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LOS VIAJES DE GULLIVER

Autor: jonathan Swift Irlandes nacio 30 de nov 1667 murio 19 de oct 1745

Có mo se desenvuelve la historia
Lemuel Gulliver es un cirujano casado de Nottinghamshire, Inglaterra, al que le gusta viajar. Embarca
en un viaje a los mares del sur cuando cae una tormenta y va a parar a una isla. Esta isla, Liliput, está
habitada por personas diminutas de 6 pulgadas de alto. Capturan a Gulliver mientras duerme y lo llevan
a la capital de la ciudad, donde lo mantienen encadenado dentro de un gran templo abandonado fuera
de la ciudad.

Gulliver se vuelve gran amigo del emperador de Liliput, quien le enseñ a muchas de sus costumbres. Por
ejemplo, en lugar de contratar a administradores capaces para su gabinete, el emperador escoge gente
que tiene la mayor destreza en un peligroso tipo de baile de cuerda. El emperador le pide ayuda a
Gulliver para ganar la guerra contra Blefuscu, un reino también diminuto al otro lado de un canal.
Gulliver accede y utiliza su gran tamañ o para capturar a toda la marina de Blefuscu.

A pesar del gran servicio que Gulliver ha hecho por los liliputienses, tiene dos enemigos terribles que
parecen envidiar su fuerza y el trato preferencial por parte del emperador: el almirante Skyresh
Bolgolam y el tesorero Flimnap. Estos dos hombres conspiran para influenciar al emperador para que
ejecute a Gulliver. Entregan a Gulliver una serie de artículos para hacerle un juicio, y la sentencia final
es que Gulliver pierda la vista. (Los ministros también deciden, en secreto, que van a hacer morir de
hambre a Gulliver para ahorrar dinero en la enorme cantidad de comida que consume). Un amigo de la
corte liliputiense advierte a Gulliver acerca de la conspiració n que hay en su contra. É l logra escapar a la
isla de Blefuscu. Por suerte, un bote de tamañ o humano se arrastra hasta la playa en Blefuscu. Gulliver
rema hasta llegar a Australia, no muy lejos de ahí, y encuentra un barco que lo lleva a Inglaterra.

Gulliver vuelve a hacerse a la mar luego de una breve estadía en Inglaterra con su familia (que, hay que
decirlo, no parece caerle tan bien). Una vez má s, azota una tormenta y Gulliver termina en la isla de
Brobdingnag. Los brobdingnagianos son gigantes de 60 pies de altura, quienes tratan a Gulliver como
una atracció n de feria. Gulliver logra captar la atenció n de la reina de Brobdingnag, quien lo tiene como
si fuera una mascota. Le entretiene porque siendo tan pequeñ o puede hablar y actuar como una
persona real. La reina emplea a una niñ a pequeñ a, Glumdalclitch, para cuidar a Gulliver y enseñ arle su
idioma. Glumdalclitch lo hace con mucho afecto.

Mientras Gulliver vive en el palacio se encuentra en constante peligro: abejas del tamañ o de palomas
casi lo atraviesan, un cachorro casi lo mata de un pisotó n, un mono lo confunde con un mono bebé e
intenta sobrealimentarlo. Como Gulliver se siente en ridículo todo el tiempo, empieza a perder algo del
orgullo y la prepotencia que no podía evitar sentir en Liliput.

El rey de los brobdingnagianos refuerza esta sensació n de humildad. Luego de que Gulliver le describe
todo lo que puede acerca de la cultura y la historia inglesas, el rey de Brobdingnag decide que los
ingleses parecen ser unas pequeñ as alimañ as. Rechaza la pó lvora que le regala Gulliver porque armas
como esa parecen una invitació n a la violencia y al abuso.

Al final, Gulliver se marcha de Brobdingnag gracias a un extrañ o accidente y regresa a Inglaterra, pero
solo se queda ahí por unos dos meses y luego vuelve al mar. Esta vez, unos piratas lo abandonan en una
pequeñ a isla cerca de Vietnam. Mientras espera sentado en esta isla, ve una sombra que pasa por
encima de su cabeza: una isla flotante llamada Laputa. Hace señ ales de ayuda a los laputianos y estos lo
ayudan a subir con una cuerda.

Los laputianos se dedican solamente a dos cosas: las matemá ticas y la mú sica. Pero su amor por las
ecuaciones hace que sean muy malos en los asuntos prá cticos, así que nadie en el reino es capaz
confeccionar un buen traje o construir una casa. Y por imitar la ciencia abstracta de los laputianos, los
habitantes del continente de abajo, Balnibarbi, han ido arruinando sus granjas y sus edificaciones con
modernas "reformas".
Gulliver también visita Glubbdubdrib, una isla de hechiceros donde llega a conocer a los fantasmas de
figuras histó ricas famosas, y Luggnagg, una isla con un rey absolutista y también algunos seres
inmortales muy desafortunados. Llega a Japó n y luego regresa a Inglaterra una vez má s, esta vez por un
periodo de cinco meses, tras el cual vuelve a marcharse y a dejar a su familia atrá s.

Esta vez, Gulliver sale a navegar convertido en capitá n por derecho propio, pero los marineros no
tardan en rebelarse en su contra y lo abandonan en una isla desierta. En esta isla viven dos clases de
criaturas: (a) los horribles yahoos, animales violentos, mentirosos y repugnantes; y (b) los
houyhnhnms, parecidos a los caballos. Los houyhnhnms se autogobiernan por medio de la razó n
absoluta. Ni siquiera tienen palabras para los problemas humanos como enfermedad, engañ o o guerra.
En cuanto a los yahoos, ellos son seres humanos. Son como Gulliver, salvo que él ha aprendido a
cortarse las uñ as, afeitarse la cara y usar ropa.

En el país de los houyhnhnms, Gulliver por fin logra entender cuan despreciables pueden llegar a ser los
humanos. Llega a acostumbrarse tanto al estilo de vida de los houyhnhnms, que cuando por fin le
ordenan que se vaya, él cae desmayado. Gulliver obedece y se marcha del país de los houyhnhnms,
donde estuvo muy contento, pero está tan asqueado de la compañ ía humana, que casi salta del barco
portugués que lo llevaba a casa.

Una vez que Gulliver regresa con su familia, la idea de haber tenido relaciones con una yahoo (su
esposa) y haber tenido tres hijos yahoo le causa repugnancia física. Apenas aguanta estar en la misma
habitació n que ellos. Dejamos a Gulliver reconciliá ndose con la noció n de volver a convivir con seres
humanos, pero todavía está muy triste por no estar con los houyhnhnms. De hecho, pasa por lo menos
cuatro horas al día hablando con sus dos caballos en el establo. La lecció n que se aprende de Los viajes
de Gulliver es que cuanto má s conocemos de los seres humanos, menos queremos ser uno de ellos.

PERSONAJES EN LOS VIAJES DE GULLIVER

Lemuel Gulliver: el personaje central de Los viajes de Gulliver.

Mary Burton: Gulliver se casa con Mary Burton pero nunca pasa mucho tiempo con ella.

Los liliputienses: viven en la primera isla que Gulliver visita. Tienen edificaciones, á rboles y caballos en
proporció n. A los liliputienses los rige un emperador que nombra a sus altos funcionarios segú n su
destreza en el baile de cuerda, no por sus verdaderas habilidades. 
En Liliput, la política se divide entre los hombres que llevan tacones altos y los que llevan tacones bajos.
Los de tacones altos, también conocidos como Tramecksan, apoyan a la constitució n de Liliput y al
emperador. Sin embargo, los tacones bajos, o Slamecksan, está n en el poder. El emperador só lo pone
tacones bajos en los altos puestos del gobierno, sin tomar en cuenta las habilidades o cualificaciones de
los tacones altos. Y el hijo del emperador es incluso má s difícil de clasificar: usa un tacó n alto y uno
bajo, así que nadie sabe cuá l es su postura.

El emperador de Liliput: también le encanta la guerra y quiere esclavizar a la gente de la isla vecina,
Blefuscu. Cuando Gulliver se niega a ayudarlo a destruir la libertad de Blefuscu, el emperador empieza a
odiar a Gulliver. 

Flimnap y Skyresh Bolgolam : Flimnap es el tesorero de Liliput. No tarda en odiar a Gulliver gracias a
rumores absurdos en la corte de que Gulliver tiene un romance con la esposa de Flimnap. En serio, no
es posible. Ella mide 6 pulgadas y él seis pies. De cualquier forma, Flimnap se une a la conspiració n de
Skyresh Bolgolam, almirante de Liliput, y también se vuelve en contra Gulliver de una manera
irracional.
Reldresal: es secretario principal de Liliput y también se dice amigo de Gulliver: cuando Bolgolam y
Flimnap insisten en matar a Gulliver con veneno, Reldresal sugiere la alternativa má s humana de los
ojos para hacerlo má s dó cil y luego dejar que muera de hambre.

Los brobdingnagianos : son gigantes: tienen en promedio 60 pies de altura y sus tierras y animales
son, en consecuencia, enormes. Gulliver es muy vulnerable en este país, Gulliver se tropieza con
excremento de vaca y una rana casi lo ahoga. Todas estas historias son en verdad terribles para él, pero
para la corte de los brobdingnagianos, son motivo de risa.

El rey de los brobdingnagianos: A diferencia del emperador de Liliput, que usa a Gulliver má s que
nada como un arma en contra de los Blefuscu, el rey de los brobdingnagianos quiere que Gulliver le
enseñ e acerca del sistema de gobierno inglés por si hay algo que valga la pena imitar. Gulliver describe
la monarquía inglesa, el Parlamento, la religió n y el sistema judicial. Luego de escuchar estas
descripciones, el rey de los brobdingnagianos le dice que no puede entender có mo los ingleses evitan
las coimas, la corrupció n, el uso de influencias o la hipocresía cuando no existe nada que impida estos
excesos en su sistema de gobierno. De hecho, el rey concluye que muchos ingleses deben ser "la raza de
odiosos bichillos má s perniciosa que la Naturaleza haya nunca permitido que se arrastre por la
superficie de la tierra"

Glumdalclitch :la niñ era de 9 añ os de Gulliver. Lo pasea por Brobdingnag en una caja para protegerlo,
confecciona su ropa y en general lo trata como si fuera una mascota.

Los laputianos: son una raza de bichos raros cuyas cabezas se inclinan siempre hacia la derecha o hacia
la izquierda y cuyos ojos nunca se enfocan en el mundo a su alrededor. Viven en una isla f lotante
controlada por un imá n en el centro. El hecho que floten en el aire sin ningú n tipo de vínculo con la
tierra es bastante simbó lico. A estos personajes les encantan dos cosas: las matemá ticas y la mú sica. En
ambos son bastante avanzados, pero ¿sabes en qué son muy malos? En cualquier cosa prá ctica. No
pueden construir casas con los á ngulos correctos ni confeccionar ropa que les quede bien. La razó n por
la que ninguno de sus diseñ os funciona es que se rehú san a tomar medidas del mundo real y prefieren,
en su lugar, usar ecuaciones para probar qué tiene que ser verdad. Aun así, a pesar del hecho que
Laputa flota, sí tiene conexiones políticas con el continente de abajo: Balnibarbi. Todos los ministros del
rey laputiano tienen sus haciendas en el continente, así que el rey no puede esclavizar a la gente que
vive debajo de su isla así porque sí. Pero el rey sí mantiene una estricta política de tributos. Si la gente
debajo de Laputa no envía sus tributos, tendrá n que pagarlo muy caro. El rey hará flotar la isla justo
sobre sus cabezas, bloqueando el sol y la lluvia, y dejará caer piedras sobre ellos hasta que paguen lo
que deben. Así que ya ves, aunque estas personas solamente saben de mú sica y matemáticas, también
incursionan en el á mbito de dominar el mundo. Como es de esperarse, la naturaleza humana se abre
camino una vez má s.

El despertador:Los laputianos se encuentran tan distraídos con su mundo interior de pensamientos


profundos que es necesario recordarles lo que están haciendo en un momento determinado. Es por eso
que la nobleza laputiana debe estar acompañ ada de un sirviente todo el tiempo. Estos sirvientes llevan
consigo una especie de sonaja al final de un palo largo, la cual usan para tocar la boca del laputiano que
debe hablar, la oreja del laputiano que debe escuchar y el ojo del laputiano que debe mirar algo.
Las señ oritas laputianas: Debido a que los hombres laputianos deben pasar tanto tiempo usando la
cabeza, no tienen mucho tiempo para sus cuerpos. Tú me entiendes, ¿no? No son expertos en lo que al
amor se refiere, así que cuando los hombres del continente vienen a visitar Laputa por negocios, las
mujeres laputianas está n bien dispuestas a tener aventuras amorosas con quien se pueda. Les encantan
los extrañ os. Después de todo, sus esposos nunca lo notan. Está n tan ocupados con sus matemá ticas y
su mú sica que no se dan cuenta de que sus esposas está n teniendo aventuras.

La Gran Academia de Lagado: era la ciudad principal en la ciudad de Balnibarbi. Los experimentos que
Gulliver registra (hombres tratando de convertir heces en comida, extraer rayos de sol de los pepinos,
etc.) eran cosas verdaderas que los científicos del siglo dieciocho estaban tratando de hacer. 

El rey laputiano : Al igual que los líderes liliputienses y brobdingnagianos, el rey laputiano es igual a
toda su gente, pero má s: es el representante del laputiano modelo. Esto quiere decir que se distrae con
mucha facilidad. Cuando Gulliver va a conocerlo por primera vez, el rey tarda una hora en asomarse lo
suficiente como para notar que alguien está cerca. Gulliver le cae má s o menos bien, pero no siente
ningú n aprecio especial porque no es tan bueno en las matemá ticas y la mú sica como los laputianos, y a
ellos no les importa nada má s.

El señor Munodi: es el ú nico hombre sensato en todo Laputa. El señ or Munodi es prueba de que en
tierra de ciegos, el tuerto es víctima de odio y burla. El señ or Munodi pertenece a una familia muy
importante con una gran hacienda en Balnibarbi, lo cual es la ú nica cosa que le impide ser expulsado de
Laputa. Es despreciado por el rey y su corte por no adoptar formas nuevas y experimentales de
gestionar sus haciendas familiares junto a todos los demá s. Lo que pasa es que 40 añ os antes de la
llegada de Gulliver, todo Balnibarbi era verde y fructífero. Pero luego un par de balnibarbianos llegó a
Laputa, donde aprendieron acerca de las ecuaciones abstractas que a los laputianos tanto les gustan. A
estos balnibarbianos se les ocurrieron una serie de ideas nuevas para mejorar edificaciones y cultivar
los terrenos. Todas ellas, sin excepció n, resultaron ser desastrosas. Pero eso no hizo que la gente dejara
de intentar una y otra vez. Ellos se ven atraídos por lo novedoso de la "reforma" y piensan que el señ or
Munodi es un reverendo tonto por no adoptar estas formas nuevas de hacer las cosas. El buen juicio del
señ or Munodi hacen que sea el acompañ ante perfecto para Gulliver. Es el señ or Munodi quien logra
conseguir un guía para Gulliver a través de la Gran Academia de Lagado, lo cual lo beneficia mucho.

Los proyectistas: creen en estudiar la ciencia y la filosofía sin prestar mucha atenció n a los resultados
prá cticos quieren derretir el hielo para hacer pó lvora, usar telas de arañ a para reemplazar hilos de
seda, y todo tipo de ideas sin sentido.

Glubbdubdrib: Gulliver no puede encontrar de inmediato un barco que lo lleve de Balnibarbi a la isla
de Luggnagg. Pero tiene suerte: entabla amistad con dos personas en la ciudad portuaria de
Maldonada. Se ofrecen a acompañ arlo a una isla cercana para hacer turismo de calidad. Esta isla se
llama Glubbdubdrib y es una especie de isla secreta.

Los Glubbdubdribianos son una raza de magos. La isla tiene un gobernador que resucita a los muertos
por un periodo de 24 horas (como fantasmas). Existe otro extrañ o límite a sus poderes. El gobernador
puede resucitar a una persona cada tres meses, de tal modo que no puede resucitar al mismo tipo todos
los días. Gulliver se hace amigo del gobernador, que a su vez ofrece resucitar a cualquier persona que
haya muerto y que Gulliver quiera conocer, pero só lo si Gulliver limita a sus preguntas al periodo en el
que la persona se encontraba viva. Gulliver está muy entusiasmado. El primer día, Gulliver llama a
varios héroes famosos: Alejandro Magno, quien conquistó Grecia; Aníbal, el general de Á frica; Julio
César, Pompeyo Magno; y Marcus Iunius Brutus.

Luggnagg: es una escala en el regreso a casa de Gulliver a Inglaterra vía Japó n. Gulliver no habla muy
bien de ella. Dice que es un lugar agradable y que la gente es amable con los forá neos.
El rey de Luggnagg: La estadía de Gulliver en Luggnagg es el resultado de un caos burocrá tico. No se le
permite dejar la isla hasta haber recibido permiso oficial para hacerlo luego de reunirse con el rey de
los luggnaggianos, así que contrata a un intérprete que hace justo eso. El comportamiento del rey es un
ejemplo má s del tipo de crueldad que inspira en una persona el exceso de poder.El rey hace que
Gulliver se arrodille delante de él y lama el suelo frente a sus pies. Esa es la costumbre en este reino y
Gulliver lo hace por voluntad (en parte, ademá s, porque no tiene orgullo). El suelo puede estar muy
sucio porque el rey no siempre ordena que se limpie. Algunas veces, luego de saludar al rey de esta
manera, sus sú bditos se paran delante de él con la boca llena de polvo, haciendo un esfuerzo
desesperado por no toser. Esto es porque toser delante del rey está prohibido por ley y puede llegar a
ser motivo de ejecució n.

También descubrimos que algunas veces, el rey asesina a los que no le caen bien esparciendo veneno en
el suelo frente a él. Así que cuando los sú bditos del rey lo saludan, nunca saben si van a sobrevivir o no
la experiencia. Es má s, ha habido accidentes en el pasado en los que el veneno no ha sido limpiado por
completo y han muerto otros. El rey lo ha lamentado, pero no lo suficiente como para abandonar su
extrañ o y peligroso método de ejecució n.
De cualquier manera, al igual que el otro 99.99% de los personajes en este libro, al rey luggnaggiano le
agrada Gulliver y le da algo de dinero para que permanezca en Luggnagg durante tres meses. Cuando
por fin se marcha de Luggnagg, el rey le da todavía má s regalos y una carta de recomendació n para el
emperador de Japó n.

Los struldbrugs: son ú nicos en Luggnagg. Gulliver conoce el término gracias a "una persona de
calidad" y si algo le encanta es hablar con personas de calidad, es decir, gente de clase alta.Esta
persona de calidad sin nombre le pregunta qué haría si pudiera vivir para siempre. A Gulliver le gusta
mucho la idea. Responde que ganaría un montó n de dinero, aprendería todo lo que hay que saber en el
mundo y pasaría todo el tiempo hablando con otros inmortales, que serían igual de brillantes que él. La
persona de calidad se ríe de la estupidez de Gulliver. El asunto es que los struldbrugs son luggnaggianos
inmortales. Padres comunes y corrientes pueden tener hijos struldbrug, que son marcados con un
punto encima de la ceja izquierda que va cambiando de color hasta volverse negro cuando se cumplen
los cuarenta. Lo raro es que los hijos de los struldbrugs tienden a ser ordinarios y mortales. Estos
inmortales, no son jó venes para siempre. Suelen envejecer hasta los ochenta añ os, edad en la que, segú n
los luggnaggianos, la mayoría de la gente decente tiene el buen criterio de morir. Al cumplir los 80 añ os,
los struldbrugs, "no só lo tienen todas las caracteristicas de los otros viejos" sino que ademá s son tercos
y cascarrabias en extremo, ya que viven preocupados por el hecho de vivir para siempre. Entre los
problemas de vivir para siempre siendo una persona mayor está n:

Los matrimonios nunca duran. De hecho, por ley se anulan de manera automá tica a los 80 porque no es
posible que dos personas puedan soportar estar con la una con la otra por toda la eternidad.
De acuerdo con la ley de Luggnagg, los struldbrugs son considerados muertos en términos legales a los
80 añ os y no pueden conservar sus propiedades. Esto es para impedir se apoderen del mundo por
siempre. Pero en la prá ctica, también significa que los struldbrugs tienen que mendigar de por vida.
El idioma cambia de forma constante, así que los struldbrugs que tienen má s de 200 añ os por lo general
no entienden lo que dice la generació n má s joven o incluso los struldbrugs má s jó venes.
Los pobres struldbrugs se burlan del tipo de fantasías de inmortalidad de las que Gulliver empieza a
hablar. Imagina que tendría casi todo el poder y el conocimiento del mundo gracias a su larga vida. En
realidad, convertirse en alguien muy rico y saberlo todo significaría despojar a las generaciones futuras
de sus propias oportunidades de ser dueñ os de tierras e inventar cosas nuevas. Gulliver se imagina que,
si viviera para siempre, el mundo se quedaría estancado y nadie cambiaría: el mundo permanecería fijo
en el lugar que le sentara mejor.

Japón:Gulliver tarda mucho tiempo en localizar las diferentes islas imaginarias que visita:
Brobdingnag está en el Pacífico, entre California y Japó n. Liliput está frente a las costas de la tierra de la
tierra de Van Diemen. Pero el ú nico sitio que Gulliver visita en realidad durante sus viajes, al menos el
ú nico lugar real que no es Inglaterra, es Japó n. Durante el tiempo en el que Gulliver planea su ruta de
regreso a casa desde Laputa, viaja de Laputa a Balnibarbi, el continente debajo de ésta, y luego hacia
noreste a la isla de Luggnagg, y luego al noreste otra vez rumbo a Japó n. De Japó n, Gulliver logra llegar a
Inglaterra haciéndose pasar por un comerciante holandés (recuerda que estudió medicina en la
Universidad de Leiden, en Holanda, así que domina el holandés).

El país de los houyhnhnms: Al igual que Brobdingnag, el país de los houyhnhnms (pronunciado
"whinim") está del todo separado de otras naciones: nadie en el país de los houyhnhnms ha visitado
otro país nunca. el problema principal que Gulliver ve en Liliput y Laputa, su tendencia a luchar y a
conquistar a otros pueblos, no es posible en Brobdingnag y el país de los houyhnhnms, donde no hay
otros pueblos disponibles a la mano para conquistar. Al mismo tiempo, hay dos tipos de persona
distintos en el país de los houyhnhnms. Gulliver llega al país de los houyhnhnms por casualidad. Luego
de una muy corta estadía en Inglaterra, Gulliver se convierte en capitá n de su propio barco. Parte hacia
los mares del sur, cuando de pronto sus hombres se rebelan en su contra y lo encierran en su propia
cabina. Al final, lo abandonan en una isla: el país de los houyhnhnms. Cuando Gulliver empieza a
explorar esta isla, se encuentra con una manada de animales deformes con pelo en la cabeza y que
cubre sus genitales, pero deja el resto del cuerpo desnudo. Parecen á giles, pero también tienden
permanecer mucho tiempo sentados. Las hembras no tienen pelo en la cara, ni las barbas de cabra de
los machos, y sus pechos cuelgan casi hasta el suelo. Estas criaturas son violentas y asustadizas. Cuando
Gulliver le pega a una de ellas con la parte plana de la espada, otras muchas lo rodean y le lanzan heces
hasta que siente que morirá asfixiado entre el excremento. Justo cuando Gulliver cree que se ahogará en
la suciedad, un habitante de la isla viene a su rescate: un amable caballo gris de apariencia gentil que
parece asustar a esos animales tan horribles. El caballo parece fascinado por Gulliver y en particular
por su ropa. Cuando Gulliver lo oye hablar con otro caballo, se da cuenta de que los relinchos (de donde
proviene la palabra "houyhnhnm") del caballo, poco a poco van cobrando sentido. El caballo no deja de
decir la palabra "yahoo" y señ alar hacia a Gulliver. El caballo gris lleva a Gulliver a su casa, a una especie
de establo donde mantiene encadenadas a un muro y rodeadas de pedazos de carne cruda de burro a
un grupo de las repugnantes bestias de la escena anterior. De pronto, Gulliver se da cuenta de la
horrible realidad: las criaturas grotescas, violentas, salvajes, cobardes, peludas y a la vez desnudas, son
en realidad seres humanos como él. Estos caballos, las criaturas sensatas de esta isla, llaman a los
humanos "yahoos" y los mantienen atados con una correa ceñ ida porque de lo contrario se portan mal.
Esta lenta introducció n a los yahoos (humanos repugnantes) y los houyhnhnms (caballos hermosos e
inteligentes) hace que la humanidad sea desconocida y horrible para el lector. El país de los
houyhnhnms es el ú nico lugar de todas las islas que visita Gulliver donde le gustaría quedarse. Pero por
desgracia se tiene que ir: los houyhnhnms tienen una asamblea para toda la isla cada cuatro añ os
durante la cual discuten asuntos importantes. Resulta que Gulliver es un asunto importante en esa
asamblea. Los houyhnhnms llegan a la conclusió n de que, al ser un yahoo superior, Gulliver podría un
día convencer a los otros yahoos de organizarse y levantarse contra los houyhnhnms. Deciden que es
demasiado peligroso para tenerlo entre ellos y lo expulsan del país. Gulliver se ve forzado a fabricar su
propio bote y navegar a una isla cercana.

Los houyhnhnms
Ahora, veamos má s de cerca a los houyhnhnms. Nos encantan porque, bueno, porque son caballos. ¿A
quién no le gustan los caballos? Pero pareciera que Gulliver los idolatra y vale la pena hablar de las
razones. Comentemos sobre algunas de las características que Gulliver señ ala: en el idioma de los
houyhnhnms no existen palabras para ninguna de las cosas malas que nosotros los humanos hacemos,
como mentira, poder, avaricia o envidia. De hecho, Gulliver tiene mucha dificultad para explicar la
naturaleza humana a su amigo, el caballo amo, porque siempre tiene que buscar otras maneras de
explicar las cosas para las que no existe el concepto en la mente del caballo amo. El mejor ejemplo de
este tipo de explicaciones es "la cosa que no era", una frase que el caballo amo usa para acercarse tanto
como puede a decir "mentira" en el idioma de los houyhnhnms.
Los houyhnhnms no necesitan leyes ni una clase especial de abogados porque los rige por completo la
razó n. Romper las reglas no es racional, así que no necesitan explicar al detalle los có digos de conducta.
Es como una versió n perfeccionada de la regla de los brobdingnagianos de que las leyes deben tener
menos de veintidó s palabras: los houyhnhnms no necesitan limitar la longitud de sus leyes porque ni
siquiera las necesitan. Todos están de acuerdo en hacer lo correcto.
El hecho que los houyhnhnms estén de acuerdo acerca de la ley es otra cosa que a Gulliver le encanta de
ellos: no entienden de opiniones. Para formar una opinió n, hay que especular acerca de algo que no se
puede saber con seguridad. Los houyhnhnms aceptan los hechos. Lo que no sea un hecho no se puede
debatir porque, por definició n, no es posible saber la respuesta correcta. No tiene sentido discutir
acerca de algo que no es posible responder de manera correcta. Este es el motivo por el que los
houyhnhnms no tienen leyes.
Como habrá s adivinado, así como los houyhnhnms no tienen discusiones o diferencias de opinió n, son
igual de amigables con todos los miembros de su tribu. Valoran "la amistad y la benevolencia" má s allá
de todo. De hecho, eso de la amistad es tan importante para los houyhnhnms que tratan a todos sus
hijos como propios y los educan a todos misma manera.
Esta total falta de preferencia entre houyhnhnms significa que siempre, siempre arreglan los
matrimonios de sus hijos. No existe tal cosa como un matrimonio por amor. Las familias se reú nen y
deciden: ¿tu hija es inteligente? Mi hijo es bien parecido. Uná moslos para que tengan niñ os inteligentes
y atractivos. Y las parejas de houyhnhnms nunca se engañ an porque no tiene ninguna ló gica, ya que
está n en la relació n por los hijos, no por el amor ni cualquier otra cosa. Pero es aú n má s técnico: se
limitan a un potro macho y una hembra. Si una pareja tiene dos hembras y otra pareja tiene dos
machos, intercambian a uno de sus hijos. Si una pareja es desafortunada y pierde un hijo en un
accidente, pueden tener otro para compensar la pérdida.
Este tipo de rigidez en cuanto a los arreglos familiares es muy diferente a lo que hemos visto en, por
ejemplo, Laputa, donde las esposas siempre están en busca de otros hombres, o incluso Liliput, donde la
infidelidad es sin duda un problema tal que Flimnap sospecha que su esposa está teniendo una
aventura con Gulliver. Los houyhnhnms han logrado subordinar sus sentimientos a la ló gica. Los
houyhnhnms tienen un fuerte sistema de clases sociales. Gulliver hace referencia a aquellos que
pertenecen a una raza "inferior a la raza houyhnhnm" que han nacido para ser sirvientes. A estos
animales se les permite tener má s hijos para que puedan servir mejor a los houyhnhnms superiores.
Los distintos colores de los houyhnhnms también parecen ser má s aptos para las diferentes etapas de
la vida. Un ú ltimo punto acerca de los houyhnhnms como grupo es que no se enferman. Gulliver
describe la mayoría de las enfermedades humanas como el resultado de la indulgencia excesiva:
demasiada comida, bebida y lujos en general. Agrégale a eso los médicos, que en su mayoría empeoran
las cosas, y el resultado es una receta para el sufrimiento humano. Los houyhnhnms llevan una dieta
restringida y balanceada que los mantiene saludables hasta que estén listos para morir al llegar a una
edad avanzada. Sienten que está n listos para morir aproximadamente diez días antes de que esto
ocurra, lo que les da tiempo para despedirse de los suyos e irse solos a morir en privado y con dignidad.

El caballo amo: El caballo amo es el caballo gris que Gulliver conoce cuando es atacado por los yahoos
al llegar al país de los houyhnhnms. Gulliver se considera un servidor del caballo amo. La razó n
principal por la que el caballo amo aparece en esta novela es para pulir las comparaciones entre los
houyhnhnms y los yahoos, pero esta manera de hablar de los houyhnhnms hace dudar un poco sobre
las conclusiones de Gulliver. Al final de su estadía con los houyhnhnms, Gulliver se ha encariñ ado. Las
anteriores dudas sobre insultar a Inglaterra que sintió en Brobdingnag han desaparecido por completo
ahora que tiene conversaciones con los increíbles houyhnhnms. Pero el caballo amo no parece cien por
ciento perfecto. Má s bien parece un presumido: al igual que a los brobdingnagianos, también le causa
asombro la idea de la posibilidad de que haya otros países má s allá del mar. Poco le falta para tildar a
Gulliver de mentiroso (aunque no conoce la palabra exacta) cuando éste le cuenta que los humanos, por
nuestros lares, son los seres racionales y los caballos son las bestias de carga.

Los yahoos: Má s allá del descubrimiento de que nosotros, los humanos, somos todos yahoos, el punto
de interés principal en las largas descripciones de Gulliver de esta gente es la comparació n entre los
yahoos europeos y los yahoos del país de los houyhnhnms. Gulliver le cuenta al caballo amo acerca de
(a) los abogados, que defenden opiniones que no son suyas por dinero (es decir, mentiras, segú n
Gulliver); (b) las guerras, por lo general a causa de diferencias de opinió n y no por algo substancial; (c)
los médicos, que envenenan a la gente por dinero y fomentan la hipocondría entre los débiles y los
vagos por dinero; y (d) los ministros de estado, cuyo trabajo principal es traicionar al ministro anterior
y prosperar en su propia ambició n.

El caballo amo dice a Gulliver un montó n de cosas que su gente ha notado de los yahoos:

1. Pelean sin motivo alguno.


2. Son codiciosos sin fin: se matan entre ellos por una roca brillante encontrada en el país de los
houyhnhnms (que aparte de ser brillante, no tiene ningú n valor). Ademá s, aunque solo haya 5
yahoos con un abastecimiento de carne suficiente para 50, se atacará n el uno al otro para
controlar el abastecimiento.
3. Las "yahoos hembras" o en otras palabras, las mujeres, no paran de seducir a los hombres,
incluso durante el embarazo, a diferencia de "otras bestias"
4. No hay nada que a los yahoos les guste má s que entrar a hurtadillas y robar cosas o atacar.
Detestan hacer las cosas con honestidad y rectitud.
5. Los yahoos son los ú nicos animales en el país de los houyhnhnms que se enferman. Atienden
sus enfermedades con "medicinas" que son mezclas de su propia orina y excremento.

A pesar del hecho que los yahoos europeos tienen mejor aspecto que los yahoos del país de los
houyhnhnms, con la cara afeitada, el pelo arreglado, las uñ as limadas y vestidos, en su naturaleza
esencial, son iguales. A todos los yahoos, sin importar de dó nde sean les encanta la guerra, el robo, el
lujo, la medicina y la mentira.
De hecho, el caballo amo y Gulliver llegan a la conclusió n de que los yahoos del país de los houyhnhnms
son mejores que los yahoos europeos porque no tratan de esconder su naturaleza salvaje tras la
má scara de la limpieza y la civilizació n. Son mucho má s fuertes que Gulliver y má s capaces de soportar
el calor del sol gracias a su desnudez y al vivir a la intemperie. Para el caballo amo es mucho má s
extrañ o ver a un yahoo pretender usar la razó n para explicar cosas que no son racionales, como la
guerra, la mentira, etc., que ver yahoos desnudos actuando segú n sus desagradables instintos.

Don Pedro de Méndez: Don Pedro de Méndez es el capitán portugués que encuentra a Gulliver en su
isla y lo anima a regresar a Inglaterra. Es un tipo agradable de verdad. Impide que Gulliver se suicide
por desesperació n y escucha sus quejas sobre lo detestables que son los seres humanos. Don Pedro
también convence a Gulliver de que no volver con su esposa y sus hijos es indecente. Incluso insiste en
que se quite las pieles del país de los houyhnhnms que lleva puestas y se ponga un traje nuevo cuando
se queda en su casa antes de volver a Londres. En definitiva, Don Pedro es un tipo honesto. También es
el primer yahoo con el que Gulliver habla luego de salir del país de los houyhnhnms.

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