Efecto Coriolis
Mayté Esparza Díaz
Pensar que la locura en los argumentos psicológicos es la única
explicación de la personalidad artística, resulta peyorativo. Pensar
que la creatividad deviene en algunos rasgos patológicos, resulta
estigmatizante. Pensar que en el diagnóstico “locura” por más que se
haya matizado el término, existe una curiosidad morbosa por
comprender los ánimos libres, resulta castrante para el determinado.
Los polos de la ciclotimia1 han descrito la oscilación entre los
momentos convulsos, apasionados, iracundos del hombre en un
punto; en el otro, los momentos creativos. La asociación entre el
poder creativo y la locura ha tenido raíz, en que ambas se
desenvuelven en momentos en que la lógica y las convenciones se
presumen ausentes.
Es revelador el intento de “desambiguación”2, en dónde la escena
muestra que la locura es algo localizable y extirpable del cuerpo del
hombre, la creencia que el espíritu del hombre está poseído por el
demonio de la necedad en dónde, el extractor presenta también
síntomas de estupidez, plasma la tentativa de encontrar los límites
determinados de las pulsiones, uno de tantos esfuerzos del hombre
por garantizar las certezas.
1
Conocido como bipolaridad.
2
Creación pictórica de Jeronimmo Bosch. Extracción de la Piedra de la Locura (1475-1480).
La historia de las sentencias hacia la locura y su asociación con la
genialidad, data en todas las concepciones del mundo: las
espiritualistas; donde el prejuicio religioso y las concepciones
mágicas como explicación causal de las conductas habían influido en
la observación del fenómeno como metafísico. Foucault propone que
la locura como objeto de estudio, es una construcción histórico-
social discursiva y devela los mecanismos de invisibilización de
estos grupos, podría leerse incluso que tanto la locura como lo
verdadero, la razón y la convención son producto de estas
construcciones. En teorías modernas como la Gestalt proponen que
sea cual sea el grado de abstracción, toda imagen responde al intento
de organizar la percepción de acuerdo con los principios generales
de la forma, la psique es un marco interpretativo del mundo que es
acorde a las formas de percepción individuales. Las láminas de
Rorscharch, por ejemplo, fueron utilizadas para el diagnóstico
mental en base a la asociación libre de las figuras con el nivel
intelectual y la estructura de la personalidad creativa.
Los estudios fisiológicos, biológicos y genéticos para identificar los
rasgos comunes de artistas, criminales, locos y genios, han
fundamentado teorías eugenésicas y deterministas en donde no cabe
posibilidad de desarrollo de capacidades. Si consideramos que la
constitución orgánica predetermina cierta conducta, la genialidad y
la locura serían antagónicos; la educación, la prevención en salud, la
rehabilitación o el aprendizaje de habilidades serían esfuerzo vacuo,
bastaría una prueba de tamiz para decidir si es humano conservable.
La neurología no ha aportado importantes teorías sobre el
funcionamiento químico y las pulsiones creadoras.
Sea cual sea la postura, “la locura” ha estado presente como un mal
que aqueja y la genialidad en el arte o en la ciencia no se comprende
sino en su relación con los límites traspasados de la razón, de la
convención, de la percepción, de la sensibilidad; de allí surgen las
preguntas: ¿qué nos dice la locura del “ser humano”?, ¿por qué se
asocia la pérdida de razón a las personalidades geniales?, ¿qué hace
que se califique como un “loco” a las espíritus críticos y libres?¿es la
locura, la encarnación de la desviación a la convención o sólo son
rasgos individuales biológicos y psíquicos que no dicen nada de lo
que aqueja al hombre como humanidad?. La locura se desarrollará
en este ensayo, cómo fenómeno capaz de cuestionarnos los límites
impuestos de la razón3 y como la condición biológica humana
perpetuada por medio de la creación. De esta manera, la asociación
de la locura con la creación artística, se establece en estas relaciones:
cuando se entiende que el arte es fundamentalmente
expresión del mundo emocional del artista; o cuando se
3
La conciencia crítica era una forma de subjetividad que experimentaba a la locura como
aquello que denunciaba las insensateces de las costumbres que la gente consideraba
racionales y correctas. Foucault citado por Jorquera: La Psicologización de la locura a la
objetivación del individuo.
http://www.sindominio.net/versus/paginas/textos/textos_00/hist_locura_1
.htm
considera que en el arte se trasciende la razón y la lógica, se
superan las leyes del lenguaje, y se pone en marcha incluso
un modo de percepción diferente al habitual; o cuando se ve
el arte como manifestación del inconsciente, sin mediación
alguna por el consciente o la cultura; o cuando se entiende
que es pura espontaneidad, sin modulación ninguna por el
aprendizaje, la razón o las reglas; o cuando se considera que
implica la producción de algo que sobrepasa las capacidades
humanas normales o que impacta de manera igualmente
desmedida al espectador (Romero,2000:136) son elementos
que caracterizan los conceptos del arte y que se superponen
y traslapan con las descripciones de los síntomas de locura 4.
Ya que la exaltación de lo emocional en diversas ocasiones implica
el exceso, la ausencia de control por la razón y la voluntad, el
sometimiento a los impulsos instintivos, el poder de la naturaleza
sobre la cultura es como se han descrito a algunos artistas; no es raro
que se haya encontrado entonces cierta relación con la locura, puesto
que aspectos próximos o pertenecientes a ésta encajan bien dentro de
ese marco. Sin embargo, “la locura y la genialidad son polos de un
continuo donde la locura en un sentido amplio, el individuo se ve
mermado en sus capacidades, pierde el control de sí mismo y de su
4
Las cursivas son mías.
actividad, no parece que pueda hallarse la base ni la fuente de la
capacidad y logro creadores”(Romero,2000:139). En este tenor,
podemos circunscribir a los procesos creativos en estos momentos de
exaltación, exacerbación de los sentidos que en algunos casos nos
lleva a entender como patológicas, anormales o excéntricas5
actitudes que no son más que resultado lógico y coherente de una
forma concreta de entender el arte6.
Si bien, el loco tiene destellos de genialidad; es la genialidad, la que
situada en el punto cero de la locura, puede desarrollar en ella, el
agudo sentido de la sinrazón. Crear a través de deambular en ambos
territorios; y como péndulo, en su ir y venir, ampliar los horizontes
pensables. Paul Klee dice al respecto: “el artista tiene la facultad de
estar en contacto con el entremundo como los niños, los locos, los
primitivos en ciertos momentos privilegiados un contacto
permanente con este pensamiento, llevaría rápidamente a la
5
No es cuestión aquí, de quien se vale de la excentricidad para avalarse como genial.
6
Esto vale especialmente para algunos momentos como la crisis del Renacimiento, como
el periodo romántico o como las manifestaciones de vanguardia del siglo XX, en que la
intrusión de la individualidad, de la subjetividad, la exploración de nuevos territorios
para el arte o más allá de la razón ha sido una señal distintiva. (Romero,
2000:138)
enfermedad mental o física7” idea generadora de su Teoría Gris
(equilibrio entre polos opuestos); en palabras de Jean Dubuffet
“aspiro a reintegrar el corazón de las cosas, a alcanzar el
pensamiento indiferenciado, manteniéndome al borde de perder toda
la conciencia de ser8”
Hacia el año 1800, en la literatura psiquiátrica se puede rastrear el
interés por las expresiones creativas de los pacientes; sin embargo,
hacia finales del siglo XIX, pasaron de ser meras colecciones a
generar interés como mecanismos de diagnóstico requisitos de la
perspectiva positivista, Prinzhorn coleccionista y psiquiatra,
precursor del uso de las obras producidas por los “alienados” para
uso clínico9, es ejemplo. El reconocimiento estético de estas obras
comenzó con Marcel Rejá en 1907. M. Thévoz (1990,87) extiende
que el interés por estas expresiones creativas fueron derivadas por la
7
Klee, Paul citado por Graboleda, Fina (2007) Cuerpo simbólico en Paul Klee, Tesis
Doctoral. Universidad Carlos III, Madrid, pp. 248-253.
8
Dubuffet Jean citado por Everaert-Desmedt en La comunicación artística: una
interpretación peirceana, Signos en Rotación, Año III, no. 181.
9
La utilización de las obras que hacían espontáneamente los locos en los
hospitales se centró en la búsqueda de signos objetivos que pudieran ayudar en
el diagnóstico de las enfermedades mentales enfocada hacia la medicina legal.
Hernández Merino, Ana (2000) Pinacoteca Psiquiátrica en España 1917-1990,
Universidad de Valencia, p.10.
cultura artística excesivamente académica y conservadora del siglo
XX10. Las correlaciones entre ciertas características de estilo y las
diferentes formas de demencia, fueron estudiadas por Ambroise-
Auguste Tardieu (1818-1879); pero fue Lombroso en su libro Genio
y Follia (1864) quien asoció la genialidad con enfermedades
ocasionadas por los abusos de los regalos venéreos, y generó una
clasificación fisiológica de genios, locos y mattoides; en este entorno
ideológico, las vanguardias europeas comparten el interés por estas
expresiones outsiders como el artbrut11 término acuñado por
Dubuffet junto con Joan Miró, Antonin Artaud, Michel Leiris y
Georges Limbou, con el que se pretendía desarrollar formulaciones
que se enfrentaran a la cultura oficial y que el arte volviera a sus
orígenes; el surrealismo retoma este tipo de arte y lo revalora–como
automatismo psíquico puro en virtud del cual, se puede expresar el
funcionamiento real del pensamiento, la apología de la imaginación
10
Idem, p.10.
11
Michel Trevoz manifiesta que el Artbrut consiste en trabajos producidos por
gente que no han sido culturalmente adoctrinados ni socialmente condicionados,
trabajando fuera del circuito de las “bellas artes” desde lo profundo de sus
personalidades, obras de extrema originalidad, tanto técnica como
conceptualmente. Citado por Muglia en Outsider Art….
como la más alta libertad: la locura12-, el dadaísmo-con su estética
del juego-; expresionismo –que enfatiza la expresión interna de la
subjetividad del artista; el futurismo –basado en los juegos infantiles
y los escenarios ficticios-; se gestan como contenidos y formas en
contra de las convenciones socio-históricas y artísticas a favor de la
expresión artística fuera de las ataduras académicas e ideológicas13.
Las vanguardias de este siglo, en un ambiente reaccionario producto
del ascenso del régimen nacional socialista, fueron consideradas
como un reflejo de la perversión y del descontrol; llamando al
expresionismo como “arte degenerado” con la intención de difamar
el arte de pintores como Kandisky, Chagal, Kokoschka, Klee,
Kirchner sosteniendo como principio que, el arte moderno era tan
parecido a la pintura de enfermos mentales -según las teorías
eugenésicas nazis- que son producto de un nivel de raza inferior
portadores de una mente depravada14 y habría que censurar la
espontaneidad, subjetividad y confinarlos al encierro.
12
Breton, A., (1925) Primer Manifiesto Superrealista.
13
El culto vanguardista a la locura, como el culto al arte infantil o el de los
“pueblos primitivos proviene de la identificación entre irracionalidad y libertad,
retórica romántica a modo de liberación de la tiranía de la razón.
14
Idem p.16.
Llama la atención pensar que locos y geniales, han sido fuente de
admiración; sucede una especie de identificación por parte de quién
los lee, los conoce, como cuando leemos de ciertas patologías
encontramos en nosotros, (de las que nos parecen más interesantes)
indicios en nuestra conducta. Parece un cierto antojo mental que
seamos proclives a reconocer y que se nos reconozca en parte locos,
en parte especiales, únicos. Considero que allí radica la admiración a
las personas no convencionales, ofrecen para los demás humanos, la
posibilidad de dispersión.
De este modo y a pesar de él, la locura en términos de este ensayo,
no se pretende como un listado de sucesos que la han enmarcado
como valor en relación con la genialidad sino en el sentido
hiperbólico de esta relación para la experiencia de infinitud del
pensamiento humano. Acorde a la posición de Derrida, la locura en
las concepciones antes mencionadas, es una alternativa a la razón; la
locura no puede ser hablada sino por medio de ella, negándola o
elogiándola, aún así se le escapa; para Derrida la locura es
pensamiento infinito, antes del cogito ordenado, abducido15 de la
razón, por lo que la locura es entonces exceso de totalidad finita, es
hipérbole, no puede encerrarse en una estructura histórica; la
negociación entre finitud de la razón y la infinitud ya no es
oscilación sino que inscribe el exterior en el interior sin poderlo éste
contener16, de manera similar, la creación artística extrae de la
infinitud su posibilidad, la imagen de oscilación pendular se torna
efecto atemporal.
Asimismo, la genialidad podrá considerarse como la concreción
máxima del pensamiento creativo sea o no artístico, alimentada por
dosis de locura. No hay contradicción sino efecto de observación.
De esta manera, la imagen pendular que dio inicio a este ensayo, se
tornó efecto de neutralización de polos opuestos para convertirse en
una imagen dinámica, donde la genialidad es una resistencia que por
el movimiento general parece desviarse de todo camino recto. Si la
tierra gira mucho más lentamente que un tiovivo; una persona puede
15
El Cogito es obra desde el momento en que se afirma en su decir. Pero es
locura antes de obra. Derrida, J.; Cogito e historia de la locura en La escritura y la
diferencia, ed. cit. p. 78.
16
Op. cit.,p. 88.
sentir la fuerza de Coriolis cuando trata de caminar siguiendo una  Jorquera, Víctor (2010) “De la psicologización de la
locura a la objetivación del individuo” en
trayectoria radial en un carrusel. Cuando se aleja del eje de rotación,
http://www.sindominio.net/versus/paginas/textos/textos_0
sentirá una fuerza que la empuja en el sentido contrario de la 0/hist_locura_1.htm.Consultado el 19 de octubre de 2010
rotación; se trata de una fuerza inercial o ficticia que se introduce  Hernández Merino, Ana. Comp. (2010) “Pinacoteca
Psiquiátrica en España 1917-1990”, Universidad de
para explicar, desde el punto de vista en rotación, la aceleración de Valencia.
un cuerpo, cuyo origen está en realidad, en el hecho de que el  Romero, Julio (2000) “Creatividad, arte, artista, locura:
una red de conceptos limítrofes” en Arte, Individuo y
sistema de observación está rotando. sociedad vol. 12: 131-141. Universidad complutense de
Madrid.
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número 005. Instituto Nacional de Psiquiatría Ramón de
la Fuente. México D.F. pp. 1-9. Red de Revistas
Científicas de América Latina y el Caribe, España y
Portugal. http://redalyc.uaemex.mx/pdf/582/58252301.pdf
consultado el 18 de octubre de 2010. 16:23 hrs.
 Derrida Jacques (1989) “La escritura y la diferencia”
traducción de P. Peñalver, Barcelona, editorial Anthropos.
http://digitum.um.es/xmlui/bitstream/10201/9160/1/Jacque
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 Everaert-Desmedt, Nicole, (2006), "La comunicación
artística: una interpretación peirceana", en Signos en
Rotación, Año III, n° 181.