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PBECIOS DE Sll8Ci.llC(0!í.~En i¡r.;!i-li¡: Un itiei, OLTATRO REALEa—Trt» nii:-.vy, DOOE HEAIEB.—NúmurP aiieltu, ÜS REíL — Hii ¡•fueiiifias: Un nifB
CINCO REALES.—TrL'si!i,';;e--,TREOE REALES.—NiLin'.TMJiiiíkii, UN REAL CINCDE.'iTA CÉNTIMOS. —Se MiHcribu ÜH ía^ prinnpiiIcH Mbroru.Tdt: Mudrii) jr pro-
^iiiciuajy dlri;;;ta;íii;iUii un lu Aiiniuiiatf:i,i;iuii¡.lLliJi,'rii.líii>' rulicvta i;[i iiiii; p a n iiujiriiiilJ, ¿ilasadi; l:>jii Niciilda, 7 y 9, buji>.—No ao iulniiliiii aellua üo cuiíiuiiicadoiiud.
tUDDlDCOELLO
-'"T-:
—iBonta situación! mientras unos pasean en coche después de robarnos nuestras economías, depositadas
en el Banco de ídem, nosotros pedimos limosna á los ladrones.
te una misma reunión, encontrar alU todas las no- •ros.» Un estallidade alegría: ¡Bravol ¡Bien! ÍA k
ches el mismo militar retirado que cuenta las mismas' fonda! ¡Al teatro! ¡Jtoloj nuevo! ¡Pagar trampas!
hazañas guerreras, la misma vieja con'el histérico de' Jíí^peí.—Apartóea las cómodas descerrajadlas, la
siempre, la misma mozuela con las mismas jiu^as; t^pa en áesórdenf tos muebles derribados. «¡Ladro-
de su amante, el mismo niño de doña Leocadia, di- nes, ladrones! ¡3ie han robado!» «La policía persigue
ciendo lo mismo que dijo,ayer: ffMadre, quiero pan,» & los delincuentes » ¡Échelos Vd. guindas!
una sola plaza, la Puerta deL Sol; un solo paseo, el . Fí^ríM».—......Ttí pobre tío ha.fallecido al fin; es
Prado; en política un solo asunto, la crisis; en coraefr por lo tanto preciso que nombres una persona que se
ció una sola frase, «no se vende;» en... Vamos, señó- euciírgae de todos sus bienes, que te Im dejado en
i-es, ¿no es esto capaz de cansar á cualquiém? ¡Coiii- her«pcia.iv»rPobretioJ ¡M«íctse tan ¿ tiempo! ¡No lo
prendo el suicidio! ¡Pícara monotoaíal , " hubiera hsecho otro! ¡Oh, y Ig menos tenia áO ó 30.000
En cambio hay personas que mfrdpto^ttTidiaí hay dlíTOs! ¡B^l Ya soy íeliz. -
seres predestinados á la variedad, qué son tos mas fe- Sihfido. i-A las ochojSe la mejana cae enferma su
lices del mundo. éstwsfe; á laft doce el Santo Oleo; ¿ las cuatro de cuer-
Hoy van bien vesttílos y ílevnñ una G(ii?a en el ík}!^ Ho pr^sen^i ¡Seis diaá <Jé matrimonio! ¡Pobrecilla!
sillo; mañana ándiÉr Wtos y sucios y piáéh prestada |(|ue p»eí)i«a vivido! Pero... ¡quéáiashay tan afortu-
una peseta. Hoy eínpleados coa biaaj sueldo; maña- nad(»!- ' . -'
na cesantes sin clasificación. Hoy con ti-es citas amo- "Bómitíffo.—El vecino de al lado, que es miliciano,
rosas; mañana con unas calabazas femeniles... rOh se pone k limpiar el fusil, que está cargado, se dispa-
felices mortales! ra este, sale la bala, pasa silbando junto.á la oreja de
Teng'oyoun amigo d« *stos que han nacido para mi amigo, atraviesa un espejo hermosísimo de la sa-
la variación, que es el rey de las impresiones, el due- la, y un trozo de vidrio salta á mi amigo un ojo...
ño de todas las sorpresas, el usufructuario de todos ¡Ay, ay, ay! El miliciano suelta una carcajada, y di-
los lances nuevos. ¿Creen Vds. que ha trascurrido pa- ce: «Cuando apunto no doy y cuando doy no apunto;
ra él un solo dia igual al anterior? Pues no lo crean, ¡qué casualidad!»
porque no ha sucedido así jamás. ¿Quieren Vds. más variedad, más impresiones, más
Por entretenimiento lleve una semana cuenta de peripecias en siete días? ¡Imposible! Y á mi amigo le
sus impresiones. iQüé variedadl ¡Qué trasformacio- suceden estas cosas tan frecuentemente, tan á menn-
nes! ¡Qué diversidad de acontecimientos! do, tan sin previsión, que á veces ha variado su Ibr-
Lunes.—Se casa (¡calcule Vd.i) y pierde el reloj; tuna, .su posición, s>i estado, su salud, en horas^ «n
una exclamación de disg'usto: ¡Voto k cribas! minutos.
Martes.—« He tenidoá bien declarar á Vd. ce- Asi es que no tiene tiempo hábil para discurrir
sante...» Otra exclamación: ¡Mecachis! ¡Qué aug-us- cinco minutos si es feliz ó desgraciado, si le va bien
tlíi iBuena luna de miel! ó mal en este mundo. Cuando sale de ima sor^Ms,
Mi4rcoks.'-«El 3.476, primer premio, 12.006 du- otra sorpresa nueva le está esperando, y t» A>rtaQa> hi
EL MUNDO CÓMICO. N.° 1."
desgracia, la satisfacción, el disg-usto, la g-ananoia, vi<la su Vidal ¡Qué costumbres las suyas! ¡Qué moho
lacérdida, todo le asedia y tan pronto una como otra tonía!
le dirigen sus tiros. Aun conserva el reloj que le regaló su padre el día
Mil veces me ha dicho: «Ya verás como el día me- que tomó el grado de doctor; le da cuerda todas las
nos pensado me da un accidente epiléptico y me deja. mañanas; ni atrasa, ni adelunta, ni se descompone.
friosin. dejarme despedir de los amigos.» .Se casó bien, no tiene hijos, y su fortuna va au-
,Paes ¿qué me dicen Vds. de D. Leoncio, también mentando lentamente, pero de una manera gradual,
ftmi^o mió, y que es la antitesis del anterior? ¡Qué ' precisa, justa,
N." 1.° EL MUNDO CÓMICO.
Está bueno y gordo. jYíi lo creo! En Ag-osto, baños; to á periódicos, cree que no hay ladronea porque nun-
en primavera y otoño, í^frescos; en todo tiempo al- ca le han asaltado; no paga contribución, tiene pocos
muerza á las doce y come &. las seis, ni un minuto amigos.
mk» ni un minuto méno». A las diez de la noche en Es, en fin, D. Leoncio, el prototipo de^la invariabi-
la cama, á las siete de la mañana en pié, á las siete lidad. de la monotonía, de la repetición.
de la tai-de ¿ paseo, de once á, cuatro á. la oficina (don- Así es que por él no pasan años, tan rozagante se
de es respetado de todos los gobiernos) á resolver los conserva, y parece más bien que un hombre un reloj
mismos expedientes de siempre. animado, al cual se ha dado cuerda para un siglo, y
Siemjjre viste de negro; lleva un bastón con puño que morirá ¡estoy seguro de ellol cuando pase de loa
de marfil, donde el roce continuo é igual ha hecho 120 años y cuando todo el mundo esté ya cansado dé
una huella para cada dedo; fuma ocho pitillos al dia decir: «Pero, señor, gcuándo «e morirá D. Leoncio?»
y un puro después de comer. Y digo yo: ¿Eso es vida? Saber cuánto se tiene, no
El sombrero le dura dos años, tiene ropa para correr ningún riesgo, conocer cómo vamos á pasar el
mientras viva, gasta zapatos en toao tiempo, compra dia de mañana, ganar un sueldo fijo, ahorr» iina
las cosas por mayor y sabe cuánto le dura una bote- misma cantidad, ser afrodisíaco en amor é índií^»»:^
lla de tino. t« en política, ir al teatro por distraccioni éaamcav
JSo se excede; no come en la fonda, no está Buecri- por entretenitofento, gastar la ropa & fn^ra» tte mpi^
ííL MUNDO COiVíKY». N." 1.
liarla y no por el uso que de ella sé hace, ponerse una con un amig-o y cenar á la noche con el mismo; quie-
misma corbata durante un año, teer siempre una ro ir á la fonda, comer, Itamar al mozo y encontrar-
misma novela y saber «u contenido linea por línea, me con que se me ha olvidado el dinero; quiero que
krrafo por pámfo... pues qué, ¿es eso vivir? ¿Es eso me prendan y me lleven preso confundiéndome con
E acer alio en el mun^o? Si esa es la vida, reniego de
«lla^ la desprecio, la abominó.
un trastornador social; quiero que estando hablando
con mi novia pase un amigo y la llame fea; quiero
To Quiero JsTÚíié&id; quiero no saber que mafiana tener un desafío con uno por tropezanne <K)lt él en la
comeré tal 7 ctíal 909a; quiero reñir por la mafiana calle; quiero que al voíver on» esquioa aie robe uno
N.* 1.» EL MUNDO CÓMICO,
oiW.t no ^ aKSAmi^^ií^ntiendes?
Jio-tWtepa^viW.i •
- i - j — í z , — ) . >. I t i ' '
Kn el eafé. E n «>a<ia.
-¡IV'drii! ¡Podru! JM Huslraciuti! —¡Mamá!—;1'a|iá!—¡Dí'jame veri—iKiiséíiame!