CARACTERÍSTICAS DE LA VIVIENDA CON RELACIÓN A LA SALUD

COMO PARTE DE LA VALORACIÓN DE LA FAMILIA

El entorno puede suponer riesgos para la salud individual y familiar. La

población urbana se enfrenta con problemas de hacinamiento, ruido,
contaminación, pobreza, peligros del tráfico, aislamiento social, aunque suele
tener mejor acceso a los servicios de todo tipo.

El entorno de la vivienda debe contar con abastecimiento de agua, eliminación

de excretas y basuras, desagües, establecimientos comerciales y culturales,
servicio de transporte accesibles servicios sanitarios básicos y sociales, sin
olvidar los elementos estéticos necesarios para la vida familiar, como los
espacios libres con vegetación, y las instalaciones para las actividades
recreativas.

Durante el proceso de atención domiciliaria, la enfermera o enfermero deberá

valorar, en lo que se refiere a la vivienda:

a) Ubicación de la vivienda en el barrio o zona.

b) Tipo de vivienda: rural o urbana, bloque de pisos o unifamiliar; propia,
alquilada, compartida, en régimen de pensión, etc.
c) Aspectos de habitabilidad: instalaciones básicas, como agua servida,
servicio de excretas (dentro o fuera de la vivienda), gas de uso
doméstico e instalaciones eléctricas.
d) Accesibilidad: presencia de barreras arquitectónicas que dificultan el
acceso a la calle (escaleras, ausencia de ascensor), y el acceso de unas
zonas a otras dentro de la misma vivienda.
e) Adecuación de la vivienda a los problemas de salud de la familia:
agarraderas de baño, pasamanos en los pasillos y escaleras,
iluminación suficiente y accesible a todas las instancias de la casa,
salientes de muebles protegidos.
f) Existencia de factores de riesgo de enfermedad: higiene deficiente o
inadecuada de la vivienda, convivencia con animales sin control
sanitario, etc.
g) Existencia de factores de riesgo de accidentes: botiquín accesible a
cualquier miembro de la familia, productos de limpieza accesibles o no
adecuados, objetos deslizantes en el piso, pisos encerados, entre otros.