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Resistencia:

La resistencia aeróbica es la resistencia diseñada para soportar y resistir la demanda de oxígeno


del cuerpo, mientras que la resistencia anaeróbica está regulada por un suministro insuficiente de
oxígeno a los músculos. Esto último ocurre en deportes de alta frecuencia o en deportes que
involucran fuerza muscular. Este aspecto de la actividad física parece proporcionar la mayoría de
los beneficios para la salud del ejercicio. Aumenta la capilaridad: aumenta el número de capilares y
alvéolos, mejorando así el intercambio de oxígeno.

Se cree que cuando una persona puede realizar una cierta intensidad de esfuerzo durante un
período de tiempo considerable sin síntomas de fatiga, tiene resistencia, y una vez que aparecen
estos síntomas, puede seguir trabajando duro en buenas condiciones. En un sentido general, se
considera resistencia a la capacidad de trabajar el mayor tiempo posible, soportar el cansancio
provocado por el esfuerzo y recuperarse rápidamente del mismo. La resistencia no es más que un
sistema de adaptación corporal que resiste la fatiga, este sistema trata de prevenir la aparición o
aparición de la fatiga lo antes posible, lo cual se puede lograr mediante un entrenamiento
adecuado.

La demanda de oxígeno en los tejidos de trabajo o las células musculares involucradas en la


actividad física depende de la intensidad y duración de la actividad y del número de grupos
musculares involucrados. Existe una relación lineal entre la frecuencia cardíaca y la intensidad del
esfuerzo, por lo que cuanto mayor es la intensidad, mayor es la frecuencia cardíaca. Luego, se basa
en medios anaeróbicos para obtener energía, y la falta de energía producirá el llamado pasivo de
oxígeno, que es la diferencia entre la cantidad de O 2 proporcionada por la respiración y el oxígeno
real requerido a nivel celular. Es decir, cambiarlo de 170 ppm a 110 ppm es mejor que cambiarlo
de 170 a 140 ppm. Son aquellos cuya frecuencia cardíaca supera los 180 lpm.

Entre los esfuerzos considerados más intensos, podemos mencionar el sprint y todas las
actividades que requieren un esfuerzo explosivo en un período corto de tiempo, como saltar,
lanzar, correr y levantar pesas. Son los que tienen una frecuencia cardíaca superior a 140 ppm.
Todas son personas con una frecuencia cardíaca entre 120 y 140 lpm. El entrenamiento de
intensidad media dura más de 3 a 5 minutos. Este tipo de esfuerzo incluye todas las actividades
que requieren poca intensidad y largos períodos de tiempo, como correr largas distancias, andar
en bicicleta, nadar a largo plazo, remar y patinar.

Una de las principales causas de la fatiga se debe a la demanda de oxígeno de los músculos, ya que
cuando la demanda es superior a la energía que aporta el cuerpo humano, la energía se obtiene de
forma anaeróbica y se producen desechos. Existe una correlación absoluta entre la contracción del
corazón y el consumo de oxígeno, por lo que al controlar el ritmo del corazón, todos pueden saber
lo que están haciendo. Según la forma de obtención de energía y la demanda de oxígeno de los
músculos, y según el tipo de esfuerzo mencionado anteriormente, se pueden distinguir dos tipos
de resistencia: aeróbica y aeróbica. A su vez, la aeróbica en ocasiones puede dividirse en ácido
láctico y ácido láctico.

Las actividades que desarrollan la resistencia aeróbica son siempre de intensidad media o baja y,
en ellas, el esfuerzo se puede prolongar durante bastante tiempo. En este tipo de resistencias no
existe equilibrio entre el oxígeno aportado y el consumido, ya que su aporte es insuficiente, es
menor de lo que realmente se necesita para realizar el esfuerzo. Las actividades que desarrollan
resistencia anaeróbica son de alta intensidad y, en ellas, el esfuerzo no puede ser muy prolongado.
Es importante tener en cuenta que solo es aconsejable a partir de edades en las que el desarrollo
del individuo sea grande. Si bien es normal que las fases de trabajo anaeróbico se produzcan en
determinados momentos de la práctica deportiva de niños y jóvenes, esto no debe favorecerse
por ello, ya que la resistencia para mejorar en esas edades debe ser aeróbica.

En este tipo de resistencias, la energía se obtiene de la producción de ATP gracias a diversas


reacciones químicas que tienen lugar en ausencia de oxígeno y que generan ácido láctico como
residuo que se acumula en el músculo. Para mejorar la resistencia disponemos de diferentes
sistemas que permiten, según el caso, adaptar el cuerpo al esfuerzo y mejorar el nivel de la
persona. A partir de los 30 años hay un lento declive de la capacidad de resistencia, menor que la
de fuerza y velocidad. Los métodos de entrenamiento para el desarrollo de la resistencia son muy
versátiles, tanto por las diferentes posibilidades de uso que presentan como por su aplicabilidad a
diferentes actividades físicas.

La respiración es el parámetro que identifica la intensidad de los esfuerzos. Se caracterizan por la


interrupción del trabajo, a diferencia de los sistemas continuos. Dividen el esfuerzo en varias
partes de intensidad submáxima que se alternan con intervalos de tiempo llamados pausas de
recuperación, que ayudan al cuerpo a adaptarse. Entrenamiento por intervalos: es un
entrenamiento por intervalos que alterna esfuerzos y pausas activas: caminar, trotar ligero. Su
propósito es aumentar la eficiencia cardiovascular y la resistencia anaeróbica, aunque también se
puede adaptar para mejorar la resistencia aeróbica.

Carreras de ritmo: también llamado ritmo-resistencia, es una variante del anterior pero con
distancias adaptadas a 1/3 de las recorridas por el deportista en su especialidad. Para lograr una
mejora en la resistencia aeróbica, se realizan de 3 a 10 repeticiones al ritmo de la prueba, sobre
una distancia de 400-1000 metros, y se recupera hasta bajar a 90 ppm. El esfuerzo está igualmente
dividido, pero la pausa de recuperación permite que se complete. Es el único sistema de trabajo
de resistencia que no utiliza básicamente el running, ya que originalmente fue creado como una
alternativa al trabajo de resistencia en lugares pequeños y cerrados, debido a las necesidades
climáticas. Exacto: todos los factores involucrados son siempre los mismos.

Conclucion: La resistencia aeróbica es la resistencia diseñada para soportar y resistir la demanda


de oxígeno del cuerpo, mientras que la resistencia anaeróbica está regulada por un suministro
insuficiente de oxígeno a los músculos. Se cree que cuando una persona puede realizar una cierta
intensidad de esfuerzo durante un período de tiempo considerable sin síntomas de fatiga, tiene
resistencia, y una vez que aparecen estos síntomas, puede seguir trabajando duro en buenas
condiciones. La demanda de oxígeno en los tejidos de trabajo o las células musculares
involucradas en la actividad física depende de la intensidad y duración de la actividad y del número
de grupos musculares involucrados. Existe una relación lineal entre la frecuencia cardíaca y la
intensidad del esfuerzo, por lo que cuanto mayor es la intensidad, mayor es la frecuencia cardíaca.
Son los que tienen una frecuencia cardíaca superior a 140 ppm. Todas son personas con una
frecuencia cardíaca entre 120 y 140 lpm. Una de las principales causas de la fatiga se debe a la
demanda de oxígeno de los músculos, ya que cuando la demanda es superior a la energía que
aporta el cuerpo humano, la energía se obtiene de forma anaeróbica y se producen desechos.
Existe una correlación absoluta entre la contracción del corazón y el consumo de oxígeno, por lo
que al controlar el ritmo del corazón, todos pueden saber lo que están haciendo. Las actividades
que desarrollan la resistencia aeróbica son siempre de intensidad media o baja y, en ellas, el
esfuerzo se puede prolongar durante bastante tiempo. En este tipo de resistencias no existe
equilibrio entre el oxígeno aportado y el consumido, ya que su aporte es insuficiente, es menor de
lo que realmente se necesita para realizar el esfuerzo. En este tipo de resistencias, la energía se
obtiene de la producción de ATP gracias a diversas reacciones químicas que tienen lugar en
ausencia de oxígeno y que generan ácido láctico como residuo que se acumula en el músculo. Para
mejorar la resistencia disponemos de diferentes sistemas que permiten, según el caso, adaptar el
cuerpo al esfuerzo y mejorar el nivel de la persona. La respiración es el parámetro que identifica la
intensidad de los esfuerzos. Entrenamiento por intervalos: es un entrenamiento por intervalos que
alterna esfuerzos y pausas activas: caminar, trotar ligero. Carreras de ritmo: también llamado
ritmo-resistencia, es una variante del anterior pero con distancias adaptadas a 1/3 de las
recorridas por el deportista en su especialidad. Para lograr una mejora en la resistencia aeróbica,
se realizan de 3 a 10 repeticiones al ritmo de la prueba, sobre una distancia de 400-1000 metros, y
se recupera hasta bajar a 90 ppm.

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