueblo a través de sus or-
ganizaciones de masa.
En lo económico:
a Ruptura de los acuerdos con el Fondo Monetario Internacional, Ban-
co Interamericano de Desarrollo, y todo otro organismo de control y
penetración imperialista.
136
Guerra Revolucionaria en la Argentina
En lo social:
a Reforma urbana. Solución al problema de la vivienda. Expropiación
de todas las viviendas alquiladas, propiedad de grandes capitalistas
y entrega en propiedad a sus inquilinos.
b Alfabetización de todo el pueblo, establecimiento posterior de la en-
señanza secundaria obligatoria y apertura de las universidades al
pueblo mediante programas masivos de becas.
c Eliminación de la desocupación y reapertura de las fábricas cerra-
das por interés de las grandes empresas.
d Jornales, pensiones y jubilaciones dignos que eliminen la miseria
popular.
e Libertad de cultos religiosos.
En lo militar:
a Supresión del ejército burgués, la policía y todo otro organismo re-
presivo y su reemplazo por el Ejército Revolucionario del Pueblo y
las Milicias Armadas Populares, es decir, el pueblo en armas.»
137
Ramón Genaro Díaz Bessone
138
Guerra Revolucionaria en la Argentina
139
Ramón Genaro Díaz Bessone
En ese momento estaba por levantar vuelo un avión Boeing que ha-
cía el servicio de cabotaje, en cuyo interior viajaban cuatro subversivos,
preparados para coparlo. Un guerrillero con uniforme del penal avisa a
la torre de vuelo que hay una bomba en el interior de ese avión y así se
lo hace volver. Los guerrilleros se apoderan del avión y sin esperar al res-
to que llegó desde Rawson a los pocos minutos en los 6 autos “remise”,
parten y obligan al piloto a dirigirse a Santiago de Chile, donde se pon-
140
Guerra Revolucionaria en la Argentina
141
Ramón Genaro Díaz Bessone
142
Guerra Revolucionaria en la Argentina
143
Ramón Genaro Díaz Bessone
Estrella Roja del ERP, en el mes de enero, incluye un artículo con con-
ceptos y terminología que usa la subversión permanentemente y en
nuestros días. Señalaremos algunos párrafos:
( «La guerra es la continuación de la política por otros medios.
( Las manifestaciones espontáneas (!) de las masas que surgen a par-
tir de 1969, Cordobazo, Gral. Roca, Malargüe, etc. junto a las orga-
nizaciones armadas del pueblo (guerrillas), han comenzado a reco-
rrer el camino de la Guerra Popular Revolucionaria… obligando a
la dictadura militar a mostrar su verdadera cara. A las piedras6 y
barricadas, se responde con ráfagas de ametralladoras y cárceles, y
al accionar guerrillero con secuestros, fusilamientos, torturas y con-
finamiento de los revolucionarios en los campos de concentración de
la dictadura”.
( La nuestra es una guerra justa.»
144
Guerra Revolucionaria en la Argentina
145
Ramón Genaro Díaz Bessone
Los diarios del 27 de abril dieron cuenta del secuestro del Comandan-
te Principal de Gendarmería Nacional Jacobo Nasif, a cargo interino de
la Jefatura General de la Región Noroeste del cuerpo de seguridad nom-
brado. El secuestro fue realizado el día anterior por el ERP, que distri-
buyó un comunicado de prensa con la fotografía de Nasif en una “cárcel
del pueblo”. Ese comunicado preanunciaba el asesinato del Secretario Ge-
neral de la CGT José Rucci. El ERP obligó al Comandante Nasif a redac-
tar una declaración que luego distribuyó en forma de panfleto.
146
Guerra Revolucionaria en la Argentina
Tres días antes de asumir el Dr. Cámpora, fue asesinado por un co-
mando de las Fuerzas Armadas Peronistas (FAP) el dirigente sindical Dirk
Henry Kloosterman, Secretario del Sindicato de Mecánicos y Afines del
Transporte Automotor (SMATA), que también era vicepresidente de la
Federación Internacional de Trabajadores de la Industria Metalúrgica,
elegido en el Congreso realizado en Lausana, Suiza. Viajaba solo y des-
armado, desde La Plata hacia la Capital Federal. Cerca del mediodía
del 22 de mayo los guerrilleros le cerraron el paso y lo mataron. Ese mis-
mo día se intentó secuestrar a un ejecutivo de Swift, el Sr. Volinsky.
147
Ramón Genaro Díaz Bessone
El nuevo gobierno estaba por asumir. Estrella Roja, la revista del ERP,
en su edición del 14 de mayo le advertía:
( «… nuestra organización no atacará al nuevo gobierno, mientras és-
te no ataque al pueblo y a la guerrilla.»
Anunciaba que:
( «seguiría combatiendo a las empresas y a las Fuerzas Armadas con-
trarrevolucionarias, (las Fuerzas Armadas de la Nación), y no ata-
caría a la policía mientras permaneciera neutral.»
148
Guerra Revolucionaria en la Argentina
CAPITULO VI
149
Ramón Genaro Díaz Bessone
150
Guerra Revolucionaria en la Argentina
Cabe acotar que todos los terroristas presos habían sido condenados
por la Cámara Federal en lo Penal.
Continúa Somos:
u «Ocho Diputados nacionales –dos de UDELPA y media docena del FRE-
JULI– entre los que se encontraban Héctor Sandler, Juan Carlos Co-
mínguez, Santiago Díaz Ortiz y Diego Muñiz Barreto, se hicieron car-
go de hacer cumplir el indulto. También participaron activamente en
las gestiones que antecedieron a la liberación de los detenidos Juan Ma-
nuel Abal Medina y el ex obispo de Avellaneda Jerónimo Podestá.»
151
Ramón Genaro Díaz Bessone
Sigue Somos:
u «De poco valía ya el proyecto de ley de amnistía presentado por el
Poder Ejecutivo al Parlamento que se aprobó en la madrugada del
sábado 26. Apenas para convalidar un hecho consumado.»
152
Guerra Revolucionaria en la Argentina
153
Ramón Genaro Díaz Bessone
154
Guerra Revolucionaria en la Argentina
3. LA LEY DE AMNISTÍA
155
Ramón Genaro Díaz Bessone
156
Guerra Revolucionaria en la Argentina
157
Ramón Genaro Díaz Bessone
158
Guerra Revolucionaria en la Argentina
159
Ramón Genaro Díaz Bessone
pueblos ricos.
■ La violencia es un signo de los tiempos; es un instrumento, es ambi-
valente; se legitima por sus fines.
■ Estamos convencidos de la necesidad de la ley de amnistía… La Igle-
sia también lo está. Basta recordar las reflexiones para el año 1973
del obispo de Goya, Monseñor Devoto, cuando calificaba a este sis-
tema capitalista como algo “históricamente terminado y que no pue-
de dar ya nada más”, y señalaba la necesidad de reemplazarlo por
un socialismo cristiano y nacional; cuando calificaba de “masacre in-
fame la de Trelew” y criticaba la existencia de una “legislación inhu-
mana y de un tratamiento inhumano para los presos políticos”. No
son palabras ya de los políticos sino de un pastor de la Iglesia.»
160
Guerra Revolucionaria en la Argentina
161
Ramón Genaro Díaz Bessone
162
Guerra Revolucionaria en la Argentina
163
Ramón Genaro Díaz Bessone
164
Guerra Revolucionaria en la Argentina
165
Ramón Genaro Díaz Bessone
166
Guerra Revolucionaria en la Argentina
167
Ramón Genaro Díaz Bessone
168
Guerra Revolucionaria en la Argentina
169
Ramón Genaro Díaz Bessone
170
Guerra Revolucionaria en la Argentina
CAPITULO VII
171
Ramón Genaro Díaz Bessone
172
Guerra Revolucionaria en la Argentina
Por su parte la revista Somos3 describe así los hechos inmediatos pos-
teriores a la sanción de la ley de amnistía:
u «… en los primeros días de la gestión de Cámpora se aceleró el pro-
ceso de ocupación de facultades, reparticiones oficiales, entidades
privadas, fábricas, hospitales y escuelas que se había iniciado antes
del 25 de mayo con la toma de distintas cases de estudios depen-
dientes de la Universidad de Buenos Aires.
u … el Ministro de Educación, Jorge Taiana, intervino las universida-
des y nombró rector de la de Buenos Aires Rodolfo Puiggrós, los es-
173
Ramón Genaro Díaz Bessone
174
Guerra Revolucionaria en la Argentina
Dijo La Prensa:
g «El primer tiroteo… a las 14,40 se oyeron varios estampidos… Algu-
nas balas silbaron sobre las cabezas de las personas que estaban
junto al palco central, y los periodistas y músicos (de las orquestas
Filarmónica de Buenos Aires, estable del Teatro Colón, Banda Sin-
fónica Municipal y Coro Mixto del Teatro Colón!!) que estaban en el
tablado al pie del puente… todas las personas se arrojaban cuerpo
a tierra mientras seguían oyéndose disparos de ametralladoras y
armas cortas.
g Corrió enseguida la voz de que quienes habían disparado eran
grupos de guerrilleros… Cronistas de este diario… observaron có-
mo eran sorprendidos algunos de los agresores: ¡Tráiganlos que los
matamos!, gritó uno de los que estaban alrededor del palco a quie-
nes habían capturado a un agresor, el joven que reflejaba en su ros-
tro un intenso pánico fue izado hasta el palco, donde se lo vio
desaparecer.
g … aproximadamente a las 15,40… un grupo de 500 manifestantes
que se identificaron como Montoneros intentó subir al terraplén (del
puente) donde se encontraban elementos de las “juventudes sindi-
cales peronistas”. Se produjo un enfrentamiento armado entre am-
bas facciones. La mayoría de los sindicalistas portaba armas de gue-
rra de gruesos calibres y comenzó a perseguir a los denominados
Montoneros, quienes se dirigían al bosque que da sobre la ruta 205.
Próximo a la zona arbolada, los Montoneros volvieron sobre sus pa-
sos y comenzaron a disparar sus armas sobre los perseguidores. Esa
acción era apoyada por francotiradores ocultos en los árboles… se vio
caer mucha gente herida, incluso a manifestantes que no participa-
ban en los hechos…
g Tras una tregua de media hora volvió a producirse otro tiroteo.
Eran las 16,30 horas. Este nuevo hecho arrojó un mayor saldo de
víctimas… Los disparos y las humaredas producidas aparente-
mente por las granadas, así como por automóviles incendiados, la
desbandada masiva del público… un clima de caracteres decidi-
damente bélicos.»
175
Ramón Genaro Díaz Bessone
176
Guerra Revolucionaria en la Argentina
177
Ramón Genaro Díaz Bessone
Estrella Roja del 12 de julio titula algunos de los artículos así: Cu-
ba es el horno revolucionario de América, con la fotografía de Fidel Cas-
tro; No envaselinaremos las armas, como homenaje al guerrillero Ho-
racio Simona muerto en la matanza de Ezeiza y dice:
( «… aún costará mucha sangre el triunfo de la mística que hará fac-
tible la construcción de la patria socialista.»
178
Guerra Revolucionaria en la Argentina
179
Ramón Genaro Díaz Bessone
180
Guerra Revolucionaria en la Argentina
La muerte del Teniente Coronel Duarte Ardoy fue relatada así por
La Prensa:
g «Se adelantó hasta uno de los portones traseros del Comando de Sa-
nidad. Iba acompañado de un suboficial a quien apartó en el mo-
mento de intentar abrir un candado, haciéndolo él. En esas circuns-
tancias recibió un balazo en la zona hepática.»
181
Ramón Genaro Díaz Bessone
182
Guerra Revolucionaria en la Argentina
183
Ramón Genaro Díaz Bessone
184
Guerra Revolucionaria en la Argentina
185
Ramón Genaro Díaz Bessone
186
Guerra Revolucionaria en la Argentina
187
Ramón Genaro Díaz Bessone
12 Op. Cit., pág. 52. Asimismo Heriberto Khan en Doy Fe, Editorial Losada,
relata el hecho que motivó la presentación del General Anaya al Ministro
Savino, relacionado con las “Tres A”.
188
Guerra Revolucionaria en la Argentina
189
Ramón Genaro Díaz Bessone
7. EL ASALTO A LA GUARNICIÓN
DEL EJÉRCITO EN AZUL (ERP)
A las 22,30 del sábado 19 de enero de 1974, esa guarnición fue asal-
tada por la Compañía Héroes de Trelew del Ejército Revolucionario del
Pueblo. El hecho ocupó la primera plana de los diarios de los días 20 y
21. Estrella Roja le dedicó un suplemento de su edición del 28 de ene-
ro, en cuya tapa aparece la fotografía del Teniente Coronel Ibarzábal,
Jefe del Grupo de Artillería, en una “cárcel del pueblo”. Vamos a sinte-
tizar esos relatos:
❖ A 200 metros de distancia de los fondos del cuartel, sobre un cami-
no de tierra, estaba ubicada la casa del Dr. Inza que fue copada por
un grupo del ERP el sábado por la noche a las 20 horas. Esa casa sir-
vió de base. Allí concurrieron los otros grupos que llevaron las armas.
❖ A las 22,15 avanzó el primer grupo del ERP sobre la parte posterior
del cuartel y se apoderó por sorpresa, al amparo de la noche, del sol-
dado centinela, que no alcanzó a dar la alarma. Por allí ingresaron los
tres grupos, de los cuales dos se dirigieron al cuartel y uno a las ca-
sas de los dos jefes, ubicadas sobre uno de los límites, en la parte de
atrás de la guarnición. Este grupo se denominaba Grupo Secuestro.
❖ Los dos primeros grupos penetraron en el cuartel totalmente a os-
190
Guerra Revolucionaria en la Argentina
191
Ramón Genaro Díaz Bessone
192
Guerra Revolucionaria en la Argentina
Es parte del artículo que escribió Mario Roberto Santucho, el jefe del
PRT y del ERP con el título: Después de Azul: balance y perspectivas y
publicó El Combatiente.
Diputado Porto:
■ «Estamos ante un hecho gravísimo ejecutado por individuos… que
pretenden sembrar el caos y el terror, oponiéndose a la voluntad
prácticamente unánime del país, pretendiendo la destrucción de la Re-
pública y del régimen de vida de sus habitantes.
■ Nadie podrá negar que el Estado tiene como una de sus principales
obligaciones la de defender a la sociedad contra la delincuencia… de-
fenderla contra las agresiones externas e internas, en primer térmi-
no, y luego conseguir su bienestar material y espiritual.
■ … cuando dictamos las leyes (de amnistía, derogaciones de normas,
supresión de la Cámara Federal en lo Penal)… quisimos efectuar
un acto de justicia con los guerrilleros y combatientes populares, mu-
chos de ellos verdaderamente héroes y mártires… Pero un grupo…
ha seguido ejecutando los mismos actos de violencia que antes: si-
193
Ramón Genaro Díaz Bessone
Diputado Musacchio:
■ «El actual Presidente de la República manifestó desde Madrid, fren-
te a los hechos de violencia que asolaban al gobierno de facto, que
la violencia de arriba justifica la violencia de abajo… Pero es que de
acuerdo con la lectura del pensamiento expuesto por el señor presi-
dente estos últimos días, parecería que la interpretación de la vio-
lencia de arriba se reduce a las actividades dictatoriales del gobier-
no de facto…
■ Y yo recuerdo que hace poco tiempo dictamos en esta Cámara una
ley de reforma al Código de Procedimientos que era más benigna en
esta materia…
■ El señor Presidente de la República ha manifestado que si no san-
cionamos esta ley el gobierno se encontrará indefenso frente a la
subversión y el terrorismo… Nosotros sostenemos que no es así.»
Diputado Valenzuela:
■ «El presidente de la República ha dicho… que el Estado argentino
se halla en situación de indefensión prácticamente frente a los gru-
pos armados que están haciendo esta escalada de violencia. Sosten-
go que no es exacto, toda vez que nuestro Estado para su defensa cuen-
ta con una estructura jurídica, política y social idónea… cuenta con
una institución prestigiosa como son las Fuerzas Armadas… no ya
exclusivamente para la defensa de la soberanía… sino también pa-
ra contrarrestar ataques internos, entre los que se encuentra preci-
samente la subversión.»
Diputado Monsalve:
■ «En aquel momento (25–V–73), a la ley de amnistía que se esperaba
ansiosamente se sumaba otro factor, el de la prometida derogación de
la legislación represiva. En esta oportunidad… se piensa que de aquí
puede salir la reimplantación del aparato represivo y de las leyes
que entonces se derogaron. Esta reimplantación de la legislación y del
194
Guerra Revolucionaria en la Argentina
Diputado Moyano:
■ «Tal vez las mismas manos asesinas que segaron vidas inocentes en
Azul, son también las que han matado… desde el asesinato del Ge-
neral Aramburu hasta la actualidad.
■ … suman centenares las víctimas argentinas… la civilidad toda ya
no sabe qué va a hacer con su vida. Los secuestros están a la orden
del día… la vida de las personas está desamparada.
■ … lo ha dicho el propio Presidente de la Nación, desde algunos go-
biernos provinciales se ha facilitado la acción de estos agentes del caos
o se los ha tolerado con complicidad.»
Diputado Sueldo:
■ Asesinar soldaditos conscriptos que cumplen su período militar…
así como oficiales y suboficiales, es algo que no empieza en los últi-
mos meses. Se practicó abundantemente bajo la dictadura militar…
¿Entonces era bueno y ahora es malo?
195
Ramón Genaro Díaz Bessone
Finalmente, la ley fue aprobada. Pero aún con ella, hasta 1976 nin-
gún juez se atrevió a condenar a un guerrillero.
196
Guerra Revolucionaria en la Argentina
197
Ramón Genaro Díaz Bessone
198
Guerra Revolucionaria en la Argentina
199
Ramón Genaro Díaz Bessone
200
Guerra Revolucionaria en la Argentina
201
Ramón Genaro Díaz Bessone
Estrella Roja, del 5 de agosto dio cuenta del asesinato de Mor Roig
y también del Sr. David Kraiselburd, director del diario El Día, de La
Plata, ocurrido al día siguiente, 16 de julio. El ERP lo había secues-
trado y lo tenía en una “cárcel del pueblo”. Dice Estrella Roja:
( «En una allanamiento en Gonnet realizado por la policía se ejecu-
tó a David Kraiselburd, siendo herido por la policía el combatiente
Carlos Starita que murió en días subsiguientes.»
202
Guerra Revolucionaria en la Argentina
203
Ramón Genaro Díaz Bessone
204
Guerra Revolucionaria en la Argentina
205
Ramón Genaro Díaz Bessone
206
Guerra Revolucionaria en la Argentina
207
Ramón Genaro Díaz Bessone
Estrella Roja del 7 de octubre dice que fue asesinado el abogado del
pueblo, militante del PRT Alfredo Curutchet, el 11 de septiembre. Y el
17 fue asesinado el ex-vicegobernador de Córdoba Atilio López, que des-
208
Guerra Revolucionaria en la Argentina
empeñó ese cargo cuando Obregón Cano fue gobernador. Ambos asesi-
natos ocurrieron en la Capital Federal y se los atribuyó a las “Tres A”.
209
Ramón Genaro Díaz Bessone
lla “Hace Tiempo”). Sorpresivamente llegó una comisión policial que sor-
prendió y detuvo a nueve miembros del equipo; el resto huyó. Entre los
detenidos estaban dirigentes de la Juventud Peronista y de la Juventud
Trabajadora Peronista: Dante Gullo, Emiliano Costo y Dardo Cabo.
210
Guerra Revolucionaria en la Argentina
211
Ramón Genaro Díaz Bessone
212
Guerra Revolucionaria en la Argentina
Es oportuno comparar estos hechos con una resolución del estado ma-
yor del ERP del 16 de febrero de 1974 publicada en Estrella Roja del 4
de marzo. Dice entre otras cosas:
( «Que de acuerdo con el convenio de Ginebra (?) en lo que se refie-
re al tratamiento de prisioneros, nuestra organización respeta y
da cumplimiento, probada en el trato a distintos Jefes Militares
que fueron detenidos por la Justicia Revolucionaria…
( Por todo ello el Estado Mayor del ERP resuelve:
1. A partir de la recepción y publicidad de esta resolución se otorga
un plazo al Ejército Argentino de 48 horas, para responder sobre
el estado en que se encuentran los compañeros Antelo y Roldán.
2. La respuesta deberá ser pública,
3. Concluido el plazo del art. 1º y si no se registra respuesta algu-
na, será ejecutado el Tte. Cnl. Ibarzábal.»
25 Ver además Armando Alonso Piñeiro, Op. Cit., pág. 36 y 37, y el documen-
to de la Compañía Ramón Rosa Jiménez, titulado Ejecución de la Oficia-
lidad enemiga, del 1º de diciembre de 1974.
213
Ramón Genaro Díaz Bessone
214
Guerra Revolucionaria en la Argentina
Un hecho que tuvo gran repercusión pública fue el asesinato del Dr.
Carlos Alberto Saccheri, ocurrido en las afueras de Buenos Aires, mien-
tras conducía el automóvil en el que iba acompañado por su familia.
215
TERCERA PARTE
La defensa de la
sociedad nacional
“… se abrirán los ojos de los ciegos,
se abrirán los oídos de los sordos.”
Isaías XXXV - 5
Max Weber
RC - 8-2 Nº 3.001
Guerra Revolucionaria en la Argentina
CAPITULO VIII
LA RESPUESTA A LA GUERRA
REVOLUCIONARIA
DECRETA:
1 El subrayado es nuestro.
219
Ramón Genaro Díaz Bessone
Decreto 2770:
DECRETA:
220
Guerra Revolucionaria en la Argentina
221
Ramón Genaro Díaz Bessone
Decreto 2771:
DECRETA:
Decreto 2772:
DECRETA:
222
Guerra Revolucionaria en la Argentina
…………………………………………………………………………
Firman: Italo Luder, Carlos F. Ruckauf, Ángel F. Robledo, Antonio
Cafiero, Tomás S. E. Vottero, Carlos A. Emery y Manuel Arauz Castez.
5. Misión
223
Ramón Genaro Díaz Bessone
6. Ideas rectoras
a) Concepción estratégica
1º La complejidad de la subversión y las características del enemi-
go, imponen la necesidad de emplear los medios disponibles en
forma simultánea a través de los niveles siguientes: a) nacional,
b) conjunto, c) específico.
2º El objetivo estratégico a lograr puede ser descompuesto de la si-
guiente forma, sin que ello signifique compartimentación de las
acciones:
a) Aparato político - administrativo.
b) Elementos subversivos clandestinos.
e) Elementos subversivos abiertos.
3º Dado que la subversión ha desarrollado su mayor potencial en los
grandes centros urbanos y en algunas áreas colindantes, el es-
fuerzo principal de la ofensiva será llevado sobre el eje Tucumán
- Córdoba - Santa Fe - Rosario - Capital Federal-La Plata.
4º … (zonas potencialmente aptas).
5º Las operaciones deberán evitar la formación de nuevos frentes
rurales.
6º La ofensiva debe lograr antes de finalizar el año 1975 una dis-
minución notable del accionar subversivo y trasformar a la
subversión en un problema de naturaleza policial para fines
de 1976.
b) Efectos a lograr
Las acciones deben tender a:
1) Obtener una clara información sobre los elementos que integran
el aparato político-administrativo y sus elementos subversivos
clandestinos y abiertos.
2) Crear una situación de inestabilidad permanente en las organi-
zaciones subversivas que permitan restringir significativamen-
te su libertad de acción.
224
Guerra Revolucionaria en la Argentina
d) Formas de empleo
1) Acciones conjuntas………………………..
2) Las FF.AA. operarán normalmente sin Zonas de Emergencia, las
que serán declaradas cuando las situaciones de excepción así lo
impongan.
3) Fuerzas policiales y Servicios penitenciarios provinciales… ba-
jo control operacional de la fuerza correspondiente a la juris-
dicción.
7. Misiones particulares
a) Ejército
Operar ofensivamente, a partir de la recepción de la presente Direc-
tiva, contra la subversión en el ámbito de su jurisdicción y fuera de
ella en apoyo de las otras FF.AA. , para detectar y aniquilar las or-
ganizaciones subversivas, a fin de preservar el orden y la seguridad
de los bienes, de las personas y del Estado.
225
Ramón Genaro Díaz Bessone
b) Armada
(Similar a Ejército).
c) Fuerza Aérea
(Similar a Ejército).
d) Reserva Estratégica Militar
1) Organización…
2) Empleo: (prioridades).
a) Concepto
Consistirá en una relación con todos los sectores del quehacer
nacional, provincial y municipal e implicará:
1) El requerimiento de la solución de los problemas directamen-
te relacionados con el planeamiento y ejecución de operaciones
militares.
…………………………………………………………………………
c) Régimen funcional del sistema
Comando General de les FF.AA. con el Consejo de Defensa.
El Consejo de Defensa presentará opiniones o requerimientos al
Consejo de Seguridad Interior y al Poder Ejecutivo Nacional o mi-
nisterios. El enlace a nivel provincial será coordinado por la au-
toridad militar de Ejército de mayor jerarquía dentro de cada
Provincia. El mismo criterio se seguirá a nivel municipio.
…………………………………………………………………………
11. Coordinación de las operaciones
…………………………………………………………………………
Bases legales: compaginación a cargo del Estado Mayor Conjunto.
…………………………………………………………………………
c) Vigencia de documentos de la Directiva Estratégica Militar, Plan de
Capacidades (Marco Interno) 1972.
226
Guerra Revolucionaria en la Argentina
…………………………………………………………………………
f) Informes
1º Informe inicial: ( a los 15 días)
2º Informe semanal:…………………………………………..
3º Informes urgentes:…………………………………………..
Anexos: División del Territorio Nacional en zonas, áreas y subáreas.
227
Ramón Genaro Díaz Bessone
to. Si bien en 1972 existía un gobierno de facto, desde 1973, los gobier-
nos de jure de Cámpora, Lastiri, Perón, y la Sra. de Perón, se mantu-
vo en vigencia sin cambios.
228
Guerra Revolucionaria en la Argentina
229
Ramón Genaro Díaz Bessone
Pero por sobre todo, los Decretos del Poder Ejecutivo, tal como la
Directiva del Consejo de Defensa, ponían en marcha los planes prepa-
rados. Las fuerzas iban a operar según lo que durante años habían ejer-
citado. Uno de los reglamentos, el RC-8-2 daba las características de la
Guerra Revolucionaria. Fue editado en 1969; en 1975 la subversión ha-
bía conformado un cuadro general que respondía cabalmente a aquella
caracterización. Deseo resaltar uno de sus conceptos, donde aparece la
230
Guerra Revolucionaria en la Argentina
palabra aniquilamiento. Dice el Nº 3001 ap. 9): “Todo éxito que obten-
gan las fuerzas legales será normalmente táctico y local. El aniquilamien-
to de las guerrillas poco menos que total, será considerado por las fuer-
zas revolucionarias (subversivas) como una derrota parcial y provisoria.
Generalmente, el resto de sus fuerzas se reagrupará y se reorganizará
para, luego de un tiempo de inactividad más o menos prolongado, rei-
niciar sus operaciones…”
231
Ramón Genaro Díaz Bessone
232
Guerra Revolucionaria en la Argentina
233
Ramón Genaro Díaz Bessone
4. LA VIOLENCIA Y EL ESTADO
234
Guerra Revolucionaria en la Argentina
235
Ramón Genaro Díaz Bessone
236
Guerra Revolucionaria en la Argentina
237
Ramón Genaro Díaz Bessone
238
Guerra Revolucionaria en la Argentina
239
Ramón Genaro Díaz Bessone
240
Guerra Revolucionaria en la Argentina
241
Ramón Genaro Díaz Bessone
242
Guerra Revolucionaria en la Argentina
243
Ramón Genaro Díaz Bessone
Hasta aquí los valiosos conceptos del Dr. Manuel Río. Cabe señalar
que los reglamentos militares en uso en las Fueras Armadas incluyen pres-
cripciones relacionadas con las Convenciones de Ginebra. Así el RC-8-2
(Operaciones contra fuerzas irregulares) Tomo I, ya citado, y que esta-
ba en vigencia desde 1968, establecía en el Nº 1.012 lo siguiente:
1.012 Aspectos legales de las fuerzas irregulares
1º De acuerdo con la Convención de Ginebra (leyes de Guerra) un gue-
rrillero puede, en tiempo de guerra, tener estado legal. Tendrá de-
recho al mismo trato que se le concede al prisionero de guerra si:
a) Está al mando de personal responsable de los actos de sus sub-
ordinados.
b) Cuando lleve las armas abiertamente.
e) Cuando conduzca sus operaciones de acuerdo con las le-
yes y costumbres de la guerra.
d) Cuando utilice un signo distintivo y fijo, reconocible a
cierta distancia.
244
Guerra Revolucionaria en la Argentina
Aquí cita los mismos puntos que contiene el Nº 1.012 del RC-8-2.
Cabe observar que este caso no encuadra para nuestra situación, ya
que se trataba de una guerra revolucionaria interna; no había por lo tan-
to tropas invasoras de otro Estado. No obstante es interesante lo que se-
ñala Beltrán: “Durante la II Guerra Mundial, sólo una minoría de ‘par-
tisanos’ o ‘maquis’ cumplieron estas condiciones…” Cabe señalar que
la guerrilla en la Argentina no cumplió con las citadas condiciones, ex-
cepto en algunos casos la mencionada en a).
245
Ramón Genaro Díaz Bessone
246
Guerra Revolucionaria en la Argentina
247
Ramón Genaro Díaz Bessone
En nuestro caso cabía, como dice Fairman citado por Manuel Río, co-
mo “deber del comandante no hacer más, pero tampoco un ápice menos
que lo que el peligro público requiere”.
248
Guerra Revolucionaria en la Argentina
249
Guerra Revolucionaria en la Argentina
CAPITULO IX
EL CONGRESO DE LA NACIÓN Y
LA GUERRA REVOLUCIONARIA
251
Ramón Genaro Díaz Bessone
Senador Cerro
■ «La Argentina está viviendo una situación límite, es cierto. También
es verdadero que hay urgencia en salir de esto.»
Senador de la Rúa
■ «Lo cierto, señores Senadores, es que debe ponerse término a la violen-
cia. Y para esto el Estado –que como Estado de derecho es el único que
puede tener el monopolio de la fuerza– debe utilizar medios idóneos.»
Senador Caro
■ «Después de esto, tal vez nos tocará empuñar el fusil en vez de los
códigos y las leyes.
Hay una imagen de la Justicia que anda rondando por allí: una Temis
que en vez de la venda sobre los ojos lleva antifaz, que en lugar de la
252
Guerra Revolucionaria en la Argentina
Senador Jáuregui
■ «… debo reconocer con dolor de argentino, que la muerte y el rapto
son ya argumentos y noticias de todos los días.»
Senador Paz
■ «Su muerte se suma a la de tantos oficiales de las fuerzas armadas
que han caído en el ejercicio de su deber y en cumplimiento de la obli-
gación de velar por la seguridad del país.
Alguna vez dijimos en ese recinto que somos conscientes de que fuer-
zas poderosas, de contenido esencialmente antinacional, se han con-
jurado para impedir que el proceso institucional llegue a término.
253
Ramón Genaro Díaz Bessone
Senador de la Rúa
■ «El Coronel Larrabure murió como un mártir después de sobrelle-
var con dignidad un cautiverio prolongado en el tiempo; después de
sufrir en su cuerpo el dolor de la vejación y la tortura; luego de ha-
ber padecido el aislamiento total. Hechos como éstos nos llevan a
preguntarnos qué clase de violencia es ésta que ignora la dignidad
del ser humano; qué clase de lucha puede ser ésta que ya arrasa con
los valores esenciales del mínimo respeto al hombre.
■ … muertes como ésta pareciera que tienen algo más que la muerte;
llevan consigo el calvario del secuestro, la tortura y la cobardía del
que asesina a una persona inerme y prisionera.
■ Este crimen se parece a los del General Pedro Eugenio Aramburu y
del Coronel Ibarzábal, en la crueldad de la prisión y de la muerte y
en la dimensión del coraje de los muertos.
■ Vivimos un momento crucial y decisivo en el que este clima va lle-
gando a su límite crítico y constituye un grave problema frente al cual
debe centralizarse la acción para asegurar el orden.
■ Hay que eliminar este clima de terror. El Estado tiene el monopolio
de la fuerza y la fuerza de la ley. Con ésta como divisa y con las ins-
tituciones como escudo hay que acabar con la violencia y alcanzar la
paz; terminar con todas las violencias, de todos los signos, orígenes
y fines, porque si esto continúa acabaremos viendo enfrentamientos
demasiados vastos y dolorosos, y entonces no habrá orden ni ley ni
Estado, y así no podrá sobrevivir la sociedad.»
254
Guerra Revolucionaria en la Argentina
Senador Brizuela
■ «… un hecho reciente, que denigra al ser humano, que profana has-
ta lo más profundo los principios de la ley de Dios y que preocupa por
sobre todas les cosas por la irracionalidad de actuar de estos suje-
tos, que torturaron primero y asesinaron después, de la manera más
repudiable, al señor Coronel del Ejército Argentino don Julio Argen-
tino Larraburre.»
Senador León
■ «En nombre del bloque radical me voy a permitir leer un proyecto de
resolución referido a la muerte del Coronel Larrabure, que dice así:
El Senado de la Nación resuelve condenar el cruel y bárbaro asesi-
nato del Coronel Julio Argentino del Valle Larrabure, víctima de
una nueva injusticia contra los derechos humanos y un nuevo ata-
que a las fuerzas armadas, que están consustanciadas en la acción
común de defender los derechos del pueblo y la institucionalización
republicana del país.
■ El radicalismo, y todos los que estamos aquí, podemos decir que no
se trata de que algunos maten invocando una revolución confusa, que
no se define y que otros lo hagan en nombre de una represión que
no puede justificar, porque no es posible exponer con exactitud los
barómetros de la justicia.
■ Los argentinos –la multitud nacional– están hartos y saturados de
violencia. Por eso las minorías al servicio de actitudes extranjeri-
zantes, con ideas que no salen de nuestra propia tierra sino, a lo me-
jor, de libros que se escriben en idiomas extranjeros, tratan de al-
terar la actitud pacificadora de las grandes mayorías del país.»
Senador Martínez
■ «… un acto de violencia que se agrega a la larga y tenebrosa lista de
episodios destructivos, insensatos, profundamente crueles, que des-
de hace algunos años afligen a nuestra república.»
255
Ramón Genaro Díaz Bessone
Senador de la Rúa
■ «… quiero hacer extensivo este sentimiento a otros que cayeron ba-
jo los embates de los hechos violentos que están asolando a la Repú-
blica. Las noticias periodísticas nos hacen saber la muerte trágica
del Jefe de la Brigada de Investigaciones de la Policía de la Provin-
cia de Buenos Aires, Comisario Alfonso Vergel, así como la del Sar-
gento Ayudante Anselmo Ríos… también han fallecido, quiero re-
marcarlo, dos víctimas completamente ajenas a cualquier circuns-
tancia pública o de actuación política: la señora Delia Clotilde Pa-
lacios de Medina y su hija Gladys encontraron su muerte mientras
estaban entregadas al descanso. Ellas constituían la familia del en-
cargado de un edificio de esta ciudad de Buenos Aires y perdieron la
vida como consecuencia de la explosión de una bomba asesina.
■ ¿Es que hemos llegado, señor Presidente, a una etapa última del
ejercicio de la violencia, a la de los atentados con efectos indiscrimi-
nados? Pienso que todo esto muestra cómo la violencia tiene una
dialéctica fatal. Comienza por querer legitimarse como medio y aca-
ba convirtiéndose en un fin agotado en sí mismo.
■ Los pensadores que vivieron en otros siglos, signado también por la
crisis como el nuestro, vuelven a ser leídos con pasión, porque ellos
consideraban con razón que la seguridad era uno de los valores po-
líticos esenciales. ¿Hay seguridad en la Argentina? ¿Quién puede vi-
vir hoy con seguridad?»
256
Guerra Revolucionaria en la Argentina
DECLARA:
257
Ramón Genaro Díaz Bessone
Senador Frúgoli
■ «Realmente, frente a tanta violencia, tanta sangre, confieso que me
estoy quedando sin palabras.»
Senador Perette
■ «… este asesinato alevoso que costó la vida del General Jorge Este-
ban Cáceres Monié y de su digna esposa enluta a las fuerzas arma-
das Argentinas y demuestra la grave lucha que debe librar el pue-
blo argentino en defensa de su estilo de vida y de sus instituciones
republicanas. Es un acto de vandalismo y una agresión que se su-
ma a todos los actos de violencia que ha padecido la República en los
últimos tiempos. Parecería que nos hallamos en una carrera incesan-
te en la que no se respetan vidas ni sexos.
■ Las fuerzas armadas están luchando para asegurar el estilo de vi-
da de la nación.»
Senador Paz
■ «… Urge sancionar normas y adoptar medidas que pongan fin a una
larga secuela de crímenes perpetrados en la más absoluta impunidad.»
Senador Brizuela
■ «La República vive momentos de extrema gravedad dentro de una ver-
dadera encrucijada, por la ola de violencia que ha costado muchas víc-
timas de compatriotas… y lo que es más grave aún, de inocentes que
vivían tranquilamente en sus hogares o transitaban por la vía pública.
258
Guerra Revolucionaria en la Argentina
259
Ramón Genaro Díaz Bessone
Diputado Ferreira
■ «El país no puede transcurrir un minuto más en este desgobierno,
en el descrédito interno y externo.»
Diputado Monsalve
■ «… (un país) que hoy está sumido en la miseria económica, en
el más dramático enfrentamiento social, en el más absoluto
desorden y que no encuentra en la conducción de este gobier-
no, en la persona de la presidente de la República, a quien se-
pa empuñar el timón para llevar adelante la nave del Estado.»
Senador Allende
■ «Córdoba, señor Presidente, viene siendo asolada por actos de vio-
lencia…
■ En mi ciudad hay miedo, señor presidente, y lo digo responsable-
mente porque hay que ir a Córdoba y salir al atardecer. Las calles
a esa hora comienzan a estar desiertas…»
Senador Angeloz
■ «Los hechos ocurridos ayer en Córdoba (secuestro de un ex Ministro
del Interior y de un abogado Secretario de la Bolsa de Comercio) se
han venido repitiendo a lo largo de estos dos últimos años.
Desde esta banca lo he manifestado en reiteradas oportunidades:
260
Guerra Revolucionaria en la Argentina
Senador Bravo
■ «Se habla de los automóviles no identificados que circulan por las ca-
lles de Córdoba.
■ He escuchado a uno de los Senadores por Córdoba que ha tomado con-
tacto con las instituciones responsables. En nuestro país, republica-
no, presidencialista –hacia allí hay que orientar la mirada– hay un
vacío de poder y no hay conducción de gobierno. Esto hay que decir-
lo con toda claridad.
■ Sabíamos que había allí un Ministro, un señor López Rega que ha-
bía creado las “Tres A “ y de una u otra manera evitábamos conside-
rar el tema.»
Senador A. A. García
■ La guerrilla comienza antes de este gobierno, las venganzas des-
pués; pero se van encadenando… Han aparecido organizaciones su-
puestamente antiguerrilleras que con el nombre de la “Triple A” o
cualquier otra sigla han ido haciendo la revancha sobre los cuadros
de la guerrilla.»
Senador Cerro
■ «Nuestro partido reclamó el monopolio de las actividades de repre-
sión por parte de las fuerzas armadas y de seguridad, que es como
debe ser en todo país civilizado. Pero de la misma manera que aplau-
dimos eso repudiamos lo parapolicial, es decir, a esos grupos arma-
dos ocultos que siembran el terror de las ciudades.»
261
Ramón Genaro Díaz Bessone
Senador de la Rúa
■ «Aquí se han dicho esta tarde palabras dramáticas. El señor Senador
por San Juan ha aludido a la perspectiva de guerra civil. Diría se-
ñor presidente que estamos al borde del abismo.
■ Hace pocos días una bomba artera voló la casa de un juez de la Ca-
pital Federal, la del doctor Julio B. Maier, dándose la coincidencia
lamentable de que esto ocurriera después que él hubiera girado al
Congreso antecedentes del juicio político contra el Ministro del Inte-
rior (Dr. Ares). Mueren policías a diario. Caen soldados. La violen-
cia y la inseguridad están en la calle.»
Senador Bravo
■ «… este gobierno, del cual también somos parte, está en una pen-
diente inclinada y viene cayendo. Si no lo recogemos entre todos y
ponemos orden, alguien va a tomar la conducción del país. Ningún
país queda un día sin gobierno.»
Senador León
■ «Aquí se ha expresado reiteradamente que el país está sumido en un
problema de profunda violencia. Algunos la usan en nombre de la re-
volución que no definen (olvidó el S enador que la subversión lo ha-
bía hecho reiteradas veces: implantar “la patria socialista”); otros ha-
blan de la violencia en nombre de la represión que desborda el orden
jurídico y la civilización de los argentinos.» (Recordemos que esto
estaba ocurriendo antes del golpe de estado).
262
Guerra Revolucionaria en la Argentina
Senador Paz
■ «El grave atentado que se produjo en horas de la mañana del lu-
nes… nos está dando la pauta del verdadero estado crítico
porque atraviesa el país como consecuencia del accionar de la
subversión en su intento de destruir las instituciones.
■ En estas circunstancias, rindo un nuevo homenaje a nuestras fuer-
zas armadas, que siguen pagando su cuota de sangre en la lucha
que han entablado para lograr la total pacificación del país.»
Senador Brizuela
■ «Se matan militares, policías, gendarmes y civiles. Se mata a pa-
dres e hijos. Se mata a familias enteras. Tristemente debemos re-
conocer que se va perdiendo el control y el rumbo por par-
te de la autoridad civil.
■ Mientras las fuerzas armadas, atacadas arteramente, llevan ade-
lante una campaña de lucha total, pareciera que aún no se ha logra-
do eliminar las causas que originan estos males…»
Senador Bravo
■ «… el gravísimo atentado terrorista cometido el 15 del corriente con-
tra el Comando en Jefe del Ejército, es un escalón más de los que a
diario se producen en el país.»
Senador Angeloz
■ «La semana anterior pedí que no corriera más sangre en el país… Y así
como ayer repudié las torturas y los secuestros efectuados en mi provin-
cia, hoy manifiesto la misma repulsa por actos de esta naturaleza.»
Senador de la Rúa
■ «Creo que es válido repetir aquello de que con la ley como divisa y
con las instituciones como escudo hay que acabar con la violencia y
alcanzar la paz…»
Senador Perette
■ «La violencia en estos últimos tiempos ha adoptado dos característi-
cas. En primer término la violencia de tipo indiscriminado. Tal es el
hecho producido frente al edificio del Comando en Jefe del Ejército,
263
Ramón Genaro Díaz Bessone
264
Guerra Revolucionaria en la Argentina
Diputado G. H. Molina
■ «El país entero es víctima de un plan de destrucción implacable y pro-
gresivo.»
Diputado Moyano
■ «… nuestro sector viene condenando la violencia subversiva a par-
tir del mismo instante en que comenzó a generalizarse en el país…
nuestro sector excluía de los beneficios de la ley de amnistía (a los de-
litos de lesa humanidad) que votara esta Honorable Cámara, porque
no puede admitirse que la violencia subversiva pueda estar ampa-
rada por ley alguna sancionada en ningún grado de civilización.
(Tardío lamento).
■ … alcanza a los confines de todo el territorio nacional en cuanto a
la violencia subversiva se trata.
■ No es posible que el aparato estatal de seguridad no haya descubier-
to siquiera en forma mínima, los centenares, miles, innumerables ca-
sos de violencia subversiva que a lo largo de los últimos 5 o 6 años han
sucedido en nuestro país. Ocurre que los argentinos empezamos a sen-
tir zozobra, no ahora sino desde hace bastante tiempo, de no saber si cuan-
do salimos de nuestras casas volveremos con vida, ya sea porque des-
empeñamos alguna función trascendente o porque somos simples ciu-
dadanos transeúntes que podemos ser alcanzados por una bala perdi-
da disparada por un inconsciente terrorista o por las esquirlas de las
265
Ramón Genaro Díaz Bessone
bombas que todos los días explotan a mansalva en esta Capital y en las
ciudades del interior. Es sí imputable al Poder Ejecutivo en los dos años
y medio últimos, ineficiencia, ineptitud e incapacidad para esclarecer
la verdad de los hechos de la violencia subversiva.»
Diputado Marino
■ «Estamos horrorizados por lo que está ocurriendo y ansiosos de que
se fije una pauta para la paz y la concordia de los argentinos.»
Diputada Garré
■ «… el país, contempla azorado el recrudecimiento de una ola de vio-
lencia que recuerda por su intensidad y su sadismo, las épocas en que
la tristemente célebre cabeza del grupo del terror, José López Rega ejer-
cía el poder absoluto de la Argentina. Las cotidianas desaparicio-
nes en la provincia de Córdoba, el alevoso asesinato de la familia
Báez, el secuestro del compañero Ragone, y tantos otros hechos si-
milares vienen formando un rosario siniestro de crímenes misera-
bles que se suceden sin que un solo culpable sea identificado y sin
que un solo hecho sea esclarecido.
■ A todo ello ha venido a sumarse, en las últimas horas, un atentado
con explosivos contra el Comando General del Ejército que agrega
una nueva lista de víctimas de esta guerra boba en la que todos pa-
recemos estar atrapados, impotentes y atados de pies y manos pa-
ra encontrar una solución al drama que vive la República.
■ Me resisto a creer, en primer término como diputada de la Nación,
que estas instituciones que tanto queremos preservar, no puedan
dar una contribución positiva y eficaz en esta guerra dramática. Yo
me resisto a creer que todos estos hombres y mujeres –los legislado-
res nacionales– que integramos un poder de la República, no poda-
mos coadyuvar con los demás poderes del Estado en una acción enér-
gica, comprometida, responsable y solidaria para terminar con es-
tos enemigos que, por izquierda o por derecha nos someten a una
guerra que no queremos y hemos rechazado reiteradamente…»
Diputado Stecco
■ «Hace muy pocos días se cumplió un año del asesinato del Diputa-
do compañero Hipólito Acuña, de la provincia de Santa Fe, y hasta
266
Guerra Revolucionaria en la Argentina
267
Ramón Genaro Díaz Bessone
268
Guerra Revolucionaria en la Argentina
269
Guerra Revolucionaria en la Argentina
CAPITULO X
271
Ramón Genaro Díaz Bessone
272
Guerra Revolucionaria en la Argentina
273
Ramón Genaro Díaz Bessone
1 Entre otros documentos ver Comando General del Ejército, “El Ejército de
Hoy”, 17 de agosto de 1976.
274
Guerra Revolucionaria en la Argentina
275
Ramón Genaro Díaz Bessone
276
Guerra Revolucionaria en la Argentina
2 Como se ve, para la subversión, asesinar a un policía era algo casi sin im-
portancia, un hecho rutinario y casi cotidiano. Desprecio total por lo seres
humanos que no se pliegan a su ideología.
277
Ramón Genaro Díaz Bessone
278
Guerra Revolucionaria en la Argentina
279
Ramón Genaro Díaz Bessone
280
Guerra Revolucionaria en la Argentina
281
Ramón Genaro Díaz Bessone
Ese mes de abril había comenzado con un atentado, que llevó a cabo
Montoneros, contra el Comisario Mayor Gabriel Morales, en cuya defen-
sa acudió el Teniente Coronel Horacio Vicente Colombo, el que fue ase-
sinado. Y el 14 de abril, al día siguiente del ataque al Batallón, un infil-
trado de Montoneros colocó un explosivo en el despacho del Contraalmi-
rante Rocatagliata, en la sede del Comando General de la Armada.
4. EL COMBATE DE MANCHALÁ
Ocurrió el 28 de mayo. En él participaron 143 hombres del ERP, con
dos camionetas, dos pick-up y dos camiones grandes. Manchalá está al
S.O. de la ciudad de Tucumán y a unos veinte kilómetros de Famaillá.
El ERP lo relató el miércoles 18 de junio en su revista Estrella Ro-
ja. Por la fecha se tiene la evidencia clara de la derrota, porque ante una
victoria emitía un número especial, como cuando asaltó, el mes anterior,
al Batallón de Arsenales. Además, su colateral, Evita Montonera guar-
dó absoluto silencio.
Sintetizamos el relato del ERP.
( «La Compañía de Monte Ramón Rosa Jiménez, reforzada, con un
total de más de cien efectivos, se disponía a realizar una importan-
te acción en el departamento de Famaillá …
282
Guerra Revolucionaria en la Argentina
3 Op. Cit.
283
Ramón Genaro Díaz Bessone
284
Guerra Revolucionaria en la Argentina
Ese mes de mayo, el día 13, el General Alberto Numa Laplane reem-
plazó como Comandante General del Ejército al General Leandro En-
rique Anaya.
285
Ramón Genaro Díaz Bessone
286
Guerra Revolucionaria en la Argentina
287
Ramón Genaro Díaz Bessone
288
Guerra Revolucionaria en la Argentina
Nunca pudo saberse otro dato aportado por sus carceleros. La apa-
rentemente “apacible familia” del ERP se esfumó en la urbe.
6 Destruye el infundio del ERP de que se había ahorcado, en una celda don-
de había que apacharse para entrar. Personalmente visité el lugar. Fue
ahorcado en forma semejante a la ejecución por garrote.
289
Ramón Genaro Díaz Bessone
Prosigue Brocato:
e «El método del rehén y la cárcel del pueblo, como lo utilizó el foquis-
mo urbano, es la base teórica de esta enormidad. No vamos a hacer
7 Op. cit., pág. 171 y siguientes. Los subrayados son nuestros. También las
mayúsculas.
290
Guerra Revolucionaria en la Argentina
291
Ramón Genaro Díaz Bessone
292
Guerra Revolucionaria en la Argentina
293
Ramón Genaro Díaz Bessone
294
Guerra Revolucionaria en la Argentina
Dos días antes del atentado contra la “Santísima Trinidad”, el ERP ha-
bía atacado la jefatura de la Policía de Córdoba, ubicada en el corazón de
la ciudad, sobre la Plaza San Martín. Aquí los guerrilleros llegaron a su
objetivo vestidos como ciudadanos comunes y, tal cual lo señalamos en el
Capítulo Primero, hasta una “dulce mamá” paseaba a su bebé en un co-
checito, pero en lugar del bebé había armas y con ellas atacó.
295
Ramón Genaro Díaz Bessone
296
Guerra Revolucionaria en la Argentina
Dijo La Nación:
g «La agresión ha sido una de las más grandes efectuadas por el ex-
tremismo, tanto por el número de participantes como por los me-
dios de apoyo puestos en juego… el propio interventor federal, doc-
tor Juan Carlos Taparelli, se vio en un momento detenido por los
extremistas en el aeródromo (El Pucú), situación de la que logró es-
capar tras correr no poco riesgo.»
g Según el Plan de Montoneros, 7 pelotones fueron destinados para asal-
tar el cuartel, 2 para controlar el aeropuerto de Formosa y el avión, y
otro más debía apoderarse de un campo en Susana, cerca de Rafaela,
provincia de Santa Fe para recibir el avión y organizar la dispersión.
En total 60 hombres que utilizaron en Formosa 9 vehículos, entre au-
tomóviles y camionetas y 10 vehículos en el lugar de llegada, Susana.
(Pretendían apoderarse de 200 fusiles en el regimiento. Fracasaron).
g A las 15 y 15 salió de Buenos Aires el avión Boeing “Ciudad de Tre-
lew” de Aerolíneas Argentinas. En su interior viajaba, disimulado en-
tre el pasaje, un grupo de Montoneros que se apoderaría del avión
en vuelo y lo tendría bajo control hasta el final.
g Los grupos encargados de asaltar el cuartel ya están en Formosa, lis-
tos y encolumnados los vehículos sobre un camino secundario. Es-
tán vestidos algunos de civil, otros con uniformes del Ejército, y otros
con chaqueta y pantalón tipo “vaquero”, y un casquete del mismo
tipo. Sobre el camino han detenido y retienen a 15 vehículos de ci-
viles que pasaban, total unas 50 atemorizadas personas. Poco antes
de las 16 la columna avanza por la ruta nacional Nº 11 hacia el cuar-
tel. Se quedan en el aeropuerto de Formosa (El Pucú) tres vehícu-
los con dos grupos.
g En el aeropuerto hay cuatro hombres de la Gendarmería Nacional
que se traban en lucha con los guerrilleros. El Sargento Ayudante Fal-
297
Ramón Genaro Díaz Bessone
298
Guerra Revolucionaria en la Argentina
299
Ramón Genaro Díaz Bessone
300
Guerra Revolucionaria en la Argentina
301
Ramón Genaro Díaz Bessone
302
Guerra Revolucionaria en la Argentina
303
Ramón Genaro Díaz Bessone
Dice La Prensa.
g «Aproximadamente a las 18 llegaron varios extremistas… a la ba-
rrera del ferrocarril Belgrano en la intersección de Pasco y Caagua-
zú, obligaron a los guardabarreras a cerrar el paso a nivel y a ale-
jarse del lugar, a unas veinte cuadras de donde sucedieron los he-
chos… los extremistas detuvieron un micro de la compañía Expre-
so Reconquista, del que hicieron descender a los pasajeros, atrave-
sando el vehículo en el medio de la calzada… testigos afirmaron que
se trataba de diez personas, en su mayoría mujeres, armadas
con fusiles FAL, carabinas y otras armas… Luego detuvieron un
tren… El grupo hizo descender rápidamente del lugar a los pasaje-
ros, produciéndose escenas de pánico entre la gente que huía…»
304
Guerra Revolucionaria en la Argentina
305
Ramón Genaro Díaz Bessone
El hecho fue relatado por La Prensa y otros diarios del día 12 de fe-
brero. En síntesis:
g El Coronel Reyes dejó su domicilio aproximadamente a las 6 horas
para dirigirse al cuartel acompañado por los soldados Tempone y
Gómez. En la esquina de Córdoba y 9 de Julio, de Mar del Plata,
fue encerrado su automóvil por dos vehículos, una camioneta y un
automóvil. El soldado chofer intentó escapar dando marcha atrás.
g Una mujer de unos 20 a 25 años estaba parada sola en esa esqui-
na, con un paquete en la mano. Bajó a la calle, sacó del paquete una
pistola ametralladora, mató al Coronel e hirió a los soldados. Lue-
go subió a la camioneta, y todo el grupo se esfumó en la ciudad.
306
Guerra Revolucionaria en la Argentina
hacia Retiro. Fueron heridos cuatro coroneles, uno de ellos grave, ocho
suboficiales, cinco soldados y seis civiles.
307
Ramón Genaro Díaz Bessone
308
Guerra Revolucionaria en la Argentina
309
Ramón Genaro Díaz Bessone
do vimos que todo andaba bien se lanzó la operación que también sir-
vió para demostrar la alta moral y serenidad de nuestros comba-
tientes, porque el compañero que accionó el dispositivo estuvo al-
morzando allí y se retiró siete minutos antes del lugar.»
310
Guerra Revolucionaria en la Argentina
queño y explotó por control remoto. La rutina, una vez más, permitió a
la guerrilla colocar el explosivo por donde siempre pasaba el ómnibus.
311
Ramón Genaro Díaz Bessone
8 Ver Armando Alonso Piñeiro, Op. Cit., puede verse un listado diario para
los años 1969 a 1979.
312
Guerra Revolucionaria en la Argentina
313
Ramón Genaro Díaz Bessone
314
Guerra Revolucionaria en la Argentina
315
Ramón Genaro Díaz Bessone
316
Guerra Revolucionaria en la Argentina
317
Ramón Genaro Díaz Bessone
318
Guerra Revolucionaria en la Argentina
319
Ramón Genaro Díaz Bessone
320
Guerra Revolucionaria en la Argentina
321
Ramón Genaro Díaz Bessone
322
Guerra Revolucionaria en la Argentina
323
Ramón Genaro Díaz Bessone
Los diarios del mes de septiembre de 1983, dos meses antes de que
asumiera un gobierno elegido por medio del sufragio, publicaron una
solicitada bajo aquel título. Apareció en Convicción el 21 de septiem-
bre y decía:
g «Los argentinos estuvimos en guerra. Todos la vivimos y la sufri-
mos. Queremos que el mundo sepa que la decisión de entrar en la lu-
cha la provocó e impuso la subversión, no fue privativa de las Fuer-
324
Guerra Revolucionaria en la Argentina
325
Ramón Genaro Díaz Bessone
326
Guerra Revolucionaria en la Argentina
EPILOGO
DE LA PRIMERA EDICIÓN
327
Ramón Genaro Díaz Bessone
Sería una arrogancia tan macabra cuanto vana la de que un país pre-
tendiera enseñar algo sobre los horrores de la guerra a un estado que
se ha desangrado día a día en el choque de hombres contra hombres, de
hermanos contra hermanos, a lo largo de esta centuria. No podemos
decir, entonces, sino que sentimos la misma dolorosa angustiante
impresión que otros pueblos padecieron antes que el nuestro.
Y como todos los pueblos que han sufrido en su carne el flagelo de la gue-
rra, el nuestro ansía vivamente alejarse de manera definitiva de la eta-
pa que, después de todo, está dejando atrás.
328
Guerra Revolucionaria en la Argentina
329
Ramón Genaro Díaz Bessone
Si este último señalamiento algo dice sobre los términos en los cua-
les se desenvuelve la libertad de prensa en el país, más lo dirá to-
davía, con carácter general, la siguiente observación: la libertad de
prensa se ha venido ejerciendo desde marzo de 1976 con las limitacio-
nes propias de un país cuya existencia ha debido desenvolverse en cir-
cunstancias de excepción; pero esas mismas limitaciones se han ali-
viado gradualmente a medida que la tendencia del estado de
cosas ha marchado con nitidez en dirección de un mejoramien-
lo general de condiciones para el ejercicio de las libertades pú-
blicas. Subsisten, desde luego, dificultades aisladas, entre otras, las
330
Guerra Revolucionaria en la Argentina
que son consecuencia directa de una legislación que aún rige a pesar de
haber sido dictada para tiempos superados. Además, no deben olvidar-
se los efectos psicológicos que en todos los órdenes ocasiona un contex-
to en el cual habiéndose avanzado considerablemente, no se ha conse-
guido aún restablecer la seguridad individual en plenitud. Pero na-
die dispuesto a juzgar la situación argentina puede llegar a una
verdadera conclusión ponderada si omite registrar, como pun-
to de partida, un verdadero estado próximo a la disolución y al
caos, esto es, un ámbito en el cual hubiera sido ilusorio hablar
de derechos humanos, según puntualizó editorialmente el 6 del
actual nuestro diario.»
331
Ramón Genaro Díaz Bessone
332
Guerra Revolucionaria en la Argentina
333
Guerra Revolucionaria en la Argentina
EPÍLOGO
DE LA SEGUNDA EDICIÓN
335
Ramón Genaro Díaz Bessone
336
Guerra Revolucionaria en la Argentina
337
Ramón Genaro Díaz Bessone
338
Guerra Revolucionaria en la Argentina
Cada uno de los tres Jefes de Estado Mayor General (Ejército, Ar-
mada y Fuerza Aérea), elaboraron por separado un informe, y los tres
contestaron afirmativamente a ambas preguntas.
339
Ramón Genaro Díaz Bessone
340
Guerra Revolucionaria en la Argentina
341
Ramón Genaro Díaz Bessone
342
Guerra Revolucionaria en la Argentina
g
no de que un olvido y una conciliación son necesarias…»
«La ley significa también, quiérase o no confesarlo, por los
partidos políticos y las confesiones religiosas, la aceptación de
que el país libró durante la subversión una verdadera gue-
rra civil revolucionaria que puso en peligro la suerte de las
actuales y futuras generaciones.»
343
Ramón Genaro Díaz Bessone
344
Guerra Revolucionaria en la Argentina
345
Ramón Genaro Díaz Bessone
346
Guerra Revolucionaria en la Argentina
347
Ramón Genaro Díaz Bessone
Ese mismo día, La Prensa publicó un artículo del Sr. Schönfeld, ba-
jo el título: Última defensa. Resistencia pasiva. Por qué NO iré hoy a de-
clarar a Tribunales, cuyos párrafos dicen, entre otros conceptos:
g «El doble patrón de medidas de acuerdo con el cual se maneja el así
llamado Poder Judicial del así llamado gobierno constitucional ar-
gentino, ha quedado una vez más puesto claramente en evidencia a
través del bochornoso contraste entre sendas actitudes adoptadas por
la Cámara Federal de Apelaciones, en lo referente a dos causas es-
trechamente vinculadas la una con la otra.»
g «Por un lado, dicha Cámara ordenó al juez Federal Biondi… citar-
me, para que el día de hoy me indague por presunto desacato en
que había incurrido en perjuicio del Juez lrurzún…»
g «Por otro lado, y ante la misma Cámara Federal, el diario La Pren-
sa viene solicitando, en vano, desde hace más de tres meses, el
pronto despacho de su apelación interpuesta frente a una medi-
da tomada por dicho juez Irurzún, calificada por el director de es-
te diario, en su más reciente y hasta ahora infructuosa presenta-
ción, como el mayor ataque a la libertad de prensa que un miem-
bro del Poder Judicial consumara en los anales republicanos del
país.»
g «Que fue exactamente lo que hizo el juez Irurzún cuando, por medio
de una resolución … valiéndose de material ilícitamente obtenido de
348
Guerra Revolucionaria en la Argentina
349
Ramón Genaro Díaz Bessone
350
Guerra Revolucionaria en la Argentina
351
Guerra Revolucionaria en la Argentina
INDICE
Capítulo I
El telón de fondo
1 El Partido Revolucionario de los Trabajadores y
el Ejército Revolucionario del Pueblo..................................19
2 Montoneros ...........................................................................28
3 Visión de la guerra por un marxista ...................................38
4 La proclama de la Organización Latinoamericana
de Solidaridad (OLAS) .........................................................42
Capítulo II
La revolución mundial y la guerra revolucionaria
1 La guerra revolucionaria .....................................................45
2 La revolución comunista ......................................................46
3 La política internacional soviética, sus instrumentos
y la revolución comunista ....................................................55
4 La revolución y los países “No Alineados”...........................59
5 La revolución y el “Tercer Mundo” ......................................62
6 La revolución y América Latina ..........................................67
7 Conclusiones .........................................................................70
Capítulo III
La guerra revolucionaria en la Argentina: la gestación
1 Los primeros pasos...............................................................72
2 Relato de los guerrilleros de Salta (1964) ...........................76
3 Interpelación en la Cámara de Diputados a
los Ministros Palmero, Zavala Ortiz y
Leopoldo Suárez ...................................................................79
353
Ramón Genaro Díaz Bessone
Capítulo IV
La guerra revolucionaria en la Argentina:
el apresto final (1965-1970)
1 Creación y desarrollo de las organizaciones
subversivas armadas............................................................91
2 El papel de los ideólogos y los intelectuales........................93
3 Cristianismo y revolución ....................................................96
4 Los resultados de la prédica subversiva
(“concientizadora”) .............................................................108
5 Algunos hechos importantes del período...........................110
Capítulo V
Primer período de la
guerra revolucionaria en la Argentina (1970-1973)
1 El punto de partida: secuestro y asesinato del
Teniente General Pedro Eugenio Aramburu;
29 de mayo de 1970 ............................................................115
2 Otros hechos importantes ocu rridos en 1970...................119
3 El año 1971 .........................................................................122
4 El año que asesinaron al Teniente General Sánchez y
al Dr. Oberdan Sallustro....................................................128
5 Los cinco primeros meses de 1973.....................................141
Capítulo VI
La libertad de los guerrilleros y la ley de amnistía
(mayo de 1973)
1 La libertad de los guerrilleros ...........................................147
2 El 25 de Mayo y los días posteriores .................................150
3 La ley de Amnistía ............................................................153
Capítulo VII
Segundo período de la guerra revolucionaria
en la Argentina (1973-1975)
1 Respuesta inmediata a la ley de Amnistía........................169
2 La matanza de Ezeiza (20 de junio de 1973) ....................172
354
Guerra Revolucionaria en la Argentina
TERCERA PARTE
LA DEFENSA NACIONAL DE LA SOCIEDAD
Capítulo VIII
La respuesta a la guerra revolucionaria
1 Las medidas adoptadas por el Gobierno de la Nación .....217
2 El empleo de las Fuerzas Armadas ...................................227
3 El contexto en el que sucedieron los hechos .....................230
4 La violencia y el Estado .....................................................232
5 Principios legales y éticos relacionados
con la guerra revolucionaria ..............................................235
Capítulo IX
El Congreso de la Nación y la guerra revolucionaria
1 Expresiones ante los hechos de violencia..........................249
2 Debate en el Congreso de la Nación sobre el proyecto
de investigación de los actos de violencia .........................258
355
Ramón Genaro Díaz Bessone
Capítulo X
Tercer período de la guerra revolucionaria
en la Argentina (1975-1978)
1 Comienzo de la “Operación Independencia” .....................269
2 La Guerra Revolucionaria fuera de Tucumán
Primer trimestre de 1975...................................................273
3 Ataque al Batallón de Arsenales 121 ................................277
4 El Combate de Manchalá...................................................280
5 El asesinato del Coronel Larrabure ..................................284
6 Los atentados contra el Hércules C 130 y
contra la Fragata “Santísima Trinidad”............................289
7 La guerra en agosto y septiembre de 1975.
Muerte del Teniente Berdina y del soldado Maldonado...293
8 El ataque al Regimiento 29 de Infantería en Formosa ....295
9 El último trimestre de 1975 en Tucumán.
Muerte del Subteniente Barceló y del Soldado Moya.......298
10 El asesinato del General Cáceres Monié y
el ataque al Batallón de Monte Chingolo..........................300
11 El primer trimestre de 1976 ..............................................303
12 El secuestro del Coronel Pita y
el asesinato del General Cardozo ......................................305
13 El segundo semestre de 1976.............................................307
14 El año 1977 .........................................................................313
15 El año 1978 .........................................................................316
16 La victoria militar sobre la Guerra Revolucionaria ........319
17 Los argentinos queremos decirle al mundo ......................322
356
Guerra Revolucionaria en la Argentina
ÍNDICE ALFABÉTICO
357
Ramón Genaro Díaz Bessone
358
Guerra Revolucionaria en la Argentina
359
Ramón Genaro Díaz Bessone
360
Guerra Revolucionaria en la Argentina
361
Ramón Genaro Díaz Bessone
362
Guerra Revolucionaria en la Argentina
363
Ramón Genaro Díaz Bessone
Muñiz Barreto Diego; 149. Paz (senador); 251, 254, 256, 261.
Muñoz Ricardo; 269. Pedreira Manuel; 316.
Musacchio (Diputado); 163, 192. Pedrini (Diputado); 161, 165.
Mutto Eduardo; 310. Pellegrini Carlos; 159.
Pemes Enrique; 310.
Peña Alcira de la; 67.
N Perdía Roberto; 93.
Nasif Jacobo; 144. Peredo Guido; 92, 283.
Negrín Manuel; 298. Perette Carlos H.; 158, 175, 256,
Neto Agostinho; 65 257, 261.
Nosiglia Magdalena; 144 Pérez Juan Carlos; 207, 208.
Nougués (Diputado); 88. Perlinger César L.; 344.
Novak (Obispo); 31. Perón Juan Domingo; 8, 10, 14, 24,
25, 28, 73, 74, 100, 105, 115, 117,
118, 119, 120, 135, 136, 137, 138,
O 140, 160, 172, 174, 175, 176, 181,
Obregón Cano Ricardo; 75, 152, 186, 182, 186, 190, 194, 195, 196, 197,
207, 316, 321. 198, 199, 226, 227, 228, 232, 241,
O’ Farrell Justino; 176. 256, 257, 333, 351.
Ojeda Telémaco; 277. Perriaux Jaime; 90, 107, 123, 129.
Olmedo Carlos E.; 121. Petiggiani Mario E.; 205.
Oneto Julio; 310. Pierini Carlos; 186.
Onganía Juan Carlos (Gral.); 5, 115. Pino (Comisario); 309.
Ongaro Raimundo; 95, 102. Pita Juan Alberto (Gral.); 305, 352.
Ortega Peña Rodolfo; 186, 201. 249. Piucil Hugo; 344.
Orwell George; 37. Pizarro (Diputado); 79.
Osatinsky Marcos; 92, 121, 138, 139. Podestá Jerónimo; 149.
Osinde Jorge Manuel; 174. Poggi Oscar A.; 310.
Otero Ricardo;181, 218. Ponce de León Manuel; 149.
Poutet Jean; 322.
Primatesta (Cardenal); 106.
P Provenzano Julio César; 143.
Pablo VI; 131. Pugliese Osvaldo; 344.
Pacheco; 170. Puiggrós Adriana; 197
Pagano María de los Á.; 345. Puiggrós Rodolfo; 171, 172, 176, 316,
Paiva Miguel A. 209. 321.
Palacios de Medina Delia C.; 254. Puigjané Antonio; 344.
Palmero Juan; 79, 80, 349. Pujadas José M.; 293.
Pardales José; 310. Pujals Luis; 125, 127.
Parenti Francisco R.; 102. Pulenta Carlos A.; 175.
364
Guerra Revolucionaria en la Argentina
Q Roldán; 211.
Queyo Jorge Rubén; 68. Romano Benito; 102.
Quieto Roberto Jorge; 68, 92, 121, Romero Miguel; 304.
138, 139, 303. Romero Rolando; 202
Quijada Hermes; 144, 155, 196. Romero Victorica; 32.
Quinteros Alicia; 33. Roqué Julio; 149.
Rosales Estanislao;133.
Rosas Carlos Jorge (Gral.); 227.
R Rosas (Comandante Principal): 316.
Rabanaque Caballero Raúl; 344. Rospide (Coronel); 309.
Ragone; 264. Rota Pedro; 310.
Ramondetti Miguel; 105. Rougier Luis; 242.
Ramus Carlos; 110, 116, 310. Rubin Mirta; 170.
Reagan Ronald; 15. Rubinich Miguel A.; 67.
Rébora Mario; 170, 278. Ruckauf Carlos F.; 219, 221.
Reston James; 57. Ruiz Arsenio; 82.
Rey Carlos Alberto; 152, 338. Ruiz Miguel Ángel; 68.
Reyes Rafael H. 304. Ruiz Moreno Isidoro; 241.
Richter (Tte.); 272. Russell Bertrand; 67, 196.
Righi Esteban; 148, 153, 172, 176. Rucci José; 133, 144, 175, 180, 181,
Río Manuel; 235, 238, 239, 240, 242, 182, 184, 254, 351.
246, 247. Rutch Eduardo; 177, 178, 179.
Ríos Anselmo; 254.
Rivas; 148.
Rivera Fermín; 288. S
Riveros Juan; 291. Saadi Vicente Leonides; 160.
Rivière Rolando; 131. Sadilestsky Miguel; 310.
Roa Raúl; 67. Sáenz (Sargento 1º); 277.
Robledo Ángel Federico; 118, 119, Salamanca René; 151.
219, 221. Salem Juan Enrique; 80.
Roca Gustavo A.; 320. Salgado Enrique E. (Gral.); 269.
Rocamora Alberto; 218. Sallustro Oberdan; 23, 128, 129,
Rocatagliata Anselmo; 280. 130, 131, 132, 145, 149, 154, 155,
Rockefeller Nelson; 112. 229, 330, 350.
Rodrigo Celestino; 283. Samaniego Ramón; 213.
Rodríguez Anido; 316. Samuelson Víctor E.; 187, 188.
Rogers William; 150. San Mateo; 17.
Roggio Aldo Benito; 139. San Martín José de: 343.
Rojas Joaquín; 153. Sanabria (Sargento); 298.
Rojo Ricardo; 92. Sánchez Juan Carlos (Gral.); 128,
365
Ramón Genaro Díaz Bessone
129, 130, 132, 141, 149, 154, 155, Stenfer Gustavo N.; 274, 275.
350. Suárez Leopoldo; 79, 81, 83, 84, 85,
Sánchez Toranzo; 265. 87, 89, 90, 349.
Sánchez Waldemar; 92. Sueldo Horacio; 165, 166, 182, 193,
Sandes Juan Antonio; 68. 249.
Sandler Héctor; 86, 149, 150, 166, Suenens (Cardenal); 97, 104.
315, 321. Sureda Antonio (Coronel); 316.
Sanmartino Julio R.; 107. Suslov M. A.; 54.
Santucho Ana María; 138. Sylvester Stanley Ferrer; 123.
Santucho Asdrúbal; 280, 298.
Santucho Mario Roberto ; 19, 74,
111, 138, 139, 191, 195, 203, 270, T
299, 301, 306, 308. Tabares Osvaldo; 310.
Savino Adolfo; 185, 186, 218. Taiana Jorge; 171.
Saxena M.N.; 59. Tamagnini Hugo; 177.
Schönfeld Manfred; 14, 345, 346. Taparelli Juan Carlos; 295.
Schwer Francisco; 316. Telerín (Comisario); 293.
Serra José María; 102. Tempone (soldado); 304.
Serragán Horacio; 310. Thompson John A.; 170.
Serrano Oscar A.; 128. Timmerman Jacobo; 247.
Sigüenza José; 170. Tisserant (Cardenal); 97.
Silenzi de Stagni Adolfo; 344. Tito Josip; 58.
Sileoni Rolando S.; 254. Toranzo Rodolfo Claudio; 288.
Silva Luis; 274. Torres Agustín Rubén; 310.
Silva Ricardo; 187. Torres Camilo; 97, 101, 110.
Simona Horacio; 176. Torres Fernando; 110.
Sofinsky Bsevolod; 59. Triay Diana; 33.
Solá Hidalgo; 246. Tróccoli Antonio; 162, 257.
Solari Yrigoyen Hipólito; 156, 157, Trofimenko G. A.; 62, 65.
159, 186, 315. Trotski León; 58, 111.
Soldati Francisco; 319. Trotz Ernesto G. (Coronel); 309.
Sorati Martínez Juan C.; 120. Troxler Julio; 174, 186.
Sosa Juan Carlos; 288.
Sorel; 157.
Souto Carlos; 310. U
Stalin José; 10, 48, 55, 56, 58. Unamuno Pablo; 344.
Stamponi Atilio; 80. Urdapilleta Silvia; 33.
Stanley Horacio; 277, 278. Urreta (Capitán de Navío); 35.
Starita Carlos; 200. Urteaga Benito; 195, 308.
Stecco (Diputado); 184, 264. Uzal Roberto Mario; 129.
366
Guerra Revolucionaria en la Argentina
367
Ramón Genaro Díaz Bessone
368