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UNIVERSIDAD TECNOLÓGICA DE SANTIAGO

UTESA
Área de Ciencias y Humanidades
Carrera de Derecho

IMPLICACIONES LEGALES EN LA CONSTITUCIÓN DE


SOCIEDADES COMERCIALES EN VIRTUD DE LA LEY
479-08

Monografía para optar por el título de

Licenciados en Derecho

PRESENTADA POR:
JUAN ALEXIS MENDEZ DECHAMPS
MANUEL PÉREZ

ASESORES:
ARELYS ROMÁN, MA
DR. MÁXIMO SANTANA

San Felipe de Puerto Plata


República Dominicana
Agosto, 2009
INDICE GENERAL

CAPÍTULO I. DERECHO COMERCIAL EN LA REPÚBLICA


DOMINICANA

1.1 Reseña histórica


1.2 Fuentes del derecho comercial dominicano
1.3 El Estado y el Comercio
1.4 La libertad de comercio y la competencia desleal
1.5 Organización Judicial del Comercio

CAPÍTULO II. EL CONTRATO DE SOCIEDAD

2.1 Generalidades
2.2 Definición del Contrato de Sociedad
2.3 Elementos constitutivos del Contrato de Sociedades
2.4 Nulidad del Contrato de Sociedad
2.5 Personalidad Jurídica de las Sociedades Comerciales

CAPÍTULO III. LAS SOCIEDADES COMERCIALES EN EL


CÓDIGO DE COMERCIO DOMINICANO

3.1 Generalidades
3.2 Disposiciones relativas a la constitución de las Sociedades
3.2.1 Impuestos
3.2.2 Requisitos legales
3.3 Clasificación de Sociedades Comerciales
3.3.1 Sociedades en Nombre Colectivo
3.3.2 Sociedades en Comandita Simple
3.3.3 Compañías por Acciones o Sociedades Anónimas
3.3.4 Sociedades en Comandita por Acciones
3.4 Sanciones
3.4.1 Nulidad
3.4.2 Responsabilidad Civil
3.4.3 Responsabilidad Penal
3.4.4 Hechos sancionados con Prisión y Multa
CAPÍTULO IV. LAS SOCIEDADES COMERCIALES EN LA
LEY 479-08

4.1 Matriz de las Variables e indicadores del Estudio


4.2 Disposiciones generales
4.3 Formalidades de Constitución
4.4 Tipos de sociedades comerciales
4.4.1 Sociedades en Nombre Colectivo
4.4.2 Sociedades en Comandita Simple
4.4.3 Sociedades de Responsabilidad Limitada
4.4.4 Sociedades Anónimas
4.4.4.1 Constitución de Sociedades Anónimas de
Suscripción Privada
4.4.4.2 Constitución de Sociedades Anónimas de
Suscripción Pública
4.5 Socios y aportes
4.6 Administración y Representación
4.7 Informes
4.8 Marco sancionador

HALLAZGOS
CONCLUSIONES
RECOMENDACIONES
BIBLIOGRAFÍA
CAPÍTULO I. DERECHO COMERCIAL EN LA REPÚBLICA
DOMINICANA

La historia del Derecho Comercial en la República Dominicana

evidencia que la corona dictó leyes que tenían por propósito regular el

comercio en la metrópolis de sus nuevas colonias, relación comercial

basada principalmente en el monopolio.

De igual manera, la historia evidencia que se adoptaron varios

códigos de comercio de diversos países hasta que en el año 1884 se

promulga el Código de Comercio que estuvo vigente hasta la entrada en

vigencia de la nueva Ley 479-08 de las Sociedades Comerciales y Empresas

Individuales de Responsabilidad Limitada en junio del 2009.

1.1 Reseña Histórica

En la República Dominicana hasta la fecha de la independencia

efímera, y después de esta, en materia comercial, se regia por lo que era la

legislación Indiana y la de la metrópoli española. En 1822 los haitianos

ocupan nuestra parte de la isla y a partir de ese momento la legislación

comercial que se utilizo fue el código de comercio francés del año 1807.
En el año 1827 es aprobado el código de comercio haitiano, este

código era una copia parcialmente adulterada del código Francés de 1807 y

fue el código que se aplicó en la isla por casi dos décadas. El Código de

Comercio Haitiano estuvo vigente hasta el 4 de Julio de 1845. Luego de la

separación definitiva del yugo haitiano, se adoptó nuevamente el Código

Francés de 1807 en su idioma original, este código se utilizó hasta el 1861.

Durante el periodo de la anexión a España (1861-1865), se impuso el

Código de Comercio Español de 1829. En 1865 se adoptó nuevamente el

Código de Comercio Francés, en su idioma de origen y con solo algunas de

las modificaciones que este había recibido. En el año 1878 se agregaron al

Código Francés que se estaba aplicando, las modificaciones que se le

practicaron en los años 1830, 1848, 1852 y 1870.

En el año 1884 se traduce el código francés y se le continúan

aplicando las modificaciones que se efectuaron posteriormente, en lo

adelante este código asumió el nombre de Código de Comercio de la

República Dominicana.
A este Código de Comercio se le introdujeron varias reformas, tales

como la del año 1935 por la cual se adoptaron las leyes francesas que

habían modificado el Código de Comercio francés en 1867. Las

disposiciones del Código de Comercio fueron complementándose con una

serie de leyes que tendían a la regulación de las más diversas expresiones de

la actividad comercial, normándose nuevos aspectos no contemplados en el

y suscribiendo Tratados y Convenios Internacionales que marcaban la

nueva tendencia del comercio mundial, aunque muchas de ellas no pasasen,

en lo inmediato, a su ratificación para ser adoptado como legislación

interna, entre las que se pueden citar, la Ley No. 1041 del 22 de noviembre

de 1935, la Ley No. 1145 del 21 de agosto de 1936 y la Ley No. 4999 de

septiembre de 1958.

A partir de la IV República (1966), el Código de Comercio

Dominicano fue convirtiéndose en una legislación anacrónica, que no

respondía a las necesidades de regulación del nuevo orden, aunque este

anacronismo haya podido ser superado, para ciertos aspectos, con una serie

de leyes que, en forma dispersa tienden a regularlo.


Durante el gobierno del presidente Salvador Jorge Blanco (1982-

1986) se hicieron algunas pequeñas modificaciones al Código de Comercio,

y siguiendo con ella la tarea iniciada durante el gobierno de don Antonio

Guzmán, quien promulgara la Ley No. 127 del 25 de abril de 1980 que

introdujo modificaciones al Código de Comercio en sus artículos 35 y 36.

Se redactó un proyecto de nuevo código, para adaptarlo a las cambiantes

condiciones del mercantilismo mundial, proyecto que sin embargo, cayó en

el vacío legislativo.

El Convenio de Marrakecht, por el cual quedó conformada la

Organización Mundial del Comercio, y del que la República Dominicana es

signataria y que fuera ratificado por Resolución del Congreso de la

República No. 2-95 del 20 de enero del 1995, impuso al país la necesidad

de un nuevo marco regulatorio de esta importante actividad. Esto trajo

como consecuencia que se conformara, a la par con otras comisiones, una

para la redacción de un proyecto para un nuevo Código de Comercio, que

dio origen a la Ley General de Sociedades Comerciales y Empresas

Individuales de Responsabilidad Limitada No. 479-08.


1.2 fuentes del Derecho Comercial Dominicano

Las fuentes del derecho comercial, son las mismas que las del

derecho común: la ley, los usos comerciales, la jurisprudencia, y la doctrina.

El derecho comercial puede verse subsidiado de otras ramas del derecho,

tales como el derecho civil y el derecho penal. Como aquellas del derecho

en general, las fuentes del derecho comercial, pueden ser agrupadas en dos

categorías:

1) Fuentes Oficiales

Las fuentes oficiales del derecho comercial son La Constitución de la

República, los Tratados y Convenciones Internacionales debidamente

ratificadas, la ley propiamente dicha, como también los usos y costumbres y

ciertos reglamentos profesionales.

La Constitución de la República Dominicana

Es la fuente primaria de este derecho. Al efecto, en su artículo 8, en

el ordinal 12 consagra: La libertad de empresa, comercio e industria. Sólo

podrán establecerse monopolios en provecho del Estado o de instituciones

estatales. La creación y organización de esos monopolios se harán por ley


La Ley

La ley, en su sentido lato, es una regla escrita y obligatoria dictada

por una autoridad competente, siendo general en su aplicación. En la

República Dominicana entre las leyes que rigen los asuntos comerciales se

puede encontrar:

1. Código de Comercio Dominicano del 16 de abril de 1884 y sus

modificaciones.

2. Ley No. 03-02 sobre Registro Mercantil.

3. Ley 19 -00 de Mercado de Valores del 08 de mayo del año 2000.

4. Ley 126-02 sobre Comercio Electrónico, Documentos y Firma

digital.

5. Ley 183-02 Código Monetario y Financiero.

6. Ley No. 479-08 Ley General sobre Sociedades Comerciales y

empresas

7. individuales de responsabilidad limitada.

8. Ley No. 1-02 sobre Practicas Desleales de Comercio y Salvaguarda.

9. Ley 42-08 sobre defensa general de competencia.


Los usos y costumbres comerciales

El origen de cualquier legislación, como el derecho Civil, igual que el

Derecho Comercial, reposa sobre las prácticas reales jurídicas, pero lo que

las diferencia aquí del Derecho Civil, es su rol sustancial que aún, los usos

juegan hoy en materia comercial. De hecho, en adición a la codificación y a

la abundancia de la legislación económica, la costumbre sigue siendo una

fuente fundamental del derecho de los negocios.

Las costumbres mercantiles pueden servir de regla para determinar el

sentido de las palabras o frases técnicas del comercio, y para interpretar los

actos o convenciones mercantiles. Su aplicación tiene una doble eficacia:

interpretativa, e integradora de la voluntad de las partes.

Los Tratados y Convenciones Internacionales

La creación de la Organización Mundial del Comercio, ha marcado

un nuevo sendero en lo que al comercio se refiere, globalizándolo y

otorgándole poderes nunca concedidos por ninguna nación soberana a

ningún organismo supranacional, como se hace con la Organización

Mundial del Comercio. Dentro de los tratados se puede mencionar el DR-

CAFTA, Tratado de Libre Comercio entre Estados Unidos, Centroamérica

y la República Dominicana. En este sentido, cualquier estado miembro que


viole determinado compromiso adoptado dentro del esquema planteado, la

Organización Mundial del Comercio podrá decretar, por ejemplo, el boicot

comercial o la supresión del comercio internacional para con éste.

2) Fuentes Indirectas

Estas son fuentes que se consideran interpretativas del Derecho,

dentro de las cuales están: la Jurisprudencia y la Doctrina.

La Jurisprudencia

Partiendo del hecho de que, jurisprudencia es el razonamiento que de

modo reiterado, uniforme y coherente, establece la Suprema Corte de

Justicia al momento de dictar sentencia, se llega a los requisitos que debe

tener la jurisprudencia como fuente de Derecho.

Confrontando la Jurisprudencia como fuente del derecho con la

Costumbre que es fuente del Derecho comercial, el autor español José

Castán, en su Teoría de la Aplicación e Investigación del Derecho expone

que la jurisprudencia no puede tener valor autónomo y explica que: "una

eficacia subordinada a las fuentes propiamente dichas, puesto que las

doctrinas de aquel Tribunal no son vinculantes con independencia de las

leyes, costumbres y principios del derecho que a través de ella se apliquen e


interpreten. Pero aún así es indudable su valor efectivo, no sólo por vía

indirecta, en cuanto a la jurisprudencia puede llegar a constituir Derecho

consuetudinario obligatorio, sino también por vía directa en cuanto va

ligada a la jurisprudencia una muy visible, aunque limitada, actividad

creadora, cuyos resultados y soluciones se imponen imperiosamente a los

tribunales inferiores y aún, en cierto sentido (desde luego puramente moral),

al Tribunal Superior que las establece.

La Doctrina

Consiste en la opinión emitida por los juristas de profesión. La fuerza

de esta opinión doctrinal está íntimamente ligada a la notoriedad y a la

actividad intelectual de sus autores. Existe una doctrina comercial

especializada y abundante en el país de origen de la legislación dominicana

jugando un destacado rol, que presenta como característica principal ser

menos científica, menos doctrinal que la doctrina civilista, estando así

dominada por un sentido más práctico.

1.3 El Estado y el Comercio

Siendo el comercio en su sentido lato una de las actividades más

importantes del ser humano, principal factor de la economía de las


naciones, como generador y distribuidor de riquezas, y ante el fenómeno de

la globalización, y con él, el quehacer humano, el cual está íntimamente

vinculado a todas las demás manifestaciones socio políticas, se justifica que

el Estado intervenga, a través de sus órganos, principalmente del Poder

Ejecutivo, el Legislativo y en menor medida del Judicial, en su regulación.

Esta intervención, ha comportado diversas manifestaciones

conformes a las ideas políticas en boga y a los regímenes políticos

imperantes producto de ellas, en las diversas épocas, marcando el rol más o

menos activo del Poder Político en la actividad comercial.

El papel que juega el estado frente a las relaciones comerciales, tanto

nacionales como internacionales, es fundamental. El estado debe manejarse

como un ente moderador, y legislar en orden de determinar, y organizar, los

actos de comercio, así como también prevenir, y sancionar, las faltas a las

reglas comerciales.

Es función del Estado proteger y garantizar efectiva y eficientemente

el goce de las prerrogativas constitucionales, con el auxilio de medidas

administrativas y disposiciones legales adecuadas. Entre los principios que


debe salvaguardar el estado, en función de crear una atmosfera diáfana, y

que garantice el desarrollo de las relaciones comerciales se encontró la

libertad de comercio, y el control de la competencia desleal, estos tópicos

serán tratados más adelante.

1.4 La Libertad de Comercio y la Práctica Desleal

El principio de libertad de comercio se estableció en la Declaración

de los Derechos del Hombre de 1791, al amparo de una nueva doctrina que

proclamó la igualdad de todos ante la ley. Posteriormente, la Loi Royes del

17 de marzo del mismo año, confirmó la libertad de la industria y comercio

en el mundo.

En el caso de la República Dominicana, el artículo 8 numeral 12 de la

Constitución de la República y entre las normas que tienden a garantizar la

realización de los fines esenciales del Estado para la protección efectiva de

la persona humana y el mantenimiento de los medios que les permitan

perfeccionarse progresivamente dentro de un orden de libertad individual y

de justicia social y los derechos de todos, consagra: la libertad de empresa,

comercio e industria. Sólo podrán establecerse monopolios en provecho del


Estado o de instituciones estatales. La creación y organización de esos

monopolios se harán por ley.

De esta garantía se deriva el derecho a la competencia, oponiéndose a

ella la competencia desleal, así como el derecho al monopolio, esto es la

efectiva protección de la misma, frente a los acuerdos o intentos tendentes a

limitar la competencia. Así el derecho de competencia puede reputarse

como un derecho único, que protege la libertad de competir en el mercado

de forma igualitaria, con el propósito de evitar las políticas

antimonopolistas o sea a aquellas que tienden a excluir a otros comerciantes

del mercado, o la explotación de un segmento de éste, o un renglón

determinado, a un grupo determinado.

El anteproyecto de Reforma Constitucional, en el artículo 41 de la

sección 2, del titulo 2, estipula “Todas las personas tienen derecho a

dedicarse libremente a la actividad económica de su preferencia, sin más

limitaciones que las previstas en esta Constitución y las que establezcan las

leyes”. Esta disposición lo que busca es velar por el correcto

funcionamiento de la competencia libre y leal.


En la lucha que emprenden los comerciantes y los industriales para

atraer la clientela hacia su establecimiento, o hacia sus productos, hacen uso

de muchas y variadas actividades, que le ofrecen ventajas indebidas,

provechos no legales que se conoce como competencia desleal.

La competencia desleal en la República Dominicana es controlada,

tanto por la Ley 20-00 sobre Propiedad Intelectual como por las

disposiciones de la Ley No. 01-02 sobre Prácticas Desleales de comercio y

Medidas de Protección de Salvaguardas del 18 de enero del 2002 por la cual

se crea un organismo administrativo denominado Comisión Reguladora de

Prácticas Desleales de Comercio y Medidas de Salvaguarda y por los

tribunales civiles según los casos. Igualmente se creó la Ley 42-08 sobre

Defensa General de la Competencia.

La ley No. 1-02, tiene por objeto establecer las normas y

procedimientos, en orden de prevenir y corregir, los perjuicios de los cuales

puedan ser victimas los productores y comerciantes nacionales, frente a las

prácticas desleales del comercio internacional, es decir la introducción al

país de mercancías inferiores a su valor normal, a precio dumping, o que

sean objeto de subvenciones en su país de origen.


Esta ley, a su vez, crea la Comisión Nacional de Regulación de

prácticas desleales de comercio y medidas de salvaguarda. Esta comisión es

una entidad estatal descentralizada, con autonomía funcional, jurisdiccional

y financiera, patrimonio propio y personalidad jurídica.

Los miembros de esta comisión son nombrados por el poder

ejecutivo, y ratificados por el congreso nacional. Los miembros de esta

comisión solo podrán ser removidos de sus cargos por faltas graves o mala

conducta.

En este mismo orden de ideas, La ley 42-08, tiene por objeto con

carácter de orden público, promover y defender la competencia efectiva

para incrementar la eficiencia económica en los mercados de bienes y

servicios, a fin de generar beneficio y valor en favor de los consumidores y

usuarios de estos bienes y servicios en el territorio nacional.

Esta ley reafirma el derecho constitucional a la libre empresa,

comercio e industria, compatible con la eficiencia económica, la

competencia efectiva y la buena fe comercial. En tal sentido, este

ordenamiento es de observación general y de orden público en todo el


territorio nacional y aplicable a todas las áreas de la actividad económica,

quedando en consecuencia, todos los agentes económicos sujetos a sus

disposiciones.

Como se puede notar, la República Dominicana cuenta con una

plataforma de leyes en materia comercial, que tratan de alcanzar el objetivo

de mantener una libertad comercio ecuánime, al mismo tiempo que se busca

una competencia comercial lo mas justa posible.

1.5 Organización Judicial del Comercio

En la República Dominicana la característica de esta organización

reposa, para lo esencial, en la existencia de una jurisdicción especializada,

la atribución a los tribunales de Primera Instancia para conocer como

tribunales de comercio de todas las diferencias que pudiesen surgir entre los

comerciantes, cuya organización, competencia y el procedimiento,

derogante de las reglas del derecho común, son establecidas tanto por el

propio Código de Comercio como por el Código de Procedimiento Civil,

que por estas razones, se le clasifica o considera técnica y teóricamente

como una jurisdicción de excepción.


Por otra parte, un determinado número de organismos cuasi

jurisdiccionales, están llamados a desempeñar un papel activo en los casos

de conflictos entre comerciantes, tal como es el caso de la Cámara de

Comercio y Producción, la Oficina Nacional de la Propiedad Intelectual

(ONAPI), la Oficina Nacional de Derecho de Autor (ONDA), entre otras.

La organización de los tribunales comerciales es la organización

clásica de los tribunales civiles. Existen los tres grados; primera instancia,

apelación y casación. Salvo el uso del procedimiento comercial, a veces

desconocido por muchos profesionales del derecho y las ventajas que

presenta el régimen de la prueba comercial respecto de la civil, en la

práctica no existe gran diferencia en el conocimiento de estos asuntos por

ante esa jurisdicción y este hecho por si mismo, no puede servir de acicate

para afirmar la existencia de una jurisdicción especializada.


CAPITULO II. EL CONTRATO DE SOCIEDAD

En principio, el Contrato de Sociedad está regulado por el Código

Civil cuyas disposiciones se aplican indistintamente en el Derecho Civil

como en el Derecho Comercial, pero que sin embargo, y en lo atinente a las

reglas particulares de las sociedades comerciales, son las normas de la Ley

478-09 quienes las tipifican.

2.1 Generalidades

La sociedad comercial se constituye tomando como base un contrato

llamado “contrato de sociedad”. Como se ha podido observar, el derecho

comercial se diferencia del derecho civil, por los diversos elementos que en

el se conjugan, por ejemplo: las fuentes, la calidad de comerciante para

participar en el proceso, entre otros, ahora bien, el Derecho Comercial se

nutre en muchos aspectos del Derecho Civil. Una prueba de esto es la forma

del emplazamiento, el procedimiento, y claro esta, el propio contrato de

sociedad.

El contrato es una figura del derecho privado, que surgió en el Siglo

II. El jurista Romano Gayo en su manual “instituciones”, presenta la

máxima omnis obligatio vel ex contractu nascitur, vel ex delicto (toda


obligación nace de un contrato o de un delito).

El contrato es definido como un acuerdo privado, oral o escrito, entre

partes que se obligan sobre materia o cosa determinada, y a cuyo

cumplimiento pueden ser exigidas. Es un acuerdo de voluntades que genera

derechos y obligaciones para las partes. Por ello se señala que habrá

contrato cuando varias partes se ponen de acuerdo sobre una manifestación

de voluntad destinada a reglar sus derechos.

2.2 Definición del Contrato de Sociedad

El contrato de sociedad a través del tiempo ha sido presentado en la

legislación dominicana con diferentes conceptos. Por ejemplo, el Código

Civil en su Título IX, artículo 1832, define el contrato de sociedad de la

siguiente manera:

“La sociedad es un contrato por el cual dos o más personas

convienen poner cualquier cosa en común, con el mero objeto de partir el

beneficio que pueda resultar de ello”

En este mismo orden, la Ley 479–08 sobre sociedades comerciales en

su artículo 2, define la sociedad comercial de la siguiente manera: “Habrá


sociedad comercial cuando dos o más personas físicas o jurídicas se

obliguen a aportar bienes con el objeto de realizar actos de comercio o

explotar una actividad comercial organizada, a fin de participar en las

ganancias y soportar las pérdidas que produzcan”.

La definición que da la Ley 479 -08, es más precisa en relación a la

materia comercial y la misma amplia el concepto, incluyendo en esta, la

participación de las perdidas que en el código civil no se menciona.

En este mismo orden el jurista Domat define la sociedad de la

siguiente manera: “la sociedad, es el convenio entre dos o mas individuos

por el cual ponen en común, o todos sus bienes, o una parte, o algún

comercio, alguna obra, o algún negocio, para repartirse todo lo que ellos

puedan obtener como ganancia, o sufrir como perdida de lo que hayan

puesto en sociedad”. Comparando la definición de sociedad que hace la

Ley 479-08, con la que hace el jurista Domat, se puede ver claramente la

visión que ha tenido el legislador de proveer a los comerciantes de una

herramienta moderna y acorde a los tiempos.


2.3 Elementos Constitutivos del Contrato de Sociedad

El contrato de sociedad, al igual que los contratos civiles, necesita de

los elementos esenciales de los contratos, estos son: consentimiento,

capacidad, objeto y causa.

Ya se vieron estos requisitos desde un punto de vista general, ahora

se delimitará desde el punto comercial, específicamente, en el contrato de

sociedad comercial.

a) Consentimiento: las partes deben consentir libremente la celebración

del contrato. El consentimiento no puede ser obtenido por vía del

dolo, violencia, o error substancial. Si el consentimiento se obtiene en

base a vicios del consentimiento, el contrato podrá ser objeto de

nulidad. En este orden el articulo 374 de la Ley 479–08 sobre

sociedades comerciales, otorga un plazo de 6 meses, para regularizar

el asunto, o demandar en nulidad.

b) Capacidad: la capacidad que dispone el Código Civil es la regla

general, y como siempre, la incapacidad es la excepción. En el caso

de las sociedades comerciales se requiere de la calidad de

comerciante para poder ser socio de las siguientes sociedades:

sociedades en nombre colectivo, sociedades comandita por acciones


y las sociedades en participación. Los menores que deseen ser socios

en una sociedad, deberán contar con una autorización conforme lo

establece la ley.

c) Objeto: se debe ver el objeto del contrato de sociedad desde dos

puntos: uno es el objeto con relación a los socios, que se encuentra en

el artículo 1108 del Código Civil, en sus párrafos 3ro y 4to, el cual

manifiesta que el objeto entre los socios es la entrega del aporte

acordado. El otro punto tiene que ver con la reglamentación del

artículo 1833 del Código Civil, el cual versa sobre la licitud del

objeto de las sociedades. El objeto de la sociedad, desde esta visión,

consiste en el fin para el cual los socios la han formado. El objeto

debe ser lícito. La sociedad que sea formada con fines ilícitos, podrá

ser objeto de una nulidad absoluta.

d) Causa: la causa, al igual que el objeto, debe ser lícito. La causa es la

razón por la cual el socio le ha interesado asociarse con los otros

socios. Mientras el objeto es el fin con el cual se forma la sociedad, o

sea, la actividad comercial que realizara dicha sociedad, la causa

representa un elemento intrínseco y propio de cada socio, esta causa

podría ser: obtener beneficios pecuniarios producto de la actividad

comercial, o simplemente, el interés de asociarse con tal o cual


persona por los arraigos que pudiese tener la misma, esto también se

conoce como el affectio societatis.

Además de estos elementos, es necesario que los socios formen un

capital integrado por los aportes hechos por cada uno de los socios, así

también, los socios deben tener la disposición simultánea de gozar de las

ganancias y las perdidas. Por ultimo, debe existir, entre los socios, un lazo

de colaboración activa.

El contrato de sociedad, también conocido como estatutos, debe hacer

mención, para ser valido, de los siguientes aspectos:

a) Los nombres, las demás generales y los documentos legales de

identidad de quienes los celebren, si fuesen personas físicas o la

denominación social, su domicilio y números del Registro Mercantil y del

Registro Nacional de Contribuyentes, así como las generales de sus

representantes o apoderados, si se tratase de una persona jurídica.

b) La denominación o razón social;

c) El tipo social adoptado;

d) El domicilio social previsto;

e) El objeto;
f) La duración de la sociedad;

g) El monto del capital social autorizado y la forma en que estará

dividido, así como los requisitos cumplidos o que deberán ser cumplidos

respecto del mismo para la constitución de la sociedad, incluyendo la

proporción que deba ser suscrita y pagada;

h) La forma de emisión de las acciones, el valor nominal de las

mismas; las diferentes categorías de las acciones, si las hubiere, con las

estipulaciones de sus diferentes derechos; las condiciones particulares de su

transferencia, así como las cláusulas restrictivas a la libre negociación de las

mismas, en aquellas sociedades que así proceda;

i) Los aportes en naturaleza, sus descripciones, sus evaluaciones y la

indicación de las personas jurídicas o físicas que los realicen;

j) Los aportes industriales, en aquellas sociedades comerciales que

proceda su admisión;

k) Las ventajas particulares y sus beneficiarios, así como las

prestaciones accesorias, si las hubiere;

l) La composición, el funcionamiento y los poderes de los órganos de

administración y de supervisión de la sociedad; así como el o los

funcionarios que la representen frente a los terceros;

m) El modo en que los órganos deliberativos se constituirán,


discutirán y adoptarán sus resoluciones;

n) La fecha de cierre del ejercicio social; y,

o) La forma de repartir los beneficios y las pérdidas, la constitución

de reservas, legales o facultativas; las causales de disolución y el proceso de

liquidación.

2.4 Nulidad del Contrato de Sociedad

Cuando no se observan los requisitos constitutivos de los contratos o

cuando no han sido respetadas las reglas existe una sanción que es la

nulidad del contrato, es decir que la inobservancia de esos requisitos

conlleva a la nulidad del contrato.

No se debe confundir la nulidad con la resolución o revocación del

contrato ya que esta última tiene su fundamento en el incumplimiento del

contrato y la nulidad que tiene su fundamento en la ausencia de los medios

necesario para su formación, es decir, que el contrato no se ha formado

válidamente.

La nulidad del contrato de sociedad es un aspecto muy delicado y que

debe ser tratado con mucha sutileza. La mayoría de legislaciones del mundo
que regulan este aspecto, han adoptado un razonamiento que se orienta,

básicamente, a reducir a su minima expresión las posibilidades y efectos de

una acción en nulidad. Es por esta razón que países como: Francia, Italia,

Inglaterra, Alemania, y México han tomado las siguientes medidas:

1. No considerar la nulidad de la sociedad como la nulidad de un

contrato cualquiera.

2. Limitar las causas de la nulidad.

3. Permitir que los vicios sean subsanados, aun después de una demanda

en nulidad.

4. Reducir los efectos retroactivos de las nulidades con la admisión

jurisprudencial, o legal de las sociedades irregulares o de hecho.

La República Dominicana se encontraba rezagada en este aspecto,

pero con la entrada en vigencia de la Ley 479-08 sobre sociedades

comerciales, nuestro país se pone acorde a la legislación societaria mundial.

La Ley busca desalentar las acciones en nulidad en contra de las

sociedades comerciales. La nulidad de una sociedad o de un acto sólo podrá

resultar de una disposición expresa de la Ley o de las que rigen la nulidad

de los contratos, o por la ilicitud del objeto, lo cual conllevaría la disolución


de la sociedad comercial, de acuerdo a lo establecido por la ley.

Todas aquellas cláusulas prohibidas serán declaradas como no

escritas y no se podrá invocar las mismas para solicitar la nulidad de una

sociedad. El tribunal apoderado podrá fijar un plazo para que las nulidades

sean cubiertas y éste no se podrá pronunciar sobre la misma hasta que

hayan transcurrido dos (2) meses desde la fecha de la demanda introductiva

de instancia.

La acción en nulidad se extinguirá cuando la causa de la nulidad haya

dejado de existir el día en que el tribunal decida sobre el fondo en primera

instancia, excepto si la nulidad estuviese fundada en la violación de una

disposición de orden público. La desaparición de la causa de nulidad no

constituirá un obstáculo respecto del ejercicio de la acción en

indemnización para la reparación del perjuicio causado por el vicio que

haya afectado a la sociedad, el acto o la deliberación.

2.5 Personalidad jurídica de las sociedades comerciales

La personalidad de las sociedades comerciales, en principio, fue un

punto de aguerridas discusiones entre los doctrinarios. En torno a la


personalidad moral de las sociedades surgieron varias teorías, las

principales fueron las siguientes:

a. Teoría de la ficción o individualista: el precursor de esta teoría fue

el francés Savigny. Quienes predicaban esta teoría, alegaban, que el

hombre, es el único ser dotado de voluntad autónoma, y por lo tanto,

es el único capaz de ser sujeto de derecho, tanto objetivo como

subjetivo. Esta idea era la consecuencia lógica de la concepción

subjetiva del derecho, entendida como cualidad, como poder de

voluntad, y las sociedades en si no son sujetos de voluntad, por lo

tanto, no son sujetos de derecho.

b. Teoría de la realidad: Otto Gierke, es su principal representante.

Esta teoría sostiene que existe la voluntad colectiva de asociarse, y

aunque el sujeto de derecho tenga una estructura compleja, si la

misma es bien organizada, comprenderá todos los elementos

constitutivos del sujeto de derecho. Esto se explica de la siguiente

manera: la voluntad de los socios al asociarse, es la voluntad

requerida del sujeto, y el órgano del grupo colectivo es el medio de

acción de la colectividad.

c. Teoría de la realidad técnica: esta teoría sostiene que la realidad

jurídica, no constituye un cálculo puro y simple de la realidad vulgar.


El derecho remodela la naturaleza. Para los juristas que defienden

esta teoría, la personalidad, no es más que un conjunto de derechos

sujetivos. El derecho sujetivo es definido por dos vías que juntan:

interés y voluntad, un interés que demande protección y el poder de

querer protegerlo.

Hoy en día no se discute con relación a la personalidad de las

sociedades comerciales, la doctrina ha consensuado sobre este tema,

cerrando así, la batalla entre doctrinarios. Tanto la doctrina, como la

jurisprudencia, le reconocen a las sociedades una personalidad

independiente de quienes la componen.


CAPÍTULO III. LAS SOCIEDADES COMERCIALES EN EL
CÓDIGO DE COMERCIO DOMINICANO

En la República Dominicana, hasta la entrada en vigencia de la Ley

479-08, las sociedades comerciales se regían por el Código de Comercio y

por el Código Civil. El artículo 1º del Código de Comercio establece que

son comerciantes todas las personas que ejercen actos de comercio y hacen

de él su profesión habitual. Puesto que las sociedades comerciales son

personas jurídicas, se puede afirmar, parafraseando este texto, que son

comerciales las sociedades que ejercen actos de comercio y hacen de él su

profesión habitual.

3.1 Generalidades

Las sociedades comerciales, antes de la Ley 479-08, se regían por: a)

las disposiciones del Código de Comercio; y b) por las del Código Civil,

cuando no sean contrarias a las del primero; c) por las convenciones de las

partes; y d) por los usos, cuyas características, aplicación y consecuencias

se conocen.

De acuerdo con el artículo 19 del Código de Comercio, tal y como

quedó después de la modificación introducida en su texto por el artículo


primero de la Ley 262 de 1919, la ley reconoce tres especies de compañías

de comercio: la compañía en nombre colectivo, la compañía en comandita y

la compañía por acciones o sociedad anónimas, a las cuales es preciso

agregar las asociaciones en participación.

Al hacer la clasificación que antecede el legislador tomó como base

la responsabilidad más o menos extensa que en cada una de ellas asumen

los socios que las forman o algunos de éstos. La doctrina, en cambio, ha

formulado otra tomando como base la naturaleza jurídica de la parte que a

cada socio corresponde, así como la transferibilidad o intransferibilidad de

esa parte.

La forma más común de sociedad comercial en la República

Dominicana es la “Compañía por Acciones” (C. por A.), también llamada

“Sociedad Anónima” (S.A.). El Código de Comercio de la República

Dominicana reconoce otros dos tipos de sociedades comerciales: las

compañías en nombre colectivo y la compañía en comandita (Art. 19), pero

ambas han caído en desuso por sus desventajas respecto de las sociedades

anónimas. Al igual que en otras jurisdicciones, las sociedades anónimas


dominicanas son personas morales, con personería jurídica distinta a la de

sus socios, cuya responsabilidad se encuentra limitada al monto de su aporte

a la sociedad.

3.2 Disposiciones relativas a la Constitución de las Sociedades

El Código de Comercio establece como requisito para la formación

de una compañía por acciones que el número de accionistas alcance a siete

(Art. 56). En la práctica, como la mayoría de las empresas pequeñas no

tienen esa cantidad de socios, los bufetes de abogados tienen a disposición

de sus clientes accionistas simbólicos, que se hacen figurar como

propietarios de varias acciones en la sociedad.

Para proceder a la elaboración de los documentos de la sociedad, se le

debe proporcionar al abogado actuante la siguiente información:

a) Posible nombre y domicilio de la sociedad.

b) Objeto social.

c) Generales de cada uno de los accionistas, es decir: nombre completo,

profesión u oficio, nacionalidad, estado civil, dirección, número de

pasaporte o de Cédula de Identidad.


d) Capital autorizado de la sociedad, el cual consiste en el monto

considerado como necesario y suficiente para cumplir con el objeto

social, de los cuales se debe suscribir por lo menos el diez por ciento

(10%).

e) Estructura administrativa de la sociedad: Consejo de Directores,

Consejo de Administración o Presidente-Administrador.

f) Distribución y tipo de acciones a emitirse. El Código de Comercio

prevé tres tipos de acciones (Art. 36): “nominativas”, que deben

expedirse a favor de una persona cuyo nombre figure tanto en el texto

del certificado de acciones como en el registro de deberá llevar la

sociedad, y cuya transferencia requiere una anotación en dicho

registro; “a la orden”, que son expedidas a favor de una persona cuyo

nombre se consigna en el texto del certificado de acciones, precedido

o seguido de las palabras “a la orden”, y cuya transferencia se puede

realizar por un simple endoso por cualquier otro acto otorgado por

escrito y la entrega del certificado; y “al portador”, que son emitidas

sin indicar el nombre del accionista, conteniendo solamente la

expresión “Al Portador”, cuyo transferencia se efectúa con la sola

entrega del certificado.


Una vez obtenida la información precedente, los pasos a seguir son

los siguientes:

1. Solicitud de Registro del Nombre Comercial de la Sociedad ante

la Oficina Nacional de la Propiedad Industrial (ONAPI) y

obtención de la aprobación definitiva del mismo.

2. Redacción, preparación y suscripción de los Estatutos Sociales.

3. Redacción, preparación y firma de la Lista de Suscriptores y

Estado de los Pagos.

4. Pago de los impuestos de constitución de la sociedad, impuestos

sobre documentos y otros gastos. El total de estos costos

ascienden a aproximadamente el 2% del capital autorizado (0.5%

por los impuestos de constitución, 1.3% por los impuestos sobre

documentos, y el resto por gastos diversos tales como registro del

nombre comercial, inscripción en el Registro Mercantil,

confección del talonario de acciones y sello social.)

5. Declaración ante Notario Público de la suscripción de acciones

(“Compulsa Notarial”).

6. Celebración de una asamblea general de accionistas para aprobar

los estatutos sociales, la lista de suscriptores y de estado de los


pagos, y la compulsa notarial, así como para elegir los

funcionarios y el comisario de la sociedad.

7. Expedición de los certificados de acciones a los accionistas.

8. Inscripción de la sociedad en el Registro Mercantil.

9. Inscripción de la sociedad en la Dirección General de Impuesos

Internos (DGII) y obtención de su número en el Registro Nacional

de Contribuyentes (RNC). Sin este número, la sociedad no podrá

ni adquirir bienes inmuebles ni abrir cuentas bancarias.

3.2.1 Impuestos

Las sociedades dominicanas están sujetas al pago de los siguientes

impuestos:

Impuesto sobre la Renta: la tasa del impuesto sobre la renta aplicable a las

sociedades comerciales es de un 25% sobre las ganancias netas. De manera

provisional, la Ley No. 557-95 aumentó la tasa a un 30% para el año 2006,

la cual disminuyó paulatinamente a un 29% en el año 2007, a un 27% en el

año 2008, hasta regresar a un 25% en el año 2009.

Toda sociedad, tenga o no operaciones comerciales, debe presentar a

la Dirección General de Impuestos Internos una declaración anual de sus


rentas. Cuando la sociedad tenga un capital social autorizado mayor o igual

a RD$50,000.00 pesos, deberá acompañar su declaración con sus estados

financieros auditados por un Contador Público Autorizado.

Impuesto sobre Activos: las sociedades deben pagar, en adición al impuesto

sobre la renta, un impuesto del uno por ciento (1%) de sus activos. El

impuesto sobre activos funciona como una especie de impuesto mínimo que

debe pagar toda sociedad, ya que el monto que se pague por este impuesto

se deduce del monto debido por concepto de impuesto sobre la renta.

Impuesto a la Transferencia de Bienes Industrializados y Servicios (ITBIS):

la gran mayoría de las operaciones comerciales se encuentran gravadas con

el 16% del ITBIS, un impuesto sobre valor agregado.

3.2.2 Requisitos legales

El Código de Comercio y la legislación comercial dominicana exigen

que las sociedades comerciales constituidas en la República Dominicana

cumplan con las siguientes obligaciones:


 Celebración anual de una Asamblea General de Accionistas con el

propósito de revisar las operaciones de la sociedad durante el año

social anterior, la cual debe registrarse en el Registro Mercantil.

 Luego de su constitución, celebración de una Asamblea General de

Accionistas dentro de los 6 meses de haberse suscrito y pagado

acciones con cargo al capital autorizado de la sociedad.

 Mantenimiento de los libros y correspondencia de la sociedad por un

período mínimo de 10 años.

 Renovación de la inscripción en el Registro Mercantil cada dos años.

 Creación de un fondo de reserva legal con el 5% de las utilidades

sociales. Esta separación dejará de ser obligatoria cuando el fondo de

reserva alcance al 10% del capital social.

3.3 Clasificación de Sociedades Comerciales

El Código Civil en su artículo 1835, divide las sociedades en

universales o particulares: a) Las universales comprenden todos los bienes

presentes y la universalidad de las ganancias; y b) Las particulares son

aquellas que no se aplican si no a cosas determinadas o a su uso y a los


frutos que la misma producen, ha esta ultimas pertenecen las sociedades

comerciales.

Para distinguir las sociedades comerciales de la no comerciales se

aplica lo dicho en el articulo uno del Código de Comercio el cual explica

que son comerciales las sociedades que ejercen actos de comercio y hacen

de él una profesión habitual.

Con esta breve definición de lo que son las sociedades comerciales se

puede establecer siguiente clasificación:

3.3.1 Sociedades en Nombre Colectivo

La Sociedad en Nombre Colectivo, es la que ha sido celebrada entre

dos o varias personas, que responden personal y solidariamente de todo el

pasivo social, y la cual se designa por medio de una razón social compuesta

de los nombres de todos los socios o del de algunos de ellos seguido

solamente de la palabra “y compañía”.

Según expresa Biaggi (2005, P. 624) para la validez de este tipo de

sociedades, y a los fines de que la misma adquiera la personalidad jurídica

que se les reconoce, es preciso y necesario que las mismas sean redactadas
por escrito y sometidas a las formalidades de publicidad mediante su

inscripción en el Registro Mercantil.

Conforme al mismo Código de Comercio, la razón social o nombre

indentificatorio de la sociedad, solo podrá estar compuesto, y de forma

exclusiva por los nombres de los socios. Es decir, que en este tipo de

sociedad el nombre de fantasía u otro nombre que no sea el de sus socios no

podrá ser utilizado. Este puede estar constituído así, por el nombre del

principal socio, la combinación de los apellidos de dos o más socios, los

que deben ser precedidos o antecedidos de la frase “Sociedad en Nombre

Colectivo”.

Asimismo, si una persona extraña a la sociedad hace figurar o

permite que su nombre figure en la razón social, contraerá responsabilidad

solidaria e ilimitada, pero no subsidiaria, por las deudas sociales, en razón

de que en la Sociedad en Nombre Colectivo puede haber cambios de socios,

el ingreso o separación de uno de ellos debe reflejarse en la razón social. Si

se tratare de ingreso a la sociedad, se agregará a la razón social el nombre

del nuevo socio o las palabras y compañía.


La ley atribuye a los socios de la Sociedad en Nombre Colectivo

responsabilidad subsidiaria, ilimitada y solidaria para las obligaciones

sociales. a) Responsabilidad ilimitada, que significa que los socios

responden del cumplimiento de las obligaciones sociales con todos sus

bienes, con excepción de aquellos que, conforme a la ley, son inalienables o

no embargables; b) Responsabilidad Solidaria. No se presume, resulta de la

ley. Evidentemente se trata de un caso de solidaridad pasiva, en virtud de la

cual los acreedores de la sociedad pueden reclamar a cada uno o a la

totalidad de los socios el cumplimiento de la totalidad de las obligaciones

sociales. Cada socio debe cumplir por sí la totalidad de las obligaciones

sociales, razón por la cual el o los acreedores de la sociedad pueden exigir a

todos los socios o a cualquiera de ellos, a su elección, el pago total de la

deuda.

La Sociedad en Nombre Colectivo se disuelve por las siguientes

razones:

a) Expiración del término fijado en el contrato social.

b) Imposibilidad de seguir realizando el objeto principal de la sociedad

o por quedar éste consumado.

c) Por la pérdida de las dos terceras partes del capital social.


d) Acuerdo de los socios tomado de conformidad con el contrato social

y con la ley.

e) Por muerte, incapacidad, exclusión, separación o rescisión del

contrato social de uno o varios socios, salvo pacto en contrario.

f) Que el número de socios llegue a ser inferior al mínimo que la Ley

General de Sociedades Mercantiles establece, o porque las partes de

interés se reúnan en una sola persona.

3.3.2 Sociedades en Comandita Simple

Esta sociedad tiene su origen en el contrato de comanda, el cual

consistía, en sus primeras manifestaciones, en el convenio celebrado entre

un capitalista y un marino que recibía un navío, mercancía o dinero para

efectuar negocios en otros países, afín de distribuirse los beneficios.

El artículo 23 del Código de Comercio define las sociedades en

comandita simple como, aquellas que se contraen entre uno o varios

asociados responsables y solidarios, los comanditados, y uno o varios

asociados que el referido texto califica como simples prestamistas de fondo,

los comanditarios, para la realización de actividades comerciales o para

hacer el comercio. Esta sociedad guarda similitud con las sociedades


en nombre colectivo ya que la misma constituye una sociedad de

personas agrupadas en virtud de un lazo de confianza mutua.

La compañía en comandita simple existe bajo una razón social y se

contrae entre uno o varios socios solidarios e ilimitadamente responsables y

otro u otros, simples suministradores de fondos, llamados socios

comanditarios, cuya responsabilidad se limita al monto de sus aportes.

La razón social será, necesariamente, el nombre de uno o varios de

los socios solidariamente responsables, al que se agregará siempre las

palabras "compañía en comandita", escritas con todas sus letras o la

abreviatura que comúnmente suele usarse. El comanditario que tolerare la

inclusión de su nombre en la razón social quedará solidaria e

ilimitadamente responsable de las obligaciones contraídas por la compañía.

En su conjunto, las condiciones de forma y de fondo son las mismas

que para las sociedades en nombre colectivo.

El Código de Comercio señala que sólo el nombre de uno o varios de

los socios comanditados podrá formar parte de la razón social de la misma,

lo que implica que en caso de violación de esta norma por parte de un socio
comanditario, este hecho le hace perder las ventajas que se les reconocen y

pasará a ser reputado como un socio comanditado, con todas sus

consecuencias legales, tal y como lo establecen los artículos 25 y 27 del

referido texto legal. Al efecto, estará obligado, solidariamente, como los

socios en nombre colectivo a todas las deudas y compromisos sociales.

El socio comanditario no puede llevar en vía de aporte a la compañía

su capacidad, Crédito o industria. Tampoco podrá ceder ni traspasar a otras

personas sus derechos en la compañía ni sus aportaciones, sin el

consentimiento de los demás, en cuyo caso se procederá a la suscripción de

una nueva escritura social.

Solo los socios comanditados pueden ser gerentes de estas

sociedades. El comanditario no tiene el derecho de realizar ningún acto de

gestión interna, ni externa, lo que implica que no podrá inmiscuirse ni en

los negocios sociales ni aceptar ningún mandato para ello. Esta regla se

justifica en interés de los terceros, si los comanditarios se involucraran y

fuesen encargados de la gerencia de la sociedad, estos, los terceros, podrían

entender que él o ellos tienen la calidad de socios comanditados y que, al


así actuar, están renunciando a la protección que como tales les es

reconocida por la ley.

Biaggi (2005, P. 646) señala que la disposición antes indicada, no

debe ser interpretada en el sentido de que le esté vedado a ese socio

comanditario realizar labores de control o supervisión sobre la marcha de

los negocios sociales, ya que conserva ese derecho, requerir todas las

informaciones que estime oportunas y pertinentes para conocer la marcha

de la sociedad y preservar sus intereses, ni la imposibilidad de ser un

empleado, o hacer las observaciones y recomendaciones pertinentes a los

gerentes que coadyuven a la obtención del fin social.

En principio, las partes sociales no deben ser cedidas sin el

consentimiento de todos los socios. Sin embargo, los estatutos sociales

pueden prever que las partes de los comanditarios puedan ser libremente

cesibles entre los asociados o cesibles a terceros extraños a la sociedad con

la aprobación de la mayoría de los comanditarios. Asimismo, podrá ser

cedida la parte de un socio comanditado a un socio comanditario, caso en

que éste adoptará tal condición.


3.3.3 Compañías por Acciones o Sociedades Anónimas

Las sociedades por acciones son sociedades de capital, en oposición a

las sociedades por interés, que son sociedades de personas. En el Código

Civil existen dos tipos de sociedades por acciones que son comerciales por

sus formas.

Generalmente este tipo de sociedad se inicia mediante el lanzamiento

de la idea de constituirla, ya sea a iniciativa de un financista, un industrial, o

como sucede y se verifica en la mayoría de los casos, de una o más personas

que deciden conformar la sociedad para operar determinados tipos de

negocios, poner sus bienes personales bajo una razón social para con ello

obtener ventajas fiscales, o tratar de preservar así su patrimonio.

Por lo general, la redacción de los estatutos sociales es confiada al

abogado contratado para su constitución, el cual, y en los más de los caos,

se limita a repetir modelos pre-existentes. Se apertura con ello la etapa de

suscripción y pago de las acciones, siendo requisito esencial que se haya

suscrito y pagado acciones que representen por lo menos el 10% del capital

social autorizado para que pueda procederse a la conformación válida y

definitiva de la sociedad.
Las compañías por acciones son administradas por uno o varios

mandatarios temporales, asalariados o gratuitos, que pueden ser o no

accionistas. Esos mandatarios pueden delegar en todo o en parte sus

atribuciones, siempre que los estatutos lo permitan.

Las sociedades por acciones regularmente constituidas presentan

estas características:

1- El capital puede ser dividido en determinado número de porciones

ya que al modificarse el art. 34 del código de comercio, permite que

las acciones sean de un diferente valor nominal.

2- Cada accionista, sin necesidad de valerse del acto constitutivo de la

sociedad, puede probar sus derechos por medio del certificado que

corresponde a cada acción o a cierto número de acciones, pues en un

certificado puede constar una o más acciones.

3- Estos certificados pueden ser nominativos, al portador o a la orden, y

son factibles de ser cedidos sin ciertas formalidades.

La transferencia de las acciones se efectúa de la siguiente manera:


a. Si son nominativas, es de rigor que figuren mencionadas en un

libro de registro de acciones de la sociedad, la transferencia no

podrá efectuarse sino mediante una declaración de traspaso

inscrita en los registros y firmada por el que haga dicho

traspaso, o por un apoderado suyo.

b. Cuando se trata de acciones al portador, la transferencia a otras

manos es suficiente para efectuar la cesión, ya que la sociedad

debe reconocer como único propietario a todo aquel que

presente el certificado.

c. Las acciones a la orden se transfieren por medio de endorsos

regulares.

Todo accionista que cede sus acciones deja la sociedad y hace entrar

a otro socio en su lugar, quien asumirá las obligaciones y tendrá los

derechos inherentes a la calidad de accionistas debido a la cesibilidad de las

acciones. La sociedad debe estar compuesta por un mínimo de siete socios

Según la naturaleza del aporte y la extensión del derecho del

accionista, estas acciones pueden ser:

1- Acciones en numeraría o de capital: son aquellas cuyo pago debe

efectuarse en efectivo.
2- Acciones Industriales: son aquellas que se toman en cuenta los

conocimientos personales o profesionales, los propietarios de este

tipo de acciones solo tienen derecho a una participación en los

dividendos y no pueden reclamar a menos que se haya estipulado lo

contrario en los estatutos.

3- Acciones de Aporte: es cuando las acciones son pagadas con bienes

en naturaleza.

4- Acciones de Prima: se les denominan acciones de prima las que se les

atribuye a ciertas personas por servicios prestados a la sociedad

durante su constitución y organización sin haber hecho aporte en

naturaleza o en efectivo.

5- Acciones de Goce: son aquellas cuyo capital ha sido reembolsado a

su propietario y, sin embargo éste sigue disfrutando de los beneficios

de la sociedad y tiene derecho a tomar participación en la distribución

del activo social cuando la sociedad se disuelva.

6- Acciones Preferidas: son las que otorgan ciertas ventajas sobre las

otras acciones o confieren derechos de prioridad.

De acuerdo al Código de Comercio, cuando se tiene el propósito de

constituirse una compañía por acciones, se debe reunir un número de


personas quienes formaran parte de ella en calidad de accionistas y

discutirán las bases para la redacción de un proyecto de los estatutos que

contengan el objeto de la sociedad, su capital, el numero de accionista en

que se divide, estos accionistas se denominaran fundadores y firmaran los

estatutos.

3.3.4 Sociedades en Comanditas por Acciones

Para la constitución de una compañía en comandita por acciones, se

necesita, la suscripción de no menos de la décima parte del capital

autorizado por los estatutos; la declaración del gerente por ante notario de la

realización de las suscripciones y los pagos, con lista adjunta que lo detalle,

más uno de los originales de los estatutos o una copia del acta si son

notariales, y la estimación y aprobación de los aportes.

En cuanto al número de accionistas para la formación de esta

compañías la ley estipula que no podrá constituirse si no cuenta con cuatro

o más socios.

3.4 Sanciones
El Código de Comercio y las leyes complementarias, contemplan tres

tipos de sanciones cuando se inobservan las reglas relativas a la

constitución de la sociedad, la primera va dirigida hacia la propia sociedad,

declarando su nulidad; la segunda se descarta por la responsabilidad civil de

las personas cuyas faltas son las causantes de la nulidad: y tercero, se da en

determinados casos, por la responsabilidad penal de estas mismas personas

que son partes de la sociedad.

3.4.1 Nulidad

En el estadio actual del derecho comercial dominicano, el régimen de

las nulidades descansa sobre dos grandes pilares: a) el consagrado por el

artículo 1030 del Código de Procedimiento Civil, no hay nulidad sin texto;

y el otro b) consagrado por la Ley 834 de 1978, que dispone no hay nulidad

sin agravio.

Si bien es cierto que los artículos 53 y 60 del Código de Comercio

proclaman, respectivamente y en términos similares, las nulidades de las

sociedades en Comandita por Acciones y de las Sociedades Anónimas,

cuando en su constitución no se hayan observado determinadas

disposiciones legales que dichos textos consagran, habrá que, y en cada


caso analizarlas para determinar si son nulidades absolutas o nulidades

relativas que, pudiendo ser regularizadas, hayan desaparecido al momento

del juez estatuir, lo que de verificarse ésta situación, haría que la demanda

de que se trata sea declarada inadmisible por carecer de objeto.

En ese aspecto, los requisitos de fondo, común a todos los contratos,

cuando no se encuentran presentes en un contrato de sociedad, por ejemplo,

la falta de capacidad de sus accionistas, un consentimiento viciado, un

objeto ilícito, serían causas de nulidad absoluta de la sociedad. Sin

embargo, cuando la nulidad es de forma, por ejemplo, inobservancia de

plazos, se entiende estar frente a una nulidad relativa, que obliga a quien la

alegue a establecer el perjuicio que el hecho le haya causado para poderla

hacer pronunciar y en este sentido se orienta la Ley de Registro Mercantil,

la cual sanciona con multas pecuniarias la inobservancia del plazo para

proceder a la inscripción de la sociedad en dicho registro una vez haya

quedado formalmente constituida.

3.4.2 Responsabilidad Civil

De conformidad con el artículo 1382 del Código Civil, todo aquel

que cause un daño a otro está obligado a repararlo, siendo así necesario para

la aplicación de este principio general del derecho la ocurrencia de los tres


elementos esenciales que la conforman, un daño, una falta, y el lazo de

causalidad o conexidad entre la falta y el daño.

La falta en especie, estaría determinada por la inobservancia de las

formalidades prescritas por la ley cuya verificación está a cargo de los

fundadores de la sociedad, en primer término y sobre el Notario llamado a

recibir la declaración sobre el estado de los pagos y suscripción de las

acciones, sobre quien pesa una obligación de prudencia y diligencia. De

aquí que, tanto el artículo 53, como el artículo 60 del Código de comercio,

establecen la obligación a cargo de los fundadores de la sociedad de

responder por los daños y perjuicios que puedan experimentar los socios

como también frente a los terceros por los daños experimentados por éstos a

consecuencia de la declaratoria de nulidad de la sociedad.

En el caso de las sociedades por acciones y contrario a lo que se

verifica en las Comanditas por Acciones, se trata de una responsabilidad

solidaria, que puede ser reclamada no tan sólo a los fundadores sino

también a los administradores bajo cuya gestión se haya pronunciado la

nulidad. Aun en los casos en que la nulidad haya podido ser cubierta, si

subsistiesen daños a cargo de uno o más de los accionistas o de los terceros,


estos podrán reclamar su reparación. La reparación podrá ser demandada

según el momento en que se haya podido verificar la nulidad, bien contra

los fundadores, o bien contra estos y los miembros del Primer Consejo de

Administración, cuando la misma se haya fundado en la primera etapa de

fundación e inicio de operaciones de la sociedad

Esta acción, cuyo éxito dependerá de la prueba del perjuicio

experimentado por el demandante, el cual podrá ser basado en la pérdida de

los beneficios, del capital invertido, su devolución, deberá ser intentada en

el plazo de cinco (5) años conforme se desprende del artículo 64 del Código

de Comercio.

3.4.3 Responsabilidad Penal

Determinados actos enumerados por los artículos 64 y 61 del Código

de Comercio, que se cometan, realizados contraviniendo las formalidades

establecidas por ellos para la puesta en funcionamiento de las sociedades

comerciales por acciones, pueden comprometer la responsabilidad penal de

quienes lo hagan. Estas sanciones van desde simple multas, a pena de

prisión y multas. Primero: “La omisión o la negociación de acciones o de

cupones de acciones de una compañía constituida contra lo prescrito en el


artículo 51”. Lo que se prohíbe es la emisión de las acciones antes de que la

sociedad esté debidamente constituida, y se debe asimilar este hecho a una

estafa cuando se haya así procedido, y no se constituya la sociedad; y

Segundo: “El comienzo por el Gerente de una Comandita por Acciones

antes de que el Consejo de Inspección entre a ejercer sus funciones”. Al

igual que en la anterior, se trata de evitar con ello la comisión de probables

fraudes por parte de los gerentes en perjuicio de los socios y de los terceros.

3.4.4 Hechos Sancionados con Prisión y Multa

El artículo 54 del Código de Comercio asimila la estafa y remite, para

su sanción a las disposiciones del artículo 405 del Código Penal, los

siguientes hechos:

1) Los que con simulación de suscriptores o pagos o con la publicación

de mala fe de suscripciones o pagos que no existen, o de cualquiera

otros hechos falsos, hayan obtenido o intentado obtener

suscripciones y pagos.

2) Los que, para estimular a suscriptores o pagos, hayan publicado de

mala fe, los nombres de personas designadas, contra la verdad, como

pertenecientes o que pertenecerán a la compañía por un titulo

cualquiera.
CAPÍTULO IV. LAS SOCIEDADES COMERCIALES EN LA
LEY 479-08

En este cuarto capítulo se presenta la matriz de las variables con los

indicadores del estudio, así como también un análisis de las Sociedades

Comerciales en virtud de la Ley 479-08 en todo lo relacionado con la

constitución de las mismas y sus implicaciones legales.

El objetivo general de esta investigación es analizar las implicaciones

legales en la constitución de las sociedades comerciales en virtud de la Ley

479-08.

El planteamiento del problema bajo estudio se realizó porque con la

entrada en vigencia de la Ley General de Sociedades Comerciales y

Empresas Individuales de Responsabilidad Limitada No. 479-08 las

sociedades comerciales han presentado una serie de cambios estatutarios,

constitutivos, de capital, de responsabilidades, sanciones que viene a

revolucionar la legislación societaria en la República Dominicana.


En esta investigación se consultaron fuentes bibliográficas tales como

leyes, códigos, resoluciones, reglamentos, gacetas oficiales, anteproyectos

de leyes, así como también revistas, folletos, tesis, monográficos y estudios

realizados referente al tema.


4.1 Matriz de las variables e indicadores del estudio

Objetivos Específicos Variables Definición de Indicadores Objetivos de los indicadores


variables Fuentes
1. 1. Establecer las 1.1 1.1.1 Son los requisitos 1.1.1.1 Tipos de 1.1.1.1.1 Identificar los tipos de sociedades 1.1.1.1.1.1 Bibliográfica
principales modificaciones Modificaciones innovadores con respecto Sociedades introducidas en la Ley 479-08.
contempladas en la Ley a la constitución de las Comerciales.
479-08, con relación a la sociedades comerciales. 1.1.1.2 Número de 1.1.1.1.2 Evaluar la cantidad de socios 1.1.1.1.1.2 Bibliográfica
constitución de sociedades Socios. requeridos para cada tipo de sociedades
comerciales. comerciales.
1.1.1.3 Aportes 1.1.1.1.3 Determinar los tipos de aportes 1.1.1.1.1.3 Bibliográfica
permitidos en esta nueva Ley 479-08.
1.1.1.4 Comisarios de 1.1.1.1.4 Identificar en qué condiciones se 1.1.1.1.1.4 Bibliográfica
Cuentas. necesita designar un comisario de cuentas.
2. 2. Evaluar el 2.1 Impacto 2.1.1 Se refiere a las 2.1.1.1 Capital Social 2.1.1.1.1 Evaluar cómo afecta la Ley 479- 2.1.1.1.1.1 Bibliográfica
impacto de la incidencias que tiene la 08 al capital social de una sociedad
implementación de la Ley aplicación de la Ley 479- comercial.
479-08 sobre la 08 al constituir una 2.1.1.2 Responsabilidad 2.1.1.1.2 Analizar de qué forma se afectan 2.1.1.1.1.2 Bibliográfica
constitución de las sociedad comercial. de los fundadores de la los fundadores en el proceso constitutivo de
sociedades comerciales. Sociedad Comercial la sociedad comercial.
2.1.1.3 Publicidad. 2.1.1.1.3 Evaluar el impacto de la 2.1.1.1.1.3 Bibliográfica.
publicidad en la constitución de las
sociedades comerciales
3. 3. Determinar el 3.1 Marco 3.1.1 Se refiere al 3.1.1.1 Competencia 3.1.1.1.1 Determinar los tribunales 3.1.1.1.1.1 Bibliográficas.
marco sancionador que Sancionador conjunto de sanciones competentes para conocer los casos por
impone la Ley 479-08 con impuestas por las violación a la Ley 479-08.
relación a la constitución infracciones cometidas en 3.1.1.2 Acciones 3.1.1.1.2 Identificar las acciones penales 3.1.1.1.1.2 Bibliográficas.
de sociedades comerciales. la constitución de una Penales por infracciones cometidas en el proceso de
sociedad comercial. constitución de una sociedad comercial
3.1.1.3 Multas 3.1.1.1.3 Determinar las multas que se les 3.1.1.1.1.3 Bibliográficas.
impone por infracciones en la constitución
de una sociedad comercial
4.2 Disposiciones Generales

La nueva Ley General de las Sociedades Comerciales y Empresas

Individuales de Responsabilidad Limitada No. 479-08, fue promulgada en

fecha 11 de diciembre del 2008 con el objetivo principal de modernizar la

regulación existente en materia societaria.

Esta ley, además de imponerse como regla general para el derecho

societario, dispone que habrá sociedad comercial cuando dos o más

personas físicas o jurídicas se obliguen a aportar bienes con el objeto de

realizar actos de comercio o explotar una actividad comercial organizada, a

fin de participar en las ganancias y soportar las pérdidas que produzcan.

La Ley mantiene vigente y reconoce los tipos societarios consagrados

en el Código de Comercio, pero a su vez, introduce dos nuevas: Las

Sociedades de Responsabilidad Limitada (SRL) y las Empresas

Individuales de Responsabilidad limitada (EIRL).

La personalidad jurídica de todas las sociedades comerciales nace al

momento de su matriculación en el registro mercantil. En este orden, la

personalidad jurídica ya no servirá de escudo para las actividades


fraudulentas, ya que la misma, será inoponible ante el orden público, los

socios, y los terceros. Para lograr esta inoponibilidad, deberán aportarse las

pruebas suficientes que tiendan a probar que la sociedad se utilizo con fines

fraudulentos.

Las sociedades comerciales tendrán por domicilio, o casa social, el

principal establecimiento, o sea, el lugar donde se encuentre el centro

efectivo de administración y dirección de la sociedad, o en las oficinas de

sus representantes a nivel nacional. El domicilio no será oponible a terceros,

en caso de que el mismo no sea el estipulado en los estatutos.

La nacionalidad de todas las sociedades comerciales será reputada

como dominicana, incluso, si no se hace mención de la misma en los

estatutos.

4.3 Formalidades de Constitución

Las Sociedades Comerciales, a excepción de las sociedades

accidentales o en participación, existirán, se formarán y se probarán por

escritura pública o privada debidamente inscrita en el Registro Mercantil de

su demarcación.
Las sociedades anónimas y de responsabilidad limitada, cual que sea

el número de sus socios, podrán formarse por documentos bajo firma

privada hechos en doble original. Los estatutos sociales de toda sociedad

comercial, instrumentados ya sea en forma pública o privada, deberán

contener:

a) Los nombres, las demás generales y los documentos legales de

identidad de quienes los celebren, si fuesen personas físicas o la

denominación social, su domicilio y números del Registro Mercantil

y del Registro Nacional de contribuyentes, así como las generales de

sus representantes o apoderados, si se tratase de una persona jurídica;

b) La denominación o razón social;

c) El tipo social adoptado;

d) El domicilio social previsto;

e) El objeto;

f) La duración de la sociedad;

g) El monto del capital social autorizado y la forma en que estará

dividido, así como los requisitos cumplidos o que deberán ser

cumplidos respecto del mismo para la constitución de la sociedad,

incluyendo la proporción que deba ser suscrita y pagada;

h) La forma de emisión de las acciones, el valor nominal de las mismas;


las diferentes categorías de las acciones, si las hubiere, con las

estipulaciones de sus diferentes derechos; las condiciones particulares

de su transferencia, así como las cláusulas restrictivas a la libre

negociación de las mismas, en aquellas sociedades que así proceda;

i) Los aportes en naturaleza, sus descripciones, sus evaluaciones y la

indicación de las personas jurídicas o físicas que los realicen;

j) Los aportes industriales, en aquellas sociedades comerciales que

proceda su admisión;

k) Las ventajas particulares y sus beneficiarios, así como las

prestaciones accesorias, si las hubiere;

l) La composición, el funcionamiento y los poderes de los órganos de

administración y de supervisión de la sociedad; así como el o los

funcionarios que la representen frente a los terceros;

m) El modo en que los órganos deliberativos se constituirán, discutirán y

adoptarán sus resoluciones;

n) La fecha de cierre del ejercicio social; y

o) La forma de repartir los beneficios y las pérdidas, la constitución de

reservas, legales o facultativas; las causales de disolución y el

proceso de liquidación.
La solicitud de matriculación en el Registro Mercantil en la Cámara

de comercio y Producción correspondiente al domicilio social indicado en

los estatutos, deberá formularse dentro del mes siguiente a la suscripción

del contrato de sociedad, en el caso de las sociedades en nombre colectivo,

sociedad anónima de suscripción privada y en comandita simple; y de la

celebración de la asamblea general constitutiva, en el caso de las sociedades

anónimas de suscripción pública, en comandita por acciones y de

responsabilidad limitada. Estarán igualmente sujetas a las formalidades de

depósito e inscripción en el Registro Mercantil todas las modificaciones

estatutarias, los cambios de capital social, la disolución y liquidación de las

sociedades.

4.4 Tipos de Sociedades Comerciales

La Ley 479-08 presenta una variedad de sociedades comerciales que

se les presentan a los comerciantes para escoger la que más se aplique a sus

necesidades. Esta ley introduce dos tipos nuevos de sociedades comerciales:

la sociedad de responsabilidad limitada (SRL), y la empresa individual de

responsabilidad limitada (EIRL), esta última no constituye una sociedad

comercial en sí, pero está contemplada en la ley como una opción para los

únicos dueños.
El artículo 3 de la Ley 479-08, reconoce como válidas las siguientes

sociedades comerciales:

a) Las sociedades en nombre colectivo;

b) Las sociedades en comandita simple;

c) Las sociedades en comandita por acciones;

d) Las sociedades de responsabilidad limitada; y,

e) Las sociedades anónimas, que podrán ser de suscripción pública o

privada.

4.4.1 Sociedades en Nombre Colectivo

La Sociedad en Nombre Colectivo es aquella que existe bajo una

razón social y en la que todos los socios tienen la calidad de comerciantes y

responden, de manera subsidiaria, ilimitada y solidaria, de las obligaciones

sociales. Se puede formar con dos, o más socios, y su capital quedará

establecido por los estatutos. En este tipo de sociedad, los socios se

comprometen más allá del aporte particular que cada uno haya hecho.

La sociedad en nombre colectivo, al igual que las otras sociedades de

personas, deberán explotar su objeto social bajo el amparo de una razón

social que debe comprender necesariamente el nombre de todos los


asociados, o de algunos de ellos, seguido de la mención “y asociados”, o “y

compañía”.

Todos los socios serán gerentes, a no ser que los estatutos indiquen

otra cosa, en todo caso, podrá haber más de un gerente. El gerente estará

autorizado para obrar, y gestionar, a favor de la sociedad. Cada gerente

ostentará su cargo y poder particular sin que esto afecte su poder de

oponerse a las acciones de los otros gerentes. Para resolver un conflicto

entre gerentes, se votará, por mayoría de socios, por el acto que más le

convenga a la sociedad. La oposición que puede hacer un gerente a otro, no

será oponible a los terceros, así mismo, no serán oponibles a los terceros las

cláusulas que limiten el poder de los gerentes.

4.4.2 Sociedades en Comandita Simple

Sociedad en comandita simple es la que existe bajo una razón social y

se compone de uno o varios socios comanditados que responden de manera

subsidiaria, ilimitada y solidaria de las obligaciones sociales, y de uno o

varios comanditarios que únicamente están obligados al pago de sus

aportaciones. Este tipo de sociedad es bastante similar a las sociedades en

nombre colectivo, salvo algunas diferencias que procederemos a explicar.


Al ser una sociedad de personas, la comandita simple, deberá

explotar su objeto social bajo una razón social que llevara los nombres de

los socios comanditados, seguidos de las palabras “y compañía”, en caso de

no figurar todos los socios comanditados se le agregaran las palabras

“sociedad en comandita”.

Los socios comanditarios son una especie de proveedores de recursos

y sus derechos dentro de esta sociedad se ven un poco limitados, pero estos

tienen una ventaja, y es que gozan de la responsabilidad limitada hasta el

monto de sus aportes.

Por otra parte están los socios comanditados, que son, en un sentido

amplio, los administradores de la sociedad. A los socios comanditados se

les confiere una cantidad de derechos más amplia que a los socios

comanditarios, pero no gozan de la responsabilidad limitada de la cual

gozan los socios comanditados. Los socios comanditados estarán a cargo de

la gerencia de la sociedad, aplicándosele a estos, todas las reglas de la

sociedad en nombre colectivo.

Los estatutos de la sociedad en comandita simple deberá contener el


monto del valor de los aportes de todos los socios, la parte dentro de ese

monto que corresponderá a cada socio comanditado o comanditario y la

parte global de los socios comanditados y la parte de cada socio

comanditario en la repartición de los beneficios y en los bonos de

liquidación. Los aportes de los socios comanditarios siempre serán en

naturaleza o en efectivo, nunca se considerarán como tales ni los créditos ni

la industria personal.

4.4.3 Sociedad de Responsabilidad Limitada

Este tipo de sociedad es una de las nuevas novedades que introduce la

Ley 479-08. Las sociedades de responsabilidad limitada son las que se

forman por dos o más personas mediante aportaciones de todos los socios,

quienes no responden personalmente de las deudas sociales.

La sociedad será designada por una denominación social, la cual

podrá comprender el nombre de uno o varios socios y deberá ser precedida

o seguida, inmediata y legiblemente, de las palabras “Sociedad de

Responsabilidad Limitada” o de las iniciales “S. R. L.”. A falta de una de

estas últimas indicaciones, los socios serán solidariamente responsables

frente a los terceros.


El capital social se dividirá en cuotas sociales que no podrán estar

representadas por títulos negociables. Deberán constituirse con un capital

social mínimo de Cien Mil Pesos Dominicanos (RD$ 100,000.00). La

Secretaría de Estado de Industria y Comercio fijará por vía reglamentaria

cada tres (3) años, los montos mínimos y máximo del capital social, así

como el monto mínimo de las cuotas sociales, de acuerdo con los índices de

precios al consumidor publicados por el Banco Central de la República

Dominicana como referente indexatorio.

4.4.4 Sociedades Anónimas

La sociedad anónima es la que existe entre dos o más personas bajo

una denominación social y se compone exclusivamente de socios cuya

responsabilidad por las pérdidas se limita a sus aportes.

Las sociedades anónimas podrán ser de suscripción pública o de

suscripción privada. Su capital estará representado por títulos esencialmente

negociables denominados acciones, las cuales deberán ser íntegramente

suscritas y pagadas antes de su emisión. Las acciones no podrán ser

suscritas y adquiridas mediante un pago en efectivo por un monto inferior a

su valor nominal.
La denominación social es de libre elección y se podrá utilizar

cualquier apelativo de fantasía o el apellido de uno o más de los socios. Esta

deberá ser seguida necesariamente de las palabras “Sociedad Anónima” o

de su abreviatura “S. A.”. Todos los documentos, sin importar su

naturaleza, que sean emitidos por la sociedad, deberán contener: la

denominación social, los montos de su capital autorizado y de su capital

suscrito y pagado, así como su domicilio social.

Las sociedades anónimas pueden ser de suscripción pública y de

suscripción privada.

4.4.4.1 Constitución de Sociedades Anónimas de Suscripción Privada

Las sociedades anónimas de suscripción privada, son aquellas que

responden a los intereses del grupo de socios que ha contribuido a su

formación, y la cual no se cotiza en la bolsa de valores, por lo tanto su

capital proviene directamente de los inversionistas y no maneja un capital

público, de ahí la concepción de suscripción privada.

El monto mínimo del capital autorizado será de treinta millones de

pesos dominicanos (RD$30, 000,000.00) y el valor nominal mínimo de las


acciones será de cien pesos dominicanos (RD$100.00) cada una. La

suscripción y el pago de las acciones en efectivo de la sociedad en

formación se constatarán a través de un comprobante de suscripción que

deberá ser firmado por los fundadores y el suscriptor con indicación de sus

generales.

Además de las estipulaciones indicadas en el Artículo 14 de la Ley

479-08, los estatutos sociales de las Sociedades Anónimas de Suscripción

Privada, deberán contener: a) Los nombres y demás generales de los

primeros miembros del consejo de administración y de los comisarios de

cuentas, con constancias de sus aceptaciones y b) una evaluación de los

aportes en naturaleza o una justificación de las ventajas particulares, en caso

de que los hubiera.

Los fundadores de la sociedad deberán obtener un informe sobre el

valor de los aportes en naturaleza. Este informe deberá ser realizado por un

comisario de aportes, el cual tiene que ser un Contador Público Autorizado

o un tasador debidamente acreditado y/o matriculado en el Instituto de

Tasadores Dominicanos o registrado en la Superintendencia de Bancos o de

Seguros. El informe deberá ser entregado tres (3) días antes de la


suscripción por todos los accionistas de los estatutos sociales.

4.4.4.2 Constitución de Sociedades Anónimas de Suscripción Pública

Son aquellas que utilizan, además del dinero de los fundadores, el

dinero de los terceros con el objetivo de capitalizarse o aumentar su capital.

Están sometidas a la supervisión de la Superintendencia de Valores en su

proceso de formación y organización igualmente, en la emisión de títulos

negociables, transformación, fusión, escisión, disolución y liquidación.

Para la constitución por suscripción publica, los fundadores, deberán

redactar un programa de constitución, el cual puede ser de forma autentica o

privada. Este programa deberá ser sometido a la aprobación de la

superintendencia de valores.

La superintendencia de valores deberá aprobar o rechazar dicho

programa dentro de un plazo de 15 días, en caso de que se necesitare más

documentos, o que los entregados estuviesen incorrectos, la

superintendencia, deberá notificar a los fundadores dándoles un plazo de 5

días (dentro del plazo de los 15 días) a partir de la notificación, para que

estos, reparen o rehagan el programa.


El programa de constitución debe contener las siguientes

informaciones:

a) El nombre, apellidos, nacionalidad, documento de identidad y

domicilio de todos los fundadores;

b) Naturaleza de las acciones, monto de las emisiones

programadas, condiciones y términos del boletín de

suscripción;

c) El plazo y las condiciones para la suscripción de las acciones y,

en su caso, la entidad o entidades de intermediación financiera

donde los suscriptores deberán depositar los fondos

desembolsados para el pago de las acciones suscritas;

d) En el caso de que se proyecten aportaciones en naturaleza, el

programa hará mención suficiente de su composición y valor,

del momento o momentos en que deberán efectuarse las

mismas y el nombre o denominación social de los aportantes si

los hubiere al momento de presentar el proyecto; en este último

caso, deberán presentarse las constancias de conformidad de

los aportantes en naturaleza;

e) Ventajas o beneficios eventuales que los fundadores proyecten

reservarse;
f) La publicidad con la cual deberá ser promocionado el

programa de constitución y la suscripciones de las acciones, así

como el término para efectuarlo; y,

g) Un informe técnico sobre la viabilidad de la sociedad

proyectada preparado por una firma consultora con una

experiencia mínima de cinco (5) años en este tipo de estudios

que deberá contener el monto mínimo del capital que integrará

las suscripciones y/o aportaciones.

El capital social y el valor mínimo de las acciones de las sociedades

anónimas de suscripción pública, será determinado por la Superintendencia

de Valores. La superintendencia de valores establecerá los plazos para

realizar el depósito del capital y las condiciones para que los interesados

tomen parte de este asunto. Las personas autorizadas recibirán las

suscripciones y el pago de las acciones en efectivo.

La suscripción de acciones se hará constar en un documento llamado

boletín de suscripción, el cual se redactará en cuatro (4) originales: uno para

cada parte contratante, uno para anexar a la declaración presentada ante

notario, y otro para depositar en la Superintendencia de Valores.


Una vez realizada la suscripción y el pago de las acciones, los

fundadores, deberán hacer la declaración notarial al respecto. Si esta

declaración no se hiciera en el plazo fijado por la Superintendencia de

Valores, se considerará no constituida la sociedad y se procederá a la

devolución de los fondos conforme lo establece la ley.

Luego de realizar los pasos antes establecidos, se podrá convocar a la

asamblea general constitutiva, las resoluciones de esta asamblea deberán ser

sometidas a la aprobación de la superintendencia de valores. La

Superintendencia de Valores emitirá una resolución declarando regular y

constituida la sociedad comercial. Luego la sociedad depositará ante el

registro mercantil, los siguientes documentos:

a) Los estatutos sociales;

b) Los boletines de suscripción;

c) La compulsa de la declaración notarial de suscripción y pago de las

acciones en efectivo;

d) El informe del comisario de aportes, en caso de aportaciones en

naturaleza o estipulación de ventajas particulares;

e) La copia certificada de la asamblea general constitutiva.

f) La lista de los suscriptores con el estado de sus pagos;


g) La certificación de la entidad de intermediación financiera que

constate el depósito de los fondos recibidos por las suscripciones en

efectivo; y,

4.5 Socios y Aportes

La Ley General de Sociedades Comérciales y Empresas Individuales

de Responsabilidad Limitada No. 479-08, explica que cada socio será

deudor frente a la sociedad de lo que hubiese prometido aportar.

El socio que no cumpla con el aporte en las condiciones convenidas

incurrirá en mora por el mero vencimiento del plazo y estará obligado a

resarcir los daños e intereses.

En cuanto a lo que tiene que ver con los esposos estos sólo podrán

integrar entre sí las sociedades anónimas o de responsabilidad limitada.

Cuando uno de los cónyuges adquiera por cualquier título la calidad de

socio del otro en sociedades de tipos distintos a los indicados, la sociedad

estará obligada a transformarse en un plazo de tres (3) meses o cualquiera

de los esposos deberá ceder su parte a otro socio o a un tercero en el mismo

plazo.
Toda aportación se reputará realizada a título de propiedad, salvo que

expresamente se estipule de otro modo, ya que los bienes aportados y que se

encuentren sujetos a gravámenes sólo podrán ser aportados por su valor con

deducción del gravamen, el cual deberá ser expresamente consignado en el

acto de aporte. El aporte en naturaleza deberá estar sujeto a una evaluación

determinada en el contrato de sociedad o en los estatutos sociales, o

realizada por un perito, conforme al procedimiento establecido por esta Ley

47908 según el tipo de sociedad.

La suscripción de los aportes en efectivo se constatará mediante

escritura, según las formas establecidas en el contrato de sociedad o en los

estatutos sociales o dispuestos por la ley para algunos tipos de sociedades.

En ningún caso podrán ser objeto de aportación el trabajo o los servicios

personales de los socios, los cuales, sin embargo, podrán ser

compensados con prestaciones accesorias.

4.6 Administración y Representación

Cada sociedad comercial según explica la ley 479-08 será

administrada por uno o varios mandatarios, asalariado o gratuito, que

podrán ser o no socios. Estos serán responsables frente a la sociedad por


actos de las personas a quienes deleguen. Estos administradores tendrán a

su cargo la gestión de los negocios sociales y representaran a la sociedad

con lealtad y con la diligencia de un buen hombre de negocios, esto sin

dejar de lado que los estatutos con relación a la sociedad pueden establecer

cualquier otra modalidad para que estos administradores respondan frente a

terceros.

En caso de que una persona jurídica sea designada como

administradora, gerente o representante, actuará a través de una persona

física. Estas personas jurídicas serán solidariamente responsables por las

personas físicas designadas y asumirán todas las consecuencias y

responsabilidades ante la sociedad.

Los administradores, gerentes o representantes de una sociedad no

podrán participar por cuenta propia o de terceros en actividades comerciales

que impliquen una competencia con la sociedad, salvo autorización expresa

de los socios.

4.7 Informes

Los administradores o los gerentes deberán, al cierre de cada ejercicio


preparar los actos financieros de la sociedad y el informe de gestión anual

del ejercicio transcurrido, el cual deberá contener:

1) Los actos financieros auditados de la sociedad.

2) La descripción general del negocio.

3) Los factores de riesgos que afectan al negocio.

4) Los detalles de las localidades en la que operan la sociedad.

5) Los procesos legales en curso.

6) Un análisis de la situación financiera y resultado de las operaciones.

7) Los motivos y justificaciones para el cambio de auditores y,

8) La descripción de las inversiones realizadas y la forma en que se

hicieron los aportes.

Estos estados financieros e informes de gestión anual deberán ser

comunicados a los socios y estar en el domicilio social a la disposición de

los comisarios de cuentas, en aquellas sociedades que los hubiere.

Después de la aprobación del informe de Gestión anual, podrá

decidirse en la asamblea general sobre la distribución de dividendos en

efectivo, en especie o en acciones, estos dividendos deberán provenir de los

beneficios acumulados al cierre del ejercicio mostrado en los estados


financieros auditados incluidos en el informe de gestión anual, esta

distribución deberá hacerse en un plazo máximo de nueve (9) meses

después de su declaración en la asamblea y en base a un flujo de efectivo

que evidencie que con su pago no se violan acuerdos con los socios ni se

afectan intereses de los terceros acreedores de la sociedad.

4.8 Marco Sancionador

Según establece la Ley 479-08 en lo relativo a las sanciones

comunes para todas la sociedades, serán sancionados con multa de hasta

diez (10) salarios, los fundadores, el presidente, los administradores de

hecho o de derecho, los gerentes o los funcionarios responsables de una

sociedad que no hayan hecho los requerimientos y depósitos en el

Registro Mercantil previstos en la ley para fines de matriculación o

inscripción, o no hayan dado cumplimiento a cualquier requisito de

publicidad.

Así también serán sancionados con prisión de hasta tres (3) años y

multa de hasta sesenta (60) salarios, los fundadores, el presidente, los

administradores o gerentes de hecho o de derecho, o los funcionarios

responsables de cualquier sociedad; o el propietario o gerente o cualquier


otro apoderado de una empresa individual de responsabilidad limitada, que

a sabiendas hayan afirmado hechos materialmente falsos en la declaración

prevista para la matriculación de la sociedad en el Registro Mercantil o en

las inscripciones por modificaciones de los estatutos o por otras causas que

la ley requiera se efectúen en ese registro, o mediante los documentos

depositados para esos fines en dicho registro.

Serán sancionados con multa de hasta sesenta (60) salarios, los

fundadores, el presidente, los administradores de hecho o de derecho, o los

funcionarios responsables de una sociedad anónima de suscripción pública

que no realicen la comunicación correspondiente a la Superintendencia de

Valores de las convocatorias a las sesiones de asambleas generales y

especiales de accionistas con tres (3) días por lo menos antes de la fecha

prevista para su publicación; así como las actas de las asambleas generales

y especiales de accionistas a fin de que dicha autoridad pueda autorizar su

ejecución e inscripción en el Registro Mercantil, en los términos indicados

en esta ley; o que de manera general no depositen en esta entidad la

documentación que establezca esta ley, o que pudiese disponer la indicada

autoridad, relacionada con los procesos de formación y organización,

modificación de sus estatutos sociales, cambios en el capital social, emisión


de títulos negociables, transformación, fusión, escisión, disolución y

liquidación. Así como también cuando afirmen hechos materialmente fasos

serán sancionados con prisión de hasta tres (3) años y multa de hasta

sesenta (60) salarios.

Igualmente serán sancionados con prisión de hasta un (1) año y multa

de hasta treinta (30) salarios, el presidente, los administradores de hecho o

de derecho, los gerentes o los funcionarios responsables de cualquier

sociedad, que a sabiendas, dificulten, restrinjan, obstaculicen o limiten las

gestiones, el trabajo o las comprobaciones a que está llamado realizar el

contador público autorizado designado por un socio, accionista u

obligacionista en el ejercicio del derecho de información financiera

consagrado en el Artículo 36 de esta ley.

Serán sancionados con prisión de hasta un (1) año y multa de hasta

veinte (20) salarios, el liquidador de una sociedad que a sabiendas, de que

en un plazo de de un (1) mes a partir de su designación, no haya publicado

el acto que le designa como liquidador en un periódico de amplia

circulación nacional; y depositado en el Registro Mercantil las resoluciones

que pronuncien la disolución, no haya convocado a los socios al final de la


liquidación, para estatuir sobre la cuenta definitiva, el descargo de su

gestión y de su mandato y para constatar la clausura de la liquidación de la

sociedad y la prosecución de las operaciones de liquidación de la misma, ni

haya solicitado las autorizaciones necesarias para terminarlas;

Será sancionado con prisión de hasta tres (3) años y multa de hasta

sesenta (60) salarios, el liquidador que de modo intencional haya hecho un

uso de los bienes o del crédito de la sociedad en liquidación para fines

personales o para favorecer a otra sociedad en la cual haya tenido un interés

directo o indirecto.
HALLAZGOS

Partiendo del estudio que se ha realizado a la Ley 479 -08 sobre

Sociedades Comerciales y Empresas de Responsabilidad Limitada, a

continuación se presentan los hallazgos:

De acuerdo al objetivo No. 1 “Establecer las principales

modificaciones contempladas en la Ley 479-08, con relación a la

constitución de sociedades comerciales”:

La investigación reveló que esta nueva legislación societaria marca

un nuevo comienzo en lo relativo a las sociedades comerciales. Son muchas

las novedades que introduce esta nueva ley, pero como el estudio abarca

solamente lo concerniente a las reglas de constitución, se indica que la

misma contempla las sociedades que estaban plasmadas en el código de

comercio; pero, además, introduce la Sociedad de Responsabilidad

Limitada y la Empresa Individual de Responsabilidad Limitada, que no

constituye una sociedad en sí, porque la misma tiene un solo dueño.

En cuanto a los requisitos generales también se encontró que algunos

requisitos no han variado, ya que las sociedades anónimas aún pueden

constituirse bajo firma pública o privada, los requisitos generales de los

estatutos son los mismos, debe someterse al registro mercantil y al pago de


los impuestos correspondientes. Los aspectos mencionados son aquellos, en

los cuales, se mantiene una similitud relativa a las reglas generales de

constitución.

Estos hallazgos presentados anteriormente coinciden con Biaggi

(2005), quien planteaba en sus investigaciones que la ley societaria

dominicana debía adaptarse a los tiempos modernos dándoles opciones

simples y viables a las empresas de único y de dos dueños.

Dentro de este orden de ideas, el estudio reveló que ya no es

obligatorio contar con siete (7) socios para constituir una sociedad

comercial, aunque se mantiene, en algunos casos, el requisito de ser

comerciante para la constitución de las mismas.

Otro cambio revelado es que se le da una nueva atribución al juez de

los referimiento, para que resuelva sobre los conflictos que se presenten

alrededor del contrato de sociedad o estatutos sociales, cabe mencionar que

esta era una atribución de los tribunales de comercio. Este hallazgo no

coincide con lo expuesto por Taveras (2009) en cuanto a que las funciones
del Juez de los Referimientos está muy clara y definida y no debe ser

desvirtuada.

Otro hallazgo es que los aportes sólo podrán ser en efectivo, o en

naturaleza, los aportes en industria no serán reconocidos como tales, así

también, quedan prohibidas las partes del fundador. Lo que si contempla

esta ley son las prestaciones accesorias, las cuales deben estar contempladas

en los estatutos, y las mismas no formarán parte del capital social de la

sociedad. El socio que se comprometa a aportar se constituirá en deudor de

la sociedad, si el mismo no pagare a tiempo el aporte prometido.

En cuanto a los comisarios de cuentas, el estudio encontró que la ley

ha establecido que cada sociedad anónima debe ser supervisada por uno o

más comisario de cuentas, que puede ser o no accionista, y que el mismo

debe ser Contador Público Autorizado con por lo menos tres (3) años de

experiencia en auditoría de empresas. Para las sociedades de

responsabilidad limitada no es obligatorio.

Este hallazgo coincide con lo planteado por Etcheverry (2002) en

cuanto a la necesidad de que en las sociedades de responsabilidad limitada

no hubiese necesidad de contar con un comisario de cuentas por el tamaño


de la misma y sus características y también respecto a la obligatoriedad del

comisario de cuentas en las sociedades anónimas para supervisarlas.

En relación al Objetivo No. 2 “Evaluar el impacto de la

implementación de la Ley 479-08 sobre la constitución de las sociedades

comerciales”:

El estudio encontró que en cuanto al capital social, deberán

suscribirlo y pagarlo en su totalidad, el monto del mismo podrá ser

enunciado en los estatutos sociales, con la única excepción del capital social

de las sociedades anónimas de suscripción privada, el cual es de treinta

millones de pesos RD$30,000,000.00, mientras, que el capital de las

sociedades anónimas que se constituyan bajo suscripción pública, será

enunciado por la superintendencia de valores.

Esta revelación coincide con Biaggi (2005) en el sentido de que el

capital social de las sociedades anónimas debía ser modificado para que

éstas estuviesen dirigidas a negocios y actividades que conlleven una

inversión cuantiosa, es decir, a negocios grandes.

Otro hallazgo es la excepción en el capital de las sociedades de

responsabilidad limitada, el cual contempla como mínimo la suma de cien


mil pesos (RD$100,000.00). En este mismo orden, el capital social estará

formado por diferentes denominaciones sociales como son: cuotas sociales,

partes sociales, y acciones. Generalmente estas denominaciones sociales no

podrán tener un valor inferior a cien pesos dominicanos (RD$100.00). De

igual forma, este capital social debe ser depositado en una institución

bancaria y los fondos estarán indisponibles hasta tanto no se constituya la

sociedad.

Esta revelación coincide con Gómez (2004) quien planteaba la

necesidad de que a las denominaciones sociales de las sociedades de

personas se les identificara de forma diferente a las sociedades de capital, es

decir que las primeras fuesen partes sociales y las segundas, acciones.

En cuanto a la responsabilidad de los fundadores, el estudio

determinó que serán responsables solidaria e ilimitadamente de las

obligaciones que asuman por cuenta o en beneficio de una sociedad en

formación, a menos que la sociedad, al momento de quedar regularmente

constituida y matriculada, o posteriormente, asuma dichas obligaciones. Sin

embargo la persona física o moral que haga la gestión de constitución de

una sociedad comercial tendrá el derecho a obtener la restitución de los


valores que hubiesen invertido a tales fines, a título de gestión de negocios

ajenos, sujetándose a las reglas de derecho común.

En este mismo orden, el estudio reveló que esta nueva ley introduce

el levantamiento del velo corporativo, o mejor dicho la inoponibilidad de la

personalidad jurídica frente a los terceros de buena fe. También incorpora,

el derecho que tienen los socios de solicitar información acerca del estado

de la sociedad.

Este hallazgo coincide con Acosta (2002), quien expresa que era

necesario introducir el velo corporativo en el derecho societario dominicano

como una forma de controlar las acciones de las mismas y asignar

responsabilidades civiles y penales.

Otro aspecto importante revelado en esta investigación, es que la

publicidad da a conocer a los terceros sobre la creación y entrada en

operaciones de las sociedades comerciales. El Código de Comercio

establecía la publicidad como un requisito de constitución, pero no

implicaba tanta importancia como ahora, pues, la publicidad, que en este

caso es el registro por ante el registro comercial, representa el inicio de la

personalidad legal de la sociedad comercial.


Esta revelación coincide con la Ley 03-02 de Registro Mercantil en

cuanto a que a partir de la inscripción en la Cámara de Comercio y

Producción correspondiente, la sociedad comercial adquiere personalidad

jurídica y es oponible a los terceros.

En el Objetivo No. 3 “Determinar el marco sancionador que

impone la Ley 479-08 con relación a la constitución de sociedades

comerciales”:

La investigación encontró que el tribunal competente para conocer de

todos los actos relativos a las sociedades comerciales, desde su formación

hasta su liquidación es la Cámara Civil y Comercial del Juzgado de Primera

Instancia del Distrito Judicial correspondiente al domicilio social; también

el Juez de los Referimientos participa en la regularización del contrato de

sociedad o de los estatutos sociales, quien podrá pronunciar condenaciones

en astreinte en contra de las personas responsables, tanto accionistas como

administradores.

Este hallazgo coincide con las funciones establecidas por la

legislación dominicana para la Cámara Civil y Comercial del Juzgado de


Primera Instancia, en referencia a que todo lo relativo a las sociedades

comerciales debe conocerlo este tribunal.

Otra revelación de este estudio es que la nueva Ley 479-08 establece

sanciones para las sociedades comerciales y empresa individual de

responsabilidad limitada que cometan actos u omisiones, sin perjuicio de las

infracciones y sanciones que puedan estar contempladas en leyes especiales

y distintas a la ley sobre sociedades.

Existen infracciones comunes para todas las sociedades comerciales.

En este sentido y enfocado en la constitución, la ley sanciona el

incumplimiento relativo a los requerimientos y depósitos en el Registro

Mercantil previsto para fines de matriculación o inscripción o cualquier tipo

de publicidad.

El estudio también reveló que la Ley 479-08 establece, de forma

precisa, la responsabilidad penal de las personas morales, haciendo posible

accionar penalmente contra éstas y estableciendo sanciones como la

clausura temporal de uno o varios de los establecimientos comerciales, la

disolución legal, incluyendo inhabilitaciones temporales o definitivas,

prisión, entre otras.


Las multas y sanciones están establecidas en el título III de la Ley

479-08 que establece un régimen punitivo en ocasión del incumplimiento de

las disposiciones de la misma.

Estos hallazgos planteados coinciden con Cabanella (1994) quien

expresa que en el caso del levantamiento del velo corporativo, la

responsabilidad atribuida a la sociedad como persona autónoma, diferente a

la de sus accionistas, podría recaer, no sólo en estos últimos, quienes

deberán responder por las deudas sociales más allá del monto de sus

aportes, sino que también en quienes realmente actúan detrás de la

sociedad, aunque no figuren en el contrato social o no estén aparentemente

vinculados a la misma.
CONCLUSIONES

Al culminar esta investigación y haber presentado los hallazgos

encontrados en la misma, se concluye que:

La Ley 479-08 obliga a las actuales sociedades comerciales existentes

en la República Dominicana a que cambien a un nuevo vehículo

corporativo o se regularicen el estatus de su sociedad anónima, según el

número de socios reales que tenga su empresa y el monto del capital social

que tenga actualmente.

La Ley 479-08 establece varias nuevas formas de organización

societaria, pero se llama la atención a tres de ellas, que se estima serán del

mayor uso por la generalidad de las actuales sociedades anónimas o

compañías por acciones que están operando en este momento en el país:

a) Sociedad Responsabilidad Limitada. Mínimo dos socios, capital

social mínimo RD$100,000.00;

b) Sociedad Anónima. Mínimo dos socios, capital mínimo

RD$30,000,000.00.
En todas estas figuras corporativas se mantiene la responsabilidad del

socio, “limitada a sus aportes”, es decir que los acreedores no podrán ir más

allá del patrimonio societario para el cobro de deudas, a menos que se

compruebe la existencia de un fraude a la ley.

Como se reseña arriba, la Ley 479-08 reduce el número obligatorio

de socios a dos (2), eliminando la práctica malsana de tener que contar con

personas que sirvan para “cumplir con la formalidad” de los antiguos siete

accionistas. Inclusive se tiene la oportunidad de negocios que no tienen

socios y que se tratan de “único dueño” de poder transparentar esta realidad.

Las Sociedades Anónimas pueden ser de suscripción pública, que son

las que recurren al ahorro público para la formación o aumento de su capital

social, que coticen sus acciones en bolsa o que contraigan empréstitos

mediante la emisión pública de acciones negociables; y de suscripción

privada, que son todas las que formen su capital sin recurrir a los medios

establecidos para la suscripción pública.

La figura del Comisario de Cuentas no es obligatoria en las

Sociedades de Responsabilidad Limitada y las Sociedades Anónimas serán


supervisadas por uno o varios comisarios de cuentas, los cuales deberán ser

personas físicas y tener la calidad de contador público autorizado con por lo

menos 3 años de experiencia en auditoría de empresas.

La ley, por otro lado, establece una mayor responsabilidad gobierno

corporativo, ya que define reglas claras para los gerentes y representantes

de las sociedades para que actúen con lealtad y diligencia de un buen

hombre de negocios. Así se crean prohibiciones rigurosas para los

administradores, tales como: tomar prestado dinero o bienes de la sociedad,

usar bienes, servicios o créditos de la sociedad en provecho propio o de

parientes, impedir investigaciones para responsabilidad de ejecutivos,

inducir a mandatarios, incluyendo auditores y comisarios a presentar

informaciones falsas u ocultar información, entre otras.

La regla general que siempre se ha manejado en el mundo de las

compañías, es que, al ser la compañía una “persona moral” separada de los

accionistas, éstos, como socios, solamente responden “hasta el monto de sus

aportes”, lo que equivale a decir que todos los acreedores solamente tienen

que conformarse con el capital de la compañía, sin afectar el patrimonio de

los accionistas.
La regla seguirá igual, sin embargo, si se llegare a probar que existe

fraude a la ley o a derechos de socios, accionistas o terceros (incluyendo

acreedores), se podrá perseguir, en esos casos, el patrimonio de los

accionistas. Para que esta “inoponibilidad de la personalidad jurídica”

pueda solicitarse, se deberá aportar una prueba “fehaciente” de que la

sociedad comercial se ha utilizado como medio para alcanzar el fraude

señalado.

Se puede afirmar que en el aspecto penal, la nueva normativa

pretende tocar los aspectos más sensibles de la responsabilidad penal

societaria estandarizada, como son: el levantamiento del velo corporativo

consagrado en el señalado artículo 12, aunque supeditado a la aportación de

prueba fehaciente que demuestren la efectiva utilización de la empresa

como medio para consumar el ilícito penal.


RECOMENDACIONES

Luego de presentados los hallazgos y las conclusiones, se plantean las

siguientes recomendaciones:

Al poder legislativo:

 Promulgar nuevas leyes societarias que vengan a complementar la

Ley 479-08 para que el país siga adaptándose a las exigencias del

mundo comercial actual.

 Emitir resoluciones y reglamentos que hagan más factibles y viables

el proceso de constitución de las sociedades comerciales, así como su

transformación, adecuación y disolución.

A la Cámara de Comercio y Producción de Puerto Plata

 Impartir talleres y seminarios acerca de esta nueva Ley 479-08 como

una forma de mantener informada a la población de los cambios

contemplados en la misma y de la importancia de su seguimiento.

A las empresas en la ciudad de Puerto Plata

 Orientarse acerca de la mejor opción para constituir una sociedad

comercial dependiendo de sus necesidades, actividades comerciales y

monto de la inversión.
 Estar consciente de que con la Ley 479-08 la responsabilidad de los

administradores y gerentes va más allá de la limitación de sus

aportes, por lo que deben administrar la misma de acorde a la ética y

la moral.
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