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PUCE

Escuela de Sociología y Ciencias Políticas


Ensayo final.
Filosofía de las ciencias sociales.
Nombres: Luis Albuja, Nicolás Machado, David Hidalgo, Camila Torres
Fecha: 15 de jun. de 21

La educación intercultural: una respuesta a la hegemonía cultural actual desde la


Educación

Uno de los problemas a los que se enfrenta la educación es la hegemonía cultural debido a que

genera déficits en las estructuras educativas de ciertos países. Una de las causas de este fenómeno

son los modelos educativos hegemónicos que en su aplicación en diferentes contextos no generan

un desarrollo paulatino de la estructura educativa, sino que la desgasta como en el caso de nuestro

país (UNESCO, 2017). Un modelo de educación pluricultural es una posible solución al problema,

puesto que dicho modelo se ajusta más a contextos latinoamericanos en los cuales intervienen

distintas variantes que condicionan a la educación. Para sustentar este ensayo nos basaremos en la

tesis de la pedagogía del oprimido de Freire (2005), para determinar el fenómeno de la hegemonía

cultural en la educación; por otro lado, con Sedano (2000), abordaremos la necesidad de la

constante creación de óptimos modelos que se ajusten a cada país en particular y, finalmente,

tomaremos postulados de la pedagoga Puiggrós (1983), en función de comprender nuevos modelos

educativos (educación popular y comunitaria) como respuestas contrahegemónicas en relación a

la educación pluricultural.

Si bien tenemos como principio etimológico del concepto “educación” que viene del latín

‘ēducātiō’ ("crianza"), tenemos también claro que dicha palabra se usa como homónimo de

liberación, pues ‘ēdūcō’ viene a constituirse como “educo, entreno”, por ende, libero. La

educación se constituye como liberación en su acción de concientización del sujeto en base al


conocimiento. Pero, dentro de esta utilidad del concepto en la realidad, hallamos diferencias: la

educación en muchas partes no libera, sino que oprime. Los modelos interculturales de educación

impulsan una respuesta estructural en el campo de la educación a eso que Freire (2005) planteó

como educación de la dominación1, pues se entiende en una nueva relación entre el educador

(colonizador) y el educando (colonizado).

Dichas nuevas relaciones pedagógicas que se desarrollarían dentro de las aulas de clase

atienden a nuevas formas de comprensión de las interacciones entre agentes sociales que, desde

otro tipo de conocimiento (pedagógico), generarían nuevos efectos en la realidad. La educación

intercultural vendría a ser dicha conexión en la nueva relación entre agentes, generando ya cambios

estructurales significativos en favor de un desarrollo del modelo educativo actual y su

recomposición. La nueva educación constituiría esta liberación que se tiene en tanto modelos

contra hegemónicos como respuesta a la hegemonía cultural global. De esta manera, se generaría

una estructura adecuada que responda a las necesidades educativas reales frente a las imposiciones

hegemónicas.

Y es que dicha nueva forma de concebir la relación pedagógica entre alumnos y maestros

generaría nuevas interacciones que constituirían, desde las interacciones micro hasta las macro, un

cambio en la realidad educativa. Los conocimientos y formas de conocimiento determinan los

comportamientos de los sujetos en la realidad; las nuevas pedagogías que se insertan en un modelo,

el cual representa un “constructo hipotético que genera efectos en la realidad” (Sedano, 2000, pág.

82), formarían nuevas formas de conocimiento entre los educadores y los educando. La educación

en contextos pluriculturales tiene como una respuesta clave, a través de una educación

1
Freire la propuso, textualmente, como “teoría de acción dialógica” (Pedagogía del oprimido, 2005, pág. 78).
intercultural, un desarrollo integral de modelos que determinan la estructura educativa de un país,

generando un cambio significativo en su aplicación; en el ámbito del bilingüismo, por ejemplo,

denota cambios en los syllabus y planificación sobre un segundo y tercer idioma (puesto que, dicho

modelo de educación intercultural se piensa en contexto de poblaciones con gran índice

demográfico indígena).

Por otro lado, la mala forma de aplicación de modelos en contextos que distan en sus

variantes los unos con los otros (por ejemplo, la variante socioeconómica que presenta un país y

su incidencia en el nivel de educación) dentro de la educación pública, ha sido –desde la

colonialidad hasta épocas contemporáneas- “el elemento de reproducción social de una realidad

legítima” (Puiggrós, 1983, pág. 16). La educación pública, popular, ha quedado en el rezago de la

planificación nacional dentro del ámbito en “desarrollo humano”. Por ende, el cambio del modelo

educativo (hegemónico), por uno alternativo, tiene que ser desarrollado de manera paralela con la

estructura educativa pública. Esta nueva forma de desarrollo del modelo permitiría que haya

cambios dentro del ámbito público en temas de syllabus, planificación y reformas.

Dichos modelos anteriores a la propuesta tienen la lógica capitalista, globalizadora, que en

sí misma viene a ser pieza dentro de la reproducción hegemónica cultural a nivel mundial. Muchos

países utilizan dichos modelos como formas de dominación geopolítica, pues sólo en la educación

se puede hallar nuevas formas de desarrollo integral en un país. Las relaciones internacionales

están mediadas, en gran medida, por la hegemonía del conocimiento entre países, y es allí donde

se deben pensar nuevas formas a este fenómeno global como se halla en las propuestas de una

educación intercultural (Escámez, 2009) (Aparicio, 2011). Por ende, las posturas críticas frente a

los modelos educativos, inclusive nos permitirían llegar a nuevas epistemologías creadas desde el

Sur.
La dominación cultural a través de una “hegemonía educativa”, es una realidad que

padecen varios países en relaciones asimétricas con otros. La hegemonía cultural se ha anclado a

la forma del desarrollo educativo, determinando una relación de poder que se reproduce de forma

legítima. Los modelos educativos actuales demandan nuevas formas de pensar a la educación y su

mejoramiento paulatino. La educación intercultural atiende a dicha demanda en tanto mejora las

falencias estructurales que no permiten un desarrollo integral de la educación. Pero, también en

tanto crea nuevas condiciones en el cambio de la estructura de la educación. Nuevas reformas

educativas atenderían desde lo macro (modelos educativos) hasta lo micro (nuevas pedagogías)

reforzando la idea del desarrollo paulatino de la educación intercultural, con nuevos programas y

lógicas educativas. Es así, como podemos concluir argumentando a favor del desarrollo de los

modelos educativos en diferentes contextos pluriculturales en respuesta a las falencias del sistema

educativo actual, así como, su aplicación en las próximas planificaciones educativas, pero de forma

más asertiva, atendiendo a las fallas anteriores.

Bibliografía
Aparicio, J. (2011). Interculturalidad, educación y plurilingüismo en América Latina . Madrid:
Grupo Anaya.
Escámez, J. (2009). Una educación intercultural. En EDUCACIÓN INTERCULTURAL (págs.
132-140). Valencia: Universitat de Valencia.
Freire, P. (2005). Pedagogía del oprimido. México D.F.: siglo xxi editores.
Gramsci, A. (1948). Cuadernos de la cárcel. México D.F: Instituto Gramsci.
Puiggrós, A. (1983). Discusiones y tendencias en la educación popular latinoamericana. Nueva
Antropología 21, 15-39.
Sedano, A. M. (2000). Hacia una Educación Intercultural: Enfoques y Modelos. Encuentros
sobre Educación, 81-106.
UNESCO. (12 de Septiembre de 2017). Organización de las Naciones Unidas para la
Educación, la Ciencia y la Cultura. Obtenido de http://www.unesco.org/new/es/natural-
sciences/priority-areas/links/related-information/what-is-local-and-indigenous-
knowledge/

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