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UNIVERSIDAD NACIONAL

AUTONOMA DE MEXICO

FACULTAD DE ESTUDIOS SUPERIORES ACATLAN

Metodología de las ciencias sociales

El Materialismo Histórico
Karl Max

Alumno: Marcos Hernández Jesús Jonatan

GRUPO:2201

PROFA.Susana Ostolaza

.
11/06/2021

1
Índice
INTRODUCCIÓN ……………………………………………………………………….. 3
Hipótesis………………………………………………………………………………… 4
Hipótesis nula…………………………………………………………………………... 4
Objetivo general………………………………………………………………………… 4
Objetivo particular ……………………………………………………………...……….4
MARCO TEORICO
CAPITULO 1
Generalidades de Karl Marx………………………………………………….....…. 5
El materialismo………………………………………………………………………. 6
Bases del materialismo histórico…………………………………………………… 7
Psicología y lenguaje ………………………………………………………………...9
Leyes e ideas …………………………………………………………………………9
Política………………………………………………………………………………... 9
ECONOMIA ……………………………………………………………………….…10
CAPITULO 2
¿Que son los coronavirus? ……………………………………………………..….11
Origen y propagación de COVID-19 ……………………………………………..11
Distanciamiento social y la brecha de 'derechos' en la era de COVID-19 …...13
CAPITULO 3
Economía social tras el COVID-19 …………………………………………… .14
Marx en los tiempos de COVID-19 ……………………………………………..16
MARCO TEORICO REFERENCIAL………………………………………………..19
Justificación …………………………………………………………………………20
PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA ……………………………………………. 21
METODOLOGÍA ……………………………………………………………………..21
Bibliografía ………………………………………………………………………….22

2
INTRODUCCIÓN

La sociedad donde el humano ha ido creciendo va cambiando conforme pasa el


tiempo y esto provoca cambios dentro de ella desde cómo se perciben las cosas
hasta como se va comportando el humano, estos cambios van ligados con la
evolución de los pensamientos de la humanidad y su economía, hoy se puede ver
los cambios drásticos que tuvo el ser humano después de una pandemia donde la
ciencia avanzo a pasos agigantados, la sociedad se tuvo que adaptar a normas de
salud a las cuales no estaban acostumbrados, también tras este suceso las
fuentes de trabajo se vieron afectadas por el COVID 19, y cuando se modifica el
modo de producción y de trabajo, tiene como cambios las relaciones de trabajo,
el modo de la producción y es obligatorio que cambie la estructura de las
instituciones al igual que la ideología, teorías y pensamientos del hombre que es
lo que nos explica el materialismo histórico de Marx.

El núcleo del materialismo marxista explicita que lo esencial de la realidad humana


se encuentra en lo que puede ser comprendido como condiciones materiales de
desenvolvimiento de la vida humana; y que por ello todo otro tipo de realidades
son derivadas de las primeras.

Hoy, existe el miedo implícito de una pandemia que amenaza la supervivencia de


la especie humana saca a la luz aquella crisis que viene padeciendo la
subjetividad; problema de la esencia humana que se ha visto sepultado con el
tiempo por el deslumbrante mundo de las mercancías y el mercado capitalista.

Detrás de las circunstancias locales, la crisis desatada por la pandemia responde


a bases sistémicas que necesitan ser cambiadas, no es una cuestión reducible a
las buenas o malas acciones de los individuos, los partidos políticos, o las
instituciones de salud y los profesionales. La crisis de la subjetividad y el problema
de la esencia humana urgen ser atendidos.

Modernizar al mundo contemporáneo no solo es racional e imprescindible, sino


posible. Subvertir el orden de cosas, no puede ser más un lujo de la izquierda,
sino una necesidad de orden humana.

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Para que la humanidad sobreviva, necesita superar su estado actual y llegar a ser
una sociedad verdaderamente humanizada.

Hipótesis: Si el materialismo histórico de Karl Marx explica los cambios en la


historia de las sociedades entonces es aplicable en la pandemia de COVID-19.

Hipótesis nula: La filosofía del materialismo histórico de Karl Marx no es


aplicable en la pandemia de COVID-19

Objetivo general: Exponer claramente el pensamiento filosófico de Karl Marx


sobre el materialismo histórico en tiempos de pandemia de COVID-19.

Objetivo particular: Comprender el materialismo histórico de Karl Marx.

Explicar la pandemia del COVID-19, mediante el materialismo histórico.

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MARCO TEORICO

CAPITULO 1

GENERALIDADES DE KARL MARX

Karl Marx nació en Tréveris (Alemania) en 1818. Estudió la carrera de Derecho


pero su gran pasión fue la Historia y la Filosofía (precisamente su tesis doctoral
versó sobre los atomistas). Finalizados sus estudios universitarios empezó a
trabajar en el año 1842 como redactor del periódico La Gaceta del Rhin; en este
diario escribió artículos en los cuales hacía una denuncia de la situación social y
laboral de los trabajadores asalariados. Esta denuncia motivó el que el periódico
fuese cerrado por las autoridades gubernativas. En 1843 se marcha a París y
entra en contacto con corrientes de pensamiento socialistas y comunistas; conoce
a Proudhon, a Bakunin...y a quien sería su gran amigo y colaborador Federico
Engels (1820-1895). Después de ser expulsado en repetidas ocasiones (de París,
de Bruselas) y de pasar por una calamitosa situación económica se traslada en
1850 a Londres donde se establece de manera definitiva. Murió en esta ciudad en
el año 1883.

Es por primera vez en los Manuscritos de economía y filosofía, escritos en el año


1844, cuando podemos ver verdaderamente formulado el núcleo del materialismo
marxista ya formado como teoría de la evolución de la sociedad y del hombre,
aunque no tenga la precisión de análisis que muestra en otras obras posteriores.

El ambiente filosófico en el que se desarrolla la filosofía de Marx está marcado por


la presencia del filósofo alemán Hegel y por quienes se constituyen como sus
herederos defensores (derecha hegeliana), y como sus críticos (izquierda
hegeliana).

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EL MATERIALISMO HISTÓRICO

Las realidades superestructurales aparecen como formas especiales de la


producción, éstas caen bajo su ley general. Además, el carácter derivado de estas
realidades (estado, derecho, religión…) con respecto a la realidad económica, se
puede observar en que la superación en el dominio de la economía, que
constituye la vida real, es la base del cambio de las otras realidades y
especialmente del de la conciencia enajenada.

La vida económica es la vida real y su cambio no sólo la altera a ella, sino


también la conciencia, que de esta forma aparece como realidad derivada de la
económica. la alienación económica es fundamental, y la alienación que se da en
la conciencia depende de la alienación económica, en tanto la realidad económica
toma la forma o existe como propiedad privada.

Así, en este sentido, también se podría contemplar al CIVID-19 como fenómeno


histórico con el mismo esquema de interpretación materialista, en este caso para
la historia, basado en lo más real y en lo que es generante, en la “práctica
industrial y comercial”. Se podría decir “Se ha probado que el COVID-19 se
conservó y desarrolló en y con la historia, pero que ese desarrollo no puede ser
constatado más que con los ojos del hombre de mundo y no con los ojos del
teólogo, puesto que hay que basarlo en la práctica industrial y comercial y no en
una teoria”( K. MARX-F. ENGELS, La Sagrada Familia, p. 125). Digamos de paso,
que aquí se trata la teología y la teoría como falsa conciencia, pues la conciencia
no ideológica contempla los fenómenos ideológicos como consecuencia de la
praxis económica, que es la praxis real, sobre la que se fundan las demás.

Dice Marx: “Pero desde el momento en que no se persigue el movimiento histórico


de las relaciones de producción, cuyas categorías no constituyen más que su
expresión teórica; desde el momento en que no se quiere ver en las categorías
más que ideas, pensamientos espontáneos, independientes de las relaciones
reales, se obliga uno a designar el movimiento de la razón pura como el origen de

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tales pensamientos” (K. MARX, Miseria de la Filosofía, p. 167-8). Aquí, como se
puede comprobar, hasta las mismas categorías teóricas con las que se expresa la
realidad tienen un origen material, económico más concretamente.

En lo atinente a una expresión positiva del núcleo materialista, en el sentido de


que la vida mental, ideológica o espiritual se encuentra determinada por la
materialidad de la infraestructura. Por ejemplo: “Los mismos hombres que
establecen las relaciones sociales conforme a su productividad material producen
también los principios, las ideas, las categorías conforme a sus relaciones
sociales” ( Op. cit., p. 173-4). Igualmente, lo que llama las relaciones de hombre a
hombre resulta de un núcleo material que esta vez conoce como “condiciones de
existencia” y que hace a los hombres autores de su propia historia. Por tanto, se
abandonan aquí los “principios eternos”, mostrando el “verdadero punto de
partida”( Op. cit., p. 181).

Así pues, como estamos viendo, es la base económica o social la que genera las
realidades políticas. Así, tanto el derecho como las ideas son constituidos por esta
realidad material, en este caso de las relaciones de producción y propiedad
burguesas. Por ello, el derecho de la época contemporánea es, en última
instancia, un producto de una clase, la clase burguesa, que domina en la
sociedad; y éste se concreta como determinación de una voluntad edificada por
unas condiciones materiales específicas.

BASES DEL MATERIALISMO HISTORICO

Producción y desarrollo tecnológico.

Al igual que las diversas formas de conciencia, también el desarrollo tecnológico,


que como tal se incorpora, lógicamente a la infraestructura como fuerza
productiva, está condicionado por la realidad material, económica que lo precede.
Así, por ejemplo, la invención del ferrocarril y su desarrollo tiene su causa en las
necesidades económicas ( K: MARX- F. ENGELS, La Ideología Alemana, p. 353).
En otro lugar desarrolla la tesis materialista refiriéndose a las condiciones de
producción. Es en la apropiación de estas condiciones donde se define lo

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sustancial de lo real, porque ello es la premisa de la actividad subjetiva, de las
representaciones mentales.

“La apropiación efectiva no se desarrolla primero en la relación mental sino en la


relación real y activa con las condiciones objetivas de la producción, al representar
realmente estas las condiciones de la actividad subjetiva” (Op. cit., p. 359). Como
se ve, también se da aquí una gradación de la realidad, teniendo la realidad
económica más consistencia. En este sentido, es también en la realidad de la
economía donde nace la actividad subjetiva, en tanto que comunicación y
lenguaje. Gracias a la cual se “modelan fuerzas e ideas nuevas, así como modos
de comunicación, necesidades y lenguajes nuevos” ( Op. cit., p. 360). Así pues,
es del mundo de la producción de donde viene la creatividad y la formación
sustancial de nuevas realidades: las espirituales, que en términos marxistas, son
superestructurales.

Esta preeminencia de la realidad económica es la que hace que el cambio de las


fuerzas productivas conlleve la transformación de las relaciones políticas, la
religión, el carácter, la concepción de los individuos etc., siendo, en este sentido,
incluso el desarrollo de la ciencia un “aspecto” del desarrollo de las fuerzas
productivas. ( Op.cit., II, p. 30.)

Igualmente, la esencia del fenómeno de la alienación se debe encontrar en el


hecho de la realidad infraestructural y no en un producto subjetivo que estuviera
en la mente de los trabajadores. Por ello su ubicación se encuentra en la
producción. Más en concreto, en la apropiación del trabajo del obrero, en la
actividad que realiza para el capital: “…La producción de ese cuerpo objetivo de la
actividad se efectúa en oposición a la fuerza de trabajo inmediato; ese proceso de
objetivación poseerá el carácter de alienación para el obrero, o de apropiación del
trabajo de otro para el capital. Esta subversión y esta inversión son totalmente
reales; no están… en el espíritu de los trabajadores y de los capitalistas” ( Op. cit.,
II, p. 344).

Así pues, al igual que en los Manuscritos de Economía y Filosofía, la alienación es


económica en cuanto que el obrero es desposeído por el capitalista, que se

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apropia del trabajo ajeno, del trabajo del aquél. Por ello, como ya dijimos, es una
alienación que tiene su base en la economía, su raíz en el mismo funcionamiento
del sistema capitalista y no, por ejemplo, en la subjetividad del capitalista
particular.

Psicología y lenguaje

La concepción materialista de la realidad abarca también lo que podría llamarse


(siguiendo a Wundt) la Psicología de los Pueblos porque también la mentalidad o
el carácter de un pueblo es producto de lo material.

Leyes e ideas

Marx opera con el condicionamiento o la determinación de lo político por lo


económico, expresado como relaciones de producción, o como fuerzas
productivas. Es entonces coherente con su sistema de pensamiento que el autor
entienda que las reglas que regulan el funcionamiento de la sociedad, las leyes,
no son establecidas por el legislador, sino que son producto de lo material, de la
producción. Efectivamente: “Tales reglas, ¿han sido establecidas por el legislador?
No. Nacidas primitivamente de las condiciones de la producción material” ( Op.
cit., p. 208) . Por todo ello, casi como una consecuencia que se desprende de
estas premisas, se dice que el poder político deriva, proviene del lugar donde se
determinan las condiciones materiales, de la sociedad civil: “…el poder político
constituye precisamente el resumen oficial del antagonismo de la sociedad civil”
( Op. cit., p. 259).

Política

Marx comenta que el orden causal está marcado en la dirección que nace de la
economía y va hacia la conciencia o en general la superestructura. Así la
economía es independiente de la política y ésta le está subordinada. Por ello, es
natural que, siguiendo su esquema de pensamiento, Marx critica a los políticos y
juristas que cultivan los conceptos del derecho, pero no ven ellos lo que son: la

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expresión de la realidad económica en tanto que ésta se manifiesta como
relaciones de producción (K. MARX-F. ENGELS, La Ideología Alemana, p. 425).

Como consecuencia, señala que no se pueden cambiar las relaciones existentes


por medio de la buena voluntad sino por medio del cambio que se ha de operar en
las condiciones materiales, pues (otra vez repite) la conciencia es producto de las
condiciones existentes, entendiendo por ellas la materialidad de lo que es la base
económica. Por el contrario, intentar transformar la conciencia es producto de la
impotencia.

El materialismo se aplica a las ideas políticas, esta vez con una gran dosis de
ironía y en un sentido laxo, queriendo con ello indicar la movilidad de las
representaciones en función de las conveniencias. La idea de patria, por ejemplo,
depende de intereses concretos que son económicos.

ECONOMIA

Las condiciones materiales, esta vez sobre todo económicas, hacen de causa de
otras formas de vida, como la vida nacional y las que mantienen entre sí los
pueblos. Se trata esta vez de que la extensión del mercado a nivel mundial y la
producción industrial forman el núcleo sobre el cual se ordenan otros de tipos de
realidades en transformación. Escribe Marx: “Los particularismos nacionales y los
antagonismos de los pueblos desaparecen cada día más, simplemente con el
desarrollo de la burguesía, con la libertad de comercio, el mercado mundial, la
uniformidad de la producción industrial y las formas de vida que a ella
corresponden” ( K. MARX, La diplomacia secreta, págs. 127-134).

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CAPITULO 2

¿Que son los coronavirus?

Los coronavirus son virus de ARN de sentido positivo envueltos que varían de 60
nm a 140 nm de diámetro con proyecciones en forma de púas en su superficie que
le dan una apariencia de corona bajo el microscopio electrónico; de ahí el nombre
de coronavirus. Cuatro virus corona, a saber, HKU1, NL63, 229E y OC43, han
estado en circulación en humanos y generalmente causan una enfermedad
respiratoria leve.

El virus responsable por la pandemia actual, es una nueva cepa que origina la
enfermedad de la Covid-19. La enfermedad de la Covid-19, ha afectado países y
continentes, ha ocasionado un nivel anormal de sufrimiento humano, agitación
social y daño económico. En la economía el impacto de la COVID-19, es
significativo, debido al confinamiento de las personas en sus hogares, la
paralización de actividades, la reducción de personal en las empresas, la
disminución del comercio formal e informal, lo que ha provocado una grave crisis
económica para la población

Origen y propagación de COVID-19

En diciembre de 2019, los adultos de Wuhan, la capital de la provincia de Hubei y


un importante centro de transporte de China, comenzaron a acudir a los hospitales
locales con neumonía grave de causa desconocida. Muchos de los casos iniciales
tenían una exposición común al mercado mayorista de productos del mar de
Huanan, que también comercializaba animales vivos. Se activó el sistema de
vigilancia (puesto en marcha después del brote de SRAS) y se enviaron muestras

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respiratorias de los pacientes a los laboratorios de referencia para realizar
investigaciones etiológicas. El 31 de diciembre de 2019, China notificó el brote a la
Organización Mundial de la Salud y el 1 de enero se cerró el mercado de mariscos
de Huanan. El 7 de enero, el virus fue identificado como un coronavirus que tenía>
95% de homología con el coronavirus de murciélago y> 70% de similitud con el
SARS-CoV. Las muestras ambientales del mercado de mariscos de Huanan
también dieron positivo. El número de casos comenzó a aumentar
exponencialmente, algunos de los cuales no tuvieron exposición al mercado de
animales vivos, lo que sugiere el hecho de que se estaba produciendo una
transmisión de persona a persona. El primer caso fatal se informó el 11 de enero
de 2020. La migración masiva de chinos durante el Año Nuevo chino alimentó la
epidemia. Se informaron casos en otras provincias de China, otros países
(Tailandia, Japón y Corea del Sur en rápida sucesión) en personas que
regresaban de Wuhan. La transmisión a los trabajadores de la salud que atienden
a los pacientes se describió el 20 de enero de 2020. Para el 23 de enero, los 11
millones de habitantes de Wuhan se cerraron con restricciones de entrada y salida
de la región. Pronto este bloqueo se extendió a otras ciudades de la provincia de
Hubei. Se informaron casos de COVID-19 en países fuera de China en aquellos
sin antecedentes de viajes a China, lo que sugiere que la transmisión local de
persona a persona estaba ocurriendo en estos países. Los aeropuertos de
diferentes países, incluida la India, implementaron mecanismos de detección para
detectar a las personas sintomáticas que regresaban de China, las aislaron y las
probaron para detectar COVID-19. Pronto se hizo evidente que la infección podía
transmitirse de personas asintomáticas y también antes de la aparición de los
síntomas. Por lo tanto, los países, incluida India, que evacuaron a sus ciudadanos
de Wuhan a través de vuelos especiales o tenían viajeros que regresaban de
China, colocaron a todas las personas sintomáticas o de otra manera en
aislamiento durante 14 días y les hicieron pruebas del virus.

Aunque el SARS-CoV-2 se originó en los murciélagos, el animal intermediario a


través del cual cruzó a los humanos es incierto. Los pangolines y las serpientes
son los sospechosos actuales.

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Distanciamiento social y la brecha de 'derechos' en la era de
COVID-19

Por otro lado, la pandemia está cambiando la naturaleza del razonamiento ético y
legal sobre las medidas necesarias para justificar tales intrusiones radicales.
Quizás era inevitable que grupos conservadores pequeños pero ruidosos,
apoyados por el presidente, defendieran cada vez más cualquier intromisión en la
libertad económica, a pesar del continuo apoyo bipartidista. Al mismo tiempo,
incluso cuando se aplican por igual, las medidas de contención pueden crear y
crean grandes desigualdades veladas. Irónicamente, aunque a menudo los
enmarcamos como una intrusión del gobierno que requiere salvaguardas para
evitar el uso indebido, la falta de acceso a medidas adecuadas de distanciamiento
social y cuarentena se expresa en términos de derechos a la protección.

Lo que podemos aprender al observar la aplicación de estas diferentes medidas


en una variedad de enfermedades que provocan miedo y, a menudo, pánico es
que estas notables demostraciones de autoridad comunitaria o gubernamental, a
veces torpes, pero generalmente ampliamente aceptadas socialmente, no fueron
iguales en las formas en que trataron a los grupos dentro de la sociedad. Muy a
menudo las enfermedades nos vuelven contra "el otro", culpando a los países e
incluso a determinadas comunidades étnicas.

Al considerar la pandemia actual de COVID-19, vemos una amplia continuidad con


el irritante tema histórico de la culpa. Pero también vemos emerger una importante
brecha sobre el distanciamiento social. Por un lado, argumentamos, la naturaleza
de la amenaza ha creado un notable grado de consenso sobre la importancia de
medidas que no dejan a casi nadie indiferente. Al menos teóricamente, el

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distanciamiento social se aplica por igual a todos en un contexto político marcado
por la polarización social.

En el proceso de equilibrio, los funcionarios deben asegurarse de que las


intervenciones se basen en pruebas, sean proporcionadas y no sean más
restrictivas de lo necesario. El estándar fue individualizada evaluaciones del riesgo
planteado por la persona cuya libertad está siendo privado (Gostin et al. Nd .).

En este contexto en el que la amenaza tanto de la salud pública como de una


catástrofe económica es de una escala sin precedentes históricos, las
salvaguardas constitucionales tradicionales para estas intervenciones a gran
escala parecen poco prácticas. Pero también es notable que, a pesar de que son
radicales, debido a que las medidas de distanciamiento social casi a nivel nacional
se centran no en individuos o grupos, sino en la población en su conjunto, tienen
una igualdad notable. En respuesta al COVID-19, las ciudades y estados de todo
el país han cerrado todas las escuelas, restaurantes, bares y cines. Nadie puede ir
a la iglesia, salir a un bar o reunirse en un evento deportivo. (Russonello 2020 ).

Entonces, si bien el distanciamiento social, en teoría y en la práctica, opera por


igual en que se aplica a toda la población en lugar de a subgrupos, también opera
en un contexto caracterizado por profundas desigualdades y también por caminos
profundamente desiguales.

Las consecuencias de lograr un correcto distanciamiento social en el futuro no


podrían ser mayores desde la perspectiva de la salud tanto económica como
física. Los economistas predicen una disminución del 8 por ciento en el PIB si se
contiene la propagación del virus, pero una disminución del 13 por ciento si no se
controla (McKinsey y Company 2020 ). Y en un contexto en el que las medidas
efectivas de distanciamiento social han dejado baja la inmunidad colectiva, los
modelos predicen un resurgimiento relativamente rápido de brotes si las medidas
de distanciamiento social se levantan de cualquier manera que no sea una forma
cuidadosamente organizada (Stanford University 2020 ).

CAPITULO 3

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Economía social tras el COVID-19

Sin duda el COVID 19, ha sido un evento que ha trastocado los diferentes
estamentos de la sociedad a escala global. Personas, instituciones, gobiernos y
sistemas, han tenido que redefinir sus prácticas cotidianas y adecuarlas a las
limitaciones que plantea una pandemia que, si bien fue advertida por los científicos
con algunos años de antelación, agarró al mundo desprevenido, para demostrar la
vulnerabilidad en la que aún se encuentra la especie humana.  
El sector económico es, sin duda, uno de los más afectados ante esta emergencia.
En esta coyuntura, los países latinoamericanos sufrirán pérdidas significativas en
sus relaciones comerciales, las cuales afectarán la oferta y la demanda, así como
la interrupción en las cadenas de producción.

Ante esta realidad, las políticas gubernamentales se han enfocado en el aumento


del gasto social, a fin de ofrecer una mayor protección a los grupos mayormente
vulnerables, entre otras resoluciones que si bien sirven para paliar los efectos de
esta pandemia, difícilmente podrán mantenerse en el mediano o largo plazo,
cuando ya se haya superado la emergencia sanitaria, pero aun persista la
emergencia económica y la social.   

Otros organismos como el Banco Mundial (2020), consideran que el impacto de la


pandemia es la peor crisis que ha sufrido la humanidad desde la II Guerra
Mundial, por lo que las actividades económicas se reducirán en un 5,2% con
relación al 2019. Esta situación afectará en diferentes medidas a las economías
avanzadas y los mercados emergentes, impactando directamente en sectores
como el comercio, el turismo, así como las exportaciones e importaciones de
productos básicos.

Ante esta panorámica que ya comienza a vislumbrarse, la economía social puede


jugar un papel determinante en la reinserción laboral de aquellos que han quedado
sin empleo, pero también como alternativa viable ante los desaciertos que la
economía ha tenido durante las últimas décadas y que han contribuido, entre otras

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cosas, al deterioro progresivo del medio ambiente y a un incremento exponencial
en las condiciones de desigualdad que se evidencian. Roas (2020),

A pesar de la posible disminución en las utilidades, se mantendrán los puestos de


trabajo, al tiempo que se establecen iniciativas consensuadas para estabilizar e
incrementar progresivamente las ganancias.
Marx en los tiempos de COVID-19
El materialismo histórico simbólicamente se asocia a lo que se muestra hacia
afuera, la riqueza exterior, lo palpable, lo demostrable monetariamente, lo
valorable en términos terrenales y en general las pasiones humanas que se
apegan a lo visual y placentero más que al cultivo de valores apegados a la ética
de las personas. Por tanto, lo que se quiere transmitir en esta oportunidad es que
lo material no es lo único que puede satisfacer necesidades, pues se le debe dar
una importancia también a valores éticos.

En definitiva, desde el punto de vista simbólico la apreciación de lo material


enseña que el ser humano debe aprender que el mundo material representa la
opulencia que debe ser en lo posible controlada. Esto no quiere decir que el
consumo y lo material sea malo y conduzca siempre al lado oscuro de una
sociedad o de una persona, sino que simplemente se pueda reflexionar acerca de
la importancia que tiene considerar con sentido de equilibrio lo material e
inmaterial, siendo este último constituye un componente fundamental para
garantizar la existencia de valores éticos de manera mucho más amplia, lo que
consecuentemente podrá tener eco en la trascendencia que puede alcanzar una
persona, llegando a influir de manera concreta en el entorno donde se
desenvuelve.

La Covid-19, entre tantas tristezas que ha traído, ha venido también para hacer
mirar aquello que por llevar delante de los ojos demasiado tiempo, cuesta tanto
verlo: y es justamente la crisis que padece la subjetividad, la crisis de la
espiritualidad humana. Una crisis, tal vez la más grave, provocada por el modo de
producción más destructivo de la historia de la humanidad. De manera que

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siempre será más difícil hacerle frente y recuperarse de una enfermedad a la que
ya hemos llegado enfermos.

Marx en unos de sus escritos menciono sobre la capacidad que tiene el


Capitalismo, de salir más fortalecido de sus propias crisis. No confundamos los
hechos: mientras este virus aniquila a las personas, el viejo Capitalismo siempre
reinventándose, se preocupa de que sus estructuras, su sistema y su esencia
misma, no sean devastados. Es lo primero y todo cuanto le importa de esta
pandemia.

Para él como para nosotros, es una cuestión de vida o muerte. Para que el
Capitalismo no deje de existir, tiene que constantemente cambiar, moverse,
reinventarse; correr cada día con mayor prisa y no detenerse, aún de cara a una
pandemia.

En tanto este nuevo virus no sea rentable, no sea convertido en un elemento más
del mercado capitalista, en una mercancía como cualquier otra, y en cambio
demande al sistema detener o enlentecer su maquinaria, representa para el
Capitalismo un enemigo peligroso; una poderosa amenaza contra su existencia.
Por ello lo que le resta es que una vez más la humanidad pague el precio de la
supervivencia del sistema capitalista.

En esa necesidad que le es vital de cambio perenne, arrastra todo y a todos con
su paso frenético y veloz. Para el Capitalismo es imposible responder con
pasividad a las exigencias de un virus que demanda reposo social.

En el texto que es El Manifiesto del Partido Comunista, Marx y Engels alertaron:


“la burguesía no puede existir sin revolucionar constantemente los medios de
producción”, sin que constantemente tenga que transformar “todas las relaciones
sociales”. Dicho en otras palabras: todo lo que la burguesía construye, es
construido para ser destruido (Marx y Engels, 1971, pp.22-31).

De manera tal que, en la misma medida en la que el capitalismo hoy no puede


sentarse a esperar (pues dejaría de ser lo que es) y va declarando de país en país
reaperturas y nuevas puestas en marcha, hombres y mujeres que abracen el

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anhelo de construir una sociedad humanizada. Tienen el imperativo de asaltar el
poder burgués en la conquista de la emancipación y la libertad humanas; en otras
palabras: el desarrollo multilateral de las subjetividades.

Una enfermedad que demande al mundo quietud y reposo temporales se convierte


automáticamente en el talón de Aquiles del Capitalismo. Se convierte en un freno
a su dialéctica de hacer, destruir y rehacerlo todo una y otra vez; un obstáculo muy
fuerte contra el mercado capitalista, ese que ha transformado: “todo lo sagrado en
profano” (Marx y Engels, 1971, p.23), para expresarlo en palabras del propio Marx.

El mismo mercado capitalista que ha vuelto la dignidad humana en un simple valor


de cambio, ya que todo cuanto le importa de las personas es poder explotar su
fuerza de trabajo. El mercado capitalista que invirtió el derecho humano a la salud,
y lo volvió un privilegio mercantilizado. Si algo ha dejado en evidencia esta
pandemia, es la penosa realidad de seres humanos a los cuales se les ha negado
toda posibilidad de sobrevivir a ella. Un tratamiento mezquino hacia las personas
incluso después de superadas por la enfermedad, de sistemas políticos corroídos
que nada tienen para aportar a sus ciudadanos.

Basta de ser cómplices de esta reproducción del sistema hegemónico capitalista;


de contribuir a la auto reproducción de individuos que son copia y pega unos de
los otros; seres humanos cuya singularidad ha sido alienada porque se vive en un
mundo invertido. Recuperar la dignidad de las personas, es también salvar sus
almas, es liberar las subjetividades de una cárcel uniforme y homogéneamente
diseñada por la burguesía, donde son las mercancías quienes esclavizan y
diseñan qué es la felicidad.

Empecemos por dudar juntos; dudar críticamente del sistema y sus subterfugios.
Hay que aprender a sospechar de sus frutos, a cuestionar todas sus producciones.
Habrá que recordar aquella manera cartesiana de dudar de quienes nos engañan
una vez, hasta apropiarse de la duda socrática y afirmar que nada sabremos, en
tanto no se esté en condiciones de des enajenación.

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Actuar y cooperar en colectivo; usar los medios y las redes sociales virtuales, para
no permitir que sean ellas quienes usen a las personas; hacer de las mismas el
recurso para la praxis humanizadora a la que convocó K. Marx. No traicionemos a
Marx: pensar para conquistar, para revolucionar, para emancipar, que es también
otro modo de salvarnos en los tiempos del Nuevo Coronavirus.

MARCO TEORICO REFERENCIAL

GIULIANI 2021. Escribe que las crisis son una oportunidad para impulsar cambios
fundamentales, tal es el caso del COVID-19 que previo un cambio ideológico hacia
un tipo diferente de capitalismo analizando el comportamiento del COVID-19.
Documenta la existencia de tres narrativas dominantes: la justicia distributiva, la
justicia ambiental y las narrativas anticapitalistas de tipo marxista. Sin embargo,
solo la justicia distributiva asumió mayor prominencia durante el período de
observación, lo que indica un pequeño paso hacia un cambio ideológico en el que
el público en general puede volverse más abierto al escrutinio de las políticas de
dividendos y bonificaciones de las empresas y más reacio a la aceptación de la
elusión fiscal y la acumulación de riqueza excesiva por parte de miembros de la
élite empresarial. 

Fairchild 2020, en su articulo publicado “Vexante, velado e inequitativo:


distanciamiento social y la brecha de "derechos" en la era de COVID-19” nos
habla de como la gente se fue adaptando al distanciamiento social y brechas
económicas además de medidas políticas de ayuda, resonando momentos en los
que hubo un amplio apoyo social para la contención precisamente porque los
encierros o las órdenes de permanencia en casa son, en la superficie,
notablemente equitativos.

Pérez 2020, acentúa la vigencia e importancia de la concepción del materialismo


histórico. Abordando de forma crítica la posibilidad de la transformación del mundo
por los seres humanos; así como reflexiona acerca de la crisis que padece la
subjetividad provocada por el Capitalismo. En tiempos de pandemia, esta crisis se

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expande exponencialmente, dejando en evidencia las fisuras de un sistema de
relaciones sociales, violento y destructivo.

Noriega 2011, estudia y expone las doctrinas del materialismo histórico y del
materialismo dialéctico, mostrando sus diferencias, así como el hecho de que son
doctrinas distintas, aunque esto último no haya estado claro en la tradición
marxista, especialmente en la ruso- soviética.

Flores y colaboradores, 2020 hablan sobre el COVID-19 y el impacto en todos los


estamentos de la sociedad. Teniendo como fundamento describir el papel que
puede desempeñar la economía social en un mundo posterior al COVID 19. Para
lograrlo se plantean algunas definiciones sustentadoras como soporte teórico.

Martínez 2020, Este artículo compara la respuesta del estado chino a la pandemia
de COVID-19 con la de los principales países capitalistas occidentales. Recopila
evidencia que muestra que China ha movilizado recursos gubernamentales,
económicos, tecnológicos, científicos y humanos sin precedentes para controlar el
brote viral. En países como los Estados Unidos y el Reino Unido, por otro lado, la
respuesta al COVID-19 hasta ahora ha sido insuficiente y, como resultado, estos
países no han tenido el nivel de éxito de China en la protección de sus
poblaciones de la infección.

Justificación

La población mundial está basada en una economía y muchas veces durante la


historia esta economía esta propensa a cambios debido a acontecimientos
sociales muy drásticos como lo son las pandemias. Karl Marx explica lógicamente
materialismo histórico como una crítica de los sistemas idealistas que no
entienden que la formación de la conciencia depende de las realidades materiales;
es decir, que cambian la dirección de la producción en los dos ámbitos que
estamos reconociendo y transitan invirtiendo la verdadera relación. Ello da lugar,
por su parte, a la crítica de las ideologías en cuanto falsa conciencia de la
realidad, puesto que no representan el orden real, sino que esconden, por
ejemplo, intereses de clases o, en general, las situaciones concretas de las

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condiciones materiales. Por esta razón que remos enfocar la ideología del
materialismo histórico es aplicable a la pandemia de COVID-19 y no la podemos
dejar como una teoría olvidada. Karl Marx menciona que la economía está
basada en los pensamientos de la gente y estos pensamientos son respuesta a la
situación que la gente está viviendo. Por medio de este trabajo, se explica que el
mundo lleno de COVID-19 sea una expresión de la materialidad económica, en
este caso del sistema financiero. O bien poniendo otro ejemplo a partir de la vida
económica se explicará la filosofía moral de una época.

PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA

La teoría de Karl Marx del materialismo histórico hace referencia a los cambios
histórico-culturales como resultado de las condiciones materiales de la vida y la
lucha de clases por tal motivo se platea ¿Si la filosofía del materialismo histórico
puede utilizarse en la pandemia de COVID 19 en el SXXI?

METODOLOGÍA

Se realizará un análisis de carácter teórico sobre la filosofía del materialismo


histórico y el comportamiento económico-social del COVID 19 en la población
mundial, se estudiará la concepción materialista de la historia de Karl Marx, en una
reinterpretación de su pensamiento. Entre los métodos a utilizar destacaran: el
análisis cualitativo explicado mediante un estudio lógico- histórico; así como una
interpretación del materialismo histórico marxista para confrontar la teoría de Marx
que se relacionan a la situación actual del mundo en tiempos de Covid-19.

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Inequitable: Social Distancing and the “Rights” Divide in the Age of COVID-19, The
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