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MITOS DE ORIGEN

Grecia

En la mayoría de los relatos mitoló gicos griegos sobre la creació n aparece preexistente el Caos concebido
como un abismo sin fondo, espacio abierto sumido en la oscuridad donde andaban revueltos todos los
elementos: El agua, la tierra, el fuego y el aire. El Caos contenía el principio de todas las cosas, antes de
que naciesen los Dioses, y por eso se lo considera el má s antiguo de ellos. Nada tenía en él forma fija y
durable, todo estaba en constante movimiento con inevitables choques, los elementos congelados contra
los abrasadores, los hú medos contra los secos, los blandos contra los duros y los pesados contra los
ligeros. El Caos era nada y algo, materia y antimateria al mismo tiempo.

LA CREACIÓN SEGÚN HESÍODO (Mito clásico)

Segú n Hesíodo en un principio só lo existía el CAOS. Después emergió GEA (la tierra) surgida de
TÁ RTARO, tenebroso de las profundidades y EROS ( El amor) elemento primordial que no hay que
confundir con Eros o Cupido, hijo de Afrodita. Del Caos por la acció n de Eros surgieron EREBOS (las
tinieblas), cuyos dominios se extendían por debajo de Gea, y NYX (la oscuridad o la noche). Erebos y Nyx
originaron a ETER y HEMERA (el día) que personificaron respectivamente la luz celeste y terrestre.

Con la luz, Gea cobró personalidad y comenzó a engendrar por si sola. Es así como surgió URANO (El
Cielo Estrellado). También produjo las altas montañ as.

Urano contempló a su madre desde las elevadas cumbres y derramó una lluvia fértil sobre ella, naciendo
así las hierbas, las flores y los á rboles con los animales que formaron como un cortejo para cada planta.
La lluvia sobrante hizo que corrieran los ríos y al llenar de agua los bajos se originaron los lagos y los
mares, todos ellos deificados con el nombre de Titanes: OCÉ ANO - CEO - CRÍO - HIPERIÓ N - CRONOS; y
las Titá nidas: TEMIS - REA - TETIS - TEA - MNEMOSINE - FEBE; de ellos descendieron los demá s dioses y
hombres.

Ademá s Urano y Gea crearon otros hijos de horrible aspecto: los tres Cíclopes primitivos: ARGES -
ASTÉ ROPES - BRONTES, quienes tenían un só lo ojo redondo, eran inmortales y representaban
respectívamente el rayo, el relá mpago y el trueno. Finalmente engendraron a los Hecató nquiros o
Centimanos, tres hermanos con cincuenta cabezas y brazos cada uno que se llamaron: COTO - BRIADERO
- GIGES.

Por su parte la noche engendró a TÁ NATOS (La muerte), a HIPNO (El sueñ o) y a otras divinidades como
las HESPÉ RIDES (Celosas guardianas del atardecer cuando las tinieblas empiezan a ganar la batalla de la
luz diurna, fenó menos que se repite cada día), las MOIRAS (Defensoras del orden có smico, representadas
con hilanderas que rigen con sus hilos los destinos de la vida) y NÉ MISES (Ls justicia divina,
perseguidora de lo desmesurados y protectora del equilibrio)

OTROS MITOS DE LA CREACIÓN EN EL ESCENARIO HELÉNICO

Mito de los pelasgos:

Los pelasgos eran el pueblo primitivo que habitaba lo que hoy en día es Grecia. É stos tenían una postura
matriarcal basada en la concepció n primigenia de una Diosa Madre. Su mito de la creació n afirmaba que
en un principio Eurínome, la diosa de todas las cosas surgió del Caos, pero no encontró nada só lido en
donde apoyar los pies y a causa de ello, separó el mar del firmamento y danzó solitaria entre sus olas en
direcció n sur. Entonces apareció el viento Boreas, que junto con la diosa Madre dieron origen a la enorme
serpiente Ofió n. Má s tarde, la diosa madre quedó en cinta de Ofió n, tras lo cual ésta se transformó en
paloma y a su debido tiempo puso el huevo universal. La serpiente Ofió n se enroscó siete veces alrededor
del huevo hasta que empolló y lo abrió . De él salieron todos los seres y elementos del Cosmos.
Eurínome y Ofió n fijaron su morada en el Monte Olimpo. Cuando Ofion irritó a su compañ era
adjudicá ndose el título de autor del universo, ésta le pegó tan tremendo puntapié que le arrancó los
dientes y los arrojó a la tierra al pie del Olimpo. Seguidamente la diosa creó siete potencias planetarias y
colocó una Titá nide y un Titá n en cada una: Tía e Hiperió n para el sol, Febe y Atlante para la luna, Dione y
Crío para el planeta Marte, Metis y Geos para Mercurio, Temis y Eurimedonte para Jú piter, Tetis y Océano
para Venus, y Rea y Cronos para Saturno. Guardadores todos de la suceció n del tiempo.

Sin embargo en esta armoniosa creació n faltaba el hombre, y entonces apareció Pelasgo, brotó de los
dietes de Ofió n enterrados en el abismo de Arcadia. Pelasgo fue aclamado como jefe culturizador y
precursor de la humanidad.

Dioses y hombres se hallaban sometidos a las diosas y mujeres, y todos le rendían culto a la gran Diosa
Madre.

El Mito de los misterios ó rficos:

Los helenos iniciados en los mitos ó rfícos, creían que la Noche de las Alas Negras junto con el Viento
engendró un huevo de plata al que puso en el seno de la Oscuridad del que salió Eros o Fanes (El amor),
que impulso el movimiento del Universo. Eros tenía cuatro cabezas que representaban las cuatro
estaciones, alas doradas y doble sexo. É ste vivía en una cueva junto con la Noche que se manifestaba en
forma tal, del Orden o de la Justicia. Por otra parte , Rea tenía la funció n de atraer a los hombres a la
consulta de los orá culos de la noche tocando un tambor de lató n. Eros creó el cielo, el sol y la luna, pero la
autoridad del universo estaba a cargo de la Noche hasta que Urano la destronó .

El Mito de La Formación de la Vía Láctea

Se cree que fue Hera, la esposa de Zeus el dios de dioses, la que dio origen a la Vía Lá ctea, nuestra galaxia.

Zeus era muy aventurero y le gustaba mucho tener diferentes mujeres, por lo que nunca le guardó
fidelidad a su mujer. En una de estas aventuras, Zeus se unió con Alcmena en ausencia de su marido. El
dios se hizo pasar por el ausente, y como la mujer le gustaba mucho decidió estar con ella en una noche
que durara mucho, por lo que por orden de él, el sol no salió cuando tenía que haberlo hecho.

Después el esposo de Alcmena, Anfitrió n, regresó y se unió a ella. De ambas uniones Alcmena quedó
embarazada. El hijo de Zeus fue Heracles (Hercules en la tradició n latina) y el hijo de Anfitrió n fue Ificles.

Heracles fue desde su concepció n, el favorito de Zeus a lo cual Hera respondió con ira y celos, pues no
soportaba la idea de que el hijo de otra mujer fuera tan querido para su divino esposo.

Así, la diosa decidió complicar el nacimineto de Heracles quien se quedó 10 meses dentro del vientre de
su madre. Y ademá s ella es la responsable de que el héroe tuviera que sufrir los Doce Trabajos y cuando
era un bebé de ocho meses, Hera le envió dos terribles serpientes para asesinarlo, sin embrago el niñ o
supo defenderse sin problemas.

Ahora bien, existía la condició n de que Heracles só lo sería inmortal si mamaba de Hera y esto no iba a
ocurrir con el consentimineto de la diosa.

Sobre esta historia existen dos versiones. Primero, se cree que Hermes, el mensajero de los dioses, llevó
al niñ o a donde Hera mientras ella dormía y lo puso en su seno para que mamara la leche divina. Cuando
Hera se despertó y descubrió a Heracles en su pecho lo retiró brucamente y la leche siguió manando, se
esparció por el universo y formó la Vía Lá ctea.
La otra versió n indica que Hera iba con Atenea paseando por el campo cuando vieron al niñ o
descansando en la hierba. Atenea convenció a la diosa de que lo amamantara, pues era muy hermoso.
Hera accedió , pero pronto Heracles chupó la leche con tal violencia que hirió a la diosa. Hera lo apartó de
su seno vigorosamente y la leche siguió fluyendo hasta que formó la Vía Lá ctea.
HOPIS

Dentro de la mitología de los INDIOS HOPI, existen en total siete mundos. Actualmente, segú n ellos,
estamos viviendo en el Cuarto Mundo, y en breve entraremos en el Quinto.

Para saber como es que hemos llegado hasta aquí, comenzaremos a hablar del PRIMER MUNDO.
Segú n informació n recolectada por un estudioso de los Hopi, FRANK WATERS en “The book of the Hopi”
el Primer Mundo se denominó :

TOKPELA (el espacio sin fin)

Pero antes que éste solo existía el creador TAIOWA. No había ni principio ni fin, era la era del no tiempo,
no existía la vida ni la forma. Todo era un inconmensurable vacío.
Primero TAIOWA creó a SOTUKNANG, y le dijo “Yo te he creado para que lleves mi plan para la vida en el
espacio sin fin. Yo soy tu Padre y tu mi hijo. Ve y crea los universos en el orden acordado para que puedan
funcionar armónicamente entre ellos de acuerdo a mi plan.”

SOTUKNANG hizo tal cual se le había ordenado. Del espacio sin tiempo recogió lo necesario para poder
manifestar sustancias só lidas, y plasmar las formas, y las ordenó en 9 reinos universales. Uno para el
creador TAIOWA, otro para él mismo, y por ú ltimo 7 mundos para la vida que vendría. Una vez concluida
su tarea se dirigió a TAIOWA y le preguntó “¿Esto es lo que me habías ordenado?”

“Bien hecho” replico el TAIOWA “ahora quiero que hagas lo mismo con las aguas, colócalas sobre las
superficies de los distintos universos de manera que puedan dividirse equitativamente entre ellos”

Entonces así lo hizo SOTUKNANG, luego se dirigió hacia TAIOWA y le dijo “Quiero que veas lo que he
hecho y si te satisface”

“Muy bien” respondió TAIOWA “Lo próximo será poner las fuerzas del aire en un pacífico movimiento sobre
todas las cosas”. Y así SOTUKNANG lo hizo.

TAIOWA estaba satisfecho, “Haz realizado un gran trabajo acorde con mi plan, hijo mío. Haz creado los
universos y hecho que en ellos se manifiesten objetos sólidos, aguas y vientos, y haz puesto todo en los
lugares adecuados….Ahora es el momento de crear vida y su movimiento para completar mi plan universal”
LA MUJER ARAÑA Y LOS GEMELOS

SOTUKNANG se dirigió al universo en donde estaría el PRIMER MUNDO.


Creó entones a Kokyangwuti, la Mujer Araña, que se encargaría de permanecer y ayudar en ese mundo.
Cuando ella despertó y recibió su nombre preguntó “¿por que estoy aquí?”

SOTUKNANG respondió : “Mira a tu alrededor, aquí esta la tierra que he creado, tiene forma y sustancia,
dirección y tiempo, un principio y un final. Pero todavía no hay vida sobre ella. Por eso te he creado, te he
dado el poder para que me ayudes a crear vida. Has sido bendecida con sabiduría, conocimiento y amor
para llevarlos a todos los seres que crees. Es por eso que estas aquí”

Siguiendo las instrucciones de SOTUKNANG, la Mujer Arañ a tomo un poco de tierra y la mezcló con su
tuchlava (saliva), y formó 2 seres. Lugo los cubrió con una capa hecha de sustancia blanca, (que era la
sabiduría creativa en si) y cantó la Canció n de la Creació n. Cuando descubrió la capa, Los Gemelos se
pararon sorprendidos y preguntaron “¿quienes somos?,¿ por que estamos aquí?

Al que estaba al lado derecho la Mujer Arañ a le dijo “Tu eres Poqanghoya y estás aquí para mantener el
orden de este mundo cuando exista la vida en él. Ahora ve alrededor de este mundo y pon tus manos sobre la
tierra para que esta se vuelva totalmente sólida. Esa es tu tarea”

Luego , la Mujer Arañ a habló al gemelo que tenía al lado derecho “Tú eres Palongawhoya y estás aquí
para mantener el orden en este mundo cuando exista la vida en él. Ahora esta será tu tarea: ve a través del
mundo y báñalo de sonido para que este pueda escucharse en toda la tierra. Cuando por fin el sonido pueda
escucharse también tu serás conocido como “Eco”, ya que los sonidos provienen del Creador”

Poqanghoya entonces, viajó a lo largo de la tierra, solidificando los puntos altos en grandes montañ as y
en las partes bajas estableció tierra firme pero a su vez maleable para que sea usada posteriormente por
aquellos seres que serían colocados en ella que la llamarían su “Madre”.

Palongawhoya también cumpliendo su cometido viajó a través de la tierra, llená ndola de sonido. Todos
los centros vibratorios a lo largo del eje terrestre y de polo a polo resonaban a su llamada; toda la tierra
tembló ; el universo entero se estremeció con su melodía. Así, el hizo del mundo entero un instrumento de
sonido, y del sonido un instrumento para transmitir mensajes, resonando en alabanza hacia el Creador.

Una vez que Los Gemelos cumplieron sus respectivas tareas, Poqanghoya fue enviado al polo norte y
Palongawhoya al polo sur del eje terrestre donde esta vez se les encomendó la labor de mantener el
mundo rotando armó nicamente. A Poqanghoya también se le dio el poder de mantener a la tierra en
forma estable y a Palongawhoya se le dio el poder de mantener el aire en un suave y ordenado
movimiento, y a su vez fue ordenado para enviar su llamado para anunciar el bien o para advertir de los
peligros a través de los centros vibratorios de la tierra.

“Estas serán sus obligaciones en los tiempos venideros” les dijo la Mujer Arañ a.
Luego ella creó para la tierra árboles, plantas, arbustos, flores , toda clase de semillas. Asimismo creó
toda clase de pájaros y animales, los cubrió con su capa de sustancia blanca y canto sobre ellos. Y los fue
colocando hacia su izquierda, derecha, arriba y abajo indicando que deberían desparramarse por las
cuatro esquinas de la tierra para vivir.

CREACION DE LA HUMANIDAD

Entonces la Mujer Arañ a tomó un poco de tierra, esta vez de cuatro diferentes colores: amarillo, rojo,
blanco y negro los mezcló con tuchvala (saliva), el líquido de su boca, le dio forma y la cubrió con su capa
hecha de sustancia blanca. Y tal como hizo anteriormente cantó la Canció n de la Creació n, posteriormente
descubrió la capa y allí estaban los seres humanos a la imagen y semejanza de SOTUKNANG. Luego creó
otros 4 seres similares a ella. Estos seres eran las Wuti, compañ eras femeninas para los cuatro primeros
hombres.

Estos eran los tiempos de la luz púrpura oscura, Qoyangnuptu, la Primera Fase de los comienzos de la
Creació n, que revela en primer lugar el misterio de la creació n del hombre.

Ellos pronto despertaron y comenzaron a moverse, pero todavía había humedad en sus frentes y puntos
blandos en sus cabezas. Este era el tiempo de la luz amarilla, Sikangnuqa, la Segunda Fase de los
comienzos de la creació n, cuando el soplo de la vida invadió a los hombres.

En poco tiempo el Sol hizo su aparició n el en horizonte, secando la humedad de sus frentes y
endureciendo esos puntos blandos. Este fue el tiempo de la luz roja, Talwva, la Tercera Fase de los
comienzos de la creació n, cuando el hombre ya formado en su totalidad pudo orgullosamente mirar a su
Creador.

“Este es el Sol” les dijo la Mujer Arañ a “Se están encontrando con su Padre, el Creador por primera vez.
Siempre deberán recordar estas tres fases de la creación. El tiempo de las tres luces: la púrpura oscura, la
amarilla y la roja les revela una por una el misterio, el soplo de la vida y la calidez del amor. Todo esto
comprende el plan de vida del Creador para ustedes, y como cantó sobre vosotros, en la Canción de la
Creación."

Los primeros habitantes del Primer Mundo no pudieron responderle ya que no sabían hablar. Por ello
SOTUKNANG les brindó la posibilidad de expresarse, un diferente lenguaje para cada color, y con respeto
hacia esas diferencias. También les dio la sabiduría y el poder para reproducirse y multiplicarse.
Luego les dijo “Con todo esto yo les he dado este mundo para vivir y ser felices. Hay solo una cosa que les
pido. Respeten a su Creador en todo momento. Sabiduría, armonía y respeto por el amor al Creador que los
ha puesto sobre esta tierra. Todo esto deberá crecer y nunca ser olvidado por vosotros mientras vivan.”

Así, las primeras personas tomaron estas directrices, fueron felices y comenzaron a multiplicarse.

LA NATURALEZA DEL HOMBRE

Con esa prístina sabiduría que les fue concedida, el hombre comprendió que la Tierra era una entidad
viviente al igual que ellos. Ella era su Madre, ellos estaban hechos de su carne, y se amamantaban de su
pecho. Ya que la leche eran las praderas donde el ganado pastaba y el maíz crecía especialmente para
mantener alimentada a la humanidad.
Pero ademá s, el maíz era también una entidad viviente, con su sangre, similar a la del ser humano ya que
este constituye su carne gracias al alimento que brinda el maíz. Entonces, el maíz también es su Madre, la
Madre Maíz al igual que la Madre Tierra

Dentro de su sabiduría también conocieron a sus Padres en dos aspectos. Por un lado el Sol, el dios solar
de su universo. Y por otro lado a TAIOWA, el gran Creador que estaba presente en el todo.
Estas entidades eran sus verdaderos padres.

Cuando un niño nacía, su Madre Maíz estaba a su lado, y se mantenía allí durante 20 días, durante este
período el recién nacido estaba bajo la protecció n de sus padres universales. Si el niñ o nacía por la noche,
cuatro líneas se pintaban con maíz en cada una de las cuatro paredes y el techo a la mañ ana siguiente. Si
el niñ o nacía durante el día, estas mismas líneas se pintarían también a la mañ ana siguiente.
Estas líneas significan que tanto su casa espiritual como temporal han sido preparadas para él en la
tierra.

Cuando comenzaba a clarear en el horizonte, la madre daba un paso adelante, tomaba al niñ o y lo elevaba
hacia el sol y decía “Padre Sol, este es tu hijo” y luego lo repetía mientras pasaba a la Madre Maíz sobre el
cuerpo del niñ o. La abuela también repetía este ritual cuando la madre terminaba.

Ahora el niñ o pertenecía a su familia y a la Madre Tierra. El pueblo anunciaría el nuevo nacimiento y una
fiesta se realizaría en su honor. Durante muchos añ os el niñ o sería llamado de diferentes maneras. Aquel
que fuera el má s predominante se transformaría en su nombre.

Durante siete u ocho añ os desarrollaría su vida normal sobre la tierra. Se le enseñ aría de religió n, y
comenzaría a aprender que, aunque tenga padres físicos, sus verdaderos padres son los Creadores que lo
han puesto en este mundo a través de sus padres físicos. Ademá s de enseñ arle que es un miembro de un
clan y una familia planetaria, y también de un gran universo.

Así, los Primeros Habitantes comprendieron el misterio de su existencia. En su prístina sabiduría


también entendieron su propia estructura y sus funciones y la naturaleza del hombre. El cuerpo viviente
del ser y el de la tierra estaban formados de la misma manera.
A través de ellos corría un eje, el eje del hombre era su columna vertebral, que controlaba el equilibro de
sus movimientos y funciones. A través de este eje, existían centros donde sonaban los sonidos
principales de la vida y también advertían de cualquier cosa que no este funcionando bien.

El primero de estos centros descansaba en el extremo de su cabeza. Aquí, cuando él había nacido,
descasaba el punto blando, kopavi, “el portal”, a través de él recibió su vida y se comunicaba con el
creador. Con cada respiració n este punto se movía arriba y abajo con una suave vibració n que era
comunicada al Creador
En los tiempos de la luz roja, Talawva, la ultima fase de la Creació n, el punto suave se endureció , y las
puertas fueron cerradas. Y permanecerían así hasta la muerte.

Justo debajo de este centro descansa el segundo, el ó rgano que utiliza el hombre para aprender y pensar
por si mismo, llamado cerebro. Su funció n es que el hombre piense sobre sus acciones y trabajo sobre la
tierra.

El tercer centro se encuentra en la garganta. Punto de unió n entre la nariz y la boca a través de las cuales
recibe el respiro de vida.

El cuarto centro se encuentra en el corazó n. Es también un ó rgano vibratorio que va al ritmo de la vida
misma. En su corazó n el hombre siente lo bueno de la vida, y también su sincero propó sito.
El quinto y ú ltimo de los centros importantes del hombre se encuentra en lo que algunos llaman el plexo
solar. Es el trono del Creador dentro del ser humano, ya que desde allí él dirige las funciones del hombre
Así los Primeros Hombres fueron entendiéndose asimismos. Y este fue el PRIMER MUNDO en el cual
vivieron que se llamó TOKPELA, el espacio sin fin.

Su direcció n fue oeste; su color sikyangpu (amarillo) y su mineral sikyasvu (oro).

En este PRIMER MUNDO, la gente vivió con pureza y armonía.


  El MITO HOPI DE LA CREACIÓN

     Al comienzo del tiempo, una chispa de conciencia se encendió en el espacio infinito. Esta chispa era el

espíritu del sol, llamado Tawa. Y Tawa creó el primer mundo: una enorme caverna poblada ú nicamente

por insectos. Tawa observó durante unos instantes có mo se movían y sacudiendo la cabeza pensó que

aquella població n hormigueante era má s bien estú pida. Entonces les envió a la Abuela Arañ a que dijo a

los insectos:

    -Tawa, el espíritu del sol que os ha creado, está descontento de vosotros porque no comprendéis en

absoluto el sentido de la vida. Así que me ha ordenado que os conduzca al segundo mundo, que está por

encima del techo de vuestra caverna. 

    Los insectos se pusieron a trepar hacia el segundo mundo. La ascensió n era larga, tan larga y tan

penosa que, antes de llegar al segundo mundo, muchos de ellos se habían transformado en animales

poderosos. Tawa los contempló y dijo:

     -Estos nuevos vivientes son tan estú pidos como los del primer mundo. Tampoco parecen capaces de

comprender el sentido de la vida. 

    Entonces pidió a la Abuela Arañ a que los condujera al tercer mundo. En el transcurso de este nuevo

viaje algunos animales se transformaron en hombres. La Abuela Arañ a enseñ ó a los hombre la alfarería y

el arte del tejido. Los instruyó  convenientemente y en la cabeza de hombres y mujeres comenzó a

despuntar un deste llo, una vaga idea del sentido de la vida. Pero los brujos malvados, que só lo se sentían

a gusto en las tinieblas, extinguieron aquel destello de luz y cegaron a los humanos. Los niñ os lloraban,

los hombres peleaban y se lastimaban: habían olvidado el sentido de la vida. Entonces la Abuela Arañ a

volvió a ellos y les dijo:


    -Tawa, el espíritu del sol, está muy descontento de vosotros. Habéis desperdiciado la luz que había

brotado en vuestras cabezas. Por consiguiente, deberéis ascender al cuarto mundo. Pero esta vez,

tendréis que encontrar por vosotros mismos el camino. 

    Los hombres, perplejos, se preguntaban có mo podrían subir al cuarto mundo. Durante largo tiempo

permanecieron en silencio. Al fin, un anciano tomó la palabra: 

    -Creo haber oído ruido de pasos en el cielo. 

    -Es cierto -asintieron los demá s-. También nosotros hemos oído el caminar de alguien allá arriba.

     Así pues, enviaron al «pá jaro gato» a explorar el cuarto mundo que parecía habitado. EI pá jaro gato se

coló por un agujero del cielo y pasó al cuarto mundo, donde descubrió  un país semejante al desierto de

Arizona. Sobrevoló el país y divisó a lo lejos una cabañ a de piedra. Al aproximarse, vio delante de la

cabañ a a un hombre que parecía dormir, sentado contra la pared. El pá jaro gato se posó junto a él y el

hombre despertó . Su rostro era extrañ o, pavoroso; completamente rojo, cubierto de cicatrices,

quemaduras y costras de sangre, con unos trazos negros pintados sobre los pó mulos y sobre la nariz. Sus

ojos estaban tan hundidos en las ó rbitas que eran casi invisibles, a pesar de lo cual el pá jaro gato vio

brillar en ellos un resplandor aterrador. Reconoció a aquel personaje: era la Muerte. La Muerte miró

detenidamente al pá jaro gato y le dijo gesticulando: 

    -¿No tienes miedo de mí? 

    -No-respondió el pá jaro-. Vengo de parte de los hombres que habitan el mundo que está debajo de éste.

Quieren compartir contigo este país. ¿Es eso posible? 

    La Muerte reflexionó unos momentos. 


    -Si los hombres quieren venir -dijo finalmente con aire sombrío-, que vengan. 

    El pá jaro gato volvió a bajar al tercer mundo y contó a los hombres lo que había visto. 

    -La Muerte acepta compartir con vosotros su país-les comunicó . 

    -¡Gracias le sean dadas! -respondieron los hombres-. ¿Pero có mo podremos subir hasta allá arriba?

Pidieron consejo a la Abuela Arañ a y ésta les dijo: 

    -Plantad un bambú en el centro de vuestro poblado y cantad para ayudarle a crecer.

     Así hicieron los hombres y el bambú creció . Cada vez que los cantores tomaban aliento entre dos

estrofas, se formaba un nudo en el tallo del bambú . Cantaban sin cesar y la abuela arañ a danzaba y

danzaba para ayudar a que el bambú creciera bien derecho. Del alba hasta el crepú sculo cantaron sin

tregua hasta que, por fin, la Abuela Arañ a exclamó : 

    -¡Mirad! ¡La punta del bambú ha pasado por el agujero del cielo! 

    Entonces los hombres empezaron a trepar por el bambú , alegres como niñ os. Nada llevaban consigo,

estaban desnudos, tan desprovistos como el primer día de su vida. 

-¡Sed prudentes! -les gritó la abuela-. ¡Sed prudentes! 

    Pero ya no le oían, estaban demasiado arriba. Alcanzaron el cuarto mundo y en él construyeron

poblados, plantaron maíz, calabazas y melones, hicieron jardines y huertos. Y esta vez, para no olvidar el

sentido de la vida, inventaron las leyendas. (*) 

(*) Fuente: El árbol de los soles. Mitos y leyendas del mundo entero, de Henri Gougaud, Editorial
Crítica, Barcelona.
POWAQQATSI: "VIDA EN TRANSFORMACION"
Publicado por adrix en 4.5.09

Powaqqatsi, que en idioma hopi significa "Vida en transformación", es un excelente documental grá fico
lanzado en el añ o 1988, y corresponde a la segunda parte de la llamada trilogía qatsi, dirigida por
Godfrey Reggio.

La primera de ellas se llama Koyaanisqatsi "Vida fuera de equilibrio", lanzada en 1983, de la cual ya
hemos hablado en varias entradas.
La ú ltima de las partes: Naqoyqatsi "La vida como guerra" del añ o 2002.

Una de las características de los tres filmes es que no hay diá logos, sino que solo son musicalizadas de la
mano del genial compositor Philip Glass.

La película comunica directamente a través de sus imá genes, desarrollando su propio ritmo, mostrando
escenas de manipulació n y destrucció n del hombre.
Consta de cinco capítulos que narran la historia y la cultura del hombre desde los rituales má s antiguos
hasta la febril vida de las modernas ciudades. El pasado, el presente y el futuro son un mismo momento.
Un día en la vida del mundo.

El primer capítulo es la fuerza, el elemento bá sico de la existencia.


El segundo es la gente, la sociedad, sus inicios y sus desviaciones hasta su caricatura.
El tercero es el sueñ o, el retrato de las maravillas del desarrollo tecnoló gico de la sociedad moderna.
El cuarto capítulo son los que se quedan atrá s sacrificados en el altar del progreso.
Y el ú ltimo capítulo es un má gico itinerario por los rituales religiosos.

”Powaqqatsi” es un documento de creatividad y fantasías humanas, pero, al mismo tiempo, una muestra
filmada de los peligros que amenazan a estos mundos, algunos de los cuales aú n permanecen.

Aquí la introducció n.
INDIOS HOPI

Los INDIOS HOPI son un pueblo amerindio, del grupo shoshó n de la familia lingü ística yuto-azteca,
conformados por alrededor de 10.000 personas. Hoy día se encuentran radicados en el actual territorio
de Estados Unidos, específicamente en las mesetas del noreste del estado de Arizona en la reserva federal
del Pueblo Navajo, la zona es popularmente conocida como las cuatro esquinas.

Se agrupan u organizan en poblados. Estos asentamientos, en los que se conservó la cultura hopi mucho
después del dominio españ ol y europeo, han sido objeto de intensos estudios por parte de antropó logos.
Llama la atenció n la antigü edad de sus poblados, ya que es considerada la cultura nativa má s longeva en
tierras de América del norte, con una historia que va má s allá de los 10.000 añ os.

El vocablo “Hopi” significa “gente pacífica”, es decir, el nativo hopi rechaza todo tipo de violencia. La
relació n armoniosa y de respeto no se da solo con sus semejantes, sino también con animales y plantas.

Una de las formas en que se ha mantenido viva su historia, es a través de sus enseñ anzas que se han
transmitido en forma oral de generació n en generació n, aunque también se han encontrado petroglifos
en varios puntos de las reservas hopi.

Una forma muy usada en esta cultura (como también sucede con muchas culturas ancestrales) es el
traspaso del saber por medio de sus profecías, mitos y leyendas. Hay que aclarar de antemano que el
termino profecía hace alusió n aquí a un tipo específico de enseñ anza, como decía el historiador y filó sofo
estadounidense, Joseph Campbell, es importante entender a los mitos como metá foras o alegorías de
verdades trascendentes.

Entonces, son advertencias y enseñ anzas que sirven para responder, de una manera simbó lica, a las
grandes preguntas de la vida.

Así las cosas, hoy relataremos una extraordinaria profecía Hopi, a las que hace menció n Frank Waters en
el libro "The book of the Hopi" publicado en 1963. El relato comienza describiendo como un pastor
eclesiá stico, llamado David Young, mientras atravesaba con su coche el caluroso desierto (cerca de Taos,
México), se detuvo a prestar ayuda a un viejo indio que caminaba por allí , quien aceptó su propuesta y
subió al coche.

Luego de permanecer en silencio por varios minutos, el indio comenzó a hablar:

"Yo soy Pluma Blanca, un Hopi de antiguo clan del Oso. A lo largo de mi vida, he viajado a través de esta
tierra, buscando a mis hermanos, y aprendiendo de ellos muchas cosas sabias. He seguido los senderos
sagrados de mi gente, quienes habitaban los bosques y lagos del este, las tierras del hielo, las del norte, y
lugares de altares sagrados de piedra construidos hace muchos añ os por mis antepasados en el sur. De
todos ellos he escuchado historias del pasado, y las profecías del futuro. Hoy día muchas de estas
profecías se han cumplido, y algunas quedan aú n por hacerlo, pues el pasado es cada vez mas grande y el
futuro mas corto."

"Ahora Pluma Blanca esta muriendo. Sus hijos ya se han reunido con sus antepasados, y muy pronto el
también los acompañ ará . Porque ya no quedará nadie, nadie que recite y transmita esta milenaria
sabiduría. Mi gente ya está cansada de las viejas formas de vida, como ser las grandes ceremonias que
hablan de nuestros orígenes, de nuestra aparició n en el Cuarto Mundo, casi todo esto ya ha caído en el
olvido. Esto también había sido profetizado. El tiempo se está agotando"

"Mi gente aguarda la llegada de Pahana, el verdadero Hermano Blanco perdido, al igual que lo aguardan
todos nuestros hermanos. El no será igual a los hombres blancos que conocemos hoy día, que son crueles
y codiciosos. Habíamos sido advertidos de su llegada hace ya muchos añ os, pero aú n seguimos
aguardando su llegada"

"El traerá consigo los símbolos, y la pieza faltante de la sagrada tabla que ahora custodian nuestros
sabios. Esta pieza le fue dada cuando marchó , esto lo identificará como el Verdadero Hermano Blanco"

"El fin del Cuarto Mundo se acerca ya, y el Quinto dará su entrada. Esto ya lo sabían los sabios. Los Signos
se han ido cumpliendo a través de los añ os, y muy pocos quedan aú n por cumplirse"

"Este es el Primer Signo: Habíamos sido advertidos de la llegada del hombre blanco, similar a Pahana,
pero que no vivirían como él, sino que se apropiarían de tierras que no les pertenecen, y que abatirían a
sus enemigos con el fuego"

"Este es el Segundo Signo: Nuestras tierras verá n la llegada de ruedas de madera. En su juventud mi
padre vio hecha realidad esta profecía, con la llegada del hombre blanco en sus carretas a través de las
praderas". (Abajo monte sagrado Shasta, con extrañ as formaciones de nubes en su cima. Rodeado de
leyendas)

"Este es el Tercer Signo: Una extrañ a bestia similar al Bú falo, pero con grandes y largos cuernos poblará
las tierras en un gran nú mero. A esto lo pudo observar Pluma Blanca con sus propios ojos, ya que se trata
de las cabezas de ganado que ha traído el hombre blanco a estas tierras."

"Este es el Cuarto Signo: La tierra será atravesada por serpientes de acero" -una clara alusió n a las vías
del ferrocarril que hicieron su aparició n durante los siglos XIX y XX-
"Este es el Quinto signo: El cielo será cubierto por una gigantesca telarañ a". Pluma Blanca señ alo a David
el cielo con su tendido telefó nico y de electricidad.

"Este es el Sexto Signo: La tierra será invadida de ríos de piedra que reflejará n los rayos del sol "- se
refiere aquí, a la red de carreteras que cubren todos los países.

"Este es el Séptimo Signo: Escuchará s que el mar se volverá negro, y mucha vida sucumbirá .” –
contaminació n-

"Este es el Octavo Signo: Verá s a muchos jó venes, que usará n el pelo largo como nosotros. Vendrá n y se
unirá n a nuestra tribu para aprender nuestras forma de vida y nuestra sabiduría" -Algunos creen que
esta profecía ya se ha cumplido, asociá ndola al movimiento hippie de los añ os 60 y 70-

"Este es el Noveno y ú ltimo signo: Escuchará s hablar de una morada en el cielo, que caerá con todas sus
fuerzas sobre la tierra. Esta morada se verá como una gran estrella azul. Luego, muy pronto, las
ceremonias y rituales de mi gente culminará n"

A la derecha Einstein en una visita a una reserva hopi.

"Estos Signos representan que la gran destrucció n se acerca. El planeta no dejara de sacudirse. El hombre
blanco librará batallas contra gente de otras tierras, principalmente contra aquellos que poseían las
primeras luces de la sabiduría. Habrá columnas de humo y fuego tal como Pluma blanca ya las había
observado en los desiertos no muy lejos de aquí" -se refiere a las pruebas ató micas realizadas por los
EEUU en los desiertos de ese país, que han sido divisadas por Pluma Blanca--

"Mucha de mi gente, que ya ha comprendido el significado de estas profecías, permanecerá n a salvo.


También lo estará n aquellos que vivan entre nosotros. Luego del gran cataclismo, habrá mucho por
reconstruir. Y pronto, muy pronto, Pahana retornará trayendo consigo el amanecer del Quinto Mundo.
Plantará las semillas de su sabiduría en nuestros corazones. Incluso hoy día estas semillas ya está n
siendo esparcidas y plantadas. Todo ello aclarará y hará menos dolorosa nuestra entrada al Quinto
mundo.
"Pero Pluma Blanca no podrá presenciar todo esto. Ya estoy viejo y me queda poco tiempo. Tu, tal vez
llegues a verlo, con el correr del tiempo..."

El viejo indio luego permaneció en un frío silencio. Ya habían llegado a destino, el Reverendo David
Young detuvo el coche para dejar que Pluma Blanca saliera del coche. Nunca má s volvieron a verse las
caras. El Reverendo murió en 1976, por lo tanto no pudo llegar a presenciar la consumació n de las má s
importantes profecías.

[Fuente: www.indioshopi.com (y cedido amablemente para su reproducció n)]


LA ATLANTIDA Y LOS HOPI

Publicado por adrix en 8.12.07

Bien es sabido que el mito (o real existencia?) de la ATLANTIDA es uno de los grandes misterios de la
humanidad, y que ha apasionado a varios investigadores y exploradores a lo largo de la historia.

Se ha dicho que fue un continente perdido y hundido en el medio del Océano Atlá ntico, el primer hogar
de la civilizació n, un paraíso terrenal, sacudido finalmente por una catá strofe natural, y hoy descansan
sus restos en las profundidades del océano. Tan solo dispersos picos montañ osos (islas) serían los
vestigios de dicho continente.

Para otros, se trata de una mera leyenda, inventada por el filó sofo griego Plató n, a colació n de dos de sus
diá logos: Timeo y Critias

Otros, sin embargo, creen que la Atlá ntida realmente ha existido, y ha sido la precursora de nuestra
civilizació n.

Pero , donde estaría ubicada? Aquí también los estudiosos se dividen.

Unos haciendo una literal interpretació n de parte de los diá logos plató nicos opinan que se encontraba
ubicada en el Océano Atlá ntico.

Otros opinan que mas bien en Grecia, las islas de Creta, o Santorini;

Otros la ubican en las Azores, Madeira e Islas Canarias, junto a pequeñ as islas del Atlá ntico. Las Azores,
tiene en comú n con Thera (Santorini), el tener la apariencia de islas hundidas, con una gran cima de color
negro que emerge directamente desde el océano.

La islas del Caribe también han sido sugeridas como lugar de emplazamiento de lo que fue una vez la
Atlá ntida.

En griego, Atlantis, significa hijo de Atlas. Atlas a su vez era un Dios griego custodio de los pilares en los
que el cielo se sostiene. Se lo representa como sostenedor del mundo en sus espaldas.
Segú n los diá logos Plató nicos, La Atlá ntida era como un Jardín del Edén, con gran abundancia de
minerales y piedras preciosas, en particular el orichalcum u orihalcon que era una piedra o metal de
color rojizo y considerado de má s valor que el oro. Este paraíso terrenal era una suerte de grandes
montañ as, ríos cristalinos, fértiles praderas, bosques, lagos y fuentes habitados por una pró spera
població n ademá s de muchas especies de animales.

También existían hierbas, flores y frutas en abundancia y eran utilizadas tanto para alimento como para
fines medicinales.

Los Atlantes construyeron majestuosas ciudades, templos, plazas y puertos. Algunos de esos templos
eran construidos en oro, plata y marfil en honor a sus dioses.

Sus praderas, ríos y lagos proveían suficiente comida para todos. Era una verdadera tierra de
abundancia.

Por muchas generaciones, los atlantes poseyeron un gran espíritu, respetuosos de la verdad, la ley y la
justicia. Eran sabios y amables. Vivían una especie de vida divina, disfrutando de sus riquezas naturales y
materiales, pero sin abusar de las mismas. Creían en la amistad y valores supremos.

Lo cierto es que muchos eruditos mencionan, y ya con evidencias arqueoló gicas, de que antiguas
civilizaciones fueron destruidas por un gran Catá strofe.

Dentro de la historia de muchas culturas, hay referencias a una gran ISLA-CONTINENTE y su altamente
sofisticada civilizació n. Algunos consideran a estas, como propias del mito que siempre envuelve a las
historias de los pueblos.

Pero lo mas intrigante aquí es que muchas de estas culturas no tenía contacto alguno entre si, y mas aú n,
existieron en diferentes épocas histó ricas, por lo que las posibilidades de un eventual contacto son
decididamente nulas.

Entonces ¿Por qué tan dispares civilizaciones , como los mayas, los egipcios, los HOPI, o los griegos,
tienen la misma leyenda?

Incluso científicos y exploradores marinos de la talla de Jacques Cousteau, se adentraron también en la


bú squeda de evidencia submarina de la Atlá ntida encontrando en sus expediciones restos de lo que fue
una antigua civilizació n hundida. Terminó finalmente con su hijo creyendo que probablemente la
Atlá ntida se encontraba en el Caribe, el Atlá ntico, o en el Mediterrá neo.

Culturas de todo el mundo (desde la Biblia hasta los Hopi) tienen historias de una gran inundació n que
destruyo la vida en gran parte del planeta.
Las descripciones de la destrucció n de la Atlá ntida envuelven grandes terremotos , erupciones volcá nicas
y el hundimiento total de grandes masas de tierra. Por lo tanto, investigadores especulan que algunas de
estas leyendas de “la gran inundació n” podrían venir de inundaciones secundarias, provocadas por un
inimaginable y gigantesco tsunami tal vez provocado por un evento que ha sido catalogado como uno de
los grandes cataclismos geoló gicos de toda la historia (como el que la mayoría de los científicos coinciden
que sucedió con la extinció n de los dinosaurios). Esas gigantescas olas podrían haber barrido el mundo
conocido, y si bien no todo, es probable que gran parte de él, ademá s de erupciones que podrían haber
oscurecido el cielo.

Las diferentes historias que existen en diversas culturas de la "gran inundació n" a menudo cuentan la
historia de los refugiados que consiguieron escapar de la gran catá strofe. Algunas leyendas, como las de
INDIOS HOPI, describen a estos como refugiados que lograron escapar de la calamidad, y arribando a su
nueva tierra, “la isla tortuga” – los HOPI llaman así los EEUU- Se dice que una vez que arribaran a esas
tierras, se les conduciría a un entorno seguro, lejos del ambiente enloquecido en el que vivía el mundo.
En ese peregrinar, serían guiados por un pá jaro "Kachina" que les orientaría en los pasajes subterrá neos.
(ver los misterios del monte shasta y los tú neles subterrá neos)

Otra leyenda HOPI, describe una tierra (la Atlá ntida tal vez?) en donde existían grandes ciudades y una
pró spera civilizació n, pero cuando la gente se volvió corrupta y belicosa, una gran inundació n destruyo
ese antiguo mundo.

Segú n la leyenda, la Atlá ntida quedó totalmente destruida, sin embargo, algunos se preguntan si tan
(supuesta) avanzada civilizació n, no pudo prever con antelació n dicha catá strofe y tal vez algunos poco
lograron abandonar de antemano el continente perdido y establecerse en otras partes del planeta. Parece
una versió n remota ya que parte de una leyenda, pero por que no también probable para quienes les
apasionan estos mitos.

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