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El profeta Jeremías, que vivió en los últimos días del Jeremías 1 - Dios habla hoy

reino de Judá (fines del siglo VII y principios del VI, a.C), no
cesó de advertir al pueblo sobre la catástrofe que se veía 11. El Señor se dirigió a mí, y me dijo:
Llamamiento y misión de Jeremías
"Jeremías, ¿qué es lo que ves?" "Veo una rama
venir sobre la nación por causa de su pecado e idolatría. Le de almendro" –contesté.
tocó presenciar los sitios y capturas de Jerusalén, y en la 1. Dichos y hechos de Jeremías, hijo de
Hilcías. Jeremías pertenecía a una familia de
segunda ocasión fue testigo de la destrucción de la ciudad y el sacerdotes que vivían en el pueblo de Anatot,
12. "Tienes razón –me dijo el Señor–. En
templo, con la consiguiente deportación del rey y una gran efecto, voy a estar atento a que mis palabras se
en la región de la tribu de Benjamín.
cumplan."
parte de la población. Pero también predijo el regreso de la
cautividad y la restauración de la nación. 2. El Señor le habló a Jeremías cuando Josías,
13. El Señor se dirigió a mí por segunda vez:
[1] hijo de Amón, estaba en el año trece de su
"¿Qué es lo que ves?" –me preguntó. "Veo una
El libro puede considerarse dividido en cuatro secciones. reinado en Judá.
olla hirviendo, a punto de derramarse desde el
La primera (caps. 1 al 25) contiene el llamamiento del profeta norte"[4] r*–contesté.
3. También le habló durante el tiempo en que
y sus mensajes bajos los últimos reyes de Judá. La segunda
Joacim, hijo de Josías, era rey de Judá, y
es lo que podría llamarse material biográfico del profeta, 14. Entonces el Señor me dijo: "Desde el norte
hasta que Sedequías, también hijo de Josías,
va a derramarse la calamidad sobre todos los
registrado por su secretario Baruc, e incluye varias profecías cumplió once años como rey de Judá; es decir,
habitantes de este país.
(caps. 26 al 45). La tercera se compone de profecías contra hasta el quinto mes de aquel año, cuando los
habitantes de Jerusalén fueron llevados al
las naciones (caps. 46 al 51). Y la cuarta (cap. 52) es un destierro. [2] 15. yo, el Señor, les aseguro que voy a llamar a
apéndice histórico en que se reseña la caída de Jerusalén y el todos los reinos del norte. Vendrán sus reyes y
destierro a Babilonia. pondrán sus tronos a la entrada misma de
4. El Señor se dirigió a mí, y me dijo:
Jerusalén, frente a todas las murallas que la
Jeremías fue todo menos un profeta popular. Al rodean y frente a todas las ciudades de Judá.
contrario, padeció una oposición que llegó hasta la violencia, 5. "Antes de darte la vida, ya te había yo [5]
escogido; antes de que nacieras, ya te había
pues su misión de reconvenir al pueblo y anunciarle el
yo apartado; te había destinado a ser profeta
desastre que su desobediencia le acarrearía, no era bien 16. Este es el castigo que voy a decretar contra
de las naciones."
esos pecadores que me abandonaron, que
recibida por la gente. Para él mismo, hombre sensible que quemaron incienso y adoraron a dioses
amaba ardientemente a su pueblo, tampoco era esto cosa 6. yo contesté: "¡Ay, Señor! ¡Yo soy muy joven extranjeros que ellos mismos hicieron.
agradable, lo cual ocasionó una lucha interior de la cual habla y no sé hablar!"
conmovedoramente en varios pasajes. Pero la palabra de 17. y tú, ármate de valor; ve y diles todo lo que
7. Pero el Señor me dijo: "No digas que eres yo te mande. No les tengas miedo, porque de
Dios era como un fuego ardiente en su corazón, y de ningún muy joven. Tú irás a donde yo te mande, y otra manera yo te haré temblar delante de ellos.
modo podía callarla: "Si digo: No pensaré más en el Señor, no dirás lo que yo te ordene.
volveré a hablar en su nombre, entonces su palabra en mi 18. yo te pongo hoy como ciudad fortificada,
interior se convierte en un fuego que devora, que me cala 8. No tengas miedo de nadie, pues yo estaré como columna de hierro, como muralla de
contigo para protegerte. yo, el Señor, doy mi bronce, para que te enfrentes a todo el país de
hasta los huesos" (20:9). palabra." Judá: a sus reyes, jefes y sacerdotes, y al
En uno de los pasajes del libro el profeta reprende pueblo en general.
duramente al pueblo su apostasía e infidelidad bajo la figura 9. Entonces el Señor extendió la mano, me
de un adulterio: (cap. 3), pero le anuncia el nuevo pacto que tocó los labios y me dijo: 19. Ellos te harán la guerra, pero no te
Dios establecerá con él. Entonces ya no será necesario que vencerán porque yo estaré contigo para
10. "Yo pongo mis palabras en tus labios. Hoy protegerte. yo, el Señor, doy mi palabra."
un maestro los instruya o que se instruyan unos a otros sobre te doy plena autoridad sobre reinos y
el conocimiento de Dios, porque la ley divina estará grabada naciones, para arrancar y derribar, para
en su mente y su corazón (31:31-34). destruir y demoler, y también para construir y

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