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Hay mucha confusión de qué es la iglesia y por tanto la confusión se acentúa cuando la

Biblia o el Espíritu de Profecía hablan de la victoria de la iglesia. Así como Guillermo Miller
malinterpretó la aplicación de los 2300 días para la purificación del santuario aplicándola a la
segunda venida de Cristo dado que él asumía que la palabra santuario se refería a la tierra, así pasa
con la palabra iglesia. Cuando la inspiración habla de que “la iglesia no caerá”, o que “las puertas
del infierno no prevalecerán contra ella [la iglesia]”, muchos asumen sin estudiar el contexto, que
esto se aplica a la organización/denominación adventista del séptimo día que está bajo la
Asociación General y con sede en Estados Unidos. Pero allí estamos cometiendo el mismo error
de Miller: no estamos corroborando que es la iglesia según la inspiración y según el contexto.
Vamos a ver qué es la iglesia según lo dice la Biblia y el Espíritu de Profecía y en su real contexto.
Veamos primero como debe leerse y aceptarse y entenderse la Biblia y el Espíritu de Profecía.

Cómo leer y entender la Biblia y el Espíritu de Profecía.

Solo aceptamos lo que está categórica y explícitamente escrito en la inspiración: Pero Dios tendrá
en la tierra un pueblo que sostendrá la Biblia y la Biblia sola, como piedra de toque de todas las
doctrinas y base de todas las reformas. Ni las opiniones de los sabios, ni las deducciones de la
ciencia, ni los credos o decisiones de concilios tan numerosos y discordantes como lo son las
iglesias que representan, ni la voz de las mayorías, nada de esto, ni en conjunto ni en parte, debe
ser considerado como evidencia en favor o en contra de cualquier punto de fe religiosa. Antes de
aceptar cualquier doctrina o precepto debemos cerciorarnos de si los autoriza un categórico “Así
dice Jehová”. {CS 581.1; GC.595.1}
Nosotros debemos seguir el método de Miller (la Biblia se explica a sí misma): Con profundo
interés estudió los libros de Daniel y el Apocalipsis, siguiendo los mismos principios de
interpretación que en los demás libros de la Biblia, y con gran gozo comprobó que los símbolos
proféticos podían ser comprendidos. Vio que, en la medida en que se habían cumplido, las
profecías lo habían hecho literalmente; que todas las diferentes figuras, metáforas, parábolas,
similitudes, etc., o estaban explicadas en su contexto inmediato, o los términos en que estaban
expresadas eran definidos en otros pasajes; y que cuando eran así explicados debían ser entendidos
literalmente. “Así me convencí—dice—de que la Biblia es un sistema de verdades reveladas dadas
con tanta claridad y sencillez, que el que anduviere en el camino trazado por ellas, por insensato
que fuere, no tiene por qué extraviarse”. Bliss, 70. Eslabón tras eslabón de la cadena de la verdad
descubierta vino a recompensar sus esfuerzos, a medida que paso a paso seguía las grandes líneas
de la profecía. {CS 320.2; GC.320.2}
Hay que tener cuidado de citas sin contexto: Con el fin de sostener doctrinas erróneas o prácticas
anticristianas, hay quienes toman, pasajes de la Sagrada Escritura aislados del contexto, no citan
tal vez más que la mitad de un versículo para probar su idea, y dejan la segunda mitad que quizá
hubiese probado todo lo contrario. Con la astucia de la serpiente se encastillan tras declaraciones
sin ilación, entretejidas de manera que favorezcan sus deseos carnales. Es así como gran número
de personas pervierten con propósito deliberado la Palabra de Dios. Otros, dotados de viva
imaginación, toman figuras y símbolos de las Sagradas Escrituras y los interpretan según su
capricho, sin parar mientes en que la Escritura declara ser su propio intérprete; y luego presentan
sus extravagancias como enseñanzas de la Biblia. {CS 512.1; GC.521.1}

Se manipula los escritos del espíritu de profecía al estudiarlos sin contexto: Si el hombre con el
cual se comunica no es sincero y no desea ver y comprender la verdad, dará vuelta sus palabras y
lenguaje en todo respecto para que se adapte a sus propios propósitos. Viciará el sentido de sus
palabras, dará alas a su imaginación, las torcerá de su verdadero significado, y luego se atrincherará
en la incredulidad pretendiendo que los conceptos son todos erróneos. Esta es la forma en que son
tratados mis escritos por los que desean entenderlos mal y pervertirlos. Convierten la verdad de
Dios en mentira. En la misma forma en que tratan lo escrito en mis artículos publicados y en mis
libros, así tratan la Biblia los escépticos e incrédulos. La leen de acuerdo con su deseo de pervertir,
aplicar mal o voluntariamente distorsionar las declaraciones de su verdadero significado. Afirman
que la Biblia puede probar cualquier cosa y todas las cosas, que cada secta demuestra que su
doctrina es correcta y que las más diversas doctrinas se prueban mediante la Biblia. {1MS 22.1;
1SM.19.2}

Me siento impulsada a hablar negando la pretensión de que las enseñanzas de Living Temple
pueden ser apoyadas por declaraciones de mis escritos. Quizá haya en ese libro expresiones y
opiniones que están en armonía con mis escritos. Y quizá haya en mis escritos muchas
declaraciones que, tomadas aisladamente e interpretadas de acuerdo con el modo de pensar
del autor de Living Temple, parecerían estar en armonía con las enseñanzas de ese libro.
Esto puede dar un apoyo aparente al aserto de que las opiniones que hay en Living Temple están
en armonía con mis escritos. Pero no permita Dios que prevalezca esa opinión. {1MS 237.3;
1SM.203.3}

Hay algunos que, al aceptar teorías erróneas, tratan de fundamentarlas entresacando de mis
escritos declaraciones verdaderas que usan separadas de su contexto, y que han sido
pervertidas al mezclarlas con el error. De ese modo las semillas de la herejía, que brotan y
crecen rápidamente convirtiéndose en plantas fuertes, quedan rodeadas por muchas preciosas
plantas de verdad, y así se hace un poderoso esfuerzo para defender la pureza de las plantas falsas.
Así ocurrió con las herejías presentadas en el libro Living Temple*. Los sutiles errores de ese libro
fueron envueltos en muchas verdades hermosas... {CDCD 124.4; TDG.126.4}
Acerca de los testimonios, nada es ignorado, nada es puesto a un lado. Sin embargo, deben
tomarse en cuenta el tiempo y el lugar. Nada debe hacerse fuera de su tiempo. Algunos asuntos
deben ser retenidos porque algunas personas darían un uso impropio a la luz dada. Son esenciales
cada jota y cada tilde y deben aparecer en un tiempo oportuno. En lo pasado, los testimonios fueron
cuidadosamente preparados antes de que se los enviara para su publicación. Y todavía cada asunto
es cuidadosamente estudiado después de ser escrito por primera vez. {1MS 65.1; 1SM.57.2}

El enemigo aprovechará cuanto pueda emplear para destruir las almas. Han sido dados testimonios
en favor de personas que ocupan puestos importantes. Comienzan bien llevando las cargas y
desempeñando su parte en relación con la obra de Dios. Pero Satanás las persigue con sus
tentaciones, y quedan finalmente vencidas. Cuando otros observan su conducta equivocada,
Satanás les sugiere que debe haber un error en los testimonios dados para estas personas, de lo
contrario estos hombres no se habrían demostrado indignos de desempeñar una parte en la obra de
Dios. Así surgen dudas acerca de la luz que Dios ha dado. Lo que puede decirse de algunos
hombres en ciertas circunstancias, no puede decirse de ellos en otras. Los hombres son
moralmente tan débiles y extremadamente egoístas, tan llenos de suficiencia propia, y se engríen
tan fácilmente, que Dios no puede obrar en relación con ellos; y los deja moverse como a ciegas,
y manifestar tan grande debilidad e insensatez, que muchos se asombran de que tales personas
hayan sido aceptadas una vez y reconocidas como dignas de tener relación con la obra de Dios.
Esto es precisamente lo que Satanás quería. Era su objeto desde el tiempo en que las tentó
especialmente a atraer oprobio a la causa de Dios y arrojar sombra sobre los Testimonios. Si
hubiesen permanecido donde su influencia no se hubiera sentido especialmente sobre la causa de
Dios, Satanás no los habría asediado tan ferozmente, porque no podría haber logrado su propósito
usándolos como instrumentos suyos para hacer una obra especial. {2JT 286.1; 2TT.285.5}

 1Ti_3:15 Y si no fuere tan presto, para que sepas cómo te conviene conversar en la
casa de Dios, que es la iglesia del Dios vivo, columna y apoyo de la verdad.
 Allí vemos que la Iglesia debe ser columna y apoyo de la verdad. Si no hay verdad, entonces
no hay iglesia verdadera.
 Está edificada en el verdadero Cristo:
 Mat 16:16 Y respondiendo Simón Pedro, dijo: Tú eres el Cristo, el Hijo
del Dios viviente.
 Mat 16:17 Entonces, respondiendo Jesús, le dijo: Bienaventurado
eres, Simón, hijo de Jonás; porque no te lo reveló carne ni sangre, más
mi Padre que está en los cielos.
 Mat 16:18 Mas yo también te digo, que tú eres Pedro, y sobre esta
piedra edificaré mi iglesia; y las puertas del infierno no prevalecerán
contra ella.
 La Iglesia es el medio señalado por Dios para la salvación de los hombres. Fué organizada para
servir, y su misión es la de anunciar el Evangelio al mundo. Desde el principio fué el plan de
Dios que su iglesia reflejase al mundo su plenitud y suficiencia. Los miembros de la iglesia,
los que han sido llamados de las tinieblas a su luz admirable, han de revelar su gloria. La iglesia
es la depositaria de las riquezas de la gracia de Cristo; y mediante la iglesia se manifestará
con el tiempo, aun a “los principados y potestades en los cielos” (Efesios 3:10), el despliegue
final y pleno del amor de Dios… La iglesia es la fortaleza de Dios, su ciudad de refugio, que
él sostiene en un mundo en rebelión. Cualquier traición a la iglesia es traición hecha a Aquel
que ha comprado a la humanidad con la sangre de su Hijo unigénito. Desde el principio, las
almas fieles han constituido la iglesia en la tierra. En todo tiempo el Señor ha tenido sus
atalayas, que han dado un testimonio fiel a la generación en la cual vivieron. Estos centinelas
daban el mensaje de amonestación; y cuando eran llamados a deponer su armadura, otros
continuaban la labor. Dios ligó consigo a estos testigos mediante un pacto, uniendo a la iglesia
de la tierra con la iglesia del cielo. Él ha enviado a sus ángeles para ministrar a su iglesia, y las
puertas del infierno no han podido prevalecer contra su pueblo. {HAp 10.3; AA.11.2 }

Dios posee una iglesia. No es una gran catedral, ni la iglesia oficial establecida, ni las diversas
denominaciones; sino el pueblo que ama a Dios y guarda sus mandamientos. “Porque donde
están dos o tres congregados en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos”. Mateo 18:20.
Aunque Cristo esté aún entre unos pocos humildes, ésta es su iglesia, pues sólo la presencia
del Alto y Sublime que habita la eternidad puede constituir una iglesia. Donde dos o tres que
aman y obedecen los mandamientos de Dios están presentes, Jesús los preside, ya sea en un
lugar desolado de la tierra, en el desierto, en la ciudad o encerrados en los muros de una
prisión. La gloria de Dios ha penetrado a estas últimas, colmando de gloriosos rayos de luz
celestial las oscuras mazmorras. Sus santos pueden sufrir, pero sus sufrimientos, como los
apóstoles de antaño, esparcirán su fe y ganarán almas para Cristo y glorificarán su santo
nombre. La más amarga oposición dirigida por los que odian la gran norma moral de justicia
de Dios no debería sacudir, ni lo harán, al alma firme que confía plenamente en Dios... Los que
sean hacedores de la palabra estarán edificando sólidamente. Ni la tempestad ni la tormenta de
la persecución conmoverán sus cimientos porque sus almas están arraigadas a la Roca eterna.
—Carta 108, del 28 de octubre de 1886, a su hermana mayor y a su esposo quienes no habían
aceptado la verdad del sábado. {Alza Tus Ojos 313.7}

“A los que remitiereis los pecados—dijo Cristo, —les son remitidos: a quienes los retuviereis,
serán retenidos.” Cristo no da aquí a nadie libertad para juzgar a los demás. En el sermón del
monte, lo prohibió. Es prerrogativa de Dios. Pero coloca sobre la iglesia organizada una
responsabilidad por sus miembros individuales. La iglesia tiene el deber de amonestar,
instruir y si es posible restaurar a aquellos que caigan en el pecado. “Redarguye, reprende,
exhorta—dice el Señor, —con toda paciencia y doctrina.” Obrad fielmente con los que hacen
mal. Amonestad a toda alma que está en peligro. No dejéis que nadie se engañe. Llamad al
pecado por su nombre. Declarad lo que Dios ha dicho respecto de la mentira, la violación del
sábado, el robo, la idolatría y todo otro mal: “Los que hacen tales cosas no heredarán el reino
de Dios.” Si persisten en el pecado, el juicio que habéis declarado por la Palabra de Dios es
pronunciado sobre ellos en el cielo. Al elegir pecar, niegan a Cristo; la iglesia debe mostrar
que no sanciona sus acciones, o ella misma deshonra a su Señor. Debe decir acerca del pecado
lo que Dios dice de él. Debe tratar con él como Dios lo indica, y su acción queda ratificada en
el cielo. El que desprecia la autoridad de la iglesia desprecia la autoridad de Cristo mismo.
{DTG 745.4; DA.805.4}

Siempre ha existido en la iglesia quienes tienden constantemente a actuar de forma individual.


Parecen incapaces de comprender que la independencia de espíritu puede inducir al
instrumento humano a tener demasiada confianza en sí mismo, y a confiar en su propio juicio
en lugar de respetar el consejo de sus hermanos y estimar debidamente su juicio, especialmente
el de los que ocupan los cargos que Dios ha asignado para la dirección de su pueblo. El Señor
ha investido a su iglesia con especial autoridad y poder que nadie tiene derecho de desatender
y despreciar, porque el que lo hace desprecia la voz de Dios. —Los Hechos de los Apóstoles,
135 (1911). {1MCP 57.3; 1MCP.45.1}

“Los principios contenidos en esta célebre protesta [...] constituyen la esencia misma del
protestantismo. Ahora bien, esta protesta se opone a dos abusos del hombre en asuntos de fe:
el primero es la intervención del magistrado civil, y el segundo la autoridad arbitraria de la
iglesia. En lugar de estos dos abusos, el protestantismo sobrepone la autoridad de la
conciencia a la del magistrado, y la de la Palabra de Dios a la de la iglesia visible. En
primer lugar, niega la competencia del poder civil en asuntos de religión y dice con los profetas
y apóstoles: ‘Debemos obedecer a Dios antes que a los hombres’. A la corona de Carlos V
sobrepone la de Jesucristo. Es más: sienta el principio de que toda enseñanza humana debe
subordinarse a los oráculos de Dios” (ibíd.). Los protestantes afirmaron además el derecho que
les asistía para expresar libremente sus convicciones en cuanto a la verdad. Querían no
solamente creer y obedecer, sino también enseñar lo que contienen las Santas Escrituras, y
negaban el derecho del sacerdote o del magistrado para intervenir en asuntos de conciencia. La
protesta de Spira fue un solemne testimonio contra la intolerancia religiosa y una declaración
en favor del derecho que asiste a todos los hombres para adorar a Dios según les dicte la
conciencia. {CS 187.3; GC.203.4}.

La descendencia de Abrahán no se probaba por el nombre y el linaje, sino por la semejanza del
carácter. La sucesión apostólica tampoco descansa en la transmisión de la autoridad
eclesiástica, sino en la relación espiritual. Una vida movida por el espíritu de los apóstoles,
el creer y enseñar las verdades que ellos enseñaron: ésta es la verdadera evidencia de la
sucesión apostólica. Es lo que constituye a los hombres sucesores de los primeros maestros
del Evangelio. {DTG 432.3; DA.467.1}
El Sanatorio de Battle Creek (Battle Creek Sanitarium), la institución adventista más grande y
mejor conocida en el mundo, se quemó hasta los cimientos el 18 de febrero de 1902. Este
desastre fue seguido por la destrucción de la Review and Herald Publishing Association,
también por un incendio, el 30 de diciembre de 1902.

“Las solemnes advertencias que nos han sido dadas por la destrucción de instituciones valiosas
y útiles, nos dicen: “Recuerda por tanto de dónde has caído, y arrepiéntete, y haz las primeras
obras”. Apocalipsis 2:5. [...] A menos que la iglesia contaminada por la apostasía se arrepienta
y se convierta, comerá del fruto de sus propias obras, hasta que se aborrezca a sí misma. Si
resiste el mal y busca el bien; si busca a Dios con toda humildad y responde a su vocación
celestial en Jesucristo; si permanece sobre la plataforma de la verdad eterna, y si por fe realiza
los planes que han sido trazados a su respecto, ella será sanada. Aparecerá en la sencillez y
pureza que provienen de Dios, exenta de todo compromiso terrenal, demostrando que la verdad
la ha hecho realmente libre. Entonces sus miembros serán verdaderamente elegidos de Dios
para ser sus representantes. —Joyas de los Testimonios 3:251-252, 254, 21 de abril 1903.
{EUD 54.3; LDE.60.2}

 La voz de Battle Creek, que ha sido considerada como autoridad para aconsejar cómo debiera
hacerse la obra, ya no es la voz de Dios. —Manuscript Releases 17:185 (1896). { EUD 47.1;
LDE.50.2 }
 Han pasado algunos años desde que he considerado a la Asociación General como la voz de
Dios.—Manuscript Releases 17:216 (1898). { EUD 47.2; LDE.50.3 }
 El hecho de que estos hombres debieran estar en un sitial sagrado, como si fueran la voz de
Dios al pueblo, como creíamos que la Asociación General lo era, es un asunto del pasado.—
The General Conference Bulletin, 3 de abril de 1901, p. 25. { EUD 47.3; LDE.50.4 }

Ahora no podemos alejarnos del fundamento que Dios ha colocado. No podemos entrar en
ninguna nueva organización, porque esto significaría apostatar de la verdad. —Mensajes
Selectos 2:449 (1905). {EUD 50.3; LDE.55.2}

El enemigo de las almas ha procurado introducir la suposición de que había de realizarse una
gran reforma entre los adventistas del séptimo día, y que esa reforma consistiría en renunciar
a las doctrinas que están en pie como las columnas de nuestra fe y que había de comenzar un
proceso de reorganización. Si se efectuara esta reforma, ¿qué resultaría? Los principios de
verdad que Dios en su sabiduría ha dado a la iglesia remanente serían descartados. Sería
cambiada nuestra religión. Los principios fundamentales que han sostenido la obra durante los
últimos cincuenta años serían considerados como error. Se establecería una nueva
organización. Se escribirían libros de una nueva orientación. Se introduciría un sistema de
filosofía intelectual. Los fundadores de ese sistema irían a las ciudades y harían una obra
maravillosa. Por supuesto, se tendría poco en cuenta el sábado y también al Dios que lo creó.
No se permitiría que nada se interpusiera en el camino del nuevo movimiento. Los dirigentes
enseñarían que la virtud es mejor que el vicio, pero habiendo puesto de lado a Dios, resolverían
depender del poder humano, que no tiene valor sin Dios. Su fundamento estaría edificado sobre
la arena, y la tormenta y la tempestad barrerían la estructura. {1MS 238.3; 1SM.204.2}

10. Las Contaminaciones de la Apostasía Omega.


11. 1980 Cuando Roma plantó su abominación en el lugar santo.
12. Las Prevaricaciones y Abominaciones que hay en Jerusalén hoy.
13. 2001-? Comienza el gemir y el clamor contra las abominaciones de Jerusalén.

Así como la luz y la vida de los hombres fué rechazada por las autoridades eclesiásticas en los
días de Cristo, ha sido rechazada en toda generación sucesiva. Vez tras vez, se ha repetido la
historia del retiro de Cristo de Judea. Cuando los reformadores predicaban la palabra de Dios,
no pensaban separarse de la iglesia establecida; pero los dirigentes religiosos no quisieron
tolerar la luz, y los que la llevaban se vieron obligados a buscar otra clase, que anhelaba conocer
la verdad. En nuestros días, pocos de los que profesan seguir a los reformadores están movidos
por su espíritu. Pocos escuchan la voz de Dios y están listos para aceptar la verdad en cualquier
forma que se les presente. Con frecuencia, los que siguen los pasos de los reformadores están
obligados a apartarse de las iglesias que aman, para proclamar la clara enseñanza de la palabra
de Dios. Y muchas veces, los que buscan la luz se ven obligados por la misma enseñanza a
abandonar la iglesia de sus padres para poder obedecer. {DTG 199.1; DA.232.2}

 Hch 1:12 Entonces se volvieron a Jerusalén del monte que se llama del Olivar, el
cual está cerca de Jerusalén camino de un sábado.
 Hch 1:13 Y entrados, subieron al aposento alto, donde moraban Pedro y Jacobo,
y Juan y Andrés, Felipe y Tomás, Bartolomé y Mateo, Jacobo hijo de Alfeo, y
Simón Zelotes, y Judas hermano de Jacobo.
 Hch 1:14 Todos éstos perseveraban unánimes en oración y ruego, con las
mujeres, y con María la madre de Jesús, y con sus hermanos.

 Rom_16:5 Asimismo á la iglesia de su casa. Saludad á Epeneto, amado


mío, que es las primicias de Acaya en Cristo.
 1Co_16:19 Las iglesias de Asia os saludan. Os saludan mucho en el Señor
Aquila y Priscila, con la iglesia que está en su casa.
 Col_4:15 Saludad á los hermanos que están en Laodicea, y á Nimfas, y á la
iglesia que está en su casa.
 Flm_1:2 Y á la amada Apphia, y á Archîpo, compañero de nuestra milicia, y
á la iglesia que está en tu casa:

Poco a poco fuimos aumentando en número. La semilla sembrada fue regada por Dios, y él dio
el crecimiento. Al comienzo nos reuníamos para el culto, y presentábamos la verdad a aquellos
que venían a escuchar en casas privadas, en cocinas grandes, en galpones, en bosques y en
edificios escolares; pero no pasó mucho tiempo antes de que nos fuera posible edificar
humildes casas de culto. {TM 26.1; TM.26.1}

 Focos de Luz como el aposento alto (iglesias en casas): Una escena muy impresionante pasó
ante mí en visiones nocturnas. Vi una inmensa bola de fuego que caía en medio de un grupo
de hermosas casas que fueron destruidas instantáneamente. Oí a alguien decir: “Sabíamos
que los juicios de Dios visitarían la tierra, mas no pensábamos que vendrían tan pronto.”
Otros dijeron en tono de reproche: “Vosotros que sabíais estas cosas, ¿por qué no dijisteis
nada? ¡Nosotros no lo sabíamos!” Y por todas partes oía reproches parecidos. Me desperté
angustiada. Volví a dormirme y me pareció encontrarme en una gran asamblea. Un Ser de
autoridad hablaba al auditorio, señalando un mapamundi. Decía que aquel mapa
representaba la viña de Dios que debemos cultivar. Cuando la luz celestial brillaba sobre
alguno, debía transmitirla. Debían encenderse luces en los diferentes lugares y de estas luces
se encenderían otras aún... Vi focos de luz que brillaban desde las ciudades y los pueblos, en
las montañas y los llanos. La Palabra de Dios era obedecida y como resultado en cada ciudad
y en cada pueblo se levantaban monumentos a su gloria. Su verdad era proclamada en todo
el mundo. Luego el mapa fué quitado y reemplazado por otro en el cual la luz brillaba sólo
en unos pocos lugares. El resto del mundo estaba sumergido en las tinieblas; apenas si se
percibían algunos rayos de luz aquí y allí.
 En el tiempo del Fin los verdaderos Pastores y obreros serán sin profesión teológica: Así
también será proclamado el mensaje del tercer ángel. Cuando llegue el tiempo de hacerlo con
el mayor poder, el Señor obrará por conducto de humildes instrumentos, dirigiendo el espíritu
de los que se consagren a su servicio. Los obreros serán calificados más bien por la unción
de su Espíritu que por la educación en institutos de enseñanza. Habrá hombres de fe y de
oración que se sentirán impelidos a declarar con santo entusiasmo las palabras que Dios les
inspire. Los pecados de Babilonia serán denunciados. Los resultados funestos y espantosos
de la imposición de las observancias de la iglesia por la autoridad civil, las invasiones del
espiritismo, los progresos secretos pero rápidos del poder papal; todo será desenmascarado.
Estas solemnes amonestaciones conmoverán al pueblo. Miles y miles de personas que nunca
habrán oído palabras semejantes, las escucharán. {CS 592.1; GC.606.2 }
Cristo dijo: “Donde están dos o tres congregados en mi nombre, allí estoy yo en medio de
ellos”. Las convocaciones de la iglesia, tales como las asambleas generales, las reuniones de
la iglesia local, y todas las oportunidades en que se trabaja personalmente por las almas, son
las ocasiones señaladas por Dios para dar la lluvia temprana y la tardía. {TM 508.1;
TM.508.1}

El enemigo de las almas ha procurado introducir la suposición de que había de realizarse una
gran reforma entre los adventistas del séptimo día, y que esa reforma consistiría en renunciar
a las doctrinas que están en pie como las columnas de nuestra fe y que había de comenzar un
proceso de reorganización. Si se efectuara esta reforma, ¿qué resultaría? Los principios de
verdad que Dios en su sabiduría ha dado a la iglesia remanente serían descartados. Sería
cambiada nuestra religión. Los principios fundamentales que han sostenido la obra durante los
últimos cincuenta años serían considerados como error. Se establecería una nueva
organización. Se escribirían libros de una nueva orientación. Se introduciría un sistema de
filosofía intelectual. Los fundadores de ese sistema irían a las ciudades y harían una obra
maravillosa. Por supuesto, se tendría poco en cuenta el sábado y también al Dios que lo creó.
No se permitiría que nada se interpusiera en el camino del nuevo movimiento. Los dirigentes
enseñarían que la virtud es mejor que el vicio, pero habiendo puesto de lado a Dios, resolverían
depender del poder humano, que no tiene valor sin Dios. Su fundamento estaría edificado sobre
la arena, y la tormenta y la tempestad barrerían la estructura. {1MS 238.3; 1SM.204.2}

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