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ISBN: 978-958-57886-3-3
La presente publicación ha sido elaborada con la asistencia de la Universidad de San Buenaventura, Bogotá.
El contenido de la misma es responsabilidad exclusiva de la Universidad San Buenaventura, Bogotá y en
ningún caso debe considerarse que refleja los puntos de vista de la Unión Europea y está prohibida su
comercialización.
Indice
Objetivo general.................................................................................11
Objetivos específicos..........................................................................11
Resumen Ejecutivo........................................................................13
UNIDAD TEMÁTICA 1
Afectaciones de las Víctimas del Conflicto
Armado en Colombia y Acciones Psicosociales
1. ASPECTOS MOTIVACIONALES..................................................17
2. ESTRUCTURA CONCEPTUAL.....................................................17
UNIDAD TEMÁTICA 2
Habilidades para la Atención a Víctimas y Pautas
de Autocuidado
1. ASPECTOS MOTIVACIONALES..................................................65
2. ESTRUCTURA CONCEPTUAL....................................................66
5. DESARROLLO DE CONTENIDOS...............................................67
7
Introducción del Módulo
L
a unificación de criterios respecto a las víctimas no es una
realidad, la cantidad de variables que influyen en esa intención,
provienen desde la posición política desde la cual se van
a observar los sujetos afectados en sus derechos. Esta relatividad se
convierte en el primer elemento por analizar, ya que no se mira el qué
sucedió y sus efectos, sino el a quién le sucedió para valorar desde este
elemento si corresponde o no a una víctima.
Por lo anterior, se considera fundamental, ir más allá del campo
normativo y evaluar el impacto de la persona o comunidad afectada
desde múltiples elementos, para así poder ofrecer un acompañamiento
enfocado en las necesidades del caso en particular. La calidad de víctima
es un estado que adquiere una persona a la cual le han vulnerado sus
derechos, y dicha persona a partir del evento traumático, experimenta
cambios biológicos, psicológicos y sociales que requieren ser atendidos
con el fin de permitir un proceso de recuperación para ella misma, su
entorno inmediato y la comunidad en la cual habita; se requiere por
tanto, profesionales que tengan la capacidad de ver más allá del delito y
el victimario, comprendiendo la relación funcional que se entreteje con
estos elementos y así, propender por una sociedad equitativa y con pleno
cumplimiento de sus derechos.
Negar que el delito no conlleva un impacto en la vida de una persona o
una comunidad, sería asimismo negar los cambios que se producen frente
a eventos traumáticos; dichos cambios se manifiestan en las diferentes
áreas de ajuste de los individuos: familiar, laboral, académico y social.
La victimización implica que se altere la percepción de seguridad, ya que
no se dieron respuestas de defensa con los resultados esperados “detener
el delito”, por el contrario hay incapacidad para evitar que el ataque,
genere una experiencia de tipo traumático y por supuesto, consecuencias
individuales y sociales. La situación de las víctimas se agudiza aún más,
cuando carece de atención, información orientación respecto a lo sucedido,
de ahí que sea fundamental reconocerle y realizar una valoración que
permita comprenderla holísticamente.
La presencia de un delito en un individuo o un colectivo, implica unas
respuestas de reacción de alarma respecto a la experiencia traumática 9
vivida; adicionalmente, no es sólo quien enfrenta la situación quien se ve
afectada sino que la estructura familiar y social desencadena respuestas
emocionales que pueden estar presentes durante un periodo de tiempo o
incluso toda la vida. Sin embargo, a pesar de conocerse este aspecto no se
le ha dado la trascendencia que corresponde debido a que el aspecto que
se ha priorizado durante años es el correspondiente al campo jurídico, por
lo cual lo más relevante y que se puede evidenciar de forma práctica es
el daño físico. No obstante, cuando la Organización Mundial de la Salud
(1948) refiere que salud es “un estado de completo bienestar físico, mental
y social, y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades” es claro
en establecer que la mirada debe ir mucho más allá y que efectivamente,
Atención a víctimas del conflicto armado interno - Módulo 3 - Psicología y Acompañamiento a Víctimas
10
Objetivos y Metas del Módulo
11
Resumen Ejecutivo
L
a historia de las víctimas en el proceso penal no ha sido la más
gratificante, no sólo por la experiencia del hecho traumático sino
por todo lo que se deriva de ella, es crucial que se cuente con un
proceso de atención adecuado, desde el cual se humanice la atención del
servicio y asimismo se puedan lograr los objetivos que cada profesional
de apoyo puede tener en relación con el contacto con la víctima. Por esta
razón es de especial importancia que el personal que trabaja con esta
población, conozca de los factores que se encuentran inmersos en los
procesos victimizantes y de las consecuencias de los mismos, que tenga
herramientas para distinguir una reacción habitual de un trastorno mental,
para comprender el fenómeno de duelo, las diferencias que se derivan
dependiendo del suceso victimizante dentro del marco de los diferentes
tipos penales, entre otros aspectos.
13
UNIDAD TEMÁTICA 1
Afectaciones de las Víctimas del Conflicto Armado en Colombia – Adriana Espinosa , Angela Tapias
y su salud, y sobre la sociedad en su conjunto. De un lado, la violencia
deteriora de manera significativa la calidad de vida y las posibilidades
de desarrollo y bienestar individual. Ella produce incertidumbre, miedo,
dolor e inseguridad, alterando por tanto la salud mental y el desarrollo
psicoafectivo de las personas. Pero, altera también los proyectos colectivos,
el funcionamiento social, el desarrollo económico y la legitimidad del
Estado”.
Conocer las diferentes respuestas que se pueden presentar producto
de la exposición a hechos violentos, le permite direccionar al facilitador
sus esfuerzos para ser más efectivo en su actividad. Cuando a una persona
se le han vulnerado sus derechos, experimenta una serie de situaciones
bastante complejas especialmente en el plano psicológico, generando la
mayoría de las veces ansiedad, estrés y depresión. En algunos casos, estas
reacciones son adaptativas y transitorias, pero en otro casos, se convierten
en situaciones que sobrepasan la capacidad y estrategias de afrontamiento
de quien las padece.
Por eso, es tan importante que los encargados de la atención a
víctimas identifiquen las condiciones en las que se están desarrollando
las consecuencias derivadas de una exposición a un hecho violento, las
diferencias implícitas en las variables que caracterizan a la víctima, y los
factores de riesgo y protectores que le acompañan.
2. ESTRUCTURA CONCEPTUAL
17
3. OBJETIVOS Y COMPETENCIAS
Afectaciones de las Víctimas del Conflicto Armado en Colombia – Adriana Espinosa , Angela Tapias
puede interactuar directamente con la víctima, así como las necesidades
que de allí se derivan.
Afectaciones de las Víctimas del Conflicto Armado en Colombia – Adriana Espinosa , Angela Tapias
atraco con arma de fuego en un callejón puede desencadenar fobia a los
espacios similares a callejones.
Las fobias, se caracterizan por la presencia de ansiedad, clínicamente
significativa, como respuesta a la exposición ante situaciones u objetos
específicos temidos por la persona, la mayoría de los casos por exposiciones
traumáticas previas, lo cual suele dar lugar a comportamientos de
evitación. Las crisis de angustia, o también conocidas como ataque de
pánico (panic attack) se caracterizan por la aparición súbita de síntomas
de aprensión, miedo o terror, acompañados habitualmente de sensación de
muerte inminente. Durante estas crisis, hay una alta respuesta fisiológica,
con presencia de palpitaciones, falta de aliento, opresión o malestar
torácico, sensación de atragantamiento o asfixia, miedo a “volverse loco”
o perder el control. El trastorno de ansiedad generalizada se caracteriza por
ansiedad, preocupación excesiva y descontrolada, con síntomas físicos y
malestar significativo: inquietud, fatigabilidad, no concentración, tensión
muscular, alteraciones de sueño, entre otros síntomas.
El estrés postraumático es un trastorno de ansiedad, que puede surgir
con posterioridad, a que una persona haya estado expuesta a un evento
traumático que le generó temor extremo. Este cuadro diagnóstico aparece
sobrestimado, pues se diagnostica con frecuencia, ante situaciones que no
lo ameritan y se confunde con otras reacciones de ansiedad, consecuencia
de actos vulneradores pero nimios. El trastorno de estrés postraumático
puede producirse a raíz de eventos altamente estresores (por ejemplo
violación, guerra, desastres naturales, abuso, muerte, amenazas, accidentes
o cautiverio) o por haber presenciado o saber de un acto violento o trágico.
Este diagnóstico cuenta con tres grupos de síntomas:
a. Re experimentación (recuerdos recurrentes e intrusivos, sueños del
hecho, sensación del hecho: ilusiones, flash-backs, alucinaciones,
malestar psicofisiológico ante estímulos similares).
b. Evitación (Esfuerzos para no pensar o sentir el hecho, evitar
actividades, lugares o personas, incapacidad para recordar algo del
trauma, desinterés, desapego y enajenación, restricción afectiva,
futuro desolador) y. 21
c. Activación fisiológica (alteraciones del sueño, irritabilidad ataques
de ira, dificultad para concentrarse, hipervigilancia y sobresalto).
Estos síntomas duran un mes como mínimo y afectan la capacidad
del paciente para retomar su vida normal.
Para efectos psicológicos y jurídicos, siempre resulta conveniente
evaluar la presencia o ausencia de estos trastornos en el sujeto, ya que
indican el curso de acción del tratamiento y se convierten en la evidencia
del daño psicológico, es decir, son indicadores de afectación que deben
plasmarse en la pericia psicológica, en la prueba judicial y con base en
ellos se plantean las solicitudes de reparación. (Tapias, 2010).
Atención a víctimas del conflicto armado interno - Módulo 3 - Psicología y Acompañamiento a Víctimas
5.2. Duelo
El duelo es otra de las reacciones frecuentes de las víctimas, pues se
presenta como la respuesta psicológica normal ante una pérdida, ya sea
por el deceso violento de un ser querido, por la mutilación de una parte
del cuerpo, en el caso de las víctimas de minas antipersonales, porque
se perdieron bienes materiales e inmateriales como las tierras, el hogar,
la salud o la ilusión de un plan de vida. Incluso situaciones cotidianas
como la pérdida del empleo o el divorcio, generan fuertes duelos y
proporcionalmente, la vulneración de derechos genera duelos mayores.
Molano, et al (2009), definen el duelo como: El proceso consistente en
las tareas de elaboración de las pérdidas experimentadas por un individuo,
familia o colectivo. El duelo permite emplear los recursos psicológicos,
así como del entorno social y cultural, para superar el malestar y dar un
significado a lo ocurrido, para poder seguir viviendo con la memoria de
lo pasado. Para estos mismos autores, y algunas organizaciones, el duelo
consta de tres etapas:
1. Primera etapa. Abarca desde las primeras horas a días; es normal
que se experimente: shock e incredulidad, negación de la pérdida
o muerte, pensamiento confuso, es decir, hay una dificultad para
asimilar el hecho, pues al principio el duelo se manifiesta con
perplejidad y está acompañado por expresiones de sufrimiento y
malestar como llanto y suspiros; debilidad; pérdida del apetito y
por tanto de peso; problemas de sueño, como difícil conciliación;
sueño liviano con fácil despertar; soñar con la persona que ha
perdido; así como dificultad para concentrarse, respirar, hablar y
trabajar (Corporación AVRE, 2002).
2. Segunda etapa. Desde las primeras semanas hasta los seis meses,
el doliente entra en una fase en la cual percibe y vive totalmente
la pérdida. Dentro de esta segunda etapa del duelo, según el
COFAVIC (Comité de Familiares de las Víctimas. Organización no
22 Gubernamental para la Protección y Promoción de los Derechos
Humanos) se observan algunas reacciones emocionales como son:
• Estado de ánimo predominantemente triste.
• Sensación de intranquilidad acompañados de ansiedad.
• Confusión de emociones que pueden ir desde la tristeza, dolor y
llanto hasta experimentar desconfianza e inseguridad.
• Sentimientos de rabia, frustración e impotencia. Dificultad para
conciliar el sueño
• Aumento o disminución del apetito.
Afectaciones de las Víctimas del Conflicto Armado en Colombia – Adriana Espinosa , Angela Tapias
• Dificultades para la concentración, recuerdo de eventos pasados
como recientes, así como enlentecimiento del pensamiento.
• Pensamientos recurrentes y reiterados que a menudo pueden ser
intrusivos sobre el hecho ocurrido y situación de pérdida.
• Reacciones somáticas de malestar como dolores de cabeza,
dolencias musculares y gástricas, sensación de cansancio físico
y agotamiento.
De esta forma, se observa que lo normal en el duelo es pasar por
labilidad emocional y lo más recomendable resulta ser la expresión
verbal, artística, espiritual o simbólica de dichas emociones. Es
también frecuente el autoreproche centrado en actos triviales sobre
lo que se hizo o dejó de hacer con la persona que se ha perdido. Se
puede experimentar la culpa del superviviente, ya que llega a creer
que es quien debía haber muerto, y no el otro; o por sentimientos
de alivio al ver que se produjo la muerte del otro y no la propia.
(Corporación AVRE, 2002)
3. Tercera etapa. Dura entre 6 meses y 1 año. Reorganización en
la cual se restaura el funcionamiento normal de la persona y su
conducta. Se acepta el hecho totalmente y el impacto que ha tenido
en su vida, aunque los síntomas de la segunda etapa del duelo
pueden prolongarse y la aceptación de la pérdida que implica
elaboración.
Las recomendaciones para prestar los primeros auxilios a una persona
en duelo según InterAgency Standing Committee (2007) son:
• La mayoría de las personas pueden superar el proceso de duelo
sin ayuda médica, siempre y cuando cuenten con el apoyo y
comprensión de quienes lo rodean.
• Cuando no hay señales de aflicción ante una pérdida importante,
puede considerarse como un indicio de que la persona está
necesitando ayuda. No debe asumirse que las personas calladas,
que reprimen sus emociones, están manejando apropiadamente el 23
duelo.
• Cuando la persona muestra tanta pena como al principio y ya ha
pasado más o menos un año de la pérdida, es señal de que está
necesitando ayuda para superar el duelo.
• La administración de medicamentos es contraproducente ya que
retarda la vivencia del duelo, que en ningún caso es evitable. Incluso
los medicamentos pueden hacer sentir a la persona culpable por no
estar consciente en las fases del duelo. Si hay medicamentos, éstos
deben ser ordenados por un médico que estudie las condiciones de
la persona y evalúe el alcance de los mismos.
Atención a víctimas del conflicto armado interno - Módulo 3 - Psicología y Acompañamiento a Víctimas
• Los familiares de una persona que se ha suicidado, son los que más
necesitan y pueden beneficiarse de ayuda profesional para superar
sus sentimientos de fracaso, rabia y dolor.
Afectaciones de las Víctimas del Conflicto Armado en Colombia – Adriana Espinosa , Angela Tapias
resulta excesivamente intenso y prolongado, lo cual, con frecuencia, se
asocia a intenciones suicidas o a otras manifestaciones de desorganización
mental. Las pérdidas por procesos de victimización son duelos difíciles
de superar, porque conllevan la destrucción de los supuestos básicos en
la vida del ser humano, de las creencias que orientan y dan seguridad a
las personas, le dan sentido de realidad, significado y propósito a la vida.
La Corporación AVRE (2002) ejemplifica diversas formas de negación
como intentos de perdurar la relación con el ser querido ahora ausente,
como seguir comprando objetos que gustaban al difunto o que lo recuerdan,
la sensación de presencia del fallecido o desaparecido, lo cual puede ser
tan fuerte, que incluso puede alcanzar la experimentación de ilusiones o
alucinaciones (tales como oír la voz del difunto). En un duelo normal la
persona reconoce que esto no es real, mientras en el alterado se presentan
episodios de disociación.
Estas ilustraciones permiten a los profesionales que atienden
víctimas identificar señales de duelo normal y duelo alterado y actuar en
consecuencia haciendo el respectivo acompañamiento, favoreciendo la
expresión emocional o remitiendo a expertos en casos de notar señales de
alarma o alteración del duelo.
Al margen de los duelos alterados, la mayoría de los duelos son
reacciones esperadas y normales, que pueden verse influenciados por el
tipo de delito que hayan padecido. En ese sentido, la Corporación AVRE
(2002) describe manifestaciones particulares de dolor, según la clase
de victimización experimentada y sugiere adecuar la intervención a los
impactos esperados.
Afectaciones de las Víctimas del Conflicto Armado en Colombia – Adriana Espinosa , Angela Tapias
se altera cuando ocurre una desgracia, por lo que las reglas o normas, los
roles y los límites deben ser flexibles, pero se deben mantener para dar a
la familia cohesión y seguridad.
Estas características diferenciales según delito, familias o
características personales, también influyen en las medidas de reparación.
Beristain (2009) refiere que diversas medidas simbólicas como (placas de
conmemoración, nombres de calles, escuelas, monumentos), la búsqueda
de personas desaparecidas y entregar cuerpos a familiares, informar los
resultados de las investigaciones, sancionar a los responsables, entre
otras, contribuyen en los procesos de duelo o las formas de recuerdo
familiar o colectivo, permitiendo así, canalizar las emociones, optimizar
la capacidad de afrontamiento que permita aceptar su realidad y dar un
nuevo paso para continuar viviendo con el recuerdo del hecho doloroso.
Según Hambert (2006), citado por Beristain (2009), otro elemento
esencial del valor de las medidas simbólicas para la reparación de las
víctimas, no ocurre a través del “objeto”, sino del proceso. Es decir, que
además del fin reparatorio son fundamentales los medios, lo cual implica
que las medidas de reparación sean consultadas, concertadas, afables,
respetuosas y no dilatorias. Es decir, que en dicho proceso es vital la
participación de las comunidades, a través de sus opiniones, conocimientos
y esperanzas.
Para autores como Molano, et al (2009), en estos casos es recomendable
profundizar en la exploración del duelo, respecto a los siguientes aspectos,
dependiendo de la comunidad en la que se esté trabajando:
1. Relación previa y actual con aquellos considerados como otros.
2. Relación con el pasado y estructura de la memoria colectiva.
3. Duelos previos individuales y colectivos.
4. Atribución de causalidad sobre los hechos ocurridos.
5. Sentimientos de culpa o vergüenza en relación con el grupo de
pertenencia.
27
6. Formas de comunicación con los ancestros (influencia de éstos en
la situación presente y sentimientos relacionados).
7. Acatamiento de las advertencias y admoniciones realizadas por los
ancestros.
8. Percepción del grado de control o desempoderamiento de los líderes
respecto a las situaciones presentadas.
9. Rituales de memoria y duelo individuales y colectivos.
10. Manifestaciones espirituales, reparadoras y que promuevan la
cohesión social.
Atención a víctimas del conflicto armado interno - Módulo 3 - Psicología y Acompañamiento a Víctimas
Afectaciones de las Víctimas del Conflicto Armado en Colombia – Adriana Espinosa , Angela Tapias
(Tapias, 2010).
El daño psicológico es un constructo psico-jurídico, que implica la
identificación de un perjuicio inmaterial, plasmado en la salud mental y
los vínculos psicosociales de una persona; la demostración probatoria
de este daño implica el reconocimiento de la reparación jurídica, ya sea
patrimonial o extra patrimonial.
Castex (2003), citado por Cañas y Tapias (2012), dice que el daño
psíquico es la consecuencia de “un acaecimiento o un evento, una
agresión que conduce a una perturbación, disturbio, disfunción, trastorno
y/o disminución de tal dimensión vital”, y lo determina “cuando un sujeto
presenta deterioro, disfunción, disturbio o trastorno, o desarrollo psico-
génico o psico-orgánico que, producido por una lesión psíquica ha afectado
sus esferas afectiva y/o intelectiva y/o volitiva, limita su capacidad de
goce intelectual, familiar, laboral, social y/o recreativa”.
Adicionalmente, se explica como daño no patrimonial directo,
que puede ser mediado por preexistencias, concausas simultáneas o
posteriores o complicaciones adyacentes a la victimación (predisponentes
y consecuentes).
El daño psicológico en Colombia se ha subsumido como parte del
daño moral, se le ha denominado como daño a la vida en relación y
se expresa en palabras de Echeburúa, Corral y Amor (2004), como las
secuelas emocionales que tienen como objetivo generar estabilizaciones
del daño psíquico, es decir, obedecen en algunos casos a una discapacidad
permanente que no remite con el paso del tiempo, ni con el tratamiento
adecuado, implica una alteración irreversible en la salud mental; dentro de
las secuelas más frecuentes están alteraciones en el proyecto de vida, daño
intergeneracional, afectación a la vida en relación, restricción de afectos
y cambios en la estructura de personalidad, con la aparición de rasgos
desadaptativos (Ej. Dependencia. Hostilidad, suspicacia).
Tapias (2012), define el daño psicológico como el cambio individual
o relacional que afecta la vida de las personas, surge como consecuencia
de un perjuicio externo (delito, hecho dañoso) y se puede judicializar y
reparar material o simbólicamente. Se manifiesta como una alteración 29
psicosocial que se puede evaluar científicamente y determinar su relación
consecuente y coherente con el hecho. Adicionalmente, se puede expresar
como exacerbación o desencadenamiento de una condición pre existente
y ser de mediano o largo plazo.
El reconocimiento jurídico del daño psicológico tiene una
consecuencia lógica en los procesos judiciales: la reparación. Ésta, es una
herramienta que debe darse a conocer a las víctimas para que ellas inicien
solicitudes en este sentido. Las reparaciones incluyen la indemnización de
carácter pecuniario, pero también alternativas (cuando lo amerita) como
el tratamiento psicológico y otras medidas de satisfacción con carácter
Atención a víctimas del conflicto armado interno - Módulo 3 - Psicología y Acompañamiento a Víctimas
Afectaciones de las Víctimas del Conflicto Armado en Colombia – Adriana Espinosa , Angela Tapias
mayor condición de vulnerabilidad.
Con este preludio, es evidente que la intervención institucional y
profesional no puede ofertar acciones idénticas para todas las personas,
sino que debe ajustarse a las necesidades de ellos según sus características
etarias, étnicas, culturales, de género y condiciones especiales. Esta
diferenciación en la atención, es una de las condiciones esenciales
para generar acción, sin daño adicional a la población. Más adelante se
enfatizará en la ideología que sustenta este enfoque diferencial, mientras
tanto se presentarán los impactos diversos según el tipo de delito padecido.
Los efectos del delito se manifiestan de manera diferencial según el
tipo de delito y según características de la víctima como su género, edad,
etnia, estrato social o discapacidad. En estas situaciones, se encuentran
acciones claves de buenas prácticas en el abordaje a las víctimas.
En lo relativo al tipo de delito, Tapias (2010), ha descrito algunos
elementos comunes y frecuentes que desencadenan o mantienen el proceso
de victimación y que orientan la intervención, sin que esto signifique
que todos los casos de este delito son iguales, ya que obviamente cada
victimización es particular.
Para ilustración se indican algunas de las constantes en las dinámicas
victimológicas y criminológicas: En el abuso sexual infantil es la condición
de vulnerabilidad de las víctimas (Save the Children 1994); en agresión
de pareja la constante es la dependencia emocional; en delitos de Estado
lo común es la estigmatización de las víctimas (Gómez 2009); todo estos
fenómenos pueden representar claves para la atención futura a quienes
padecen estos delitos. Asimismo, se puede mencionar cierta regularidad
en las afectaciones o daño psicológico típico, e incluso en el tiempo de
la problemática y la resolución. Por ejemplo, en víctimas de tortura se da
con frecuencia un cambio de personalidad según el protocolo de Estambul
(Naciones Unidas 2001); en agresión de pareja hay una media de 10 años de
conflicto (Echeburúa y Del Corral, 1998); en alienación parental se conoce
que el fenómeno no se limita en el tiempo ni el espacio (Aguilar, J. 2006).
Estos “ritmos” permiten que el profesional y las víctimas se encaminen en
acciones en las que se puede estimar una forma de abordaje, un tiempo de 31
compromiso y un acompañamiento profesional especializados.
5.6. Incesto
Un abuso crónico infantil intrafamiliar, debe contar con una
intervención psicológica y jurídica muy distinta a la de un asalto sexual
cometido en persona con mayoría de edad, perpetrada por un adulto
desconocido; a su vez, estas dos situaciones son muy diferentes de lo que
implica la violación perpetrada por el cónyuge.
Atención a víctimas del conflicto armado interno - Módulo 3 - Psicología y Acompañamiento a Víctimas
Afectaciones de las Víctimas del Conflicto Armado en Colombia – Adriana Espinosa , Angela Tapias
víctima o testigo que permita movilizar el aparato judicial y la ubicación
de la víctima y del victimario.
Un reciente estudio colombiano realizado por Cuellar, Rueda y Tejedor
(2012) indica cómo las hijas víctimas de incesto, terminan siendo retiradas
del hogar como una medida de protección y restablecimiento de derechos,
situación que en la mayoría de los casos se percibe como un castigo; esta
situación sugiere la toma de medidas frente a la otra parte del conflicto, en
donde lo adecuado sería lograr el desalojo efectivo del agresor. El mismo
estudio reveló que la judicialización es muy lenta pues toma entre 3 y 5
años lograr la condena, tiempo en el cual los ofensores tienen todas las
posibilidades de convertirse en personas en contumacia. La sugerencia
de intervención está en acelerar los mecanismos de judicialización, y
así potenciar la pronta captura, investigación, condena (de ser el caso)
y ejecución de la pena, pues en muchos de estos casos hay evidencias
contundentes como las pruebas de ADN en hijos - nietos que agilizarían
los procesos judiciales.
Afectaciones de las Víctimas del Conflicto Armado en Colombia – Adriana Espinosa , Angela Tapias
1. Debilitamiento de espacios de participación colectiva; lazos de
solidaridad y proceso organizativos; pérdidas de guías sociales y
alteración de hábitos y aspectos de identidad cultural.
2. Miedo y desconfianza generalizada; atribuciones erróneas en torno
a que su activismo social fue la causa de la vulneración de sus
derechos.
3. Ruptura de proyecto de vida individual y de las relaciones familiares
y sociales; cambio de roles dentro del grupo.
4. Duelos alterados a causa de las dificultades para lograr justicia y
reparación por el daño causado.
5. Tendencia a olvidar por miedo a seguir sufriendo, atentando contra
la posibilidad de una memoria crítica de los hechos; negación de lo
que se ha vivido.
6. Sentimientos de impotencia, culpa y vergüenza en las víctimas.
7. Afectación de la creencia positiva del futuro, pues se refuerza la
desesperanza.
8. Afectación de la identidad de la víctima, frustra su necesidad moral
de sanción judicial.
9. Desconfianza y poca credibilidad en las instituciones estatales.
10. Sentimientos de venganza como una forma desadaptativa de
afrontar el daño padecido.
La Corporación AVRE (2002) ilustra, igualmente, la dificultad para
contar con el apoyo social en la realización de los rituales, que como
dinámica y efecto simbólico, se pudieran desarrollar en el manejo de estos
fenómenos, tal y como ocurre con frecuencia en las pérdidas causadas por
la violencia sociopolítica, situación que interfiere y complica el duelo.
Como sugerencias para la intervención en delitos sociopolíticos
Tapias (2010), considera que es fundamental realizar un acompañamiento
comprometido, para garantizar la confianza de las víctimas. Es importante 35
hacerles ver y comprender, que hay vías e instituciones alternativas a
las tradicionales en la búsqueda de justicia, para superar la impunidad,
como los mecanismos de control del Estado, las ONG’s y los organismos
internacionales. En casos colectivos es viable realizar pericias grupales con
muestras de víctimas representativas y significativas, y ser recursivos en
el uso de técnicas; dentro de ellas, recomienda Gómez (2009), usar grupos
focales y aplicar instrumentos válidos. Si el conflicto armado permanece
vigente, se sugiere un tratamiento especializado e independiente del
Estado, pues puede resultar difícil o inadecuado que los servicios de salud
tradicionales proporcionen el tratamiento (Beristain, 2008).
Atención a víctimas del conflicto armado interno - Módulo 3 - Psicología y Acompañamiento a Víctimas
Afectaciones de las Víctimas del Conflicto Armado en Colombia – Adriana Espinosa , Angela Tapias
5.10. Secuestro
Consecuente al plagio, la familia del secuestrado entra en crisis, se
congrega en torno a la victimización y aplaza todas las actividades, cesan
de laborar, estudiar e incluso se alteran sus necesidades fisiológicas como
alimentación y sueño, ya que es elevadísima la ansiedad y depresión.
(Fondelibertad, 2002)
En la etapa inicial la familia se concentra, expresa y recibe solidaridad,
pero con el correr del tiempo, que es característico de esta problemática
al menos en Colombia (18 meses aproximadamente), la familia se va
quedando sola y se ve compelida a retornar a las actividades cotidianas.
Afectaciones de las Víctimas del Conflicto Armado en Colombia – Adriana Espinosa , Angela Tapias
evaluativas, generalmente de carácter forense.
• Conoce y aplica los fundamentos de la medición y evaluación en el
campo jurídico y forense.
• Planifica, selecciona y aplica los procedimientos e instrumentos
evaluativos acordes al fenómeno psico jurídico a intervenir.
• Emite conceptos, sustentado en un procedimiento riguroso y ético,
de acuerdo con las necesidades del sistema social.
• Realiza recomendaciones de acuerdo con las condiciones jurídicas
y sociales del proceso o persona evaluadas.
• Conoce instrumentos y técnicas de evaluación psicológica forense.
• Diferencia instrumentos de evaluación clínica y de evaluación
forense.
• Discrimina procedimientos de evaluación psico - jurídica válidos y
confiables, de los que no lo son.
• En sus actuaciones e investigaciones, aplica rigurosamente la
estadística y la psicometría
• Conoce y explicita la definición de la psicología jurídica y
psicología forense.
• Concibe factores bio - fisiológicos y sociopolíticos como
explicativos de los conflictos judiciales.
• Establece las relaciones entre psicología y derecho.
• Analiza los problemas humanos y judiciales susceptibles de ser
abordados por la psicología jurídica.
• Comprende y explica el comportamiento manifestado en ambientes
jurídicos.
• Identifica las principales teorías y autores de la psicología Jurídica.
• Indaga y comprende comportamientos relacionados con
problemáticas vinculadas al derecho. 39
Como se puede apreciar, son elevadas las exigencias para los peritos,
razón por la cual, no pueden ser reemplazados por un profesional con
formación general, sin embargo por razones presupuestales, a ellos se
está solicitando la mayoría de estas labores. No obstante, se recomienda
elevar los perfiles de aquellos a quienes se encargue la pericia, ya que no
basta darles por ley el estatus de peritos, como lo indica el Art. 408 de la
Ley 906 de 2004, en donde se otorga tal condición a personas con título
legalmente obtenido; o como sucede con la Ley 1098 de 2006, Código de
infancia y adolescencia, que en el artículo 79, otorga carácter pericial a los
informes de los equipos técnicos interdisciplinarios, lo que significa que
invistió de tal carácter a sus profesionales.
Lamentablemente esto ha generado muchas dificultades, porque
estos profesionales son interrogados en juicio, sin haber sido preparados
para el ritual de la oralidad, porque se les inquiere sobre el uso de test
psicológicos y técnicas especializadas que no conocen y se les cuestiona
sobre su imparcialidad, ya que deben desarrollar labores clínicas, que están
protegidas por el secreto profesional y el vínculo terapéutico con fines de
alivio en la salud mental, al tiempo que desarrollan actividades periciales
forenses que no están amparadas bajo el secreto y tienen el fin de orientar
una decisión judicial. Internacionalmente existe literatura científica que
señala que las labores clínicas y las forenses son incompatibles (Ackerman,
1999; Vázquez, 2007; Tapias, 2008) empero, siguen siendo muchos los
profesionales colombianos conminados contractualmente a ejecutarlas, al
margen del daño que esto puede generar al proceso.
Otras instituciones públicas han optado por otorgar cargos con la
denominación de “forense” considerando que es suficiente forma de
acreditación, y aunque es cierto que implica un aval laboral e institucional,
no garantiza la cientificidad de los conceptos y los métodos desarrollados
por un profesional cuyo cargo es perito.
Para remediar lo anterior, asociaciones profesionales como la
Latinoamericana e Iberoamericana de Psicología Jurídica, agremiaciones
profesionales como el Colegio Colombiano de Psicólogos y Universidades
con formación de posgrado, motivan a los profesionales que realizan
40 atención a las víctimas, a promover la construcción de la prueba pericial
psicológica garantizando en lo posible, que quien realice esta evaluación
forense sea un perito debidamente acreditado por su formación y
experiencia, que sea un profesional que no confunda funciones sanitarias
con judiciales, y que utilice el consentimiento informado para no incurrir
en faltas éticas.
5.13. Enfoque de derechos y de salud
Son múltiples las necesidades de las víctimas y, entre ellas, se
encuentra una primaria que es la de atender su salud, incluso antes de
procurarle justicia; esto no significa que los profesionales que las atienden
realicen acciones simultáneas, paralelas, ni que sobre un profesional o una
sola institución, recaiga toda la responsabilidad de la acción sanitaria y la
Afectaciones de las Víctimas del Conflicto Armado en Colombia – Adriana Espinosa , Angela Tapias
judicial.
La necesidad de un abordaje integral a las víctimas, implica
cooperaciones interinstitucionales e intersectoriales, entre la rama judicial
y el poder ejecutivo del que se desprende el sistema de salud. También
es importante la participación del sector educativo, particularmente para
las acciones preventivas. Con esto, se pretende enfatizar que las víctimas
deben recibir atención de todos los sectores del Estado.
Particularmente se presenta en este módulo, un énfasis en el abordaje
psico jurídico de las víctimas y por ello, se propone fundamentarse en el
enfoque de derechos, que es una perspectiva orientada hacia la promoción,
reconocimiento, garantía y restitución de los derechos fundamentales,
civiles y políticos, económicos, sociales culturales y colectivos de las
personas (Alcaldía Mayor de Bogotá, 2011). Esta perspectiva considera
que el primer paso para otorgar poder a los sectores excluidos, es
reconocer que son titulares de derechos que obligan al Estado, lo que
implica cambiar la lógica de los procesos, para que el punto de partida no
sea la existencia de personas con necesidades que deben ser asistidas, sino
sujetos con derecho a demandar prestaciones y conductas.
El enfoque de derechos, según Acosta, Gabrish y Góngora (2007), es
un marco conceptual para el proceso de desarrollo humano, que desde el
punto de vista normativo, está basado en las normas internacionales de
derechos humanos y desde el punto de vista operacional, está orientado
a la promoción y la protección de los derechos humanos. Su propósito es
analizar las desigualdades que se encuentran en el centro de los problemas
de desarrollo y corregir las prácticas discriminatorias y el injusto reparto
del poder que obstaculizan el progreso, en materia de desarrollo.
Este enfoque da poder a los sectores excluidos, porque los reconoce
como titulares de derechos que obligan al Estado. El punto de partida
son las necesidades, sin embargo, las necesidades y los derechos no son
incompatibles, pues las necesidades son derechos y el cambio fundamental
está en el cumplimiento de los derechos, ya que éstos son exigibles, las
necesidades no lo son. 41
Este enfoque implica comprender que las víctimas tienen derecho a
lo que están solicitando y se les debe entregar de forma digna, no como
favores, hay que acompañarles como sujetos de derechos, para que
propulsen sus proyectos y logren sus metas y no asistirles todo, como
si fueran incapaces, hay que tomar en cuenta su opinión, ya que son
competentes y libres de consentir o no; ni siquiera se les deberían imponer
medidas de protección, éstas deberían acordarse con ellos.
Incluso en términos de salud y justicia, las víctimas tienen derechos
ganados como todos los ciudadanos, de manera que, si les proporcionan
medidas para restablecerles derechos, lo que obtienen no puede ser el
mismo elemento que ya tenían ganado. Por ejemplo, un ciudadano por esta
Atención a víctimas del conflicto armado interno - Módulo 3 - Psicología y Acompañamiento a Víctimas
Afectaciones de las Víctimas del Conflicto Armado en Colombia – Adriana Espinosa , Angela Tapias
diferenciadoras.
Para el Ministerio de Protección Social (2011) el enfoque diferencial
es un “Método de análisis, actuación y evaluación, que toma en cuenta
las diversidades e inequidades de la población, en situación o en riesgo
de desplazamiento, para brindar una atención integral, protección
y garantía de derechos, que cualifique la respuesta institucional y
comunitaria. Involucra las condiciones y posiciones de los/las distintos/as
actores sociales como sujetos/as de derecho, desde una mirada de grupo
socioeconómico, género, etnia e identidad cultural, y de las variables
implícitas en el ciclo vital - niñez, juventud, adultez y vejez”
Como la Constitución Nacional es norma de normas, estos principios
se deben viabilizar en políticas, lineamientos de acción, normas y
prácticas sociales que propendan por la equidad y la inclusión, mientras
reafirman la diversidad y el pluralismo. Esto se puede lograr, a través
de ideas y acciones afirmativas que generen una discriminación positiva,
para visibilizar y favorecer a las poblaciones vulnerables, identificando las
necesidades, riesgos y potencialidades particulares, volcándolos luego, en
estrategias que prioricen para ellos acciones preventivas e interventivas.
El enfoque diferencial se podría definir como una política universal
para la prevención y atención a las poblaciones vulnerables, con miras a
reconocer, garantizar y dar respuesta adecuada a los derechos, necesidades
y problemáticas propendiendo por la equidad (Tapias, 2010).
El Auto 006 de 2009, de la Corte Constitucional, explica que “el
enfoque diferencial involucra las condiciones y posiciones de los/las
distintos/as actores sociales como sujetos/as de derecho, desde una mirada
al grupo socioeconómico, género, etnia e identidad cultural, y de las
variables implícitas en el ciclo vital - niñez, juventud, adultez y vejez.” En
ese orden de ideas, se podrían identificar como categorías que identifican
a las poblaciones: generación, sexo, género, etnia, discapacidad, aspectos
socioeconómicos, entre otros; categorías que también permitirían
identificar aquellas consideradas como minorías, las que históricamente
han sido desfavorecidas, las que por su condición social, física o mental,
tienen menos posibilidad de defender sus derechos. 43
Al respecto, resulta muy ilustrativo el aporte de Ignacio Martín
Baró (2000), quien explica que la guerra no tiene un impacto similar en
la población, sino que depende de la clase social, el involucramiento y
la temporalidad. La clase social influye, pues generalmente (la guerra)
afecta a los más humildes, mientras que los sectores medios y altos no
reciben el impacto igual. Incluso lo que para unos significa la ruina, para
otros significa un gran negocio; lo que a ciertos grupos pone al borde
de la muerte, a otros abre la posibilidad de una nueva vida. El grado de
involucramiento es diferencial entre los combatientes y las víctimas,
ya que padecen consecuencias diferentes. Por esto, la afectación es de
carácter individual.
Atención a víctimas del conflicto armado interno - Módulo 3 - Psicología y Acompañamiento a Víctimas
Afectaciones de las Víctimas del Conflicto Armado en Colombia – Adriana Espinosa , Angela Tapias
integral que se establecen en la presente ley, contarán con dicho
enfoque.
• El Estado ofrecerá especiales garantías y medidas de protección
a los grupos expuestos a mayor riesgo de las violaciones
contempladas en el artículo 3° de la presente Ley, tales como
mujeres, jóvenes, niños y niñas, adultos mayores, personas en
situación de discapacidad, campesinos, líderes sociales, miembros
de organizaciones sindicales, defensores de Derechos Humanos y
víctimas de desplazamiento forzado.
Para el efecto, en la ejecución y adopción por parte del Gobierno
Nacional de políticas de asistencia y reparación en desarrollo de la
presente ley, deberán adoptarse criterios diferenciales que respondan a las
particularidades y grado de vulnerabilidad de cada uno de estos grupos
poblacionales.
Igualmente, el Estado realizará esfuerzos encaminados a que las
medidas de atención, asistencia y reparación contenidas en la presente
ley, contribuyan a la eliminación de los esquemas de discriminación y
marginación que pudieron ser la causa de los hechos victimizantes
(Artículo 13).
También exige el enfoque diferencial, el art.28 en el numeral 6, dentro
de la política pública art. 32 en los programas de protección integral;
art. 43 asistencia judicial; art. 47 para la ayuda humanitaria; art. 139 en
las medidas de satisfacción; art. 145 acciones en materia de memoria
histórica; art. 149 garantías de no repetición, comunicación y pedagogía
diferencial; art. 168 la unidad administrativa especial para la atención
y reparación integral a las víctimas. num.10 participación de víctimas;
art. 172 coordinación y articulación nación-territorio; art. 205 regulación
de los derechos y garantías de las víctimas pertenecientes a pueblos y
comunidades indígenas, rom y negras, afrocolombianas, raizales y
palenqueras.
Estas perspectivas diferencial y de derechos, quedan incluidas
en lo que se puede denominar enfoque psicosocial, expresión cliché 45
en las organizaciones gubernamentales y ONG´s que trabajan con
víctimas. Expresión que sin definición, aparece como un requisito
en la intervención en la Ley de infancia y adolescencia y en la Ley de
víctimas y restitución de tierras, entre otras. Modelo que han entendido
ligeramente las organizaciones, generando equipos multidisciplinarios
en los cuales colaboran psicólogos, trabajadores sociales y abogados, sin
necesariamente comprender lo que significa trabajo interdisciplinario e
integral.
Baró (2000), aporta en la comprensión de los fines del enfoque
psicosocial, pues fundamenta que el trauma social es causado por un
proceso histórico que puede afectar toda una población, sus pasos no
Atención a víctimas del conflicto armado interno - Módulo 3 - Psicología y Acompañamiento a Víctimas
Afectaciones de las Víctimas del Conflicto Armado en Colombia – Adriana Espinosa , Angela Tapias
de prevención.
Adicionalmente a esta concepción, la psicología jurídica ha acertado
en la diferenciación entre lo clínico y lo forense, autores como Ackerman
(1999), Vázquez (2007) y Tapias (2008), han avanzado en la comprensión
de las víctimas como sujetos de derechos y no como pacientes mentales,
dejando de lado la perspectiva psico diagnóstica clínica, con énfasis
en las explicaciones endógenas individualistas y patológicas, para dar
paso a explicaciones que legitiman sus afectaciones psicológicas, como
reacciones normales y proporcionales ante hechos sociales anormales
(Baró, 1984). La siguiente tabla sintetiza esta posición epistemológica:
Voluntariedad por
Voluntario o no, ej. Procesos que se
Acceso al confianza en la
adelantan de oficio o que se conmina
profesional confidencialidad y
a comparecer ante la justicia
búsqueda de la ayuda
Técnicas directas de
Instrumentos de evaluación con
Instrumentos de evaluación en las que hay
técnicas indirectas, previendo la
evaluación poca prevención frente a la
distorsión del examinado
simulación o distorsión
Atención a víctimas del conflicto armado interno - Módulo 3 - Psicología y Acompañamiento a Víctimas
Contexto de
Atención psicosocial y jurídica Atención en salud
atención
Afectaciones de las Víctimas del Conflicto Armado en Colombia – Adriana Espinosa , Angela Tapias
emociones, sino validarlas, expresarlas en un ambiente de contención
y comprensión que colateralmente tiene el efecto de atenuarlas. Esta
posición, es mejor aceptada por víctimas que expresan su rechazo a la
terapia que propende por superar el dolor, perdonar, olvidar y usar
fármacos, pues manifiestan la necesidad de recordar y el derecho a sufrir
y sentirse indignados mientras haya injusticia e impunidad. No gustan
de ser señalados como personas con daño, como “dañados”, sino como
perjudicados con impactos que incluso pudieron hacerlos mejores, más
fuertes y más conscientes.
Al respecto, la Corporación AVRE (2009) entiende por análisis
psicojurídico, el ejercicio metodológico de realizar una lectura psicosocial
de las diferentes etapas del proceso, identificando los impactos que sobre
las víctimas y familiares tuvo, y una valoración general sobre el impacto
psicosocial que este tipo de casos puede generar en los representantes
legales y organizaciones acompañantes. Centrando los procedimientos en
las garantías de las víctimas.
Es importante reconocer que los proceso jurídicos, que dan paso a la
verdad y la justicia, ejercen un importante efecto colateral y terapéutico
en las víctimas. Es decir, existen consecuencias en dos sentidos, uno en
relación con la salud mental y otro relativo a la reparación integral.
Lo contrario también es cierto, es decir, si la justicia y la reparación
son meras formalidades, tardías o inadecuadas, es posible que en la
mayoría de los casos, las personas continúen bajo las secuelas de las
violaciones iniciales, Corporación AVRE (2009). Es decir, los procesos
de exigibilidad a la verdad, justicia y reparación, en contextos marcados
por la impunidad estructural y conflicto sociopolítico, perpetúan los
impactos psicosociales y afectaciones en las condiciones de salud mental,
a todos los actores involucrados, como son las víctimas, sus familiares,
organizaciones, abogados y organismos acompañantes.
Afectaciones de las Víctimas del Conflicto Armado en Colombia – Adriana Espinosa , Angela Tapias
y comprometido, puede incluir situaciones como la de los defensores
comunitarios cuyo compromiso es tan elevado, que empiezan a convivir
con las poblaciones vulnerables, compartiendo con ellos el riesgo. Las
ONG´s, por su parte, suelen realizar acciones de acompañamiento, ya que
pueden vincularse con un caso desde su inicio hasta que han pasado años
de litigio nacional o internacional. La intervención tendría un carácter más
puntual, acorde con las posibilidades de la mayoría de las instituciones
estatales.
Esta intervención psicosocial puede ser comprendida más ampliamente
con las connotaciones que le dan Navarro, Perez y Kernjak (2010), en
el Consenso mundial de principios y normas mínimas sobre trabajo
psicosocial, en procesos, búsqueda e investigaciones forenses para casos
de desapariciones forzadas, ejecuciones arbitrarias o extrajudiciales, donde
se le denomina “trabajo psicosocial” a los procesos de acompañamiento
individual, familiar, comunitario y social orientados a prevenir, atender
y afrontar las consecuencias del impacto de la desaparición forzada, las
ejecuciones arbitrarias o extrajudiciales y otras graves violaciones de los
derechos humanos. Estos procesos promueven bienestar, apoyo social y
soporte emocional a las víctimas, y contribuyen a restablecer su integridad,
fortaleciendo su dignidad, estimulando el desarrollo de sus acciones en los
procesos de búsqueda de verdad, justicia y reparación integral.
Este trabajo se considera indispensable para la reparación integral, ya
que contribuye a visibilizar el daño y restituir socialmente la dignidad de
las víctimas y de sus familiares, al tiempo que favorece la reconstrucción
de redes sociales de apoyo que han sido destruidas como consecuencia
de dichas violaciones. Generalmente, dicho trabajo lo realizan equipos
profesionales y promotores de salud mental.
Bajo esta concepción, la intervención psicosocial debe contribuir
a enfrentar el sufrimiento y a fortalecer las capacidades de las víctimas
sobrevivientes, sus familiares y la sociedad; debe ajustarse al contexto
social, cultural y político, a las expectativas de los familiares y
comunidades; debe contribuir a la identificación de los daños producidos,
a la recuperación del tejido social dañado; propender por la reflexión
crítica y el bienestar emocional de personas y grupos afectados para que 51
ellas decidan sobre la búsqueda de sanción penal a los responsables y la
exigibilidad de los derechos a la verdad, la justicia y la reparación.
La intervención psicosocial debe favorecer relaciones constructivas
entre los actores internos y externos de la comunidad fortaleciendo el
tejido social, propender por la organización de las víctimas y fomentar
el apoyo mutuo. Debe contar con una planificación, seguimiento y
evaluación a nivel individual, familiar, comunitario y social; identificar
los riesgos derivados de las prácticas forenses, legales o psicosociales
y su prevención; fomentar la participación conjunta de los equipos
forenses y psicosociales en las instancias de recopilación y transmisión
Atención a víctimas del conflicto armado interno - Módulo 3 - Psicología y Acompañamiento a Víctimas
Afectaciones de las Víctimas del Conflicto Armado en Colombia – Adriana Espinosa , Angela Tapias
asociativos de víctimas, deciden autodefinirse como víctimas de manera
permanente, incluso después de superar la victimización personal, esto
por la convicción de mantener su solidaridad con el grupo y por el
compromiso social que asumen en la permanente defensa de los derechos
humanos (Tapias 2010).
de las precisiones, hay que anotar que la crisis es diferente del estrés;
éste, es una reacción del organismo ante una situación que interpreta como
amenaza, desafío o sobrecarga, pero que puede tener las herramientas para
afrontarlo. La crisis es más severa que el estrés, pues no todo estrés genera
crisis.
Según Gómez y Corral (2009), las crisis se pueden dividir en crisis
circunstanciales traumáticas o evolutivas. Estas últimas, tienen que
ver con las etapas del ciclo vital, del desarrollo humano, generan crisis
“previsibles” entre un estadio y otro ej. Crisis de la adolescencia, de
la jubilación, etc. Las crisis circunstanciales o traumáticas surgen de la
ocurrencia de eventos raros y extraordinarios que un individuo no tiene
manera alguna de prever ni controlar (ej. secuestro, accidente). Es una
circunstancia azarosa, imprevista, conmovedora, intensa y catastrófica, es
decir, la mayoría de las situaciones que vivencian las personas afectadas
por delitos y que son atendidas por servidores públicos.
Se considera que las personas que experimentan crisis vivencian tres
etapas: La primera es la fase de impacto que incluye todo lo inmediato al
suceso traumático, puede durar desde minutos a días, las reacciones son
extraordinarias. La segunda es la fase de reacción: pasada la confusión,
comienza a comprender lo que ha pasado y reacciona en consecuencia.
Puede ser tremendamente dolorosa, porque es acá, donde comprende
todas las implicaciones que el suceso traumático trae a su vida y es
donde se siente más desorientada. Y la tercera, que es la reorientación:
si ha superado las fases anteriores, aceptará el suceso traumático y lo
integrará a su vida, será capaz de volver a retomarla, de ilusionarse con
nuevos proyectos y volver a ser feliz. Para el profesional que atiende esta
población, es relevante identificar en cuál de estas fases se encuentra la
víctima, para así brindar una atención en consecuencia.
Algunas pautas que ayudan a identificar cuando una persona está en
crisis son: cansancio continuo, sensación de desamparo e inadecuación,
confusión, ansiedad y síntomas físicos. Por otro lado, para contrastar
y distinguir los que no están en crisis, se aprecian que son personas
que siguen interactuando con el medio, buscan información, expresan
54 sentimientos, piden ayuda, hacen una fragmentación favorable (no pensar
todo el tiempo en el problema), confían en sí mismos y se apoyan en otros.
El objetivo inicial de la intervención en la emergencia, en la crisis, es
el proceso de ayuda dirigido a auxiliar una o varias personas, a sobrevivir
un suceso traumático, minimizando el impacto psicológico a corto plazo,
disminuyendo la probabilidad de que aparezcan trastornos psicológicos
posteriores y aumentando el crecimiento personal (nuevas habilidades
perspectivas y opciones) (Gómez y Corral, 2009). También, tiene como
fin, generar enlaces con recursos de ayuda.
A esta intervención inicial, se denomina Primeros Auxilios Psicológicos
cuya sigla es PAP, considerados como el conjunto de estrategias puestas en
Afectaciones de las Víctimas del Conflicto Armado en Colombia – Adriana Espinosa , Angela Tapias
marcha, de manera inmediata, por los intervinientes tras un suceso crítico
y que están orientados a prevenir o disminuir consecuencias negativas en
la salud mental de los afectados. Las crisis son un momento oportuno para
el equipo interdisciplinario, no sólo para el profesional en psicología, pues
cualquier persona entrenada puede brindar primeros auxilios psicológicos.
Adicionalmente, es un momento oportuno para asesorar al sujeto para
que inicie la reorganización y dentro de ese plan incluya la búsqueda de
justicia. Estos primeros momentos son cruciales, McGee (sf) citado por
Gómez y Corral (2009), afirma que la efectividad de la intervención en
crisis, aumenta de modo directo en función de la proximidad tanto física,
como en el tiempo con los sobrevivientes del evento causal, por lo cual
resulta clave que los profesionales que entran en contacto con la víctima,
sean lo más cercano al iter criminis.
Afectaciones de las Víctimas del Conflicto Armado en Colombia – Adriana Espinosa , Angela Tapias
• Indagar el pasado inmediato: Incidente que precipitó la crisis;
fortalezas y debilidades previas a la crisis, para identificar los
recursos propios del sujeto.
• Identificar fortalezas y debilidades del presente, recursos personales
internos, y recursos externos (redes de apoyo). Es indispensable
evaluar factores de riesgo asociados a mortalidad.
• Favorecer el futuro inmediato: propulsar decisiones inminentes,
examinar lo que el individuo podría hacer ahora, proponer
alternativas: nuevos comportamientos, redefinir el problema
estableciendo metas específicas a corto plazo, hacer confrontaciones
cuando sea necesario, ser directivo, hacer un convenio para hacer
seguimiento y evaluar los pasos de acción.
Esta intervención tiene el fin de favorecer la normalización de la
situación y ayudar al usuario a la reorganización de su proyecto de vida a
corto y mediano plazo. Es una estrategia de acercamiento profesional con
buenas prácticas, para evitar acciones iatrogénicas, revictimizantes o que
causen daños adicionales a las víctimas y allegados.
Los primeros auxilios psicológicos abarcan según Inter-Agency
Standing Committee IASC (2007):
1. Proteger a los sobrevivientes respecto de daños mayores (a veces,
una persona muy angustiada puede adoptar decisiones que provocan
mayor riesgo).
2. Proporcionar a los sobrevivientes oportunidad de que hablen sobre
los hechos, pero sin ejercer presión. Es preciso respetar el deseo
de no hablar y evitar insistir para obtener más información, que
aquella que la persona está dispuesta a dar. Según sea apropiado,
cabe informar a los sobrevivientes angustiados, de su derecho a
negarse a hablar de los hechos, con otros trabajadores de asistencia
o periodistas.
3. Escuchar pacientemente, aceptando lo que se oye y sin emitir juicio
4. Transmitir una empatía auténtica. 57
5. Determinar cuáles son las necesidades prácticas básicas y velar por
que se satisfagan.
6. Preguntar a las personas, qué les preocupa y tratar de abordar esas
preocupaciones.
7. Desalentar las maneras negativas de hacer frente a la situación
(especialmente, desalentar el consumo de alcohol y otras sustancias
nocivas, es importante explicar que las personas muy angustiadas
corren un riesgo mucho mayor de generar adicciones).
8. Alentar la participación en actividades cotidianas normales (tanto
como sea posible) y aprovechar medios positivos para hacer frente
Atención a víctimas del conflicto armado interno - Módulo 3 - Psicología y Acompañamiento a Víctimas
Afectaciones de las Víctimas del Conflicto Armado en Colombia – Adriana Espinosa , Angela Tapias
dignidad, disuaden a las personas de ir en busca de servicios de salud y
debilita su adhesión al tratamiento.
Necesidad de evitar una inapropiada tipificación como patología o
problema médico (es decir, distinguir entre el malestar no patológico y
los trastornos mentales que requieren tratamiento y/o remisión a otros
servicios).
Comunicación con los usuarios, cuidando el proporcionar información
clara y fidedigna, sobre su estado de salud y sobre servicios de emergencia,
como los de reunificación familiar. Adicionalmente, hay que mantener
presente evitar la Revictimización, que son “las experiencias traumáticas
que sufre la víctima en sus encuentros con la justicia penal” (Garrido,
Stangeland y Redondo, 2001).
La revictimización también ha sido denominada como victimización
secundaria, varios autores coinciden en definirla como las consecuencias
psicológicas, sociales, jurídicas y económicas negativas que dejan
las relaciones de la víctima con el sistema jurídico penal, supone, un
choque frustrante entre las legítimas expectativas de la víctima y la
realidad institucional, involucrando una pérdida de comprensión acerca
del sufrimiento psicológico y físico que ha causado el hecho delictivo,
dejándolas desoladas e inseguras y generando una pérdida de fe en la
habilidad de la comunidad, en los profesionales y las instituciones para dar
respuesta a las necesidades de las mismas. (Gutiérrez de Piñeres, Coronel
y Pérez, 2009; Beristain, 1996;Kreuter, 2006; Soria, 1998; Albertin, 2006;
Montada, 1994).
Asimismo, se entiende como otra experiencia victimal, que resulta
con alguna frecuencia siendo más negativa que la primaria, y puede
llevar a incrementar el daño causado por el delito con otros de dimensión
psicológica o patrimonial.
También Albarrán (2003), considera que la victimización secundaria
es una reacción social negativa, generada como consecuencia de la
victimización primaria, donde la víctima re experimenta una nueva
violación a sus derechos legítimos, cuando la policía, las instituciones
sociales y gubernamentales intervienen con el fin de reparar la situación 59
de la víctima, a nivel económico, social, físico y psicológico.
El término victimización secundaria ha recibido distintas
denominaciones, entre ellas “doble Victimización o Revictimización”,
esta última definida como las repetidas situaciones por las que tienen
que pasar las víctimas, después de haber sido afectadas por algún delito
(el ejemplo más palpable está en los casos de abuso sexual), ante los
organismos judiciales, viéndose obligadas a testificar un sinnúmero de
veces, perjudicándose psicológica y emocionalmente de manera más
profunda y traumática a la víctima. La revictimización también incluye la
innecesaria, y a veces inadecuada intervención psicológica terapéutica o
médica que brindan profesionales inescrupulosos y mal entrenados para
Atención a víctimas del conflicto armado interno - Módulo 3 - Psicología y Acompañamiento a Víctimas
Afectaciones de las Víctimas del Conflicto Armado en Colombia – Adriana Espinosa , Angela Tapias
2010).
61
UNIDAD TEMÁTICA 2
Afectaciones de las Víctimas del Conflicto Armado en Colombia – Adriana Espinosa , Angela Tapias
es la profesionalización, porque permite la adquisición de conocimientos,
habilidades y herramientas para la ejecución adecuada de sus tareas. Los
programas de capacitación, son el resultado de un proceso de análisis que
permiten detectar las áreas de oportunidad, en materia de formación y
profesionalización del personal que atiende víctimas, y a su vez impulsa el
crecimiento y desarrollo de los profesionales que brindan estos servicios,
mejorar sus capacidades de actuación y mejorar los resultados de la
intervención.
Los programas de capacitación buscan el desarrollo de los profesionales
con una cobertura básica de cuatro aspectos:
• Desarrollar un compromiso ético con los valores humanos en su
diversidad, para atender las necesidades de las víctimas, al tiempo
que la persona presta servicios, es capaz de reconocerse a sí misma
en sus particularidades.
• Promover la construcción de un pensamiento reflexivo y empático,
para comprender la complejidad del problema de las víctimas,
reconociendo la diversidad en las posturas y formas de pensar dicha
realidad.
• Recuperar los conocimientos teórico-metodológicos que le
permitan realizar acciones para interpretar y valorar la situación
específica, en la que se encuentra una persona víctima de violencia,
a fin de determinar el papel que debe jugar.
• Desarrollar habilidades teóricas, metodológicas y técnicas,
derivadas del conocimiento y articuladas con las otras dimensiones,
saber pensar y saber para la intervención directa en la atención a
víctimas.
65
2. ESTRUCTURA CONCEPTUAL
Atención a víctimas del conflicto armado interno - Módulo 3 - Psicología y Acompañamiento a Víctimas
3. OBJETIVOS Y COMPETENCIAS
Afectaciones de las Víctimas del Conflicto Armado en Colombia – Adriana Espinosa , Angela Tapias
una problemática particular relacionada con la atención
PRAXIOLÓGICA psicosocial a víctimas.
Identifica y reconoce los factores desencadenantes de
síndromes como el burnout.
Propone y estructura estrategias acordes con los postulados
teóricos que ofrece la psicología en temas relacionados
con el autocuidado en sujetos que atienden, asesoran y
acompañan a las víctimas.
5. DESARROLLO DE CONTENIDOS
67
La atención a víctimas como cualquier otro tipo de actividad, exige de
parte de quien la ejerce unas habilidades específicas, que permitirán que
su desempeño sea más eficaz y efectivo para la población que requiere de
su acción. Este tipo de trabajos, por ser tan demandante, invita de manera
constante al profesional y/o funcionario, a hacer continuas reflexiones
sobre sus propias habilidades para el manejo de estas problemáticas.
Se entiende por habilidad aquella capacidad, disposición y destreza
para hacer algo. Y en contextos específicos, estas habilidades dependerán
de las necesidades de la población objetivo, de sus características, del tipo
de problemáticas con las que se trabaja, de los intereses y expectativas. En
Atención a víctimas del conflicto armado interno - Módulo 3 - Psicología y Acompañamiento a Víctimas
principio, quien trabaja con poblaciones a las que les han sido vulnerados
sus derechos, debe reconocer con claridad el tipo de intervención que
realiza (dependiendo del contexto en el que se encuentre), debe ser
consciente de sus límites y alcances; de sus posibilidades de acción como
profesional y/o funcionario; para así no generar errores ni distorsiones
en la forma como la víctima percibe y pone en práctica las herramientas
ofrecidas en la atención recibida.
En principio, se puede hablar de unas recomendaciones iniciales para
el trabajo con este tipo de poblaciones, a saber:
1. Es importante que la persona encargada del acompañamiento
a víctimas, se interese por comprender y estudiar la dinámica y
variables socio-políticas inmersas en el conflicto. Su transcurrir
histórico, los antecedentes y la lógica de los actores implicados en
estos fenómenos. Así como el contexto jurídico y legislativo que le
acompaña.
2. Asumir en lo posible una posición objetiva, cuidadosa, asertiva,
pero sobre todo conocedora y argumentada.
3. Ser respetuoso (a) de las condiciones individuales de la población
objetivo.
4. Dedicarse por entero a su función, prestar la atención necesaria en
cada caso.
5. Procurar un espacio adecuado, reservado a la persona que requiere
de la atención. Considerar, con especial cuidado, el manejo que se
le va a dar a la información, revisar con prudencia y profundidad
todo lo concerniente a la confidencialidad y explicarlo con total
claridad a la víctima.
6. El (la) asesor (a) debe identificar con rapidez factores de riesgo
y situación de peligro del usuario. Conocer las rutas de atención,
gestionar y direccionar.
7. Tener habilidades de comunicación, conocer la dinámica de la
68 comunidad, género, religión, asuntos culturales, organización
administrativa, política, entre otros aspectos.
8. Estar presto (a) a solicitar colaboración y apoyo de otros facilitadores
dentro de su equipo de trabajo, cuando considere que las demandas
del usuario y de la problemática superan su capacidad de respuesta
y apoyo.
9. Entender que las víctimas tienen la habilidad desde sus propios
recursos de resolver sus propios problemas, dando así un rol
empoderado y un ambiente de apoyo que refuerza sus habilidades
y seguridad.
Afectaciones de las Víctimas del Conflicto Armado en Colombia – Adriana Espinosa , Angela Tapias
5.1. Habilidades para la relación de ayuda
5.1.2. Planeación
Llevar a cabo asesorías y acompañamiento a víctimas merece dedicar
un espacio prudencial a la planeación de estas actividades, que se surten
con diversos actores, esta situación representa ahorro de tiempo en el
futuro, puesto que una asesoría y acompañamiento exitoso, redunda en 69
beneficios y evita el desgaste que el sistema le puede imponer a estas
procesos. Con antelación a verse abocado a manejar la problemática con
la que se acerca el usuario, el interventor debe responderse unas preguntas
básicas que le permitirán definir la dirección de su asesoría, los intereses
del usuario frente a la misma y las oportunidades de acompañamiento.
Para ello investiga, hace el análisis del caso y establece los puntos clave
de su intervención. Establece objetivos claros y define los resultados que
busca obtener, define sus prioridades, tácticas y estrategias.
víctimas pueden percibir su trabajo como fuente de estrés mayor que otros,
e incluso sentirse intimidados, frente a situaciones complejas presentes
con ocasión del conflicto. Por ello, y pese a que las circunstancias de la
situación así lo indiquen, se debe controlar la ansiedad que genera, no tener
las herramientas e información suficiente para acompañar el proceso. Se
deben buscar alternativas de solución, fuentes de información y asesoría
que permitan ser más efectivo en la labor.
Afectaciones de las Víctimas del Conflicto Armado en Colombia – Adriana Espinosa , Angela Tapias
y análisis, parafrasear, lograr llamar la atención del interlocutor, saber
interrogar y obtener la información que se necesita, estar consciente del
lenguaje no verbal y usarlo en pro de sus intereses, dominar habilidades
orales o de lenguaje verbal. Hablar con un tono de voz adecuado, a una
velocidad normal y mirar a los ojos y con naturalidad. Evitar usar términos
en diminutivos o que denoten debilidad como “más o menos”, “casi”,
“aproximadamente”.
5.1.8. Creatividad
No se “enfrasca” en discusiones sin sentido, que no aportan nada
a la asesoría y acompañamiento. Se aventura y propone estrategias
arriesgadas, no se resiste al cambio, innova en cada actividad, mas no
improvisa. Escucha y recibe sugerencias con agrado, valora la capacidad
de inventiva de otros y los impulsa a proponer alternativas conjuntas.
Afectaciones de las Víctimas del Conflicto Armado en Colombia – Adriana Espinosa , Angela Tapias
tienen que desarrollar competencias de mucha exigencia, entre ellas un
vínculo de apoyo con los usuarios, contención, comprensión y canalización
de procesos psico- emocionales de alto impacto, generados por las
situaciones de conflicto, y que en consecuencia derivan en situaciones
complejas de desaliento e incredulidad, en los sujetos que acceden a los
programas de intervención.
Es así que, el riesgo de aparición de desgaste profesional está
siempre presente, más cuando no se cuenta con la preparación suficiente,
herramientas, estrategias y apoyos necesarios para realizar una labor
efectiva y a la vez para protegerse así mismo de esta alta demanda. Por
esta razón, los profesionales deben aprender, a desarrollar múltiples
habilidades, entre ellas las de autocuidado.
El auto cuidado ha sido considerado ampliamente en el contexto de
trabajo de apoyo y reparación a víctimas de violencia y maltrato en sus
diferentes modalidades y con diferentes tipos de poblaciones. Al respecto,
en la literatura especializada se menciona que:
“… quienes trabajan con víctimas de cualquier tipo de violencia están
expuestos a un nivel de desgaste profesional, que puede llegar al agotamiento
profesional (…) y ser la causa de trastornos psicológicos graves, del abandono
de la profesión o del abandono del campo de trabajo (...) estas tendencias
impactan a los grupos de trabajo, erosionándolos con graves consecuencias
para su supervivencia como equipo, para sus integrantes y para quienes los
consultan” (Arón, 2001, p. 67; en Santana, 2004, p. 3).
Afectaciones de las Víctimas del Conflicto Armado en Colombia – Adriana Espinosa , Angela Tapias
Según Aranda (2006) la palabra “burnout” es un término anglosajón
que significa estar quemado, desgastado, exhausto y perder la ilusión por el
trabajo. Este término data de 1974 por el psiquiatra Herbert Freudemberg
quien trabajaba en una clínica para tratar toxicómanos en Nueva York
(Moriana y Herruzo, 2004; Gil-Monte, 2002a; Ordenes, 2004).
Dentro de los desencadenantes del síndrome, según Gil Monte y Peiró
(1997), está la combinación de variables físicas, psicológicas y sociales.
Las personas que pueden estar afectadas son profesionales en los que
inciden especialmente estresores como la escasez de personal, que supone
sobrecarga laboral, trabajo en turnos, trato con usuarios problemáticos,
contacto directo con la enfermedad, con el dolor y con la muerte, falta de
especificidad de funciones y tareas, lo que supone conflicto y ambigüedad
de rol, falta de autonomía y autoridad en el trabajo para poder tomar
decisiones, rápidos cambios tecnológicos, etc.
El Síndrome de Quemarse por el Trabajo (SQT) (burnout) es un riesgo
laboral, de carácter psicosocial, que ha cobrado gran relevancia en las
últimas décadas entre los profesionales del sector servicios que atienden a
personas, y en especial en determinados colectivos, como los profesionales
de la salud (Ortega y López, 2004).
Según Carlotto y Câmara (2006), citados por Benevides-Pereira
(2002), el síndrome actualmente, es considerado un problema social de
extrema relevancia y estudiado en diversos países.
Para Moreno-Jiménez y cols. (2002, p. 12) “actualmente el estudio
del burnout se presenta como un elemento de gran relevancia dentro del
contexto de la prevención de los riesgos laborales y del análisis de las
condiciones de trabajo”. Además el síndrome encuentra cada vez más
protagonismo en la literatura médica, no solamente en la psiquiatría sino
también en la medicina laboral, psicosomática y en la clínica médica.
(Vieira y cols., 2006).
A continuación se expondrán algunos aspectos relativos al estrés
laboral y crónico y su relación con el síndrome de Burnout:
El estrés señala una variedad de situaciones y reacciones que reflejan 75
tres enfoques: a) estrés como un estímulo, b) estrés como una respuesta
y c) como producto de relaciones o transacciones entre el sujeto y su
ambiente (Omar, 1995). El estrés como estímulo, está enfocado en los
eventos que ejercen presión sobre el sujeto (Lazarus, 2000). Situaciones
traumáticas extraordinarias o sucesos vitales importantes, producirán
cambios fundamentales en la vida de las personas y exigirán un reajuste
(Cano, 2002); dichos acontecimientos se enmarcan en la muerte de un ser
querido, separación, enfermedad, accidentes, despido laboral, problemas
en la economía, entre otros. Entonces, el estrés es una respuesta que se
manifiesta en cambios fisiológicos, reacciones emocionales y cambios
conductuales relacionados con el estrés como respuesta enfocando su
Atención a víctimas del conflicto armado interno - Módulo 3 - Psicología y Acompañamiento a Víctimas
Afectaciones de las Víctimas del Conflicto Armado en Colombia – Adriana Espinosa , Angela Tapias
astenia, dificultades en las relaciones interpersonales, disminución en el
rendimiento laboral, tristeza, apatía, depresión, síntomas psicosomáticos
que pueden llegar a generar la aparición de determinados trastornos
psicofisiológicos, al igual que marcada insatisfacción laboral (Rowshan,
1997 citado por Rodríguez y col. 2003).
Teniendo en cuenta a Slipak (1996), los factores de estrés a los que
están sometidos los trabajadores son de dos tipos: estresores extra-
organizacionales y estresores organizacionales; los primeros comprenden
los factores familiares, políticos, sociales y económicos que inciden en el
individuo, entretanto, se ha establecido que la inadecuada interconexión
hogar-trabajo, genera conflictos psicológicos y fatiga mental, falta
de motivación y disminución de la productividad y detrimento en la
relación conyugal y familiar, así mismo la historia de un país, la situación
económica y social inciden de manera directa sobre el individuo y su
desempeño laboral.
De otro lado los factores organizacionales corresponden a las
condiciones físicas del trabajo y a los factores individuales grupales y
organizacionales específicos, entre ellos la luz muy brillante o falta de
luz, ruido excesivo, aire contaminado alta o baja temperatura, falta de
saneamiento básico, inadecuadas condiciones se seguridad y diseño
anti ergonómico del lugar de trabajo. Para precisar se detallan algunos
factores:
Afectaciones de las Víctimas del Conflicto Armado en Colombia – Adriana Espinosa , Angela Tapias
principales efectos se destacan:
• Fisiológicos. Aumento de la tasa cardíaca, cambio en la presión
arterial, sudoración, cambios en el ritmo respiratorio, tensión
muscular e incremento en los niveles de azúcar en la sangre,
inhibición del sistema inmunológico, dificultad para respirar,
sensación de nudo en la garganta, sequedad en la boca y dilatación
de pupilas.
• Cognitivos. Dificultad para la toma de decisiones, sensación de
confusión, incapacidad para concentrarse, dificultades para dirigir
la atención, sentimiento por la falta de control, desorientación,
olvidos frecuentes e hipersensibilidad a la crítica.
Trabajo en Equipo
Indicadores de problemáticas para el trabajo en equipo (Tomado de
Manual de Orientación para la reflexividad y el autocuidado. Dirigido a
Coordinadores de Equipos Psicosociales de los Programas del Sistema de
Protección Social Chile Solidario)
Afectaciones de las Víctimas del Conflicto Armado en Colombia – Adriana Espinosa , Angela Tapias
por:
• Diferencias, distorsiones, ruidos y confusiones en los modos de
comunicación entre sus miembros.
• Debilitación de una noción compartida de misión, tarea y objetivos
de trabajo conjunto.
• Tendencia más bien a la desintegración grupal, constituyéndose sub
grupos a partir de afinidades y coincidencias de opinión, enfoque o
estilos de algunos de sus miembros.
• Desarticulación y descoordinación en el trabajo conjunto.
• Disminución de la mutua valoración personal- profesional frente
a criterios enfocados a nociones cuantitativas y de resultados, más
que de procesos y relaciones.
6.4.1. Corporalidad
La corporalidad es la experiencia individual que cada persona tiene de
su propio cuerpo, experiencia por lo tanto variable y particular. El cuerpo
es la sede de la experiencia del crecimiento, dolor y placer, sensaciones
y emociones. Todas las experiencias y vivencias del sujeto afectan
directamente su corporalidad. Ahora bien, si se visualiza la corporalidad
desde una perspectiva sistémica, nuestro cuerpo al igual que un sistema,
se mantiene en un determinado estado, momento a momento en nuestra
vida, considerando cómo se están relacionando sus componentes y cómo
el cuerpo se relaciona con su entorno. Se puede afirmar entonces, que
la mantención de nuestro cuerpo como sistema, depende de mantener
en él, la propiedad del equilibrio como base del bienestar corporal: el
equilibrio interno y el equilibrio externo o con su entorno. Este equilibrio
lo procuramos para cada uno en diversa medida, con mayor o menor
conciencia de ello, lo que depende de cómo es que en nuestra experiencia 81
de conexión con el propio cuerpo estamos atentos a nuestras sensaciones
corporales y cómo actuamos en coherencia con estas sensaciones en una
perspectiva de brindarnos bienestar cotidiano.
6.4.2. Dimensiones personales
Integrar y practicar una noción y sentido de autocuidado pasa
necesariamente porque, en primer lugar, el profesional reflexivo se
reconoce integradamente en al menos siete (7) dimensiones que lo
constituyen como persona:
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Afectaciones de las Víctimas del Conflicto Armado en Colombia – Adriana Espinosa , Angela Tapias
Organización Mundial de la Salud (OMS), sobre promoción de la salud,
y en la declaración final se concluyó que: “La salud es un estado de
completo bienestar físico, mental y social y no meramente la ausencia de
enfermedad o de minusvalía. La salud es un recurso de la vida cotidiana,
no el objetivo de la vida. Es un concepto positivo que subraya los recursos
sociales y personales así como las capacidades físicas”.
La OMS ha propuesto recientemente el siguiente significado de salud
mental: “... un estado de bienestar en el cual el individuo se da cuenta
de sus propias aptitudes, puede afrontar las presiones normales de la
vida, puede trabajar productiva y fructíferamente y es capaz de hacer una
contribución a su comunidad” (OMS, Ginebra, 2004).
En este sentido positivo, la salud mental es la base para el bienestar y
el funcionamiento efectivo de un individuo y una comunidad. Es mucho
más que la ausencia de enfermedad mental, ya que las condiciones y
capacidades mencionadas en la definición, tienen valor por sí mismas. Ni
la salud física ni la salud mental pueden existir solas. El funcionamiento
de las áreas mentales, físicas y sociales son interdependientes. La salud
es un estado de balance incluyendo el propio ser, los otros y el ambiente
(OMS, Ginebra, 2004).
La salud mental de cada persona puede verse afectada por factores y
experiencias individuales, la interacción social, las estructuras y recursos
de la sociedad, y los valores culturales. Está influenciada por experiencias
de la vida diaria, experiencias en la familia y la escuela, en las calles y
en el trabajo. La salud mental de cada persona afecta a su vez la vida de
cada uno de estos dominios y por lo tanto, la salud de una comunidad o
población.
c. Recreación
Espacios de esparcimiento, actividades artísticas- culturales, salidas,
paseos.
c. Área conductual
Sobre la base del cuidado de las dos dimensiones anteriores, desarrollar
una disposición de auto observación para el manejo y auto control de
las propias conductas, actitudes y modos de expresión con otros.
La base de estas consideraciones es un enfoque de autocuidado y
prevención, en el que es la persona quien asume, responsable, consciente
y voluntariamente un modo de vida basado en hábitos y prácticas tales
que, la propia salud es vista como dependiente de sí mismo y no de un
tercero, el cual será un profesional a quien se le consultará a modo de
apoyo o ayuda para aprender, cómo mejorar las propias estrategias de
Afectaciones de las Víctimas del Conflicto Armado en Colombia – Adriana Espinosa , Angela Tapias
autocuidado, ya sea mediante asesorías, herramientas, medicamentos, etc.
En términos generales, se sugiere procurarse en lo posible, de apoyo
especializado (médico, terapéutico), incluso si la persona evalúa su propio
estado como saludable, por ejemplo, realizándose un chequeo médico
completo a lo menos una vez por año, y un chequeo dental cada seis
meses. Esto, debido a que muchos de los procesos físicos y mentales que
desembocan en estados de enfermedad, se desarrollan en ocasiones sin
una clara manifestación de síntomas, o bien si éstos se dan, puede ocurrir
que la persona afectada no repare en ellos como señales de enfermedad.
Es necesario asumir entonces, el desarrollo de un modo de vida desde un
enfoque de autocuidado y prevención como un proceso de aprendizaje
constante e interminable, para toda la vida.
Afectaciones de las Víctimas del Conflicto Armado en Colombia – Adriana Espinosa , Angela Tapias
Un equipo que se dispone a avanzar en la optimización de su labor,
está dispuesto en conjunto a mirarse en su práctica y en su propio
enfoque, reconociendo aspectos fuertes y deficitarios con un ánimo
constructivo, en una perspectiva de crecimiento y no de evaluación
negativa, de modo que se hace posible mirarse desde los encuadres
positivo y negativo siempre en una perspectiva constructiva, de
mejoramiento y avance.
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d. Modelo de Sociabilidad
Se refiere a los aspectos lúdicos, sociales y recreativos del equipo.
Dentro de éstos, se encuentran la necesidad de establecer espacios y
ritos de esparcimiento y, fundamentalmente, de pertenencia grupal a
la vida informal del equipo, como participación en los cumpleaños,
apoyo en situaciones sociales o de salud de familiares del profesional,
celebraciones, que a veces gatillan la disolución de límites o las
autolimitaciones.
Afectaciones de las Víctimas del Conflicto Armado en Colombia – Adriana Espinosa , Angela Tapias
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Este libro se término de impimir
en Mayo de 2013, bajo el Sello Editorial de
TSV Comunicación Gráfica S.A.S.