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John MacArthur
John Murray, en Redemption Accomplished and Applied [Redención cumplida y aplicada], escribió lo
siguiente:
Pedro estaba seguro de su deseo de estar con Jesús, sin importar el costo. Le dijo al Señor: "Señor,
dispuesto estoy a ir contigo no sólo a la cárcel, sino también a la muerte" (Lucas 22:33). Sin
embargo, Jesús sabía la verdad y le dijo a Pedro tristemente: "El gallo no cantará hoy antes que tú
niegues tres veces que Me conoces " (Lucas 22:34).
¿Falló Pedro? Sí, miserablemente. ¿Fue vencida su fe? Nunca. Jesús mismo estaba intercediendo
por Pedro y Sus oraciones no dejaron de ser contestadas.
El Señor intercede de ese modo por todos los verdaderos creyentes. Juan 17:11 da una idea de
cómo Él ora por ellos: "Ya no estoy en el mundo; mas éstos están en el mundo, y Yo voy a Ti. Padre
Santo, a los que me has dado, guárdalos en Tu nombre, para que sean uno, así como Nosotros."
Y continúa:
No ruego que los quites del mundo, sino que los guardes del mal. No son del mundo, como tampoco
Yo soy del mundo. Santifícalos en Tu Verdad; Tu Palabra es Verdad. Como Tú me enviaste al
mundo, así Yo los he enviado al mundo. Y por ellos Yo me santifico a mí mismo, para que también
ellos sean santificados en la Verdad. Mas no ruego solamente por éstos, sino también por los que
han de creer en Mí por la palabra de ellos, para que todos sean uno; como Tú, oh Padre, en Mí, y
Yo en Ti, que también ellos sean uno en Nosotros; para que el mundo crea que Tú me enviaste. La
gloria que me diste, Yo les he dado, para que sean uno, así como Nosotros somos uno. Yo en ellos,
y Tú en Mí, para que sean perfectos en unidad, para que el mundo conozca que Tú me enviaste, y
que los has amado a ellos como también a Mí me has amado (Juan 17:15-23).
Note por lo que el Señor estaba orando: que los creyentes fueran guardados del mal, que ellos
fueran santificados por la Palabra, que compartieran Su santidad y gloria y que fueran perfectos en
su unión con Cristo y el uno con el otro. Él estaba orando para que ellos perseveraran en la fe.
¿Estaba el Señor orando sólo por los once fieles discípulos? No. Incluye explícitamente a cada
creyente en todas las generaciones venideras: "No ruego solamente por éstos, sino también por los
que han de creer en Mí por la palabra de ellos" (v. 20). Eso incluye a todos los verdaderos
cristianos, ¡incluso de hoy en día!
Por otra parte, el mismo Señor continúa Su ministerio de intercesión por los creyentes en estos
momentos. "Por lo cual puede también salvar perpetuamente a los que por Él se acercan a Dios,
viviendo siempre para interceder por ellos." (Hebreos 7:25).