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Montserrat Ribas Matamoros 1, Emilia Gutiérrez Merino 1, Nieves Ibarra Ibáñez 2 y Enrique
Martín Bernal 3
1
Universitat de Barcelona. Dept. d’Ecología, Facultat de Biología. Avda. Diagonal 645. 08028-
BARCELONA (España)
2
Departamento de Medio Ambiente. Dirección General del Medio Natural del Gobierno de Aragón.
Unidad de la Salud de los Bosques. Avda. Montañana 930. 50059-ZARAGOZA (España). Correo
electrónico: sanidadforestal@aragon.es
3
Departamento de Medio Ambiente, Dirección General del Medio Natural del Gobierno de Aragón. Pº de
María Agustín nº 36, Edificio Pignatelli. 50071-ZARAGOZA (España). Correo electrónico:
emartin@aragon.es
Resumen
ISSN: 1575-2410
© 2008 Sociedad Española de Ciencias Forestales 137
M. RIBAS MATAMOROS et al. «Sensibilidad y grado de adaptación de Pinus halepensis Mill. a la variabilidad climática»
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Cuad. Soc. Esp. Cienc. For. 26: 137-142 (2008) «Actas de la I Reunión sobre Sanidad Forestal»
regional de crecimiento, los valores del primer to atribuible a la falta de agua. En MIR y RET, el
componente del ACP realizado para las cronolo- efecto positivo de las lluvias empieza en febrero
gías locales de las tres poblaciones. Los datos y se prolonga hasta mayo o julio, según la dura-
meteorológicos usados son los registrados en ción e intervalo del período seco de cada lugar
Zaragoza capital, y las variables climáticas (RET y MIR respectivamente). En PNF el efecto
empleadas son las mismas que para el análisis de las lluvias es menor, de manera que tan sólo
anterior (n = 15). afectan el crecimiento radial del pino carrasco en
Finalmente, el análisis dendroclimático a junio-julio. Posteriormente, el efecto positivo de
escala global, también se ha basado en la crono- las precipitaciones se recupera con las lluvias de
logía regional, pero como variables predictoras se otoño (septiembre en PNF, septiembre-octubre
han considerado distintos índices de circulación en MIR, y noviembre en RET). De esta manera,
atmosférica que tienen influencia sobre el clima atendiendo a los valores de los cocientes de
en la región mediterránea (NAO –Oscilación del regresión parciales de las FR se desprende que:
Atlántico Norte–, SO –Oscilación del Sur–, MO en MIR y PNF, el crecimiento del pino carrasco
–Oscilación del Mediterráneo– y WeMO tan sólo se detiene como norma general en agos-
–Oscilación del Mediterráneo Occidental–). En to, mientras que en RET éste puede detenerse en
este análisis se han utilizado como predictores los junio, julio, agosto y/o septiembre. En resumen,
valores promedio estacionales de cada índice para el crecimiento de las poblaciones de pino carras-
el año en curso (t) y con uno (t-1) y dos (t-2) años co de la Cuenca del Ebro termina al empezar la
de desplazamiento. sequía estival y se reinicia con las lluvias de
otoño, acusándose el patrón bimodal del creci-
miento radial de la especie.
RESULTADOS El efecto de las temperaturas medias men-
suales sobre el crecimiento radial del pino
Funciones respuesta locales carrasco en estas localidades es, en general,
En las tres poblaciones estudiadas el modelo poco acusado (bajos r/ds); no obstante, suelen
de función respuesta obtenido supera el 95% del mantener una relación positiva con el crecimien-
nivel de confianza, y explica el 32,65% (PNF), to durante la primera mitad del año (hasta junio)
el 36,09% (MIR) y el 42,34% (RET) de la y una relación negativa durante los meses de
varianza. En la figura 1 se presentan las funcio- julio, agosto, septiembre y octubre.
nes respuesta obtenidas para cada una de las tres
poblaciones estudiadas, es decir, los valores de Relaciones crecimiento-clima a escala regional
los cocientes de regresión de las precipitaciones Las relaciones entre el crecimiento del pino
y de la temperatura media de cada mes. carrasco y el clima a escala regional se han esta-
Tal y como indica el elevado número de blecido mediante la obtención de una función
meses en los que el efecto de las precipitaciones respuesta en la que, las variables independientes
sobre el crecimiento es significativo, en general, (predictores) han sido las series de TM y PR del
existe una considerable limitación del crecimien- observatorio meteorológico de Zaragoza (capi-
4 P NF 4 MIR 4 RET
Coef. de regresión
Coef. de regresión
Coef. de regresión
2 2 2
0 0 0
-2 -2 -2
-4 -4 -4
E F M A M J J A S O N D E F M A M J J A S O N D E F M A M J J A S O N D
Figura 1. Cocientes de regresión parciales (r/std) de las funciones respuesta obtenidas para las masas forestales de
Vedado de Peñaflor (PNF), Miramón (MIR) y La Retuerta de Pina (RET) con los datos de precipitación total (barras
azules) y temperatura media (triángulos naranjas) mensuales del observatorio meteorológico más cercano a cada
población. En gris, los valores obtenidos con los datos de precipitación y temperatura del año anterior al del creci-
miento (barras rayadas y triángulos, respectivamente)
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M. RIBAS MATAMOROS et al. «Sensibilidad y grado de adaptación de Pinus halepensis Mill. a la variabilidad climática»
tal). La variable dependiente, ha sido el primer de las teleconexiones que, según la literatura,
componente del ACP realizado para el conjunto ejercen una mayor influencia en la región medi-
de las tres cronologías (PNF, MIR y RET). El terránea (NAOi, SOi, MOi, WeMOi).
modelo obtenido es significativo al 95% de nivel Las FR definitivas solamente han considera-
de confianza (R/DS de verificación 2,417), y el do como variables independientes, aquellos
porcentaje de varianza en el crecimiento explica- índices de teleconexiones estacionales que han
do por las variables climáticas es del 17,8%. presentado alguna relación significativa en los
En general, podemos afirmar que en la fun- análisis preliminares (realizados usando todos
ción respuesta a escala regional (Figura 2), se los valores estacionales de un mismo índice del
mantienen los resultados obtenidos en las locales. año en curso (t), y de uno (t-1) y dos años (t-2)
Según los valores de los cocientes de regresión de antes; n = 12 predictores). El modelo obtenido
las PR, las lluvias restringen el crecimiento desde es significativo al 95% de confianza (R/DS de
marzo hasta junio y en octubre y noviembre, verificación 5,05) y el porcentaje de varianza
correspondiéndose con los dos períodos de máxi- común en el crecimiento explicada por los índi-
mo crecimiento. Los bajos cocientes de regresión ces de circulación general es del 12,4%.
en los meses de julio, agosto y septiembre indican Las FR obtenidas (Figura 3), muestran que
que probablemente el crecimiento del pino la sincronía en el crecimiento del pino carrasco
carrasco se detenga, como norma general, duran- está estrechamente relacionada con la oscilación
te estos tres meses debido tanto a la falta de agua en el Mediterráneo occidental (WeMO), espe-
como a las elevadas temperaturas estivales (r/ds cialmente durante el verano y sin existir ningún
negativos). Por otro lado, el efecto de las tempe- desfase temporal entre ambas variables. De esta
raturas es en general poco acusado (bajos r/ds), manera, cuando el índice presenta valores posi-
pese al efecto positivo que tienen las TM inverna- tivos en verano, el crecimiento del pino carrasco
les previas a la estación de crecimiento (especial- es mayor, resultado que (atendiendo a los resul-
mente en enero). Este resultado indica que es tados de las FR locales y regionales) nos condu-
relativamente habitual que el severo frío invernal ce a pensar que en la fase positiva de la WeMO,
determine un menor crecimiento del pino carras- el gradiente de presión debería contribuir a un
co en la región estudiada. aumento en la pluviometría y/o a un descenso de
las temperaturas. Por otro lado, se ha detectado
Señales climáticas de ámbito global una relación inversa (negativa) entre el índice de
contenidas en las series de crecimiento la WeMO y el crecimiento del pino carrasco en
radial del pino carrasco. la Cuenca del Ebro en primavera.
Desconocemos en qué medida el componen-
te regional analizado anteriormente se relaciona
con los fenómenos de circulación atmosférica DISCUSIÓN
global. Con dicho propósito, se han analizado las
relaciones entre el crecimiento del pino carrasco El clima de las tres poblaciones estudiadas
y distintos índices de fenómenos de circulación es muy parecido; a pesar de ello, existe una gran
atmosférica o teleconexiones. Para ello, se han variabilidad climática en la provincia de
establecido FR utilizando como variable depen- Zaragoza, especialmente en relación con la plu-
diente, la serie del grosor de los anillos de creci- viometría, con consecuencias importantes para
miento regional y, como predictores, los índices el desarrollo de la vegetación.
2
0
Figura 2. Cocientes de regresión parciales de la FR obtenida para la crono-
-2 logía regional de la Cuenca del Ebro datos de precipitación (barras) y tem-
peratura (triángulos) mensuales para el período 1949-1999. En gris los valo-
-4 res obtenidos con los datos de precipitación y temperatura del año anterior
E F M A M J J A S O N D al del crecimiento (barras rayadas y triángulos, respectivamente)
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4 EBRO
2
(r/std)
0
-2
-4
NAO_I (t-1) NAO_I (t-2) SOI_P (t-1) SOI_O (t-1) MOIG_I (t-2) WeMOi_I WeMOi_P WeMOi_V WeMOi_O
Figura 3. Función respuesta de la cronología regional del pino carrasco en la provincia de Zaragoza establecida con
la combinación de los índices de teleconexiones. P, indica primavera; V, verano; O, otoño; e I, invierno; y el número
(1 o 2) indica el desplazamiento temporal de las series entre sí. Las líneas horizontales discontinuas indican el umbral
del 95% de nivel de confianza. (NAO, Oscilación del Atlántico Norte; SOI, Índice de Oscilación del Sur; MOIG,
Oscilación del Mediterráneo en la que se calcula la diferencia de presiones normalizadas entre Israel y Gibraltar;
WeMOi, índice de Oscilación del Mediterráneo Occidental)
El crecimiento radial del pino carrasco en las ción con dos años de desfase podría relacionar-
localidades estudiadas está alrededor del 40% de se con la variabilidad con período casi bianual
la variabilidad en las tasas de crecimiento anual que encontraron HURRELL et al. (2003); no obs-
del pino carrasco es explicada por las series de tante, los resultados que obtuvieron no fueron
temperatura media y precipitación mensual en significativos.
las tres localidades estudiadas. Resultados que Por último, también existe una relación posi-
indican que el crecimiento de esta especie res- tiva entre el crecimiento y el índice de la SO en
ponde a las condiciones climáticas locales. No los meses de otoño del año previo al de creci-
obstante, la variabilidad común en el crecimien- miento. Por otro lado, el desfase en la relación
to de los árboles de las distintas poblaciones entre el SOi y el crecimiento, está de acuerdo
explicada a escala regional es muy elevada con los resultados obtenidos por RODÓ et al.
(cerca del 20%), y un 12,4% de dicha variabili- (1997), quienes detectan que el retraso entre el
dad se relaciona con los fenómenos de circula- principio del ENSO en invierno y el momento
ción atmosférica a escala global. en el que se hace patente en la Península oscila
En el análisis de las relaciones crecimiento- entre 3 y 21 meses, teniendo su máximo efecto
clima a escala regional, se mantienen los resul- en la primavera del año siguiente.
tados obtenidos con las series locales. Sin De todas las teleconexiones analizadas
embargo, se pierden algunas de las variables que (NAO, SO, MO y WeMO), ésta última es la que
afectaban el crecimiento significativamente a mejor se relaciona con el crecimiento radial del
escala local. pino carrasco. Su relación es negativa en prima-
Se ha encontrado también una relación posi- vera y positiva en verano. También existe una
tiva entre el crecimiento radial del pino carrasco cierta influencia positiva de la SO en primavera
y el índice NAO invernal (t-2). Numerosos estu- y otoño con un año de decalaje, así como una
dios revelan el efecto que la NAO ejerce sobre relación positiva entre el NAO y el crecimiento
la climatología invernal en gran parte del radial del pino carrasco en invierno con dos años
Hemisferio Norte; y en concreto, sobre las tem- de desfase.
peraturas y precipitaciones de invierno de la
región mediterránea (ZORITA et al., 1992; TRIGO
et al., 2002; HURRELL et al., 2003; RODÓ Y BIBLIOGRAFÍA
RODRÍGUEZ-ARIAS, 2005). A pesar de ello, no se
ha encontrado ninguna cita en la bibliografía ALLUÉ, J.L.; 1990. Atlas fitoclimático de España.
que relacione estas variables con la NAO con Instituto Nacional de Investigaciones
dos años de desfase. Sin embargo, PONS (2002), Agrarias. Ministerio de Agricultura Pesca y
en un estudio dendroclimatológico de P. hale- Alimentación. Madrid.
pensis y P. pinea en las Islas Baleares, también COOK, E.R. & KAIRIUKSTIS, L.A.; 1990.
encontró relaciones positivas y significativas Methods of dendrochronology. Kluwer
con la NAO con dos años de desfase. Esta rela- Academic Publishers. Boston.
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