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316-Text de L'article-791-1-10-20140717
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rencias. De entrada, llama la atención su nestar» o las así llamadas «terceras vías») y
extremada productividad (ha publicado la reivindicación de una política radical,
más de cincuenta libros), pero también capaz de cumplir con el sentido inicial del
su débil eco en España, a pesar de que en pensamiento socialista, dado que, según
algunos países, especialmente en Argen- Marx, no hay cambio social sin revolu-
tina, parece producir un gran impacto ción. El libro parece prometer desde el
(véase International Journal of Zizek Stu- título, con la idea del retorno a la subje-
dies: <www.zizekstudies.org>) ¿En qué tividad, una solución al tema. Según
consiste entonces el carácter «seductor» Zizek, no se trata del sujeto cartesiano,
de Zizek? Digamos que en debatir temas sino de un sujeto inherentemente políti-
filosóficos desde el terreno de las inquie- co, i. e. regulado por situaciones abiertas
tudes ético-políticas más actuales. Al y contingentes, cuya identidad reside en
mismo tiempo, esto nos recuerda que nos «un acto auténtico», i. e. un acto capaz
encontramos, en la actualidad, en una de producir un verdadero cambio social.
situación en la que lo que antes eran Hay que ver si, a lo largo del libro, Zizek
meros problemas filosóficos, es ahora indicará qué sujeto social y político, que
motivo de debate en cualquier tertulia. no sea la clase trabajadora, será capaz de
Zizek nació en Eslovenia en 1949 y «perturbar las tranquilas aguas del océa-
se doctoró en Filosofía y Psicoanálisis en no capitalista» y en qué consiste el asi lla-
Liubliana y en la Universidad París VIII, mado «acto auténtico».
respectivamente. Actualmente, colabora Al nivel de escritura, la táctica prefe-
en The New York Times, es profesor invi- rida de Zizek es forzar con genialidad los
tado en las universidades de París, Colum- conceptos, manipular palabras fetiche,
bia, Princeton y Georgetown y preside la como «tolerancia», «violencia», «multi-
Sociedad para el Psicoanálisis Teórico de culturalismo» o «ideología», hacia cam-
Eslovenia. Se define a sí mismo, sin pie- bios de contexto radicales. Su discurso
dad, como «un estalinista ortodoxo laca- tiene una alta carga filosófica, pero al
niano, dogmático y nada dialogante» y su mismo tiempo, en la medida en que inci-
objetivo es hacer una crítica de la demo- ta a un proyecto izquierdista, implica una
cracia a partir de Karl Marx y de Jacques intervención política comprometida. La
Lacan y, con esto, reivindicar la re-poli- necesidad de un cambio radical en la
tización de la economía global actual. Lo experiencia política se aplica en el libro a
que sorprende aquí no es tanto el repen- tres dimensiones centrales: la ideología,
sar Marx (ya lo había hecho Derrida), el multiculturalismo y el capitalismo.
como el repensar Lenin (entre 2000-2001, Veamos, en líneas generales, cuál es el
Zizek coordinó un grupo de trabajo en el planteamiento de Zizek.
Instituto de Estudios Culturales de Essen, La democracia, reducida por Zizek a
Alemania, sobre la vida y la obra de su variante capitalista-liberal, se nos pre-
Lenin). Tendríamos que ver cómo se sos- senta hoy (dado el fracaso del marxismo)
tiene la articulación de estas fuentes hete- como la solución para superar la ideología
rogéneas y cuál sería la dirección concre- y vivir realmente en un mundo liberado
ta en que se podría producir una auténtica de antagonismos. El argumento fuerte del
política anti-globalización. orden actual es el funcionalismo, según
Con su último libro, En defensa de la el cual las buenas ideas son las que fun-
intolerancia, Zizek conforma las dos ideas cionan. Para decir, como Deng Xiaoping:
generales de su pensamiento: el rechazo «poco importa si el gato es blanco o
de la efectividad de la era «postideológica» pardo, con tal de que cace ratones». Esto
(y, por lo tanto, la supremacía de sus valo- es lo que Zizek llama «el activismo de la
res como «tolerancia», «Estado de bie- interpasividad», que induce simulaciones
Ressenyes Enrahonar 40/41, 2008 203
seja a un país que siga determinada política académico se queda con Zizek en simple
económica, no le está dando simplemen- travesura intelectual: durante una confe-
te un consejo, sino que implementa una rencia en el Institute for the Humanities
cierta ideología. La cuestión decisiva aquí of the University of Illinois, a la pregun-
es entender que siempre hay ideología de ta sobre qué considera una buena socie-
por medio y que los cambios son siempre dad, Zizek respondió: «Communism! I’m
dolorosos, idea marxista par excellence. Para absolutely in favor of egalitarianism with
Marx, el paso a la sociedad comunista no a taste of terror» (v. Rebecca Mead, «The
puede ser concebido sin «un periodo de Marx brother: how a philosopher from
transición politica» y el estado de esta tran- Slovenia became an international star»,
sicion no es otro que la dictadura revolu- The New Yorker, 3 de mayo de 2005).
cionaria del proletariado. En el Manifies- Tales declaraciones polémicas no
to comunista, Marx asocia dos ideas: el logran, sin embargo, responder a la cues-
proletariado elevado al estatus de clase tión crucial: si hay o no universalidad
dominante y la conquista de la libertad, posible al margen de las distintas parti-
de la democracia. En palabras de Lenin, cularidades. Tampoco queda claro de qué
en El Estado y la revolución: «Simultánea- forma se podría producir hoy una subje-
mente con una inmensa expansión de la tividad revolucionaria, i. e. a qué se refie-
democracia, la cual por primera vez se re de hecho el «acto ético irreductible»,
torna democracia para los pobres […] la porque el ejemplo de acto auténtico que
dictadura del proletariado impone una propone el autor esloveno no hace más
serie de restricciones en la libertad de los que desconcertar: se trata del caso de
opresores, los explotadores, los capitalis- Mary Kay le Torneau, profesora de Seat-
tas. Debemos suprimirlos para liberar a la tle encarcelada por haber mantenido una
humanidad de la esclavitud asalariada; su apasionada relación íntima con su alum-
resistencia debe ser aplastada por la fuer- no de catorce años y que, sin embargo,
za». En esta perspectiva, aunque «es claro no cede frente al juicio de la sociedad
que no hay libertad ni democracia allí (según Zizek, «una gran historia de amor
donde hay supresión y donde hay violen- en la que el sexo aún tiene esa dimensión
cia», un verdadero cambio social no es de transgresión social»). Lo único que
posible sin violencia y tampoco es posible demuestra este ejemplo es que la bús-
más alla de la ideología. queda de una subjetividad emancipado-
Hemos expuesto algunas ideas lanza- ra no se agota en las posibilidades de un
das con fuerza por Zizek. ¿Pero son estas «acto ético» de un sujeto, ya sea en su sin-
ideas capaces de sostener la construcción gularidad o como parte de la comunidad.
de una teoría revolucionaria? Si un cam- Sin duda, nos hallamos ante un pen-
bio verdadero de la sociedad no se puede samiento ambicioso en cuanto se propo-
producir en términos de tolerancia libe- ne desenmascarar la trivialidad de nues-
ral, entonces ¿cuál sería la solución? ¿En tros conceptos dominantes y reivindicar
qué consistiría ese «ensuciarse las manos» una renovada experiencia política. Lo bási-
al estilo de Lenin, que tanto fascina a co que señala el libro de Zizek es que,
Zizek? Las contradicciones internas de la aunque todo el mundo esté a favor del
democracia actual quizás constituyen un pluralismo, a éste le falta un verdadero
punto de partida para una verdadera polí- programa político. Pero lo cierto es, para
tica antiglobalización, pero, a pesar de decirlo en palabras de Fr. Jameson, que
todo, tal y como señalaba Fr. Jameson en tampoco hemos logrado saber cuál sería
una entrevista de 2004, es improbable el programa político adecuado.
que alguien tenga de verdad la solución.
Sería el motivo por el cual, a veces, el rigor Loredana Niculet