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Buenos Aires, Marzd de 1943 No 94 PUBLICACION MENSUAL Directores: ROBERTO GRAU y LUIS PALAU. AHORA..... El cimulo de desa- ciertos que ba caracterizado la ac- cién de los directores de la Federacién Argentina de Ajedrez, al desorganizar la estructura de la catego- ria superior y el campeo- nato argentino, ha de po- nerse en evidencia en el préximo torneo de Mar del Plata. Djficiles pro- blemas han de plantedr- sele a la organizacién maxima del ajedrez, que ha destrufdo el campeo- nato, desecho el rankind, y que ahora, a no me- diar uno de los tantos “kases” a que nos tie- ne acostumbrados, debe- ré hacer intervenir en la prneba inter- nacional de Mar del Plata, junto a los eampeones de los paises yecinos, y a excelentes maestros europeos, a los par- licipantes del ultimo Torneo Mayor, No hacerlo serfa cometer una grave injusticia y hacerlo desluciria 1a prueba ya que en la ultima competencia, modelo de falta de organizacién y falta de res- peto a la brillante tradicién del ajedrex argentino, no actuaron salvo Jacobo Bol- Dochén, ninguno de los valores califi- cados del ajedrez argentino. ;¥ oémo ha- pian de prestar su prestigio, para tener del M omento que ambular de local en local a la es- pera de poder iniciar las partidas, sin fiscales y sin el necesario aderezo del calor y el auspicio de la aficién! Si se respeta la justi- cia, deber4n actuar en la prueba Ios partici- pantes del iltimo Tor- neo, ya que, muerto el rankind por personal im- posicién de algin diri- gente, no queda otro sis- tema correcto de selec- cién, Afortunadamente confiamos en la injusti- cia de la Federacién y en la falta de organizacién tantas veces puesta en evidencia. Quizd esta vez permita mejorar el equipo de jugadores locales, con lo que se probarfa una vex més la afieja verdad de que también 1a arbitrariedad puede ser dtil..., pero sin dejar de ser arbitrariedad. Quienes des- pejaron al campeén argentino Héctor Rossetto de su titulo, sin tener la corte- sia de informarselo, tanto que é1 ignora todavia esa determinacién bien pueden ahora designar para que intervengan en el torneo de Mar del Plata los jugado- res de sus simpatias. Sean o no quienes deban actuar. 58 Fl Juego de BL AJEDREZ AMERICANO Combinacién Combinaciones en el final Por el Dr. MAX EUWE Wl final de partida comienza cuando se han cambiado las Damas. 0 cuando Jas mismas estén azompafiadas, como maximo, por una pieza menor; en rea- lidad, podemos decir que nos hallamos en presencia de una partida en minia- tura. Sin embargo, Ja Iusha estd regida en todas sus fases por los mismos prin- cipios y tiene los mismos efectos. Fac- tores tales como el mejor desarrollo. co- lumnas abiertas, mala posicién del rey, etc, pueden tener cominmente Ja mis- ma importancia en el final que en el medio juego y pueden proporcionar las mismas chances para el ataque, defensa y aun para combinaciones. Podria pensarse que esto es una ex geracién, pero 1ecordemos que la apa- viencia superficial no es lo mas impor tante en nuestro caso.’ Hvidentemente, Jas combinaciones que se producen en el final son diferentes a las del medio jue- go. También es cierto que la ocasién de producir juego combinativo —consi- derando las posibilidades numéricas--- es mucho mayor en el medio juego que en posiciones muy simpl'ficatas, y la razén de ello eg que la posicién de los monar- cas difiere notablemente de las primeras fases del juego. EI Rey es una pieza bastante pode- rosa, con un vaior aproximado al de la Torre. Esta pieza “mayor” tiene varias particularidades por las siguientes razo- nes; a) Nunca puede ser capturada; b) es vulnerable al ataque de todas las piezas, pero también puede atacarlas a todas excepto la Dama. De acuerdo en- tonces a Jo que hemos manifestado an- teriormente, es en el momento en que han desaparecids las Damas del tablero euardo los reyes adquieren verdadero valor y comienza el final. De aqui se deduce que un final proziamente dicho dbo carecer de Damas. Hl término “fi- nal de Damas” pareciera ser una con- tradiceién a lo expuesto. Es extraordinaria la actividad y fuerza que adguieren los reyes en los finales que comienzan tan pronto como, se ha- yan cambiado las Damas, porque esta simplificacién. aparentemente muy grande — proporciona nuevas e intere- santes posibilidades a la lucha, al des- pertar aquéllos de su letargo y entrar, en consecuencia, a actuar en el juego. La transformacién del Rey de picza pasiva en pieza activa. no es la unica conaecuencia del cambio de Damas. Lo3 peones también se. benefician con esta nueva situacién, adquiriendo mayor im- portancia. Libres de ta dictadura de la Dema, todas las piezas y peones adquie. ven relativamente mucha mayor impor- tancia, con grandes oportunidades para accionar independientemente. La Incha se descentraliza y podrdn ser realizados gran cantidad de planes sutiles. Tl ob- jeto primordial de esta fase del juego no es va el mate directo, como en el medic fuego, sino la coronacién de peones. Es notorio y conocido que ciertas cla- ses de ventaja de material o posicional, sdlo podran hacerse cfectivas en el fi- nal; unido esto a que ei material que acciona es en cierto modo reducido, ve- remos que, a menudo, es bastante dificil diferenciar entre una combinacién final y una manicbra decisiva. Todas aque- Mas decisiones que sean forzadas en su realizacién, si evidencian un cardcter combinativo, son combinaciones de f- nal, Hay dos caracteristicas principales en Jas combinacijones de finales: 19: Hacer nes; y efectivos uno o mas peo- 29: Worzay el ahogo. EL AJEDREZ AMERICANO Diagrama N? 1 59 Diagrama Ne 2 Estudio de Henri Rinck, Deustche Schachzeitung 1906. El Blanco juega y gana. Hl cambio de material es insuficiente: 1, PXP?, TXP; 2. P7R, R4C; 3. RBA, R4A; 4. R3D, TSR; (no 4d. ..., TAR?2; 5. ‘TST!, y el blanco gana) y no hay defensa contra Ja amenaza 5. ..., R3D segnido de 6. .... TXP. Pero después de: 1. P6AL 1... el negro esta eu dificultades; estd obli- gado a tomar el PR blanco, pues de otra manera, la ventaja material del primer jugador se impondra decisivamente tee 4. TXP Amenazando jorzar las tablas con 2. .., TTR. Pero el Blanco cuenta con un recurso tictico que impediré a la torre negra Ja ocupacién de la columna AR o su primera linea. 2, TST jaque R3C 3. TSARI! PXT De otra forma, la amenaza 4. P7A decide. A 3. TGR sigue: 4. R2A. TTR; 5. R3D y gana. 4. P7A wale Y¥ las blancas coronan. Muy a menudo se presentan en los finales de Torre combinagiones como estas, Otro estudio de H. Rinck, publicado en “Bohemia”, 1906. Blancas juegan y ganan, La clavada, como se ha visto en Ios comentarios al ejemplo anterior, resul- ta decisiva en conjuncién con la des- graciada posicién del rey negro. 1, T3T jaque Rec Forzada, ya que 1. ... RIC seria re- futada con 2, T3C jaque, R mueve; 3. TXT y 4. PTT. 2. TSCRI! Amenazando ganar mediante el cam- bio de Torres. TXT 2, P7T Ambos reyes coartan la accién de la Torre: el Rey Negro bloquea Ja colum- na CR y el Rey Blanco la de TD. No puede evitarse ia coronacién del pedn: por ejemplo si: 3. . . TSC; 4. R2c!, TICj; 5. RXP, T6C]; 6. RAC!, (no 6. R4T,, TSC! y el blanco debe jugar para tablas con 7. R&T o 7. RSC; TSTDj; 8. R6C, ete); 6. TSCI; 7, RSC!, T4Cj; 8, REC! y ganan. 60 Diagrama N° 3 H. Rinck, British Ghess Magazine, 1917. Blancas juegan y ganan. Este ejemplo ilustra un juego de com- binacién para ambos bandos. Les peones de Torre blanco y negro son muy fue tes, pero el Alfil Blanco est mejor wl cado que su colega negro. 1, PST Aparentemente el blanco debe ganar pronto, pero el negro tiene un recurso de combinacién que trae dificultades al juego blanco. A2T! Ciavando el Alfil Blanco y amenazan- do ganar con AXA seguido de 3. PqT. 2. AXA P3c Cerrando al Alfil Ja importante dia- gonal y amenazando ganar, ya que el peén negro esti mas adelantado que el blanco. 2. ABG RAR Impidiendo al alfil 1a ocupacién de la casilla 6D. y ahora parece que el Negro ha de ganar. Sin embargo Ja cirew tancia de hallarse sobre la misma di gonal (8TRITD) las dos casillas de promocién de los peones, proporciona al blanco la oportunidad decisiva. 4. PeT P?T 5. ABD RXA 6. P7T P8T (D) 7. P8T (D)j. gazando la Dama Negra, Este ejemplo es de gran importancia en la practica HL AJEDREZ AMPRICANO del juego. Hm el préximo ejemplo, ex- traido de la partida prdctica, hemos de ver en qué forma Alekiine (Blancas) gané una partida jugada en Groningen, 1933. Diagrama N° 4 Bl blanco tiene mejor partida en ta- z6n de poseer un poderoso PTD pasa- do, pero Ia posicién negra no es deses- perada, por cuanto su Torre paraliza la accién del Rey Blauco. Empero, hay otros factores que harén efectiva la ventaja del blanco: Fl Rey Negro esta radiado de su flanco dama y la Torre Negra! sélo tiene, en caso de necesidad, una forma de interceptar el paso al PTD blanco; T4T' seguido de TIT. Todo esto da oportunidad al primer jugador para yealizar una hermosa combinacién que asegura la coronacién de su pedn pa- sado. 4, Pac! ele Amenazando ganar con 2. PST, etc. foe TSR 2. PST TXPC 3, P6T Bl negro puede elegir ahora entre 3. ., TST, para continuar con 4, TIT y 3. ... T8C intentando 4. T8TD. Pero ambas son. insuficientes. por ejemplo: 8. ... TST; 4. TSD!! (la pri- mera clave brillante), RXT; 5. PTT y no hay forma de impedir la coronacién). O bien: 3. . ., T8C; 4, PIT, TETD: 5. T3TD!! fla segunda magnifica clave); y al bloquear Ja colunma TD, no se pue> de evitar la promocién del PT, BL AJEDREZ AMERICANO Diagrama N? 5 A esta posicién se Iegé en una par- tida del match entre H. B. Bird y. Dr. E, Lasker, 1892, Lasker, con las negras, halla una in- geniosa forma para obtener un peén pasado en la séptima Ifnea que decide Ja partida. 1 PeT! 2, AXP o Después de 2. PXP, PXP; 38, AXP? el Negro gana la calidad mediante 3. +, CGA, También es insuficiente 2. P3C por: 2. ..., T8s8j; 8. R&C, TXT; 4, RXT, C6A; 5. T2R, A2A, y Ja debi- lidad de los peones blancos de R y de TR han de decidir la partida. Beale PEC! La clave, El negro amenaza 3. .... TSAj; 4. R2C, TXT; 5. RXT, PXPT, ete. y el blanco no puede jugar 3. PXPT debido a 3. ..., C64. Mi resultado es que el negro obtiene el peén pasado que desea en la 7 linea. 3. PXPG TBA je +4, RBC TXT 8. RXT P?T Y ahora la victoria es cuestién de técnica. Sigui 6. TID C5C... Amenazando 7. ..., CTA, etc. 7. 117 A2A 8. RIC PSA! Sebia precaucién. 9. RIA A3C 10. R2D TXPL Otra movida-ciave de la combinacién de las negras. Hl Alfil destinado a ata- ‘car la Torre en la casilla de coronacién, 61 es mds importante que la Torre negra. Si: 11. CXT, AXC seguido de 12. ..., AXP y gana. 11. CID TSD-+- 12. RR TXC! 13. TXT O bien 13. RXT, ASR; seguido de AXPC ganando. Notese que sin la 8% ju- gada del negro, el blanco amenazaria mate con 14, T8D. 13. wee ASR 14, T8ED+ R2A 18. TID AXPG 18. A8D-+, RIA 17. AGC ASD! Las blancas amenazaban 18. TSD mate. 48, P4A P&T (D) Y las negras ganaron. El ejemplo que sigue, es otra combinacién muy ingenio- 8a, que conduce a una decisién mas di- recta mediante peones pasados Diagrama N° 6 A esta posicién se Megé en una par- tida entre Ortueda v. Sanz, Madrid 1934. Juegan las negras. de see 7D 2. C4T TXPCD!! 3. CXT PEA La punta. Ahora si: (a) 4. O8D, PS, 5. TXA, PXG, cte.; (b) 4. C4A (0 CID) 4. ..., PTA; y si (e) 4. T7R, PC; 5. TIR, P5Aj. ganando facilmente. 4, TXA Bsperando 4. .. blancas ganan. Be cess P5ALL La segunda punta! E! negro se pre- +) PET; 6. C8D y las 62 viene contra 5. C3D, y amenaza ganar mediante 5. ..., PTA. Después de 5. T6T, sigue: 5. ..., PEC: 6. TID, P6A, etcétera. 5. TAC Bees Unica. ¥Y parece refutar el plan ne- gro, ya" que no es posible jugar 5. PRG? ni 5. ..., PTA? Bees PATDII La tercera punta. Las blancas no tie- nen defensa ante le amenaza 6. ..., PET. Después de 6. TXT, PXC gana y si 6. CXP, o cualquier otra movida de C o de T, la jugada 6. .... PTA decide el yuego. Este cs uno de los ejemplos mas hermosos que se conocen sobre un tema de coronacién, producido en una partida viva. El diagrama 7 muestra una posicién de ls partida de Tartakower-Yates, New York 1924, Las blancas tienen un pedn de inds. pero su ventaja no es de mayor importancia por cuanto Ja mayoria blan- ca en el centro y'flanco @ama esta blo- queada, La partida hubiera terminado en tabias, si las blancas no hubicsen des- eub.erto la hermosa cembinacién que sig Diagrama N¢ 7 1, AXP! are Ne es muy dificil ver que si las ne- gras toman el Alfil plerden de inmedia- to: 1. ..., PKA; 2. TéT+, R2A; 3. TRPT+, R mueve; 4. P6O, etc. Pero la punta de Ja combinacién blanca, es mucho més profunda Teese ‘T2AR! Aparentemente muy fuerte, porque si BL AJEDREZ AMERICANO el Alfil se retira sigue TXP jaque com partida satisfactoria para las negras. 2. TICDI! Esta es la punta de la combinacién del Dr, Tartakower. Esta claro que las negras deben defender el PCD. Be fete 3. P6D+! Otra movida bonita. Si 3. 4. TXPj, R2A; 5. T6AR! ganando. 3. . RID 4. A3T! sees Y como el Rey bianco puede penetrar’ bor via 5D, la pérdida de] PAR, ahora no tiene importancia. R2A a. eee TXP+ 5, R5D c2D €. TITD RIA. 7. T7T! abandonan: Diagrama N° & De la partida Kmoch-Niemzowitcl, Niendorf 1927, Aun cuando las negras. tienen un pedn de ventaja, ello no tiene mayor importancia por cuanto exister alfiles de distinto color. La victoria de- pende del pasaje del PTD a la casilla 6T. Niemzowitch encuentra una solu- cidu brillante al problema. ace TScIt Amenazando ganar mediante 2. ..., TST; 3. ..., TST seguide de PST, P6T, eteétera. 2. PXT pa Forzado. Después de 8. AXT, PEA: 3. PXP, R4G; 4. R3A, REP y 6. .... PGA, ete. Be vee PST! Amenazando ganar con 3. ..., P6A, efcétera. BL AJEDREZ AMERICANO 3, PSC j. RXP 4. A8T P6A Y las negras ganaron facilmente con la ayuda de su rey y peones pasados. Siguid: 5. TIC, R5A; 6 P4A, RXP; 7. R2A, RSA; 8. R1IR, PED; 9. R2R, RA) 10. R8A, A2C; 11. TIR, RBAJ; 12. RZA, PIC; 18. P5A, PRXP; 14. P6R, ASA; 15. abandonan, Diagrama N° 9 La posicién que ilustra el diagrama, sueedid en la 4% partida de un matcb por el campeonato de Holanda, entre Landau (blancas) y Fuwe (negras). La Torre blanca esté en situacién peligro- sa, porque el] negro anienaza 1. ..., P4TD; 2. TSC, R8A; después de lo cual el negro gana por lo menos uno o dos peones del ala dama Fero el blanco encrentra una linda combinacién que le permite salvar ja partide; 1. CXPGI P4TD 2. PCI! Intentando ganar la partida después de 2. ..., PXT? por 3. PXPT, T8D (Unica); 4. C8R jaque!! seguido de 5. PIT y 6. PST (D). E! negro por consiguiente jugé 2. PAXP a Jo que siguid 3. T4C La par da fué tablas. 63 Diagrama N° 10 Otro estudio de Henry Rinck, publi- cado en el “Deutscte Schachzeitung’? en el afio 1912. Goncluiremos esta serie de ejemplos con este hermoso final que termina en tablas por ahogado, Si a esta posicidén hubiésemos agre- gado una Torre por bando, mcs encon- trarfamos en presencia do un buen ejem- Plo de combinacién que salva una par- tida aparentemente perdida. ‘En esta posicién el negro amenaza 1. .... RIT ganando en seguida. Luego, 1, R8C Bs forzada, Pero ,cémo continuar después de PaT que proporciona al negro un Peén pasa- do protegido? Hay una solucién sor- presiva, 2. PAR Rec 3. PERIL PXP Forzado. De otra forma el blanco co- ronaria antes que el negro. Poro ahora el blanco no tiene movida ¥ ei juego es tablas por ahogado. 64 HL AJEDREZ AMERICANO El alfil malo teérico y el alfil malo practico La accién latente del alfil encerrado. Su desempefio fuera de la cadena de peones. Ejemplos instructives. Por ROBERTO GRAU Consideraremos hoy el problema del alfii encerrado, en esta tentativa nues- tra por reivindicar al famoso alfil ma- Jo, tan vapuleado por los aficionados a raiz del dogma de Réti. No es que que- ramos afirmar ni mucho menog que el alfil malo, propiamente dicho, sea una ventaja, pero si que sélo en un poreen- taje infimo de las posiciones los .alfiles suelen merecer el calificativo que le dan los aficionados apenas uno o dos peo- nes traban la movilidad de los mismos. Ademés hemos tratado de probar que nada se resuelve sacindolo de la cade- na de peones antes de jugar P3R, en el caso del alfil dama, ya que suele ser mucho més intitil fuera de la cadena de peones que dentro de ella. Mas initil Y, ademds, corre el riesgo de que lo cambien por un caballo y el adversario quede con dos pujantes alfiles en el me- dio juego, lo que en el noventa por cien- to de los casos es una ventaja posicio- nal neta. Hl alfil esté muy bien en 1AD en la gran mayoria de los planteos con las blancas y las negras. Lo vemos en el Ruy Lopez con las blancas descansar placidamente en su casilla de origen du- rante gran niimero de jugadas para s6- Jo dctuar cuando su accién es bien cla- ra, Lo observamos en las defensas In- dias manteniéndose en iAD, sin pre- ocuparse mayormente ni salir a 5CR porque si, En la misma apertura de la dama: 1. P4D, P4D; 2. CZAR, los maes- tros no se precipitan en jugar A4A, que es una movida plausible, como lo han probado muchos andlisis, ya que las blancas quedan algo mejor con P4ADt D3C - PSA y PSR encerrdndose el alfil dama, y lo observamos en el “stone- wall”, que, defectuoso en muchos aspec- tos, es generalmente mas fuerte cnando el alfil esté encerrado que en aquellas otras posiciones en que el alfil ha juga: do primero a 50R para ser cambiado. Y el alfil es mas fuerte por la simple ra- z6n que obra a manera de sostén del bloque central de peones y reemplaza al pedn rey en Ja defensa del PAR, en muchas oportunidades. Pero mejor sera que yeamos una partida para que el ejemplo sea mds claro: PARTIDA N@ 1848 P. Dama - Eslava Montalban - Grau 1, P4D, P4D; 2. P3A, PSR; 4. AGA, Hsta es una de las jugadas que més dificil hacen el “stonewall” para el ne- gro. Y lo entorpece porque domina las casillas negras, obliga a cambiar el al- fil rey negro, indudablemente muy va- lioso, por el alfil dama blanco, eviden- temente menos eficaz. 4. , A8D; 5. A3C, P4AR; 6. P3R, AXA; 7. PTXA, G2D3 El cambio de alfiles ha sido una des- graciada necesidad de la posicién, pues era el unico sistema para impedir que Jas blaIncas jugaran C5R, cémodamen- te. Ahora puede hacerse esa jugada, pe- ro luego de 8 C5R, CXC; 9. PXC y D2A, las blancas tendrfan serias dificultades, pues si P4AR seguiria D3CD| y si D4D, P4AD en ambos casos con Imenas pers- pectivas para el negro. Hu este planteo hay que impedir a toda costa C5R para C3AR, P3AD; 8. EL AJEDRBZ AMBRICANO que el alfil dama negro no quede sino aparentemente encerrado. Si se observa la posicién de ese alfil, no debe extrafiar que el comtin de los jugadores califique de ominoso a dicho alfil, y no es asi, ya que el plan de la lucha de las negras es jugar P4R y cuando esto hagan su alfil ha de co- brar una pujanza magnifica. Conviene tener presente que el cambio de alfiles ha dado a las negras, como compensa- cidn por la pérdida de su alfil en el planteo mas eficaz, una casilla muy fuerte para un caballo en 5CR. 8. ASD, D3A; 9. CD2D, C3T; 10. P4A, 2A; Mejor en este caso que C5CR, porque el caballo tiene un amplio programa en 8D, desde donde amenaza ubicarse en 5R, mientras el caballo dama y la dama fisealizan enérgicamente el punto 4R “ para evitar que el caballo vival se apo- dere de ese punto fuerte y entonces si trabe para siempre. al alfil dama. 11. PXP, Hsta jugada no agrada, pues ayuda a resolver el problema central a las ne- gras, pero la verdad es que no habia muchos planes mejores. Si por ejemplo, 11. P5A para evitar C3D, entonces se- guiria P4R con gran fuerza. Si 11. D2A, entonces C8D seguido de C5R. Las blan- cas, con este cambio, quieren abrir 1a columna alfil dama para iniciar wna contrademostracién en el flanco dama. Como se ve, las negras jugando con energia (la amenaza de C3D, y O5R) yan obligando a que el propio adver- sario deshaga la marafia de peones que envuelve al alfil dama. . 11, ...4, PRXP} 12, D2A, C3D; 18. PAT, CSR; 14, PST, TICD; Mejor que PSTD. Si PGT seguiria ahora PXP y después P4AD con gran juego en ambos #lancos, 15. TIAD, P8TD (ahora es necesa- vio); 16. PACD, D3D; 17 DAT, CDSA. Ahora ya se puede permitir C5R, pues en cualquier momento se puede desalo- jar al caballo. 18. C5R, 0-0; 19. C8C, C2D; 20. C8A, bar; Gon esta jugada las negras inician 65 una combinacién para explotar la de- bilidad de la situacién del rey blanco. Se amenaza OXPC seguido de DEPR-+, ganando el peén, y esta amenaza existe atin si las blancas se enrocan, Esto obli- ga, pues, aj, 21. R2R, TIR; Ahora la amenaza es mas fuerte y las blancas estén obligadas a jugar AXG, que.es en realidad el plan de las negras. Todo’ ha sido una maniobra tdctica para lograr que desaparezes el iltimo pedn que se oponia a la accién latente del alfil “ominoso”. 22, AXC, PAXA; 23. GiC, C3A; 24. CBA, ASC-+; Y el alfil ha entrade a jugar sdlo en la jugada 24, y de que poderosa mane- ya, Mientras el alfil blanco 3D, estra- tégicamente mejor, debid resignarse al cambio por el caballo de 5R; el de 14D, encerrado, criticado, vapuleado, cuando entré a jugar lo hizo de manera pode- rosa, porque la lucha tiene ya una fiso- nomia dada y dificiimente puede sopor- tar la posicién blanca la agresién de este enemigo, con el que no contaba, pues erréneamente lo suponfa radiado de la lucha. 28. RIR, TD1D; 26. D2T, A1A; ¥ el alfil, nego de haberle dado pa- s0 a la torre, vuelve a su humilde cas Na de origen, para esperar que las de- més piezas, especialmente el caballo desde 5CR, completen su accién demo- ledora y entrar a jugar para dar el gol- pe de gracia a la posicién rival. 27, TAT, PACR; 28. TITR, C5C; 29. C8T, R2C; Bs necesario apoderarse de la colum- na aliil rey. y para hacerlo es también necesario sacar al rey de esa diagonal para evitar un eventual CXPR, que ex- plote la inmovilidad del pedn dama. 30. T2A, Las blaneas acumulan todas sus pie- zas en el sostén del pedn alfil rey, so- bre el que ha de concretarse en breve una seria agresién. 80, ...., P&T; 31. T2R, D&D; Se va tejiendo Ja combinacién. Las megras atacan el peén que ha de que- 6S dar indefenso después de la captura del pedn alfil rey. 32. D2A, TIA; 33, D2T, Las blancas no tienen nada mejor que estar a la espera de los aconteci- mientos. Su wnica pieza agresiva, el caballo de 5AD. esté contenida en toda su accin ofensiva por el alfil, hasta ha- ce muy poco horriblemente malo, de las negras. 82. +» T2A; 34. D2A, TDIAR; 35. DeT, CXPA; Hl sacrificio ganador, que finea toda su fuerza en Ja oportuna entrada del aliil. 36, CXC, DXP; 87. TIA, DXPC; 38. ‘TeD, AGT; Y¥ esta formidable ubicacién del aifil decide la lucha inmediatamente. Como se ve, el alfil primeramente encerra- do, pero ejerciendo una accién de sos- tén de la cadena de peones, después apoyando el peén de 2CD y trabando al caballo de 5AD, y ahora rematando la combinacién de las negras, esta lejos de merecer el calificativo de malo, que generalmentie se le endilga a cuaiquier alfil que el ajedrecista objetivamente ve trabado en su accién. Sin considerar gue las piezas valen, no sélo por lo que hhacen, sino por Io que pueden hacer. 39, C6R+, RIC y las blancas aban- donaron. Ahora verén los lectores de qué ma- mera fueron batidas las negras en las dos partidas que més abajo publi- amos, en las que sacaron el alfil pre- maturamente fuera de la cadena de peones. Y los hechos fueron de sobre elocuentes. Veamos: PARTIDIA NO 1844 P. Dama - Balogh Fenoglio - Grau 1. C3AR, P4D; 2. P4D, ASA; Esta tentativa de sacar el alfil répi- EL AJEDREZ AMERICANO damente puede ensayarse como manio- bra tdetiea y ofrece algunas posibilida- des apenas el blanco no juegue con la cordura necesaria, Pero es técnicamen- te inferior, porque el alfil queda fuera de juego, a pesar de estar delante de la cadena de peones. Sin embargo, es sélo jugable en este caso, cuando las negras no han hecho el gambito directamente. 3. P4A, P8R; 4. G3A, Bn nuestra opinién, mejor que todas las maniobras para sacar provecho de la salida del alfil por medio de D8CD. Pues entonces, luego de 4. , OBAD se llega a la medula de la variante Ba- logh, que tiene un sin fin de sutilezas tacticas, que el blanco debe saber sor- tear. 4. PA; 5. PSR, Y¥ es ahora el blanco el que volunta- riamente se encierra el alfil, por cierto que de manera muy transiforia, mien- tras el negro ha resuelto, en apariencia, el famoso problema. Pero los hechos probaran que el alfil de 4A sélo sirve para que el blanco gane tiempos en la lucha y consiga intensificar su agre- sién. 5. ...., G3A; 6. ASD, PXP; Hn este momento las negras,. aun a costa de perder un tiempo. debieron cambiar los alfiles. No lo hicieron por- que después de 6. ...., AXA; 7. DXA, CD2D; 8, 0-0, A2R; 9. PAR, PXP; 10. CXP, CXC; 11. DKC, C3A; 12. D2R, Jas blancas conservan una evidente pre- sidn central y tienen una partida, si no ganada, mucho mas cémoda. No seria bueno replicar 12. ...., PAA, por TLD. ¥ si al sacar el alfil no resulta ventajoso cambiarlo por el alfil rival, no se ve cla- yo el beneficio de esa aparente jugada de desarrollo. 7. AXP, A2R; 8. 0-0, GD2D; 9, D2R, 0-0; El error mas grave. Hste es un grueso error estratégico. Era necesario evitar a toda costa PAR de las blancas, que si bien no tiene fuerza decisiva en las posiciones norma- les en que el alfil dama negro esta en- ‘SL AJEDREZ AMERICANO cerrado en 1AD, es grave ahora que el -alfil acttia en el centro y corre el ries- go de quedar copado. La jugada justa ‘era 9. ...., CBR, entorpeciendo el avan- ce del peén rey. Si para efectuarlo a toda costa, siguiera 10 CXC, AXC; 11. C2D, A4D; 12, ABD, P4AD, se reme- diaria el mal original, al ubicar el alfil en la gran diagonal. Omitida esa manio- ‘bra, tmica para equilibrar la lucha, la posicién negra queda técnicamente per- dida. 10. P4R, ASCR (era ain mejor A8C); 41. A8R, D4T; Las negras se encuentran sin juga- das satisfactorias. Pero aun P4AD daba ugar a una Icha mas razonable des- pués de 12. PXP, OXP; 18. TRID, D2A; 14, TD1A, pero las blancas mantendrian Ja iniciativa eémodamente. No obstan- te, es evidente que la jugada DAT de jas negras es inferior y revela a un ju- gador que se da por vencido antes de tiempo. 12, P8TRI Muy bien jugado. Obliga a replegar- ‘se al alfil y le quita a la dama la casi- ‘Ya 4TR, que permitiria una simplifica- cién. No seria lo ideal 12. ...., AXC, por 13. DXA, ya que si P4R 6 P4AD, seguiria 14. PBD, mds en cualquier ca- 80 era mejor que la movida que efectian acto seguido las negras. Pero el solo hecho de tener que cambiar un alfil que ‘tha hecho tres movimientos por un ca- ‘ballo que solamente jugé una vez reve- Ja lo precario de la maniobra de plan- teo del negro, que sélo puede acepiarse tacticamente. 12. A4T?; 18. PITD, TRIA; Las negras quieren jugar DID y DIAR. pero no hay tiempo. La tormen- ta sobre el enroque corto es muy fuerte. 14. P4CR, El ataque natural y simple, ya que no ventrafia ningtin riesgo. Y todo, a costa del desventurado alfil “bueno” de las negras. 14. ...45 A8C} 18, CR2D, P4T (no ser- via P4AD por PSD); 16 P4A, PXP; 17. PXP, A2T} F Las negras, sin rubores, podrian ya abandonar. No hay como detener el ata- 67 que de las blancas, que se realiza con el minimo de riesgo. 18. P&C, CIR; 19. D4c, RIA; Se amenaza AXPR. La tmica resis- tencia la habria dado 19. ...., CLA; 20. P5A, PXP; 21. PXP, P3C (para evitar P6C); 22. P6A y las negras quedarfan prcticamente con una pieza menos, ya que el alfil dama que intenté jugar en el planteo se veria reducido a la més ignominiosa de las posturas, en 2TR. 20. P5A, PXP; 21. DST, y las negras abandonaron ante las miltiples amena- zag de DXA, DXPA, mate, y TXPA, que no pueden contener. Alfil “malo” v. alfil “bueno” Como se observard. esta es yna ex- periencia valiosa para nuestra teoria sobre el valor del alfil dama liberado antes de tiempo. Ahora veremos otra partida, en la que se impone al final un alfil que durante toda Ja lucha fué un tipico y rematado “alfil malo” contra un alfil que siempre fué “bueno”. PARTIDA N° 1845 P. Dama - Saemich Letelier - Grau 1, P4D, PAD; 2. P4AD, P8R; 3. C3AD, C8AR; 4, C3A, CD2D; 5. PXP, PXP; 6. ASC, A2R; 7. P3R, 0-0; 8. A3D, P3A; 9. D2A, TIR; 10. A4A, CIA; 11. P8TR, ASD; 12. AXA, DXA; 13. 0-0, Asi 1 Hi alfil se mueve, pero a 103 solos efectos de darle accién a la torre dama. Por otra parte, nada mejor hace en 3R que en 1A, ya que domina el mismo mimero y las mismas casillas, y, en cambio, no sostiene el punto 2CD. 14, TRIA, T2R; 18. TDIC, |, Preparando una maniobra en el ala dama, que obliga al negro a jugar con suma cautela. 1B, veeey CRED; Para seguir si 16. P4CD con PACD con la amenaza de C30 y C5A. 68 16. C4TD, TDIR; 17. P4CD, PSTD; 18. CSA, CXC; 19. PDXC, Probablemente lo mds dindmico. Si DXC, seguiria D1C, y luego C2D recha- zando a la dama. Si PCXC las negras jugarfan D24 y después A1A, bloquean- do el ala dama y manteniendg dominio en el centro y ala rey. 19. +r D2A; 20. P4TD, A2D; 21. PSC, PTXP; 22, PXP, P8CR; Y ahora son las negras las que co- mienzan la presidén sobre el juego rival, Trataran de explotar el dominio sobre el punto 3R, que ejercen ambas torres, tema de tantas combinaciones. 23. D3A, P4A; 24, P6C, DiC; 25. T4C, C3R; 26. P3CR, Y en este momento las negras que habian efectuado C3R nara realizar, st PSCR, una combinacién ganadora o de muy dificil defensa, sufren uno los tan- tos fenémenos de amnesia comunes en ajedvez y dejan de dominar la partida, de acuerdo con el famoso tema del sa- evificio en 6R, que ha sido tratado en estas mismas columnas. La partida se debié continuar con: 26. ...., CXPA; 27. DEC, TXP!; 28. PXT, DXP+; 2% RIT, DXC-+, que sin duda es ganador, o a lo sumo puede proporcionar tablas a las blaneas, y las negras, en realidad, no podian pretender mucho més. En cambio jugaron: EL AJEDREZ AMERICANO 26... TITD, ATA; ¥ el alfil negro, tema de la lucha, vuelve a 14D, donde apoya el peén de 2CD y no entorpece a ninguna pieza. Como altil malo no puede pedirse nada mas perfecto, ya que no tiene ninguna diagonal donde ir que no esté ocupada por los propios peones, pero... 29, T(4)4TD, T2A; 30. CBR, DSA; 31. P4A, PACR; 92. A2R, T(2A)2R; 33. TIAD, PATR; 34. R2T, R2T; Necesario para poder jugar C3R sin los riesgos de CXPA, amenazando la dama y OXT+. 5, TICR, PS C2C; 27. R2C, DID; 28. Posicién después de la jugada 36¢ de las blancas Observemos la posicién. ;En qué ra- |; Mis Mejores Partidas | Por Alejandro Alekhine Es esta una obra que no debe faltar en ninguna biblioteca de ajedrez. El actual campeén mundial, doctor Alejandro Alekhine, comenta sus me- jores producciones comprendidas entre los afios 1924 y 1937, con Ia clari- dad en él reconocida y analizando cada partida con detenimiento Es la traduccién de la obra editada en inglés el afio pasado, y ha sido puesta en venta recientemente, adquiriendo todos los derechos la Editorial Sopena. La obra encuadernada en rastica se vende a $ 9.— mln. EL AJEDREZ AMERICANO z6n pueden fundar las negras esperan- zas de mover su alfil? Pues, en el do- minio de la eclumna rey y en la poslbi lidad de jugar eventualmente P&D, ya que si las blancas tuvievan, por ejem- plo, el peén de 3R en 41}, el alfil seria tipicamente el alfil malo de Réti, y na- die pretenderia salir en defensa de él. Pero hay una posibilidad de rotura y ha- cia ella se encaminan las negras, espe. culando, ademés, que las blancas en es- to momento jugaban apremiadas por el tiempo. 36. C3R; 37. TIAD, C1A; 38. TST, C30; 39. CXC, RXC; No parece mejor DXD, por T(1A)KD y si RXC, entonces A1AR, con buena resistencia, si bien siempre estarfan me- jor las negras, 40. D2D, PSD; La rotura clasica Y se produjo la rotura central, y aho- ra veremos al alfil malo entrar a jugar de poderosa manera, Combinacio ns y ald 69 41, T1D, T5R; 42. T3D, TXPR; 43. TXT, PXT; 44. D4D (mejor parece ser D1AD), DXD; 45, TXD, ASR; 46. TD, (si T6D, R2A, seguido de R2R y TID con final de alfiles ganador), A4D. Y¥ ahora el alfil malo juega delante de sus peones, en el final de la partida, ¥ el “alfil bueno” no tiene casillas acep- tables donde ubicarse, ni aun cuando no existiera el peén de ventaja. 47, RIC, R3A; 48. T3A, TER; 49. RIA, R8R; 50. RIR, TST; Las negras entregan el peén para en- twar con el rey y hacer valer la prepon- devante accién del “alfil malo”, ahora ubicado poderosamente en 5R. 51. TXP+, ASR; 52. AID, TST; 53. R2D, R4D; 54. TSA, RED; 65. ASC, A4D; 86. A2A, T7T y las blancas abandona- yon, porque se ha creado wna posicién. tipica de “zugzwang”, en la que no hay ninguna jugada satisfactoria. Como se observaré, estos dos ejem~ plos, tienden a robustecer nuestra teo- ria sobre el famoso alfil dama. as Aperturas Ha sido puesto en venta, editado por la Editorial Sopena Ltda., la segun- da edicién del libro “Combinaciones y Celadas en las Aperturas”, de Luis |f Palau. Los ejemplos presentados en el libro son muy adecuados para que los |} aficionados puedan familiarizarse con el espiritu de las aperturas, apren- diendo fas mismas en forma amena, a la vez que se deleitan con celadas honitas y combinaciones interesantes. Siempre resulté perjudicial el estudio de tratados pesados, donde co- |}! mo ejemplo de planteo se trascriben las primeras jugadas de partidas de grandes maestros. En esta forma el estudiante se aprende tas ocho o diez raejores jugadas de una apertura, pero cuando el rival comete un error en las jugadas iniciales, no esta en condiciones de explotar rapidamente la oportunidad y sacar inmediato provecho, cometiendo generalmente debil dades que lo colocan en inferioridad. La ofra, prolijamente revisada y con una serie de nuevas combinacio- nes instructivas, ha de merecer la aprobacién de los aficionados, quienes tendrén ocasién de apreciar cuales son los puntos débiles del juego en cada una de las aperturas y familiarizarse con los ataques tipicos de las mismas. Haga su pedide con tiempo. Precio del libro: encuadernado en rastica $ 4.— m|n. Dos lacidas EL AJEDREZ AMERICANO partidas del maestro Frank J. Marshall El maestro estadounidense Frank J. Marshall, que fué a principios de siglo una de las figuras mds sobresalientes del ajedrez mundial, tiene realizada una ccampafia de gran calidad, durante Ja cual conquisté éxitos significativos con su estilo pujante y elegante. Trascribi- mos a continuacién dos de sus buenas ducciones, a través de las cuales puede apreciarse la profundidad de su juego. PARTIDA Ne 1846 Jugada en el torneo de Nuremberg de 1906 P. Dama - ortodoxa Marshall - Leonhardt 1. PaD, P4D; 2. PaAD, PSR; 3. C2AD, C3AR; 4. ASC, A2R; 5. P3R, O- 6. C3A, GD2D; 7. D2A, P3TR; Actualmente se estima que el mejor procedimiento defensivo para las negras es a base del inmediato avance P4AD. 8. AAT, P8A; 9. P3TD, TIR; 10. TIA, D4T; sta forma de desarrollo de la dama es en este momento inadecuada. Lo me- jor era continuar con P3TD, para seguir con P4CD. 14. 62D, Hste retroceso del caballo rey es la reaceién natural de las blancas ante la colocacién de la dama negra en cuatro torre dama, como se produce en varias variantes de la apertura de peén dama. 44. , PAR; 12, PAXP, CXP; 13. AXA, CXA; 14. C4A, D2A; La excursién de la dama no ha surti- do ningtin efecto y, en cambio, ha cons- tituido una pérdida de tiempo. 45. TID, C3CR; Posicién después de la jugada 15? de Jag negras 16. A3DI, Una jugada ingeniosa, con la que las blancas incitan al adversario a jugar 16. ...., PXP; contra lo cual continua. rian con 17, AXC, PXC; 18. AXP} RXA; 19. C6D+, R1A; 20. D7T!, ga nando. Por ejemplo: 20. ...., CBA; 21. DST+, C1C; 22. CXT, ete. O bien 20. veeer TID; 21, D8T+, R2R; 22. DEP +, RSR; 23, D7A+, R4R; 24. D5A mate, : 16. ...., CDIA; 17, PSD!, P4G; 18. ©2D, PXP; 19. CXPD, DXD; 20. AxD, A2G; 21. AXCI, Habria sido un error serio jugar 21. O74, a causa de 21. TRIA; 22. OXT, TKA; etc. 21. ...., AXC; 22. AAR, TRID; 23. AXA, TXA; 24, C4R, TDID; 25. R2R, C8R; 26. TXT, TXT; 27. TIADS; RIA; 28, T8A+, R2R; 29. TSCD, No sirve ahora 29. C8A, por T2D; 30. OXP, T2C; 81. P#TD, P&T; ete. 29. ...4, PBT} 80. TEC, C2A; 31. PACD, P4A; 32, C3C, PBR; 88. CST, R2A; 34, C4A, T2D; 35. CECI, Al comentar este encuentro, Marshall dice que este es el movimiento que de- cide la partida. Si ahora contestan Jas negras 35. ...., RIR sigue 36. T8C+, BL AJEDREZ AMERICANO TID; 37. TET+, RXT; 88. C4T, ete. Y si 35. ...., T4D; después de 36. ‘T6A!, no hay defensa satisfactoria. 35. ...4, RIC; 36, TEC-+, R2A; Si 86. ...., R2T; se pierde en segui- da con 37. C8A+. ¥ si las negras res- ponden 36. ...., CLR; entonces sigue 37. TXC+, R2A; 38. TSTD, RXC; 39. TXP+, R juega; 40. TST, T2C; 41. R2D, ete, 37. CBR+, R2R; 38. CXT, RXG} 39. T6C, R2R; 40. P4C!l, PXP; 41, TEC, R2A; 42. TXPC, C4D; 43. TXP, C6A 44, R8D, CXT} La defensa de las negras es ya impo- sible. 45, RXG, RSR} 46. PATR, P3C; 47. P4A, R3A; Si 47. ...., PATR; sigue 48. R4D, R4A; 49, PAR-+, REP; 50. PbR, RLA; 51. RBD,-P4C; 62. PGR, etc. 48. R3A, R3R; 49. RdC, ¥ las negras abandonaroa. PARTIDA NO 1847 dugada en el torneo de Nuremberg de 1906 P. Dama ~ Tarrasch Marshall - Cohn 1. PAD, C3AD, P4al C3AR; Le continuacién correcta es en este momento C3AD. 6. ASC, A3R; Si 6. ...., A&R; después de 7. PXP, tienen muchas dificultades las negras. 7. P4R, PAXP; Contra 7. ...., PDXP; la respuesta exacta es 8. A5C+, etc. — En cambio, vesulta desfavorable para las blancas el golpe 8. CXP, a causa de P5A. 8. ABC+, CD2D; 9. CRXP, ASC: Si9. ...., A2R; sigue 10. AXC y Ine- go PXP. ¥ si 9. ...., PXP; entonces P4D; 2. P4AD, P8R} 3. 4, PAXP, PRXP; 5. C2A, cr 10. COXA, PXO; 11, AXC, PKA; 12. DsT+, R2R; 18. 0-0-0, ganando. 10. PS5R!, P3TR; 11. PXC, AXC+3 12, PXA, PXA; 18. CXA, PXC; 14. PXP, TRIC; 15. DST-+, R2R; 16, DXP “Fy REA; i No sirve 16. ....,-C3A; por 17. ASD, R2A; 18. AGC+, RXP; 19. TID, R1A; 20. T3D, y ganan. 17. DBT+, R2R; Si 17. ...., RXP; 18. TID, con ven- taja decisiva, 18. 0-0, TXP; 19. TRIR, C3A; 20. D8T, D3D; 21. ASDI, TDICR; 22. P3c, 5G; Si 22. ...., TAC; seguiria 23. T2R, y enseguida TDR. 23. ABA, CAR; Posicién después de la jugada 288 de las negras 24. AXPI, Las blaneas rematan ahora la lucha con el maximo de energia. 2A... .4) TIAR; . + sees, DEA; sigue 25, DXD+, 26. P4AR, etc. Y si 24. ...., CéA+; 26. RIT, CXT; 25. D4T-+, TSA; Si 25. ...., REA; nando. 26. AXP!, DXA; 27. D4D, R3R; 28. TD1D!, Y¥ las negras abandonaron, pues si 28. iy T2D; seguiria 29. TKC+, DXT; 30. DXT, mate. 26. TXC, ete. 26. DOT, ga- 2 LA NOVEDAD TEORICA EL AJEDREZ AMBRICANO La, Detensa. Siciliana, Una interesante idea del maestro americano Frank J. Marshall en el gambito Wing. De los ensayos que se han efectuado tendientes a sacar inmediato provecho de la defensa siciliana, el mas intere- sante fué, sin! duda alguna, el que reci- bié el nombre de Gambito Wing. Se tra- ta de una vieja tentativa, que tuvo su momento de furor, pero que a través de los anilisis y la practica, cayé en desuso, por haberse demostrado su in- consistencia. Veamos tal gambito y sus principales Ineas de juego: 1. PAR, P4AD; 2. PACD, PXP; 3. P3TD, P4D!; Lo mejor. Cualquier otra respuesta proporciona a las blancas un peligroso ataque, Por ejemplo: 3. ...., PEP; 4, OXP, PAD; 5, PXP, DXP; 6. A2C, C8AD; 7. C5C, DID; 8. DBA, PAR; 9, A4A, CBA; 10. DBCD, con ventaja. O bien: 8. ...., PAR; 4, PXP, AXP; 5. P8AD, A4A; 6. C3AR, O8AD; 7. A4A, P8D; 8. P4D, PXP; 9. PXP, ASG; 10. 0-0, ASG; 11. D3G, con superiori- dad (Partida Marshall - Verlinsky, Mos- cit 1925). O finalmente, 3. ...., P3R; 4, PXP, AXP; 5. P8AD, A2R; 6, PAD, P3D; 7. P4AR, PAD; 8, PBR, O8TR; 9. AsD, P44; 10, PXP ap, con superioridad (Partida Spielmann-Kéning, Viena 1922). 4. PRXP, La alternativa es 4. PSR, O8AD; 5. PAD, D2A; 6, C3AR, ASC; 7. PXP, CXPO; 8. P8A, G3AD; 9. C81, PITD; 10, AIR, PIR; 11, 0-0, TID; 12. DAT, ©2R; con mejor juego para las ‘negras, 4. ...., DXP3 5. A&G, PAR; 6. PXP, AXP; 7. C3AD, AXC; 8. AXA, C3AD; 9. G3A, CR2R; 10. A2R, 0-0; 11. 0-0, PSA; ¥ Jas negras quedan con una posicién superior. Pero aqui resulta sumamente intere- sante Ja sugestién recientemente hecha por el maestro Marshall. ‘Veamos: Después de las jugadas; 1. P4R, P4AD; 2, PACD, PXP; 3. P8TD, P4D; 4. PRXP, DXP; considera Marshall que Jas blan- cas obtienen excelentes perspectivas de ataque mediante el golpe: 5. C3AR, Si contra tal jugada responden las ne- gras con 5. ...., ABC; sigue 6. PXP, AXC; 7. DXA, XD; §. PXD, y es pre- ferible el juego blanco, a pesar de los peones doblados. ¥ si 5. ...., Ad; 6. PEP, AXC; 7. DXA, DAR+; 8. RID. DXT; 9. DXPC, con ventaja evidente. Ahora bien, la linea de juego més compleja e interesante es: 5. ...s, P4R; 6. PXP, AXP; americano Partiendo de esta posicién, que Mars- hall considera superior para las blan- EL AJEDREZ AMERICANO ‘eas, pueden producirse las tres siguien- tes continuaciones: T) 7. P8A, P4A; (Si 7. ...., ABD; 8. C3T, CD3A; 9. A4A, DSR-+; 10. A2R, CORBA; 11. C5CD, AIC; 12. TAT, DAA; 18, AST, con excelente partida para Jas blancas. ¥ si 12. +» D8C; si- gue 13, P4D, etc.) 8. C3T, PSR 9. CDEC, RID; 10. CR4D, CD8A; 11. DAT, C3A; 12. AST, y las blancas quedan con una partida muy buena continuando oportunamente con el enroque en el flanco dama. Il) 7. C8T, PSR; 8, CSCD, RID; 9. GR4D, CDSA; 10. P4AD, D2D; 11. A2C, C3A; 12, DAT, AGA} 13, C36, PSCD; 14. CXA, PXC; 15. AR, o también 18. ASA, con excelentes perspectivas. MM) 7. AST, C8AD; (Si 7. ...., AKA: 13 8. To CXA) 8, AXA, GXA; 9. C3AD, D4A; 10. ASC+, C3A; 11. TST, P3A Rj 12. DiT, C2R; 18, C4R, DXP; 14 P3D!, Con espléndido juego. APERTURAS DE AJEDREZ ES Por LUIS PALAU “EI Gambito de la Dama” Wnouadernado en ristica con esme- rada presentacién. Excelente tratado moderno de aperturas. $4.— m| Q Bmé. MITRE 3036 - 20. piso E. Buenos Aires arecistica en castellano. sante apertura, cién a! precio de: $ 4.— min. “Fi Gambito de le Dama” Con el titulo del epigrafe esté en venta un nuevo libro de ajedrez que ha venido a Uenar un vacio en la literatura aje- Se trata de un libro de aperturas, donde se puntualizan las més modernas lineas de juego del gambito de la dama, con la indicacién de las altimas novedades existentes sobre esta intere- : Esta obra, que es la primera parte de un estudio completo sobre las aperturas, trae instructivos ejemplos para cada linea de juego y, comparada con otros textos, se ha colocado en un término medio, pues no tiene la aridez de los libros que acu- mulan variantes y variantes sincomentario alguno, y tampoco se excede en estos tiltimos. Contiene cincuenta y dos partidas, casi todas extensamente comentadas y bien seleccionadas. El libro, de excelente presentacién, encuadernado en ristica, se vende en las principales librerias y en nuestra administra- 14 Fijercicios de Las wltimas publicaciones ajedrecis- tieas traen interesantes articulos, ius: trados con ejemplos de combinaciones. Autor de finales artisticos, W. Corn, analiza en “Chess” diversas composi- ciones, tfatando de clasificarlas segin su Tema, Ejecucién y Ustilo. La anti- gua revista inglesa “British Chess Ma- gazine” publica un estudio del conoci- do problemista T. R, Dawson, cuyo ti- tulo es “Temas del problema en una partida de ajedrez”, Bl autor descubre que algunas combinaciones jugadas re- presentan fielmente “temas problemis- ticos”. Y finalmente “Hl Ajedrez Ameri- cano” trae un articulo escrito por el Dr, GC, Skalicka a base de los profundos estudios de su colega, el famoso com- positor de finales artisticos F. Dedrie. Este titimo articulo nos habla de dos tipos de finales — posicional y combi- nativo — y analiza la diferencia entre ellos. Todo esto esta bien. Excelentes ejem- plos, acertadisimos comentarios. Y sin embargo... Algo falta en todos estos articulos; algo que podriamos Mamar — “emocién estética”. Los autores han visto y hasta creado muchas composi- ciones hermosas y por lo tanto se olvi- dayon que el lector, el humilde aficio- nado, es todavia sensible — gracias a su ignorancia — a la belleza de ajedrez. EI tono frio y cientifico de los articu- los mencionados hiela su entusiasmo, ¥ siguiendo el ejemplo de los “cono- cedores”, el primitive ajedrecista apren- deré a ocultar su emocién bajo la mas- cara de indiferencia, clasificar las obras de arte en vez de admirarlas, diferen- ciay los detalles técnicos en ven de se- guir la idea ‘principal... Hsta seceién publicaré a menudo y con un comentario explicativo, ejem- plos de hermosas combinaciones, tanto ocurridas en el juego, como compuestas. —o— En este articulo mostraremos algunos EL AJEDREZ AMURICANO Combinacién_ tipos de combinacién, cuya idea princl- pal es: atraer la pieza enemiga a una posicién mala o bien distraerla del pun- to estratégico en que desempefia un papel defensivo importante. Monte Carlo 1903 Mieses Reggio Juegan las negras. El primer ejemplo nos ensefia, eémo se distrae una importante pieza enemi- ga de la defensa de su rey. Las negras han preparado un bonito “mate ahoga- do” por medio de DéR+, pero la dama blanca vigila atentamente este lugar. Resulta, que para cometer el crimen hay que alejar primeramente al vigilan- te. Seria lindo 1. A5T+, pero segura. mente el blanco no tomaré el alfil, sino que su rey aprovechardé la oportunidad para escapar, La imaginacién fructife- va de Mieses encuentra una hermosa combinacién. Te scene TEC!! 2. DXT Claro, que a 2. PXT? seguiria DéR+- y mate a la siguiente. Bl sefior Dawson en su precitado articulo nos hace recor- BL AJEDREZ AMERICANO dar gue a este tema lo llaman los pro- blemistas: “la interferencia de Nowot- ny". peed ABT! Ahora las blancags pierden la dama, pues si 3. DXA, D6éR-+ etc. Hjemplo No 2 (1859) Thompson Morphy El blanco abriga sus iiltimas esperan- zas en su pedn pasado y préximo a co- ronarse. Mas, este no puede avanzar, pues 2 1. P7T seguiria CXT, 2. RXC, ATA+. Bl genio ajedrecistico de Morphy en- cuentra una solucién tan hermosa co- mo inesperada. 4, TERY! AXT Obligado a tomar Ja torre. (amena- zaba 2. R6A) el alfil contrario se ve forzado a ubicarse en una posicién in- edmoda. ;Porque incémoda? — lo vere- mos en seguida. 2. P7T! eseee Si ahora 2. C30; 3. RXC. EL jaque del alfil perdid su eficacia. Y ahora veamos un ejemplo algo mas complejo que los anteriores. es Bjemplo N° 3 Jerusalen 1933 Gzerniak Oestreicher Juegan las negras. La tltima jugada del blanco ha sido A4A, Ahora juegan las negras por to pron- to estudian Ja posibilidad: 1., TXP+. Tomar un peén enemigo y dar- Je Jaquel Dos deseos ardientes de todo ajedrecista pueden cumplirse en una so- la jugada! Pero, qué hacer luego de tomar el pedn? no se ve ninguna continuacién del “ataque” Al contrario, el rey blan co expulsado a 40 amenazaba internar- se aun mds profundamente en la Dosi- cién negra, p. ej. a 5C y GA. Bntonces pens6 el negro en jugar 1. P4TR amenazando con TXP mate. Las Dlancas no tienen otra réplica que; R4T, pero jqué réplica!. Amenaza R6T se guido de mate, Y¥ de todas estas reflexiones por fin el golpe acertado. Le Pacit Cierra el paso del rey blanco via 5C obligando a su propio alfil a colocarse alli! Las blancas abandonaron. Si 2. AXP, P4TR! seguido de mate inevitable. Y si 2, TEPA, PXA; 3. T7C+, R1A; 4. T7A+, R1IR y gana. surge 16 Solaciones EL AJEDREZ AMERICANO de Finales No 253: 1 T2A, ATG; 2 T2C, RIR; 3 T8C+, R2D; 4 G7A, P4A: 5 TSD-+, RBA; 6 T2D, P5A; 7 C8D-+, R4A; 8 CXP+ R8A; 9 C8D+, R4A; 10 TXA, P8T(D);" 11 T5C-+, R&D; 12 T5D mate. N? 254: 1 PSR, CXP; 2 P8A(D), C5A+; 8 RET!, C3C-+; 4 RIC, CXD; 5 A5D+, R8G; 6 RXC!, DXA; y tablas por ahogado. NN? 265: 1 A2ZAl, TAC; 2 TIGD, T4CD; 3 ABA, P7T; 4 T3C-+, RSC; 5 A4D, RSA; 6 RXP, R5R}! 7 AIT, R4D; 8 T2C, PEC; ‘9 RSC, R4A; 10 T2D, TSC; 11 ABA, TSR; 12 T8D, y tablas. Si 1 A5A, seguiria 1... PTT; 2 A4D, ROC; 8 ASR+, RGA; 4 TIA+, TTA; 5 ‘TIAD, RSR; 6 T4A+, RAD; 7 TAD+, R4A; 8 TID, REA; 9 TIR, R6C; 10 A&C:, TIAD; 11 AIT, R6T; ganando. N° 256: 1 P8C, TICR; Si cualquier otra, 2 T4T+, PXT; 3 PAC +. 2 T4CD, PSC; Necesario, para evitar la amenaza de mate. 3 TIC, TAC+; Unica. 4 RXP, T3C+; Forzado. 5 R7A, P7D; No hay mas. 6 P4T, PSD D; RIC, 2.05 Si RXT, queda ahogado. B..., T4A5 Si 8..., T3C+; 9 RIT! 9 TICD, R4C; 10 TéC, RAT; Si la torre se mueve verticalmente ganan con mate, y si se mueve horizon- talmente, lo mismo que a R4T. 11 TSC, y ganan. 7 TXD, T8SA+; 8 NO 257: 1, R4A, RAT; (Si, 1. ...., ROT; 2. P6C, RIG; 8. ‘RSD, seguido de R3R, A2A, y TTR, ga- nando. Si, 2. » A&C; 3. REA, RG 4. RGD, seguido de R7A, y TICR, ganan- do. Si,.2. ...., AIT; 8. R5C!, ete. ete.) 2. TIT+, R8G; 3. TET+, R2A; 4. T6CR, ASR; 5. T7C-+, R3D; (Si, 5. R8C; 6. TSC, RAT; 7. RSA, AIT; — si, 7."i.., RST; 8. P6C, ete, etc. — si, 7. , A2C; 8. TEC, RST; 9. PéC!, RAT; 10. TSC, gana — 8. T7C!, A2C; 9. TEC, RST; 10. P6C, ASR; Il. TSC!, y gana.) 6. R4D, A2C; 7. T6C-+, ROR; 8 RSR, R2A; 9. T3C, AiT; 10. P6G, R2R; 41, T7C-+, RIA; 12, R6A, RIR;. 13 R6R, RIA; 14. T3C, y gana. Las variantes falsas del blanco Si, 1. P6C, R6C; 2. R4D, A2C; 3. R8R, R5C; y tablas. Si, 8. TICR, AGA; 4. R&R, A2C; 5. R2A, RSC; y tablas. Si, 8. TLAD, RIC; 4, TLCR, RTA; 5. R8R, RGA; tablas. Y sera inttil ensayar cualquier ma- niobra, si el negro consigue jugar, 1. ss RGGI; la jugada 1, TiCD, no pue- de evitarlo porque sera desalojada con el tiempo equivalente, Por ejemplo: 1, TICb, ASR; 2. TIC, RGC!; 3. RAD, A2C; 4. TLAD, RIC; 5. TIR, R6C; 6. PSC, ABA!; 7. RSA, AGA 8. RGD, RGA; 9. R7A, RTD; tablas. NO 258: 1, AGA, R8D; 2, A7R+, R4R; 3. ASD, R3D; 4. A7R+4-, R3A; 5. P6A!, P7T; 6. ABA, (Si 6. RSA?, PST (D); 7, RIC, RID; 8. ASA, DIT!; ga- nan) 6. P8T(D); 7, A6T, y tablas. Sil. P6A?, PTT; 2. R8a, PSTD); 8. RIC, (Si 3. R&C, DIC; 4. ASA, DIT; 5. RIC, R&D; 6. RSC, RIK; 7. RTC, 8. R&C, AGC; 9. RIC, D8TR!; see ROD; 4, AdA, RBR; 5. . ASR, DOAR; 7, A2D, DIR; 8. AIA, DSR; 9. 43R, DGD; 10. A14, D6AD; ganando. NO 259: 1. C3R+, RIT; 2. A7T, PST (D.); 8. P6C, seguido de C4C, CSR, etc. Ne 260: 1. R2G!, R2A; 2, R3A, RZD; 3. R4A, R3R; 4. R4R, P3C; 5. RAD, P4D; 6. RSR, R4R; 7. RSD, PSD; 8. R4A, RR; tablas. Sid. ...., PAD+; 5. R4D!, RID; 6. P6C, R3R; 7. PSC, RSD; 8. PAC, RIR; BL AJWDREG AMERICANO 9. RBA, RAR; y tablas. Si 7. ...., RIR, se produce lo que No 261; sigue. 1. 68-4 8. D3A+ R7R 2. DaT+ Si 8. RBA; 9. D6A-+, ganando Si DXD, ahogado. la dama. ett R7G Si 8. ...., R5R; 9. D&D+, ganando 3. D2T+ RBA la dama, 4. D7 aa . D2C ReD No DXD;’ por ahogatlo. arent gee R7D Cualquier otra, gana Ia dama. 8. D264. R8R 10. D8C-+ 0 Peony Ce ceace No DXD, por ahogado, iSiguen los See ee eee eee eee ahogados! 1 DXD, ahogedo. a MOREE R7D ee 11. D2T+ Rep Pcie Rea Otra, pierde la dama. SIT. ...., R8A 0 86, 8. C3R+, ganan- 12, c26-+ : do Ia dama. ganando enseguida la dama. Torneo Internacional de Ajedrez MAR DEL PLATA 1941 Por LUIS PALAU Se encuentra en venta el libro del Torneo Internacional de Mar del Plata, Es la primera vez que se edita el libro de un torneo internacional, en la forma completa en que aparece esta obra. Las 153 partidas det certamen se publican con instructivos comentarios téonicos de Gedeén Stahlberg, Miguel Najdorf, Erich Eliskases, Miguel Czer- niak, Luis Palau y Enrique Falcén. Contiene la obra una sintesis de todos los torneos Internacionales efec- tuados en Sudamérica, con el cuadro final de cada uno de ellos, fo- tografias de jugadores, diversos aspectos de la ciudad de Mar del Plata, cuadros del torneo y en su parte final un extenso estudio sobre aperturas, con Ia base de fos planteos y' las novedades producidas en esta gran com- petencla. Consta la obra de mas de 300 paginas y esta presentada esmerada- me te. EI libro, encuadernado en rGstica, cuesta $ 6.— Haga su pedide por giro postal o bancario LUIS PALAU — Bmé. MITRE 3036 — 20. plso E — Buenos Alres. "8 BL AJEDREZ AMBRICANO Soluciones de ‘Problemas NNO 526: 1 DAA. NO 527: 1 REA. Ne 528; 1 D2T, R4C; 2 PAG, ote. NO 529: 1 ABR, RXA; 2 D4A-+, ete. Si 1..., PKA; 2 C3R+, ete. ¥ sii..., TRA; 2 C4A+, ete. N9 630: 1 D7T, ASD; 2 DXPT, ete. Sil..., ABR; 2 O6A, ete. Sit..., TAR; 2 AXT, ete. Y si A&R; 2 DKA-+, et. No 531: 1 TSAR, K5D; 2 T3G, AG 8 AGA+, ete. Si 1..., RTD; 2 T3A, AGD; 3 ASC+, etestera. Si1..., RGR; 2-T1p, A6D; 3 C2A+, steéter Sk i..., R6A; 2 TSD, AGD; 3 C4R+, etcétera. Y si 1..., PIT; 2 T3A+, R5 o 7D; 3 RED, ete. N9 532: (Agregar un pedn blanco en cuatro altil dama) 1, AIR, T4T+; 2. AXT, PXP; 3, D7C mate. Si 2. ...., PU; 3. TST, mate. Si 2. -+.» AXP; 3. D2C mate. sit. TXD; 2. CBR+, RXO; 3. TXP mate. Ysil.. 3. DXT, mate. No? 533: 1. D4R, N@ 834: 1. D7R, No 635: 1, TSR, Ne 836: 1. T4T, P8A 0 C8G; 2. TEC+), ete. , AXP; 2. DIA+, RTR; Si. + O4C; 2, A2R+, ete. Sil + R6A 0. P4A; 2. DXC+; ete. ¥ sii. RAG; 2. AXG, etc. N° 537: 1. C8C, RXP; 2. D3R+|, etc. Sit. RAT; 2 O7C+, ete. Sit. +» T6C; 2. D4D-, ete. Si 1. + TITR; 2. C6T-+, ete. ¥ sit. ...., T80; 2, O70, otc. No 538: 1. T7AD, R4A; 2. T7R, AXP; 3. DBD, etc. sil. . TIR; 2, T5A, T4A; 3. DER+, ete. ¥old. ...., AXT; 2, PXP+, R4A; 3. C7C+, ete. N° 539: (mate inverso) 1. D38C, PXD; 2. C3CR, PST; 3. R3R, R8D; 4, C(3C) 2R, TBA; 5. C3A+, TXC} mate. ¥sii. ...., PKC; 2. DXPD, PXP; 3. RIR, P6G; 4. C2R+, RYA+; 5. DID+, TXD mate. N° 540: (mate inverso) 1. D2T, AXP; 2, DXP, A juega; 3. C2D+, R7C+, 4, DiA+, TXD mate. Sid. ...., A2C; 2. RIR, ALA; 3. TiT+, R&A; 4. D2A+, RXD mate, Ne 541; (Mate inverso) 1. T2TD, PXP; 2. AXP, P4D; 8. AID, P5D; 4. AJA, P6D; 5. A2D, R7G mate. NO 642: (Mate inverso) 1. D6C, ASA; 2, ATC, PBC(A); 3. TSR, A(BA)XT; 4, CBA-+, AXC; 5. C5C-+, TXC; 6. DEC +, TXD mate. ¥ si 8. ...., A (8C)XT; 4. C5C-+, AXC; 5. CbA+, TXC; 6. ASA+, TKA mate. ‘SIRVASE/ BL AJEDREZ AMBRICANO 9 ‘Problemas y Finales “Seccl6n Compositores Argentinos” @n esta seccién hemos seguido reci- biendo trabajos de nuestros lectores y a yarios los hemos remitido sus pro- blemas y finales, indicdndoles las‘ pe- quefias fallas que contenfan. Esperamos que sepan interpretar ta- Jes observaciones, que Hevan el deseo de un mojoramiento y un aliciente para nuestros lectores, y esperamos también que nos devuelvan sus trabajos ya co- rregidos. En el presente numero publicamos un trabajo de Luis M. Parenti, ya bien conocido de nuestros amigos. a través de varias de sus obras. Este joven com- positor ha dado preferencia a log fina: les de estudio, que siempre resultan ins- tructivos. Bl trabajo que ahora presentamos cfrece un ejemplo sumamente intere- sanie sobre un viejo tema y el sefior Parenti consigue wna realizacién exce- lente. | Dr. Arén Schvartzman El estudio esta dedicado al destaca- do aficionado de segunda categoria del Cfreulo de Ajedrez de Buenos Aires, Juan Vara, y lo recomendamos especial- mente a nuestros lectores, Final N° 262, L. Parenti Juegan las blancas y ganan CIRUJANO DEL HOSPITAL FIORITO MEDICO DE LA MATERNIDAD “BIANCHI” ONDAS CORTAS ELECTRO — CIRUJIA —~ RAYOS ULTRAVIOLETAS. SARANDI 12 U. T. 47 - Cuyo 1266 CONSULTAS de 15 a 18 horas, BL AJEDREZ AMERICANO PROBLEMAS No 543, Nield mio — Dally N. 1924 Ne 844, Rietveld ter Premio — L’Alfiere 1924 Mate e1 Ne 845, Ulbrich N° 646, P. ten Cate 29 Premio — Ass. Sasc. 1924 1 jer Premio — T. Austral 1924 No 547, Gulaev N° 548, Votruba 29 Premio — Chacmati 1928 1 jer Premio — Prager Pres. 1923 Mate en 3 jugadas

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