La documentación mercantil y los registros contables.
Importancia, estructura y clasificación.
En torno al proceso contable van encontrándose distintas herramientas que son
utilizadas para la finalidad que tiene el mismo, más específicamente se encuentran dos y cuyos temas se han de examinar de manera amplia puesto que su conocimiento resulta fundamental para cualquier empresa que amerite un registro, control y avance en su desarrollo económico. En primer lugar se tienen los documentos que reciben el nombre de “mercantiles” y abarcan aquellos títulos, efectos, recibos, facturas, notas de débito y crédito que cumplen con la función de legitimar el ejercicio de las transacciones, así mismo documentar tales operaciones mercantiles en los comprobantes de contabilidad. Es entonces que se da la clasificación de sistemas de comprobantes corrientes o no negociables: Comprobantes de compras, ventas, y de operaciones bancarias; y sistema de comprobantes de créditos o negociables como la letra de cambio, el pagaré, la carta de crédito y el cheque.
“Los documentos mercantiles suelen tomar forma en el momento en que la
operación se realiza, y su objeto es el de certificar entendimiento que existe entre las dos partes que han efectuado un convenio. Puede ser el ticket que emite una caja registradora de ventas, el cual se entrega a el cliente que ha hecho una compra al contado, o bien un complicado contrato de muchas páginas relativo al arrendamiento de una costosa maquinaria; pero tanto en uno como en otro caso describe la operación en forma escrita, reduciendo así en gran parte las posibilidades de discrepancia futuras por parte de los interesado” (Ángel, 2006)
Por otro lado –y a partir de dicha constancia– es posible llevar un registro
contable que se define como “todas aquellas consecuencias de pasos e instructivos que se utilizan para el registro de las transacciones u operaciones que realiza una empresa en los libros de contabilidad” (Catacora, 2012). Es decir, refleja todo movimiento contable del ente económico con el objeto de ofrecerle información financiera, e influyendo dos cuentas (el egreso que cuando aumenta se ha de registrar por el ‘debe’ y el activo que cuando disminuye se registra por el ‘haber). Cabe destacar que en cuanto a su clasificación se encuentran los asientos de apertura, de operaciones, de ajuste o de cierre.
La importancia de los documentos mercantiles radica en que representa un
medio de prueba de la relación jurídica establecida entre partes que intervienen en una operación determinada, demostrando los actos de comercio que tuvieron y contabilizándolas en operaciones concretas. Por ejemplo, en los comprobantes de compras, el encargado de las compras realiza la solicitud por escrito, luego de ser aprobada por una figura calificada, da paso a la orden de compra donde se documenta en un formulario aquellas adquisiciones autorizadas por la empresa (pudiendo ser una hoja impresa o una carta con firma del propietario de la empresa), seguidamente la factura donde se relaciona en detalle las mercancías compradas, donde se anota nombre, domicilios del vendedor y comprador, fecha, condiciones e instrucciones del embarque y sumado a ello las cantidades, descripción y precios de las mercancías. Respecto a los comprobantes de ventas pueden variar sus procedimientos de una empresa a otra, en caso de las pequeñas de ventas al por menor se hace un registro de ingreso a caja por el importe de ventas, mientras que en las de mayor importancia se realizan los registros en la máquina donde se produce un ticket el cuál es entregado al cliente. Los comprobantes de operaciones bancarias se denominan cheques o numerario (como se consideran en contabilidad) y mediante él se da por hecho con anterioridad un depósito de dinero para poder librar sus cheques.
Enfocándose en los comprobantes de créditos, se tiene que la letra de cambio,
según el artículo 410 a 485 del Código de Comercio: Es un documento a la orden, en virtud del cual una persona – el Librador – emite y ordena a otra – el Librado – que acepte pagar y pague, en cierto plazo, a un tercero (Beneficiario) o a su orden una suma de dinero que se determina en la Letra de Cambio. En otros términos, es una orden que se da a una persona para que pague a un tercero cierta suma de dinero en un determinado plazo. Caracterizándose por cumplir una serie de requisitos para que la transacción se considere válida, resaltando entre tanto la cantidad expresada en números y letras, nombre del librado, fecha de vencimiento o pago. Por su parte, el pagaré corresponde al documento con valor financiero, donde una persona formalmente se compromete a pagar una deuda en determinada fecha. Pueden ser emitidos por individuos particulares, empresas o el estado. Su contenido es en base al artículo 486 de la ley mencionada anteriormente, que estipula: Los pagarés o vales a la orden entre comerciantes o por actos comercio por parte del obligado, deben contener: La fecha, la cantidad en número y letras. La época de su pago, la persona a quien o a cuya orden deben pagarse, la expresión de si son por valor recibido y en qué especie por valor en cuenta. El cheque hace alusión a un giro a nombre del banco donde la persona tenga establecida su cuenta, ordenando por medio de éste el pago de una cantidad establecida al beneficiario también especificado. Incluye la denominación de cheque insertada en el texto mismo del título, el mandato puro y simple de pagar la suma de dinero, el nombre del librado, el lugar de pago, la fecha y lugar de emisión de cheque y la firma del librador. Finalmente, la carta de crédito es un contrato donde el banco abre un crédito por cuenta de un cliente y favoreciendo a un tercero, cancelándose según las condiciones que se establezcan en dicho convenio.
No obstante, los registros contables también juegan un papel clave, pues su
finalidad como se recalcaba es el registro detallado de los movimientos financieros desarrollados dentro de la empresa, a partir de allí se analiza la situación financiera y económica para tomar decisiones importantes en pro de ésta. El asiento de apertura se compone de todas las cuentas de balance que tienen un saldo abierto, registrándose las cuentas de activo en el debe del asiento y las cuentas de pasivo y patrimonio neto en el Haber. Es común que el primero se realice en la fecha en que la empresa es creada, sin embargo para los ejercicios siguientes se le asigna el registro para el primer día del año o primer día de ejercicio contable. Del asiento de operaciones la conceptualización más simple se entiende que es el que se utiliza para contabilizar y recoger todas las transacciones y operaciones que se han realizado durante un año fiscal.
En cuanto al asiento de ajuste, Magui (2015) expresa “Este tipo de registros se
realizan cuando se requiere que los saldos de las cuentas para elaborar los estados financieros de una empresa presenten su saldo verdadero, es decir, durante el periodo en el cual se realizaron los registros pudieron haber surgido algunos inconvenientes o incluso aunque se tenga la completa seguridad de haberlos realizado correctamente, siempre al final de cada periodo antes de realizar los asientos de cierre se deben realizar asientos de ajuste para que los estados financieros que se presenten muestren la información financiera real”. Y el asiento de cierre, que es el que figura en último lugar en el libro diario del ejercicio de que se trate y con él se cancela los saldos de todas las cuentas patrimoniales de la empresa. Referencias Bibliográficas:
A. (2021, 19 febrero). Asiento contable. Recuperado 10 de junio de 2021, de
https://enciclopediaeconomica.com/asiento-contable/ EcuRed. (s. f.). Documento mercantil - EcuRed. Recuperado 10 de junio de 2021, de https://www.ecured.cu/Documento_mercantil Páez, G. (2021). Carta de crédito. Recuperado 10 de junio de 2021, de https://economipedia.com/definiciones/carta-de-credito.html Monografias.com. (2006). Documentos Mercantiles: Monografias.com. Recuperado 10 de junio de 2021, de https://www.monografias.com/trabajos13/documerc/documerc.shtml