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TEÓRICO 31/10/19

CASO LIBRO IMPULSIONES (Alicia Hartmann)

¿Cómo se transmite la clínica? ¿Qué se expone cuando se hace una presentación clínica?

¿Se presenta el caso, el paciente, los obstáculos, el analista?

Cuando presentamos un caso siempre estamos presentando algo de la posición del


analista. Freud escribió el caso Dora pero muestra cosas de su posición todo el tiempo. Las
intervenciones, las lecturas, hablan de su posición. Uno puede recortar desde diversos
aspectos pero es difícil que se presente como un observador externo. Porque el analista
está implicado.

Diana, habla del caso de esta mujer, pero habla de una manera muy precisa de lo que pasa
del lado del analista y qué efectos tiene eso, qué efectos tienen los movimientos del
analista. Y aparte tiene la virtud de que parte de los obstáculos. Se ve que es un caso
difícil, no por la complejidad de los síntomas, sino por la posición de la paciente. Lleva
mucha paciencia, ir ahí ablandando, no precipitarse, no mandarse así con todo. Ni
tampoco decretar que es una paciente inanalizable a los dos meses. Es una posición muy
particular. A veces se presentan casos donde se ve UNA intervención magistral del
analista, en lo real, y de golpe todo cambió. Que hablan más de la espectacularidad del
analista que del caso. Casos del estilo antes y después.****

Hace 30 años nadie hablaba de Patologías del Acto. La posición difícil que menciona Diana
de esta paciente es que NO QUEDA CLARO POR QUÉ ESTÁ AHÍ. Lo que genera
rápidamente es una SENSACIÓN DE IMPACIENCIA E IMPOTENCIA EN EL ANALISTA.
Normalmente los efectos subjetivos los ubicamos en quien consulta. Pero acá pasa que
algún malestar se apropia de la analista de entrada.

p.59 QUEJA INESPECÍFICA, difusa, MALESTAR. Habla de rivalidades imaginarias con la


cuñada, con la suegra, etc. Aclara tb que tiene muchos análisis encima esta mujer, que se
han traducido en un saber, en un VOCABULARIO TÉCNICO. Posiblemente más Kleiniano
por la época. Es un problema, hay que des-psicoanalizarlos a estos pacientes, Mover
interpretaciones o sentidos que quedaron muy coagulados. Y que no generaron otro
efecto más que alimentar el yo. “No, es mi posición sibjetiva respecto del otro blabla”
pero me sigo meando en la cama. Además porque el saber, siempre cierra. Engorda. Sobre
todo a una pte como esta.

Diana ubica acá la incomodidad, el embarazo parecido a cómo lo vimos en el seminario


10. Lo que ella marca es, que alguien esté en ese lugar no quiere decir que esté en una
situación analítica ni que esté por pasar a la acción. Lo que marca es que hay algo que se
localiza en el yo y que lo plantea “¿Qué hacer con esta persona que consulta pero que no
sabe bien por qué ni para qué? Consulta, pero por qué? “No pedía nada, salvo quizás,
desembarazarse de esa situación de malestar”. Como “quíteme este malestar que tengo”,
una incomodidad, se los ve incómodos, se sienten incómodos pero no pueden decir
mucho. El único punto subjetivo de toda esa roca en que se ve algo, es ahí. Es el único
punto de división. En todo lo demás está muy sólida. El único lugar donde hace agua es ahí
donde dice “no sé qué es esto y no sé qué hacer con esto”.

Acto seguido dice Diana que en la posición analizante no hay pregunta, pero el analista sí
empieza a preguntarse. a-->$ al revés. Inversión de la escena analítica. El analista quedó
como $, subjetivado, y el analizante en el otro lugar. Quién asocia libremente? El analista.
Para qué consulta? Qué quiere? El analista empieza a barrarse, clásico de muchas
presentaciones, sobre todo de las objetales. Naturalmente empuja al otro a la división.
Efecto de división subjetiva del lado del analista.

Punto de partida caracteropático. Carácter: destinos de las pulsiones que fueron a parar
directo al yo. Conexión directa entre un rasgo de la personalidad y el funcionamiento de
una zona erógena. Lo que no hay en el rasgo de carácter que hay en el síntoma es
represión y retorno de lo reprimido. Ese mecanismo está ausente en el rasgo de carácter.
El yo termina comportándose, asimila a ese modo de ser, esos rasgos.
Cómo se presenta el carácter en general? Del lado del SOY. Por eso lo interesante de la
presentación es que cuando ahora Diana lo conecta con el carácter, va a parar al lado del
SER. En las neurosis de carácter el síntoma es asimilado al YO. Egosintónico. CHARACTER:
en inglés, como personajes de una obra que se incorporar al yo e implican CIERTA FORMA
DE ASUMIR EL YO. Por más que esté la incomodidad, y la barradura dándonos señales en
algún lado, la presentación es desde este lugar, del SOY-NO PIENSO. Una forma de ser.
Está vestido narcisísticamente, pero la presentación es desde el objeto. Lo que dice Freud,
es que estas presentaciones, desde el lado de la ganancia de placer inmediato,
obstaculizan la instalación de la transferencia.

Entonces dice “la incomodidad en su propio pellejo”. Incómodo pero no se puede precisar
de qué se trata. Cuando está presente esta incomodidad es quizás donde podemos
percibir más allá del yo un efecto subjetivo. Nos avisa que más allá de esta envoltura
yoica, hay algún punto de división. Esto permite aceptar la consulta y abrir una serie de
entrevistas preliminares. Que pueden durar años.

Punto 1: “Tenemos un paciente que no es paciente y que nos exige paciencia”

Punto 2: “Tampoco se trata de querer conmoverlo demasiado rápido. Nos tiene que dar
algún permiso, porque puede que no quiera que lo conmuevan”. Ahí se pone a prueba el
eventual furor curandis del analista. Se mandan a alentar a un pte inhibido a actuar y que
eso tiene grandes chances de acentuar los puntos de la inhibición. O puede ser una frase
muy superyoica para alguien que no puede moverse. Hay que tener cautela y convivir con
esos momentos de abstinencia para poder aguantar y esperar el momento. Un problema
es la precipitación del analista, porque él mismo no aguanta. Hay que dejar vacante esa
zona y no mandarse. Porque hay UN sujeto en análisis, hay uno u otro, no hay dos sujetos,
entonces si yo me subjetivo lo saco al otro, es lo que pasa en este caso al principio.

Obesidad de la paciente: no es un tema que traiga ella, entonces por qué introducirlo si
ella no lo trae. No hay que dejarse llevar por un ideal. El paciente podría ser ciego y por
qué nos deberíamos preguntar “cómo no le hace ruido?”.
Entonces, cuál es la trampa que se plantea en esta presentación? Que esta mujer, la
posición que adopta es la de siempre estar respondiendo a demandas múltiples del Otro.
Ella siempre está respondiendo, porque además es una buena tipa. Es como un personaje,
Vieron la figura del tipazo? Es de un narcisismo exacerbado, pero va y está y es
incondicional. Eso tb es un rasgo de carácter. Esta tipa juega el papel de la buena tipa, que
siempre está, la incondicional, llamame, contá conmigo a la hora que sea. ES UNA OFERTA
A QUE EL OTRO LE DEMANDE. No es patrimonio de los obsesivos esto. Entonces, la buena
mina, la buena tipa, la posición que ella efectivamente encarna es que ella responde
siempre a la demanda del otro, soluciones, etc. Diana dice “¿vamos a entrar ahí tb
nosotros? ¿a demandarle? ¿vamos a meternos en la serie de lo que le piden, demandarle
que venga, que asocie?”. Es un problema porque no haríamos más que fortalecer ese
circuito que la consolida a ella como la mujer indispensable. Es justamente la que
queremos conmover. El PSA tiene muchas chances de conmover la neurosis, pero también
muchas de reforzarla más, por eso es tan importante la posición del analista, pero nos va
avisando, esto de las posiciones. En cuál está esta mujer. Por eso dice Diana, qué hacer?
P.66 “Escuchar simplemente. Las quejas. Decirle incluso que tiene razón”. Son tácticas. La
acompañamos en las quejas sobre todo. En lugar de decirle “y vos qué tenés que ver en
esto de lo que te quejás?” Y expulsarla en un minuto, alojar y tratar de que empiece a
circular un poco eso. A eso voy con no precipitarse. Todos tenemos en nuestro haber
alguna intervención poco feliz de “y tú qué tienes que ver…”. Malísimo. Bueno, entonces,
una vez que hacemos esta oferta distinta. Diana habla de personaje, porque lo que esta
mujer monta es un personaje. Dice “Este personaje, personaje buena madre, buena
esposa, buena trabajadora, que la hace inmune a la crítica y consistente, tanto a ella como
a ese Otro”. Podría ser una paciente que se convierta en una buena paciente, está servido
en bandeja, que responda todas las demandas. “Tentación” del analista de los ideales, o
de que se instale como padre, amigo, etc, todo el terreno propicio donde se caería la
posición del analista. El terreno más delicado para Freud es cuando se da cuenta de que
los analistas pueden entorpecer el trabajo. Por eso hablamos tanto del deseo del analista,
porque es un elemento central de la clínica.
“Alguien que desde este lugar yoico obtiene cierta ganancia, cierto plus de gozar que
hacer al otro consistente”. Es como si hubiera una ganancia del goce en el corazón del yo.
Ella responde a su Otro desde ese lugar, la copada, la buena, generosa. Hasta que, como
siempre, de golpe se pudre esto.

Lo que empezamos a ver es la ganancia de goce desde esta posición de objeto oral en la
que se ofrece. Se ofrece, en su posición gozosa, como pasto al Otro.

Hay un contrapunto que cita Diana acá y es que cada tanto tiene ataques de bulimia. Esto
rompe un poco el relato. De dónde salen? Ella dice que los sitúa como una impulsión.
Diferencia impulsión-compulsión:

- Impulsión: conducta, algo que de golpe te lanza. Más bien ligada a una acción
precipitada.
- Compulsión: más del lado del síntoma, del cuerpo extraño en el yo, ideas
obsesivas. Esa cosa que se repite, que se te mete y no podés sacártelo de encima.
Que puede ser una acción, pero está más ligada el síntoma.

En este caso, los ataques son leídos más del lado del pasaje al acto. Cada tanto, tiene una
vivencia de malestar que a veces llega a la angustia. Esas vivencias se producen cuando las
demandas que le hacen los otros llegan a cierto acmé, o cuando ella no puede responder
el nivel enorme de demanda. Ahí es cuando se cae de la escena. Se arroja. No importa si
es a la panadería o al solo empanadas. Como cuando hablamos del A.O., que no
importaba el objetito que robaba.

Entonces: PASAJE AL ACTO EN EL PUNTO EN QUE NO PUEDE SOSTENERSE EN ESA ESCENA


QUE ESTÁ DETRÁS DEL PERSONAJE YOICO. Es decir, cuando esta mujer no puede sostener
más esto, se arroja desde ahí. Es el objeto de nuevo. Por eso vimos seminario 10. Se
acuerdan que el Embarazo tenía una natural propensión a pasar a la acción. Entonces
estamos claramente en esta fila. De la angustia. No estamos en la fila del síntoma, del
acting out, salvo después. En principio, en la presentación estamos en esta fila. Donde no
está la angustia franca tal vez, pero encontramos las otras formas. Y ella relata esos
episodios. En ese sentido se ubica este lugar donde ella cae de la misma escena que armó.
Desde ahí se cae. Cuando ese nivel de demanda, paradoja: se oferta todo el tiempo a la
demanda, pide demanda, pero cuando viene el exceso, ahí fracasa.

Vamos a ver el viraje. Trabajado con paciencia.

Dice que el análisis hace virar al paciente del Yo no pienso al Yo no soy. Y lo que empieza a
aparecer son Acting outs. Y ahí Diana hace una pregunta en la página 71: “¿Se puede
iniciar en estos casos un análisis con acting out? ¿Se puede eludir la dimensión de acting
en un caso de este estilo? ¿Se puede pasar al síntoma y a la transferencia de forma
directa? ¿Sí o no?”. ¿Y qué le pasa a esta mujer? Se olvida de pagar. Y eso es leído como
un acting. En lugar de pasar al acto y comer, se olvida de darle de comer alguien. Sustrae
un elemento central en todo este circuito. La intervención, que no es ni interpretación ni
reforzamiento del yo, es por ejemplo que empiece a pagar sesión por sesión. En esa época
se pagaba por mes. Se le indica que cada vez pague. El pedido de plata ahí ya ubica al
analista como alguien que tiene intereses, no alguien desinteresado que no le falta nada.
Da una idea distinta, de Otro que empieza a barrarse. Y además produce un olvido con el
dinero. Algo pasa con la plata como significante fundamental de la economía libidinal.
Entonces entre este punto de quiebre y ciertas transferencias laterales que empieza a
haber, que empieza un régimen, comienza a adelgazar. Y dice “comienza un primer Otro a
volverse inconsistente bajo la figura de su marido”. Por primera vez y fíjense que ahí
asoma un cambio de posición, por primera vez ella empieza a presentarse como una
mujer insatisfecha. Desilusionada del marido, insatisfecha, y aparece cierto efecto
depresivo. Esto es muy interesante, ¿por qué? Porque muchas veces hay ciertos efectos
que pueden parecer retrocesos, pero en realidad pueden ser EFECTOS DE UNA PÉRDIDA
DE GOCE, QUE REBOTA COMO UN DUELO, en esta posición de bajón. Pero a veces las
pérdidas de goce, de síntomas, fantasmas, identificaciones, producen efectos. ES EL
INDICIO DE QUE ALGO CAYÓ. Entra en un estado de pinche libidinal. Y muchas veces esos
son los signos retroactivos de que algo de cierta condición, de cierta ganancia de goce
empezó a haber una pérdida. A veces tb aparecen momentos fóbicos. Porque desmontada
la escena fantasmática, ante el encuentro con el deseo del Otro, si esto se puede
atravesar, puede ser que se presente cierta inquietud ante el deseo del Otro. Se tocan
ciertos puntos de la estructura, entonces hay momentos.

Cuando Diana pone esto de la depresión, me parece interesante que aparece justo
después del acting out, de algo que agujerea la escena de alguna manera. A.O. empezar a
preguntarse por primera vez si ella puede causar el deseo del otro. Algo de esa pregunta
que todo el personaje yoico pisoteaba. Porque ahí había una máquina que respondía y de
golpe ella empieza a presentarse como falta. Como el caso de Margarette Little.

Ahora ella se transforma en alguien que demanda, de hecho según Diana se transforma en
una “hinchapelotas decidida”. Antes era ella a quien le rompían las pelotas, recibía las
demandas, los llamados, etc. Ahora es ella la que empieza a demandar o porque el tipo no
coge, o porque no le responden. La posición en relación a la demanda, es otra. Si
demanda es porque el falta algo, pero aparte ella antes completaba al Otro con sus
respuestas, hacía consistente a su Otro. Entonces ahora ella demanda, y se pregunta si ella
puede causar el deseo de alguien. Después de todo el despliegue caracteropático.

P.74 “Descubre que tenía una cantidad notable de hijos”. Entonces ahí sí, ya no se trata de
darle la razón como al comienzo, sino de preguntarle que habrá tenido que ver ella con
estas cosas, empezar a interrogar un poco la posición, sin violentar nada. De qué le sirvió.

Claramente ahora se empieza a leer que la posición de objeto a, de pasaje al acto, de yo


soy, todo esto que estamos hablando; es un caso que ilustra de modo ejemplar todo esto.
Ahora empieza a virar realmente a la presencia de a.o., de sueños, de lapsus, de la
apertura del inconsciente y del pienso. Empieza el caso, empieza el análisis. Todo lo que
hubo que pasar para que se pueda instalar el dispositivo y todo eso comporta claramente
una pérdida de goce. Entonces aparece la idea de faltarle al Otro, de faltarle al analista,
sueños, asociaciones. Ha pasado netamente del yo no pienso al yo no soy. La impulsión
cede y empiezan a aparecer más a.o. más escenas que están dirigidas al otro, más escenas
donde empieza a estar más en su lugar como causa, no de resto. Que era desde donde ella
se tiraba al p.a. Algo de la consistencia del Otro evidentemente se empezó a quebrar.
Diana dice “a ella nada le hacía falta”, daba la sensación de que no le podías entrar por
ningún lado. Y ahí Diana dice, el analista empieza a virar como analista hacia la posición de
objeto. Finalmente el analista puede ubicarse como causa, del trabajo necesario del
paciente. Ahora la operación también es del analista, no es sólo que la paciente cambió.
Para que ubiquemos lo que dije al principio: si bien el analista en un comienzo no podía
ubicarse y se quedaba preguntándose, subjetivado y demás, evidentemente hay cierto
posicionamiento del analista que también favorece esto. Para que no pensemos que sólo
el paso del tiempo modifica la cuestión.

**En estos casos, lo interesante es lo que Lacan ubica en el yo, como un núcleo de una
ganancia de goce de muy difícil renuncia y eso es lo que va operando el análisis. Se va
perdiendo cierto goce para darle lugar al objeto como causa de deseo. La pérdida de goce
facilita la apertura.

** El caso es neurosis claramente, ya que la neurosis se organiza en torno a la demanda


del Otro. La neurosis según Lacan es una respuesta a la demanda del Otro, y la psicosis es
una respuesta a la angustia del Otro. Y la perversión es una respuesta el goce del Otro.
Son tres formas de posicionarse. A qué otro responde cada estructura. Más allá de lo
psicopatológico, el concepto de la demanda es central. Todas son vicisitudes en el caso de
la relación con la demanda. De ella, de los otros, que responde, que no responde.
Demanda en francés es tanto pedir como preguntar.

**Nuestro eje: cuadro lógica fantasma, De Morgan, Seminario 10, Klein. Ello de Freud.

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